j. anthony paredes los indios de los estados unidos anglosajones
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8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
1/21
Director co ordinador: José
And rés-Gallego
Director
de
Colección : Claudio Esteva-Fabregat
Traducción: Carmen Martínez
Gim
eno
Diseõo de cubierta: José Crespo
© 1992, An th ony Paredes
©
1992,
Pundación MAPFRE
América
©
J
992,
Edito
ri
al MAPFRE, S. A.
Paseo de Re
co
letos, 25 - 28004
Madrid
ISBN: 84-7100-449 -6
Depósito
legal:
M.
26697-1992
Compuesto por Composic i
ones
RAU S A
Particular
de
Costa
12-
14
- Bilbao
Impreso
en
los talleres de
Mat
eu Cromo Artes Gráficas,
S
A
Ca rretera ele
Pinto
a
Fuenlabrada s/n
Km. 20,800 Madrid)
I
mpreso
en Espa11a-Pri
nted
in Spain
]
ANTHONY PAREDES
INDIOS
DE LOS
EST O S
UN S
ANGLO
SAJON
ES
EDITORIAL
M P F R E
~ 1
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
2/21
f
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ntro uccwn
ÁRE S CULTU R LES
IV
v
VI
Vil
VIII
IX
X
SUDES
TE
SUDOE
STE
PRADERA
LLANURA::
GRAN CUENCA
M SETA
CAU
ORNIA
COSTA DEL
NOROESTE
OESTE
S
UBÁRTICO
SUDOE
STE
...
I
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
3/21
a p í t ~ l o II
LOS PRlMEROS AMERICANOS
Y
LA PREHISTORlA
Los 500 anos transcurridos desde que Colón tomá tierra
en las
Antillas suman menos del 5
por
100 del tiempo en que los seres
hu-
manos
han
estado
en
Norteamérica. Según la estimación de incluso el
científico más conservador, los antepasados de los índios americanos
llegaron al hemisferio occidental hace más de 12.000 aiios. Algunos
científicos, sin embargo, creen que existen pruebas suficientes para in
dicar que los humanos
es
tuvieron
en
América
mucho
antes, quizás
hace de 30.000 a 40.000 anos r Tomando la fecha más reciente de hace
12.000 aüos, si la escala de tiempo fuera transportada a la de
un
solo
día, los primeros americanos llegarían a medianoche, pero Colón no
desembarcada en el hemisferio occidental hasta algo así como las once
de
la
noche del día siguiente. Los exploradores escandinavos que na
vegaban de Islandia a Terranova bordea ban brevemente la costa este
del continente norteamericano habían precedido a Colón por cinco si
glas
pero
en
la
escala de
un
día, ni siquiera ellos habrían avistado las
costas del Nuevo Mundo hasta alrededor de
las
diez de la noche del
día siguiente a la llegada de los índios.
Tan sencilla analogía sirve para escenificar lo incompleto de los
relatos escritos de los primeros europeos para documentar a
las
gentes
culturas nativas de América. Gracias a los recientes avances en el de
s-
1
T.
D
Dillehay, «The Great D e
bat
e
on
the First Americans», en A ntbropology
To-
day 7, n.
0
4 1991), pp. 12-13 . Véase también
una
serie de 14 partes sobre
·The
Firsl
Americans» en la revis ta Natural History de noviembre de 1986 a febrero de 1988, publi-
cado
por
e
American Musehum of Natural History de Nueva York. §
-
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40
lndios
de
los Estados
Unidos
ana/osal ·ones
ciframiento de los glifos mayas,
los
registras
esc
rit
os
para
esa
pequei1a
parte de América donde gobernaban
és
tos
se
han retrotraído a :.llrecle
dor
dei ano
50.0
de nuestra era. Por
ot ra
parte, antes de la legada
de
los europeos,
la
comprensión del desarrollo cultural en América depen
de completamente de
la
arqueología, como, de hecho,
es e
caso dei
resto dei
mundo
hasta que los primeros sistemas de escritura fueron
inventados en Mesopotami
a,
hace alreded
or de
5.000 aõos.
La
esca
la
de
un
día con 24 horas, también sirve para recordamos que las cultu
ras
«de
las once••
que
se
encontraron los europeos, eran simplemente
las últimas en los desarrollos que abarcaban las
23
horas anteriores.
Durante los más de 11.000 anos de historia americana antes dei pri mcr
viaje de Colón ai Nuevo Mundo, alrededor de 400 generaciones de
pueblos habían vivido y muerto, habían explorado y
se
habían adap
tado a todo
media
ambiente habitable de América.
Lo
rec ien
te
de la presencia europea en América, comparada con
la de los americanos nativos, también debe ser comprendida en una
escala de la historia humana aún mayor, para entender completamente
los orígenes de las culturas de los índios americanos. Incluso si los
pn-
meros humanos llegaron a Norteamérica hace 40.000 aiios, habría n
sido
ya
tipos físicamente modernos por entero, puesto que
el Hom o
sapiens
se
hab ía establecido para entonces como el único tipo humano
por toda
Áf
rica, Europa y
Asia.
As imismo, siguiendo
la
primera tosc:-1
manufactura de herramientas de piedra de los primeros homínidos en
l
as
llan
m
as de
este
:.1fricano, de
hace aproximadamente
elos
millones
de anos,
se
habían respirado cientos de miles de anos de ev
o
ución
cultural antes de que los primeros americanos
lle
garan. De hecho,
lo\
comienzos de la última fase dei Paleolítico, en Europa
y
Asia occiden
tal,
ya
estaban avanzando desde hacía 40.000
:\i'los. Así,
en
un se
ntido ,
la vasta mayoría de la historia de los índios americanos ruvo lugar en
esa gran masa continua de tierra de África, Asia y Europa (continu a
hasta que se construyó el Canal de Suez en 1869), lo mi smo que
la humana de todas partes. Durante ciertos periodos de los más de
do
s
millones de anos de la historia humana, las p Uebas geológicas mues
tran que también América estaba unida a la trip le masa continental dei
Viejo Mundo. Y allí dentro yace la clave dei rompecabezas dei origen
de l
os
indios americanos.
l ? primrros meriwnos y la prrlwturi
li
Los oRiGFNES
A pesar de lo que los cie ntíficos modernos puedan revelar Ket t t
dei origen de l
os
indios americanos, es im
po
rtante rcconocer que
J.t,
tradiciones orales de éstos con tienen, de forma cokcttva, Ctentos de tT
latos sobre su s orígenes
(a
veces más de uno para
la mi
sm a «tribu".J
En la mitología sagrada y el folklore, los t c p a ~ a d o s de los i n d t
americanos habían desarrollado
y
pasado a
la
s generaciones
s u c e s t v a ~
ortodoxas explicaciones de sus orígenes tribal es: ,tscendiendo
d
lll•
mundo
su bterráneo, descendiendo dei cielo, emergtendo de debaJO de
un gran montículo, surgiendo de un lago primOI,Iial , y así succsiv.
t·
mente. Como para todos los pueblos de todas
parre::s,
estas
m ~ r o s
sn
Yen para reafirm ar el orden mo
ra
l de
la
soc iecl.1d
y
a menudo
par.1
de·
negar b posición hum:.1na completa a todos n11.:no' a l o ~ tmembros de
l propia tribu. Los arqueólogos
y
antropólogos a veces olvlt.lan que:,
desde el
punto
de vista de
bs
tradiciones sagradas de los tndtos
:une
ricanos, la explicación científica de sus orígenes 110 es nt
-
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fndw s dr
los
Estados Unidos anglosajoncs
~ t a s
gentes
morcn,JS era
n los descendientes de
las
tribus perdidas
de
lsrarl.
qur
hJbían
. ~ v e g a d o de
algún modo
a
través
dd
vasto Atlánti
w
s1glos
8ntcs
y
lubían
desembarcado en América
2•
La
teoría de
la
s
«tribus perdidas de
Israel»
fue muy popular üurante siglos. Realmente,
s ta tenía c.ierto Jtractivo para los de mente más liberal,
ya
que situaba
de llcno
,,
l
os
nativos americanos en
la
família dcl género humano y
dentro de la línea principal de la tradición judeo-cristiana, concedién
dolcs
así
una plena posición como
seres
humanos, merecedores de tra
lJ
miento
jus1o
y recto. A comienz.os del siglo
XIX,
la teoría
de las
tri
lllls
perdidas de Israel alcanzó su forma más elaborada en
el
libro
de
los mormoncs, por cl que
se
convirtió en un artículo de fe para las
rnayores srctas cristi,mas de Nuevo Mundo. la Igle
sia de
Jesucristo de
Santos
de
Ull
i
mo
Dia.
Durante los siglos posteriores ai contacto europeo, muchos otros
lug.nes, adcmás de
Israel
dei Antiguo Testamento, han sido propuestos
como cuna origin,1l de
los
indios americanos.
El
continente perdido
de
la Atlántid,J,
de
los escritos clásicos de las civilizaciones mediterráneas,
h,1 tenido popularidad intermitente desde los primeros tiempos colo
ni3Jes. Junto a la 1\tlántida, como una posible antigua tierra natal de
los
índios,
e s t a b ~ el
continente perdido de Mu, en
la
cuenca pacífica.
M Ís
aliá
de estas legenda
rias
tierras, los hombres de letras y revolucio
rios
i n t e l c
t u ~ les en
potencia, han propuesto todo tipo
de
puebl
os
dei Vicio Mundo como antepasados
compl
etos o en parte
de
los
índios americanos, que han incluído a los egípcios, los fenícios, los
antiguos celtas, los romanos, los
galeses
los
po
linesios. Más reciente
mente, tales teorías han pasado de pretender exp
li
car
los
orígen
es
físi-
cos
de los índios americanos a ocuparse de los orígenes de los logros
cu lturales más sorprendentes de
las
gentes dei Nuevo Mundo. Así,
los
orígenes de
l
agricultura, la arquitectura monumental, el sistema
ca
lcndárico y mucho más de
las
espectaculares civilizaciones precolom
binas de América son explicadas declarando que las llamadas gentes
más av;mzadas navegaron desde Áfri
ca
por e Atlántico o desde
Asia
y
Polinesia por el Pacíti.co, para ensefi.ar
las
artes de las culturas superio
res
a
lo
s rudos
sa
lvJjes de
las
Amé
ricas.
Implícita en tales teorías, por
z
H.
J Kupferer, Ancicnt Drums Ot Jcr Moccaúm: atwr North American Cultural
Adapltllion.
-
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44
lndios de los Estados Un id
os
anglMa
ones
rísticas que los e
I I bl
'
. n ~ z a n
~ o n as
po aciones asiáticas. Est
as
incluyen
p10mmentes arcos
Z1g
o
mat1
cos (huesos de las mejilla
s),
poca
ve ll
osidad
en e cuerpo, pel? laci_o a só lo suavemente ondulado de col or
a
_negro
,
g r ~ n mCid
e
ncJa
de pliegue epicántico (pliegue de piei que cu
bte la q ~ m a tntenor dei OO), fre cuente cxistenci;l de man cha sacr;
1
cn l
os
rec1en nac
1dos
(una pequena extensión de pigmento azulado en
la
ba
se
el
e la c
olumn
a vertebral) y pigmentación de piei moderad
p : o c e d e n t ~ s
de
A m é r i c ~
y Eurasia muestran que los patrones de los in
dt?s amencanos de cálices, formas de incisivos
y
configuraci
ón
de
Ja5
ratces de premolares son más parecidas a los dei este de A
si:.J
y con
trastan agudamente incluso con
i
os de los europeos m
ás
orienta
les :.
~ s t ~ s
hallazgos avan
za
n en
el
descrédito de la id
ea
de qu e l
as
cultur
::ts
t??tas amen.canas
se
desarrollaron di rectamente de la cultura dei Paleo
ltttco Supenor de Europa
y
muestran que hay una tendencia
«arca
i
ca
c ~ u c a s O t d e » en las poblaciones americanas nativ
as
. Lo s mismos
es
tu
dJOs dentales muestran además qu e el patrón de los indios america nos
es
J.nu cho
~ 1 á s
parecido específicamente ai de las gent
es
dei no rte de
~ h t n a («cht.nodoncia») que ai de los pueblos surasiáticos («su
cl
andon
CJa»). E s t u ~ t O
muy recient
es
dei DNA mitoconclrial dei cuerpo cel
u
lar, t r a n s r ~ u t t d o con muy pequeno cambio a través de
la
línea m aterna
durante
CJento
s de milenios, también mues tran que los v
ín
cul
os
gené-
3
J. t-1 Greenberg, C. G.
Tu
rner II y S. L. Zegura, «The Settlemem of the Amen·
cas
: A
Co
mpanson of the Lingutstic, Dental, and Ge netic Ev
id
ence, wirh CA com·
ment
»,
en
C
urr
mt Anth
ropology, 27 (1986), pp. 477-497.
Los pnmcros ame ct IIOJ ) fr pulnsf,,ria
ls
ticos más cercanos
ele
los indios americanos son c c> 11 ios
a s ~ ; í c c o s on
c11 ·
t a l e s ~ .
La
continu.lCIÓn de la investig
:1c
ión genétíc::t ) lltropomerri
c.< ,,n
elu
da, proporcionar
-
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7/21
lndlo.<
de
los Estadas Unidas anglasajams
Durante
la
mayor parte dei Pleistoceno,
la
evolución humana tuvo
lugar en
las
zonas tropicales y templadas meridionales
de
Viejo Mun-
do.
Conftn
-
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8/21L
48
Indios de
los
stados Unidos anglosajoneJ
abajo, a las costas noroccidentales de Norteamérica. Estas primeras
gentes pudieron haber caminado sobre los muchos pero relativamente
cortas tramas de hielo glacial que se extendían de
sd
e las monranas
costeras hacia abajo por los valles hasta el mar. O los migrantes coste
ros puede que hubieran usado alguna clase de cmbarcación simple para
bordear líneas de playas inhóspitas. Otra opinión sostiene que además
de
una ruta coste
ra,
e\
drenaje
dei
rio Lena
fuera de
Siberia habría pro
porcionado una ruta natural a Beringia central
y
Alaska , a través de un
ecosistcma que mantenía suficientes recursos de caza para proporcionar
cl incentivo a la gente para tras ladarse por Beringia. Sin embargo, la
ruta tierra adentro presenta el problema de cómo estas primeros am
e-
ricanos lograron e acceso a interior americano.
E noreste de As ia y Beringia estaban libres de glaciares, en virrud
de
su
baja topografia y sus corrientes de aire
cá
lido procedentes dei
Pacífico, durante
el
último estadia dei Wisconsin. Gran parte de Alaska
y Canadá, sin embargo, presentarían a los primeros humanos una fo r
midable masa de glaciares. A pesar de ello, existen pruebas
de
que in
cluso a la altura de la glaciación Wisconsin, quedaba un corredor libre
de hiclo en
el
corazón de
la
Norteamérica templada y
el
resto dei Nue
vo Mundo más aliá. La mayor parte de Canadá, el este de Alaska y
la
s
rcg
iones más septentrionales de los Estados Unidos actuales en el
área
de los Grandes Lagos estaban cubiertos por la boja de hielo Laurenri
cle, que
se
ce ntraba en la
Ba
hía de Hudson y
se
extendía ai sur y ai
oeste. En el Lejano Oeste, otro glaciar cubría las Montaiias Rocosas
desde el noroeste de los 48 Estados Unidos actuales bacia
el
norte y se
unía con otro glaciar en la línea de montanas de la costa pacífica, para
cubrir el suroeste de Alas ka y
la
cadena aleutiana, y luego unirse a Be
ringia. Estas glaciares juntos, anelados en las montanas occidentales,
constituyen el complejo dei glaciar de la Cordillera. Aunque las bojas
ele
hielo Laurentide y Cordillera pueden haber
lle
gado a los
45
kiló
metros m;
Ís
o menos
uno
dei otro en algunos puntos durante los últi
mos estadias de la máxima glaciación Wisconsin, las pruebas sug ieren
a muchos científicos que las dos masas glaciares nun ca se unieron
completamente. Así, siempre hubo un corredor libre de hielo abie rto,
a través dei cual la fauna pleistocénica y sus perseguidores humanos se
trasladaron a las vastas lbnuras
y
ricos vall es de la Norteaméri
ca
tem
piada durante la última glaciación Wisconsin.
/.ni
[>r imr• os ((11/t Ticanm /a prrhi.\Ít lid
[
1
prJuono
PA
l LOJN[)tO
L
I . han dado el nombre de
..
P.lle,JtndJO· ai p
timo.:
t
os arqueo g o ~ ' . . . . l· rim ect evi·
I
Je riodo de la histona índia amencana. COtmenu
-
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9/21
50
Jndlos de
los
stados Unidos anglosajones
.üios, cuando
cs
suce
dida
en las ll
an
uras
cen
trales
de
Norteamérica
por
cl complejo Fo som. E sello de ambas culturas
so
o tipos de puntas
acanaladas
de
hoja bifacial, hechas
de
piedra granulada cercan
a,
alta
en
co ntenido de Si02 que en su forma más
pura
es vidrio). Las pun tas
clov
is son
las mayores, te
niend
o
por
té rmino media
de
a 7,5
cen
tí
metro
s y las fo lso m de 2,54 a casi 4 centím etros. Las dos se confcccio
nan
us
and
o técnicas de las
cado
de piedra inv
en
tadas c
icnt
os de anos
ant es en cl Viejo Mundo,
que
clebieron levar coo ellos los inmigrantes
a
Amér
ica. A
ambos
tipos
se
les
dio
forma
y se
redujo su espesor me
diante el des
prendimiento
controlado de lascas
de
am
bo
s lados dei tro
zo de piedra, preparado mediante un tosco desescamado por percu
si
ón. En
su forma general, ambas son habitualm
ente
lanceoladas, con
bases cóncavas y lado s rectos o ligeramente
promi n
entes, que se c
ur
van
agudamente hasta la pun ta
por una
parte. Los
tr
·
azad
os de las
pun
tas folsom y clovis son reminiscencias de los ti
pos
semejantes
de
in s
trumentos
dei Viejo
Mundo, pero poseen un
a característica, el
acanalamiento, que hasta
aho
ra parece ser única entre las
cu
lturas pa
leolíticas de]
mundo.
Acanalamiento quicre decir supresión
de un
a lar
ga
esquirla coloc,1da
de
forma paralela, desde la base hasta
el
té
rmin
o
ele
la
punta
-
durante má
s de tres c
uarto
s de la longitud de algunas
puntas
folsom-,
sobre una
o
amba
s caras
de
ésta.
La
esescamación
de estas acanalamientos sin romper la
punta
requiere una gran destre
za,
aunque
l técnica
ha
sido reproducida
repetidamente
por los mo
dernos escultores en pedernal y arqueólogos experimentales. Presumi
blemente,
esta Jc
ducció
n dei espesor basal medi
ante
el acanala
mi
ento
era para Facilitar l inserción de la
punta
en un astil o mango. Cual
qu
iera que sea el
propósito
, l
as
puntas
de piedra acanaladas son carac
terísticJs de la s primcras culturas americanas, perfectamente definidas
de modo inconf
i..lnd
ible.
Los cazadores clovis usaban sus pun tas
co
mo terminación de las
armas u t i l i z a d l ~ para la caza dei mamut, mastodonte y otra fauna
plcistocémc.a.
E ~ t : l s puntas pueden haber
sido
el
remate de las lanzas o
h.1ber s1do us.ld.1s
para
armar
el frente dei astil
de
las jabalinas, lanza
das
con
la ayucl
1 de
un l
anzadardos
o átlatl.
E
lanzadardos
es un
apa
r.lto que co;1siqe csencialmente en un paio de 30 cent ímetros o más
de longitud, coa
un
gancho
en
la p
un t
a que se ajusta
en
una ligera
depresión de la b.1se de un dardo o jabalina corta.
El
átlatl au
menta
la
fuerza
..::on
la
qHc
un proyectil puede ser
lanzado
, al alargar el brazo
Los
pr
imeros
americanos
y
la prehisto
ri 51
dei lanzador y aiiadir
otro punto
de fulcro a los de su co
do
y
muõ
eca
Tales
apa
ratos están
bien documentados en
el Paleolíti
co
s
uperior
dei
Viejo Mundo,
en
los aborígenes de Australia (que carecen
de
arco
y
flecha
s)
y en alg
una
s socied ad
es
nativas americanas ai
co
nt
acto
euro
peo, incluyendo
a los aztecas
de Méx
ico, de
quiene
s proviene el tér
mino de átlatl en los estudios
an tropo
lógicos americanos. Tales instru
mento
s
fueron
ciertamente usados
por
los antepasados
de
l
os índi
os
americanos
durante
miles de anos después de la cultura Clovis,
aunque
no esté verificado para esta misma. Las puntas de tipo clovis tienen
una
extensa
distribución por
Norteam
ér
ica al este de las Montarias Ro
cosas,
todo
el camino hacia Massachusetts actual, al norte
ha
sta Alber
ta y
por
el sur
de
las Rocosas, bacia el oeste dei sitio original Clovis
en e es
te de
Nuevo
México, hasta el
sur
de Arizona y
por
abajo en
México. Los artífices de estas puntas, presumiblemente hicieron otros
tipos de
instrumentos
y ta
mbién cobraron
caza
menor
,
pe
.ro parecían
especializados co
mo
cazadores a
ltamente
eficientes dei mamut
y
dei
gran bisonte
del
Pleistoceno tardio. La
inconfundibl
e tecnologia clovis
parece
terminar abruptamente con
la extinción dei
mamut,
hace alre
dedor de 11.000 aiíos. La desaparición masiva de los mamíferos pleis
tocénicos tu.
vo
lugar por todo el
mundo
más o
me n
os en ese
tiempo.
Se ha sugerido que los cazador
es
clovis, ai igual
qu
e sus cont rapartes
de caza
mayor
dei Viejo
Mundo, pueden haber
sido
un
factor
qu
e
contrib
uyó a la extin ción de la megafauna
en
las ca
mbiantes condicio
nes medioambientales que siguieron a la retirada de los últimos glacia
res dei Pleistoceno.
A pesar de derrumbe de la amplia
mente
extendida tecnologia clo
vis, las adaptacion
es
para la caza
mayor continuaron en
la
s
llanur
as de
No r
te
am
é
ri
ca
centr
al. Aparentemente, las culturas Folsom
fueron la
s
directas e inmediat as herederas
ele
las tradiciones Clovis de
manufa
c-
. tura de
puntas
de piedra. Se
han encon
t
rado
varios
campamentos
de
gentes folsom,
que
revelan
una amp
lia variedad de instrumentos para
trocear y procesar animales.
Aunque se había
extinguido el
mamut
, los
folsom caza
ban
bas
tant
es de los de más animales característicos dei
Plei
stoceno
tardío
en No r
teamérica,
como
caballo
y
especi
es de bison
te extinguidas
en
la actualidad. A los cazadores folsom les sucedieron
una gran variedad de tradicion es paleoindias loca
li
zadas, identificada
cada una
por
tipos de
punta
peculiares,
pero por
alguna r
azó
n la prác-
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
10/21
52
lndios
de
los Estados Unidos
anglosajones
tica dei acanalamiento, tan característica de los primeros cazadores de
megafauna dei Nuevo Mundo, se detuvo.
Los cazadores paleoindios siguieron las cambiantes ecozonas
por
el
norte y el este. Hay pruebas de ellos
por
sus instrumentos
y
matan
zas desde'
el
sitio de Derbert en Nova Scotia, que data de alrededor
dei
ano 8600 a. C., hasta dos sitios en manantiales profundos, ahora
inundados, en el sur de Florida dei afio
9000
a
8000
a.
C., incluyendo
lo
que puede ser
e
más antiguo enterramiento humano intencionado
de América. Mientras muchos sítios paleoindios pueden yacer ahora
bajo
e
mar, quedando allí muchas preguntas sin respuesta acerca de
los más antiguos americanos, sus asentamientos del continente pusie
ron los cimientos de los miles de aí'íos dei desarrollo culturál de los
indios americanos aún por seguir. Hay varios sitios que podrían ante
datar los materiales clovis: en Meadowcroft, Pensilvania; en
e
Antiguo
Crow,
ai
extremo noroeste de Canadá, e incluso algunos sitios de Su
damérica, aunque las indicaciones de su gran antigüedad de hacc
15.000, 25.000 o incluso 30.000 anos no han sido plenamente va lida
das o ampliamente aceptadas
por
los arqueólogos. Si
ai
final se mu
es
tra
que alguno de estos sitios
ha
sido definitivamente ocupados por
humanos hace tanto tiempo, significa
rá
que alguna gente había cruza
do a América, justo a comienzos
tle
la segunda apertura
de
Beringia o
quizás incluso de la primera, hace más ele 30.000 anos. Sin embargo,
quedaría la posibilidad de que estos primeros humanos no hubieran
sido los que dieron origen a los clovis y las gentes posteriores: esDs
antepasados índios podrían haber venido más tarde, durante la existen
cia dei puente de tierra entre Siberia y Alaska. Hubiera o no una mi
gración anterior, todavía queda abierta la cuestión de cuántas migracio
nes podrían haberse dado durante los estadias posteriores.
Hoy
día, las pruebas acumuladas desde la genética, la arqueología
y
la
lingüística apuntan crecientemente a rechazar la idea ele que hubo
movimientos de muchas bandas diferentes de antepasados de los pa-
leoindios a través de Beringia durante muchos siglos. Una opinión
aceptada por lo que parece ser un rrúmero creciente de antropólogos
es que hubo tres migraciones separadas: la primera fue la de los ante
pasados de la mayor parte de los índios de Norte y Sudamérica; una
por una ruta diferente fue
la
de los antepasados de los esquimales
y
aleutianos; y otra más la de los antepasados de los hablantes ele
cano y las lenguas estrechamente relacionadas.
Se
ha sostenido por l;u-
Los pr
im l ros
americanos y la prclmtvn l
5 . ~
go tiempo que los esquimales y los índios debían haberse o r i g i ~ a d o de
poblaciones asiáticas separadas, si se tienen en cuet1ta las
d t f e r e n c
física s entre
lo
s elos grupos raciales
de
América. Ahora, .1lgunos cÍt'ntí
fi
cos piensan que todos los indios de Norte y SudamérÍ
Câ,
excepto ro
sibleme
nt
e
los
dei grupo
de
lengua atabascana, pueden ser
los
clescen-
dientes de sólo una migración, quizás incluso una ún ica banda de 301)
o menos personas, que cruzó a Alaska hace menos
de
25
.000
ano s.
En
cualquier caso, en los s
ig
las fma
le
s dei Pleistoceno, :mn que los ante
pJsados de tos índios norteamericanos eran todavía pocos (quiz;ís sólo
unos cientos), se habían convertido eo consumados cdzadores mayores,
moviéndose como pequenas bandas nómadas que seguían
las
manad
.ls
de animales po r virtualmente cada esquina de lo que algún día serían
hístóricamente los Estados Unidos de tradición anglo. Con
la e t i r : ~ t l a
ele los glaciares,
la
extinción de
la
fauna dei Pleistoce no y un gradual
calentamiento dei clima, hacia alredeclor de hace 8.000 anos,
el
mecho
,urtbiente de No rteamérica se había convertido en como es actualme n-
te.
D urante este período de rápido ca mbio climáti
co y
medioambien
tal, las culturas ca racterístic
as
ele cazadores mayorcs paleoindias dieron
p.1
so
a una
gra
n variedad de
ell as,
que abarcaron
n1ilcs
de
~ t i i o s
)'
que
son cLlsiftcadas colectivame n te como el Arca
ic
o p01 loc; lm ronadore >
de
la
prehistor ia norteameric ana.
L l'ER ODO
ARC
ACO
Ei período Arcaico comienza con la extinción final de la
Lwn.1
d
e
Pleistoceno y el establecimiento de
la
era geolúgica moderna,
e
f-Ioloce no. En realielad, algunos de los últimos
g r u p o
considerados por
cicrtos arqueólogos como paleoindios puecle que hay.w c.1zado sólo
pecies modern
as
ele
bi
sonte, antílope
y
simi la
res. De.::
mismo modo.
cn
los
le
janos norte
y
oeste
de las
Rocos
as
hubieron
d i v · ~ r s . 1 s
culruus
mu_\'
pJreciclas
1
las
arcaius pos teriores, que fueron cunt.mpor.ínc:ao; dei (,.
n.ti de las trJdiciones paleoindias
: ~ I
es te de las R.c : o s : ~ s Excepto en
algun os de los últimos esta
dia
s dei Arcaico,
la
s culturas del per íodo se
b.1s.non en la '-aza, h1 pes
ca
v b recolección de alim.:ntos v e ~ e u l e s
vc.:srres.
r el nor te
)' d C S L ~
las cult.uras arcaicas
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
11/21
54
ndios
de los
Jtados
UnidoJ anglosajones
produjcron hacia hace 4.000 anos, tipos de ada[:'taciones cu lturales que
~ o b n v i i e r o n en r de\ aõo 1000 a. C. en
e\
suroeste y algo después en el este.
Incluso an
te
s de es
ta
transición , sin embargo, algunas culturas muy
ela-
boradas
se
dcsarrollaron en los últimos cstadios dei Arcaico . U n perio
do de
dpida
diversificación de las culturas dei Arcaico vino durante
varios milcnios Je aumento de la mediJ anual de temperaturas Y an
clcz
dcl .li1o 6500 Jl 2000 a. C., Jlamado e Holoceno medio. En l, lU
c
ho's
lugares, fuc un período de crecimiento de la presión demográhc
a,
especialmente en en tornas favorecidos.
EL NoRTE Y L O sT
A pesar de ser Alaska el pasadizo por e que los antepasados
de
l
os
índios american
os
cruzaron inicialmente , las pnmcras culturas de b
region -especialmente del interior- .cstá n só lo ú l t i m m e t ~ t e siendo en
tendidas a través del aumento de la mvesttgaoon arqueolog1
ca
.
Las
pn
mcras cu lturas bie n atestiguadas de Alaska, que datan de ha
ce
quizá s
J2.000 aros, parcccn ser derivadas de la cul tura Dyukhtai de
Siberi
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
12/21
56
Indios de los Estados Unidos anglosajones
cultura material no vistos en las adaptaciones
má
s lo
cal
izadas dei Ar
cai co primitivo.
Aunque han sido excavados pocos sítios de
la
Costa Noroeste al
gunos _pueden ser directamente vinculados a pueblos históricos
l?s sahsh, que presentan un continuo registro arqueológico retrospec
tivo hasta alrededor dei ano 1200 de nuestra era. El más interesante de
estas sítios data justamente dei
fin
de la prehistoria,
el
famoso sitio
de Ozette en la costa dei Pacífico dei estado
de
Washington. Aquí,
alrededor dei
_afio
1750 de Nuestra Era (mucho después de que los
europeos hub1eran hecho co
nt
actos en otras partes dei continente ,
por supuesto), un deslizamiento de barro barrió una aldea que era
probablemente
la
antepasada de
la
tribu malcah actu
al
de
la
Bahía
de
Neah;
el
barro destruyó y encerrá
al
menos cuatro casas de madera y
de ese modo creó una cápsula
de
tiempo
de
artel-actos prehistórico.s
tardíos bien conservados. Estos artefi-tctos abarcan desde redes de pesca
hasta una talla de madera en tamaiio natural de
la
al e
ta
dorsal de una
ballena a s e ~ i n a decorada con cienr·os de clientes ele nurria marina, que
era usada probablemente en ceremonias conectadas con la caza de ba
~ ~ ~ ~ a s
realizada desde grandes canoas vaciadas. Aparentemente, tam
bJen fue durante este período prehistórico tardío en el Pacífico noroes
te, es decir, dentro de los 1.500 anos pasados, cuando se introdujeron
e a r ~ o
Y la
flech_a, como lo evidencian
las
pequeflas puntas proyectiles
de
p1edra, aprop1adas sólo para flechas como opuestas a lanzadardos v
jabalinas. ·
El arco y flecha aparecen en una amplia área de la
prehistórica dentro dei primer milenio de nuestra era, reemplazanclo ai
átlatl como la principal arma de caza. Después
de
introducidos
su
co
~ ~ c ~ m i e n t o se
esparció por todo e continente, aunque
el
átlati per
sis
tJO
JUnto con el arco y
la
flecha, incluso en tiempos modernos, entre
unos pocos grupos, por ejemplo los esquimales. Singularmente, fu eron
también los esquimal
es
quienes tuvieron
loa
más complicados y pode
rosos arcos de los nativos americanos. Presumiblemenre,
el
arco y
fl
e
cha
fue
una innovación cultural re lativamente tardía de Asia transmi
tida por contactos entre pueblos marítimos con vehículos c ~ p a c de
navegar mucho, después
de
que se cerrara el puente
de
tierra de
Be
ring. Es poSible, por supuesto, que el arco y la flecha fuera una inven
ción independiente en el Nuevo Mundo, pem parece tener un origen
septentrional en las secuencias arqueológicas.
Los e r a ~ · vnerican
os
y la p
reln51on
1
57
AI
su r el e ias cultur
:ts
de complejo marítimo de
b
costa dei Pal í
fico, en el
ce
nuo y sur de California, se desarro i Jron una gran vanr·
J,td de culturas de caz a y recolección, desde el Arcai..:o pri
rnttÍYO
ante
dei afi o 6
00
0 a. C.,
ha
sta el tiempo de la llegada
de
los europeos. Lo<
primeros sí tios de ,
-·_1,
cultu ras pueden ya ce r sumcrgiJos a lo Lugo c .:
la
cos ta pacífic
a, de
b1Jo ai aumento dei nivel de m ~ r duranlc la tran
sición dei Pleistoceno
al
J-:Tol
oceno. De
sd
e
los
primeros
tie
mpos, un
,t
forma típica Je vivienda dei ár
ea
de Califo rni a y
l
meseta imeríor
de
Washington y Orcgón fur la casa-foso, un aguj ero en cl sudo teclu d, qu e
tncluí an cl pesca do, los ~ l f i s las ,tves acu
terrestres. Lo mismo que las ge ntes de la s costas
a l e s
l o ~
antiguos californianos de los t iempos arcai cos tam bic n vivian en a l d c a ~
e n ~ r aunque algunos puede que alternar:1n rc, dencias
c:st.tc
iuna
les. En los vall es
ce
ntrales , los ricos surtidos
de
fumtes vegnales.
l m e n t e bellotas, JUnto con la ca za y la
pes
ca, promovier011 l:t
vid.1
sedenta
ria
. En
las
ár
eas
coster
as, las
culturas mar
ít
im.
ts
se
dc:sarwllaron
en .tlgunos aspectos de forma s imilar : las m;Ís septe1 triona cs. L na
d ~ . :
elbs, dei área dei
ca
n.tl de San
ta
Bárbara dei
su
r cte Cali{ornia, que
comenzó hace más de 7.000 .li1os, muy probab
le
nw:k evolucionó cn
cl complejo
so
ci d de popul
os
as
el
e l
os
indws histórico\ dw
mas
h de esa región. Cara cterística de es ta tradición culturil
l,
y J e mu
chas otras
de
Californ i
a,
era la manubctur
;t
de numerosas cue
n1
as
ck
coneha, que eran intercambiaJ
as
a grandes
d i s t
: 1 n C 1 ~ s . jurno c"on o r'
_\;
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
13/21
58
f• dios de los Estados Umdos
anglosajones
•·bienes de lujo» como esteatita, y que indican una economía de pres
tigio y nlianzas políticas entre estos californianos prehistóricos. Tales
artefa ctos aparecen arqueológicamente
ya
cn el aôo 2500 a. C. Los tn
t c r c ; ~ m b i o s
de
est.ts
cuentas, conchas y
ot
r
os
bienes muy probablemen
te
~ e r í a n
sccund
.lclos por
otros intergrupales de alimentos producidos
loc,dmcntc. É ~ t o s tcnderían a equilibrar las diferencias en productivi
dad, en clasc
y
en cantidad como resultado de
las
variaciones de
las
zonas ambientalcs y la fluctuante abundancia en producción de plan
t.;s silvestres animales en lugares diferen t
es
de un atio a otro. A
pesa:·
de
l
ausencia ele la agricultura,
e
área septentrional y central de Cali
fnrni:l
h.1st
a [,, Si a
ra
Nevada contenía una de las densas poblacio-
ncs de la Norte;,mérica prehistórica. AI este de la Sierra Nevada, sin
emb.ugo, ,1 situación era la opuesta, dindose una de las menores den
siJades pobiJcionales dei continente.
El área entre
la
Sie rra Nevada y las Montaôas Rocosas, bordeada
por
el
drcn:Jje
ckl
rio
Columbia
a
norte y
el
sistema dei río Colorado
.11 sur , es llamad.1 la Gran Cuenca. Las mon taüas costeras bloquean el
de
ias
nubcs de lluvia hacia el interior,
procluCJe
ndo altas preci
p i t a c i o n e ~ ai oes:e ele
l
sierra, más especialmente al oeste de la ca-
dena montaii.os,t de la costa pacífica, pero muy peca lluvia en la Gran
C
uenco:l
. Ninguno de los ríos de la Gran Cuencil fluye hacia el mar,
pero cn
ca
mbio formaron al final dei Plcistoceno vas tos lagos interio
res, que
dun1ntc
cl
o
loceno medio disminuyen a quizás inclu
so
ni-
veles
más bajos
de
los que quedan hoy, como e Great Sa
lt
Lakc de
Utah. El tipo de cultura desarrollada en
cs
t
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
14/21
60
lndios de foi Estados Unidos ttng osajonej·
acabar con ellos fácilmente AI
ron usado .d . gunos de tales «saltos de b.
. s repeti amente durante miles de - tsontes» fue-
dw,_ que data de alrededor dei afio 2900
ai
anos. Para el Arcaico me
arcaicos de las llanuras empe 1
'
1000 a. C., los cazadores
d
. d zaron a 1acer uso de I .
e pte ra y troncos a veces e I b d corra es arttflciales
. . , a ase e
1
. r .
ptctos. Durante
los
estadios
p o 5 t e r i o r e ~ e_ves
me maCiones o preci-
cJeron más sofisticados y
fi .
dd AtcaJCo, tales corrales se hi-
d I .
ueron mtroductdos nuev
t
d
e anza, con muescas
en
los
I
d .
d
os tpos e p u n t
Los
camp . a os, pero c forma lanceolada
amentos arcatcos de las lia . .
usaba gran variedad de ot.. . nur.ls revel an que la geme
'
os
anuna es como el I
su
entorno. En algunos lugare . . ' antJ ope, y plantas
de
d
s se tnterpreta que lo ,
1
d .
.ama os c ~ c a d o . mar
iscth
y caza, lo mismo que
la
m.ís
esr rech::t .Hea
de Caltíornia y
J
co,ta dd
P,1cífico,
pero en el E ~ t e h ropograf
ía
es
ta
ba menos l ~ 1 v i d i c b por barre
r,ls namrales y cstaba unida por inmensas vias de
agu.l
desde
el
intet ior
hasta
el
mar. Aquí
las
gentes del Ar
ca
ico primiLivo c::tmbi:non
de
Lt
caza mayor especializada
al
forrajeo de una mucho m ; Í ~ amplia g.rrna
de
recursos, adaptindose a las zonas medioambient
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
15/21
62
lndios de los Estados Un idos
anglosajones
las proximid,
1
des de un
ca
mpamento. Tales enterramientos.son
c o n ~ -
cidos para
cl
Arcaico en el occidente, e
sp
eoalmente en h f o ~ m pelO
nunca produjeron la dase de focos que se cteron en el Arcatco onen-
tal. Han
si
do descubiertos cientos
ele
enterramtentos arcaicos onen
ta-
les. Para finales dei Arcaico,
l
enterrami ento de los muertos se c ~ n v t r -
tió en
e1 foc
o ce
nt
ral de
la
s elaboradas culturas de
la
s
Reg10ne
s
Boscosas
Wo
odland} que siguieron . En el Arcaico temprano, a veces se
cncuentran cn terramientos individuales en los campamentos, pe ro en
cl Arcaico mcdio aparecen cementerios formates sobre una extensa área
dei Este, desde Florida hasta Nueva Inglaterra, a veces con
incluiclos cn L
1
s tumbas. Quizás
el
complejo de enterramtentos
rn,ts
exótico
er
,
1
el
de l
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
16/21
64 lndios
de los
Estados
Unidos
anglosajones
complejidad que iban a seguir eu los últimos dos milenios antes de la
llegada de los europeos. Para el afio 2500 a. C., aparece una basta y
tosca cerâmica de fibra templada en algunos sítios arqueológicos de la
llanura costera. Algunos arqueólogos han sugerido que puesto que esta
cerâmica primitiva aparece abruptamente, sin una secuencia
de
desarro
llo, probablemente
era
una directa introducción de Sudamérica (donde
tal alfarería apareció
por
vez primera en
e
Nuevo Mundo) por media
de
la gente que con embarcaciones apropiadas se asentó en las Anti
lla s.
El desarrollo más impresionante de todos los dei Arcaico oriental
tardío, sin embargo, fue
la
cultura Poverty Point dei valle inferior dei
Misisipí y la costa del Golfo adyacente. Algunos arqueólogos han pro
puesto que
sus
influencias alcanzaron hasta Florida. Se
co
noce la cul
tura de muchos otros sitias identificados por
artefactos característicos,
que incluyen bolas de arcilla aparentemente usadas para cocinar calen
tándol
as
y sumergiéndolas
en
una vasija (qui
zás
de esteatita) de agua y
alimentos, dei mismo modo que las piedras naturales son usadas para
cocinar en todo
el
mundo por muchos pueblos cazadores y recolecto
res, que han sobrevivido hasta los tiempos presentes. Sin embargo, la
más interesante de todas es
e
mismo sitio de Poverty Point, en el no
reste de
la
actual Luisiana; aquí, sobre una superficie que abarca casi
3 km
2
, esta gente edificó un semicírculo de
seis
crestas
de
tierra, con
aproximadamente dos metros y media de anchura y
274
centímetros
de
altura en promedio, junto con un montículo asociaclo
de
más de
dos metros de altura y más de 18 metros de longitud. Todo fue cons
truido mediante
el
acarreo de cestas llenas de basura.
El
propósito de
estas trabajos en tierra no se conoce, aunque algunos sospechan que
puede haber funcionado en cierto modo como un observatorio. Es ta
cu ltura duró dei afio 1700 ai 7
00
a. C., y la mayoría cree ahora que
fue
un desarrollo completamente local y
no
el resultado
de
la influen
cia olmeca, como
se
había propuesto alguna vez. Además, los asenta
mientos de la cultura Poverty Point fueron un centro importante para
el comercio
de
artefactos y materias primas desde cientes
de lcilóme
tros a la redonda . La subsistencia de sus gentes co nsistía en el mismo
uso altamente eficiente de los recursos si lvestres
de
anim.lles y plantas
generalmente
ca
racterístico dei Arcaico, pero también puede que hayan
cultivado curcubitáceas
de
botella y redondas.
Lo.r
primeros
americanos
.Y la
prehi,tvru
6S
LAS
CULTURAS
TARDIAS Y LA
AGRfCULTURA
t l
conuario del Arc:uco occident.tl, que los a1qucólogm tic: nden
a
considerar que tuvo
Lma
gran continuidacl desde
el
Holoceno
pmm-
tivo hasta el contacto enropeo, ai Arc:nco onencal k sucede peno
do de desarrollo cultural lla
maclo
de las regiones bosLosas
r oodlanr/).
que co
m enzó aproximadamente en el
:tií.o 1000 a. C
Aunquc
t .
>LC
P ~ :
riodo tendría
su
clímax en
el
desarrollo de elaborad
a ;
cu
lturas que
s ~ :
aproximaban en nível a
las
ci
vi
lizaciones urban
as
pnmtuvas
de.
OLras
panes,
110
hubo un rompimiento ab;upto entre las
, \ d a p r a ~ o n e s
lógicas en evolución d
ei Arca
t
co
tardto y los comtenz(•S
de l..s
Jegtono
boscosas. .
Convenc ionalmente, esta uansición se marca en pnme r lugar por
l
·
·
toda el área de alfarería y montículos funeranos .
La
a apaneton por ' · cl
p
ri
mcra, de una variedad de arena gruesa templada, esraba ya
h ~ o e n
o
su aparición a través
de
la parte septentnonal dei esre ktCJa el ano 2500
:1. C.,
un
tipo que finalmente se extendió por
codo el
este
Y
por los
afluentes orientales dei Misisipí en las llanuras. De tms mo modo, ya
se estaban edificando bajos mo ntículos
fu
nerarios en :t gunas
úeas
dl :-
rante
e
Arcaico tardío, pero mucho mayores
y
más elahor:tdos rnonu·
cu
los funerarios, así como complejos de éstos, aparccen por todo
es
te
durante cl período de las reg iones boscosas.
La
rnuerte, se convtrtto
en
el foco ritual de las
co
mplejas culturas a lo largo dei no h to Y
a
contluencia de los ríos Missouri y Misisipí. La primer:t , llamada Adena,
esrab:t centrada en el
h
io y abarcó un período desde alrededor del
- 800 a C
h · ~ s t a
el aüo 100 de nuestra era. Hopewell parece haber
ano . · ' · , 1
surgido de Adena aproximadamente el afio 200
a.
C. Y conttmto
1
asta
el
400
de nuestra era, con
ce
ntros de desarrollo a lo Lugo del hw Y
en cl área de Illinois.
la
alfarería de las reg iones boscosas, de arena moldeada m a r c . l d ~
con cuerdas cuando estaba todavía húmeda, y el
compleJO
de montl
culos funerar ios parecen haberse originado en
el
norte.
l ~ u n ~ s
at
queólogos han sugerido que es tas rasgos, especialmente la ~ l t a r ~ n a , re-
presentan más una difusión de Stbena, a ?esar
de
los COJ
t ~ s
en_
distribución, ya que este
t1p
se clesarrolla alli algo antes de su .tpan
ción en
e1
nor
esre
de Aménca. Un antropólogo ha pro?uesr?· pot
co
ntrario, que esra alfarería de cuerda marcada y
la
echftcaCton
de
tu
mulas y montículos funerarios
tie
nen sus cont
rap
arre\ por
el
norte
de
JG
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
17/21
66
hdio.r de los Estados Unidos
anglosajone
s
Europa asi como en Asia, en un tiempo ,tpropiadamente anterior, y
podrían
haber sido introducidos en América por la gente de los botes
que seguían la ruta septentrional a lo largo de Tslandia y
Groenlandia
lo
mism
o
que
harían los vik.ingos
3.000
aúos
despu
és.
Cualqu icra gue sean los orígcnes de la cerámica y los montículos
funerarios s
eptentrionales
incluso si no fueron inventados de forma
inclependicnte, la Adena y Hopewell se desa rrollaron como tradiciones
rulturales y artísticas únicas dei este de Norteamérica. Las elaboradas y
largas criptas fun erarias, los tú mu los de tierra, los utens
if
ios de cristal
volcánico fan tásti camente
cortado
las pipas de efigie exquisitamente
labradas en piedra, las figuritas de arcilla, los estilos de cerámica distin
uvos, las tablillas cinceladas
en
piedra, los ornam entos para las orejas
chapados en cobre, el arte ceremonial en b ojas de mica y cobre, y una
colección de mo i ivos artísticos -como las aves de presa y la mano en
cl ojo de
la
Hopcwell- dejaron una
impronta
cultural sobre un a exten
áre,l dei este, desde los
Grandes
Lagos
ha
sta Flori da y
de
los Apala
ches a las Llanuras.
Además
de irradiar ba cia afuera su influencia artística y, presumi
ble
ment
c, religiosJ ceremonial
los centros
ho pewc
lianos serán tam
bié n el nexo dei co
mercio
en un área inclu so más amplia. A estos cen
tros llegaban clientes
de
oso gris de las
Montaiias
Recosas,
pedernal
dei
alto
Mis
souri , cristales de cuarzo y mi ca de lo s Apalaches, pepitas de
plata de Canadá y clientes de tiburón y
caimán
de Florida.
La
escala
de los complejos de montículos funerarios de lo s hopewell encerrados
en las bajas pa redes de tierra era inmensa, abarcando más de 40 Ha e
implic-a t hab ilidad soc ial
de
coordinar gran cantidad
de
gente en pro
yectos de obras públicas. ~ z á s el trabajo
en
tierra más famoso atri
buído a los hopewcll representa
una
serpiente con un ojo en
la boca
que on du la a lo largo de una cresta en Ohio central durante más de
36 m. El tratamicnto de los cadáveres en
Adena
y
Hopewel
l,
que
in
cl
uye crcrnacion es elaboradas, osario y clescarnación ele huesos, y la
a h o r a d ; ~ ob ra e arte colocada coo
e
mu erto
son las
clases de desa
rrollos culturales q u
t'
habitualmente indican la presencia de sistemas de
i ó n
so
cial v
de
especia
li
stas religiosos. El pensamiento actual
sugeriria que los de Adena y Hopewell no fueron sin embargo siste
mas n t r J i z ; ~ d
políticamente
sino m ás bien Sistema s cerem
on
iales
que encerraban muchas culturas de regiones boscosas loca les.
Además
Adena-Hopewell co nstituía
un
complejo sistema extremadamente sofis-
Los primeros americanos
y la prehistoria
67
y elaborado de prácticas religiosas,
rodeando
lo
que
parece ha
ber
stdo
un culto a la muerte. Tal complejo funerario sobrevivió
en
forma
mucho
menos
elaborada
entre
diversos
pueblos
orientales
cuyo
contacto fue posterior, como los iroqueses y los hurones de los
Gran
des Lagos inferiores, y los
algonquinos
cos teros
de
Virgínia.
.La complejidad cult
ura
l de Adena-Hopewell im plica un tipo de
subS1Stenc1a fiable,
con
una economia excedentaria, que ordinariamen
te llega
sólo
con e desarrollo de la agricultura. El desarrollo cultural
oriental que siguió a Hopewell, el dei Misisipí, muestra amplias
prue
bas arqueológicas de un sistema de agricultura intensiva basado
en el
maíz, difundido desde México y/ o las Antillas. Los
primeros
europeos
se
encontraron gentes
por
todo
el Este, desde Florida
ha
sta e
norte
dei
río San Lorenzo que cultivaban maíz y otras plantas. Pero existen po
cas ptuebas di rectas de la agricultura dei maíz
para
los Adena-Hope
well,
por
lo
que
se
ha argumentado que estas
sistemas culturales se lc
vantaron sobre cconomías de cultivo basadas
en
plantas domesticadas
de modo indígena.
El desarrollo de la agricultura fue una de las cotas revolucionarias
en
la evoluci
ón de
la cultura
humana
en cualquier lugar.
Sin importar
cu
án
eficie
nte
e intensivam ente
una
persona utiliza las plantas y ani
males sllvestres, existen límites superiores de elaboración social y cul
tural que
no pueden
ser traspasados con las economías basadas
única
mente en los recursos silvestres. En
contraste
la agricultura, y
secundanamente la
domesticación
de animales, proporcionan
la
base
para un exced ente alimentaria en e
que
se fundamenta la civilización
(la civilización de Mesoamérica, ai contrario de las dei Viejo Mundo y
las de Sudamérica, no tuvieron animales domesticados significantes).
Esto
no
signifi
ca
que la agricultura sea una mejora sin costes. Por
ejemplo, en e sitio Dickenson
Mounds
en Illinois,
cientes
de esque
letos procedentes de
enterramientos
de los siglos entre los anos 950 y
12.00 de nuestra era, mu estran que la sa
lud
y el estado físico que se
mtden por eJemplo, por el
número
de lesiones de huesos debidas a
infecció
n
realmente disminuyeron desde la adopción de la agricultura
dei maíz, alrededor dei afio 1050 de nuestra era
7
• A pesar de ello, la
7
A. H. Goodman y G. ] Armelagos, •D isease and Death at Dr. Dickson's \ - \
Mounds
•
en Natural Hútory 94, n.• 94 (1985), pp. 12-18. \
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
18/21
68
lndios
de los
Estados Unidos
anglosqjones
seguridad de
al
imentos y excedente que proporciona la agricultura hace
posible
e
aumento dei cr
ec
imiento poblacional y una elaboración cul
tural mayor, a pesar de la escasa variedad en los tipos de alimento y la
cons
ec
uente degradación nutricional. Uno de l
os
problemas pennanen
tes de la ciencia antropo lógi
ca
es determinar los procesos por los que
e cultivo de plantas, la domes ticación y los sistemas agrícol
as
se desa
rrollan.
Ho
y día,
mu
c
ho
s a
rq
ueólog
os
a
ce
ptan cu
al
q
ui
er sist
em
a
de
culti
vo
ex tensivo de ca mpos de plantas domesticadas como agricultura,
aunque antes este término se aplicaba
só
lo a aque llos sistemas dei Vie
jo Mundo que cultivaban
la
s p lantas mediante e uso del arado, m ien
tras los
ot
ros que sólo usaban herramie
nt
as como la azada eran deno
minados «horticultura». En cualquier caso, b
cla
ve parece ser las
elección con sciente de ciertas plantas para remanente de semillas y
la
consiguie
nt
e alteracíón de és tas mediante
la
cría se lectiva hacia formas
más acordes
co
n las necesidades humanas.
La investigación moderna indi
ca
que la domesticación y cultivo
de las plantas no son simples invenciones. Más bien las gentes con
adaptac iones
co
mo las dei Arca ico oriental pueden haber
em
pezado en
pr
im
er lugar p
or
el
quemado y desherba
je
de
las
plantas indeseabl
es
alrededor de los ca mpamentos y pueden haber desempenado un papd
inad
ve
rtido en la modiftcación genéti
ca
de
la
s plantas.
As
í, los huma
nos se
co
nvierten en un
fa
ctor medio ambiental en la genética de las
plantas, produciendo
ot
r
as
más atracti
vas
para el consumo humano.
Las
plantas alteradas, a su vez , fo men tan
la
intensificaci ón
de
las prácticas
de subsistencia humana que llevaron a su alteración inicial, comtitu
ye
ndo lo que algunos arqueólogos llaman
la
«coevolución
•• de la
s co
mun idades vegeta
le
s y las culturas humanas
8
. Muchos arqueólogos
piensan que
ta
les procesos dei Ar
ca
ico tardío oriental llevarcn a la do-
mesticación de p lantas locales tales como el amaran to, el pigweed (Cbe-
nopodi
ttm
a
/bu
m ,
los gir
as
ol
es,
ciertas
es
p
ec
i
es
de quenopodi
áceas
con
semillas tipo cuentas (los lambs quarters son otra fo rma de este género,
de ha jas verdes), e saüco de pantana y quizás especies locales de ca
laba
zas.
El cultivo
de
es
ta
s pl
an
t
as,
junto con el mantenimiento de b
'
M.
]. O'b r
ic
n, «Sedentism,
Po
pulation Growth, and R.esource Selection in th I O f · r • l c , ( l ' , 12 (1
9ql),
pp
177 -
I'r'i.
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
19/21
bulioJ de
los
Estados Unidos
anglo rajones
pueden habersc difundido originalmente desde México hasta Centro y
Sudaméri c a, y lu ego haber sido
ll
evadas desde :11lí ai Caribe por los
antcpasados mari oeros de los índi
os
encontrados por los primer
os ex
p l o r d o r c ~ espaii.olcs. Un guión que está siendo considerado en la ac
tualidad e\ que hubo una primera entrada de una variedad de maíz a
través del Golfo de México o el Caribe , vía Florida,
y
luego una difu
sión
p o ~ t de
otra variedad de maíz desde e Suroeste en l
os
últi
mos siglos de pr mcr milenio de nuestra
era. Pa
ra los fríjoles y
quiz
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
20/21
L .
72
nd
io
s de los
Estados
Unidos rmglosrtjones
dos- es taban perdiendo fuerza
y
tamai1o. De todos modos,
hubo
so
ciedades como
és
tas y sus cont rapart
es
en la península de Florida que
se
encontraron los primeros espanoles y posteriormente \os frameses
cuando ent
ra
ron ai Sures te.
SuMARIO
Quedan sin responder muchas preguntas arqueológicas acerca de
la p rehistori a de Norteaméri
ca.
Mient
ras
los particu
la res
dei primer po
blamiento de las Am éricas están sin reso lver, se ha aprendido mucho
sobre los orí
ge
nes de los americanos na
ti
vos en los anos recientes me
diant e la arqueología , la lingü
ís
tica, la ge nética y la antropomet
rí
a. En
cie
rta
s pa rtes de continente, más de 100 anos de investigación arqueo
lógica, especialmente
la
de los últimos
45
anos, que util izá modernas
técni
cas
, ha producid o una cronología bastante detallada de los tipos
de culturas que se desarrollaron ant
es
de la llegada de los europeos.
Todavia en otr
as
áreas, po r ejemplo el interi
or
de Al
asb
y
las
platafor
mas continentales de Florida, aho ra sumergidas, la excavación sistemá
ti
ca sólo ha comen
za
do recientement
e, si
lo ha hech
o.
En todas
las
zonas
ex
isten probablemente importantes sítios arqueológicos aún por
cl esc ubrirse. A pesar el e ello, los modernos
es
tudi
os
intercli
sc
iplina rios
han cmpezado a hace r progresos en la explicaci
ón
de por qué las cul
turas de Nor tea mérica
se
desarrollaron dei modo que lo hicieron. Que
da todavía mucho por hacerse, tanto en el campo com o en el labora
torio, para lograr una adecuada comprensión de
las
adaptaciones
ecológicas de los ame rica nos nativos y l
as
trayectorias causa l
es
por
las
que produjeron las se dentarias y complejas cul turas dei
Es
te. Dei mts-
mo modo,
se
necesi tan
es
tu
clios
más
cleta
llados sobre los Estados Uni
dos, México
y las
Islas Caribes para resolver completame nte algunas
n t : ~ s
de mucho tiempo acerca de
las
relaciones culturales entre los
pueblos prehistóricos dei área de los Estados Unidos ele tradición an
glosajona y l
as
dei Sur, especialmente desde el surgimiento de l
as
altas
cu lturas mexica na
s.
A pesar de todas
es
tas preguntas sin respuesta, ya
se conoce mucho sobre ai menos ciertos aspectos de
las
culturas nu -
teriales de No rteamérica, e incluso aho ra pueden ser descritos algunos
aspectos de la sociología de estos pueblos preeuropeos con cierta con
fianza. Este capítulo ha presentado sólo
la
más desnuda descripción dei
.
·
J · y la •rehJslon ,t
Los pnnun
mnencmu 1 r
7\
I
I s tÍ Hace
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, , , . n toda
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nudamente 12.000
anos,
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J i s p e r S
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v,., más t
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orlan
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· · . .
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altos
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ntoeron cat. , t:.. . . l.Ct.a lm"ntc b . l ~ l < l l H C Sl l11l arn
· d caza mayot, m ' .
emb.Hgo, las e ~ o n ~ m e . de la EdaJ de llld< , p e r ~ t m e r o n con
o
las
de los pmmttvos cazadmes 1 I· . mo 'ern.l.
AI
oesre de
I
. , I, ca contmu a us ta ,, era
L•
un::t
evo uclon tecno
og
t
..
d , .
e c t o r e ~
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ce
no , que'
M
-
RocoS'I
s los caza or
es
' te . .
J
\Js ontanas ' •
d,
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on
u nic
1
s t c c n v ~ t
b
l Gran Cuenca, esarro
se
encontra an en e ' . b , I ,c\'' ,··na
-
8/18/2019 J. Anthony Paredes Los Indios de Los Estados Unidos Anglosajones
21/21
74
lndios de los EslrJ dos Unidos anglosajones
ai interior, empezaron a desarrollarse cul turas marítimas aún más ela-
bo
radas, ínmed1atam
ente
después d
e
derretimiento de la
hoj
a de
hi
elo
de
la Co rdill era. Aquí y en regió n de la m eseta al norte de la Gran
Cuenca,
los arroyos de
desove an
ual de
millo
nes
de
sal
mones propor-
cionaron los cimicntos eco nómicos en
la
costa
noroeste
para las socie-
dad
es
y cult uras
no
agríco las q uizás n1ctos
sob
la población nativa.
;}:J
.