investigacion propuesta 2014

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014 INVESTIGACIÓN PROPUESTA La performatividad de las ciencias sociales y el estudio de los Pobladores ¿Cuál es la relación entre la producción de conocimiento científico y la producción de la realidad social?, ¿cómo el estudio de un movimiento social en particular, como el de los pobladores, puede modular la propia comprensión que el movimiento tiene de sí, así como la visión que la sociedad construye sobre ese actor colectivo? Estas preguntas remiten a un concepto que ha ganado interés creciente y fuerza explicativa en el campo de la sociología del conocimiento, a saber, la “performatividad” de la ciencia. Tal como la comprende Claudio Ramos, la performatividad se puede definir a partir de la constatación de que: “Toda afirmación científica, en cuanto interpretada, es un acto de habla. Y todo acto de habla hace cosas: refuerza, cuestiona, orienta, legitima, constituye, etc., es decir, tiene carácter performativo: performa o moldea la realidad, de alguna manera, en algún grado; posee una potencialidad performativa, de actualización variable y contingente” (Ramos 2012a, 223). En particular, las ciencias sociales, en la medida que sus objetos pertenecen al mundo social, sus fronteras con el mundo extra-científico son mucho más porosas, permitiendo no sólo que los elementos del entorno social incidan en su construcción científica, sino que también posibilitando que los modelos y visiones que las ciencias sociales producen sean capaces de convertirse en pautas orientadoras del comportamiento de los actores sociales, lo que puede redundar en un alineamiento entre los postulados científicos y la práctica social, con la consecuente autovalidación de las teorías sociales. En otras palabras, las ciencias sociales al producir hechos científicos también generan hechos sociales, influyendo y moldeando la realidad que esperan comprender (Ramos 2012b). Las ciencias sociales, según Bourdieu (1999), poseen el privilegio de convertir su propia práctica en objeto de estudio, potenciando así su reflexividad crítica y la lucidez colectiva e individual del campo. Sin embargo, hasta hace poco, aunque significativos, han sido intermitentes los esfuerzos de auto- comprensión de las ciencias sociales en Chile, destacando los estudios sobre la institucionalización de la sociología (Barrios and Brunner 1988), sus prácticas investigativas (Ramos 2005), las redes intelectuales (Devés Valdés 2004; Beigel 2013) y la internacionalización de las ciencias sociales (Garretón 1991). No obstante, en el último tiempo se ha podido observar un interés creciente por parte de las ciencias sociales en Chile por “no solo examinar las condiciones de creación de conocimiento en las distintas disciplinas que componen este campo, sino también estudiar el rol que estas juegan en la producción de lo social” (Ariztía 2012, 9). Es en ese marco que se deben comprender los esfuerzos teóricos de comprensión de la performatividad de la ciencia realizados por Ramos (2012b) o los estudios sobre la importancia y el papel del pensamiento tecnocrático en el funcionamiento democrático y estatal (Silva 2010; Joignant and Güell 2011). La conformación de este naciente campo de estudios en Chile es inseparable de la renovación que ha generado en la Sociología de la Ciencia la consolidación y divulgación de la teoría del Actor-Red (Latour 2008). Desde sus tempranas contribuciones a los estudios de laboratorio, Latour (1983) se preocupó de comprender cómo la actividad de estos espacios científicos puede modificar activamente la sociedad, constituyéndose como una autoridad legítima y fiable que desplaza a otros actores, transformando al científico en un portavoz de fuerzas que moldean su sociedad, convirtiéndose el laboratorio mismo en un instrumento tecnológico que incide en la jerarquía de las fuerzas sociales. Desde esta perspectiva, la producción científico-técnica, así como su difusión y consolidación, es el resultado de la interacción de diversos actores, de ahí la importancia de la noción de red tecno-económica para comprender al conjunto coordinado de actores heterogéneas (humanos y no humanos) que intervienen en la producción de hechos científicos (laboratorios, centros de investigación, empresas, organismos financieros, publicaciones, investigadores, usuarios, etc.) (Callon 2001). Los límites entre lo científico y lo social, en esta perspectiva, aparecen imbricados en múltiples diálogos, interacciones y espacios de influencia mutua que terminan por aproximar ambas esferas. La influencia de la Teoría del Actor-Red ha significado un desplazamiento desde la sociología de los intelectuales (Mannheim 1963) a una sociología de las intervenciones (Eyal and Buchholz 2010), o sea, el tránsito del estudio de un tipo social particular (los intelectuales) al análisis de cómo formas de conocimiento pueden adquirir valor como intervenciones públicas. Las ciencias sociales no sólo generan representaciones de la realidad, sino que también la realidad que esas representaciones reflejan (Law 2009). Las prácticas de producción de conocimiento generan realidad (Law and Urry 2004), prueba de ello serían, por ejemplo, los efectos que la institucionalización de los Think Tanks ha generado en la estructura del debate público (Medvetz 2009), o cómo los estudios de opinión pública visibilizan fenómenos sociales e instalan agendas de intervención pública (Osborne and Rose 1999). Este tránsito desde análisis

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9investigacion propuesta por el honorario catalogado como de origen frances.

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Page 1: Investigacion propuesta 2014

Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

INVESTIGACIÓN PROPUESTA

La performatividad de las ciencias sociales y el estudio de los Pobladores

¿Cuál es la relación entre la producción de conocimiento científico y la producción de la realidad

social?, ¿cómo el estudio de un movimiento social en particular, como el de los pobladores, puede modular

la propia comprensión que el movimiento tiene de sí, así como la visión que la sociedad construye sobre

ese actor colectivo? Estas preguntas remiten a un concepto que ha ganado interés creciente y fuerza

explicativa en el campo de la sociología del conocimiento, a saber, la “performatividad” de la ciencia. Tal

como la comprende Claudio Ramos, la performatividad se puede definir a partir de la constatación de que:

“Toda afirmación científica, en cuanto interpretada, es un acto de habla. Y todo acto de habla hace cosas:

refuerza, cuestiona, orienta, legitima, constituye, etc., es decir, tiene carácter performativo: performa o

moldea la realidad, de alguna manera, en algún grado; posee una potencialidad performativa, de

actualización variable y contingente” (Ramos 2012a, 223). En particular, las ciencias sociales, en la medida

que sus objetos pertenecen al mundo social, sus fronteras con el mundo extra-científico son mucho más

porosas, permitiendo no sólo que los elementos del entorno social incidan en su construcción científica,

sino que también posibilitando que los modelos y visiones que las ciencias sociales producen sean capaces

de convertirse en pautas orientadoras del comportamiento de los actores sociales, lo que puede redundar

en un alineamiento entre los postulados científicos y la práctica social, con la consecuente autovalidación

de las teorías sociales. En otras palabras, las ciencias sociales al producir hechos científicos también

generan hechos sociales, influyendo y moldeando la realidad que esperan comprender (Ramos 2012b).

Las ciencias sociales, según Bourdieu (1999), poseen el privilegio de convertir su propia práctica en

objeto de estudio, potenciando así su reflexividad crítica y la lucidez colectiva e individual del campo. Sin

embargo, hasta hace poco, aunque significativos, han sido intermitentes los esfuerzos de auto-

comprensión de las ciencias sociales en Chile, destacando los estudios sobre la institucionalización de la

sociología (Barrios and Brunner 1988), sus prácticas investigativas (Ramos 2005), las redes intelectuales

(Devés Valdés 2004; Beigel 2013) y la internacionalización de las ciencias sociales (Garretón 1991). No

obstante, en el último tiempo se ha podido observar un interés creciente por parte de las ciencias sociales

en Chile por “no solo examinar las condiciones de creación de conocimiento en las distintas disciplinas que

componen este campo, sino también estudiar el rol que estas juegan en la producción de lo social” (Ariztía

2012, 9). Es en ese marco que se deben comprender los esfuerzos teóricos de comprensión de la

performatividad de la ciencia realizados por Ramos (2012b) o los estudios sobre la importancia y el papel

del pensamiento tecnocrático en el funcionamiento democrático y estatal (Silva 2010; Joignant and Güell

2011).

La conformación de este naciente campo de estudios en Chile es inseparable de la renovación que

ha generado en la Sociología de la Ciencia la consolidación y divulgación de la teoría del Actor-Red (Latour

2008). Desde sus tempranas contribuciones a los estudios de laboratorio, Latour (1983) se preocupó de

comprender cómo la actividad de estos espacios científicos puede modificar activamente la sociedad,

constituyéndose como una autoridad legítima y fiable que desplaza a otros actores, transformando al

científico en un portavoz de fuerzas que moldean su sociedad, convirtiéndose el laboratorio mismo en un

instrumento tecnológico que incide en la jerarquía de las fuerzas sociales. Desde esta perspectiva, la

producción científico-técnica, así como su difusión y consolidación, es el resultado de la interacción de

diversos actores, de ahí la importancia de la noción de red tecno-económica para comprender al conjunto

coordinado de actores heterogéneas (humanos y no humanos) que intervienen en la producción de hechos

científicos (laboratorios, centros de investigación, empresas, organismos financieros, publicaciones,

investigadores, usuarios, etc.) (Callon 2001). Los límites entre lo científico y lo social, en esta perspectiva,

aparecen imbricados en múltiples diálogos, interacciones y espacios de influencia mutua que terminan por

aproximar ambas esferas.

La influencia de la Teoría del Actor-Red ha significado un desplazamiento desde la sociología de los

intelectuales (Mannheim 1963) a una sociología de las intervenciones (Eyal and Buchholz 2010), o sea, el

tránsito del estudio de un tipo social particular (los intelectuales) al análisis de cómo formas de

conocimiento pueden adquirir valor como intervenciones públicas. Las ciencias sociales no sólo generan

representaciones de la realidad, sino que también la realidad que esas representaciones reflejan (Law

2009). Las prácticas de producción de conocimiento generan realidad (Law and Urry 2004), prueba de ello

serían, por ejemplo, los efectos que la institucionalización de los Think Tanks ha generado en la estructura

del debate público (Medvetz 2009), o cómo los estudios de opinión pública visibilizan fenómenos sociales e

instalan agendas de intervención pública (Osborne and Rose 1999). Este tránsito desde análisis

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

contextualistas de la producción científica a análisis performativos (Fourcade 2007) ha estimulado la

generación de un gran número de investigaciones que han iluminado nuevos problemas y abordajes para

entender la relación entre ciencia y sociedad.

Esta investigación se propone aplicar la noción de performatividad de las ciencias sociales al campo

de estudios del movimiento de pobladores en general, pero a partir de una investigación específica

realizada a mediados de los años 80 por un grupo de investigadores que aplicó la teoría y metodología de

Alain Touraine al movimiento de pobladores. Aunque probablemente se deba al carácter aún incipiente que

poseen los estudios sobre performatividad de la ciencia en Chile, el Movimiento de Pobladores ofrece un

potencial aún no explorado para la comprensión de los efectos de las ciencias sociales en la modulación de

lo social, puesto que este movimiento y sus estrategias de poblamiento popular han sido uno de los

fenómenos que mayor atención ha cobrado de las ciencias sociales, contribuyendo a la generación de una

significativa producción bibliográfica, que ha favorecido las dinámicas de consolidación de las propias

ciencias sociales. De hecho, no hubo teoría social latinoamericana que no tratase de comprender las

implicancias políticas y sociales del fenómeno de la barriada para el desarrollo de nuestros países. La

cuestión social urbana (Castells 2008) generó, de esta manera, una densa cadenas de reflexiones en torno

al tópico poblacional y sus implicancias, desde análisis de corte espacial/urbano (Sabatini 1981;1990)

hasta de índole político y económico (Pastrana and Threlfall 1974; Espinoza 1986). La teoría de la

modernización, por ejemplo, comprendió la generalización de la barriadas (favelas, callampas o villas

miseria) como una de las principales asincronías de la modernización latinoamericana (Germani 1973;

1971). La teoría de marginalidad culturalista resaltó la incapacidad de los marginales para adaptarse a la

moderna vida urbana, por el bagaje rural que transportaban al migrar del campo a la ciudad (Vekemans

and Silva 1969; Lewis 1961). Al alero de la teoría de la dependencia, surgió una versión estructuralista de

la marginalidad que entendía ésta última como un resultado del desarrollo capitalista y no como un

obstáculo para el mismo, contribuyendo decisivamente a la politización de la cuestión urbana (Nun 1969;

Quijano 1970). Y la teoría de los Movimientos Sociales Urbanos identificó la lucha de los pobladores

durante la Unidad Popular como una nueva forma de lucha de clases (Castells 1972) y una innovadora

fuente de poder popular (Quevedo and Sader 1973) a partir de la organización del espacio local

(Vanderschueren 1971). Durante la Dictadura Militar, si bien inicialmente primó el pesimismo académico

sobre este actor, debido a los efectivos dispositivos de desarticulación destinados específicamente a

neutralizar a los pobladores (Comité de Memoria Histórica 2005), con el paso de los años diversos autores

empezaron a hablar sobre la renovación de los repertorios de acción colectiva de los pobladores, mediante

la articulación de una serie de organizaciones de sobrevivencia frente a la crisis económicas: las

organizaciones económicas populares (Razeto et al. 1990), las ollas comunes (Gallardo 1985; Hardy 1986;

Gallardo 1987), las organizaciones habitacionales (Scherman 1990) y los comandos de pobladores

(Campero 1987), entre otros, revivieron el interés académico de este actor, lo que se reforzó cuando los

pobladores ganaron protagonismo en las protestas contra el régimen a comienzos de los años 80.

Además, tal como se ha mostrado en las investigaciones recientes del investigador responsable

(Cortés 2014a), es posible afirmar que las ciencias sociales contribuyeron a co-producir al movimiento de

pobladores, por ejemplo reconociendo la agencia política del movimiento tanto negativamente

(marginalidad) como positivamente (Movimientos Sociales Urbanos), dándole legitimidad teórica a su

acción colectiva o negando su condición de movimiento social. Siguiendo una idea desarrollada por

Bourdieu (1999), las ciencias sociales forman parte de las luchas que describen, por lo que sus

controversias, debates y posicionamientos tienen efectos sobre la realidad interpretada. Esto no es lo

mismo que afirmar que “el movimiento de pobladores” o los “pobladores” sean una invención de las

ciencias sociales (Valladares 2005), sino más bien considerar a las ciencias sociales como uno de los

elementos que inciden en la conformación, gestación y reconocimiento de estos movimientos. De esta

manera, enfatizar el carácter performativo de las ciencias sociales implica asumir al movimiento de

pobladores como un movimiento heterorreferente (Campero 1987), es decir, como un movimiento que se

crea a sí mismo, pero con la participación de agentes externos. El movimiento de pobladores es fruto de su

propia acción, pero ella y el movimiento mismo no son comprensibles sin la mediación y participación de

otros agentes: partidos políticos, Iglesias, ONGs y las ciencias sociales. Con la co-producción no me refiero

sólo al envolvimiento que un objeto de estudio puede tener en las pautas y desarrollo de investigaciones

científicas (Rabeharisoa and Callon 2002) o a la conformación de un saber lego o un “lay expertise”

(Epstein 1995), sino más bien a la existencia de una “doble hermenéutica” entre ciencias y movimientos

sociales en la que opera un proceso de reflexividad mutuamente influyente (Giddens 1978), por ejemplo

cuando la conceptualización negativa que la teoría de la marginalidad realizó de los pobladores, generó una

reacción afirmativa de este sujeto popular para demostrar la improcedencia práctica de esas descripciones

(Cortés 2014b) o cuando la radicalización del movimiento de pobladores llevó a una radicalización de las

teorías que lo estudiaban (CIDU 1972).

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

Específicamente, en este proyecto se busca comprender cuáles fueron los efectos que la

investigación realizada en SUR, en plena Dictadura Militar, mediante el método de “lntervención

Sociológica” de Alain Touraine (1986), con su consecuente identificación del movimiento de pobladores

como un “anti-movimiento” social, tuvo sobre el movimiento de pobladores mismo y en qué medidas las

conclusiones de este estudio establecieron marcos de acción posibles y coordenadas de comprensión de lo

social en la gestación del proceso de transición democráctica. Esta intervención sociológica sobre los

pobladores se realizó entre 1985 y 1986 en Santiago y fue financiada por el Ministerio francés de Asuntos

Extranjeros, gracias a la intermediación de Alain Touraine, cuyo laboratorio CADIS de la Escuela de Altos

Estudios en Ciencias Sociales de París se asoció al centro de estudios chileno SUR. El equipo de esta

investigación fue conformado por François Dubet, estrecho colaborador de Touraine y un grupo de

investigadores chilenos: Paulina Saball, Vicente Espinoza, Fernando Etchevarria, Eugenio Tironi y Eduardo

Valenzuela. El resultado de esta colaboración se tradujo editorialmente en la publicación en París de

Pobladores: luttes sociales et démocratie au Chili en 1989 por L’Harmattan y en la elaboración de una serie

de papers publicados principalmente en la Revista Proposiciones de SUR.

SUR, era uno de los centros de investigación de alta calidad que proliferó durante la década de los

80 como una alternativa al sistema universitario que por esa época, particularmente en las ciencias

sociales, vivía un proceso de desarticulación debido a la reducción del financiamiento directo aportado por

el Estado, la exoneración y persecución de profesores y el cierre de carreras como Sociología o Ciencia

Política (Garretón 1991). Fundada en 1978, albergó un importante número de investigadores que se

dedicaron al estudio de la realidad nacional y latinoamericana con fuerte énfasis en la comprensión de

actores populares, además de los ya mencionados, este centro contó con destacados cientistas sociales

entre sus filas, tales como: Gabriel Salazar, José Bengoa, Javier Martínez y Alfredo Rodríguez. Su “Taller de

Coyuntura”, en la que participaban investigadores y dirigentes sociales, dio origen a importantes

publicaciones como “Hechos Urbanos” y la revista “Proposiciones”, esta última vino a llenar el vació dejado

por EURE en la reflexión sobre actores populares urbanos (Jajamovich 2013).

¿Qué papel le debería tocar jugar al movimiento de pobladores en la caída del régimen dictatorial y

en la construcción de la nueva democracia? A mediados de los años 80 esta interrogante se transformó en

una pregunta crucial para la oposición y para los estudiosos de los movimientos sociales en Chile (Garretón

1987). Las respuestas reactivaron, en el ámbito académico, la tendencia al vaivén entre optimismo y

pesimismo que ha marcado a fuego el estudio de este movimiento en las diferentes coyunturas históricas

(Cortés 2013). Por un lado, las lecturas comunitaristas identificaron en los pobladores un sujeto

potencialmente decisivo en la construcción de una democracia sustantiva, emergente desde la base social,

capaz de desafiar a la dictadura y con el potencial de ser el agente creador de una nueva institucionalidad

democrática, cuyo primer paso era la democracia ya practicada en las organizaciones comunitarias, pero

que se debatía entre su tendencia a la discontinuidad y su necesidad de constituirse como un movimiento

social (Baño 1985; Bastías and Benavides 1986; Hardy 1987; Kriés 1983; Valdés 1987). En contraste, el

grupo de investigadores de “SUR: Centro de Estudios Sociales y Educación” que aplicó los conceptos y

métodos de Alain Touraine para el estudios de los (Nuevos) Movimientos Sociales, llegó a la conclusión de

que el Movimiento de Pobladores no correspondía a un movimiento social, sino más bien a un anti-

movimiento. En las palabras del sociólogo francés: : “Si me lo permiten, en mi vocabulario diría que no

constituye propiamente un movimiento social, sino un movimiento histórico, donde el tema no es manejar

los recursos de una sociedad, de un tipo societal, sino manejar el proceso de transformación social cuyo

agente central no es una clase dirigente, sino el Estado” (Touraine 1987, 221).

El movimiento de pobladores era, para Touraine (1989), un movimiento social imposible, inclinado a

la fragmentación y a la desintegración, incapaz, por tanto, de cuestionar los contenidos culturales de la

sociedad. Esta noción sobre los pobladores será aplicada prácticamente sin cuestionamientos por el grupo

de investigadores de SUR (Dubet et al. 1989). Utilizando el método de “intervención sociológica” (Tironi et

al. 1986), o sea, un análisis del autoanálisis que un movimiento colectivo realiza sobre sí con la

intermediación de los investigadores (Touraine 1986), autores como Eugenio Tironi, Eduardo Valenzuela y

Vicente Espinoza buscaban determinar si los pobladores eran un movimiento social (una acción colectiva

conflictiva por el control social de los modelos culturales) o histórico (su objetivo no es controlar o

transformar el sistema de dominación social, sino pasar de un tipo de sociedad a otro) y así ponderar el

papel de este actor en la transición democrática. La conclusión bien podría ser resumida de la siguiente

manera:

Ni « pure » classe social, ni « pure » communauté, ni totalement intégrés à la nation, ni

totalement en rupture, les pobladores sont situés dans des systèmes de références multiples,

circulent de l’un à l’autre et, malgré une situation insupportable, malgré leur poids

démographique, malgré leurs capacités de mobilisation qui n’en font pas une masse aliénée

et apathique, ils ne constituent pas un mouvement social construit par un type de rapports

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

sociaux, une identité relativement homogène et un projet. Mais ils ne forment pas non plus

une de ces masses anomiques et mobilisables par une contre-élite ou par un Etat, comme

celles que décrivait Germani. Ils sont à la fois plus et moins que cela, ils sont un acteur

désarticulé. (Dubet et al. 1989, 55)

La inconsistencia estatutaria de los pobladores, dada por la tensión de diferentes polos identitarios

consagraba su carácter de actor desarticulado, incapaz de poner en cuestión el sistema cultural imperante,

proponiendo normas nuevas, por tanto, imposibilitado de constituirse como movimiento social.

En el caso que estamos estudiando de los pobladores nos encontramos primeramente con

la desarticulación entre las orientaciones ofensiva (la acción reivindicativa) y

defensiva (la acción comunitaria); y en segundo lugar, con una situación donde uno y otro

tipo de acción encuentran obstáculos que las llevan a ambas a un punto crítico. En

estas circunstancias parece difícil, por ejemplo, referirse a los pobladores como a un

"movimiento social". En efecto, la crisis de la acción reivindicativa y los límites del

comunitarismo desembocan en un fenómeno que corresponde bastante aproximadamente a

lo que Touraine denomina a veces genéricamente como un "antimovimiento social", cuya

expresión más patente es la violencia. (Tironi 1986, 30)

Si las ciencias sociales producen efectos en la realidad que buscan interpretar, ¿de qué manera la

“intervención sociológica” realizada en SUR sobre el Movimiento de Pobladores afectó al movimiento

mismo, así como a las condiciones sociales que posibilitaron una transición democrática pactada que

prescindió de las fuerzas sociales que contribuyeron a la caída del régimen, tales como los pobladores?

Cuándo Oxhorn (1994) se preguntaba, a dónde fueron los protagonistas de las protestas que hicieron

tambalear al régimen dictatorial una vez instalada la democracia, no hacía sino diagnosticar la desaparición

y, con ello, la derrota del movimiento de pobladores. Si las ciencias sociales co-producen los movimientos

que estudian, también pueden desconstruirlos, ¿el grupo de SUR, diagnosticaba anticipadamente una

realidad o ayudaba a construirla?, ¿fue la desaparición del Movimiento de Pobladores como un actor

relevante durante la post-dictadura, por tanto, una “profecía autocumplida” de las ciencias sociales (Merton

1970)? Sin duda, parte de las respuestas a estos cuestionamientos pueden ser encontradas en las

dinámicas y limitaciones del movimiento de pobladores mismo, pero otro tanto – y ese es el foco que

propone esta investigación – puede ser hallado en el cómo los investigadores de la época ayudaron a

comprender a los pobladores durante las discusiones decisivas que terminaron por trazar las grandes líneas

de caracterización de lo que sería la transición a la democracia. ¿Cómo la definición del movimiento de

pobladores como un “anti-movimiento” social contribuyó a su desaparición en la esfera pública post-

dictatorial?

Gabriel Salazar en su reciente propuesta de teorización de los movimientos sociales en Chile (2013),

utiliza el concepto de “Touraine boys” para referirse a la polémica que lo enfrentó al grupo de

investigadores que usó las nociones tourainianas de comprensión de los movimientos sociales en el

momento de la aparición del libro Violencia Político Popular en “las Grandes Alamedas” (Salazar 2006),

originalmente publicado en 1990, cuando el Premio Nacional de Historia también formaba parte de SUR.

Con este concepto, Salazar le atribuye a sus críticos un papel análogo al desempeñado por los Chicago

Boys en la implementación del sistema neoliberal (Gárate 2012), pero esta vez en la legitimación de la

transición pactada que lo perpetuará y que implicará la exclusión de los actores sociales que contribuyeron

a la derrota de la Dictadura, entre ellos, los pobladores. En sus palabras:

La legitimación tardía del sistema impuesto por el terrorismo militar requería que las “elites

dirigentes” del país (dictadura militar & políticos-intelectuales dispuestos a ‘transar’) se

asociaran férreamente al empresariado transnacional para ponerse a la par de la

modernización post-fordista. Sin esa asociación estratégica, habría caos, no sólo para el

movimiento popular (esencialista), sino para el mismo golpismo militar (pragmatista). Sólo la

modernización externa podía salvar al uno y al otro (y a los sociólogos sistémicos). Y eso

debía ser así aun al precio de que la ‘salvación’ incluyera sólo a ‘un sector social’

(minoritario), dejando fuera, “en empobrecimiento masivo”, a los sectores mayoritarios de la

población. (Salazar 2013, 57)

La idea de “Touraine boys” tiene el mérito de introducir una discusión fundamental para la

comprensión de las consecuencias políticas de cómo las ciencias sociales construyen teóricamente un

objeto de estudio, en este caso los movimientos sociales. Junto con lo anterior pone de relieve cómo este

debate estaba fuertemente mediado por la coyuntura política de la época, en la cual la oposición a la

Dictadura básicamente se dividía entre una estrategia movilizante y una de transición institucional. Sin

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

embargo, resulta problemático atribuirle una consistencia tan homogénea al grupo tourainiano, más aún si

se le compara al grupo de economistas de Chicago, cuya unidad de cuerpo es difícil de encontrar con esa

intensidad en otro grupo intelectual (Klein 2007). Además, tal como es expresado por Salazar, pareciera

que el destino del movimiento popular, así como su papel en la transición fue sellado por el resultado de la

querella intelectual que enfrentó a los movimientalistas versus los que veían en las movilizaciones la

expresión de un anti-movimiento social o un potencial obstáculo para el desarrollo sin sobresaltos de la

transición a la democracia.

Las ciencias sociales performan la realidad, pero de manera variable e inestable. Precisamente es

eso lo que toma en consideración el concepto de “política ontológica” (Mol 1999), al sugerir que las

condiciones de posibilidad de la performatividad no están dadas desde un comienzo, por lo que si bien

existe un proceso de modelación, su carácter es abierto y cuestionable. La modulación de la realidad es

contingente, pues está localizada histórica, cultural y materialmente. La performatividad, aunque puede ser

derivada de las discusiones propuestas por el perspectivismo o por el constructivismo, por lo tanto, no

equivalente a ellas. Además, en los procesos de “interferencia” que modelan una realidad, se debe tomar

en consideración que hay otras realidades envueltas en ese proceso. Los objetos performados no están

aislados, lo que eventualmente lleva a modulaciones de otros objetos. Las variadas performances de la

realidad llevan consigo a otras tensiones, por las complejas interacciones que están en juego. Y, ya que las

disciplinas sociales operan entrelazadas con aparatos administrativos, con organizaciones de la sociedad

civil y con movimientos que promueven cambios, en la gestación de los conocimientos hay implicadas

expectativas provenientes del entorno social que pueden contribuir a su recepción o no en el mundo extra

ciencia social. Aunque puedan existir efectos altamente performativos y estables en las ciencias sociales,

éstos están sujetos a degradación. De hecho, hay afirmaciones de las ciencias sociales que pueden no

tener ningún efecto más allá de su propio campo. Para que una determinada idea proveniente de las

ciencias sociales gane performatividad, requiere ser exitosa primero dentro la propia ciencia, para luego

eventualmente trascender las fronteras porosas de la ciencia social y la esfera pública. Por lo que “Hay dos

dimensiones en el trabajo performativo de la ciencia social: la primera corresponde a la construcción de

hechos científicos dentro del campo disciplinar, siendo tal carácter del hecho aceptado o validado por la

comunidad científica (Latour 1987), y la segunda dimensión corresponde al proceso por el cual muchas de

las construcciones que existen dentro del dominio epistémico de la ciencia alcanzan, en el caso de las

ciencias humanas, una existencia adicional en el mundo de la realidad social externa a dicho ámbito”

(Ramos 2012a, 223).

¿Cómo comprender entonces las consecuencias políticas y sociales de la controversia producida por

la investigación de SUR? Más específicamente: ¿cómo afectó la definición del movimiento de pobladores

como un anti-movimiento social al propio movimiento de pobladores y cómo esto generó parámetros de

comprensión de lo social en los actores que modelaron la transición democrática?, ¿realmente existió como

grupo intelectual lo que Salazar entiende como “Touraine boys”?

Para comprender cómo se gesta este ensamblaje entre academia, movimientos sociales y realidad

político-social, se requiere en primer lugar invertir el proceso que llevó a los pobladores a pasar de

“invasores a invadidos” (Rodríguez, Riofrio, and Welsh 1980), cuando tras la generalización de las

barriadas como estrategia de poblamiento popular en América Latina, vía ocupación o toma de terrenos,

éstas fueran asediadas por la presencia de investigadores que buscaban desvendar este fenómeno. Hasta

ahora la pregunta ha sido: ¿Cuáles son las consecuencias políticas y sociales de la acción de los pobladores

para la sociedad?, pero lo que se propone es tomar como referencia la siguiente interrogante: ¿Cuáles son

las consecuencias políticas y sociales del estudio que han realizado las ciencias sociales del movimiento de

pobladores, tomando como referencia al grupo de investigadores de SUR? Específicamente, la intervención

sociológica de Touraine sugería un esfuerzo de auto-análisis a los movimientos, atribuyéndole un papel

activo a los investigadores en el proceso de “conversión” que este método proponía, una especie de

alineamiento entre los análisis e interpretaciones propuestos por los investigadores y el ejercicio de “auto”-

comprensión de los miembros de los movimientos. Uno de los puntos ciegos de este método es que no

suponía un ejercicio equivalente de auto-reflexión de los investigadores sobre el papel jugado en la

generación de las definiciones que aspiraban a ser transferidas a los representantes de los movimientos.

Hay en este método una aspiración performativa, los investigadores buscan la “conversión” y, por tanto, la

producción de efectos sobre la realidad y el sujeto estudiado, pero no hay una “consciencia performativa”,

pues el ejercicio auto-reflexivo es atribuido exclusivamente al sujeto estudiado. Lo que esta pesquisa

propone realizar es invertir la experiencia de “análisis del autoanálisis” del movimiento de pobladores

realizado por los investigadores de SUR, y realizar un “análisis del autoanálisis” de los investigadores que

aplicaron la intervención sociológica para definir a los pobladores como un “anti-movimiento” social. Ese

ejercicio es clave para comprender además cómo esta interpretación ganó validez al interior del campo de

estudios del movimiento de pobladores, ¿cuál fue la recepción de la idea de anti-movimiento tuvo en los

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

otros autores que en esa época estudiaban al movimiento?, ¿cómo las conclusiones de la aplicación de la

intervención sociológica a los pobladores ayudó a Touraine consolidar un modo de interpretación de la

cuestión democrática en América Latina que además sería clave en los procesos políticos de la época

(Pleyers 2006)? Y, finalmente, ¿cómo esta interpretación afectó al propio movimiento de pobladores en su

autocomprensión y en la comprensión que los actores de la transición tuvieron sobre él?

Tomando en consideración los elementos anteriormente expuestos, se podría decir que esta

investigación tiene, al menos, dos objetivos principales: (1) Para las ciencias sociales en general,

profundizar en sus aspectos performativos, a partir de la particular “política ontológica” de la investigación

social llevada a cabo por los investigadores de SUR; (2) en términos de los movimientos sociales, un

segundo objetivo es contribuir a iluminar aspectos hasta ahora descuidados en el campo de estudios de los

pobladores, poniendo el énfasis ya no en los pobladores mismos, sino en el sujeto que ha hecho del estudio

de los pobladores su foco de investigación. Este ejercicio cobra más relevancia si se considera que, en

estos momentos, el estudio del Movimiento de Pobladores vive un proceso incipiente de renovación por la

aparición del Movimiento de Pobladores en Lucha (2011), lo que ha marcado un retorno de lo poblacional,

así como de los esfuerzos que buscan analizar esta subjetividad político-popular y la formas de resistencia

y afirmación del derecho a la ciudad de los actores populares (Angelcos 2010; Mathivet and Pulgar 2011;

Casgrain and Janoschka 2013).

Hoy, cuando las premisas de la transición comienzan a ser revisadas por la sociedad y donde ésta

ha encontrado nuevos canales de expresión y contestación, el análisis de las consecuencias sociales de

esta controversia académica puede dar pistas para repensar a las propias ciencias sociales y para repensar

la acción colectiva en Chile.

Hipótesis:

Tomando en consideración lo anteriormente expuesto, de manera sintética, se puede afirmar que

las siguientes son las hipótesis que guiarán esta propuesta:

(H1) Las ciencias sociales son co-productoras de los movimientos sociales, ya que pueden contribuir

u obstaculizar su desarrollo, su reconocimiento político y su legitimidad teórica.

(H2) La investigación realizada en SUR y que implicó la aplicación de las nociones teóricas y

metodológicas de Alain Touraine para el estudio de los Movimientos Sociales contribuyó

indirectamente a la exclusión del Movimiento de Pobladores, o sea a su ausencia en el proceso de

transición democrática post-plebiscito; lo anterior, en la medida que se generaron coordenadas de

comprensión de lo social que influyeron en los agentes que guiaron la transición.

(H3) Por tanto, la noción de “anti-movimiento” social usada para definir a los pobladores tuvo

consecuencias prácticas sobre el sujeto de estudio, o sea, tuvo un carácter performativo sobre la

realidad de los pobladores. Ahora bien, esos efectos no son comprensibles sin la reconstrucción del

entramado de relaciones académicas, políticas y sociales en el que fue producida la investigación de

SUR, o sea, sin la reconstitución de su “política ontológica”.

Objetivos

Esta investigación tiene por objeto mostrar la relación performativa entre ciencias sociales y

realidad social, específicamente en lo concerniente al movimiento de pobladores chileno. Para lo cual se

espera explorar cuáles fueron los efectos que la investigación realizada en SUR, en plena Dictadura Militar,

mediante el método de lntervención Sociológica, con su consecuente identificación del movimiento de

pobladores como un “anti-movimiento” social, tuvo sobre el movimiento de pobladores mismo y sobre los

parámetros de comprensión del papel del mundo social en la transición democrática. Con lo que se espera

contribuir al campo de estudios del Movimiento de Pobladores con un énfasis hasta ahora descuidado en la

literatura local y aportando, al mismo tiempo, a la reflexividad de las ciencias sociales, mediante la

aplicación de las nociones de performatividad de la ciencia. En ese marco, se pueden identificar como

objetivos específicos de esta investigación los siguientes aspectos:

La reconstitución histórica de la investigación de SUR y de la polémica sobre la definición del

Movimiento de Pobladores y de las trayectorias académicas de los investigadores implicados.

El análisis de la recepción en el mundo académico de las conclusiones de este estudio.

La comprensión del papel de Alain Touraine en la consolidación de la interpretación propuesta por el

estudio en cuestión, así como la influencia que esas conclusiones tuvieron en la interpretación

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

tourainiana de América Latina a finales de los años 80.

La realización de un ejercicio de reflexividad retrospectivo junto con los académicos que participaron

de la investigación que aplicó el método de intervención sociológica, así como con sus principales

interlocutores académicos (campo de estudios) y del mundo social (los dirigentes de pobladores de

la época).

Metodología

A partir del concepto de performatividad de la ciencia se buscará comprender y analizar los efectos

que la investigación realizada en SUR, basada en el método de intervención sociológica, y que definió al

movimiento de pobladores como un “anti-movimiento” social, tuvo sobre el movimiento mismo y sobre los

parámetros de comprensión del papel del mundo social en la transición democrática chilena. Para eso, se

pretende reconstituir las condiciones que hicieron posible la emergencia de la investigación: ¿cómo se

gestó este proyecto de investigación?, ¿quiénes intercedieron para su concreción?, ¿en medio de qué

debates se produjo la misma?, etc. En otras palabras, metodológicamente se realizará una “genealogía” de

la intervención sociológica realizada por SUR al movimiento de pobladores chileno. Para Foucault, la

genealogía trata de hacer aparecer los conceptos e interpretaciones como sucesos en el teatro de los

procedimientos que la hicieron posible, ocupándose de las meticulosidades y de los azares de su comienzo,

esto implica “percibir la singularidad de los sucesos, fuera de toda finalidad monótona; encontrarlos allí

donde menos se espera y en aquello que pasa desapercibido por carecer de historia – los sentimientos, el

amor, la consciencia, los instintos –; captar su retorno, pero en absoluto trazar la curva lenta de una

evolución, sino reencontrar las diferentes escenas en las que han jugado diferentes papeles; definir incluso

el punto de su ausencia, el momento en el que no ha tenido lugar” (Foucault 1992, 7).

De esta manera, la investigación será guiada por tres ejes analíticos, cada uno de ellos identificados

con los actores implicados en esta intervención sociológica: (1) Los investigadores que realizaron la

intervención; (2) Los interlocutores en el mundo académico y (3) El Movimiento de Pobladores.

(1) En el caso de los investigadores, se espera realizar un doble ejercicio: Primero, (a) una

“reconstitución de escena” de las condiciones de producción de la intervención sociológica en los

pobladores; Segundo, (b) un ejercicio “reflexividad retrospectiva” sobre la investigación en cuestión.

(a) La reconstitución de escena implica un ejercicio documentalista que se apoyará en el trabajo de

archivos (institucionales y personales de los investigadores). (b) El ejercicio de reflexividad

retrospectiva, se realizará en base a la aplicación de entrevistas semi-estructuradas a los

investigadores que participaron de este proyecto, con lo que se espera entrar en contacto con la

autocomprensión que estos investigadores realizan de la intervención sociológica en la que

participaron, así como indagar sobre las trayectorias de sus protagonistas y el contexto de

producción de la investigación.

(2) En el caso de los interlocutores del campo de estudios de los pobladores, se busca comprender el

impacto y la recepción que las ideas y conclusiones promovidas por la intervención sociológica

realizada en SUR tuvo en las ciencias sociales, en otras palabras, se espera analizar la

“performatividad interna” de la idea de “anti-movimiento social” entre los interlocutores que en la

época también hacían de los pobladores su objeto de estudio. Para ello, se realizarán análisis

bibliográficos de las principales obras publicadas en la época en relación a la investigación de SUR:

libros, artículos, documentos de trabajo y se aplicarán entrevistas semi-estructuras a esos

interlocutores.

(3) En el caso del Movimiento de pobladores, lo que se busca es una aproximación al impacto que esta

investigación tuvo sobre los pobladores mismos: ¿cómo los pobladores recibieron las conclusiones

de estos estudios? Para ello, se aplicarán entrevistas semi-estructuradas a miembros del

movimiento de pobladores de la época (preferentemente los pobladores que participaron del estudio

de SUR) y se revisará material documental producido por el movimiento en la época (trabajo de

archivos).

Es importante mencionar que al incluir a los interlocutores académicos y sociales del Grupo de SUR,

se busca acceder a las tensiones y percepciones que eventualmente pueden ser omitidas por los

investigadores al referirse a sus propias trayectorias y prácticas investigativas, con lo que se espera

controlar el riesgo de la “ilusión biográfica” (Bourdieu 2006), es decir, los intentos de auto-presentación de

una trayectoria lineal y limpia destinada a dejar una buena impresión en el entrevistador, una especie de

auto-biografía oficial que omite episodios incómodos y termina por edulcorar la propia trayectoria.

Page 8: Investigacion propuesta 2014

Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

Plan de Trabajo

Año 1 Año 2

T1 T2 T3 T4 T1 T2 T3 T4

Revisión de bibliografía relevante (sociología del conocimiento) x

Contactos institucionales para entrevistas y trabajo en archivo x

Análisis bibliográfico (pobladores) x

Trabajo de archivo en SUR

x

Trabajo de archivo en EHESS

x

Entrevistas Grupo 1 (EHESS-SUR)

x

Análisis parcial de las entrevistas

x

Entrevistas Grupo 2 Interlocutores (ILET, PET, FLACSO, etc.)

x

Análisis parcial de las entrevistas

x

Definición muestra de pobladores

x

Entrevista Grupo 3 (pobladores)

x

Transcripción de las entrevistas

x

Análisis de resultados

x

Redacción y envío de artículo

x

Realización de Seminario

x

Elaboración de informe final

x

La primera fase del trabajo (primer semestre) está destinada a la revisión bibliográfica, lo que

incluirá tanto la lectura de la literatura relevante en el campo de la Sociología del Conocimiento, como el

análisis bibliográfico de la literatura sobre el Movimiento de Pobladores de la época (1985 hasta comienzos

de los 90). Asimismo, en el segundo trimestre (T2) del primer año también se espera iniciar el trabajo de

archivo en SUR y eventualmente la consulta de archivos personales de los investigadores. El segundo

semestre del primer año, incluye la continuación del trabajo de archivo, esta vez en la biblioteca de la

EHESS (institución que albergaba al laboratorio co-patrocinador de la investigación), así como el inicio de

las entrevistas al primer grupo (T3), o sea los investigadores que participaron de la realización de la

intervención tanto en Chile (Eugenio Tironi, Vicente Espinoza, Eduardo Valenzuela, Paulina Saball,

Fernando Etchevarria) como en París (directamente Dubet e indirectamente Touraine); en el cuarto

trimestre (T4) se realizarán las entrevistas al grupo de interlocutores académicos de la investigación, tanto

dentro de SUR (Gabriel Salazar, José Bengoa, Javier Martínez, Alfredo Rodríguez, etc.) como en otros

centros (Manuel Antonio Garretón, Tomás Moulian, Guillermo Campero, Francisco Sabatini, etc.). En T1 del

segundo año, se realizarán las entrevistas a los antiguos miembros del movimiento de pobladores; en el

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Concurso de Proyectos FONDECYT de Iniciación en Investigación 2014

segundo trimestre se efectuarán los primeros análisis agregados del material recopilado y se iniciará la

redacción de un artículo que sintetiza los principales hallazgos, para ser sometido a evaluación en una

revista indexada. En T3 del segundo año, se organizará un seminario donde se presentarán los resultados

de la investigación y donde se invitará como expositores a parte de los investigadores que participaron en

la intervención tanto en Francia como en Chile. El último trimestre será dedicado a la redacción del informe

final.

Trabajo adelantado

La trayectoria del investigador responsable de este proyecto se ha centrado principalmente en el

estudio del movimiento de pobladores de diferentes formas. Inicialmente mediante el estudio de un caso

del movimiento de pobladores: la Población La Victoria, cuya Toma de Terrenos ha sido identificada como

el marco de inicio del movimiento (Espinoza 1988; Garcés 2002). Este interés tuvo como principal

expresión la defensa de la tesis de maestría: “Nada por caridad”, Toma de Terrenos y Dictadura: La

Identidad Territorial de La Población La Victoria (Cortés 2009) y la publicación de un serie de artículos en

los que se profundizó en elementos conformadores de la identidad de este barrio popular (Cortés 2011;

2008). Posteriormente, en la tesis de doctorado titulada: Favelados e Pobladores: a construção teórica de

um movimiento social (2014a), fue realizado un ejercicio de comparación de cómo las ciencias sociales

comprendieron y construyeron teóricamente al movimiento de pobladores en Santiago y al movimiento

favelado en Río de Janeiro. De ese esfuerzo, se desprendieron reflexiones más específicas sobre las teorías

latinoamericanas que buscaron dar cuenta de la cuestión social urbana en América Latina (Cortés 2012;

2013; 2014b). En esta investigación, se propone una inmersión en profundidad en una investigación

emblemática sobre pobladores, poniendo especial énfasis en las trayectorias de los investigadores que

concibieron y ejecutaron la propuesta de intervención sociológica en SUR, así como la recepción de esas

ideas en el campo de estudios y en el propio movimiento de pobladores; tomando como referencia

conceptual la idea de performatividad de la ciencia, para lo cual el diálogo con las investigaciones

anteriores sobre pobladores será fundamental.

Recursos Disponibles

El Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, la institución patrocinante de este

proyecto, facilitará el espacio físico para su desarrollo, tanto para el investigador como por los ayudantes

del mismo. Esto incluye el préstamo de sus instalaciones para la realización de las actividades de

divulgación científica asociadas a esta propuesta (seminarios o charlas), así como el acceso a su Biblioteca,

Computadores y repositorios de papers de revistas internacionales.

Por otra parte, la institución a investigar, la Corporación SUR, cuenta con la mayor parte de su

material académico digitalizado y disponible para cualquier interesado en su sitio web

http://www.sitiosur.cl/. Destacando los repositorios de las revistas Proposiciones y Hechos Urbanos.