inundaciones en león guanajuato.pdf
TRANSCRIPT
Inundaciones en León Guanajuato
1865. Una inundación destruyó alrededor de 800 casas y afectó a numerosos habitantes de
aquella población de poco más de 100,000 habitantes; en 1866 se introduce el alumbrado público
de petróleo y se inaugura el Mercado Hidalgo , mejor conocido como "El Parián",; el 16 de marzo el
Obispo Díez de Sollano consagra la catedral, aún sin terminar, para darle casa definitiva a la
Santísima Virgen de la Luz, patrona de los leoneses.
1888. La catastrófica inundación del 18 de junio de 1888 arruinó más de 2 mil casas y dejó 242
cadáveres, además de 1,400 personas desaparecidas, quedando más de 5 mil familias en la
miseria y produciéndose un éxodo de algunos millares de habitantes, lo que la hizo perder su
rango de segunda ciudad en el país por su población, que según García Cubas era de 120 mil en
1884, cuando la capital de la nación contaba con 300 mil, Guadalajara 80 mil, Puebla 75 mil y
Guanajuato 52 mil aproximadamente.
La ciudad de León fue víctima de una terrible catástrofe, una manga de agua cayó a la medianoche
y destruyó la mitad de la ciudad, derribando más de 1000 casaas y dejando sin hogar a más de
30000 personas, quedando centenares sepultados y calculándose las pérdidas materiales en más
de 2 millones de pesos. Y el 22 de junio del mismo año se desbordo el río de Santiago sobre los
barrios de Coecillo y San Miguel, la plaza de Santiago y callles adyacentes. Después de este
acontecimiento cerca de 5 000 personas se quedaron sin hogar.
En 1888 el dique no aguantó la cantidad de agua generada por las lluvias y el 18 de junio la ciudad se inundó.
Ese mismo año comenzaron los trabajos de reparación, aunque para enero de 1889 la inició la construcción
del puente del Coecillo. Obra costeada por el obispo Tomás Barón y Morales, con un costo de 9 mil 324.94
pesos, con tres Arcos cada uno de 10.92 metros y realizado por Luis Long.
En Junio de 1888 la ciudad sufre una espantosa inundación, las pérdidas de vidas humanas y la
destrucción de 117 manzanas con 2.232 casas, tienen como consecuencia más de 5.000 familias
en la miseria, emigración de miles de habitantes y la casi destrucción de la entonces segunda
ciudad más populosa del país. En 1896 se inaugura el Arco de la Calzada dedicado a los Héroes
Patrios y el que vendría a darle a León el primer símbolo de su identidad.
La inauguración del "Malecón Colón" sobre el bordo que se realizó en el margen derecho del Río de los
Gómez se realizó para el cuatro de diciembre de 1891.
El ocho de julio de 1911 una nueva inundación afectó a León, principalmente en El Coecillo, después de la
inundación el Ayuntamiento pidió un dictamen de la situación del dique o Malecón del Río. La muralla sólo
sufrió daños leves en la parte oriente, el Puente de la Calzada en buen estado sólo unas cuarteaduras.
La madrugada del 23 de junio de 1926 gran parte de la población dormía tranquilamente cuando
fue sacada de la cama al escuchar gritos callejeros y los silbatos de los policías que alertaban
sobre el peligro que se cernía sobre la ciudad: ¡El Río de Los Gómez se estaba desbordando por la
calle 5 de mayo!. Apenas despuntaba el alba cuando el arroyo de El Muerto también comenzó a
derramarse sobre el pueblo de El Coecillo, derrumbando las frágiles casas de adobe y matando a
sus ocupantes. Por si fuera poco, a las nueve de la mañana sobrevino una segunda creciente, más
violenta que la primera, causada por la destrucción de la cortina de la presa de la Hacienda de
Arriba. Las campanas de los templos tañían furiosamente alertando a la gente para que huyera,
pero ésta, al salir de sus casas se encontraba con que las calles se habían convertido en
caudalosos torrentes que inexorablemente subían de nivel y arrastraban con todo a su paso. La
corriente desfilaba frente a las fachadas llevando en su viaje muebles, colchones, ropa y no pocos
cadáveres humanos y animales. Con dificultad las personas comenzaron a cruzar las calles,
asiéndose de puertas, barrotes de ventanas o faroles, llevando a cuestas a sus hijos más
pequeños y algunas de sus pertenencias más preciadas. La mayoría intentaba llegar a lugares
altos como Bellavista y los cerros de la Soledad o del Santuario, otros encontraron refugio en el
Teatro Doblado, el Seminario, Palacio Municipal, la Plaza de Toros Reforma e incluso la escuela
Modelo, Círculo Leonés Mutualista y casas particulares.
Mil hogares y edificios cayeron, las pérdidas materiales se cuantificaron en doce millones de pesos
y los muertos -según cifras oficiales- fueron más de ochenta. El 29 de junio el presidente municipal
Guadalupe Núñez y varios vecinos crearon el “Comité de Ayuda”, el cual se encargó de organizar
las actividades de socorro y de administrar los fondos que se iban reuniendo. Dicho comité fue
presidido por don Enrique Aranda. La reconstrucción de la ciudad se llevó a cabo en tiempos
difíciles, pues acababa de terminar la revolución mexicana pero ya se gestaba lo que sería
la Guerra Cristera. Muchas familias emigraron, y las que permanecieron tuvieron que enfrentarse a
la miseria causada por la catástrofe. Aún hoy León es atravesada por numerosos ríos, arroyos y
canales, por lo que las inundaciones siguen siendo el pan nuestro de cada día: No debemos
olvidar que las aguas siempre encuentran y siguen su camino.