insurgente nº 28 impuesto a la coca

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Del “ancestralismo” como tónica del neo-populismo del gobierno de Evo Morales a su decadencia Periódico del sujet@ insurgente Noviembre 2013 Año 4. Nº 28 3 Bs. Impuesto a la COCA excedentaria

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Mientras se realice la erradicación de la coca ilegal y excedentaria (94%) en el Chapare, los cocaleros deben pagar un impuesto, esa fue nuestra propuesta. Hoy, algunos cocaleros de esa región, pretenden pagar un impuesto a la coca para legalizarla. Esa no fue nuestra propuesta.

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Page 1: Insurgente Nº 28 impuesto a la coca

Del “ancestralismo” como tónica del neo-populismo del gobierno de Evo Morales a su decadencia

Periódico del sujet@ insurgenteNoviembre 2013 Año 4. Nº 28 3Bs.

Impuesto a la COCAexcedentaria

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2 Insurgent@ Economía Fortuita

En octubre del presente año, se rea-lizó un Seminario Internacional de-nominado SOCIALISMO Y CAPITALIS-MO HOY, auspiciado por la Dirección de Comunicación Social de la UMSA, donde participaron el Dr. Eduardo Sartelli (UBA) de Argentina, historia-dor y autor del libro la Cajita Infeliz (Un viaje marxista a través del capita-lismo), Cesar Uscamayta del (AMR-PT) y mi persona (Patria Insurgente-PT), este artículo, es un resumen de la ex-posición que realice en dicho evento.

En el primer Tomo y Capítulo I del Capital, de Carlos Marx (1867), se lee que la riqueza de las sociedades en las que domina el modo de produc-ción capitalista se presenta como un “enorme cumulo de mercancías”, para Marx la mercancía es la célula del Ca-pital, desde un punto de vista biológi-co es la vida del capitalismo.

La mayoría de las sociedades están basadas en el régimen capitalista, donde las relaciones sociales deter-minan el lugar que ocupamos en el proceso de producción y reproduc-ción, o sea: Trabajadores o Capitalis-tas, el carácter y naturaleza del modo de producción capitalista es antagó-nica, es decir, la lucha de clases es el rector y la principal contradicción que enfrentan a uno y otros.

En el siglo que vivimos, el capitalis-mo se ha metido en nuestras vidas y nos ha subsumido en todos los ám-bitos de la vida cotidiana. El mercado mundial es único, en el mercado es donde se exponen y venden todas las mercancías que son creados por los trabajadores, de todos modos es una economía licita y formal. Ahora lo es-peluznante es que ya no solo se ven-den mercancías creados en un proce-so productivo; sino lo que caracteriza al capitalismo decadente, es que se ha mutado en irracional, está surgiendo una economía ilícita, donde se hacen grandes negocios con las drogas, ar-mas, personas y los alimentos trans-génicos, bajo la mirada cómplice de los Estados. La vida no vale nada, la pregunta es ¿qué está pasando con los capitalistas, la sociedad se deshu-manizado, estamos cosificados y por qué?

La respuesta a esta pregunta ya Car-los Marx la da, una pista en su obra de 1844 titulada Manuscritos, es im-portante interpretar lo que dice res-pecto a la enajenación del trabajo: “El obrero es más pobre cuanta más

riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volu-men. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desva-lorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización de las cosas…”. Así mismo, en su obra cumbre “El Capital” en su acápite: el carácter Fetichista de la mercancía y su secreto, dice Marx: “A estos, por ende, las relaciones sociales entre sus trabajos privados se les ponen de manifiesto como lo que son, vale de-cir, no como relaciones directamente sociales trabadas entre las personas mismas, en sus trabajos, son por el contrario como relaciones propias de cosas entre las personas y relaciones sociales entre cosas”.

En el capitalismo, lo cardinal es el mer-cado como un ámbito de intercambio donde lo que determina el ¿cuánto vale? es la oferta y demanda, en la economía capitalista la subjetividad es lo determinante, es decir, los gustos y preferencias que son teorías propias de una economía positivista propia del capitalismo. Los economistas del sistema no se preguntan ¿por qué va-len, lo que valen las mercancías?, es decir, no ven lo que hay detrás de una mercancía, ejemplo: celular, automó-vil o cualquier mercancía, piensan que hay demanda en función del diseño tecnológico y preferencias por estas mercancías y punto, no les interesa saber o ignoran adrede que es pro-ducto de un proceso laboral, donde hay relaciones sociales: unos que son explotados y otros explotadores que se objetivan en la mercancía (celular o automóvil), producen y fabrican lo que les rinde más beneficios, más dinero, y por tanto más capital, entonces ese cumulo de mercancías que se expre-san como riqueza de las sociedades, no están en función de una planifica-ción que resuelva las necesidades más premiosas de la población, se produce lo que da más plata, en ese camino el sistema capitalista está cosificando a todas las sociedades, por eso aquí no sirve, no tiene ningún asidero luchar por una descolonización de nuestros pueblos, apenas la lucha contra el im-perialismo es una antesala a la lucha contra el capitalismo.

LUCHA INTERCAPITALISTA

En el presente siglo XXI, han emergido en la economía mundial otros moto-res del capitalismo, las economías de Brasil, Rusia, India, China y Sud Áfri-

ca (BRICS), todos ellos disputándose la hegemonía del mercado y también la captación de inversiones, que les pro-porcionan las grandes transnacionales, estas mega empresas, si bien tienen un origen en un país, en la lógica de ex-pandirse y concentrarse, por supues-to, que han perdido su nacionalidad, lo único que les guía es la ganancia y se engullen todos los mercados, los Estados se han convertido en simples custodios del gran capital. Así, por ejemplo, en Bolivia las transnacionales Españolas y Brasileras siguen contro-lando la producción y comercialización del gas, por supuesto que nos pagan más y mejor que antes del año 2005; pero no hay nacionalización real y efec-tiva, la relación porcentual 82% para el boliviano 18% para la transnacional (PETROBRAS, REPSOL y otros) no te dice nada, simplemente, que hoy en el mer-cado mundial los precios del gas están bien cotizados, sería una vergüenza y ridículo, que en estas condiciones las transnacionales nos sigan pagando como impuestos, alícuotas irrisorias como pagaban antes, entonces, el Es-tado Plurinacional de Bolivia vive de la renta que nos dejan las transnaciona-les, nuestros gobiernos son simples peones del Estado Custodio, que en definitiva está al servicio del gran ca-pital.

LA LUCHA POR EL SOCIALISMO HOY

“En cambio, las revoluciones proleta-rias, como las del siglo XIX, se critican constantemente a sí mismas, se inte-rrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que derriban a sus adversarios para que éste saque de la tierra nue-vas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no per-mite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan: ¡Aquí está la rosa, baila

Socialismo y Capitalismo hoy

X: Lucio Gonzales Alanes

aquí¡” C. Marx, el Dieciocho Bruma-rio.

Si asumimos, el carácter dialectico de la historia, veremos que nada es sempiterno, todo es un proceso de devenir, mucho menos, un modo de producción, ni aun el comunismo, en el futuro, siempre habrá antago-nismo y contradicción en una nue-va realidad, si hoy la contradicción principal es la burguesía y el proleta-riado, la nueva sociedad creara otras contradicciones y antagonismos en el desarrollo de la humanidad.

El capitalismo es la realización de un proceso que empezó hace más de cuatrocientos años, hoy es una to-talidad concreta, porque es mundial, pero no es eterna, en este momento está en crisis, seguro que sabrá en-contrar salidas.

La obligación de los revoluciona-rios es agudizar las contradicciones inherentes al modo de producción capitalista desde la lucha de clases, regiones y otras dimensiones de la vida social y económica de nues-tros pueblos, es imperativo hoy, que esa lucha se de en plano ideológi-co-político, porque hay gobiernos y posiciones políticas de impostura que pretenden hacer tragar píldoras cuadradas a los pueblos, se mues-tran como gobiernos socialista o de izquierda, aquí debemos ser enfáti-cos y apodícticos, no hay revolucio-nes que se darán por la vía de las urnas, ni por el cumplimiento de las leyes de la dialéctica, nuestro deber es hacer de la teoría una práctica y de la practica una teoría, la filosofía de la praxis nos dice: tesis 11 sobre Feuerbach de C. Marx. “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”, en ese propósito hay que estar pre-parados y preparar la lucha en todos los espacios. Esta es una razón prin-cipal, por el que Patria Insurgente, impulsa y trabaja en la construcción del Partido de los Trabajadores (PT).

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3Combatir el negocio narco Insurgent@

Impuesto a la coca¡YA! CARAJO

El impuesto a coca es una demanda de gran parte de la población de Bo-livia que exige que el sector cocalero aporte LEGALMENTE al país.

El pueblo insurgente, digno y sobe-rano está en contra del ILEGAL NE-GOCIO DE LA COCA-COCAINA.

El impuesto a la ¡coca ya!

¿Un impuesto diferenciado?

Si, para la coca legal (sobretodo Yungas de La Paz) que va al mercado del consumo tradicional, un impues-to bajo.

Un impuesto más bajo aún para la hoja de coca producida orgánica-mente (es decir sin agroquímicos).

Un impuesto duro y elevado para la hoja de coca en parques nacionales, áreas protegidas y para las zonas excedentarias, mientras se erradica en estas zonas (concertada o forzo-samente). El impuesto busca desin-centivar su producción y convierte en ex-ilegales a los productores, para que el Estado Plurinacional asu-ma sus responsabilidades y deje de ser contemplativo con estos sectores que dañan el medio ambiente y fo-mentan actividades que promueven la economía del narcotráfico.

Impuesto=confiscación de tierras, maquinarias, precursores, bienes y recursos económico-financieros para los productores de hoja de coca que brindan su materia prima para el procesamiento de la cocaína y su tráfico. Hasta ahora, se destruyen fábricas y laboratorios, se detienen a los transformadores y traficantes de la droga pero se deja IMPUNE a los proveedores de la materia prima. La hoja de coca debe ser rastreada has-ta las zonas de cultivo (por todos los medios al alcance de los investiga-dores: fiscales-policías, etc.) y pro-ceder a la reversión de las tierras al dominio del Estado.

Cocalero que tenga más de un cato deberá perder las tierras que usu-fructúa por actividad ilícita.

Allí, donde la producción de hoja de coca tuviera como destino su indus-trialización y si ella no se lleva a cabo, serán responsables de causar daño económico al país (Estado) debiendo pagar (cocaleros y funcionarios pú-blicos encargados de la industriali-zación) ya no sólo un impuesto sino una reparación ordenada por auto-ridad judicial competente, ya que de acuerdo a la Constitución Política del Estado, el daño económico al Estado ahora no prescribe.

El movimiento cocalero no puede en-riquecerse a costa de su presencia en el gobierno, fomentando actividades ilegales e ilícitas. El pueblo boliviano no perdonará esta conducta.

La población entera reprocha el ha-ber escondido, y muy probablemen-te, modificado de acuerdo a su libre conveniencia, los diferentes estudios de la hoja de coca, de parte del go-bierno en complicidad con sus “mo-vimientos sociales”. Recordemos que estos estudios fueron hechos por consultores externos y el mismo Ins-tituto Nacional de Estadísticas INE, habiendo sido ya pagados al haber sido concluidos. Si hubieran estado mal hechos, no se hubiera procedido

al último pago. Lo que el Ministerio de Gobierno ha hecho es contratar otros estudios que, fabriquen otros datos, con tal de conservar los pri-vilegios de este sector, hoy por hoy, convertido en una nueva élite mafio-sa.

También, es deleznable, la conta-minación que se realiza con el uso de agroquímicos en general, en la fumigación de plantaciones de hoja de coca, el incremento desmedido de fertilizantes, pesticidas que es-tán dañando la tierra y los ríos por la ambición desmedida de expandir los cultivos y alcanzar mayor rentabili-dad de los mismos.

No queremos un narco-Estado, no queremos cocaleros involucrados en el mercado mundial de la droga, no queremos que el mundo entero hable de un narco-gobierno y de un país funcional al imperialismo y las grandes mafias transnacionales de la droga.

Por todas estas razones y hasta mien-tras se resuelva estructuralmente este problema, que los cocaleros pa-guen un impuesto, como mecanismo de castigo y control externo, ya que ellos, internamente han decidido ca-minar por su propia ruta, que no es la de nuestro pueblo.

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Insurgent@ Decadencia del discurso indigenista-populista 4

Del “ancestralismo” como tónica del neo-populis-mo del gobierno de Evo Morales a su decadencia

Una de las características del neo-populismo latinoamericano es el uso de un discurso demagó-gico de amplio contenido emo-cional, que mantenga una masa movilizada bajo la expectativa de cambio. En el caso boliviano, si bien dicho discurso suele ser re-lacionado con el “socialismo del siglo XXI”, su sesgo esencial defi-nitivamente resulta ancestralista.

Desde el nacimiento del Instru-mento Político para la Soberanía de los Pueblos (IPSP), que termi-nó en los hechos subsumido en el MAS, el partido de gobierno rei-vindicó “lo ancestral” como el eje de su discurso. Así, mientras el desaparecido Chávez re-fundó la “República” Bolivariana de Vene-zuela, aquí primó el discurso de la “destrucción de la República”, como necesaria para dar paso al Estado Plurinacional.

Tan importante es el uso del an-cestralismo para el gobierno que el presidente fue entronizado en Tiwanaku, impuso la consigna del vivir bien, el vicepresidente contrajo nupcias en Tiwanaku y, en la celebración de los 75 años del departamento de Pando se enfatizó la ceremonia inter-reli-giosa, en pos de promover ritos ancestrales.

La influencia de ese ancestra-lismo es tal, que los aliados del gobierno, de formación comu-nista o indigenista, hablan de “socialismo comunitario” y “de-mocracia comunitaria”. El propio nombre del proceso de cambio remata lo afirmado: “revolución democrática y cultural”, así como su emblema la mentada “desco-lonización”, con lo que no queda duda que la verdadera tónica del neo-populismo del gobierno es el ancestralismo.

Ahora bien, suele caracterizarse al gobierno como indigenismo

de izquierda, pero la asignación de ambas categorías deja de te-ner asidero conforme transcurre el tiempo. El falso indigenismo quedó develado como simple careta con la represión a la VIII marcha indígena en Chaparina, la imposición de una post-consulta en el TIPNIS y el hostigamiento a partir de las llamadas poblacio-nes interculturales en contra de diversos pueblos indígenas.

A su turno, del supuesto carác-ter de izquierda del gobierno, solo quedan sus recurrentes ex-presiones contra el capitalismo y EE.UU., porque en su práctica co-tidiana y sobre todo desde 2011, de manera sostenida busca des-legitimar a las bases sociales de toda izquierda: los asalariados en general y la clase obrera en par-ticular.

Tal es su sesgo ancestralista, que en relación a los asalariados de Bolivia desarrolló una suerte de teoría nefasta, según la cual los

derechos laborales y conquistas sociales son considerados privi-legios por regular antes que res-petar.

Bajo tal mentalidad es frecuente escuchar a personeros del go-bierno y movimientos sociales, que la jornada diaria “minima” es 8 horas, cuando la legislación nacional e internacional definen como jornada máxima y no mí-nima. Les lleva incluso a la fala-cia, como la oportunidad en que el vice-presidente afirmó que los médicos del sistema público fueron contratados por 8 horas y solo trabajaban 6, desconocien-do que existen decretos con los que fueron contratados dichos profesionales. Y así la lista de ejemplos podría abundar.

Pero, el daño que se causa a los asalariados no es lo único que afecta al país, se extiende a una amplia gama de clases medias. Bajo el ancestralismo se soca-pa la mediocridad en desmedro

Por: Gonzalo Rodríguez AmurrioAbogado, actual 1er. Secretario General del Partido de los Trabajadores PT y ex dirigente obrero (http://libertadesde-mocraticas.blogspot.com)

de profesionales valiosos y el conocimiento científico. Vivimos ya ocho años de des-intitucionalización ge-neralizada, con autoridades interinas, puestas por favor gubernamental y, con con-secuencias serias; basta re-cordar el último Censo de Población y Vivienda, donde la incompetencia terminó dilapidando valiosos recur-sos económicos, con resul-tados que nadie cree y me-nos sirven para algo serio y sincero.

Lamentablemente ese an-cestralismo en 2006 fue la clave que permitió arrastrar a la población boliviana tras los designios del actual go-bierno, pero menos mal ha tocado fondo. El despertar de los asalariados y de am-plias capas de clases medias comenzó y, no hay duda que ahora es un cambio de proceso el que con urgencia siente el país.

Page 5: Insurgente Nº 28 impuesto a la coca

5Decadencia del discurso indigenista-populista Insurgent@

Del “ancestralismo” como tónica del neo-populis-mo del gobierno de Evo Morales a su decadencia

El pasado 24 de octubre, en la lo-calidad de Lauca Ñ, el presiden-te Morales dijo: “creo que esta-mos equivocados aquí gritando ´kawsachun coca´. Creo que ya ha pasado de moda eso”. Día después uno de sus co-dirigentes salió al paso indicando que lo dicho sería una broma. Sin embargo la afirma-ción presidencial no es para menos, máxime cuando revela síntomas de agotamiento del discurso guberna-mental, como pasamos a analizar.

Desde el momento que el MAS se hizo del gobierno materializó, en extremo, su visión ancestralista de la sociedad. Dio énfasis a la entro-nización del presidente en Tiwa-naku; en las dos oportunidades en que juró al cargo. Hizo cuestión de Estado, a través del proceso cons-tituyente, para posesionar en el imaginario colectivo la consigna de “vivir bien”, lo que implica armonía con la madre tierra pero distancia de la “lucha por mejores condi-ciones de vida y de trabajo”, pro-pio de las organizaciones obreras.

Atribuyó a la fortaleza de la Pa-chamama y a la gracia de Dios la

refundación de Bolivia, como afirma el párrafo sexto del preámbulo constitucional, así como, estableció un carácter de cohesionador social a la coca (Art. 384 de la Ley Fundamen-tal). A fines de 2009, a propó-sito de la Conferencia mundial sobre el Cambio Climático rea-lizada en Copenhague, y la rea-lizada en 2010 en Cancún, así como, en su propia Cumbre de los Pueblos (Tiquipaya); expla-yó su teoría sobre los derechos de la madre tierra y, guiado por su mentalidad ancestralista, aseveró que los derechos de la madre tierra son más importan-tes que los derechos humanos.

No cabe duda que inicialmente tal desarrollo discursivo encon-traba simpatía o tolerancia en la población, al extremo que en cierto grado ésta se sentía repre-sentada en sus ansias de buscar alternativas frente al capitalis-mo salvaje local e internacional, en circunstancias de una crítica situación ecológica mundial co-nocida como “cambio climáti-co”. Pero, desde finales de 2010 hacia delante cambió el curso de la mirada de la población.

El intento fallido del gasolinazo de diciembre de 2010, la arre-metida gubernamental con-tra los reclamos salariales que buscaban aliviar los efectos de la inflación resultante, la repre-sión en Chaparina a los indí-genas del TIPNIS, la “consulta” indígena posterior cual si fue-se previa, el intento de cambiar la jornada de trabajo del sector salud y, las pensiones misera-bles resultantes de la reforma en el sistema de pensiones, en-tre muchos otros hechos; defi-nitivamente volcaron la mirada de grandes sectores hacía el respeto de los derechos hu-manos inherentes a sus pro-

pias necesidades y urgencias económicas y sociales, relati-vizando cada vez más el an-cestralismo gubernamental.

Al presente la pérdida de cre-dibilidad de los diferentes elementos discursivos de ese ancestralismo gubernamental llega a tal grado, que ni la hoja de coca se salva de la mira-da crítica de gran parte de la población. Hoy cobra fuerza inusitada la preocupación por las incidencias del narcotráfi-co en el país y su estrecha re-lación con la “coca ancestral”.

Antes decíamos no estar de acuerdo con el narcotráfi-co por el daño a la juventud. Hoy preocupa la inseguridad ciudadana con evidencias de cómo la actividad del narco-tráfico alienta una crecien-te cultura de violencia. Y ello no es todo, el dinero fácil de dicha actividad y otras simi-lares, desarticula la activi-dad agrícola en varias zonas rurales del país, a la par que incide en la demanda de pro-ductos, provocando procesos inflacionarios recurrentes por encima de las previsiones gu-bernamentales; y no es grato para ningún sector asalaria-do ver que sus ingresos se diluyen frente a una infla-ción en la que el dinero ilegal tiene mucho de arte y parte.

En tales circunstancias, cada vez menos sectores le en-cuentran sentido gritar: kawsachun coca. El presiden-te lo percibió pero no persua-dirá a los suyos para quienes la coca no es moda sino una divinidad de ingresos, alen-tados en la mentalidad an-cestralista gubernamental.

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6 Insurgent@ ¿Descolonización de la educación?

cuidado, no sólo porque es ne-cesario comprender la verdadera esencia de aquella experiencia educativa, sino porque surge la duda de si el modelo puede ser aplicado a la realidad actual del país.

Según Ramón Rojas Oloya, dos son los principales postulados de Warisata: la Pedagogía del Adobe y la administración de la educa-ción. “Para Warisata, la educación - plasmada en la escuela Ayllu - debía conservar los elementos centrales de la organización so-cial y la pedagogía andinas, que consisten en ‘aprender haciendo”, por lo que el ayllu debía mantener su organización y su cosmovisión. Los profesores de la escuela ayllu eran jóvenes familiarizados con el ambiente rural. Su actividad principal no era el trabajo de aula sino los cultivos, las construccio-nes menores y la elaboración de adobes, entre otras tareas, ade-más de una labor social fuera de la escuela y dentro del ayllu (Ro-jas Oloya, Ramón. La Pedagogía del adobe, La Paz, Fondo Editorial Ipasme, 2010. Pág. 73).

Las demandas de una escuela que responda a la realidad actual no

pueden construirse con un mo-delo exitoso de resistencia in-dígena, sino con una propuesta pedagógica integral.

Analizando la Ley Educativa del actual gobierno, después de considerar las limitaciones del “modelo Warisata”, me parece importante reflexionar acerca del punto de partida epistemo-lógico de la Ley Nº 070, para luego hablar del “punto de lle-gada”, desde una óptica de filo-sofía educativa.

Existen dos criterios que se complementan en la Ley Aveli-no Siñani y Elizardo Pérez:

a) El punto de partida es la interioridad, la subjetividad del hombre andino aislado de la realidad social, esta concepción epistemológica se conoce como subjetivismo epistemológico.

b) No muy distinta es la tesis que coloca a los mitos, leyendas y cuentos de los pue-blos como el punto de partida del saber andino, porque di-chos mitos no nacen de una conciencia de la relación ver-dadera de los hombres con sus circunstancias materiales de existencia, sino que nace de las vivencias e intuiciones; del subjetivismo del “hombre andino” al amparo de elemen-tos religiosos animistas. No se puede dejar de mencionar que el mito en cualquier sociedad tiene una función “práctico so-cial”, hace soportable la vida, el mito embellece la realidad más no la puede explicar, en el fon-do, tras un mito está una ilu-sión ideológica, una apariencia de realidad y de ninguna mane-ra un conocimiento (Soza Soru-co Jorge Luis. Filosofía marxista y educación los fundamentos epistemológicos y ontológi-cos de la Ley Avelino Siñani - Elizardo Pérez. Viejo Topo. La Paz. 2013. Pág. 103).

A partir de lo expuesto llega-mos a la conclusión de que el punto de partida epistemológi-co de la Ley Nº 070 es el sub-jetivismo del “hombre andino”. Lo paradójico es que el pensa-miento andino y la racionalidad moderna comparten un punto de partida absoluto, en ambos casos es posible encontrar un

La obra escrita por Jorge Soza, bajo el título de “Filosofía Mar-xista y Educación. Fundamentos epistemológicos y ontológicos de la Ley Avelino Siñani y Eli-zardo Pérez”, presentada hace algunos días en el Paraninfo de la UMSA, efectúa una con-tribución notable a la reflexión teórica, al exponer conceptos y explicaciones -coherentes y bien sustentadas- acerca del porque la Ley Educativa del ac-tual gobierno ha quedado sus-pendida en la nebulosa de una supuesta descolonización que no se materializa, proyectando una continuación en los méto-dos de enseñanza y en el enfo-que subjetivo que tiene la edu-cación boliviana.

Es evidente, que el gobierno actual ha buscado en la “escue-la ayllu de Warisata” el mode-lo para su Ley Educativa. A ese respecto, es bueno señalar que Warisata es no cabe duda, un modelo de escuela productiva, este modelo paradigmático que se construyó en el altiplano boliviano a partir de los años 30 del siglo pasado, sin duda me-rece ser estudiado con mucho

centro, un origen absoluto abs-traído de la realidad concreta: la subjetividad del “hombre” abs-traído de sus relaciones sociales y de la vida real; en el caso andi-no se trata del “hombre andino” como el punto de partida epis-temológico. Aquí es donde Soza, afirma: No se puede partir del hombre porque significaría partir de una idea burguesa del hom-bre, y porque la idea de partir del hombre pertenece a la filosofía burguesa. Esta idea de partir del hombre, desde la cual es preciso partir como un punto de partida absoluto es el fondo de toda la ideología burguesa, es el alma de la propia gran economía política clásica. El hombre es un mito de la ideología burguesa: un verda-dero enfoque educativo liberador no puede partir del hombre. Par-te del periodo social económica-mente dado y al término de su análisis puede llegar a los hom-bres reales. Estos hombres son pues el punto de llegada de un análisis que parte de las relacio-nes sociales del modo de produc-ción existente, de las relaciones de clase.

En sentido preciso, la concepción epistemológica andina parte de elementos irracionales, que ha-cen parte de la subjetividad del hombre andino, puesto que se trata de elementos “liberados” o abstraídos de las circunstancias socio-económicas de la realidad, esta concepción cae en el subje-tivismo epistemológico y en esto coincide con el idealismo filosófi-co al pensar la realidad aislada de su base real.

Ahora bien, el punto de vista epistemológico de una nueva Ley Educativa, debería ser la realidad concreta del país, sin embargo, el punto de llegada es evidente-mente el hombre, ahí se encuen-tran los aportes humanistas e in-cluso la cosmovisión andina, que con sus valores y mitos podría aspirar a construir a un hombre en comunidad.

La nueva educación tendría que forjar un hombre y una mujer nueva, pero ello será posible, en tanto y en cuanto, se cambie la realidad económica y social del país, es decir, cuando no exista explotación del capital sobre el trabajo.

El punto epistemológico de partida en la Ley Educativa Avelino Siñani y Elizardo Pérez

Por Rosario Larrea A.

Elizardo Perez en Warista

Page 7: Insurgente Nº 28 impuesto a la coca

7Caso abierto: Insurgent@

Dictaduras militares ayer, hoy las ONGs, Denis Racicot, red de co-rrupción contra la Asamblea Per-manente de Derechos Humanos

En un artículo de hace más de dos años escribí –en este mis-mo espacio- sobre la Asam-blea Permanente de Derechos Humanos, y cómo esta insti-tución en el pasado estaba en los planes de destrucción de las dictaduras militares, de las Organizaciones No Guberna-mentales (ONGs), de la derecha política neoliberal, y actual-mente en la mira del partido de gobierno del MAS.

¿Oenegeros de ayer, ¿guevaris-tas y elenos de hoy?

Las ONGs se dieron cuenta que hablar de derechos humanos podía resultar un gran nego-cio. De hecho muchos de es-tos “expertos” ni defienden los DDHH, ni denuncian las viola-ciones, solo se dedican a pla-near cómo ganar más plata a costa de la pobreza, a costa de la trata y el tráfico de seres hu-manos, a costa de la violación de nuestras niñas y adoles-centes en todo el país, a costa de las y los migrantes, a costa de los muertos a quienes les hacen decir de todo… a favor suyo por supuesto.

Estos oenegeros/as, echados de sus instituciones -ver pu-blicaciones de prensa sobre el caso Capítulo Boliviano-, es-tán migrando su discurso hacia el “guevarismo”. Ojo, decirse guevaristas no les dará pla-ta, pero sí les da pase libre al poder. Es gente astuta y píca-ra, como saben que Evo Mora-les menciona tanto al Che sin saber quién fue, estos ven en ese vacío (ignorancia) un gran potencial, una gran oportu-nidad para acomodarse, por-que claro, con el gobierno del

MAS y sus correligionarios sólo se trata de memorizarse una que otra frase del Che o po-nerse una pañoleta roja y listo, logran lo que quieren. Mucha gente sencilla dice “el Che debe estar zapateando en su tumba” de ver cómo lo usan y vacían de contenido, coincido con ellos. Muchos de estos detractores e impostores, como denuncian los activistas, están detrás de la toma de la Asamblea de DDHH, porque la APDH denuncia viola-ciones a los derechos humanos, que lamentablemente también se da en este gobierno (Carana-vi, Chaparina, etc.) y entonces estos que se autodenominan “elenos” y/o “guevaristas” fue-ron encomendados a tomar la Asamblea para que no existan más denuncias, solo aplausos a la gestión gubernamental.

¿Pero dónde entra el represen-tante de Naciones Unidas: Deni-se Racicot?

“¡Fuera Racicot!”, “¡que Naciones Unidas haga su trabajo!”, ¡”que no mientan!”, “¡Racicot encubre las violaciones de derechos hu-manos en Bolivia!”, fueron algu-nos de los estribillos que gri-taba un puñado de defensores de derechos humanos hace un mes, a la cabeza de la Asam-blea, recordando el segundo año de represión en Chaparina contra hombres, mujeres, ni-ños/as indígenas del TIPNIS. Este “Alto Comisionado” sin ser del gobierno boliviano, actúa con la vulgaridad de quien se pasea por los pasillos del poder, engolosinado en su representa-ción y muy amigo de los arriba mencionados. No recuerdo que un representante de este nivel haya contribuido de manera tan eficaz al encubrimiento y la im-punidad de casos de vulnera-ción de Derechos Humanos en

nuestro país; un solo ejemplo, fue criticado por varias organi-zaciones por emitir un informe sobre el caso TIPNIS, que no re-flejaba la verdad de los hechos. Pero qué se puede esperar de una representación así, que no tiene la moral para pronunciar-se en favor de los derechos hu-manos, cuando en otros países éste organismo al que repre-senta Racicot invade con sus “cascos azules” a países her-manos como Haití, o aprueban la invasión a países del Oriente Medio, masacrando civiles con informes basados en el imperio de la mentira.

¡Cuidado! Impostores que ac-túan como Asamblea de Dere-chos Humanos

Tal cual la película Red de Men-tiras, correligionarios del go-bierno, siempre los entrevistan en Canal 7, han sido instrui-dos (porque solos no actuarían nunca) para armar una Asam-blea paralela, seguramente para mezclarse entre la gente y hacer de “tiras”, “buzos” y/o “agen-tes encubiertos” como ha ocu-rrido en el caso reciente de la intervención policial-militar al municipio de Apolo, donde es-tos “tiras” estuvieron presentes sorprendiendo la buena fe de la población.

Estos proceden con tal desca-ro e impunidad porque cuentan con el apoyo del aparataje es-tatal, como queda evidente en las declaraciones de Boris Vi-llegas uno de los imputados de ser miembros de una red de co-rrupción y extorsión (recluido en la cárcel de Palmasola en Santa Cruz), funcionario que operaba desde el Ministerio de Gobierno del Estado Plurinacional. En las declaraciones de Villegas, éste señala cómo armaron la cam-

paña de desacreditación contra los abogados de la Asamblea de DDHH de La Paz por el caso Ca-ranavi; y cómo la estrategia fue armada por un equipo de peritos informáticos por instrucción del entonces Ministro de Gobierno Sacha Llorenty (hoy representan-do a Bolivia en la ONU). En el Acta de Declaración del 30 de julio de 2013, Villegas menciona otros cómplices como el ex Vice Minis-tro Marcos Farfán, el equipo jurí-dico de Fernando Rivera y Dennis Rodas.

Es un aparato monstruoso con-tra una institución tan debilita-da, pero al igual que muchísima gente creo que las pocas perso-nas que quedan en la Asamblea no deben abandonar su misión de denuncia cuando se atropellan los derechos humanos, seguramente no son muchos pero sigue sien-do una institución referencia para quienes vemos con asombro de lo que son capaces los “funcionarios del poder” (gobernantes, oene-geros/as, guevaristas y/o elenos, Racicot, red de corrupción, etc.) y cómo poco a poco se van apa-gando muchas voces por temor y miedo, pero esperanzada como la cantante Lila Down que repite en un estribillo de su canción ”sigo creyendo que la malo acaba, que lo bueno viene, porque la con-ciencia te llama”.

X: Carmen Guzmán Miranda

Page 8: Insurgente Nº 28 impuesto a la coca

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La Catedra Che Gue-vara Zarate Willka ha organizado el Semi-nario de lectura de El Capital de Carlos Marx, dirigido a todas aquellas personas que deseen comprender esta obra, y a través de ella, el sistema capita-lista.

El Capital de Carlos Marx se constituye en una obra, no sólo de crítica a la economía política, sino de inter-pelación al poder que se ha erigido sobre las espaldas y la explota-ción de los y las tra-bajadoras del mundo entero.

La insurgencia del tra-bajo, marca la ruptura con el sistema de las cosas (mercancías) re-clamando el derecho que tenemos los gene-radores de la riqueza a definir qué y cómo va-mos a producir, amén de reorganizar la mis-

ma sociedad.

Durante dos meses, hombres y mujeres, de diferentes edades y ocupaciones, nos reu-niremos para leer, ex-poner, debatir, ver vi-deos relativos al tema y producir materiales en torno a esta obra de crucial importancia para los pueblos en su lucha contra el capita-lismo y por la construc-ción de una sociedad socialista.

Waldo Albarracín es nuestro candidato a Rec-tor de la UMSA, cuenta con el apoyo mayoritario de la comunidad univer-sitaria y ha encontrado una tenaz resistencia de las camarillas que se han apropiado de la Univer-sidad, al grado de ha-ber usurpado toda forma de democracia interna, como lo es el cogobierno, anulando con ello la auto-

nomía.

Debemos recuperar la democracia universita-ria participativa, a través de elecciones limpias y transparentes.

Luego, nuestra tarea fun-damental es impulsar la Reforma Universita-ria, transformar la UMSA al servicio del pueblo y cualificando todos los recursos humanos que tenemos. Se impulsará al Defensor Universita-rio, como mecanismo de empoderamiento de los estudiantes y de defensa de sus derechos.

Debemos marchar a un Congreso Universitario para ejercer una nueva democracia igualitaria sin privilegios.