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INMOVILIZACIÓN DE PACIENTES
FUNDAMENTOS DE ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Para diagnosticar una fractura, habrá que buscar los siguientes signos y
síntomas:
Dolor: aumenta con el movimiento o al intentar iniciarlo.
Deformidad o acortamiento: la zona afectada no conserva la anatomía
normal, ya que aparecen zonas con acortamientos, angulaciones,
deformidades, etc.
Hematoma y edema: la zona afectada está hinchada (edema) y a causa
de la rotura de pequeños vasos aparece una zona con un hematoma
(amoratada).
Impotencia funcional: en la mayoría de las fracturas aparece la
imposibilidad de realizar movimientos con la zona afectada.
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Para conocer si una fractura presenta compromiso vascular, hay que
buscar signos o síntomas que lo evidencien. Uno de los indicadores es
la ausencia de pulsos periféricos. Para verificarlo, se localizan los
pulsos en la parte más alejada de la extremidad y se comprueba si
están presentes. Su ausencia es un signo de gravedad.
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Otro indicador es el relleno capilar alterado. Al apretar el lecho de la
uña de cualquiera de los dedos de la extremidad, ésta debe recuperar
su color rosado en menos de dos segundos. La aparición de un retardo
en este tiempo significa que existe un déficit vascular en la zona.
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Ante la sospecha o existencia de una fractura, hay que realizar una
evaluación primaria del paciente, teniendo muy en cuenta las lesiones
que pueden comprometer su estado de salud. Se debe explorar:
Estado de conciencia.
Permeabilidad de la vía aérea.
Tomar signos vitales (frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca y
presión arterial).
Se intentará no movilizar al herido para no empeorar la fractura
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Se le han de retirar al paciente anillos, pulseras, relojes, etc., y todos
aquellos objetos que puedan dificultar la circulación sanguínea cuando
aparezca la inflamación en la zona afectada. Es importante inmovilizar
el foco de la fractura, para lo cual se tiene que incluir en la
inmovilización las articulaciones adyacentes a dicho foco.
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Nunca se deberá reducir la fractura, es decir, tratar de unir sus dos
extremos. La inmovilización se ha de realizar siempre con el material
adecuado, tratando de evitar movimientos bruscos de la zona
afectada. Si hay una herida en la zona de la fractura, se intentará
cubrir con apósitos estériles, y si existiera hemorragia, se deberá
contener. Si es necesario realizar algún traslado del paciente, se
elevará siempre el miembro afectado para disminuir el edema.
ACTUACIÓN ANTE LAS FRACTURAS
Es importante constatar con frecuencia la presencia de pulsos
periféricos, así como la coloración y temperatura de la extremidad
afectada. Una coloración blanquecina (pálida) o azulada indica
compromiso vascular, que puede estar provocado por las férulas y
vendajes si comprimen en exceso la extremidad. En este caso, habrá
que aflojarlos e incluso llegar a retirarlos.
POLITRAUMATISMOS
POLITRAUMATISMOS
La principal causa de politraumatismos suelen ser los accidentes,
independientemente de su tipo.
Entre éstos, los de tráfico y los laborales son los que mayor número de
pacientes politraumatizados generan. En caso de tener que asistir a un
paciente politraumatizado, se debe realizar una evaluación inicial para
determinar el grado y tipo de las lesiones que presenta.
La primera valoración tendrá que ir encaminada a la determinación
del nivel de conciencia, apertura de la vía aérea y existencia de
signos vitales (respiración y circulación espontáneas).
POLITRAUMATISMOS
Ante este tipo de paciente se avisará a una unidad de emergencias
medicalizada, a la que se le indicará el tipo de lesiones y su alcance.
Mientras ésta no llegue, se intentará controlar la hemorragia aguda y
prevenir la aparición de shock hipovolémico.
POLITRAUMATISMOS
Es importante tratar el eje cabeza, cuello, tronco y pelvis con mucho
cuidado para prevenir y evitar las lesiones medulares; se debe
manipular como si se tratara de un único bloque.
Las zonas lesionadas o en las que se tenga sospecha de fracturas se
deben inmovilizar de forma inmediata. Se prepara el traslado y se
realiza una reevaluación constante del herido.
POLITRAUMATISMOS
Uno de los principales problemas que surgen en el tratamiento de un
paciente politraumatizado es conocer cuándo moverlo. Como norma
no se debe manipular, salvo que se posean los conocimientos y el
material adecuado, pero existen algunas situaciones en las que hay
que aplicar excepciones.
Estas excepciones a la norma se explican en la siguiente tabla:
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
La principal lesión en el TCE no es la fractura que se puede producir
sobre los huesos del cráneo y de la cabeza, si no la repercusión y la
lesión que se produce sobre el Sistema Nervioso Central (SNC). Dichas
lesiones se pueden determinar por la aparición de alguno de los
siguientes signos y síntomas:
Alteración del nivel de conciencia: la manera más rápida y fácil de
determinar si el nivel de conciencia está alterado es aplicar la regla
AVDN.
A: significa que el paciente está alerta
V: hace referencia a que obedece a estímulos verbales
D: si responde a estímulos dolorosos
N: si no hay respuesta de ningún tipo, lo que equivaldría a nivel de
inconsciencia.
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
Alteración del tamaño pupilar: cuando aparece una lesión cerebral
uno de los primeros signos es la alteración en el tamaño pupilar.
Reflejo foto motor: al iluminar las pupilas bajo un haz de luz, éstas no
reaccionan como deberían. Cuando las pupilas detectan una gran
iluminación, se contraen para reducir el efecto de la luz sobre los ojos.
En los pacientes que han sufrido un TCE, si hay daño cerebral, este
reflejo se ve alterado de forma que las pupilas no reaccionan ante el
exceso de iluminación.
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
Pérdida de memoria: esta pérdida puede ser anterior a los hechos
ocurridos previos al accidente (amnesia retrógrada) o a los hechos
posteriores al accidente (amnesia postraumática).
Presencia de vómitos, convulsiones, somnolencia y tendencia al
sueño o alteraciones del comportamiento.
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
En función de los síntomas, la actuación se realizará de distinta
manera. Si el paciente se encuentra estable, basta con inmovilizar la
cabeza y el cuello, elevar al paciente (posición semisentado) vigilar
sus constantes vitales.
En el caso de que el accidentado tenga alguno de los síntomas
anteriores, habrá que colocarlo en PLS movilizándolo en bloque,
controlando exhaustivamente el bloque cabeza, cuello y tronco. En la
camilla, se coloca con la cabeza un poco elevada con respecto al
tronco, pero sin mover el cuello (posición antitrendelenburg). Hay que
controlar las constantes vitales y hacer evaluaciones periódicas.
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
Es necesario tener en cuenta que un traumatismo sobre el cráneo
capaz de fracturarlo o de dañar el sistema nervioso tiene una alta
posibilidad de haber provocado una lesión de columna cervical.
LOS TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
Las lesiones en esta zona son muy importantes porque por su interior
discurre la médula espinal. Un traumatismo sobre estas estructuras
pueden provocar lesiones por sección o compresión sobre la médula,
con las secuelas que conllevan, por ejemplo, invalidez (en función de
dónde se produzca la lesión medular se denomina paraplejia o
tetraplejia).
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
En muchas ocasiones por una mala movilización o manipulación, una
exagerada inclinación o un movimiento oscilatorio brusco, se puede
provocar que en la vértebra lastimada se desplacen fragmentos óseos.
Asimismo se puede producir un desplazamiento vertebral que
comprima o incluso llegue a seccionar el canal medular, provocando
lesiones irreversibles.
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
Por este motivo, es tan importante la manipulación cautelosa y la
correcta in movilización de la columna vertebral. Por la relevancia de
las secuelas que dejan estas lesiones, se debe sospechar que exista
una lesión en la columna vertebral o lesión medular, en casos como
en una caída desde una altura superior a los 2 m, en accidentes al
zambullirse en el agua, en TCE o en casos de accidentes de automóvil o
motocicleta, sobre todo si ha producido un vuelco o hay víctimas
atrapadas.
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
Entre los síntomas más habituales de estas lesiones se encuentran el
dolor (localizado en la zona de la lesión y que puede irradiarse en la
dirección de las terminaciones nerviosas afectadas) la rigidez y
deformidad, la posibilidad de cambios en el estado de consciencia o la
sensación de hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos y los
dedos.
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
Otros síntomas que también determinan la presencia de una lesión en
la columna vertebral son la pérdida total o parcial de movimiento en
cualquier parte del cuerpo, la hemorragia o salida de líquido
cefalorraquídeo por la boca o nariz, convulsiones, náuseas y vómitos,
y la presencia de hematomas alrededor de los ojos y orejas.
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
Ante la sospecha de lesiones en la columna vertebral o en el canal
medular, se debe solicitar la presencia de una ambulancia
medicalizada. Si el paciente está consciente, hay que indicarle que no
se mueva y vigilar la permeabilidad de la vía aérea, además de
asegurarla.
TRAUMATISMOS SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL
Es necesario realizar tracción continua del cuello en posición neutra,
es decir, con la mirada hacia el frente. Esta tracción no se tiene que
retirar aunque se coloque un collarín cervical, siempre que se realicen
manipulaciones o se lateralice al paciente. El traslado al centro
hospitalario ha de realizarse con cuidado, con una conducción sin
maniobras bruscas ni sobresaltos, es decir, sin aceleraciones ni
frenazos, balanceos en curvas, etc.
TECNICAS DE INMOVILIZACIÓN
TECNICAS DE INMOVILIZACIÓN
Las inmovilizaciones se hacen con el objetivo de impedir todo
movimiento de una zona lesionada, especialmente por las fracturas.
Ante sospecha de fractura y en cualquier lesión de origen traumático
con golpe directo violento, se deberá proceder a inmovilizar la zona
afectada.
Con la inmovilización conseguimos reducir el dolor, la posibilidad de
shock y la aparición de lesiones musculares, nerviosas y vasculares
por los fragmentos de la fractura. Además se aumenta la comodidad
del herido, ya que mantiene en reposo la zona afectada.
TECNICAS DE INMOVILIZACIÓN
Se pueden utilizar medidas improvisadas, como tablillas, almohadas,
revistas, férulas improvisadas, pañuelos, etc.
Como material de inmovilización se van a usar férulas neumáticas, de
vacío, y rígidas, etc.
Para realizarla inmovilización, en primer lugar, hay que sujetar la zona
afectada con las manos, mientras se aplica el método elegido. Si
existen heridas, se han de cubrir con apósitos limpios. Después se
procede a almohadillar la zona que hay que inmovilizar, sobre todo las
prominencias óseas, para evitar heridas provocadas por la presión de
estas zonas entre sí. Una correcta inmovilización debe incluir las
articulaciones adyacentes superior e inferior
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN Existen varios sistemas y dispositivos para llevar a cabo las
inmovilizaciones de los pacientes. El objetivo de todos ellos, consiste
en evitar que las zonas dañadas o con posibles lesiones se movilicen,
lo que significaría un empeoramiento de las lesiones existentes, que
puede llegar a provocar parálisis e invalideces muy importantes. El
material empleado para realizar las inmovilizaciones es el collarín
cervical, el inmovilizador de cabeza, el inmovilizador de columna
vertebral, las férulas de extremidades, la camilla cuchara, el tablero
espinal y el colchón de vacío.
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN
Collarín cervical: existen varios tipos, aunque los más indicados y los
que consiguen una mejor inmovilización son el tipo Filadelfia.
Independientemente del tipo elegido, ningún collarín cervical garantiza
la inmovilización total.
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN
Inmovilizador de cabeza: para la correcta inmovilización de la cabeza y
el cuello además del collarín cervical, hay que usar el inmovilizador de
cabeza.
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN
Inmovilizador de columna vertebral tipo Kendrick: se utiliza para la
descarceración de pacientes atrapados y también para la
inmovilización de huesos largos
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN
Férulas de extremidades: se emplean para la inmovilización de las
distintas extremidades. Existen varios tipos, es decir, hay
férulas neumáticas, férulas de vacío o maleables. Asimismo existen las
férulas metálicas maleables se caracterizan porque se pueden adaptar
a la extremidad tanto en longitud como en angulación.
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN
Camilla cuchara: está compuesta por dos hojas y se usa para recoger a
los pacientes y trasladarlos hasta el vehículo de transporte.
Colchón de vacío: su fundamento consiste en que al extraer el aire
existente dentro de la cámara, el material que posee se compacta,
adaptándose al cuerpo, realizando un molde del mismo que absorbe la
mayoría de las vibraciones y, de esta forma, realiza la inmovilización en
bloque de todo el cuerpo.
INMOVILIZACIÓN CERVICAL
INMOVILIZACIÓN CERVICAL
Este tipo de inmovilización se realiza en pacientes que se sospecha
puedan tener una lesión en la columna vertebral o medular. Para
llevarla a cabo, se emplea el collarín cervical y serán necesarios al
menos dos rescatadores.
Antes de iniciar las maniobras hay que valorar las lesiones de la vía
aérea y de las estructuras cervicales. Un rescatador debe comenzar
con la estabilización manual del cuello desde la zona posterior del
paciente hasta la posición neutra, mientras otro coloca un collarín
cervical rígido.
INMOVILIZACIÓN CERVICAL
El primer rescatador, que será el que coordine las maniobras, alineará
la cabeza y cuello en posición neutra con extrema suavidad y ha de
estar pendiente de notar crujidos, resistencia, dolor o alteraciones
neurológicas. Si esto sucede, se inmovilizará en la posición en la que
se ha encontrado y, para ello, se utilizará un colchón de vacío.
Una vez alineada la cabeza y cuello sobre el eje longitudinal y
manteniéndola en esa posición, el primer rescatador indica al segundo
la talla y el modelo del collarín cervical. Este segundo rescatador
coloca el collarín cervical y se asegurará de su correcta fijación.
Antes de dejar la cabeza del paciente, hay que cerciorarse de que no
queda hueco en la nuca.
INMOVILIZACIÓN CERVICAL
Es necesario tener precaución con la movilización del cuello, ya que si
se realiza incorrectamente pueden causarse lesiones cervicales. Si se
emplea un collarín de menor talla, se posibilita la flexión cervical, es
decir, el movimiento del cuello y de la cabeza hacia adelante. En el
caso contrario, es decir, si el collarín es de mayor talla, se produce una
extensión cervical, esto es, el movimiento de la cabeza y el cuello
hacia atrás.
INMOVILIZACIÓN COLUMNA VERTEBRAL
INMOVILIZACIÓN COLUMNA VERTEBRAL
Para la inmovilización de la columna vertebral cuando el paciente se
encuentra atrapado, se usa el inmovilizador de columna tipo
Kendrick.
Se utiliza en pacientes traumatizados en posición de sedestación, que
se sospeche que tengan una lesión de
columna vertebral. Si se quiere
llevar a cabo esta inmovilización, serán
al menos dos rescatadores. Se comenzará
valorando el nivel de conciencia y
permeabilidad de la vía aérea y realizando
una evaluación circulatoria.
INMOVILIZACIÓN COLUMNA VERTEBRAL
Se informa al paciente de todo el procedimiento, en caso de que se
encuentre consciente. Se debe colocar, en primer lugar, el collarín
cervical. Hay que introducir el inmovilizador por la espalda del
paciente y el respaldo del vehículo hasta notar el tope del asiento. Se
tiene que introducir con las alas abiertas. Se rodea el cuerpo del
paciente con la férula y se fijan las cintas de la cabeza (barbuquejos)
para introducir después el suplemento almohadillado en la región
occipital.
INMOVILIZACIÓN COLUMNA VERTEBRAL
El paso siguiente consiste en desplegar las cintas tóraco abdominales y
cerrarlas. No se deben tensar excesivamente en ese momento y hay
que colocarlas de abajo hacia arriba. Cada una de ellas tiene que
coincidir con su color. A continuación se pasan las cintas de la pelvis
por debajo de las ingles, con precaución de no comprimir los genitales
(en el caso masculino) y se cierran. Una vez cerradas todas las cintas,
se ajustan y se tensan.
INMOVILIZACIÓN COLUMNA VERTEBRAL
A continuación, se procede a realizarla extracción del paciente
inmovilizado del vehículo.
Es preciso estar siempre pendiente de
controlar la permeabilidad de la vía aérea,
y de realizar todos los movimientos en
absoluta coordinación entre los
rescatadores. Justo antes de extraer al
paciente del vehículo tiene que estar
preparada la camilla cuchara o el tablero
espinal junto al vehículo, lo más próxima
posible para depositarlo en cuanto salga.
INMOVILIZACIÓN COLUMNA VERTEBRAL
Se debe confirmar en este punto, que no existe nada que atrape al
paciente o al inmovilizador, para que los rescatadores tomen al
paciente por las asas laterales y la posterior, traccionando hacia arriba
y rotándolo hacia la camilla cuchara. Un tercer rescatador mantiene y
extrae los miembros inferiores. En caso de fracturas, de estos
miembros se deben inmovilizar antes de proceder a la extracción.
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
Las inmovilizaciones se aplican con el objetivo de impedir
movimientos de las zonas lesionadas, especialmente por las
fracturas. Ante la sospecha de fracturas o lesiones traumáticas, ya
sean por golpes de origen directo o violento, se tendrá que proceder a
la inmovilización de cada una de las zonas afectadas, evitando así
cierto grado lesiones graves que puedan llegar a afectar el estado de
salud del paciente
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
Se realiza mediante férulas, que ayudan en la inmovilización de las
fracturas de las extremidades, tratando de evitar lesiones secundarias
tales como: daño de músculos, nervios, vasos sanguíneos y
disminución del dolor
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
Antes de colocar la férula es necesario valorar la sensibilidad, pulsos y
temperatura del miembro afectado. A continuación, hay que alinear el
miembro en la posición más anatómica posible. Se debe retirar la ropa,
anillos y demás objetos que pudiesen comprimir el miembro.
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
FÉRULAS NEUMÁTICAS HINCHABLES
Son materiales plásticos que presentan varias cámaras que comprimen
los miembros, evitando la aparición de isquemia. Sus formas son
diversas, dependiendo de las extremidades a inmovilizar. Se pueden
encontrar con diversos cierres (cremalleras, calcetín) y todas ellas
incorporan una válvula para su inflado
De entre todas, las más recomendables son
las transparentes, porque ayudan en las
valoraciones ante la aparición de
hemorragias.
Están indicadas en la movilización de los
MMSS y MMII: fracturas, esguinces, luxaciones.
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
FÉRULAS METÁLICAS MALEABLES
Son férulas adaptables a cualquier extremidad, ya sean en ángulo o
longitudinalmente, destacando ante todas las de Kramer.
Férula flexible formada por dos alambres paralelos entre los cuales
se disponen otros más delgados a modo de escalera.
Se utilizan en lesiones osteoarticulares, tanto de miembros superiores
como inferiores, en las cuales es necesario mantener el ángulo
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
FÉRULA DE VACÍO
Es un saco neumático con doble cámara de material aislante que se
moldea a la extremidad, dando soporte rígido tras realizar el vacío, el
cual se consigue conectando una bomba de vacío o un aspirador de
secreciones a la válvula que incorpora la férula
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
FÉRULAS RÍGIDAS
Son aquellas que no son moldeables, con lo cual, las extremidades
deben ajustarse a su contorno y forma. Están compuestas de diversos
materiales (cartón, PVC, poliuretano), pudiéndose fijar mediante
cierres de velcro
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
FÉRULA DE TRACCIÓN
Se utiliza en fracturas mediante una tracción mecánica lineal, evitando
el uso de pesos.
Está prescrita para fracturas de fémur y proximales de tibia. No se
debe utilizar en caderas, rodilla, tobillo y pie
INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES
Para finalizar la inmovilización del miembro, si se trata de una
extremidad superior, se coloca un cabestrillo, y si es una extremidad
inferior, se mantiene elevada.
INMOVILIZACIÓN EN EL TRASLADO
INMOVILIZACIÓN EN EL TRASLADO La inmovilización en traslado se realiza mediante el colchón de vacío.
Este elemento permite realizar un molde del paciente y absorbe las
vibraciones durante el traslado, aísla al paciente e inmoviliza las
lesiones en la posición que se realice el vacío. Este método está
especialmente indicado para pacientes politraumatizados, en
situaciones de disección aórtica y aneurisma aórtico, fijaciones
externas y para todos aquéllos que precisen el traslado en una
posición determinada.
TECNICAS DE INMOVILIZACIÓN CON MATERIAL DE FORTUNA
TECNICAS DE INMOVILIZACIÓN CON MATERIAL DE FORTUNA
Para realizar la movilización e inmovilización de una víctima con
lesiones traumatológicas, se debe contar con el material necesario y
especializado para brindar la atención y el traslado del paciente de una
forma segura y oportuna. No en todas las situaciones se podrá acceder
a la víctima con los elementos necesarios, por ello, es indispensable
saber cómo, cuándo y con qué materiales se pueden realizar
instrumentos que, si bien no cumplen la misma función que los
recomendados, por lo menos minimizan el riesgo de posibles lesiones
secundarias
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN CRÁNEO CERVICAL
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN CRÁNEO CERVICAL
Se debe coger el periódico, abrirlo y enrollarlo en su lado más ancho y
sobre sí mismo por cuatro veces.
La parte central se coloca en la cara anterior del cuello y el resto se
adapta al cuello, se enfatiza en la parte posterior y se fija con cinta
adhesiva o esparadrapo.
Por último, se inmovilizará la cabeza con dos bolsas de plástico
previamente llenadas con arena, estas se pondrán a ambos lados de la
cabeza del paciente.
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y PELVIS
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y PELVIS
Realiza una inmovilización cervical. Para ello, mientras una persona
sujeta la cabeza al accidentado para que no se mueva, otra debe
ponerse manos a la obra:
1. Mide el ancho del cuello de la víctima con sus dedos, desde el
hombro hasta el maxilar inferior
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y PELVIS
2. Extiende 4 o 5 hojas de periódico y dóblalas con el ancho
anteriormente obtenido en diagonal
3. Coloca el periódico doblado alrededor del cuello de la víctima lo más
ajustado posible permitiendo que respire y trague con normalidad
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y PELVIS
Sujeta este collarín improvisado mediante cinta adhesiva, anudando
una corbata, una tira de tela ancha, un pañuelo…
Continúa manteniendo el control de la cabeza con ambas manos
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y PELVIS
La inmovilización de la columna vertebral es más fácil de realizar en
cuanto a material se refiere, se podrá colocar al paciente en una
superficie rígida o dura (por ejemplo una puerta o tablero) y asegurarle
a esta superficie con cinturones unidos, correas, cinta adhesiva, tiras
de tela, etcétera.
Se debe tener en cuenta que el material que se use sea totalmente
plano, rígido, fuerte y seguro
MATERIAL DE INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y PELVIS
La columna vertebral y la pelvis siempre deben estar paralelas, no
giradas hacia alguno de los lados, a menos que la fractura de la pelvis
no permita su giro normal.
Si este es el caso, no se debe olvidar que, pasadas dos horas, la zona
de presión aumenta y, además, el paciente se siente incómodo en
una misma posición por un tiempo prolongado
INMOVILIZACIÓN EXTREMIDAD SUPERIOR
INMOVILIZACIÓN EXTREMIDAD SUPERIOR
La mayoría de los pacientes con lesión en los miembros superiores
(hombro, codo, muñeca, mano) pueden caminar por sí mismos. En
casi todos los casos, el paciente sujeta la extremidad lesionada con la
otra mano y adopta una posición antálgica o antiálgica, que consiste
en pegar el brazo al cuerpo, con el codo flexionado más o menos a
90º. Esta posición será la que se aproveche para inmovilizar el brazo.
INMOVILIZACIÓN EXTREMIDAD SUPERIOR
Se deberá inmovilizar todo el brazo, ya que con esto se descarga el
hombro del peso del brazo y, a su vez, se limita la movilidad, lo que
permite disminuir el dolor.
El cabestrillo se puede realizar utilizando un triángulo grande de tela o
dos triángulos de tela.
Con el primer triángulo de tela, se hará una charpa, correa o cabestrillo
que irá atado al cuello y, con el segundo, se fijará el brazo al cuerpo
INMOVILIZACIÓN EXTREMIDAD INFERIOR
INMOVILIZACIÓN EXTREMIDAD INFERIOR
Cuando se trata de inmovilizar las extremidades inferiores, el método
más rápido y eficaz es utilizar el otro miembro como férula. Para ello,
se debe poner una manta, sábana o una almohada entre las dos
piernas para evitar que existan zonas de presión entre ellas y se
puedan producir lesiones.
INMOVILIZACIÓN EXTREMIDAD INFERIOR
Uno de los sanitarios deberá hacer una suave tracción sobre el
miembro fracturado para tratar de alinearlo. El segundo rescatador
irá colocando un acolchado, sábanas, mantas o almohada entre las
piernas, prestando atención a las prominencias (rodillas y tobillos).
Con vendas o pañuelos se debe sujetar una pierna a la otra. Para pasar
las vendas o pañuelos, se hace por debajo de las rodillas y tobillos,
entre las caderas (a la altura de la mitad del muslo) y entre los
gemelos