información sobre ultraísmo
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Aborda este movimiento literario según el escritor argentino Jorge Luis BorgesTRANSCRIPT
El ultraismo es un movimiento literario nacido en España en 1918, con la declarada intención de
enfrentarse al modernismo, que había dominado la poesía en lengua española desde fines del siglo
XIX.
Con una marcada influencia futurista en sus orígenes, fue a diferencia de éste, un movimiento
estrictamente literario y más específicamente poético, aunque incorporó a sus publicaciones artistas
plásticos de diferentes tendencias, con la característica común de ser vanguardistas.
Características del ultraísmo por Borges en la revista Nosotros, de buenos aires, en 1921
1. Uso de la metáfora.
2. Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles.
3. Abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstanciación, las
prédicas y la nebulosidad rebuscada.
4. Síntesis de dos o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su facultad de
sugerencia.
5. Imágenes y metáforas chocantes, ilógicas, donde destacan el mundo del cine, del deporte,
del adelanto técnico: "Los motores suenan mejor que endecasílabos" (Guillermo de Torre).
6. Tendencia a establecer una disposición tipográfica nueva de las palabras del poema,
pretendiendo de ese modo hacer ver una fusión de la plástica y la poesía.
7. Neologismos, tecnicismos y palabras esdrújulas.
8. Eliminación de la rima.
La expresión «trebejos ornamentales» era una clara referencia al modernismo rubendariano, al que
los ultraístas consideraban recargado de adorno y sin sustancia. El ultraísmo coincidía con las otras
vanguardias en eliminar el sentimentalismo.
La poesía lírica no ha hecho otra cosa hasta ahora que bambolearse entre la cacería de efectos
auditivos o visuales, y el prurito de querer expresar la personalidad de su hacedor. El primero de
ambos empeños atañe a la pintura o a la música, y el segundo se asienta en un error psicológico, ya
que la personalidad, el yo, es solo una ancha denominación colectiva que abarca la pluralidad de los
estados de conciencia. Cualquier estado nuevo que se agregue a los otros llega a formar parte
esencial del yo, y a expresarle: lo mismo lo individual que lo ajeno. Cualquier acontecimiento,
cualquier percepción, cualquier idea, nos expresa con igual virtud; vale decir, puede añadirse a
nosotros... Superando esa inútil terquedad en fijar verbalmente un yo vagabundo que se transforma
en cada instante, el ultraísmo tiende a la meta primicial de toda poesía, esto es, a la transmutación
de la realidad palpable del mundo en realidad interior y emocional.
El manifiesto ultraísta
Los que suscriben, jóvenes que comienzan a realizar su obra, y que por eso creen tener un valor
pleno, de afirmación futura, de acuerdo con la orientación señalada por Cansinos Assens en la
interviú que en diciembre último con él tuvo X. Bóveda en El Parlamentario, necesitan declarar su
voluntad de un arte nuevo que supla la última evolución literaria: el novecentismo.
Respetando la obra realizada por las grandes figuras de este movimiento, se sienten con anhelos de
rebasar la meta alcanzada por estos primogénitos, y proclaman la necesidad de un ultraísmo, para el
que invocan la colaboración de toda la juventud literaria española. Para esta obra de renovación
literaria reclaman, además, la atención de la prensa y de las revistas de arte.
Nuestra literatura debe renovarse; debe lograr su ultra como hoy pretenden lograrlo nuestro
pensamiento científico y político. Nuestro lema será ultra y en nuestro credo cabrán todas las
tendencias, sin distinción, con tal que expresen un anhelo nuevo. Más tarde estas tendencias
lograrán su núcleo y se definirán. Por el momento, creemos suficiente lanzar este grito de
renovación y anunciar la publicación de una revista, que llevará este título de Ultra, y en la que sólo
lo nuevo hallará acogida. Jóvenes, rompamos por una vez nuestro retraimiento y afirmemos nuestra
voluntad de superar a los precursores.
El ultraísmo era afín al creacionismo, del poeta chileno Vicente Huidobro, quien pasó por las
tertulias de los ultraístas. Huidobro pretendía que un poema fuera siempre un objeto nuevo y
distinto a los demás, que debía crearse «como la naturaleza crea un árbol», posición que implicaba
la libertad del poema frente a la realidad, incluida la realidad íntima del autor.