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    Infeccionesintraabdominales

    John E. Mazuski, MD, PhDa,, Joseph S. Solomkin, MDb

    PALABRAS CLAVE

    Infeccin intraabdominal Apendicitis Peritonitis secundaria Peritonitis terciaria Absceso intraabdominal Control del foco Tratamiento antimicrobiano

    Las infecciones intraabdominales suelen ser la consecuencia de la invasin y multi-

    plicacin de bacterias entricas en la pared de una vscera hueca o ms all. Cuando la

    infeccin se propaga a la cavidad peritoneal o a otra regin normalmente estril de la

    cavidad abdominal, se habla de infeccin intraabdominal complicada.1,2 Las infecciones

    intraabdominales complicadas suelen tratarse con una medida radical de control del foco;

    la aplicacin de esta medida para controlar el foco se ha incluido como parte de la definicin

    operativa de infeccin intraabdominal complicada.3 El trmino infeccin intraabdominal

    no complicada est peor definido; habitualmente, se refiere un proceso inflamatorio o a

    una infeccin de la pared de un rgano abdominal, que puede determinar una infeccin

    intraabdominal complicada si no se trata de manera expeditiva. Por eso, se han conside-rado ejemplos de infecciones intraabdominales no complicadas procesos patolgicos,

    como la apendicitis o la colecistitis aguda.

    El uso de esta terminologa resulta problemtico. As, la apendicitis y la colecistitis

    agudas son trastornos de naturaleza inicialmente inflamatoria, asociada a una obstruccin,

    y slo en las fases finales de su evolucin revisten un carcter infeccioso. Ms an, incluso

    en el momento del tratamiento quirrgico, la mayora de las colecistitis agudas siguen

    siendo procesos inflamatorios estriles, ms que infecciones manifiestas. La distincin

    entre infeccin intraabdominal no complicada y complicada se confunde todava ms

    cuando se intenta clasificar la diverticulitis aguda. Esta puede obedecer a una obstruccin

    y a la multiplicacin bacteriana dentro del propio divertculo, en cuyo caso se tratara de unainfeccin no complicada. No obstante, tambin puede deberse a una microperforacin que

    propaga la infeccin al mesenterio, en cuyo caso quizs llegue a una infeccin intraab-

    dominal complicada. Como la mayora de las diverticulitis se tratan de forma conservadora,

    sin un procedimiento para controlar el foco, se consideran no complicadas de acuerdo con

    la versin operativa de la definicin. As pues, para describir las infecciones intraabdomi-

    nales posiblemente sea preferible definir el foco y el grado de propagacin de la infeccin

    Direccin electrnica: [email protected] (J.E. Mazuski).

    aDepartment of Surgery,WashingtonUniversity School of Medicine, CampusBox8109, 660 S. Euclid

    Avenue, Saint Louis, MO 63110-1093, USAb Department of Surgery, University of Cincinnati College of Medicine, 231 Albert B. Sabin Way,

    Cincinnati, OH 45267-0558, USA

    * Autor para correspondencia.

    Surg Clin N Am 89 (2009) 421437

    2010. Elsevier Espaa, S.L. Reservados todos los derechos.

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    ms que apoyarse en trminos inespecficos y confusos como infeccin intraabdominal

    no complicada y complicada.

    La mayora de las infecciones intraabdominales complicadas que tratan los cirujanos con-

    sisten en peritonitis o en abscesos intraabdominales. La peritonitis se subdivide como pri-

    maria, secundaria y terciaria (tabla 1). La peritonitis primaria es una infeccin monomicrobiana,

    en la que no se quiebra la integridad del tubo digestivo.2 La manifestacin ms habitual es laperitonitis bacteriana espontnea, que suele afectar a pacientes con ascitis por hepatopata

    terminal.4 Histricamente se han observado muchas infecciones estreptoccicas o neumo-

    ccicas primarias de la cavidadperitoneal,hoy raras. La peritonitis tambinpuede suceder con

    el uso de los catteres peritoneales permanentes, por ejemplo, para dilisis peritoneal; este

    tipo de peritonitis se considera a veces una peritonitisprimaria, perotambinpuede describirse

    como una entidad independiente.2,5 Las peritonitis primarias y asociadas a los catteres

    suelen ser infecciones monomicrobianas que reciben tratamiento conservador y, en conse-

    cuencia, no se expondrn con ms detalle.

    La peritonitis secundaria se debe a la perforacin de una vscera hueca y es el tipo ms

    frecuente de infeccin intraabdominal complicada tratada por los cirujanos. La peritonitisterciaria es una entidad mal definida. Como mnimo, consiste en una infeccin difusa que

    ocurre tras el fracaso del tratamiento inicial de la peritonitis secundaria. Sin embargo, suele

    reconocerse entre pacientes que han experimentado varios fracasos en las tentativas

    previas para controlar la infeccin intraabdominal.2,6,7 Muchos de estos pacientes pre-

    sentan alteraciones en sus defensas producidas por la infeccin o por enfermedades

    previas.

    Los abscesos intraabdominales pueden aparecer despus de una peritonitis secundaria. En

    realidad, son el resultado final de la respuesta del husped a la peritonitis secundaria y

    representan una evolucin de la infeccin ms que un proceso patolgico diferente. As pues,

    tras la contaminacin de la cavidad peritoneal por perforacin de una vscera hueca, el

    husped reclama los mecanismos normales de defensa que limitan la aparicin y propagacin

    de la infeccin. Las bacterias y el resto de las partculas son eliminadas rpidamente de la

    cavidad peritoneal a travs de una depuracin mecnica: el lquido peritoneal circula dentro de

    la cavidad peritoneal por impulsos de las contracciones diafragmticas y es absorbido por el

    sistema linftico a travs de orificios especializados situados en la cara inferior del diafragma.

    Tabla 1Clasificacin de las peritonitis

    Tipo Definicin Microbiologa

    Primaria Infeccin peritoneal que ocurre sin

    que se interrumpa la integridad del

    tubo digestivo, como consecuencia

    de una siembra hematgena o

    linftica, o por traslocacin

    bacteriana

    Infeccin monomicrobiana por

    miembros gramnegativos de

    Enterobacteriaceae o por

    estreptococos

    Secundaria Infeccin peritoneal asociada a un

    proceso inflamatorio del tubo

    digestivo o de sus extensiones, que

    suele asociarse a perforacinmicroscpica o macroscpica

    Infeccin polimicrobiana por bacilos

    gramnegativos aerobios, cocos

    grampositivos y anaerobios

    entricos

    Terciaria Infeccin peritoneal persistente o

    recidivante que surge tras el

    tratamiento inicial de las peritonitis

    secundarias

    Microorganismos nosocomiales, entre

    ellos bacilos gramnegativos

    resistentes, enterococos,

    estafilococos y levaduras

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    clnica, entre cinco y diez cepas bacterianas,13,14 predominando las especies anaerobias

    sobre las aerobias. Sin embargo, los laboratorios clnicos a veces slo notifican uno a dos

    microorganismos en cada muestra y no aprecian ningn crecimiento del 25 al 50% de las

    muestras;2,15 la mayora de los laboratorios clnicos no realiza una caracterizacin completa de

    las cepas anaerobias aisladas.

    Escherichia colies el microorganismo que ms veces se asla entre pacientes con infec-ciones intraabdominales. Generalmente, el 50% o ms de los pacientes se encuentran

    infectados por este germen.1,13,14 Pueden aislarse otros bacilos entricos gramnegativos,

    como especies de Klebsiella, que probablemente se siten a continuacin, y especies de

    Enterobacter, aunque estas suelen ser mucho ms raras. Los bacilos gramnegativos no

    coliformes, en especial Pseudomonas aeruginosa, se aslan en algunas de las infecciones.

    Los cocos grampositivos representan elementos frecuentes en las infecciones intraabdo-

    minales. Los microbios grampositivos ms aislados corresponden a estreptococos, princi-

    palmente de tipo viridans.1,14 Las especies de Enterococcus se aslan muchas menos veces

    que los estreptococos y se describen del 10 al 20% de los pacientes.1,14,16 La mayora de las

    cepas enteroccicas aisladas entre pacientes con infecciones intraabdominales adquiridas enla comunidad son cepas de Enterococcusfaecalissensibles a la penicilina.17La importancia de

    Enterococcus en las infecciones intraabdominales, sobre todo en las adquiridas en la comu-

    nidad, sigue generando controversia.16

    Los microorganismos anaerobios obligados son componentes esenciales de la mayora de

    las infecciones intraabdominales, aunque los laboratorios clnicos no recuperen o declaren

    estos microorganismos. El microbio anaerobio ms prevalente en las infecciones intraabdo-

    minales es Bacteroides fragilis, que probablemente est presente en una cifra de un tercio a la

    mitad de las infecciones. Otros miembros del grupo de B. fragilis, como B. thetaiotaomicron,

    B. distasonis, B. vulgatus, B. ovatus y B. uniformis, quizs se den en un porcentaje equivalente

    de pacientes. Los anaerobios, entre ellos Peptostreptococcus, Peptococcus, Eubacteria,

    Fusobacterium y especies de Clostridium, tambin contribuyen a estas infecciones.1,13,14,18

    La microbiologa de las infecciones intraabdominales se altera significativamente entre los

    pacientes expuestos a entornosasistenciales.Esta alteracin puede obedecer a la adquisicin

    de patgenos nosocomiales o reflejar una seleccin de microorganismos resistentes

    debido al tratamiento antimicrobiano previo. Pero la flora gastrointestinal normal se modifica

    mucho entre los pacientes hospitalizados. Reddy et al.19 encontraron una colonizacin por

    Enterobacteriaceae y Candida del 16% y del 31%, respectivamente, de pacientes no selec-

    cionados sometidos a intervenciones quirrgicas. Marshall et al.20 probaron la colonizacin

    casi universal de los tramos altos del tubo digestivo de pacientes quirrgicos en estado crtico;

    los microorganismos patgenos hallados comprendan Enterobacteriaceae, cocos grampo-

    sitivos y levaduras.As pues, si se compara con las infecciones intraabdominales adquiridas en la comunidad,

    los pacientes que contraen infecciones intraabdominales despus de la ciruga presentan una

    frecuencia relativa diferente de gramnegativos: E. colise asla menos veces y Enterobactery

    Pseudomonas, ms. De manera anloga, el aislamientode estreptococos disminuye, mientras

    que aumenta el de Enterococcus en estos casos.15,21 Los hongos, en particular Candida

    albicans, tambin se dan con cierta frecuencia entre pacientes ingresados con infecciones

    intraabdominales.22,23

    Esta deriva hacia un grupo de microorganismos ms resistentes alcanza el c enit entre los

    pacientes con peritonitis terciaria que han recibido varios ciclos de antibiticos.6,7 Estos pa-

    cientes pueden sufrir infecciones intraabdominales producidas por patgenos gramnegativosmultirresistentes, como Pseudomonas y Acinetobacter, enterococos, en especial E. faecium,

    el ms resistente, ya que algunas cepas de E. faecium muestran resistencia a la vancomicina,

    estafilococos, incluidos los estafilococos coagulasa-negativos y Staphylococcus aureus, la

    mayora de ellos resistentes a meticilina, y levaduras, incluidas algunas especies distintas de

    C. albicans.2426

    Mazuski y Solomkin424

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    CONTROL DEL FOCO

    El control del foco es el trmino general reservado a las intervenciones empleadas para con-

    trolar o eliminar el foco de la infeccin intraabdominal. Marshall1 ha descrito este control como

    el drenaje de los abscesos o colecciones lquidas infectadas, el desbridamiento del tejido

    necrtico infectado y las medidas definitivas para controlar un foco de contaminacinmicrobiana mantenida y restablecer la anatomay la funcin. El control del foco de infecciones

    intraabdominales no complicadas, como apendicitis o colecistitis no perforadas, debera

    erradicar por completo el foco infeccioso y evitar, en consecuencia, la propagacin de los

    microorganismos patgenos hacia la cavidad peritoneal. Sin embargo, en las infecciones

    intraabdominales complicadas, las propias intervenciones para el control del foco no logran

    erradicar por completo todo el material infectado, si bien el objetivo ha de consistir en reducir lo

    suficiente el inculo infeccioso para que el tratamiento antiinfeccioso adicional erradique por

    completo la infeccin. Dada la importancia del control del foco en las infecciones intraabdo-

    minales, la incapacidad de lograr un control suficiente supone un empeoramiento de la evo-

    lucin clnica con un incremento en las tasas de fracaso teraputico y de la mortalidad.

    27,28

    A pesar de la primaca percibida del control del foco en el tratamiento de las infecciones

    intraabdominales, se ha observado una tendencia al uso de mtodos menos agresivos de

    control del foco e incluso al aplazamiento o evitacin de ese tipo de procedimientos en

    condiciones especiales. As pues, para tratar las apendicitis y colecistitis agudas se aplican

    ampliamente tcnicas quirrgicas mnimamente invasivas, y para tratar la mayora de los

    abscesos intraabdominales se utilizan intervenciones percutneas de drenaje guiadas con

    tcnicas de imagen.29,30 El tratamiento conservador inicial ha representado durante mucho

    tiempo la norma para la mayora de los pacientes con una diverticulitis aguda localizada.

    Muchos pacientes con una apendicitis perforada, que presentan un flemn inflamatorio o un

    pequeo absceso, tambin pueden recibir un tratamiento conservador parecido. Estas tc-

    nicas menos cruentas podran reducir las complicaciones asociadas a la ciruga mayor. Sin

    embargo, evitar las complicaciones quirrgicas tiene muy poca utilidad si el paciente acaba

    sucumbiendo a una infeccin intraabdominal tratada de forma inadecuada. Por eso, se

    precisan investigaciones cuidadosas para reconocer a los pacientes que pueden aspirar a

    este tipo de tratamiento y delimitar con mayor nitidez los riesgos y ventajas relativas del

    aplazamiento o de la eliminacin del control definitivo del foco como parte del tratamiento

    integral.

    Control del foco en la apendicitis

    El tratamiento de la apendicitis supone un buen ejemplo de un posiblecambio de paradigma enel control del foco.La apendicitises la infeccinintraabdominal que ms tratan los cirujanos. La

    apendicectoma temprana se consideraba esencial para combatir esta enfermedad, al menos

    durante el siglo pasado. Esta prctica se basaba, en parte, en la teora de que ocurra una

    progresin inexorable desde la obstruccin de la luz apendicular por el apendicolito, con la

    consiguiente distensin y sobrecrecimiento bacteriano en su interior, hasta la gangrena o

    perforacin del apndice y la peritonitis grave. Sin embargo, este concepto fisiopatolgico de

    la apendicitisse ha puesto en duda y los resultados de ensayos clnicos recientes cuestionan si

    la evolucin natural de la enfermedad pasa inevitablemente por la progresin hacia la perfo-

    racin y una peritonitis potencialmente mortal.31,32

    El aplazamiento de la apendicectoma en la apendicitis aguda ha sido descrito de formaintermitente en la bibliografa quirrgica como una opcin teraputica, aunque casi siempre

    en el contexto de un tratamiento extraordinario. Una referencia muy citada alude a una serie

    de nueve militares con apendicitis aguda que respondieron satisfactoriamente al trata-

    miento conservador exclusivo con antibiticos.33 Posteriormente, en un estudio piloto

    aleatorizado y prospectivo se comprob que la mayora de los pacientes con apendicitis

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    aguda podan recibir tratamiento conservador slo con antibiticos, aunque era frecuente

    la recidiva tarda de la enfermedad.34 En 2005 se public un ensayo controlado, aleatori-

    zado y prospectivo sobre el seguimiento del tratamiento conservador de la apendicitis.35

    En este estudio se reclut a 252 hombressuecos con apendicitis aguda, supuestamente no

    perforada de acuerdo con la clnica. En este estudio se compar el tratamiento quirrgico

    inmediato de 124 pacientes frente al tratamiento conservador inicial de 128; estos ltimosrecibieron tratamiento antibitico por va intravenosa durante 2 das y luego tratamiento

    antibitico por va oral en rgimen ambulatorio durante 10 das, y slo fueron operados si el

    cuadro clnico no experimentaba una mejora en las 24 h siguientes al ingreso. En total, 15 pa-

    cientes (12%) de los aleatorizados al tratamiento conservador inicial se sometieron a

    apendicectoma temprana. Siete pacientes de este grupo (5% del grupo tratado) presentaban

    un apndice perforado en el quirfano. Entre los pacientes aleatorizados para la ciruga

    inmediata, seis (5%) sufran una apendicitis perforada. As pues, la perforacin no pareci

    aumentar de manera espectacular tras retrasar 24 h la operacin de los pacientes sin res-

    puesta. Al cabo de 1 ao de seguimiento, otros 16 pacientes (15%) aleatorizados al grupo de

    tratamiento conservador inicial se haban sometido a apendicectoma por una apendicitisrecidivante; esta operacin tuvo lugar 4 meses, por trmino medio, despus del reclutamiento

    inicial para el estudio. En suma, 1 ao ms tarde, el tratamiento conservador haba resultado

    satisfactorio para el 76% (97/128) de los pacientes aleatorizados al grupo de tratamiento

    conservador inicial.

    A pesar de que estos datos hacen pensar que el tratamiento conservador de la apen-

    dicitis aguda resulta seguro, hay mucha informacin que tambin documenta la seguridad

    de la apendicectoma para estos pacientes. La tasa total de mortalidad de los pacientes

    apendicectomizados por una apendicitis no perforada represent 0,8 por 1.000 pacientes

    en Suecia; esta tasa excedi del 10 por 1.000 (1%) slo en los pacientes de 70 o ms

    aos.36 La mortalidad para los de 20 a 59 aos se increment 1,8 veces, en comparacin

    con la de la poblacin general, pero este aumento no alcanz significacin estadstica. La

    incidencia de obstruccin del intestino delgado, tributaria de tratamiento quirrgico,

    despus de la apendicectoma se estudi en otro estudio sueco con un diseo de casos y

    controles.37 A los 30 aos, slo el 0,75% de los pacientes apendicectomizados por una

    apendicitis no perforada haban sido operados por obstruccin del intestino delgado; entre

    los testigos emparejados sin apendicectoma, la tasa correspondiente era de 0,21%. Se

    ignora la tasa de pacientes que haban recibido tratamiento conservador de la apendicitis

    aguda. Estos datos denotan, por tanto, que el tratamiento quirrgico tradicional y el

    abordaje conservador inicial constituyen opciones viables para combatir la apendicitis no

    perforada aguda.

    El tratamiento de la apendicitis perforada tambin est cambiando. Tradicionalmente se harecomendado la apendicectoma a todos los pacientes con apendicitis perforada, excepto a

    aquellos con un absceso periapendicular; en estos casos se aconseja tratamiento con anti-

    microbianos y drenaje del absceso, procedindose a la apendicectoma posterior en el

    intervalo. Hoy se encuentran debatidos muchos aspectosde estetratamiento,sobre todo para

    los casos de apendicitis perforada que presentan un flemn periapendicular o una masa

    inflamatoria en la regin del apndice.

    En un reciente metaanlisis de Andersson y Petzold,38 se calcul que esta complicacin

    ocurra en un 3,8% de los casos de apendicitis. Habitualmente, estos enfermos han sufrido

    sntomas durante varios das y no acuden en la fase aguda. Dada la inflamacin extensa

    alrededor del ciego, el tratamiento quirrgico de estos pacientes obliga, a veces, a unaintervencin ms compleja que la simple apendicectoma (p. ej., ileocecectoma o hemico-

    lectoma derecha). As pues, se ha reavivado el inters por el tratamiento exclusivo con anti-

    biticos, de manera anloga al que se aplica en la diverticulitis aguda, con la esperanza de

    evitar una intervencin quirrgica ms morbosa y difcil.

    Andersson y Petzold38, en su metaanlisis sobre el tratamiento conservador de la apendicitis

    perforada con absceso o flemn apendiculares, observaron que el 19,7% de estos pacientes

    Mazuski y Solomkin426

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    se haban sometido al drenaje de un absceso asociado a la apendicitis y que ms del 80%

    haban sido tratados sin ninguna medida para el control del foco, en muchos casos porque no

    exista absceso o porque era demasiado pequeo o inaccesible al drenaje. De todas maneras,

    la tasa de fracaso de esta modalidad inicial conservadora slo alcanz un 7,2% en las series

    combinadas. En los estudios comparativos sobre el tratamiento conservador inicial y la ope-

    racin inmediata, el primero comport un descensocasi triple de la morbilidad en comparacincon el segundo (13,5 frente al 35,6%). As pues, los resultados indican que la modalidad

    conservadora es adecuada y puede preferirse para los pacientes con apendicitis perforada

    que acuden con un absceso o un flemn.

    Segn el metaanlisis de Andersson y Petzold,38 los centros que practicaban la apendi-

    cectoma en el intervalo por sistema describieron una morbilidad de esta operacin del 11%.

    Sin embargo, en aquellos centros que no programaban por sistema la apendicectoma en el

    intervalo, la apendicitis recidivante apareci en un 7,4% de los pacientes tratados de manera

    conservadora; la mayor parte de las recidivas tuvieron lugar en los seis primeros meses. En

    consecuencia, el bajo riesgo de apendicitis recidivante y la morbilidad de la apendicectoma en

    el intervalo constituyen argumentos en contra de la aplicacin sistemtica de esta ltima a lamayora de los pacientes que responden al tratamiento conservador de un absceso o flemn

    periapendiculares.

    Control del foco en la peritonitis difusa grave

    En el extremo opuesto del espectro en el que se sitan los pacientes con un riesgo favo-

    rable y un proceso localizado, como la apendicitis, aparecen otros con una peritonitis

    difusa grave. Estos ltimos precisan una exploracin abdominal urgente para controlar el

    foco infeccioso. Sin embargo, en estos casos se aconseja cada vez ms un enfoque de

    control de daos con un plan para repetir la laparotoma en otro momento. As pues, si elpaciente presenta un shock sptico u otras alteraciones fisiolgicas relevantes, la colo-

    cacin de anastomosis o de estomas puede postergarse a una operacin posterior. Por

    otro lado, con la reposicin intensiva de lquidos, algunos de estos pacientes corren riesgo

    de experimentar un sndrome compartimental abdominal, motivo por el que habra que

    demorar el cierre definitivo del abdomen. Por ltimo, si se duda de la viabilidad intestinal,

    parece aconsejable una laparotoma para efectuar un segundo examen. Mucho ms

    controvertida, resulta, sin embargo, la aplicacin de la laparotoma programada de control

    a los pacientes con peritonitis difusa que no muestran ninguna de estas indicaciones para

    la nueva intervencin. Van Ruler et al.39 describieron recientemente los resultados de un

    ensayo prospectivo en el que se compar la laparotoma programada de control cada 36 a48 h con una laparotoma repetida basada en indicaciones clnicas en 232 pacientes que

    presentaban peritonitis secundaria y una puntuacin APACHE-II (Acute Physiology and

    Chronic Health Evaluation) superior a 10. La nueva laparotoma programada no origin un

    descenso de la mortalidad ni de la morbilidad principal y se asoci a un incremento del

    coste y del uso de los recursos sanitarios. En consecuencia, la laparotoma obligatoria de

    control no parece ayudar a la mayora de los pacientes con una peritonitis secundaria

    difusa, en ausencia de una indicacin clara de la misma.

    TRATAMIENTO ANTIMICROBIANO

    El tratamiento antimicrobiano se considera, en general, un complemento del control adecuado

    del foco en las infecciones abdominales. Sin embargo, cuando se difiere el control del foco, el

    tratamiento antimicrobiano desempea una misin ms contundente.

    El principio general que subyace al tratamiento antimicrobiano de los pacientes con

    infecciones intraabdominales consiste en utilizar frmacos con eficacia frente a los bacilos

    gramnegativos aerobios o anaerobios facultativos, los cocos aerobios grampositivos y los

    Infecciones intraabdominales 427

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    microorganismos anaerobios obligados que suelen ocasionar estas infecciones.4042 La

    importancia de la cobertura antibitica se ha verificado en dos estudios recientes, en los

    que se encontraron tasas ms altas de fracaso al aplicar a los pacientes regmenes que

    carecan de cobertura frente a anaerobios.43,44 Varios antimicrobianos, solos o combi-

    nados, muestran una actividad razonable frente a las bacterias entricas aerobias y

    anaerobias ms comunes y se pueden usar en esta indicacin. Los regmenes dotados deesta actividad que se han utilizado para tratar las infecciones intraabdominales se enu-

    meran en el cuadro 1.

    Hay que tener en consideracin ciertos factores a la hora de elegir los regmenes anti-

    microbianos especficos para tratar a los pacientes con infecciones intraabdominales, por

    ejemplo consideraciones sobre la eficacia, toxicidad, prevencin del dao colateral y costo.

    El ms importante de todos ellos es la eficacia. No obstante, a pesar de losnumerosos ensayos

    comparativos entre distintos regmenes antimicrobianos, no hay demasiada evidencia de que

    uno de ellos resulte ms eficaz que los dems a la hora de combatir las infecciones intraab-

    dominales.4042

    La incapacidad para reconocer los regmenes ms adecuados podra deberse al poderlimitado de estos ensayos prospectivos para reconocer verdaderamente las diferencias. En

    general, los sujetos reclutados en los ensayos clnicos presentan una enfermedad poco aguda

    y un pronstico favorable45 y los propios ensayos son diseados como estudios de no

    inferioridad, porlo que no resulta probable descubrir grandes diferencias en la eficaciade uno

    u otro rgimen.46 De cualquier manera, la semejanza en la eficacia de los distintos regmenes

    antimicrobianos no parece ser simplemente una cuestin de recogida inadecuada de datos.

    En un estudio reciente con una amplia base multicntrica de datos sobre 6.056 pacientes que

    haban padecido infecciones intraabdominales complicadas, tambin se seal la escasa

    diferencia de eficacia entre los distintos regmenes, con excepcin de los que carecan de una

    cobertura efectiva contra los anaerobios.44

    No obstante, algunos datos reclaman cierta prudencia a la hora de usar determinados

    antimicrobianos. Por ejemplo, el uso de los regmenes basados en aminoglucsidos, la

    referencia histrica para tratar a los pacientes con infecciones intraabdominales, se ha

    cuestionado en un metaanlisis, segn el cual estos regmenes resultan, en verdad, menos

    adecuados que otros de referencia.47 El aumento en la aparicin de resistencias bacte-

    rianas, incluidas las infecciones adquiridas en la comunidad, tambin podra hacer que se

    evitaran ciertos antimicrobianos. La resistencia in vitro de E. coli a este antibitico se ha

    sealado en el 45% de las cepas aisladas en todo el mundo de pacientes con infeccin

    intraabdominal; esta elevada resistencia tambin se manifestaba entre pacientes que

    haban probablemente sufrido infecciones intraabdominales adquiridas en la comunidad.

    La mayor resistencia de E. coli al ciprofloxacino qued asimismo documentada en esteestudio, pero esta cuestin quiz no revista la misma importancia en Norteamrica y

    Europa que en otras regiones del mundo.48 A menudo se aprecian cepas gramnegativas

    con una elevada resistencia a diversos antibiticos entre pacientes con infecciones

    intraabdominales nosocomiales, por ms que estos microbios problemticos tambin se

    reconozcan en determinados supuestos en infecciones adquiridas en la comunidad.48,49

    La resistencia in vitro de B. fragilis a varios antibiticos, como la clindamicina y las cefa-

    losporinas con actividad antianaerobia, est bastante extendida, a pesar de que su

    importancia clnica siga debatindose.46,50,51

    En los estudios retrospectivos se ha reconocido la resistencia bacteriana como un factor de

    riesgo para el fallo del tratamiento y la mortalidad de los pacientes con infecciones intraab-dominales complicadas. Krobot et al.52 observaron que el 26% de todas las cepas, el 26% de

    las cepas gramnegativas y el 22% de las cepas de E. colide los pacientes con infecciones

    adquiridas en la comunidad mostraban resistencia a algunos antimicrobianos frecuentes. Ms

    an, el uso de un rgimen emprico que no cubra estas bacterias resistentes se asociaba a un

    incremento del riesgo de fracaso teraputico mayor del doble, si bien no aument la mortali-

    dad. En un antiguo estudio sobre pacientes crticos con infecciones postoperatorias,

    Mazuski y Solomkin428

  • 8/3/2019 infciones intrabdominl

    9/17

    Cuadro 1Antimicrobianos para tratar las infecciones intraabdominales

    En monoterapia

    Asociaciones de betalactmicos/inhibidores de beta-lactamasa

    Ampicilina/sulbactama,b

    Piperacilina/tazobactamc

    Ticarcilina/cido clavulnico

    Carbapenmicos

    Doripenemc

    Ertapenem

    Imipenem/cilastatinac

    Meropenemc

    Cefalosporinas antibiticas

    Cefotetnb

    Cefoxitinab

    Fluoroquinolona

    Moxifloxacino

    Glicilciclina

    Tigeciclina

    Regmenes combinadosRegmenes basados en cefalosporinas

    Cefalosporina de primera o segunda generacin (cefazolina o cefuroxima) ms

    metronidazol

    Cefalosporinas de tercera o cuarta generacin (cefotaxima, ceftriaxona, ceftazidima,c

    cefepimac) ms metronidazol o clindamicinab

    Regmenes basados en monobactam

    Aztreonamd ms clindamicinab o aztreonam ms metronidazol ms vancomicina

    Regmenes basados en fluoroquinolonas

    Ciprofloxacinoc o levofloxacino ms metronidazol

    Regmenes basados en aminoglucsidose

    Amikacina, gentamicina, netilmicina o tobramicina ms metronidazol o clindamicinab

    a Este preparado puede no resultar ptimo por el aumento de las resistencias de E. coli.b Con este preparado se ha observado una mayor resistencia de B. fragilis y otros anaerobios.c Este antibitico de amplio espectro est sobre todo indicado para los pacientes con

    infecciones ms graves.d Como el aztreonam no posee una actividad apreciable frente a los microorganismos

    grampositivos, debe utilizarse en combinacin con un agente dotado de esta actividad

    (clindamicina o vancomicina).e Debido a su toxicidad y posibles efectos secundarios, estos agentes ya no se consideran

    como tratamiento de primera lnea de las infecciones intraabdominales.

    Infecciones intraabdominales 429

  • 8/3/2019 infciones intrabdominl

    10/17

    Montravers et al.53hallaron, sinembargo, que la mortalidad se duplicaba si el rgimen emprico

    inicial resultaba retrospectivamente inadecuado (es decir, careca de actividadin vitro frente

    a algunos microorganismos patgenos finalmente aislados). Esta duplicacin de la mortalidad

    con el tratamiento inadecuado se parece a la descrita en estudios de vigilancia de la eficaciade

    los regmenes antimicrobianos empricos en otras indicaciones, sobre todo en la neumona

    asociada al respirador.54

    En resumen, los datos acerca de la importancia de la seleccin del antimicrobiano

    pueden parecer a primera vista contradictorios. En muchos estudios parece escasa la

    influencia que tiene el rgimen antimicrobiano sobre la evolucin final de los pacientes con

    infecciones intraabdominales, mientras que otros sealan que un tratamiento anti-

    microbiano emprico inicial inadecuado puede surtir un efecto nocivo sobre la evolucin.

    Esta contraindicacin podra explicarse, hasta cierto punto, considerando la natural-

    eza dicotmica de estas infecciones. En una primera aproximacin, hay dos grupos

    de pacientes con infecciones intraabdominales. El primero est formado por muchos

    pacientes con un proceso localizado, como una apendicitis perforada. Estos pacientes

    suelen sufrir infecciones intraabdominales adquiridas en la comunidad. Las bacterias queinvaden estas infecciones casi siempre son sensibles a la mayora de los antimicrobianos,

    salvo algunas cepas bacterianas resistentes ya establecidas en la comunidad, por ejemplo

    E. coliresistente a ampicilina/sulbactam. Estos pacientes corren un riesgo bajo de fracaso

    teraputico y mortalidad. En estas ocasiones, la eleccin de los antimicrobianos espec-

    ficos posiblemente no desempee una misin trascendente para el resultado final o el

    fracaso del programa teraputico global.55

    A diferencia de estos pacientes con menor riesgo, algunos enfermos con un riesgo ms

    alto suelen presentar una peritonitis difusa grave, peritonitis postoperatoria o peritonitis

    terciaria. Es mucho ms probable que estos pacientes sufran una evolucin adversa ante la

    infeccin. Los anlisis multivariables permiten reconocer los factores de riesgo que

    caracterizan a este grupo ms vulnerable de pacientes. Sin embargo, en estos anlisis, los

    factores fundamentales de riesgo se relacionaban habitualmente con las enfermedades

    asociadas del paciente y con su respuesta biolgica a la infeccin.46,56 Por este motivo, las

    puntuaciones APACHE II, que se basan en los dos componentes, suelen ser los marca-

    dores ms reproducibles del fracaso teraputico y de la muerte de pacientes con infec-

    ciones intraabdominales.46 Por desgracia, esta puntuacin da poca informacin acerca de

    si se podra alterar el tratamiento de los pacientes con mayor riesgo. No obstante, el hecho

    de que los enfermos con un riesgo ms alto, que sufren infecciones intraabdominales,

    tengan ms probabilidad de sufrir una infeccin por microorganismos resistentes y el que

    estos ltimos aumenten el riesgo de fracaso teraputico y muerte del paciente, hacen

    pensar que sera preferible modificar el tratamiento antimicrobiano emprico para cubrirmejor estos microorganismos potencialmente resistentes.52,53,5760

    Por eso, las directrices publicadas recomiendan distintos enfoques del tratamiento anti-

    microbiano para los pacientes con un riesgo bajo de infeccin abdominal frente a aquellos

    con un riesgo ms alto. Si el paciente con una infeccin intraabdominal adquirida en la

    comunidad muestra un riesgo leve o moderado de fracaso teraputico, las directrices

    recomiendan empezar con antimicrobianos de un espectro ms estrecho. El rgimen

    escogido ha de satisfacer el principio de cubrir los patgenos aerobios y anaerobios

    habituales de estas infecciones, como E. coliy B. fragilis. Adems, si el patgeno bacteriano

    resistente a un determinado antibitico se asla con frecuencia en una comunidad local, se

    evitar ese antibitico como tratamiento emprico inicial. La finalidad que tiene aplicarpreparados de espectro ms reducido a este grupo de pacientes es preservar la utilidad de

    los preparados de espectro ms amplio, enumerados en el cuadro 1, para tratar a los

    pacientes de mayor riesgo que tienen ms probabilidades de presentar patgenos resis-

    tentes y difciles de tratar.40,41

    Mazuski y Solomkin430

  • 8/3/2019 infciones intrabdominl

    11/17

    La medida aconsejada para estos pacientes de mayor riesgo es utilizar un agente o agentes

    con actividad frente a una serie amplia de bacilos gramnegativos y microorganismos anae-

    robios. Estos regmenes comprenden piperacilina/tazobactam; carbapenmicos de amplio

    espectro, entre ellos imipenem/cilastatina, meropenem y doripenem, cefalosporinas de ter-

    cera o cuarta generacin ms metronidazol y ciprofloxacino ms metronidazol. Este rgimen

    se puede emplear en casos selectos para ofrecer una cobertura de Enterococcus, levaduras ycocos grampositivos resistentes.40,41

    El tratamiento emprico de las infecciones por especies de Enterococcus no se aconseja por

    sistema a los pacientes con infecciones intraabdominales adquiridas en la comunidad. No

    obstante, Enterococcus se asla ms veces entre los pacientes con infecciones intraabdo-

    minales adquiridas en el hospital y supone un factor de riesgo para el fracaso teraputico y la

    muerte de estos enfermos.15,21,53,61,62 Por eso, hay que plantear la cobertura de las especies

    de Enterococcus en los pacientes con un riesgo ms alto, sobre todo, los que contraen

    infecciones postoperatorias o se han expuesto recientemente a antimicrobianos de amplio

    espectro.40,41,63

    Los pacientes recin operados, sobre todo si han recibido antibiticos de amplio espectro,corren asimismo riesgo de sufrir infecciones invasivas por Candida.64 Los pacientes con un

    riesgo particularmente elevado de peritonitis por Candida son aquellos con perforaciones

    gastrointestinales recurrentes y con pancreatitis tratada por va quirrgica.22,23 Se ha

    demostrado que el uso emprico de fluconazol aport un efecto beneficioso en un ensayo

    prospectivo realizado con estos pacientes de mayor riesgo.65 En general, los pacientes con

    infecciones intraabdominales adquiridas en la comunidad no precisan tratamiento anti-

    micticoemprico,40,41pero este se puede planteara los pacientes cuya enfermedad de base y

    cuyos antecedentes de infeccin y exposicin a los antimicrobianos los coloquen ante un

    importante riesgo de infeccin intraabdominal nosocomial secundaria a Candida.

    Por ltimo, los pacientes con peritonitis terciaria pueden presentar infecciones por

    microorganismos sumamente resistentes, como estafilococos coagulasa-negativos y coa-

    gulasa-positivos resistentes a meticilina, enterococos resistentes a vancomicina, bacterias

    gramnegativas multirresistentes y especies distintas de C. albicans. Estos enfermos suelen

    precisar varios regmenes antibiticos. Los preparados se escogern de manera emprica en

    funcin de los microorganismos nosocomiales ms probables en el entorno local.40,41,60 Una

    medida razonable ante estos casos es proporcionar, al principio y de manera emprica, anti-

    microbianos de amplio espectro para luego bajar un peldao o estrechar el tratamiento segn

    los resultados definitivos del cultivo.66

    Ms all de las consideraciones de eficacia, otros factores que intervienen en la selec-

    cin de los antimicrobianos son la toxicidad de un determinado rgimen y su propensin a

    la creacin de dao colateral. La preocupacin por la ototoxicidad y nefrotoxicidad de losaminoglucsidos ha limitado su uso en el tratamiento de las infecciones intraabdomina-

    les.47 Hay casos en los que los antecedentes de reaccin a un antibitico de un determi-

    nado grupo, como la penicilina, lleva a la administracin de un medicamento alternativo. La

    cuestin del dao colateral referida a la aparicin de bacterias causantes de resistencia o

    sobre infeccin en los pacientes y en el centro es ms difcil de evaluar. La aparicin de

    bacterias resistentes y las epidemias de enfermedad asociada a Clostridium difficile se han

    atribuido al uso por exceso de algunos antibiticos,67 pero podran resultar especficas de

    un determinado centro o contexto. De cualquier manera, cuando la evidencia epidemio-

    lgica revela que un determinado antimicrobiano se asocia a la propagacin de micro-

    organismos resistentes o a la aparicin de sobreinfecciones importantes, parece prudentelimitar su uso en ese centro.

    Una de lasvas msimportantes para limitar el dao colaterales recortar el uso innecesario

    de antibiticos.6870 La evidencia de que no se precisa un tratamiento antimicrobiano

    prolongado resulta cada vez ms patente en la mayora de las infecciones intraab-

    Infecciones intraabdominales 431

  • 8/3/2019 infciones intrabdominl

    12/17

    dominales.40,41,71Unadelasmanerasdelimitarlosantibiticosessuspenderlosunavezqueha

    ocurrido la defervescencia, se ha normalizado el recuento leucocitario y ha retornado la acti-

    vidad gastrointestinal.72,73 Otra posibilidad es fijar una duracin mxima de no ms de 4 das,

    en lugar de los siete o ms habituales. Los ensayos prospectivos revelan que esta modalidad

    permite reducir la duracin del tratamiento antibitico sin modificar la evolucin clnica.7476

    As pues, la retirada rpida del tratamiento antibitico podra mejorar la evolucin de los pa-cientes con infecciones intraabdominales, al limitar el dao colateral asociado al tratamiento

    antimicrobiano excesivo.

    RESULTADOS CLNICOS

    El tratamiento de los pacientes con infecciones intraabdominales complicadas mediante

    una combinacin de un control adecuado del foco y un tratamiento antimicrobiano idneo

    produce resultados satisfactorios, segn se admite de forma general. Los ensayos clnicos

    actuales han revelado una curacin del 78 al 86% de los pacientes clnicamente evaluables

    y sealado una mortalidad total del 2 al 3% de todos los pacientes reclutados.7779 Sin

    embargo, los datos de los ensayos clnicos publicados no son representativos de la

    morbilidad y mortalidad verdaderas de estas infecciones. Los pacientes con apendicitis

    perforada suelen encontrarse representados por exceso en los ensayos clnicos;46 la

    mortalidad de la apendicitis perforada es baja, si se compara con la de los pacientes con

    infecciones intraabdominales por otros focos.36,56,80 El paciente reclutado para un ensayo

    clnico, que presenta una infeccin a partir de un foco distinto al apndice, tambin muestra

    con toda probabilidad mejor pronstico que el paciente tpico que acude con una infeccin

    intraabdominal. Despus de excluir a los pacientes con apendicitis, Merlino et al.45 hallaron

    que la tasa de curacin de los pacientes con infecciones intraabdominales reclutados en

    los ensayos clnicos era mucho mayor que la de los pacientes no reclutados (79 frente al41%) y que la tasa de mortalidad resultaba mucho menor (10 frente al 33%). Los estudios

    epidemiolgicos sobre pacientes con infecciones intraabdominales, enlosqueseincluya

    pacientes graves, indican unas tasas de mortalidad del 17 al 32%.46 En una encuesta de

    mbito estatal sobre pacientes con infecciones intraabdominales complicada de Nuevo

    Mxico se obtuvo una tasa total de mortalidad del 6%, una tasa de abscesos post-

    operatorios del 10% y una tasa de reintervenciones del 13%; la mortalidad de los pacientes

    con apendicitis perforada lleg al 1% y la de aquellos con una infeccin intraabdominal por

    un foco no apendicular, al 13%.81 As pues, a pesar de los resultados aparentemente

    buenos descritos en los ensayos clnicos, las infecciones intraabdominales complicadas

    siguen produciendo una morbilidad y mortalidad considerables, sobre todo para lospacientes con una infeccin de un foco no apendicular y otros factores de riesgo que

    comportan un pronstico ms sombro.

    RESUMEN

    Infeccin intraabdominal es un trmino que se aplica a diversas infecciones habi-

    tualmente descritas como peritonitis o absceso intraabdominal. El pronstico de estas

    infecciones vara mucho, segn el foco infeccioso, las reservas fisiolgicas del paciente y la

    extensin del tratamiento previo. Los principios teraputicos siguen consistiendo en res-

    tablecer la perfusin sistmica mediante la reposicin de lquidos y en medidas com-plementarias para combatir la sepsis, el control del foco para prevenir la contaminacin

    microbiana mantenida y el uso de un tratamiento antimicrobiano adecuado dirigido contra

    las bacterias entricas. En los ltimos aos se han observado pocos cambios de este

    paradigma teraputico, aunque est ganando adeptos el tratamiento conservador de

    Mazuski y Solomkin432

  • 8/3/2019 infciones intrabdominl

    13/17

    pacientes cuidadosamente elegidos con un foco infeccioso bien controlado. El tratamiento

    antimicrobiano debera estratificarse en cada caso. Los pacientes con una infeccin

    intraabdominal adquirida en la comunidad han de recibir antibiticos con un espectro

    ms reducido que proporcione cobertura frente a los microorganismos comunes gram-

    negativos y grampositivos aerobios y anaerobios obligados que suelen encontrarse en

    estas infecciones. En cambio, los pacientes con un riesgo ms alto, sobre todo aquelloscon infecciones intraabdominales nosocomiales, podran beneficiarse de un rgimen

    emprico con un espectro ms amplio que incluyera el uso selectivo de agentes eficaces

    frente a los microorganismos gramnegativos resistentes, especies de Enterococcus y

    especies de Candida. Este rgimen debera reducirse en cuanto se dispusiera de los

    resultados definitivos del cultivo. La duracin del tratamiento antimicrobiano debera

    limitarse a no ms de 4 o 5 das en la mayora de los casos con una respuesta clnica

    satisfactoria, para reducir el riesgo de sobreinfeccin y la aparicin de bacterias suma-

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