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CIUDADANIA E INFANCIA EN CHILECarolina Muñoz Guzmán

Trabajadora Social Master in Social Work Boston College

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Artículo: Ciudadanía e Infancia

Discutir las dificultades que la sociedad chilena y su gobierno pueden enfrentar para lograr transitar desde una perspectiva de la anomalía, o como ha sido definida, de la irregularidad social, a una perspectiva de derechos, considerando el histórico centralismo prevaleciente en el desarrollo de la política social chilena; sumado al carácter de nuestra sociedad, enmarcada por visiones conservadoras sobre los derechos, la ciudadanía, y la relación de estos conceptos con los NNA, especialmente cuando éstos son pobres.

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¿Por qué?

La implementación no reconoce las distintas subjetividades que operan en el contexto, se establece una distancia insalvable entre el discurso y el contexto que condena al fracaso de las políticas.

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Perspectiva

El artículo reconoce la centralidad del lenguaje en la representación y constitución de la realidad social, y define la noción de discurso como “estructuras de conocimiento a través de las que entendemos, explicamos y decidimos cosas”

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Bajo esta visión, al artículo busca identificar los principales factores que deben ser considerados para dialogar con la sociedad chilena y los implementadores de la política desde el nuevo discurso y la perspectiva de derecho que subyace a la Protección Integral de la Infancia.

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I. Implementación de Políticas Sociales

Centralismo (sectorializado, dirigido por gobierno central, designación de autoridades locales; concentración demográfica -40% 2002-; de inversión y consumo 48,7% PGB el 2000)

Democracia protegida: Amarres constitucionales (sistema binominal, definición de descentralización), Presidencialismo

Racionalismo

Inconsistencia primera: discurso de derecho vs.Racionalismo, centralismo y verticalidad

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Inconsistencia segunda:El éxito en la implementación de la política depende dela iniciativa local y de individuos. La literatura sobreimplementación establece un gran desafío para elproceso de implementación: integrar el mundo macrode los policy makers con el mundo micro de losimplementadores individuales”; entonces, alcanzar eléxito de las nuevas metas de la política puede serparticularmente demandante bajo la existencia de unescenario de implementación más bien contradictoriocomo es el caso chileno:

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El discurso de la reforma de infancia establece un discurso que demanda una implementación participativa y centrada en los derechos.

Existe un carácter eminentemente racionalista y centralista en las políticas públicas chilenas

Existen escasos mecanismos para que otros grupos, distintos al gobierno central, intervengan en el diseño de la política

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¿Cómo se manifiesta la inconsistencia?

Número de NNA atendidos por SENAME 2000-2006

67.746 65.194 61.013 54.709 49.646 52.566

2005 2004 2003 2002 2001 2000

Fuente: SENAME, Gestión 2000/2006

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Disminución de los servicios residenciales, Incremento de servicios ambulatorios. 1990; 1999; 2002; 2004; 2005.

26.3% 32% 40% 47% 62% Residenciales

73,7% 68% 60% 53% 38% Ambulatorios

2005 2004 2002 1999 1990 Servicios

Fuente: SENAME, Gestión 2000/2006

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Causas de Egreso 1990, 1996, 2002

100%100%100%Total

33% 35% 84,7% Otro/No información

5,6%12,4%0,0%Derivación a Institución similar

11,3%5,8% 0,0% Familia o adulto significativo asume rol protector.

16% 0,0%0,0% Fin del diagnóstico y derivación

7,5% 10,6% 13,0% Escapa

8,5% 10,9% 0,0% Abandona el Programa

5,5%20,5% 2,3% Superación del Riesgo

12,6%4,8%0,0% Éxito del programa intervención

200219961990 Causas de Egreso

Fuente: SENAME Departamento de Planificación e Investigación, 2005

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Una estructura racionalista como la chilena amenaza el logro de un proceso de implementación coherente con la perspectiva de derechos de la Reforma, ya que induce, externamente, prácticas que pueden ser inconsistentes con las rutinas locales, las tradiciones, o los recursos y pueden ser fácilmente rechazadas, a pesar de un aparente acuerdo con ellas

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II. Sustrato cultural

La existencia de una perspectiva racionalista y verticalista en el diseño e implementación de políticas, no es sólo una consecuencia de la tradición chilena de centralismo y de su larga experiencia de autoritarismo, ésta también ilustra la cultura de una población profundamente católica, tempranamente colonizada por España y organizada de un modo autoritario.

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Tradición y neoliberalismo

Tradicionalismo ideológico, que explica la transición chilena a la modernidad: las elites aprobaban y promovían los cambios económicos, pero se resistían a otras esferas de cambio.

Este concepto es usado por Larraín para mostrar cómo todavía se mantienen estas resistencias, donde se promueve el libre mercado, pero los valores tradicionales se mantienen rígidos: valores como el casi sagrado respeto a la autoridad y el orden, la defensa de los patrones tradicionales de familia.

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Catolicismo

Contexto tradicional y autoritario obedece a la influencia enérgica de las más conservadoras esferas de la Iglesia Católica en los aspectos políticos y legales del país

El catolicismo representa todavía un importante porcentaje de la sociedad chilena; en 1992 éste representaba el 76,1% de la población.

La tercera encuesta de Tolerancia y Discriminación indica que un 88.2% se definió a sí mismo como perteneciente a alguna religión; la misma encuesta muestra a las personas católicas y religiosas como menos tolerantes con la diferencia, y aceptando mayores niveles de distinciones de clase, comportamiento autoritario y dogmatismos, cuando se les compara con personas ateas o indiferentes con la religión.

Un porcentaje importante de los organismos colaboradores de SENAME son congregaciones o fundaciones religiosas, dirigidas por curas o monjas, adscritas ala iglesia católica, y representan además a la antiguas Fundaciones de Beneficencia sirviendo a los pobres, antes que Chile tuviera una política social para la infancia.

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Dogmatismo y Tolerancia

La encuesta guiando este análisis establece que las variables predominantes en condicionar la aceptación de prácticas autoritarias y dogmáticas, la falta de tolerancia y mayores prejuicios culturales, eran bajo nivel socioeconómico y pobres resultados educacionales.

El nivel educacional aparece como la influencia más radical en actuar más o menos tolerante, autoritaria y discriminatoriamente

Un porcentaje importante de los trabajadores de SENAME en el trato directo (especialmente en programas de larga data, como residencias y centros de reclusión), no son profesionales y sus salarios bordean los cuatrocientos dólares mensuales, por lo tanto, vemos que los funcionarios dedicados al trato directo de los NNA representan parte de las familias pobres de Chile.

El staff profesional generalmente participan en diferentes aspectos del funcionamiento institucional, las actividades de cuidado directo son a menudo llevadas a cabo por personal no calificado y mal pagado

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Sociedad civil

Sociedad civil carente de autonomía y escasamente desarrollada, ésta aparece débil y dependiente de las orientaciones que entreguen el estado y/o la política. Esta condición es favorecida por el creciente desinterés que la gente tiene en política después de la democratización del país. Este hecho es definido por diversos autores como consecuencia de la división entre política y economía, donde ésta última ha ganado una creciente autonomía, sin ningún tipo de control desde la esfera política.

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Legalismo

Actitud encubierta para enfrenta la ley, reglas y principios

Regla encubierta: consentir pero no obedecer, y al no obedecer, en lugar de críticamente enfrentar la ley, la actitud tradicional de los chilenos es proclamar ampliamente el respeto a ley. Al hacer esto, el principio de respeto a la autoridad no es transgredido

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¿Qué hacer?

Es sólo cuando los cambios institucionales son acompañados en el cambio de las percepciones de sí que las nuevas instituciones y prácticas son asimiladas dentro de los significados antiguos y opuestos

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Estas características necesitan ser exploradas en los contextos organizacionales y culturales de los actores envueltos en la política nacional de infancia, de modo de conocer el nivel en que los usuarios, los implementadores y la sociedad que los rodea reproducen la estructura social de significados que han internalizado desde su tradición, sus historias, y las previas perspectivas modelando sus prácticas, y además indagar en qué forma las nuevas categorías han sido provocadas en ellos mismos, en respuesta de los cambios institucionales y la práctica social, a raíz de la nueva política.

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Conociendo y comprendiendo los cambios, así como la presencia de antiguos valores nos permite mejorar la implementación de la Reforma. Una vez esto es logrado, se requieren de oportunidades institucionales y sociales para comprometer a los actores (implementadores, usuarios y otros actores relacionados) en las nuevas formas y prácticas, que permitan combinar significados, donde “la interpretación de los episodios claves del pasado permitan que los significados que entran a jugar un rol puedan ser re-significados, e incluso el sentido de sí mismos pueda ser afectado”

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Retrasar esta necesidad de conocimiento amenaza el éxito del proceso de implementación de la Reforma, lo que podría provocar la negación de ciudadanía a nuestros niños, niñas y adolescentes.