incipiente o reincidente el jugo verde, la bebida saludable · sin in-cluir galeradas, revistas,...

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4 | SÁBADO | Sábado 25 de octubre de 2014 Cigarrillos vs. libros, un dilema vigente E l verano pasado, en la bi- blioteca bilingüe de un de- partamento alquilado en Tel Aviv, encontré un librito de George Orwell llamado Books vs. Cigarettes (Libros versus cigarri- llos), una colección de ensayos publicados en distintas revistas inglesas. El ensayo del título del libro salió en febrero de 1946 en el Tribune, un semanario de izquier- da del que Orwell había sido editor y del cual había renunciado tras el éxito de Rebelión en la granja. Co- mo colaborador, mientras empe- zaba a escribir 1984, Orwell publi- caba notas todas las semanas, casi siempre en la sección de libros. En Libros versus cigarrillos se pregun- ta, como buen socialista, por qué la clase obrera lee tan poco. Y se responde, haciendo unos entra- ñables cálculos monetarios, que no puede ser por el precio, porque el cigarrillo o el alcohol son vicios mucho más caros. Para hacer sus cuentas, Orwell otea sus propios estantes. Sin in- cluir galeradas, revistas, manua- les y “panfletos”, encuentra 442 libros de su propiedad. “Distri- buidos de la siguiente manera”, aclara, e inserta una infografía con una lista de libros comprados (251), regalados (33) o prestados (10), entre otros. Este detallis- mo me sorprendió, porque en el mundo de las letras, si leí bien las señales de etiqueta, está mal visto hacer un inventario de libros pro- pios: un buen dueño de biblioteca no sabe bien qué o cuántos libros tiene. Hace unos años nos reímos con un amigo cuando una chica con la que salía le dijo, muy orgu- llosa, que en su casa tenía 425 li- bros. Nos pareció un fanfarroneo extraño y forzado, que leímos con sarcasmo y desdén, y del que me volví a acordar, repetido por un emisor mucho más respetable, en el departamento de Tel Aviv. Después de contarlos, Orwell quiere ponerles un precio a sus li- bros. A los que le mandaron para reseñar los anota a mitad de precio, “como si fueran usados”, y a otras excepciones les pone asteriscos y notas al pie. “Mis gastos totales en lecturas en los últimos quince años han estado en el área de las 25 libras por año”, exclama Orwell al final. En la Londres desabastecida de posguerra, esa cifra le permitía comprar 83 cigarrillos Players por semana. Antes de la guerra le ha- bría alcanzado para 200. Y lanza su primera conclusión: “Con estos precios, estoy gastando más en ta- baco que en libros”. Hoy, ¿sigue siendo leer libros más barato que fumar y tomar al- cohol? En Nueva York, donde viví hasta hace no mucho, un paque- te de cigarrillos cuesta lo mismo (US$ 14) que un libro de bolsillo. Ahí Orwell todavía tiene razón: nadie puede decir que ha dejado de leer porque, comparados con otros vicios, los libros son caros. En la Argentina, en cambio, fumar es baratísimo (menos de un peso por cigarrillo) y los libros nuevos se acercan a los $ 200. Un fuma- dor de atado diario gasta $ 125 por semana en cigarrillos. Un lector de libro semanal, que alterne una novedad con uno de saldo o Mer- cado Libre, podría estar en una ci- fra parecida. En cualquier caso, a Orwell el cigarrillo terminó salién- dole más caro que la lectura. Mu- rió a los 46, cuatro años después de publicar su análisis de costos en el Tribune, de un arteria estallada en un pulmón.ß ideas y personas Hernán Iglesias Illa H ay que celebrar, nunca resis- tirse. Como todo cambio en las formas y los hábitos de consumo cultural, este incipiente (o reincidente) camino hacia el imperio de los podcasts merece ser festejado. La oposición, sabemos, conduce a ningún lado; la ansiedad por alcan- zar la total masificación, lo mismo. El proceso será –está siendo– lento. Pero será. Permítanme contar mi historia personal en relación con este forma- to. Durante buena parte de 2012 y 2013, grabé un podcast semanal con entrevistas a músicos y personajes vinculados a eso que llamamos cultu- ra joven para el sitio de Rolling Stone. En 2012, numerosos sitios del mundo fomentaban el formato, pero el públi- co local era muy pequeño. Cada vez que publicaba una edición, me sentía obligada a explicar la metodología de escucha (hacer especial hincapié en eso de “donde quieras y cuando quie- ras”). Cada vez que grababa, además, debía explicarle al entrevistado que esto era como un programa de radio, pero no, nada que ver. Era tedioso. Y aunque la pasaba bomba, me dejé ga- nar y chau. Ahora sufro la abstinencia. Festejar un camino incipiente o reincidente Este año, gracias a una suerte de efec- to contagio entre algunos de los con- ductores radiales más importantes del país, el concepto logró instalarse. Al menos, el concepto. Sucede que 2014 es el año del on demand abso- luto, y la imposición de los tiempos de consumo es un anacronismo, así como la imposición de los tiempos y las formas de producción. En este sentido, el podcast también implicaunalibertadporpartedequien habla, no sólo temática, sino en cuanto a la flexibilidad respecto de la longitud ylacarenciadetemporalidad,encuan- to al momento y el espacio, en cuanto a lasituación elegidaparagrabar...todas concesiones mágicas para los que sue- len estar atados a la velocidad radial. El podcast complementa la radio. Y la re- troalimenta,porquéno.Comomisepi- sodios, que fueron transmitidos a tra- vés de Radio Universidad de La Plata. Claro que la posibilidad de grabar sin (auto)censura conversaciones, re- latos o lo que sea sobre una temática particular o sobre todas las cuestio- nes en general durante horas, incluso con total conocimiento (¿podremos hablar apasionadamente sobre Bat- man siempre?), conlleva el riesgo de terminar hablando sobre nada. Aun- que, bueno, alabado sea Seinfeld: un podcast sobre nada podría ser un gran éxito. Canté pri.ß testimonio Yamila Trautman LA NACiON El arte tomó todos los rincones parisienses E n las estaciones de Vélib (las bicicletas de la ciudad) alre- dedor del Grand y Petit Palais no quedan lugares libres. La zona está atestada de gente que llegó, es- tacionó su vélo y empezó a caminar. A las filas humanas cotidianas que se forman en las puertas de estos palacios enfrentados (el chico ex- pone Baccarat, la leyenda del cris- tal, y en el grande pueden verse re- trospectivas de Niki de Saint Phalle y del japonés Hokusai), se agregan los miles de curiosos que desde el jueves último y hasta mañana se acercan a una nueva edición de la Feria internacional de Arte Con- temporáneo de París. Al igual que durante la Fashion Week, la cita internacional que re- presenta la FiAC pone en funcio- namiento una maquinaria artísti- ca que se despliega por toda la ciu- dad. Descubrir lo que exponen las 191 galerías de 26 países distintos (lo más cercano a algo argentino es la galería del griego-uruguayo Renos Xippas, que nunca falla) es sólo una de las actividades de la semana. Los establecimientos culturales coordinan sus apertu- ras para esta época (no es casua- lidad que la Fundación LVMH y el museo Picasso, renovado luego de cinco anos de remodelaciones, abran sus puertas este fin de sema- na), la Fondation Cartier inaugura una exposición en el marco de sus 30 años, en la que el argentino Gui- llermo Kuitca, artista emblemáti- co de la casa, propone un diálogo entre sus obras y las de Tarsila do Amaral, Francis Bacon, Artava- zd Pelechian, David Lynch y Pat- ti Smith, y en los jardines de las Tuileries se instalan obras de 17 artistas como Christian Boltanski y Georg Baselitz. La mayoría de las galerías pa- risienses organizan vernissages, a lo largo de los Champs-Elysées se montan tres pabellones cubier- tos con las propuestas de otros 70 marchands, y un barquito que sale del Grand Palais atraviesa el Sena hasta la Cité de la moda y del dise- ño –ese edificio con tubos verdes sobre el río, a metros de la esta- ción Austerlitz–, que este año es sede de lo que denominan (off) icielle, donde exponen galerías más recientes. Un lindo paseo para los más de 100 grupos de co- leccionistas, curadores, mecenas y directores de museos interna- cionales que en estos días se dan cita aquí, si es que tienen tiempo: la FiAC les organiza un programa con más de 110 eventos y visitas privadas. No habrá tiempo de ver todo, pero hay propuestas para todos los gustos. Esta dinámica refleja la excelen- te sinergia entre actores públicos y privados en esta ciudad, y también el rol de mecenas cada vez más im- portante de las marcas de lujo y los grandes grupos, los pocos en gozar de un crecimiento que a veces al- canza los dos dígitos. Vistos desde arriba de las esca- linatas del Grand Palais, los com- partimientos de la feria forman un gran tetris. De cerca, se observa una cierta tendencia hacia la extrava- gancia y lo kitsch, con muchas pro- puestas que brillan y con colores fuertes. Los precios no ahuyentan al espectador porque en estos pasi- llos no se habla de crisis. Como ex- plica una galerista alemana, si año tras año vuelve a participar es por- que aquí se vende: al coleccionista extranjero le gusta decir que adqui- rió su obra en la feria de París.ß en algún lugar del mundo Nathalie Kantt PARíS Hoy, ¿sigue siendo leer libros más barato que fumar y tomar alcohol? Esta dinámica refleja la excelente sinergia entre lo público y lo privado Sonido a la carta: el podcast renace y se afirma fuera de la radio tradicional En la era de los contenidos on demand, los audios que se suben a la Web ganan nueva fuerza A más de una década de su inven- ción, el podcast comienza a insta- larse en la Argentina a fuerza de la participación de grandes nombres de las FM y charlas de amigos, seg- mentos temáticos o entrevistas con mucha producción. El podcast vol- vió... ¿para quedarse? En tiempos en que los popes de la televisión se lamentan por el ra- ting perdido a manos de los con- tenidos audiovisuales on demand, con Netflix como punta de lanza, las propuestas de audios “a la carta” y atemporales entraron en una etapa de crecimiento. A más de una déca- da de la invención del podcast, algu- nos protagonistas de radios mains- tream se meten en el mundo de este formato dando el primer paso hacia la profesionalización. El podcast es una grabación de audio realizada fuera del ambiente radial profesional, que periódica- mente se cuelga en la Web para ser escuchado online o descargado en forma gratuita. El gran promotor de esta nueva camada es Luciano Ban- chero. El conductor de Expresión Metro, que sale los fines de semana por radio Metro (95.1), lleva ade- lante segmentos de diversos temas como Batman, cultura pop, café, te- levisión, películas y series. “Es una gran alternativa que te permite tra- tar temas más específicos sobre los cuales tal vez no se podría sostener personalidades como Adrián Cae- tano, Federico Andahazi, Liniers y Horacio Altuna. “Hacemos repor- tajes de una hora y media –destaca De Caro–. Es algo de nicho y está bueno. Obvio que si me pagaran por hacerlo estaría mejor, pero ten- go 38 años y no quiero hacer conte- nidos que no me identifiquen.” Por su parte, Clemente Cancela piensa que “en algún momento al- guien va a querer pautar”, aunque duda sobre qué pasará con la ca- lidad que tendrán los contenidos. Luciano Banchero tiene sus propios planes para expandir su miniuni- verso de podcasts, con una visión un poco más comercial: “Mis pod- casts son gratis y siempre van a ser gratis, pero también tengo planes para hacer cosas que tienen costos de producción y tienen que ser sol- ventados. Por eso voy a lanzar una network de podcasts, una especie de radio a la carta, on demand, llama- da Posta.fm, en la que van a estar los contenidos que estoy haciendo. Atrás de eso habrá un modelo de ne- gocio que apunta, al menos, a cubrir los eventuales gastos”. En algo coinciden todos los entre- vistados: aún no se puede hablar de un “boom” del podcast, sino de algo más cercano a un nuevo comienzo del formato. El tiempo dirá si este renacimiento logra instalarse defi- nitivamente en el público argentino haciéndose lugar entre los servicios que nos esperan a toda hora, en cual- quier lugar y dispositivo.ß Estudios culturales En Café & TV, Nicolás Artusi y Luciano Banchero tocan temas diversos que, dicen, maridan tan bien como el título del podcast Marcelo GoMez un programa en la radio convencio- nal”, comenta el periodista. Además, Banchero destaca co- mo principal atractivo del forma- to el hecho de poder escucharlo “cuando quieras, donde quieras y como quieras”. Clemente Cancela, conductor de Gente sexy en Rock & Pop, partici- pa junto a Banchero de “Marte Ata- ca”, el podcast en el que se habla de cultura pop, abarcando temáticas que van desde libros como Elige tu propia aventura o el coleccionismo de figuras de acción. El ex conduc- tor de CQC entiende al podcast co- mo una herramienta más a la ho- ra de comunicar. “Este formato te permite, por ejemplo, hablar me- dia hora de un libro. En el podcast sabés que si le dieron play es por algo”, explica. Nicolás Artusi, conductor de Su atención por favor y Brunch, en Me- tro, e integrante del podcast “Café & Tv” se suma a la opinión de Cle- mente y profundiza: “No creo que el podcast le quite audiencia a la radio como lo está haciendo Netflix con la tele. Este formato es un comple- mento, para un público y momento específico”. Otro nombre fuerte de los me- dios que se volcó al podcast es Se- bastián De Caro, aunque sus moti- vos y contenidos son distintos. “Es- te formato me permite hacer algo que me gusta con libertad”, dice. En el podcast “Cómo robar el mundo”, se pueden escuchar entrevistas a Algunos recomendados 1 marte ataca Clemente Cancela y Luciano Banchero hablan de cultura pop: soundclo- ud.com/marte-ataca 2 cafe & tv Nicolás Artusi y Lu- ciano Banchero tocan te- mas que maridan tan bien como el café y la TV: soun- dcloud.com/cafeyteve 3 cómo robar el mundo Sebastián De Caro entre- vista a gente del mundo del cine, el cómic y la tele: chakfilms.com/podcasts- como-robar-el-mundo 4 apesta Otro del hombre pod- cast, Banchero, quien, jun- to con Mercedes Monse- rrat, hablan de películas que consideran horribles: soundcloud.com/apesta Lautaro Androszczuk PARA LA NACiON | Sábado 25 de octubre de 2014 SÁBADO | 5 Placeres Comer y beber (bien) en las arenas calientes de Punta El Food & Wine Festival reunió a los mejores chefs; un recorrido por los platos más exquisitos de este lado del mundo El San Patricio, uno de los barcos de Buquebus, cruzó el Río de la Plata con destino a Montevideo, con cada uno de sus asientos ocupados y dejó en claro que los fines de semana lar- gos siguen siendo una buena excusa para una escapada a Uruguay. Con sol y un clima cálido, el receso largo, resultó una oportunidad ideal para participar del Punta del Este Food & Wine Festival, el evento gastronómi- co que festejó su sexta edición. En este siglo tan sibarita, la comi- da es una de las facetas culturales preferidas por los turistas que re- corren el mundo. Y con este festival Punta del Este refuerza su identi- dad gastronómica, marcando una cita ineludible en la agenda de la región. El objetivo fue reunir a varios de los mejores cocineros de América latina (además de invitados espe- ciales del hemisferio norte) con productos uruguayos, incluyendo el aceite de oliva Colinas de Garzón y vinos de Uruguay, la Argentina y Chile. Todo esto, en uno de los esce- narios más impactantes de Punta del Este, La Barra y el siempre cre- ciente José Ignacio. Este año, el festival reunió a los chefs de cuatro restaurantes elegi- dos entre los 50 mejores de Latino- américa: Federico Fialayre, de To- mo 1; Lucas Gozzani, de Fasano Sao Paulo; Juan Gaffuri y Nicolás Díaz, de Elena Four Seasons Buenos Ai- res, y Kamilla Seidler, la danesa a cargo de Gustu, en Bolivia. De Was- hington, vino también Victor Albisu, fundador de Del Campo, uno de los restaurantes nuevos más premiados en los Estados Unidos. Y se sumaron además cocineros como los herma- nos Petersen y el brasileño Paulo Machado, entre muchos otros. El almuerzo inaugural fue en Fa- sano Las Piedras, que desde 2010 es la sucursal internacional de los ho- teles de lujo del mismo propietario nacidos en San Pablo y Río de Janei- ro. Allí, el anfitrión Juan Guizzo reci- bió con una selección de carpaccios (de lomo, de atún rojo y de pulpo), delicados y deliciosos. Tomo 1 ofre- ció un salmón confitado por seis ho- ras a 40 grados (lo llaman el salmón marshmallow, por cómo se deshace en la boca), además de unos fantásti- cos ravioles de brócoli con avellana tostada y chip de remolacha, clara demostración de que Fialayre here- dó la pasión por la pasta rellena de la que supo hacer gala su madre, Ada Cóncaro. Por su lado, Kamilla Sei- dler sorprendió con rabo de cordero en cocción larga con chuño crocante caramelizado en arándanos; el ita- El marco esteño, ideal para dejarse llevar por el disfrute fabián malavolta para punta del este food & wine liano Luca Gozzani hizo lo propio con una focaccia di porchetta mien- tras que Hugo Soca, chef e investiga- dor de la cocina uruguaya, se hizo cargo de los postres con una sopa de maracuyá y crocante de coco. Todo en un ambiente muy relajado, digno de una película de Hollywood, entre la pileta que semeja un pequeño la- go, sillones armados con pallets, lar- gas mesas bajo grandes sombrillas blancas, música unplugged en vivo, todos bebiendo cervezas y vinos de Chile, Uruguay y la Argentina. Más allá del fin de semana largo y los miles de turistas que se acer- caron a la península uruguaya, el combo formado por el corredor Punta del Este-La Barra-José Igna- cio mantiene a fines de octubre su perfil de baja temporada. Esto se tra- duce en calles tranquilas, silencios largos, la belleza de los bosques uru- guayos que se acercan a la orilla del mar. Pero ese silencio se vio roto en el atardecer de un sábado cálido, con el Sunset Chillout Food & Dance, en los jardines del imponente Playa Vik, al ritmo de las bandejas del DJ y los cócteles elaborados por el bartender Alejandro Zielli (el Greenfields, con gin, albahaca y manzana verde fue uno de los favoritos). Para comer, Charlie Betbeder (del clásico Lo de Charlie, en el Puerto de Punta del Este) preparó chipirones con echa- lotes y vinagreta de tinta de calamar, Marcelo Betancourt fue por el lado del tiradito de pejerrey, y la dupla de Katia Barbosa y Paulo Machado le dio sabor carioca al encuentro, con bolinhos de mandioca y Bobó de camarão. De postre, un mix de cho- colates y helado servidos por Daniel Uría, creador de la fantástica Com- pañía de Chocolates. El gran final del festival, el evento más buscado con más de 700 asis- tentes, tuvo lugar ese domingo del fin de semana largo al mediodía, en la plaza central de Garzón, el pe- queño pueblo rural ubicado cerca de la ruta a Rocha. La línea temá- tica dominante fueron los fuegos, omnipresentes en sus distintas ver- siones. Juan Gaffuri y Nicolás Díaz prepararon más de 40 cochinillos a la parrilla, que sirvieron con camo- te asado al rescoldo y chutney de to- mate y mostaza. Victor Albisu, junto con el argentino Antonio Soriano, presentó un original flap steak, va- cío arrollado y relleno, servido con espárragos y chiles piquillos. En una esquina, frente a una antigua construcción de ladrillos a la vista, una veintena de corderos al asador seducían con sus aromas de cocción, mientras que Leo Botto preparó una picanha a la leña con una variedad de farofas brasileñas, incluyendo una con chocolate. Bajo el sol rural, la cerveza com- petía fuerte con los vinos. Había mu- cho y bueno para elegir de las mejo- res bodegas de la región.ß the factory El Salvador 4995. b Tel.: 6379-8756. hierbabuena av. Caseros 454. b tel.: 4362-2542 smoothway Soler 6036. b Tel.: 4771-4120 ninina bakery Gorriti 4738. b Tel.: 4832-0070 bio sólo orgánico Humboldt 2192. b Tel.: 4774-3880 jugox facebook.com/ b esenciasJugox kensho talleres para hacer jugo b verde, a cargo de máximo Cabrera. facebook.com/ kenshoclases En Kensho, Máximo Cabrera ofrece esta bebida con clorofila y minerales fernando massobrio Fresco y de colores vibrantes, un vaso concentralosnutrientesqueaseguran bienestar. El jugo verde, variante del clásico jugo de frutas donde la estrella son los vegetales, se posiciona como la bebida saludable del momento (o de la próxima temporada). En Bue- nos Aires, ya asoma en el menú de los delis y se consolida la oferta de jugos desintoxicantes a domicilio, se dictan talleres sobre cómo obtenerlo con las propias manos y la ciudad ya tiene su propio juice bar o bar de jugos. “Aquí no existía el concepto, que Marcela Mazzei PARA LA NACIoN Rodolfo Reich PARA LA NACIoN está muy de moda en el resto del mundo”, explica Liyanleth Carrillo, una venezolana que abrió a fin de 2013 The Factory, el primer bar de jugos en Palermo. “Es tan simple co- mo un jugo con mayoría de vegetales en vez de frutas”, sintetiza Liyanleth, especializada en organización em- presaria. El verde del jugo, detalla, proviene de la clorofila del pepino, del brócoli o el apio, pero sobre todo de la espinaca o el kale (una crucífe- ra de hoja oriunda de Asia y muy de moda en los Estados Unidos): “Son los que contienen en mayor cantidad las propiedades que buscamos para estar saludables con pocas calorías El jugo verde, la bebida saludable que se impone esta temporada Hecho a base de vegetales en vez de frutas, es furor entre las celebrities de Hollywood y ya está disponible en muchos bares porteños Gastronomía y azúcares”, asegura. No hay una sola receta para el jugo verde, lo importante en esta alqui- mia son las proporciones más que los ingredientes. “Aportan absoluta- mente todo lo que tiene el vegetal y la fruta: minerales, vitaminas, oligo- elementos, enzimas y sobre todo vi- talidad”, enumera Ana Lía Salgado, licenciada en Nutrición con orien- tación naturista. “Como la fruta y la verdura no está cocinada sino viva, al estado natural, conserva las en- zimas y vitaminas que el fuego des- truye –agrega–, y al estar licuados se rompe la fibra vegetal y los nutrien- tes que vienen naturalmente entre las fibras quedan liberados.” Sí coinciden en los perfiles del consumidor, y mientras los princi- piantes comienzan con mezclas de un 70 por ciento de jugos de frutas (de manzana, naranja o arándanos) con un 30 por ciento de vegetales, los avezados van aumentando la proporción de verdes para llegar al objetivo: un jugo 100 por ciento ve- getal, libre de azúcares, más allá del color. En la carta de Smooothway, hay espacio para un jugo verde para novatos: el llamado Green Streng- th tiene banana, espinaca y jugo de naranja, mientras que Multi Smoothie le suma al jugo de duraz- no, frambuesas y manzana el aloe vera. La regla, siempre, es tener en cuenta las proporciones. En Ninina Bakery, a veces sirven con espina- ca el Jugo de Kale, manzana verde, limón, menta y jengibre, su varie- dad de jugo verde. También agre- gan albahaca, pepino y apio a otros jugos. Mientras que en Hierbabue- na, el deli vegetariano del bulevar Caseros, sirven a toda hora una infusión de yerba mate, naranja y perejil, además de otras variedades de smoothies. En la lista del restau- rante orgánico Bio figura el purista Green Detox Juice. Los jugos de vegetales no son una novedad, pero la noticia es una pren- sa hidráulica que obtiene el jugo por un método de prensado en frío, con una atmósfera controlada, a la ma- nera en que se extrae el mejor acei- Dónde puede probarse te de oliva. Y mientras la tradicional por su método de extracción destru- ye algunos de los nutrientes del jugo y acelera la oxidación obligándonos a tomarlo inmediatamente, esta “Fe- rrari de las jugueras” permite con- servar todas las propiedades del ve- getal, incluso durante varios días. Para desintoxicarse “El jugo verde se siente como una inyección de vida: el que los prueba lo sabe”, sostiene Matías Papini, cocine- ro de alimentación viva (o raw food, alimentos no cocinados) y fundador de Jugox, un programa desintoxican- te que desde hace dos meses provee a restaurantes a través de su página de Facebook. Conoció este elixir de vita- lidad durante un viaje de exploración en India y Suecia, donde servía jugos y ensaladas para tratamientos basado en la medicina ayurveda. “Los benefi- cios se sienten al instante, pero toma un poco de tiempo acostumbrarse al jugo verde puro”, aclara. Al igual que Jugox, en la Argentina ya son varios los emprendimientos que ofrecen estos jugos, en botellitas con un cronograma que va desde tres días hasta una semana completa pa- ra beberlos. The Factory tiene el su- yo. “Cuando leí acerca del Detox, su- pe que teníamos que incorporarlo”, relata la venezolana Liyanleth. Desde la clínica suiza del físico Maximilian Bircher Benner, donde ejercitan su técnica de vegetales crudos desde ha- ce casi un siglo, avalan estos progra- mas. “Creen que los jugos contienen un factor que estimula la función de las células a absorber los nutrientes y excretar toxinas”, explica Liyanleth. La mayoría de las clínicas de salud naturales en Europa utilizan jugos crudos como parte de sus programas de rejuvenecimiento. “La idea de tomar clorofila y mi- nerales está directamente vincula- da con la limpieza del cuerpo –dice Máximo Cabrera, pionero de la co- cina orgánica local desde Kensho–. Porque estamos pensando todo el tiempo en qué comer, pero nunca en el descanso del sistema digestivo, y de eso se tratan los jugos verdes.” Ubicado en el extremo más ambi- cioso del espectro, Cabrera comen- zó a incorporar los jugos verdes a sus clases de cocina dos años atrás, y este año creó un taller específico. “El básico lleva pepino, apio, limón y verduras de hoja con clorofila”, su- giere. Y agrega un dato fundamental: hay que colarlo, “porque la idea es no poner en funcionamiento el sistema digestivo, para que el cuerpo se libe- re de toxinas y células muertas”. Sus variedades incluyen espiru- lina, rúcula y menta, pero también pimienta de cayena, jengibre y sal del Himalaya. Para Cabrera, el estricto jugo verde no tiene ni fibra ni azúcar. En sus clases utiliza una licuadora y una bolsa de tela, para que cada asis- tente lo pueda replicar en su casa. El favorito de las estrellas Desde hace una década el jugo verde es furor entre las celebridades de Hollywood. Alicia Silverstone, orlando Bloom, Megan Fox y Salma Hayek sucumbieron a esta práctica asociada a la alimentación limpia o clean eating, de la que Gwyneth Pal- trow es musa y embajadora. Desde goop, su propio blog de estilo y varios de sus libros impulsa al jugo verde. En las pasarelas de Nueva York, las cronistas algo cínicas festejan que las asistentes de la primera fila hayan cambiado el cigarrillo por la botellita con líquido verde. Pero esta tenden- cia tiene sus detractores, que acusan de elitista la práctica de “beberse la ensalada” y parte del movimiento que fetichiza una relación obsesiva con la comida. De todas formas, con más o menos porcentaje de clorofila en el vaso, el jugo verde les saca varias cabezas de ventaja a los pasteurizados y al de frutas. Menos azúcar, más nutrien- tes y una sensación de saciedad ha- cen que se haya propagado a escala global. “Lo más importante –resume Liyanleth– es que cada uno tenga la experiencia de ver el proceso de ela- boración: no hay esencias, no hay extractos, no hay concentrados de pulpa y no hay agua ni azúcar: es 100 por ciento fruta y vegetales.”ß

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4 | SÁBADO | Sábado 25 de octubre de 2014

Cigarrillos vs. libros, un dilema vigente

El verano pasado, en la bi-blioteca bilingüe de un de-partamento alquilado en

Tel Aviv, encontré un librito de George Orwell llamado Books vs. Cigarettes (Libros versus cigarri-llos), una colección de ensayos publicados en distintas revistas inglesas. El ensayo del título del libro salió en febrero de 1946 en el Tribune, un semanario de izquier-da del que Orwell había sido editor y del cual había renunciado tras el éxito de Rebelión en la granja. Co-mo colaborador, mientras empe-zaba a escribir 1984, Orwell publi-caba notas todas las semanas, casi siempre en la sección de libros. En Libros versus cigarrillos se pregun-ta, como buen socialista, por qué la clase obrera lee tan poco. Y se responde, haciendo unos entra-ñables cálculos monetarios, que no puede ser por el precio, porque el cigarrillo o el alcohol son vicios mucho más caros.

Para hacer sus cuentas, Orwell otea sus propios estantes. Sin in-cluir galeradas, revistas, manua-les y “panfletos”, encuentra 442

libros de su propiedad. “Distri-buidos de la siguiente manera”, aclara, e inserta una infografía con una lista de libros comprados (251), regalados (33) o prestados (10), entre otros. Este detallis-mo me sorprendió, porque en el mundo de las letras, si leí bien las señales de etiqueta, está mal visto hacer un inventario de libros pro-pios: un buen dueño de biblioteca

no sabe bien qué o cuántos libros tiene. Hace unos años nos reímos con un amigo cuando una chica con la que salía le dijo, muy orgu-llosa, que en su casa tenía 425 li-bros. Nos pareció un fanfarroneo extraño y forzado, que leímos con sarcasmo y desdén, y del que me volví a acordar, repetido por un emisor mucho más respetable,

en el departamento de Tel Aviv.Después de contarlos, Orwell

quiere ponerles un precio a sus li-bros. A los que le mandaron para reseñar los anota a mitad de precio, “como si fueran usados”, y a otras excepciones les pone asteriscos y notas al pie. “Mis gastos totales en lecturas en los últimos quince años han estado en el área de las 25 libras por año”, exclama Orwell al final. En la Londres desabastecida de posguerra, esa cifra le permitía comprar 83 cigarrillos Players por semana. Antes de la guerra le ha-bría alcanzado para 200. Y lanza su primera conclusión: “Con estos precios, estoy gastando más en ta-baco que en libros”.

Hoy, ¿sigue siendo leer libros más barato que fumar y tomar al-cohol? En Nueva York, donde viví hasta hace no mucho, un paque-te de cigarrillos cuesta lo mismo (US$ 14) que un libro de bolsillo. Ahí Orwell todavía tiene razón: nadie puede decir que ha dejado de leer porque, comparados con otros vicios, los libros son caros. En la Argentina, en cambio, fumar es baratísimo (menos de un peso por cigarrillo) y los libros nuevos se acercan a los $ 200. Un fuma-dor de atado diario gasta $ 125 por semana en cigarrillos. Un lector de libro semanal, que alterne una novedad con uno de saldo o Mer-cado Libre, podría estar en una ci-fra parecida. En cualquier caso, a Orwell el cigarrillo terminó salién-dole más caro que la lectura. Mu-rió a los 46, cuatro años después de publicar su análisis de costos en el Tribune, de un arteria estallada en un pulmón.ß

ideas ypersonas

Hernán Iglesias Illa

H ay que celebrar, nunca resis-tirse. Como todo cambio en las formas y los hábitos de

consumo cultural, este incipiente (o reincidente) camino hacia el imperio de los podcasts merece ser festejado. La oposición, sabemos, conduce a ningún lado; la ansiedad por alcan-zar la total masificación, lo mismo. El proceso será –está siendo– lento. Pero será. Permítanme contar mi historia personal en relación con este forma-to. Durante buena parte de 2012 y 2013, grabé un podcast semanal con entrevistas a músicos y personajes vinculados a eso que llamamos cultu-ra joven para el sitio de Rolling Stone. En 2012, numerosos sitios del mundo fomentaban el formato, pero el públi-co local era muy pequeño. Cada vez que publicaba una edición, me sentía obligada a explicar la metodología de escucha (hacer especial hincapié en eso de “donde quieras y cuando quie-ras”). Cada vez que grababa, además, debía explicarle al entrevistado que esto era como un programa de radio, pero no, nada que ver. Era tedioso. Y aunque la pasaba bomba, me dejé ga-nar y chau. Ahora sufro la abstinencia.

Festejar un camino incipiente o reincidente

Este año, gracias a una suerte de efec-to contagio entre algunos de los con-ductores radiales más importantes del país, el concepto logró instalarse. Al menos, el concepto. Sucede que 2014 es el año del on demand abso-luto, y la imposición de los tiempos de consumo es un anacronismo, así como la imposición de los tiempos y las formas de producción.

En este sentido, el podcast también implica una libertad por parte de quien habla, no sólo temática, sino en cuanto a la flexibilidad respecto de la longitud y la carencia de temporalidad, en cuan-to al momento y el espacio, en cuanto a la situación elegida para grabar... todas concesiones mágicas para los que sue-len estar atados a la velocidad radial. El podcast complementa la radio. Y la re-troalimenta, por qué no. Como mis epi-sodios, que fueron transmitidos a tra-vés de Radio Universidad de La Plata.

Claro que la posibilidad de grabar sin (auto)censura conversaciones, re-latos o lo que sea sobre una temática particular o sobre todas las cuestio-nes en general durante horas, incluso con total conocimiento (¿podremos hablar apasionadamente sobre Bat-man siempre?), conlleva el riesgo de terminar hablando sobre nada. Aun-que, bueno, alabado sea Seinfeld: un podcast sobre nada podría ser un gran éxito. Canté pri.ß

testimonioYamila TrautmanLA NACiON

El arte tomó todos los rincones parisienses

En las estaciones de Vélib (las bicicletas de la ciudad) alre-dedor del Grand y Petit Palais

no quedan lugares libres. La zona está atestada de gente que llegó, es-tacionó su vélo y empezó a caminar. A las filas humanas cotidianas que se forman en las puertas de estos palacios enfrentados (el chico ex-pone Baccarat, la leyenda del cris-tal, y en el grande pueden verse re-trospectivas de Niki de Saint Phalle y del japonés Hokusai), se agregan los miles de curiosos que desde el jueves último y hasta mañana se acercan a una nueva edición de la Feria internacional de Arte Con-temporáneo de París.

Al igual que durante la Fashion Week, la cita internacional que re-presenta la FiAC pone en funcio-namiento una maquinaria artísti-ca que se despliega por toda la ciu-dad. Descubrir lo que exponen las 191 galerías de 26 países distintos (lo más cercano a algo argentino es la galería del griego-uruguayo Renos Xippas, que nunca falla) es sólo una de las actividades de

la semana. Los establecimientos culturales coordinan sus apertu-ras para esta época (no es casua-lidad que la Fundación LVMH y el museo Picasso, renovado luego de cinco anos de remodelaciones, abran sus puertas este fin de sema-na), la Fondation Cartier inaugura una exposición en el marco de sus 30 años, en la que el argentino Gui-llermo Kuitca, artista emblemáti-

co de la casa, propone un diálogo entre sus obras y las de Tarsila do Amaral, Francis Bacon, Artava-zd Pelechian, David Lynch y Pat-ti Smith, y en los jardines de las Tuileries se instalan obras de 17 artistas como Christian Boltanski y Georg Baselitz.

La mayoría de las galerías pa-risienses organizan vernissages,

a lo largo de los Champs-Elysées se montan tres pabellones cubier-tos con las propuestas de otros 70 marchands, y un barquito que sale del Grand Palais atraviesa el Sena hasta la Cité de la moda y del dise-ño –ese edificio con tubos verdes sobre el río, a metros de la esta-ción Austerlitz–, que este año es sede de lo que denominan (off)icielle, donde exponen galerías más recientes. Un lindo paseo para los más de 100 grupos de co-leccionistas, curadores, mecenas y directores de museos interna-cionales que en estos días se dan cita aquí, si es que tienen tiempo: la FiAC les organiza un programa con más de 110 eventos y visitas privadas. No habrá tiempo de ver todo, pero hay propuestas para todos los gustos.

Esta dinámica refleja la excelen-te sinergia entre actores públicos y privados en esta ciudad, y también el rol de mecenas cada vez más im-portante de las marcas de lujo y los grandes grupos, los pocos en gozar de un crecimiento que a veces al-canza los dos dígitos.

Vistos desde arriba de las esca-linatas del Grand Palais, los com-partimientos de la feria forman un gran tetris. De cerca, se observa una cierta tendencia hacia la extrava-gancia y lo kitsch, con muchas pro-puestas que brillan y con colores fuertes. Los precios no ahuyentan al espectador porque en estos pasi-llos no se habla de crisis. Como ex-plica una galerista alemana, si año tras año vuelve a participar es por-que aquí se vende: al coleccionista extranjero le gusta decir que adqui-rió su obra en la feria de París.ß

en algún lugar del mundo

Nathalie Kantt

PARíS

Hoy, ¿sigue siendo leer libros más barato que fumar y tomar alcohol?

Esta dinámica refleja la excelente sinergia entre lo público y lo privado

Sonido a la carta: el podcast renace y se afirma fuera de la radio tradicionalEn la era de los contenidos on demand, los audios que se suben a la Web ganan nueva fuerza

A más de una década de su inven-ción, el podcast comienza a insta-larse en la Argentina a fuerza de la participación de grandes nombres de las FM y charlas de amigos, seg-mentos temáticos o entrevistas con mucha producción. El podcast vol-vió... ¿para quedarse?

En tiempos en que los popes de la televisión se lamentan por el ra-ting perdido a manos de los con-tenidos audiovisuales on demand, con Netflix como punta de lanza, las propuestas de audios “a la carta” y atemporales entraron en una etapa de crecimiento. A más de una déca-da de la invención del podcast, algu-nos protagonistas de radios mains-tream se meten en el mundo de este formato dando el primer paso hacia la profesionalización.

El podcast es una grabación de audio realizada fuera del ambiente radial profesional, que periódica-mente se cuelga en la Web para ser escuchado online o descargado en forma gratuita. El gran promotor de esta nueva camada es Luciano Ban-chero. El conductor de Expresión Metro, que sale los fines de semana por radio Metro (95.1), lleva ade-lante segmentos de diversos temas como Batman, cultura pop, café, te-levisión, películas y series. “Es una gran alternativa que te permite tra-tar temas más específicos sobre los cuales tal vez no se podría sostener

personalidades como Adrián Cae-tano, Federico Andahazi, Liniers y Horacio Altuna. “Hacemos repor-tajes de una hora y media –destaca De Caro–. Es algo de nicho y está bueno. Obvio que si me pagaran por hacerlo estaría mejor, pero ten-go 38 años y no quiero hacer conte-nidos que no me identifiquen.”

Por su parte, Clemente Cancela piensa que “en algún momento al-guien va a querer pautar”, aunque duda sobre qué pasará con la ca-lidad que tendrán los contenidos. Luciano Banchero tiene sus propios planes para expandir su miniuni-verso de podcasts, con una visión un poco más comercial: “Mis pod-casts son gratis y siempre van a ser gratis, pero también tengo planes para hacer cosas que tienen costos de producción y tienen que ser sol-ventados. Por eso voy a lanzar una network de podcasts, una especie de radio a la carta, on demand, llama-da Posta.fm, en la que van a estar los contenidos que estoy haciendo. Atrás de eso habrá un modelo de ne-gocio que apunta, al menos, a cubrir los eventuales gastos”.

En algo coinciden todos los entre-vistados: aún no se puede hablar de un “boom” del podcast, sino de algo más cercano a un nuevo comienzo del formato. El tiempo dirá si este renacimiento logra instalarse defi-nitivamente en el público argentino haciéndose lugar entre los servicios que nos esperan a toda hora, en cual-quier lugar y dispositivo.ß

Estudios culturales

En Café & TV, Nicolás Artusi y Luciano Banchero tocan temas diversos que, dicen, maridan tan bien como el título del podcast Marcelo GoMez

un programa en la radio convencio-nal”, comenta el periodista.

Además, Banchero destaca co-mo principal atractivo del forma-to el hecho de poder escucharlo “cuando quieras, donde quieras y como quieras”.

Clemente Cancela, conductor de Gente sexy en Rock & Pop, partici-pa junto a Banchero de “Marte Ata-ca”, el podcast en el que se habla de cultura pop, abarcando temáticas que van desde libros como Elige tu propia aventura o el coleccionismo de figuras de acción. El ex conduc-tor de CQC entiende al podcast co-mo una herramienta más a la ho-ra de comunicar. “Este formato te permite, por ejemplo, hablar me-dia hora de un libro. En el podcast sabés que si le dieron play es por algo”, explica.

Nicolás Artusi, conductor de Su atención por favor y Brunch, en Me-tro, e integrante del podcast “Café & Tv” se suma a la opinión de Cle-mente y profundiza: “No creo que el podcast le quite audiencia a la radio como lo está haciendo Netflix con la tele. Este formato es un comple-mento, para un público y momento específico”.

Otro nombre fuerte de los me-dios que se volcó al podcast es Se-bastián De Caro, aunque sus moti-vos y contenidos son distintos. “Es-te formato me permite hacer algo que me gusta con libertad”, dice. En el podcast “Cómo robar el mundo”, se pueden escuchar entrevistas a

Algunos recomendados

1 marte ataca Clemente Cancela y

Luciano Banchero hablan de cultura pop: soundclo-ud.com/marte-ataca

2cafe & tvNicolás Artusi y Lu-

ciano Banchero tocan te-mas que maridan tan bien como el café y la TV: soun-dcloud.com/cafeyteve

3cómo robar el mundo

Sebastián De Caro entre-vista a gente del mundo del cine, el cómic y la tele: chakfilms.com/podcasts-como-robar-el-mundo

4apestaOtro del hombre pod-

cast, Banchero, quien, jun-to con Mercedes Monse-rrat, hablan de películas que consideran horribles: soundcloud.com/apesta

Lautaro AndroszczukPARA LA NACiON

| Sábado 25 de octubre de 2014 SÁBADO | 5

Placeres

Comer y beber (bien) en las arenas calientes de PuntaEl Food & Wine Festival reunió a los mejores chefs; un recorrido por los platos más exquisitos de este lado del mundo

El San Patricio, uno de los barcos de Buquebus, cruzó el Río de la Plata con destino a Montevideo, con cada uno de sus asientos ocupados y dejó en claro que los fines de semana lar-gos siguen siendo una buena excusa para una escapada a Uruguay. Con sol y un clima cálido, el receso largo, resultó una oportunidad ideal para participar del Punta del Este Food & Wine Festival, el evento gastronómi-co que festejó su sexta edición.

En este siglo tan sibarita, la comi-da es una de las facetas culturales preferidas por los turistas que re-corren el mundo. Y con este festival Punta del Este refuerza su identi-dad gastronómica, marcando una cita ineludible en la agenda de la región.

El objetivo fue reunir a varios de los mejores cocineros de América latina (además de invitados espe-ciales del hemisferio norte) con productos uruguayos, incluyendo el aceite de oliva Colinas de Garzón y vinos de Uruguay, la Argentina y Chile. Todo esto, en uno de los esce-narios más impactantes de Punta del Este, La Barra y el siempre cre-ciente José Ignacio.

Este año, el festival reunió a los chefs de cuatro restaurantes elegi-

dos entre los 50 mejores de Latino-américa: Federico Fialayre, de To-mo 1; Lucas Gozzani, de Fasano Sao Paulo; Juan Gaffuri y Nicolás Díaz, de Elena Four Seasons Buenos Ai-res, y Kamilla Seidler, la danesa a cargo de Gustu, en Bolivia. De Was-hington, vino también Victor Albisu, fundador de Del Campo, uno de los restaurantes nuevos más premiados en los Estados Unidos. Y se sumaron además cocineros como los herma-nos Petersen y el brasileño Paulo Machado, entre muchos otros.

El almuerzo inaugural fue en Fa-sano Las Piedras, que desde 2010 es la sucursal internacional de los ho-teles de lujo del mismo propietario nacidos en San Pablo y Río de Janei-ro. Allí, el anfitrión Juan Guizzo reci-bió con una selección de carpaccios (de lomo, de atún rojo y de pulpo), delicados y deliciosos. Tomo 1 ofre-ció un salmón confitado por seis ho-ras a 40 grados (lo llaman el salmón marshmallow, por cómo se deshace en la boca), además de unos fantásti-cos ravioles de brócoli con avellana tostada y chip de remolacha, clara demostración de que Fialayre here-dó la pasión por la pasta rellena de la que supo hacer gala su madre, Ada Cóncaro. Por su lado, Kamilla Sei-dler sorprendió con rabo de cordero en cocción larga con chuño crocante caramelizado en arándanos; el ita-

El marco esteño, ideal para dejarse llevar por el disfrute fabián malavolta para punta del este food & wine

liano Luca Gozzani hizo lo propio con una focaccia di porchetta mien-tras que Hugo Soca, chef e investiga-dor de la cocina uruguaya, se hizo cargo de los postres con una sopa de maracuyá y crocante de coco. Todo en un ambiente muy relajado, digno de una película de Hollywood, entre la pileta que semeja un pequeño la-go, sillones armados con pallets, lar-gas mesas bajo grandes sombrillas

blancas, música unplugged en vivo, todos bebiendo cervezas y vinos de Chile, Uruguay y la Argentina.

Más allá del fin de semana largo y los miles de turistas que se acer-caron a la península uruguaya, el combo formado por el corredor Punta del Este-La Barra-José Igna-cio mantiene a fines de octubre su perfil de baja temporada. Esto se tra-duce en calles tranquilas, silencios

largos, la belleza de los bosques uru-guayos que se acercan a la orilla del mar. Pero ese silencio se vio roto en el atardecer de un sábado cálido, con el Sunset Chillout Food & Dance, en los jardines del imponente Playa Vik, al ritmo de las bandejas del DJ y los cócteles elaborados por el bartender Alejandro Zielli (el Greenfields, con gin, albahaca y manzana verde fue uno de los favoritos). Para comer,

Charlie Betbeder (del clásico Lo de Charlie, en el Puerto de Punta del Este) preparó chipirones con echa-lotes y vinagreta de tinta de calamar, Marcelo Betancourt fue por el lado del tiradito de pejerrey, y la dupla de Katia Barbosa y Paulo Machado le dio sabor carioca al encuentro, con bolinhos de mandioca y Bobó de camarão. De postre, un mix de cho-colates y helado servidos por Daniel Uría, creador de la fantástica Com-pañía de Chocolates.

El gran final del festival, el evento más buscado con más de 700 asis-tentes, tuvo lugar ese domingo del fin de semana largo al mediodía, en la plaza central de Garzón, el pe-queño pueblo rural ubicado cerca de la ruta a Rocha. La línea temá-tica dominante fueron los fuegos, omnipresentes en sus distintas ver-siones. Juan Gaffuri y Nicolás Díaz prepararon más de 40 cochinillos a la parrilla, que sirvieron con camo-te asado al rescoldo y chutney de to-mate y mostaza. Victor Albisu, junto con el argentino Antonio Soriano, presentó un original flap steak, va-cío arrollado y relleno, servido con espárragos y chiles piquillos. En una esquina, frente a una antigua construcción de ladrillos a la vista, una veintena de corderos al asador seducían con sus aromas de cocción, mientras que Leo Botto preparó una picanha a la leña con una variedad de farofas brasileñas, incluyendo una con chocolate.

Bajo el sol rural, la cerveza com-petía fuerte con los vinos. Había mu-cho y bueno para elegir de las mejo-res bodegas de la región.ß

the factoryEl Salvador 4995. b

Tel.: 6379-8756.

hierbabuenaav. Caseros 454. b

tel.: 4362-2542

smoothwaySoler 6036. b

Tel.: 4771-4120

ninina bakeryGorriti 4738. b

Tel.: 4832-0070

bio sólo orgánicoHumboldt 2192. b

Tel.: 4774-3880

jugoxfacebook.com/ b

esenciasJugox

kenshotalleres para hacer jugo b

verde, a cargo de máximo Cabrera. facebook.com/kenshoclases

En Kensho, Máximo Cabrera ofrece esta bebida con clorofila y minerales fernando massobrio

Fresco y de colores vibrantes, un vaso concentra los nutrientes que aseguran bienestar. El jugo verde, variante del clásico jugo de frutas donde la estrella son los vegetales, se posiciona como la bebida saludable del momento (o de la próxima temporada). En Bue-nos Aires, ya asoma en el menú de los delis y se consolida la oferta de jugos desintoxicantes a domicilio, se dictan talleres sobre cómo obtenerlo con las propias manos y la ciudad ya tiene su propio juice bar o bar de jugos.

“Aquí no existía el concepto, que

Marcela MazzeiPARA LA NACIoN

Rodolfo ReichPARA LA NACIoN

está muy de moda en el resto del mundo”, explica Liyanleth Carrillo, una venezolana que abrió a fin de 2013 The Factory, el primer bar de jugos en Palermo. “Es tan simple co-mo un jugo con mayoría de vegetales en vez de frutas”, sintetiza Liyanleth, especializada en organización em-presaria. El verde del jugo, detalla, proviene de la clorofila del pepino, del brócoli o el apio, pero sobre todo de la espinaca o el kale (una crucífe-ra de hoja oriunda de Asia y muy de moda en los Estados Unidos): “Son los que contienen en mayor cantidad las propiedades que buscamos para estar saludables con pocas calorías

El jugo verde, la bebida saludable que se impone esta temporadaHecho a base de vegetales en vez de frutas, es furor entre las celebrities de Hollywood y ya está disponible en muchos bares porteños

Gastronomía

y azúcares”, asegura. No hay una sola receta para el jugo

verde, lo importante en esta alqui-mia son las proporciones más que los ingredientes. “Aportan absoluta-mente todo lo que tiene el vegetal y la fruta: minerales, vitaminas, oligo-elementos, enzimas y sobre todo vi-talidad”, enumera Ana Lía Salgado, licenciada en Nutrición con orien-tación naturista. “Como la fruta y la verdura no está cocinada sino viva, al estado natural, conserva las en-zimas y vitaminas que el fuego des-truye –agrega–, y al estar licuados se rompe la fibra vegetal y los nutrien-tes que vienen naturalmente entre las fibras quedan liberados.”

Sí coinciden en los perfiles del consumidor, y mientras los princi-piantes comienzan con mezclas de un 70 por ciento de jugos de frutas (de manzana, naranja o arándanos) con un 30 por ciento de vegetales, los avezados van aumentando la proporción de verdes para llegar al objetivo: un jugo 100 por ciento ve-getal, libre de azúcares, más allá del color. En la carta de Smooothway, hay espacio para un jugo verde para novatos: el llamado Green Streng-th tiene banana, espinaca y jugo de naranja, mientras que Multi Smoothie le suma al jugo de duraz-no, frambuesas y manzana el aloe vera. La regla, siempre, es tener en cuenta las proporciones. En Ninina Bakery, a veces sirven con espina-ca el Jugo de Kale, manzana verde, limón, menta y jengibre, su varie-dad de jugo verde. También agre-gan albahaca, pepino y apio a otros jugos. Mientras que en Hierbabue-na, el deli vegetariano del bulevar Caseros, sirven a toda hora una infusión de yerba mate, naranja y perejil, además de otras variedades de smoothies. En la lista del restau-rante orgánico Bio figura el purista Green Detox Juice.

Los jugos de vegetales no son una novedad, pero la noticia es una pren-sa hidráulica que obtiene el jugo por un método de prensado en frío, con una atmósfera controlada, a la ma-nera en que se extrae el mejor acei-

Dónde puede probarse

te de oliva. Y mientras la tradicional por su método de extracción destru-ye algunos de los nutrientes del jugo y acelera la oxidación obligándonos a tomarlo inmediatamente, esta “Fe-rrari de las jugueras” permite con-servar todas las propiedades del ve-getal, incluso durante varios días.

Para desintoxicarse“El jugo verde se siente como una

inyección de vida: el que los prueba lo sabe”, sostiene Matías Papini, cocine-ro de alimentación viva (o raw food, alimentos no cocinados) y fundador de Jugox, un programa desintoxican-te que desde hace dos meses provee a restaurantes a través de su página de Facebook. Conoció este elixir de vita-lidad durante un viaje de exploración en India y Suecia, donde servía jugos y ensaladas para tratamientos basado en la medicina ayurveda. “Los benefi-cios se sienten al instante, pero toma un poco de tiempo acostumbrarse al jugo verde puro”, aclara.

Al igual que Jugox, en la Argentina ya son varios los emprendimientos que ofrecen estos jugos, en botellitas con un cronograma que va desde tres días hasta una semana completa pa-ra beberlos. The Factory tiene el su-yo. “Cuando leí acerca del Detox, su-pe que teníamos que incorporarlo”, relata la venezolana Liyanleth. Desde la clínica suiza del físico Maximilian Bircher Benner, donde ejercitan su técnica de vegetales crudos desde ha-ce casi un siglo, avalan estos progra-mas. “Creen que los jugos contienen un factor que estimula la función de las células a absorber los nutrientes y excretar toxinas”, explica Liyanleth. La mayoría de las clínicas de salud naturales en Europa utilizan jugos crudos como parte de sus programas de rejuvenecimiento.

“La idea de tomar clorofila y mi-nerales está directamente vincula-da con la limpieza del cuerpo –dice Máximo Cabrera, pionero de la co-cina orgánica local desde Kensho–. Porque estamos pensando todo el tiempo en qué comer, pero nunca en el descanso del sistema digestivo, y de eso se tratan los jugos verdes.”

Ubicado en el extremo más ambi-cioso del espectro, Cabrera comen-zó a incorporar los jugos verdes a sus clases de cocina dos años atrás, y este año creó un taller específico. “El básico lleva pepino, apio, limón y verduras de hoja con clorofila”, su-giere. Y agrega un dato fundamental: hay que colarlo, “porque la idea es no poner en funcionamiento el sistema digestivo, para que el cuerpo se libe-re de toxinas y células muertas”.

Sus variedades incluyen espiru-lina, rúcula y menta, pero también pimienta de cayena, jengibre y sal del Himalaya. Para Cabrera, el estricto jugo verde no tiene ni fibra ni azúcar. En sus clases utiliza una licuadora y una bolsa de tela, para que cada asis-tente lo pueda replicar en su casa.

El favorito de las estrellas Desde hace una década el jugo

verde es furor entre las celebridades de Hollywood. Alicia Silverstone, orlando Bloom, Megan Fox y Salma Hayek sucumbieron a esta práctica asociada a la alimentación limpia o clean eating, de la que Gwyneth Pal-trow es musa y embajadora. Desde goop, su propio blog de estilo y varios de sus libros impulsa al jugo verde. En las pasarelas de Nueva York, las cronistas algo cínicas festejan que las asistentes de la primera fila hayan cambiado el cigarrillo por la botellita con líquido verde. Pero esta tenden-cia tiene sus detractores, que acusan de elitista la práctica de “beberse la ensalada” y parte del movimiento que fetichiza una relación obsesiva con la comida.

De todas formas, con más o menos porcentaje de clorofila en el vaso, el jugo verde les saca varias cabezas de ventaja a los pasteurizados y al de frutas. Menos azúcar, más nutrien-tes y una sensación de saciedad ha-cen que se haya propagado a escala global. “Lo más importante –resume Liyanleth– es que cada uno tenga la experiencia de ver el proceso de ela-boración: no hay esencias, no hay extractos, no hay concentrados de pulpa y no hay agua ni azúcar: es 100 por ciento fruta y vegetales.”ß