ignace lepp

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ANTPODAS DE LA EXISTENCIA INDIGENTE

CARLOS FRANCISCO COVALEDA POLO

FACULTAD DE FILOSOFA MEDELLN 2003

INTRODUCCIN 1. 1.4 EL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA APUNTES GENERALES SOBRE IGNACE LEPP

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20 20 25 33 33 33 34 36 39 43 43 45 47 48 51 54 54 56

1.4.1 De ateo a Sacerdote 1.4.2 Una filosofa existencial 2. 2.1 EL HOMBRE DE CARA A LA EXISTENCIA ESE EXTRAO SER QUE SE LLAMA HOMBRE

2.1.1 La concepcin de Hombre 2.1.2 La verdadera realidad del Hombre 2.1.3 A qu est llamado el hombre? 2.2 LA FILOSOFA DE LA EXISTENCIA

2.2.1 La existencia 2.2.2 El devenir existencial 2.2.3 La realidad de la libertad 2.2.4 La eleccin 2.2.5 La angustia existencial 2.2.6 El ser para morir 2.3 LA EXISTENCIA AUTNTICA

2.3.1 De la soledad a la comunin 2.3.2 De lo cotidiano a lo autntico

2.3.3 La existencia apasionada 3. 3.1 3.2 3.3 3.4 ACAECIMIENTO DEL EXISTENCIARIO AUTNTICO LA SOLEDAD: VALOR ANTAGNICO DE LA REALIDAD MASIVA EL ABRAZO ENTRE EXISTENCIARIOS LA MUERTE: MISTERIO FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA EL EXISTENCIARIO AUTNTICO: UN SER COMPROMETIDO

58 60 61 64 68 70 75 78

CONCLUSIONES BIBLIOGRAFA

INTRODUCCIN Este trabajo es un parntesis en los sueos de aqul hombre que de nada depende su realidad. El silencio de su mirada profunda ha indagado las fibras ms ntimas de la realidad existencial del hombre con que se ha topado. Ese hombre evocado por la supremaca de la inconsciencia, de la mediocridad y de la vida fcil y placentera que siempre ha de llevar. El soador ha decidido aterrizar en la realidad que aturde sus juicios infinitos con la caricaturesca vida de trivialidad. El soador no ha podido soar porque el insomnio de este mundo lo ha sabido abrumar. El hombre que busca un placer asiduo en su realidad, hunde su ser entero en los pozos del horror, del escepticismo, del agnosticismo y, peor an, del sin sentido existencial. Detenerse hoy y contemplarse en el espejo, es encontrar al hombre en un horizonte infrahumano, donde la primaca de los valores postmodernos: individualismo, pluralidad, masificacin, mediocridad, cotidianidad, preeminencia de los valores superficiales y antagnicos; revelan muestras del rostro humano desfigurado, casi imposible de identificar. La realidad cruda no se apiada de aqul mnimo detalle de trascendencia. El horizonte de autenticidad en el hombre actual se ha desaparecido en la espesa bruma de la noche. El hombre de hoy necesita de aquellos que suean incansablemente con algo nuevo, de aquellos que hacen hoy un parntesis en sus vidas para brindar una luz a esta oscuridad del mundo.

Este trabajo monogrfico no pretende reparar el nefasto dao de la nueva filosofa que se implanta, slo pretende ser un grito desesperado para aquellos odos que escuchan la hermosa meloda de la verdad, del amor, del compromiso, de la autenticidad. Es un eco que quiere ser escuchado a pesar del impetuoso ruido de la realidad. El hombre necesita salir de esa clase de sub-hombres que est creando, queriendo satisfacer todo lo que desea; necesita encontrar caminos y puertas abiertas de quienes deseen vivir, y vivir plenamente. ste es el movimiento del corazn, que en su sstole absorbe la savia de la vida y en su distole arroja un mar de autenticidad. Por esto, a travs de este trabajo, se quiere sembrar aquella semilla que ha de dar muy buenos frutos. Por medio de la filosofa existencial de Ignace Lepp, se quiere, al igual que l, dejar abierta la oportunidad de hacer algo por sacar al hombre del barro y brindarle oportunidades de vida autntica. As, en el primer captulo se ha de observar un recorrido somero por la doctrina existencial en general, al igual que en la de Lepp; apuntes que introducirn para la comprensin del siguiente captulo. En el segundo captulo, se podr degustar la teora de este filsofo francs, acentuando la preponderancia de la existencia. Por ltimo, en el tercer captulo, se ver el corazn abierto de alguien que est dispuesto a no seguir soando para encarnar utopas. Todo en base a que el hombre de hoy debe salir de su vida infrahumana, infra-existencial, hacia senderos de promocin humana, de existencia autntica. nimo, nunca es tarde para comenzar! Es la hora de ver la noche clarear!

1. EL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA A travs de los aos, el hombre en su afn de comprender las diferentes manifestaciones que se le presentan, tanto en su entorno como en su interior, ha buscado infinitud de teoras, mtodos o aplicaciones que lo ayuden a superar lo meramente superficial y lo impulsen a las esencias mismas de estas manifestaciones. A medida que se han ido descubriendo y desdibujando los factores internos y externos que le inundan de incertidumbre, ha ido clarificando tambin las verdades ms cercanas, identificando, a la vez, los problemas ms relevantes a los cuales ms tarde dirigir su mirada crtica con profundo anlisis y discernimiento. Esta esencia buscadora del hombre es lo que ha llevado a que hoy se cuestione por la forma de asumir su existencia, algo que, a veces, puede pasar desapercibido ya que el afn o ajetreo de lo cotidiano lo sumerge en un profundo mar de insomnio que adormece su conciencia crtica. El hoy nos trae un nuevo reto: la existencia. Cada hombre ha sido llamado a la vida no para algo vano sino para dejar huella en su caminar o peregrinar por este mundo. El hombre contemporneo se pregunta por algo tan sencillo aparentemente, pero de un profundo significado: Cul es la autntica autenticidad de mi existencia?1. Muchas de las personas viven hoy con un profundo vaco, lo que se conoce como un sin sentido, el cual los lleva a estandarizarse dentro de la masa de la sociedad en la cual se realizan o actan como entes sociales. En esto radica la ignorancia de la persona humana frente a la veracidad de los hechos que constituyen su existencia. Con el paso del tiempo, este problema ha tocado fondo cuando se contrapone la imagen del hombre que se ve abatido por la ineficacia de su actuar, ya que lo nico que manifiesta es un eterno sometimiento a lo que unos pocos dispongan. Es la pasividad de una verdadera reflexin lo que no ha dejado al hombre entrever su verdadera voluntad hacia la felicidad. La corriente existencialista ha fundamentado sus teoras y enmarca su quehacer filosfico dentro de los temas de la eleccin, que lleva a hacer una profundizacin1

LEPP, Ignace. La existencia autntica: Prlogo. Buenos Aires: Carlos Lohl, 1967. p. 9

en el problema de la libertad; y en la posibilidad ms prxima al hombre, la muerte2. La eleccin har evidente una autntica voluntad liberadora que lo mueva a transformar enteramente sus deseos y a adquirir un compromiso fuerte frente a sus metas. La reflexin continua de su existencia marcar los medios adecuados para afrontar el camino que ha de seguir en sus metas trazadas. Y, finalmente, la conciencia de muerte, har que viva intensamente su paso por este mundo marcando la huella que han de seguir quienes le sucedan. Estos problemas fundamentales de la existencia del hombre ha hecho que muchos filsofos encarnen en su filosofar la preocupacin de la existencia inautntica. As lo ha plasmado el filsofo francs Ignace Lepp al decir: el objetivo principal del hombre es vencer la cotidianidad inautntica y marchar hacia una existencia ms intensa y cada vez ms autntica3. La reflexin hoy debe dirigirse a examinar el rumbo de la existencia del hombre que exige de una forma imperante una mirada escrutadora que desdibuje la esencia de su ser en este mundo para que, de tal modo, se pueda llegar a este cuestionamiento: La existencia del hombre de hoy es verdaderamente autntica? El problema de la existencia autntica radica en la cotidianidad en que vive sumergido el hombre de hoy4. Los fundamentos esenciales en la vida del hombre han perdido su carcter de necesarios y han pasado a un segundo plano, dejando al descubierto la conformidad, mediocridad y aceptacin de las actitudes que realiza todo el mundo comnmente. Los vestigios de mediocridad que manifiesta el hombre en su existencia hacen urgente un anlisis que brinde las bases suficientes para despertar la conciencia del hombre en la importancia de construir un mundo ms humano y que lo mueva a vivir de tal forma que lo llene verdaderamente, y haga de su realidad un inmenso mar de autenticidad, marcando con un estilo de vida propio cada accin que realice, es decir, imprimiendo su carcter autntico en la realizacin de sus objetivos5. Por esto, el hombre de hoy debe ahondar en la realidad de su existir, configurando su ser entero a la realidad de muerte a la que es llamado continuamente, al pleno2

3

Cf. ITURRIOZ, J. Existencialismo: Historia. Zaragoza: El Noticiero, 1951. p.56 58 LEPP, Op. cit., p. 10. Cf. Ibid., p. 9. Cf. Ibid., p. 10.

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desarrollo de su libertad que lo lleve a optar verdaderamente despus de haber discernido conscientemente, y al amor profundo en su reflexionar por algo que lo llama, lo llena y lo mueve a experimentar las esencias de sus potencialidades, de tal forma que pueda superar el sometimiento que el mundo ejerce sobre l, logrndose situar en l para luego sentir la satisfaccin de verlas realizadas en una existencia autntica. As el hombre habr superado la espantosa crisis de humanismo que se revela a la nueva generacin. De esta misma manera Lepp ve tambin la necesidad imperante de que el hombre fije su horizonte en el pleno desarrollo de todas sus potencialidades. Para l, el hombre slo necesita adquirir plena conciencia de su decadencia, debe ver lo que hay de seductor en la existencia autntica y tener la voluntad de ponerse a realizarla6. 1.4 APUNTES GENERALES SOBRE IGNACE LEPP

1.4.1 De ateo a sacerdote. Lepp es francs, nacido en el seno de una familia de librepensadores, pas su infancia en un medio casi totalmente ajeno a las preocupaciones y a las prcticas religiosas. A los 15 aos, tuvo lugar su ingreso en las Juventudes comunistas. Se instruy, leyendo asiduamente, en el pensamiento de Marx, Engels, Lenin y otros tericos del partido. All, sus maestros le mostraron el atesmo, el cual profes. Durante mucho tiempo para l no hubo problema religioso. Estuvo en contra de la religin solamente porque el Partido lo estaba tambin, al igual que estuvo en contra del arte, del idealismo filosfico y del romanticismo literario. Inserto en este partido, declar abiertamente que el Comunismo era una religin. Sostuvo que su entrada al Comunismo fue una entrada a la religin. Adems, sustent que el comunismo movi su energa espiritual hasta el punto de que no pudiera, en mucho tiempo, interesarse en otra cosa ms. Lepp se adhiri fuertemente al Comunismo. l dijo: he observado atentamente numerosos creyentes fervorosos en su mayora cristianos, pero tambin musulmanes e hindes la vida no se les presenta como un absurdo ni como un fin en s misma; ella est enteramente al servicio de una trascendencia, de un absoluto. Pero, retrospectivamente, el contenido psicolgico de mi adhesin al Comunismo soport una innegable semejanza a la fe religiosa mi firme conviccin era que la vida en este mundo constituye una totalidad6

Ibid., p. 9.

suficiente para m que no necesita una finalidad ni una justificacin fuera de s o supra-terrestre. Pero la realidad que designaba con la palabra mundo revesta un sentido tan amplio y tan complejo que no estaba excluido de ella lo que el creyente sita en el cielo7. Otros autores han expresado el mismo sentimiento, el Comunismo es una religin. Han consagrado libros (Marx, Engels, y el manifiesto comunista), tienen sus santos, los cuales han muerto, y luego llaman a sus ciudades como ellos (Stalin, Stalingrad); adems, tienen una esperanza en la vida eterna personificada en la reforma social por ellos creada. Los comunistas luchan siempre para crear un mundo diferente para que sus generaciones prximas vivan mejor. Sus profesores comunistas le ensearon que la Edad Media, donde la religin floreci, era semejante a un perodo de oscuridad. Desde este punto de vista, el cristianismo fue responsable de mucho de lo que pasaba por su poca, el responsable de estas tinieblas u oscuridad; hasta considerarlo como la anttesis de la luz de la razn, de la cultura en todas sus formas, y, a la vez, enemigo del progreso social. As lo defina Lepp: el cristianismo social, en la escasa medida en que conozco su existencia, es una hipcrita maniobra de los curas, tendiente a debilitar el mpetu revolucionario de las masas8. Sus maestros rusos lo haban convencido que sacerdotes, pastores y todos los representantes oficiales de la religin, eran mentirosos e impostores conscientes, pagados por los capitalistas, para que consolasen al pueblo con la promesa de felicidades celestiales y ste no se rebelara contra el orden establecido y exigiera su parte de los bienes terrenales9. Esto se consider una lavada de cerebro en su educacin. As, Lepp haba renunciado a todo familia, fortuna, vida tranquila y fcil para consagrarse a la causa del comunismo. La luz brill finalmente. Tiempo despus, l quiso conocer algunos intelectuales cristianos como Mounier, Maritain, Gilson, y Guardini, y se dio cuenta que stos eran iguales a sus maestros marxistas. Todo esto lo aprendi despus de su conversin. Entonces, profunda fue la ruptura que l hizo. Dej el partido comunista teniendo: desasosiego metafsico, despus de que encontr el mensaje cristiano. Al convertirse declar que se ha sometido con todo su ser a la religin de Cristo, cree tambin en la doctrina de la Iglesia en lo que respecta a la7

LEPP, Ignace. Psicoanlisis del atesmo moderno: El ateo que fui yo. Buenos Aires: Carlos Lohl, 1963. p. 30. 8 Ibid., p. 24.9

Cf. CHAMBRE, Henri. El Marxismo en la Unin Sovitica: La ideologa antirreligiosa. Madrid: Tecnos S. A., 1960. p. 301.

supervivencia y a la beatitud personales. Se dedic, despus de su conversin, a estudiar teologa. Tiempo ms tarde, Lepp se ordena sacerdote, despus hace sus estudios de psicologa, gradundose como psiclogo. En su carrera se enfrenta a diferentes casos de ateos, la mayora derivados del existencialismo, que acudan a l para ayuda psicolgica. As entonces, l teji un tapiz de diferentes tipos de atesmo y fue sacando conclusiones, incluyendo el por qu se adheran a esta creencia. Lepp durante su profundo inters por esta creencia atea desarrolla en su anlisis tambin un punto de vista frente al gran filsofo ateo, Nietzsche. l resume las bases psicolgicas de la creencia de Nietzsche as: Nietzsche odia, psicolgicamente, el cristianismo. En l se ve plasmada la imagen de un gran enamorado desilusionado. Como un asunto de hechos biogrficos de la filosofa dice que Nietzsche esper mucho, quiz tambin humanamente hablando, del cristianismo. No encontrado lo que l esper, se fue contra l con toda su furia de tal forma que el atesmo de Nietzsche es la proyeccin de un doloroso sufrimiento interno10. As, profundizando importantes temas en la vida de los hombres de su poca, lleg a apasionarse por el tema del existencialismo gracias a la influencia de los existencialistas franceses, especialmente de Jean Paul Sartre, ya que sus escritos eran los que ms influan en los jvenes de su poca; adems, en su profundo anlisis de la realidad descubri diversos factores que intervienen en el desarrollo existencial de la persona humana, de ah que fuera llamado despus, psiclogo de las profundidades. Ignace Lepp muere poco despus de haber escrito su libro Psicoanlisis de la muerte. En su itinerario de vida public las siguientes obras: Higiene del Alma (1959)*; Psicoanlisis del Amor (1960)*; Claridades y Tinieblas del Alma (1960)*; Escndalo y Consuelo (1961)*; Psicoanlisis del Atesmo Moderno (1963)*; La Filosofa Cristiana de la Existencia (1963)*; La Comunicacin de las Existencias (1964)*; La Nueva Moral (1964)*; Psicoanlisis de la Amistad (1965)*; El Intelectual y el Arte de Vivir (1966)*; Las Aberraciones del mundo Cristiano (1966)*; Psicoanlisis de la Muerte (1967)*; La Existencia Autntica (1967)*; El

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STUEBER, Jeffrey. Copyright (C) 1998, all rights reserved. Diary of an Ex-atheist: A Communist Defector. Biographies [Online], 1 May 2003. Available from Internet: .

Progresismo: inquietud y esperanza (1967)*; La Nueva Tierra: Teilhard de Chardin y el Cristianismo en el mundo moderno (1967)*; De Marx a Cristo (1968) . 1.4.2 Una filosofa existencial. La corriente existencialista. El existencialismo moderno surgi en una Europa desgarrada por la lucha entre intereses encontrados, donde el hombre se senta amenazado en su individualidad, en su realidad concreta. De ah su nfasis en la fundamental soledad del individuo, en la imposibilidad de encontrar la verdad por medio de una decisin intelectual, y en el carcter personal y subjetivo de la vida humana. Esta corriente goz de gran influencia en distintos escritores de los siglos XIX y XX11. Se denomina existencialismo a una serie de doctrinas filosficas que, aunque suelen diferir radicalmente en muchos puntos, coinciden en considerar que es la existencia del ser humano, es el ser libre, la que define su esencia, en lugar de ser su esencia humana la que determina su existencia12. Dando preponderancia al papel crucial de la existencia, de la libertad y la eleccin individual, el existencialismo constituye una de las corrientes que sumergen al hombre en una profunda controversia o yuxtaposicin de sus verdaderos contrastes existenciales, dando paso a la reflexin de la vivencia personal en la reflexin filosfica. Frente a la tradicin que el filsofo debe establecer cierta distancia entre l mismo como sujeto pensante y el objeto que considera, el existencialista se sumerge apasionadamente en lo que contempla, hasta el punto de que su filosofa puede llegar a ser fundamentalmente una filosofa autobiogrfica (Kierkegaard)13. El hombre no es para los existencialistas un mero objeto 14. El hombre es un sujeto-en-el-mundo y abierto al mundo. Adems, stos al ubicar al hombre con

Fecha de publicacin, traducida al espaol. Ediciones Carlos Lohl.

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Cf. MASONI, Ezequiel. Monografas.com. Antropologa Cristiana: Existencialismo. Monografas [Online]. Availabe from Internet: