identificación partidaria y crisis de representación. américa latina en perspectiva comparada

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  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    1/16

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28022784003

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    Mauricio Morales QuirogaIdentificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    Revista de Ciencias Sociales (Ve), vol. XVII, nm. 4, octubre-diciembre, 2011, pp. 583-597,

    Universidad del Zulia

    Venezuela

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Revista de Ciencias Sociales (Ve),

    ISSN (Versin impresa): 1315-9518

    [email protected]

    Universidad del Zulia

    Venezuela

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28022784003http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=28022784003http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=280&numero=22784http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28022784003http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28022784003http://www.redalyc.org/revista.oa?id=280http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28022784003http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=280&numero=22784http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=28022784003http://www.redalyc.org/
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    Revista de Ciencias Sociales (RCS)

    Vol. XVII, No. 4, Octubre - Diciembre 2011, pp. 583 - 597

    FACES - LUZ ISSN 1315-9518

    Identificacin partidaria y crisis de representacin.Amrica Latina en perspectiva comparada*

    Morales Quiroga, Mauricio**

    Resumen

    Siguiendoa Mainwaring, Pizarro y Bejaranoy (2006), msque una crisis de lossistemaspresidenciales

    de Amrica Latina, lo que se observa es una crisis de representacin. Lasencuestas otorgan amplia evidenciade

    este problema considerando el escaso apego a los partidos como instituciones representativas. Esto es vlido

    tanto para pases con altos como con bajos niveles en el ndice de institucionalizacin partidaria. Este artculo

    tienecomo finalidadanalizar la identificacin partidaria de acuerdo a un conjuntode variablessociodemogrfi-

    cas y polticas. Se concluye, en primer lugar, que si bien la identificacin partidaria ha cado sistemticamente

    en la regin, se mantienen niveles razonables de identificacin poltica en el eje izquierda-derecha.En segundo

    lugar, quesi bienlos msjvenestienenmenoresniveles de identificacin, estono aplica de manera homognea

    a todos lospases.En tercer lugar, queuno de lospredictoresms establesde desafeccin partidaria corresponde

    a las dificultades del estado para proveer de bienes pblicos bsicos a la ciudadana.

    Palabras clave: Identificacin partidaria, institucionalizacin, crisis de representacin, partidos, Amrica

    Latina.

    Party Identification and the Crisis of Representation.Latin America in a Comparative Perspective

    Abstract

    According to Mainwaring, Bejarano and Pizarro (2006), what is observed today is a crisis of

    representation rather than a crisis of Latin American presidential systems. Surveys provide ample evidence of

    thisproblemconsideringthe lowlevel ofattachment topartiesas representative institutions.This istrue bothfor

    countrieswith highand lowlevels on theparty institutionalization index. Thisarticleanalyzes theidentification

    withpartiesaccording to a setof socio-demographicand politicalvariables.Conclusionsare, first, thatalthough

    party identification has declined consistently in the region, reasonable levels of political identification have

    583

    * Este artculo recibi financiamiento delproyecto Semilla Nmero160325034 financiado porla Univer-

    sidad Diego Portales.

    ** Acadmico del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales de Chile y Director del

    Observatorio Electoral. Es PhD en Ciencia Poltica, Maestro en Ciencias Sociales, Magster en Ciencia

    Poltica, Cientista Poltico y Periodista. Santiago, Chile. E-mail: [email protected]

    Recibido: 10-06-22 Aceptado: 11-02-15

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    been maintainedon the left-rightaxis. Second, that while many youth have lower identification levels, this does

    not applyuniformly to allcountries. Thirdly,one of the moststablepredictors of party disaffectioncorresponds

    to the difficulties of the state in providing basic public goods for citizens.

    Keywords: Party identification, institutionalization, crisis of representation, parties, Latin America.

    Introduccin

    Generalmente, y siguiendo a Mainwa-

    ring y Scully (1995) y a Payne et al. (2003),los sistemas de partidos institucionalizados

    cumplen, al menos, con dos caractersticas.

    Por un lado, bajos niveles de volatilidad y,

    por otro, altos niveles de identificacin con

    partido s. Cuando los ciudadano s votan o

    apoyan sistemticamente a los mismos parti-

    dosen unadeterminada seriede tiempo, elre-

    sultado ser un bajo nivel de volatilidad.

    Esto, en consecuencia, favorece la estabili-

    dad de los sistemas de partidos. No obstante,

    la evidencia comparativa en Amrica Latina

    no respalda plenamente esta relacin. Hay

    pases con altos niv eles de volatil idad y tam-

    bin altos porcentajes de identif icacin parti-

    daria,comoParaguay. Porotrolado,hay pa-

    ses con bajos niveles de volatilidad y bajos

    porcentajes de identificacin partidaria

    como Chile y Brasil. Esto plantea un desafo

    terico no menor que ha sido enfrentado por

    Zucco (2009), definiendo como sistemas de

    partido s hidrop nicos aquellos caracteri-

    zados por baja volatilidad y baja identifica-

    cin. Es decir, sistemas estables en trminos

    de competencia electoral, pero con partidos

    de dbiles races societales.

    Si bien la discusin terica sobre la

    institucionalizacin partidaria contribuyea mejorar los parmetros de clasificacin

    de los sistemas de partidos, no se ha avan-

    zado lo suficiente en el anlisis de una de

    las dimensiones claves. Es decir, la identi-

    ficacin partidaria. Sobre volatilidad, en

    cambio,la literaturaes msfecunda destacan-

    do, entre otros, los trabajos de Roberts y

    Wibbels (1999) y de Mainwaring y Zoco

    (2007). Para Amrica Latina existe escasaevidencia comparativa en el anlisis de la

    identificacin, aunque destacan algunos estu-

    dios de caso como el de Morgan (2007) para

    Venezuela, Selios (2006) para Uruguay, Mo-

    reno y Mndez (2006) para Mxico, Morales

    y Rubilar (2010) para Chile. Esto contrasta

    con la literatura europea donde el anlisis

    comparativo ha sido mucho ms fructfero.

    Destacan, ciertamente, los trabajos de Dalton

    (1999), Dalton (2000), Dalton y Weldon

    (2007), entre otros.

    El modelo de la desafeccin partidaria

    aplicado a las democracias industrializadas

    avanzadasconcluyeque la cada enlos niveles

    de identificacin va asociado a la mejora en

    lascondiciones devida delos electores. Cuan-

    do se incrementanlos nivelesde escolaridad y

    el ingreso de las personas, stas ya no validan

    a los partidos como las nicas agencias de in-

    termediacin de intereses. Ms bien, deposi-

    tan su confianza en los medios de comunica-

    cin o, simplemente, en el esfuerzo personal.

    Como la educacin da mayores posibilidades

    de movilidad social, entonces los ciudadanos

    sienten que su progreso depende ms de s

    mismos que de la militancia o adhesin a par-

    tidos (Dalton, 1999 y 2000).ParaAmrica La-tina, en tanto, estas variables parecen no fun-

    cionar de la misma manera. El crecimiento

    econmico ha sido ostensiblemente inferior al

    de las democracias industrializadas avanza-

    das y la desigualdad sigue apareciendo como

    584

    Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparadaMorales Quiroga, Mauricio _____________________________________________________

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    uno de los problemas ms relevantes. En este

    contexto, entonces, cobra sentido la tesis de

    Mainwaring, Pizarro y Bejarano (2006) res-

    pecto a que la desafeccin se explica por la

    ineficiencia del Estado para proporcionar bie-

    nes pblicos bsicos. Los autores marcan una

    gran diferencia con la tradicin ms institu-

    cionalista que analiz los problemas polticos

    de la regin. Por ejemplo, Linz (1994), Shu-gart y Carey (1992), Mainwaring (1993),

    Chasquetti (2001), entre muchos otros, discu-

    tieron sobre lasventajas y desventajas delpre-

    sidencialismo, determinando sus efectos so-

    bre la democracia. Mainwaring, Pizarro y Be-

    jarano (2006), en cambio, buscaron causas

    distintas para explicar la crisis de representa-

    cin democrtica. Claro est que ambas ver-

    tientes tericas enfrentaron problemas de di-

    ferente ndole.Mientrasla tradicinms insti-

    tucionalista analizaba las cadas de la demo-

    cracia y el camino hacia la estabilidad, el se-

    gundo enfoque se dedic a estudiar el distan-

    ciamiento de la ciudadana con los partidos enuna supuesta fase de consolidacin democr-

    tica.

    Sobre la base de esta discusin terica,

    mi objetivo central pasa por caracterizar la

    identificacin partidaria en la regin conside-

    rando las variables comnmente analizadas

    en la literatura. En primer lugar, muestro que,

    efectivamente, la identificacin partidaria ha

    cado, pero a una velocidad sustantivamente

    mayor que la identificacin ideolgica en el

    eje izquierda-derecha. En segundo lugar,

    constato que aunque los ms jvenes presen-

    tan menores niveles de identificacin, esto no

    aplica de la misma forma para todos los pa-

    ses. En tercer lugar, que la percepcin de efi-

    caciaestatal enla provisin debienespblicos

    se transforma en uno de los predictores ms

    robustos para explicar la identificacin con

    partidos.

    1. La institucionalizacinpartidaria como contexto

    A juicio de Mainwaring (1999),el an-

    lisis de la institucionalizacin ha quedado

    descuidado porque, enel caso de lospases de

    la Europa occidental, muestra escasa varian-

    za, lo que contrasta con Amrica Latina. As,

    por ejemplo, Brasil y Suecia tienen, en trmi-nos de Sartori (1992) sistemas multipartidis-

    tas, pero difieren completamente en el grado

    de institucionalizacin. Si bien polarizacin y

    fragmentacin, las dos variables centrales

    para Sartori (1992), permiten comparar am-

    bos sistemas, dicha comparacin ser total-

    mente insuficiente para dar cuenta de la dife-

    rencia entre ambos casos. En trminos de

    Mainwaring (1999), Suecia sera un caso de

    sistema institucionalizado y Brasil no (fluid

    system). As, la caracterstica central de los

    sistemas institucionalizados corresponde a su

    capacidad para estructurar los procesos polti-

    cos. Adems, y como otra crtica a Sartori(1992), su dicotomizacin entre sistemas y no

    sistemas resulta un tanto estrecha.

    Segn Sartori, no seran sistemas de

    partidos aquellos caracterizados por una vola-

    tilidad extrema, por personalismos agudos o

    por la existencia de slo un partido. Mainwa-

    ring (1999) prefiere evitar esta dicotomiza-

    cin y utilizar el concepto de institucionaliza-

    cin, entendido como el proceso porel quelos

    partidos llegan a establecerse, s iendo amplia-

    menteconocidos y universalmente aceptados.

    Sin embargo, no se puede catalogar a la insti-

    tucionalizacin como un proceso lineal. Bien

    pudiera ser, como en los casos de Italia y Per,

    que el sistema se des-institucionalice. De

    igual forma, la institucionalizacin puededar-

    se en sistemas con partidos dbiles en trmi-

    nos programticos o, incluso, de orden popu-

    lista. Por ltimo es importante sealar que un

    585

    _________________________________ Revista de Ciencias Sociales, Vol. XVII, No. 4, 2011

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    exceso de institucionalizacin tampoco es sa-

    ludable para la democracia, pues se rigidiza la

    competenciagenerando severos problemas en

    la renovacin de la lite y en la oferta partida-

    ria. De este modo, la relacin entre institucio-

    nalizacin y democracia est lejos de ser li-

    neal.

    A pesar de las diferencias entre los en-

    foques citados, todos concuerdan en la rele-vancia de los partidos para la democracia. A

    juicio de Sartori (1992), los partidos son los

    medios de expresin ciudadana en trminos

    de representacin, mientras que Lipset (1996)

    los entiende como aquellas instituciones que

    portan el cambio poltico, ms an luego de

    las transiciones a la democracia. Al mismo

    tiempo, Dahl (1971) identifica a los partidos

    como instituciones esenciales para producir la

    consolidacin de las poliarquas dado que es-

    timulan tanto la competencia como la partici-

    pacin. En una lgica distinta, Aldrich (1995)

    sostiene quelos partidos logran resolver algu-

    nos problemas de accin colectiva,otorgando

    la marca y el sello partidario para suscandida-

    tos,y orientandoal electoradoen funcin de la

    competencia poltica.

    Por ende, los partidos son centrales no

    slo para estudiar institucionalizacin, sino

    que tambin para evaluar la democracia y lacalidad de la democracia (Altman y Prez-Li-

    n, 2002). Como seal, la literatura ha sido

    mucho ms exhaustiva en el anlisis de la vo-

    latilidad.Seguramente, la volatilidad es un in-

    dicador ms precisode los niveles de estabili-

    dadde lossistemas de partidos. No obstante, y

    asumiendo que volatilidad va asociadas casi

    inexorablemente a la identificacin, lo espera-

    ble sera que ambas estuviesen estrechamente

    correlacionadas. Como muestra el Grfico 1,

    hay casos que sedesvan dela rutatrazada por

    586

    Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparadaMorales Quiroga, Mauricio _____________________________________________________

    Argentina

    Bolivia

    Brasil

    Chile

    Colombia

    Costa Rica

    Ecuador

    El Salvador

    Guatemala

    Honduras

    Mxico

    Nicaragua

    Panam

    Paraguay

    Per

    Uruguay

    Venezuela

    0

    20

    40

    60

    80

    20 30 40 50 60Identificacin partidaria, 2008

    Vo

    latilida

    dltimae

    lecc

    in

    Grfico 1. Identificacin partidaria y volatilidad en Amrica Latina.

    Fuente: Elaboracin propia con datos de identificacin partidaria de LAPOP 2006 y 2008, y Latinobarmetro

    2007. Paravolatilidad se utiliz la base actualizada elaboradapor Mainwaring, Espaa, Zoco y Gervasoniac-

    tualizada a octubre de 2008.

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    la teora. Los pases que ms destacan son

    Chile y Brasil (baja volatilidad y baja identifi-

    cacin), y Paraguay (alta volatilidad y alta

    identificacin). Los datos utilizados para el

    grfico corresponden a la volatilidad de la l-

    tima eleccin parlamentaria colocando como

    lmite 2008, y el porcentaje de identificacin

    partidaria arrojado por LAPOP para ese mis-

    mo ao.Por tanto, estudiar volatilidad, clara-

    mente, no es lo mismo que abordar la identifi-

    cacin partidaria. Preliminarmente, al menos,

    son dos dimensiones distintas de los sistemas

    de partidosy que,por tanto, deben recibirtrata-

    mientos diferentes.As lo ha hecho la literatura

    estadounidense. Desde principios y mediados

    del siglo XX se comenzaron a estudiar los fac-

    tores que explican la estabilidad en las prefe-

    rencias electorales de los ciudadanos. As, sur-

    gi el modelo sociolgico de la escuela de Co-

    lumbia impulsado por P. Lazarsfeld. Lo sigui

    el modelo sicolgico de la Escuela de Michi-

    gan encabezado por A. Campbell. Luego apa-recen conmayor fuerza los acadmicosdedica-

    dos a explicar los cambios en la identificacin

    partidaria por motivaciones econmicas, parti-

    cularmente de acuerdo al voto retrospectivo

    (Fiorina, 1981; Norpoth, 2001; Hellwig,

    2001), como a las condiciones macroeconmi-

    cas generales (MacKuen et al., 1989).

    El modelo de Columbiaexplica la iden-

    tificacin partidaria a travs de variables que

    indican cierta pertenencia o adhesin a deter-

    minados grupos. Porejemplo, pertenenciaa al-

    guna clase social, religiosa o, simplemente,se-

    gn la zona donde habita el elector. Tambin

    influira el nivel socioeconmico y educativo,

    al igual que el autoposicionamiento de los vo-

    tantes en el eje izquierda-derecha (Lazarsfeld

    et al., 1944). As, las preferencias polticas se

    vanmoldeando de acuerdo a este tipo de lazos.

    Michigan, en cambio, concluye que la identifi-

    cacin partidaria es una causa primera de

    otras predisposiciones polticas (Campbell et

    al., 1960). El acento estpuesto en la socializa-

    cin poltica de los individuos en la familia,

    institucin encarga de transmitir valores.

    Cuandolos ciudadanos soneducados en un de-

    terminado ambiente familiar y con tendencia

    hacia algnpartido,lo ms probablees queesa

    persona termine respaldando al mismo partidoqueapoyabasu familia. Si bienMichigan acep-

    ta posibles cambios, generalmente los electo-

    res tienen similares preferencias polticas a las

    de sus padres. Finalmente,est el modelode la

    eleccin racional. Si bien Lewis-Beck et al.

    (2008) sealan que el modelo originario de Mi-

    chigan ya inclua componentes econmicos al

    momento de explicar la identificacin partida-

    ria, de todos modos es posible distinguir un en-

    foque de eleccin racional. Ms que las varia-

    bles de largo plazo que privilegian tanto Co-

    lumbia como Michigan, hay variables de corto

    plazo que contribuyen a comprender los cam-

    bios en las preferencias electorales. As, surgenlas evaluaciones de la economa y los estudios

    del denominado Macropartisanship (Mac

    Kuen et al., 1989; Abramson y Ostrom, 1991;

    Green et al., 1998), al igual que trabajos sobre

    el voto retropsectivo (Fiorina, 1981; Duch y

    Stevenson, 2008).

    De acuerdo a esta breve revisin se

    pueden extraer las siguientes conclusiones.

    En primer lugar, los indicadores que compo-

    nen el ndice de institucionalizacin no se co-

    rrelacionan tan estrechamente. Eso es, al me-

    nos, lo que pasa con identificacin y volatili-

    dad. Estoinvita a reformular lateorade la ins-

    titucionalizacin de los sistemas de partidos

    latinoamericanos, incluyendo algunas varian-

    tes entre las que destaca la existencia de siste-

    mas de partidos hidropnicos (Zucco,

    2009). En segundo lugar, que el desarrollo bi-

    bliogrfico sobre identificacin partidaria ha

    587

    _________________________________ Revista de Ciencias Sociales, Vol. XVII, No. 4, 2011

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    sido mucho ms activo para las democracias

    industrializadas avanzadas que para Amrica

    Latina. De igual forma,las teoras sobre iden-

    tificacin partidaria provienen fundamental-

    mente de EstadosUnidos. La respuestalatino-

    americana a los problemas de desafeccin es

    an insuficiente. Si bien se observa un avance

    sustantivo en la propuesta de Mainwaring, Pi-

    zarro y Bejarano (2006), sus conclusiones sonvlidas slo para los pases andinos. Los pro-

    blemas de ineficiencia estatal podran consti-

    tuirse como uno de los principales predictores

    de la desafeccin partidaria, pero necesaria-

    mente en interaccin con otras variables so-

    cioeconmicas y sociodemogrficas.

    2. Identificacin partidariae ideolgica en Amrica Latina

    Colomer y Escatel (2005) sostienenque

    si bien en Amrica Latina la identificacincon

    partidos ha cado sustantivamente, no sucede

    lo mismo con la identificacin poltica. Es de-cir, si bien los ciudadanos comienzan a distan-

    ciarse de los partidos como institucionesrepre-

    sentativas, mantienen cierta afinidad ideolgi-

    ca o auto-posicionamiento poltico. Ms del

    75% es capaz de identificarse en algn peldao

    de la escala izquierda-derecha. Este porcentaje

    est muy lejos del 45% de identificados con

    partidos. Los datos son contundentes. Segn

    los Latinobarmetrosde 1995a 1998, la identi-

    ficacin partidaria borde el 45%, pero en

    2003 baj a 39%.Los datos deLAPOP 2005 y

    2008son incluso mspreocupantes dadoque el

    porcentaje de identificados variara entre 34%

    y 37%. Si bien ambas instituciones (Latinoba-

    rmetro y LAPOP) realizan preguntas distintas

    para medir identificacin partidaria, la cada de

    la identificacin es evidente.

    Algo distinto ha sucedido conla identi-

    ficacin poltica. El porcentaje de encuesta-

    dos que se auto-ubica en alguno de los pelda-

    os de la escala se ha mantenido en torno al

    75%. Es decir,3 de cada 4 encuestados.Inclu-

    so, el porcentaje se ha incrementado paulati-

    namente. Si en 1995 alrededor del 70% se

    identificaba en la escala, desde 2005 en ade-

    lante ese porcentaje no ha bajado del 78%.

    Esto hace pensar en ciudadanos distantes de

    los partidos, pero que no manifiestan una de-safeccin poltica generalizada. Siguiendo a

    Colomer y Escatel (2005), son ciudadanos

    dispuestosa la movilizacin poltica, pero que

    encuentran una deficitaria oferta partidaria.

    Paraprobar partede estos planteamien-

    tos, utilizo algunos datos del LAPOP 2005

    considerando que ese ao parte importante de

    los pases de la regin enfrentaron elecciones

    presidenciales. Esto en ningn caso se hace

    para inflar el porcentaje de identificacin. Su

    objetivo es medir a los pases en momentos

    polticos similares. Entre 2004 y 2005 slo

    Argentina, Brasil y Paraguay no enfrentaron

    comicios presidenciales. Al comparar los por-centajes de identificacin por aos electorales

    y no electorales, la diferenciaes de aproxima-

    damente 5 puntos considerando la serie Lati-

    nobarmetro 1995-2003. Cuando hay elec-

    ciones parlamentarias, la identificacin parti-

    daria promedio es de 48%, mientras quecuan-

    do no hayelecciones el porcentajebajaa 43%.

    Entonces, al utilizar los datos de 2005 se ana-

    lizan casi todos los pases bajos las mismas

    condiciones. Para LAPOP, la pregunta sobre

    identificacin partidaria no se formul en Pa-

    raguay, Bolivia y Ecuador.

    Los Grficos 2 y 3 muestran los por-

    centajes de identificacin para ambas dimen-

    siones. Si bien Paraguay no aparece en esta

    medicin, para 2008 encabeza, junto a Rep-

    blica Dominicana, el ranking de identifica-

    cin. Esto tiene correlato con lo que sealaba

    ms arriba. Paraguay es un caso complejo

    588

    Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparadaMorales Quiroga, Mauricio _____________________________________________________

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    para la teora de la institucionalizacin, pues

    combina altos porcentajes de identificacin

    partidaria con altos n iveles de volatilidad.

    La evolucin de la identificacin parti-

    daria y poltica sigue rumbos distintos. Clara-

    mente, la identificacin partidaria ha cado

    sistemticamente en todos los pases. Mien-

    tras tanto, la identificacin poltica parece ser

    ms estable. En promedio, las variaciones en

    estadimensinhan sidoms bajas, pero al ob-

    servar detenidamente los casos, de todos mo-

    dos encontramos algunos cambios particular-

    mente en Colombia, Honduras, Guatemala y

    Nicaragua. En el resto de los pases las varia-

    ciones no han sido tan significativas.

    Respecto a la identificacin partidaria,

    los cambiosson mucho msevidentes. La ca-

    da no ha discriminado segn el nivel de insti-

    tucionalizacin de los sistemas de partidos.Como veamos en los Grficos 2 y 3,

    Chile tiene unode losporcentajes ms bajos de

    identificacin con partidos, compartiendo los

    ltimos lugares con Panam y Guatemala. Sin

    embargo, segn Mainwaring y Scully (1995)

    es uno de lossistemas msinstitucionalizados

    de la regin. Pero tambin existen casos con-

    sistentes con esta teora. Uruguay, por ejem-

    plo, tiene los niveles de identificacin partida-

    ria ms altos de Amrica Latina junto a Para-

    guay y, al igual que Chile, es uno de los siste-

    mas ms institucionalizados. De igual forma,

    hay pases con bajos niveles de institucionali-

    zacin como Per y Ecuador que tambin

    muestran un fuerte desarraigo partidario.

    Entonces, la teora de la institucionali-

    zacin partidaria agrupa correctamente parte

    importantede los casos. Sin embargo, se debe

    advertir que algunos de ellos no cumplen con

    lo predicho por esta teora, destacando Chile,

    Brasil y Paraguay.En Europa Occidental Dal-

    ton (1999 y 2000) observa que sistemas de

    partidos histricamente estables en trminos

    de competencia conviven con altos niveles dedesafeccin partidaria. Ciertamente, esto con-

    tradice una de las afirmaciones de Mainwa-

    ring (1999) respecto a que las cuatro dimen-

    siones de la institucionalizacin (dondedesta-

    can volatilidad e identificacin) estn estre-

    589

    _________________________________ Revista de Ciencias Sociales, Vol. XVII, No. 4, 2011

    14.2

    20.4

    25.3

    28.3

    29.7

    31.2

    31.7

    32.8

    36.1

    43.7

    48.5

    49.2

    52.8

    Guatemala

    Panam

    Chile

    Colombia

    Per

    El Salvador

    Venezuela

    Brasil

    Costa Rica

    Honduras

    Mxico

    Nicaragua

    Uruguay

    0 10 20 30 40 50 60

    Identificacin partidaria

    95% I.C. (Corregido por efecto de diseo)

    69.0

    76.3

    79.1

    79.1

    80.9

    81.1

    83.2

    85.8

    86.5

    87.8

    88.0

    91.6

    92.9

    Guatemala

    Costa Rica

    Nicaragua

    Colombia

    El Salvador

    Brasil

    Honduras

    Panam

    Mxico

    Venezuela

    Chile

    Per

    Uruguay

    0 20 40 60 80 100

    Identificacin poltica

    95% I.C. (Corregido por efecto de diseo)

    Grficos 2 y 3. Identificacin partidaria e identificacin polticaen Amrica Latina, LAPOP 2005.

    Fuente: Barmetro de las Amricas por LAPOP.

  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    9/16

    chamente correlacionadas. These four di-

    mensions of institutionalization need not to-

    gether, but they almost always do. Concep-

    tually, a party system could be fairly institu-

    tionalized along one dimension but weakly

    institutionalized along another, but empirica-

    lly this is the exception (Mainwaring, 1999:

    27).Al menos enAmrica Latina,la evidencia

    emprica no acompaa plenamente el plantea-miento del autor.

    El Grfico 4, muestra otra particulari-

    dad. No existeuna relacin linealrobusta en-

    tre los porcentajes de identificacin partida-

    ria y los porcentajes de identificacin polti-

    ca. Cada punto del grfico corresponde a un

    pas en medicion es que van desde 1995 a

    2003 de acuerdo a Latinobarmetro. El coe-

    ficiente de correlacin es de 0.2. Esto indica

    que no siempre las cadas en los niveles de

    identificacin partidaria afectan la identifi-

    cacin poltica de los ciudadanos. Tal con-

    clusin apoya una de las sugerencias de Co-

    lomer y Escatel (2005) en el sentido de que

    los problemas de representacin en Amrica

    Latinano serigenpor unadesafeccinpoltica

    extendida, sino por una deficitaria oferta par-

    tidaria. Porotro lado, Mainwaring (2006) sos-

    tiene queestacrisisde representacin no sere-

    suelve necesariamente con modificaciones

    institucionales que fortalezcan los vnculos

    entre representantes y representados, sino con

    una mayor eficiencia del estado en la provi-sin de bienes pblicos. The formal systems

    of representation in these countries are al-

    ready open. The grave deficiency is in state

    capacity (Mainwaring, 2006: 302).

    Lo anterior tambin se ve reflejado en

    otro antecedente. La Tabla I muestra las com-

    binaciones entre identificados y no identifica-

    dos partidaria y polticamente. El grupo ms

    poblado corresponde al de los no identifica-

    dos con partidos pero s en la escala poltica,

    totalizando ms del 50%.Le sigueel grupode

    los identificados con partidos y en la escala

    poltica con alrededor de un tercio. Ms atrs

    figuran losque no se identifican en ningunade

    590

    Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparadaMorales Quiroga, Mauricio _____________________________________________________

    20

    40

    60

    80

    100

    identificados

    en

    escala

    20 40 60 80

    identificados con partidos

    Grfico 4. Correlacin entre el porcentaje de identificadoscon partidos e identificados en la escala poltica

    Fuente: Elaboracin propia con datos del Latinobarmetro 1995-2003.

  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    10/16

    las dos dimensiones y, finalmente, aquellos

    que se identifican con partidos, pero sin una

    afinidad poltica reconocida. Esta data mues-

    tra, una vez ms, que la crisis de representa-

    cin, si bien se refleja enla cada enlos niveles

    de participacin electoral y en la menor adhe-

    sin hacia partidos, convive con un significa-

    tivo porcentaje de ciudadanos que se sigue

    identificando polticamente.

    3. Determinantes de la desafeccin

    partidaria

    En la seccin anterior se detectaron algu-

    nos casos que no respondan a la relacin espe-

    rada entre volatilidad e identificacin partidaria

    en el marco de la teora de la institucionaliza-

    cin. Ahora, correspondedesarrollar la segunda

    fase donde se analizan los determinantes de la

    desafeccin partidaria de acuerdo a un conjunto

    de variables que comnmente utiliza la literatu-

    ra. El objetivo consiste en encontrar los predic-

    tores ms robustos, al igual que una somera

    comparacin entrelos pases latinoamericanos.

    Para cumplir con tales objetivos, se di-

    sean algunos modelos logit destinados a

    identificar las variables que mejor explican la

    identificacin partidaria considerando la base

    total de encuestados para Amrica Latina. La

    variable dependiente, por cierto, es dicotmi-

    ca y se desprende de la siguiente pregunta

    aplicada en el estudio LAPOP 2008: En este

    momento, simpatiza con algn partido?.

    Los modelos quedan especificados a partir de

    las siguientes variables independientes. En

    primer lugar, se incluyen las variables socioe-

    conmicas y sociodemogrficas sealadas

    desde los modelos de conducta electoral de

    Columbia y Michigan, destacando el sexo de

    los encuestados, edad, ingreso subjetivo, aosde educacin y zona de residencia (urbano/ru-

    ral). La fundamentacin terica para incluir-

    las viene no slo de los modelos citados, sino

    que tambin de las explicaciones de la desa-

    feccin poltica en las democracias industria-

    lizadas avanzadas elaboradas principalmente

    por R. Dalton. La hiptesis, segn el auto r, es

    que la desafeccin es ms fuerte en los jve-

    nes y en los segmentos ms educados por las

    razones especificadas ms arriba.

    En segundo lugar, se incluyeuna medi-

    da resumen sobre la eficiencia del gobierno.

    Esta medida est compuesta por 5 preguntas

    relativasa si el gobierno actualcombate la po-breza, la corrupcin, y el desempleo, si pro-

    mueve y protege los principios democrticos,

    y si mejorala seguridadciudadana. Acse cu-

    bre el planteamiento de Mainwaring, Pizarro

    y Bejarano (2006) respecto a que la crisis de

    representacin se explica, bsicamente, por

    los problemas de eficiencia estatal.

    En tercer lugar, se adiciona el nivel de

    exposicin a medios de comunicacin. Ac

    surgen dos grandes planteamientos. Por una

    parte, estn las tesis de Sartori (1989) y Put-

    nam (1995) tambin seguidas por Dalton

    (2000)respectoa quela cada enlos niveles de

    identificacin partidaria va de la mano con el

    auge de la televisin. Es decir, que los ciuda-

    danos reemplazan a lospartidos como el canal

    representativo por excelencia, por los medios

    de comunicacin y principalmentepor la tele-

    visin.

    591

    _________________________________ Revista de Ciencias Sociales, Vol. XVII, No. 4, 2011

    Tabla I. Combinaciones deidentificacin y no identificacin

    entre escala poltica y partidos

    No se identifica

    en la escala

    Se identifica

    en la escala

    No se identifica

    con partido 13,25 52,64

    Se identifica

    con partidos 3,75 30,35

    Fuente: Elaboracin propia con datos de LAPOP 2005.

  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    11/16

    Siguiendo a Boas (2005) el desarrollo

    de la televisin va, en algunos casos, asociado

    al incremento y xito de candidaturas neopo-

    pulistas. Entre ellas destaca la eleccin de Co-

    llor de Melo en Brasil y de Fujimori en Per.

    Comogeneralmente estetipo de candidaturase

    dirige en contra del sistema de partidos tradi-

    cional, producen una cada en los niveles de

    identificacin. Esto, ciertamente, no descono-ce la existencia de causas histricas y de co-

    yunturas polticas y econmicas crticas, tal

    como lo hace Morgan (2007) para el anlisis

    delcolapsodel sistemade partidosvenezolano.

    El otro planteamiento, que en realidad

    es una respuesta al primer enfoque, es el que

    desarrolla Prez-Lin (2002). Segn el au-

    tor,la relacin entre exposicin a los medios e

    identificacin partidaria es opuesta a la espe-

    cificada por Sartori (1989) y Putnam (1995).

    Es decir,que a mayorexposicin a losmedios

    y particularmente a la televisin, mayor es la

    probabilidad de identificarse con partidos.

    En cuarto lugar, se incluyen dos varia-

    bles centrales: la legitimidad de la democracia

    y la satisfaccin con la democracia. La rela-

    cin entre estas variables y la identificacin

    partidaria es claramente bidireccional. No es-

    tamos seguros de si es la identificacin lo que

    genera mayores apoyos al rgimen, o si sonlos queen mayor medidarespaldana la demo-

    cracia los que ms se identifican con partidos.

    Reconociendo esta limitacin, el objetivo es

    observar hasta qupuntola identificacin par-

    tidaria se asocia a mejores predisposiciones

    democrticas.

    El Grfico5 muestra losresultados. Las

    variables sociodemogrficas se comportan de

    la siguiente forma. En el caso de gnero, siste-

    mticamente los hombres muestran mayores

    niveles de identificacin con partidos. De he-

    592

    Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparadaMorales Quiroga, Mauricio _____________________________________________________

    Apoyo a la democracia

    Sexo

    Ingreso subjetivo

    Educacin

    Zona de residencia

    26-35

    36-45

    46-55

    56-65

    66 y ms

    Eficacia del gobierno de turno

    Satisfaccin con la democracia

    Exposicin a la TV

    -0.2 -0.1 0.0 0.1 0.2

    95% I.C. (Corregido por efecto de diseo)

    F=20.777N =15068

    Grfico 5. Modelo logitpara Amrica Latina. La variable dependiente

    es identificacin partidaria (1=se identifica; 0= Ninguno)*

    Fuente: Elaboracin propia con datos de Lapop, 2008.

    * Este grfico se obtuvo mediante un ado.file de Stata elaborado por el equipo LAPOP, ronda 2008.

  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    12/16

    cho, al aislarambas variables (identificacin y

    gnero), el grado de asociacin es muy signi-

    ficativo. Luego,con edad, sucede lo esperado.

    Es decir, a mayor edad, mayor identificacin

    con partidos. Por ejemplo, si los jvenes se

    identifican con algn partido en alrededor de

    un 25%, los mayores de 61 aos lo hacen en

    cerca del 40%. Sin embargo, las diferencias

    entre los gruposde 25aoshacia arribano sonsignificativas al menos en esta modelacin, lo

    que muestra, efectivamente, un mayor desa-

    rraigo en los segmentos ms jvenes que no

    han tenido mucha experiencia electoral.

    Para el ingreso subjetivo, el modelo no

    arrojacoeficientes estadsticamente significa-

    tivos. Cosa distinta sucede con educacin.

    Ac, y contrario a lo esperado por Dalton

    (2000), los ms educados presentan mayores

    niveles de identificacin partidaria. As, la

    teora de la modernizacin utilizada por el au-

    tor no parece ser plenamente vlida para los

    pases latinoamericanos. Todo indica que la

    desafeccines msfuerte en lossegmentos demenor educacin que, probablemente y si-

    guiendo a Boas (2005), hayan sidocautivados

    por lderes neopopulistas. De hecho, las cam-

    paas de estos candidatos iban especialmente

    dirigidas a estetipode sectores (Boas,2005).

    Respecto a la eficacia gubernamental,

    los resultados apoyan la tesis central de

    Mainwaring (2006). El autor ocupa esta varia-

    ble como predictor para la confianza en los

    partidos polticos, pero, en el caso de la identi-

    ficacin, parece funcionar de manera ms o

    menos similar. De hecho, los encuestados que

    adhierense a partidos, obviamente, confan

    ms en estas instituciones, lo que en parte ex-

    plica que la eficiencia gubernamental opere

    de manera similar para ambas variables. De

    cualquier forma, se confirma el hecho de que

    la identificacin vaya asociada a mejores eva-

    luaciones sobre el desempeo gubernamental

    en reas como la corrupcin, desempleo o de-

    lincuencia. As, la salida a la crisis de repre-

    sentacin no pasara, tal como seala

    Mainwaring (2006), por aumentar los canales

    de participacin o mejorar la relacin entre el

    agente y el principal. Lo que se requiere es de

    estados eficientes en el suministro permanen-

    te de bienes pblicos bsicos.

    En cuantoal apoyo a la democracia,losque se identifican con partidos tienden a res-

    paldar en mayor medida al rgimen. De igual

    forma, se sienten ms satisfechos con el de-

    sempeo de la democracia. Otra forma de pre-

    cisar este resultado es comparando las predi-

    posiciones hacia un golpe de estado por parte

    de identificados y no identificados. LAPOP

    ofreceuna batera de preguntas donde se mide

    el grado de justificacin de un golpe frente a

    situaciones crticas como el incremento del

    desempleo, de las protestas, de la delincuen-

    cia, inflacin y corrupcin. En todas estas al-

    ternativas, las tendencias autoritarias de los

    desafectos son significativamente superioresa la de quienes se identifican con partidos

    (Grfico 6).No obstante, el grupo de los desa-

    fectos no exhibe una preferencia significativa

    por el ejercicio de protestas ciudadanas cuan-

    do se les consulta por las formas de influir

    para cambiar las cosas (Grfico 7). Ms

    bien, se trata de encuestados crticos y desa-

    fectos, pero que no estn dispuestos a abordar

    vas no institucionales para realizar un cam-

    bio. De hecho, cuando se les consulta si han

    participado en alguna protesta durante los l-

    timos 12 meses, son, precisamente, los en-

    cuestados que s se identifican quienes decla-

    ran mayor participacin. Esto da cuenta del

    carcter de los desafectos. Es decir, ciudada-

    nos pasivos, desinteresados (un 45% mani-

    fiesta nada de inters en la poltica compa-

    rado con el 14% de los que s se identifican),

    conmenorapegoa la democracia y dispuestos

    593

    _________________________________ Revista de Ciencias Sociales, Vol. XVII, No. 4, 2011

  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    13/16

    a justificarun golpe de estado.No obstante, su

    nivel demovilizacin, almenosdesdesus opi-

    niones, se muestrabastante bajo. Adems, es-

    tos encuestados tienden a informarse en me-

    nor medida del acontecer nacional a travs de

    los medios de comunicacin.

    Para finalizar, se aplica un modelo por

    pas. La seleccin de casos responde principal-

    mente a la configuracin que entrega la rela-

    cin entre identificacin y volatilidad. As, se

    selecciona un casoaltamenteconsistente que

    es Uruguay (alta identificacin y baja volatili-

    dad), otro inconsistente como Chile (baja iden-

    tificacin y baja volatilidad), y otro caso con-

    sistentehacia el extremo inferior del diagrama

    que es Guatemala (baja identificacin y alta

    volatilidad). Se incluyen otros pases de la re-

    gin a fin de contar con un parmetro compa-

    rativo.

    La edad, por ejemplo, no es un predic-

    tor significativo de identificacin partidaria

    en todos los casos. No aplica, de acuerdo a

    este modelo, para Mxico, Guatemalay Pana-

    m.Acla edad no discriminael nivel deiden-

    tificacin partidaria de los encuestados. Lue-

    go, la eficacia gubernamental tampoco es un

    buen predictor de la identificacin partidaria

    en Guatemala, Costa Rica, Per y Uruguay.

    594

    Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparadaMorales Quiroga, Mauricio _____________________________________________________

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    Frente al desempleo

    muy alto.

    Frente a muchas

    protestas sociales.

    Frente a mucha

    delincuencia.

    Frente a la alta

    inflacin, con

    aumento excesivo

    de precios.

    Frente a mucha

    corrupcin.

    Se identifica

    Ninguno

    Grfico 6. Justificacin de golpes de estado segn identificacin partidaria.

    Fuente: Elaboracin propia con datos de Lapop, 2008.

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    Votar para elegir

    a los que defiendensu posicin

    Participar en

    movimientos de protesta

    y exigir los cambios

    directamente

    Influir de otrasmaneras

    No es posible influir para

    que las cosas cambien, da

    igual lo que uno haga

    Se identifica

    Ninguno

    Grfico 7. Formas de influencia segn identificacin partidaria.

    Fuente: Elaboracin propia con datos de Lapop, 2008.

  • 7/30/2019 Identificacin partidaria y crisis de representacin. Amrica Latina en perspectiva comparada

    14/16

    Guatemala es un caso muy particular. La ni-

    ca variable estadsticamente significativaaso-

    ciada a identificacin partidaria es sexo. La

    tendencia es quelos hombres manifiesten ma-

    yores niveles de identificacin partidaria. De

    ahen fuera,la identificacin en Guatemalaes

    similar de acuerdo a las variables incluidas en

    el modelo.

    Finalmente, la exposicin a la televisinparece respaldar la tesis de Prez-Lin (2002).

    Es una variable significativa en Per, Chile,

    Uruguay y Venezuela. El coeficiente es positi-

    vo, indicando que a mayor exposicin, mayor

    identificacin. Se especifica otro modelo (no

    mostrado) donde se incluye la variable inters

    en la poltica a fin de evitar una eventual rela-

    cin espuria (Prez-Lin, 2002). Los resulta-

    dos siguensiendoconsistentes y la exposicin a

    mediosse transforma en un predictorrobusto de

    la identificacin en algunos pases.

    4. Conclusiones

    Este trabajo entrega algunas luces res-

    pecto a cmo enfrentar el anlisis de la identi-

    ficacin partidaria. Al inicio se mostraron al-

    gunas inconsistencias en la relacin entre los

    niveles de volatilidad y el porcentaje de en-

    cuestados que se adhera a partidos. Si bien la

    relacin esperada por la teora entre identifi-

    cacin y volatilidad es lineal, claramente sur-

    gen casos que no obedecen a esa expectativa.

    Ejemplo de ello son Chile y Brasil, clasifica-

    dos por Zucco (2009) como sistemas de parti-

    dos hidropnicos.

    Las variables que explican la identifica-

    cin partidaria no discriminan entre sistemas

    institucionalizados y no institucionalizados. No

    obstante, el peso explicativo de cada una vara

    de pas en pas. Es lo que sucede con dos varia-

    bles centrales como lo son la edad y la percep-

    cin de eficacia gubernamental. Los modelos

    tericosde la desafeccin en lasdemocracias in-

    dustrializadas anuncian que edad y educacin

    tienen un impacto decisivo sobre la cada en los

    niveles de identificacin. Para Amrica Latina

    la relacin no es tan clara particularmente con

    educacin. La edad es significativa en la mayo-

    ra de los pases. Igual cosa sucede con eficacia

    gubernamental, lo que respalda la tesis central

    de Mainwaring (2006).En trminos generales, el grupo de los

    no identificados con partidos posee una ma-

    yortoleranciaa los golpes de estado,son crti-

    cos de la democracia, pero escasamente acti-

    vos. Su perfil calza con el trmino amplia-

    mente difundidoy quese refiere al desencan-

    tamiento. Adems, son encuestados dbil-

    mente institucionalizados, en su mayora j-

    venes no inscritos en los registros electorales

    (salvo en aquellos pases donde el voto es

    obligatorio) y que presentan escasa participa-

    cin electoral declarada en los ltimos comi-

    cios.En otras palabras, si bien no se les puede

    catalogar como inocuos o inofensivos, pre-sentan preocupantes seales en torno a su

    afeccin hacia la democracia.

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