IDEAS ECONOMICAS EN LA

CENTROAMERICA ILUSTRADA 1793 • 1838

ADOLFO BONILLA BONILLA

Bonilla Bonilla, Adolfo

Ideas Económicas en la Centroamerica Ilustrada 1793-1838

FLACSO Programa El Salvador 384 Páginas.

Marzo de 1999

© FLACSO Programa El Salvador. Todos los derechos reservados. La publicación de este libro ha sido posible gracias al apoyo de la Agencia Noruega para la Cooperación al Desarrollo (NORAD)

Portada: Héctor Lardé Edición: FLACSO El Salvador

Impreso en talleres de Imprenta Criterio, San Salvador, El Salvador. Tels.: 298-6660 • Fax: 279-4157.

Primera edición, marzo de 1999. 500 ejemplares.

San Salvador, El Salvador, Centroamérica.

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A LA MEMORIA DEL DR. ROBERTO LOBOS

Prominente psiquiatra salvadoreño. Ejerció su profe­sión en Suiza. Murió el 26 de enero de 1993. Fue mi mentor y amigo entrañable, la persona que me ayudó a descubrir nuevos límites en mi capacidad intelectual. Su amistad fue fuente inagotable de con­fianza. Su recuerdo es fuente constante de inspira­ción.

AGRADECIMIENTO

l. La idea de escribir un libro sobre la historia eco­nómica centroamericana en la época de la inde­pendencia fue sugerida por el Dr. Carlos Briones, coordinador académico de FLACSO, Programa El Salvador. El Dr. Héctor Dada Hirezi apoyó la in­vestigación sin ninguna reserva. El estímulo cons­tante de ambos hizo posible la culminación del proyecto.

El Dr. Carlos Castro realizó un buen trabajo de edición mejorando sustancialmente su estructura y el lenguaje.

Liliam Tobar de Barahona, miembro del personal administrativo de Flacso preparó el texto final para su impresión. Muchas gracias por su pa­ciencia infinita y el gran esfuerzo por reducir los errores al mínimo posible.

ll. En el plano académico agradezco al profesor Anthony Pagden por ta· invitación cursada para realizar investigación post-doctoral en la Univer­sidad de Johns Hopkins, bajo su supervisión. Las dos visitas de investigación realizadas a Hopkins en el año 1997, me permitieron atender cursos e innumerables conferencias que mejoraron mucho mi comprensión de la historia intelectual y la Ilustración. Las conversaciones con el profesor Pagden me permitieron beneficiarme de sus grandes conocimientos. El Dr. Luis Castro Leiva me invi­tó a realizar una visita de investigación al Insti­tuto Internacional de Estudios Avanzados de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela. Esa visita me permitió aprender mucho sobre la Ilustración en Gran Colombia. Este trabajo se beneficia mucho de las conversaciones con el Dr. Castro. Tengo una deuda intelectual con ambos. Muchas de las ideas desarrolladas en este libro, en particular la

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elaboración del contexto político y moral en que se desarrollaron las ideas económicas se ha be­neficiado de su manera particular de leer la his­toria.

En El Salvador he mantenido un intercambio constante de ideas en materia de filosofía políti­ca con el Licenciado Don José Jorge Simán. En esta tierra donde pocas personas cultivan esta disciplina es bueno saber que existe una persona que sabe más y a quien se le puede consultar.

Las conversaciones con el licenciado Sajid Alfre­do Herrera, profesor de filosofía de la UCA que investiga la historia de las ideas filosóficas en la época de la Ilustración, me ha permitido inter­cambiar ideas y documento que han hecho dife­rencia en el resultado final del trabajo.

Agradezco el apoyo constante de los colegas del Instituto de Estudios Históricos, Antropológicos y Arqueológicos de la Universidad de El Salvador Lic. Gregario Bello Suazo, Lic. Gerardina Portillo y el Dr. Jorge Arias Gómez. Los cursos dictados en la Universidad sobre el tema de la Ilustración me han permitido mejorar mucho el manejo del tema.

Intelectualmente y en todos los sentidos tengo una deuda muy grande con mis amigos el Barrister Benjamín Levy, el Dr. Salvador Moneada y el Dr. Ernesto Richter. No puedo medir cuanto de lo aprendido de ellos esta incorporado en el pre­sente libro.

IIJ. Agradezco de forma particular al Dr. Enrique Sorgo Bustamante, cuya intervención hizo posible obte­ner fondos del Programa de Becas de la Presi­dencia de la República para financiar dos visitas de investigación post-doctoral a la Universidad de Johns Hopkins. Los conocimientos obtenidos

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en Hopkins, están integrados en el presente tra­bajo.

IV. En el agradecimiento hay un lugar especial para la gran figura de mi padre Manuel Eugenio Bonilla quién gobierna la casa con su ejemplo. Siempre há seguido mis pasos con mucho interés disfru­tando lo que hago y apoyándome en todo sen­tido en momentos cruciales. El agradecimiento a los miembros de mi familia adoptiva en Londres no tengo palabras para expresarlo. Mil gracias a Sen, Ruth, Alisan y Sarah Levy; a Carlos Barahona y Nicolás Brown.

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EXPLICACION DE LA PORTADA

En la portada se han juntado los retratos de los personajes mas destacados de la Ilustración centro­americana que hicieron una contribución notable al desarrollo de las ideas económicas.

José Antonio Uendo y Goicoechea. Su retrato destaca en tamaño. Padre de la Ilustración centroamericana, miembro fundador de la Sociedad Económica de Amigos del País y destacado editorialista en La Gazeta de Guatemala. Escribió un ensayo sobre los orígenes de la mendicidad.

En el sentido de las agujas del reloj aparecen:

Jacobo Villa Urrutia. Oidor de la Audiencia de Guatemala, Fundador de la Sociedad Económica de Amigos del País.

Alejandro Ramírez. Funcionario de la Capitanía General de Guatemala fundador de La Gazeta de Guatemala y miembro muy activo de la Sociedad Económica.

José María Peinado. Regidor del ayuntamiento de Guatemala y político liberal. Escritor de Sistema Económico, el principal texto económico liberal de la época.

José Cecilia del Valle. Figura prominente de la Ilustración centroamericana. Redactó el primer pros­pecto de la cátedra de economía política para la Sociedad Económica y dictó el curso convirtiéndose en el primer profesor de economía política en Cen­troamérica. Escribió numerosos ensayos sobre eco­nomía política y fue el comentarista económico más notable de la época.

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Juan José de Aycinena. Prominente hombre pú­blico, religioso y educador. Gran figura en filosofía política. Es autor de una memoria sobre el canal de Nicaragua. En su período como Rector de la Univer­sidad de San Carlos dio prioridad a la enseñanza de la economía política.

Mariano Gálvez. Prominente hombre público gua­temalteco. Jefe de Estado del Estado de Guatemala. Impulso un amplio programa de reformas económi­cas durante su administración.

Francisco de Paula García Paláez. Destacado his­toriador, economista y religioso. Fue el primer pro­fesor de economía política en la Universidad de San Carlos y autor de escritos económicos. Fue Arzobis­po de Guatemala.

Antonio García Redondo. Destacado hombre pú­blico y religioso. Miembro fundador de la Sociedad Económica. Autor de una memoria sobre el fomento de las cosechas de cacao y de Apuntes Instructivos, propuesta constitucional que contiene una sección económica donde se defiende la economía agraria republicana. Fue decano de la Catedral de Guate­mala. No fue posible encontrar su retrato.

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PRESENTACION

Hay libros que no necesitan presentación, este es el caso de la obra de Adolfo Bonilla que FLACSO se enorgullece de ofrecer al lector salvadoreño y centroamericano con el objeto de enriquecer el co­nocimiento de nuestras raíces. Estas breves reflexiones sobre el trabajo de Adolfo no pretenden introducir al lector a una discusión del contenido de los di­ferentes capítulos ni mucho menos constituirse en una escueta presentación del contexto histórico en que se desarrolla el primer debate económico en centroamérica. Su objeto es menos pretencioso y busca únicamente hacer patente las impresiones que la lectura de la obra me ha dejado a la luz de la problemática que enfrentan nuestras sociedades para encarar exitosamente los cambios de la economía mundial a fines del milenio.

Es prácticamente una idea de consenso general que aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetir los mismos errores, y por lo tanto la reflexión sobre el pasado se constituye generalmente en un paso necesario para la cons­trucción del futuro. Sin embargo a la distancia de doscientos años cualquiera podría decirnos que los acontecimientos son tan diferentes que aunque la reflexión puede iluminar la comprensión de nues­tra identidad nacional no nos sirve como faro para guiar la difícil navegación en las turbulentas aguas de un mundo en cambio.

Es claro que la historia no se repite, aún en aquellos casos en que las matrices socioculturales y las constantes geográficas son similares; el azar y la destrucción/construcción creadora de los indi-

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viduos configuran escenarios diferentes que impi­den calcar sobre el presente las situaciones pasa­das. La historia nos sirve para enfrentar el contexto cambiante, porque básicamente la naturaleza hu­mana es la misma y, por tanto, los desafíos y las demandas para aquellos que deben desempeñar la tarea de liderazgo no son muy distintos frente a los nuevos entornos globales en que se desarrolla su acción.

En su reciente obra "La Era de la Información: Económia, Sociedad y Cultura"e Manuel Castells señala que lo que llamamos globalización de la economía mundial y de las economías nacionales, constituye un evento que supone un cambio drástico que im­plica el surgimiento de un nuevo modo de desarro­llo que afecta los ordenes culturales, políticos y económicos en los cuales se desenvuelven cotidia­namente los seres humanos. En tal sentido, este proceso nos plantea la necesidad fundamental de adaptarnos al proceso que impulsa una economía global sustentada en un nuevo paradigma tecnoló­gico, que redefine la relación ciencia-tecnología-in­dustria-sociedad redefiniendo simultáneamente las fuen­tes de competitividad y las formas de organización económica que son viables en el nuevo contexto.

En el marco de este cambio finisecular radical y global ¿qué lecciones podemos aprender del pasa­-do?; ¿puede el debate económico del pasado ilumi­nar el debate económico del presente?, y, sobre todo, ¿podemos aprender de la actitud y responsa­bilidad intelec~~al de aquellos a los que podríamos con justicia responsabilizar de los aciertos y des-

a Vol. 1 La Sociedad Red. Alianza Editorial, septiembre 1 9 9 7 Madrid.

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aciertos de la construcción de las naciones y so­ciedades centroamericanas?.

En mi opinión -y como nos demuestra Adolfo Bonilla- el desafío que enfrentaban las élites ilus­tradas frente a la instauración de la sociedad co­mercial era similar, en violencia y novedad cultu­ral, al que ahora enfrentan las clases dirigentes de nuestros países frente a la globalización.

En tal sentido, el autor nos presenta unas élites muy preocupadas por las oportunidades de Centro­américa -no de sus familias exclusivamente- en el marco de una economía mundial post-meícanti­Iista signada por el surgimiento de nuevos polos comerciales no vinculados a las redes metropolita­nas imperiales; lo más importante es que a ello debe agregarse que estaban muy informadas y eran responsablemente prepositivas frente a los proble­mas que la expansión del libre comercio -y de su manifestación cultural, la sociedad comercial- causaba a las sociedades centroamericanas.

Bonilla nos muestra cómo los personajes más destacados de la ilustración centroamericana --en particular los miembros de la primera y segunda generación como Antonio Goicochea, José Aycinenea, José Cecilia del Valle, Antonio García Redondo y José María Peinado-; no sólo conocían profunda­mente los razonamientos de los principales filóso­fos y economistas de la época, sino que estaban al tanto de las más recientes publicaciones y que por tanto sus diferencias políticas estaban marcadas por sus diferentes concepciones acerca del mejor método para alcanzar el progreso, el valor asigna­do a la libertad individual y el efecto que la libre búsqueda del interés individual en cualquier esfera de la acción humana -y en particular en la eco-

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nómica- podía tener sobre los valores c•v•cos ne­cesarios para promover una república que promo­viera el bien común. En un momento en que el libre comercio y el capitalismo se expandían, y se desarrollaba la economía industrial, la identificación con una u otra forma de concepción era fundamen­tal para la adaptación social al nuevo modo de desarro11o, pues -como señala Bonilla-, la elección de un proyecto económico significaba simultánea­mente una decisión política, es decir fundamental­mente la elección de una relación gobierno-gober­nados.

Si como indica Alain Peyrefitte en "La Sociedad de Confianza"b, la mentalidad y los valores son los vectores sociales de la modernidad y los protago­nistas principales del desarrollo, mucho más impor­tantes que el ca pita 1 y el trabajo en tanto "que el motor de desarrollo radica en último término en la confianza otorgada a la iniciativa personal, a la libertad exploratoria e inventiva ... " (p 24) de manera que las sociedades pueden dividirse en sociedades de suspicacia y sociedades de confianza, es claro que el debate ilustrado entre las filas liberales y las filas republicanas sobre el concepto de libertad va a marcar de alguna manera el desarrollo posterior de la institucionalidad y la cultura política en Cen­troamérica, haciendo a nuestras sociedades más o menos proclives al respeto de la propiedad, del contrato, de la libertad de comercio, etc.; y por tanto, haciéndolas más o menos proclives al surgi­miento del actor empresarial.

El debate q·úe se establece a partir de las Ins­trucciones del Ayuntamiento de Guatemala, nos muestra

" Editorial Andrel Bello, octubre 1996, Santiago de Chile.

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dos programas muy coherentes y sistémicamente integrados en su enfoque de las interrelaciones de la institucionalidad política y económica necesarias para alcanzar sus ideas de progreso, igualdad y libertad. Las mayores diferencias entre las Instruc­ciones de José María Peinado (la mayoría) y los Apuntes Instructivos de Antonio García Redondo (la minoría) radican en que los últimos asumen las di­ferencias de desarrollo entre las naciones para pro­poner un proteccionismo frente a los emergentes poderes industriales y tienen una preferencia por el desarrollo de una sociedad más agraria; sin embar­go, ambas posiciones son conscientes de la nece­sidad de emprender ajustes políticos y económicos para enfrentar el cambio de su entorno mundial.

la clave de la historia narrada por Bonilla es que esas élites, buscaban activamente adaptarse y construir una nación. Sus discusiones sobre política económica, no sólo fueron realistas - en cuanto tomaban como punto de partida los problemas de la construcción y diversificación de economías si­tuadas en la periferia de la estructura económica imperial - sino también muy sustentadas en los avances más recientes de la ciencia económica.

Las élites liberales que nos describe Bonilla pu­dieron haber dado origen a actores proclives al riesgo y la innovación, portadores de una destruc­ción creadora en materia económica. Sin embar­go, como muy bien nos indica el autor uno hay nada más desastroso que los desacuerdos en la élite cuando se funda un Estadon, sobre todo si estos desacuerdos se refieren al grado de libertad que pueden gozar los individuos para emprender, para defender sus intereses y para gozar de su propiedad, y por tanto configuran unas estructuras de poder que esterilizan la capacidad social de

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promover autónomamente el surgimiento de empre­sarios.

El trabajo nos muestra un debate muy rico - y muy actual - sobre el papel que deben jugar Jos beneficiarios del ccprogreson y sobre las ventajas de la integración de los excluidos del orden social do­minante; de igual manera, nos señala claramente los peligros que entraña la búsqueda sin restriccio­nes del ccprogreso~· y Jos daños sociales en que se incurre cuando se hace uso de medios coercitivos para acelerar el desarrollo de una sociedad atrasa­da

Es posible que el atraso de las estructuras eco­nómicas, su poca diversificación y la poca difusión de las tecnologías de la época limitaran el desarro­llo de las provincias centroamericanas, si se hubie­ra optado por la senda del liberalismo y de la con­figuración de una sociedad comercial local cada vez más amplia. En historia no pueden establecerse pruebas definitivas, sino más bien conjeturas más o menos sustentadas; no obstante lo anterior, considerando la brecha tecnológica existente en los albores de nuestra independencia de España, es bastante se­guro que una de las mayores causas de nuestro actual subdesarrollo se haya gestado en la preemi­nencia del poder político sobre el individuo, que frustró la energía y la capacidad de innovación de la sociedad civil.

¿Que podemos aprender para esta época de glo­balización económica, del liderazgo ilustrado? ¿Que lección podemos extraer de las consecuencias so­ciales de la adopción de posiciones desarrollistas monistas, exclusivistas y poco respetuosas de la diversidad?

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Podemos aprender que el necesario debate que los dirigentes de una nación deben tener sobre el futuro de la misma y las respectivas estrategias de desarrollo, debe ser un debate serio, muy informa­do y sustentado más en principios que en intere­ses. Bonilla nos muestra una élite intensamente pre­ocupada por romper el aislamiento intelectual y muy interesada en la difusión del conocimiento científico en el seno de toda la sociedad; la cita de Valle acerca del estado anterior a la reforma educativa ilustrada encabezada por Goicochea es elocuente al respecto: 4cGuatemala [centroamérica] no era un pueblo ignorante ni una capital ilustrada. Era el país del error.,

En materia económica la discusión de políticas tenía como trasfondo la discusión básica entre los que consideraban que el ejercicio de la libertad no debía estar sujeto a restricciones y los adeptos a la idea de que la máxima libertad se lograba en el ejercicio de la soberanía sobre los asuntos públicos (poder social), aunque se sacrificara la libertad en la esfera económica a la autoridad de la comuni­dad. De esta manera el debate entre las facciones de los ilustrados podía ir de una preocupación excesiva por la eficiencia de la economía y la creación de condiciones competitivas - ue/ privilegio de una fabrica sólo porque es nacional, no sólo es injusto y ridícu­lo, sino que se opone directamente a lo que debe propender el gobierno, porque asegurado el empre­sario de la venta no tiene estímulo para mejorar la calidad, ni proporcionar la baraturaN (Instrucciones de José María Peinado) -, al exceso de celo por las consecuencias que la desigualdad económica podía tener sobre el control del gobierno por parte de los ciudadanos - ,, [ la tirania j adquiere toda su ro­bustez en el fatal momento en que las grandes for­tunas se tocan sin intermedio alguno, con la suma

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miseria: hay en este caso quien todo lo venda y todo lo compre; precisión forzosa para lo primero y complacencia para lo segundo ... • (Apuntes Instructi­vos de Antonio Garcfa Redondo)

Además de ser una discusión en la cual impor­taban los valores para decidir sobre los medios más apropiados para modernizar la sociedad y la eco­nomía, el debate económico sobre los asuntos pú­blicos se hacía con una base teórica bastante só­lida que mostraba un adecuado conocimiento de las diferentes escuelas económicas de la época, así como de las aplicaciones prácticas de las mismas en otros países. La discusión sobre protección y libre comercio en El editor constitucional es un buen ejemplo de lo anteriormente señalado.

La lección que nos dejan las élites ilustradas es la de cómo asumir el liderazgo en un mundo cam­biante; los personajes que nos muestra Adolfo Bonilla, evidencian permanentemente una preocupación por determinar qué es lo que está pasando y lo que no está pasando en su entorno, para determinar un curso de acción guiado por propósitos y principios claros. Esta es la tarea de los líderes.

Finalmente la obra nos advierte - a través del análisis histórico del intento de forzar la marcha hacia el ccprogresolt -del daño que ocasiona a la construcción de una economía moderna la ausencia de una institucionalidad política capaz de ampliar la confianza social o lo que ahora se comienza a conocer como el ••capital social.. necesario para garantizar (y reducir los costos de) los diferentes

actos económicos.

En resumen, en una época en que se quiere

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hacer predominar el papel de la libre iniciativa en el desarrollo económico y social de los países, la obra de Bonilla nos recuerda la importancia de la responsabilidad del liderazgo, de la construcción de instituciones políticas sólidas y de la tolerancia al adversario.

Carlos R. Briones Coordinador Académico

FLACSO-Programa El Salvador

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INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es presentar un resu­men de las principales ideas y debates económicos durante la ilustración centroamericana 1• Las ideas eco­nómicas se examinan en su relación estrecha con la moral y la política. Sería inadecuado proceder de otra manera, ya que como señala Luis Castro Leiva, en la época de la Ilustración ni la economía ni la política eran concebibles separadas de la moral. Esta era entendida como ciencia de las costumbres, y generalmente se dividía en tres partes: la moral propiamente dicha, que enseña al hombre a gober­narse a sí mismo según las reglas de la razón, y las otras dos, la economía y la política.

"Lo que importa subrayar hoy mas que nunca es que ni la economía ni la política eran concebibles separadas de la moral. No existía el dilema actual consiste en saber sí política y economía entre sí y de qué modo se vinculan ambas con la mora1" 2 •

La visión ilustrada en relación estrecha entre las tres disciplinas mencionadas fue una de las razones que impulsaron a escribir este trabajo. Cuando se

En la tesis de doctorado The Central American Enlightenm~nt 17 70-1838. An lnterpretation of Palitical Ideos and Política/ History, se ha definió este período como el de la Ilustración centroamericana, a partir de tres consideraciones básicas: a) en 1110 estaban ya consolidado dos de las características centrales del pensamiento ilustrado, el rechazo del principia de autoridad en filosofía, y el énfasis en la enseñanza del conocimiento útil; b) en el período establecido se observa un predominio del pensamiento político ilustrado; e) en 1838, con la disolución de la unidad centroamericana y el clima político dominado por la guerra civil y la anarquía, desaparecieron las condiciones para desarrollar el programa ilustrado.

2 Castro Leiva, L., "El Emilio de Narciso. De la moral tradicional a la educación cívica", en Insinuaciones deshonestas. (Venezuela: Monte Avila Editores, 1994), p. 195

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hizo la investigación para el desarrollo de la tesis doctoral se tenía como objetivo fundamental de in~ vestigación el desarrollo de las ideas políticas, pero fue descubriendo la relación estrecha de estas con

'- ~ .. .. las ideas económicas y~ morales. Se observó que pocos tr~bajo-s históricos han intentado examinar su desarrollo" paralelo, en éste se intenta hacer una modesta contribución en esa dirección. Así, el aporte princi~ pal que se pretende realizar es la relación del pen~ samiento económico con el _ético y político. Por tanto, su alcancé es limitado én materia de historia econó­mica. Lo común es _.que el hjstoriador económico escriba la historia de_I pens~miento económico. En este caso se ha Ilégadó- al exámen del pensamiento económico por la vía de las ideas políticas y se escribe desde esa perspectiva. En cada momento se busca entender la. propuesta económica, la forma de gobierno y_ los principios morales que la acompa~ - - . ñan.

1..) • 5 ~ • ) 1 o :'

::. . ., .. El-proyecto Úene como objetivo examinar el im~

pacto- de la· Ilustración en el desarrollo del pensa~ miento económico, ético y .Político que sirvió de base para~ el cuest-iona miento -del sistema surgido de la Conquista: 'En mayor o menor medida los ilustrados

1 -

coincidían en la necesidad de superar el antiguo régimen. Las diferencias en su seno giraban alre9edor de la velocidad del cambio y fundamentalmente en la elección del nuevo sistema. Las principales alternativas exis~ tentes que aquí se examinan teníañ como base dos grande~' pa~adigmas de la llustración: el liberalismo y la república. -El· liberalismo tenía su base en la teoría política de 'la ·libertad individual y el republicanismo en la gran tradición del humanismo cívico. Esas persuasiones políticas desarrollaron raíces en Cen~ troamérica y fue entre sus adeptos que se desarro~ liaron. las discu-sion~s más ·interesantes que aquí se

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examinan. A nivel político y ético el desarrollo de estos paradigmas es muy claro. El reto de este tra­bajo radica por tanto en examinar su evolución en el plano económico. Hacer esto nos llevará a revisar fundamentalmente la propuesta liberal basada en el desarrollo de la sociedad comercial y la propuesta republicana basada en el desarrollo de una econo­mía agraria orientada a fomentar las virtudes cívi­cas.

Existe una segunda razón que ha motivado a escribir sobre los debates económicos en la época de la Ilustración: su utilidad para entender los debates económicos del presente. Cuando se inició este tra­bajo se observó el limitado conocimiento que se tiene del pensamiento económico y el desarrollo de la economía política en la época de la lndependencia.3

También preocupaba la poca referencia histórica en los debates económicos del presente y se quería insistir en el hecho de que mucho se puede aprender de la discusión antigua ya que se discuten, en varios ca-

3 Existe una gron cantidad de trabajos sobre historia económica pera lo historia del pensamiento económico necesita más desarrolla. El octo de este trobajo sólo tuvo conocimiento de lo publicación del texto de Bernardo Belzunegui Ormazábal, Pensamiento económico y reforma ograria en el reina de Gua temo/a 179 7-1812 (Guotemola: Comisión lnteruniversitario Guotemolteca de Conmemoración del Quinta Centenario del Descubrimiento de Américo, 1992), cuando este li­bro estoba por publicarse. Lomenta mucha esta importante omi­sión. Belzunegui exomino can competencia el desarrollo del pensa­miento ogrario en relación con las grondes escuelas del pensamien­to económico. Hoce una revisión de las principales figuros que contribuyeron al pensamiento económico: Antonia Carda Redonda, Antonio de 5on José Muro, Ignacio Guerro, el anónima Agricolmico y José Moría Peinado. 5u troboja muestra el gran pope/ jugodo por Antonio Gorda Redondo y Antonio Muro en el desarrollo de lo economía política centroamericano los aspectos mós destocados son la demostración de que los escritos económicas más conocidas y examinados hosta el oporecimienta de su trabaja, cama la san, las Instrucciones económicos del ayuntamiento de Guatemala a su di-

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sos, problemas bastante similares. Esta observación lleva a la necesidad de recordar que la economía política fue una ciencia que se desarrolló con el auge de la Ilustración. José del Valle expresó ma­gistralmente la gran estimación que se tenía por esta nueva ciencia.

"Si debe haber ciencias favoritas y privilegiadas, ¿Cuál es la que puede presentar títulos más grandes que los de la economía política? Y, ¿Por qué funda­das tantas clases de otras ciencias, no se había pensado en la aparición de la que puede tener influjo tan decidido en nuestra prosperidad?"4

El esfuerzo por cultivar esta ciencia se vio coro­nado con la fundación en 1794 de la Sociedad Económica de Amigos del País - que tenía como objetivo su divulgación y desarrollo - creada bajo la iniciativa del ilustre oidor dominicano Jacobo de Villa Urrutia, miembro para esa fecha de la Audiencia del

putado a Cortes en 181 O y los apuntamientos sobre la agricultura y el comercio del Real Consulado de Comercio, no son documentos pioneros sino que tienen como base otros trabajos. Los documentos pioneros en Guatemala son Memorias sobre el fomento de las co­sechas de cacao, escritas por Gorda redondo en 1799 y la Memoria sobre las utilidades y medios de que los indios y ladinos vistan y calcen a la española, escrita por Antonio Muro en 1 198. El trabajo de Belzunegui constituye la contribución más importante al desarro­llo de pensamiento económico agrario. Nuestro trabajo se hubiera beneficiado mucho de sus descubrimientos y conclusiones las cuales lamentablemente no pudieron ser incorporadas en la extensión que merecen. El conocimiento de las fuentes usadas como referencia por Belzunegui hubieran enriquecido el análisis y por supuesto que tam­bién el acceso a _los textos por el recuperados del olvido. En ningún caso este conocimiento, juzgando por lo que dice de los textos, hubiera llevado a cambiar mi conclusión principal de que el debate fundamental se dio entre partidarios del liberalismo y la república.

4 }osé del Valle, "Discurso pronunciado en la junta General de la Sociedad Económica de Amigos del País", septiembre de 181 2, pu­blicado en Obra escogida, selección y prólogo por jorge Mario Gorda Laguardia (Venezuela: Biblioteca Ayacucho, 1982), p. 210

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Reino de Guatemala. Uno de los frutos más impor­tantes dejados por esta institución fue el estudio de los textos económicos principales que se producían en otras latitudes. Esto permitió el conocimiento de los argumentos fundamentales presentados por las grandes escuelas económicas de las grandes época: mercantilismo, fisiocracia y liberalismo. Sin duda era un buen comienzo para desarrollar criterios adecua­dos para el análisis de la realidad económica cen­troamericana.

La economía política tuvo un desarrollo notable en Centroamérica. Se puede afirmar que los princi­pales líderes políticos conocían los principios bási­cos de las grandes escuelas económicas. De ello dan testimonio textos económicos publicados en la época, ejemplo de la calidad con que se defendían posiciones encontradas.5 Esta riqueza teórica, prepo­sitiva y polémica, desarrollada al debatir los proble­mas económicos, es lo que hace interesante y útil su estudio. Es sorprendente observar que en su parte medular gran parte de lo que se discute hoy en día tiene antecedentes en los debates de la época de la Independencia. La utilidad y actualidad de esas ideas y debates económicos se presenta de manera clara .al pasar revista a los principales problemas en dis­cusión. Por supuesto que hay temas que sólo tienen interés eminentemente histórico. Por ejemplo las dis­cusiones sobre algunas instituciones clásicas surgi­das del sistema establecido con la Conquista, pos­teriormente abolidas. Es el caso de las encomien­das, el repartimiento de indígenas, los tributos indí-

5 Ejemplo de esto son los escritos económicos de }osé del valle, quien hizo una revisión de los textos clásicos se puede ver que no faltaba ninguno de importancia. Los escritos del Valle según examinados en los capítulos finales de este trabajo.

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genas, la esclavitud del negro, el diezmo y la gran propiedad eclesiástica. En cambio otros problemas económicos centrales son todavía de mucha actua­lidad. En primer lugar, el problema de la libertad económica a nivel interno y externo en el imperio español. A nivel interno se debatió cuáles eran las esferas de actividad económica apropiadas para el Estado y los individuos; a nivel externo se debatió con ardor a favor de la libertad comercial o el pro­teccionismo. Este tipo de discusión acapara hoy día los editoriales de prensa. En segundo lugar, se dis­cutió con mucho calor el problema del monocultivo y la falta de diversificación industrial, considerado como la causa principal de la mendicidad y la po­breza. Este es en la actualidad el mayor problema de los países pobres. En tercer lugar, se debatió sobre las causas de la desigual distribución de la riqueza, que perpetuaba la miseria indígena y de todos los desposeídos, contrastada con la constante acumulación de riqueza de las familias adineradas criollas, en un proceso de concentración económica, cuestión que aún no encuentra solución. En cuarto lugar, se examinaba con mucha atención el proble­ma económico de la guerra, que generaba ociosidad de brazos productivos y demandaba vastos recursos económicos. En Centroamérica a pesar de los Acuerdos de Paz, el flagelo de la guerra no se puede consi­derar todavía como cosa del pasado. En las discu­siones de los temas económicos que aún tienen actualidad, el lector atento y acucioso encontrará lecciones del pasado sobre qué hacer y qué no hacer al abordar los mismos temas referidos a la época en que vivimos.-·

Para lograr el objetivo propuesto se ha organiza­do el presente trabajo en seis capítulos. El capítulo primero, ofrece una introducción al contexto ético y

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político en que se desarrollaron las ideas y debates económicos. Se prioriza el análisis de la forma de gobierno, los conceptos de libertad, las corrientes de pensamiento, la moral y sus consecuencias en lo económico. El capítulo segundo, examina el tipo de organización ética, política y económica que surgió de la Conquista en el Reino de Guatemala, que se puede definir como una forma de "antiguo régimen". Es el sistema que se transforma con las reformas borbónicas bajo la influencia del pensamiento políti­co ilustrado. El capítulo tercero, plantea grandes rasgos las bases filosóficas de la Ilustración y el desarrollo del pensamiento político ilustrado en Centroamérica. El capítulo cuatro presenta el desarrollo de la eco­nomía española y las reformas borbónicas. El capí­tulo quinto examina el desarrollo de la economía política centroamericana en su etapa formativa que cubre el periodo desde 1793 hasta 1814. Se hace una revisión de la recepción de las fuentes teóricas que sirvieron para establecer las bases de esta nue­va ciencia, se examina los primeros escritos econó­micos y las propuestas curriculares usadas para la enseñanza formal de la economía política; concluye con una revisión de las reformas económicas desa­rrolladas por la revolución liberal española. El capí­tulo sexto examina las ideas económicas en el pe­riodo de la Independencia y la Centroamérica unida e independiente; se analizan los debates económicos de 1820, las posiciones económicas adoptadas du­rante la Independencia de España y la Anexión a México y la legislación económica adoptada por la Asamblea Nacional Constituyente. Cierra con un examen de las consecuencias económicas de la guerra civil y la política económica del régimen de 1829-1838 que en parte explica la caída del régimen y la rup­tura de la unidad centroamericana. Se espera lograr comunicar un panorama general del desarrollo de la

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economía política en Centroamérica en la época de la Independencia, con el propósito principal de ex­traer lecciones útiles para abordar las discusiones económicas del presente.

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CAPITULO PRIMERO

IDEAS ECONOMICAS: CONTEXTO ETICO Y POLITICO

IDEAS ECONOMICAS: CONTEXTO ETICO Y POLITICO

La Ilustración se ha entendido como un proceso y periodo histórico que define el origen intelectual de la sociedad moderna, caracterizada por el ascen­so del racionalismo, el empirismo, el secularismo y el individualismo. En diferentes circunstancias la Ilus­tración, conservando sus principios básicos, adquirió matices locales hasta formar una familia de proce­sos ilustrados a la cual pertenece la Ilustración cen­troamericana.

El aparecimiento de la sociedad moderna es re­sultado de varios factores. En primer lugar, la revo­lución científica, que dio un impulso decidido a la división y especialización del trabajo, base del bien­estar material. En segundo lugar, los grandes descu­brimientos crearon las condiciones para el desarrollo de relaciones comerciales a escala global, una de las bases de la sociedad comercial. En tercer lugar, se observa un cambio de diversos tipos de regíme­nes antiguos -dentro de ellos el gobierno colonial­hacia formas de gobierno representativo o constitu­cional. En cuarto lugar, a nivel filosófico se supera el sistema escolástico basado en la autoridad filosó­fica o bíblica y se comienza a construir el edificio de la filosofía moderna, basado en la razón, en la experiencia, o en una combinación de ambas. Con Descartes se desactivó el conflicto entre religión y ciencia que llegó a su cumbre en el juicio inquisitorial a Galileo, quedando reducido al conflicto entre cien­cia e institución religiosa. 6 En quinto lugar, la refor-

6 Donald Palmer desarrolla este punto observando que Descartes terminó la confrontación directa entre religión y ciencia. Observa que hoy en día la oposición religiosa a las teorías científicas viene de algunos sectores protestantes. Does the Center Hold? An lntroduction to Western Philosophy. (California: Mayfield Publishing Company, Second Edítion, 7996), pp. 53-54.

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ma protestante rompió la hegemonía de la Iglesia católica y creó las condiciones para el desarrollo de la libertad de cultos. En sexto lugar, la pérdida de autoridad de la Iglesia católica combinado con el avance de la ciencia llevó al ascenso del pensa­miento secular, y más tarde a la separación entre Iglesia y Estado o por lo menos a la subordinación de lo espiritual a Jo temporal. En séptimo lugar, con la perdida de influencia de la iglesia se crearon las condiciones para el renacimiento y desarrollo de éticas seculares, en detrimento de la ética cristiana. Resurgió con nueva fuerza la ética antigua republicana y se desarrolló una ética individualista liberal producto de la sociedad comercial.

Los cambios observados son de tal magnitud que representan el cambio de una sociedad a otra: de la sociedad medieval a la sociedad moderna; en el caso del Reino de Guatemala el intento de superar la sociedad colonial y llegar a la modernidad. En gran parte de Europa y Estados Unidos de Norteamérica se llegó sin lugar a dudas a la modernidad. En América Hispana, en Centroamérica, hubo un proceso ilustrado pero con resultados menos exitosos; no se puede decir con la misma certeza que con la Independencia política de España se haya alcanzado la modernidad.

Ese proceso de cambio se llevó a cabo en Cen­troamérica como producto de la revolución ilustrada, y se expresó de la manera siguiente: a nivel político la Ilustración centroamericana buscó superar el sis­tema antiguo surgido con la Conquista conocido popularmente como sistema colonial, que se funda­mentaba en el absolutismo monárquico. Este princi­pio fue el rector de las instituciones coloniales que no permitieron el desarrollo de Constituciones y li­bertades tradicionales. Las ideas absolutistas fueron cuestionadas durante la Ilustración desde concepcio­nes liberales o republicanas, lo cual habría de gene­rar una transición del gobierno absolutista al gobier­no constitucional. A nivel ético se observa un mo-

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vimiento de la ética imperial y la ortodoxia cristiana hacia una ética secular republicana o individualista basada en los principios liberales. A nivel económi­co este cambio se expresaba como el avance de la sociedad comercial en relación a la estructura eco­nómica surgida con la Conquista.

La historia de la sociedad moderna en los gran­des centros políticos donde triunfó la Ilustración, Estados Unidos y Europa, es bien conocida. Desde el punto de vista de este trabajo no interesa tanto el examen de la lucha contra el antiguo régimen. Interesa más que todo examinar las diferencias al interior de la familia ilustrada, pues son ellas las que definieron el futuro de la Ilustración y la modernidad en Centro­américa. Sabemos por el trabajo de John Tate Lanning que la Ilustración centroamericana fue un proceso desarrollado por consenso y por lo tanto la resisten­cia del antiguo régimen colonial fue mínima. 7 Esto explica que las diferencias fundamentales no se die­ran entre conservadores e ilustrados, sino al interior de la familia ilustrada, básicamente entre absolutistas ilustrados, liberales y republicanos. Por esa razón en este trabajo se le presta más atención a los dife­rentes modos de pensar al interior de la familia ilus­trada y a los diferentes modelos de sociedad que se pretendía desarrollar, que definieron el contexto éti­co-político de lo económico.

Dentro del proyecto ilustrado se perfilaron dos tendencias generales. Por un lado estaban los par­tidarios del absolutismo ilustrado, casi siempre liga­dos a monarquías absolutas, y por el otro los par­tidarios de la Ilustración constitucional, generalmen­te adeptos a ideas liberales o republicanas. 8 El objetivo

john Tate Lanning, La Ilustración en la Universidad de San Carlos (Guatemala: Editorial Universitaria, 1978). Esta clasificación es de mucha utilidad para el análisis en Centro América y se encuentra desarrollada por Geraint Parry ,,fnlightened government and its Critics in Eighteenth-century Germany .. The historical Journal, VI, No 2 (Cambridge University Pres, 1963), pp. 182-183.

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era desarrollar el progr~ma ilustrado para llegar al progreso. Para quienes creían en los métodos absolutistas, lo importante era ilustrar al príncipe para que diseminara las luces. Los constitucionalistas pensaban que los beneficiados del programa ilus­trado también tenían que ser parte activa del pro­ceso.

El absolutismo ilustrado llegó a tener una gran relevancia en Centroamérica. Su raíz se encuentra en la tradición absolutista española. Difiere con la Ilustración constitucional en los métodos para desa­rrollar el programa ilustrado, y por lo tanto su dife­rencia es fundamentalmente política. Su concepto de libertad no trascendía el concepto del despotismo legal y por lo tanto era una amenaza constante para la libertad y la propiedad. A nivel económico esta forma de pensamiento tenía la flexibilidad necesaria para adaptarse gradualmente a la sociedad comer­cial, e incluso la promovía. A nivel ético su pensa­miento es secular, y mostró más inclinación hacia la ética individualista que a la republicana. En Cen­troamérica esta forma de pensamiento adquirió mu­cha relevancia, ya que ante las dificultades encon­tradas para desarrollar las ideas liberales o republi­canas, los partidarios del progreso siempre tenían como recurso final los métodos absolutistas . La vi­talidad del absolutismo fue tal que después de la Independencia re-emergió en su forma clásica o dis­frazado con ropaje liberal o republicano; por esta razón no se le puede perder de vista en nuestro trabajo.

El análisis del liberalismo y del republicanismo tiene gran relevancia, ya que especialmente durante el arribo de ambas tradiciones a la América Hispa­na, ninguna de ellas mostró tendencias complemen­tarias, sino más bien contrastantes. El republicanismo, en sus versiones antigua o moderna, tendía hacia la fusión de Estado y sociedad y es claramente comu­nitario. El liberalismo separaba el Estado de la so-

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ciedad y es fundamentalmente individualista. 9 Los republicanos, en su afán de preservar las virtudes cívicas, tenían serias reservas para abrazar los prin­cipios de la sociedad comercial, que según ellos llevaba al desarrollo de la opulencia, con una ética individualista corruptora de las virtudes cívicas. Los liberales, partidarios de la sociedad comercial, creían en la fuerza civilizadora del comercio, en los aspectos positivos de la opulencia que contrasta con las formas de una sociedad agraria primitiva, y en la posibilidad de desarrollar una ética secular individualista com­patible con el bien común y la libertad individual.

Compartimos el criterio de Luis Castro Leiva al señalar que en América Hispana el problema central era que se quiso tener el modelo liberal y republi­cano a la vez.

~~El dilema ha consistido en que la mayoría de nuestras repúblicas quisieron vivir de lo mejor de ambas cosas. Quisieron seguir siendo repúbli­cas virtuosas para ciudadanos combatientes y quisieron vivir la laboriosa paz individualista de una era del comercio. Todo a un mismo tiempo. Pero ambas cosas no eran posibles a la vez. Un sosiego o una paz, condición para el disfrute de los bienes del comercio y de la seguridad, no pueden concebirse sino como imposibles si la guerra o la revolución son las únicas oportunida­des que confieren credenciales liberales republi­canas.n10

Se puede agregar que tal ambigüedad terminó aniquilando las posibilidades de ambos proyectos.

Este punto esta muy bien desarrollado por Luis Castro Leiva y Anthony Pagden en un ensayo a publicarse próximamente. «Civil Society and the Fate of the Modern Repub/ics of Latín America».

10 Luis Castro Leiva, <<Introducción a El liberalismo como problema,_ (Venezuela: Monte Avila Editores, 1992), p.8.

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No se trata solamente de que se haya querido tener lo mejor de los dos sistemas. Hubo momentos en que el enfrentamiento entre esas dos tradiciones lle­vó a la guerra civil y a la destrucción de las socie­dades. El caso de Centroamérica es claro si se re­cuerda que al inicio de la guerra civil de 1826 la confrontación fundamental se dio entre los partida­rios del liberalismo y el republicanismo antiguo.

Para entender mejor esta controversia es útil observar la forma en que las principales corrientes de pensa­miento se expresaron en otras partes del continente. En Centroamérica la influencia del absolutismo ilus­trado es poderosa, en cambio en Sudamérica y en México tuvo menor presencia, y en Estados Unidos simplemente careció de importancia. En Centroamé­rica, al igual que en Sudamérica -particularmente en la Gran Colombia-, el republicanismo antiguo proveniente de Rousseau tuvo gran influencia, pero en Estados Unidos fue irrelevante. En cuanto al republicanismo moderno, su influencia en América Latina fue notable pero no dominante, y en Estados Unidos fue una influencia decisiva. La tradición libe­ral tuvo mucha presencia en América Latina, sin ser fundamental, lo que contrasta con su absoluto pre­dominio en Estados Unidos.

Para captar mejor las diferencias fundamentales entre la tradición liberal y la republicana, y entender el contexto ético y político de las ideas económicas, es necesario hacer una breve revisión de sus prin­cipios básicos. La exposición de los elementos prin­cipales de ambos paradigmas 11 facilita aislar los conceptos políticos y éticos que permiten entender mejor lo económico.

'' Uso la palabra en el sentido definido por Thomas S. Khun The Structure of Scientific Revolutions (The University of Chicago Press, 1996, 3rd Ed). Este término lo popularizó john Pocock en el campo de la historia.

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LIBERALISMO Y REPUBLICANISMO: PRINCIPIOS Y DIFERENCIAS

Los mejores estudios sobre el republicanismo están asociados a los trabajos de John Pocock, quien lo define como paradigma del humanismo cívico o republicanismo clásico. 12 Su importancia para este trabajo radica en que fue una forma de organización política que despertó mucha admiración y deseos de imitación durante la llustración. 13 Pocock encuentra su origen en la "polis" aristotélica, continuidad en la república romana, en Florencia y en Venecia, y en la modernidad en Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Sus figuras modernas más importantes son Rousseau en Francia, Jefferson en Estados Unidos, Adan Ferguson en Escocia, Simón Bolívar en Vene­zuela, Antonio García Redondo y José Francisco Barrundia en Guatemala. Su concepto principal es la virtud cívica. 14 La polis o república 15 dependía de ellas para mantener su estabilidad y evitar la temida corrupción política. 16 En palabras de Pocock, esta forma de asociación política implicaba mantener la igualdad cívica entre los que calificaban como miembros de la polis, y la disposición moral de sus miembros

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Pocock, f. C.A., The Machiavellian Moment : Florentine Political Thought and the Atlantic Republican Tradition (Princeton University Press, 1975). La influencia la de antigüedad clásica queda reflejada en el título que Peter Gay escogió para su primer volumen de su libro sobre la ilustración, The Enlightenment. An lnterpretation: The Rise of Modern Paganism (London and New York: W. W. Norton & Ca., 1996). Las virtudes cardinales clásicas son cuatro: sabiduría, justicia, cora­je y templanza. Quentin Skinner, Machiavelli (Oxford University Press, 7 997 ), p. 36. john Pocock concluye que la polis aristotélica y la república tienen los mismos valores fundamentales y conceptos políticos. The Machiavellian Moment: Florentine Political Thought and the Atlantic Republican Tradition (Princeton Universitv Press, 19 7 5 ), p. 3 judith Shklar ofrece una excelente descripción del ciclo clasico de corrupción de las formas de gobierno. Montesquieu. (Oxford University Press, 7987), p.63.

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para el mantenimiento del bien público. Se entendía al hombre como animal político17 , lo que se expre­saba sólo y plenamente en la práctica de la ciuda­danía como una virtud activa. Su actividad pública era menos la de un magistrado ejerciendo autoridad que la de un ciudadano ejerciendo su igualdad.

••Virtud en este sentido había adquirido precondiciones materiales como también mora­les. Para calificar para la igualdad y la ciudada­nía, el individuo tenía que ser señor en su ho­gar, propietario como sus iguales de las únicas armas permitidas empuñar en las guerras las cuales tenían que ser asumidas públicamente y posee­dor de propiedad cuya función no era brindar ganancia y lujo sino independencia y ocio. Sin propiedad su destino es ser sirviente; sin el cívi­co y publico monopolio de las armas su ciuda­danía tiene que ser corrompida.n 18

Este tipo de organización política se desarrolló en un tipo de sociedad básicamente agraria. Garan­tizaba fundamentalmente la libertad política pero no la individual.

El paradigma liberal se desarrolla a partir de la jurisprudencia natural modernizada por Hugo Grotius, continuado por Samuel Pudendorf y John Locke. Alcanza refinamiento a nivel económico con Adam Smith, y estatus de ideología política con Benjamin Constant. 19

17 Aristóteles, The Polítícs. libro 7, capítulo 2, 7 25 3 a, 6-7. 18 john Pocock «Cambridge paradigms and Scotch philosophers: a study

of the relations between the civic humanist and the civil jurisprudentíal interpretation of eighteenth-century social thought». En Wealth and Vírtue. The Shapíng of Política/ Economy in the Scottish Enlightenment. Editado por lstvan Hont y Michael lgnatieff. (Cambridge University Press, 7 993),236. Mi propia traducción.

19 Un excelente examen del desarrollo de este paradigma se encuen­tra en el ensayo de lsvan Hont y Michael lgnatieff, «Needs and justice in the Wealth of Nations: An lntroductory Essay>>. En Wealth and Virtue ... op.cit.

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Es un pensamiento político que no tiene un origen antiguo sino moderno. Su influencia se expandió de Europa a América, donde encontramos grandes ex­ponentes como Alexander Hamilton en Norteaméri­ca, Francisco de Paula Santander en Colombia y José María Peinado en Guatemala.

El liberalismo toma cuerpo cuando se desarrollan argumentos políticos que fundamentan el goce pací­fico de la independencia privada. Sus bases son una concepción política instrumental, una visión individualista que privilegia al individuo por sobre la sociedad, su concepto de pacto original y de libertad individual. Aunque el origen de esta tradición se puede llevar hasta Hugo Grotius o antes, John Locke es conside­rado por los comentaristas como el padre del libe­ralismo moderno.

La visión liberal concibe la política como una actividad .-instrumental y no como un fin en sí mis­mo. "El hombre en el estado natural ya posee y desarrolla todo su potencial humano. Locke en el capítulo dos del Second Treatise describe el estado de naturaleza como un estado de perfecta libertad e igualdad regido por la ley natural. Esta ley determi­na los derechos naturales de los individuos y sus violadores se exponen a penas por transgresión. El estado de naturaleza en Locke es bastante ordenado pero tiene imperfecciones tales como la interpreta­ción, juicio y ejecución de la ley natural. Para supe­rar estos inconvenientes se hace necesario consentir en la creación del pacto de sociedad y de gobier­no.20 La política no se concibe como una actividad desarrollista del individuo, y por tanto la sociedad y el Estado son considerados instrumentos para su protección. La creación de la sociedad política tiene como objetivo básico la preservación de los dere-

20 john Locke, Two treotises of Govemment (Cambridge Univers1ty Press, 7 988), pp. 269-2 78, 35 7.

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chos individuales existentes en el estado natural ' especialmente la propiedad, término que incluye: vidas,

libertades y bienes. 21 Esta es la matriz de los dere­chos básicos individuales: el respeto a la vida, la libertad, la propiedad y la seguridad. 22 El derecho más importante es el derecho de propiedad que comienza por la propiedad sobre la propia persona: ((every Man has a property in his own person11. 23

Esta noción es la base del célebre argumento de Locke que permite la apropiación privada legítima de las cosas dadas en común. El hombre adquiere derechos de propiedad cuando ~~ha mezclado su tra­bajo con la tierra y aporta a ella algo que es suyou. 24

El celo por proteger los derechos naturales del indi­viduo se expresa de forma clara en el tipo de con­sentimiento que se da al establecerse el pacto so­cial. Geraint Parry explica el concepto de consenti­miento en Locke.

ceLa sociedad política no puede adquirir ningún derecho que no ha sido transferido por los indi­viduos que forman el pacto social. Los indivi­duos transfieren su derecho para ejecutar la ley natural pero no otros derechos. En particular no transfieren a la sociedad ninguna de sus propie­dades: libertades, vidas y bienes.~~ 25

Esta noción de consentimiento es una de las grandes contribuciones de Locke al desarrollo de 1~ libertad y concepto fundamental del liberalismo. El ·individuo queda firmemente protegido de la violación de sus derechos por parte de otros individuos y el Estado

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ldem, 350-351. /bid. p. 350. -­/bid, p. 287. /bid, p. 288. Geraint Parry, lohn Locke (London: Georg e Alfen & Unwin, 1 9 78), p. 98. Para un examen más detallado del concepto de consenti­miento en Locke, consultar a john Dunn «Consent in the Political Theory of john Loe k e «, en Historical lournal, 196 7, pp. 15 3-182.

ve reducidas sus funciones y se convierte en un Estado mínimo, en un Estado centinela donde hay una separación clara de la esfera política y la esfera privada.

La libertad de los antiguos y la libertad de los modernos

La discusión más importante en la época de la Ilustración fue sobre la libertad, de manera muy especial en América Latina, donde las filas liberales y repu­blicanas debatieron arduamente sobre este punto. En el examen de este concepto es donde más clara­mente aparecen las diferencias fundamentales exis­tentes entre estas concepciones. La clarificación de las diferencias entre dos conceptos básicos de liber­tad la inició Benjamín Constant. Sus términos son clásicos y los definió precisamente como la libertad de los antiguos y la libertad de los modernos, esto es, la libertad política y la libertad individual. 26 Según Constant, la libertad de los antiguos -asociada al republicanismo clásico- consistía uen una activa y constante participación en el poder colectivo", y la libertad de los modernos -asociada al liberalismo­"en el goce pacífico de la independencia privadan27

.

Constant amplía más estas definiciones observan­do que libertad para los modernos significa el dere­cho a estar sometido solamente a la ley, y estar protegido de la v<5Iuntad arbitraria de uno o más individuos. Significa el derecho a expresar la propia opinión, escoger profesión y practicarla, disponer de la propiedad, viajar sin permiso y sin tener que rendir

26 Es la lucha entre estos dos conceptos de libertad lo que acapara los grandes debates políticos y económicos en Centroamérica, y lo que al final lleva a la guerra civil de 1826, que culmina en la ruptura de la unidad centroamericana en 1838.

27 Benjamín Constant, << The liberty of the ancients compared with that of the moderns••, Constant Political Writings ed. Biancamaria Fontana (Cambridge University Press, 1 988), pp. 316-31 1.

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cuentas de sus motivos. También significa el dere­cho a asociarse con otros individuos para discutir sus intereses o profesar la religión que se prefiera. Finalmente significa el derecho de cada quién a ejercer alguna influencia en la administración del gobierno, eligiendo ya sea a todos o a algunos representantes particulares, o bien mediante peticiones o demandas que las autoridades están obligadas a escuchar.28

Por otro lado, la libertad de los antiguos consistía en ejercitar directa y colectivamente muchos aspec­tos de una soberanía absoluta, en deliberar en la plaza pública sobre guerra y paz, sobre alianzas con gobiernos extranjeros, en votar leyes, en examinar cuentas, actos del gobierno y conducta de los ma­gistrados. Los antiguos admitían como compatible con esta libertad colectiva la completa sujeción del individuo a la autoridad de la comunidad. 29 Constant dice: uentre los antiguos, el individuo, casi siempre soberano en los asuntos públicos, fue un esclavo en todas sus relaciones privadas~~30 , para llegar final­mente a la siguiente conclusión general: 11La libertad individual es la verdadera libertad moderna. La liber­tad política es su garantía; por tanto, la libertad política es indispensable~~. 31 Constant también advertía sobre las bondades y defectos de ambos conceptos.

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((El peligro de la libertad antigua era que los hombres exclusivamente preocupados por asegurar su parte en el poder social, le podían adherir muy poco valor a los derechos individuales. El peligro de la libertad moderna radica en que, absorbidos por el disfrute de nuestra independencia privada y la satisfacción de nuestros intereses particula­res, fácilmente dejamos a un lado nuestro dere­cho a participar en el poder político ... 32

/de m, pp. 3 7 0-3 7 7. !bid. p. 317. /bid. /bid. p. 323. /bid. p. 326.

Stephen Holmes ha señalado que Constant en­tendía con claridad los peligros de ambos conceptos de libertad ya que ambos tienen un potencial para la tiranía. El defendía una visión radical participativa y reformista pero anti-utópica ya que pensaba que la verdadera libertad consistía en una mezcla óptima de •do público y lo privado, participación y no par­ticipación, ciudadanía e independencia, activismo y distracción, cooperación y excentricidad••. 33

Holmes presenta una imagen de un Constant muy activo en la vida política consistente con su visión de la libertad que contrasta según lo expresa, con la imagen de un Constant adicto a la privacidad presentada por lsaiah Berlin quien es célebre por la famosa clasificación de las múltiples nociones de libertad en dos conceptos fundamentales: libertad negativa o ••ausencia de impedimentos, y la libertad positiva o "autodeterminación" o uautonomía». Berlín señala que la libertad en el sentido negativo nes simplemente el área en la cual el hombre puede actuar sin ser impedido por otros. u34 Es libertad de interferencia estatal. Este concepto de libertad es asociado por Berlin princi­palmente con el liberalismo. Libertad en el sentido positivo uconsiste en gobernarse a si mismo. Se desea por sobre todo ser consciente de si mismo como un ser pensante y activo que actúa de acuerdo a su voluntad asumiendo responsabilidad por sus decisio­nes y capaz de explicarlas en referencias a sus propias ideas y propósitos.u35 Este concepto de libertad es asociado principalmente por Berlin con J. J. Rousseau y los jacobinos. En la América Hispana el concepto de libertad negativa y positiva ha sido muy difundí-

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Stephen Hofmes, Beníamin Constant and the Making of Modern Liberafism (Yafe University Press, 1984), p. 44. lsaiah Berfin, « Two concepts of Liberty», Four Essays on Liberty (Oxford University Press, 1 969), pp. 12 2- 7 2 3 12 7. ldem, p. 1 31.

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do por los trabajos de Norberto Bobbio quien formu­la los conceptos en términos parecidos a Berlin.J6

Los dos conceptos de libertad en la formulación de Constant o de Berlin son la referencia básica para la discusión del concepto de libertad en Centro América donde ambos conceptos alcanzaron pleno desarrollo. El concepto de libertad de los modernos tiene su elaboración madura en las Instrucciones del ayuntamiento de la ciudad de Guatemala a su dipu­tado en las Cortes de Cádiz en 181 O. El concepto de libertad de los antiguos predomina a partir de 1820, al desarrollarse una forma de republicanismo antiguo inspirado en El contrato social de Rousseau. Hoy en día no existe debate más importante, ya que el absolutismo tiene raíces ancestrales, la tradición de respeto a la libertad individual es muy débil, y la influencia del concepto de libertad antigua es muy fuerte.

Republicanismo y liberalismo: ética

El cambio en términos. éticos ocurrido gradual­mente durante la Ilustración es explicado por J. B. Schneewind en una obra magistral recientemente publicada. Schneewind observa, que durante el siglo XVII y siglo XVIII las concepciones establecidas de moralidad basadas en la obediencia ( obedience) fueron cuestionadas en forma creciente por las concepcio­nes de moralidad emergentes basadas en la autodeterminación (self- gobernance). 37 Schneewind

Jó Norberto Bobbio, Igualdad v Libertad (Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 1993), pp. 96-102.

37 ¡. B. Schneewir_Jd, The lnvention of Autonomy ( Cambridge University Press, 1998), p. 4. El explica la diferencia entre las dos concepcio­nes. En la moralidad como obediencia la moralidad tenía que ser entendida en su esencia como un aspecto de la obediencia que se le debe a Dios. Además la mayoría de nosotros estamos en una posición moral en la que se tiene que obedecer a otros seres hu· manos. La autoridad de Dios sobre nosotros es trasmitida por la

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sostiene que la filosofía moral temprana moderna dentro de la cual la concepción de moralidad como 'self-governance' emergió, hizo una gran contribu­ción al ascenso de la visión liberal occidental de las relaciones adecuadas entre el individuo y la socie­dad.38 Lo expresado por Schneewind ayuda a enten­der el cambio fundamental a nivel ético experimen­tado con la superación del sistema surgido de la Conquista por la creciente influencia del Iluminismo.

La ética del imperio español en tiempos de la Conquista era en primer lugar una ética imperial que valoraba mucho la guerra como método para asegu­rar y engrandecer el Estado, principalmente por el poder, prestigio y gloria que otorgaba. En este as­pecto el imperio permanecía andado en el gran ejemplo romano. En segundo lugar, estaba basada en la ética cristiana, que orientaba la moral en función de la salvación de las almas y que corresponde a la ética basada en la obediencia. Esta ética, como, señala J. Pocock, tenía la característica de ser en esencia anticívica. 39

La ilustración era un movimiento de orientación secular y por tanto necesitaba de éticas que se

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razón como también a través de la revelación y la Iglesia. No todos somos igualmente competentes para ver por nosotros mismos lo que lo moralidad demanda. La mayoría de los personas necesita ser instruida por una autoridad apropiada acerca de lo que la moralidad demando en casos particulares. Por otro lado la concep­ción de moralidad como 'self-govemonce' que emergió al final del siglo XVII, se basaba en la creencia de que todos los individuos normales son capaces de vivir juntos bajo una moralidad de 'self­govemance'. Todos nosotros, de acuerdo a este punto de vista, tenemos una habilidad igual para ver por nosotros mismos lo qoe la moralidad exige y somos en principio igualmente compet~ntes

para movernos a actuar de awerdo a ello, independientemente de amenazas o recompensas provenientes de otros. /bid, pp. 4-5. john Pocock, Virtue , Commcrce. ond History (Cambridge University Press, 1985), p. 153.

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desarrollaban en esa dirección, enfiladas a la solu­ción de problemas prácticos de la vida terrenal. En este contexto las éticas basadas en la autodeterminación eran mas afines a la Ilustración que las éticas ba­sadas en la obediencia. Esto no significa que fueran totalmente excluyentes ya que en el caso del cató­lico imperio español, se trató de hacer compatible las éticas seculares de la Ilustración con la ética cristiana. El resultado fue una interesante tensión permanente entre las concepciones éticas basadas en la obediencia y la autodeterminación.

La ética republicana de origen antiguo y la ética liberal de origen moderno fueron las concepciones éticas de mayor crecimiento e influencia durante la Ilustración que cuestionaban la ética basada en la obediencia. Por su importancia en relación con la política y la economía es importante establecer su diferencia. La ética republicana basada en las virtu­des cívicas era la ética secular mas conocida de utilidad política, por lo cual adquirió relevancia fun­damental cuando la hicieron suya los republicanos. Sus postulados centrales, descritos con palabras de J. 8 Schneewind, eran los siguientes:

ceLos conflictos dentro de la sociedad no resultan de profundas e inalterables características de la naturaleza humana ni de errores e ignorancia sino de defectuosos ordenamientos políticos y socia­les. Si la sociedad fuera bien organizada, soste­nían los republicanos clásicos, sus miembros tra­bajarían armoniosamente y los conflictos al inte­rior de la sociedad serían como máximo peque­ños irritantes, independientemente de los peligros externos».40

4 o j. B. Schneewind «Ciassical Republicanism and the History of Ethics», Utilitas Vol. 5, No.2 November 1993. (Oxford University Press, 1993), p. 186. Mi propia traducción.

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Pero la ética republicana no fue adoptada por la generalidad, ya que el mundo se enfilaba hacia la sociedad comercial, que demandaba una nueva éti­ca compatible con ella. Pocock señala que el retiro parcial de la ciudadanía para practicar el comercio aparece como una rebelión contra la virtud y sus demandas represivas: ««La república exigía demasia­do del individuo, en forma de austeridad y autono­mía, participación y virtud.))41

Ahora bien, como resultado de la necesidad de contar con una ética compatible con el desarrollo comercial y la diversificación de las artes, surgió gradualmente una ética basada en el interés indivi­dual, planteada por Bernard Mandeville en The fable of the Be es ( 1 714), y refinada por Ada m Smith en The Theory of Moral Sentiments ( 17 59). Según esta visión las acciones orientadas al interés individual y basadas en la acumulación de riqueza pueden pro­ducir un incremento de la comodidad y la libertad a nivel público, llevando indirectamente al bien común.42

Para Schneewind, con esto se rompió la idea de que las virtudes privadas eran las que conducían hacia el bien común, argumentando que lo que los moralistas habían identificado como excesiva preocupación por el lujo y el disfrute personal, era de hecho lo que más contribuía al bienestar general. 43 Se puede afir­mar que el sistema surgido de la Conquista quedó superado en su nivel ético al desarrollarse dos po­siciones seculares que entraron en contienda duran­te la Ilustración centroamericana: la ética republica­na y la individualista o liberal. La identificación con una u otra significó la elección de una forma de gobierno y, más importante para nuestro caso, la elección de un proyecto económico.

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~.z

Pocock, The Machiavellian Moment, p. 551. Sigo en este punta a Fania Oz-Salzberger. Introducción a An Essay on the History of Civil Society, de Adam Ferguson. (Cambridge University Press, 7 995), p. xiv. j. B.Schneewind «Ciassical Republiconism and the History of Ethics», p. 197.

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Liberalismo y republicanismo: sociedad comercial o sociedad agraria

Luego de examinar las diferencias tanto a nivel de los conceptos de libertad como en el campo ético, finalizaremos nuestra revisión contextua! de las ideas económicas precisamente con una rev1s1on de las defendidas por liberales y republicanos.

Las visiones republicanas y liberales difieren en la valoración de cuestiones como la sociedad agra­ria, el desarrollo del comercio, el refinamiento de las artes, la opulencia y el lujo. Nadie mejor que Rousseau expresa el contraste y el significado que tiene lo económico para el modelo político. Esta es su opinión sobre la sociedad comercial:

((Si solamente desean convertirse en brillantes te­midos y bulliciosos e influenciar a otros pueblos de Europa, su ejemplo está ante ustedes y dedí­quense a seguirlo. Cultiven las artes y las cien­cias el comercio y la industria; tengan soldados profesionales, cuarteles y academias; por sobre todo tengan un buen sistema de finanzas públi­cas el cual hará circular el dinero rápidamente y por lo tanto multiplicará su efectividad para su gran beneficio. Traten de hacer el dinero muy necesario para mantener a la gente en una con­dición de gran dependencia y con tal objetivo en mente estimulen el lujo material y el lujo espiri­tual que es inseparable de él. De esta manera ustedes crearán un pueblo ordenado, ardiente, ambicioso, servil y deshonesto igual a los otros; uno dado a los dos extremos de la opulencia y la miseria, la licencia y la esclavitud, sin nada entre los dos,. 44

H }. }. Rousseau, Considerations on the Goverment of Poland and on its Proposed Reform (1 712 ), en lean laques Rousseau Political Wrítings (The University of Winsconsin Press, 7 986),p. 224. Mi propia tra­ducción.

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Esta es su opinión sobre la economía agraria compatible con una república:

<<Si ustedes, por casualidad, prefirieran crear una sabia, libre y pacífica nación, que no tenga mie­do o necesidad de ninguna otra, que sea sufi­ciente y feliz, entonces ustedes tienen que adop­tar métodos totalmente diferentes; ustedes tienen que reviVIr y preservar entre su pueblo simples costumbres y gustos saludables, y espíritu gue­rrero vacío de ambición; tienen que crear almas con coraje y no egoístas; dedique su pueblo a la agricultura y a las artes oficios mas necesarios; tienen que hacer del dinero algo sin valor y de ser posible inútil, buscando y encontrando moti­vos mas poderosos y confiables para el logro de grandes hechos. Yo admito que al seguir este camino ustedes no llenarán las páginas noticio­sas con el ruido de sus celebraciones, negocia­ciones y aventuras; los filósofos no les quema­ran incienso , los poetas no les escribirán elogios, y no se hablará mucho de ustedes en Europa. Los otros pueblos pueden llegar a pretender que los desprecian. Pero ustedes vivirán en verdade­ra prosperidad justicia y libertadu. 45

Rousseau hace una advertencia muy importante acerca de los dos sistemas.

' HPor sobre todo, estén prevenidos de tratar de combinar los dos objetivos porque ellos son también incompatibles; si tratan de dividir sus fuerzas y marchar hacia ambos, ustedes se condenan a un doble fracaso•1. 46

John Pocock elabora más elementos sobre las diferencias entre ambos sistemas. Para los que pen-

fsiem , pp. 225. /bid.

19

saban como los antiguos, el avance del comercio había significado el fin de la virtud cívica. Los que antes eran libres ciudadanos portadores de armas estaban contentos con pagar mercenarios que los defendieran y monarcas absolutos que los goberna · ran, lo que les permitía disfrutar sus riquezas, tiem­po libre y vida refinada que el comercio hacía po­sible. Para los modernos (Defoe, Montesquieu, Hume, Smith, Gibbon) las repúblicas antiguas estaban ba­sadas en economías primitivas. El ascenso del co­mercio y la cultura compensaba la pérdida de virtu­des, ya que había incrementado la capacidad huma­na para la producción, consumo, intercambio, interdependencia y simpatía. Sobre estas bases se podía erigir un nuevo sistema ético basado en la premisa de que el amor propio podía convertirse en amor por los semejantes. 47 Sostenían que una eco­nomía de mercado productiva no necesitaba del tipo de virtudes antiguas y no serían corrompidas por su desaparecimiento. 48

La sociedad comercial, según sus defensores, tenía varias ventajas. La primera, según Montesquieu, era la suavización de las costumbres bárbaras:

((El comercio cura los prejuicios destructores ( ... ) no hay pues que extrañarse de que nuestras cos­tumbres sean menos feroces que en otros tiem­pos. Gracias al comercio, el conocimiento de las costumbres de todas las naciones ha penetrado en todas partes y de su comparación han resul­tado grandes beneficiosn.49

La segunda ventaja, afirmaba Montesquieu, era la capacidad del comercio para desactivar las causas de las guerras endémicas de la época.

41

48

20

john Pocok, Virtue. Commerce, ond History (Cambridge University

Press, 1 985 ), p. 14 7. idem, p. 148.

••El efecto natural del comercio es la paz. Dos naciones que negocian entre sí se hacen recípro­camente dependientes: si a una le interesa com­prar, a otra le interesa vender; y ya sabemos que todas las uniones se fundan en necesidades mutuas.)) 50

Anthony Pagden señala que este tipo de optimis­mo acerca de las bondades del comercio no fue compartido por todos, y hubo escépticos como Da­vid Hume que pensaron que el comercio podía des­pertar celos comerciales y podría llevar fácilmente, no al fin de las guerras, sino a convertirse en una nueva causa de guerra. 51

La defensa de la sociedad comercial no se hacía solamente por su papel de suavizar costumbres y crear posibilidades de paz. También se usó para cuestionar la vieja estructura imperial basada en la Conquista, que ya se comenzaba a juzgar obsoleta, por lo menos en círculos ilustrados. En esta direc­ción se propusieron medidas para transformar a los imperios herederos de la Conquista, en federaciones de repúblicas independientes ligadas a través del comercio. Denis Diderot era muy optimista y veía en el comercio el nuevo soporte de un mundo moral. El comercio estaba destinado ser el agente de un nuevo orden mundial, de un nuevo imperio construi­do no sobre el poder y el pillaje, sino sobre la re­ciprocidad.52 Anthony Pagden ha examinado en el capítulo VII de su libro las diferentes propuestas de transformación de los imperios en confederaciones

49

so ST

52

Montesquieu, Del espíritu de las leves. (España: Tecnos, 1995, 3ro. edición), Libro XX, p. 220. ldem. p. 222. Anthony Pagden, Señores de todo el mundo (España: Editorial Península, 1995), p.332. Traducido de Lords Of Al! The World (Ya/e University Press, 1995). Citado por Anthony Pagden, op.cit, p. 230.

21

de Estados independientes unidos por el comercio, planteados entre otros por Turgot, Mirabeau y Kant. 53

Los ministros ilustrados de Carlos 111 no fueron aje­nos a la evolución de esta forma de pensar y el Conde de Aranda presentó al Rey una exposición sobre la conveniencia de crear reinos independientes en América que muestran la influencia del pensa­miento comercial. 54 Este tipo de pensamiento no es sorprendente ya que Pagden ha demostrado que

~~Hacia la segunda mitad del siglo XVIII los tres imperios, (inglés, francés ] hasta el de la propia Castilla, habían pasado a ser considerados por sus respectivas metrópolis como predominante­mente empresas comerciales.n55

Estas ideas circularon en Centroamérica, donde aparecieron exponentes de las dos visiones. En las Instrucciones del ayuntamiento de la Ciudad de Guatemala de 1810, José María Peinado defendió la sociedad comercial y la transformación del imperio. Antonio García Redondo defendía la sociedad repu­blicana basada en una economía agraria.

54

55

22

/dem. pp 221-254. /bid, p. 341. /bid, p. 55.

CAPITULO SEGUNDO

EL SISTEMA SURGIDO DE LA CONQUISTA

23

EL SISTEMA SURGIDO DE LA CONQUISTA

El examen de las instituciones y princ1p10s del sistema que se creó a partir de la Conquista es el punto de partida para comprender lo que la reforma ilustrada superaba y dejaba atrás en el imperio es­pañol y en el Reino de Guatemala. Se consigue así tener una idea global de los problemas éticos, polí­ticos y económicos de la época habsburga. La re­forma de este sistema fue acometida por las monar­quías absolutas ilustradas y por el liderazgo criollo ilustrado antes y después de la Independencia, al adoptar la filosofía política de la Ilustración. Todo ello permite apreciar la profundidad de los cambios económicos y políticos al interior del sistema colo­nial, tendencia reformista continuada con la Inde­pendencia.

FORMA DE GOBIERNO

La incorporación de las Indias a la Corona de Castilla, confirmada en 1518, estableció dos princi­pios: su carácter de reinos independientes de Castilla, a pesar de que popularmente se conocen como colonias, y el absolutismo monárquico como su forma de gobierno. Jorge Sáenz Carbonell, haciendo uso del texto de Norberto de Castro y Tosi, señala que el Nuevo Mundo no fue parte del Reino de Castilla:

••Se colige de la recta lectura de los textos an­tiguos( ... ) que la llamada 'incorporación de las Indias a la Corona de Castilla' no era ( ... ) una incorporación de las Indias al Reino de Castilla, sino sólo a su Corona. En otras palabras, entre los Reinos de Indias y el Reino de Castilla, nun­ca existió más que una unión personal ( ... ) en la cabeza del legítimo detentador de la Corona de

25

Castilla, y no una agregación al Reino de Castillan. 56

Sáenz Carbonell también observa que esta unión personal confirió la característica absolutismo de la forma de gobierno:

uLos 'Reinos de las Indias' iban a constituir, por consiguiente, un dominio exclusivo del soberano de Castilla. El monarca podría darles la organi­zación que a bien tuviese: el poder real no es­taba limitado por antiguos fueros o constitucio­nes tradicionales, ni contrarrestado por estamentos. Jurídicamente, el rey legítimo de Castilla era en Indias soberano absoluto" .57

Esta característica absolutista es de vital importancia para entender la ausencia de institucio­nes feudales en Indias, ya que la monarquía espa­ñola impidió con estricto celo su desarrollo. 58 Esto explica por qué en Indias el absolutismo alcanzó una expresión más pura que en España, especialmente durante la dinastía de los Barbones. Constituciones y libertades tradicionales no se· desarrollan en In­dias, cercenando con ello la posibilidad de consoli­dar, para el tiempo de la Independencia, una filoso­fía política conservadora. La forma absolutista de gobierno establecida con la Conquista convirtió el problema de la libertad política, individual y econó-

_17

.IX

26

jorge Saénz C arbone/1, El despertar constitucíonal de Costa Rica (Costa Rica: Libro Ubre, 1985 ), p. 2 l . Sáenz Carbone// cita a Norberto de Castro y Tosi, Carta al rey legítimo (Costa Rica: Collección Norberto de Castro, 1 916), pp. 49-50. ldem. /bid. Sáenz ·Carbone// ofrece evidencias del tipo de medidas toma­das por la Corona para impedir el desarrollo de instituciones feu­dales. Para una demostración de la ausencia de instituciones feu­dales en Indias consultar la tabla comparativa entre las institucio­nes feudales e Indianas o coloniales, en Adolfo Bonilla Bonilla, The Central American Enlightenment ... . p. 13 7.

mica, en algo fundamental para la gran familia de ilustrados españoles y centroamericanos. Esto se explica por los principios e intereses que perseguía el impe­rio. Anthony Pagden ha establecido que la política imperial se fundaba, en primer lugar, en la Conquis­ta, otorgando ~ los individuos y pueblos conquista­dores el antiguo concepto de gloria. En segundo lugar, en el caso especial del imperio español, determina­do por la donación papal de las Indias en 1493, se guiaba por el principio de evangelización de u[os bárbaros,_ En tercer lugar, y sin duda era el objeti­vo más importante, perseguían beneficios económi­cos ya que los imperios eran considerados empre­sas comerciales. 59

Si en lo político dominó el absolutismo, en lo económico y social dominaron las instituciones im­periales impuestas a pueblos conquistados: esclavi­tud, tributos, encomiendas, repartimientos de indios para realizar trabajos forzados, segregación racial al crear comunidades indígenas y españolas separadas, con sus propias administraciones.

El indio fue integrado como sujeto de la Corona, pero en condiciones de desigualdad bajo los moldes de la visión jerárquica de la época, un concepto que se conoce como uGreat change of beings" (gran cadena de seres), que dominó hasta bien entrado el siglo XVIII. Geraint Parry nos explica este concepto:

uEI mundo era concebido como integrado por una multitud de seres que efectivamente llenaban todo el espacio en la naturaleza. Los seres en el universo estaban organizados en un orden jerárquico que comenzaba con Dios, seguía con varias jerarquías de ángeles, hasta el hombre, y continuaba hacia abajo con Jos animales hasta llegar a las criatu-

Anthony Pagden, Señore~ de todo el mundo, pp. 46-55.

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ras más pequeñas, cuya existencia era escasa­mente perceptible.•·60

La Conquista, el absolutismo de la forma de gobierno, los principios y objetivos del imperio, y la visión jerárquica y estamentaria, son la base de las prin­cipales instituciones coloniales que pretendían ser superadas por el programa modernizador de los Barbones y la filosofía política ilustrada. Un breve recuento de ellas puede ayudar a entender la natu­raleza de la reforma.

PRINCIPALES INSTITUCIONES

Las que fueron establecidas a partir de la Con­quista han sido ya estudiadas con amplitud, princi­palmente por el ilustre historiador Severo Martínez Peláez. 61 Por tanto, aquí basta hacer un resumen para examinar su relación con los debates económi­cos.

La audiencia real

Con las Leyes Nuevas de 1542, la monarquía reafirmó su poder absoluto. Quedó establecida como institución política rectora la audiencia real, un cuerpo colectivo compuesto por cuatro oidores, nombrados por el Consejo de Indias. Uno de los oidores era nombrado presidente. Con el paso del tiempo se designó como presidente a un capitán general. Este cuerpo, que gobernó en representación del monarca, desem­peñó tareas principalmente en la ejecución de la política económica real, y muchas veces también operó como cuerpo consultivo. Por su naturaleza representó los intereses de la Corona.

60 Geraint Parry, /ohn Locke. (London: George Alfen & Unwin, 1978), pp. 20-22. (Mi propia traducción.)

61 Severo Martínez Peláez, La patria del criollo. (Costa Rica: EDUCA, 7 972.)

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El ayuntamiento

Institución a cargo del gobierno local, encabeza­da por dos alcaldes mayores ordinarios y un mínimo de cuatro regidores. En un principio eran elegidos por los vecinos del lugar. La Corona destruyó esta práctica al introducir los nombramientos de regidores perpetuos y la venta de puestos concejales. 62 Lo importante de esta institución es que representaba a los intereses locales, ya que estaba dominada por criollos o peninsulares establecidos en América liga­dos al comercio, la agricultura o la minería. Para nuestro caso, el ayuntamiento de Guatemala, domi­nado por los grandes comerciantes, produce en 181 O los documentos económicos más importantes, que permiten examinar el estado de las ideas y debates económicos en el momento de la Independencia.

La encomienda

Durante la Colonia surgen dos tipos de encomienda: en primer lugar la llamada encomienda primitiva, asignac1on de una comunidad indígena a un encomendero por méritos de conquista o servicio a la Corona. En teoría el encomendero protegía a los indígenas y aseguraba su conversión cristiana; a cambio recibía un tributo y servicios en forma de trabajo, vestido, comida, etc ... 63 Fue abolida con las Leyes Nuevas de 1 542 y sustituida por la nueva enco­mienda, que según definición de Martínez Peláez era:

' 1 Stephen Webre, .Poder e ideología: la consolidación del sistema colonial (1542-1700)», en Historia general de Centroamérica. //l.­El régimen colonial. Ed. Héctor Pérez Brignoli (Madrid.· Estatal Quinto Centenario & F/acso, 1993), pp. 161-163.

" Para el examen de esta institución ver Wendy Kramer, W George Love/1 and Cristopher H. Lutz, ·La conquista española de Centro­américa», en Historia general de Centroamérica 11. (Madrid: Flacso, 1993), pp. 40-42. Si/vio lava/a, De encomiendas y propiedad te­rritorial en algunm regiones de la América Española (México: Pornía), p. 29.

29

"una conceston librada por el rey a favor de un español con méritos de conquista y colonización, consistente en percibir los tributos de un conglo­merado indígena, tasados por la audiencia y re­caudados por los corregidores y sus dependien­teS,ff64

Esta institución perdió fuerza a finales del siglo XVI al reducirse la población indígena por las epide­mias, y fue abolida a mitad del siglo XVIII como resultado de la modernización económica. Lo impor­tante de esta institución es que nos muestra el ca­rácter tributario y servil de un pueblo conquistado, muy alejado de la libertad económica.

La esclavitud

La esclavitud indígena no era permitida por la legislación real, ya que el indio era vasallo de la Corona; pero por derecho de guerra era permitido convertir en esclavos a quienes resistieran la domi­nación española, lo cual sí generó esclavitud indíge­na .65 En 1542, con las Leyes Nuevas se abolió la esclavitud indígena y fue sustituida por la esclavitud negra. Esta nunca fue una institución de gran im­portancia económica debido a la abundante fuerza de trabajo indígena 66

• La Asamblea Nacional Cons­tituyente abolió la esclavitud en 1824. La importan­cia de esta institución radica en su existencia como modo de producir, el cual subsistió paralelo a otros como el repartimiento de indios y el trabajo libre asalariado. También es importante para juzgar las posiciones en cuanto a filosofía moral, ya que la esclavitud se comenzó a ver como una forma re­pugnante de explotación durante la Ilustración.

65

30

Martínez Pe/áez, Op. cit., pp. 162- J 63 . Ver 50bre este punto Wendy Krammer, Q¡¿ __ fi.LP· 59. Sobre e5ta imtítución ver Martínez Peláez, QIL._fi.L pp. 276-278, y Wendy Kramer, QIL...iil., p. 85.

La merced de tierra.

La institución más importante desarrollada en la Colonia temprana es la merced de tierra, base de la propiedad privada y de la hacienda, institución rural fundamental en Centroamérica. Merced de tierra fue una concesión real dada en calidad de propiedad privada por la audiencia o el ayuntamiento. La can­tidad no podía exceder de 149 hectáreas. Tenía que ser usada para agricultura o ganadería y no podía ser vendida en los primeros cuatro años de conce­sión. No podía ser vendida a la Iglesia, sacerdote o empleado real _67 La merced de tierra fue suspendida en 1 591 cuando la Corona introdujo la composición de tierras o ventas de tierras que permitían la com­pra para expandir o iniciar propiedades. En ese momento comenzó a nacer el latifundio. 58

Los pueblos de indios

Se crean a partir de 1543 con el decreto de creación de reducciones o pueblos de indios.69 Esta institu­ción introdujo un elemento de protección para los indígenas, sometidos al exterminio por parte de los

67

69

Si/vio lava/a, De encomiendm y propiedad territorial en algunm regiones de la América Española. (México: Porrúa, 1940), pp. 28. Martínez Peláez, QJL__Ql., pp. 90-9 3. Elizabeth Fonseca Corrales, «Economía y sociedad en Centroamérica (1 540-7 680)», en Historia general de Centroamérica. 1/. Pp. 108-109. julio Cesar Pinto Soria, Raíces históricas del Estado en Cen­troamérico. (Guatemala: Editorial Universitaria, 7980), p. 32. Sobre las instituciones coloniales hay mucha literatura, pero se puede recomendar para el examen económico tres textos. Para la primera parte de la Colonia lo mejor es Murdo J. Macleod, Spanish Central America: A Socioeconomic History. 1520-1720. (Berkeley: University of California Press, 1973). Para el final de la Colonia y la época independiente lo mejor es Miles L. Wortman, Gobierno V

sociedad en Centroamérica 1680-1840. (Costa Rica: EDUCA, 1991 ). Este texto es magistral en materia de impuestos, asuntos fiscales y política económica. A nivel del análisis social y político es mwpe­rable el clásico de Severo Martínez Peláez, ya mencionado.

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conquistadores, pero también institucionalizó el des­pojo de sus propiedades, el racismo, la desigualdad social y económica. Más importante aún, lo convir­tió en el centro del sistema productivo al exigirle tributos y trabajo forzado asalariado en las hacien­das de los españoles.

De esta manera se instituyeron dos comunidades gemelas: el pueblo español y el pueblo de indios, cuyo papel económico es la base de las discusiones que se examinarán. El indio fue reducido a su pue­blo particular, el cual era gobernado por el ayunta­miento indígena, electo por el pueblo pero ratificado por la audiencia a través del corregidor, autoridad encargada del gobierno de los pueblos de indios. En términos de propiedad las Leyes de Burgos de 1512 reconocían la propiedad indígena individual. En 1 546 esto fue ratificado y se establecieron dos clases de propiedad indígena: individual, que podía ser heredi­taria, y comunal. 70 A cada pueblo le era asignado cerca de 38 caballerías de tierras comunes que podían ser incrementadas a través de compras. 71 En 1 54 7 la Corona ordenó cultivar las tierras comunes para pagar los tributos y otros gastos de la comunidad. Todo indio masculino entre las edades de 18 y 50 años pagaba a la Corona productos por valor de dos pesos anuales como tríbuto. 72 Este sistema de propiedad, siempre calculado para que el indio pu­diera subsistir y pagar sus tributos, se convirtió en la principal forma de dominación, ya que no le permitió, como al español, un mejoramiento sustancial econó-

'" 11

ll

32

Si/vio lava/a, ~- , p. 25. Gustavo Palma Murga, «Economía y sociedad en Centroamérica (1680-1750),, en Historia general de Centroamérica JI. P. 231 . Miles Wortman demuestra que el tributo fue la principal fuente de ingreso para pagar el presupuesto del Estado y la Iglesia, y que contribuía con el 80-90 por ciento de las remesas a España. Se mantuvo como la principal fuente de ingresos hasta 1763, cuando se establecieron reformas para incrementar los impuestos a los españoles Gobierno y sociedad, pp. 28, 180.

mico y, más importante aún, la libertad de enrique­cerse. Este sistema de propiedad fue uno de los mayores obstáculos que impidieron el desarrollo exitoso de los modelos liberales, que demandaban ciudada­nos capaces de gobernarse a sí mismos, o republi­canos capaces de ser ciudadanos virtuosos activos en la vida política y económica, cuya virtud estuvie­ra basada fundamentalmente en la propiedad. 73 El ilustrado comprendía la necesidad de que el indio superara la condición en que quedó luego de la Conquista. Así, se verá cómo las propuestas funda­mentales tratan de convertirlo en cíudadano propie­tario.

El repartimiento de indios

Esta institución fue quizá la más importante. Al­canzó su maxtmo desarrollo en Centroamérica, ya que en México fue abolida en el siglo XVII. El repartimiento de indios no era únicamente una for­ma de producción, sino también un sistema de au­toridad poi ítica. El sistema garantizaba el trabajo indígena. La población masculina era forzada a tra­bajar en una hacienda o en obras públicas cercanas a su jurisdicción, a cambio de un salario por una semana de cada mes si así era requerido. Luego retornaba a su pueblo donde continuaba con sus propias labores, o podía vender su fuerza de trabajo libremente como lo hacían los mestizos y españoles pobres. 74 La abolición de esta institución fue discu­tida fuertemente entre 1661-1663, pues ya no satis­facía plenamente a nadie. Sin embargo subsistió hasta el fin de la Colonia, pero mostrando signos paulati­nos de decadencia, a tal punto que no toda la población

71 De acuerdo a john Pocock, la propiedad era un aspecto esencial en la ciudadanía clásica, ya que garantizaba independencia y autono­mía como también tiempo libre y libertad para participar en la vida pública. O p. cit., p. 109.

' 4 Esta definición es construida con base en Macleod, p. 209; Wortman, p. 13, y Martínez Pe/áez, p. 95 .

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indígena formaba parte del sistema . Al final de la Colonia era común el indio libre de obligaciones de repartimiento.

POLITICA ECLESIASTICA

El principio de evangelización adoptado por el imperio español en tiempos de la Conquista refleja la impor­tancia de la Iglesia y de la ética cristiana en esta empresa. La monarquía española fue siempre una monarquía secular, como lo muestran los tratados conocidos como Patronato Real, que regulaban las relaciones Estado-Iglesia. Estos tratados no dejaban duda sobre la supremacía del poder temporal en el imperio. 75

Parte del éxito de la Iglesia se debía a su in­fluencia espiritual, y en especial al papel jugado en la pacificación de los pueblos conquistados. Los sacerdotes fueron los únicos autorizados a permane­cer en las reducciones para garantizar la conversión cristiana y el control político. A pesar de esta im­portante función, la Corona .trató de limitar el creci­miento de su poder económico. Inicialmente la Igle­sia tenía restricciones en cuanto a adquisición de tierras. No podía tener encomiendas ni propiedades en pueblos de indios, pero al final del siglo XVI la restricción para acumular tierras no era aplicada con rigor, y la Iglesia se benefició con mercedes de tie­rra, compró tierras en el mercado, o recibió donaciones de personas piadosas. 76 Para el inicio del siglo XVII algunas de las haciendas más productivas estaban en manos de dominicos y jesuitas. 77

16

77

34

Un resumen de los puntos principales del Patronato Real, junto a un buen análisis de la Iglesia en Centroamérica, se encuentra en Patricia Holler_an, Church and State in Guatemala (New York: Co­lumbia University Press, 1949), pp. 27-28. Robert Wasserstrom, .. spaniards and lndians in Colonial Chiapas, 1528-1790», en Spaniards and lndians in Southeastern Mesoamerica. Ed. Murdo }. Macleod and Robert Wasserstrom (University of Nebraska Press, 1983), pp. 97 y 99. ldem, pp. 94-95.

La influencia económica de la Iglesia también se extendía a otras tres áreas importantes: en primer lugar, fue la única institución que monopolizó el crédito hasta la primera mitad del siglo XVIII, cuando los comerciantes fueron incentivados a entrar en el mercado de préstamos78

; en segundo lugar, jugaba un rol principal en el cobro del tributo indígena; y en tercero, admi­nistraba los fondos de las comunidades indígenas. Estas dos ultimas actividades pasaron a manos de las autoridades civiles en 1 751 .79 La Iglesia también se beneficiaba en parte con los ingresos provenien­tes del diezmo, del cual estaba exenta la población indígena. Por último la Iglesia, en particular las ór­denes franciscana, dominica y jesuita, tenían peso enorme en la educación. Miles Wortman concluye que durante los Habsburgos la Iglesia era la institu­ción más poderosa, y que para la monarquía el poder del clero era el poder de un agente de la Corona. Por el contrario, a partir de 1700 la Iglesia repre­sentó para los Barbones un rival en los esfuerzos centralizadores. uSólo hasta mediados del siglo XVIII pudieron los Barbones comenzar la expansión de la autoridad del Estado a costas de los organismos religiosos.•• 80

Esta línea de pensamiento secular, establecida por los Barbones y compatible con los objetivos del programa ilustrado, nos explica que gran parte de la legislación económica de nuestra época de estudio se centra en la secularización de la vida económica, o sea la disminución de la influencia de la Iglesia en esta actividad, tarea por cierto políticamente conflictiva, que demandaba un manejo muy cuida­doso.

Jx

19

Wortman, QJL..fii. p. 116. /de m, p. 16 9. /bid., pp. 11-12

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PANORAMA ECONOMICO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVII

El panorama económico en el imperio español al final del siglo XVII era desastroso. El reinado de Carlos 11, último miembro de la dinastía de los Habsburgos, ha sido descrito como un reinado de­crépito gobernando un imperio a punto de colapso. La bancarrota política y económica se expresó en términos de desempleo, una circulación caótica de la moneda, un tesoro nacional exhausto, ausencia de industria, pobre agricultura dominada por gran­des predios baldíos sin cultivar, un ejército y una marina débil, una administración central en caos y una falta de control de la administración provincial que mostraba serios vicios de corrupción. Este no era un panorama alentador en un mundo en que el imperio español tenía que medir fuerzas con los emergentes imperios inglés y francés. A la solución de estos problemas se abocaría la nueva administra­ción borbónica a partir de 1700. Modernización ad­ministrativa y económica sería la respuesta, con la esperanza de fortalecer el imperio. La monarquía contaba con las nuevas escuelas administrativas y económi­cas como herramientas de modernización. Estas escuelas estaban inspiradas en el emergente pensamiento político ilustrado, que es materia de examen en el siguiente capítulo.

36

CAPITULO TERCERO

EL PENSAMIENTO POLITICO ILUSTRADO BASE DE LA TRANSFORMACION ECONOMICA EN EL

IMPERIO ESPAÑOL Y EN CENTROAMERICA

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EL PENSAMIENTO POLITICO ILUSTRADO BASE DE LA

TRANSFORMACION ECONOMICA EN EL IMPERIO ESPAÑOL Y EN

CENTROAMERICA

La transformación de la vida política y económi­ca en el imperio español y en el Reino de Guatema­la, especialmente a partir del reinado de Carlos 111, tiene su base ideológica en la Ilustración . Las ideas políticas en Centroamérica para el período 1770-1 838 corresponden al pensamiento político ilustrado. Su influencia es tal que la Independencia política es resultado directo de la revolución intelectual ilustra­da. Por tal motivo es importante presentar un resu­men de los postulados básicos de la Ilustración y un mapa político de las diferentes expresiones que esta filosofía política adquirió en Centroamérica. Este mapa permite relacionar las formas de gobierno y los sis­temas éticos con los sistemas económicos.

EL CONCEPTO GENERAL DE LA ILUSTRACION

La Ilustración fue una revolución en la forma de pensar que promovía un programa de desarrollo de las ciencias, entre las cuales tenían un lugar espe­cial las ciencias del hombre. 81 El desarrollo científi­co conducía necesariamente a la secularización de la política y a la promoción del conocimiento útil. En su aspecto filosófico, el programa ilustrado se basaba en un ideal libertario, cuestionando valores y creencias establecidas y rechazando el principio de

81 Sobre el proyecto general de creación de las ciencias del hombre consultar lnventing Human Sciences (University of California Press, 1995). Editado por Christopher fox, Roy Porter y Robert Wokler.

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autoridad en filosofía. 82 La ilustración fue un ambi­cioso programa de liberación de la ignorancia, dogmas religiosos, prejuicios, superstición, fanatis­mo, despotismo. En general, la familia de ilustrados -hombres y mujeres de letras que promovieron las luces- se vio enfrentada al mundo de la oscuridad ,83

El proyecto ilustrado adopta como método de investigación el modelo científico desarrollado por la filosofía natural, llevado a su máxima expresión por Isaac Newton, quien se convirtió de esta forma en padre de la Ilustración. Así como Newton fue capaz de descubrir a través de su física experimental las leyes que gobiernan los movimientos de los cuer­pos, los ilustrados intentaron convertir en ciencia los estudios humanos. Locke en su Ensayo sobre el entendimiento humano trabajó para descubrir las operaciones de la mente en relación con el conoci­miento; en política introdujo el método experimental en Two treateses of Government. De esta manera se extendió la idea de que existía un método único para abordar cualquier esfera del conocimiento en materias tan dispares como la moral, la política, la física, la psicología, la historia, la antropología y la economía.

ILUSTRACION Y POLITICA

El pensamiento ilustrado aspiraba a convertir la política en una ciencia. Geraint Parry señala que esta concepción despliega su carácter racional al enten­der la sociedad como una tabla rasa. "Se pensaba que cualquier cosa que conducía al bien general podía

82 lmmanuel Kanfy, "An Answer to the Question: What is enlightenment?", en Kant Politica/ Writings. Ed. De Hans Reiss (Cambridge University Press, 1991), p. 54.

83 robert Wokler, "the Enlightnment", en Dictionary of Modern Political /deo/ogies. Ed. M. A. Riff (Manchester University Press, 1981), p.

75.

40

ser estampado. La situación social se entendía como indeterminada por la historia, susceptible de mani­pulación, construcción y reconstrucción de acuerdo a la voluntad humana" .84 José del valle es un expo­nente de esta visión en Centroamérica.

"En la naturaleza hay variedad casi infinita de fenómenos { ... ): todos son, sin embargo, efecto pre­ciso de leyes invariables; y el conocimiento coordi­nado de estas leyes forma la ciencia. En las socie­dades políticas hay diversidad menos numerosa ( ... ) todos son obra necesaria de leyes igualmente cons­tantes; y el conocimiento de ellas ( ... ) forma la ciencia. No posees la ciencia de gobernar, dijo un escritor, si crees que en ella no hay principios ni reglas fi­jas."BS

El gobierno se concebía como una institución destinada a producir felicidad con la máxima efi­ciencia, y por esta razón la teoría es relativamente indiferente a formas particulares de gobierno, ya que la practicada con mayor eficiencia se consideraba la mejor. 86

TENDENCIAS DEL PENSAMIENTO POLITICO ILUSTRADO

Un conjunto de consideraciones acerca del modo más eficiente de desarrollar el programa ilustrado dividió a la familia ilustrada en dos campos: absolutistas y constitucionalistas, las dos grandes tendencias en que se expresa el pensamiento ilustrado centroame-

84 Garaint Porry, Enligtened Government, p . 183. (Mi propia traduc­ción).

85 jo sé del Valle, "'Memoria sobre lo Educación" ( 1829), en jorge Mario Gorda Laguardio, José Cecilio del Valle, Obro Escogido (Venezuela: Biblioteca Ayacucho, 1982), pp. 89-90.

86 Esta idea es captado en forma magistral por Alexander Pope ·For forms of government fef fools context, What ever is best odministered is best".

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ricano. Ofrecen ambas casi la misma filosofía gu­bernativa. Sólo difieren cuando argumentan acerca del tipo de dirección mejor equipado para conducir la máquina del Estado hacia el logro de la máxima felicidad.

El absolutismo o despotismo ilustrado

El absolutismo ilustrado creía en la necesidad de la centralización del poder gubernamental para im­poner prioridades en la acción social y económica. Se trata de una concepción basada en un plantea­miento elitista de origen platónico, que considera que los asuntos políticos son mejor manejados por los expertos87 , muy popular dentro de los círculos mo­nárquicos,· donde se pensó que lo más eficiente era preservar las monarquías existentes y educar o ilus­trar al monarca. Hope Masan y Robert Wokler expli­can que estos personajes adherían al concepto fisiocrático de "despotismo legal" enunciado por Grimm en 1767: "el gobierno de un ilustrado, activo, vigi­lante, sabio y resuelto déspota, es la más deseable y perfecta forma de gobierno."88 El absolutismo ilus­trado es de gran importancia política y económica, ya que con el inicia en Centroamérica el desarrollo de la ilustración.

El pensamiento constitucional ilustrado

El pensamiento ilustrado constitucional se desa­rrolla al ritmo de crecimiento de los emergentes paradigmas liberal y republicano. En estas concep­ciones políticas se deseaba reducir al mínimo la coerción

8 7 Lo ideo platónica del rey-filósofo, matriz del pensamiento elitista, está desarrollada en Platón, The Rep11blic (Oxford University Press, 1993), Capítulo 1, 456o, p. 768.

88 Enlihtened Despots, Extracts from Histoire des Deux lndes", en Diderot: Politicol Writings. Ed. Hope Mason y Robert Wokler (Cambridge University Press, 1992), pp. 201-209.

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en asuntos sociales y económicos, ya que se soste­nía que los beneficiarios de la legislación sabía te­nían que ser también sus agentes. El Estado no solamente tenía que actuar a favor de las personas, sino además debia asegurar que sus voces fuesen oídas. Como existen diferentes concepciones sobre el contenido de la felicidad, la voluntad de la gente no se podía reducir a un fenómeno monista. 89

EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO POLITICO ILUSTRADO EN CENTROAMERICA

Las reformas borbónicas, desarrolladas durante el reinado de Carlos 111 en los ámbitos económicos, educativo, administrativo y eclesiástico, tuvieron un éxito notable en Centroamérica, donde el programa fue virtualmente impulsado con el consenso de to­dos. La reforma económica logró el resurgimiento de la economía, y provocó una emigración de fami­lias con intereses comerciales, entre las cuales des­taca la de Don Fermín de Aycinena, que llegaron a dominar la vida política y económica del Reino de Guatemala. La Corona impulsó la reforma adminis­trativa y designó funcionarios ilustrados que no des­cansaron en su esfuerzos para promover la nueva forma de pensar. Entre estos funcionarios destacan el domínico Jacobo de Villa Urrutia y el peninsular Alejandro Ramírez. Esto coincidió con al existencia de una Iglesia católica muy progresista que apoyó la Ilustración en el campo fundamental de la educa­ción José Antonio Liendo y Goicoechea, fraile fran­ciscano, se convirtió a partir de 1767 -fecha en que comenzó a impartir física newtoniana en la Universidad de San Carlos- en el líder de la refor­ma educativa ilustrada . El apoyo de la Corona, de

89 Una buena síntesis de /as razones fundamentales de esta posición de rechazo al absolutismo ilustrado puede encontrarse en Kant, "On the realationship of Theory and Practice in Political Rights (Against Hobbes)", en Kant Política/ Whritings, pp . 73-14 .

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la Iglesia y de los sectores económicos más impor­tantes, hizo que la ilustración en Centroamérica se adoptara por consenso, lo que explica su éxito. Esto explica que para el período histórico de 1 770-1838 las ideas políticas fueran dominadas por el pensa­miento ilustrado. Por ello la ilustración ofrece una estructura conceptual adecuada para el examen de las ideas e historia política el período. Y no hay que olvidar los dos aspectos centrales que impidieron el desarrollo de una filosofía política conservadora: por un lado el éxito de la reforma política ilustrada, y por otro la solidez del absolutismo monárquico, que impidió el desarrollo de un constitucionalismo tradi­cional que garantizara libertades tradicionales. De esto se deduce que la interpelación de las ideas y la historia política basada en la dicotomía liberales­conservadores es inadecuada .90

A partir de 1770 hay un desarrollo de las dos tendencias clásicas del pensamiento político ilustra­do que domina hasta 1838: la del absolutismo ilus­trado, y la que propone un gobierno constitucional ilustrado, en sus variantes liberal o republicano. El pensamiento liberal presenta dos expresiones bási­cas: liberalismo protector y liberalismo desarrollista. El pensamiento republicano tuvo tres expresiones principales: clásico o antiguo, moderno mixto y moderno representantivo. 91 Este mapa se complementa con el surgimiento del principio federal, desarrollado con claridad desde 1820 en las provincias. Este es el mapa básico de las ideas políticas en Centroaméri­ca, presentes en los debates concernientes a la for-

90 El desarrollo detallado de mi interpretación se encuentra en los capítulos VI-X/ de la tesis, The Central American Enlightenment 17 70.1838. Por esta razón sólo se presentará un resumen básico .

91 Cuando se usa el termino republicanismo mixto no se refiere al republicanismo mixto clásico romano sino a la versión moderna de republicanismo mixto. Por republicanismo moderno representativo se tiene en mente el modelo norteamericano y por republicanismo antiguo al modelo de Rousseau.

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ma de gobierno y a las pos1c1ones económicas. Por supuesto, muchas de las ideas se desarrollan desde la oposición, bajo una forma de gobierno con lo cual no tienen afinidad.

Conviene a continuación presentar un resumen de los postulados básicos de estas percepciones políti­cas, una descripción de sus períodos de influencia y una idea de sus líderes principales, mencionando la posición económicas adoptada.

El absolutismo ilustrado

De gran influencia entre los funcionarios de la monarquía, contaba entre sus partidarios en Centro­américa a la mayoría de ellos durante los gobiernos absolutistas. Entre los criollos tenía la simpatía de la primera generación de ilustrados surgidos durante el reinado de Carlos Ill. En las dos primeras déca­das del siglo XIX fue adepto a este pensamiento, aunque mostró también que podía trabajar en un marco constitucional, la gran figura de la ilustración centroamericana, José del Valle, que a partir de 1820 modificó su posición en favor del gobierno constitu­cional, pero sin perder algunos rasgos absolutistas. Valle era un hacendado, pero sus posiciones políti­cas y económicas respondían más a sus conviccio­nes filosóficas que a sus intereses partes. Fue un amante de la economía política, quizá el más gran­de exponente de esta disciplina en su época. A nivel económico fue defensor del liberalismo. Sus escri­tos, que examinan diferentes escuelas económicas, nos permiten evaluar los avances de la economía política en Centroamérica. Mariano Gálvez es otra gran figura del absolutismo ilustrado en el período independiente, sobre todo durante el régimen de 1829-38. Francisco Morazán, hombre de posiciones políti­cas no muy claras, se convirtió en la espada que defendió el despotismo ilustrado durante el régimen de 1829-38, del cual fue pieza fundamental. El ab­solutismo ilustrado dominó la vida política en los

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dos períodos de las monarquías absolutas, 1758-1808 y 1814-20, y en período independiente durante el régimen de 1829 a 1838 especialmente en el Esta­do de Guatemala.

El absolutismo ilustrado no se identificó con ninguna escuela económica en particular. Dependiendo de la época aplicó ideas mercantilistas, fisiocráticas y liberales, ya que lo importante era la centralización del poder para desarrollar con máxima eficiencia los planes trazados. Durante el régimen de Francis­co Morazán y Mariano Gálvez (1829-38), en una marcha acelerada hacia el progreso se confiscaron las propiedades de la oposición política y las pro­piedades eclesiásticas; también se impulsó una re­forma agraria que llevó a la desposesión de tierras indígenas para dárselas a inmigrantes blancos. Esta fue una de las causas principales de la revolución que derrocó al régimen de Gálvez y Morazán en ] 838.

El liberalismo

Como concepción política creció en oposición al absolutismo ilustrado de los Barbones. Este pensa­miento lo desarrollaron los grandes grupos comer­ciales criollos que tenían intereses también en la minería, el crédito y la agricultura de exportación como el añil. Cabeza de este pensamiento fue José María Peinado y los prominentes miembros de la familia Aycinena: José, Vicente y Juan José. El li­beralismo, basado en al libertad individual, el con­cepto de contrato social y la representación política, se desarrolló desde fina les del siglo XVII principal­mente por al vía de la economía política. La caída del "antiguo régimen" en 1808, y la revolución libe­ral española-·culminada con la Constitución de Cádiz de 1812 consolidaron este pensamiento. La revolu­ción permitió el desarrollo de las propuestas consti­tucionales de los diferentes ayuntamientos, entre las cuales destacan las del ayuntamiento de Guatemala

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en 1810.92 No hubo consenso en el ayuntamiento y se enviaron dos propuestas. La de la mayoría, que representaba al grupo de grandes comerciantes crio­llos se conoce como Instrucciones de José María Peinado, regidor perpetuo que estuvo a la cabeza de la redacción. 93 Este grupo encabezado por Peinado, en el que destacan también José Aycinena, Vicente Aycinena y Antonio Juarros, propuso una monarquía constitucional liberal, protectora de los derechos in­dividuales, básicamente la propiedad. 94 A la muerte de sus principales líderes esta concepción política fue retomada por el joven Juan José Aycinena a partir de 1829. Esta posición apoyó la Independen­cia de España y la anexión a México. En 1823, con el colapso de la anexión a México y la caída del imperio de lturbide, desaparecieron las posibilidades de crear una monarquía constitucional, por lo que esta concepción tuvo que modificarse en lo político, aunque en lo económico su pensamiento siguió in­tacto. La influencia del liberalismo protector fue

92 Instrucciones para la Constitución fundamental de la monarq11ía española y su gobierno. Dadas por el ayuntamiento de Guatemala a su diputado Antonio Larrazábal entre las fechas del 16 de Oc­tubre de 181 O al 12 de Enero de 1811. 5e trata de cinco docu­mentos. Cuatro redactados por la mayoría llamados: Constitución fundamental, Sistema económico, Proyecto de contribución, Dis­curso sobre la reforma de algunas leyes. El quinto documento, redactado por Antonio García Redondo y presentado por la mino­ría, se llama Apuntes instructivos. En este trabajo se usa la repro­ducción de estos documentos hecha por jorge María García Laguardia, en La génesis del constit11cionalismo guatemalteco. (Guatemala, Editorial Universitaria, 1911 ).

93 La minoría representaba la posición de comerciantes peninsulares ligados a los monopolios, con un pensamiento económico proteccio­nista que será analizado en su momento.

94 5e usa como referencia principal para el concepto de democracia el texto de David Held, Modelos de democracia (Madrid. Alianza Editorial, 1993) original en inglés Models o{ Democracy (Cambridge. Polity Press, 1 981 ). En la página 91 se presenta un resumen de los principios de la democracia liberal protectora. Held sostiene que este modelo democrático tiene sus orígenes en Locke y Montesquiu, pero alcanza su desarrollo final con james Madison, )eremy Benthan y james M ill.

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dominante en la primera época de la Constitución de Cádiz, 1810-1814. En 1820, cuando se restable­ció esta Constitución, pasó a una posición minorita­ria. En el momento de la Independencia de España en 1821 y la anexión a México el 5 de Enero de 1822, continuaba en minoría, para decaer por com­pleto en 1823 con el colapso del imperio constitu­cional mexicano.

En 1820 el liberalismo se desarrolló en una va­riante emergente conocida en teoría política como liberalismo desarrollista. Esta concepción política era encabezada por personalidades de las capas medias profesionales, como Pedro Malina y José Francisco Córdoba, curas como José María Castilla, y líderes provenientes de la clase alta, como José Matías Delgado, que por opción filosófica asumían una posición ra­dical en lo concerniente a la igualdad política. El postulado central de ~sta concepción sostiene que el gobierno no es sólo el agente protector del indi­viduo, sino que también juega un papel en su desa­rrollo. 95 La participación política es considerada como la mejor forma de defensa propia frente al Estado y frente a otros individyos. De esta visión surge la defensa de la ciudadanía universal masculina. Hay que recordar que en esa época no se considera la ciudadanía universal masculina. Hay que recordar que en esa época no se considera la ciudadanía femeni­na. El modelo tiene sus bases en los trabajos de J. S. Mili, lo que significa que Centroamérica fue pio­nera en su desarrollo. 96 Esta visión fue fuente de ideas radicales en los campos político y económico, ya que también defendía una visión revolucionaria que garantizara un rápido curso hacia el progreso.

95 john Stuart Mil/, "considerations on Representative Government". En On /iberty and Other WritingJ. (Oxfor University Press, 1991 ), pp. 228-229.

96 Un resumen de los principios de este modelo se encuentra en David Hed, Modelos de democracia, p. 129.

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El liberalismo democrático desarrollista llegó a su apogeo entre 1823-24, durante la Asamblea Nacio­nal Constituyente, y en los años de 1825-1826, en que se puso en práctica la nueva Constitución. Per­dió fuerza con el inicio de la guerra civil.

A nivel económico, la mayoría del ayuntamiento presentó en 181 O una propuesta magistral de libera­lismo económico en el documento Sistema económi­co. 97 Este documento demuestra que por el año de 181 O el conocimiento de la economía política esta­ba bastante desarrollado en Guatemala. Las Instruc­ciones de Peinado son un documento clave para entender la filosofía política centroamericana, y el Sistema económico es la pieza angular para el es­tudio del pensamiento económico de la época. En el capítulo cinco se examina este documento.

El republicanismo

El pensamiento se desarrolló en Centroamérica a partir de la enseñanza de la Retórica, con los textos básicos de Cicerón y Quintiliano. Esto significó en política el tránsito de una concepción contemplativa a una concepción activa. Se desarrollaron tres for­mas de republicanismo: clásico o antiguo que mu­chas veces adoptaba la forma de una constitución mixta y en la época moderna se defendieron ideas de republicanismo mixto y republicanismo represen­tativo. El republicanismo mixto clásico fue defendido

97 Marino Moreno escribió en 1809 un documento en representación de los hacendados rioplatense, en el que hace una defensa del principio del libre comercio. El texto completo aparece en John Lynch, Latin Revolutions 1808-7826 (University of Oklahoma Press, 1994), pp. 137-42. Yo sostengo que el Sistema económico, lamentable­mente un documento poco conocido, tiene que ser incluido en la lista de documentos clásicos del liberalismo económico latinoameri­cano. Tiene la ventaja de que no se limita al análisis del principio del libre comercio, sino que analiza la economía en todas sus di­mensiones.

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como la mejor forma de gobierno en la antigüedad, entre otros por Cicerón y Polibio y por Machiavelo durante el Renacimiento .98 Coincidían en señalar que la mejor forma de evitar la corrupción de las Cons­tituciones puras era elaborar una que combinara los tres principios de las formas de gobierno: monar­quía, aristocracia y democracia. Durante la ilustra­ción esta forma de republicanismo sufrió modifica­ciones para adaptarse a la sociedad comercial. La más importante, fue la introducción del concepto libertad individual dentro de una estructura clásica de virtu­des cívicas. Montesquiu fue el artífice de esa modi­ficación.99

En Centroamérica el republicanismo mixto fue defendido en la propuesta constitucional de la mino­ría del ayuntamiento de Guatemala presentada en Diciembre de 181 O, llamada Apuntes instructivos. Como ya se explicó, fueron redactados por Antonio García Redondo, y representaban la posición política de un grupo de comerciantes peninsulares ligados a los monopolios. García Redondo era el decano de la catedral de Guatemala y representaba la posición de un grupo de comerciantes peninsulares. 100 García Redonde propuso una monarquía constitucional que llama republicana, inspirada teóricamente en Cicerón, y que sigue el ejemplo de la Constitución inglesa. Esta Constitución tenía como principio la virtud cí-

98 Cicerón, On Government (Great Britain: Penguin Classics, 1993), pp. 199-200. Polybio, The Rise of the Roman Empíre (Pengiun Classics, 1979), p. 311. Maquiavelo, The Discourses (pengiun Classics, 1970), libro 1-10

99 Sobre este punto Judith Shklar es una referencia muy importante: Montesquiu (Oxford University Press, 1987), pp. 89, 112-113.

100 Gorda Redondo nació en la provincia de Palencia España, Llegó a Guatemala o temprana edad acompañado al Dr. Juan Félix de Vi/legas nombrado Arzobispo de Guatemala. Desarrollo toda su carrera en Guatemala. Fue fundador de la Sociedad Económica, editor de la Gazeta, Rector de la Universidad de San Carlos en 1804 . (Ber­nardo Belzunegui, Pensamiento Económico ... ), pag. 236.

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vica y combinada los princ1p1os constitucionales monárquico, aristocrático. También garantizada la libertad individual. En esta propuesta constitucional tienen su raíz las ideas democráticas en Centroamérica, ya que plantea una ciudadanía masculina universal sin restricciones, que abarcaba incluso al indígena. En 181 O, esta posición era minoritaria en el ayunta­miento de Guatemala. En 1820, con la restitución de la Constitución de Cádiz, gana las elecciones para el mismo ayuntamiento, en donde queda en mayo­ría. El líder principal era entonces Antonio Larrave, aunque García Redondo permanecía activo en la vida política. El grupo que sostenía esta concepción apo­yó la independencia de España en 1 82 J, pero fue el más decidido defensor de la anexión a México. El 26 de Abril de 1822 el ayuntamiento de Guatemala dictó las Instrucciones para su diputado a las Cortes del imperio mexicano. Sus puntos básicos eran una reiteración de los Apuntes instructivos de 181 O, lo que confirma la hegemonía de la posición constitu­cional de García Redondo en el ayuntamiento de Guatemala en 1820-1822. Con el fracaso de la anexión a México en 1823, esta concepción política quedó sin posibilidades de continuidad.

A nivel económico los Apuntes instructivos pre­sentan un pensamiento consistente con su republicanismo político: el Estado tiene que interve­nir en la economía para promover el desarrollo de las virtudes cívicas, evitando por ejemplo el desa­rrollo de la gran propiedad y la gran ciudad, ya que se prefiere una sociedad de base agraria y se man­tiene una tensión con la sociedades comercial. Esta concepción argumenta en favor del libre comercio a nivel del imperio español, pero recomienda la pro­tección a nivel internacional. Con la derrota de esta posición política en 1823, desapareció también la posición republicana agrarista y proteccionista en economía.

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El pensamiento republicano presentó desde 1820 dos nuevas expresiones: republicanismo antiguo y moderno. Este último, desarrollado en los Estados Unidos de Norte América, tenía como postulado central la idea de que en una verdadera república todas las instituciones políticas eran representativas, con lo cual se rechazaban los privilegios hereditarios y el prin­cipio monárquico. Esta definición republicana tenía su base en el pensamiento de James Madison y Tomás paine, 101 cercano al liberalismo pues la virtud cívica se considera necesaria pero no imprescindible para la existencia de la república. En Centroamérica esta posición fue defendida por José Francisco Córdova, Pedro Molina y José Matías Delgado. Hay que notar que estas mismas figuras pueden perfectamente clasificarse dentro del liberalismo desarrollista. Es así porque defendían una combinación de ambas ideas. El republicanismo moderno es posición dominante en el período de la Asamblea Nacional Constituyen­te, ya que este tipo de república es lo que, por lo menos en teoría, se tiene en mente cuando se aprueba la Constitución. Con la guerra civil de 1826-29 y el régimen de 1829-38 el republicanismo moderno pierde presencia. A nivel económico adopta los principios liberales de las Instrucciones de 181 O, sin ofrecer, por tanto, una constribución económica notable.

El republicanismo antiguo, como se explicó en la Introducción, está basado en las virtudes cívicas, pero defiende un concepto de libertad antigua donde no están bien definidas las libertades individuales. Esta concepc10n política se desarrolla en Centroamérica a partir de 1820, y está directamente inspirada en El contrato social de Rousseau. Su máximo expo­nente fue José Francisco Barrundia, que aun siendo hijo de grandes comerciantes, por convicción políti­ca se convirtí6 en uno de los hombres más radica-

7 O 7 Alexander Hamilton, james Madison and john )ay, The FederaliJt Papen (7 787-88) (Bantam Books, 7 982), p. 7 90. Thomas Paine, The right of Man, Pert 11, pp. 7 67- 7 68.

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les de su época. Barrundia, al adoptar el concepto de la voluntad general, asumió una posición monista de el apolítica que rechazaba la existencia de las facciones y partidos políticos, lo cual contribuyó al desarrolló, por la forma como se aplicó esta doctri­na, de un nuevo tipo de absolutismo de base popu­lar. Fue el principal redactor de la Constitución de 1824, y su posición quedó reflejada en ella. En teoría es republicana, representativa y federal. En la prác­tica su característica es el centralismo parlamenta­rio.Jo2

Barrundia y Mariano Gálvez fueron los responsa­bles principales del inicio de la guerra civil de 1826-29. barrundia se convirtió en líder importante en el régimen de 1829-38, manteniendo la presencia del republicanismo antiguo, pero su posición fue eclip­sada gradualmente por el absolutismo ilustrado de Mariano Gálvez a partir de 1830. Ocho años des­pués, el 2 de febrero de 1838, Barrundia en coali­ción con las tropas del líder indígena Rafael Carrera dirigió el derrocamiento de Mariano Gálvez. Esto nos muestra que el republicanismo antiguo nunca llegó a ser dominante en Centromérica, aunque creció en influencia en la década de 1820, para decaer en la década de 1830. A nivel económico Barrundia nun­ca hizo contribución importante, ya que era un hombre de utopías. No obstante, en economía su posición estaba enfilada hacia el progreso acelerado de Cen­troamérica. Apoyó políticas liberales y el absolutis­mo ilustrado económico de Gálvez en particular las confiscaciones de las propiedades de la oposición política y las propiedades eclesiásticas.

102 El análisis completo de la Constitución de 1824 está desarrollado en la tesis The Central American Enlightenment 1710-183 8, Capi­tulo XI, pp. 402-419.

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El federalismo

El origen moderno de este planteamiento consti­tucional es la Constitución de los Estados Unidos. En Centroamérica es un principio que se desarrolló a partir de 1 821, durante los debates que precedie­ron a la anexión a México, Fue defendido por los líderes de las provincias para romper el excesivo centralismo y hegemonía de la ciudad de Guatema­la. Entre sus exponentes más destacados están José Matías Delgado en El Salvador, Dionisia de Herrera en Honduras y Juan Mora en Costa Rica. El federalismo llegó a ser dominante después de la Independencia de México en 1823, a tal punto que quedó estable­cido como uno de los principios centrales de la Constitución de 1824. A nivel económico no se puede identificar al federalismo con una posición en particular, ya que básicamente es un principio de relación entre Estados soberanos.

Este es el mapa de las ideas políticas que tuvie­ron expresión durante la ilustración centroamerica­na, explicadas en su relación con el pensamiento económico. Para terminar esta sección es necesario aún hacer algunas precisiones sobre los hechos políticos más importantes. Primero hay que señalar la impor­tancia de la revolución liberal española y la Consti­tución de Cádiz para el desarrollo del pensamiento constitucional ilustrado en Centroamérica. En segun­do lugar, debe recordarse que esta revolución liberal permitió que la Independencia de Centroamérica respondiera al espíritu ilustrado de Cádiz. La anexión a México tiene que examinarse a la luz del pensa­miento político ilustrado, y dentro de las corrientes políticas examinadas. Son ellas las que explican tanto la filosofía _de la Constitución, como las razones que llevaron a la guerra civil y al colapso de la unidad centroamericana y del proyecto ilustrado en 1838. La política económica fue sin duda factor determi­nante en la caída del gobierno de Gálvez.

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Quiero culminar esta presentación del pensamiento político ilustrado con un resumen de las tesis prin­cipales sobre la desastrosa guerra civil que inaugura un ciclo triste de decadencia. La guerra civil era innecesaria para desarrollar la ilustración y las re­formas, ya que estaba precedida de una revolución política y económica. El problema central fue la falta de consenso al interior de la élite política en cuanto a los principios políticos fundamentales, ya que existían diversas concepciones con principios antagónicos. Básicamente existían dos concepciones de una Cen­troamérica unida: una pluralista y otra monista. De aquí que el problema central era si los partidos políticos y las facciones tenían que existir o ser abolidos, un problema anclado en las discusiones sobre la liber­tad. Una coalición monista formada por el absolutis­mo ilustrado y encabezada por Gálvez, y el republicanismo antiguo encabezado por Barrundia lanzó a Centroamérica en el proceso de la guerra civil. Enfrentaba a una coalición pluralista de republica­nos modernos y liberales encabezada por Manuel José Arce, José Francisco Córdova y Manuel Montúfar. La coalición monista logró triunfar en 1829 con el apoyo de las armas del General Francisco Morazán. Esa revolución significó una derrota profunda para el liberalismo, el republicanismo moderno y el federalismo.

El régimen de 1829-38, dominado por el absolu­tismo ilustrado y el republicanismo antiguo, supri­mió a la oposición política e inició un programa radical de cambios, haciendo una marcha forzada hacia el progreso que afectó fundamentalmente al campesino indígena en sus propiedades ancestrales. El absolutismo y la legislación impopular impidieron la consolidación del régimen, que no pudo evitar la continuación de la guerra civil, la anarquía, y final­mente su caída en 1838, lo que representó la derro­ta del absolutismo ilustrado y del republicanismo antiguo. La presencia del ejército indígena en la coalición victoriosa en 1838 le dio a la política una nueva

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dimensión. Las condiciones para desarrollar la Ilus­tración habían desaparecido. Los líderes ilustrados que apoyaron al nuevo régimen, tales como Alejan­dro Marure y Juan José Aycinena tenían influencia, pero no más el control de la vida política. La segu­ridad había adquirido preferencia sobre la libertad.

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CAPITULO CUARTO

LA ECONOMIA POLITICA EN EL IMPERIO ESPAÑOL Y LAS REFORMAS BORBONJCAS

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LA ECONOMIA POLITICA EN EL IMPERIO ESPAÑOL

Y LAS REFORMAS BORBONICAS

El conocimiento del surgimiento de la economía política y las diferentes perspectivas que se desarro­llan es de mucha utilidad para entender el tipo de solución que se buscó a los problemas económicos en el imperio español y Centroamérica durante la Ilustración. La economía política, 103 señala Silva na Tomaselli, surge como ciencia legislativa y arte de gobernar. A la manera de Maquiavelo, quien dio lecciones al príncipe en los secretos del poder po­lítico, los principales economistas políticos -desde Boisguilbert, Quesnay, Smith- escribieron para aconsejar a los gobernantes sobre que hacer y que no hacer en materia económica, para garantizar la existencia de las sociedades en un mundo de naciones compe­titivas. 104 Antoine Montchrétien ( 1575-1621), a quien se atribuye el uso del término economía política, enfiló su critica a la indolencia o inactividad de los gobernantes en materia económica, señalando el rol fundamental de la economía en la vida política. Se mostraba sorprendido por la negligencia de los an­tiguos en abordar el tema. Sostenía que la econo­mía política tenía que ser materia obligada en la educación del príncipe, quien estaba obligado a conocer los principios que llevan a la prosperidad de las naciones. 105 De esta manera creció la convicción de

'"' Silvano Tomoselli recuerdo que lo economía polttica surge con Sir William Petty en Inglaterra (1623-1681) o Pierre Le Pesant Seigneur de Boisguilbert en Francia ( 164 6- 1714 ). «Politicol Economy. The Oesire and Needs of Present and Future Generotiom». En lnventing Human Science. Eightheenth-Cenwry Oomains . Editado por Chistopher Fox, Roy Porter y Robert Wokler. (University of California Press,

1995), p. 295. 104 Jdem, p. 296. 111 ~ /bid, p. 297.

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que el príncipe tiene que conocer de economía y ser aconsejado por los entendidos en la materia, o preferiblemente contar con un príncipe que fuera economista.

LAS ESCUELAS ECONOMICAS

La economía política, según Adam Smith, tiene dos objetivos: ayudar a los individuos a proveerse de ingresos suficientes para su subsistencia, y pro­veer al Estado con ingresos suficientes para mante­ner los servicios públicos. Por tanto se propone enriquecer al pueblo y al soberano. 106

Las diferencias en cuanto a la mejor manera de lograr estos objetivos dan lugar al surgimiento de escuelas de pensamiento económico o sistemas que para la época de la Ilustración son básicamente tres: mercantil, agrario, e industrial.

Sistema mercantil o mercantilismo

Esta escuela sostenía que la prosperidad de las naciones estaba basada en un comercio exterior que exporte mercaderías e introduzca cantidades de oro, plata o dinero. Para proteger este comercio se acon­sejaba el fomento de la industria, prohibiendo la exportación de materias primas y la importación de mercaderías fabricadas en países extranjeros. 107 Adam Smith, crítico de este sistema, señala que la idea de que la riqueza consistía en dinero, oro o plata era muy popular, y que surgía naturalmente de la doble función del dinero como instrumento de comercio y como medida de valor. 108 Por estas razones, mante-

106 Adam Smith, An lnauiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations V. l. (lndianapolis: Liberty Fund, 198 1 ), p. 428.

107 José del Valle, «Memoria sobre abmto de carne (1832)••, en Obra escogida. p. 297.

10~ Smith, The Wealth of Nations. V. 7, p. 429.

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ner una balanza comercial favorable y el dinero te­nían una importancia central para el mercantilismo. 109

Se puede sintetizar el argumento señalando que el énfasis radicaba en la exportación, no en el inter­cambio. El mercantilismo también era un sistema de unificación y transformación de la sociedad. Reem­plazó economías locales y regionales con un esque­ma de economía nacional a través del fortalecimien­to del Estado y la economía nacional por medio de la intervención y la protección económica. Esta in­tervención reguladora del Estado se consideraba necesaria, ya que el interés privado entraba en con­flicto con el interés nacional. La protección de la industria nacional se extendía hasta la concesión de monopolios y privilegios a las compañías comercia­les y el control de la navegación comercial. En este contexto proteccionista e intervencionista se consi­deraba importante tener posesiones coloniales. 110 El Estado también se reservaba para sí algunas áreas vitales de la economía. 111 El mercantilismo econó­mico surge en la época de racionalización y burocratización del Estado, y, por tanto, no surge con la Ilustración. Sin embargo, economistas ilustra­dos consideraban ventajoso mantener principios de esta escuela, en particular aquellos concernientes al comercio exterior. Esto es muy cierto para los prin­cipales economistas políticos encargados de tareas de gobierno en los principales imperios. 112 Es de notar que el mercantilismo juega un papel importan­te como punto de referencia para el desarrollo de las otras escuelas económicas.

10' fli F. Heckscher, La época mercantilista (Sweden: 1931. London: 1935), (México: Fondo de Cultura Económica, 1943), p. 1 O.

"" Thomas A. Horne, .. Mercantili5m», en The Blackwe/1 Encyclopaedia of Political Thought (Oxford. Basil 8/ackwe/1, 1985), p. 335

'" Entre los monopolios más famosos se encuentran el del tabaco y la pólvora. Este punto es di5cutido ampliamente por Mile5 Wortman en Gobierno ~ sociedad en Centroamérica, p. 17 l.

' 11 En España el exponente del mercantilismo es Gerónimo de Uztáriz, Teórica .!{.. práctica de comercio ~ de marina (Madrid 1724). Edi­ción facsímil de Gabriel Franco (Madrid, 1968).

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Sistema agrario

Fue defendido por la escuela fisiocrática, que consideraba a la tierra como la única fuente de rentas y riqueza. 113 Como corresponde a una escuela eco­nómica que surge bajo la influencia de la Ilustra­ción, la fisiocrática trató de formular las leyes gene­rales de la economí~ concebidas como parte del orden natural. Pensaban que el sistema económico impe­rante no estaba de acuerdo con el orden natural, ya que no armonizaba el interés del individuo con la sociedad. Se pensaba que si la sociedad se formó y operaba de acuerdo al derecho natural, no sólo el gobierno sino también la economía tenía que ser guiada por el derecho natural y la ley positiva tenía que mantenerse al mínimo. 114 Francois Quesnay ( 1694-171 4}, fundador de la escuela fisiocrática, argumen­tó que la tierra era la única fuente de riqueza. Era la única fuente de plusvalía que formaba el ingreso neto de la nación. 115 La industria y el comercio eran considerados estériles. 116 De esta visión surgió la idea de dividir a la sociedad en tres clases de personas: la primera eran los propietarios de tierra, la segunda los cultivadores -hacendados y trabajadores del campo. Estas se definían como clases productivas. La terce­ra clase estaba compuesta por especuladores (artificers), manufactureros y comerciantes designados como clase improductiva. 117 Turgot y Vincent Guernay, miem-

111 Smith, The Wealth of Nations, p. 663. José del Valle, ·Memoria sobre abasto de carne», p. 297. Smith advierte que este sistema nunca fue adoptado por ninguna nación y que permanecía como especulación de hombres de gran conocimiento y genio en Francia.

1 14 En este párrafo sigo fielmente a K. L. Melhuish, •Natural Law and the Economy - the doctrine of Laissez Faire», en Western Liberalism. ed. E. K. e;amsted and K. L. Melhuish (London: Longman Group Limited, 1978 ), p. 735.

"·1 /dem, p. 136.

"' Guido de Ruggiero, The History Q[ European Liberalism (Oxford University Press 1927. Boston: Beacon Press, 1981), p. 35.

111 Smith, The Wealth of Nations, book IV, cap.IX, p. 664.

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bros de esta escuela, adoptaron una posición un tanto diferente con respecto a este punto, al considerar que la manufactura hacia una contribución a la ri­queza nacional, y que el papel del comercio era vital para la circulación de la riqueza. Melhuish observa que Turgot concebía la economía como «agricultura animada por el comercion 118 •

La escuela fisiocrática hizo también una gran contribución al desarrollo del concepto de libertad en economía. Quesnay se pronunció en favor de remover las restricciones feudales en favor del derecho de cada individuo a producir y comerciar libremente al interior de la comunidad, y esto dio origen al prin­cipio de ·daissez faire, laissez passer ... Pensaba que una economía operando en condiciones de libertad perfecta se regularía por si misma, y se necesitaría muy poca o ninguna intervención del Estado, lla­mando a la adopción de tres libertades: laboral, empresarial y comercial. 119 Los fisiócratas cuestio­naban las políticas proteccionistas para asegurar una balanza comercial favorable, la existencia de mono­polios, la promoción artificial de ciertas industrias, el control de la navegación y la estructura feudal agraria. Se oponían a la existencia de uguildsn o gremios que prevenían la libertad laboral. Turgot se interesó en la agricultura en gran escala para incre­mentar la plusvalía derivada de la tierra para rein­vertir en agricultura industria y comercio. 120 Melhuish considera que Turgot es uno de los primeros libera­les en economía. Pero en el campo político los fisiócratas eran firmes defensores de las reformas impulsadas desde arriba. Consideraban como una tarea de la monarquía absoluta ilustrada gobernar en el interés de las masas y armonizar el interés del individuo y

11 ~ /dem. Me/hui5h, • Natural Law», p. 13 7. 119 /bid. pp. 135-36. l/fl /bid, pp. 135-137.

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el Estado. "En una palabra los fisiócratas favorecían un despotismo ilustrado - despotismo legal- - mo­nárquico en el cual la monarquía era agente de la reforma ... 121 El apoyo fisiocrático al despotismo ilus­trado inauguró una discusión interesante sobre la relación entre política y economía. John R, Dinwiddy señala que el economista J. B. S ay argumentaba que la ciencia de la economía política tenía que ser consi­derada como distinta de la politica.

~~La riqueza es esencialmente independiente de la organización política. Bajo cualquier forma de gobierno, un estado puede prosperar si está bien administrado. Si la libertad política es mas favo­rable al desarrollo de la riqueza, lo es indirecta­mente.»122

El apoyo al absolutismo ilustrado es una de las diferencias importantes entre la fisiocracia y el libe­ralismo. La importancia del sistema agrario o fisiocrático radica en su gran influencia en el desarrollo del li­beralismo económico y el impacto de esta escuela en los economistas españoles, y por tanto en la política económica del imperio, en particular entre los se­guidores del absolutismo ilustrado.

El sistema industrial y el liberalismo económico

Este sistema, según una definición de la época ofrecida por José del Valle, ofrece una visión balan­ceada del origen de la riqueza. ~~Los que han crea­do, hermoseado y perfeccionado el sistema indus­trial ven en el trabajo, aplicado a la industria rural, fabril y mercantil, el manantial de donde fluyen las riquezas ... 123 Este sistema superó la negativa visión

lll /bid, pp. 137-39. 111 J. B. Say, Traité d'Economie Politique, Vol l. (París 181 4), xiii.

Citado en Dinwiddy, "The Classical Economists», en Western Liberafism. p. 17.

11 1 José del Valle, «Memoria sobre abasto de carne .. , p. 297.

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fisiocrática sobre la actividad comercial e industrial. Si existe una relación directa entre sistema comer­cial y mercantilismo, entre sistema agrario y fisiocracia, la hay también entre sistema industrial y liberalis­mo. Sistema industrial es el término usado en la época de Adam Smith, ya que todavía no se usaba el término liberalismo, que se popularizó en la dé­cada de 1820 en España. La relación entre sistema industrial y liberalismo es tan clara, que José del Valle en su examen de las escuelas presenta a Adam Smith como su cabeza principal: uel descubridor de los verdaderos principios de la economía política; el hombre de cuya mente salió formada la cienciau 124 •

En este trabajo es suficiente presentar los puntos esenciales del sistema de Smith. lstvan Hont y Michael lgnatieff en un ensayo introductorio a La riqueza de las naciones ofrecen un examen que ayuda a enten­der el contexto y propósitos del libro. Señalan que Smith escribió en el contexto del debate sobre la sociedad comercial que se dio en el siglo XVIII. Defendió a la sociedad comercial en contra del ata­que orquestado por los defensores de la república virtuosa y el ideal cristiano de una comunidad po­sitiva de bienes. 125 Hont e lgnatieff sostienen que la uLa riqueza de las naciones tiene como tema funda­mental la justicia, y trata de encontrar un mecanis­mo de mercado capaz de reconciliar la desigualdad de propiedad con la adecuada provisión para los excluidosu. 126 Smith demostraba que las sociedades comerciales eran más desiguales en la distribución de propiedad que sus predecesoras, pero sin embar-

114 Valle, «Memoria sobre abasto de carne .. , p. 300. En este trabajo Valle clasifica como miembros de esta escuela a Smith, Filangieri, jovellanos, Ganlih, Storch, Bentham, Soy, Flores Estrada.

11 ·1 lsvant Hont y Michael lgnatieff, •Needs and justice in the Wealth of Nations: an introductory essay», p. 2, en Wealth and Virtue (Cambridge University Press, 1983). Editado por /svant Hont y Michael lgnatieff.

11" ldem.

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go eran capaces de satisfacer las necesidades bási­cas de los asalariados. En contraste, las sociedades primitivas eran más igualitarias, pero eran misera­blemente pobres. Los argumentos centrales -la teo­ría de la división del trabajo y su modelo de precios naturales - fueron desplegados para explicar la compatibilidad de la desigualdad económica y la adecuada subsistencia de los asalariados en un sis­tema de libre mercado. 127 Concluyen que en el mundo de preferencias de la época, Smith escogía la estricta justicia por sobre la virtud cívica, la liber­tad pasiva por sobre la activa. 128

El sistema de Smith es conocido como sistema de 1 ibertad natural. 129 Campbell y Skinner señalan que el sistema de Smith se concibe como análogo a cierto tipo de máquina cuyas partes no tienen conciencia de su conexión mutua o del fin que su interacción ayuda a promover, pero tal interacción está gobernada por las leyes de la máquina. Los componentes de esa máquina son los sectores, cla­ses, individuos, cuya búsqueda de beneficios contri­buye al trabajo efectivo del todo. Por ejemplo, el deseo constante de mejoramiento individual contri­buye al ahorro y por lo tanto al proceso de creci­miento económico.

uEn todos los casos los beneficios sociales y de orden económico, son el resultado de acciones que persiguen el interés propio de los individuos más que consecuencia de un plan formal. De hecho, Smith fue más allá insistiendo que el beneficio público no necesita ni necesitaría for-

" 7 /bid. pp. 2-3. Estos autores sostienen que Smith debe mucho a la tradición det"derecho natural de la cual Grotious, Pufendorf y Locke fueron destacados contribuyentes. pp. 42.

ll~ /bid, p. 44. IJ 9 R.H. Campbell y A.S. Skínner, ·General Introducción .. , The Wealth

of Natiom, p.36. En su mayor parte sigo este trabajo en la pre­sentación de esta seccíon.

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mar alguna parte de la motivación normal de los principales actores del drama.n 13°

El concepto de la umano invisiblen jugada por el mercado 131 es precisamente el mecanismo de co­nexión al interior de la máquina, diseñado para demostrar que el individuo al perseguir sus propios objetivos contribuye al beneficio público sin ser parte de su intención. 132

Esta visión reduce la participación del Estado en la economía, ya que lo mejor que puede hacer es no intervenir para permitir el desarrollo de la liber­tad natural. El Estado ve sus funciones económicas reducidas a un mínimo indispensable, ya que debe proveer para servicios improductivos tales como defensa, justicia y trabajos públicos que no generan benefi­cios.133

A nivel comercial Smith generalmente recomien­da el principio de libre comercio; en casos particu­lares, como la navegación comercial, recomienda dar protección y promover la industria doméstica car­gando de impuestos, por ejemplo, a los productos extranjeros. 134 Esto demuestra la flexibilidad del pro­pio Smith en punto tan importante. Se concluye esta sección con una observación central sobre la dife­rencia entre el sistema fisiocrático y el liberal hecha por Melhuish. El fisiócrata era partidario del absolu­tismo ilustrado. El liberal consideraba importante el liberalismo político ya que veía en las monarquías absolutas, una amenaza para la propiedad. 135

'"' /bid, p. 3 4. Mi propia traducción. "' El concepto de mono invisible •invisible hond" fue avanzado por

Smith en The Theory of Moral Sentiments, Libro IV. 1. 1 O, pog 184. •u /dem, p. 35 . The Weolth of Notions, Libro IV, capitulo 11, p. 456

poro uno explicación amplio del argumento. '" /bid, 35. Weolth of Notiom (V. ix, p. 51) ••• Sobre este punto muy importante poro los debates sobre libre

comercio en Centroomérico ver The Weolth of Notions, Libro IV, Capitulo 11, pp. 463-67.

' 11 Melhuish, •NottJrol Law ond The Economy .... , p. 139.

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Los puntos examinados sobre el sistema indus­trial o liberal son vitales para entender el pensa­miento económico liberal centroamericano ya plas­mado en el documento fundamental Sistema econó­mico, en 181 O. El liberalismo centroamericano, como se verá, muestra su consistencia al plantear la ne­cesidad del liberalismo político, punto central que lo distingue del absolutismo ilustrado español y centro­americano. Este panorama general de las escuelas nos permitirá tener las referencias teóricas para juz­gar las ideas y debates económicos en forma apli­cada en el imperio español y Centroamérica.

LA ECONOMIA POLITICA ESPAÑOLA

Es necesario presentar ahora una idea general de las herramientas teóricas con que trabajaban los economistas políticos españoles, y sus posiciones en términos de escuelas económicas y políticas. Esto servirá para contextualizar las reformas económicas borbónicas y hacer un análisis comparativo con la posición de la economía política centroamericana.

Los economistas peninsulares, ·como afirma Vincent Llombart, 136 se mueven en el terreno de la econo­mía política aplicada, ya que por lo general eran altos funcionarios de la Corona interesados en la toma de decisiones. 137 Desde esta perspectiva les interesaba la economía, y por tanto no ofrecen grandes innovaciones en el campo teórico. Esto no quiere

1 l 6 Vincent Llombart, Campo manes, economista }:" político de Carlos 111. (Madrid: Alianza Editorial, 1992),p. 34 9. Este trabajo es una magistral revisión de la carrera de Campomanes y de la economía política española en la segunda mitad del siglo XVIII.

1 u Entre los economistas políticos de primera línea en España para nuestro periodo de estudio, cabe señalar a Gerónimo de Uztáris, )osé del Campillo y Cosío, Pedro Rodríguez Campomanes, Bernardo Ward, Gaspar Melchor de jovellanos y Alvaro Flores Estrada. Los textos económicos de estos personajes fueron conocidos en Centroamérica donde destacan en particular la influencia de Campillo, Campomanes y jovellanos.

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decir que ignoraban el desarrollo de la economía teórica y práctica que se producía al norte de los Pirineos. Esta conexión queda demostrada en el análisis presentado por Llombart del contenido de la biblio­teca de Campomanes. Contenía 4995 volúmenes, sin contar los libros prohibidos por la Inquisición. Hacia 1802 contenía ·desde Maquiavelo hasta Adam Smith.

ula cantidad y calidad de los libros económicos extranjeros poseídos por el asturiano es elevadísima y las ausencias destacables muy escasas . La más llamativa quizá sea la de Quesnay, pero está compensada por la existencia de una amplia gama de trabajos fisiocráticos".tJe

Campomanes conoció a finales de 1777 o princi­pios de 1778 la Investigación sobre @. causa de .@ riqueza de las naciones, publicada en Londres el 9 de Marzo 1776 por Adam Smith. 139 En 1785 Campomanes tuvo el honor de recibir una copia enviada directamente por Smith.t 40

• La primera traducción al español de La riqueza se dio a luz en 1792. 141

El hecho de que la economía española se desa­rrollara principalmente en el campo aplicado y reci­biera una amplia gama de influencias, ha hecho difícil para los historiadores económicos clasificar el pen­samiento económico español con relación a las grandes

1 !h Llombart, QJ2:. cit., p. 326. m L/ombart explica que las investigaciones de Pedro 5chuartz sobre

la recepción de La riqueza, muestran que este texto pudo haber llegado al conocimiento de Campomanes a través de Juan Geddes rector del colegio eKocél de Valladolid o bien por mediación de su amigo William Robertson, historiador escocé! . Campomanes encar­gó la traducción de La riqueza a Juan Geddes en 17 78, pero no u completó. Llombart, Campomanes ... , pp.297-30 l.

14" Jdem, pp. 299-300.

141 Bernardo Belzunegui señala que el texto de la obra de Adam 5mith La riqueza de /m naciones que se uso en Centroamérica fue la traducción hecha en 1792 por Carlos Martínez de /rujo basada en un compendio hecho por el Marqués de Condorcet. /rujo hizo adiciones del original.

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escuelas. Esta es materia abierta a debate, por lo que me limitaré a presentar una idea de la discu­sión enfocando los personajes más representativos. Con este método también se pretende transmitir una idea general de las escuelas más influyentes.

Llombart señala un aspecto que nos da luz sobre la razón fundamental que hace difícil una clasifica­ción de los economistas españoles, que radica en el hecho de que no operaban en base a sistemas.

uEstaba más cerca de lo que Schumpeter ha denominado un cuasi-sistema, es decir, la for­mulación de un programa de desarrollo razonado desde el punto de vista de problemas concretos, y en el que las ideas no eran asistemáticas, pues se sabía cómo relacionar los problemas y cómo reducirlos a principios unificadores, a principios analíticos, no sólo a principios de política,_ 142

Se puede afirmar que en donde más acuerdo hay es en la tendencia liberalizadora de la economía política española en el siglo XVIII, y el apoyo generalizado a la monarquía absoluta ilustrada como forma de gobierno más idónea para avanzar en el progreso.

La dificultad para elaborar una clasificación que­da ilustrada al examinar a los economistas más representativos del siglo XVIII y principios del siglo XIX. José del Campillo y Cosio 143 que domina la primera mitad del siglo XVII; Pedro Rodríguez Campomanes, 144 en la segunda mitad del siglo XVIII,

10 Llombart, Campomanes. p. 346. ,. 'foseph del Campillo y Casio, Nuevo sistema de gobierno económi­fQ para la América (17 4 3) (Primera edición, Madrid: 178 9 ), segun· da edición, Venezuela, Universidad de Los Andes, 1971 ). (Uso esta última edición).

144 La obra máxima de Campomanes es: Discurso sobre f.!. fomento de [Q industria popular (17 7 4 ). José Del Valle considera a Campomanes como el principal economista español del siglo XVIII. «Plan de cátedra de economía política (1812)», En {osé Cecilia del Valle. Obras Es­cogidas. p. 265.

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y Gaspar Melchor de Jovellanos, que trabaja a fina­les del XVIII y principios del siglo XIX. Campillo recibe diferentes lecturas. Eduardo Arcila Farías en su cdntroducciónf• a la edición venezolana del Nuevo sistema de gobierno económico hace una evaluación de lo que se ha escrito en cuanto a la posición económica de Campillo. Por ejemplo, rechaza la caracterización que hace Manuel Colmeiro, 145 quién coloca a Campillo como un mercantilista colbertiano . Arcila Farías sostiene que el tratado de Campillo irrumpe en el pensamiento económico español con principios liberales. uCampillo está mucho más den­tro del terreno de los fisiócratas que del de los mercantilistas colbertianosn. 146 Los casos de Campomanes y Jovellanos también provocan opinio­nes diversas. Llombart piensa que Campomanes

uSe encuentra situado entre el arbitrismo del XVII y el liberalismo económico, entre el < < mercantilismo liberal > > y Ada m Smith, entre el agrarismo ilustrado y la fisiocrácia, entre Gournay y Turgot, entre la economía teórica y la política económica, entre el Antiguo Régimen y la Nueva Sociedad que apenas apuntaba en algunos escasos paísesu. 147

J. A. Schumpeter piensa que Campomanes y Jovellanos - junto a Justi y Sonnenfels - están en el período de transición previo a Smith. Son casos que muestran ulo bien que los mejores cerebros de la época dominaban la <<economía aplicada > >, y ccfueron reformadores prácticos en la línea del libera­lismo económico,. 148 José del Valle clasifica a Jovellanos 149 dentro de los pensadores económicos

•H Manuel Colmeiro, Historia de lo economía política en f5poño (Ma-

drid: 1863). 146 Arcila Faríos, "Introducción» a Nuevo 5istemo, pp. 3 1-3 2. ,., Llombart, Campomones. pp. 344. , .. joseph A. 5chumpeter, Historio del anóli5i5 económico (Barcelona.

Ediciones Ariel), p. 21 S. 'H Lo obro máximo de )avellanos, considerado lo biblia del liberalismo

económico español es .· .Informe de Ley Agraria•>, en [ove/lono5 · La reforma ilustrado, ed. Franco Cerutti. (Costo Rica: Libro Libre, 198 7 ).

71

proponentes del modelo industrial o liberal junto a Smith. 150 Esta posición contrasta con la visión de Mario Rodríguez, quien observa que a pesar de su liberalismo, en el Informe prevalecía la visión agrarista fisiocrática .151 Si observamos los diferentes comen­tarios vemos que los economistas españoles respon­den a diferentes influencias. Sólo falta destacar los rasgos comunes más importantes. Llombart, al con­cluir sobre la posición de Campomanes, resume la tendencia liberalizadora común respecto a los princi­pios económicos que cree se podrían sintetizar ini­cialmente en la máxima

uliberalízación económica interior más proteccio­nismo respecto al exterior. La liberalización inte­rior debía alcanzar a los precios - incluido el tipo de interés -, al cultivo, al comercio penin­sular y colonial, al establecimiento industrial, a las ordenanzas gremiales, a la Mesta y al largo capítulo de estancos, privilegios y restricciones a las actividades económicas,.. 152

La política de liberalización y protección exterior es mejor conocida como ucomercio libre y protegi­do". Se realizaba en el marco del fortalecimiento del Estado, en su forma de monarquía absoluta, para fomentar políticas y vencer obstáculos a la reforma. Llombart resume muy bien este concepto:

ulo que pretendía Campomanes -y con él la mayor parte de economistas ilustrados- consis­tía en más mercado y más Estado. Este era uno de los fundamentos del despotismo ilustrado, y no cabe duda que en aquellas condiciones sólo el Estado robustecido era el que podía estable­cer y garantizar el ejercicio de una mayor liber­tad económican. 153

1111 Valle, .. Memoria Sobre abasto de carne••, p. 301. L11 Mario Rodríguez, fl. experimento de Cádiz, 16. jovellanos, ·Informe

de Ley Agraria .. , p. 45. I.IJ L/ombart, ( ampomane S, p. 3 41. tli Jdem, p. 347.

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Las referencias teóricas del pensamiento econó­mico español y su posición con respecto a las es­cuelas políticas y económicas, prepara el análisis de la reforma borbónica y el surgimiento de la econo­mía política en Centroamérica.

LA REFORMA BORBONICA

Consideramos necesario presentar los aspectos principales de la reforma económica borbónica para apreciar la naturaleza de los problemas que se as­piraba resolver. Ello servirá para observar la contri­bución del absolutismo ilustrado español a la reactivación económica de la región y al desarrollo de la econo­mía política, así como el gran cambio sociológico en la elite económica centroamericana, que se con­vierte en el principal elemento explicativo de las contradicciones políticas entre criollos y peninsula­res que llevan al proceso de Independencia.

La reforma borbónica tiene dos períodos. El pri­mero de ellos se extiende de 1 700 a 1758 y lo denominamos reforma borbónica temprana. El se­gundo se desarrolla de 1758 a 1808, y es dominado en su mayor parte por Carlos 111; corresponde pro­piamente al de la Ilustración española, y es conoci­do como reforma borbónica ilustrada.

Reforma Borbónica Temprana

El gobierno de Felipe V, primer rey Borbón, dio una nueva dirección basado en el sistema adminis­trativo de la monarquía francesa. El objetivo era la recuperación de un imperio decrépito creando una monarquía eficiente con una administración racio­nal.154 Era necesario poner todos los resortes del

w John Lynch, Spanish Colonial Administration 1782-181 O (London: Athlone Press, 1958), p. 1.

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poder bajo el control de la Corona, eliminando· pri­vilegios sociales, eclesiásticos y de oligarquías loca­les. Esto significaba una mayor centralización. 155 Para lograr más efectividad se introdujo el sistema de ministros con responsabilidad individual. El viejo sistema de Consejos coexistió con los ministerios, pero gra­dualmente perdieron influencia. Se creó un Ministe­rio de Indias, que redujo la suprema influencia del Consejo de Indias. También se estableció el sistema de juntas o gabin~te, donde había discusión colecti­va y colaboración entre ministerios. 156 Para mayor eficiencia se introdujo el sistema de intendencias en 1711, suspendido en 1721 y restablecido en 174 7, adquiriendo bases firmes en esta ocasión, lo que permitió su desarrollo en Indias en la segunda mitad del siglo XVIII. En el Reino de Guatemala se crearon cuatro intendencias, para agilizar la administración económica . 157

La nueva dirección económica fue estructurada inicialmente por consejeros económicos franceses -Orry y Amelot - y guiada por ministros como Patiño, Campillo y Ensenada. La base fundamental de las ideas provenía de la doctrina mercantilista colbertiana. Se concebía que un Estado fuerte requería de un estimulo estatal para la economía a través del esta­blecimiento de fábricas y monopolios de productos claves que podían gravarse fácilmente. La economía no tenía que depender de los minerales del Nuevo Mundo; una agricultura privada pujante era esen­cial.'ss

1·u john Lynch, "The origin of Spanish independence,, en The Cambridge History of Latin America, ed. Leslie Bethe/1 (Cambridge Univenity PreH, 1 995), vol.3, p. 9.

H 6 Una descripción completa de la reforma administrativa se encuen­tra en Lynch, Spanish Colonial Administration, pp . 5-1.

1·11 Ciudad Real (1186), San Salvador (1185), León (1786) Comayagua (1186). Héctor Humberto Samayoa Guevara, fJ. régimen de inten­dencias en gJ Reino de Guatemala (Guatemala: Editorial Piedra Santa, 1918), pp. 40-42.

11x Sigo en este punto a Miles Wortman, op.cit., p . 112

74

Reforma económica temprana en Indias

La organización del comercio bajo los Habsburgos se hizo según los principios del monopolio y las restricciones. El comercio entre España e Indias estaba restringido a los puertos de Cádiz y Sevilla, y la Habana, Veracruz, Cartagena y Porto Belo en Indias. No se permitía comerciar a extranjeros, y el comer­cio de productos extranjeros estaba prohibido. El comercio entre las Indias estaba severamente limita­do y los productos coloniales que competían con los españoles estaban prohibidos. 159 Este sistema permaneció básicamente intacto, pero reformas ex­perimentales en la primera mitad del siglo XVIII prepararon el camino para las reformas de Carlos Ill. Se comenzó por mejorar el sistema de flotas para hacer más regular las difíciles comunicaciones de la época. Pero el cambio más significativo fue el desa­rrollo de compañías comerciales, que extendieron a puertos catalanes y vascos el monopolio disfrutado por Cádiz y Sevilla. En 1728 se creo la Real Com­pañía de Caracas para financiar la producción de cacao y se creo una naviera comercial. 160 El éxito de estas reformas estimuló la orientación reformista.

Reforma temprana en el Reino de Guatemala

La reforma virtualmente cambió el mapa econó­mico de Centroamérica, especialmente a partir del año 1 730. 161 Wortman sintetiza este cambio:

15 ' El comercio era regulado por dos instituciones. En primer lugar, por la Casa de Contratación creada en Sevilla en 1 S 03 -trasladada a Cádiz en 1717 - para regular y supervisar el intercambio comer­cial con las colonias. En segundo lugar por el Comu/ado de Comer­cio, un gremio semi-oficial de comerciantes a cargo de la justicia mercantil. Lynch, Spanish Colonial Administration, p. 8. Ralph Lee Woodward, Privilegio de clase ~ desarrollo económico: Guatemala 1793-1871, (Costa Rica: EDUCA, 1991), p. 10.

160 Lynch, Spanish Colonial Administration, p. 1 O. "' Wortman, op.cit., p. 130.

75

uSi vemos a Centroamérica a finales del siglo XVIII, vemos una colonia radicalmente diferente de la que era cien años antes. Ciudad de Gua­temala era· un importante centro de actividad comercial vinculado directamente con España ( ... ) El Salvador un importante productor de añil para la metrópoli; todas las demás áreas de la colo­nia estaban integradas en un solo esquema eco­nómico bajo el dominio de la ciudad capital. Nuevas organizaciones comerciales y organismos guber­namentales administraban esta colonia transfor­mada, mientras que las filosofías de la Ilustra­ción sustentaban intelectualmente a la sociedad. No se podía determinar cuánto quedaba de la Centroamérica habsburga del siglo XVII y cuán fuertes eran las nuevas instituciones borbónicas, hasta que el proceso se completara, hasta que Centroamérica fuera independiente de España y que estas instituciones se pusieran a prueba••. 162

Esta transformación fue la preparación para inte­grar a Centroamérica dentro de la ascendente socie­dad comercial de la época. A partir de la década de 1 730, los cambios en política económica y las nue­vas oportunidades del mercado mundial generaron una reactivación económica, basada primero en la minería hondureña y a partir de la década de 1740 en lo que se conoce como segundo auge añilero, que duró hasta 1803, donde esta industria entró en crisis para nunca recuperarse. 163 Cabe destacar que como efecto del éxito de la Compañía de Caracas en Centroamérica, los recién llegados comerciantes atraídos por el auge económico solicitaron en 1741 el establecimiento de una compañía privada en el Pacífico, de criollos y peninsulares, para comerciar con México, Perú y España. La Corona recibió una

161 /dem, p. 14 1. 16 • Wortman analiza en detalle el auge añilero y su crisis. op.cit., pp.

233-234.

76

porción de las acciones. El esfuerzo duró poco al fracasar por la orientación atlántica del comercio. 164

Este fue el primer intento de establecer una empre­sa como tal, lo que muestra que no se carecía to­talmente de iniciativa.

La reforma contenía un énfasis secular muy mar­cado como resultado de la teoría del derecho divi­no, adoptada por los Borbones. Con el cambio de dinastía comienza una visión secularizadora que va reduciendo gradualmente la influencia política y eco­nómica de la Iglesia católica, reduciendo sus privi­legios y propiedades. Esta visión secular es común a todas las corrientes políticas centroamericanas durante la Ilustración. La Corona rompió relaciones con el Vaticano en 1713 por su apoyo a los Habsburgos en la guerra de sucesión. Sólo fueron restablecidas en 1 753. En Guatemala la reforma se centró prime­ramente en reducir el papel de la Iglesia como pres­tamista y el control que ésta tenía en la vida indí­gena y sus instituciones. Se decretó para limitar el poder de las órdenes monásticas, restringiendo en 1 71 7 la creación de nuevos monasterios y el núme­ro de novicios a ingresar y reduciendo el número de cofradías. Pero esto sólo fue implementado con rigor a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. La Corona trató de reemplazar a los frailes con curas seglares o seculares. Esto fue exitoso en el Valle de Guate­mala, donde los clérigos regulares fueron reemplaza­dos o secularizados. Pero no en partes como Quezaltenango y Chiapas, donde las órdenes eran poderosas y los curas seglares no podían hablar las lenguas locales. En 1751 la responsabilidad por la recolección de tributos y la administración de los fondos de las comunidades indígenas pasó de la Iglesia a las autoridades civiles. Al disminuir la influencia de la Iglesia se creó un apertura para la participa-

'"• Esta información esta tomada de Wortman, idem., p. 145 .

77

ción del capital privado en el mercado del crédito.' 6 s

La reforma contemplaba una modificación en la estructura de las comunidades gemelas establecidas con la Conquista, lo que pretendía una mejor inte­gración de la sociedad indígena y su ladinízación. Era producto de un cambio positivo en la visión del papel del indígena en la sociedad. Wortman inter­preta correctamente que el objetivo final era la in­tegración de los pueblos de indios a la economía monetaria y comercial, y quebrar la estructura de impuestos en la cual el tributo era la mayor fuente de ingresos para la economía colonial. Se buscaba depender más de los impuestos a las ventas y los ingresos de los monopolios reales. Este cambio drástico se refleja en los cálculos de Wortman.

uMientras que el tributo había aportado por lo menos el 80 por ciento de todas las rentas du­rante el período habsburgo y gran parte del período borbónico, y más del 63 por ciento entre 1760 y 1 763 ( ... ) , se redujo a menos del 50 por cien­to después de 1 763 y por primera vez desde la Conquista para nunca volver a subir ( ... ). El tri­buto pagó sólo 36 por ciento de las rentas del gobierno entre 1771 y 1 775 y por primera vez desde la Conquista, las rentas del impuesto de ventas en 1777 sobrepasaron a las del tributon. 166

La administración política indígena y la organiza­ción del trabajo comenzó ~ cambiar en la primera mitad del siglo XVIII. Esto inicia el proceso de abo­lición de instituciones clásicas como la encomienda, y la modificación de otras como el repartimiento de indios. Ya se mencionó el paso de la administración de los tributos y fondos de comunidad de manos de

161 Toda esta información referente a la pérdida de influencia eclesiás­tica ha sido tomada de Wortman, ldem. pp. 168-1 71.

ru /dem. p. 180.

78

la Iglesia al poder civil en 1751. En este período también se abolió la encomienda. El repartimiento de indios no satisfacía plenamente a nadie, y co­menzó a declinar en importancia a partir de 1747 cuando la Corona comenzó a estimular el trabajo asalariado al decretar que el tributo tenía que ser pagado en moneda y no en bienes como se acos­tumbraba. Esto forzaba a los indígenas a trabajar como peones en las haciendas. La identidad de las comunidades indígenas se debilitó ya que la Corona estimuló la ladinización especialmente en las áreas mineras hondureñas y añileras salvadoreñas . El auge añilero obligó a un cambio en la legislación al per­mitir que los indígena trabajaran como asalariados o bajo el sistema de repartimiento de lo que estaban excluidos. 167 Uno de los objetivos de la descripción de la reforma es mostrar que la tendencia transformadora que lleva a demoler las instituciones coloniales comienza mucho antes de la Independen­cia.

Nueva elite económica y política en el Reino de Guatemala

Uno de los aspectos más importantes del auge económico creado por la reforma borbónica fue la emigración de comerciantes, que modificó radical­mente la composición social de la elite económica y política. Para el tiempo de la Independencia los descendientes de estos recién llegados constituían la dirigencia nacional. La importancia política y econó­mica de esta emigración necesita más análisis del que ha recibido en sus consecuencias.

La emigración se dio por oleadas y se mencio­nan los más representativos. 168 Simón Larrazábal, capitán

161 /bid, pp. 219·2 21 . 16 ~ La mayor parte de esta información sobre los nuevos emigrante5

esta sacada de Wortman, /bid., pp. 143, 151-152. Cuando no es así se indica.

79

de barco y comerciante, que trabajaba para Pedro Carrillo de Cádiz llegó a Guatemala en 1725. Su nieto, doctor y sacerdote Antonio Larrazábal es el célebre líder liberal que representó a Guatemala en las Cortes de Cádiz, por lo que recibió las Instruc­ciones del ayuntamiento en 181 O. Por esos mismos años llegó Cayetano Pavón, quien fundó una pode­rosa familia de la cual surge Manuel Pavón, impor­tante figura política a partir de 1809. José de Vi­daurre de Vizcaya, con conexiones en Cádiz, se estableció en Granada y su familia se extendió al resto de Centroamérica. Gaspar Juarros, comercian­te, llegó en 1752. Su hijo Domingo, liberal promi­nente, escribió la primera historia de Guatemala, y Antonio Juarros fue figura central en el ayuntamien­to de Guatemala y fundador del pensamiento liberal. Su muerte prematura en 1815 cortó la vida de un verdadero estadista. 169 Martín Barrundia llegó en la década de 1 770. Sus hijos José Francisco y Juan fueron prominentes lideres de la Independencia, de orientación republicana. José Francisco figura entre los líderes más influyentes a partir de 1820 hasta su muerte en 1854. Gregario Urruela llegó también en la década de 1770. Su hijo José Urruela se destacó en la vida política desde 1812. 170 El comerciante Sebastián Ignacio Delgado, sevillano, se enriqueció en Panamá. En 1739 compró un puesto en el ayun­tamiento de San Salvador. Su hijo José Matías Del­gado, pensador liberal de ideas muy radicales en el sentido de la igualdad, es prócer de la Independen­cia. Gregario Urruela llegó a Guatemala en la déca­da de 1 770. Su hijo Gregario era alcalde ordinario de Guatemala en 1821. Juan Bautista lrisarri, nava­rro, con conexiones comerciales en Nueva España, Baltimore, Philadelphia, Boston, Londres, Cádiz, la

16 ~ Mario Rodríguez, La conspiración de Belén en ~ perspectiva (Guatemala: Ministerio de Educación, 1965), 12. fl. experimento de Cádiz, pp. 14 9-51.

1111 Mario Rodríguez, fl. experimento de Cádiz, p. 149.

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Habana, Perú, Buenos Aires, Guayaquil y Jamaica, es el padre de Antonio José lrisarri, gran figura li­beral en Chile y Guatemala. Soldado en la guerra civil de 1826. Escribió un libro titulado El gran mariscal de Ayacucho. Sucre, que le dio renombre. Es tam­bién gran figura de las letras centroamericanas. 171

José Piñol llegó de Cádiz para desempeñarse como agente de la Compañía Comercial de Barcelona. Se independizó y formó su compañía con conexiones en Cádiz. Su viuda unió la fortuna de su familia con la de los Aycinena al contraer matrimonio con Juan Fermín.

Juan Fermín Aycinena y su familia tienen un lugar especial en la historia de Guatemala. Juan Fermín nació en Navarra en 1729. Murió en Guatemala en 1796. 172 En 1758 emigró a Nueva España, donde se enriqueció con el transporte en mula. Llegó a Gua­temala en 1753. Su primer matrimonio con la hija del alcalde ordinario lo puso en posición de acceder a ese cargo político cuatro años después. Su tercer matrimonio con la viuda de José Piñol creo un poderoso clan familiar. 173 Las actividades económicas de Juan Fermín comenzaron en el comercio del añil, y el crédito a la producción minera y añilera. En la cri­sis del añil, luego de la ejecución de hipotecas se convirtió en gran terrateniente. Juan Fermín se en­riqueció aprovechando las políticas monopólicas de la época que incluso llevó a los comerciantes recién

"' Antonio Botres jáuregui, Landívar f lrisorri: literatos guatemaltecos (Guatemala: Ministerio de Educación, 195 l),pp. 16, 65.

•n Lo biografío de Juan Fermín fue largamente esperado hasta que este vacío fue llenado por Richmond F. Brown, Family. BusineH and Polirics in Bourbon Central America: The Rise of luan Ferm(n de AycinenZ 1150-1196 (Ph. D. dissertation, Tufane Univenity 1993). Del mismo autor: .Profits, Prestige, and Persistence: Juan Fermín de Aycineno and the 5pirit of Enterprise in the Kingdom of Guatemala "• en The Hisponic American Historicol Review (HAHR) vol. 75, No 3 August 1995.

111 Wortmon, op.cit., p. 152.

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llegados a conflictos con la Corona al incrementar las políticas liberalizadoras. Carecía de educación, pero sus hijos del primer matrimonio, José y Vicen­te, educados con el nuevo programa ilustrado de la

. Universidad de San Carlos, aparecen entre los fun­dadores del liberalismo político y económico. José Aycinena (1767 -1826) y Juan José Aycinena ( 1792-1865), hijo de Vicente, se cuentan entre las figuras intelectuales y políticas de la Ilustración centroame­ricana.

El cambio en la compos1C1on social de la elite política y económica se ha observado, pero no ha sido suficientemente explorado en sus consecuencias políticas y económicas. 174 En primer lugar hay que hacer notar que Centroamérica presenta característi­cas sociológicas diferentes a los grandes centros coloniales, Perú, Alto Perú, Venezuela y México. La minería nunca fue importante, ni las grandes planta­ciones para exportación. Así, la emigración fuerte fue atraída por los grandes centros donde se conso­lidó una elite de origen en la Conquista, desarrolla­da durante los Habsburgos. En Centroamérica la ciudad casi desapareció, reconstituyéndose en el siglo XVIII con el auge económico. Así no existía una clase económica fuertemente establecida antes de la re­forma.

La reforma borbónica crea las condiciones para un cambio radical a nivel de la elite. Al final del siglo XVIII los comerciantes, con intereses extendi­dos a todas las actividades económicas, habían des­plazado casi por completo a la vieja elite o se ha­bían unido en una posición de predominio. Con los emigrantes llegan los valores de la emergente socie­dad comercial que lleva al desarrollo de las ideas

' 14 Wortman concluye que para la época de la Independencia los descendientes de los nuevos emigrantes constituían la dirigencia nacional. oe.cít., p. 1 S 1.

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liberales. Pronto habrían de reemplazar a la vieja elite conquistadora, asentada sobre valores imperia­les y de conquista. Centroamérica presenta un caso bastante único en Indias en el cual hay un

1 reempla­

zo casi total de la elite Habsburga por una· elite con mentalidad comercial. Esto es muy cierto para el caso de Guatemala, centro importante en la genera­ción de ideas políticas y económicas. Este cambio en la elite explica hechos que dan su sello particu­lar a la Ilustración centroamericana. En primer lugar el apoyo consensual al programa ilustrado. Lo ca­racterístico había sido que la Ilustración comenzara en las clases medias educadas, o la nobleza media para expandirse hacia las clases altas y bajas. En Centroamérica la Ilustración es un proceso impulsa­do desde los funcionarios de la Corona y rápida­mente adoptado por las clases económicas más poderosas. En segundo lugar, el hecho de que los hijos de las familias más ricas recibieran una edu­cación ilustrada, hace difícil distinguir claramente la diferencia entre terratenientes, comerciantes, presta­mistas e intelectuales. Por lo menos en Guatemala es el mismo grupo social, hasta que en la década de 1820 surgen personajes como Pedro Molina que destacan intelectualmente, pero que no pertenecen a las familias más adineradas. En tercer lugar, ayuda a explicar la claridad con que se elaboran propues­tas liberales en lo económico y político desde 1810. A esas alturas, la economía política española tenia mucha dificultad para expresarse con tanta el aridad. En cuarto lugar, crea una elite que hace su fortuna a través del comercio y el crédito. Héctor Lindo Fuentes y Víctor Hugo Acuña Ortega han indicado que la mayor fuente de riqueza provenía del control del crédito y las redes comerciales, no de la tierra. Lindo Fuentes sostiene que identificar a la hacienda como fuente principal de riqueza es equivocado.

uNo es sorprendente, por lo tanto, observar que durante el período colonial las mayores fortunas fueran hechas por los comerciantes guatemalte-

83

cos, quienes, aprovechando las regulaciones im­puestas y los privilegios otorgados por el régi­men español, mostraron la mayor capacidad para organizar actividades económicas complejas y eran la principal fuente de créditou. 175

Víctor Hugo Acuña concluye que para tener ri­queza y poder en Centroamérica el control de los medios de intercambio era más importante que el control de los medios de producción. En forma muy elegante expresa que ulos príncipes del dinero rei­nan sobre los señores de la tierra,_ 176

El poder de este grupo de familias se vio conso­lidado con el traslado de la capital, luego de los terremotos de 1773, a la Ciudad de Guatemala des­de la vieja capital Santiago de Los Caballeros - Antigua. Fermín de Aycinena . fue uno de los arquitectos de este movimiento, sin duda para consolidar su poder político y económico. En la nuevá ciudad los nue­vos emigrantes reinaron como familia, creando mu­cho resentimiento en otras clases sociales y en las provincias. Sin embargo, esta concentración de po­der en Guatemala fue generándose de manera acci­dental, provocada por el rechazo que generaba el éxito de los nuevos emigrantes en las ciudades que llegaban. Wortman describe vivamente el caso de San Salvador, donde en 1755 la presencia de co­merciantes peninsulares que querían radicarse en la ciudad fue rechazada por los criollos encabezados por Tomás Arce (ancestro de Manuel José Arce). Los comerciantes querían comprar puestos vacantes en el cabildo. uLos criollos pensaban que los euro­peos monopolizarían todo el comercio, los puestos

111 Héctor Lindo Fuentes, .. Economía y sociedad (1810-1870)», Historia general de Centroamérica 111. (Madrid: Flacso 1993), p. 143.

116 Víctor Hugo Acuña Ortega, "Capital comercial y comercio exterior en América Central durante el siglo XVIII: una contribución", Estu­dios sociales centroamericanos, No. 9. (Costa Rica: mayo-agosto, 1980), p. 176.

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judiciales, y no les permitirían VIVIr en libertad" .177

Este es un caso que muestra la corta visión de los criollos de San Salvador que ya mostraban el fuerte localismo que los caracterizó antes y después de la Independencia. San Salvador, se convirtió en el cen­tro de producción añilero, pero al rechazar la resi­dencia de los comerciantes perdió la oportunidad de ser un gran centro comercial. No es de extrañar que en Antigua los nuevos comerciantes fueran recibidos con una actitud de desconfianza, recelo y envidia. Quizá hay un factor psicológico que explica la pre­sión de los grandes comerciantes para trasladar la capital de Antigua a la ciudad de Guatemala. En esa ciudad fueron los reyes del intelecto, la política y la economía. Sus ideas son la matriz del pensa­miento político y económico centroamericano.

Reforma Borbónica ilustrada

Las reformas borbónicas, iniciadas a princ1p1os de siglo y continuadas por Carlos IV, adquirieron con Carlos 111 las características distintivas del programa ilustrado. Por tanto, se puede hablar propiamente de despotismo ilustrado español desde 1758 hasta 1808, cuando se produjo la invasión napoleónica a Espa­ña. Carlos 111 es ejemplo del clásico déspota ilustra­do. Estas reformas educativas, administrativas, fis­cales, económicas y religiosas, afectaron profunda­mente la vida en el imperio español; los historiado­res las ven como la causa principal que llevó al desarrollo del movimiento por la Independencia. La América Española experimentó por esos años un incremento notable en su población, en la minería y en el intercambio comercial. 178 El consenso y la fle-

111 Wortman, o p. cit., pp. 15 3-15 4. 11~ El tema es explorado a profundidad en The Oriqins of the Latin

America Revolutions 1808-7826. Ed. por R.A. Humphreys & }ohn Lynch (New York: Alfred A. Knop" 7994). Verüón actualizada, Latín American Revo/utions 1808-1826. Ed. por john Lynch (Univemty of Oklahoma Press, 7994).

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xibilidad de la administración habsburga fue reem­plazado por el absolutismo borbónico, que impuso un sistema de administración eficiente pero virtual­mente español. Los criollos vieron drásticamente reducidas sus oportunidades de acceder a los altos puestos administrativos, lo que produjo resentimien­to en contra de los peninsulares. La marginación contribuyó al desarrollo de la identidad criolla-ame­ricana, soporte ideológico del movimiento de Inde­pendencia.

Aunque la política económica estaba básicamente diseñada para beneficiar a la metrópoli, también ayudó a reactivar la economía en Indias, a través de incentivos relacionados con los impuestos y de la liberación del comercio. La minería y el comercio tuvieron un auge económico, pero hubo depresión en otros sectores, como el de los textiles. Muchas veces el incremento de los impuestos produjo pro­testas y rebeliones, creando un clima favorable para las guerras de Independencia. En materia eclesiásti­ca, se redujo la influencia económica de la Iglesia por medio del fortalecimiento de instituciones secu­lares. John Lynch concluye que las reformas de Carlos 111 ayudaron a precipitar el colapso de un régimen imperial, al cual aspiraban fortalecer, al udar a los americanos una visión de un mejor gobierno y ne­garles una parte significativa en su operaciónn. 179

La filosofía política ilustrada fue la base de la reforma borbónica. Su objetivo era crear una rica y poderosa monarquía a través del desarrollo de una cultura de prosperidad y modernidad basada en la racionalidad, las ciencias experimentales y la eco­nomía política. 160 El análisis de Jovellanos sobre los objetivos y Jogros durante el reinado de Carlos 111 no

119 Lynch, Spanish Colonial Administration, p. 289. , .. , Sobre este punto ver Charles Noel, ·Charles 111 of Spain», en Enlightened

Absolutism. Ed. H.M. Scott (London: Macmillan, 1990), p. 124.

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deja duda sobre la influencia del pensamiento ilus­trado. Afirma que el primer objetivo del rey fue remover los obstáculos a la Ilustración. Para lograr esto se introdujo la libertad para filosofar. También liberó la teología abandonando las viejas preguntas escolásti­cas y retornando a las fuentes originales en el es­tudio de la doctrina. Con Carlos 111 se enfatizó la promoción de la enseñanza de las ciencias exactas, sin las cuales no era posible hacer progresos en la investigación de las verdades naturales. En las uni­versidades principales se revivió la enseñanza de matemáticas, botánica, física, mineralogía y meta­lurgia. Finalmente, afirma Jovellanos, el rey prestó atención a la ciencia del Estado, y con ello el es­tudio de la economía civil reapareció. 181 Para un hombre como Jovellanos y para todos los partidarios del absolutismo, la monarquía absoluta era la forma de gobierno más eficiente para desarrollar el programa ilustrado.

La filosofía política ilustrada fue la base funda­mental para efectuar un cambio trascendental en la forma de pensar, abandonando los viejos valores españoles de la época de la Conquista y la adop­ción de los valores de la sociedad comercial. Este cambio está resumido en las siguientes observacio­nes de Jovellanos:

uNo nos engañemos. La grandeza de las nacio­nes ya no se apoyará, como en otro tiempo, en el esplendor de un triunfo, en el espíritu marcial de sus hijos, en la extensión de sus límites ni en el crédito de su gloria, de su probidad y sabidu­ría ( ... ) Todo es ya diferente en el actual siste­ma de Europa. El comercio, la industria y la opulencia, que nace de entrambos, son, y proba­blemente serán por largo tiempo, Jos únicos apoyos

'K' Gaspar Melchor de Jovel/anos, ·Elogio a Carlos lfl,., en /ove/lanas. La reforma ilustrada. Ed. de Franco Cerutti (Costa Rica: Libro Libre,

1981), pp. 121-122, 124-125.

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de la preponderancia de un Estado".1a2

Reforma educativa en España

El aspecto principal que nos interesa son los elementos de la reforma económica borbónica. Pero como la reforma educativa es la base de la reforma económica y política, se le presta atención para señalar los aspectos más influyentes que fundamentaron las reformas.

En España la influencia de los colegios mayores se redujo drásticamente, y fueron finalmente supri­midos por Carlos IV en 1778. Se promulgaron de­cretos en las décadas de 1770 y 1 7 80 requiriendo reformas administrativas y curriculares, pero el paso de la reforma fue lento. Sin embargo al final de la década de 17 80 mucho se había logrado. En las mejores universidades -Salamanca, Sevilla y Alcalá­el nuevo espíritu filosófico se había expandido. 183

Para fortalecer el nuevo espíritu ilustrado los minis­tros tomaron medidas educativas que fueron más allá de las reformas universitarias.

Se crearon nuevas escuelas avanzadas de secun­daria, colegios de ciencias técnicas y usociedades económicas de amigos de la patria o del paísn, que reunían a personas con mentalidad reformista: co­merciantes, clérigos, funcionarios reales, profesores universitarios, agricultores. Los objetivos de estas sociedades eran promover en todas las provincias la economía política, en la teoría y en la práctica. La idea de crear estas sociedades fue sugerida en 1 763 por un grupo de reformadores vascos. En 1776 ya se habían establecido siete sociedades. Cuando Car­los 111 murió existían más de setenta sociedades en

/Hl Citado por Arturo Teracena Arriola, La expedición científica al Reino de Guatemala. (Guatemala: Editorial Universitaria, 1983), p. 17.

un Noel, .Charle5 //1 .. , p. 135.

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España y varias en las colonias. 184 En este marco reformista debe entenderse la fundación de la Socie­dad Económica de Amigos del País, en el Reino de Guatemala en 1 794, a la cual se debe en gran parte el desarrollo de la economía política en esta región.

Reforma administrativa en Hispanoamérica

Los cambios administrativos más importantes in­troducidos a partir de Carlos 111 fueron la extensión de las intendencias, la creación de nuevas capita­nías generales, la reforma militar, y un esfuerzo por consolidar una administración eficiente. Héctor Samayoa Guevara explica los objetivos perseguidos con la introducción de intendencias: a) abolir el mal gobierno en Indias, atribuido a la ineficiencia y corrupción de los gobernadores, alcaldes mayores y corregido­res; b) remover las injusticias y varias formas de explotación practicadas por los funcionarios reales, en particular contra la población indígena y mestiza. El principal objetivo fue abolir el repartimiento de mercancías, lo que fue decretado en 1781; e) cen­tralización, racionalización y uniformidad en la admi­nistración de todo el imperio. 185 Se crearon cuatro intendencias en Centroamérica: San Salvador ( 1785), Ciudad Real (1786), León (1786) y Comayagua (1786) 186

•

El establecimiento de un sistema administrativo eficiente implicó muchos problemas para los espa­ñoles. No tenían confianza en la capacidad de la vieja administración compuesta por peninsulares y criollos. Desarrollaron una política de ccdesamericanizaciónu de la administración, haciendo difícil el acceso de los americanos a los altos car-

uu /dem,. p. 13 l. • ~~ Héctor Humberto 5amayoa Guevara, I.J. régimen de intendencias f.Q

f1. Reino de Guatemala. (Guatemala : Editorial Piedra Santa, 1978),

p. 20. 'H 6 ldem, pp. 40-42.

89

gos. 187 Situación similar se dio en el ejército. Desde 1760 los criollos disfrutaban de más facilidades para acceder a altos puestos dentro del ejército. Los miembros de las milicias fueron admitidos al fuero militar. Por primera vez los mestizos fueron acepta­dos en las milicias. Sin embargo, esta política de apertura cambió con las rebeliones de la década de 1 780. La eficiencia y lealtad de las milicias fue cuestionada, ya que vacilaron para responder a la rebelión de Tupac Amaru. No tenían convicción y fueron fácilmente derrotadas. De nuevo la defensa pasó a manos del ejército regular. La Corona no confió más en milicias mestizas comandadas por oficiales criollos. Los altos puestos en el ejército fueron re­servados casi exclusivamente para peninsulares, y el fuero militar se restringió para peninsulares y crio­llos. 188

La marginación del criollo incrementó el conflicto con Jos peninsulares, y según los comentaristas de la Independencia, esto llevó al desarrollo de un in­cipiente nacionalismo conocido como americanismo. John Lynch observa que el movimiento americanista generó una literatura de identidad, en la cual los americanos aclamaban sus países, historia, recursos y población, concluyendo que tenían los elementos necesarios para gobernarse a sí mismos, preparando las mentalidades para la lndependencia. 189 El políti­co e historiador mexicano Lucas Alamán pensaba que el conflicto entre criollos y peninsulares fue la principal causa de la revolución de lndependencia. 190

1 ~ 1 En el periodo de 1687 a 1750, de 331 puestos en la audiencia, 138 fueron dados a criollos. En el periodo de 1751 a 1808, de 2 26 puestos sólo 26 fueron dados a criollos. fohn Lynch, "5panish American lndependence», pp. 26-21.

m /dem. p. 11. IXP /bid, pp. 4 1-4 l. 19" Lucas Alamán, .., La causa de fas revoluciones .. , en Historia de México.

90

Cita tomada de la traducción de fohn Lynch, Larin American Revolutions. pp. 321-327.

Reforma fiscal en Hispanoamérica

En la década de 1760 se introdujeron reformas fiscales de gran trascendencia para el imperio espa­ñol y para la economía de Centroamérica. Los re­cursos de Indias eran vitales para financiar las cons­tantes guerras contra el imperio inglés: guerra de los siete años, en la que España intervino a partir de 1762-1763, y de nuevo en 1 779-83, en 1796-1802 y en 1804.

La reforma fiscal contempló el incremento de la alcabala o impuesto a las ventas. del 4% al 6%. En 1767 se introdujeron los monopolios estatales para el tabaco, licores , sal y otros productos. Estos monopolios fueron nocivos para las finanzas públi­cas de Guatemala, ya que iniciaron un déficit fiscal crónico. Mario Rodríguez señala que antes de 1767 Guatemala enviaba alrededor de 300,000 pesos anuales a España. Después de esa fecha recibía un subsidio anual de México de 100,000 para cubrir costos de defensa. 191 La Corona también obtuvo recursos a través de préstamos forzados, impuestos extraordinarios para costear las guerras, y contribuciones uvoluntariasu. Ha sido calculado que en un buen año los ingresos provenientes de Indias podían representar 20% de los ingresos totales españoles. 192 Lynch explica que la oposición al alza de impuestos y a la introduc­ción de monopolios fue causa de fuertes protestas y rebeliones. 193

Entre todas las medidas fiscales cabe dar lugar especial al decreto conocido como uCaja de Conso­lidaciónu, confiscando bienes eclesiásticos dados en préstamos para financiar la guerra. Esta medida profundizó la tendencia secular borbónica. Es impor-

191 Mario Rodríguez, f1 experimento de Cádiz, pp 89-90 1 ~ 1 Jdem, p . 12. ,., John Lynch, • Thc origins of Spani1h American lndependence••, pp.

33-40.

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tante por el impacto negativo en las economías lo­cales, porque disminuyó considerablemente la capa­cidad económica de la Iglesia como agente de cré­dito, y porque descapitalizó a las colonias, creando así un resentimiento profundo contra la metrópoli, a tal punto que, más que cualquier otra medida, fo­mentó el movimiento en favor de la Independencia. El decreto aplicable para España en 1798 fue ex­tendido a las colonias en 1804, y sólo fue abolido por la Junta Central de Sevilla el 4 de Julio de 1809. Wortman ha calculado que entre 1804 y 1808 Centroamérica envió a la Caja de Consolidación más de un millón de pesos. 194

La política de reducción de la influencia de la Iglesia impulsada por los Borbones estaba dando resultado. La conclusión de Wortman sobre este punto es más que convincente:

uEI inmenso poder que había poseído la Iglesia en el régimen de los Habsburgos y en los prime­ros años de los Barbones había desaparecido. Los fondos de las comunidades que habían esta­do bajo el control de los frailes y que servían para su manutención estaban agotados, drenados por funcionarios seglares. El trab'ajo indígena estaba ahora bajo el control de las haciendas o de los funcionarios ( ... ). El absolutismo borbónico había debilitado significativamente el poder de las Igle­sias. El liberalismo español entre la clase comer­ciante en particular, con su sesgo anticlerical, dejaría herederos que seguirían la ofensiva con­tra el poderío de la Iglesia hasta el siglo XIX, y con el marxismo, hasta el siglo xx ... 195

Esto demuestra que fue la política borbónica la que debilitq seriamente el poder de la Iglesia en Centroamérica.

194 Wortman, op.cit., p. 23 9. rH /dem, p. 172.

92

La reforma económica en Indias

La reforma económica borbónica se inspiró en doctrinas de diferentes escuelas. No hay acuerdo entre los comentaristas acerca de cuál era la más influ­yente. Quizá la opinión que mejor resume la mezcla de influencias es la de John Lynch. Lynch piensa que la idea de la protección de los mercados inter­nos de la competencia extranjera y de la eficiente explotación de las colonias, surgen de la influencia mercantilista. La cuestión de la supremacía de la agricultura sobre el comercio y la industria fue to­mada de los fisiócratas. La propuesta de un comer­cio libre y protegido limitado al imperio español, así como las ideas de una reforma agraria diseñada eliminando restricciones para la propiedad privada individual de la tierra, corresponde a la escuela libe­ral.

A pesar de sus éxitos remarcables, desde el pun­to de vista americano, las reformas económicas borbónicas pusieron a las colonias al servicio del enriquecimiento de España. La economía metropoli­tana siguió protegida. Los españoles reservaron la minería y la agricultura para las colonias y las manufacturas y los monopolios comerciales para la metrópoli. John Lynch observa que el hecho de que España no pudiera proveer todas las manufacturas que necesitaban sus dependencias, no invalidaba esa política. Existía un pequeño sector industrial que proteger en España, y los comerciantes españoles también hadan negocio con las re-exportaciones. 196 Como resultado de esta política, la industria textil de Pue­bla, Querétaro, Cuzco, Tucumán, Guayaquil, Quito y otros lugares sufrió un agudo descenso. Donde los telares podían crear competencia para los productos españoles, como es el caso particular de México, los españoles presionaron a la Corona para lograr

'96 Lynch, op.cit., 18-19.

93

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su eliminación. Dos decretos contra la industria en Indias fueron aprobados a iniciativa de textileros de Barcelona: el del 30 de octubre de 1801, que legis­laba contra el exceso de industrias que competían con las españolas, y el de 28 de noviembre de 1801, que prohibía el establecimiento de nuevas industrias. Los funcionarios recibieron la orden de destrucción de industrias, pero los bloqueos británicos hicieron imprescindibles estas industrias locales, y las medi­das no se llevaron a la práctica, y por tanto la industria textil sobrevivió. Sin duda esta política que impedía el desarrollo pleno de la industria en Indias fue una de las causas del atraso y la falta de diver­sificación industrial en las colonias, y por supuesto una causa más de descontento con la metrópoli.

En el capítulo del comercio, punto que ha reci­bido mucha atención, la Corona siguió una política de liberalización del comercio interno, y desde prin­cipios del siglo XIX se vio forzada por las guerras a aceptar el comercio externo, que se convirtió en una de las principales demandas de amplios sectores coloniales criollos, como es el caso de los comer­ciantes criollos centroamericanos.

Carlos 111 tomó medidas para abolir el monopolio comercial disfrutado por Cádiz y Sevilla, lo que tuvo lugar gradualmente entre 1765 y 1776. El libre comercio se permitió al interior del imperio español, pero se mantuvo la protección ·de la competencia de pro­ductos extranjeros . En las Indias el comercio fue autorizado con todos los puertos españoles y el comercio íntercolonial fue legalizado aunque no incentivado. 197

El colapso del comercio español con las Indias por causa de las guerras obligó a la metrópoli, contra su voluntad, a modificar su política. La nueva gue­rra con Inglaterra en 1 796 produjo el bloqueo inglés

' 91 idem, p. 15 .

94

del puerto de Cádiz en 1797, paralizando por com­pleto el comercio. Las colonias presionaron por la autorización del comercio con fuerzas neutrales, a lo que se opuso Cádiz. La Habana simplemente abrió sus puertas a los productores norteamericanos y de países neutrales, y la Corona española se vio obli­gada a autorizar el hecho. El 18 de noviembre de 1797 España decretó la legalización del comercio con fuerzas neutrales, imponiendo altos impuestos. Barcelona y Cádiz objetaron el decreto, por lo cual fue suspendido el 20 de abril de 1798. Las colonias protestaron y en la práctica lo ignoraron. En la paz de 1802-1804 el comercio con Cádiz se recuperó, pero la guerra de 1804 interrumpió de nuevo el comercio. En 1805, con la catástrofe naval española en Trafalgar, España dejó de ser una potencia ma­rítima. Un nuevo decreto autorizando el comercio con poderes neutrales fue decretado en 1805, lo que marcó el fin del monopolio comercial español. 198

En su evaluación de la reforma económica borbónica, Lynch afirma que la agricultura y la industria textil de Barcelona revivieron, y que España enviaba productos a las colonias que podían proveerse por si mismas. Las manufacturas que España no producía se su­plían a través de la re-exportación. Las colonias continuaron exportando a España el 76% de su pro­ducción mineral, en auge hasta 1804. 199 La reforma fue positiva para algunos sectores de la economía y devastadora para otras. El libre comercio desarrolló nuevas rutas para productos como añil, cacao, azú­car y tabaco, y generó una nueva clase de comer­ciantes capaces de competir con los viejos monopo­lios.200 Lynch concluye que España al final del siglo XIII estaba escasamente más desarrollada que sus colonias, y que por tanto la reforma económica no había sido muy exitosa. 201

19X /bid, PP. 22-23 199 /bid, p. 20. )iW /bid p. 6-7. }UI /bid, p. 16-17

95

El examen de las reformas borbónicas devela tanto el contexto general en que se desarrolló la Ilustra­ción centroamericana, como los principales proble­mas en discusión entre hispanoamericanos y penin­sulares, que llevaron a la Independencia. A su vez, permite a través del examen de la reforma educati­va, observar la evolución de las ideas políticas y éticas que permitieron plantear formas de gobierno para los Estados independientes. El pensamiento político ilustrado desarrolló mucho interés en promover el conocimiento útil, principalmente la medicina, la agricultura y la economía política. Vamos a observar cómo a través de la reforma educativa se preparó a una generación de líderes para entender los plantea­mientos de las principales escuelas económicas, lo que permitió que la economía política alcanzara un desarrollo sustancial.

Reforma educativa ilustrada en la Universidad de San Carlos

La reforma educativa en la Universidad de San Carlos promovida por la Corona es parte de la re­forma educativa impulsada en todo el imperio espa­ñol. 202 Esta reforma educativa ha sido magistralmente estudiada por John Tate Lanning. Por tanto nos li­mitaremos a resumir las principales conclusiones que permitan observar el cambio en la forma de pensar. La reforma educativa en la Universidad de San Carlos, como ya se ha dicho, fue encabezada por José Antonio

101 Cada Universidad generó las figuras que educaron en el espíritu de la Ilustración a los hombres que desempeñarían el papel de líderes de la Independencia. Destacaron en la Universidad de San Marcos de Lima, fosé Eusebio LLano Zapata, Isidoro Ce/is e Hipólito Unánue._ En Bogotá el español fosé Celestino Mutis. En Nueva España fose Antonio Alzate, Antonio de León y Joaquín Velázquez. Estos hom­bres generalmente trabajaron con el apoyo de funcionarios reales . fohn Tate Lanning, • The recepcion of the Enlightenment in Latín America .. , en Latín America and the Enliqhtenment. Editado por Arthur Withaker (Cornell University Press, 1 942, segunda edición 1967), pp. 82-90.

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Liendo y Goicoechea en 1 767, cuando comenzó a dictar cátedra de fisica experimental newtoniana. Lanning sostiene que para 1770 había dos principios básicos del pensamiento ilustrado, como son el rechazo a la autoridad en filosofía, y el énfasis en el conocimien­to útil, que estaban ya firmemente establecidos en la forma de pensar universitaria.

La primera evaluación de la reforma educativa en San Carlos se desarrolló entre 1782-1783, donde Goicoechea presentó su célebre programa educativo para la continuidad de la reforma. 203 Lanning, en su examen de la evaluación, demostró que el mayor obstáculo para la reforma fue la falta de recursos económicos. No encuentra evidencias de una oposi­ción seria, sino más bien que el programa contaba con el apoyo de todos los sectores de la sociedad al interior y exterior de la Universidad, lo que in­cluía el apoyo de todas las órdenes religiosas, los funcionarios reales y los grandes propietarios. Este apoyo consensual convirtió a la Universidad de San Carlos en uno de los grandes centros de promoción de la Ilustración. Lanning llegó a la siguiente con­clusión en cuanto al avance de la Ilustración mos­trado en el reporte.

••Todos estos informes, introducidos en el expe­diente a finales de 1782 y comienzos de 1783, revelan que los nuevos sistemas de enseñanza gozaban ya del respeto de casi todo el mundo. De esta manera, Guatemala es otro caso ilustrativo del hecho de que la Ilustración surgió en estas universidades relativamente aisladas de Hispano­américa, más temprano que en los más impo­nentes y menos aislados centros de América, como Lima y Méxicou. 204

1"' Reporte sobre educación presentado por Goicoechea en 1782. Ar­chivo General de Centroamérica, A. l. 3 9, legajo 1906, exp. 1163 3

104 ldem, p. 9 1.

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En segundo lugar, basado en el estudio detallado de la continuación de la reforma, y comparando los estudios en otras regiones de la América Española, demolió el mito del aislamiento intelectual español.

uEI caso de Guatemala demuestra cuán falsa es la premisa de que el imperio español estaba intelectualmente aislado y deliberadamente man­tenido en la ignorancia por Madrid. Las nuevas corrientes de la enseñanza fueron allí recibidas, con entusiasmo, por lo menos dos décadas an­tes del comienzo de la Revolución Francesa. Cuando Goicoechea dejó su cátedra en el convento fran­ciscano para enseñar física experimental newtoniana en San Carlos, después de la expulsión de los jesuitas en 1767, tenía 74 estudiantes en esta asignatura ( ... ). Las tesis ( ... ) ponen de mani­fiesto que el estudiante conocía a todos los pen~ sadores de importancia, desde Descartes hasta Kant, y acogía muchas de sus doctrinas ( ... ). La duda y la experimentación cobraron ímpetu en todas partes ( ... ). Encontrará el investigador que el retraso de la educación americana respecto de la europea, lejos de ser un retraso de utres­cientos añosu, probablemente nunca fue muy grande, y que en la segunda mitad del siglo XVIII la brecha se cerró tan rápidamente que sólo que­daba el tiempo necesario para cruzar el océa­no". 2os

En tercer lugar, demostró que no era necesario viajar a Europa para obtener una buena educación ilustrada.

uEI caso de Guatemala también pone de mani­fiesto el- mito de que todo científico u hombre de letras, en especial alguien capaz de dirigir una revolución, tenía que ir a Europa para obtener

]lll /bid, pp. 528, 529, 536 .

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una educación universitaria, para agudizar su mente en los salones de la Ilustración. Miranda y Bolí­var errando a lo largo de Europa, y San Martín comandando una compañía en el ejército espa­ñol, establecieron el dogma. Este criterio, sin embargo, prevalecía antes de que tuviéramos ningún conocimiento acerca de las veintitantas universi­dades del imperio español, a las cuales podían acudir los hombres en pos de educación ( ... ) . Bolívar, Miranda, San Martín, si bien no tenían grados académicos, sólo constituyen tres casos en contraste con 150,000 académicos graduados en las colonias españolas. Ha sido de tal modo dominante la idea, que algunos escritores guate­maltecos han tratado inclusive de atribuir los logros de Flores [destacado médico] y Goicoechea, a sus viajes por el continente europeo. Estos hom­bres, en efecto, viajaron al exterior, pero hicie­ron tal cosa después y no antes de haber sido educados, de haber alcanzado la cima de sus carreras científicas( ... ). No dejaron de sorpren­derse al momento de llegar a Europa, por el hecho de que ya conocían mucho de lo que allá encontraron; en algunos casos se sintieron des­ilusionados al comprobar que habían sobrepasa­do a las celebridades europeas ... 206

Estas observaciones básicas sirvieron para una conclusión final de mucha importancia para el aná­lisis de la Independencia. Lanning concluyó que no debía sorprender que existiera en cada colonia un grupo lo suficientemente ilustrado para declarar la Independencia y asumir la dirección de la república . .. Quienes hayan indagado un poco más lejos no podrán sorprenderse ante la presencia de una generación intelectualmente emancipada y no condicionada por el servilismo ... 207

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' Un Caso Especial: José Antonio de Liendo y Goicoechea

La reforma educativa ilustrada permitió el desa­rrollo de la filosofía, la filosofía política, la teología, el derecho, la medicina, la agricultura y la econo­mía política. Fue obra de un destacado número de profesores encabezados por Goicoechea, que se convirtió en el padre de la Ilustración centroamericana. La evaluación de la obra realizada por este hombre genial se encuentra magistralmente resumida por José Cecilio del Valle en su Elogio fúnebre, encargado por la Sociedad Económica de Amigos del País en el momento de su muerte el 2 de julio de 1814, ya que era uno de sus fundadores. Así como el Elogio a Carlos 111 escrito por Jovellanos es en su época la mejor eva­luación de la ilustración en España, el Elogio fúne­bre a Goicoechea escrito por Valle es la mejor eva­luación de la reforma educativa realizada en su época en Centroamérica. Para dar una idea del cambio efectuado y hacer justicia a la personalidad y obra de Goicoechea, se resumen los señalamientos esen­ciales de ese trabajo.

Valle comienza explicando el sistema educativo escolástico en que Goicoechea fue educado, y que fue superado con la reforma educativa ilustrada. Recorriendo la historia de los pueblos antiguos y volviendo la vista a los modernos, señala Valle, se observa que todos tienen uno de tres estados: el de la ignorancia, el del error, y el de la ilustración. uGuatemala no era un pueblo ignorante ni una capi­tal ilustrada. Era el país del error." 208 No era su más sabia doctrina, ni la de los filósofos de la an­tigüedad la que formaba nuestro sistema de estu­dios.

m Valle, .,fJogio fúnebre a Fray josé Antonio de Liendo y Goicoechea», en Obra escogida, p. 126.

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nEI escolasticismo era infelizmente el que lo re­gía; el que influyó en las constituciones de nues­tra universidad; el que hizo de esta respetable casa una habitación oscura donde no penetraba la luz sino envuelta en nieblas ( ... ) el que, en­treteniendo a nuestros mayores en sutilezas in­útiles les alejaba de las ciencias provechosas ( ... ) Nuestro idioma ( ... ) se veía abandonado por cultivar otro [latín) que estanca la ciencias ( ... ) El arte grande de saber discurrir ( ... ) era entonces un sistema mal organizado de abstracciones inútiles, un diccionario bárbaro de voces oscuras y suti­les. Las ciencias naturales que deben levantarse sobre la observación razonada de la naturaleza, eran romances menos ingeniosos que los de Descartes, formados por el delirio de las sectas que dividían al escolasticismo ( ... ) Las familias eran espantadas por duendes; los jueces seria­mente ocupados en procesar brujos; y las escue­las de filosofía, convertidas en torneos de caba­lleros que se batían por el ente de razón y otras hermosuras imaginarias ( ... ).

No fue este el único mal ( ... ) el escolasticismo se dilató al fin por las ciencias más sublimes e importantes. La de la religión, pura en el libro su­blime de la Biblia, no era enseñada con el método que exige la sublimidad de su objeto. La jurispru­dencia ( ... ) era un puñado de fragmentos de leyes derivadas de las sectas que dividieron al imperio romano. Leyes sutiles que no lo son para nosotros, y dictadas por gobierno distinto, en tiempos diver­sos, no tienen relaciones de analogía con los nues­tros ( ... ) La legislación que debe ser sabida por todos ( ... ) enredada por las argucias escolásticas, era misterio para el pueblo, tormento para el juez íntegro, juego criminal para el perverso, arma doble para el abo­gado.

Los que se llamaban filósofos eran entonces unas cabezas llenas de universales, de categorías y suti-

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·lezas metafísicas; y eran los sabios que en las cá­tedras daban lecciones a la juventud. El escolasticismo no sólo la formaba en este sistema de errores. Le impedía también salir de él; le prohibía aun el de­recho de dudar que exige la debilidad de nuestra constitución física, y aun en lo que no era dogmá­tico se la ordenaba la fe ( ... ), fe ciega en la Dialéctica, fe ciega en la Metafísica, fe ciega en la Jurispruden­cia. La razón era víctima de lo que se llamaba fi­losofía .n 209

Luego de resumir los puntos esenciales del siste­ma escolástico, Valle expone los principios funda­mentales de la reforma educativa ilustrada y los logros de Goicoechea. Este personaje nació en Cartago, Costa Rica, el 3 de mayo de 1 735. Quedó huérfano a los 9 años de edad y tomó el hábito de franciscano a los 12. Infatigable en el trabajo, de espíritu pene­trante y memoria prodigiosa, fue discípulo del escotismo porque fue la primera doctrina que se le enseñó, porque su talento no estaba aún desarrollado y no tenía material para hacer comparaciones. Pero ya maduro, al observar los sistemas de las sectas, la contradicción de sus pensamientos, el furor con que se debatían, la confianza con que cada una de ellas se creía poseedora exclusiva de la verdad, dudó de todas, y se decidió a cultivar sus talentos en la soledad, concibió la idea grande, origen de nuestros progresos, de no seguir otra guía que la que nos ha dado el Creador de nuestra especie.

celas matemáticas puras, que son siempre el re­curso del filósofo en aquellas situaciones de tor­mento, en que sólo puede contentar lo que es verdadera demostración, le presentaron el méto­do de exactitud, necesario para un alma melin­drosa que, burlada por el escolasticismo, sospe-

m ldem, 126-128

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chaba ya de las demás ciencias ( ... ). Pero can­sado de tantas abstracciones volvió los ojos al campo de la naturaleza. El gusto que tomó por ella y el espíritu de exactitud que se había for­mado, le hicieron sentir los defectos del sistema con que habían sido tratadas las demás ciencias: la Jurisprudencia ( ... ) y la religión.

Estos raciocinios le fijaron por último en el me­dio sabio a que no se llega sino después de haber pasado por extremos. Discípulo del escotismo, al principio, escéptico después en lo que no era dog­mático, conoció al fin, que las ciencias no lo serían si no tuvieran principios incontestables: que en las exactas, la demostración; en las naturales, los expe­rimentos; en la legislativa, el bien de los pueblos; y en la religión, la Biblia y la Iglesia deben ser la guía de sus estudios.u 210

Valle observa que Goicoechea conoció los ele­mentos de casi todas las ciencias, las obras de los mejores escritores de las edades felices de Atenas y Roma, las de Wolf, Locke, Nollet, Buffon, Linneo y Madli. Viajó como ilustrado a España, donde asistió a juntas de diversas academias y universidades. Fue espectador de la muerte de Carlos 111 y de 1 a coro­nación de Carlos IV. No hizo en la ciencia descubri­mientos que hacen progresos a pasos largos; no formó sistemas como Buffon ni fue como Newton inventor de la teoría sencilla del Universo. Pero pudo impug­nar a Buffon; y fue capaz de entender a Newton.

''En el seno mismo de los escotistas, en la edad de los errores, supo elegir los libros sublimes de las ciencias a que fue dedicado; apropiarse los conocimientos más grandes; darles la gracia de su genio, y comunicarlos a nosotros y a nues­tros mayores. Ved aquí su justo valor. Fue lo

1111 !bid, pp. 129-130.

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que Fontanelle dice de un filósofo: el Prometeo de la fábula que robó el fuego a los dioses para comunicarlo a los hombres.••2 11

El resumen magistral hecho por Valle de la vida y obra de Goicoechea refleja la profundidad del cambio efectuado en el Reino de Guatemala por la reforma ilustrada española en el campo de la educación. La reforma educativa encabezada por Goicoechea es la que explica la evolución de las ideas en Centroamé­rica. La reforma educativa permitió el estudio de los conceptos liberales y republicanos. Una vez que el absolutismo ilustrado no pudo llenar la aspiraciones de los centroamericanos, éstos recurrieron a los conceptos liberales y republicanos para luchar por sus libertades, convirtiéndolos por tanto en la base ideológica del movimiento de Independencia. Las ciencias útiles no escaparon a esa dinámica de desarrollo. Cada propuesta política y ética iba acompañada de una propuesta económica basada en las nuevas ideas conocidas a través del estudio de textos de la nueva ciencia de la economía política que se desarrolló con fuerza en la última década del siglo XVIII.

,, /bid, pp. 130-133 .

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CAPITULO QUINTO

ECONOMIA POLITICA CENTROAMERICANA EN SU ETAPA FORMATIVA: 1793-1814

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ECONOMIA POLITICA CENTROAMERICANA EN SU ETAPA

FORMATIVA: 1793-1814

El objetivo de este capítulo es presentar un bos­quejo del desarrollo de la economía política centro­americana en su etapa formativa recurriendo al aná­lisis de los textos básicos, los programas de estudio diseñados para su enseñanza, los debates económi­cos desarrollados a nivel de prensa, los documentos relacionados con la legislación económica y los tex­tos económicos principales. Así se ayuda a com­prender la naturaleza de los problemas económicos y el tipo de solución propuesta.

INSTITUCIONES Y ECONOMIA POLITICA

La década de 1790 fue particularmente excep­cional para el desarrollo de la economía política al crearse las instituciones encargadas de su promo­ción. Goicoechea retornó de su viaje a España car­gado de las últimas novedades intelectuales. Esto coincidió con la llegada de dos ilustres funcionarios reales que se convirtieron en piezas claves para el desarrollo de la Ilustración centroamericana: Jacobo de Villa Urrutia, nacido en Santo Domingo, oidor de la Audiencia entre 1 793 y 1804, y Alejandro Ramírez, de origen español, adscrito a la oficina del Capitán General entre 1795 y 1813. 212 Con gran dinamismo

111 Estos dos hombres luego de su trmlado, Villa Urrutia a México y Ramírez a Puerto Rico y Cuba, siguieron en contacto con sus amigos centroamericanos, manteniendo una ágil red de intercambio de información y libros . fosé Cecilia del Valle mantuvo correspondencia con ambos personajes . Para ilustrar este punto, Ramón Oquelí, que custodia los escritos inéditos de Valle en Honduras, me envió copia de una carta escrita por Villa Urmtia a Valle desde México, el 14 de abril de 181 O. En esta carta Villa Urrutia le sugiere trasladone a España para intentar obtener un puesto como oidor, yo que la

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ambos contribuyeron al surgimiento de instituciones cuya labor permitió el desarrollo de la economía política.

La primera institución surgida al calor de la Ilus­tración fue el Real Consulado de Comercio, autori­zado por la Corona el 1 1 de diciembre de 1 793. Fue creado por los grandes comerciantes con el propósito de administrar la justicia mercanti1. 213 En 1794, por iniciativa de Jacobo Villa Urrutia, fue creada la .. sociedad económica de amigos del país••. 2 ' 4 Sus objetivos eran fomentar la agricultura, la industria, las artes y los oficios; mejorar la instrucción públi­ca; desterrar la ociosidad, y proporcionar ocupacio­nes y modos de subsistir en que estriba el funda­mento principal del aumento de la población. 215 La

situación que se avecina en Hispanoamérica es muy delicada. Tam­bién le informa el envío de una copia de la traducción del Tratado de economía política de Say, además del libro de Sismondi, com­pendio muy claro de Adam Smith. Villa Urrutia también menciona en su carta la obra de jeremy Bentham, publicada por Dumont en francés, titulada Tratados de legislación civil y penal. Es probable que ésta sea la primera noticia sobre estos libros en Centroaméri­ca.

ni Ralph Lee Woodward, Privilegio de clase y desarrollo económico: Guatemala 1793 a 1871 (Costa Rica: EDUCA, 1991), p. 21. Este es el único trabajo existente sobre esta institución y por tanto es la mayor fuente de referencia. El título de la obra indica que esta institución existió hasta 18 71.

1 '• Arturo Valdez Oliva señala que participaron en la fundación de esta venerable institución el presidente del gobierno, fosé Domás y Valle, como también Antonio García Redondo, Sebastián Melón, Antonio Liendo y G oicoechea, fosé Victoria, Bernardo Dighero, Fran­cisco Barrutia, josef Sierra y Juan Ignacio Barrios. La Independen­cia en la realidad histórica (Guatemala: Tipografía Nacional, 7 971 ), p. 13.

m La Sociedad Económica sobrevivió a una suspensión ordenada por la Corona el 23 de septiembre de 1799. El 12 de diciembre de 181 O se autorizó de nuevo su actividad, siendo su director }osé Aycinena y su secretario Domingo juarros. En 1825 sufrió otro periodo de inactividad, ya que sus miembros se ocuparon de los asuntos que llevaron a la guerra civil. Comenzó a funcionar de nuevo por decreto del 30 de septiembre de 1829, siendo su direc­tor }osé Cecilio del Valle. La Sociedad Económica finalmente des­apareció con la creación del Ministerio de Fomento en la adminis­tración del general justo Rufino Barrios. Esta información proviene del trabajo de Arturo Valdez Oliva, Oo cit., pp. 12-16

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Sociedad fundó en la escuela de hilados y tejidos, y la de dibujo y matemáticas en 1796. La de bellas artes en 1 797 que fue la única que sobrevivió. Arturo Valdéz Oliva señala que la Sociedad Econó­mica llegó a publicar su propio periódico en 1815, llamado El periódico de la Sociedad Económica de Guatemala. y que tuvo como directores al canónigo José María Castilla, al profesor de filosofía Mariano López Rayón, y a José del Valle; se publicaron 23 números hasta cerrar por escasez de recursos . 216 La publicación fugaz del periódico de la Sociedad Eco­nómica no fue la primera iniciativa periodística en el Reino de Guatemala. Por iniciativa de Alejandro Ramírez se fundó en 1 797 la célebre Gazeta de Guatemala, semanario que adquirió gran prestigio y se convirtió en vocero de la familia ilustrada centro­americana; contó entre sus editores a Ramírez, Gar­cía Redondo, Simón Bergaño. Este semanario priorizó en sus noticias la diseminación del conocimiento útil, y es un excelente termómetro para medir la tempe­ratura intelectual en el período en que se publicó, así como un insustituible instrumento para conocer las discusiones económicas y políticas del momento. Se dejó de publicar en 1816, principalmente por razones económicas.

LOS PRINCIPALES ESCRITOS ECONOMICOS

La revisión de los escritos económicos del perío­do permite hacer un bosquejo de los principales problemas económicos sometidos a discusión, así como las herramientas de las diferentes escuelas económi­cas usadas para resolverlos. Los debates más sobre­salientes son, en primer lugar, los realizados acerca de las formas de fomentar la agricultura, la indus-

m ldem, pp. 14-15. Hay una serie de personajes que fueron socios de esta institución, y que no pueden dejar de mencionarse: jasé María Peinado, Fray Matím de Córdova, José Longino Martínez, jasé Mociño, Arzobispo Ramón Casáus, Alejandro Ramírez, Fray Luis Gorda, Tomas Beltranena.

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tria, el comercio y la minería. En segundo lugar, sobre el papel de la población autóctona en la vida económica, buscando la forma de integrarla y bene­ficiarla ·con las reformas. En tercer lugar, los medios de superación del monocultivo y la diversificación de la economía. Eri cuarto lugar, las formas de combatir la mendicidad o, en lenguaje contemporáneo, la extrema pobreza. En quinto lugar, el límite adecuado de la propiedad eclesiástica. En sexto lugar, las ventajas y desventajas. El ascenso del pensamiento liberal económico es incontenible y domina a partir de 1823. de la sociedad agraria y de la sociedad comercial, y por tanto la ventajas del proteccionismo y del li­bre comercio. En materia de influencia teórica de las escuelas económicas se observa una decreciente presencia del mercantilismo a partir de la década de 1790, cuando comienza a ser sustituido por el libe­ralismo y por una visión agrarista y proteccionista de inspiración republicana que domina el pensamiento económico partir de 181 O

Los escritos económicos se pueden dividir en cuatro categorías: a) artículos periodísticos de naturaleza divulgativa y polémica que aparecieron en los perió­dicos de la época. Son la mejor fuente de referencia para dar una idea del contexto económico en el cual se leen los textos principales. b) Los principa­les textos escritos con el propósito de examinar un tema económico específico o plasmar una visión general sobre la economía. Estas visiones generales son los · textos básicos. e) Textos económicos educativos diseñados para educar en universidades e institucio­nes como la Sociedad Económica. Este tipo de tex­to nos da luz sobre las fechas en que se comenzó a enseñar formalmente la economía política, y sobre la literatura recomendada, revelando así lo que se conocía y üsa ba en Centroamérica en materia de economía . d) Las legislaciones económicas que tie­nen que ver con la normativa económica jurídica, y que por tanto tienen carácter de ley. Bandos, decre­tos, leyes secundarias relacionadas con lo económi-

11 o

co adquieren el carácter de economía política apli­cada, constituyendo una forma efectiva de valorar la influencia de las escuelas económicas.

Periódicos y economía

Los artículos económicos publicados en la Gazeta de Guatemala a partir de 1797 constituyen la pri­mera referencia para examinar el desarrollo de la economía política a partir de la década de 1790. Los editores de la Gazeta por lo general expresaron un firme apoyo a la sociedad comercial lo que re­fleja la creciente influencia de liberalismo. 217 El segundo tema que acaparó la discusión fue la promoción del desarrollo industrial y el desarrollo de las manufacturas que tenia como abanderados principales a Jacobo Villa Urrutia y Antonio Muro. Esta fue una de las líneas menos exitosa de la Sociedad Económica218 . En tercer lugar, la Gazeta desarrollo una defensa gradual del libre comercio. Este principio fue defen­dido con mucho criterio para ser aplicado al interior del imperio español por Pedro Rodríguez Campomanes en su obra Reflexiones sobre el comercio español a Indias ( 1 761). En 1 a Gazeta escribían exponentes de un "libre comercio protegido" y defensores del libre comercio con el exterior. En este contexto aparecen las primeras referencias a Adam Smith en Guatema­la.219 Un cuarto tema de gran preocupación para los

111 Las ventajas que presenta la sociedad comercial comparada con la sociedad agraria, como es la suavización de las costumbres, tiene a Montesquieu como principal punto de referencia. Algunas veces se hace referencia a este autor en términos indirectos, señalando que "autor famoso ha dicho tal cosa»; en otras ocasiones se cita su nombre. Gazeta de Guatemala, No 7, 3 de marzo de 1997.

11 ~ Según Bernardo Belzunegui el programa seguía las ideas básicas de escrito de Campomanes Discurso sobre el fomento de la industria popular escrito en 1 7 7 4. (Pensamiento Económico y Reforma Agra­ria en el Reino de Guatemala), pag. 211

11 P Gazeta de Guatemala, No 163, 30 de junio de 1800. En el capítulo anterior se señaló que la primera traducción al español de La riqueza de las naciones se hizo en 1792.

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editores de la Gazeta fue la situación económica miserable en que vive el indígena. La influencia del humanismo de Goicoechea y los ideales ilustrados son la base de una tendencia igualitaria e integradora, que modificó la percepción del indígena como per~ son aje de segunda clase en su propia tierra. Desde entonces pasó a ser considerado como el motor principal de la sociedad y la economía, ya que era la colum­na vertebral de la producción. Este cambio, adelan~ tado por José del Campillo y Cosío en su libro Nuevo sistema de gobierno económico oara la América, 220

explica el acceso del indígena a la ciudadanía en la época de la Constitución liberal de 1812. Campillo es una referencia importante para el estudio del tema, como también lo es el libro de Bernardo Ward, Pro~ yecto económico. 221 En efecto, estos libros son las referencias principales usadas en la Gazeta.'~22 Ward trata el tema indígena en términos muy parecidos a Campillo, a tal punto que hay pruebas fehacientes de que gran parte del libro de Ward es una copia casi textual del libro de Campillo. 223

En 1816, al desaparecer la Gazeta. Guatemala se quedó sin periódico. Esta situación se superó en el segundo periodo de vigencia de la Constitución de Cádiz, en 1820~ 1823. En 1820 se fundaron dos periódicos: El Editor Constitucional. editado por Pedro Molina, y El Amigo de la Patria. editado por José Cecilio del Valle. La vida de ambos periódicos fue

11" E5te libro fue escrito por Campillo en 1743 y circuló en forma de manuscrito hasta su primera edición en Madrid en 7 789. Yo uso la 5egunda edición hecha en Venezuela por la Universidad de Los Andes, en 1791.

m Bernardo Ward, Proyecto económico (Madrid: 1882. Editado por Juan Luis Castellano). Fue escrito en 7 762 y publicado por primera vez en Madrid en 7 779.

n1 Gazeta de Guatemala, No 7, 27 de marzo de 7 797, y No 68, 2 de julio de 1798.

m Este punto es ampliamente examinado por Eduardo Arcila Farías en su «Estudio introductorio» al libro de Campillo. Op. cit., pp. 1 6· 7 9.

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corta, ya que El Editor dejó de publicarse a fines de 1821, y El Amigo a principios de 1822. Este último hizo de la economía política su tema predilecto. Si bien es cierto que Valle mantuvo una posición con­sistente en favor del libre comercio, en su periódico tenían mucho espacio tanto los artesanos que pe­dían protección para sus telares, como los patriotas que hacían llamados a consumir los productos gua­temaltecos porque a la larga resultaban más baratos en la medida en que al comprarlos se alimentaba el cuerpo social. De esta forma se daba oportunidad al artesano para mejorar gradualmente su calidad. Se observa así que en este periódico había espacio para las posiciones localistas. 224 El Editor Constitucional. definido como un periódico liberal por sus editores, priorizó los temas políticos antes que los económi­cos, y se distinguió por la defensa del principio del libre comercio aunque permitía la publicación de la posición de sus detractores. En sus páginas encon­tramos uno de los debates económicos más inte­resantes de la época, donde con mucha lucidez se defendieron tanto la posición proteccionista como la favorable al libre comercio. En El Editor No 7, del 21 de agosto de 1820, se publicó un primer artículo firmado con el seudónimo de ((el verdadero patriota", cuestionando la línea editorial del periódico en de­fensa del libre comercio. Este articulo inició un rico y lúcido intercambio de ideas en defensa de ambas posiciones, demostrando que los autores conocían muy bien el tema que discutían. Este debate con­cluyó en El Editor No 12, del 25 de noviembre de 1820, y ha sido poco analizado.

En los principales periódicos que se establecieron inmediatamente después de la Independencia centro-

u 4 Ejemplo de defensa del proteccionismo es el articulo firmado por 21 O te¡edores de la Antiguo Guatemala publicado en El amigo de la patria, No 4, del 11 de noviembre de 1820. E¡emplos de artí­culos que /laman a consumir lo producido en Guatemala aparecen en El amigo de la patria, No 1 O, del 2 3 de diciembre de

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americana del imperio mexicano en 1823 -El Indicador (1824-1826), editado por José Francisco Córdova; El Liberal ( 1825-26), editado por José Francisco Barrundia; y El Redactor General ( 1825-26), editado por José del Valle-, sobresale la defensa del libre comercio. Esto se explica porque la posición protec­cionista que favorecía la anexión a México quedó seriamente derrotada luego de la caída del imperio mexicano. Es necesario hacer notar que con la polarización de la vida política que llevó a la guerra civil de 1826, los periódicos descuidaron la econo­mía y se convirtieron en voceros de las diferentes facciones en pugna por el poder. En la década de 1830 hay que destacar el papel divulgador del Bo­letín Oficial del Gobierno de Guatemala ( 1831-38 ), vocero del gobierno encabezado por Mariano Gálvez. A través de este periódico conocemos parte de la legislación económica de la década, así como los pormenores de la enseñanza de la economía políti­ca. Los periódicos del final de la década -La Ooo­sición ( 1837-38), editado por José Francisco Barrundia; La Verdad (1837-38), editado por Mariano Gálvez; y El Observador (1838), editado por Juan José Aycinena- se concentraron en el debate político, pues surgen a raíz de la crisis que llevó al colapso de la unidad centroamericana.

Los principales textos económicos

La selección de los principales textos económicos que se hace esta determinado por la necesidad de relacionar lo económico, político y ético. En éstas perspectiva las Instrucciones del ayuntamiento de Guatemala escrita en 181 O cumplen a perfección el objetivo ya que están integradas a propuestas cons­titucionales225.

n> Se ha señalado que se desconocía la existencia del trabajo de Belzunegui. De haberse conocido se hubieran incorporado al análisis principalmente Jos textos de García Redondo y Antonio Muro.

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Los primeros textos económicos surgen a partir de las actividades desarrolladas por la Sociedad Económica. Uno de los temas discutidos fue el ori­gen de la mendicidad, lo cual dio origen a uno de los escritos económicos más importantes de la épo­ca: el ensayo presentado el 4 de noviembre de 1795 por José Antonio Goicoechea, Memoria sobre los medios de destruir la mendicidad y de socorrer a

Según Belzunegui Gorda Redondo en Memorial wbre el cacao avanzo la primera critica y /a más radical a la legislación colonial. En su proyecto de reforma proponía modificar el sistema de tenen­cia de la tierra en los ptu:blos indígenas. " Convertía la propiedad precaria en una propiedad sin restricciones, mediante la vento de todos los terrenos comunales". El indígena tenía garantizado su acceso a la propiedad pero también Jos ladinos podfan legalizar las tierras que ya ocupaban en Jos pueblos de indígenas. Belzunegui sostiene que la propuesta de Gorda Redondo aporto el germen de todas las soluciones agrarias a las que acudió el pensamiento liberal guatemalteco durante el siglo XIX por esta razón Belzunegui destaca el liberalismo de García Redondo. Belzunegui señala como las influencias teóricas más probables en materia agraria en Gorda Redondo a Manuel Sisternes (Idea de ley agraria española). e5crito en 1786. Señala que lo influencio de jovel/onos y Adam Smith es perceptible. Belzunegui ofrece una nueva visión sobre la influencia de joveflanos en materia agraria ya que piensa que hay trabajos como el de Sisterners y Morcelino Pereiro (Reflexiones sobre refor­mo agraria), escrito en 1788, que fueron muy influyentes y le precedieron. (Pensamiento económico y reforma agraria en el Reino de Guatemala). pag. 284-285. En relación a la propuesta de Antonio Muro, también d~· origen español, Belzunegui destoco que defendió /a necesidad de redefinir el pacto coloni,ol paro obtener beneficios mutuos. Su estrategia para la solución del problema agrario no estaba sólo en el desarrollo de lo agricultura. Lo asociaba al progreso industrial. " Trataba de que se desarrollaran en América las manufocturm porque e~to otunen­taría los riqueza, la población útil, las contribuciones y el poder noval". En materia de libre comercio Muro defendía una apcrtum progresivo En asuntos agrarios difería de Garáa Redondo al pro­poner mantener vivos los pueblos ind1genas, d1stnbuir su poblalion para colonizar con nuevos pueblos En ellos existma propiedad privodo y comunal y se aboliría el tributo. Su propuesta no daba solucion al problema de los ladinos. Bclzunegui señala como influcncim teoricm en Muro a N. Arriquivar, Campomanes, A/varez Osor1o, Uztanz, Campillo, lava/a, Bernardo Ward También extran¡eros como Dmw10nt, M1rabeou, Wi/liam Petty. (Pensamiento económico ). pp. 305, 309, 321-323.

1 15

los verdaderos oobres de esta capital. en donde el autor argumenta que el origen de la mendicidad radica ante todo en el monocultivo que lleva a la sobre­especialización, recomendando la diversificación de la economía para superarla. 226

Un segundo texto económico redactado en la década de 1 790 tuvo su origen en el concurso promovido en 1 797 por la Sociedad Económica sobre el tema uUtilidades de que los indios vistan y calcen a la usanza españolau. Fue premiado el célebre ensayo presentado por Fray Matías de Córdova, uUtilidades de que todos los indios y ladinos se vistan y calcen a la española y medios de conseguirlo sin violencia, coacción, ni mandaton227

• Este pequeño trabajo es un texto económico de primera importancia, donde se hace una defensa clara de la sociedad comercial, la integración del indígena a la sociedad para incre­mentar el mercado y el intercambio. También se defiende una ética individualista y utilitaria.

Los textos más importantes relacionados directa­mente con la política y la actividad legislativa se redactaron en la década de 181 O. Abordan los pro­blemas económicos en forma global. La revolución liberal española realizada luego de la invasión napoleónica de 1808, permitió la convocatoria a Cortes generales en todo el imperio español; en ellas tuvie­ron participación las Indias con su representación asignada. El Reino de Guatemala tenía un diputado por cada provincia. En este contexto, en 181 O, el

720 Antonio Goicoechea, Memoria sobre los medios de destruir la men­dicidad y de socorrer a Jos verdaderos pobres de esta capital. 4 de noviembre de 1 79S. El ejemplar leído se encuentra en British Ubrory 824S ee .12(2). Mario Rodríguez presentó un excelente resumen de /os principales argumentos El experimento de Códiz, p. 40. Ante la experiencia amorga del colapso del añil como producto básico de exportación, el llamado a la diversificación de la economía aparece como una constante en los escritos económicos.

m En Anales de la Sociedad de Geografía e Historia (Guatemala, A5GHG: 14, 1937-38).

116

ayuntamiento de Guatemala dictó sus célebres Ins­trucciones al diputado Antonio Larrazábal. Eran, en lo fundamental, propuestas para organizar la monar­quía constitucional española, pero también contenían sus correspondientes escritos económicos .226 Entre los miembros del ayuntamiento no existía acuerdo en el campo económico, ético y político, por lo que se redactaron dos documentos. El primero se cono­ce como Instrucciones ude la mayoría••, y se atribu­ye a José María Peinado. Su parte económica es titulada Sistema económico. La propuesta de la minoría es atribuida a Antonio García Redondo, se titula Apuntes instructivos, y contiene sus recomendaciones econó­micas al final de las instrucciones constitucionales. 229

Ambos textos serán examinados en forma detallada. Aquí basta decir que el Sistema económico es uno de los primeros textos en Hispanoamérica donde se expresa el liberalismo económico en forma más completa 230

; debe incluirse en la lista de manifiestos clásicos tempranos del liberalismo hispanoamerica­no. Tiene la virtud de que no se limita a hacer una defensa del libre comercio, sino que examina la economía en todas sus dime.nsiones . Es el texto más representativo del pensamiento económico liberal en Centroamérica. Por su parte, los Apuntes instructi­vos representan la visión económica republicana, agrarista y proteccionista, con profundas reservas respecto al desarrollo de una sociedad comercial, en·

nx En su aspecto constitucional, las Instrucciones han sido examinadas ampliamente en el capítulo VI/ de mi tesis doctoral The Central American Enlightenment 1710-18 3 B.

119 En este trabajo H' uso la reproducción de ambos documentos hecha por jorge Mario Gorda Laguordio en La génesis del constituciona­lismo guatemalteco (Guatemala: Editorial Universitaria, 1 911 ).

;w Claudia Vé/iz sostiene que «Representación de los hacendados", escrito a fines de 1809 por Mariano Moreno en defensa de los hacendados rioplatenses que sostenían el principio del libre comer­cio, se considera el primer texto clásico del liberalismo económico hispanoamericano. The Centrolist Tradition (Princeton Univers1ty Press, 1990), p. 130. El texto de Moreno es reproducido por }ohn Lynch en versión inglesa con el nombre de .. Free Trade vrs . MonopoJy,, en Latin American Revolutions, pp. 131-42.

117

particular por las implicaciones políticas y éticas, ya que la sociedad comercial tiende a fortalecer una ética individualista que podría socavar las virtudes cívicas, base de la forma de pensar republicana. Apuntes instructivos es el punto de partida para el examen del pensamiento republicano en Centroamérica en materia política y económica sin dejar de reconocer la influencia del liberalismo en la propuesta. Como conclusión se puede afirmar que las instrucciones económicas del ayuntamiento de Guatemala consti­tuyen los escritos económicos más importantes pro­ducidos en Centroamérica en la época de la Ilustra­ción analizados desde la perspectiva ética y pólitica. El Real Consulado de Comercio también entregó sus instrucciones al diputado Antonio Larrazabal, con el título Apuntamientos sobre la agricultura y comercio del Reino de Guatemala.m. Este texto es muy valio­so, ya que complementa perfectamente las visiones económicas presentadas por el ayuntamiento en Sis­tema económico. pero desarrolla con mas amplitud temas ausentes en aquel texto. La parte de la refor­ma eclesiástica contra los abusos en cofradías, la propuesta de eliminación del repartimiento de indios, y la distribución de tierras a los indígenas con ca­rácter de propiedad privada, son los aspectos más importantes. Los Apuntamientos del Consulado de Comercio constituyen el tercer escrito económico en importancia para la época analizada.

En esta selección de importantes textos económi­cos de la época de la Independencia de Centroamé­rica no puede faltar la Memoria sobre el canal pro­yectado en el istmo de Nicaragua, escrita en 1836 por Juan José Aycinena en su exilio voluntario en Estados Un idos. 232 Se trata de un texto de econo-

211 Se usa la- versión publicada en AnaleJ de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala No 27, año 1953-54, 87-109.

1 ' 1 Este escrito es reproducido en sus parteJ medulares como anexo número 14, en lo biografía de Aycineno escrita por David L. Chandler, Juan José Avcineno. Idealista conservador de la Guatemala del siglo XIX, (Guatemala: CIRMA, 1 998), pp 172-200.

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mía política aplicada, donde analiza las dificultades que enfrentó el gobierno del Estado de Nueva York para construir el canal Eire, y los enormes benefi­cios económicos derivados de la empresa. Muestra además los medios que pueden usarse para cons­truir el canal de Nicaragua, y los cuantiosos bene­ficios económicos y culturales de tal empresa. Aycinena sostenía que cuando hizo su canal, Nueva York se encontraba en circunstancias económicas parecidas a las de Centroamérica; no veía razón que impidiese emprender el canal en Nicaragua. Se equivocó, ya que Centroamérica estaba al borde de la ruptura interna, que dejaría truncos sus grandes proyectos.

La enseñanza de la economía política y los textos educativos

En 1811, en el contexto de la revolución liberal española, se restableció la Sociedad Económica. La Sociedad había estimulado la lectura de libros eco­nómicos, pero le cabe además el mérito de ser la primera institución que dictó un curso sobre econo­mía política, acordado el 15 de febrero de 1812.

"El día 15 de febrero de 1812 debe hacer época en la historia literaria y política de Guatemala; y cuando cada pueblo levante una columna desti­nada solamente a eternizar hechos memorables, el acuerdo de esta Sociedad debe grabarse en la de esta capital" .233

En junta del 4 de febrero de 181 2, la Sociedad Económica nombró regente de esa cátedra a José del Valle, y le nombró el 15 del mismo mes para presentar el prospecto del plan de estudio. Valle con su reconocida eficiencia presentó el prospecto el 29

1 ., }osé del Valle, • Discurso ante la junta general de la Sociedad Eco­nómica" dicho en septiembre de 1812, en El amigo de la patria. T. /., No. 2, 26 de octubre de 1820.

119

de marzo de ese año al censor Bernardo Dighero.234

El 18 de junio, la junta de la Sociedad aprobó el prospecto sin cambios y designó a Valle para dar las lecciones, quien ofreció costear con sus propios recursos la publicación de las Iecciones. 235 La pri­mera de ellas se dio en septiembre de 1812, y de esta forma Valle se convirtió en el primer profesor de economía política en Centroamérica. 236 Se desco­noce durante cuánto tiempo se dictaron lecciones de economía política en la Sociedad.

El prospecto para la cátedra de economía elabo­rado por Valle permite observar la profundidad filo­sófica e histórica con que el autor maneja el tema, y la actualidad de las fuentes conocidas y usadas en 1812. García Laguardia no se equivocó al seña­lar que Valle era uun economista militante al día" de las últimas novedades sobre la materia. 237

En el texto hay una parte histórica dedicada a las causas que desde tiempos antiguos han impedi­do el desarrollo de la ciencia económica.

uEl hombre es el mismo en todas las ciencias. Pierde siglos enteros en investigaciones frívolas o dañinas antes de ocuparse en las que le inte­resan positivamente; y no tira jamás una recta sino después de haber descrito muchas curvas.u 238

lH Valle, Obra escogida, pp. 263, 268. -ldem, p. 269. jorge Mario Gorda Laguardia, «)osé Cecilio del Valle. Ilustración y

liberalismo en Centroamérica», p. )()(Í. Introducción a la Obra esco-

}16

lil

gida editada por este autor. García Laguardia señala que el discur­so de Valle en septiembre de 18 7 2 ante la Sociedad Económica es lo sesión inaugural del curso y reproduce su contenido completo. Este escrito es uno de los más brillantes trabajos sobre Valle. La parte económica es excelente para entender el pensamiento econó­

mico de Valle. García Laguardia, Op. cit., p. XX. Se recomienda leer el texto completo del prospecto, que se reproduce como anexo.

1<« Valle, .Plan de cátedra de economía política», en Obra escogida,

p. 264.

120

Luego Valle habla de la importancia de esta ciencia: uMuy distinta de otras que sólo publican verdades frívolas, la economía civil no enseña una que no sea útil a los ramos de mayor interés para el públi­co.

Es la ciencia de las sociedades civiles; la que presenta a los gobiernos principios de administra­ción benéfica, y da a los pueblos lecciones de pros­peridad.

Donde ha sabido cultivar su estudio; donde la autoridad le ha concedido la protección de que es digna; donde se han hecho a pi icaciones prudentes de sus principios, la riqueza y la felicidad de sus pueblos ha sido el resultado feliz .u 239

En este sinuoso recorrido de la ciencia, Valle observa que se logró definir su principio fundamental, donde se puede apreciar la influencia del liberalismo en su pensamiento:

uEI objeto del gobierno; el del hombre; el de la sociedad es uno, o debe serlo. El gobierno, fijo en la felicidad de los pueblos, debe asegurarla fomentando su población y procurando su rique­za. El hombre, inclinado al mismo fin, desea reproducirse y enriquecerse. Si a pesar de la intensidad de sus deseos se le ve en muchos países solo, desnudo, miserable, degradado y envilecido, es porque embarazan su producción y riqueza obstáculos que no pueden remover la debilidad de su mano, o porque le faltan auxilios que tampoco puede proporcionarse un particular. En vez de excitarle con estímulos inútiles, o darle una dirección falsa, debe emplearse la protec­ción o fuerza de la autoridad en franquear los auxilios, o alejar las causas que no puede pro-

m ldem. p. 263.

121

curarse o remover un solo individuo.u240

Valle hace una revisión de los autores mas im­portantes conocidos en Guatemala que habían con­tribuido al desarrollo de la ciencia económica. Co­mienza con el conde Galiani, Linguer, Necker, Campomanes, Arriquivar, Bandeau, Jovellanos, Locke, Condillac, Hume, Smith, Sully, Colbert. En su dis­curso ante la Sociedad Económica con motivo de la inauguración del curso en septiembre de 1812, in­corpora nuevas fuentes: Pascal, Thomas, Say, Grivel, Montesquieu, Filangeri, Canard, Sismondi. 241 García Laguardia observa con razón que en el ccDiscurso ante la Sociedad Económica, es mas perceptible la influencia de Adam Smith. 242 Queda por preguntarse qué grado de conocimiento general existía sobre esos textos en Centroamérica. Probablemente no eran textos de conocimiento amplio, pero con seguridad eran conocidos por el círculo de miembros de la Socie­dad Económica y por el cuerpo principal de profe­sores de la Universidad de San Carlos. Sí no era así, el curso divulgaba su existencia. La Universidad de San Carlos no podía dejar de participar en la enseñanza de la economía política, e inmediatamen­te la estableció como asignatura. La revolución libe­ral española, el establecimiento de la Sociedad Eco­nómica, la inauguración de su curso de economía política, y la presencia de Goicochea y de Bernardo Díghero como representantes de la Universidad en la Sociedad, con la obligación de asistir a las jun­tas, habían preparado las condiciones para la ense­ñanza de la economía política en la Universidad de San Carlos. Las Cortes españolas decretaron el 8 de junio de 1813 que se fundaran sociedades económi-

l40

J41

. /bid., p. 265. /bid., pp. 2 7 4-2 78. Es importante ob~ervar que cuando redactó el

prospecto de la cátedra en marzo de 1812, no conocía a Soy ni o 5ismondi. Pero en septiembre de ese mismo año cita a esos autores. Esto muestra que esos libros le llegaron entre esos fechas.

m /bid., p. XXI

122

cas en los principales distritos del Reino, el estable­cimiento de cátedras de economía civil en todas las universidades, y la fundación de escuelas prácticas de agricultura. La Universidad de San Carlos res­pondió al decreto con la decisión de crear la cáte­dra de economía política. 243 En abril de 1814, el claustro pleno decidió ocuparse en preparar la opo­sición, el presupuesto de la cátedra, y el tribunal examinador de los concursantes. 244

Francisco de Paula García Peláez fue el único aspirante que se presentó a la convocatoria. Disertó sobre un texto de Aristóteles relacionado con el tema del concurso, e hizo una exposición de La riqueza de las naciones con relación a mares, lagos, ríos y canales internos. u El concursante ganó ( ... ) no por­que fuera el único candidato, sino por su prepara­ción y por la exposición hecha en el examen ... 245

John Tate Lanning comenta que las notas de las clases demuestran un oportuno interés respecto al pensamiento económico del siglo XVIII, pero se trata de notas elementales que no demuestran originali­dad ni profundidad. Contiene definiciones de agricul­tura e industria que parafraseaban los tres capítulos del libro 1 de La riqueza de las naciones de Smith, sin hacer ningún esfuerzo por corregirlo o rebatir-

/4.

'" /41

La información sobre la enseñanza de economía politlcn en lo Unwenidad está sacada en su totalidad de john Tate Lanning, La 1/ustrnoon en la Universidad de 5an Carlos, pp 151-161. ldem, p. 158.

/bid., p. 160. GarCia Pe/áez tuvo también una carrera brillante como historiador y sacerdote. En 1842 fue nombrado por el Vati­cano sustituto, con derecho a sucesión, del arzobispo Ramón Cnwus, qUien había sido expulsado por Francisco Morazán. El 2 1 dt' sep­tiembre de 18 46 fue confirmado como arzobispo propietario, cargo que ejerció hasta su muerte el 25 de enero de 1841. Estos datos han sido tomados de su máxima obra historien, Memorias para lo historia del antiguo Reino de Guatemala (Guatemala · Bibliotcw ~Goatemala» de la SGHG, 1968), pp. 11-23.

123

l 246 T t L . . o. a e annmg comenta con tnsteza que lamen-tablemente, a pesar de que el tema circulaba de boca en boca y que la Universidad había anunciado con anticipación la clase, no recibió la inscripción esperada para el curso que debía comenzar el 3 de agosto de 181 4. Un mes después inició las clases con tres estudiantes. Tres días después se retiró el primero, luego el segundo porque dejaría la ciudad. Con un solo estudiante, García Peláez decidió sus­pender el curso el 3 de noviembre de 1 814. Para Tate Lanning el fracaso de un curso nuevo como éste se explica por su carácter electivo, que dejaba la suerte de tales esfuerzos al criterio de personas tan inmaduras como los estudiantes. 247 El fracaso del primer experimento formal de la enseñanza de economía política se debía en parte a la falta de interés de los estudiantes, que contrastaba con el interés por la materia expresado por la elite política.

Los esfuerzos por reanudar la enseñanza de la economía política a nivel universitario se reanudaron con el gobierno de Mariano Gálvez, en 1832. En decreto poco sensato, motivado por un afán renova­dor desaforado y poco calculado, la venerable Uni­versidad de San Carlos, encargada de educar a tres generaciones de ilustrados, fue abolida para crear la Academia de Estudios o Academia de Ciencias. David L. Chandler comenta que el gobierno de Gálvez no creía que la educación brindada por la Universidad proporcionara lo necesario para crear la sociedad

]46 Tate Lanning sostiene que aparentemente García Peláez era consi­derado como un hombre versado en economía política, quizá el único en el Reino. Cfr. Op. cit., p. 160. Esta opinión muestra que no conoció los trabajos económicos de Valle, particularmente el prospect~ para la cátedra de economía política. fosé María Peina­do, como señala Manuel Valladares Rubio, también tenía reputa­ción como economista. •Manuel José Arce», en Próceres de la In­dependencia centroamericana. Selección de Carlos Meléndez (Costa Rica: EDUCA, 1971 ), p. 33.

141 Tate Lanning, Op. cit., p. 160.

124

ideal que se tenía en mente.

uConvencidos de que la reforma de San Carlos era imposible, o por lo menos irrealizable, y deseando evitar la influencia tradicional, en sep­tiembre de 1832 los liberales abolieron la insti­tución y fundaron la nueva y más apropiada Academia de Estudios, o como era llamada a veces, Academia de Cienciasu. 248

No es éste el lugar para discutir lo acertado o desacertado de tan drástica medida. Basta observar que estas decisiones tan radicales eran característi­cas del absolutismo ilustrado del gobierno de Gálvez, que acometía muchos proyectos de naturaleza pro­gresista sin medir las consecuencias políticas ni las posibilidades de realizarlos. Sí la motivación de la suspens1on era educativa, como observa Chandler, Gálvez también deseaba barrer toda influencia tradi­cional. La Universidad de San Carlos tenía tradición, y sin duda desarrollaría focos críticos en oposición al gobierno de Gálvez. El absolutismo ilustrado siempre tuvo poca paciencia con la oposición. 249 Importa hacer notar que en el Plan de estud.jos de la Academia se introdujo la asignatura de economía política, todavía enseñada como parte de la cátedra de moral, siguiendo la división acostumbrada. 250 El artículo 60 del Plan dictaba que uEI catedrático de economía la enseñara por S ay, traducido al castellano por SS. Gutiérrez y

/.111

David L. Chondler, luan /osé de Aycineno, p. 59. No hoy que olvidar que esto medido se dio en el marco de la

revolución de 1829. Como resultado, lo oposición derrotado había sido expulsada del país y confiscadas un tercio de stH propiedades Lo abolición de lo Universidad tiene que verse dentro de lo «mar­cho acelerado hacia el progreso", que por las caracteristicas de Guatemala sólo se podía hacer en formo dnpótico o absolutista. ~Plan de estudios que debe haber en lo Academia .. , 15 de septiem­bre de 1832. Publicado en el Boletín oficial del Estado de Guate­malo, 1831-32, pp. 1-70.

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Rodríguez.u 251 Como se puede observar, en el marco de la turbulencia política centroamericana de ese período era difícil establecer obra permanente.

Con la caída del absolutismo ilustrado en 1838 y la llegada de un nuevo gobierno encabezado por Mariano Rivera Paz, bajo las sombra de las armas del guerri­llero indígena Rafael Carrera, se comenzó a hacer por primera vez un esfuerzo serio para desarrollar una filosofía política conservadora. Juan José Aycinena llegó a ser su símbolo y líder intelectual, luego de una etapa de pensamiento liberal. Esta nueva revolu­ción llevó al restablecimiento de la Universidad de San Carlos por decreto del 19 de marzo de 1840. Juan José Aycinena fue nombrado rector, cargo que ejerció durante 21 años. 252 Con un currículum más en la tradición de San Carlos, mantuvo cátedras enfocadas a la promoción de la ciencia y el conoci­miento útil. 253 Aycinena era estudioso de la economía política y comprendía su utilidad, como había queda­do demostrado en su uMemoriau sobre el proyectado canal de Nicaragua. Blake D. Pattridge observa que la cátedra de economía política estaba ausente en el programa de la reapertura de la Universidad de San Carlos pero Chandler señala que en 1842 la econo­mía política ya se enseñaba nuevamente. 254

1.11 /dem. p. 15. Chandler ofrece un breve comentario sobre el conte­nido de todo el programa. Este quedó lamentablemente paralizado por la falta de fondos, y quedó aniquilado con la caída del gobier­no de Gá/vez, en febrero de 1838.

m /bid., p. 63. 1 ·1 ' Chandler, al comparar los programas de San Carlos y de la Aca­

demia, llega a la conclusión de que el programa de Aycinena mantuvo tendencias progresistas, y que las diferencias entre el/m no eran muy grandes . Los cursos en ciencias y economía dictados en la Academia se mantuvieron. A ellos se añadió una diversidad de otros cursos: matemáticas, francés, griego, química y psicología. Además, -señala que Aycinena anhelaba tener una biblioteca mo-

1 .\4

126

derna científica y literaria. /bid., p. 68. /bid., p. 66. 8/ake O. Pattridge, "La Universidad de San Carlos de

Guatemala en el régimen conservador, 183 9-18 71: penuria, refor­ma y crecimiento". (Mesoamérica, año 16, cuaderno 3 O, diciembre 1995), p. 266

Al observar los esfuerzos que se hicieron para restablecer la cátedra de economía política en el seno de la Universidad de San Carlos y en la Aca­demia, es claro que la dificultad no surgía de la falta de entendimiento de su utilidad. Las dificulta­des radicaban en la falta constante de recursos, el clima de turbulencia constante en la política que llevaba a destinar recursos apara financiar la guerra, la falta de profesores preparados para dar una ma­teria como esa. En tal situación no sorprende el recorrido tortuoso de la enseñanza de la economía política.

La revisión de los esfuerzos por desarrollar la enseñanza de la economía política quedaría incom­pleta sin mencionar otros aportes de José del Valle en la dirección de promover esa ciencia. Sabemos por Valle que a la altura de 1821 se conoció en Centroamérica el Curso completo de economía polí­tica, de Storch, de reciente publicación. Valle publi­có una reseña de este texto en El Amigo de la Patria. Nos. 7 y 8, de 27 de junio de 1821.

" Storch ( ... ) ha sabido reunir los mejores princi­pios que se hallan esparcidos en las obras de Turgot, Smith, S ay, etc.; y los ha clasificado con método excelente. Era uno de los libros que faltaban en la ciencia que más nos interesa cultivarn. 255

La temprana presencia de este texto en Guate­mala nos muestra lo informados que se mantenían sobre las novedades en la materia.

José del Valle, según observa García Laguardia, hizo esfuerzos por reactivar la enseñanza de la eco­nomía política a partir de 1828, como queda expre­sado en su correspondencia con Alvaro Flores Estrada;

Hl jo sé del Valle, ~Reseña bibliográfica del curso completo de econo­mía política de Storch», en Obra escogida, p. 285

127

éste deseaba trasladar su exilio a Guatemala, y Valle le ofreció interceder para que se le nombrara profe­sor de economía política (materia que Valle había incluido en el plan de instrucción que había redac­tado y sometería para su aprobación a la Asam­blea). Valle también había tratado de divulgar sin mucho éxito el Curso de economía escrito por Flo­res Estrada. 256 García Laguardia sostiene que, pro­ducto de los apuntes económicos de esta época en que también fue director de la Sociedad Económica, Valle redactó en octubre de 1832 uno de sus últi­mos trabajos económicos, HMemoria sobre abasto de carneu. 257 La importancia de este trabajo, desde el punto de vista educativo, radica en que Valle hace una revisión de todas las grandes obras económicas conocidas en Guatemala hasta esa fecha.

En la '•Memoria sobre abasto de carne .. , Valle hace la defensa de la libertad para comerciar y destazar ganado. Para que no se entienda su posición como inspirada en su propio interés, publica todas las opiniones conocidas sobre el tema. En este contexto hace revisión de los principales economistas, divi­diéndolos en tres clases o sistemas: mercantil, agrí­cola, e industrial. 258 Valle analiza las diferencias entre los exponentes de los sistemas, pero considera que todos coincidían en defender la libertad en el co­mercio de abastos comestibles, donde no había sec­tas ni sistemas. 259

En la primera clase de economistas, adeptos al sistema mercantil, clasifica a Montesquieu y a Genovesi. En la segunda categoría, de adeptos al sistema agrario,

1 '~ García Laguardia, ~Introducción» a Obra escogida, p. xxii, y nota 61 p. L.

1 ~ 1 García Laguardia, ldem, p. xxii. 1 -1" En el capítulo cuatro, en la sección correspondiente a las escuelas

económicas, se definieron cada uno de estos sistemas, tJsando básicamente las definiciones de Valle

l-19 Valle, ~Memoria sobre el abasto de carne", p . 297.

128

1

clasifica a Quesnay y a Bandini. En la tercera, adeptos al sistema industrial, clasifica a Smith, uel descubri­dor de los verdaderos principios de la economía política; el hombre de cuya mente salió formada la ciencian, además de Filangeri, Jovellanos, Ganilh, Storch, Bentham, Say y Flores Estrada. 260

Si sumamos las referencias presentadas por Valle en su iiPian de cátedra de economía polítican, de 1812, a las referencias de uMemoria sobre el abasto de carne", se obtiene una más completa visión ge­neral de los textos económicos principales conoci­dos en la época.

Legislación económica

La legislación económica es importante para ob­servar la política aplicada en materia de propiedad, comercio, formas de trabajo. En gran medida ya se ha examinado, en lo que concierne a los periodos tratados en capítulos anteriores. En las páginas que siguen se prestará particular atención a los decretos de liberalización económica, de abolición de institu­ciones tales como los repartimientos de indios y la esclavitud, decretos sobre aranceles, organización de impuestos, reforma agraria y expropiación de pro­piedades de la Iglesia y de la oposición política.

LOS PRIMEROS ESCRITOS ECONOMICOS Y SU CONTEXTO

En esta sección se examinan los primeros escri­tos económicos. Se comienza con el examen de artículos seleccionados de la Gazeta de Guatemala ya que introducen el debate general. A continuación se examinan en su orden el ensayo de Goicoechea sobre el origen de la mendicidad y el ensayo de fray Matías

1 6" /dem, pp. 297-311.

129

de Córdova sobre la conveniencia de que indios y ladinos vistan y calcen la española.

Los artículos de la Ga:zeta

Los artículos económicos de la Gazeta de Guate­mala constituyen la mejor referencia contextua) para el examen de los principales escritos económicos. Sobresale en este periódico la defensa de la socie­dad comercial y el principio del libre comercio. Los editores de la Gazeta se maravillaban de las gran­des transformaciones ocurridas en los últimos tres siglos y buscaban explicar sus causas. Europa, ob­servaban, mudó semblante saliendo de la reclusión y la anarquía feudal hacia un nuevo sistema de política. Se hacían viajes de Europa a China con más faci­lidad que antes se hacían de Madrid a París. Las costumbres feroces de la caballería andante habían cedido su lugar al espíritu de suavidad y dulzura que hermana y enlaza a todos los hombres. Las luces se extendieron a un punto que jamás llegaron Roma y Grecia. Donde antes había desiertos ahora crecían ciudades opulentas. Canales abiertos, ríos hechos navegables y las artes enriqueciendo a las naciones. ¿Qué virtud mágica ha obrado estos cambios? se pregunta alguien.

4<¿ Qué talismán secreto, preguntaría, qué virtud mágica los ha obrado? El comercio, se le puede responder, el comercio es el agente, la causa principal de todos esos efectos maravillosos. En efecto al comercio se debe en gran parte la revolución hecha en las cosas, y en los espíritus de tres siglos acá .u 261

Usando el lenguaje de Montesquieu, a quien se cita regularmente en la Gazeta, concluyen que u es

u' Gazeta de Guatemala, No S, 13 de Marzo de 7 797.

130

una regla quasi general que en todas partes donde hay costumbres suaves, hay comercio, y que en todas partes donde hay comercio, hay costumbres suaves ... 262

Los artículos también examinan los argumentos de crítica a la sociedad comercial. Sostienen que no han faltado filósofos adustos que han declamado contra el comercio, que lo han pintado como una hidra a quien es necesario destruir, que lo han considerado causante de la corrupción y la ruina de las nacio­nes .

.. Platón especialmente es intratable sobre este asunto ( ... ). Para él un comerciante es un hombre sin patria, pronto a venderla, con su libertad misma a quien quiera comprársela ( ... ) . Por eso no quería que su República se estableciera cerca de la mar ni a la orilla de un río considerable." 263

Observan que Platón fue crítico porque no llegó a conocer el comercio moderno, pero la crítica no se justifica en los filósofos de las mismas naciones comerciales modernas, que han alzado su voz pre­cisamente contra los progresos del mismo comercio que las ha elevado al punto de grandeza en que se ven. 264 En una segunda dirección argumentativa asociada a la defensa de la sociedad comercial estaba la defensa del principio del libre comercio. Mario Rodríguez ha señalado que este punto se convirtió en una obse­sión de la Gazeta. 265 La defensa del libre comercio al interior del imperio español se defendió con mucho criterio en España por Pedro Rodríguez Campomanes, en su obra Reflexiones sobre el comercio español a Indias (1761). Según Llombart, la posición de Campomanes podría ser considerada como una arti-

"' Gazeta de Guatemala No 6, 20 de Marzo de 1797, p. 45 '"• ldem. 164 /bid, p. 36. '"' Mario Rodríguez, El experimento de Cádiz en Centroomerico, p 38

131

culación del mercantilismo español de Gerónimo de Uztáriz, con el umercantilismo liberal~· inglés de la segunda mitad del siglo XVII, de Josiah Child. 266 Pero la defensa del libre comercio avanzada por la Gazeta no se limitaba al imperio español, sino que trascen­día a 1 comercio con el exterior .267 Así el libre co­mercio se vuelve una reivindicación fundamental principalmente para los comerciantes criollos.

El origen de la mendicidad

Los editores de la Gazeta eran básicamente los mismos personajes que dirigían la Sociedad Econó­mica. No es de sorprender que el tema de la men­dicidad fuera analizado simultáneamente en ambas instituciones. Goicoechea destacó en el análisis de la mendicidad, en un trabajo encargado por la So­ciedad Económica en el año 1795. Se puede consi­derar este trabajo como uno de los primeros escri­tos económicos producidos en Guatemala. Goicoechea presentó en su trabajo el argumento de que el ori­gen de la mendicidad radica en el monocultivo, que lleva a la sobreespecialización, y recomendaba la diversificación de la economía como algo esencial para el incremento de los empleos. 268 Este tipo de

166 Vicent Llombart ob~erva que la frase «mercantili~mo libera/.. fue acuñada por William Grampp, y piema que ef término, a pe1ar de su ambigüedad por la e1cma preci~ión de ambo~ término~ poten­cialmente excluyente~, tiene una doble ventaja: por una parte 1e puede diferenciar de otras formas de mercantili~mo como ~on ef metalismo anterior, el co/berti~mo francé1 m á~ reglamentil ta, o ef camerali~mo hacendístico germano. Por otra parte demue~tra que 1e reconocía que la vida social e1taba regida por leyes naturales que había que dejar actuar libremente. Campomanes. economista Y

político de Carlos 111, p. 119. 167 En este contexto aparecen las primeras referencias a Adam Smith

en la Gazeta de Guatemala, No 163, 30 de junio de 1800. u~ Antonio Goicoechea, Memoria mbre los medio~ de de~truir la

132

mendicidad y de mcorrer a los verdaderos pobres de esta capital, 4 de noviembre de 1795. El ejemplar leído se encuentra en British Library, 8245 ee 1 2(2). Mario Rodríguez presenta un excelente

preguntas recibía respuestas superficiales, según la Gazeta. Se señaló el caso de la Sociedad de Soissons, que en 1779 ofreció un premio sobre la misma pregunta: ¿Cuáles son los medios para destruir la mendicidad y para hacer útiles a los pobres robustos? uNo dar limosna y destruir los hospitales, dijo el abate Montliner, y su memoria fue premiadau. 269 Este tipo de critica demuestra el rigor con que se analizaba el tema en Guatemala. En la literatura examinada se menciona­ba la consulta de las 16 memorias sobre la limosna que se presentaron al concurso de la Sociedad Eco­nómica de Madrid en 1784, y un extracto de las cien memorias presentadas como concursantes al premio ofrecido sobre el tema por la Sociedad de Chalons, que pasaba por ser la obra más completa sobre el tema. 270 En los artículos de la Gazeta del número 49 al 52, donde se examina el tema, se distinguen tres tipos de mendicidad: la generada por los vaga­bundos; la generada por los holgazanes que huyen del trabajo para el cual no tienen ningún impedi­mento físico; la de los nacidos sin bienes, que son blanco de la fortuna que los persigue con males y dolencias continuas. Las primeras dos son hijas del ocio y el libertinaje, y son un verdadero robo de la limosna legítima que sólo merece la tercera catego­ría, los mendigos verdaderos. 271

Utilidades de que los indios y ladinos vistan y calcen a la española

En diciembre 1797 la Sociedad Económica sacó a concurso el tema uUtilidades de que los indios

resumen de los principales argumentos en El experimento de Códiz, p. 40. Ante la experiencia amarga del colapso del añil como producto básico de exportación, el llamado o la divenificación de la economía aparece como una constante en Jos escritos económi­cos.

169 Gazeta de Guatemala, No. 52, 12 de marzo de 1798. 110 /dem. Jll /bid.

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vistan y calcen a la Españolan. Fue premiado el célebre ensayo ••Utilidades de que todos los indios y ladinos se vistan y calcen a la española y medios de conseguirlo sin violencia, coacción, ni manda­tou272, presentado por el fraile chiapaneco Matías de Córdova. Este pequeño trabajo es un texto económi­co de primera· importancia, ya que es la primera defensa clara de la sociedad comercial, y puede leerse como uno de los orígenes del lenguaje económico liberal. En el texto aparece también muy bien de­finida la ética individualista y utilitaria que concibe al indígena como un ser que actúa de acuerdo a la pasión básica humana: su propio interés. A partir de este concepto se pide en este trabajo la integración de una sociedad unificada, que supere la vieja sepa­ración racial con el fin de crear un gran mercado, ya que el intercambio y la dependencia mutua se ven como el origen de la prosperidad. Esta visión responde al desarrollo de una concepción igualitaria que venía madurando gradualmente en el pensamiento centroamericano.

El texto de Matías de Córdova se debe leer como una expresión de cambio radical en la percepción que se tenía sobre los indígenas, que venía gestándose desde por lo menos la segunda mitad del siglo XVII, y que logra su plenitud a principios del siglo XIX. Es importante hacer una breve historia de este cam­bio fundamental en la consideración del indígena para contextua tizar el trabajo de Córdova. Las dos visio­nes sobre el indígena aparecen en el gran debate sobre el repartimiento de indios en la segunda mitad del siglo XVII. La visión establecida desde la Con­quista y sostenida por el bando anti-abolicionista se basaba en la idea de que el indio era perezoso para trabajar, iqclinado a la bebida y poco digno de confianza.

m En Anales de la Sociedad de Geografía e Historia, (Guatemala, A5GHG: 14, 7937-38).

134

Además se pensaba que el indígena se encontraba feliz con su situación social. Incluso existía la ten­dencia a verlo como la causa principal del atraso de Guatemala. Se decía que el indígena sólo era capaz de obedecer bajo sistemas de trabajo forzado como el repartimiento de indios. 273 Esta posición todavía perdura en los círculos racistas criollos centroameri­canos. Una visión más favorable para el indígena, desarrollada sin duda gradualmente, fue expresada por el bando abolicionista. Este grupo pedía la abo­lición del repartimiento de indios y su sustitución por trabajo asalariado. Sostenían que el indígena, cuando recibía un pago justo por su trabajo, mos­traba voluntad de trabajar sin necesidad de coer­ción.274

El cambio radical en la forma de analizar a la sociedad indígena se debe principalmente a la divul­gación del libro de José Campillo y Cosío Nuevo sistema de gobierno económico para la América (1789). 275 Los comentaristas de este libro sostienen que el enfoque económico de Campillo no era total­mente original. Pero Josefina Cintrón Tiryakian ar­gumenta que la originalidad de Campillo radicaba en su nuevo enfoque sobre la sociedad indígena. Cintrón tiene razón al señalar que Campillo fue el primero en analizar la sociedad indígena en térmi­nos socioeconómicos más que en términos raciales, y que concebía un nuevo rol económico y social

lli Esta posición es resumida por Severo Martínez Peláez en su ana­lisis de la posición anti-abolicionista en el gran debate sobre la abolición del repartimiento de indio5 ocurrido entre 1661 y 1663. Este grupo estaba encabezado por los hacendados del ayuntamien­to de Santiago de lo5 Caballeros, apoyados por los dominicos, mercedarios, agustinos y jesuitas; así logró impedir la abolición de esta institución. La patria del uiol/o, pp. 222-223.

m /dem. El bando a favor de la abolición estaba encabezado por Pedro Fraso, fiscal de la audiencia de Guatemala, y era apoyado por los franciscanos.

111 Este libro se escribió en 1743 y circuló en forma de manuscrito hasta su primera edición en 17 8 9.

135

para el indígena, semejante a todos los seres huma­nos que se mueven por interés propio. 276 Campillo rechazó la idea de que la pobreza indígena fuera resultado de la inferioridad o de la haraganería, ar­gumentando que se debía a factores socioeconómi­cos fuera de su control.

ulos Indios mismos son el gran punto que en principalísimamente se ha de esmerar el zelo, la aplicación, el amor y penetración de los Comisa­rios de la Visita. (Está recomendando una visita general.] Este es el gran tesoro de España. Ellos son las verdaderas Indias y la mina más rica del mundo, que se debe beneficiar con la más es­crupulosa economía ... 277

El principal factor económico de atraso radicaba en que los dos bienes principales de riqueza y po­der de toda nación, como lo son el cultivo de la tierra y el útil empleo de los hombres, estaban mal organizados. No era natural que el indio cultivara la tierra del criollo sin obtener beneficios para sí mis­mo.

uEs regla sin excepc1on que la tierra nunca es­tará bien cultivada, ni el hombre hará jamás tra­bajando para otro, lo que haría si el producto de su trabajo fuese suyo.u 278

Campillo comparó los niveles productivos de los hombres libres propietarios ingleses y de los siste­mas de servidumbre imperantes en Rusia, demos­trando las enormes ventajas del sistema de propie-

m joJefina Cintrón Tiryokion, « Compillo's Progmotic New 5ystem. o Mercantile and Utilitarian Approach to lndian Reform in 5panish Cofonies of the Eighteen Century», en History of Politica/ Economy, Vo/.10, 7918,p. 703 .

"' José del Campillo, Nuevo sistema de gobierno económico para la América, p. 7.

m ldem, p. 103.

136

dad de hombres libres. Consideraba que en América causaba notable perjuicio la existencia de grandísi­mas porciones de tierra concedidas a españoles que no Jas cultivaban sino por manos de negros y de indios, y no era natural que éstos se esmeraran en su cultivo, no siendo suyo el fruto. 279

Basado en estas conclusiones, Campillo recomen­dó que se repartiera la tierra en propiedad a los indígenas, propuesta que es la base de las sucesi­vas reformas agrarias de la época.

"Esto ( ... ) es suficiente probanza, para que real y verdaderamente se conozca quanto importa el que las tierras se den en propiedad a nuestros indios, y que por consiguiente se les deje la plena y pacífica posesión de todo el fruto de su traba­jo; esto es lo que únicamente anima para que no se sienta la continua fatiga; pues la esperan­za de que todo lo que ésta produzca ha de ser propia y legítima de quien la ejerce, alienta a las empresas en que de ningún modo se piensa sucediendo lo contrario.u 280

Campillo estaba consciente que por ley los indios eran propietarios de tierras, que eran libres y no podían ser privados de su propiedad y libertad. Sin duda se refiere al sistema de propiedad existente en los pueblos de indios. Pero señalaba que la práctica era en contra de la ley, y de hecho aunque tuvieran propiedad, no tienen seguridad de nada para sí ni para sus descendientes. Consideraba que los indios tenían un sistema de posesión precaria que no es posesión que alienta a trabajar como la que es segura; pues en ésta trabaja con la certeza de que las mejoras de la posesión quedarán inviolablemente a beneficio de sus hijos y nietos. 281

m /bid, pp. 104-105, 709. /IW lb id, p. 1 05. /~J /bid.

137

El sistema de reparto tenía como base las tierras reales que no estaban enajenadas, y todas las tie­rras aledañas a las poblaciones cubiertas de monte sin trabajarse. 282 El reparto de tierras estaría acom­pañado por la llegada de profesores de agricultura para enseñar las últimas técnicas agrícolas, así como un sistema de crédito concedido por una compañía creada con ese propósito específico. Campillo tam­bién recomendó conceder honores, liberalizar el co­mercio indígena, estimular industrias aptas para los indígenas como lo eran los textiles y la ebanistería, la abolición del tributo e incluso la creación por indios ricos de sus propias compañías comerciales, o el derecho a participar en las compañías establecidas. 283

Citrón Tyrakian concluye que Campillo, al analizar a las masas indígenas como pobres y equiparadas con los pobres de los países europeos, negó la rele­vancia de las diferencias raciales en asuntos econó­micos. Al atribuir el atraso económico de la sociedad colonial a su estratificación social y no a su compo­sición racial, Campillo no sólo estableció la viabilidad de su plan de reforma, sino también abrió el camino para la solución económica del problema indígena. 284

Las ideas de Campillo fueron conocidas en Cen­troamérica; su influencia es notable en el desarrollo de un pensamiento igualitario en relación al indígena. Mario Rodríguez ha observado la influencia de Campillo en los redactores de la Gazeta de Guatemala .. 285 Esta línea de pensamiento igualitario es una de las carac­terísticas del pensamiento centroamericano ilustrado de la época. La primera y segunda generación de ilustrados centroamericanos encabezados por Goicoechea, García Redondo, José María Peinado, José Aycinena,

m /bid, pp. 108-109. 1•' josefina Cintrón ofrece un rewmen excelente de todm estas pro­

puestas, en ~Campillo's Pragmatic New 5ystem ..... , pp. 245-249.

m ldem, pp. 251-252 '" 1 Mario Rodríguez, El experimento de Cádiz en Centroamérica. pp.

41-42.

138

Matías de Córdova, Antonio Juarros, Valle, hicieron un gran esfuerzo por demoler los prejuicios raciales existentes. Este es uno de los cambios en la forma de pensar que han sido poco comentados a pesar de su gran trascendencia social y económica. Para ilus­trarlo basta con destacar los comentarios más impor­tantes.

Goicoechea, como observó Valle en su elogio fúnebre, argumentó en contra de la tesis de la inferioridad indígena difundida por Buffon y Paw. 286 Escribió en la Gazeta del 23 de Julio de 1797, que veia en el indio a un ser humano. uConsidero solamente que es un hombre, que en su semblante está impresa la imagen del Creador, lo mismo que en el míon. En otro escrito Goicoechea retomó las ideas de Campillo para defender al indígena. Concluía que desempeña­ban el papel más importante en la vida centroame­ricana. uTodo el mundo come y bebe a expensas de los indígenas.u 287 El acto de graduación de Tomás Ruiz, primer indígena graduado en filosofía, fue re­portado con gran entusiasmo por la Gazeta del 1 de Septiembre de 1800. Fue una gran victoria para la familia ilustrada centroamericana, ya que demostra­ba que los indígenas, si se les daba la oportunidad. eran iguales a los blancos en su capacidad intelec­tual. José del Valle, el más elitista de los ilustrados centroamericanos en el sentido clásico, pensaba que los mejores entre los indígenas tenían el potencial para formar parte de la elite con los mejores entre los blancos. Pensaba que la Ilustración dignificaría al indio y no sería nunca más humillado. Se conver­tiría en un verdadero hombre.288 Hay que reconocer

'"' Valle, ·Elogio o Goicoechen .. , p. 269. m Cttado por Mario Rodríguez, ~-, pp. 241.242. '"K El problema indígena es ampliamente examinado por Valle en ws

escritos. Ramón Oquelí presenta un resumen de los prmcipa/es argumentos en José del Valle. Antología (Honduras Ed1tonal Un1· versitaria, 1991), pp. 352-354. Ramón Oquelí y jorge fvforio Garcw Laguardia son los expertos centroamericanos de mas renombn· en lo obra de fosé del Valle.

139

que los ilustrados centroamericanos creían en la superioridad cultural española y europea, pero eso no se puede confundir con el argumento de la su­perioridad racial.

Matías de Córdova escribió su célebre ensayo en este contexto de cambio de las ideas económicas a favor de la sociedad comercial y cambio en la vi­sión sobre el indígena. Córdova dice estar de acuer­do en que los indios y ladinos vistan a la española, opinión que comparte muchos de los hombres ilus­trados. Pero advierte que hay una mayoría en con­tra, y que tratará de persuadirla con evidencias. 289

Para ello desarrolla una serie de proposiciones.

a) En primer lugar, el hombre será infeliz siem­pre que le falte lo que le conviene por naturaleza. b) Al hombre le conviene, por disposición de su autor, tener conexión con los otros hombres. La divinidad lo hizo sociable. e) El vínculo de esta sociedad es la mutua necesidad. ccNadie presta su auxilio sino por el interés de la retribución, y por esta causa es lo más interesante este equilibrio.•• d) El número de comodidades está en razón directa al número de los que contribuyen a socorrer las necesidades. e} Es igualmente cierto que falta en el Reino de Guatema­la el vínculo de sociedad. El indio no necesita el comercio español ni sus jornales, y por consiguiente no está unido con el mutuo vínculo de la necesidad. Cada negro, mulato y mestizo, e incluso el español pobre, no necesita más que a su mujer. Pero viven en la miseria alejados de toda civilidad. Este hom­bre no hecha de menos el dinero para aliviar su necesidad. 290 De esto se desprende que si los indios y mulatos necesitan vestir y calzarse, no se dedica­rán al ocio, gozarán de una vida cómoda, y asegu-

m Matías de Córdova, ~-, pp. 212. 1911 /dem, pp. 212-213 .

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rarán su felicidad vinculándose unos con otros, que es lo que hace al hombre sociable. Supongamos a todos vestidos y calzados; ya el indio necesitará a los artesanos y comerciantes, lo mismo que los criollos y península res .

Córdova observa que no hay adelanto en el co­mercio, los caminos son malos, los rios no tienen puentes, etc. Los españoles que visten y calzan están en proporción de 5% con respecto a los que no lo hacen. Los artesanos, o bien no necesitan trabajar, o no tienen quién los ocupe. En los terrenos costeros donde se cultiva el cacao, el hombre cultiva maíz suficiente para todo el año, y luego se acuesta en una hamaca. La india sale por la mañana a registrar el cacaotal, que precisamente le suministra una o dos mazorcas para su gasto diario. Luego relata lo que le comunicó un padre de familia, que ilustra en forma clara el modo de vida:

uAyer me desayuné, decía, hasta las tres de la tarde; qué importa que mis dos hijas hubieran hilado un real de pita cada una, si no pudieron vender más que un real hasta. esas horas. Yo no me afligía tanto por mi mujer, y las dos hijas grandes, cuanto por mis hijos pequeños, que no dejaban de mortificarme pidiendo de comer, por más que yo los azotaba.u291

El problema según Córdova es que en el lugar sólo se necesitaba una media libra de pita, y lo mismo sucedía con el hilo, que no tenia suficiente demanda. Luego de pintar este cuadro patético, Córdova concluía que este desorden no se originaba en otro principio distinto que el de uno necesitar los unos de los otros, que es no haber unión para el recípro­co alivio de las necesidades.•• 292 La solución era

m /bid, p. 216. m /bid, p 21 7.

141

promover la forma de vestir española, e incrementar sus necesidades y la mutua dependencia, alcanzan­do de esta manera la prosperidad por la vía de adelantar el comercio y las artes, la abundancia y la comodi­dad. 293

Córdova también examinó las consecuencias morales positivas que llevaría el incremento del mercado y la abundancia. Establecía varios principios. a) Las necesidades de la vida tienen conexión con los des­órdenes morales. b) El ocio sugiere la maldad, y ésta se origina al no haber quién ponga en acción las manos ociosas. e) La común opinión influye en las acciones, porque influye en los juicios. Los de­safíos y otros hechos que son residuos de la barba­rie lo acreditan. 294 Córdova concluía: <~Si no se vis­ten los indios y mulatos a la española, según estos principios no debemos aguardar que nuestro Reyno adelante un paso hacia la virtud.u 295

Para Córdova, en un lenguaje aristotélico, romper el aislamiento de la familia, el cantón, el pueblo, la villa, la ciudad hasta llegar a constituir un Estado unificado cultural y económicamente, era la clave para alcanzar la prosperidad, la ilustración, la supe­ración moral y la eliminación de las supersticiones. <~La superstición es efecto de la ignorancia, y ésta de que el sujeto no pueda tratar con quien más sa be.u 296 Es evidente que Córdova en su línea argumental estaba haciendo una defensa de la so­ciedad comercial, adoptando su visión ética, dejan­do de lado las reservas republicanas. El tamaño del mercado que determinaba la capacidad de intercam­bio era el secreto para la prosperidad, la virtud y la unificación de la sociedad. El Real Consulado de Comercio calculó que para esa época la población

m /bid, p. 215. m /bid, pp. 213-214. m /bid, p. 16. m /bid, p. 21 7.

142

era de un millón de habitantes . 646,666 indios, 313,334 mestizos, 40,000 blancos y u nos cuantos negros . 297

Córdova no tenía duda de que a los indígenas y ladinos les gustaría vestirse y calzarse a la españo­la, lo que él llama forma udecente de vestir" . El cambio no tenía que ser forzado; sólo necesitaba un cambio favorable en la opinión, ya que existía un amplio sector en contra. 296 Córdova recomendó un esfuerzo por introducir el can:'bio de vestido sin usar violencia, coacción o mandato, demostrando su uti­lidad económica y moral. Sobresale en el ensayo la ausencia de paternalismo, ya que la sociedad y la economía se analizan en términos del interés indivi­dual y la utilidad económica individual y general.

Los comentaristas están de acuerdo en sostener que la línea política de la sociedad económica y su éxito creó mucha preocupación en la Corona espa­ñola. Se temía que el proceso ilustrado se saliera de control, y más que todo generara una línea de pen­samiento potencialmente igualitario que llevaría al desarrollo del pensamiento constitucional. Antonio Juarros vio claramente las razones de la suspenston de la Sociedad Económica decretada el 23 de No­viembre de 1 799:

.. caminábamos rápidamente y cuando más em­penados nos íbamos mostrando, la desgracia cortó

'"' Real Consulado de Comercio, «Apuntamientos sobre agricultora y comercio del Reyno de Guatemala» . Dados al diputado por Guate­mala ante las Cortes Extraordinarias, Antonio Larrazábol, el 20 de octubre de 181 O. Anales de la Sociedad de Geografía e Histona de Guatemala, No.27 (1953-54) 1-4, p. 88 .

m Córdova, • Utilidades.. .»,_QJLfji. p. 2 21. Campillo habla propuesto la introducción del vestido español para incrementar el mercado Pero lo sugiere como un privilegio al cual los indigenos ttenen derecho, pero que se puede ganar o perder usando esta medida como un sistema de retribución y penas, lo cual tiene un acento represivo . Nuevo sistema de gobierno económico para la Amenca, pp. 122-123.

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nuestra carrera. La imbecilidad de la corte no pudo sufrir la ilustración americana ... 299

Sin duda la clausura de la Sociedad Económica ' que tanto beneficio generaba para el desarrollo del

Reyno de Guatemala, fue el hecho principal que lle­vó al desencanto de los centroamericanos con el despotismo ilustrado español. Este decreto, y otros como el de la extensión a las Indias de la Caja de Consolidación, de 1804, generaron un gran descon­tento, en la elite criolla y en general en toda la sociedad, en relación al gobierno español. No es de sorprender que en estas circunstancias prendieran con fuerza las ideas políticas constitucionales basadas en ideas liberales y republicanas que tenían su respec­tivas propuestas económicas. En 181 O, el ayunta­miento de Guatemala presentó dos propuestas cons­titucionales, surgidas de las ideas liberales y repu­blicanas con sus respectivos sistemas económicos.

IDEAS ECONOMICAS EN GUATEMALA ENTRE 1808 Y 1814

La elaboración de los textos económicos más importantes producidos en Centroamérica durante la Ilustración se realizó en el contexto de la revolución liberal española. La invasión napoleónica a España en 1808 llevó a la caída del antiguo régimen y a la redacción de una Constitución liberal que estableció una monarquía constitucional. En Hispanoamérica permitió el florecimiento de ideas republicanas y li-

1 99 Antonio juarros, citado por jorge Mario García Laguardia, en Orí­genes de la democracia ... , p. 60. 8elzunegui ha determinado que la publicación del ensayo de Antonio Muro 5obre la conveniencia de que los indígenas y ladinos vistieran y calzaran a la española fue la causa directa del decreto de suspensión y no la publicación del escrito sobre el mi5mo tema hecho por Matím de Córdova como se ha pemado. (Pemamiento económico V Reforma Agra-

ria ... , p. 136

144

berales, base del movimiento de Independencia. En este contexto floreció el pensamiento económico .

Acontecimientos muy conocidos de la historia española llevaron a la prisión y abdicación forzada del monarca español Fernando VIl a favor de Napo­león, el 1 O de Mayo de 1808, quien cedió el cargo su hermano José. El nuevo gobierno fue rechazado por el pueblo español, y comenzó la guerra de re­sistencia. Con Carlos IV y Fernando VIl prisioneros en Bayona, España era una monarquía sin monarca. La resistencia se organizó a nivel de Juntas locales que no reconocían la autoridad del Consejo de Castilla . La necesidad de gobierno central llevó a la forma­ción, el 25 de septiembre de 1808, de la Junta Central Suprema y Gubernativa de España. Bajo presión indiana, la Junta Central aceptó el principio de representa­ción americana en las nuevas instituciones que sur­gían. Se aceptó la representación americana tanto en la Junta Central como en las Cortes Generales, convocadas para discutir las reformas y la conve­niencia de redactar una Constitución. Los españoles no fueron más allá de estas concesiones, y rechaza­ron con firmeza la formación de Juntas de Gobierno en América Hispana, ya que pretendían el reconoci­miento de las nuevas autoridades y seguir gober­nando con el sistemas de audiencias, virreyes y capitanes generales nombrados en España .

Las Indias aspiraban a la formación de sus pro­pias juntas gubernativas y a la representación en la Junta Central.. Napoleón puso bajo presión a la Junta Central Gubernativa al ofrecer representación a las Indias en la Constitución de Bayona del 6 de Julio de 1808. Como respuesta a la medida tomada por Napoleón, y a las demandas hispanoamericanas, la Junta Central decretó el 22 de enero de 1809 el fin del sistema indiano o colonial, incorporando a las Indias, en calidad de provincias, a la monarquía española.

145

•clos vastos y preciosos dominios que España posee en las Indias no son propiamente factorías o colonias como los de otras Naciones, sino una parte esencial e integrante de la Monarquía española ... 3oo

Este decreto marcó el fin del sistema colonial e hizo posible la representación hispanoamericana en las nuevas instituciones políticas españolas e india­nas surgidas con la revolución liberal: representa­ción en la Junta Central y la Regencia, cortes ex­traordinarias y ordinarias, Consejo de Estado, dipu­taciones y ayuntamientos electos.

Las reacciones a los acontecimientos españoles de parte de la elite criolla y peninsular fueron diver­sas y se pueden resumir en seis posiciones: a) leal­tad absoluta a España siguiendo el viejo sistema absolutista. Este fue el caso de Perú. b) Lealtad y autonomía. Se formaron juntas provinciales guberna­tivas, autónomas de España pero leales a Fernando VIl. Por ejemplo Bogotá y Buenos Aires. e) Lealtad a España en el viejo molde absolutista y aceptación tibia de las instituciones liberales. Es el caso de México. d) Posición a favor de la Independencia. Es el caso de Venezuela, que formó su junta guberna­tiva y declaró su Independencia el 5 de julio de 1 81 1. 301 e) Los movimientos de Independencia mi­noritarios. Es el caso de los movimientos encabeza­dos por Hidalgo y Morelos en México. f) Lealtad a España, rechazo al sistema absolutista y apoyo de­cidido y activo al pensamiento constitucional. Es la posición que adoptó el Reino de Guatemala y que nos interesa examinar de manera especial.

El ayuntamiento de Guatemala, por la calidad de su composición y el estatus de la ciudad, se convir-

"'" Citado por jorge 5áenz Carbone//, El despertar constitucional de Costa Rica. p. 7 2.

wr Esta posición tenía como precursores al venezolano Francisco de Miranda y al peruano Juan Pablo Vizcardo.

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tió en el ayuntamiento líder de la reforma política en Centroamérica. En 1808 ejercía como primer alcalde la figura prominente de Antonio Juarros. El ayunta­miento, al recibir el 14 de agosto de 1 808 la noticia oficial de la prisión y abdicación forzada del monar­ca español, declaró su lealtad a Fernando VIl y nulos los actos de Bayona.302 Sin embargo, en carta del 23 de agosto al Capitán General, el ayuntamiento manifestó el derecho a decidir la mejor manera de servir a Fernando VIl, lo que inició una línea política independiente .303 En carta del 15 de noviembre de 1808, el ayuntamiento pidió representatividad en cualquier gobierno que se organizara en España. al tener rumores sobre la formación de la junta Cen­tral. 304 Efectivamente, esta petición le fue concedi­da. Por decreto publicado en Guatemala el 5 de mayo de 1809 se inicio el proceso electoral para elegir al representante del Reino de Guatemala ante la Junta Centra!. Este fue el comienzo de los pro­cesos electorales. Cada ayuntamiento elegía tres candidatos. Entre los tres primeros que obtenían más votos se elegía por lotería. El nombre del elegido se remitía a la Junta Electoral. Este cuerpo selecciona­ba a los tres que habían recibido más nominaciones y de entre ellos se elegía por lotería. José Aycinena, Antonio Juarros y Manuel Pavón fueron los finalis­tas. Pavón por lotería fue electo el 3 de marzo de 1809 como miembro de la Junta Central de Espa­ña.305 Pavón nunca viajó a España para asumir su cargo, ya que la Junta Central dejó de existir al ser responsabilizada de las derrotas españolas frente a las fuerzas de Napoleón. Fue reemplazada por la

"' 1 Ayuntamiento, 18 de agosto 1 808 . Boletín del Archivo General ciel Gobierno (BAGG), (Guatemala Tipografía Nacional, 1 938), vol. 3, pp. 332-33 .

"" Ayuntamiento, 23 de Agosro, 1808. ldem pp 335-336 w• Mario RodrtgueL, Q[L_Sjl., p. 63 . "'

1 ,ffecciones en el ayunwmiento de Guatemala», BAGG . 3, pp. 385-388. Mario Rodríguez, QJLi.il.., p. 65 . jorge Mario Gorda Laguardia,

QQ"-_gJ.., p./36- '38 .

147

Regencia el 31 de enero de 181 O.

La experiencia electoral fue muy valiosa, ya que permitió la reactivación de los ayuntamientos y de­sarrolló el concepto de representación. Mario Rodrí­guez observa que la mayoría de los hombres pro­puestos eran residentes en la capital. Los más po­pulares eran, además de Pavón, José y Vicente Aycinena, José del Valle, el nicaragüense Joaquín Arechavala y el español Alejandro Ramírez. 306 Es importante observar que el candidato electo por San Salvador era José Aycinena .307 Esto muestra que para 1809 el conflicto entre los añileros y los comercian­tes guatemaltecos no era tan agudo y que la familia Aycinena tenía buena imagen en San Salvador.

La opinión de los miembros de la Junta Central era diversa en temas relacionados con la convoca­toria de las Cortes, su composición, objetivos, el tamaño de la representación hispanoamericana. Sin embargo el primer decreto de convocatoria fue pu­blicado el 22 de mayo de 1809. La convocatoria se hacia en la forma tradicional de dos representacio­nes: popular y aristocrática. Este decreto se conoció en Guatemala el 3 de septiembre de 1809.308 La crisis militar española retrasó el proceso, pero cuan­do la Regencia sustituyó a la Junta Central emitió decreto el 14 de febrero de 181 O estableciendo la forma de desarrollar las elecciones. Virreinatos y capitanías generales tendrían un representante por cada provincia. El ayuntamiento de cada capital provincial elegía tres candidatos y por lotería se elegía al ga nadar. 309 El decreto se conoció en Guatemala

HJ6 Rodríguez, El experimento de Cádiz. 65-66. wl Rodolfo Barón Castro, /mé Matías Delgado y el movimiento insur­

gente de 1811. (San Salvador: Dirección General de Publicaciones, 1962), pp. 70-73.

WH Gorda Laguardia, QJL.Si.L pp. 142-143. w 9 ldem. pp. 185-186.

148

el cuatro de julio de 1 81 O y comenzó el proceso electoral inmediatamente. Guatemala eligió al sacer­dote Antonío La rrazábal, Costa Rica al sacerdote Florencia del Castillo, San Salvador al sacerdote José Ignacio Avila, Chiapas al sacerdote Mariano Robles, · Nicaragua al abogado José Antonio López y Comayagua a Francisco Morejón. 310 La Regencia, bajo presión de la junta revolucionaria de Cádiz, abandonó la idea de una representación popular y aristocrática, y adoptó en diciembre de 181 O la idea de una sola cámara representativa de la nación, argumentando que en la representación popular habían miembros de la no­bleza y de la Iglesia. Las Cortes inauguraron las sesiones el 24 de septiembre de 181 O sin estar presente todos los representantes americanos. 311 Uno de los conflictos centrales entre los representantes ameri­canos y los peninsulares se originó por el tamaño de la representación, como explica Mario Rodríguez. España tenía entre 1 O y 11 millones de habitantes. Las Indias tenían 16 millones, con 3 millones de criollos, 8 millones de indígenas y mestizos y cinco millones de castas. Si se otorgaba representación por habitante las Indias hubieran dominado las Cor­tes y el gobierno español. A pesar del esfuerzo americano por obtener una representación igualita­ria, los españoles bloquearon toda iniciativa en este sentido. España tenía 36 asientos en la Junta Cen­tral y las Indias sólo 1 O. En la Regencia cuatro miembros eran españoles y uno americano. En las Cortes, España tenía un diputado por cada 50,000 habitantes, y las Indias un diputado por cada 275,000. Cuando la Constitución fue aprobada, España tenía 142 diputados y las Indias 30. 312

111' Mario Rodríguez, QJL...S;jl., pp. 71-72.

' 11 Gorda Loguordio, QlL.....fi!.., pp. 141-147. •rJ RodrtgtJeZ, ~., pp. 80-82.

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INSTRUCCIONES ECONOMICAS DEL AYUNTA­MIENTO DE GUATEMALA

Los ayuntamientos elaboraron instrucciones para sus diputados, los que no estaban en capacidad de redactarlas las adoptaron de otros ayuntamientos o encargaron a una persona de reconocida capacidad para redactarlas. Las Instrucciones del ayuntamiento de Guatemala alcanzaron merecida celebridad, ya que constituyen la base de la filosofía política y econó­mica centroamericana. Las Instrucciones del ayunta­miento de Guatemala comprenden una parte política o propuesta de Constitución para la monarquía es· pañola, y una parte económica, donde se presentan los principios de la política económica para España y su imperio. Lo que se conoce como Instrucciones del ayuntamiento de Guatemala son en realidad dos instrucciones: las de la mayoría y las de la minoría, que representan diferentes tradiciones.

Las Instrucciones de la mayoría representaban la posición liberal de los principales comerciantes crio­llos. Fueron redactadas por un grupo bajo la direc­ción de José María Peinado, y por eso son conoci­das como Instrucciones de José María Peinado. Constituyen un cuerpo de cuatro documentos: Cons­titución fundamental, que es la propuesta constitu­cional; Sistema económico, que es la propuesta económica; Proyecto de una contribución, que es la propuesta de impuestos; y Discurso sobre la refor­ma de algunas leyes, que es la reforma jurídica. En este trabajo interesa examinar los dos textos econó­micos, que han sido poco analizados. 313

'" Los textos-políticos han sido ampliamente analizados por jorge Mario Carda Laguardia en Orígenes de la democracia.... y por Mario Rodríguez en El experimento de Cádiz... En el capitulo 7 de .':'¡ tesis doctoral, The Central American Enlightenment.. , hay tamb1en un examen detallado de la parte política de las lmtwcciones de Peinado. Por esta razón, de la parte política se dice lo estrictamen­te necesario.

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Las Instrucciones de la minoría representaban la posición republicana adoptada por un grupo de co­merciantes peninsulares. Fueron redactadas por An­tonio García Redondo, quien no era miembro del ayuntamiento, y presentadas por cuatro miembros del mismo: José de Ysasi, Sebastián Melón, Miguel González y Juan Antonio de Aqueche. 314 Por esta razón se identifican como Instrucciones de García Redondo. El nombre del texto es Apuntes instructi­~ y se usará como tal. A diferencia de las Ins­trucciones de Peinado, divididas en cuatro documen­tos, Apuntes instructivos es un solo documento que contiene la parte política dedicada a la propuesta constitucional para la monarquía española, y la par­te de recomendacioRes económicas. Apuntes instructivos es un texto poco analizado en su parte política y económica. Por tanto se examinará su parte política en io esencial y se profundizará en la parte econó­mica.

Los principales comentaristas de las lnstruccio­~. García Laguardia y Mario Rodríguez, sostienen que sus conceptos y principios básicos son: el de Constitución escrita, el contrato social, soberanía popular, la representación y el consentimiento para garanti­zar la libertad. En efecto, varios de estos principios ya aparecen esbozados en documentos previos a las Instrucciones. En carta del ayuntamiento del 24 de enero de 1 809, dirigida a la Junta Central, se des­criben el despotismo y el gobierno incompetente como los dos grandes males del gobierno colonial. Se advierte que ese sistema en el futuro no será tolerado. Virtud y mérito serán los únicos criterios de selección para puestos de gobierno. 315 En otro documento fechado

114 No queda duda que Gorda Redondo es el autor de /m lnstruccio­.!J.fl de la minoría. Así lo demuestra al examinar el munto jorge Mario Gorda La guardia en Orígenes de la democracia .. , pp. 2 3 6-39.

11·1 Ayuntamiento a la junta Central, 24 de Enero de 1809. Archivo

Histórico Nacional de Madrid, (AHNM), Estado, legajo 5 le No 26 .

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en enero de 181 O, el ayuntamiento amplía sus prin­cipios. Sostiene que si se redacta una Constitución y se forma un nuevo gobierno, Guatemala tiene que estar representada, ya que los americanos tienen los mismos derechos naturales que los peninsulares. uEI hombre es libre por naturaleza, y conforme a ella todos los hombres son iguales1•.316 Los derechos naturales son definidos como: igualdad, seguridad, propiedad y libertad. 317 La adquisición de libertades civiles se fundamenta en los derechos naturales. El derecho de ceder o transferir parte de esas libertades natu­rales a una o más personas constituye la soberanía para lograr seguridad y tranquilidad, las cuales no son posibles en el estado de naturaleza. 318 Este tipo de doctrinas y principios enunciados en estas cartas aparecen desarrollados a plenitud en las dos ins­trucciones.

Instrucciones económicas de José María Peina­do: Sistema económico

Es importante señalar los princ1p1os básicos de la propuesta constitucional, Constitución fundamental, que precede a la propuesta económica para apreciar el contexto ético y político del texto económico. 319 En la ulntroducciónn a Constitución fundamental se de­finen los males del sistema español y los objetivos

11 ' »Representación del ayuntamiento de Guatemala a la junta Central sobre la convocatoria a Cortes». 1 O de enero de 1809. AHNM. btado, lega¡o 20, expte. 7, p. 84. Uso la publicación de este documento hecha por Gorda Laguardia en Revista de Antropología e Historia, Guatemala, Vol. XXI, 1969.

01 Constitución fundamental, p. 114. w »Representación ... », p. 85. m Firman este documento la mayoría del ayuntamiento: }osé María

Peinado, }osé Antonio Barres, Luis Francisco de Barrutia, Antonio de juarros y Lacunza, Lorenzo Moreno, Marqués Vicente de Aycinena, Miguel Ignacio Alvarez de Asturias, Francisco Arrivi/laga. Firma la minoría del ayuntamiento: Sebastián Melón, ]osé Ysasi, Miguel González y Juan Antonio de Aqueche. También firma el secretario del ayun­tamiento }osé Francisco Córdoba.

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de las nuevas instituciones, que son la eliminación del despotismo y la diseminación de las luces.

Nunca en Guatemala se había escrito diagnostico tan duro y denuncia tan fuerte del despotismo espa­ñol.

uMultitud de groseras preocupaciones que forman de un español un ente aislado, una sociedad dividida en opresores y oprimidos ( ... ) no teniendo otras ideas que las de los objetos que los rodean, no han conocido otro gobierno, ni otros intereses que los del tirano que los oprime ( ... ). Un códi­go criminal, arbitrario, desnudo de filosofía y de principios recibidos, en su mayor parte de los códigos Romano y Lomgobardo, y que resiente de los vicios e ignorancia de estas naciones ( ... ). Una administración oscura, arbitraria e insacia­ble, que hace de los vasallos una tropa de es­clavos ( ... ). Vergonzosas distinciones hijas del capricho y la ignorancia y contrarias a la razón y la justicia. Desigualdades ofensivas apoyadas en la localidad, hijas del interés particular, y contrarias al bien general ( ... ). Unos pueblos en que se ha cimentado la ignorancia de sus dere­chos, limitando su instrucción y circunscribién­dola también a los intereses del déspota; y unos . pueblos por último acostumbrados a ser gober­nados por la fuerza; por ese medio tan desnudo de ideas ( ... ). He aquí los fundamentos de nues­tras ruin as. H 320

Segundo aspecto es la parte correctiva de esos males:

uUna Constitución, pues, que prevenga el despotismo del jefe de la nación; que señale los límites de

''" Constitución fundamental, pp. 111-112. Vale la pena recordar que u~o la reproducción de esto5 texto~ de Gorda Laguordio, La qéne5i~ del constitucionali5mO guatemalteco.

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su autoridad; que haga del Rey un padre y un ciudadano; que forme del magistrado un simple ejecutor de la ley; que establezca unas leyes consultadas con el derecho natural ( ... ) que en­señen a los pueblos sus deberes; que circunscriban sus obligaciones; y que a éstas, y a sus dere­chos señalen límites fijos e inalterables; que es­tablezcan una administración clara, sencilla y cimentada en los principios de propiedad, liber­tad y seguridad; que bajo tales principios e ilustrada con la filosofía guarden proporción entre delitos, y las penas ( ... ) Un sistema económico y políti­co, que auxilie los tres sagrados principios de propiedad, libertad y seguridad. Una instrucción pública y metódica que disipe la ignorancia de los pueblos, y que difundiendo las luces promue­va la utilidad general."321

Luego de este manifiesto de princ1p1os aparece la declaración de los dere-;:hos del ciudadano, que no deja dudas del carácter 1 iberal de esta propuesta constitucional. 322 Es una lista larga de 30 derechos. Además de los derechos básicos de libertad, igual­dad, propiedad y seguridad, interesa destacar la li­bertad de comerciar como un derecho natural, lo que refleja el interés de los comerciantes que redac­taron este texto.

<~25. Los individuos de la nac1on española, tanto residentes en Europa como en América, en uso de la plenitud de sus derechos naturales, pue­den tratar y contratar, sembrar y comerciar ac­tiva o pasivamente con todas las naciones del universo, amigas o neutrales.

121 tdem. pp. 112-113. 111 El Capitán Gen eral José de Bustamante en sus notas a las Instruc­

ciones denunciaba que esta declaración de derechos del ciudadano era una copia literal de la declaración de derechos de la Comtitu­ción francesa de 1114. La fecha es 111S y no es cierto que sea una copia literal, pero sin duda fue su inspiración. Constitución fundamental. p. 1 13.

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26. Todos los puertos de la nac1on española en Europa, América o Asia, estarán habilitados para el comercio con las naciones amigas o neutrales.u323

La declaración de derechos es seguida por la propuesta de Constitución. Se propone una monar­quía constitucional restringida en sus poderes por el contrato social, el principio de separación de pode­res. Se declara a la religión católica como la sola religión permitida en el Estado (Art. 1 ). Se asigna el Poder Legislativo a la nación, organizado en cor­tes generales que se convocan cada 1 O años y están encabezadas por el monarca, y asume todo el poder investido en la nación (Arts. 101-1 02). Este es el único cuerpo autorizado para hacer cambios consti­tucionales (art. 40). Las cortes ordinarias, o Consejo Nacional Supremo, se elegiría por un período de diez años. En él reside toda la representación de la na­ción española y el poder legislativo en toda la ex­tensión de los códigos civil, criminal, político y eco­nómico (Art. 39). El concepto de representación defendido por la mayoría del ayuntamiento rompía la tradición de representación estamentaria, y acep­taba el razonamiento de Sieyes que sostenía que la nación es una y por lo tanto debe tener una sola representación. Esto no excluía la participación de nobles y dignatarios de la Iglesia en caso de ser elegidos a las cortes. Las elecciones se hacían en España de acuerdo al sistema designado por la Junta Central, y en América Hispana por los cabildos (Art. 1 08). El Poder Ejecutivo está investido en el monar­ca, quien nombra a los funcionarios luego de con­sultas con el Consejo (Art.22). Participa del Legisla­tivo al sancionar o retornar la ley por tres veces a discusión al Consejo Supremo (Arts. 47-48).

El monarca será el máximo jefe de la justicia, pero no podrá juzgar por sí mismo, sino por medio

' 1 ' Con5titución fundamental, pp. 116-1 17.

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de magistrados que lo harán con arreglo a las le­yes, y quienes no podrán ser removidos si no es por sentencia pronunciada en juicio a que den mé­rito ( Arts. 21 -22). Así se completa la separación de poderes. A nivel de reinos se propone un gobierno compuesto de una junta encabezada por un gober­nador. La junta está compuesta por dos diputados por provincia, electos para un período de cinco años y ratificados por el Ejecutivo nacional. Propone le­yes locales y nacionales al Consejo (Arts. 83-86). A nivel de ayuntamiento se elige cada dos años un tercio de los concejales en cabildo abierto (Arts. 94-96). Los otros dos tercios eran electos por el ayun­tamiento y su periodo tenía la duración de su vida. Estas elecciones eran ratificadas por el monarca. Las críticas a esta propuesta constitucional se centraban en su inconsistencia. Por un lado se proclamaban los derechos del ciudadano, entre ellos la igualdad, y por el otro se recomendaba una mezcla de demo­cracia directa e indirecta, privilegiando el método de elección aristocrático. 324

Las críticas a esta propuesta constitucional son justificadas, pero hay que profundizar en su sentido. Cuando se critica el método electoral como aristo­crático, se hace en el sentido clásico. Si hay siste­mas representativos y elección abierta, donde se eligen a los mejores, las elecciones son consideradas aristocrá­ticas. Solo el método de elección por lotería es perfectamente democrático. El grupo político enca­bezado por Peinado tenía avers1on a los privilegios aristocráticos hereditarios artificiales, y por esa ra-

u• Estos son los puntos principales criticados por )osé Bustamante en la nota número 3 4 a esta Constitución, p. 13 6. En el debate electoral de 1820 se retomaba este punto. Mariano larrave, José Venancio López e Ignacio Foronda discutiendo contra Francisco Barrundia publicaron un manifiesto el 3 de noviembre de 1820, donde cali­fican el método electoral de las Instrucciones de Peinado como aristocrático, y la inconsistencia entre su declaración de derechos Y las restricciones electorales. El amigo de la patria. No 3, pp. 51-

52.

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zón eliminan la representación estamentaria aristo­crática de su propuesta. Pero como ilustrados, creían en el gobierno de los mejores, en la aristocracia natural. La contradicción entre la declaración de derechos y las restricciones electorales surge de la tensión entre liberalismo y democracia típica de los liberales de la época. Un sistema representativo con sufragio universal era considerado una amenaza contra las libertades individuales, y no garantizaba un go­bierno competente y la estabilidad política. Estas Instrucciones se escribieron en la época de la revo­lución francesa, donde el gobierno de las masas y la revolución violenta eran muy temidos. Se puede concluir que las reservas del grupo de Peinado ha­cia la democracia no resultaban de su espíritu aris­tocrático, sino de su espíritu liberal, lo que queda reafirmado al analizar sus Instrucciones económicas.

Sistema económico es uno de los primeros textos económicos liberales escritos en Hispanoamérica. Llama la atención que comienza con un epígrafe que refle­ja el optimismo del ilustrado:

ccAtenienses: Si habiendo obrado como convenía tuviesen las cosas el estado que ahora tienen, entonces sí que nada os queda que esperar. (Demóstenes, Primera Filípica) ... 325

El texto comienza por establecer el derecho de las regiones a participar en la elaboración de sus propuestas económicas. Sostienen que poco adelan­taría un Estado en que un buen sistema político no estuviera acorde con el sistema económico, el de rentas y el legislativo. Y que éstos deben estar su­bordinados al genio, uso y costumbres de la nación, a sus localidades, clima, y sobre todo a su pobla­ción. En una monarquía tan vasta como la españo­la, donde todo se diversifica, no es posible estable-

''-' Sistema económico, p. 139.

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cer por punto general estos sistemas, ni alguno de ellos. Es necesario confiar en la sabiduría de las juntas para que establezcan lo que crean conducen­te al mejor estar de los individuos. Su majestad y su consejo examinará la materia y se encargara de conciliar el interés. general. 326 nla población es la mayor riqueza del Estado y su aumento el primer objeto del gobierno." Pero ni leyes ni discursos han podido lograr ese objetivo. Porque hay objetos en que las leyes no deben mandar sino proporcionar.

44La sabiduría del legislador no consiste en esta­blecer leyes, sino en establecer tal relación entre ellas mismas, y dar tal dirección a las costum­bres que el hombre por su interés particular siga la senda de la ley, y voluntaria y naturalmente cumpla con ella, si es posible sin conocer que obra conforme a precepto: por eso las leyes obrarán más eficazmente con una dirección oblicua que con una dirección recta, porque no debe perder­se de vista que el hombre es un animal de re­sorte ... 327

El único medio para el aumento de la población es establecer tal sistema económico, de rentas y legislativo, en el que todos los individuos de la nación alcancen una subsistencia cómoda con un trabajo moderado; porque la subsistencia es la medida de la población. Este es el objetivo del sistema econó­mico que se propone.

Todo pueblo debe ocuparse en el cultivo de sus materias primas indígenas. Debe perfeccionar esto antes de dar atención a las de otros suelos. Parece que debe limitar su agricultura e industria a estos productos. Establecida esta regla, el ayuntamiento analiza el problema de los sistemas económicos en

t'Jt. Sistema económico .. p. 14 1. m /bid.

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relación con la protección económica, adoptando el principio del libre comercio que había sido califica­do como un derecho natural en la declaración de derechos del individuo. Ni Sully protegiendo a la agricultura, ni Colbert protegiendo a las fábricas en Francia, sostienen, pudieron hacer otra cosa que darle un aparente explendor, pues en tiempo de ambos no se aminoró la miseria general en aquel reino porque obraban por sistemas y no por principios. uNo cono­cieron la raíz del maln. Sostienen que para el ayun­tamiento sería fácil demostrar que el ministerio de Fleuri fue mejor que el de Sully y Colbert, sólo porque dejó correr las cosas en su curso natural. Pero la naturaleza de unas Instrucciones que se limitan a señalar las vias generales que deben seguirse para la felicidad general, impiden hacer citas extensas. Por esa razón no se citan ni se citarán más que aquellos hombres cuyas disposiciones celebradas y admitidas sin examen pueden oponerse a los argu­mentos de Sistema económico. uPorque los hombres comúnmente se gobiernan más por ejemplos y au­toridades que por la razón, y este ayuntamiento está muy lejos de admitir hecho sin examen, a un cuando se apoye en la adopción universal.n328 Esta decisión de no citar extensamente las fuentes usadas dificul­ta el análisis del texto, pero también explica la falta de referencias a Adam Smith, que sin duda es la principal fuente usada.

Precisamente se señala como una de las cosas aceptadas sin examen la protección concedida a alguno gobiernos a ciertos ramos.

uDesengañémonos, no conoceríamos la protección si no se nos hubiese hecho conocer la opresión, ni es bueno, ni es útil a una nación el ramo que

''~ /dem, p. 143. Esta actitud demuestra lo cierto de la afirmacion de john Tate Lanning de que Guatemala tenía una generacion de ilwtrados emancipados del servilismo intelecCLJal.

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por sí, y por sólo el interés individual no puede subsistir.u329

Sistema económico muestra el énfasis agrario de la agricultura sin caer en el postulado fisiocrático. uLa agricultura debe ser el primer objeto del gobier­no... El fomento de la agricultura debe dirigirse a que el precio del alimento guarde proporción con la parte de los jornales o sa !arios destinada a alimen­tar al trabajador; pero esto debe ser de modo que el labrador disfrute utilidades correspondientes al capital invertido, quedando compensado y alcanzando có­modamente su subsistencia. HLa palabra subsistencia incluye el alimento, el vestido y la mediana como­didad en el surtimiento de las necesidades del hom­bre". El precio de los productos está en razón del alimento; pero no por esto deben dirigirse las miras del gobierno a que se venda barato. ulas voces barato y caro son relativas". 330 La agricultura se recomien­da para zonas con características especiales. Terre­nos fértiles y poblados a orillas de aguas navega­bles o zonas con fácil comunicación en que la ex­tracción de frutos ofrezcan suficiente empleo, venta­jas a la nación y que se pueda surtir de lo que necesita de otras naciones. Más si no genera sufi­ciente empleo, el Estado debe limitarse a no poner trabas a la agricultura e introducir, promover y fo­mentar las fábricas por todos los medios posibles, particularmente si los productos de la agricultura no son consumibles, sino materias primas capaces de nuevas formas. 331 En toda la monarquía debe gozar la agricultura de libertad absoluta, no debe conocer gravamen, imposición ni derecho bajo ningún título. A esta es anexa la crianza de animales domésticos, que no sólo la alimentan sino que la enriquecen dando con sus despojos materias primas para las

m /bid. p. 143. IW /bid, pp. 144-145. fU /bid, p. 145.

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fábricas, para surtir necesidades, comodidades, lujos y opulencia. A la clase agricultora pertenecen los productos de los ríos y el mar, ya que concurren a la alimentación de la población y por eso merecen igual protección que la agricultura de superficie. El fomento de la agricultura debe consistir en la intro­ducción de máquinas, en la composición y apertura de caminos, ríos y canales; en la creación de es­cuelas de agricultura para hijos de labradores, en hospitales para curar jornaleros, en una opinión pública favorable. 332

En cuanto al reparto de tierras baldías en peque­ñas parcelas, posición muy apoyada en la época, el ayuntamiento no fija posición ya que no se ha re­suelto con certeza la pregunta de si es más útil para el Estado la agricultura en grande que en pequeño, o a la inversa. 333 Esta es una discusión de mucha actualidad en El Salvador, como resultado de las dificultades del agro y la reforma agraria desarrolla­da, que favorece el reparto de tierras en pequeñas parcelas.

El papel del Estado en la agricultura está limita­do a su fomento y a otorgar créditos. Curiosamente se cita a Plinio y no a Adam Smith.

ccEste [el Estado], decía Plinio, no es necesario que dé; basta con que no quite ( ... ), basta con que le proporcione educación y recursos con que se le adquiera; basta con que no le exija más de lo puramente necesario para las cargas indispen­sables.u334

Pero sí interviene en otorgar créditos, como se verá más adelante.

<Cl /bid, pp. 145·141. H t /bid, p. 7 4 l. iH /bid, p. 148 .

161

Las artes merecen el segundo lugar en el aprecio del gobierno, ya que las fábricas y manufacturas dando nueva forma a los productos aumentan el valor en razón de la cantidad de materia prima, capital invertido en ella y el salario del operario. 335 Se re­comienda dedicarse a las industrias de transforma­ción de materias primas indígenas, pero se deja la libertad a cada quien de emprender la industria que crea más útil. Como en el caso de la agricultura, en la industria el papel del Estado se 1 imita a su fo­mento y otorgamiento de créditos. El fomento con­siste en la preparación de buenos maestros con buenas dotaciones para que enseñen su arte, la subsistencia de jóvenes en estos aprendizajes, la introducción de maquinarias adoptadas para suplir brazos, aumentar la producción, perfeccionarla y abaratarla. 336

El Estado debe fomentar las fábricas en este orden de prioridades: a) géneros de necesidad; b) géneros de comodidad; e) géneros de lujo. Pero esta reco­mendación no puede tomarse como regla fija, pues hay lugares donde no es conveniente aplicarlas. En Murcia, por ejemplo, debe tener prioridad la seda, que es un producto de lujo. La ferrería es la prime­ra de las artes. El principio liberal vuelve a surgir al recomendar la abolición de trabas a la industria, y dejarle curso libre dentro y fuera del Estado. Lo mismo se manifiesta al considerar el comercio.

ccProhibir la introducción de mercadería a pretex­to de fomentar las fábricas nacionales, es una injusticia que se hace al consumidor ( ... ) el pri­vilegio de una fábrica sólo porque es nueva en

5e advierte qLie se da la denominación de capital al dinero, no porque lo sea, sino porque es el medio más proporcionado para formar el capital de una nación Este consiste en su terreno, sus frutos, animales domésticos, instrumentos de agricultura, artes, fa. bricas. Todo lo que mediata o inmediatamente concurre a la pro­ducción.

"" /bid, pp. 14 9- 15 O.

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el país, o porque es nacional, no sólo es injusto y ridículo, sino que se opone directamente a lo que debe propender el gobierno, porque asegu­rado el empresario de la venta no tiene estímulo para mejorar la calidad, ni proporcionar la bara­tura.337

Conociendo el caso triste del monocultivo del añil, se recomienda la diversificación industrial, recomen­daciones que nunca se pudieron seguir por las con­diciones adversas generadas por las constantes gue­rras civiles:

uDesde ahora debe procurar el gobierno que la industria nacional se diversifique en todos los ramos posibles, siendo más favorable a una nación, y de una existencia más segura, un millón de pesos en un millón de artículos, que un millón de pesos en un artículo.n338

En materia de industria se argumenta que en España se debe fomentar la agricultura y las fábricas. En los territorios asiáticos y americanos por su ex ten­sión y circunstancias la diversificación tiene que ser mayor. En todas las regiones costeras se tienen que fomentar la agricultura y su industria inmediata . En las mediterráneas las artes y las fábricas, porque los productos de éstas, aumentando su valor primi­tivo sufragan los transportes indispensables para su comercio .339

En materia de impuestos, sostienen que destru­yen la industria nacional y la aniquilan. Y no es suficiente decir que gravando la industria extranjera se remedia parte del daño, ya que esto supone una injusticia para el consumidor nacional. Una nación

H/ /bid~ p. 150. H}( /bid. p. JS ]. HY J/Jjd p. 154 .

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como la española, bien dirigida bajo los princrpros de equidad y justicia, debe tener como mercado el universo y alcanzar la preferencia en todos los pai­ses. Esta preferencia de sus productos debe basarse en la buena fe de sus contratos, en la abundancia de sus productos y en la calidad y precios de ellos. En materia bancaria se recomienda la participación del Estado junto al capital privado, ya que los pre­cios del dinero influyen en los precios bajos. El valor del capital en dinero no debe estar sometido a nin­guna tasa. Se recomienda un fondo público con que el gobierno auxilie a la agricultura y la industria en su establecimiento o en socorros ocasionales. El moderado interés que exija será la más proporcio­nada ley que determine el interés del dinero de manos muertas y particulares. 340

Cuando se considera el papel del comercio se adopta una posición eminentemente liberal que no da espacio para las reservas expresadas por los fisiócratas. El comercio, aunque nada produce por si mismo, es el que hace producir a los otros ra­mos. El comerciante es una persona que sin perte­necer a ninguna clase las representa a todas. Este gremio, sin el cua 1 la esfera de los productos sería muy limitada, merece en los desvelos de los gobier­nos la misma consideración que las clases produc­toras .

.. El comercio no es otra cosa que el trato, y el cambio de valores por valores, y la distinción entre nacionales y extranjeros es absurda y aje­na a la razón ( ... ) . Esto es una verdad eterna y las distinciones inventadas y apoyadas en las voces 'balanza de comercio, comercio activo y comer­cio pasivo' no son otra cosa que una preocupa­ción apoyada en otras preocupaciones ... 341

140 /bid. p. 152. ·uJ /bid p. 153.54.

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En cuanto a la participación de la mujer en la economía, se dice muy poco. Se debe fijar la aten­ción en el sexo femenino, para que tenga artes y oficios análogos consagrados por la costumbre y la opinión pública. Se deben hacer ordenanzas y traer maestros y maestras, máquinas e instrumentos, es­tablecer escuelas y dar capitales moderados a las que destaquen.342

En materia de defensa, estas instrucciones incor­poran los últimos argumentos de la sociedad comer­cial en sintonía con el pensamiento ilustrado ... una nación justa y civilizada debe aborrecer las guerras y no hacer otras que aquellas a que le obligue la defensa de su territorio o sus derechos ... No se pueden despoblar los territorios manteniendo un numeroso y perjudicial celibato militar. Convirtiendo en impro­ductivos millares de brazos. uDebe pues, sin atender al número de sus ejércitos vecinos, formar el pura­mente indispensable para la guarnición de sus fron­teras y costas, supliendo el número con las fortificaciones y con una milicia general.u Indepen­dientemente del número a que ascienda el ejército y la marina, no se debe conocer la ociosidad en sus individuos. uSe debe enseñar al militar a estimar más la opinión, que a temer el castigo; pues éste es medio más proporcionado para gobernar bestias que hombres." También es necesario restablecer el honor de las tropas. 343

En materia de territorios, el texto establece un principio que elimina la posesión forzosa de territo­rios o Estados. Esto se explica por la ideología de la sociedad comercial y la posición de territorio que potencialmente aspiraba a la Independencia. Este

ul /bid, p. 156. Esto recuerda a la escuela de hilanderas establecida por la Sociedad Económica.

Ui /bid, p. 157.

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princ1p10 tenia en su seno un enorme potencial para desmantelar el imperio.

uLa defensa de los derechos de la nac1on deberá ser limitada a los de propiedad y libertad, en los mares, o en un territorio extranjero; mas no de ningún modo los que se suponen a la posesión y dominio de tales, o cuales Estados. Semejan­tes posesiones lejos de traer utilidad alguna a una nación la han aniquilado y destruido siem­pre. Un país en que sea necesario guarn1c1on, o leyes coactivas para mantenerlo en dependencia, vale más abandonarlo."344

Como nación marítima se dedica a la marina atención especial. La Marina Real debe ser capaz de proteger por todas partes su comercio, defender las costas y hacer respetar su pabellón. Para desarrollar a la marina hay que estimular a las comunidades costeras, fomentar la pesca y el cabotaje. Con una marina mercante desarrollada se tendrá personal para proveer a la marina real. La construcción de barcos debe hacerse donde existan maderas de mejor cali­dad y cuesten menos. Estas circunstancias estaban reunidas en Campeche y en el Reino de Guatemala, como lo demostró la construcción de un navío en Campeche en 1 702. 345

Para aumentar la producción se recomienda se aminoren los días festivos, ya trasladando unos a los domingos, ya aboliendo otros. Aumentar las cla­ses productivas y reducir las improductivas es la ciencia del gobierno. Con este fin se de.be asignar tareas educativas de la juventud a los religiosos de ambos sexos, que ya contribuyen a la nación diri­giendo a los fieles en el camino de la verdad y son dignos del mayor aprecio. 346

~ 44 /bid, p. 158. HJ /bid, p. J 59. (<6 /bid. p. '60.

166

El texto termina de manera lógica con una de­fensa de la sociedad comercial o liberal. Sostiene que para algunos grandes hombres el aumento de las riquezas de un Estado ha sido el principio de su disolución y ruina, porque las riquezas corrompen el corazón humano. Se pone como ejemplo el imperio romano, Atenas y Lacedemonia. El ayuntamiento no comparte esa opinión y sugiere que se ha abordado la materia con poca reflexión. Las riquezas de esas naciones fueron fruto de la invasión, del saqueo, y por consiguiente no corrompieron los corazones de aquellas naciones, sino que dieron pábulo a los vi­cios que se encubrían en ellos.

ccCuando las riquezas son fruto del trabajo y de la industria y están igualmente repartidas en toda las clases del Estado porque todos los individuos de él son productores, entonces lejos de traer a una nación mal alguno, son un principio de muchos bienes. Si hoy se les atribuye algún mal, es sin duda por la demasiada opulencia de algunos, y la suma miseria de otros.H 347

Cedo a la tentación de citar completa la conclu­sión final de las instrucciones económicas de José María Peinado:

uEste es el plan económico que a mi juicio debe adoptar la nación española ( ... ). Destruidos los estancos y aduanas; abolidas todas las trabas, tasas y prohibiciones; reducidas las clases im­productivas al mínimo posible; respetada la pro­piedad y libertad del ciudadano; y libres todos los productos de los llamados derechos de cual­quier especie que sea, abaratará la subsistencia , y todos los objetos nacionales con que tiene relación, y por consecuencia necesaria y natural, no solo aumentará sus riquezas la nación, aumentando

.. , /bid, p 162.

167

sus productos, y el consumo de ellos en su te­rritorio, sino que serán admitidos y solicitados en la demás naciones en la que no podrá competirse con la nuestra ... u348

Las Instrucciones económicas de José María Pei­nado, o Sistema económico. son el texto económico fundamental en el que se puede encontrar la prime­ra expresión madura de liberalismo económico cen­troamericano, y por lo tanto se convierte en piedra angular de esa tradición económica.

Instrucciones económicas de José María Peina­do: Proyecto de una contribución.

Las Instrucciones económicas de José María Pei­nado contienen además de Sistema económico, una texto dedicado la recaudación de impuestos que se titula Proyecto de una contribución. El texto en su parte introductoria mantiene la misma línea de de­nuncia del despotismo español, pero en este caso en materia de impuestos y violación de propiedades. Se denuncia la usurpación de derechos políticos eje­cutada por el sistema español, que ha llevado a hombres libres a convertirse en esclavos, y a nivel económico a soportar cargas tributarias excesivas y a conocer la violación de sus propiedades.

uEn tal lamentable situación no es extraño se hayan acumulado cada día impuestos sobre im­puestos, tributos sobre tributos ( ... ) porque una corte fastuosa, un pueblo ciego y un ministro ignorante y despótico es cuanto necesita para ello; y mientras los políticos y economistas esta­bleciendo cánones y formando elocuentes y bri­llantes discursos hacían cada día más difícil el remedio, ha gemido oprimida la humanidad por la ambición y despotismo de los ministros, que

w /bid. p. 163.

168

como por un campo libre han corrido sin obstá­culo en las propiedades.u 349

Peinado argumenta que una buena Constitución necesita estar acompañada de principios adecuados en materia de contribuciones. La explicación de estos principios ocupa la segunda sección del documento. Son principios sencillos pero de mucha claridad.

Sostiene, desde el punto de vista del Estado, que umás se allegan las grandes riquezas gastando poco, que recibiendo mucho, porque no hay renta más rica que la templanza en el gastar ... Para llenar las necesidades del Estado no se necesita umolestar ni afligir a los pueblos con repetidas exacciones ni tributos, ya directos, ya indirectosn.350 A todo ciudadano debe hacérsele entender la necesidad de contribuir para la conservación del Estado, ya que las obligaciones son la medida de sus derechos del mismo modo que las necesidades del Estado están relacionadas con las facultades del ciudadano. uEstos son los puntos cardinales en que debe fijar la atención el gobierno para no pasar los limites de la equidad y la justi­ciau.351 Apegado a estos principios se propone el establecimiento de una contribución única.

Peinado, manifiesta que no tiene datos estadísti­cos frescos, por lo que hará el cálculo de la contri­bución basado en el memorial de 1751 presentado por el Marqués de Ensenada a Fernando VI, en el que consta que las rentas de la Corona equivalían a 26,707,649 escudos de vellón que eran suficientes para los gastos de la monarquía. La población del imperio español, según el censo de 1797, se calcula en veintiocho y medio millones de personas. 352 Pei-

•• , Proyecto de contribución. p. 167. Me mueve a pensar que el caso del ministro despótico e ignorante que Peinado tenía en mente crn Manuel Godoy

'1

" /dem, pp. 168-169. '

11 /bid. p. 169. <.I/ /bid, pp. 112-173.

169

nado quita de estas cifras de habitantes una tercera parte cuyas facultades físicas y morales están dis­minuidas por infancia o impedimento físico. Si a tos diecinueve millones de personas se carga escudo y medio a cada uno al año, resulta una contribución de 28,500,000, que exceden las necesidades del Estado. Este método de cálculo de las contribuciones tiene como objetivo presentar al gobierno una clave sen­cilla de recaudación.

uSujeta a alzas y bajas, que libre a los pueblos de una administración obscura, arbitraria e insa­ciable, que los exima de mantener una tropa de exactores cuyos consumos son estériles, que tos salve de las vejaciones, malos tratos y crimina­lidades a que han estado sujetos, y por último de ser víctimas del capricho de un ministro ig­norante.n353

Peinado sostiene que todos los valores se encuentran alterados por impuestos, tributos y gravámenes. La agricultura, industria y comercio, caminando a paso lento por trabas y derechos. Con el nuevo sistema el dinero es suficiente y por tanto los valores deben bajar en razón de los tributos, gavelas, estancos, aduanas y demás impuestos que quedan abolidos. Los fondos sobrantes deben dedicarse al fomento de las clases productivas y a la abolición de las deu­das de la nación. 354 Los gastos del culto divino, administración de sacramentos de justicia y fomento particular de la industria y la agricultura, deben correr a cargo de cada junta provincial, la cual para estos propósitos podrá alzar las contribuciones a nivel de las de Estado o más, según juzgare conducente. 355

Peinado luego recomienda que las mujeres no estén exentas de Ja contribución, como también la nobleza y los religiosos. 356

U.i /bid, p. ] 74 . u 4 /bid p. 17S. 1·11 /bid, p. 77S .

' 1 ~ /bid. pp. 716, 178.

170

Peinado explica el método de recaudación, con lo que logra dar más luces sobre su sistema de im­puestos. Los reinos se dividen en provincias, parti­dos y municipio. Toda ciudad, villa, pueblo o aldea tiene que tener cabildo de justicia y regimiento, cuyas funciones, entre otras, incluyen formar los censos de habitantes y recaudar las contribuciones. Del censo se quita la tercera parte, que incluye a los incapa­citados y a los padres con muchos hijos, para los cuales sería muy gravoso contribuir. 357 Los dos ter­cios se dividen en cinco partes, entre las cuales se reparte la contribución, guardando equitativa propor­ción, no exacta, sino de prudente cálculo. En un pueblo de 1 50 habitantes contribuyen 1 OO. 1 /5 con­tribuye un escudo, 1/5 un escudo, 1/5 escudo y medio, 1 /5 dos escudos y 1/5 dos escudos y me­dio. 3Sa

En el momento de la recolección se deja una pequeña cantidad para el gobierno local, y lo demás se remite al gobierno central. 4% de lo recaudado queda a los ayuntamientos, la cabecera de partido recibe 1/2% del total, las cabeceras de provincia otro 1/2%, y la capital del reino otro 1/2%.359 En cuanto a la deuda externa, se recomienda liquidarla y manejar el tema con prudencia, ••ya que la gene­ración present~ ( ... ) no tiene derecho a gravar las futuras ni a consumir las rentas que no le pertene­cen ...

El texto termina con la exposición de la forma de recaudación provincial. El articulo 84 de la pro­puesta constitucional establece que las juntas de reinos restablecerán las rentas públicas, señalarán los obje­tos sujetos a deducción y los medios de acumula­ción, distribución, inversión y administración, de la

"1 /bid, p 1 7 7.

t\1( Jbirl, p. 178. <H /bid, pp. 178-179.

171

forma más conducente al bien general. 360 En mate­ria eclesiástica, Peinado le da continuidad a la po­lítica de secularización borbónica. Se especifica que es absolutamente necesario el mantenimiento de los párrocos, pero que no se debe basar en contribucio­nes por la administración de sacramentos, ya sean bautizos, matrimonios y derechos de entierro. Estos tienen que abolirse y sustituirse por fondos públicos del gobierno. Se recomienda la continuidad de los cabildos eclesiásticos, pero de ningún modo se pue­de mantener una multitud de dignidades, canónigos, prebendados que se mantienen en las catedrales. Se recomienda aumentar el número de obispados, par­ticularmente en América, satifasciéndolos con fon­dos públicos. A su vez, se recomienda abolir los diezmos, ya que son sumamente gravosos para el labrador y perjudiciales para la nación, uporque al­zando el valor real de todos los productos un dé­cimo sobre su costo natural, les hace perder las ventajas que podrían alcanzar en los mercados na­cionales y extranjeros. Abolido el diezmo pasan a ser carga de los fondos públicos el mantenimiento de arzobispos y obispos, culto divino, hospitales, cárceles etc.

También se recomienda examinar las fundaciones piadosas y capellanías a las cuales se les darán aplicaciones que más convenga al servicio de Dios, uconciliando la voluntad de los muertos con la co­modidad y alivio de los vivos.n 361 El texto culmina con una síntesis preciosa de la interrelación entre política y política tributaria.

ula dulzura del gobierno, la sabiduría de las le­yes, la pronta, recta y fácil administración de la justicia -y la moderación de los impuestos, son el manantial de la población. Esta produce la abun-

'60 /bid, p. 18 7_

w !bid. P- 182.

172

dancia; la abundancia produce la población; y de este circulo de causas y efectos, y de efectos que se tornan en causa es un centro el gobierno de que deben salir continuos impulsos que au­mentan su esfera, la cual constituye la felicidad, el rango, la consideración de un Estado.u362

Instrucciones económicas de Antonio García Re­dondo: Apuntes instructivos.

Las instrucciones económicas de García Redondo contrastan con las de Peinado, ya que representan la posición agrarista republicana y proteccionista en términos comerciales. Para el análisis de la parte económica de Apuntes instructivos se seguirá el mismo método seguido con las Instrucciones económicas de Peinado; presentando primero un resumen de los aspectos centrales de la propuesta constitucional, para luego examinar la propuesta económica. De esta forma se entenderá mejor el contexto ético y político de la propuesta económica. En el caso de Apuntes ins­tructivos se desarrolla la propuesta constitucional en la primera parte, y se cierra el documento con la parte económica, todo en un mismo texto.

Según García Redondo, la acefalía de la monar­quía española ponía a la nación en una situación propicia para organizar un pacto social, adoptando una posición contractualista común en el ayunta­miento de Guatemala. Sostiene que la nación se encuentra en una situación análoga

uAI caso original y primitivo del pacto social, para poder ser repuesta en unos derechos que nunca debió perder, y que no pueden destruir la posesión, el tiempo inmemorial ni algún otro pretexto de esa naturaleza, mientras no se acredite libre consentimiento en su renuncia y utilidad pública en ello ... 363

161 /bid, p. 183. '4

' Apuntes insrr11ctivos. p. 256.

173

El establecimiento de las Cortes generales espa­ñolas tenía dos objetivos: organizar la defensa, y redactar una Constitución 1 iberal que previniera el despotismo sin destruir las prerrogativas de la Coro­na _364

La estructura de la Constitución adopta el princi­pio de separación de poderes con una monarquía poderosa. Se sostiene que solamente una monarquía poderosa puede mantener la unidad de tan extenso territorio, y por tanto se deben eludir los extremos de la monarquía absoluta y la democracia. El mo­delo de Constitución que se recomienda está basado en la

«Constitución mixta inglesa porque ha podido hallar, ordenar y fijar los contrapesos al poder monárquico en unos términos que lo equilibren y no Jo destruyan; que lo obliguen á caminar por un carril demarcado, sin hacerle violencia; á refundir la voluntad propia en la común de la nación, por interés de ésta y de la misma sobe­ranía ( ... ) sólo una nación firme, tenaz, filósofa, ha podido en medio de su perpetua lucha contra el despotismo, hallar por partes el gobierno que se figuró Tulio, después de haber probado en sí mismo la quimera del republicanismo ... 365

García Redondo recomienda una Constitución mixta de tres Constituciones puras como son la monar­quía, aristocracia y la democracia. Argumenta que la Constitución inglesa se basaba en cuatro princi­pios: 1) el ejecutivo estaba en manos del monarca;

'64 /bid, p. 205. El uso de la palabra liberal en el sentido político,

según los · expertos, tiene sus orígenes en las Cortes de Cádiz, pero se puede observar que en Apuntes instructivos ya se usa ese voca­bulario en 18 1 O.

'6

·1 /bid, pp. 195-196, 202. Hay que advertir que se está refiriendo

a la fallida experiencia republicana de Cromwe/1, y por tanto es una critica al republicanismo representativo, ya que en otros mo­mentos del texto se define el modelo como una república

174

2) el leJislativo estaba dividido en dos representa­ciones separadas de la nobleza y el pueblo. Si el poder se asignaba a una representación única, parte de la nación quedaba sin representación, lo que resultaba en despotismo366

; 3) El poder judicial es­taba separado de los poderes ejecutivo y legislativo; 4) No se podían colectar impuestos sin el consen­timiento del pueblo. 367 En este frabajo se interpreta este modelo de Constitución como una propuesta de republicanismo mixto, a pesar de que el ejecutivo está investido en un monarca. Esta interpretación se basa en las siguientes razones. Hay pensadores como Rousseau que sostienen que una monarquía puede ser una república, en el sentido de que su principio central puede ser la virtud. Montesquieu describe a la monarquía inglesa como una república disfrazada de monarquía. En el caso de García Redondo, aun­que se propone una monarquía, se dice claramente que el modelo original proviene de Cicerón, quien hace una propuesta republicana. Pero quizá el argu­mento más convincente para considerar la propues­ta de García Redondo como una república se basa en el hecho de que él mismo la describe como república 368

, y cuando hace su propuesta económica retoma las ideas republicanas clásicas, donde le da un énfasis fundamental a la relación virtud-econo­mía, a tal punto que convierte la virtud en el prin­cipio central de la Constitución.

En cuanto al concepto de soberanía, no queda

•u Hay que observar la diferencia fundamental entre la Constitución propuesta por Peinado, y lo que propone Gorda Redondo. Peinado eliminaba la representación aristocrática, lo que para Gorda Re­dondo equivale a despotismo. Hay que observar que tradicional­mente se ha pensado que el grupo de Peinado asociado a la fa­milia Aycinena aspiraba a mantener privilegios aristocráticos cuan­do en realidad la propuesta de representación aristocrática viene de Gorda Redondo, que representaba a otros sectores sociales ligados a los comerciantes peninsulares, artesanos e indtgenas .

"' /bid, pp. 191-200 tfáJC /bid{ p. 232.

175

duda de que la soberanía emana del pueblo y se establece la doctrina de la soberanía de la ley. cela ley no tiene superior ( ... ) la ley liga siempre aun al mismo legislador ( ... ) el soberano mismo no goza facultad alguna sobre la leyn369 En materia de dere­chos y libertades individuales, García Redondo es más cauteloso que Peinado, que encabezaba su pro­puesta con una declaración de derechos del hom­bre. Sin embargo, las libertades individuales están garantizadas en la Constitución, especialmente la libertad individual y el derecho de propiedad. 370

En cuanto a la organización de los poderes del Estado se recomienda que la legislatura esté dividi­da en dos casas: popular y aristocrática. El pueblo elige a sus representantes, y el derecho al voto se extendía a todos los hombres con hogar y propieta­rios en villas y ciudades. Los candidatos tenían que ser mayores de treinta años y propietarios.371 El período de la legislatura se extendería de cinco a seis años. La representación popular fija los impuestos e inicia la legislación. La representación aristocrática tenía dos partes: la permanente y hereditaria, compuesta por los grandes terratenientes, los generales y obis­pos y la nombrada por méritos, por ejemplo los capitanes generales, virreyes y eminentes miembros de la casa popular. 372 Su contribución es discutir y aprobar la legislación surgida de la casa popular. La existencia de la nobleza se justifica usando un argu­mento muy conocido, que sostiene que la existencia de la nobleza es esencial para la existencia de la monarquía, ya que sirve de colchón entre el pueblo y el monarca, balanceando la Constitución. 373

El poder Ejecutivo está investido en el monarca,

169 /bid, pp. 226, 256. 1711 /bid, p. 230. lll /bid. p. 213-14. 111 /bid, pp. 223-224. m Ver este argumento en El espíritu de las leyes, libro JI, cap. 4.

176

del cual surgen todos los honores. Contribuye al legislativo confirmando las leyes o retornándolas para más discusión. Como protector de la Iglesia, nombra a los eclesiásticos y convoca a las asambleas de la Iglesia. Es el jefe de las fuerzas armadas, y declara la guerra y la paz .374 El poder judicial tiene que ser independiente del poder ejecutivo, y encargado de los tribunales, aunque la justicia se administre en nombre del monarca.375

En asuntos electorales concernientes a la elec­ción de los ayuntamientos, la posición de García Redondo es diferente a la de Peinado en materia democrática. Para pueblos pequeños se recomienda la democracia directa, y para los más grandes la democracia indirecta, eligiendo primero a electores y luego éstos eligen el gobierno municipal. Todos los residentes tienen el derecho a voto, pero los candidatos tienen que mantener un razonable nivel de vida. Las elecciones son anuales. 375 Esta pro­puesta constitucional es el origen de las ideas radi­cales concernientes a la democracia en Centroamé­rica. En materia de defensa, la posición es parecida a la desarrollada por Peinado. Se argumenta que el sistema militar europeo es producto del despotismo y tiene que ser eliminado. El ejército regular redu­cido a las necesidades de la ley, el orden y la defensa del territorio y los puertos, adoptando una doctrina eminentemente defensiva que marca el abandono del imperialismo. La prioridad tiene que ser la marina, ya que contribuye a la riqueza y a la libertad. Una milicia general se considera más efectiva para repe­ler invasiones, y más importante, la mejor defensa contra el despotismo. Una nación entrenada en las armas es la mejor defensa de la Constitución.j77 Este

,,. /bid, pp. 23 1-2 3 2.

"1 /bid, p. 233.

'" fbid, pp. 24-245. "' /bid, p. 24 8.

177

es un argumento clásico republicano. De esta forma se resumen los principales argumentos políticos pre­sentados en la parte constitucional de APuntes ins­tructivos. La última parte de este texto está dedica­da a los aspectos económicos, que son motivo prin­cipal de atención.

Aountes instructivos en su parte económica está dividido en tres secciones, dedicadas a las rentas sobre la propiedad, el comercio y las costumbres del pueblo. El sistema tributario existente se descri­be como embrollado y muy propio para abrigar dilapidaciones escandalosas que es necesario reme­diar. En el nuevo sistema se han de tener presentes las tres cosas siguientes: .. monto total de las rentas, su distribución justa, su cobro expedito y lo menos gravoso que se pueda.n 378 Determinado el monto de las rentas ordinarias para llenar el vacio de las necesidades del Estado, se deducirán de ese monto los productos de aduanas, de bulas, papel sellado, diezmos, administración de correos y demás ramos que hayan de subsistir por no ser opuestos al plan de reformas. El resto que resultare es el que ha de cubrir la nación, como Jos subsidios extraordinarios, a través de la representación popular que fija los impuestos.379 Aquí ya se pueden observar las prime­ras diferencias con la propuesta de Peinado, ya que no se estipula la abolición de impuestos de aduana y diezmos. Para la distribución de las cargas tributarias se señalan dos principios: a) que nadie esté exento de pagar la cuota proporcional que le toca bajo ningún pretexto o título. b) Se formará un censo de la población y los recursos a efecto de compartir con la igualdad posible el monto de las rentas con que ha de con­tribuir la nación anualmente. 380 La Junta de reino distribuye fas cargas a nivel de provincias, éstas a

m Apuntes instructivos, pp. 250-251. m ldem. pp. 251-252. HW /bid, 252.

178

nivel de partido y éste a nivel de poblaciones. Las municipalidades para llenar. sus propias necesidades tienen la facultad de establecer en la forma que les convenga el fondo conocido con el nombre de propios y arbitrios.381 Cualquier otra imposición o gravámenes desaparecen por no ser necesarias al bien público .

.. Que no quede rastro ni señal de estancos algu­nos, alcábalas, ni otras algunas derramas, ya sean públicas, ya particulares, ni aun con título de subsidio voluntario o espontáneo de ninguna pro­vincia en particularu. 382

El respeto a la propiedad debe ser absoluto para gozar de sus propiedades como mejor le convenga al individuo; por lo tanto deben desaparecer las servidumbres destructoras que se oponen al gozo pleno de esta libertad, que la coartan como son los privi­legios de la Mesta .

.. Todo privilegio, exencton ó servidumbre activa, son causas contrarias á las miras generales de la ley; y por lo tanto agenas de una Constitución liberal, cuya base propia es la igualdad en las cargas tributarias y en los beneficios de la Repú­blicau.383

En el segundo apartado económico, dedicado a la política comercial, se elabora un interesante plan­teamiento en defensa de la protección comercial, usando argumentos como los que usa Peinado en defensa del comercio libre. Hay que señalar que la protec­ción sólo se aplica a nivel externo del imperio, ya que a nivel interno se recomienda el libre comercio, defendido por la mayoría de economistas españoles.

IXf /bid, p. 254. IH} /bid, p. 255 . IHI /bid. pp. 255-256.

179

.. El comercio libre interior ha de ser absoluta­mente libre entre todas las provincias que for­man el Estado, o Monarquía Española, por lo que respecta á sus frutos naturales ó industria­les, sin que jamas se pueda poner por ninguna autoridad traba que lo embarace. Este resultado es efecto inmediato de la igualdad de derecho que todos disfrutan entre si.u 384

En lo que concierne al comercio exterior o con los extranjeros, una comisión de las Cortes, con base en informes y el tipo de relación que se mantienen con otras naciones, debe fijar la forma de hacerse.

u ... Teniendo presente que este punto es de la mayor consecuencia, y que esa libertad indefini­da que tanto se declama, sería la base cierta de nuestra esclavitud: el que hoy nos viste mañana nos dará de comer y al siguiente nos forzará á que le paguemos el alimento y vestido con nuestro sudor y nuestra libertad. Aunque parezca super­fluo, insistimos sobre esta idea, porque vemos correr muchos libros que predican dicha libertad entre las naciones, capaces de fascinar los ta­lentos superficiales. Baste saber, que las mismas Naciones de donde son los autores, obran bien al contrario de lo que éstos predican; y que -su teoría podría ser soportable en el único caso (imposible) de partir todas las naciones de un mismo grado de industria, riqueza, población y recursos. •• 385

Seguramente la crítica va enfilada a las Instruc­ciones económicas de Peinado, y Adam Smith es el autor cuya doctrina no se adopta en su propia tie­rra. Ante diferencias de posiciones económicas tan grandes, la salida lógica era la presentación, por

iH~ /bid, p. 2S6. 257. iK.\ /bid, pp. 251-258.

180

parte de la minoría, de unas Instrucciones diferen­tes.

Luego aparece la crítica al afrancesamiento en la moda, recomendando la adopción de un traje nacio­nal y uso de ropa nacional para que el carácter grave de la nación no quede subordinado a la volatería francesa, ni comprometida su Independencia. No tie­ne duda de que el pueblo aceptaría la idea con la excepción del gran mundo de las grandes ciudades. Advierte que la idea del traje nacional puede pare­cer una quimera, pero sin ser una tan grande como la del libre comercio de todas las naciones. 386

Sin duda, en la idea de introducción del traje nacional comienzan a revelarse los primeros rasgos duros característicos de las repúblicas antiguas.

En relación con el comercio particular del Reino de Guatemala, se adopta el principio siguiente:

uQue no se puede introducir en el Reyno de Guatemala por ninguno de sus puertos, géneros de algodón, aun de aquellos que tenga admitidos la Nación; á causa de ser este renglón abundantísimo en su primer materia, y recaer sobre él la única industria de que goza el Reyno, y en un estado capaz de abastecernos de este género de ropas; y porque si así no se hace, vendrá á caer en la última miseria, á que tanto le han acercado las introducciones escandalosas y destructoras de estos últimos años, de los mencionados géneros de algodón.n387

La última sección económica de Apuntes instruc­tivos cierra con un discurso sobre las costumbres del pueblo, que se pueden leer como una defensa

~~~ lb id, pp. 2.5 8- 2.5 9. m lbid, p. 260.

181

de la sociedad agraria republicana y de una repúbli­ca basada en las virtudes cívicas.

El texto, usando la definición de virtud de Montesquieu, no deja duda de que las virtudes son la base del fortalecimiento de la nación, y de que la nación española tiene un carácter apto para la vir­tudes, para el patriotismo. uEse carácter embebe las mejores semillas de virtud; y sabiendo sostener y dirigir se estrechara con el amor de la Patria, que es la virtud que necesita fijar en él la Constitución para su salvaguardau. 388 Para conseguir este objetivo de fortalecer las virtudes se dictan las recomenda­ciones. Adopta una explicación de la corrupción parecida a la de Montesquieu, quien señala que los gober­nantes son los responsables de la corrupción de los pueblos, ya que la corrupción siempre comienza en los gobernantes. García Redondo argumenta que la corrupción en las costumbres tiene su origen en el sistema fiscal español, que establecía, por ejemplo, estancos que par al izaban los brazos de los pueblos, los obligaban a tomar rutas opuestas a sus buenas costumbres y a vivir en acecho de la oportunidad de burlar unas leyes que condenaban en él una actividad legítima por naturaleza. El mal de la corrupción y todos los añadidos a ella se pueden corregir si se adopta en las nuevas leyes este luminoso principio:

.. Que se cuide escrupulosamente de no admitir entre nuestras leyes civiles y penales, ninguna que no vaya acorde con las naturales y divi­nas,JB9

ixx /bid, pp. 260-261. Montesquieu en la advertencia que encabeza el libro Del espíritu de las leyes dice: "Lo que llamo virtud en la república es.. el amor a la patria, es decir, el amor a la igualdad. No se trata de una virtud moral ni tampoco de una virtud cristia­na, sino de la virtud politica En este sentido se define como el resorte que pone en movimiento al Gobierno republicano, del mis­mo modo que el honor es el rewrte que mueve a la monarquía. Así pues, he llamado virtud política al amor a la patria y a la igualdad".

<XY /bid p. 26/

182

El segundo punto de origen de corrupc1on de las costumbres es la desigualdad de las fortunas, des­plegando los argumentos clásicos de los pensadores republicanos que sostienen que es el origen de la tiranía.

uSabemos que la igualdad de ellas ·[fortunas] es un ente de razón, y más quimérico aún el em­peño por alcanzarlo; no obstante, en una Cons­titución liberal, se deben tirar todas las líneas para acercarse quanto se pueda hacia ella; y opo­nerse á la pendiente natural que nos aparta con­tinuamente, para no dar paso franco á la corrup­ción de las costumbres, y con ella a la tiranía. Esta adquiere toda su robustez en el fatal mo­mento en que las grandes fortunas se tocan sin intermedio alguno, con la suma miseria: hay en este caso quien todo lo venda y quien todo Jo compre; precisión forzosa para lo primero y com­placencia para lo segundo; con que no puede dejar de suceder á la corrupción de costumbres, el imperio de la tiranía. Luego será otra atención tan escrupulosa como la anterior, en nuestra legislación futura, el no dejar pasar ley alguna que no vaya tocada á esta base de oposición á la desigualdad, y de cercanía á la igualación de fortunas.u 390

En un plan económico de tendencia igualitaria no se pueden permitir fundaciones de mayorazgos ni vinculaciones y se establece la abolición de las antiguas. También se estipula que un testador millonario, sin herederos forzosos, no puede disponer a favor de un solo individuo su caudal y que al menos lo debe compartir entre dos. 391

tyo /bid p. 262. •vr /bid, p. 263 . De aplicarse esta medida, tenia que abolirse el tínico

mayorazgo exi~tente en Guatemala, fundado por Fermín de Aycineno.

183

García Redondo argumenta que no hay nada que reponga la pérdida de las buenas cbstumbres, y por tanto nada se debe omitir en la Constitución para evitarlas. Defiende la idea de que la población rús­tica campesina ayuda a la preservación de las bue­nas costumbres, y que por el contrario se deterioran en las ciudades adoptando la línea agraria republi­cana.

uEs pues del mayor interés, fomentar la primera, y poner embarazos á la segunda, ya directa, ya indirectamente: que no se permita á los grandes propietarios vivir fuera de sus tierras, o estable­cerse en las capitales; que en éstas no resida más tropa que la necesaria á mantener el buen orden: que en ella no se sufra ni tolere la demo­ra de ninguno de quien no conste su destino, procedencia y oficio que ha de ejercer, y que en este particular la vigilancia de la municipalidad sea la más diligente y exquisita, manteniendo registros muy individuales. Para asegurar estos resultados deben estar muradas todas las gran­des poblaciones: en ellas deben adoptarse con preferencia, los medios indirectos de las contri­buciones, y cargar éstas sobre los consumos, sin reparar en que sean de primera necesidad; pues conviene hacer más difícil y costosa la manuten­ción dentro de los muros. La mendicidad tampo­co debe tolerarse dentro de ellas, porque es el foco devorador de las buenas costumbres: una buena policía sabe socorrer la verdadera necesi­dad a menos costa: y si para ello fuere menes­ter una contribución, para nada seria más jus­ta ·"392

Vale la pena detenerse a comentar algunos as­pectos centrales de este texto. En primer lugar las restricciones para vivir en la ciudades violan con

•• , /bid, p. 264 .

184

seguridad los derechos del individuo, y esto se ex­plica por la prioridad que le da el republicanismo a la virtud por sobre los derechos individuales. Esta diferencia es central para distinguir el liberalismo del republicanismo. Si se desea una república con ca­racterísticas clásicas, esta prioridad es natural, ya que de otra manera no se puede realizar esa forma de gobierno. En segundo lugar, hay que observar que la preferencia agraria de García Redondo no tiene base en la teoría fisiocrática, sino en la ética republicana. En tercer lugar, de llevarse a cabo el amurallamiento de las ciudades en Guatemala, hu­biéramos tenido ciudades amuralladas que no hubie­ran sido el resultado de instituciones feudales, sino el resultado de la república clásica o antigua.

El discurso sobre las costumbres del pueblo con­tinúa con una advertencia sobre el riesgo que impli­ca para la juventud la educación ilustrada, que es necesaria para mantener la monarquía.

uHay que pasar la prueba y correr el riesgo de perder lo más, que es su inocencia, por adquirir la ilustración: es muy difícil concordar estas dos cosas y asegurarlas ambas, pero se debe procu­rar, dando una nueva planta de estudios que los mejore y al mismo tiempo salve a nuestra juven­tud de los riesgos á que se le aventura.u 393

García Redondo considera necesario ser más concreto alrededor de las medidas que deben tomarse para fomentar las buenas costumbres. Sostiene que se desarrollan con la edad, se forman con el ejemplo, se apoyan en la asiduidad del trabajo, y la propor­ción justa de éste con el descanso y con la diver­sión. El buen ejemplo se toma de la casa paterna, y en ésta debe resaltar un amor decidido al trabajo. Las siguientes medidas concretas son pertinentes para

m /bid, p. 265.

185

mantener las buenas costumbres:

"1 o, hacer que el peso todo de la infamia legal recaiga sobre la ociosidad y preocupaciones que la abortan: 2o, procura que la opinión pública venga en apoyo de la ley: 3o, que no se admi­tan establecimientos, que socapa de caridad, fomenten directa ó indirectamente la ociosidad y vagamundería ... 394

Se agrega que el amor al trabajo se tiene que mantener desarrollando actividades en qué emplear­se. El reino perdió su vigor desde el momento en que le arruinaron su principal ocupación. Es preciso que se legisle para reponer a la nación en sus le­gítimos derechos y providenciando que en nuestras provincias se trabajen sus materias primas y se ela­boren en las formas más usuales del pueblo, léase textiles. Estas medidas sólo tienen en contra los caprichos del lujo de las gentes de mundo. Hay que recordar que por el principio natural de las socieda­des nadie tiene derecho de perjudicar a su vecino, y mucho menos ulo tendrán algunas docenas de locos y coquetas para abismar á una Nación grande en un océano de desdichas, con la inventiva novedad y exquisitéz de sus trajes extranjerosu. 395

No todos los trabajos son desfavorables a las buenas costumbres, los de la agricultura son su más seguro fundamento, por la sencillez y candor con que las adornan, por la fortaleza y robustez en el alma y cuerpo que difunden. Hay que meter en la agricul­tura el mayor número de brazos que se pueda. Hay que procurar la división de las tierras; embarazar su acumulación y adquisición de éstas por corporacio­nes, sean ·las que fueren. La representación nac ion a 1

tiene que ver como su principal responsabilidad la

'94 /bid. p. 265-266.

CY'í /bid, p. 267.

186

protección de la agricultura, juntamente con sus dependencias la industria y el comercio. 396

El texto cierra con recomendaciones sumamente interesantes sobre el entretenimiento de la juventud, que reflejan la influencia del republicanismo clásico. El entretenimiento tiene que favorecer las buenas costumbres. Se recomiendan los gimnasios que se hallaban establecidos en las provincias, por lo me­nos en España.

~<Sin dar en el escollo de la lubricuidad, á que incitaba la desnudez con que promiscuamente se ejercitaba la juventud griega de ambos sexo en los gimnasios, tienen todas las felices resultas que se apetecen, y son la alegría del animo, su distracción y el desarrollo de las fuerzas corpo­rales.))

En las zonas urbanas la juventud practica activi­dades sedentarias y con urgencia necesita diversio­nes que la agiten y que contribuyan a desarrollar sus fuerzas corporales que tanto se admiran en las zonas rurales.

~<No serían más útiles los ejerCICIOS gimnásticos que los teatros, las danzas ó bailes públicos que los juegos domésticos, los juegos de barra, pe­lota, carrera que los melancólicos y fríos paseos de una alameda ... 397

Lograr el desarrollo de las fuerzas corporales es un objetivo de las actividades recomendadas, pero también mantener entretenida a la juventud en pla­ceres inocentes que impidan minar el fondo de las buenas costumbres.

'"• /bid, p. 261-268. U/ /bid, p. 271.

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El texto político de las Instrucciones de la mino­ría del ayuntamiento no ha recibido hasta hoy la atención que merece. Lo mismo ha pasado con las Instrucciones económicas analizadas en las página anteriores. La propuesta económica de García Re­dondo se caracteriza por la claridad con que se puede observar la relación entre ética política y economía, y en particular la subordinación de lo económico a los aspectos éticos y políticos. Representan la pri­mera propuesta política y económica republicana en Centroamérica y es, por tanto, punto de partida para analizar el desarrollo de esta tradición en los años siguientes. La presentación de las Instrucciones eco­nómicas del ayuntamiento de Guatemala en las ver­siones de Peinado y García Redondo marcan un gran paso en el desarrollo de la economía política cen­troamericana, a tal punto que se convierten en los textos centrales para examinar su punto de partida.

Apuntamientos sobre agricultura y comercio del Reino de Guatemala del Real Consulado de comercio.

El diputado por Guatemala a las Cortes Extraor­dinarias, Antonio Larrazabal, pidió al Real Consulado de Comercio instrucciones para conocer los puntos de vista de esa institución y hacer una mejor repre­sentación de su ciudad. El Consulado presentó sus Apuntamientos, y esto permitió contar con un tercer documento que complementa las visiones económi­cas avanzadas por el ayuntamiento. El texto del Consulado tiene la misma naturaleza progresista e ilustrada de las Instrucciones del ayuntamiento. Este hecho no sorprende ya que en la lista de miembros del Consulado encontramos los mismos personajes que en el Ayuntamiento. Es de suponer que en el Consulado. coexistían exactamente las dos posicio­nes existentes en el ayuntamiento. Ralph Lee Woodward, célebre historiador, quien ha escrito un libro sobre el Consulado, sostiene que esta institución fue crea­da por los nuevos comerciantes criollos y peninsu­lares ligados al monopolio de Cádiz, y por esta razón

188

defendía ulos intereses de la clase mercantil por encima de los intereses de la nación como un todou. 398 El ayuntamiento por el contrario estaba dominado por los comerciantes criollos, quienes hacían la crítica al mercantilismo desde posiciones fisiocráticas y li­berales. Por esta razón, si bien es cierto que el consulado no se opuso a las instrucciones del ayun­tamiento, t~mbíén es cierto que no estaba dispuesto a apoyarlas. Esta división que observa Woodward lo lleva a concluir que:

uParece haber existido en forma creciente una diferencia ideológica fundamental entre el Ayun­tamiento y la Diputación Provincial [establecida en 181 2) controlados por los criollos, y el Con­sulado en que predominaban los peninsulares, con la validez de las doctrinas mercantilistas como base del conflicto ... 399

Es posible que Woodward tenga razón en su observación en cuanto a las diferencias ideológicas entre el ayuntamiento y el consulado. Pero es nece­sario advertir que esas diferencias no son tan claras y pronunciadas, ya que ambas posiciones coexisten al interior de ambas instituciones. Esto queda claro al revisar las listas de miembros de ambas institu­ciones. Al comparar la lista de priores y cónsules del consulado dada por Woodward 400

, con los signa­tarios de las Instrucciones del ayuntamiento, obser­vamos que hay muchos nombres repetidos. Por ejemplo tres de los cuatro signatarios de los Apuntamientos del consulado firmaron las Instrucciones de José María Peinado: Aycinena, Palomo y Urruela. El cuarto sig­natario es Payés. Por intuición se puede pensar que las personas que redactaron los Apuntamientos del

m Ra/ph Lee Woodward, Privilegio de c/me y desarrollo económico· Guatemala 1793 a 1871 (Costa Rica: EDUCA, 1981), p. 49

~Y\t /bid, p. 1 85. 41111 /bid, pp. 268-2 7 2.

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consulado conocían el debate en el ayuntamiento, y por esa razón evadieron los puntos controversiales en que no había habido acuerdo en el ayuntamiento y redactaron un documento que aborda y amplía temas diferentes. Llama la atención el silencio en Apuntamientos sobre el comercio, que era tema de vital importancia. Por otro lado en Apuntamientos se desarrolla de mejor manera el tema de la industria textil, la agricultura, la política indígena y asuntos religiosos, no abordados en las Instrucciones del ayuntamiento. La importancia de los Apuntamientos del consulado radica en lo que se tiene que decir concerniente a estos temas.

El texto comienza con un análisis de las carac­terísticas físicas del Reino de Guatemala ocupado por un millón escaso de habitantes. Se describe esta población y sus ocupaciones y costumbres. Los in­dígenas 646,666, se mantienen hasta el presente tan adictos a sus costumbres y usos antiguos, que ver­daderamente su vida es la misma que la de los primeros pobladores de la tierra, y desconocen el refinamiento de las naciones llamadas cultas. Su agricultura se reduce a milpas, trigales, frijolares y hortalizas en terrenos precarios. Pagan tributo, con­curren a las capitales de las cofradías y cajas de comunidad. Su industria artesanal era especializada por pueblos. Carpintería tosca en Comalapa y refi­nada en Cobán. Hilos de algodón en Cobán, Cahabón y Rabinal para abastecer a tejedores de Antigua y otros parajes. Hilados y tejidos en Totonicapán. Medias y calcetas en Sumpango. Otros pueblos hacen loza, petates, redes, sombreros de palma y hamacas. 401

'"' Apuntamientos sobre agricultura v comercio del Reino de G uotemalo que el Dr. Antonio Lorrazábal, diputado en las Cortes Extraordina­rios de lo noción por lo mismo ciudad. pidió al Real Consulado de Comercio en /unto de Gobierno de 20 de octubre de 181 O. Anales de la Sociedad de Geografía e Historio de Guatemala, No 27 (1953-54), 1-4, p. 88. En adelante Apuntamientos.

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Los indios masculinos en mayoría de edad son en­viados en repartimiento a las haciendas, a la com­posición de caminos, la construcción de edificios, templos y casas, y en fin, todo lo que es servicio penoso y molesto.

uEIIos [los indígenas] son el descanso de las demás clases sin exclusión; ellos son los que nos al i­mentan surtiéndonos de lo necesario y de rega­lo, al paso que ellos son tan parcos y frugales que casi nada comen de sustancia. Y si los in­dios trabajan como queda insinuado, las indias hacen lo propio al tanto y tal vez más ..... 402

La segunda clase de población, los pardos y al­gunos negros que se describen como flojos, 333,334 la dividen en tres clases. 1) en artesanos: pintores, escultores, plateros, carpinteros, tejedores, sastres, zapateros, herreros etc. Carecen de fondos en lo general para proveerse de materiales, por lo que hay que dar por adelantado, frustrándose muchas veces la confianza del cliente. 2) Gente de labranza y arme­ría .. ~qué penalidades, atrasos y fatigas no experi­mentan los dueños de haciendas y de recuas con ella! Indiferencia absoluta por los intereses del amo ( ... ) su pereza y falta radical de vergüenza hacen indispensable una continua vigilancia sobre ellos para que trabajen algou. Quedan excluidos de este con­cepto los pardos que trabajan sus pequeñas pose­siones, que son gente muy útil. 3) La tercera es la parte más diminuta y se compone de una zanganada perjudicial. No trabajan y viven a expensas de los robos de reses y frutos en las haciendas, de rapiñas y hurtos en las poblaciones, con lo que pasan la vida ujugando a los dados, embriagándose, hiriéndo­se y matándose atrozmente ( ... ) infundiendo recelo a los vecinos honrados y laboriososn. 403

4111 ldem, p. 8 9. "n lbid, p . 90.

191

El tercer componente de la población del reino lo integran los 40,000 blancos criollos y europeos ha­cendados, comerciantes, mercaderes, empleados y eclesiásticos. Unos hacendados poseen tierras de considerable número de leguas sin trabajarlas. No son útiles a ellos ni a los que carecen absolutamen­te de terreno. El ganado mayor para abastecer a Guatemala son el nervio de estas haciendas. Son individuos que no corresponden propiamente ni a la agricultura ni al comercio. Los que son verdadera­mente agricultores son los que poseen haciendas añileras, porque es toda el alma que vivifica el rei­no. También hay agricultura para el mercado inte­rior en azúcar y rapadura y algodón. A excepción de algunos pocos agricultores, a pesar de las gran­des extensiones son pobres en realidad, ya que están cargados de capellanías, hipotecas, habilitaciones, de tal manera que nunca están desahogados. Pasan la vida tapando huecos que la codicia ocasiona. 404 En cuanto a los comerciantes, existen treinta o treinta y cinco casas comerciales que tienen negocios con Cádiz. El comercio se ve afectado por el contraban­do que se ejerce impunemente. Se señala por pri­mera vez el efecto negativo que está teniendo para la industria textil nacional, que produce productos de primera calidad y baratos, la introducción de textiles ingleses en forma fraudulenta. Se señala que ya existen muchos brazos desocupados. 405 Esta queja, que sólo se vislumbra en esta época, se vuelve tema de mucha disputa en las décadas de 1820 y 1830.

El análisis de la sección de la población y sus costumbres termina con una defensa de la agricul­tura, definiéndola como la actividad más digna del hombre libre, que le garantiza una verdadera y só­lida propie-dad. Como en el caso de las Instruccio­nes económicas de Garcia Redondo, el consulado se

.I/. /bid, pp. 90-9 ' . • ll .l /bid, p. 9 2.

192

pronuncia por la pequeña propiedad individual:

uEs cosa averiguada en este reino, que las tie­rras repartidas en pequeñas posesiones, trabaja­das materialmente por sus dueños, fructifican incomparablemente más que las grandes hacien­das.n

El caso de la producción añilera en Chalatenango y Tejutla en la provincia de San Salvador lo de­muestran, ya que a pesar de la aridez de las tierras, es la zona más productiva de la provincia basada en la propiedad individual.406

Agricultura con respecto a los indígenas

La siguiente sección del texto del consulado aborda el interesante tema de la agricultura indígena, que no se trató con detenimiento en las Instrucciones del ayuntamiento. De nuevo hay una defensa de la laboriosidad del indígena ante el ataque tradicional que los acusa de haraganería. Se observa el gran problema del indígena relacionado con la propiedad sumamente precaria de la tierra, que depende del capricho de sus propios jueces, quienes la dan a su antojo en sus ejidos. Bajo este sistema nunca podrá el indígena afianzarse laboriosamente como en su posesión. Para superar esa situación se recomienda la formación de una Junta Protectora del indígena, compuesta por el arzobispo, el ministerio decano de la real audiencia, el regidor del ayuntamiento y el prior del consulado. Estas juntas se deben formar a nivel de provincias.407

Las juntas protectoras deben seguir una lista de 21 recomendaciones, de las cuales se resume lo más importante.

m /bid, p. 92-93. 401 /bid, p. 94.

193

El indígena tendrá campo propio en el ejido de su pueblo, distribuyéndosele la porción de tierra suficiente luego que se case. ~~Estas tierras se les darán en absoluta propiedad para sí y sus suceso­res, sin que sus justicias puedan ya despojarlos de ellas, como ahora lo hacen en muchos pueblos; pero sí los obligarán a cultivarlas en el caso de indolencíau. Para que el cultivo se lleve a cabo les suministrará el alcalde mayor, herramientas, semi­llas, bueyes de arado y demás que necesiten; pero no podrá repartirles efecto alguno que les sea in­útil, bajo la pena de perderlo. Para evitar los abu­sos en cuanto a la fijación de precios, el indígena tiene derecho a observar los precios del mercado y a comprar los productos por su cuenta. Llevará el alcalde mayor un libro, donde anotará por menor los efectos que reparta, y los frutos que reciba en pago, con expresión de precios en unos y otros. Se da copia de esto a la justicia indígena, al párroco y a la junta protectora. El indígena queda en liber­tad de vender su producto y pagar en dinero si lo prefiere. En ningún caso podrá cobrarse en maíz ni otros granos de sustento básico. El alcalde está a cargo de velar porque el indígena cultive la tierra. Si hay abandono de cultivo por enfermedad o muerte, el alcalde obliga a los vecinos a continuar las la­bores en los días festivos, siempre en beneficio de los herederos, convenciéndolos del beneficio común de estas prácticas. Las tierras nunca deberán res­ponder a deuda alguna del propietario, ya que pertenecen al ejido del pueblo. Los repartimientos de indios para trabajar en la haciendas de los blancos quedan suspendidos para todo in dio que tenga tra­bajos qué atender.

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uBajo esfe supuesto, no tan solo no se obligará a indio alguno que tenga cementera propia, o que esté para sembrarla, cuidarla o cosecharla, a que vaya a beneficiar la del blanco, sino que aunque quiera, no se le permitirá abandonarla

si de ello ha de resultar el que se le pier­da ... 4oa

Sin duda esta propuesta de haber sido efectiva representaba el fin efectivo del sistema de repartimiento de indios. Sólo se puede echar mano de rep~rtimiento en aquellos casos en que el individuo indígena no tenga ocupación. Los hacendados tendrán que echar mano de otra gente que les trabaje por un jornal, práctica muy común en algunos lugares del reino. Se estipula que pueden continuar los repartimientos de hilazas en las provincias donde se acostumbra, ya que no afectan a la agricultura. Se recomienda igualmente introducir la industria de hilazas donde no existen, para dar trabajo a las mujeres. De todas las medidas recomendadas en el texto cabe desta­car la tendencia a la privatización de la tierra, que ya venía siendo recomendada en España por Campillo, Campomanes y Jovellanos. Este tipo de medida, de implementarse, tendría que llevar a la desaparición del sistema de pueblos de indios. En segundo lugar, cabe resaltar la tendencia a la abolición del sistema de repartimiento de indios en favor del trabajo asa­lariado libre. En efecto, las Cortes de Cádiz abolie­ron el repartimiento de indios.

Cofradías, sacristías y servicios parroquiales

La tercera seccron del los Apuntamientos del Consulado está dedicada al tema de los abusos que se cometen en las instituciones antes mencionadas, ya que de ellas resulta una pérdida económica im­portante para el reino. Este aspecto no se trata en las Instrucciones del ayuntamiento. Luego de adver­tir sobre la utilidad de las cofradías en términos de cuidar la fe, se observa que sus circunstancias y métodos se han alterado al punto de convertirse en una presencia ruinosa para la población y la agri-

41111 /bid.

195

cultura. uNinguna de estas cofradías tiene fondos, y todos los gastos generales e individuales, deben salir de la contribución, de la derrama, de la limosna, del sacrificio del cofradeu. En segundo lugar, su número no es proporcional al vecindario. Cuando los pue­blos tenían triple cantidad de familias tenían diez cofradías. El mismo número se ha conservado, aun­que ha disminuido la población, en razón de tres a uno. 409 En estas circunstancias, las cofradías son demasiado numerosas y ocasionan gastos excesivos. Esto sería más llevadero si los pobres contribuyen­tes pudieran trabajar mientras les dura la obligación en las cofradías. ~~Lo peor es que desde que entran en cofradía hasta que salen, quedan vinculados ex­clusivamente en la sacristía.n410

En cuanto al abuso en los servicios de sacristía para los cofrades, lo que se denuncia es patético. Se compara con España, donde cada iglesia parro­quial está aseada y servida por un sacristán y un par de monaguillos, y en la de los anexos no había más que un sacristán. En Guatemala ocupan el descomunal e increíble número de doscientos cua­renta y ocho indios. uAIIí vegetan silenciosos y mi­serablemente a la sombra del campanario, olvidados de sus trabajos, y esperando que sus mujeres les lleven allí mismo la comida del día, gánenla donde la ganasenlf. Cuando un indio termina su año de sacristía, además de quedar arruinado, ya no vuelve con el amor de antes al trabajo del monte. Además de aflojarse se le inspiró un gusto que no tenía por vivir en la ciudad, la vida sedentaria e inactiva .411

Lo mismo sucede en los servicios parroquiales, donde hay excesivo número de individuos. Para el servicio de los dos curas y dos coadjutores se de-

/bid. pp 98-99. 410 /bid, 9 9. Por lo que ~e dice en cuanto al servicio en /m wcri~tías

los cofrades hacían un año de servicio exclusivo ~in remuneración. /bid. p. 99. 411

196

dican udiaria y exclusivamente ciento treinta y cua­tro hombres, sin contar las mujeresu. Ninguno de estos empleados gana cuartillo, y comen en sus casas y quién sabe de dónde. Se concluye que por estar en este tipo de tareas inútiles para la agricultura, un gran número de indios dejan de trabajar en la agri­cultura.412

También se denuncia otro tipo de prácticas, que son onerosas para el bienestar de los indígenas. Se acostumbra mandar cuadrillas de indios el dia de quincuagésima a pescar a los lagos y ríos, hasta el sábado santo, sin ganar un centavo. Tienen la obli­gación de enviar todo el pescado al cura y enviarlo fresco, así que ocupan otras personas como trans­portadores. Para todos los viernes del año se ocupa en la misma actividad a otro grupo de indígenas. Otra de las costumbres injustas es la de enviar al indígena a llevar tributos a la capital sin remunera­ción. Un poco peor es la costumbre de que sólo los indios vayan a limpiar y componer sin remuneración los caminos, puentes y calzadas. Se recomienda agregar a esta actividad a los ladinos, pero hay silencio absoluto en cuanto a los blancos. También a los indios se les obliga a componer parroquias, iglesias y cabil­dos. 413

Se observa que es necesario cambiar esas cos­tumbres negativas, a pesar de que los indígenas son muy apegados a sus costumbres. ••Háganseles cono­cer experimentalmente, que con motivo de quitarles una mala costumbre no se les pone otra peor, como les está sucediendo casi siempre, y se verá con qué

•11

. ,.

/bid, p 1 OO. Para los interesados en profundizar en el tema se recomienda leer el cálculo de ¡ama/es perdidos en estas actividades El sacerdote }osé de Alvarado calculó que en los seis curaros de la provincia de Guatemala se perdían un total de doce mil setecientos setenta y cinco ;ama/es, solamente en tareas de recoger las noven­ta raciones de zacate y las cincuenta de leña. /bid, p. 101-102 .

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gusto y prontitud abrazan la exonerac1on de cuantas tienen ... 414 Se presenta un interesante cuadro de los jornales perdidos en el reino por las actividades no remuneradas a que son sometidos los indígenas. Se calcula que se llega a la suma espantosa de 407,880 A esto hay que agregar los 13,505 jornales de las mujeres que trabajan como molenderas. Se calcula que con ese número de jornales perdidos se podría por ejemplo cultivar el doble de cacaotales. 415 Se pregunta por qué han decaído los cacaotales, milpas, jiquilite, grana, algodonales, la población, la moral popular. uA todo se debe responder, porque se hace perder a los indios más de medio millón de jorna­les al año." La raíz del mal se encuentra en el análisis detallado minucioso, que no les interesa a los jefes supremos, que buscan el origen de los males en cosas de más magnitud.416

Se concluye el apartado sobre agricultura indíge­na recomendando las siguientes medidas: a) que no haya más cofradías que las fundadas con licencia real y aprobados sus estatutos por el Consejo de Indias; b) que no se repartan indios para servicios en los conventos, casas reales, ni indias molenderas, ni zacateros, ni leñateros, ni chajales, ni pescadores, por ser contraria a la razón y la justicia; e) que tengan los indios la misma libertad individual que los ladinos.417 Los Apuntamientos económicos del Real Consulado de Comercio terminan con recomendacio­nes sobre como mejorar la administración.

Con la presentación de los Apuntamientos del Consulado, el diputado por Guatemala Antonio Larrazabal contaba con un tercer documento econó­mico, que lo preparaba para hacer una buena repre­sentación- en términos económicos y políticos. Se

m /bid, p. 702.

416

411

198

/bid, pp. 102-103 . /bid. /bid, p. 104.

reconoce que fue uno de los diputados más desta­cados.

EL APORTE EN MATERIA ECONOMICA DE LAS CORTES Y EL PRIMER PERIODO

CONSTITUCIONAL

Las Cortes Extraordinarias que abrieron sesiones el 24 de septiembre de 181 O y constituyeron un foro donde se llevó a cabo una discusión muy rica, como en todo lugar donde se discute la elaboración de una Constitución . En materia política se promul­gó la célebre Constitución liberal española, el 19 de marzo de 1812. La Constitución organizaba una monarquía constitucional. El poder legislativo inves­tido en las cortes, con representación unicameral, quienes proponen la legislación. El monarca contri­buye en la aprobación de las leyes (Art.l5). El poder ejecutivo estaba investido en el monarca (Arts. 16 y 160). El poder judicial era administrado por tribuna­les independientes (Art. 17).418 El gobierno de las provincias estaba encabezado por un jefe superior o presidente, que presidía una diputación provincial, compuesta por siete diputados electos y un intendente (Art. 134) El gobierno local o de los ayuntamientos estaba encabezado por un jefe político, por los dos alcaldes, regidores y síndicos, todos estos últimos electos anualmente (Art. 312). En materia de reli­gión se garantizaba el derecho exclusivo a la prac­tica de la religión católica (Art. 12). En materia de derechos individuales se garantizaban la libertad, la propiedad y otros derechos legítimos del individuo (Art. 4) En términos de nacionalidad definía a la nación española como la unión de los españoles de ambos hemisferios (Art. 1 ). En términos de ciuda­danía se concedió el derecho al voto a los indige-

... e On5 ti lución Política de la Monarquía E spafiola Promulgada en Códiz a 19 de marzo de 1 B 12. Uso la reproducción hecha por José Gorda Oaver, Oige5to Constitucional (Guatemala: tipografw Nacio­

nal, 1971 ).

199

nas, pero se excluyó a las castas (Art. 18).419 Esta Constitución rigió la vida del Reino de Guatemala entre 1812-1814, y 1820-1821. Fue bajo este régi­men que se desarrollaron los primeros procesos elec­torales. El período de interrupción de esta Constitu­ción lo explica la suspensión de la Constitución decretada en 1814 por Fernando VI a su regreso de la prisión en Francia. Fue forzado a restablecerla en 1820.

En el período de debates de las cortes hay que destacar el gran debate entre la representación americana y la española. La delegación de ultramar encabezada por americanos ganó el debate sobre libertad de empresas agrícolas e industriales, pero perdió el debate sobre la libertad de comercio. Mario

• Rodríguez en su examen del tema sostiene que la derrota de los que estaban a favor del libre comer­cio se debía a las presiones de los comerciantes de Cádiz, opuestos al libre comercio. Estos comercian­tes alegaban, según Rodríguez, con argumentos bien preparados que incluso uni los americanos querrían tener libre comercio, puesto que éste inevitablemen­te perjudicaría a las artesanías y las industrias loca­les.u Como resultado de los debates, no menos de 87 españoles votaron en contra del libre comercio. ulos americanos quedaron lÓgicamente amargados con los resultadosw. 420

Vale la pena destacar decretos económicos im­portantes durante las cortes y el primer período de la Constitución de Cádiz. El 13 de marzo de 1811 las cortes abolieron el tributo indígena y lo reempla­zaron con un nuevo impuesto.421 En noviembre de

419 Para un examen detallado de la Constitución de Cádiz en el con­texto centroamericano, leer el clásico de Mario Rodríguez El expe­rimento de Cádiz.

4111

200

Mario Rodríguez, El experimento de Cádiz .. pp. 85-86. ldem, pp. 84,85.

1811 las cortes aprobaron la distribución de tierras reales. Durante el primer período de la Constitución de Cádiz, por decretos de 21 de octubre y 9 de noviembre de 1812, a propuesta de Florencia del Castillo, diputado por Costa Rica, las cortes abolie­ron el repartimiento de indios y la mita. Castillo argumentó que esos sistemas eran incompatibles con las libertades civiles. 422 El texto completo de la abolición de mitas y repartimientos se publico en El Editor Constitucional, No.18, del 30 de octubre de 1820. Con estos decretos desaparecían las instituciones del tributo y el repartimiento de indios. Sólo quedaba pendiente abolir la esclavitud, lo que se hizo duran­te la Asamblea Nacional Constituyente en 1824. Hay que señalar también que las primeras cortes ordina­rias abolieron la inquisición.

En 1814 Fernando VIl abolió la Constitución de Cádiz y se entró en un nuevo período de absolutis­mo. Muchas de las medidas adoptadas en el período constitucional fueron abolidas. Se restableció el tri­buto, como también se restableció la inquisición. En términos económicos y de política económica, este nuevo período absolutista no. dejó mayores noveda­des. Hubo que esperar al restablecimiento en 1820 de la Constitución de 1812, y la 1 ibertad de prensa que garantizaba, para poder disfrutar de nuevo de encendidos debates económicos.

m /bid, pp. 120 y 121 .

201

CAPITULO SEXTO

DESARROLLO DE LAS IDEAS ECONOMICAS EN LA EPOCA DE LA INDEPENDENCIA Y

EN LA DE CENTROAMERICA UNIDA E INDEPENDIENTE

203

DESARROLLO DE LAS IDEAS ECONOMICAS EN LA EPOCA DE LA

INDEPENDENCIA Y EN LA DE CENTROAMERICA UNIDA

E INDEPENDIENTE

El restablecimiento, el 7 de Marzo de 1820, de la Constitución de 1812, suspendida en 1814, creó una nueva situación política en Centroamérica. Se resta­bleció la libertad política, la libertad de prensa, y se reanudaron los procesos electorales. Esto se dio en un momento en que los procesos de Independencia avanzaban incontenibles en Sudamérica, bajo el li­derazgo de Simón Bolívar y José de San Martín. En México el proceso de Independencia cobraría aún más fuerza con el cambio de bando de lturbide. Centroamérica seguía de cerca estos procesos, adecuando su posición inteligentemente según Jo que sucedía en esos lugares, principalmente en México. Los días del dominio español estaban contados.

La reanudación de los procesos electorales per­mitió desarrollar elecciones competitivas en Centro­américa en nuevas condiciones políticas. En primer lugar, las posibilidades de lograr la Independencia eran inmediatas. En segundo lugar, destaca una nueva generación de líderes. Los principales lideres del ayuntamiento de Guatemala que redactaron las Ins­trucciones de 181 O estaban ausentes: Antonio Juarros, Vicente Aycinena y José María Peinado murieron entre 1814 y 1820. José Aycinena se encontraba en Es­paña, donde era miembro del Consejo de Indias. A partir de 1820 destacan en la vida política Pedro Melina, José Francisco Barrundia y su hermano Juan, Manuel Montúfar, Mariano Larrave, José Francisco Córdova, Mariano Gálvez, Mariano Aycinena, Juan José Aycinena, Juan de Dios Mayorga, Dionisia Herrera, Juan Mora Fernández, Mariano Prado y Francisco

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Morazán. A estos líderes les tocó dirigir - junto a los lideres ya establecidos antes de 1820: José del Valle, Manuel José Arce, José Matías Delgado, José Simeón Cañas, Miguel de Larreinaga - el proceso de Independencia de España y México, y organizar el nuevo Estado independiente. Con sus aciertos y errores desencadenaron la guerra civil, que tuvo como triste resultado la destrucción de las libertades, la ruptura de la unidad centroamericana y la desapari­ción de las condiciones para desarrollar el programa ilustrado y llegar a la modernidad.

Desde el punto de vista teórico, el desarrollo de las ideas económicas en el período de 1820 a 1838 no presenta mayores innovaciones. Lo que encon­tramos es un desarrollo rico de las ideas ya esbo­zadas en las Instrucciones de 181 O dadas por el ayuntamiento de Guatemala y el Consulado, y un resurgimiento de los métodos económicos practica­dos por las monarquías absolutas después de la revolución de 1829. La Independencia y el ascenso al poder permitió poner en práctica esas ideas. Las ideas económicas continuaron estrechamente ligadas a los proyectos políticos; por esa razón se continua­rá con el método de ofrecer un bosquejo de las ideas políticas en disputa, antes de hacer el examen de los textos económicos.

En 1 820 se funda la utertulia patriótica", por el canónigo José Maria Castilla. A esta tertulia patrió­tica, que era un circulo de discusión asociado a las ideas liberales y republicanas, asistían Pedro Molina, José Beteta, Manuel y Juan Montúfar, Marcial Zebadúa, Vicente García Granados, y José Matías Delgado. Este circulo fundó "El Editor Constitucional", que tuvo como editor a Pedro Molina, con el cual colaboraban José Francisco Barrundia, Francisco Córdova y Manuel Montúfar. Este grupo de líderes eran partidarios de la Independencia, pero tenían diversidad de opinio­nes.

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En la tesis The Central American Enlightenment, cap. 9, se ha elaborado con detalle una nueva cla­sificación de las ideas políticas, que cuestiona la clasificación tradicional, según la cual este período de la vida política está dominada por conservadores y liberales. Se sostiene que no existe filosofía polí­tica conservadora, y que las disputas se reducen a disputas entre absolutistas ilustrados, republicanos y liberales. A esta conclusión no se llega a partir del examen de las ideas y conducta política de los prin­cipales lideres en 1820-23, sino que para eso es necesario el examen de la vida política hasta la altura de 1838.

Las ideas políticas mostraban una riqueza varia­da, como es característico del pensamiento político ilustrado. Pero un articulo escrito por José Francis­co Barrundia en el semanario "El Editor Constitucio­nal, No 1, del 24 de julio de 1820, cambió hasta el presente la forma de ver las ideas políticas en la época de la Independencia. Barrundia, furioso por la candidatura de José del Valle, a la diputación pro­vincial tomó la terminología simplista servil-liberal usada en España para definir los partidos, y conclu­yó que en Centroamérica existían básicamente dos partidos: servil y liberal. En forma resumida, el partido liberal defendía el progreso, la libertad, la igualdad; en una palabra las luces. El partido servil represen­taba el atraso, la oscuridad.423 Barrundia identificaba a Valle como el líder del partido servil o bustamantino, por su apoyo al absolutismo y en particular al Ca­pitán General José Bustamante. Valle, para defen­derse del ataque furioso de Barrundia, fundó su periódico "El Amigo de la Patria, que le dio mucho prestigio por el portentoso despliegue de conocimientos y por la naturaleza progresista del periódico. 424 Lo impor-

Las larguísimas definiciones de servil y liberal pueden leerse en fl editor No 1, pags . 14-16 y No 3, pags . 31-32.

41 • El primer número de El amigo de la parria salió a fu¿ el 20 de octubre de 1820.

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tante es dejar establecido cómo surgen estos dos semanarios, y el aparecimiento de la importante terminología servil-liberal. En la época de la Ilustra­ción no se usó el término conservador. probable­mente el término conservador sólo aparece en la segunda mitad del siglo XIX, usado por Ramón Rosa, Miguel García Granados y Lorenzo Montúfar como sinónimo de servil. 425 En este trabajo es importante insistir en que, por su origen, la terminología servil­liberal es inadecuada para explicar las ideas políti­cas de la época de la Independencia. La clasifica­ción ofrecida por Barrundia ha servido de base para la explicación histórica, pero es necesario abando­narla por una nueva clasificación y terminología que permita expresar la variada riqueza de las ideas antes y después de la Independencia, y que ofrezca mejo­res posibilidades de explicación de la historia políti­ca. Con una historia de las ideas más precisa, po­demos proponer nuevas interpretaciones de los grandes hechos políticos acaecidos entre 1820 y 1838. Es decir, podemos refrescar nuestra visión de la Inde­pendencia de España, de la anexión e Independen­cia del imperio mexicano, de la Constitución de 1824, de las razones que llevaron a la guerra civil, de la naturaleza de la revolución de 1829 y el régimen de 1829-38, de la ruptura de la unidad centroamerica­na y el fracaso del proyecto ilustrado. En su mo­mento se irá desarrollando una nueva interpretación sobre estos hechos, antes de examinar las ideas y debates económicos.

-w Sobre este punto ver a Miguel Gorda Granados, Memorias (1871)

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(Guatemala, Editorial del Eiército, 1918), p. 60; Lorenzo Monttifar, ~Prólogo» a Reseña hi5tórica de la América Central Vol. 1, iii; Ramón Rosa "Comideraciones generales sobre la Independencia de Centro­américa,, en Obra escogida (Honduras: Editorial Guaymuras, 1980), p. 322.

INDEPENDENCIA E IDEAS ECONOMICAS 1820-1823

Lo que se conoce en forma específica como In­dependencia de Centroamérica cronológicamente se gestó con el restablecimiento de la Constitución de Cádiz en 1820, y culmina con la Independencia de México en 1823. Por supuesto que la Independencia de España el 15 de septiembre de 1821 es mucho más analizada y conocida que la anexión a México el 5 de enero de 1822, y la Independencia de Méxi­co el 1 de julio de 1823, pero esto no significa que desde un punto de vista analítico sea relevante la experiencia mexicana. En este trabajo se analizará la evolución de las ideas económicas agrupando un período que comprende los dos procesos de Inde­pendencia. Se sigue el mismo método de proceder al análisis económico a partir de una breve presen­tación del contexto político.

Políticamente, los procesos electorales de 1820-21, y los debates que los acompañan, permiten observar el cambio en términos de ideas y conclu­siones sobre la naturaleza de los procesos de Inde­pendencia. En primer lugar, las propuestas consti­tucionales y económicas presentadas en 181 O por el ayuntamiento siguen siendo los puntos de refe­rencia en 1 820-1821, todavía en posición dominan­te. El nuevo líder del liberalismo protector en 1820 es el joven Juan José Aycinena. Los nuevos líderes de la república mixta encabezada por una monar­quía eran Mariano Larrave y Pedro Arroyave. Gar­cía Redondo todavía tenía presencia en la vida política, ya que fue miembro de la diputación provincial en 1822 bajo el imperio mexicano. A partir de 1 820 surgen con mucha fuerza nuevas expresiones polí­ticas, que aunque minoritarias llegaron a dominar la vida poi ítica de Centroamérica a partir de 1823. Estas nuevas fuerzas políticas son el republicanismo moderno representativo, el republicanismo antiguo, el liberalismo desarrollista, el federalismo y la po-

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S1c1on unitaria.426 No debe sorprender que muchos lideres abrazaran varios principios compatibles simul­táneamente. Por ejemplo, Pedro Molina fue el máxi­mo líder del liberalismo desarrollista, del republicanismo moderno representativo, y a su vez fue federalista. José Matías Delgado fue líder del liberalismo desarrollista, del republicanismo moderno represen­tativo, y máximo líder del federalismo. José Francis­co Córdova fue un liberal que apoyaba el republicanismo moderno representativo, pero es el máximo repre­sentante de la posición en defensa de la república unitaria en contra del federalismo. Manuel José Arce fue un liberal, un republicano moderno representati­vo, pero que se movió de la posición federalista que defendía en 1821 a defender la república unitaria. José Francisco Barrundia fue la máxima figura del republicanismo antiguo de inspiración rousseauniana, pero también apoya el principio de las instituciones representativas; por su apego a la doctrina de la voluntad general en términos constitucionales defiende un centralismo parlamentario equivalente a una po­sición unitaria. Mariano Gálvez, quien no gustaba de dar a conocer su posición con claridad, pasó de defender la monarquía constitucional y la anexión a México, a ser el máximo líder del absolutismo ilus­trado a partir de 1826.421 No se puede hacer este tipo de resumen sin dejar de mencionar a la figura de José del Valle. Fue criticado fuertemente por ser adepto al despotismo ilustrado y por su colabora­ción con el Capitán General José de Bustamante entre 1814-1818. A partir de 1820 Valle modificó su posición a favor del gobierno constitucional, donde se inclinaba por un gobierno representativo. Para él la forma de gobierno era un tanto indiferente ya que lo importante era contar con una elite bien entre-

4u Los principios que distinguen estas formas de pensamiento político han sido definidos en un capítulo anterior.

421 El desarrollo de fas ideas políticas entre 1820-182 3 ha sido exami­nado detenidamente en los capítulos nueve y diez de la tesis The Central American Enfightenment.

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nada para administrar.

El mapa político que se ha presentado permite llegar a conclusiones sobre los grandes hechos po­líticos del periodo. En primer lugar, no se comparte la interpretación conservadora de 1 a Independencia de España que ha dominado en los escritos históri­cos hasta el presente. La interpretación servil o conservadora de la Independencia tiene su punto de partida en el Bosquejo histórico de Alejandro Marure. No se puede olvidar el contexto en que escribió Marure, y era el de la defensa del régimen de Mariano Gálvez y de Francisco Morazán. Tenía que justificar la gue­rra civil y las políticas absolutistas de ese régimen, y para hacerlo se vio forzado a guardar silencio sobre los logros de la ilustración centroamericana. 428 La interpretación de Marure se convirtió con el tiempo en la interpretación base tomada por generaciones sucesivas de historiadores .429 No se comparte la interpretación conservadora de la Independencia, ya que desde el punto de vista de la filosofía política no existió filosofía política conservadora. Si no hubo una corriente de pensamiento conservadora, la natu­raleza de la Independencia no pudo haber sido con­servadora. Por tanto, la Independencia tiene que leerse enmarcada dentro del pensamiento político ilustrado o, en la formulación de Mario Rodríguez, en el marco del experimento liberal de Cádiz. 430 La independencia aparece como conservadora por el hecho

m Alejandro Marure, Bosquejo histórico, pp. 11-72, 2 3 3. 4n Esta interpretación fue adoptada por Lorenzo Montúfar y usada

hasta el presente. Ejemplos de esta interpretación se pueden ver en jorge Luján Muñoz, La independencia v la anexión de Centroomé­rica a México (Guatemala : Serviprensa centroamericana, 1 982), p. 24; jorge Pinto Soria, Centroamérica de la Colonia al Estado nacio­nal (1800-1840) (Guatemala : Editorial universitaria, 1886) , p 45; Ralph Lee Woodward, Central America: A Nation Oivided (New York.· Oxford University Press, 1916, 2nd ed. 1985), p . 88-89; }ames Dunkerley, Power in the /sthmw : A Política/ History of Modern Central América (London: Verso, 1988), p. 5-6.

"" Mario Rodríguez, El experimento de Cádiz ... , p. 202.

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de que fue precedida por una revolución liberal pro­funda. Si queda duda de la naturaleza progresista de la Independencia sólo hay que notar que la Jun­ta Provisional Consultiva, a pesar de que incorporó a Gabino Gaínza como jefe político, estaba com­puesta de Jo mas destacado del liderazgo ilustrado centroamericano, con el agregado que muchos de sus miembros ya ocupaban puestos electivos. Sin duda era un cuerpo de lo más connotado al que no le faltaba legitimidad.431

La interpretación de la anex1on a México también necesita revisión. Tradicionalmente, para compren­der la anexión se ha tomado la interpretación que se dio en el dictamen emitido por la comisión de la Asamblea Constituyente, designada para examinar este asunto. En ese dictamen José Matías Delgado, Pe­dro Malina, José Simeón Cañas, opositores a la anexión, definieron que los que se oponían a la anexión eran liberales y republicanos y los que se pronunciaron a favor eran los serviles e imperialistas.432 De esta manera se ha pensado que el partido conservador encabeza­do por Mariano y Juan José Aycinena estaba a la cabeza de la fracción anexionista. Una investigación más detallada lleva a conclusiones diferentes.

Al analizar la anexión se tiene que considerar que la forma de gobierno definida por el Plan de Iguala

"' La junta Provi5ional Gubernativa estaba compuesta por Cabina Gainza como jefe político, miembros de la diputación provincial y repre5en­tante5 agregados de ciudade5 importante5: Miguel Larreinaga (León), }o5é del Valle (Comayagua), Juan }o5é Aycinena (Quezaltenango), }o5é Valdéz (Solo/á y Chimaltenango}, Angel María Cándida (5on­sonate}, Antonio Robles (Ciudad Real); Antonio Alvarado 5e agregó luego para repre5entar a Co5ta Rica. Domingo Oiéguez era el se­cretario, -y Mariano Gálvez fue nombrado segundo 5ecretario el 26 de 5eptiembre ante la negativa de jmé FrancilCO Barrundia de aceptar el cargo.

Hl «Dictamen de la comisión de la A5amblea Nacional Comtituyente de 1823 acerca del punto de Independencia general y ab5oluta», firmado por Delgado, Francisco Flore5, Felipe Vega, jo5é 5imeón Cañm y Pedro Malina. (BAGG, vol. 4, 183 9), pp. 612.613

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mexicano establecía una monarquía constitucional. Esta monarquía constitucional, como lo han demos­trado las ultimas investigaciones de Tymothy Anna, no tenía, como base un pensamiento conservador, como algunos historiadores han señalado. Según Anna, los mexicanos no sólo apoyaron la Constitución li­beral de 1812, sino que en muchos puntos fueron más adelante, como fue el caso de la eliminación de distinciones raciales y la abolición de la esclavi­tud. 433 Si esto es así, la idea de una monarquía constitucional en el espíritu ilustrado de Cádiz, que garantizara las libertades del individuo, era común en gran parte del liderazgo en México y Centroamé­rica.

En Centroamérica, como se ha explicado, para 1821 eran dominantes las dos posiciones plasmadas en las Instrucciones del ayuntamiento de Guatemala en 181 O. La única diferencia es que la posición de la mayoría en 181 O se había quedado en minoría en 1821. En diciembre de 1820 el grupo de grandes comerciantes criollos perdió las elecciones del ayun­tamiento. Valle fue electo representando una coali­ción de artesa nos y comerciantes opuestos al libre comercio. Valle renunció a su puesto el 14 de mayo de 1821 para asumir su nombramiento como audi­tor de guerra. 434 Mariano Larrave sustituyó a Valle y se convirtió en destacado líder en favor de la anexión.

... Timothy Anna, ~ The /ndependence of México and Central America .. , The Cambridge History of Latin Americo, vol. 111, (Cambridge, 1985), pp. 84-86. Para un examen más amplio de los ideos políticas en México en la época de lo Independencia consultar Charles A Hale The Mexican Liberolism in the Age of Mora. 1821- 1823 (Ya/e University Press, 1 968). Hale considera que el pensamiento conservador en México sólo se articula a mediados del siglo XIX. p. 17.

'" bta fue la única vez que Valle aparece políticamente asociado con intereses proteccionistas. Esto se explica por el aúlomiento politico que sufría, y en especial su distancia del grupo de El editor cons­titucional y la familia Aycinena. Pero en general Valle siempre h1e un defensor del liberalismo económico

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Es cierto que Mariano y Juan José Aycinena se pronunciaron con firmeza en favor de la anexión, pero no fueron los únicos en hacerlo. El cambio de poder en el ayuntamiento hizo que las Instrucciones del ayuntamiento de Guatemala a su diputado al imperio mexicano, fueran una reedición de la pro­puesta constitucional de la minoría en 181 O, con pequeños cambios, al decir de García Redondo. 435

No hay necesidad de repetir su contenido. Sólo vale la pena recordar que esta propuesta proponía una monarquía constitucional con un Legislativo con dos representaciones: una aristocrática y otra popular, y a nivel económico adoptaba una posición proteccio­nista a la industria nacional. Este análisis nos lleva a concluir que oficialmente sólo hay una propuesta oficial en favor de una monarquía constitucional al imperio mexicano, pero que en la práctica se trata de dos propuestas constitucionales, ya que Juan José y Mariano de Aycinena eran los herederos políticos de las Instrucciones de José María Peinado. De haber estado este grupo político en posición predominante en el ayuntamiento, se hubiera tenido una reedición de la propuesta de Peinado, que. proponía un Legis­lativo unicameral y la defensa firme del libre comer­cio.

Por último hay que señalar que la anex1on no fue una decisión tomada por una minoría. Fue un pro­ceso gradual, en el cua) se anexaron, a partir de septiembre de 1821, ciudades importantes, hasta forzar una consulta a los ayuntamientos que dio el siguiente resultado: 104 ayuntamientos a favor de la anexión, 11 a favor con condiciones, 21 a favor de dejar la decisión al Congreso de 1822, 32 a favor de dejar

ni Esta propuesta constitucional poco conocida ha sido publicada con el título de «Cooperación de Guatemala en la primera Comtitución mexicana». El documento no tiene fecha, pero se sabe que fue discutido por el ayuntamiento en la sesión del 26 de abril de 1822. Es tomado de Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala No 31, 1958, 1-4, pp 227-256.

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la decisión a la Junta, 77 votos no se recibieron a tiempo. Solamente San Salvador y Granada votaron en contra. Todos los miembros de la Junta Provisio­nal Gubernativa votaron a favor el día 2 de enero de 1822. Valle, Váldez y Rivera cambiaron su posi­ción el 3 de enero, pero la posición anexionista prevaleció y se ratificó el 5 de Enero de 1822.436 La posición anexionista triunfó con facilidad. Pero la idea de formar una monarquía constitucional con un te­rritorio vasto desde California hasta Costa Rica fracasó al derrumbarse el imperio constitucional mexicano encabezado por el emperador lturbide el 23 de marzo de 1823. Esta es una fecha importante, ya que con el colapso de la monarquía constitucional dejaron de tener vigencia las dos propuestas constituciona­les monárquicas presentadas por el ayuntamiento de Guatemala en 181 O. La monarquía constitucional era la base del Plan de Iguala y de las propuestas anexionistas centroamericanas. Centroamérica no tenia aristocracia, y por lo tanto no tenía la condición básica para crear una Constitución monárquica in­dependiente. Solamente quedaba la alternativa de las instituciones representativas. El colapso del imperio mexicano y de la propuesta del ayuntamiento de Guatemala de 1822 no solamente significó el fin de su propuesta constitucional, sino también el fin de la propuesta proteccionista en términos comerciales . A partir de 1823 el liberalismo económico, y en particular el principio del li.bre comercio, dominó en la política económica centroamericana.

La oposición a la anexión era encabezada por los líderes que no simpatizaban con la idea de una monarquía constitucional, aunque para 1822 estaban en franca minoría. No fue una oposición con una posición homogénea. En Guatemala sus líderes prin­cipales fueron Pedro Melina, José Francisco Córdova,

•u Alejandro Marure, Bosquejo histórico.- 19-83.

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José Francisco Barrundia y Manuel Montúfar. En San Salvador la posición antianexionista fue mucho más firme y fue encabezada por José Matias Delgado y Manuel José Arce. Luego del colapso del imperio mexicano, este grupo de líderes pasó a una posi­ción política de absoluto control de la Asamblea Nacional Constituyente. Ellos dirigieron la Asamblea, diseñaron la Constitución y lanzaron con sus errores a la nueva nación a la desastrosa guerra civil. En este contexto político evolucionaron las ideas eco­nómicas en el periodo de 1820-23.

EL ASCENSO Y COLAPSO DE LA POSICION ECONOMICA PROTECCIONISTA

En términos de ideas económicas, realmente no se produce nada nuevo en el período de 1 820-23. Pero sí se observa un debate en el cual se enfrentan las dos posiciones definidas en 181 O, y un cambio que inclinó la balanza en favor de la posición pro­teccionista o por lo menos la puso en posición de ser escuchada.

Escrito de los teiedores de Antigua Guatemala a la diputación provincial

En El Amigo de la Patria, No 4, del 11 de no­viembre de 1820, un grupo de 21 O tejedores publi­caron un escrito presentado a la diputación provin­cial demandando medidas de protección para sus industrias, que estaban siendo destruidas por la in­troducción de telas extranjeras legalmente y de con­trabando. Es un artículo interesante, ya que muestra los efectos devastadores de esta política sin dejar una clara recompensa. Los datos son elocuentes.

Los tejedores argumentan que el gobierno tiene la obligación de velar por la prosperidad de los habitantes removiendo los inconvenientes que impi­den el vuelo de la industria rural, fabril y mercantil. Indican que cuando Antigua Guatemala quedó casi

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desolada con el traslado de capital, los tejedores se quedaron corriendo el riesgo de ser sepultados por los terremotos. Hasta la fecha de 1798, cuando comenzaron a ingresar tejidos extranjeros, a ellos les sobraba mercado para vender las ropas que fa­bricaban en la capital y provincias, y apenas podían satisfacer los pedidos. Todos trabajaban, eran raros los vicios en la ciudad, y los matrimonios abunda­ban aumentando la población. Al permitir la intro­ducción de algodones extranjeros la industria d eca­yó con resultados funestos. Se esperó del gobierno la protección, pero se vio lo contrario; se abrieron todas las puertas al extranjero. Si sólo fueran los tejedores los que sufrieran la decadencia lo acepta­rían, pero se da el caso de que son incalculables los pueblos e individuos los que sufren.'u7

Los tejedores ofrecen datos para demostrar la decadencia de su industria y sus consecuencias negativas. Se contrastan los datos de 1795 con los de 1820. En 1795 había en Antigua mil telares. En 1820 sólo quedaban 300. Se ocupaban 1000 oficia­les, y se redujeron a 300. Se hacían diariamente 10000 varas de tela, que se habían reducido a 3000. Las arrobas de hilo usadas se habían reducido de 20,000 a 6000, que era una gran pérdida para los pueblos que producían hilo. La producción usada de algodón se había reducido de 80,000 arrobas a 24,000.

uDe los hombres que han abandonado nuestro oficio por necesidad, la mayor parte son casados y con hijos. Se han entregado a la ociosidad y a los vicios; y algunos acaso al robo y ellos y sus familias pasan la vida más insoportable que se puede imaginar _, 436

4 ' 1 Escrito de los tejedores de Antigua Guatemala presentado a la diputación provincial. El amigo de lo patria, No 4, pp. 74-76.

•u Jrlem~ pp. 77-79.

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Los tejedores no omitieron agregar cómo la des­trucción de su industria afectó la cadena productiva. Argumentaban que de la comodidad se había pasa­do a lo indispensable. Anteriormente el carnicero, el panadero, el indio labrador participaban de las uti­lidades y disfrutaban todos de una vida feliz. Se ocupaban albañiles, carpinteros, sastres y de ese modo los vicios eran mucho menores. nUltimamente la ciudad es un cuadro el más expresivo de la indigencia y de la miserian. Los tejedores, desengañados tal como debe estar el gobierno, de que el comercio con Walis, lejos de sacar al reino de sus miserias, le ha con­ducido a su ruina, pide la protección de los tejedo­res.

uDisponga se corte absolutamente dicho comer­cio, prohibiendo al mismo tiempo la introducción de efectos extranjeros, principalmente algodones por todos los puntos que puedan venir, y bajo cualquier pretexto, y últimamente que se sirva tomar las providencias más acertadas y enérgi­cas a fin de que se evite el contrabando; pues de lo contrario nuestra ruina será infalible, y nuestra exasperación, no sabemos al extremo que nos conducirá.u 439

Sin duda, el escrito de los tejedores de Antigua representaba el sentir de la comunidad de tejedores de todo el país. Sin duda, los grandes comerciantes criollos no compartían esta posición, ya que al no tener intereses textileros podían asumir una posición doctrinaria en favor del libre comercio.

El debate sobre protección y libre comercio en El Editor Constitucional

En una situación en que el libre comercio afec­taba la industria textil de manera severa, era lógico

419 /bid. p. 80.

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que se enfrentaran las dos pos1c1ones en los sema­narios. El Editor Constitucional definía como uno de sus objetivos la defensa de la libertad en política y economía. Su posición en defensa del libre comercio fue refutada por un señor que escribía con el se u­dónimo de uEI verdadero patriota", y se comenzó un intercambio rico en argumentos exhibidos por am­bas posiciones. Se trata de un debate largo de seis artículos, de los cuales se presenta un resumen muy escueto.

En el suplemento al Editor, No 7, del 21 de agosto de 1820, uEI verdadero patriota" señala que lo mue­ve a escribir el deseo de ofrecer ideas para remover los inconvenientes que se oponen a la prosperidad. Uno de ellos es la política de libre comercio de que se disfruta. 440 Sostiene que aun los más adictos al libre comercio de que se disfruta están enterados de los incalculables daños que ha causado a todas las clases. ulas artes es uno de los principales ramos que entre otros debe proteger un buen gobierno ( ... ) y aquí se está observando lo contrario, contra las más generales máximas de los verdaderos políticosu. 441

La industria del algodón se ve abandonada por su consumo limitado y precio bajo, y todos los depen­dientes de ella se ven en la miseria, porque una política mal entendida les ha quitado su ocupación honesta. La experiencia de Walis había creado un desorbitante déficit en la balanza de pagos. Se ha­bían gastado medio millón de pesos fuertes en Be­lice en menos de un año, y no se han logrado in­troducir ni cien tercios de añil. Al erario no le ha resultado ninguna ventaja, ya que desde Guatemala se les ha brindado socorro a las aduanas de Omoa. No se ven las ventajas que pueden resultar de ex-

w• El Capitán Genero/ Carlos Urrutia, quien había sustituido o Busto­monte en 1818, ante lo realidad del libre comercio autorizó t:'n 18 1 9 el comercio con Be/ice. Rodoffo Cardenal, Manual de historia de Centroomérica (UCA Editores, 1 996), p 215

w El editor ... No 7, p. 80.

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traer del reino la mercadería mas sólida y preciosa y darle en realidad efectos que para nada necesita. Si se hubiera prohibido la introducción de textiles extranjeros y restablecido la Sociedad Económica, cuántas clases de tejidos de algodón no se disfruta­rían. No dolería pagar más caro que los textiles ingleses, ya que el dinero quedaría en casa y llegaría el tiempo en que se abaratarían los precios al simplificar los trabajos con la práctica y las luces que brindaría la Sociedad Económica. uEI verdadero patriota .. termina su artículo señalando que Guatemala debe aprove­char la fertilidad de sus suelo para promover la industria del algodón y lanas. Abastecido el mercado interno se podría exportar ·por la costa pacifica a Guadalajara y Sonora agregando azúcar, arroz y otros víveres de que carecen, trayendo en cambio oro y plata que ahí abunda en sus minas. 442 Sin duda, ccEI verdadero patriota .. quería invertir la situación generada con el comercio inglés.

En el suplemento del Editor, No 9, uEI verdadero patriota" escribe un segundo artículo en el cual refuerza sus argumentos y señala que Guatemala no está en la misma situación de La Habana, ejemplo que se da de lugar que se ha enriquecido por efecto del libre comercio. Se dice que La Habana goza de una posición privilegiada comercial, donde concurren los comerciantes a comprar con pesos fuertes. Esto permite mantener la balanza comercial. 443

En El editor, No 1 1, del 18 de septiembre de 1820, ccEI verdadero patriota .. recibe la primera res­puesta de un individuo que escribe con seudónimo sarcástico de uEI admirador del patriotau. Este per­sonaje comienza burlándose de lo que uEI verdadero patriota .. describe como uopulenciau. ¿Qué opulen­cia? La pasada, le contestaré, aquella en que hemos

w ldem, pp. 82-83. <4<4f lbid.,pp. 709-173.

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vivido hasta ahora, cosa ha de un año, en que el maldito comercio libre de Walis vino a convertirla en humo y en miserian. Continúa su articulo men­cionando las ventajas que tienen para los consumi­dores los precios bajos de los artículos que son resultado del libre comercio. Los consumidores prestan oídos sordos a celos verdaderos patriotas~~ que claman que Guatemala se hunde como producto del libre comer­cio. 444 En forma sarcástica u El admirador del patrio­tan termina su artículo informándole a uEI verdadero patriota•• que el ignorantón de Flores Estrada ha recomendado al rey que declare ley irrevocable bajo la futura aprobación de las cortes, la libertad abso­luta y general de comercio a las Américas para que puedan traficar con todas las naciones del mundo. 445

En el suplemento del El editor, No 11, de 18 de septiembre de 1820 da respuesta a uEI verdadero patriota" un individuo que escribe con el seudónimo de uEI liberal españolu. Este artículo subió el nivel del debate, ya que el autor ofrece un resumen de las doctrinas de los más sabios economistas para hacer ver a los lectores lo infundado de Jos argu­mentos de ccEI verdadero patriotau; que a primera vista vislumbra. El primer argumento que presenta trata de contrarrestar la preocupación por la balanza de pago expresada por uEI verdadero patriota ... ··El liberal españoln cita a Adam Smith para desvirtuar la idea de que la riqueza consiste en la moneda, cosa que nunca afirmó uEI verdadero patriota ... Lue­go cita a Plano Carpino, a Juan Bautista Say, quien afirma que el oro y la plata son una mercadería como cualquier otra. Culmina el argumento citando a David Hume, quien afirma uque el dinero no es, hablando propiamente, la rueda que hace andar el comercio, sino el unto viejo que se le da a la rueda para que voltee con más viveza y facilidad, y hace

~~f /bid., pp. 132-133 . Hl !bid., p. 134 .

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ver que la mayor o menor cantidad de dinero no es de ninguna consecuencia en los Estados .. u.

446 El segundo argumento ataca la idea de que la decadencia eco­nómica se debe a la obstrucción de las fábricas por causa de lo barato de los géneros extranjeros. Para esto sostiene que usa los argumentos de Foronda, Muñoz y Campomanes. El argumento que presenta es tan importante que vale la pena citarlo, ya que se repite todavía por muchos economistas de países subdesarrollados que no tienen convicción en la capacidad de desarrollo de sus países. Según uEl liberal españolu, los economistas que cita sostienen que:

uCuando un pueblo se halla en pañales, es decir, cuando su población, ilustración, industria y riqueza, están muy atrasados con respecto a los demás pue­blos, a este tal, digo sólo le conviene la agricultura. Siendo ésta la verdadera fuente de las riquezas y no siendo el comercio y las artes sin unos agentes suyos, ¿deberá quitar los pocos brazos que tiene necesi­dad de emplear en ella, para distraerlos en sus agentes? No permitiéndole su rudeza competir en las artes con ninguna otra nación, resultaría que su existen­cia sería muy precaria y me atrevo a decir que imposible . Todo concurrirá a hacer la vida insopor­table en aquel país. El vestido sumamente caro obligaría a los artesanos a subir el precio de sus salarios; los brazos arrancados a la agricultura subirían el de los comestibles y los frutos de extracción; y el conjunto de todo, haría cada vez más insoportable la vida; porque ninguno podría subvenir a sus necesidades.n 447

No se puede resistir la tentación de afirmar que ante tal planteamiento económico, puramente fisiocrático, "El liberal -españoln quedó abierto para ser demolido por la respuesta de uEI verdadero patriotan, como se verá posteriormente.

w El editor. No 11, pp. 139-140. Hl ldem, p. 141.

222

El artículo continúa citando a Flores Estrada, quien según el autor ha demostrado palpablemente la ver­dad del argumento que defiende en su Examen imparcial de las disensiones de la América con la España. Para reforzar su argumento sostiene que Inglaterra debe su riqueza al fomento de la agricultura. Cuba debe también su prosperidad a la agricultura del café y la caña. Esto se puede imitar en la costa de Trujillo, Omoa, el Golfo, Roatán, la Guanaja y Utila, que son aptos para la caña y el café. El artículo termina con una cita de Jovellanos, tomada de Ley agraria, en que defiende la libertad de comercio como un dere­cho basado en la propiedad de la tierra y el traba­jo. 44B

La respuesta de uEI verdadero patriota .. no se hizo esperar y apareció en el suplemento a El Editor, No 12, del 25 de septiembre de 1820. El nivel alto de la crítica lo hizo ponerse serio. uEI verdadero patrio­tan sostiene que no tiene estudios y que por tanto sus conocimientos derivan de la experiencia. Le recomienda al uLiberal españoln que lea la colección de aranceles de la Gran Bretaña y se verá que su política consiste uen resistir con la mayor constancia la introducción de todo efecto que puede perjudicar a sus artes y a su industria, ya sea por absolutas prohibiciones o por medio de excesivos derechos ... 449

Aunque son los primeros que han conocido la liber­tad, es con base en esta política proteccionista que ha levantado su engrandecimiento y ese prodigioso comercio que al mismo tiempo admira y arruina a muchas naciones. ..soy americano ( ... ) detesto la esclavitud, pero no quisiera que se hiciese uso de la libertad sino cuando convenga al bien público y cuando sus ventajas sean efectivas y no imaginarias." 450

m /bid. p. 143. uv Para quienes tengan interés en profundizar en el tema, o/ final del

articulo .. el verdadero patriota" dq muestras del conocimiento que tenía de lo economía inglesa.

41" El Editor. No 12, p. 15 8.

223

Advierte más adelante que así como hay citas para reforzar sus argumentos, hay muchas que se pueden aducir en su contra. Si se atuvieran a las citas nunca podrían llegar a decidir la cuestión en disputa, afirma, que además son irrelevantes ante el libro de la experiencia; pero para divertirse le recor­dará algunas. No está de acuerdo en que la mone­da, plata y oro sean una mercancía cualquiera. Ci­tando a varios autores, entre ellos a David Hume, demuestra que la plata es una mercadería pero también tiene cualidades que la hacen superior a todas, como la duración y la capacidad de representación para el intercambio. 451 El argumento mueve a consideracio­nes sobre la agricultura. Argumenta que la agricul­tura debe ser el primer ramo a fomentarse, pero esto no quiere decir que se tenga que arruinar las artes, que se poseen desde muchos años. Sostiene que ésta es la posición defendida por Campomanes quien hace ver que ula agricultura sin artes es lán­guidan. uEI verdadero patriota" sostiene que en Es­paña algunos publicistas extranjeros hicieron correr la idea de que la agricultura sola era suficiente, pero el abate Galiani hizo demostración en Francia de que no basta para sostener un pa ís. 452

A partir de allí hace un movimiento brillante que nos lleva a apreciar de forma magistral las conse­cuencias negativas que tiene en lo político e) hecho de dedicarse sólo a la agricultura. El argumento se presenta citando a David Hume.

uEntre las naciones rudas y groseras en que no se conoce otra ocupación que el cultivo de las tierras y se ven menospreciadas las artes, toda la sociedad está dividida en dos clases, que son los propietarios de tierras y sus vasallos o arren­dadores. Estos últimos viven necesariamente en

w ldem. p. 7 60. 411 /bid. p. 7 6 7.

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la dependencia, o a lo menos han nacido para la esclavitud y la sujeción, particularmente si son pobres y se distinguen poco por su conocimiento en la agricultura, como siempre debe suceder en un país donde las artes están abandonadas. Los primeros, esto es los poseedores de las tierras, se erigen naturalmente en pequeños tiranos.n45J

Esta cita parece una advertencia que se cumplió al pie de la letra. Al no existir diversificación de las sociedades centroamericanas, la tiranía de los terra­tenientes ha sido algo muy común en la historia de Centroamérica.

Después de un elogio a las Instrucciones econó­micas de José María Peinado, quien no sólo reco­mienda la promoción de la agricultura sino también de la industria,454 ccEI verdadero patriota" pasa a mostrar, con un ejemplo, que prohibiendo las telas extranje­ras podrían hacer progresar la industria de los teje­dores. En 181 O se recibían rebozos de algodón de México porque los artesanos no podían hacerlos a la perfección. Comenzó la guerra y dejaron de lle­gar. Los tejedores guatemaltecos comenzaron a imi­tarlos con imperfección al principio, pero al final lograron superarlos hasta tal punto que se exporta­ban a Guadalajara. Si no hubiera existido escasez, esto no habría ocurrido.455 En seguida se dedica a demostrar que hubo opulencia antes de la introduc­ción de textiles extranjeros. Entre los ejemplos que pone menciona que se pudo costear el traslado de la capital. El artículo, que es el último de este polemista, cierra con una serie de recomendaciones que resu­men los argumentos esgrimidos a lo largo de los

w /bid, p. 161-162. La cita de Hume fue tomada del ensayo .al refinement in the Arts • en Essays Moral Political and Literary {1777) ( lndianapolis: Liberty Fund, 1 997).

flf /bid, p. 163. •

5·1 /bid, p. 164.

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tres artículos. 456 Sin duda, los artículos del uverda­dero patriotaH permiten apreciar la solidez de los argumentos en favor del proteccionismo.

La respuesta y último artículo de uEI español li­beraln, que cierra este jugoso debate, a pareció en el suplemento del Editor, No 15, del 9 de octubre de 1820. El autor toma el ejemplo de Jos aranceles de Gran Bretaña expuesto por uEI verdadero patriotan, y sostiene que los británicos tienen una política errada, y no hay razón para imitar los errores de otros por el hecho de que sean menores. Fustiga a quienes insistentemente sostienen que el modelo inglés es casi perfecto y que debería ser imitado por todas las nacíones.457 Luego argumenta en contra de la obsesión por mantener dentro del país el circulante. Sostiene que antes de la Conquista, España era industriosa, sus manufacturas competían en el ex­tranjero. Al descubrirse América e Indias se abrió la puerta a nuevas naciones comerciales, y con ello se abrió también la sepultura del comercio español. España se encegueció al sentirse única poseedora del oro y la plata. Con los metales se difundió la riqueza por las naciones extranjeras, y .. debía dejar entre noso­tros polvo y confusión, justo pago de nuestra igno­rancia". Se pagaban las cuentas, pero la necesidad de proveer manufacturas a esos vastos países hizo a España tributaria de otras naciones, que se que­daron con las riquezas indianas. Condenaron a Es­paña a la miseria en medio de la plata y el oro que tan neciamente procuraron conservar. 458 Termina el punto sobre el circulante respondiendo la afirmación de u el verdadero patriota~~ según la cua 1, si la plata es como otra mercancía, se debe a que los prínci­pes hicieron todo por conservarla; uEI liberal espa­ñol" explica: ha sido porque no han conocido sus verdaderos intereses, por ignorancia.

w /bid, pag. 171. 411 El editor. No 15, p. 206. 4

·111 ldem. p. 207.

226

El artículo continúa con la respuesta que da a la cita de David Hume. uEI liberal español" está de acuerdo con el razonamiento de Hume de que una sociedad agraria lleva a la tiranía. Argumenta que él nunca dijo que no hay necesidad de manufacturas, ni ha despreciado las artes en su artículo. En todo caso piensa que ellas pueden subsistir a pesar del comercio libre, aunque acepta que pueden sufrir un poco. Sostiene que el centro del argumento se basa en la idea de que la protección de los tejedores sólo beneficia a unos pocos, en contra el interés de la sociedad. 459 Luego lleva el argumento a favor del libre comercio al plano del derecho natural, siguien­do la línea trazada por José María Peinado, y fun­damentándola con argumentos de Montesquieu, para concluir con una definición de la seguridad de las propiedades que fortalece su argumento.

ula seguridad de las propiedades, no sólo con­siste en tenerlas libres de robos y extorsiones, sino en poder disponer de ellas a nuestro antojo siempre que no faltemos a lo que prescribe el orden social. .. 460

En seguida pasa a rebatir la idea de la prosperidad de las dos últimas décadas del siglo XVIII. Ridiculiza el paraíso que pinta uEI verdadero patriota .. descri­biendo la conducta de los grandes comerciantes añileros respecto a los poqu iteres. Según u el liberal español .. , les chupaban la sangre:

uAquellos tigres formaban una cuenta escrita con sangre, y sin dignarse siquiera a enseñar a sus víctimas el cuchillo, les daban la cruel puñalada que les costara un año cicatrizar al mismo tiem­po que recibieran otra nueva ( ... ). He aquí el verdadero cuadro de los tiempos pasados que

m /bid, p. 208. <ftíO /bid p. 209.

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ofrece a vuestra contemplación un niño de ayer con los cascos a la jineta.••461

Hay que decir que éste es un argumento injusto ya que uEI verdadero patriota•• nunca se pronunció a favor de los monopolios, pues su política se inser­taba en la doctrina del ~dibre comercio y protegi­do••.

El siguiente punto del artículo explica las causas de la decadencia del añil. La existencia del monopolio comercial de Cádiz aumentó el precio y provocó que los ingleses fomentaran el cultivo de añil en la In­dia, lo cual no habría pasado si los puertos de América se 1 es hubieran abierto para vender sus manufactu­ras y sacar los añiles a precios equitativos. 462

El artículo termina con un ataque, salido de tono, característico del modo de debatir español.

u!O liberalismo! ¿por qué te hicieron consonante de egoísmo para que tengamos la desgracia de que se te equivoque fácilmente? Temo mucho que las raíces que ha echado tu contrario, no se acabe sino con la generación del siglo pasado. Generación rancia; que trabaja incesantemente para sofocar las luces que empiezan a descollar, y que proseguirán su obra, caminando con paso firme hacia la perfección, y superando los tro­piezos que tu débil ignorancia le opone, hasta lograr vencerte .n463

El debate sobre las dos posiciones relacionadas con el libre comercio terminó en el periódico, pero la competencia entre ellas a nivel institucional con-

Hl /bid, p .212. m /bid, p. 214. Hl /bid, p. 215.

228

tinuó muy cerrada, como cerrado era el debate. En el momento de la Independencia, la posición en favor del libre comercio dominaba en la Junta Provisional Consultiva o Junta Gubernativa, como también se le llamaba. En el ayuntamiento de Guatemala domina­ba la posición proteccionista. En seguida examinare­mos dos documentos pertenecientes a la Junta Gu­bernativa y al ayuntamiento de Guatemala donde se defienden ambas posiciones.

Sistema de aranceles para las aduanas de Gua­temala

La Comisión de Hacienda de la Junta Gubernati­va, compuesta por José del Valle, José Velazco, Mariano Herrart, Anselmo José Quiroz, Benito Muñoz y José Beteta, presentó el 1 O de febrero de 1822 la pro­puesta de sistema de aranceles para las aduanas de Guatemala. Esta misma tabla fue adoptada por la Asamblea Nacional Constituyente en 1823. Por tan­to, esta propuesta ·de aranceles sirvió como base para organizar el comercio externo.

La propuesta de aranceles fue sin duda obra de Valle, quien por lo general defendió el libre comer­cio.464 La aprobación de este documento por la Junta Gubernativa no sorprende, ya que en ella era nota­ble la presencia· de comerciantes como Juan José Aycinena. La tabla está precedida por un discurso donde se definen los principios básicos. Se hace ver que decretar la libertad de comercio fue una de las primeras medidas tomadas luego de la Independen­cia, el 17 de noviembre.

"' No quedo duda de que el principal autor de este documento e~ Valle, por ese motivo Gordo Laguardia publicó este texto entre la~ obra~ escogida~ de Jo~é del Valle. El e~tilo de Valle e~ perceptible e incluso ~e observa w vie¡a co~tumbre de llamar a toda Centro­américa por el vie¡o nombre de Guatemala.

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uLa libertad de comercio es la primera base del arancel. La comisión no cesará jamás de repetir­la, porque si es un principio que nadie duda en España y las naciones más ilustradas, en Guate­mala tiene todavía enemigos que quieren ímpug­narla.••465

Se declara que los puertos de Guatemala quedan abiertos a todo el mundo. Se prohíbe la exportación de moneda macuquina y del oro y plata no acuñada ni labrada. A excepción del añil, del bálsamo, del cacao, del aguardiente, que deben pagar derechos moderados, todos los demás artículos son entera­mente libres de contribuciones nacionales al expor­tarlos. Esto animará la industria y multiplicará los trabajos. Guatemala daba trato especial a los ame­ricanos, quienes debían pagar menos por introducir sus productos. A los productos introducidos por otras naciones se les cobran más derechos, pero son más moderados que los exigidos por otros sistemas de arancel.

uGuatemala no qu1s1era exigirlos aun moderados, porque Guatemala cree que las contribuciones exigidas a los cargamentos que llegan a sus puertos, gravitarán en último resultado sobre sus hijos. Pero sí es necesario que haya un gobierno pro­tector del comercio, también es preciso que se contribuya a los gastos que exige la existencia del gobierno.u466

Luego de definidos los princ1p1os se estable una tabla de aranceles provisionales, dividiendo los pro­ductos en cuatro categorías. 1) Los que está prohi­bida su exportación: moneda macuquina, oro y pla-

H .l «Arancel provisional para las aduanas de Guatemala. Discuno pre­sentado a la junta Gubernativa .. , en José Cecilio del Valle. Obra escogida, pp. 2 8 6-2 81.

466 /dem pp. 288-289.

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ta no labrada. Prohibida la importación de escritos contrarios a la religión. 2) Libres de derechos de importación: libros, instrumentos científicos, música escrita, maquinarias, azogue, semillas no cultivadas en Guatemala, oro y plata. 3) Quedan libres de derechos de exportación todos los productos, a excepción de los siguientes que pagan: alhajas de oro y plata 1 0%; aguardiente 4%; añil 2% el tercio; bálsamo 2% el cajón; cacao 2% la caja; oro y plata acuñadas 4% el marco. 4) Los siguientes productos importados pagan los siguientes derechos: los géneros de algo­dones manufacturados en provincia americana de­clarada independiente pagan 6%, y los manufactura­dos en cualquier otra nación extranjera 1 0%; los li­nos, lanas o sedas manufacturados en provincia americana independiente pagan 4%, y de otras na­ciones 6%. Si todos estos productos son introduci­dos en barcos nacionales se les rebaja un dos por ciento y el 1% si son introducidos en barcos de provincias americanas declaradas independientes. 467

Este sistema de aranceles respondía a los intere­ses de la posición a favor del libre comercio, que dominó por completo la política comercial a partir de 1823. El 8 septiembre de 1824, ante la crisis económica que vivían las ya Provincias Unidas de Centroamérica, la Asamblea Nacional Constituyente decretó aumentar en un 4% los derechos de impor­tación exportación, aunque se aclaraba que era un impuesto temporal. Esta posición a favor del libre comercio recibió respuesta en la posición proteccio­nista presentada por el ayuntamiento de Guatemala al imperio mexicano.

La posición económica del ayuntamiento de Gua­temala en 1821-1822

Las instrucciones al imperio mexicano son mucho

w /bid. pp. 291-294.

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más escuetas que las de 181 O en su parte política y en su parte económica. No obstante, la posición proteccionista en el aspecto económico es muy cla­ra. Según el acta de la sesión del ayuntamiento en que se trataron las discusiones, parece ser que no había acuerdo absoluto, ya que a dos miembros del ayuntamiento (Payés y Perales) se les dio la tarea de trabajar los desacuerdos. Las diferencias se lima­ron y se redactó un texto proteccionista que sin duda estaba encaminado a dar respuesta a la posi­ción adoptada por la Junta Gubernativa. 468

La posición económica está expresada en el ar­tículo 15 del texto. Se insiste en la relación estre­cha entre agricultura e industria patria, para luego dejar sentada su posición en cuanto a la poi itica comercial.

uTodo comercio, que en lugar de procurarnos trabajo para nuestros brazos sobrantes o desocupados, nos los quita o destruye dejando ociosos los brazos que antes ocupábamos o nos convenía ocupar, es un comercio maligno, ruinoso, antisocial, que mina a los pueblos en su cimiento y trabazón.n 469

El tipo de comercio que destruye las fuentes de trabajo termina destruyendo la fábrica de la socie­dad y por tanto se deben dictar las reglas siguien­tes:

"1) El comercio interior entre los pueblos del imperio ( ... ) no debe reconocer traba, ni embarazo algu­no, antes bien se le han de facilitar y allanar

wc En 1822 e{ ayuntamiento e1taba compuesto por los alcaldes Páyes Y Batres; los regidores Portugal, Perales, Petit, Caldera. Arrechea, Pisana, Taboada, Urruela, Solazar, Noriega y Bregante; síndico1 Arroyave y Valenzuela. BAGG, Vol.4, 26 de abril de 1822, pp. 419-480.

u9 •Cooperación de Guatemala en la primera Constitución mexicana»

p. 254.

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sus v1as, y remover todos los estorbos. 2) El comercio en la parte que sirve a cubrir necesi­dades que nuestra industria fabril o agrícola no cubre, ni hay esperanzas de que cubra, debe ser enteramente franco a fin de tener una adquisi­ción menos costosa. Pero en la parte en que sólo puede servir a fomentar el lujo o el apetito de distinguirse entre hermanos; destruyendo de paso el trabajo (cualquiera que sea) de éstos, o desocupándolos sin recurso, debe tener la puerta cerrada con mil y más cerrojos. 3) Por lo mis­mo, siempre que se trate del fomento de un ramo industrial conocido o desconocido, es de necesi­dad absoluta proporcionarle consumos cerrándo­le los extranjeros, o cuando menos abriéndoselos en una forma que los deje corrientes y con al­guna ventaja. 4) Sobre estos particulares no puede el gobierno hacer transacción algunau. 470

Hay que observar que este texto solamente re­presentaba una propuesta para la constitución del imperio mexicano. Es una posición política que te­nía sus antecedentes en la doctrina económica es­pañola del ulibre comercio y protegidou, la cual fue tomada por la minoría del ayuntamiento en 181 O, y que resurgió con fuerza en los años de 1820-22. Al colapsar el pensamiento constitucional que proponía el proteccionismo en 1823, esta posición económica se redujo a una mínima expresión. El grupo de lí­deres que dominó la vida política centroamericana luego de la independencia de México -el grupo que se opuso a la anexión- compartía en términos comerciales el principio del libre comercio abande­rado por los grandes comerciantes criollos. El grupo que defendía el proteccionismo quedó marginado de la vida política en 1823. Ellos articulaban una posi­ción que defendía los intereses comerciales ligados a los comerciantes de Cádiz, pero también el sentí-

011 ldem. p. 255.

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miento del importante sector textilero de Guatemala que estaba fundamentalmente en manos indígenas, como lo demuestran los apuntamientos económicos del Consulado de Comercio. En las elecciones los indígenas participaban, pero nunca pudieron colocar a diputados eh los órganos legislativos y ejecutivos a nivel nacional, que pudieran articular sus intereses proteccionistas. Al perder influencia los personajes intelectuales como García Redondo, que defendían los intereses de la industria textilera y algodonera nacional, quedaron sin voz en las altas esferas de gobierno. El principio del libre comercio reinó en forma casi absoluta a partir de 1823. De esta ma­nera la industria textilera nacional quedó descuidada y totalmente desprotegída. Las voces en favor del proteccionismo sólo se volvieron a tomar en serio cuando los indígenas desarrollaron su propio movi­miento político encabezado por el brillante guerrille­ro indígena Rafael Carrera.

ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE: NORMATIVA ECONOMICA

La Asamblea Nacional Constituyente fue domina­da por completo por los líderes opuestos a la anexiónY 1

José Matías Delgado fue su presidente, Manuel José Arce, Pedro Molina y Vicente Villacorta fueron desig­nados para el triunvirato a cargo del Ejecutivo, Manuel Montúfar fue designado alto oficial del ejército, José Francisco Barrundia fue designado presidente de la comisión constitucional y José Francisco Córdova también fue designado miembro de la comisión cons­titucional. En su manos estaba el diseño de la nue­vas instituciones. Lamentablemente las disputas en­tre estos líderes llevaron a la guerra civil de 1826,

471 El mejor estudio que existe sobre la Asamblea Nacional Comtitu­yente fue escrito por Andrés Towmend Escurra, Fundación de la Rep1íblica /, (Guatemala: Mini~terio de Educación, 1858), Las pro­vincias unidas de Centroamérica: fundación de la Reptíb/ica (Edito­rial Costa Rica, 1973)

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cosa que no se ha podido explicar convincentemen­te.

En este trabajo lo que interesa es explicar la evolución de las ideas económicas. Las ideas políti­cas en la Asamblea Nacional Constituyente, que explican la naturaleza de la Constitución y el origen de la guerra civil, han sido abordadas en el capítulo 11 de la tesis The Central American Enlightenment y en la parte política de la sección de la Independen­cia de España y de México. Por esta razón es su­ficiente una revisión escueta de lo más importante. Políticamente, la tarea más importante de la Asam­blea Nacional Constituyente fue redactar la Constitu­ción de 1824, que ha sido un documento poco analizado.

La Asamblea Nacional Constituyente era un cuer­po muy ilustrado que dejó a la nación organizada para cumplir su labor. Manuel Montúfar resume magistralmente los grandes logros: logró unir las provincias, constituir los gobiernos de los Estados, abolir los privilegios hereditarios, garantizar una ili­mitada libertad de expresión, tolerar para lo privado toda práctica religiosa, dictar una ley para fomentar la emigración, organizar el sistema de tarifas, prepa­rar un proyecto para hacer el canal en Nicaragua, crear impuestos estatales y federales, y tomar la iniciativa para organizar el congreso de Panamá para discutir la unidad hispanoamericana.472 En la Asamblea dominaba el espíritu ilustrado progresista caracterís­tico del pensamiento político centroamericano, muy radical para su época. La gran falla de la Asamblea fue aprobar una Constitución progresista en su filo­sofía, pero sumamente defectuosa y contradictoria en su estructura. Los defectos y centrad icciones de

m Manuel Montúfar Memorias de fa/opa (1832) y Recuerdos y Anéc­dotm ( 183 1) (Guatemala: Biblioteca guatemalteca de wltura po­pular, 1963), p. 99.

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la Constitución resultaban de la variedad de ideas políticas existentes en la Asamblea, que ya se han analizado al revisar las ideas políticas de las fuerzas anti-anexionistas. No había acuerdo en cuanto a los primeros principios políticos, y no hay nada más desastroso que los desacuerdos en la elite cuando se funda un Estado. Esos desacuerdo se pueden agrupar de la forma siguiente: 1) Velocidad y profundidad de la revolución expresados como reforma gradual, profunda y pacífica, o cambios radicales extremos para su época que demandaban el uso de la violen­cia revolucionaria. 2) Aceptación del pluralismo político y la legitimidad de las fracciones, usando como base el pensamiento liberal o republicano moderno, que necesariamente le daba un paso gradual al progre­so, o la adopción de concepciones monistas basa­das en la doctrina de la voluntad general, o el despotismo ilustrado para avanzar mucho más rápi­do al progreso. Esta alternativa pasaba por la revo­lución violenta. 3) Elección entre república antigua o república moderna. 4) República federal o repúbli­ca unitaria. 5) Principio de separación de poderes o un centralismo parlamentario. 6) Balance del poder federal con el de los Estados o gobiernos de los Estados poderosos, y gobierno federal extremada­mente débil. Ese tipo de contradicciones no se dis­cutieron lo suficientemente, y muchas veces usaron las aplanadoras de las mayorías para parar las dis­cusiones. El resultado fue una Constitución suma­mente defectuosa difícil de enmendar.

En los debates constitucionales no existieron grandes diferencias en materia social y electoraL En concep­to de ciudadanía, había acuerdo en conceder el derecho a voto a todos los hombres. En cuanto a la religión, la mayoría prefirió adoptar la religión cató­lica como la única permitida en público, y sólo se permitía la práctica de otros cultos en forma priva­da.

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lo más novedoso era la organizac1on de los po­deres del Estado, donde aparecía un cuarto poder. La forma de gobierno se definía como popular, re­presentativa y federal (Art.9). 473 El primer objetivo de la Constitución era la defensa de la libertad, igualdad, seguridad y propiedad (Art. 2). El Poder legislativo se organizaba en un poderoso congreso federal unicameral. El Poder Ejecutivo lo desempeñaba un presidente extremadamente débil. El Poder Judicial residía en una Corte Suprema extremadamente dé­bil. Aparece como gran novedad un cuarto poder que era el del Senado. Este cuerpo no era parte del Poder Legislativo, sino que concentraba atribuciones de los tres poderes clásicos. En realidad el Senado anulaba el principio de separación de poderes, ya que se le atribuía el papel fundamental en el balan­ce de poderes. 474

La crítica principal a esta Constitución la hicieron José Francisco Córdova, José del Valle y Juan José Aycinena. A Cordovíta, como era conocido Francis­co Córdova, le cabe el mérito de haber visto los defectos de la Constitución antes de que se aproba ­ra.475 Pensaba que Centroamérica no tenía condicio­nes para adoptar un sistema federal, observó la imperfección de la organización de los poderes, y en particular el Hengendro monstruoso" del Senado y la falta de federalismo si ese sistema se quería ins-

.,, Se usa el texto constitucional publicado en BAGG, vol. 2, pp. 86-108.

•N Se ha dicho que la estructura de la Constitución de 1824 tiene una gran influencia de la Constitución de Estados Unidos . Hay influencia pero limitada. El nombre similar de los órganos del Es­tado lleva a eso confusión, ya que las influencias que se pueden apreciar son cuatro: Las Instrucciones de 1810, La Constitución de Cádiz, El contrato social de Rousseau, y la Constitución de Estados Unidos.

• 7 -1 Su posición está expresada en el célebre ensayo •Opinión sobre la Constitución" (1 824). Fue presentado a la Asamblea el 7 de julio de 1824. Ha sido publicado por Jorge Luján Muñoz en La Indepen­dencia y la anexión de Centroamérica a México (Guatemala: 5erviprensa centroamericana, 1982).

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tituir. En 1832, en forma un poco tardía, luego de la desastrosa guerra civil, apareció la crítica de Valle y Aycinena. Juan José Aycinena escribió desde su exilio voluntario en Estados Unidos su primer ensa­yo, de tres, publicados con el nombre de El toro amarillo. Es un clásico del liberalismo y el federalismo poco conocido, Aycinena se dio a la tarea de estu­diar el sistema federal en Estados Unidos y compa­rarlo con el federalismo centroamericano. Su con­clusión fue demoledora.

uNo sólo encontré diferencia, sino absoluta con­trariedad; me convencí de que nosotros nunca hemos tenido verdadero sistema federal; de que los que formaron la Constitución, sobre no saber lo que hacían, habían establecido en ella cuan­tos obstáculos pudo aglomerar la ignorancia para que no hubiera federalismo; y de que yo había errado suponiéndolo causa de nuestros desastres ... 476

José del Valle, que en el momento de 1 as discu­siones constitucionales de 1823-1824 guardó silen­cio, quizá en señal de aprobacic?n, fue especialmen­te duro contra la comisión constitucional encabeza­da por Barrundia y los principales arquitectos de la Constitución. También predijo magistralmente la ruptura de la unidad centroamericana si no se reformaba la Constitución. Valle pensaba que la Constitución no se adaptaba a las modestas aptitudes de Centro­américa y que se uvoló a un bello ideal, a un her­moso imaginario, a un perfecto del que no somos capacesn. De los cuatro poderes creados por la Constitución: el electoral, el legislador, el ejecutor, el juzgador, ninguno de ellos se presenta bien cons­tituido. Esta Constitución tuvo una marcha tortuosa, ya que hubo revolución sangrienta y horrible en 1826-

416 Juan José Aycinena, El toro amarillo (1832-1834) (Guatemala.· Editorial José Pineda /barra, 1980), p. 2. Obsérvese que este texto tan importante no se publicó hasta muy recientemente.

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29, en 1831, y continuaba en 1832. HEI motivo de ellas ha sido la Constitución~~. Señalaba que el po­der legislador marchaba sin que hubiera otro que moderara su movimiento. El poder ejecutor era casi nulo, cuando en una república dividida en cinco Estados debía ser un poder fuerte, independiente y respeta­ble por su autoridad y hacienda.

uOrganizados de esta manera los gobiernos, des­aparecerá el federal y quedarán solamente los de los Estados. Cesará de haber nación y sólo existirán los Estados. Habrá cinco repúblicas débiles por no haber un vínculo de unión. Las de mayor poder rehusarán respetar la justicia de las menos fuertes. La de más riqueza y fuerza aspirará a ser señora de las otras. El genio de las guerras intestinas levantará su odiosa frente. Triunfará la más fuerte, o la anarquía sepultará a todas en la nada.n477

Esto da una idea de la seriedad de los problemas de la Constitución y las divergencias políticas en 1823-24. Fue en este contexto político que la Asamblea tomó medidas económicas, publicó leyes y decretos para organizar la vida económica. Los logros son amplios y basta con mencionar los más importan­tes . Se organizó el sistema de aranceles adoptando la propuesta de 1822, presentada por la comisión de hacienda a la Junta Gubernativa. Se abolió la esclavitud, en decretos muy populares del 17 y 23 de abril de 1 824. 478 Mario Rodríguez ha calculado que existían en Centroamérica alrededor de 500 esclavos. 479 Se organizó el sistema de impuestos sobre la renta basado en el principio de facilidad de pago. Mario Rodríguez sostiene que el impuesto era apli-

'" fosé del Valle, "La Constitución federal» en Obra escogido. pp. 75, 79, 81 .

.,~ Alejandro Marure, Bosquejo histórico, pp. 168-110. m Mario Rodríguez, El experimento de Cádiz, p. 284.

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cable a todos los hombres a excepción de los miembros de órdenes religiosas que hacían obras sociales. La ordenanza estaba lista el 12 de enero de 1824. Los criados y jornaleros de 18 a 50 años pagaban 4 reales al año. Los dueños de casas mayoristas y grandes haciendas pagaban 20 pesos anuales. Ga­naderos importantes 15 pesos, Jos medianos 7 y 11 2, los pequeños 2, los tenderos 1 O pesos, impreso­res 8, los dueños de expendios licoreras 5, los de chicha 3, los abogados, doctores y cirujanos 5 pe­sos anuales. 480 Se aprobó la ley de colonización el 22 de enero de 1824 para atraer personas con co­nocimientos y capitales. Como observa Rodríguez, se hacían concesiones religiosas como el derecho a practicar su propia religión en privado y establecer sus propios cementerios. Se prometía tierra a todos los extranjeros que vendrían a vivir a las provincias de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, San Salvador, Guatemala, ucon la condición de desarrollarlas en un periodo de 8 años.u481 Este tipo de proyecto de colonización fue desarrollado en tierras ya ocupadas por los indígenas, que se veían desposeídos de sus propiedades ancestrales, desarrollado en forma poco calculada por Gálvez, fue el factor principal del le­vantamiento indígena de 183 7 que llevó al colapso de su gobierno.

En este mar de medidas económicas hay que destacar el proyecto del canal de Nicaragua, que se aprobó el 16 de julio de 1825. Según Mario Rodrí­guez se trataba de un proyecto nacionalista que tenía los siguientes lineamientos: el canal sería de exclu­siva responsabilidad de la nación. La iniciativa pri­vada construía y financiaba el proyecto. Se le per­mitiría como incentivo explotar los recursos madereros en las riveras del canal, introducir maquinaria, y se le garantizaba un amplio margen de ganancia del

Hw ldem, p. 274 . 4 ~ 1 /bid, p. 276-277.

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dinero invertido. El costo total del canal al finalizar la obra pasaba a ser deuda pública, y el canal sería administrado por el gobierno federal. El canal podía ser usado por todas las naciones neutrales y amigas luego de pagar el peaje. Si el proyecto no se ma­terializaba, la república no era responsable de in­demnización. Rodríguez piensa que ante condiciones tan modernas y nacionalistas era difícil encontrar inversores. 482 Este maravilloso proyecto no se real i­zó, ya que a dos años de aprobada la Constitución estalló la desastrosa guerra civil. El proyecto del canal quedó adormecido hasta que apareció el estu­dio sobre el canal de Nicaragua escrito por Juan José Aycinena en 1836. Para esa fecha la unidad centroamericana, condición básica para emprender un proyecto de tal envergadura, estaba por desapa­recer.

No todas las medidas económicas adoptadas por la Asamblea fueron acertadas. La organización de los impuestos federales fue desastrosa, ya que debi­litó al gobierno federal y se prestaba a manipula­ción política. Sobre impuestos federales existían dos posiciones. Los Estados se inclinaban por un gobier­no federal débil, asignándole impuestos por cuotas o cupos a ser colectados por los Estados. La segunda posición presentada con mucha elocuencia por José del Valle en su discurso uLa renta del tabaco .. , en la Asamblea el 1 1 de octubre de 1824, defendía la necesidad de un gobierno federal fuerte y económi­camente independiente. El sistema de cupos colec­tados por los Estados le parecía peligroso por ser propicio a la manipulación.

uSi queremos que haya nación: si amamos la independencia y deseamos que se consolide el sistema, es preciso que conozcamos también la necesidad de que haya un gobierno supremo, y

<1<1 /bid, p 2 79.

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de que su existencia no se fie a cupos, sino que se libre en renta de que él mismo sea adminis­trador supremo. De otra suerte no habrá Repú­blica Federal, no habrá independencia, no habrá Nación .•• 483

Los convincentes argumentos de Valle no fueron aceptados por la Asamblea, y se aprobó el sistema de cupos. Cada Estado llenaba su cuota con los fondos de la renta del tabaco y los remitía al go­bierno central. Si sobraba dinero lo retenían los Estados. 484 Fue una receta para futuros desastres, ya que en cada controversia entre los Estados y el gobierno federal los Estados amenazaban con no remitir el dinero, o muchas veces lo retenían. Esta forma de organizar los impuestos demuestra que realmente no se entendía bien el principio federal o no existía la voluntad federalista. Solamente el Estado de Cos­ta Rica cumplió fielmente con el envío de los im­puestos federales.

La Asamblea Nacional Constituyente hizo mucho en términos económicos. Fundamentalmente sentó las normas para la primera administración electa en el marco de la Constitución de 1824. En una situación económica en que comenzaban a verse signos de mejora, comparada con la permanente crisis en que se había vivido desde 1821, la Constitución se puso en práctica. La revolución que se había experimen­tado era ya muy profunda, pero aun así habían lí­deres a los cuales la velocidad del cambio no les

m José del Valle, "La renta del tabaco .. . En Obras de [osé Cecilia del Valle, Vol. J. Editado por José Del Valle y Valle Mateu (Guatemala:

242

Tipografía Sánchez de Guise, 1929 y 1930), p. 261. Este discurso es uno de lós mejores trabajos escritos sobre impuestos. La posición de Valle es defendida con tanta elocuencia que sólo fue derrotada por la mezquindad y corta visión de los Estados.

Sobre impuestos federales ver Luis Bumgortner, /osé del Valle of Central America (Durham, North Carolina: Duke Universty Press, 1963), pp 211-223. Miles Wortman, Government and Society, 237. 242.

parecía suficiente y querían una marcha acelerada hacia el progreso. Esa visión provocó la guerra civil en 1826, y llevó al colapso de la Constitución en septiembre de 1826. En términos económicos, los años 1826-1829 no dejan nada bueno que se pueda rescatar. Sólo se puede registrar la tragedia del estancamiento de los proyectos económicos por la intensidad de los debates políticos previos a la gue­rra civil, la destrucción de propiedades -especial­mente ganaderas, por los ejércitos hambrientos-, el aumento de los impuestos y los préstamos forzados de los gobiernos para financiar la guerra.

LA MARCHA FORZADA HACIA EL PROGRESO

La evolución del pensamiento económico en el periodo de 1829-1838 está estrechamente ligada al desenlace de la guerra civil en su primer etapa de 1826 a 1829, y a la interpretación de la revolución y régimen de 1829-1838. Tradicionalmente la guerra civil de 1826-1829 se ha considerado como el re­sultado de la confrontación entre liberales y conser­vadores. En 1829 ganó el partido liberal, y por tan­to la revolución de 1829 es la revolución liberal por excelencia. Los gobiernos de Mariano Gálvez en el Estado de Guatemala y de Francisco Morazán en el período 1830-38 han sido caracterizados como go­biernos liberales. La caída estrepitosa de este régi­men revolucionario en 1838 se ha entendido como la derrota del liberalismo a manos de los conserva­dores.

En la tesis The Central American Enlightenment, cap. 11, se ha desarrollado una interpretación dife­rente, de la cual depende la explicación de la evo­lución de las ideas económicas. Un resumen de esa interpretación es suficiente para dar el contexto al análisis de las ideas económicas.

Se llegó a la conclusión de que no es la confron­tación de liberales y conservadores lo que llevó a la

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guerra civil. En 1826 no existía filosofía política conservadora ni partido que la defendiera. Ha sido muy fácil confundir al liberalismo protector con el pensamiento conservador. La confrontación en 1826 se dio entre los líderes de mayor trayectoria revolu­cionaria, independentistas que se habían opuesto a la anexión a México. En otras palabras, la guerra civil en sus orígenes enfrentó lo más granado de los que en la historia se conocen como liberales. En la guerra civil se enfrentaron dos coaliciones. Por un lado el presidente Manuel José Arce, apoyado por quien sin duda era el cerebro de esta coalición, José Francisco Córdova, diputado al Congreso Federal y que fue uno de los primeros prisioneros políticos y férreo opositor a la anexión a México, Mariano Beltranena, vicepresidente y destacado en la lucha contra el despotismo español, el coronel Manuel Montúfar, hombre ligado a la tertulia patriótica y opositor a la anexión a México, analista político e historiador profundo. En San Salvador esta coalición recibía el apoyo del jefe de Estado Vicente Villacorta, comer­ciante añilero con credenciales liberales sólidas. Por su importancia hay que hacer notar que en el inicio de la guerra civil no participaron Mariano y Juan José Aycinena. Mariano Aycinena fue jefe de Estado de Guatemala en una segunda etapa de la guerra civil en 1827, asociado a la coalición encabezada por Arce. La segunda coalición estaba encabezada por el senador José Francisco Barrundia, conocido por su posición rousseauniana, de gran trayectoria revolucionaria independentista y en oposición a la anexión. Juan Barrund ia, jefe de Estado de Guate­mala, de temperamento político incendiario, que era un incondicional de su hermano, a quien le debía su alta posición política. Mariano Gálvez, presidente del Congreso Federal, uno de los políticos más astutos que ha producido Centroamérica, pragmático, maes­tro del cálculo y la maniobra política, reconocido en la historia como uno de los máximos líderes del liberalismo. Fue anexionista pero se acomodó a los

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tiempos y se convirtió en el máximo aliado de Barrundia en Guatemala, sin dejar de pensar en sacar harina para su costal. Los oficiales franceses napoleónicos Nicolás Raoul y Pierzon le daban el diente militar hasta el aparecimiento de Francisco Morazán. En un segundo momento de la guerra se unió a esta coa­lición Pedro Melina, que regresaba de Colombia donde era embajador, y se asentó en San Salvador, desde donde combatió a la coalición encabezada por Arce. Mariano Prado fue fundamental en el cambio de rumbo del Estado de San Salvador, que dejó de apoyar a Arce.

Si se enfrentaron los patriotas que en muchos casos eran amigos personales, las diferencias ideo­lógicas debieron haber sido profundas. Con base en la clasificación de ideas desarrolladas, se ha llegado a la conclusión de que el conflicto tenía como base filosofías políticas incompatibles en muchos puntos. Gradualmente se desarrollaron dos concepciones de una Centroamérica unificada, moderna e ilustrada, y no una como se ha sostenido: a) la Centroamérica pluralista, respetuosa de las opiniones diferentes, de la Constitución, de los diferentes temperamentos de sus Estados o provincias, amante de la revolución pacífica y ordenada, pero no por ello menos profun­da. En este planteamiento la libertad era funda­mental, sin ella no podía haber progreso verdadero. No sorprende en absoluto encontrar como líderes de esta coalición a Manuel José Arce, José Francisco Córdova y Manuel Montúfar, de trayectoria liberal y republicana moderna representativa muy consistente . No sorprende encontrar que los grandes comercian­tes se aliaran a esta coalición, ya que el liberalismo protector tenía en común con ella su defensa de la libertad; b) la concepción monista, que defendía el cambio acelerado hacia el progreso, con expectati­vas revolucionarias utópicas que muchas veces po­dían tomar un giro reaccionario. El método de de­sarrollar este tipo de revolución tenía que ser absolutista y violento, demandaba una concentración de poder

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en una elite que dictaría la verdad a la sociedad y su concepto de libertad. Este tipo de revolución tenía como su enemigo el pluralismo político, las Consti­tuciones que se convertían en freno para el proyec­to de marcha acelerada hacia el progreso. La base ideológica de este tipo de proyecto político tenía que ser una teoría política de raíz absolutista. En este planteamiento se sacrificaba la libertad en aras del progreso. No sorprende encontrar que los máxi­mos líderes de esta coalición fueran Barrundia, máximo exponente del absolutismo popular rousseauniano, Mariano Gálvez, quien sin duda fue el artífice del resurgimiento del despotismo ilustrado de corte borbónico, y Francisco Morazán, quien se convirtió en la espada del absolutismo ilustrado.

Como se puede ver, el origen de la guerra puede parecer ridículo, se puede pensar que la guerra fue innecesaria. Pero lo que estaba en juego era 1 a li­bertad. Del resultado de esa disputa dependía si Centroamérica superaba finalmente la tradición absolutista española e iniciaba un camino de liber­tad y progreso, donde todos sus ciudadanos podían partícipar libremente en la vida política, o se hundía en su pasado absolutista y autoritario.

La nueva interpretación basada en la filosofía política en el seno de las coaliciones enfrentadas, lleva a concluir que para el desarrollo del concepto de li­bertad, la victoria de Morazán en 1829 fue un de­sastre para Centroamérica, del cual todavía se pa­gan las consecuencias. Ganó, dicho en términos de filosofía política, la coalición más atrasada, menos evolucionada, que estaba anclada en el despotismo ilustrado español o en un republicanismo antiguo, que no había incorporado un concepto de libertad moderno. Esto permitió el resurgimiento del absolu­tismo, vestido de nuevos disfraces para no desapa­recer de la vida política centroamericana. Perdió la coalición más avanzada, que en términos políticos había roto el cordón umbilical con la tradición despótica

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espanola. Si bien su programa de cambio aparecía más moderado, se trataba en realidad de la pro­puesta más radical. Su radicalidad era mas profun­da, ya que su análisis era más sofisticado y permi­tía llegar mejor a la raíz de los problemas. En for­ma resumida, se puede afirmar que en la revolución de 1829 triunfó el despotismo ilustrado y el republicanismo antiguo a nivel político, y por lo tanto no fue una revolución liberal 485 • Significó una derrota profunda para todas las expresiones políticas pluralistas: el liberalismo protector o desarrollista, el republicanismo moderno representativo, y el federalismo. Luego de esta derrota, estas tradiciones no se pu­dieron recuperar, y Centroamérica fue dominada de nuevo por la tradición ancestral absolutista. Si esto fue así, la caída del régimen de 1829-38 no fue la caída del liberalismo, como se ha afirmado, más bien marcó el colapso en primer lugar del despotismo ilustrado, y en segundo lugar del republicanismo antiguo. En ese momento las condiciones para desarrollar el programa ilustrado habían desaparecido, y por tanto fue el fin de la Ilustración. La caída fue violenta, entre la furia de las bayonetas. Las contradicciones y la anarquía eran tales que con el régimen de Gálvez y Morazán colapsó la unidad centroamericana. 486

Decir lo que se ha dicho no es suficiente, por lo que es necesario fundamentar, dar más elementos sacados de los escritos de la época, ya que enton­ces se entendía mejor el problema que en nuestros tiempos. Manuel Montúfar fue de los primeros en entender la causa principal de la guerra civil. En un

m Hay que aclarar que la victoria del republicanismo antiguo de Barrundia en coalición con el absolutismo ilu~trado de Gálve.z no tuvo mayor impacto en la esfera económica ya que Barrundia perdió influencia a partir de 1831 cuando Gálvez se convirtió en líder supremo de Guatemala.

4 ~• El desarrollo detallado de los fundamentos qLJe sostienen esta inter­pretación se encuentra en la última parte del capítulo ll de la tesis The Central American Enlightenment.

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escrito polémico dirigido a dar respuesta al Bosque­jo histórico de Marure, demostró su profunda visión analítica:

.. Desde que hay pretensiones exclusivas, la so­ciedad se ha dividido en dos facciones y éstas se han puesto en hostilidad o guerra a muerte. Este origen han tenido nuestras divisiones desde entonces; no hay que buscarlas ni en los princi­pios, y que no han ofrecido grandes cuestiones, ni en los intereses de las clases que se llaman privilegiadas. Algún día confesará esto mismo respecto de su partido el doctor Marure.u487

La política absolutista de la coalición victoriosa queda clara al examinar la conducta política de sus principales lideres: Gálvez, Barrundia y Morazán. Pedro Molina, Mariano Gálvez, José Francisco y Juan Barrundia controlaban el poder en forma absoluta en Guate­mala, bajo la supervisión atenta de Morazán. La coalición habia llegado al poder proclamando defender la Constitución, de tal forma que su régimen estaba obligado a mantener ciertas formas constitucionales, o más bien dicho, usar la Constitución para legitimizar sus actos. Convocaron a los diputados de su frac­ción ante el Congreso Federal para poder pasar los decretos necesarios para darle legalidad a su ges­tión. Por supuesto, los miembros de la coalición opositora estaban excluidos, y se inauguró el princi­pio de gobierno de un sola facción, que era en realidad el objetivo que se pretendía lograr con la guerra. José Barrundia fue nombrado presidente en su cali­dad de senador más antiguo, Juan Barrundia asu­mió de nuevo como jefe de Estado, Mariano Gálvez fue nombrado presidente del Congreso Federal. Mo­razán ejercía como jefe militar y poder real detrás del trono. Una vez establecidos en el poder Barrundia y Gálvez, se dedicaron a cumplir el objetivo inicial

4111 Manuel Montúfar, Recuerdos y anécdotas. p. 341 .

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por el que comenzó la guerra: eliminar a la oposi­ción política. No había tiempo qué perder, y comen­zaron los decretos en esta dirección . En el periodo de abril 1829 a marzo de 1830, Guatemala vivió un terror sin guillotina. Si las cabezas no rodaron fue por la intervención moderadora de personajes como José del Valle y José María Castilla, que intercedían por los prisioneros.

Durante el asalto a Guatemala el 13 de abril de 1829, sólo se tomaron prisioneros a Manuel José Arce, Mariano Aycinena que ejercía como jefe de Estado, y Mariano Beltranena que ejercía como pre­sidente. El 19 del mismo mes se hicieron prisione­ros a todos los lideres de la oposición. A iniciativa de Gálvez, el nueve de junio de 1829 la Asamblea de Guatemala aprobó uno de los decretos más ne­gros para la historia de la libertad en Centroaméri­ca. Se prohibía el empleo a los funcionarios que trabajaron con el gobierno derrotado, y la adhesión al nuevo sistema se convertía en requisito necesario para obtener trabajo en el gobierno. 488 En la noche del 9 de julio, M·orazán decidió enviar al exilio a todos los prisioneros con la excepción de Arce y Mariano Aycinena, que serían ejecutados. 489 Alrede­dor de 70 cabezas de familia fueron expulsados, y con ellos se fue lo que se puede definir como el germen de una burguesía guatemalteca. En la lista aparecen Manuel Montúfar, Vicente García Granados, José Francisco Córdova que escapó por su cuenta al exilio, Juan José Aycinena que decidió asilarse voluntariamente, como lo hizo Miguel García Granados. Con estas medidas Guatemala perdió gran parte de sus recursos humanos educados, pero lo más im­portante es que perdió el equilibrio en su vida po­lítica, que le daba la participación de todos los ciu-

Lorenzo Montúfar, Reseña histórica 1, pp. 15 3-5 6. La lista completa de prisioneros exilados se puede leer en Medar­

do Mejía, Historia de Honduras 11 (Honduras: editorial Universitaria, 1985), p. 535 .

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da danos.

La cadena de decretos continuó con la expulsión del arzobispo Ramón Casáus, las órdenes de francis­canos, dominicos y recoletos. Esta expulsión fue seguida de la confiscación de las propiedades de la lgle­sia.490 Esta medida, según alegaba el gobierno, se justificaba por el apoyo de la Iglesia al gobierno de Arce y Mariano de Aycinena, pero fundamentalmen­te respondía a necesidades económicas para pagar los costos de guerra. El 22 de agosto de 1829 se publicó un decreto que establecía la posición final con respecto a Jos prisioneros. Se perdonaba la vida a Arce y Aycinena, y se les daba exilio perpetuo. A todos los líderes de la oposición se les condenaba a exilio perpetuo. Todas los funcionarios que trabaja­ron en el gobierno federal durante la guerra y el gobierno de Mariano Aycinena debían regresar los salarios devengados. Por último, se ordenó la con­fiscación de un tercio de las propiedades de todos los exíliados. 491

Con la oposición anulada y el poder consolidado, Mariano Gálvez no veía la necesidad de mantener las pretensiones de legalidad, que eran un obstáculo para desarrollar su proyecto progresista. El 24 de abril propuso la disolución del Congreso Federal y transferir todos los poderes al Ejecutivo. José del Valle, diputado al Congreso, se opuso con determi­nación, señalando que Gálvez quería crear un colo­so despótico que destruiría la Constitución, cuando el pueblo acababa de derramar su sangre para de­rrocar un régimen absoluto. 492 En un país donde la

m Alejandro Marure, Efemérides, pp. 56-57. Patricia Holeran Church and S tate in Guatemala pp. 104-112.

491 Manuel José Arce, Memoria, pp. 22S-234. 491 Valle, fragmento inédito depositado en el archivo personal del his­

toriador hondureño Ramón Oquelí que habla sobre las sesiones del Congreso Federal del 24 al 29 de agosto. Es interesante obser­var que Valle recurre a Montesquieu para fundamentar por qué Gálvez quiere crear un gobierno despótico.

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tradición despótica es fuerte siempre se corre el peligro de reemplazar un despotismo por otro. Gálvez no logró su esquema de gobierno ilustrado absolutista de corte borbónico. En gran medida porque Barrundia nunca toleraría una dictadura del Ejecutivo, que era incompatible con su pensamiento rouseauniano. Pero Gálvez era inteligente, y pronto se ingeniaría para obtener un poder absoluto, legitimizado por los po­deres colectivos que tanto le encantaban a Barrundia.

En un marco en el cual a nivel de tres Estados, Guatemala, Honduras y Nicaragua, no existía oposi­ción política aceptada, se organizaron elecciones. Gracias a su prestigio militar, Morazán fue electo presidente y tomó posesión el 16 de septiembre de 1830. En el Estado de Guatemala, Pedro Molina fue electo jefe de Estado y Antonio Rivera Cabezas vice jefe de Estado. 493 Tomaron posesión el 30 de agosto de 1829. Todo apuntaba a que reinaría la paz, pero lamentablemente surgieron los problemas internos en la coalición gobernante. Gálvez y Barrundia no se conformaban con menos que un poder casi absoluto en Guatemala, y Morazán quería extender el poder de su partido a nivel centroamericano. Pronto Molí­na y Rivera serían víctimas de quienes ellos ayuda­ron a regresar al poder. Morazán antes de ser electo presidente viajó a Honduras a sofocar la primera de la rebeliones que abundaron después de 1829. De­mandaba ayuda para la campaña, y Molina cumplía a desgano. 494 Esto enfrió las relaciones de Molina

m Molino y Rivera Cabezas fueron dos de los líderes más destacados en la guerra civil, ya que se movieron a s·an Salvador y desde al/( tomaron parte en la guerra contra las tropas federales. Por el papel jugado los eligieron para la dirección del Estado

m Morazán en carta escrita desde San Salvador se quejaba de su falta de apoyo. «Es triste Ministro la situación de Honduras (. .. ) ¿Cómo es posible que se respeten las propiedades de los enemigos que nos han hecho la guerra y a Honduras se deje perecer? ... Carta inédita del 14 de noviembre de 1829 escrita en Cojutepeque. (El Salvador: AGN, Impresos federal). Morazán, como era su cos­tumbre, estaba recomendando más confiscaciones.

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con Barrun.dia, Morazán y Gálvez. Pedro Melina co­metió el error de publicar un artículo en El boletín de Guatemala, sugiriendo que una confederación sería más conveniente que el sistema federal. 495 Barrundia y Gálvez no estaban para tolerar disidencias y co­menzaron el proceso de destitución. Melina se opu­so a la coalición de Arce por el radicalismo de su liberalismo desarrollista, pero era un hombre que entendía muy bien la necesidad de la libertad mo­derna. Su liberalismo desarrollista era incompatible con el absolutismo ilustrado y el republicanismo antiguo, entonces era lógica su caída. Con Gálvez y Barrundia moviendo los hilos de la destitución de Melina, la Asamblea del Estado de Guatemala le declaró for­mación de causa el 9 de marzo de 1830. Los car­gos eran ridículos, ya que se le acusó de haber gastado dinero en pintura para pintar la casa del jefe de Estado. La Corte Suprema juzgó que Melina no era culpable, pero la Asamblea se negó a resti­tuirlo. Rivera Cabezas quien sustituyó a Melina pronto entró en desgracia, y en su caso la Asamblea lo destituyó sin el menor tacto. Simplemente se decre­taron nuevas elecciones antes de cumplir su manda­to. Juan de Dios Mayorga, en un escrito crítico sobre Gálvez, no tenía dudas de que éste era el instigador de las destituciones para hacerse con el poder.

uEI [Gálvez] ha dictado en su Asamblea el in­constitucional decreto de proceder anticipadamente a la elección de jefe, debiendo hacerse en las próximas elecciones ordinarias, como dispone en el caso presente la Constitución. El objeto es demasiado claro. El conoce que sería imposible conseguir para sí la elección popular: que divi­diéndose los votos, la Asamblea presente hará la elecciól): que elegirá primero al señor Barrundia:

m Pedro Malina, El jefe de Estado de Guatemala. a los pueblos de la República. 4 de julio de 1830. (ANCR, sección federal No. 173). Esta era una de las primeras voces críticas que aparecían contra la Constitución.

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que este señor volverá a renunciar, y la Asam­blea lo elegirá a él. Así sucederá y ya tenemos puesto el germen de la revolución pues se le disputará la legitimidad.u496

Como pensaba Mayorga, las elecciones se reali­zaron y Mariano Gálvez fue electo jefe de Estado, y tomó posesión el 28 de agosto de 1831. Para llegar al poder usó el método favorito de Barrundia: la tiranía de las mayorías parlamentarias para instaurarse en términos prácticos como monarca absoluto, eclip­sando la influencia de Barrudia. La destitución de Melina y Rivera es uno de los actos más bochorno­sos y negros cometidos por el absolutismo centro­americano. No se le describe así porque lo organi­zaron o toleraron las supuestas máximas figuras del liberalismo centroamericano: Gálvez, Barrundia y Morazán, según la forma errónea de clasificar a estos 1 íd eres poi ít icos. 497

Francisco Morazán había sido la espada de la revolución en Guatemala y Honduras. La siguiente etapa era extender el tipo de revolución absolutista al Estado de San Salvador, donde todavía existía la libertad política, y consolidar su base propia de poder. El conflicto ideológico entre Morazán y el jefe de Estado de San Salvador, José María Cornejo arre­ciaba. Morazán logro un decreto de traslado de la capital federal a San Salvador. Cornejo sospechaba que con la llegada de Morazán a San Salvador se corría el riesgo de experimentar una revolución absolutista como la de Guatemala, y por tanto se opuso a la medida. Morazán invadió militarmente y derrocó a Cornejo el 28 de marzo de 1832. De esta

m Juan de Diol Mayorga, ObJervaciones sobre la conducta politica del ciudadano Mariano Gólvez con respecto a los horribles males que con ella le ha causado a Centroamérica, (ANCR, sección fede· rol No. 737), pp. 15-16.

491 Morazán estaba en Guatemala cuando se destituyó a Rivera Cabt·· zas y se eligió a Gálvez.

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forma el despotismo ilustrado se expandía hacia el sur con la fuerza de la espada de Morazán.. El go­bierno de Mariano Prado que ejercía como vicepre­sidente federal, impuesto por Morazán, fue derroca­do rápidamente al regreso de Morazán a Guatemala. Las condiciones para el traslado definitivo de la capital federal a San Salvador no existían. En una segunda invasión en 1834, Morazán derrocó al gobierno de Joaquín de San Martín, logrando efectuar el traslado de la capital federal a San Salvador, como determi­nó el Congreso Federal. En las dos ocasiones les tocó a los líderes de San Salvador ir a prisión o al exilio, y también perder sus propiedades. Con las invasiones morazánicas a San Salvador se extendió el cuadro de los Estados que eran gobernados por facciones, en donde básicamente las Constituciones no se respetaban. De esta forma se iba expandiendo por toda Centroamérica un modelo político de corte absolutista que recordaba mucho al despotismo ilus­trado borbónico.

Cada día que pasaba crecia la desilusión por la forma de gobierno, y crecía la opinión en favor de la reforma política. Centroamérica había quedado en una posición peor que antes de la guerra, ya que las causas en lugar de desaparecer habían crecido. El clamor por las reformas se escuchó, pero el poder de los que estaban en el gobierno era fuerte y no permitieron que se hicieran en forma satisfactoria. Esto no impidió que se viera de manera clara la naturaleza absolutista del régimen. Pedro Molina, luego de su derrocamiento, llegó a la siguiente conclusión.

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uTal es el famoso liberalismo de los injertos, y restaurados: todo el mundo calla: no se ven mas papeles _públicos que los ministeriales; y si viene algunos de San Salvador se rasgan, y se piso­tean. ¡Bello liberalismo! { . .. ) descubriré todas las viles arterias del despotismo aunque vaya disfra­zado con el gorro sagrado de la libertad: desde la silla de mi estudio me ocuparé en romper

máscaras, y en dejar al descubierto las feas caricaturas del servilismo encubierto ... 498

José del Valle observaba con desilusión en 1831, en cartas a su amigo Hacfkens, que el partido en el poder era injusto y daba el poder a personas inep­tas. uEI partido liberal no es ya tan numeroso como era antes, ni tiene el mismo prestigio de que goza­ban. Todo está en flujo; una legislatura aprueba una ley y la próxima aprueba lo opuesto, la siguiente desaprueba lo que hicieron las dos anteriores. Las leyes ya no se respetan. La gente seria rehusa par­ticipar por temor de ser primero alabado y luego denigrado. Nadie sobrevive en el gobierno el tiempo suficiente para ganar la sabiduría que llega con la experiencia. Nada alcanza madurez. El lema de la república es: uaujourd' oui dans le trone, et de m a in les fersu [Hoy en el trono y mañana encadenado]. 499

Juan José Aycinena logró describir de manera magistral la forma de gobierno establecida con la revolución de 1829. Pensaba que la monarquía ab­soluta española había sido reemplazada con una ti­ranía colectiva.

uPretende llamarse república a un ropaJe forma­do con los andrajos raídos de una monarquía absoluta y las deformidades de una democracia corrompida .u500

En efecto, el elemento monárquico absolutista era el más fuerte y se encontraba representado en el absolutismo ilustrado de Morazán y Gálvez, que permitía sin estremecerse leyes y medidas durísimas. La democracia corrompida que permitía un juego elec-

m Pedro Molino, El Gefe de Estado de Guatemala á los pueblos de la república, 4 de junio de 1830 (ANCR, Sección federal No. 173)

m Cartas inéditas de Valle a Hadkens, Guatemala, 1 O de abril Y 29 de julio. (Archivo personal de Ramón Oquelí.)

1111' Juan José Aycinena, El toro amarillo, p. 110.

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toral desnaturalizado, las apariencias constituciona­les, las tiranías de las mayorías parlamentarias, es­taba expresado en el componente del republicanismo antiguo defendido por Barrudia, y que sin duda era el elemento más débil a partir de 1830. Pero este régimen no se podía sostener, ya que el despotismo ilustrado sólo había triunfado en casos en que fue abanderado por monarcas absolutos. En Centroamé­rica, a Gálvez y Morazán les faltaba la corona para hacer triunfar su proyecto. En este trabajo no se discute la naturaleza progresista de las ideas de Gálvez, Morazán, Barrundia. Sin duda querían convertir a Centroamérica en una plaza ejemplo de ilustración y modernidad. Lo que se critica es su método absolutista para lograr las cosas. No hay que olvidar que las ideas progresistas no eran nada nuevo en Centro­américa, que era una plaza importante de la Ilustra­ción. Hombres como Goicoechea, Valle, Peinado, García Redondo, Cordovita, Delgado, eran en mu­chos aspectos más radicales que Gálvez, Barrundia y Morazán. Así que no hay que dejarse deslumbrar fácilmente por radicalismos superficiales. Una cosa es levantar barricadas, asaltar ciudades, expulsar curas, encender tribunas con discursos elocuentes y otra cosa es lograr la revolución del pensamiento y las costumbres. Eso último sólo lo logran los grandes.

En el contexto descrito, es lógico que la ca ida del régimen de 1829-38 resultara de la oposición en muchos frentes. El primer frente surgía del bando derrotado en 1829, que organizó varias expediciones con ese objetivo. Un segundo frente se formó con los desencantados con el régimen. Un tercer frente apareció en los Estados que veían con horror la expansión del absolutismo a sus territorios. Un cuar­to frente fu~ el de los caudillos militares surgidos de las constantes guerras civiles que tenían ambición de poder. Un quinto frente fue la Iglesia resentida por la expulsión de las órdenes religiosas y la con­fiscación de propiedades. Un sexto frente, los secto­res indígenas enfurecidos por el arrebatamiento de

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sus propiedades resultado de la reforma agraria, los proyectos de emigración y la desprotección de sus textiles. Este frente fue el más importante, ya que fue el ejército indígena encabezado por Rafael Ca­rrera la pieza fundamental en el derrocamiento de Gálvez en 1838, y la derrota militar fulminante y definitiva de Morazán en Guatemala en 1840.

Este es un escrito que pone acento en las ideas y debates económicos, así que la mejor forma de cerrarlo es examinando la política económica del régimen para examinar la forma en que su política estaba enlazada con la economía, y observar en qué medida ésta pudo estar ligada a su caída.

Primero hay que aclarar que el gobierno federal no hacia mucha política económica en este período por la constante crisis . política En este ramo era más activo el gobierno de los Estados. Hay que ser justo y notar que Morazán gobernó poco como pre­sidente, ya que se dedicó mucho más a la guerra. La política económica realmente estaba en las ma­nos de los gobiernos de los Estados. En este traba­jo por tanto se prestará más atención a la política económica del gobierno de Gálvez.

Si se observa en líneas generales las grandes medidas tomadas por el gobierno, se verá que las ideas que desarrolla se produjeron en textos anteriores a la época. Siendo más específicos, en el caso de Gua­temala hay una repetición casi textual de las políti­cas económicas absolutistas de los Barbones. La expulsión de las órdenes religiosas y la confiscación de sus propiedades está en línea con el pensamien­to secular borbónico, de mucha influencia en Cen­troamérica. Su precedente era la expulsión de los jesuitas y la confiscación de sus propiedades en 1767, y los decretos de consolidación de los fondos eco­nómicos de la Iglesia en 1 798 y 1804. No se olvida que el régimen declaró la libertad de cultos en 1832. No se le da mucha atención a esa medida, ya que no era muy relevante. Lo que importaba en la Cen-

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troamenca de la época era la libertad política. La confiscación de propiedades de la oposición era una práctica constante de las monarquías absolutas es­pañolas, y es una muestra de que Centroamérica en ese aspecto caminaba hacia atrás. No se había entendido que el respeto a la propiedad estaba es­trechamente ligado a la libertad. Sin duda, esta política generó mucha aversión al gobierno en las familias afectadas. En materia de comercio hubo continui­dad, ya que se siguió practicando el libre comercio en base al sistema de aranceles de 1822. En mate­ria agraria se tomaron medidas para el reparto de tierras en forma privada, en la línea recomendada por Campillo, Campomanes, Jovellanos, Peinado, Garcia Redondo y el Consulado de comercio. Se nota una inclinación a preferir la gran propiedad a las peque­ñas parcelas, como lo hace ver la privatización de las haciendas confiscadas en pocas manos. En materia de inmigración se trató de echar adelante la política migratoria que diseñó la Asamblea Nacional Consti­tuyente. Todas estas políticas son muy conocidas para repetirlas en su totalidad. Aquí nos detendre­mos a considerar la reforma agraria y los proyectos de inmigración que afectaron directamente a los indígenas.

Para redactar esta secc1on se recurre fundamen­talmente a la investigación doctoral de Hazel lngersoll. Ella ha estudiado el problema creado por la reforma agraria y las concesiones de tierras para coloniza­ción y ha demostrado que los problemas ocasiona­dos por estas leyes, positivas en sí pero mal imple­mentadas, explican los levantamientos indígenas y campesinos contra el gobierno de Gálvez. Para 1837. describe que el agro guatemalteco estaba encendido y las revueltas y litigios agrarios eran muy comu­nes.501 Este clima político explica la rebelión de Mita en l 837, que inició la caída de Gálvez.

·1"

1 Haze/ lngeno/1, The wor of the mountain. A 5tudv of the Reactionary eeasont inwrqency in Guatemala in 183 7-18 73. Ph O, the5i5, George Wo5hington Univenity, 1972, p . 64.

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Los problemas centrales los explican los decre­tos. El más importante es el de distribución de tie­rras baldías, como es el decreto de la Asamblea Nacional Constituyente de Guatemala de 1825, que Ja Asamblea de 1829 decidió impulsar. Se privatiza­rían todas las tierras baldías a precios razonables, con excepción de los ejidos. 502 Problema central, determinar lo que era una tierra baldía en un lugar donde habían conflictos de límites de las propieda­des. Existían conflictos de límites de las entre ha­cendados y pueblos de indios, entre hacendados y ejidos. Mucha gente tenía posesión pero no título de propiedad. Estos conflictos produjeron 1 itigios y re­vueltas. En segundo lugar, el decreto favorecía a las personas que tenían cómo pagar las tierras, y deja­ba sin oportunidad a los pobres. Gálvez reconoció los problemas que crearon estos decretos. En espe­cial el clima de inseguridad creado en el campo, el incremento en gastos jurídicos que llegaban a la confrontación de individuos con individuos, y de éstos con el Estado. Lamentaba también que con las nuevas leyes ttlos pobres han sido despojados de sus pro­piedades y solamente los ricos han sido capaces de comprar tierrasu. 503 Se hizo común la resistencia de las poblaciones y villas que se negaban a ceder las propiedades que perdieron en litigio, lo que llevaba por el camino de la desobediencia.

Un segundo punto de descontento fueron las grandes concesiones que se hicieron para proyectos de co­lonización a zonas en teoría baldías, y las ventajas que se daban a los inmigrantes extranjeros en el momento en que los indígenas y campesinos guate­maltecos estaban sometidos a interminables litigios y luchas por conservar lo poco que tenían. lngersoll muestra en un mapa el desorbitante tamaño de las tierras asignadas para atraer inmigración.

1" 1 ldem. p. 65. El decreto completo aparece en C. 1 Leg 70, exp 1984, fol 95-101, en AGCA, Guatemala

1"' Citado por lngerso/1, p. 68.

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- - - - - - - - - - - (;ÜAi(itAi..A" - - - - - - - - - - - - - -11134 • 1640

Fuerle. Hazdl"!!"'ol. n,.y,. ul totlo\ourl<IÓt\ A ~1\>j¡ict lheRo~re,,.rOin.,.!l"...eyon GUI!II.,.olo1837·1 B7l p. S!!

Los gobiernos del Estado de Guatemala hicieron tres concesiones. La primera hecha al coronel Juan Galindo en el nor-occidente de Guatemala, cerca de Belice. La segunda en Verapaz, a la empresa britá­nica The Eastern Coast of Central America Commercial and Agriculture Company. Estas dos concesiones fueron hechas en tierras casi deshabitadas. La tercera, en las áreas habitadas de Totonicapán y Chiquimula y en una franja a orillas del lago Izaba!, se concedió a Carlos Antonio Meany y a Marshall Bennett, hombre prominente en los negocios en Belice. 504 En esta tercera concesión comenzaron las protestas, pues en gran parte se trataba de zonas habitadas, donde había que desposeer a los propietarios.

Las concesiones eran enormemente generosas. La compañía inglesa, por ejemplo, se comprometía a traer 1 ooo- familias, y a cambio tendría derechos exclusivos por 20 años para controlar la inmigración

1 "~ /de m p. 60.

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y el corte de caobas. Cada colonista recibía una caballería de tierra, estaba libre de impuestos y contribuciones por diez años, tenía libertad de elegir a su gobierno y gozaba de libertad religiosa. sos ¿Por qué tanta generosidad con el extranjero en el mo­mento de que a los naturales se les sometía a una desposesión injustificada en un lugar donde había abundante tierra? ¿Por qué no se hizo un proyecto de colonización con los nuestros al estilo de Campillo?

Era natural que los vecinos de estas concesiones sintieran resentimiento contra los proyectos de colo­nización organizados de tan mala manera. Esto dio lugar a un gran debate donde se discutió desde el derecho del gobierno a alienar las tierras, hasta la amenaza inglesa de usar las concesiones como ca­ballo de Troya. lngersoll reporta los conflictos gene­rados por las concesiones, y el gran número de poblaciones que expresaban su descontento con los proyectos. Este hecho ayudó a minar la imagen de un gobierno aislado pero obstinado en sus decisio­nes, lo que hacía difícil la rectificación. La caída de Gálvez tenía más causas que el problema agrario y su política económica, pero lo importante es hacer notar cómo algunas decisiones económicas lo lleva­ron a su caída.

Es apropiado cerrar este trabajo con una conclu­sión melancólica y triste de Alejandro Marure, quien había sido pieza clave del régimen de Gálvez y Morazán. Veía levantarse a una revolución indígena de la cual no se podían prever sus consecuencias. Sólo podía ver qué tipo de politica llevó a esa situación, dán­dole finalmente la razón a Manuel Montúfar.

uCuando se ha rasgado el velo de nuestras ilu­siones, ha sido para mostrarnos, en lo pasado, el caos de nuestros errores, ( ... ) Separándose de

ll/.l /bid, p. 60.

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la antigua Metrópoli, una fracción de la sociedad se imaginó ( ... ) que su regeneración le. estaba exclusivamente encomendada, y que podía em­prenderla á su arbitrio: ( ... ) harto hemos tenido ya que lamentar las tristes consecuencias ( ... } la voz de Independencia, por si sola, no era bas­tante á despertar á los pueblos del letargo de tres siglos: era preciso que ( ... ) los irritáremos con nuestra tiranía ( ... ) con nuestros errores: ellos por si mismos, debían lanzarse en la carrera de su regeneración.••506

La revolución política de 1838 cambió por com­pleto la naturareza de la vida política centroamerica­na. La prominencia del movimiento indígena enca­bezado por Rafael Carrera ya no permite analizar el período en el marco de la Ilustración. Por tanto, se cerró uno de los períodos históricos más brillantes de Centroamérica. En él se observa una relación estrecha entre ética, política y economía, que nece­sita ser contada. Este libro es una contribución a esa tarea.

w~ Alejandro Marure, Observaciones sobre la intervención que ha teni­do el ex-presidente de Centro América. General Francisco Morazán, en los negocios políticos de Guatemala. durante las convulsiones que ha sufrido este Estado. de mediados de 18 3 7 á principios de 1838. (Guatemala: Imprenta de la Academia de Estudios, 1839) (AGN, Impresos Federal), p. 1.

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285

ANEXOS

Se anexan cuatro documentos seleccio­nados por su importancia y por el hecho de ser bastante desconocidos. Su publica­ción en este libro permitirá una lectura más amplia.

Se anexan dos textos económicos pre­sentados por la mayoría del ayuntamiento de Guatemala en 181 O que representan la visión económica liberal. Fueron publicados con el nombre de Sistema económico y Proyecto de una contribución. Se anexan las instrucciones económicas presentadas por la minoría del ayuntamiento en 181 O que representan la visión económica agraria republicana. Fueron publicadas con el nombre de Apuntes instructivos. El cuarto texto es el Plan de la cátedra de economía política escrito por José Cecilio del Valle en 1812 2. Es el primer curso de economía política diseñado en Centroamérica.

287

ANEXO 1

INSTRUCCIONES

PARA

LA CONSTITUCION FUNDAMENTAL

DE LA

MONARQUIA ESPAÑOLA

Y SU GOBIERNO

DE QUE HA DE TRATARSE EN LAS

PROXIMAS CORTES GENERALES

DE LA NACION

DADAS POR EL M.I. AYUNTAMIENTO

DE LA M.N. Y L. CIUDAD DE GUATEMALA,

A SU DIPUTADO EL SR. DR. D. ANTONIO DE

LARRAZABAL,

CANONICO PENITENCLARIO DE ESTA STA.

IGLESIA

METROPOLITANA.

FORMADAS

POR EL SR. D. JOSE MARIA PEINADO,

REGIDOR

PERPETUO, Y DECANO DEL MISMO

AYUNTAMIENTO.

LAS DA A LUZ EN LA CIUDAD DE CADIZ EL

REFERIDO DIPUTADO.

EN LA IMPRENTA DE LA JUNTA SUPERIOR,

AÑO DE 1811

289

290

SEGUNDA PARTE SISTEMA ECONOMICO

Atenienses: Si habiendo obrado como

convenía tuviesen las cosas el estado

que ahora tienen, entonces sí que

nada os quedaba que esperar.

DEMOSTENES, Primera Filípica.

Decía Confucio que el arte de gobernar a los hombres es en el fondo lo mismo que el arte de sustentarlos. Con efecto, poco adelantaría un Estado en que se estableciese un buen sistema político, si no eran consiguientes el sistema económico, el de rentas y el legislativo; pero comoquiera que estos tres sistemas deben estar subordinados al genio, usos y costumbres de la nación, al estado de ella, a su localidad, su clima, extensión de su territorio, ferti­lidad de él, y sobre todo a su población no es posible en una Monarquía tan basta como la española, en que todos estos objetos se diversifican, establecer por punto general estos sistemas, ni alguno de ellos. Es pues indispensable confiar su establecimiento a la sabiduría de las juntas que examinando como corresponde tan delicadas materias establezcan lo que crean conducente al mejor estar de los individuos de la sociedad, consultando a S.M. en cuyo supre­mo consejo las luces de la nación reunidas, exami­narán la materia, y se conciliará el interés general de la Monarquía. Sin embargo dará este cabildo una idea de un sistema general adaptable, y que debe quedar sujeto, en su aplicación, a los principios inmutables que dejo apuntados.

La población es la mayor riqueza del Estado, y su aumento el primer objeto del gobierno: pero ni la célebre arenga de Augusto, ni la ley papíapopea, ni las de Licurgo y Solón, y de otros legisladores en varios países han conducido ni podido conducir al logro de tan interesante objeto. Todos éstos, Zoroastro, Seleuco y Minos establecieron leyes para la propa­gaclon, y no pudieron lograr los aumentos que de­seaban; porque hay objetos en que las leyes deben mandar sino proporcionar; y la sabiduría del legisla­dor no consiste en establecer leyes, sino en estable­cer tal relación entre ellas mismas, y dar tal direc­ción a las costumbres que el hombre por su interés particular siga la senda que le designa la ley, y voluntaria y naturalmente cumpla con ella, si es posible sin conocer que obra conforme a precepto: por eso

291

las leyes obrarán más eficazmente con una direc­ción oblicua que con una dirección recta, porque no debe perderse de vista que el hombre es animal de resorte.

El único medio para el aumento de la población es establecer tal sistema económico, tal sistema de rentas, tal sistema legislativo, y tal orden de juicios en la nación que todos los individuos de ella alcan­cen una cómoda subsistencia con un trabajo mode­rado; porque la subsistencia es la medida de la población. A esto propenderá el sistema económico de que, aunque por punto general, se va a tratar.

Todo pueblo debe ocuparse en el cultivo de sus primeras materias indígenas, y en darlas las varias formas de que sean susceptibles; y hasta que haya logrado esto en toda la extensión y perfección po­sible no debe pasar su atención y fatigas a las de otro suelo. Abundando, pues, en la nación española las sedas, las lanas, el algodón, el hierro, el acero, el cobre, el latón, el oro, la plata, la zoza, la barrilla, las tinturas y las maderas, parece debe limitar su agricultura y su industria, a estos objetos capaces de darle ocupación útil, de mantener las relaciones interiores, de atraer con ella y con los frutos inme­diatos de su agricultura Jos productos de otros pai­ses que le convengan, y aun el numerario que cir­cula en ellos; pero los desvelos del gobierno han de ser sobre el orden con que deba establecer su eco­nomía y la protección que deba dar a sus diversos ramos.

Ni Sully protegiendo la agricultura, ni Colbert protegiendo las fábricas en los dos más gloriosos reinados d~ la Francia pudieron hacer otra cosa que darla un aparente esplendor, pues en tiempo de ambos no se aminoró la general miseria de aquel reino, porque obraban por sistemas y no por principios. No conocieron la raíz del mal, y de consiguiente no pudieron removerla, y antes bien sería muy fácil al

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cabildo si se hubiese propuesto escribir sobre la materia, demostrar que el Ministerio de Fleuri fue mejor que el de estos dos hombres célebres, sólo porque dejó correr las cosas en su curso natural; pero el objeto en unas instrucciones es limita do a señalar las vías que deben seguirse, para la felicidad general; por eso no se ha citado ni citará en este papel más que aquellos hombres cuyas disposiciones celebradas y admitidas sin examen pudieran oponerse, porque los hombres comúnmente se gobiernan más por ejem­plos y autoridades que por la razón, y este Ayunta­miento está muy distante de admitir hecho alguno sin examen, aun cuando se apoye en la adopción universal. Uno de ellos es la protección concedida por algunos gobiernos a tales o tales ramos.

Desengañémonos, no conoceríamos la protección si no se nos hubiese hecho conocer la opresión, ni es bueno, ni es útil a una nación el ramo que por sí, y por sólo el interés individual no puede subsis­tir. A los ojos del gobierno deben ser igualmente apreciables todas las clases del Estado y todas sus producciones, y su protección debe ser únicamente para con los Estados independientes, limitados sus cuidados a la aplicación del fomento con los cauda­les públicos destinados a él por la graduación natu­ral de las cosas que adelante se dirá.

La agricultura debe ser el primer objeto del go­bierno, porque no sólo la existencia de todos los seres, más su propagación está en razón de la can­tidad de alimento; no pudiendo aquélla ni ésta pasar del alimento posible de un país, ¿cuál debe ser su fomento? Este es el punto que se va a tratar, ha­ciendo las distinciones indispensables.

Dos clases de países comprende la Monarquía española: los unos producen todo lo necesario a la vida humana, y éstos no sólo tienen anualmente la cantidad de alimento necesaria disponible, sino que pueden aumentar su población a toda la cantidad

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de alimento posible. Otros carecen de alguna parte de él; pero la preciosidad de sus frutos les subordi­nan otras provincias nacionales o extranjeras que les proveen en cambio de todo el alimento que necesitan, y aunque este es un estado precario dig­no de que el gobierno procure por todos los medios posibles remover una dependencia absoluta que puede algún día ser funesta a los habitantes que poco reflexivos miran este mal como un bien; se puede por ahora decir que la nación española tiene en sí toda la cantidad de alimento necesaria para su población actual y para su población posible.

Esta depende, no sólo de la masa o cantidad de alimento que contenga el país, sino de la porción que pueda adquirir cómodamente cada individuo, y a esto se dirige el fomento de la agricultura.

El precio de todos los productos está en razón del alimento, que puede muy bien reputarse por la medida universal de todas las cosas; pero no por esto deben dirigirse las miras del gobierno que se venda barato. Las voces barato y caro son relativas y su relación inmediata en los alimentos es el jornal del hombre del campo, y el salario del artesano; se repite pues bajo este respecto: el fomento de la agricultura debe dirigirse a que el precio del alimen­to guarde proporción con la parte de los jornales o salarios destinada a alimentar al trabajador; pero esto debe ser de modo que el labrador disfrute utilidades correspondientes al capital invertido en su labranza y a su industria, quedando compensado de sus fa­tigas, y alcanzado cómodamente su subsistencia. De otro modo su suerte sería inferior a las de las otras clases; presto abandonaría este ejercicio; los frutos de la agricultura vendrían a escasear; y por conse­cuencia necesaria a encarecer, alterándose natural­mente todo el sistema económico que la leyes pre­tendían restablecer . Una ley dictada sin conocimien­tos trae en ocasiones calamidades que la ignorancia

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atribuye a causas sobrenaturales. De esta clase son las tasas, tarifas y prohibiciones.

La palabra subsistencia incluye el alimento, el vestido y la mediana comodidad en el surtimiento de las necesidades del hombre; de aquí es que el precio de los alimentos debe guardar proporción con todo lo que compone la subsistencia del labrador. Este con la demás clases del Estado forman una cadena cuyos eslabones, a más de estar entre sí unidos y enlazados, deben tomar una perfecta igualdad para que no presenten deformidad alguna. Esto se hará demostrable cuando se pase a tratar de las manu­facturas.

En un territorio fértil en que la agricultura com­pense abundantemente al labrador su dedicación, y que esté regularmente poblado, si está a la orillas del agua, o a distancia en que la extracción de aquellos frutos ofrezca proporcionadas ventajas a la nación a que pertenece, y la surta de lo que necesita de otros países para su cómoda subsistencia, deberá el gobierno examinar si aquella ocupación la da a todos los individuos de la providencia, y en este caso no hay duda que es la conveniente: mas si aun quedan muchos brazos sin destinos, deberá contentarse, con no poner trabas ni imposiciones al ramo de agricul­tura sin auxiliarlo en cosa alguna, e introducir, re­mover y fomentar las fábricas por todos los medios posibles, particularmente si los productos de la agri­cultura no son frutos consumibles, sino primeras materias capaces de nueva forma.

Esta conducta es indispensable en los territorios que no sean costaneros o litorales; pero debe ser del todo contraria en los que sean estériles, pues no ofreciendo la agricultura recompensas proporciona­das al labrador, y siendo por su naturaleza la la­branza un trabajo duro, afanoso, expuesto a las estaciones y absolutamente necesario, es indispen­sable sea en semejantes terrenos la predilecta del gobierno.

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Pero en toda la Monarquía debe gozar la agricul­tura de una libertad absoluta, no debe conocer gra­vamen, imposición ni derecho bajo ningún título; ni aun la primicia debe tener tasa que la prive del mérito de una ofrenda religiosa. En esto y en la introducción de máquinas; en la composición y apertura de caminos, ríos y canales; en las escuelas para enseñar por principios a los hijos de los labradores; en los hospitales para la curación de jornaleros y en la opinión pública a favor de un destino noble por esencia, y único digno del hombre libre, debe con­sistir su fomento.

Los productos de una nac1on son siempre en razón de los capitales de ella, y la lamentable época en que nos hallamos, debe haber destruido y arruinado muchas familias europeas; pero la agricultura es el ramo que necesita menores capitales, y la naturale­za que hizo a todos los hombres hermanos, y Dios que les dio un fondo de piedad natural, les impuso el precepto de socorrerse mutuamente. Este precep­to divino, y esta obligación natural que habla con todos los hombres que habitan el universo, se estre­cha más por el pacto social entre los individuos de una nación obligándolos a su auxilio recíproco. Tan sangrado vinculo liga con más estrechez a los de una provincia, a los de un mismo pueblo, a los de una misma familia; por estos principios se dirá en su lugar el modo como deban formarse en toda la nación los capitales que el gobierno de ella ha de destinar al fomento de éste, y demás ramos de la industria nacional.

Se ha dado aquí la denominación de capital al dinero, no porque él lo sea, sino porque es el medio más proP.orcionado para formar el capital de una nación. Este consiste en su terreno, en los frutos que en él se cultivan, en sus animales domésticos, y en todos los instrumentos de la agricultura, artes, fábricas, u oficios, y por último, en todo lo que mediata o inmediatamente concurre a la producción.

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A ella corresponden en la clase agricultora los pro­ductos de los ríos, y de la mar, que lo mismo que las minas son parte de su territorio, y que concu­rren al alimento de la población, y a su aumento por varios aspectos, y por ello merecen igual pro­tección que la agricultura de la superficie. A ésta es anexa la crianza de animales domésticos, que no sólo alimentan a la nación sino que la enriquec.en, dando con sus despojos las primeras materias a las fábricas, para que el hombre surta sus necesidades, disfrute de comodidades, y extraiga del lujo y la opulencia, y ponga en circulación el dinero tan ne­cesario para el curso universal de las cosas.

El arriero, el armador, y el comerciante, son unos gremios auxiliares, que aunque nada producen por sí, concurren a la producción de los otros; siendo evidentemente cierto que sin ellos, o no habría pro­ductos, o éstos serían infinitamente pequeños y li­mitados . Por eso es una parte del fenómeno de la agricultura el que estas clases no sean vejadas ni molestadas con trabas, imposiciones ni derechos que precisamente han de recaer en el labrador, ahora las pague éste inmediatamente, ahora las pague en los objetos que consuma de la industria de sus consumidores.

Siendo un problema de difícil resolución la repar­tición de tierras baldías en pequeñas porciones cuyo clamor unísono, casi se ha hecho moda del siglo, porque su resolución depende de la de este otro. Si es más útil al Estado la cultura en grande que en pequeño, o por la inversa; suspende el Ayuntamien­to fijar su opinión, limitándose a observar, que ni las leyes de los egipcios, ni las de los judíos, ni las de los griegos, ni las de los romanos de quienes las tomó el resto de Europa, una considerable parte de Africa, y no pequeña de Asia, dadas en un tiempo en que toda la propiedad y la riqueza de las nacio­nes y de sus individuos, consistía en t,.~n pedazo de tierra, una flecha o una lanza, y no conocían otra

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industria que algunas fábricas bastas, y el adobo de las pieles, ni otros medios de acumular riquezas, que las conquistas, o los oráculos; son adaptables a la edad presente en que los progresos del entendi­miento humano han diversificado de una manera casi infinita los medios de subsistencia y los recursos del ciudadano.

La diversidad de provincias, su población, su lo­calidad, el genio de sus habitantes, y su estado, son los puntos de vista para la resolución de un proble­ma que jamás se resolverá con acierto no contrayéndose la resolución a determinado lugar; pero sí es de tenerse presente que la agricultura es la base de la pobla­ción, y que sus individuos proveen de brazos para las artes, para las fábricas, para el comercio, para las ciencias, para el ejército, y para la marina, y que ninguno de estos destinos jamás dará un labra­dor al Estado. Este, decía Plinio, no es necesario que dé; basta con que no quite . Basta, pues, con que las medidas del gobierno se dirijan a la cómoda subsistencia del individuo; basta con que le propor­cione educación y recursos con que se la adquiera; y basta con que no le exija más que lo puramente necesario para las cargas indispensables.

Las fábricas y manufacturas, dando nueva forma a los productos aumentan sus valores en razón de la cantidad de primera materia del capital invertido en ella, y del salario del operario en que está invivito su alimento, y cuyo estado es la regla común de él. Las artes, pues, merecen el segundo lugar en el aprecio del gobierno, y que a su aumento y prospe­ridad propenda fomentándolas, y quitándolas toda traba, imposición o derecho dejándoles un curso libre, y franco, d~ntro y fuera del Estado.

Ya está dicho que la nación no debe dedicarse a otras fábricas que a aquellas, cuyas primeras mate­rias le son indígenas, sin dedicar su aplicación a otras extrañas; pero nótese que se usa del verbo

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debe, y no del verbo puede, porque cualquier indi­viduo de la nación puede dedicar su capital, sus terrenos, y su industria a lo que crea que le es más útil, o que le lisonjee más su antojo. Pasa pues el cabildo a demostrar el orden en que debe dedicar el gobierno sus cuidados a las fábricas, y cuál es el fomento que debe darlas, y el que las debe negar.

No intenta designar el orden particular; porque éste, tratándose de una nación como la española no es posible. La ferrería es la primera de las artes, sin ella la agricultura misma sería sumamente imperfec­ta; y graduando su existencia por cálculo compara­tivo entre la agricultura posible sin aquel auxilio, y la posible con él, no será extraño se dijese que no existiría. Con todo sería una necedad aconsejar al gobierno dedicase sus cuidados a ella, del mismo modo en Vizcaya que en Murcia en cuyo reino debe ocupar el primer lugar la seda. Este objeto de lujo es preferente allí a los objetos de necesidad, y a los de comodidad porque su dedicación, sobre dar ocu­pación a sus brazos en igual cantidad de tiempo y de acción que a otros objetos, produce mayores valores con que se proporcionan aquellos artículos. Es pues el objeto designar las vías generales adoptables a todo lugar, y cuya aplicación debe quedar subordi­nada a los conocimientos provinciales de las de las juntas.

El orden con que debe dedicar el gobierno su atención a las fábricas tiene tres grados esenciales: 1 º el de los géneros de necesidad; 2º el de los de comodidad; y 3º el de los de lujo; mas cada uno de estos grados se diversifica de mil modos, que sólo podrían designarse con localidad determinada, lo que no podría convenir a un sistema general. Cuanto en el particular se puede decir, es que aquel ramo de industria que sea más necesario en el país, por cualquiera de las muchas relaciones, que en la economía de él puedan graduarlo de tal, y que ocupe más brazos, deberá ser el primero en la atención

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del Gobierno, particularmente si es de consumo interior, y poco lucrativo; pero si es de consumo exterior se propenderá a los más lucrativos, sin prestarles mayor auxilio, porque el interés que resulta de su ejercicio, será suficiente estímulo, mas siempre cuidará el gobierno de que se diversifiquen los objetos para hacer, en este caso, lo menos precaria posible, la suerte de los fabricantes o artesanos.

La conducción de los buenos maestros de todas las artes y manufacturas, con gruesas dotaciones para que las enseñen, la subsistencia de algunos jóvenes en estos aprendizajes, un moderado capital a los que sobresalgan, y la introducción de máquinas adoptadas en las naciones para suplir los brazos, aumentar la cantidad de acción, perfeccionar y aba­ratar ésta, es el fomento que debe dispensar el gobierno a las fábricas.

Prohibir la extracción de primeras materias es una injusticia insoportable y una violación del derecho de propiedad del labrador; es por último minorar los productos por los mismos medios que se intentan aumentar. Regla general: los productos se aumentan a medida de la utilidad que rinden, y está en rela­ción de la extensión del mercado: por eso admira que un grande hombre en cierto célebre discurso no opinase por la libre extracción del trigo, siendo éste el único medio de evitar las escaseces indispensa­bles en los malos años, cuando las siembras guar­dan proporción con los consumos de determinado lugar.

Prohibir la introducción de mercadería a pretexto de fomentar las fábricas nacionales, es una injusti­cia que se hace al consumidor. No es lo mismo una fábrica nuéva en un país, que una invención; el privilegio en ésta puede ser necesa río para sus progresos, y aunque no lo sea a nadie ofende, pues no se le obliga a carecer de otra cosa, de lo que antes de la invención carecía; pero el privilegio en una fábrica

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sólo porque es nueva en el país, o porque es nacio­nal, no sólo es injusto y ridículo, sino que se opone directamente a lo que debe propender el gobierno, porque asegurado el empresario de la venta no tie­ne estímulo para mejorar la calidad, ni proporcionar la baratura.

Se ha dicho antes que el valor de las mercade­rías consiste en la cantidad de primera materia del capital que se invierte, y del salario del operario, y que la regla común de éste es la medida de su subsistencia. Se ha dicho que es la común, no la única, porque aunque la abundancia de operarios no puede bajar los salarios a menos del nivel de su subsistencia, la escasez de ellos y la demanda de los empresarios en una nación esté en estado de progresión puede alterarlos; pero cuando una nación llega a este estado, la invención o introducción de máquinas entran a llenar el déficit de los brazos nacionales.

No nos hallamos, ni se hallará la nación por algún tiempo en tan floreciente estado: con todo desde ahora debe procurar el gobierno que la industria nacional se diversifique en todos los ramos posibles, siendo más favorable a una nación, y de una existencia más segura, un millón de pesos en un millón de artículos, que un millón de pesos en un artículo, porque el capricho a la moda de los consumidores, una invención ... un descubrimiento ... pueden variar en un momento los consumos de un género, y reducir a la miseria a una parte. más o menos considerable de los ciudadanos, por cuyo bienestar debe velar el gobierno.

Los impuestos sobre la industria nacional la des­truyen y aniquilan, porque alterando el precio del género adoptan los consumidores otro, o el mismo de otra nación, y para evitar este daño el empresa­rio disminuye la cantidad de primera materia, si es preciosa, que es lo que constituye la razón caracte-

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rística del precio a la calidad de la mercaderí(;!, cometiendo un fraude a que le incita la ley que debe dirigir y velar sobre la probidad y buena fe nacional, o disminuye el salario del operario o la ocupación de éste, dando menos primor, o consis­tencia al género, en cuyos casos peligra aquel artí­culo de ser destruido por la industria extranjera; pero aún mayor lo tiene si el empresario disminuye sus utilidades sobre el premio ordinario de su capital, porque destinará éste a otro objeto que se le ofrez­ca, quedando extinguida la fábrica y sin ocupación y recursos Jos oficiales de ella, perdiéndose las ven­tajas de ser mantenidos por otras naciones si la mercadería había logrado consumidores extranjeros, porque éstos que sólo la recibían por su interés dejarían de tomarla también por su interés, único móvil de los contratos.

No se oponga que gravando las industrias ex­tranjeras se remedia parte del daño; porque sobre ser ésta una injusticia que se hace a los consumi­dores nacionales, es remedio, y de consiguiente supone un mal que no debe ca usar la ley. A más de una nación como la española bien dirigida, admitiendo y atrayendo a las naciones extranjeras que gustosas se radicarán en ella por sus riquezas si el gobierno se establece bajo sólidos principios de equidad y de justicia, debe tener por mercado el universo, y pro­poner a la preferencia en todos los países de él; pero esta preferencia debe cimentarla en la equidad y la justicia, en la buena fe de sus contratos, en la abundancia de sus productos, y en la calidad y precio de ellos.

La alcanzará, en efecto, con la calidad de las mercaderías, y la baratura de sus precios. Lo prime­ro depende de la probidad y buena fe de los fabri­cantes. Estas circunstancias, de las leyes y la edu­cación: y lo uno y lo otro de la sabiduría del go­bierno que ha de establecerlas: y lo segundo de la introducción de máquinas, apertura de caminos y

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canales, abolición de estancos, aduanas, impuestos, derechos y trabas; y por último de la equidad de los premios sobre los capitales en dinero.

Estos que son la obra de los ahorros anuales, se forman lentamente en una nación, y las leyes que no deben poner tasa a ninguna mercadería, deben menos ponerla a los premios del dinero, que la experiencia ha acreditado no están bajo su imperio. Cuando la ley pone tasa al interés, este naturalmen­te sube; porque el prestamista de buena fe le da otra dirección, y el de mala se hace pagar de la infracción de la ley. El proporcionar, pues, una can­tidad considerable de numerario para fondo público de la nación es un objeto de la mayor entidad, cuya formación posible se demostrará en su lugar.

La masa de este fondo público con que el go­bierno auxilie la agricultura y la industria, ya en sus establecimientos,. ya en los socorros ocasionales, y el moderado interés que exija, será sin duda, no sólo la única, sino la más proporcionada ley que dé tono al interés del dinero de manos muertas y particulares.

La abundancia abarata todas las cosas. Abundando, pues, los capitales deben abaratar su premio.

No hay que temer que el aumento del dinero encarezca los precios de los productos, pues diri­giendo el gobierno su curso al aumento de estos siempre excederán al nivel de aquél, sin que se dé el caso de haber más signos representantes que cosas representadas, a más de que el sistema de circula­ción conservará expedita la masa de capitales dis­ponibles por el gobierno.

El comercio aunque nada produce por sí mismo, como se ha dicho antes, es sin duda el que hace producir a los otros ramos auxiliándoles en el trans­porte de sus productos, trasladando éstos a otros

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lugares y conduciendo de ellos lo necesario a la nación productora. El comerciante es una persona que sin pertenecer a clase alguna, las representa todas, haciendo según sus casos diversos papeles en el teatro del mundo con las utilidades de los individuos de él. Cuando trata con el labrador le representa a uno, ciento o mil consumidores, y del mismo modo cuando trata con el fabricante; toman­do la forma de estos cuando provee al consumidor. De este modo tomando sobre sí una ocupación in­dispensable a los productores, y dando a éstos el valor de sus productos, les deja el tiempo, y los capitales expeditos para producir los mismos artícu­los, y aumentar la riqueza nacional, que no es otra, ni puede ser, que la suma de los productos anuales; tomando sobre sí la empresa de surtir las necesida­des ocasionales de los consumidores.

Este gremio, sin el cual la esfera de los produc­tos sería muy limitada, merece en los desvelos del gobierno toda la consideración que las clases pro­ductoras, a quienes por esencia pertenece, del mis­mo modo que los instrumentos más necesarios a sus respectivas industrias; pero el comercio no es otra cosa que el trato, y el cambio de Jos valores por valores, y 1 a distinción entre nacionales y ex­tranjeros es absurda y ajena de razón. Todo el que comprando los productos de un país aumenta o aviva las facultades productivas de él, le hace un bien, y este es igualmente bien, venga de la mano que viniere. Todo el que provee a una nación de lo que la es necesario, o aumenta su comodidad, le hace del mismo modo un beneficio, y éste lo es igualmente cual­quiera que sea la mano de que lo reciba . Esto es de eterna verdad, y las distinciones inventadas y apoyadas .en las voces <<balanza de comercio, co­mercio activo, y comercio pasivo>> no son otra cosa que una preocupación apoyada en otras preocupa­ciones.

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Una nación no debe buscar su riqueza, ni contar con otro fondo que el de sus productos anuales. A la mayor extensión y perfección de éstos, debe dedicar el gobierno sus desvelos, procurando por todos los medios posibles que todos los individuos de ella tengan ocupaciones útiles, y que las clases improductivas se reduzcan al mínimo posible disminuyendo de este modo los consumos estériles que minoran la suma de la riqueza anual.

La nación española, que aunque dividida en grandes territorios, europeo, americano y asiático, la pode­mos considerar unida por medio de los mares, debe propender en la Europa a la agricultura, y a las fábricas de todas clases para dar nueva forma a sus primeras materias, con las cuales pueden muy bien proveer a todos los individuos del Estado, no sólo sus necesidades, sino sus comodidades y su lujo; mas los territorios americano y asiático, necesitan por su vasta extensión, su localidad y demás cir­cunstancias necesarias que se diversifican extraordi­nariamente entre ellas mismas, otro examen muy prolijo; con todo podrá decirse, partiendo de un principio luminoso, cual es que el de que el interés de la nación es que todos los individuos de ella tengan ocupaciones útiles, que convendrá que en todas las tierras litorales y costaneras se fomente la agricultu­ra y su inmediata industria en los varios ramos que comprende, y en las mediterráneas las artes, y las fábricas, porque los productos de éstas, represen­tando los valores de la primera materia, los premios del capital de su inversión, y del salario del opera­rio, éste y su industria aumentan considerablemente el primitivo valor, y sufragan los transportes indis­pensables para el comercio; sin el cual deben ser muy limitados los productos por ser la esfera de ellos la de sus consumos, y ésta conforme a la extensión de su mercado, como antes se ha dicho.

La agricultura de los frutos americanos, es de sumo interés a la nación y ésta debe empeñar su

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fuerza unida a su fomento, porque con ella alcanza­rá sin duda sobreponerse a las demás naciones en riqueza, en población, y en marina. Es cierto que el comercio no es otra cosa que un cambio de valores por valores, de cuyo medio el trato con otras nacio­nes parece que no puede aumentar la riqueza de una; pero ya se dijo que la suma de la riqueza de una nación, consiste en la suma de sus productos; que éstos son limitados a la esfera de sus consu­mos, y que la calidad y baratura de ellos por medio del comercio los aumenta; resta ahora demostrar en qué consistirá que un cambio de valores por valores aumenta la riqueza nacional. La aumenta, pues, dando con los cambios una reducción real aun valor nomi­nal: la aumenta convirtiendo con la salida y consu­mos en producción útil la que sin ellos sería una inútil superfluidad: la aumenta dando valores efecti­vos a los valores muertos: la aumenta dando repre­sentación física a cual ida des morales: y la aumenta recibiendo de los extranjeros mercaderías de gastos por mercaderías de consumos, de cuya clase son en la mayor parte los frutos de la agricultura america­na .

Los consumos de éstos se distinguen en consu­mos útiles y estériles. Estos son los que se consu­men en el alimento de las clases improductivas, y en ésta pondremos por necesidad de la distinción, porque así es para nuestro caso, los consumos de las clases productoras extranjeras. Los útiles son los que se consumen sin destruirse, como las tinturas y drogas que se consumen para tomar o dar un,a nueva forma, aumentando o dando a otros productos un nuevo valor. Los de esta clase piden una gran eco­nomía en su salida del territorio español; mas no se ha de contener ésta por medio de prohibiciones, sino fomentando la industria nacional, de suerte que ella por su solo interés los contenga dentro de sí, invir­tiendo sus capitales en su acopio. En esta clase debe colocarse el algodón, cuya primera materia, producto abundante de la América, puede dar ocu-

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pacton útil a la mayor parte de la España, así como la da a otras naciones.

Propendiendo el gobierno al aumento de los pro­ductos nacionales, a que todos los individuos de la nación sean productores, a que las clases improduc­tivas se reduzcan al mínimo posible, y a que no haya consumos estériles, debe fijar su atención en que el sexo femenino, que es más de la mitad de la nación, tenga artes y oficios análogos consagra­dos por la costumbre y la opinión pública a la dedicación femenil, para cuyo logro no sólo conven­drá que se hagan ordenanzas, sino también traer maestras o maestros, máquinas e instrumentos, es­tablecer escuelas, y dar moderados capitales a las que sobresalgan en su aprovechamiento. En las mismas artes y oficios a que está dedicado el hombre, y cuya división conviene, hay ramos a que conven­drá se destine únicamente el sexo, tomando éste la ocupación de fuerza débil, y el varón de la fuerza robusta. Júzguese con este método cuáles serán las ventajas de una familia crecida en casa de un arte­sano o fabricante, y el consuelo de éstos dejando un patrimonio estable a sus hijos en su industria.

Una nación justa y civilizada debe aborrecer las guerras y no hacer otras que aquellas a que le obligue la defensa de su territorio o de sus derechos, cuan­do por otras vías más moderadas no pueden alcan­zar su satisfacción.

Mas para la defensa accidental de su territorio, no debe despoblar éste; manteniendo un numeroso y perjudicial celibato militar, ni disminuir la masa de la riqueza nacional, convirtiendo en improducti­vos millares de brazos, que con sus ocupa­ciones domésticas presentarían un aumento de pro­ductos, que compensase ventajosamente sus consu­mos. Debe pues, sin atender al número de los ejér­citos de sus vecinos, formar el puramente indispen­sable para la guarnición de sus fronteras y costas,

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supliendo el número con las fortificaciones y con una milicia general, que comprenda todos los ciuda­danos capaces de llevar armas, excluyéndose unlca­mente aquellas clases, que o por dignidad, o por incompatibilidad han estado siempre exentas. La opinión y el ejemplo lo pueden todo.

Pero sea cual fuese el número a que asciende el ejército y la marina, no debe conocerse la ociosidad en sus individuos. La fortificación, los arsenales, y los caminos, deben darles ocupación y continuo ejercicio, así para que no enerven, y a su debido tiempo vuelvan a sus casas en estado de aborrecer el trabajo, como para que de este modo concurran al aumento de las producciones. El hombre fue criado para el descan­so: el trabajo es un estado violento y artificial en que es necesario criarlo, educarlo, y conocerlo, para que no torne a su estado natural.

Por esto, y porque sería hacer otros tantos des­graciados cuantos el Estado ocupase en el honroso destino de sus defensores, no deben tomar mozos de menos de 20 años en cuya edad deben haber concluido sus aprendizajes y darles su retiro preci­samente a los diez, de modo que a la edad de treinta años, vuelvan a sus pueblos y casas, a ser unos padres de familia, dignos de estimación nacional; pero para esto es necesario restablecer el honor a las tropas: que en éstas no se admitan delincuentes de ninguna especie: que se dulcifiquen las penas, y que se enseñe al militar a estimar más la opinión, que a temer el castigo; pues este es medio más proporcionado para gobernar bestias que hombres.

Mas no sería justo duplicar al militar sus fatigas sin duplicarle su satisfacción. Deberá pues abonársele un medio prest más cuando esté dedicado a las obras públicas destinándose la mitad a mejorarle su ali­mento en calidad y cantidad, y dándosele la otra mitad diariamente en moneda para que haga de ella el uso que le acomode.

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La defensa de los derechos de la nac1on deberá ser limitada a los de propiedad y libertad, en los mares, o en un territorio extranjero; mas no de nin­gún modo los que se suponen a la posesión y do­minio de tales, o cuales Estados. Semejantes pose­siones lejos de traer utilidad alguna a una nación la han aniquilado y destruido siempre. Un país en que sea necesario guarnición, o leyes coactivas para mantenerlo en dependencia, vale más abandonarlo.

Las guerras contra infieles, cuando no nos dañan, o se pueden establecer paces, son injustas, y los guardacostas de América para que no se comercie con extranjeros son inútiles, aboliéndose una prohi­bición contraria al derecho natural.

Si para el aumento de las relaciones interiores de los habitantes de un territorio son dignos de la aten­ción del gobierno los arrieros, y traficantes, parece rige mayor razón para las relaciones marítimas, ya entre los pueblos de una misma Monarquía, ya de éstos con los de otras. El modo de proteger este ramo tan esencial al Estado por muchos respetos, es fomentar la pesca, y el cabotaje, y la protección y premio de estas clases, será auxiliado de fondos públicos a los habitantes de las costas, para que construyan pequeños barcos para ambos objetos, asegurándoles los consumos de la pesca con resta­blecer la comida de vigilia en las cuaresmas y los viernes del año: con la abolición del estanco de la sal, y de todo derecho, traba, imposJcJon o grava­men, dando educación análoga a sus hijos, algunos dotes a las hijas cuando casen con marinero o pes­cador, y disponiendo en algunos puntos hospitales para la curación de los individuos de estas clases, que necesiten de semejante socorro. Por estos me­dios el fomento de la pesca de bacalao, arenque, Y ballena para cuyos objetos se auxilien armadores, tendrá un considerable recurso la marina mercante, y ésta proveerá en sus casos las tripulaciones nece­sarias a la marina real.

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La nac1on española no sólo por su situación topográfica sino por la vasta extensión de sus domi­nios es marítima, y su aumento, conservación, y defensa, exigen la creación de una marina real, capaz de proteger por todas partes su comercio, defender sus costas, y hacer respetar su pabellón. Las pes­querías, el cabotaje, el comercio, y el establecimiento de academias proveerán los pilotos, y marineros necesarios; pero en la construcción, y a que no debe omitirse gasto alguno que conduzca a la seguridad y fortaleza del buque, debe fabricarse éste donde las maderas sean de mejor calidad, tanto para la batalla, como para la duración, y donde cuesten menos. Estas circunstancias se hallan reunidas en Campeche, y en el reino de Guatemala, en cuyos puntos no falta otra cosa que maestranza, la cual puede mandarse de Europa. El navío nuestra Señora de Guadalupe fabricado en Campeche el año de 1702, fue exami­nado de orden de S.M. a los 17 años de servicio, y se graduó que podría continuar en él aun otros 14. En los combates embebía las balas, y no levantaba astillas, porque la madera de su construcción era cedro; y no durando los navíos de maderas euro­peas comúnmente más de 14 a 16 años resulta, que construyendo la escuadra en América, eroga la construcción en 30 años la mitad del costo que tendría en Europa; aun suponiendo la diferencia de valores de las maderas, equilibrada con el mayor costo de jornales, sin embargo que éstos son lo mismo en América que en España; pues los 3 reales de vellón de allá, son lo mismo que 1 1/2 rs. pta. que se pagan acá, con la circunstancia de alimentarse de este jornal, los operarios americanos.

Consistiendo la riqueza de una nación en la can­tidad de sus productos, y siendo éstos consiguientes al tiempo- dedicado a ellos debe propenderse por el gobierno a proporcionar la mayor cantidad de tiem­po posible útil a la dedicación, para la cual convie­ne se aminoren los días festivos; ya trasladando unos a los domingos, ya aboliendo otros. La economía

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debe buscar el nivel de la naturaleza. Esta gasta, y consume continuamente multitud de productos necesarios al hombre, cuya reparación indispensable pende de su cantidad de acción, y en ésta tiene un gran lugar la cantidad de tiempos; por eso el go­bierno debe proporcionar todo el posible.

Igualmente obliga a esta medida la conducta de las otras naciones, que no observando estas festivi­dades deben necesariamente aumentar sus produc­tos en razón de la cantidad de tiempo útil para su dedicación.

Aun es mayor el interés de la nac1on en abreviar el tiempo de los aprendizajes sin festinarlos, de cuyo modo aumenta la cantidad de los productos y habi­litando con anticipación las facultades productivas de los jóvenes, socorre las familias de que son in­dividuos, y hace que a éstas les sean provechosos en lugar de serie gravosos, como lo son cuando un padre de familia se ve obligado a sostenerlos por una serie dilatada de años, sucediendo no pocas veces depender de la vida de éste el destino de los hijos, que no teniendo quien los sostenga, ni pu­diendo por sí sostenerse se abandonan por necesi­dad con perjuicio del Estado y ruina de ellos.

Los religiosos de ambos sexos que la nación tie­ne son dignos del mayor aprecio, porque ruegan al Altísimo por nosotros, y dirigen a los fieles por el camino de la verdad, pero aun pudiera aumentarse su utilidad imponiéndoles la obligación de encar­garse de la educación de la juventud. Deberían ponerse en todos los conventos y monasterios de varones escuelas de primeras letras, latinidad, filosofía. ma­temáticas, historia y política; y en los de mujeres de leer, escribir, y contar, coser, bordar, hilar, tejer Y algunas otras habilidades, como encajes, blondas, etc. La educación es la base de la felicidad pública. El gobierno debe proporcionarla y debe velar, no sólo sobre que la haya sino, sobre el método de ella.

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Conciliar el menor gravamen posible de los indivi­duos del Estado en el socorro de sus necesidades; aumentar las clases productivas al máximo posible, y reducir las improductivas al mínimo posible, es la ciencia del gobierno.

Cada país y aún cada población tiene tanto en la agricultura como en la industria con algún ramo a que propenden con preferencia sus habitantes, por­que conforma con su genio, usos y costumbres re­cibidas de sus mayores, o con el clima y situación local del país. Si este ramo de ocupación a todos los brazos, y produce lo competente a su subsisten­cia, este sea cual fuese, es el que debe procurar el gobierno perfeccionar, porque el orden de protec­ción para que surta todos los buenos efectos desea­bles debe conformarse en todo lo posible con la voluntad, y costumbres de los protegidos. El gobier­no debe oponerse a las pasiones del hombre, ni intentar destruirlas; sus disposiciones deben limitarse a dirigirlas al bien común para cuyo fin las dio el supremo Hacedor. Mas tanto la promoción, como la protección de los varios ramos adaptables a un pueblo, o a una provincia y el orden de su establecimiento y fomento, todo depende de la exactitud de los conocimientos locales, por eso no hay medio más oportuno para su logro, que la creación de las jun­tas y ayuntamientos en la forma dictada en el plan político; pero es necesario que a los regidores se les honre por las leyes y por la opinión pública, a medida de los objetos a que deben atender, y que los premios de opinión, que son el tesoro inagotable del Estado, se restablezcan, y se empleen digna­mente en premiar a los ciudadanos que se distin­gan por su actividad, por su celo, y por su amor al bien públ_ico.

El aumento de las riquezas de un Estado, es en la opinión de algunos grandes hombres un principio de disolución y de ruina, porque las riquezas, dicen, corrompen el corazón humano. Ponen por ejemplo"

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la ruina del Imperio romano, la de Atenas, y la de Lacedemonia después que ésta ha admitido el oro. El cabildo les suplica perdonen el no ser de su opinión, y el arrojo de decir que han resuelto la materia con poca reflexión. Las riquezas de Roma, las de Ate­nas, y las de Lacedemonia, fueron fruto de la inva­sión, del saqueo, y aún de la perfidia, y de consi­guiente no corrompieron los corazones de aquellas naciones, sino que dieron pábulo a los vicios que se encubrían en ellos. Cuando las riquezas son fruto del trabajo y de la industria y están igualmente repartidas en todas las clases del Estado porque todos Jos individuos de él son productores, entonces lejos de traer a una nación mal alguno, son un principio de muchos bienes. Si hoy se les atribuye algún mal, es sin duda por la demasiada opulencia de algunos, y la suma miseria de otros, y aún esto es pondera­do por la malicia, o la ignorancia; pero no puede desentenderse, de que los que sí raciocinan, sin duda opinan que el oro y 1 a plata, constituyen la riqueza de una nación. El oro y la plata en barras son una mercadería preciosa, y una materia primera; estos metales en joyas son el adorno de cierta clase del Estado, cuya riqueza, fruto de su dedicación al tra­bajo, da ocupación al hábil artífice, y le pone en situación de mantener una familia que se aumen­tará a beneficio del Estado, cuyos ciudadanos en el libre uso de su propiedad, pueden dedicar a estos artículos una parte de sus adquisiciones si los ape­tecen, porque la satisfacción de sus deseos, es el objeto de su laboriosidad. Amonedados son la re­presentación universal de las cosas. De suerte que no constituyen riqueza, por sí, sí no por lo que re­presentan. Son sólo concurrentes a ella, facilitando Jos cambios y permutas necesarios al comercio, y así se ve que la Inglaterra es más opulenta porque produce más cosas, sin embargo que en ella no existe más numerario, que el puramente indispensa­ble a la circulación, que la España que produce más metales, y menos cosas. La suma de sus pro-

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duetos es la verdadera riqueza de una nac1on, y su capital consiste en la posesión de todas las cosas concurrentes a la producción.

Este es el plan económico, que a mi juicio debe adoptar la nación para llegar al grado de felicidad de que es susceptible. Destruidos los estancos y aduanas; abolidas todas las trabas, tasas y prohibi­ciones; reducidas las clases improductivas al míni­mo posible; respetada la propiedad y libertad del ciudadano; y libres todos los productos de los lla­mados derechos de cualquier especie que sea, abaratará la subsistencia, y todos los objetos nacionales con que tiene relación, y por una consecuencia necesa­ria y natural, no sólo aumentará sus riquezas la nación, aumentando sus productos, y el consumo de ellos en su territorio, sino que serán admitidos y solicita­dos por las demás naciones, en las que no podrá competirse con la nuestra, que por el natural mag­netismo de las cosas, atraerá a su seno las riquezas que por espacio de tres siglos ha tenido que pasar­las.1

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Este texto es parte de las instrucciones del Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala dictadas por la mayoría que en toral son cuatro documentos. No está firmado pero se atribuye a fosé María Peinado. Fueron presentados por los signatarios del primero dow· mento llamado Constitución Fundamental: José Antonio Batres, Lo­renzo Moreno, José Marta Peinado, El Marqués de Aycinena, Luis Francisco de Barrutia, Miguel Ignacio Alvares de Asturias, Antonio de juarros y Lacunza, fosé de Ysas1; 5ebastían Melón, Miguel González, Juan Antonio de Aqueche, Francisco Arrivillaga.

ANEXO 2

TERCERA PARTE

PROYECTO DE UNA CONTRIBQCION

Olitorem odi qui radicitas herbas equidat.

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INTRODUCCION

Cuanto más se ha escrito sobre contribuciones , y cuantos más cánones se han establecido, tanto más intrincad a y confusa se ha hecho la teoría de los impuestos, acaso la más sencilla de cuantas se comprenden en la economía política. Desviados los hombres de su primitivo estado, y casi olvidado el derecho natural han pensado siempre con error, porque colocados en una espesa atmósfera de ellos no han podido formar otras ideas que las de los desgracia­dos objetos que los rodean. Los hechos convertidos en derechos, las voces .... las autoridades .... todo, ha estado en continua acción para oprimir al pueblo, que sencillo y preocupado ha llegado a ver sus males como necesarios, y sus aflicciones como un deber sagrado, cuya simple queja era un sacrilegio .. En tan lamentable situación no es extraño se hayan acumulado cada día impuestos sobre impuestos, tributos sobre tributos ... porque una corte fastuosa, un pueblo ciego y un ministro ignorante y despótico es cuanto se necesitaba para ello; y mientras los políticos y economistas estableciendo cánones y for­mando elocuentes y brillantes discursos hacían cada día más difícil el remedio, ha gemido oprimida la humanidad por la ambición y despotismo de los ministros, que como por un campo libre han corrido sin obstáculo en las propiedades.

Llegaron a cambiarse los objetos. Empezaron los hombres a verlos al revés y presto acostumbrados a ello, ha sido y aun es muy difícil hacerles ver el derecho. El anuncio de la verdad ha sido un delito; y esta opinión apoyada en las leyes, en los usos, y en las costumbres, hijas todas de las preocupacio­nes, ha hecho constantemente desgraciados a los pocos hombres que para su mal ha producido la naturaleza capaces de reflexión. ¡Oh almas grandes! Vuestros escritos y vuestra frágil materia ha podido ser perseguida por unos miserables eunucos; pero vuestra gloria será inmortal. Todos los buenos os

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han hecho justicia, y la posteridad libre de groseras preocupaciones os tributará el reconocimiento a que sois acreedores.

Cambiados los objetos se desconoció el princ1p1o de las autoridades, y éstas abrogándose cada día facultades despojaron sucesivamente a los pueblos de todos los derechos hasta el caso de convertir en esclavos a los hombres libres, cuyo voluntario depó­sito las había constituido.

Pero siendo este mundo constante únicamente en su inestabilidad, ha llegado el feliz momento en que corrido el velo a las preocupaciones se establezca una Constitución cimentada en los principios del derecho natural, capaz de perpetuar y hacer feliz la más generosa nación del universo.

Uno de los más esenciales puntos de ella son las contribuciones indispensables a la conservación y aumento del Estado. Cómo deben ser éstas, sus objetos, y el método de su recaudación, es la materia de que voy a tratar con la posible sencillez. Quiera el Padre Universal, cuyo auxilio invoqué en la intro­ducción al proyecto de Constitución, darme el acier­to que deseo para la felicidad de mis conciudada­nos, único premio a que aspiro y he aspirado siem­pre.

REFLEXIONES SOBRE LOS PRINCIPIOS GENERALES DE LAS CONTRIBUCIONES

Más se allegan las grandes riquezas gastando poco, que recibiendo mucho, porque no hay renta más rica que la templanza en el gastar. De aquí es que ni para dar el lleno a las atenciones ordinarias del Estado, rii para a~udir con prontitud a las extraor­dinarias se necesita molestar ni afligir a los pueblos con repetidas exacciones ni tributos ya directos, ya indirectos. A todo individuo de la sociedad debe hacérsele entender la obligación que tiene de contri-

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buir con lo necesario y del modo posible al aumen­to, conservac 10n, y defensa del Estado. Debe imponérsele que sus obligaciones son la medida de sus derechos, y que éstos son dos objetos relacio­nados entre sí, del mismo modo que las necesida­des del Estado, con las facultades de los ciudada­nos. Estos son los puntos cardinales en que debe fijar su atención el gobierno, para no pasar los lími­tes de la equidad y justicia.

De la atención a ésta depende el no exceder en la satisfacción de las necesidades, las facultades del ciudadano a las cuales deben subordinarse aquéllas. Estos dos interesantes objetos me parece indispen­sable definirlos antes de pasar a tratar la materia, porque habiendo una gran confusión de ideas en todos los cánones establecidos por los políticos y economistas, se ha hecho tan difícil e intrincada la teoría de los impuestos, que los mayores entendi­mientos se han confundido, y no han hecho más que lucir sin aliviar de modo alguno los males que afligen y aniquilan la especie humana . El ridículo respeto a sus cánones les ha contenido. sin reparar que ninguno de ellos se observa en las actuales imposiciones, y que entre los males el menos mal es el bien; de consiguiente un impuesto que viola todos los cánones establecidos por los mayores sa­bios, pero que disminuyese en alguna parte la pesa­da carga que hoy abruma al pueblo, deberá verse como la invención más apreciable del presente si­glo. Esto me obliga a hacer algunas definiciones que aclaren la materia, y faciliten la adopción del plan que propondré, .Y cuya sencillez acaso será el ma­yor obstáculo.

Tres clases de necesidades hay en un Estado. Públicas, reales y legítimas.

Necesidades públicas son las que tiene por obje­to el aumento del bien de los pueblos, o el remedio de sus males.

Necesidades reales son las que tiene el Estado

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... para mantener y conservarse conforme a su Consti­tución y leyes.

Necesidades legítimas, son las que comprenden las circunstancias de públicas y reales.

Estas son las necesidades del Estado para cuya satisfacción deben todos sus individuos contribuir. El aumento de la prosperidad general fomentando la agricultura, las ciencias, las fábricas y las artes, abriendo puertos, canales y caminos, es una necesidad públi­ca.

La conservación de la paz interior y exterior ad­ministrando justicia, manteniendo relaciones diplomáticas, fortificando las plazas, creando una marina respeta­ble; y manteniendo un pie de ejército respectivo, a la masa nacional, y a sus facultades, es una nece­sidad real.

La mantención del culto divino y de sus mlnts­tros con el decoro y esplendor correspondiente, y la del soberano, y real familia con la magnificencia debida a su augusta persona, y a la dignidad de la nación, y el establecimiento de los señores infantes e infantas son necesidades legítimas y del primer orden.

Mas la contribución para satisfacer estas necesi­dades, debe ser arreglada a las facultades de los ciudadanos, porque a éstas deben subordinarse aquéllas. Paso pues a definir este objeto facu Ita des.

Dos clases de ellas tiene el hombre. Las físicas, y las morales.

Facultades físicas son las que dependen de la acción, o fuerza corporal.

Facultades morales son aquellas en que tiene participio, o provienen de la parte intelectual.

Acaso alguno estimará impertinente esta menuda explicación a que me obliga hallar comúnmente

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confundido en los políticos y economistas este obje­to de facultades, con el objeto haberes . El haberse tomado por uno estos dos objetos tan diversos entre sí ha ocasionado la confusión de ideas, que se advierte en todos los tratados sobre impuestos y tributos, y que se hayan perpetuado los males de la humani­dad. Así vemos que en siglo y medio en que los hombres más célebres se han dedicado al examen e investigación de tan interesante materia, no ha po­dido proponer una única contribución ni un sistema de rentas conciliable con los cánones que han esta­blecido, y cuyo principal fundamento es la equivo­cación del objeto facultades con el objeto haberes. Han deseado hallar una igualdad moral en la des­igualdad física de la contribución, arreglando ésta a los haberes del ciudadano sin considerar que éstos no han podido acumularse sin contribuir bajo mu­chas formas, sumas correspondientes al estado o tiempo de su adquisición; mas la indispensable continua variación de las fortunas ha sido la rémora de las ideas, a la verdad benéfica aunque equivocadas en mi concepto, porque todos poseen y gozan otros bienes más preciosos que las riquezas; tales son la asistencia, la libertad, y el honor. Bienes naturales para cuyo tranquilo goce se unieron los hombres en sociedad.

Los haberes o riquezas son accidentales inventa­dos con la propiedad real, y de ningún modo se contó con ellas para la conservación del cuerpo político en la reunión social. A este momento debemos tras­ladar nuestra imaginación y hallaremos que en él únicamente pudieron calcularse las facultades físicas y morales de los socios, como bienes inherentes a sus personas, y de cuya igualdad de obligaciones debía nacer su igualdad de derechos. La historia nos da la más clara idea de estos principios en el mé­todo observado en la infancia de las naciones, tanto en su existencia interior como en sus guerras.

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....

La sociedad inventando la igualdad moral corng1o (permítase decir así} el defecto de la naturaleza en las desigualdades físicas de la especie humana. Por este correctivo adquirió el hombre la tranquilidad entrando al seguro goce de su vida, de su honra, de su libertad, y de los frutos de su dedicación. Estos eran sus derechos. Sus obligaciones son la conser­vación, aumento y defensa de la sociedad de que es individuo, contribuyendo a ella igualmente que los demás, porque todo pacto debe ser condicional, y recíproco, esto es, supone derechos y obligacio­nes mutuas entre las partes contratantes.

Esto supuesto parece que partiendo las cargas del Estado con absoluta igualdad entre todos los individuos de él, se obrará conforme a justicia, y por principios legítimos; y la sencillez de esta ope­ración, minorando las sumas que bajo las otras for­mas de impuestos se expenden en mantener una multitud de empleados, reducirá a esta clase impro­ductiva al mínimo posible, y convirtiéndola en pro­ductora, hallará la nación en su seno un nuevo manantial de riquezas.

Mas los actos de justicia no excluyen los de beneficencia, a los cuales por el mismo pacto so­cial nos hallamos obligados. Será pues un acto de beneficencia muy propio de los individuos de un Estado, en que las virtudes no sean desconocidas, el auxiliarse unos a otros en el cumplimiento de este sagrado deber, y será muy propio del gobierno que es la razón pública aplicar las fuerzas de un pueblo poderoso al auxilio y socorro del pueblo débil, como miem­bros de un cuerpo, cuya sanidad consiste en la robustez de todas sus partes.

Asentados estos principios y el de que las facul­tades físicas y morales del individuo fueron las obli­gadas en el pacto social, las cuales cada uno debía ocupar a su vez como uno, y no como dos, y sien­do evidente que éstas en el progreso de la sociedad

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se hallan representadas a dinero, cuya verdadera representación es la del trabajo, paso a manifestar el medio que ha juzgado más adaptable, justo y conforme con los principios indicados.

ESTABLECIMIENTO DE UNICA CONTRIBUCION

No teniendo a la vista estado alguno oficial que manifieste la suma de las rentas de los dos últimos reinados hago uso para mi cálculo del memorial que en 1751 presentó al Sr. D. Fernando VI, el ministro de hacienda Marqués de Ensenada; por él consta que ascendían entonces las rentas de la corona a 26.707.649 escudos de vellón, sin incluir seis mi­llones de escudos en que regulaba las rentas de Indias, porque con los citados veintiseis millones tenía lo suficiente para acudir a las obligaciones ordina­rias y presentes de la Monarquía distribuyéndolos en esta forma: para el ejército quince millones; para la marina cinco; y los seis millones setecientos siete mil, seiscientos cuarenta y nueve restantes para casas, caballerizas, y sitios reales, alimentos de la reina viuda, y m inísterio de dentro y fuera de la corte, pareciéndole quedaban todos dotados competentemente para poder atender el ejército a la fortificación de plazas, y trenes de artillería, y la marina a la cons­trucción de arsenales y navíos, al corzo contra infie­les, y a guardacostas regulares de la América.

Tampoco hay censo alguno de las Américas ni de Asia, por lo que me guiaré por los cálculos comunes. Estos hace setenta años eran sólo en la América de quince millones entre indios y castas, sin los espa­ñoles, y aunque según ellos, sólo en la América incluyendo los españoles, y los negros, bien habría en aquella época diez y ocho millones, quiero supo­ner que para completar este número fuesen necesa­rios los habitantes de Asia, y que no haya tenido aumento la población, sino que la traslación de europeos a la América, y la introducción en ella de negros,

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.....

sólo haya conservado este número, que agregado a los diez y medio millones del censo de la Península, Baleares y Canarias en setecientos noventa y siete, componen la suma de veintiocho y medio millones de personas.

De este número podrá excluirse por efecto de equidad la tercera parte, que deberá componerse de personas cuyas facultades físicas y morales se ha­llan en estado, que o por corta edad, o por muy abandonada, o por perdimiento de potencia, sentido, o miembro se hallen constituidas en incapacidad.

Las dos terceras partes restantes suman la can­tidad de diez y nueve millones de personas, que a escudo y medio cada una al año, componen la suma de 28,500,000 escudos, la que excede a la de 26.707,649 en 1. 792.351 escudos.

No es mi objeto designar contribución fija al vasallo ni menos al fondo o masa de caudales con que únicamente puede contar el Estado. Ni lo uno ni lo otro sería justo. El Estado debe ser acudido para sus atenciones por los individuos que lo forman y que son interesados en su existencia; pero esta obligación tiene límites, pues no debe, como ya he dicho, exceder de las facultades del ciudadano, a las cuales deben estar subordinadas las necesidades del Estado. Es pues mi objeto presentar al gobierno, como a quien corresponde el conocimiento de las necesidades ordinarias y extraordinarias, y su indis­pensable exigencia, una clave sencilla, sujeta a al­zas y bajas, y que libre a los pueblos de una admi­nistración obscura, arbitraria e insaciable, que los exima de mantener una tropa de exactores cuyos consumos son estériles, que los s_alve de las veja­ciones, malos tratos y criminalidades a que han estado sujetos, y por último de ser víctimas del capricho de un ministro ignorante.

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La sencillez de esta clave suplirá los errores que pueda contener, ya el cálculo de individuos, ya el necesario físico para las precisas atenciones del Estado: pues una alza correspondiente al déficit de habitan­tes o el déficit de caudales, o una baja de igual naturaleza en casos contrarios son medios sumamente sencillos y fáciles en su ejecución, y éste es el modo equitativo de formar la masa de numerario para el socorro y fomento de la agricultura, pesca, artes, fábricas y ciencias de la Península, a cuyo auxilio, socorro y fomento debemos todos concurrir como miembros de un mismo cuerpo; por eso formado el plan de las necesidades del Estado y sus exigencias podrá graduarse por S. M. con su Supremo consejo nacional la cuota individual, o la correspondiente a cada reino, como se expresa en el artículo 55 de la Constitución política, estimando por una de ellas la suma designada a tan justos y piadosos objetos.

Si hallándose todas las cosas con sus valores alterados por los impuestos, tributos y gravámenes que sufría la nación el año de setecientos cincuenta y uno, y en suma decadencia la agricultura y la industria, y el comercio con el paso tardo y langui­dez propia de las trabas y derechos que le estaban impuestos había para todas las atenciones ordinarias con veinte y seis millones setecientos siete mil es­cudos, es claro que con veinte y ocho y medio millones de ellos debe sobrar en el nuevo sistema, en el cual todos los valores deben bajar considerablemente en razón de los tributos, gavelas, estancos, aduanas y demás impuestos que quedan abolidos, y que han sido la causa de la alteración de los valores. Estos fondos sobrantes son los que deben destinarse al fomento de las clases productivas, y a la abolición de deudas de la nación. Sobre cuáles sean éstas, y demás consiguiente, adelante si dirá lo que parezca.

El fondo o masa general deberá tener por objeto las que se llaman cargas comunes del Estado, Y a cuyo sufragio deben contribuir todos los individuos

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....

de él. De esta clase son el decoro y esplendor de S.M. y real familia, el ejército, la marina, los minis­tros de dentro y fuera del reino, los consejos, los cónsules en plazas y puertos extranjeros, la fortificación, puertos, caminos y canales, y el fomento de la agricultura, artes, fábricas y ciencias.

Mas el culto divino, la administración de sacra­mentos, la de justicia, y el fomento particular de la agricultura e industria de cada reino o provincia, debe correr a cargo de cada junta provincial, la cual para estos objetos podrá a Izar esta contribución al nivel de la de Estado, o a más, según lo juzgue conducente con atención a los recursos de sus ha­bitantes, a las necesidades a que ha de acudir, y al bien que de esta satisfacción les resulte.

Si alguno intentare oponerse a que las mujeres sean contribuyentes le suplico que antes examine de cuantas formas contribuyen hoy, no sólo ellas y el niño que se mece en la cuna, la monja y el religio­so, mendicantes, sino el ciego, el cojo, el manco y paralítico que de puerta en puerta piden por amor de Dios su sustento; y al que diga que la capitación es ofensiva, porque indica servidumbre, le ruego que me diga si es siervo de todos los que de algún modo lo sirven, y cuyos servicios satisface en dine­ro. Muchas cosas abrigamos en nuestro perjuicio porque estamos acostumbrados a verlas al revés. Veamos algún día al derecho.

Lo mismo digo si se quiere valer la preocupa­ción perjudicial de la excepción de la nobleza. Esta no puede consistir en ser menos útil que los demás y aunque pudiera dar mayores explicaciones a los tres puntos anteriores, y apoyar mi dictamen en las sabias disposiciones de algunos gobiernos ilustrados. me parece debo omitirlas, porque no escribo un tratado de economía política, ni escribo por ostenta­ción, ni porque me suponga capaz de dar enseñanza a otros. Escribo únicamente obligado de respetable

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precepto unas instrucciones en que debo usar de la mayor sencillez y sobriedad posibles. Paso pues, en cumplimiento de esta obligación, a establecer los medios más sencillos de recaudar la contribución general.

METODO DE RECAUDACION

Por el artículo 90 de la Constitución política se previene la exacta división de los reinos en provin­cias, partidos y municipalidades, y en el 94 se dice que en toda ciudad, villa pueblo o aldea habrá cabildo de justicia y regimiento, cuyas funciones entre otras, según el artículo 98, serán las de formar los censos de los habitantes, y recaudar las contribucio­nes.

Hecha pues, por cada Ayuntamiento la numera­ción de los habitantes de su distrito, bajará la ter­cera parte de ellos, que será precisamente de las personas que se hallen en incapacidad física de contribuir por sí, o de aquellas cuyos padres siendo muy pobres se hallen con muchos hijos, de suerte que les fuese gravoso contribuir por ellos; y las restantes dos terceras partes formarán la suma, a cuya satis­facción queda responsable el Ayuntamiento.

Pondremos un ejemplo para la mayor claridad. Supóngase un pueblo que comprende ciento cincuenta personas de todas edades, clases y sexos; restándose de este número e incuenta, quedan ciento, que a uno y medio escudos por individuo suman ciento cin­cuenta escudos, a cuya cantidad es responsable el pueblo. Téngase presente que estoy tratando única· mente de las rentas de Estado.

El indicado pueblo debe contribuir ciento cincuenta escudos; pero debe quedar a su arbitrio el método de formar esa suma, porque si considera más suave y más al gusto de sus individuos situarla en algún fondo, obra pública o arbitrio que la exacción indi­vidual, tendrá facultad de hacerlo, con tal que no

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sea en aduana ni estanco, ni gravando los alimentos con sisas ni de modo alguno la industria.

Pero si la expresada suma se formase por la exacción individual, deberán dividirse los contribuyentes de cada vecindario en cinco partes entre las cuales se repar­ta la contribución, guardando equitativa proporción, no exacta, sino de prudente cálculo; porque no versándose en la contribución cantidad grave, ni teniendo persona alguna derecho, por pobre, a que otro, por rico, cumpla sus obligaciones, es un acto de bene­ficencia el auxilio que los unos prestan a los otros; y su graduación propia del Ayuntamiento que por su instituto representa en este acto a un amigable componedor.

Para demostrar la graduación de las cinco clases con la posible claridad, vuelvo al ejemplo de un pueblo compuesto de ciento cincuenta personas, de ellas se bajó la tercera parte, suponiéndola en inca­pacidad de contribuir, por un efecto de beneficencia y por otro de igual clase dividiremos los cien indi­viduos restantes en cinco partes de a veinte, que contribuyendo la una a razón de medio escudo, la otra a razón de un escudo, la tercera a escudo y medio, la cuarta a dos escudos y la quinta a dos escudos y medio, componen la misma suma de ciento cincuenta escudos de vellón que contribuyendo to­dos a escudos y medio.

Los alcaldes y demás jueces no deberán mez­clarse en la numeración ni en la baja de los exen­tos; pues han de tener su jurisdicción expedita, tan­to para obligar al pago a los contribuyentes, cuanto para conocer de los agravios que a éstos puedan hacerse .

El sindico procurador general tendrá por su oficio conocimiento e intervención en esta materia, y muy particularmente en los exentos, para que no se pongan en esta clase al que no le corresponda, mayormente si fuese en agravio de otro.

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Los eclesiásticos, ahora sean personas de la más elevada dignidad, o religiosos mendicantes de am­bos sexos, todos deberán contribuir; pues en esta clase no habrá persona alguna exenta, y sus pre­lados serán responsables a la suma anual.

Todo el que empiece el año, aunque muera al principio de él, deberá satisfacer la contribución de aquel año.

No es posible detallar una edad en que el indi­viduo cuyo padre no tenga posibilidad de satisfacer por él sin gravamen, debe empezar a ser por sí contribuyente. Las clases, los destinos, los lugares, diversifican infinitamente sus facultades físicas y morales, por lo que es preciso dejar este punto a los cono­cimientos, arbitrio y prudencia de los ayuntamien­tos.

Cada ayuntamiento ganará un cuatro por ciento por la recaudación que haga de los individuos de su representación. Esta suma la pasará a la cabecera de partido cuyo ayuntamiento ganará un medio por ciento sobre la masa de su distrito, los ayuntamien­tos de partido pasarán las sumas respectivas a ellos al de la capital de la provincia que ganará otro medio por ciento sobre la totalidad; y éstos la remitirán al de la capital del reino que ganará otro medio por ciento sobre la suma general.

Este cinco y medio por ciento erogado en la recaudación, no se ha de bajar en la masa de ren­tas del Estado la cual, con la única deducción de los gastos de transporte debe introducirse en la te­sorería general de Madrid. Se satisfarán pues, estos salarios de rentas provinciales, siendo ellos una de sus cargas de cuyo modo no sólo sale sumamente equitativa la recaudación, sino que no habrá clases improductivas, cuyo destino sea vivir a costa del Estado.

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.....

Las recaudaciones deberán hacerse por tercios, serán vencidas a los cuatro meses, recaudadas, y reunidas en la capital de la provincia precisamente en el quinto, y en 1 a capital del reino, en el sexto, para su inmediata remisión a la Corte.

Esta remisión podrá hacerse en letras de cambio, o en frutos producción del reino remitente, de cuen­ta y riesgo de éste, y a su beneficio.

Se hizo en su lugar la debida definición de estos dos interesantes objetos necesidades y facultades, y se dijo que a éstas deben estar subordinadas aqué­llas, porque sean de la naturaleza que se fuesen deben quedar circunscriptas a estos límites; pero así como el acierto del gobierno consiste en limitar las necesidades a lo puramente necesario, y su satis­facción a los absolutamente indispensable, así tam­bién será un admirable efecto de su sabiduría, am­pliar la esfera de este objeto facultades, hacia su mayor extensión posible. Las facultades físicas y morales del hombre bien educado y bien dirigido, estimulado y auxiliado, por un gobierno sabio, paternal y justo, no conocen límites.

Limitando la nación sus necesidades, y la satis­facción de ellas en términos que no sólo no dañen a su conservación, sino que se le aseguren, son infinitamente menores los gastos anuales que impe­dirá, comparados con los de los tres siglos anterio­res y cuánto economice del ejército, marina y admi­nistración, es otro tanto fondo con que puede exten­der los límites de las facultades de su territorio, ya aumentando sus fortificaciones, y arsenales, ya faci­litando sus comunicaciones, ya fertilizando sus cam­pos; y ya por último fomentando con maestros, con la introducción e invención de máquinas, con suple­mentos y con premios, la agricultura, la pesca, las artes, las fábricas y las ciencias, a cuyos interesan­tes objetos deberán destinarse anualmente algunas sumas considerables de las rentas del Estado, fuera

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de lo que se destine para ellas de las rentas provin­ciales; pues como decía el emperador Constantino: <<Las haciendas están mejor en manos de los vasallos, porque fructifican, que en las arcas de los príncipes porque están ociosas>>. Pero en los pasos del go­bierno es necesario conciliar el lleno de las necesi­dades, sin exceder las facultades, no como quiera, sino las de la generación presente, pues ésta no tiene derecho a gravar las futuras, ni a consumir las rentas que no le pertenecen, y por ello es necesario en materia de tan grave entidad, conservar religiosamente la más sabia y prudente economía.

Así es que por no haber tenido los gobiernos anteriores esta justa consideración que halla hoy gravada la nación con deudas creadas en diferentes épocas y reinados, y con diversidad de objetos. Sí todas o sólo una parte de ellas son nacionales, no me atre­vo a decirlo por falta de los datos necesarios en el origen de cada una; y sólo diré que conviene se salve la buena fe nacional, y que se libere al Esta­do cuanto antes de este gravamen.

Para ello podrían enajenarse, por venta o lotería, con algún aumento en sus valores todas las fincas urbanas o rústicas, destinadas anteriormente al ser­vicio de rentas en la vasta extensión de la Monar­quía, cuyas sumas serán muy considerables, y a ella podrán agregarse los productos de quintos de los metales, y su monedaje, y las ganancias de los azogues.

La renta de correos avivando las relaciones y la comunicación entre los habitantes de los países más remotos auxilia la producción, y es uno de los medios más eficaces para ella, por lo que merece toda la atención del gobierno; y debiendo aumentar sus productos a medida que se aumenten las relaciones mercantiles, contribuirá al Estado una suma consi­derable de pesos, la cual podrá agregarse a la suma destinada en la contribución general del Estado para la construcción de marina; cuya formación es quizá

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.....

más necesaria e interesante en la nación española que el ejército de tierra.

RENTAS PROVINCIALES

Por el artículo 84 de la Constitución política, se previene que las juntas del reino restablecerán las rentas públicas; señalarán los objetos de que deben deducirse, o los medios de su acumulación: que dispondrán su distribución, inversión y administra­ción del modo y forma que les parezca más condu­cente al bien general, más suave y proporcionado a las facultades de los contribuyentes, y menos dispendioso a la masa de sus productos.

Por este artículo que es consiguiente a los que detallan las obligaciones de las juntas se faculta a éstas para designar, si lo considerasen oportuno, la contribución individual, y formar del modo que juz­guen conveniente la masa necesaria a sus atencio­nes; mas como éstas deben ser diversas en cada país, y tanto en la Constitución política, como en el sistema económico, y en éste se ha hablado ya repetidas veces de los puntos en que debe fijar sus miras el gobierno, del modo de dirigir a la sociedad, de los objetos relacionados, y de cuanto ha pareci­do conducente tratar por pauta general para su aplicación particular: sólo resta tratar de algunos establecimientos efectivamente necesarios, y de otros recibidos por tales: variando la forma de su existen­cia o dotación de ellos, en justo alivio del ciudada­no, a cuyas facultades, repito, deben subordinarse todas las necesidades.

Es con efecto absolutamente necesaria la mantención de los párrocos; pero no lo es, ni conviene que ésta esté fincada sobre contribuciones por la administra­ción de sacramentos, como se ejecuta por el bautis­mo y matrimonios, ni tampoco en los que llaman derechos en los entierros. Semejantes exacciones deben abolirse señalando el gobierno una dotación de fon-

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dos públicos, o solicitando del prelado la aplicación de algunos capitales para situar los anexos al servi­cio de las parroquias, y ordenando no se puedan hacer fundaciones que tengan otro objeto a menos que no sean de sangre; pero que concluida ésta debe hacer el llamamiento a alguna parroquia, con cuyas rentas las festividades, misas y primicias, quede no solamente dotada la subsistencia del eclesiástico

1

sino dotada con comodidad, a lo cual es muy justo y conveniente se atienda.

No es menos justa, útil y conveniente la existen­cia de los cabildos eclesiásticos, para que se cele­bren los divinos oficios en las catedrales con el decoro y esplendor correspondientes al soberano señor que se sirve y alaba en ellos, pero de ningún modo lo es la multitud de dignidades, canónigos, prebendados, etc., que se mantiene en ellas. Su número debe reducirse a lo justo y decoroso con respecto al rango de las catedrales, y aumentar el número de obispados par­ticularmente en América, satisfaciéndoles de fondos públicos la misma dotación que hoy alcanzan en los diezmos, y aboliendo éstos cuya exacción sobre ser sumamente gravosa al labrador es perjudicial a la Nación, porque alzando el valor real de todos los productos un décimo sobre su costo natural, les hace perder las ventajas, que podrían alcanzar en los mercados nacionales y extranjeros.

Abolido este ramo pasará a ser carga de los fondos públicos la renta que han gozado en él los ilustrísimos señores arzobispos y obispos, el culto divino, los hospitales, cárceles y cualquier otro es­tablecimiento público; se examinarán las fundacio­nes piadosas y capellanías, y se les darán las apli­caciones que más convengan al servicio de Dios, conciliando la voluntad de los muertos con la como­didad y alivio de los vivos.

Las instrucciones civiles deberán ser examinadas, abolidas las inútiles, reunidas las que no tengan

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incompatibilidad, ni su reun1on obstruya el pronto despacho; y continuadas y creadas las puramente necesarias o absolutamente indispensables; pero to­dos los individuos de este ramo deberán gozar suel­dos equivalentes a la ocupación y destino, abolién­dose Jos aranceles, y cuanto hoy se conoce con el nombre de derechos en todo lo que sea administra­ción de justicia. Para esto se hará extensivo a todos los juzgados y tribunales, vales o cédulas de contra­to, fes de bautismos, y documentos fehacientes, el uso del papel sellado, cuya útil institución debe conservarse; pero su precio debe modificarse a ra­zón de un medio real por pliego, cuyo sello y brevete de su bienio deberá estar colocado en su margen, y no en la cabeza, usándose de él en todos los me­moriales, actuaciones y cuanto se haga de adminis­tración de justicia o causa pública.

De este modo el sumo alivio que recibe el ciu­dadano en sus contribuciones, al mismo tiempo que el gobierno le facilita los medios de subsistencia, y de mejorar su fortuna, aumentará la población de la Monarquía, y le dará el esplendor correspondiente a su dignidad, a su riqueza, y a la vasta extensión de sus dominios. La dulzura del gobierno, la sabiduría de las leyes, la pronta, recta y fácil administración de justicia, y la moderación de los impuestos, son el manantial de la población. Esta produce la abun­dancia; la abundancia produce la población; y de este círculo de causas y efectos, y de efectos que se tornan en causas es un centro el gobierno de que deben salir continuos impulsos que aumentan su esfera, la cual constituye la felicidad, el rango, la consideración de un Estado. 1

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Este texto es parte de las instrucciones del Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala dictadas por la mayoría que en total son cuatro dócumentos. No está firmado pero fueron presentados por los signatarios del primero documento Constitución Fundamental: José Antonio Batres, Lorenzo Moreno, José María Peinado, El Mar­qués de Aycinena, Luis Francisco de Barrutia, Miguel Ignacio Alvares de Asturias, Antonio de Juarros y Lacunza, José de Ysasi, Sebastían Melón, Miguel González, Juan Antonio de Aqueche, Francisco Arrivi/lago

ANEXO 3

APUNTES INSTRUCTIVOS

QUE

AL SEÑOR DON ANTONIO LARRAZABAL,

DIPUTADO

A LAS CORTES EXTRAORDINARIAS

DE LA NACION ESPAÑOLA

POR EL CABILDO

DE LA CIUDAD DE GUATEMALA,

DIERON SOS REGIDORES

DON JOSE DE YSASI, DON SEBASTIAN

MELON,

DON MIGUEL GONZALEZ Y DON JUAN

ANTONIO

DE AQOECHE.

NUEVA GUATEMALA

IMPRESO EN LA OFICINA DE D. MANUEL DE

AREVALO.

AÑO DE 1811.

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IDEAS EN GRANDE SOBRE EL PLAN DE RENTAS Y SOBRE

LA PROPIEDAD

El establecimiento de rentas, su distribución y cobro es el asunto que con preferencia debe absorver la atención toda del Cuerpo Nacional, el qual ha de ser zelosisimo de que nadie, ni con pretexto alguno se entrometa a conocer de el, por ser el punto a que se encamina el abuso del podér; y por que el sistema actual es embrollado en extremo y muy propio para abrigar dilapidaciones escandalosas, que es forzoso remediar, reponiendo en él la claridad y sencillez, que son el alma de toda cuenta y razón.

En el nuevo sistema se han de tener presentes como partes principales de él, las tres cosas siguientes: monto total de las rentas, su distribución justa, su cobro expedito y lo menos gravoso que ser pueda.

Para fixar el monto, se tendrán en consideración las minutas respectivas á la manutencion del Exercito y Marina, tal como debe quedar, á la de los sueldos de los empleados en todos los ramos de administracion publica, segun las reformas que resultaren del nue­vo orden de cosas, y lo que deberá graduarse para sostener la Casa Real con la magnificencia que corresponde á una Nacion grande y generosa .

Determinado el monto de las rentas ordinarias, para llenar el vacío de las necesidades del Estado, se deducirán de él los productos de Aduanas en los puertos de mar y fronteras de tierra, de Bulas, Pa­pel sellado, Diezmos, Administracion de correos y demas ramos que hayan de subsistir por no ser opuestos al plan de reforma. El resto que resultare, es el que la Nación ha de cubrir, y tanto sobre él, como sobre los subsidios extraordinarios, proverá la Representacion del Pueblo formada en se sion.

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Para hacer la distribucion nos parecen interesante los supuestos siguientes.

1 º Que nadie está exénto (ni se ha de sufrir que lo esté en ningun tiempo, con ningun titulo o pre­texto) de contribuir con la quota que proporcional­mente le haya correspondido en la distribucion; y el intentarlo, fuera de ser una accion ignominiosa, será justa causa de perdér naturaleza: ni el puesto, ni la altura de él, ni la nobleza mas realzada dexan de comprenderse en el axioma mas justo de quantos hay en política.

2º Que se formará un censo exacto de todos los Reynos que componen la Monarquía Española, com­prensivo no solo de su poblacion, si tambien de sus producciones naturales, de su industria, comercio, situa cion respectiva, puertos y costas, para graduar su riqueza y recursos; y que en el ínterin sirvan los censos anteriores para el propio efecto, de compar­tir con la igualdad posible entre todas las Provin­cias, el monto de las rentas con que ha de contri­buir la Nacion anualmente.

Baxo estos dos supuestos podrá la Representacion del Pueblo compartir entre los Reynos el total que necesita el Estado anualmente para cubrir las nece­sidades ordinarias, y la misma proporcion en que haga esta distribucion, servirá para las extraordina­rias.

Cada Reino en junta, presidida por su Xefe, de los Representantes de sus Provincias, repartir á entre ellas su contingente. Las Provincias en otras de los de sus Partidos, lo distribuirá entre estos y por ul­tima operacion, la junta que se ha de celebrar en la cabezera del Partido por individuos de cada una de sus Poblaciones, señalará lo que le corresponde á cada una de las de sus comprension; cuidando de que se haga con mucha consideracion respecto a los Pueblos de labradores, cuyos trabajos son los de

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menos lucro, al par de que son los mas utiles al Estado.

Las Municipalidades respectivas de las Ciudades, Villas y Pueblos acordarán por ultima operacion cada una en su distrito, los medios mas oportunos para llenar su quota y colectada; teniendo en considera­ción su localidad, recursos y tiempos acomodados al intento de hacer menos molesto este cobro y su paga .

Las mismas entregan en caxas de Partido su contingente anual ó subsidiario; las caxas ó tesorería del Partido tienen á disposicion de la de Provincia el monto total de estos ingresos parciales, y la tesorería de Provincia á la General de la matriz; verificandose por este metodo ú otro equivalente, el que por unos cauces tan seguros como faciles y sin desperdicios, llegue á su destino el caudal que sacrifica el Ciuda­dano al seguro de su libertad é independencia política y civil, tasado en cierto modo por el mismo, colec­tado sin insulto y vexaciones.

Con respecto á llenar estos y otros objetos utiles á las mismas Municipalidades, será facultativo en ellas establecer en la forma que mejor les conven­ga, el fondo que conocemos con el nombre de Pro­pios y arbitrios.

Es consiguiente á un sistema de esta naturaleza, que desaparezcan qualesquiera otras imposiciones ó gravamenes, sean de la denominacion que fueren, por no necesarias y contrarias al bien publico: que no quede rastro ni señal de estancos algunos, alcabalas, ni otras algunas derramas, ya sean publicas. ya particulares, ni aun con titulo de subsidio voluntario o espontaneo de ninguna Provincia en particular.

No contribuye menos que el derecho de tasarse el Pueblo su contingente para cubrir las necesidades del Estado, á mantener ilesa la libertad civil, el derecho

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absoluto que debe gozar para disponer de sus pro­piedades como mejór le convenga en razon de su mayor ó mas ventajoso aprovechamiento; por lo tanto deberán desaparecer estas servidumbres destructoras que se oponen á este goze pleno, que lo ligan y coartan, como son los privilegios de la Mesta y qualesquiera otros que se le parezcan.

Todo privilegio, exéncion, ó servidumbre activa, son cosas contrarias á las miras generales de la ley; y por lo tanto agenas de una constitucion liberal, cuya base propia es la igualdad en las cargas y en los beneficios de la Republica. La Nacion se halla en el caso original y primitivo del pacto social, para poder ser repuesta en unos derechos que nunca debió perder, y que no puedan destruir la poses ion, el tiempo inmemorial ni otro algun pretexto de esta naturaleza, mientras no se acredite libre consenti­miento en su renuncia y utilidad publica en ello.

La ley liga siempre aun al mismo legislador mientras no hace una derogacion expresa; de consiguiente, los privilegios que suponen la existencia de la ley, son meros partos del despotismo.

Es preciso sancionar esta maxima y convenir, en que el Soberano mismo no goza facultad alguna sobre la ley, ni para disponer de sus efectos en ninguno de los casos.

COMERCIO

Segun los principios sentados, el comercio inte­rior ha de ser absolutamente libre entre todas las provincias que forman el Estado, ó Monarquía Espa­ñola, por l9 que respecta á sus frutos naturales ó industriales, sin que jamas se pueda poner por nin­guna autoridad traba que lo embaraze. Este resulta­do en efecto inmediato de la igualdad de derechos que todas disfrutan entre si.

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Por lo que respecta al comercio exterior ó con los estrangeros, somos de dictamen que una comision de los mismos Diputados de Cortes, con vista de las instrucciones de los Cabildos, de los informes dados por los Consulados de la Península y America, y de las relaciones que la Nacion tenga con las otras Potencias, fixe el modo y forma con que de­berá hacerse; teniendo presente que este punto es de la mayor consecuencia, y que esa libertad inde­finida que tanto se declama, seria la base cierta de nuestra esclavitud: el que hoy nos viste mañana nos dará de comer y al dia siguiente nos forzará á que le paguemos el alimento y vestido con nuestros sudores y nuestra libertad.

Aunque parezca superfluo, insistimos sobre esta idea, por que vemos correr muchos libros que pre­dican dicha libertad entre las naciones, capaces de fascinar los talentos superficiales. Baste saber, que las mismas Naciones de donde son los autores, obran bien al contrario de lo que estos predican; y que su teoría podria ser soportable en el unico caso (impo­sible) de partir todas las naciones de un mismo grado de industria, riqueza, poblacion y recursos.

La Nacion Española, en el entusiasmo de que el presente se halla animada, podria dar un paso de gigante hácia su felicidad, adoptando un trage na­cional y de ropa nacional, para no quedar otra vez subordinado su caracter grave, á la volatería france­sa, ni comprometida con nadie su lexitima indepen­dencia.

El pueblo se prestara sin duda á una medida de que nunca ha estado distante, y que en las mas de las Provincias tiene su lugar, y en algunas se obser­va con todo el rigor con que sabe mandar la opinion publica; por lo que hace á la Milicia y Empleados en todos los ramos, pende solo de que asi se man­de por una ley general que á nadie exceptúe . El unico tropiezo se encontraría en las gentes que por

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decencia se dicen del gran mundo en las grandes Ciudades, y contra estas hay tambien remedios. Puede ser que parezca para algunos idea quimerica la del trage nacional; pero a buen seguro que lo sea en tal alto grado como la del libre comercio de todas las Naciones.

Con respecto al particular comercio de este Reyno de Guatemala, deben sus Diputados convenir, en que se hallan encargados de reclamar un derecho que no se les puede negar; por que no cediendo en perjuicio de ningun otro Reyno ó Provincia, y siendo el que basta por si solo á levantarlo al rango de poblacion y riqueza de que es capaz, todos tienen interés en concederlo: es el siguiente: que no se pueda introducir en el Reyno de Guatemala por nin­guno de sus Puertos, generos de algodón, aun de aquellos que tenga admitidos la Nacion; á causa de ser este renglón abundantisimo en su primera mate­ria, y recaer sobre él la unica industria de que goza el Reyno, y en un estado capaz de abastecernos de este genero de ropas; y por que si asi no se hace, vendrá á caer en la ultima miseria, á que tanto le han acercado las introducciones escandalosas y des­tructoras de estos ultimos años, de los mencionados generos de algodon.

Concluirémos nuestros apuntes con indicar algu­nas ideas sobre

COSTUMBRES DEL PUEBLO

Aunque de la constitución de que trata este pa­pel han de irse formando paulatinamente las cos­tumbres de la Nacion, no será fuera del caso que recopilemos e aquí algunos impulsivos que aceleran su establecimiento.

El Pueblo Español es grave, pundonoroso, enemi­go de la menudencia ó vagatela, y apasionado por todo aquello en que columbra grandiosidad y eleva-

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c1on. Este caracter embebe las mejores semillas de virtud; y sabiendolo sostener y dirigir, se estrechará con el amor de la Patria, que es la virtud ue nece­sita fixar en el la constitucion para su salvaguardia.

A la consecucion de este obgeto se enderezan las miras todas de nuestros apuntamientos, y conse­cuentes con ellos serán la remocion de los obstaculos que sufren las buenas costumbres, y la buena aco­gida de todas las maximas, que coadyuvan a su entable.

El primer obstaculo con que tropezamos es la contradicion absurda entre las miras de un Fisco mal entendido, y las de la Nacion en general: fué aquella obra inmediata de los estancos, que parali­zando los brazos del Pueblo, lo obligaban á tomar rutas opuestas á sus buenas costumbres, y á vivir en acecho de la oportunidad de burlar unas leyes que condenaban en él una actividad, que legitima naturaleza. Este mal y todos los que dicen relacion con él, desaparecerán, si se sienta este luminoso principio para nuestra legislacion futura; que se cuide escrupulosamente de no admitir entre nuestras leyes civiles y penales, ninguna que no vaya acorde con las naturales y divinas.

El 2º es la suma desigualdad de las fortunas: sabemos que la igualdad de ellas es un ente de razon, y mas quimerice aun el empeño por alcan­zarlo; no obstante en una constitucion liberal, se deben tirar todas las lineas para acercarse quanto se pue­da acia ella; y oponerse a la pendiente natural que nos aparta continuamente, para no dar paso franco a la corrupcion de costumbres, y con ella á la tiranía. Esta adquiere toda su robustez en el fatal momento en que las grandes fortunas se tocan sin intermedio alguno, con la suma miseria: hay en este caso quien todo lo venda y quien todo lo compre; precision forzosa para lo primero y complacencia para lo segundo; con que no puede dexar de suceder á la corrupcion

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de costumbres, el imperio de la tirania. Luego será otra atencion tan escrupulosa como la anterior, en nuestra legislacion futura, el no dexar pasar ley al­guna que no vaya tocada á esta base de oposicion á la desigualdad, y de cercania á la igualacion de fortunas.

Estas ideas no pueden presentarse sino con mucha generalidad; sinembargo entran distintamente en su plan, la de no permitir fundacion de mayorazgos ni vinculaciones; y sí, el que se disuelvan las antiguas: ltem: la de que dos mayorazgos, siendo de una quantiá regular, no puedan reunirse en una cabeza. ltem: que un testador millonario sin herederos forzosos, no pueda disponer á favor de un solo individuo de su caudal, y que al menos lo ha de compartir entre dos.

La acumulacion del oro por la via de la negociacion ó comercio, no sufre estos ni semejantes reparos· pero tampoco se fixa de un modo que la haga tan temible en sus resultados. La misma libertad que es el alma del comercio, que destruye y corta hasta las raices del monopolio, (otra fuente cenagosa de malas costumbres) es la unica medida que hay que tomar por este lado contra la acumulacion del oro corruptor.

Nada hay que reponga la perdida de las buenas costumbres, y nada por consiguiente se debe omitir en una constitucion política, para evitarla. Es sabi­do, que quanto es ventajosa una poblacion rustica á mantener y aun criar aquellas, tanto mas es su destructora la urbana, y siempre en razon de su crecimiento. Es, pues, del mayór interés, fomentar la primera, .Y poner embarazos á la segunda, ya directa, ya indirectamente. Que no se permita á los grandes propietarios vivir fuera de sus tierras, ó establecerse en las Capitales; que en estas no resi­da mas tropa que la necesaria á mantener el buen orden: que en ellas no se sufra ni tolere la demora

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de ninguno de quien no conste su destino, proce­dencia y oficio que ha de exercer, y que en este particular la vigilancia de la municipalidad sea la mas diligente y exquisita, manteniendo registros muy individuales. Para afianzar estos resultados, deben estar muradas todas las grandes poblaciones: en ellas deben adoptarse con preferencia, los medios indirectos de las contribuciones, y cargar estas sobre los consu­mos, sin reparar en que sean de primera necesidad; pues conviene hacer mas dificil y costosa la manutencion dentro de sus muros. La mendicidad tampoco debe tolerarse en ellas, por que es el foco mas devorador de las buenas costumbres: una bue­na policía sabe socorrer la verdadera necesidad a menos costa: y si para ello fuere menester una contribucion, para nada seria mas justa.

Es una desgracia que la flor de nuestra juventud destinada a mantener con su ilustración la Monarquía, haya de pasar la prueba de estos focos inficionados y correr el riesgo de perder lo mas, que es su ino­cencia, por adquirir dicha ilustracion: es muy dificil concordar estas dos cosas, y asegurarlas ambas: pero se debe procurar, dando una nueva planta de estu­dios que los mejores y al mismo tiempo salve á nuestra juventud de los riesgos á que se la aventu­ra: no particularizamos ninguna idea, por que ex1g1an sus detalles mas amplitud de la que nos hemos tra­zado.

Hablemos ya directamente en favor de las bue­nas costumbres: estas se desenvuelven con la edad, se forman con el exemplo, se apoyan en la asidui­dad del trabajo, las mantiene y conserva la alterna­tiva bien medida de aquél, con el descanso y con la diversion. El buen exemplo se toma en la casa paterna, y en esta debe resaltar un amor decidido al trabajo, para que los hijos se habituen á él y lo connaturalizen. Al efecto son de absoluta necesidad las medidas siguientes: 1 a. hacer que el peso todo de la infamia legal recaiga sobre la ociosidad y preocupaciones

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que la abortan. 2a. procurar que la opm1on publica venga en apoyo de la ley: 3a. que no se admitan establecimientos, que socapa de caridad, fomentan directa ó indirectamente la ociosidad y vagamunderia.

Es menor mal privarse de algunas beneficencias individuales, que dar pabulo al espíritu de inaccion que cunde como la mala yerba. La Nacion ganaría infinito en que sus legisladores dirigiesen su benefi­cencia hácia obgetos determinados y que tengan una referencia conocida con el interés publico.

Al castigo de la ociosidad ha de acompañar el premio del trabajo, y desde luego se le considerará como base cierta é indispensable al honór y bene­ficios, que el Monarca y la Nacion dispensan .

El amór el trabajo no se sostiene sin objetos en que pueda emplearse con utilidad. Nuestro Pueblo perdió el vigor, que en esta parte le falta, desde el fatal momento en que se le robaron estos obgetos: y es cosa intolerable que aquellos mismos que cau­saron su ruina, lo insultasen despues, atribuyendole al efecto de sus imprudentes medidas. Aquí es pre­ciso llamar las atenciones todas de nuestros legisla­dores para responder a la Nacíon en sus legítimos derechos, y que la consuelen, providenciando que en nuestras Provincias se trabajen sus primeras materias, y se elaboren en aquellas formas mas usuales del Pueblo.

Esta medida tan necesaria para sostener el amór al trabajo, solo tiene contra sí los caprichos del luxo en las gentes del gran mundo, que no reparan en sacrificar al Pueblo todo, á trueque de un antojo suyo. Recuerdese este principio natural de las socie­dades, que en ellas nadie tiene derecho para perju­dicar á sus vecinos con sus obras y acciones. ¿Quanto menos lo tendrán algunas docenas de locos y co­quetas para abismar á una Nacion grande en un

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oceano de desdichas, con la inventiva, novedad y exquisitéz de sus trages estrangeros?.

No todos los trabajos son igualmente proficuos á las buenas costumbres; los de la agricultura son su mas seguro fundamento, por la sencilléz y candór con que las adornan, por la fortaleza y robustéz en el alma y cuerpo que difunden : en que merecen una particular atencion, para meter en ellos quantos mas brazos se puedan; y para el logro de uno y otro, procurar la division de las tierras, embarazar su acumulacion, prohibiendo la mejora de quinto y ter­cio en fincas rurales, y la adquisicion de estas por corporaciones, sean las que fueren. Por ultimo. que la Representacion Nacional mire como el primero de sus cargos, la honra, el fomento, la proteccion de la agricultura, juntamente con sus dependencias la in­dustria y el comercio.

Parecerá ridículo lo que añadimos por conclusion; pero nosotros lo graduamos de tanta importancia, como lo que dexamos sentado en razon de las bue­nas costumbres; y es el que se procure á nuestra juventud diversiones tales, que alterando con sus trabajos, se los hagan llevaderos y apetecibles .

En nuestra poblacion rural, al menos en la Península, se hallan establecidas de tiempo inmemorial, y son quales las exige una razon ilustrada. Sin dar en el escollo de la lubricidad, á que incitaba la desnudez con que pormiscuamente se exercitaba la juventud griega de ambos sexos en los Gimnasios, tienen todas las felices resultas que se apetecen, y son la alegria del animo, su distraccion y el desarrollo de las fuer­zas corporales.

No sucede asi en la urbana, donde la juventud por su aplicacion á labores sedentarias, exige con mas necesidad diversiones que la agiten, y contribu­yan á desenvolver sus fuerzas corporales, a efecto de que adquiera aquél vigor, nobleza y robustez que

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se admira en la de los campos ó aldeas. ¿No serán mas utiles los exercicios gimnasticos, que los tea­tros? ¿Las danzas ó bailes publicas, que los juegos domesticas? ¿Los juegos de barra, pelota, carrera &. que los melancolices y fríos paseos de una alame­da?

La inquietud misma de la mnez, la continua agitacion de la infancia, la impetuosidad de la edad juvenil, nos están diciendo, que los sacudimientos del cuer­po son necesarios para su formacion y desarrollo; y la razon añade, que lo son tambien para mantener á la juventud absorta y ocupada con unos placeres inocentes, que precaven su ruina é impiden el acce­so de los que por precoces adelantan la malicia, otro tanto quanto arruinan su salud: más nada era esto si con tan graves daños al alma y al cuerpo, no minasen para siempre el fondo de las buenas costumbres.

Sinembargo de ser estos apuntes generales y relativos á todos los habitantes de la Monarquía Española, nos propusimos á los principios' indicar en ellos particularmente, algunos medios que mejorasen la situacion de los Indios, indígenas de la America Española; pero lo omitimos en el dia: 1 º por que seria necesario alargarnos mucho: 2º por que el Cabildo de Guatemala en la instruccion, que ha de dar á su Diputado, en la parte economica, no olvidará tratar este grave asunto, y lo 3º por que expresando el Real Decreto de 2º de Agosto ultimo, que S. M. nombrará Defensores que los representen en las proximas Cortes, estos conocerán mejór que noso­tros, que la miseria, abatimiento é ignorancia á que se halla reducida esta porcion de vasallos, tan reco­mendada por nuestros Soberanos, tan favorecida de las leyes, y -tan digna de la atención de un corazon sensible y christiano, apenas procede de nuestra legislacion, y si de otras causas, que solo podrán renovarlas radicalmente, las costumbres y moralidad de los funcionarios publicas. Con todo, suplicamos

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Y encargamos en~arecidamente a nuestro Diputado, que con el empeno y la caridad que le es propia, pr~mueva Y sostenga quanto se dirija a hacer mas fel1z la suerte de estos Naturales. 1

Guatemala. 20 de Diciembre de 181 O.

José de Ysasi = Sebastian Melón - Migué! González - Juan Antonio de Aqueche.

Apuntes Instructivos fueron firmados por Ysa.11~ Melon, Gonzalez, Aqueche. Pero esto muy bien establecido que fueron redactadal por Antonio García Redondo, Dean de la catedral de Guatemala jorge Mario Gorda Laguardia en el examen sobre este punto no de¡a. lugar a dudas que Gorda Redondo es el autor de e.lte texto. Origene~ de la democracia constitucional en Centroamérica (Costa Rico EDUCA, 1911), 236-39.

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ANEXO 4

PLAN DE LA CATEDRA

DE ECONOMIA POLITICA 1812

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PLAN DE LA CATEDRA DE ECONO­MIA POLITICA 1812

Por José Cecilio del Valle 1

Nos falta la enseñanza de muchas de absoluta necesidad en todo país culto; y una de ellas es la economía política. La sociedad económica de esta capital que ha tenido siempre pensamientos que le hacen honor, acordó el establecimiento de una clase de aquella ciencia: en junta 4 de febrero de 1812 nombró regente de ella al Sr. D. José del Valle, diciéndole en oficio de 15 del mismo mes, que arre­glando el método de enseñanza le presentase un plan para su conocimiento y ulteriores resoluciones; y el nombrado presentó el siguiente:

PROSPECTO

El establecimiento de la Sociedad económica exigía el de una clase de economía civil.

Erigida para fomentar y proteger la industria, el cultivo y las artes, la ciencia que medita los progre­sos de ellas debía ser objeto de su celo.

Muy distinta de otras que sólo publican verdades frívolas, la economía civil no enseña una que no sea útil a los ramos de mayor interés para el públi­co.

Es la ciencia de las sociedades civiles; la que presenta a los gobiernos principios de administra­ción benéfica, y da a los pueblos lecciones de pros­peridad.

El amigo de la patria, No. 2 3, abril 12, 1821.

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Donde ha sabido cultivar su estudio; donde la autoridad 1 e ha concedido la protección de que es digna; donde se han hecho aplicaciones prudentes de sus principios, la riqueza y la felicidad de los pueblos ha sido el resultado feliz.

Una legua cuadrada tiene población doble de la que hay en la área triple de otros reinos; el labrador siembra dos caballerías de tierra en el mismo espa­cio de tiempo en que otros sólo cultivan una; y el comerciante que en países ignorantes no sabe hacer otro giro que el de sus abuelos, en los ilustrados es creador de especulaciones siempre nuevas.

Sus progresos no han sido proporcionados a la extensión de su utilidad. El hombre es el mismo en todas las ciencias. Pierde siglos enteros en investi­gaciones frívolas, o dariinas antes de ocuparse en las que le interesan positivamente; y no tira jamás una recta sino después de haber descrito muchas curvas.

En las primeras edades la economía civil era tan bárbara como el hombre que comenzaba a crearla.

Grecia, modelo de perfección en otras ciencias, no lo ha sido en esta oscura al principio; ocupada después en averiguar el origen del mundo, en con­tar sílabas, o calcular la actividad de la forma; re­gida por legisladores que temían aun el uso de la moneda; dividida por guerras intestinas, no era po­sible que las ciencias económicas hiciesen progre­sos.

Roma, fundada sobre tierras usurpadas por la fuerza; poblada de esclavos; siempre en guerra por la cons­titución misma de su gobierno, tampoco podía avanzar en una ciencia, cuyos principios son más humanos que los del espíritu que dominaba de conquista.

En los siglos posteriores los bárbaros del norte

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no cultivaban otro arte que el de la caza y el de la guerra.

Después del restablecimiento de las ciencias co­menzó a hacerse estudio de la sociedad. Pero igno­rados los principios no se consideró al hombre como individuo de una sola familia; movido por la natura­leza, siempre sabia y benéfica, a los mismos objetos a que se le procura estimular.

Cada sociedad fue vista como un cuerpo que sólo puede subsistir devorando los demás; y el hombre como pupilo que en todos los periodos de su vida debe ser guiado por la mano de su ayo.

Se formaron para su dirección distintos sistemas; se multiplicaron los reglamentos; y el comercio, la industria, las artes, la infeliz y desvalida agricultura no podían dar un paso sin tropezar al instante con ejecutores puestos . en todas partes par a hacerlos observar.

La servidumbre hizo sentir la necesidad de una libertad racional. Escritores, dignos de siglos más ilustrados, comenzaron a discutir contra las restric­ciones y trabas que violentando la energía del co­mercio, que siempre tiende a dilatarse le reducían a círculo muy estrecho.

Su voz, combatida al princ1p10 por el interés, por la adhesión al sistema antiguo, o por la adulación que lisonjea todo lo que ve acreditado llegó al fin a los gobiernos. Se hicieron ensayos; y la experiencia, siempre infalible, dio crédito a sus resultados.

Fue feliz la revolución de ideas. El espíritu de observación, aprovechando las que ofrecían siglos enteros de trabas y restricciones, se elevó al origen del error que las había sostenido para deducir el principio fundamental de la ciencia.

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.. El objeto del gobierno; el del hombre; y el .de la Sociedad es uno, o debe serlo.

El gobierno, fijo en la felicidad de los pueblos, debe asegurarla fomentando su población y procu­rando su riqueza. El hombre, inclinado al mismo fin, desea reproducirse y enriquecerse.

Si a pesar de la intensidad de sus deseos se le ve en muchos países solo, desnudo, miserable, de­gradado y envilecido, es porque embarazan su re­producción y riqueza obstáculos que no puede re­mover la debilidad de su mano, o porque le faltan auxilios que tampoco puede proporcionarse un par­ticular.

En vez de exictarle con estímulos inútiles, o de darle una dirección falsa debe emplearse la protec­ción o fuerza de la autoridad en franquear los auxi­lios o alejar las causas que no puede procurarse o remover un solo individuo".

Cuando llegó a discurrirse así se dio un paso inmenso en la ciencia. Se puso la primera piedra que debe servirle de base; y sobre ella se levanta­ron teorías grandes, honor del siglo anterior.

Pero fijos los economistas en la parte a que les han inclinado sus principios, o arrastrado las cir­cunstancias, pocos la han considerado en toda su extensión y más raros aún los que han pensado en un curso completo de la ciencia.

El conde Galiani, digno de los elogios que le ha dado un poi ítico tan elocuente como juicioso; Linguer, perseguido por un cuerpo que envidiaba su mérito; Necker, profundo en sus raciocinios, fijaron su aten­ción en el comercio de granos, Campomanes, el primero o el principal que en el siglo pasado llamó a obje­tos útiles la de los españoles, distraída en estudios frívolos o de poco interés, dio la suya al arreglo de

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gremios y adelantamiento de la industria. Arriquívar, lleno de buenos sentimientos, se ocupó en criticar las máximas del Amigo de los hombres. Bandeau, defensor elocuente de los intereses del comercio, se dedicó principalmente a resolver el problema de la libertad del giro que ha dividido la opinión. El Sr. Jovellanos, protector ilustrado y celoso de los la­bradores, imitó sus observaciones a la agricultura de España, Condillac, digno sucesor de Locke en el arte de discurrir con exactitud, sólo trató del co­mercio en sus relaciones con el gobierno. Hume, profundo como lo son los economistas ingleses, tam­poco escribió un curso completo de la ciencia. Y la Enciclopedia metódica escrita por el estilo de los Diccionarios no es del género que exigen las leccio­nes de una clase .

Smith avanzó bastante en la ciencia: abrazó lo principal de ella en su investigación de la naturale­za y causas de la riqueza de las naciones; y si su estilo no es muy correcto, el autor fue digno de la reputación que tuvo en vida y del crédito que con­servan hasta ahora sus escritos. Pero son más ex­tensos de lo que debe ser un curso elemental, son oscuros en muchos lugares, y suponen principios en los lectores.

Algunos secuaces ciegos de las dos sectas en que se dividieron los economistas desde que Sully dio su protección a la agricultura y Colbert a la industria, no pueden guiar a quien debe elevarse sobre el espíritu de partido y escribir con imparcia­lidad.

Otros, excesivamente libres en sus opiniones, atrevidos en sus pensamientos, poco modestos en su expresión, siguieron el ejemplo funesto de aque­llos que no saben escribir sobre ciencia alguna, por inocente que sea, sin mezclar sátiras malignas con­tra nuestra religión.

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Finalmente elevados otros a teorías sublimes des­deñaron el trabajo que más interesa en las ciencias: el de desnudarlas del aparato misterioso con que se han presentado; el de hacerlas populares; el de achicarlas y ponerlas al alcance de todos. 2

Sus obras, ceñidas a una parte de la ciencia, escritas para países de diversas circunstancias, sis­temáticas, desconocidas, prohibidas o raras, no pue­den servir de texto para las lecciones que deben llenar las horas de clase.

Parece necesario escribir unas Instituciones ele­mentales que presenten a los cursantes la carta de la ciencia; pero no una carta topográfica que desig­ne los lugares más pequeños, sino la general que sólo delinea los puntos principales.

Para darles la perfección de que son susceptibles sería preciso ver como ve un espíritu creador; ele­varse al punto de mayor altura; tender desde allí la vista sobre todo lo que se ha pensado desde el primer economista que dijo la primera verdad o el primer error hasta el último de nuestros escritores; seguir el orden de filiación o genealogía de este pueblo inmenso de ideas; clasificarlas por caracteres fijos e invariables; distinguir las principales que for­man como época, las intermedias que les sirven de punto de enlace o contacto, las útiles; pero poco luminosas y conducentes al fin; y las absolutamente inútiles que son como la hez de la ciencia; formar de las primeras y segundas una serie bien ordena­da, y de ella deducir las instituciones elementales.

Pero es necesario conocer las propias fuerzas. No es posible el-evarse a tanta sublimidad, ni la Socie-

l

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Cuando se escribió este papel no había llegado aún a Guatemala fa cartilla de Say

dad puede exigir tanta perfección a quien sabe juz­garse con imparcialidad.

Se hará lo que puede hacerse trabajando con celo, sacrificando otras atenciones, y dedicando el tiempo casi exclusivamente a una ocupación que lo exige así.

1. Se abrirá la clase de economía civil bajo la protección de la Sociedad económica que ha acor­dado su establecimiento.

2. Sus puertas estarán francas a todos los que quieran dedicarse al estudio de la ciencia sin suje­tarlos a las inquisiciones odiosas que prescriben reglamentos dictados por el Monopolio, o hechos para estancar las luces en una sola clase.

3. Se escribirán unas Instituciones elementales, precisas, clara y propias de una clase que no había antes, y va a abrirse ahora por la primera vez, costeando su impresión y repartiendo gratuitamente un ejem­plar a cada uno de los cursantes.

4. Se indicará en ellas el origen de la Socie-dad civil y de él se deducirá el objeto de la ciencia; se manifestará que los individuos de aquélla son impelidos al fin que se propone ésta por la fuerza secreta; pero activa de los sentimientos que les ins­piró la naturaleza; y que si no logran acercarse a él es porque le embarazan su goce causas superiores a sus fuerzas; se hará inquisición de las que los alejan o no permiten llegar al término de sus votos; se clasificarán con precisión; se discurrirá sobre cada una de ellas; y se expondrán para removerlas los medios que ha descubierto la observación de los economistas.

5. Se darán lecciones los martes, jueves y sá­bado de cada semana a la hora y en la sala que señale la Sociedad.

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6. Se leerá el primer día un discurso de apercton interesando la aplicación de los cursantes al estudio de la ciencia.

7. Se les propondrán cada dos o tres meses puntos de discusión análogos a las lecciones que hubieren recibido para que escribiendo Memorias sobre ellos se califique el mérito de las que se presentaren por tres examinadores por Jos mismos entre los sujetos de crédito de esta capital, y se dé por la Sociedad el premio que considere justo al autor de la que fuere digna de él.

8. Se llevará un libro de matrículas de todos los cursantes manifestando en él la fecha en que comience cada uno a serlo, lugar de su nacimiento, edad, oficio, talentos, aplicación, conducta, progre­sos, etc; y concluido el curso se presentará a la Sociedad un Estado o lista de todos para que pre­mie el mérito de los que lo hubieren acreditado, o lo recomiende a quien corresponda en las circuns­tancias y casos que les convengan.

Este es el plan de enseñanza que me ha pareci­do más arreglado. Si la Sociedad lo juzgare digno de su aprobación, comenzaré a trabajar en ella.

Guatemala, marzo 14 de 1812 J. del V.

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IN DICE

DEDICATORIA ...................................................................... ¡¡¡

AGRADECIMIENTO ............................................................... V

EXPLICACJON DE LA PORTADA ..................................... ix

PRESENTACION .................................................................. xi

CAPITULO PRIMERO IDEAS ECONOMICAS: CONTEXTO ETICO Y POLITICO ....................................... 1

CAPITULO SEGUNDO EL SISTEMA SURGIDO DE LA CONQUISTA ................ 23

CAPITULO TERCERO EL PENSAMIENTO POLITICO ILUSTRADO BASE DE LA TRANSFORMACION ECONOMICA EN EL IMPERIO ESPAÑOL Y CENTROAMERICA .......................................................... 37

CAPITULO ~UARTO LA ECONOMIA POLITICA EN EL IMPERIO ESPAÑOL Y LAS REFORMAS BORBONICAS ................ 57

CAPITULO QUINTO LA ECONOMIA POLITICA CENTROAMERICANA EN SU ETAPA FORMATIVA 1793-1814 ...................... 105

CAPITULO SEXTO DESARROLLO DE LAS IDEAS ECONOMICAS EN LA EPOCA DE LA INDEPENDENCIA Y DE LA CENTROAMERICA UNIDA E INDEPENDIENTE .......................................................... 203

BIBLIOGRAFIA .................................................................. 263

ANEXOS ............................................................................ 287 Anexo 1 ............................................................................. 289 Anexo 2 ............................................................................. 315 Anexo 3 ... .......................................................................... 335 Anexo 4 ............................................................................. 351

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. bümana .. y en. particular en la;:~on~l'ica·.- p~d(a.,tener ., ........... ~ . valores · fyifÓS necesarios para> promover. tina :r~públi.ca que · promot-ier~ ~1 bien común. En. un mo.tíi.ento ·en que. el · cmhelcio y

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