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LIBROS: JEAN GIONO 38 • EXPOSICIÓN: NATURALEZAS EN BULLIT DE BLAU 39 Páginas de cultura DIARIO de IBIZA // nº172 Pág. 35 La miranda VIERNES, 28 DE OCTUBRE DE 2011 [email protected] blog.diariodeibiza.es/lamiranda Escritor de culto, de gran influencia en el Dadaísmo y en el Surrealismo, Raymond Roussel (París, - Paler- mo, ) fue un novelista singular que obtuvo el reconocimiento póstumo por parte sobre todo de algunos de los artistas y escritores más importantes del siglo XX. Autor de dos libros ejemplares: ‘Locus Solus’ e ‘Impresio- nes de África’ . Existe un Centre d’Estudis de Raymond Roussell y está en Formentera, en la finca del pintor cata- lán Antoni Taulé –llamada Locus Solus–, que es el legatario universal de su obra. Ahora, el Museo Reina Sofía, de Madrid, dedica una gran exposición con casi trescientas piezas de muy diversos artistas e inspiradas en los libros de este escritor insólito y único. Pág. 36 y 37 ‘Le diamant’ (1975), de Jacques Carelman, una de las obras de la exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid. P. M. El universo insólito de Raymond Roussel

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Page 1: IBZ 04 035 - Diario de Ibiza · ‘Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel’, es el título de la muestra y hace re-ferencia a las que son sus dos novelas mas conocidas: ‘Locus

LIBROS: JEAN GIONO �38 • EXPOSICIÓN: NATURALEZAS EN BULLIT DE BLAU �39

Páginas de cultura DIARIO de IBIZA // nº172 Pág. 35

La mirandaVIERNES, 28 DE OCTUBRE DE 2011

[email protected]�blog.diariodeibiza.es/lamiranda

Escritor de culto, de gran influencia en el Dadaísmo y en el Surrealismo, Raymond Roussel (París, - Paler-mo, ) fue un novelista singular que obtuvo el reconocimiento póstumo por parte sobre todo de algunos delos artistas y escritores más importantes del siglo XX. Autor de dos libros ejemplares: ‘Locus Solus’ e ‘Impresio-nes de África’. Existe un Centre d’Estudis de Raymond Roussell y está en Formentera, en la finca del pintor cata-lán Antoni Taulé –llamada Locus Solus–, que es el legatario universal de su obra. Ahora, el Museo Reina Sofía,de Madrid, dedica una gran exposición con casi trescientas piezas de muy diversos artistas e inspiradas en loslibros de este escritor insólito y único. Pág. 36 y 37

‘Le diamant’ (1975), de Jacques Carelman, una de las obras de la exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid. P. M.

El universo insólitode Raymond Roussel

Page 2: IBZ 04 035 - Diario de Ibiza · ‘Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel’, es el título de la muestra y hace re-ferencia a las que son sus dos novelas mas conocidas: ‘Locus

Raymond Roussel (Paris - Palermo), virtuoso del piano, ajedrecista in-ventor de jaques sorprendentes, diseñadorde autocaravanas revolucionarias para suépoca, poeta, novelista y dramaturgo fran-cés, ejerció desde el comienzo de su carre-ra literaria en una enorme y significa-tiva influencia en autores vinculados conDada y el Surrealismo. Oulipo, la patafísica,el noveau roman y, al otro lado del océano,influyó también en los poetas de la escue-la de Nueva York –Ashbery, Mathews yKoch–, y más recientemente en los artistascalifornianos Allen Ruppersberg, MorganFischer y Mike Kelley. Puede parecer in-congruente que la obra de un solo autor fue-se admirada por artistas de vanguardia tandistintos entre sí como Jean Cocteau, AndréBreton, Apollinaire, Francis Picabia, MarcelDuchamp, Paul Éluard, Michel Leiris, Sal-vador Dalí, Michel, François Caradec, JulioCortázar, Roberto Mata, Georges Perec,Georgio de Chirico, Robbe-Grillet o RobertDesnos. La razón última de esta sorpren-dente unanimidad forma parte del miste-rio Roussel, del enigma Raymond Roussel,el gran desconocido.

Para intentar explicar y ayudar a enten-der la insólita influencia en los movimien-tos vanguardistas de quien, según JeanCocteau, era «un genio en estado puro», elMuseo Nacional Centro de Arte Reina So-fía de Madrid y el Museo de Arte Contem-poráneo Fundación Serralves en Oporto(Portugal), con la colaboración de la Bi-blioteca Nacional de Francia, han organi-zado la primera gran exposición sobre el es-critor al que con apenas veinte años salu-dó de forma entusiasta Marcel Proust trasla publicación de su primera obra ‘La dou-blure’ en .

‘Locus Solus. Impresiones de RaymondRoussel’, es el título de la muestra y hace re-ferencia a las que son sus dos novelas masconocidas: ‘Locus Solus’ e ‘Impresionesde África’. La muestra, inaugurada la pasa-da semana, permanecerá abierta al públi-co hasta el de febrero y posteriormenteviajará a Oporto.

La magna exposición, que se organizadesde la periferia peninsular por dos insti-tuciones que se han volcado en una difíciltarea de búsqueda e indagación casi de-tectivesca –como el libro de LeonardoSciascia sobre la muerte de Roussel en Pa-lermo, reseñado por La miranda hace al-gunos meses– ha tenido su recompensa: cer-ca de trescientas piezas (pinturas, fotogra-fías, esculturas, ready mades, instalacionesy vídeos), además de numerosa documen-tación (libros, revistas y manuscritos per-tenecientes a treinta artistas), junto a obrasde artistas de las primeras vanguardias (Pi-cabia, Max Ernst, Man Ray o Salvador Dalí)

y las aportaciones rousselianas de CristinaIglesias o la obra más reciente de quien re-presentó a Portugal en la última Bienal deVenecia, Francisco Tropa.

La lectura de Raymond Roussel fue esen-cial para que Salvador Dalí desarrollase su«método paranoico-crítico» a principiosde los años treinta; de hech, cuando fallecióen , tenía en su mesita de noche ‘Im-presiones de África’, el libro que según Dalísalvaría si solo tuviese que elegir un libro delsiglo XX. Su fidelidad a la obra de Rousselse mantuvo durante siete décadas.

Un artista contradictorio e irrepetibleRaymond Roussel nació en el seno de una fa-milia de la alta burguesía, nostálgica de lasgrandezas del pasado. Su casa era punto deencuentro de ilustres personalidades de laépoca y su ideal estético se reconocía en esemundo burgués. El gusto por lo clásico y loacadémico lo acompañó toda su vida y en re-alidad nunca simpatizó con las vanguardiasque al final lo encumbrarían, ya que nuncaconsiguio el éxito, la fama y la popularidad desus admirados Julio Verne, a quien conocióen Amiens, Pierre Loti, Victor Hugo o el as-trónomo, inventor y escritor Camille Flam-marion. El mundo de la ciencia, los inventos,artilugios o la tecnología fascinaban a Ray-mond Roussel, que pobló sus libros de uni-versos con paisajes fantásticos, máquinas yconstrucciones ciberneticas o mecánicasque siguen asombrándonos.

El procedimiento de Roussel es antetodo un pretexto para un juego muy ligadoa la cultura de su tiempo, el autor se com-place en animar un auténtico museo per-sonal, en el que cada libro, cada objeto, cadaimagen se abre sobre una profusión deanécdotas, donde lo verdadero y lo falso, lacita y la invención, la dualidad, están ínti-mamente entrelazados.

Su denodado esfuerzo por agradar algran público, alcanzar la fama y la gloria

minó su salud y acabó con su inmensa for-tuna al costearse todas sus ediciones lite-rarias y las representaciones teatrales de susobras para las que contrataba a los mejoreselencos artísticos y alquilaba los teatros máselegantes de la época. Según lo definía An-dre Breton «fue un hombre plenamente de-cidido a no seguir otra inclinación que la desu espíritu». Roussel viajó dos veces alre-dedor del mundo, no buscaba inspiración,sino que, como él mismo decía, la finalidadde sus recorridos era puramente «de do-cumentación literaria». Su método literariose basaba en juegos de palabras muy ela-borados, consecuencia de su idea radical de

que una obra literaria no tenía que conte-ner nada real, ninguna observación acercadel mundo, excepto combinaciones de ob-jetos totalmente imaginarios.

«Después de leer ‘Locus Solus’ por ené-sima vez, me pareció ver que en el caminode la vida, y ya desde la primera lectura deeste libro, me viene acompañando la con-fortable sospecha o gran revelación de quepuede uno crearse un procedimiento pro-pio, perfectamente artificial, para cons-truir una obra inmensamente verdadera»,ha escrito Enrique Vila-Matas en su texto‘Regreso a Locus Solus’.

En el libro póstumo ‘Cómo escribí algu-

PEDRO MARTÍN MATILLA

La lectura de Raymond Roussel fueesencial para que Salvador Dalídesarrollase su ‘método paranoico-crítico’ a principios de los años treinta

Pobló sus libros de universos con paisajes fantásticos, máquinas yconstrucciones cibernéticas omecánicas que siguen asombrándonos

Regreso a Raymond Roussel y a Locus Solus

Una gran exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid recoge una variedad insólita de obrasartísticas inspiradas en los libros de Raymond Roussel, cuyo Centre d’Estudis se encuentradesde hace años en Formentera, en la finca de su legatario, el pintor Antoni Taulé.

DIARIO de IBIZAVIERNES, 4 DE NOVIEMBRE DE 201136 ArteLa miranda

Obras inspiradas en las máquinas e instrumentos inventados por Russel. P. M.

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nos de mis libros’, Roussel explica el curio-so procedimiento utilizado para escribir va-rios textos, con una capacidad descriptivay una complejidad estética muy desarro-lladas, su concepción pura del arte está porencima de la realidad. Paul Éluard clama-ría: «Que Roussel nos muestre todo lo queno existió. A algunos de nosotros solo nosimporta esa realidad». El descubrimientopóstumo de su peculiar «procedimiento» deescritura dio origen a numerosos intentosde visualizar el mundo del lenguaje deRoussel. La primera MLR «máquina paraleer a Roussel» fue concebida al abrigo delColegio de Patafísica que convirtió al autor

francés, por razones a veces contradictorias,en un exponente clave de la literatura mo-derna para muchos artistas y escritores.

La máquina creada en por el ar-gentino Juan Esteban Fassio es uno de losartefactos de la exposición. Los comisariosde ‘Locus Solus. Impresiones de RaymondRoussel’ son Joao Fernandes, director delMuseo Fundación Serralves, Manuel Bor-ja-Villel, director del Reina Sofía, y FraçoisPiron, crítico de arte.

Roussel y FormenteraLocus Solus es también el nombre de lafinca familiar y y el lugar donde está ubi-

cado, en Formentera, el Centre d'EstudisRaymond Roussel (CERR), un espaciodonde toma lentamente forma la repúbli-ca de los sueños de un creador solitario,insólito y fundamental. El presidente delCentre es el pintor catalán Antoni Taulé,legatario universal de la obra de Roussel.Y es que la esposa de Taulé, Laetitia Neyd'Elchingen, era nieta de la hermana deRaymond Roussel, (éste murió sin des-cendencia), Germaine, quien se casó en con Charles Ney, duque d'Elchingeny príncipe de la Moskowa. Para AntoniTaulé, esta muestra que han puesto enmarcha conjuntamente dos centros dearte modélicos en sus propuestas y pro-gramación, y para la que el Centre ha pres-tado una importante ayuda y colabora-ción, servirá sin duda para que se difundala obra del ilustre antepasado de su mujer,fallecida hace algunos pocos años.

El Centre d'Estudis Raymond Roussel deFormentera es la sede que se encarga de re-

copilar la información sobre Roussel queaparece en catalán, portugués y castellanotanto en España como en la Latinoaméri-ca, además mantiene una biblioteca con laobra de Roussel y los estudios que se pu-blican sobre el escritor francés. La sede deParís, creada en , se encarga de la obraen el resto de idiomas y realiza las gestionespertinentes ante la Biblioteca Nacional deFrancia que actualmente es la depositariadel legado familiar de la familia Taulé. Encuanto al futuro de las actividades a des-arrollar en Formentera Antoni Taulé haafirmado que «con motivo de cumplirse elcentenario de la publicación de ‘Locus So-lus’ en el editaremos la novela en ca-talán y el CERR además organizará unas jor-nadas internacionales de encuentros no solosobre la obra de Raymond Roussel, tambiénsobre temas que a él le apasionaban: la cien-cia, la tecnología, la filosofía, la música, lainteligencia artificial... Se debatirá conejemplos reales y concretos sobre energíasalternativas no contaminantes (la finca Lo-cus Solus de Formentera es autosuficiente),la geología, la antropología y la historia li-gada con Formentera.»

La influencia de Roussel en la obra deTaulé está presente no solo en los cuadroscon claras alegorías referidas al artista fran-cés –‘Le Federal’, ‘La vue’, ‘L'Etoile au front’,‘Biscuit en forme d'Etoile’ o ‘Attaque de la lu-mière bleu’–, si no también en otros cuadrosque llevan el aura rousseliano en su géne-sis. «Recuerdo –ha escrito también Vila-Ma-tas– la primera vez que terminé ‘Locus So-lus’. Al cerrar el libro, tuve la impresión deque cerraba la losa que caía sobre mi pro-pia tumba. Supe que a partir de entoncesiban a quedarme obsesivamente graba-dos, en una atmósfera de descanso eterno,todos los secretos de aquella finca singular,sin similitud alguna con otras que pudierauno encontrarse por aquí o por allá, por lossenderos de la vida o de la literatura».

El presidente del Centre d’EstudisRaymond Roussel, ubicado enFormentera, es Antoni Taulé, legatariouniversal de la obra del artista

La sede de París, creada en 2005, se encarga de la obra en el resto deidiomas y realiza las gestionespertinentes ante la Biblioteca Nacional

Obra titulada ‘Sister perpetua’s lie’ (1973), de Re Morton, inspirada en los libros de Raymond Russel. P. M.

DIARIO de IBIZA VIERNES, 4 DE NOVIEMBRE DE 2011 37Arte La miranda

Entrada del Centre d’Estudis Raymond Roussel, en Formentera. P. M.

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DIARIO de IBIZAVIERNES, 4 DE NOVIEMBRE DE 201138 LibrosLa miranda

Nació, vivió y murió en un pequeño pue-blo provenzal, Manosque, en la privilegia-da naturaleza del Luberon, donde los gallossalvajes y la lavanda crecen bajo las brumasalpinas y el sol azul del Mediterráneo. Dicenque apenas salió de allí, salvo para unos po-cos viajes de placer: algunos de ellos a Ma-llorca. Autodidacta, solitario, caminanteempedernido, Jean Giono (-) esuno de los más raros escritores franceses delpasado siglo pero sin su prosa difícilmen-te habría surgido un Pierre Michon, por po-ner un solo ejemplo notable de nuestrosdías. Su fortuna en España ha sido desigual.La mayor parte de su obra novelística –másde una veintena de títulos– no ha sido tra-ducida, aunque sí lo han sido algunos de suslibros más célebres: ‘Colina’ (Narcea, ),‘El canto del mundo’ (Fontamara, ) y ‘Elhúsar en el tejado’ (Anagrama, ). Mu-cho más conocido entre nosotros es el de-licioso relato ‘El hombre que plantaba ár-boles’, publicado por Olañeta en ypor Duomo en . Y se ha traducidotambién recientemente su magnífico ensayosobre Melville –de quien tradujo al francéssu monumental ‘Moby Dick’–, titulado‘Homenaje a Melville’ (Paidós, ).

La editorial Impedimenta publica ahora‘Un rey sin diversión’, traducida por IsabelNúñez, quien firma además un buen pró-logo, clarificador y entusiasta. Y hay moti-vos para el entusiasmo, porque lo cierto esque esta novela, publicada por primeravez en , es, como bien juzga su tra-ductora, «maravillosa, capaz de atrapar a losbuenos lectores y de suscitar su deseo de se-guir leyendo al prolífico y original Jean

Giono». Ojalá la publicación de esta nove-la signifique también el principio de una se-rie de traducciones que consigan despertary consolidar el interés por este escritorcuya prosa está a la altura de sus originaleshistorias, coincidencia esta que, como es sa-bido, suele darse pocas veces en la literatura.

Novela negra y psicológica‘Un rey sin diversión’ contiene un argu-

mento complejo, unos personajes princi-pales llenos de luces y de sombras cuyo ras-go esencial de su personalidad es el enigmaparticular que envuelve a cada uno deellos, y un escenario nevado de alta mon-taña, un paisaje frío casi inhabitable, un pue-

blo en lo más alto de la nada con sus lobosy sus hombres que son lobos para el hom-bre. Hay un asesino en serie, como lo lla-maríamos ahora, pero no consigue ser elprotagonista: no es más que una sombra,unas huellas en la nieve, el miedo a lo des-conocido, el otro. Y un investigador excén-trico llamado Langlois –éste sí que es pro-tagonista–, que es mucho más que un in-vestigador policial como el capitán Akab eratambién mucho más que un simple caza-dor de ballenas.

Pero aquí la ballena carece de formadefinida: su monstruosidad compleja estádiluida en las sombras del pueblo y en la psi-cología de los personajes, en la naturaleza

misma y en su carácter profundo e ignoto,en la violencia que emana tanto del paisa-je y como del corazón.

Giono es un maestro de la composicióny un mago del lenguaje. El asesino es cap-turado en la mitad del relato: lo que vienedespués de la novela negra es otra novelapsicológica absorbente, pero también unbrillante relato de suspense lleno de humory poesía. Langlois, qué personaje. Y lasmujeres que lo acompañan: Madame Timy la apodada Salchicha. Los tres avanzan porla novela sin saber bien hacia qué ni cómo,sostienen un argumento que es como la nie-ve: un paisaje de huellas solitarias que se bo-rran, una nada poblada de sueños.

La prosa de Giono los absorbe a todos yabsorbe al lector de una manera profunda,con su cadencia mágica, con su brillante ta-lento descriptivo (¿qué poeta ha sido capazde saludar la llegada del otoño como lo haceGiono en las páginas y de esta nove-la?). ‘El rey sin diversión’ es una novela queseduce y embriaga: no se puede creer lo quese está viendo, pero el caso es que sucede,lo leemos. Como las gotas de sangre en lanieve que seducen hasta la locura al enig-mático Langlois, se diría que las páginas deeste libro seducen al lector también por subelleza, por su misterio oscuro y su cruel-dad latente.

VICENTE VALERO

Giono, el mago de Manosque

De que la literatura iba en serio ahora seda cuenta ese «joven novelista» cercano yaa cumplir los ochenta que es Umberto Eco.Lo de «joven novelista» es la autodeno-minación que figura en su libro más re-ciente, una recopilación de conferenciassobre su vertiente literaria pronunciadasen Estados Unidos. El Eco narrador tienepoco más de treinta años, los mismosque ‘El nombre de la rosa’, su primera no-vela, por lo que, a su irónico juicio, cabe to-mar esta ocupación literaria como una ac-tividad reciente. Y pese a que la ficción leabrió una nueva puerta a quien ya era unode los más agudos intérpretes de lo con-temporáneo –hasta convertirlo en rico y fa-moso entre una legión de lectores en bue-na parte ajenos a su tarea universitaria–,él se considera «académico de profesión»,mientras que «como novelista no soy másque un aficionado».

Así, lo de la novela va en serio en la me-dida en que el Eco avezado a la crítica tex-tual reflexiona sobre el Eco escritor y nosadentra en el taller de su fabulación. Peroa medida que accedemos a la trastiendaqueda más en evidencia algo que sus lec-tores saben muy bien: la seriedad de su

empeño literario no está reñida con losjuegos que operan en sus novelas, con elartificio, a veces demasiado visible, que do-mina su escritura.

El que fuera premio Príncipe de Astu-rias de Comunicación y Humanidadesen el año arrastra tras de sí una legiónde lectores, a medio camino entre adep-tos y adictos, atrapados por la manera deconstruir sus libros, marcados por es-tructuras con fuerza simbólica, cargadosde guiños para iniciados, de incitacionesa profundizar en un reverso que, con fre-cuencia, propician interpretaciones dis-paratadas. Algo que, paradoja, el autor de‘Obra abierta’ casi lamenta.

Reconoce Eco que «el texto es una má-quina perezosa que desea implicar a loslectores en su trabajo, es decir, es un arti-lugio concebido para provocar interpre-taciones». Sin embargo, el narrador tieneahora «la impresión de que en el trans-curso de las últimas décadas, los derechosde los intérpretes han cobrado una im-portancia excesiva». Él lo sabe bien por laenorme tarea de deshacer lecturas torci-das que como autor le generan sus arte-factos literarios.

‘Confesiones de un joven novelista’ ex-plica también por qué ‘El nombre de larosa’ funciona mejor que sus obras pos-

teriores. Como ya contara en otras oca-siones, Eco invirtió «solo dos años» en laescritura de esta novela, «por la sencillarazón de que no tuve que investigarnada sobre la Edad Media». El resto le

ocupa entre cuatro –‘La misteriosa llamade la reina Loana’– y ocho años –‘Elpéndulo de Foucault–. Buena parte deese tiempo está dedicado al acopio demateriales, una tarea cuyo gran peso nose aligera en el proceso de elaboraciónposterior, en la escritura propiamente di-cha, lo que llega a convertirse en un las-tre para sus novelas.

En estas conferencias ahora convertidasen libro, Umberto Eco da cuenta de su in-clinación a las listas, un recurso narrativousual para el propio Homero, cuya pro-clividad personal atribuye el autor de‘Baudolino’ a la educación católica, a la«costumbre de recitar y escuchar letanías».Un recurso enriquecido por la erudicióndel escritor en el que también, en ocasio-nes, encallan aquellos de sus lectores me-nos incondicionales.

ANDRÉS MONTES

Eco para incondicionales

Jean Giono, en el centro, con el actor Fernandel y el hijo de este. D. I.

Umberto Eco. D. I.

UMBERTO ECO

Confesiones de unjoven novelistaTRADUCCIÓN: G. SANS MORA

� LUMEN, 2011

JEAN GIONO

Un rey sin diversiónTRADUCCIÓN: ISABEL NÚÑEZ

� IMPEDIMENTA, 2011

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DIARIO de IBIZA VIERNES, 4 DE NOVIEMBRE DE 2011 39Exposiciones La miranda

El aragonés Georges Ward (Zaragoza,) ha traído hasta Eivissa unas tablas lle-nas de colores exóticos, de brillantes verdes,rojos, amarillos, con los que muestra una na-turaleza exhuberante, atractiva, alegre.Nostalgia del paraíso o alegoría de la crea-ción, en estos cuadros se representa unmundo de pequeñas sensaciones o ema-naciones de la naturaleza: la flor, el insec-to que la busca y la encuentra, los paisajesde la realidad y de la fantasía.

Hay un orden limpio y claro en los trazosy un simbolismo de los objetos naturalesque Ward sabe ver y mostrar con senti-miento. Se interna en la estructura de unaflor hasta conseguir de ella su revelaciónmás preciada, su belleza multiforme. Hacelo mismo con los insectos que parecen for-mar parte de la flor misma, obligándolos auna comunicación estética, reinvéntan-dolos para lograr la unidad perfecta, edé-nica, soñada.

La pintura de Georges Ward es la alegremanifestación de un mundo bien hecho,como diría Jorge Guillén, un mundo quehace justicia al acto infinito de crear. Es unapintura que sueña con junglas oníricas, concolores que atraen a las mariposas impo-sibles y paisajes que cambian y se trans-forman en nuevas realidades, como ese ‘Pa-raíso de Monegrillo I’ donde el contraste en-tre el vacío real del desierto y la fecundidadde la flora imaginaria sirve como alegoríade la creación misma, de la búsqueda ar-tística de belleza en el mundo de lo real co-tidiano. George Ward, de padre libanés ymadre española, estudió Arte en su ciudadnatal, su obra pictórica ha evolucionado en-tre el realismo y el surrealismo, y ha tenidodesde muy temprano en la naturaleza sufuente de inspiración principal.

Contemplación y armoníaOtra es, diferente, la naturaleza de los cua-dros de Lizzy Forrester. La pintora nacida enLiverpool se aproxima a los paisajes comointentando descubrir en ellos tal vez algoque ya conoce, que está en ella misma. Nadade exotismo ni exhuberancia. Paisajes sen-cillos o fragmentos de paisajes donde pre-domina el verde recién llovido y algún co-lor de contraste para la primavera o el oto-ño. El mundo de estos cuadros proviene delromanticismo, con arquitecturas entre vie-jos árboles o figuras paseando por sende-ros del bosque –como el bello óleo 'Walk inthe Woods'–.

La luz sitúa al espectador siempre en unacosmovisión intimista, en una búsqueda es-piritual. Hay amor a la naturaleza y un de-seo estético que nace de la contemplacióny la armonía, y tal vez por esta razón los pai-sajes de Lizzy Forrester provocan senti-mientos que celebran no tanto la creación–como en el caso de Ward–, como la sere-nidad de las estaciones, el equilibrio de labelleza y el paso del tiempo, la melancolíade las horas vividas. Lizzy Forrester vive enEivissa desde finales de los años , donde

ha ejercido la docencia como profesora deinglés y ha descubierto su pasión por lospinceles.

Paisajes abstractosEl ibicenco Joaquín Roselló aporta a la ex-posición paisajística de Bullit de Blau suscampos de amapolas, algunos de los cua-les ya se han visto en otras muestras re-cientes. En ellos, Roselló muestra su deseopor aprehender el colorido de la flor y su for-ma frágil, pero también atrapa muy bien elpaisaje abstracto que se deriva de su con-templación continuada.

La naturaleza es en estos cuadros menossentida, por decirlo de algún modo, pero hayen ellos una convicción pictórica nueva, ba-sada en la disolución de las formas, en unatransgresión de los objetos de la naturale-za que se convierten en puro color, en te-rritorios abstractos elementales donde la es-pontaneidad es posible. Son cuadros en losque se está investigando, laboratorios del co-lor y de las formas donde la libertad es im-prescindible. Joaquín Roselló nació en Ei-vissa, estudió en la Escuela de Artes y Ofi-cios, y ha realizado exposiciones indivi-duales en las galerías Marta Torres, de Vila,y Berri, de Sant Agustí.

VICENTE VALERO

Naturalezas pintadasGeorges Ward, Lizzy Forrester y Joaquín Roselló exponen juntos sus paisajes en la galería Bullit de Blau

‘Botánica asiática’ (2010), de Georges Ward. D. I.

‘Bambú’ (2010), de Lizzy Forrester. D. I.

EXPOSICIÓN

�Lugar: Galería Bullit de Blau�Dias: Hasta el 16 de Noviembre

PAISAJES

En sus pinturas Roselló muestra sudeseo por aprehender el colorido de laflor y su forma frágil, pero tambiénatrapa muy bien el paisaje abstracto

La pintura de Georges Ward es laalegra manifestación de un mundobien hecho, un mundo que hace justiciaal acto infinito de crear

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Una insaciable sed de aventurasVamos a ver. ¿Qué se puede pedir a la pelí-cula del gran Spielberg sobre Tintín? Que seadivertida. Y lo es a raudales vaciando contino la caja de caudales para que la técnicadeje con la boca abierta (y los ojos un pocoentrecerrados por el dichoso D). Que no sevaya por los muermos de Úbeda con mo-dernidades de nuevo truño (aquí Steven sepermite incluso elegantes homenajes pre-ciosos al maestro Lean de ‘Lawrence de Ara-bia’, plas, plas). Que respete la ley del viajecomo fuente de mil aventuras. Y aquí los pe-riplos cargados de elipsis la siguen a raja-tabla. Que estéticamente desprenda la lu-minosidad extrema (excelsa, diría un ad-mirador entusiasta de la viñeta) y la limpiezade trazo que aporta al papel un vigor rebo-zado en adrenalina. Prueba superada. Y sindescartar toques sombríos (la primera visitaa la mansión fantasmagórica, el dedo queescribe con sangre una pista...) o golpes ais-lados de humor lenguaraz (el pastor al quegustaban demasiado... los animales) querompen un poco los esquemas. Además, seincorpora cierto espíritu serial en plan«continuará» (la escena del tupé y la hélicedel avión). Y aparece un Milú increíblementereal como perro irreal, y salen los policíasHernández y Fernández (que realmente noaportan nada, salvo un humor orondo de co-media de torpones) y hay unos títulos de cré-dito amarrados al original del tebeo que ha-rán babear o lagrimear a quienes huelen elcómic y viajan a su infancia como tiros.

Y esto último es algo que se nota en to-dos los planos de la película. Incluso en losmenos logrados: la pasión sin medida deldirector por esas criaturas de papel. Sepliega a ellas de tal forma que ni siquiera in-tenta cambiar el carácter de Tintín, un tan-to tonto a veces, o demasiado esquemáticoy hierático en otras.

Y por eso hace un poco de trampa (¡bien!)y le da el protagonismo auténtico (o sea, elque cala en el espectador) al capitán Had-dock porque este sí es un personaje mara-villosamente dibujado y resuelto. Ese tipoborrachín y valiente, atolondrado e im-previsible, que tan pronto mete la patahasta atrás como te suelta un discursobobo sobre el fracaso, que es capaz de lo me-jor y casi siempre de lo peor, y que segura-mente no es el mejor aliado pero sí el peorenemigo, levanta la película tras el diverti-do pero un pelín encorsetado arranque(con virtuosas carreras de coches para queel público se entretenga) y a partir de la ba-talla naval en una tormenta uno se olvida delas fastidiosas gafitas del D, de las traicio-nes o homenajes, de la depurada técnicapara capturar imágenes (que es perfecta, fal-taría plus) y de cualquier cosa que no seadisfrutar de una cascada de imágenes in-olvidables (tomen nota, Zemeckis, Abramsy el resto de mejores o peores discípulos: eldon no se imita), con una larguísima se-cuencia de persecución en África sin cortarel plano ni para ir al baño que deja las de In-diana Jones en pañales y una siniestra pe-lea con grúas que eriza el tupé.

Qué grande eres, Steven.

Humilladas y ofendidasTiene toda la pinta de ser una de esas bien-intencionadas, azucaradas y acartonadasadaptaciones de best seller con trasfondo de

denuncia y el universo femenino en ex-pansión narrativa a la antigua usanza. Mu-chas voces y algunas coces a la injusticia delmundo.

En este caso, el racismo de la sociedadnorteamericana de alta cuna que usaba a lasmujeres negras para cuidar a sus hijos tra-tándolas como esclavas. Con excepciones,claro, para que la voz contante la lleve unablanca de buen corazón y valor a prueba debombas fétidas.

Y ‘Criadas y señoras’, éxito sorpresa en lataquilla del país al que critica en flashback altiempo que lo defiende, pues lo mismo queocurren estas situaciones lamentables de se-gregación también hay alzamientos de con-ciencia contra ellas, es en parte todo lo escritoal principio pero, por fortuna, tiene máscosas en las que vale la pena detenerse.

Si dejamos a un lado una excesiva du-ración, que resta contundencia al melo-drama puro y duro que sueña con ser, conalgún personaje que podría haberse que-dado tranquilamente en el cubo de los des-cartes, y que la dirección es pulcra y san-seacabó, ‘Criadas y señoras’ puede dis-frutarse como un robusto drama al que se-guramente hubiera venido bien un toquede desmadre en plan Douglas Sirk o un re-

alizador con más empuje como Todd Hay-nes, el de ‘Lejos del cielo’.

Y es que el guión tiene suficientes pun-tos de atracción tanto en su faceta más trá-gica (esas historias de dolor y humillaciónrelatadas desde una suprema dignidad,ese orgullo maltratado y vilipendiado quesale a flote en los momentos más duros, esarebeldía plasmada en pequeños pero tras-cendentales detalles) como en los inespe-rados brotes de humor negro que sirvencomo escape para que los excesos de llorerano aneguen la pantalla. Ejemplar es, en esesentido especial de desdramatizar el horrordándole un barniz de rabia cómica, la me-morable escena de la venganza con la tar-ta «sorpresa» que guarda en su interior uningrediente... digamos... especial.

Y, cómo no, las últimas líneas tienenque ser enteritas para las dos actrices de co-lor que llevan el peso de la historia, y antelas que las competentes colegas blancas pa-lidecen aún más.

En dos palabras: im-presionantes.

Robots incompletosCon ‘Eva’, el debutante Kike Maíllo preparauna receta inusual en el cine español, uncruce entre ciencia ficción y drama que se

sitúa en un alternativo para contar elregreso del científico Alex Garel (DanielBrühl) al pueblo donde trabajaba en sus in-vestigaciones con robots. Allí le aguarda uninvierno eterno y varias personas que for-maban parte de su pasado: su antigua no-via Lana (Marta Etura), ahora mujer de suhermano David (Alberto Ammann) y ma-dre de una niña llamada Eva (ClaudiaVega), y la casa en la que inventó algunos desus ingenios mecánicos.

Nacida en la estupenda cantera de laESCAC, extraña que esta propuesta em-piece con tantas promesas, albergue tan-to esfuerzo en su forma, y termine atran-cándose en su desarrollo. Es admirable elempeño de la producción con su estéti-ca, un logradísimo mundo gélido de au-tómatas (humanos o metálicos) y arte-factos que sobreviven moribundos alpaso del tiempo, y es decepcionante quesu narrativa se deslavace a medida queavanzan los minutos. De arranque, todoslos elementos necesarios se encuentranen ese trabajadísimo imaginario de unporvenir imperfecto.

La dificultad comienza cuando Maíllolos mueve por su puzle y hay piezas que noacaban de cuajar (¿qué busca DanielBrühl?, ¿por qué siente esa cercanía conEva?, ¿cuáles son las motivaciones delpersonaje de Alberto Ammann?), dejan-do las verdaderas sorpresas de la pelícu-la en manos de secundarios como unLluís Homar robótico que, mimetizandosu profesión de actor, gradúa su emotivi-dad y se convierte en uno de los elemen-tos más interesantes de la cinta.

Despeja dudas sobre lo que nos ofrece‘Eva’ el hecho de que, finalmente, con-funda lo que importa con lo que es acce-sorio y desvele así su conservadurismo.Mientras que se aprecian sus momentosturbios y bíblicos pareciese como si la pro-ducción basase su potencia en un giro na-rrativo al borde del abismo. Quizá serproclive a la sorpresa y no a la construc-ción de una historia, abandona al filme enuna posición incómoda: más cerca de laliviandad bien ingeniada que de esa im-pronta grave que corona cualquier buenaciencia ficción.

TINO PERTIERRA/EDUARDO GALÁN

Aventuras, desventuras y robots

Una escena de ‘Las aventuras de Tintin: el secreto del unicornio’.

Las aventuras de Tintin�Director: Steven Spielberg�Intérpretes: Jamie Bell, AndySerkys, Daniel Craig

DIARIO de IBIZAVIERNES, 4 DE NOVIEMBRE DE 201140 CineLa miranda

Llegan a las carteleras las últimas películas de Steven Spielberg, Tate Taylor y Kike Mallo

Criadas y señoras�Director: Tate Taylor�Intérpretes: Emma Stone, ViolaDavis, Bryce Dallas Howard

Eva�Director: Kike Mallo�Intérpretes: Daniel Brühl,Claudia Vega, Marta Etura

‘Eva’, de Kike Mallo, ha sido rodada en Suiza.