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stoa del moento natusta La filosofía de los estoicos y la Medicina Metódica P ara tratar de informar correctamente de una parce- la eterminada de la cultura humana, primero hay que intentar informar acerca de las características y con- tenidos' de esta parcela, y en este caso determinado, del movimiento naturista (Naturheilbewegung), indicando qué es lo que podemos incluir dentro de ella, y qué es lo que no. En este aspecto, los dos trabajos precursores de éste (1), nos dan una información detallada. El movi- miento naturista alemán, podríamos diferenciarlo en tres apartados, a saber, el "Naturismo" como concepto glo- bal del mundo que nos rodea; las aplicaciones curativas (Naturheilverfahren) desarrolladas desde un punto de vista "natural"; y la Ciencia de Curación Natural (Na- turheilkunde) como base doctrinal especial, que nos da los fundamentos de acción en la práctica diaria. Partiendo de esto, podemos observar que, histórica- mente, considerando otras épocas culturales, se en- cuentran movimientos similares en tiempos anteriores. En todo caso, un análisis objetivo nos aclarará el grado de relación y los puntos de divergencia entre ellos, y nos permitirá valorar si tenemos razón al hablar de "precur- sores" de los Movimientos de Curación Natural más mo- dernos. Los trabajos de A/fred Brauch/e (195 1) aun son un punto de referencia válido en este sentido, sin embar- go, son estudios excesivamente amplios y casi estricta- mente biográficos, en lo que se refiere a la historia anti- gua del Movimiento de Curación Natural. En ningún ca- so se debería identificar al Movimiento de Curación Na- tural con la Fisioterapia, como lo hace H. Groh. Si bien es cierto que buena parte de la Fisioterapia aplicada hoy en día proviene de los métodos de curación Naturistas ( = Proceso de Curación Natural), hay que tener en cuen- ta que estos métodos de curación también incluyen la Dietética, la Nutrición, las Terapias Físicas, la Gimnasia, el Masaje, los Ayunos, etc. ¿Podemos incluir a Hipócra- tes y a Paracelso entre los precursores del Movimiento de Curación Natural? Brauchle sí los considera. ¿Podemos considerar también como precursor a Friedrich Hoff - mann, el clínico de Halle, y famoso latrofísico, por el hecho de que recomendara la aplicación de baños fríos? Está fuera de toda duda el incluir en este grupo a perso- nas como Kneipp y Priessnitz, aunque ambos autores siempre incidieran en la praxis, restando importancia a las reflexiones de tipo teórico. La Curación Natural tiene como característica la con- fianza en la "Naturaleza", sea lo que sea lo que se en- - tienda bajo este concepto, así como en las fuerzas de autocuración del propio organismo. Además, podríamos añadir el hecho de que ciertos hábitos de vida, como el lujo excesivo, la desmesura, la enervación, lo superfluo, 4 Prof y Dr. K.E. Rothschuh Octavio Augusto la apatía, se consideran como "no Naturales". Por regla general, se insiste en la patogenicidad de la superciviliza- ción, exigiendo, como respuesta, una moderación, dis- ciplina, fortalecimiento y, sobre todo, una estricta hi- giene corporal y moral. Los representantes del Movi- miento de Curación Natural afirman guiarse por la expe- riencia clínica en el tratamiento de sus pacientes, median- te una observación cuidadosa de sus reacciones y altera- ciones. ¿Pero qué médico, da igual la especialidad que tenga, no sigue la misma conducta? Ciertamente, estos médicos tienen una preferencia absoluta por los Métodos Naturistas, de tipo físico-dietético, como el aire, el agua, el movimiento, la higiene alimentaria, etc.; asimismo, siempre muestran su disconformidad frente a la terapia medicamentosa, especialmente si se trata de fárm�cos químicos. Por otra paFte, hay que destacar que se ha arti-

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Page 1: Historia del movimiento naturista · gua del Movimiento de Curación Natural. En ningún ca so se debería identificar al Movimiento de Curación Na tural con la Fisioterapia, como

Historia del movimiento naturista La filosofía de los estoicos y la Medicina Metódica

P ara tratar de informar correctamente de una parce­la ,determinada de la cultura humana, primero hay

que intentar informar acerca de las características y con­tenidos' de esta parcela, y en este caso determinado, del movimiento naturista (Naturheilbewegung), indicando qué es lo que podemos incluir dentro de ella, y qué es lo que no. En este aspecto, los dos trabajos precursores de éste ( 1 ) , nos dan una información detallada. El movi­miento naturista alemán, podríamos diferenciarlo en tres apartados, a saber, el "Naturismo" como concepto glo­bal del mundo que nos rodea; las aplicaciones curativas (Naturheilverfahren) desarrolladas desde un punto de vista "natural"; y la Ciencia de Curación Natural (Na­turheilkunde) como base doctrinal especial, que nos da los fundamentos de acción en la práctica diaria.

Partiendo de esto, podemos observar que, histórica­mente, considerando otras épocas culturales, se en­cuentran movimientos similares en tiempos anteriores. En todo caso, un análisis objetivo nos aclarará el grado de relación y los puntos de divergencia entre ellos, y nos permitirá valorar si tenemos razón al hablar de "precur­sores" de los Movimientos de Curación Natural más mo­dernos . Los trabajos de A/fred Brauch/e (1951 ) aun son un punto de referencia válido en este sentido, sin embar­go, son estudios excesivamente amplios y casi estricta­mente biográficos, en lo que se refiere a la historia anti­gua del Movimiento de Curación Natural. En ningún ca­so se debería identificar al Movimiento de Curación Na­tural con la Fisioterapia, como lo hace H. Groh. Si bien es cierto que buena parte de la Fisioterapia aplicada hoy en día proviene de los métodos de curación Naturistas ( = Proceso de Curación Natural), hay que tener en cuen­ta que estos métodos de curación también incluyen la Dietética, la Nutrición, las Terapias Físicas, la Gimnasia, el Masaje, los Ayunos, etc. ¿Podemos incluir a Hipócra­tes y a Paracelso entre los precursores del Movimiento de Curación Natural? Brauchle sí los considera. ¿Podemos considerar también como precursor a Friedrich Hoff­mann, el clínico de Halle , y famoso latrofísico, por el hecho de que recomendara la aplicación de baños fríos? Está fuera de toda duda el incluir en este grupo a perso­nas como Kneipp y Priessnitz, aunque ambos autores siempre incidieran en la praxis, restando importancia a las reflexiones de tipo teórico.

La Curación Natural tiene como característica la con­fianza en la "Naturaleza", sea lo que sea lo que se en-

- tienda bajo este concepto, así como en las fuerzas de autocuración del propio organismo. Además, podríamos añadir el hecho de que ciertos hábitos de vida, como el lujo excesivo, la desmesura, la enervación, lo superfluo,

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Prof y Dr. K.E. Rothschuh

Octavio Augusto

la apatía, se consideran como "no Naturales" . Por regla general, se insiste en la patogenicidad de la superciviliza­ción, exigiendo, como respuesta, una moderación, dis­ciplina, fortalecimiento y, sobre todo, una estricta hi­giene corporal y moral. Los representantes del Movi­miento de Curación Natural afirman guiarse por la expe­riencia clínica en el tratamiento de sus pacientes, median­te una observación cuidadosa de sus reacciones y altera­ciones . ¿Pero qué médico, da igual la especialidad que tenga, no sigue la misma conducta? Ciertamente, estos médicos tienen una preferencia absoluta por los Métodos Naturistas, de tipo físico-dietético, como el aire, el agua, el movimiento, la higiene alimentaria, etc.; asimismo, siempre muestran su disconformidad frente a la terapia medicamentosa, especialmente si se trata de fárm�cos químicos. Por otra paFte, hay que destacar que se ha arti-

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culado un rechazo a las técnicas Naturales, por parte de los representantes de la Medicina Oficial.

Tras esta introducción, pasaremos a juzgar si ciertas personas o épocas de la historia cultural de Occidente , re­lacionadas con el Movimiento de Curación Natural, pueden ser consideradas como precursores del floreci­miento Natural del siglo XIX. Las investigaciones histó­ricas sobre este tema, son realmente muy escasas, si bien ya existen investigaciones válidas sobre temas algo más específicos.

LA SITUACIÓN EN EL IMPERIO ROMANO En la portada de la famosa novela educativa de Rou­

sseau, "Emile", editada en el año 1762, se encuentra en lugar central la siguiente frase : "Sanabilis aegrotamus malis; ipsaque nos in rectum natura genitos, si emendari velimus, j.uvat" . Seneca. De ira. lib . 11, Cap. 13; que en castellano significa: "Los males que sufrimos son cu­rables, y si queremos librarnos de ellos, la naturaleza nos ayuda, ya que hemos nacido para estar sanos" . La refe­rencia de Rousseau a Séneca y los estoicos, seguramente no es casual . Rousseau, como Séneca, advierte a sus con­temporáneos de los peligros de la civilización, del lujo, de la corrupción, incitándoles a volver al camino de la Naturaleza. ¿Pero qué significado tiene el concepto Na­turaleza para uno y para otro? ¿Podemos acaso conside­rar cómo una misma cosa la idea de Rousseau de una Na­turaleza original y generosa, y las reflexiones de Séneca acerca de la naturaleza hominis? ¿Acaso se ha creado, con Séneca y Rousseau, una nueva manera "natural" de pensar , así como un tratamiento físico y dietético? Para poder hallar la respuesta a estas preguntas, deberíamos ocuparnos primero de detallar la situación espiritual, so­cial y cultural de esa época, de la cual surgieron Séneca, y otros filósofos de la escuela estoica.

Bajo el reinado de Octavio Augusto, sobrino lejano de César , el Imperio Romano tenía tal extensión, que éste tuvo que dar como consejo a sus sucesores el no extender más el Imperio, a partir de las fronteras de entonces. Augusto (27 a. J .C.- 14 d. J.C.), gobernó un imperio in­menso, en el cual era de importancia primordial el man­tenimiento de la paz dentro de sus fronteras. Esta época tuvo la denominación de "Época Augusta", y se de­sarrolló plenamente lo que había comenzado con la con­quista del Imprerio Griego: la helenización de Roma y del mundo espiritual romano. Mientras que los grandes pensadores griegos se proponían como fin la ganancia de conocimiento; los pensadores romanos preferían hallar soluciones á los problemas de la vida práctica, como por ejemplo, la legislación, la política, el gobierno de estado, la construcción de ciudades y calles, la agricultura y la organización del tráfico y del comercio y el sistema mo­netario. En los países conquistados, los comerciantes · seguían a los soldados, y de esta manera, floreció el co­mercio. Una avalancha de mercancías, como cereales, mercancías de lujo y refinadas, llegaron hasta Roma. Grandes cantidades de esclavos fueron importadas, y és­tos constituyeron el proletariado obrero. El idioma

griego se convirtió en la lengua culta del Imperio Roma­no. La literatura griega llegó a Roma, y se tradujeron al latín obras literarias, filosóficas y científicas. La educa­ción griega se convirtió en una cosa usual. La ciudad de Roma, centro del nuevo mundo comercial y espiritual, perdió el carácter rural, y se convirtió en la gran capital de la cultura helenista. Gracias a los inmensos medios económicos de las provincias , se realizaron grandes cons­trucciones. Surgieron amplias carreteras, bellos edificios públicos, hermosas casas privadas, templos, mercados, baños, acueductos, foros para juegos públicos, teatros, bibliotecas. La religión griega, y otras religiones orienta­les, se expandieron en Roma. La filosofía helenista, se convirtió en la religión del romano culto. Los estoicos -los denominados jóvenes estoicos- sustituyeron las viejas creencias en los dioses por la creencia en la razón natural del hombre.

SENECA Y LOS ESTOICOS. VOLVER A LA SIMPLICIDAD NATURAL

En la doctrina de los estoicos, sobre todo en el caso de Lucius Annaeus Séneca (4 a. de J.C.-65 d. J .C.) , y Mu­sonius Rufus (bajo el mandato de Nerón, en Roma), en­contramos grandes paralelismos con las ideas de Rou­sseau. Esto como consecuencia, hasta cierto punto, de la semejanza del estilo de vida social en las dos épocas . Tanto en el Imperio Romano, como en la Francia prerre­volucionaria, dominaban, según la convicción general, la decadencia moral, la criminalidad, el derroche, el liberti­naje , la desmesura, la c9rrupción, la mentira y los vicios de todo tipo, especialmente en los círculos adinerados. El mismo Augusto tuvo que decretar leyes estrictas contra la amoralidad de su época. El emperador vivió de una forma modesta, como ejemplo, especialmente después de que su médico de cabecera, Antonio Musa, le curó con agua fría una enfermedad grave . Bajo el emperador Claudia (4 1-54), se presentaron en medida creciente el lu­jo, la desmesura, la criminalidad, e incluso el asesinato dentro de la Corte Imperial; lo que aumentó bajo el reinado del viejo Nerón, que se suicidó en el año 68. En el año 59 mató a su madre , y, entre otros, en el año 65 obligó a suicidarse al filósofo y profesor Séneca. Séneca, había sido el educador de Nerón en su juventud; y duran­te largo tiempo, el administrador del Imperio Romano. Nerón era, en sus años de vejez, una persona llena de vi­cios, cruel y libertina. Había prometido a sus súbditos romanos anfiteatros, termas, salas de juego y calles y sin embargo se distinguió más como actor y tañedor de arpa, que como gobernante responsable.

Ha quedado conservada una amplia obra de Séneca, no porque sus ideas y valores se acercaron al joven Cris­tianismo, sino porque siempre se pensó que era un cris­tiano clandestino. Aparte de sus escritos filosóficos, se conservan cartas que esci'lbió a su amigo Lucilius, así co­mo los Quaestiones Naturales, o sea, Tratados de Cien­cias Naturales . Séneca es el principal representante de los estoicos jóvenes. Según su opinión, la filosofía debía te­ner un papel de líder en la vida cotidiana, y nos muestra

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Lucius Annaeus Seneca

lo que es bueno y lo que es malo, así como a obrar correctamente. Nos expone, en sus escritos, una ciencia de la vida y la muerte. Hay que tener en cuenta que la doctrina estoica, más que una ciencia de conocimiento, era una confesión. En esto también se parece Rousseau a Séneca. La doctrina de la modestia y el ascetismo del hombre, es otro punto de unión de los dos personajes. Otra circunstancia común, y curiosa a la vez, fue la difi­cultad que ambos encontraron en adaptar sus propias creencias a su modo de vida particular , ya que, aunque Séneca condenó repetidamente la vida placentera y los gustos superfluos de su época, se encontraba muy bien viviendo de ese modo. Séneca amó la riqueza, y al mismo tiempo predicó el ideal de la pobreza y sencillez natural. Séneca indica que el hombre, en su herencia natural, es un ser bueno. Su Filosofía nos habla de una existencia adecuada a esta herencia original, como un ser de razón. La razón, desde el nacimiento, es común a todos los hombres, y todos ellos están estrechamente relacionados entre sí, son iguales en su manera de ser, independiente­mente de su pobreza o riqueza, de su sexo o raza, sean esclavos o sefiores. También el mal, como inclinación ha­cia las aberraciones de la propia naturaleza, es común a todos los hombres (comparar con Wilhelm Nestle 1 944, Max Pohlen Die Sto a 1 948). La posición de Séneca hacia la Naturaleza y hacia la vida natural se pueden ver en las siguientes expresiones (según O. Ape/t Philosophische Schrifften Senecas . Leipzig 1 923):

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"Vivir felizmente y de forma natural es la misma cosa. Esto significa lo siguiente. Tenemos que atenernos a nuestras herencias corporales y a lo que corresponde a nuestra naturaleza, y rechazar cuidadosamente y sin va­cilaciones las cosas pasajeras y fugaces . . . no son nuestro real yo" (De la vida feliz, cap. 8, pág. 14) . "Una frase doctrinal muy conocida nos dice que el valor más alto es el de vivir naturalmente; la naturaleza nos ha creado tan­to para observar como para actuar" (Del ocio, cáp. 5 , pág. 53). "Yo soy un gran amigo del ahorro . . . Yo alabo las vestiduras sencillas. La comida no debería necesitar de criados ni para su preparación, ni para su servicio, ni para su atención . . . La comida debe de calmar el hambre, la bebida debe saciar la sed, y las ansias de procrear de­ben de estar dentro de unos límites adecuados. Hemos de aprender a valernos de nuestro propio cuerpo . . . Hemos de aprender a aumentar nuestra moderación en la satis­facción de los placeres, y mantener los goces dentro de unos límites . . . buscar la satisfacción a nuestras necesida­des naturales a través de medios fácilmente alcanzables" (De la tranquilidad del alma, cap. 1 , pág. 65 y cap. 9, pág. 88). De este modo, Séneca alaba la frugalidad, la sencillez y la modestia, lo que para él significa "según nuestra naturaleza. "Las enfermedades son castigos por desnaturalizar nuestra vida y por tener gustos superfluos (opulencia, voluptuosidad) . La desmesura en la alimen­tación nos trae enfermedades y la fiebre. La vida liberti­na nos quita nuestras fuerzas" (carta n.o 95, pág. 1 47 y siguientes). "Deberíamos evitar el mezclar los alimentos. El placer en la comida se convierte en causa de vicio y origina un embrutecimiento de la moral . También se deberíam evitar los bafios voluptuosos, que son expre­sión de amor hacia la pompa y el boato" (carta n. 0 86, pág. 39 y siguientes). Séneca vivió durante un tiempo sin comer carne (carta n.o 108), y era partidario de los bafios fríos. Su advertencia de volver a la vida sencilla y natu­ral, está seguramente relacionada con las ideas de Rou­sseau.

C. MUSONIUS RUFUS De Musonius, que vivió, aproximadamente, entre ellO

d. J.C. y el 79 d. J.C. , sólo nos han llegado hasta hoy en día fragmentos de sus obras, pero lo suficiente como pa­ra calificarle de filósofo estoico que, como Séneca, ense­fió el arte de la vida moral, más acorde con la Naturale­za, y que consistía en amar al hombre, en la razón, la jus­ticia, la valentía y el autodominio. También defiende la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer , ya que se debe honrar la igualdad ( W. Nest/e 1 944m pág. 474 y siguientes). Al igual que Séneca, Musonius condena el lu­jo y la falta de moral de su época, y también está a favor de una vida frugal, sencilla, mesurada y de fortalecimien­to. Comparte con los estoicos la rigidez de las exigencias morales, y la confianza en la naturaleza del hombre, que es en cada uno, de por sí, buena. La sabiduría consiste en el dominio sobre las pasiones. "El hombre es un ser ente­ro, que se compone de cuerpo y alma. El fortalecimiento del cuerpo pertenece a la esfera de la educación moral, y

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nos capacita para aguantar esfuerzos y resistir las seduc­ciones del placer". Musonius era firme partidario de la alimentación sencilla, rechazando las comidas cárnicas, y seguía personalmente una alimentación vegetaliana, a base de frutas y verduras, espécialrnente crudas (Polenz, pág. 302) . "La glotonería es antinatural, y tambiél) lo es la vagancia y el sedentarismo. El hombre está hecho para trabajar, y el trabajo en el campo es preferible a todos los demás. La mejor vida es la del pastor . En la Naturaleza se testifica la voluntad de Dios'' . Musonius, contra­riamente a Séneca, acomodó su prÓpia vida a sus ideas.

Se puede entender la buena acogida que tuvieron las doctrinas estoicas entre los auténticos romanos, si se comparan con el estilo de vida tan antinatural de la Ro­ma de esos tiempos, en el que la criminalidad, la volup­tuosidad en el comer y beber, el hacer negocios sin consi­derar las consecuencias, la explotación de los esclavos y desheredados, la enervación producida a causa de estar horas en las termas, etc .; eran usuales. No extraña, pues, que las canciones pastorales de Virgilio (70 a. J.C. hasta 10 a. J.C.) (Bucólicas) y sus Geórgicas (sobre la agricul­tura), tuvieran tanta popularidad. La poesía arcaica (2) es como un correctivo frente al cansancio de la civiliza­ción. Estas ideas vuelven periódicamente, pensemos sino en la época del Renacimiento o del Rococó. En todas es­tas épocas aparece una insatisfacción frente a la antina­turalidad de la vida, que ocasiona una tendencia de vuel­ta al campo, a la vida sencilla; tendencia que aún persiste hoy en día.

Ciertamente, existen muchos puntos de contacto entre Séneca y Rousseau, ya que ambos se consideran partida-

- ríos de una forma de vida original y natural. Sin embar­go, en los estoicos, la Naturaleza es la esencia del origen del hombre, refiriéndose a su carácter y sus virtudes; mientras que en Rousseau, la Naturaleza es más bien el mundo natural de la tierra, las plantas y los animales, en toda su belleza virginal e incorrupta. Por lo tanto, pode­mos concluir que se aprecia un cierto carácter naturista tanto en Séneca como en Rousseau.

AULUS CORNELIUS CELSUS, .EL ENCICLOPEDIS­TA DE LA CIENCIA MÉDICA ROMANA

Hay también, en tiempos de Séneca y Musonius, una evolución en el pensamiento y forma de actuar de los mé­dicos; así como en el comportamiento con respecto a la salud por parte de los profanos, comparable en todo punto con los cambios originados a finales del siglo XVIII y principios del XIX, tanto en el pensamiento mé­dico como en el profano.

Aproximadamente entre los años 25 d. J.C. y 35 d. J.C., el romano Ce/sus bajo el principado de Tiberio, escribió una amplia obra, en ocho tomos, titulada "De Medicina". Esta obra es la representación ordenada de la Ciencia curativa y de la Doctrina de salud de la época, expuesta por un profano, y nos da una idea del pensa­miento médico de la época, así como de las posibilidades prácticas de la medicina romana. En este trabajo tan sólo nos interesa una cierta vertiente de la obra; es decir, si se

observa en las recomendaciones profilácticas y terapéuti­cas, así como en la Dietética de Celsus, una tendencia ha- ' cia lo "natural". El libro 1, trata principalmente de la Dietética, y las dtas están extraídas del libro en 8 tomos de Aulus Cornelius Celsus: "Sobre la Ciencia Médica", 2 . a edición, Braunschweig 1 906, en la traducción de Eduard Schel/er.

Las explicaciones de Ce/sus no son realmente origina­les, y han sido tomadas, probablemente de autores más antiguos (Hipócrates), y de escritos de médicos contem­poráneos, como, por ejemplo, Ask/epiades y Themison, que son citados frecuentemente . Como vamos a ver, son dos representantes de una corriente médica muy extendi­da en esos tiempos, los metódicos. Es llamativo en Ce/sus la aplicación terapéutica de su doctrina de salud, median­te tratamientos curativos sencillos. En el libro 1 da ins­trucciones de comportamiento para los sanos, recomen­dando el cambio del sedentarismo al ejercicio, del calor al frío, y la moderación en la comida y la bebida. Acon­seja el ejercicio constante, especialmente a los débiles, y también es partidario del deporte de la esgrima, del juego con el balón, del paseo y del correr . Después del ejerci­cio, recomienda un baño con agua tibia, así como untu­ras de aceite. Para Ce/sus, hay actitudes que fomentan la obesidad, mientras que otras ejercen un efecto contrario. Para muchos miembros u órganos, aconseja la aplica­ción del agua fría, por ejemplo, en enfermedades de los ojos y de la c�beza. Con el agua fría cura casi todas las enfermedades, y la aplica en paños, lavados, irriga­ciones, inmersiones, así como por vía oral. Como Ask/e­piades, recomienda las frotaciones para fortalecer el cuerpo, refiriéndose probablemente también a los masa­jes de todo tipo. Aparte de esto, es partidario del ejerci­cio físico, tanto activo como pasivo (gimnasio, juegos, correr, etc .). Considera mucho el ayuno (95), así como la sudoración y las compresas calientes. Separa los alimen­tos difíciles de digerir y nutritivos, de los fáciles de dige­rir y menos nutritivos (por ejemplo, pepinos, frutas y al­mejas) . En caso de una enfermedad incipiente, indica que se debería ayunar, mantener la calma, y beber agua fría ( 1 1 1) . No rechaza el comer carne.

Considera los medicamentos útiles en algunos casos y necesarios en otros, en contraposición a Asklepiades, que rechaza el uso excesivo de gran parte de los medica­mentos (21 0), ya que si la Naturaleza no apoya el arte cu­rativo, el médico no puede hacer nada ( 109). Ce/sus habla a menudo de baños, y se deduce que la mayoría de las casas distinguidas de Roma tenían baños privados (Balnearia); habiendo casos en que éstos disponían de va­rias estancias para bañarse en frío y en caliente, y en un ambiente de aire calentado . En los baños públicos, había suficiente sitio como para hacer ejercicio, dar paseos y jugar al balón; pero también para descansar, charlar, co­mer y beber . La propia instalación de las Termas consistía, por regla general, en cuatro departamentos: un baño de aire caliente (Tepidarium), un Calidarium, con agua caliente, un Frigidarium, con agua fría, y una sala para fricciones y masajes. Aparte de esto había baños

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sudoríficos y de vapor, instalaciones para rociarse con agua fría, y salas de estar lujosas. La construcción y utili­zación de los bañ.os, se orientó en los ejemplos griegos. Se cree que fue Asklepiades el que introdujo las grandes instalaciones . termales, y la aplicación del agua fría (J. Marcuse, 1 899/Pág. 1 9) . En Bajae, en la bahía de Nápo­les, surgieron manantiales de aguas calientes y sulfuro­sas, que fueron utilizadas en el tratamiento de los enfer­mos, y como diversión para los sanos. La primera cons­trucción de grandes termas, se realizó bajo el consulado de Agripa (25 a. J.C.) . Nerón, cómo casi tod

.os los empe­

J:adores siguientes (Tito, Trajano, Caracalla, Diocle­ciano) construyó termas muy lujosas , cuyo lujo fue criti­cado por Séneca y los demás estoicos. La tendencia hacia el lujo en el ocio, la voluptuosidad, y, en parte, la amora­lidad de la sociedad romana Imperial se expresó también en la obvia tendencia a hacer Termas lujosas e impre­sionantes . Aparte de la reacción contraria de los filóso­fos frente a las Termas, estaba la posición favorable ha­cia el fomento de la salud mediante el uso de la Hidrote- -rapia y la Dietética por parte de la escuela metódica (J. Marcuse, 1900).

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Termas de Djemilah (Argelia)

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,l.!IIAEFUIINIUM TPIIAEFUIINIUM o o SUII HYPOCAUSTE lAVEC J. SIMPLE o o fT AVEC . CHAUOIEIIE TUIULATUIIE

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LOS MÉDICOS METÓDICOS EN LA ROMA IMPERIAL

E l -¡l • n a Roma lmpenal, habla tres grandes escuelas mé-

dicas, la de los dogmáticos, la de los empíricos y la de los metódicos. Entre estos últimos, incluimos como funda­dor o punto de partida, a Asklepiades de Prusa, que vi­vió, aproximadamente, desde el 120 a. J .C. hasta el 40 a. J .C. Su influencia creció a través de su discípulo Themi­son de Laodicea, que vivió en el primer siglo de la era cristiana. L. Edelstein ( 1976), lo define como un predece­sor de la secta metódica. El fundador espiritual y cabeza visible de esta escuela, fue en realidad Thesalio de Tralles. La escuela metódica se desvió de la Patología Humoral, hacia un tipo de latrofísica, y siguiendo la teoría de Ask/epiades, estableció una doctrina de salud y enfermedad inspirada en las teorías de los Atomistas y de los Epicuros, que especulaban sobre la construcción del cuerpo por átomos fijos y poros. Para esta escuela, lo de­terminante era el movimiento de los átomos y la perme­abilidad de los poros y los conductos. Las congestiones de estos conductos se expresan externamente en la condi­ción de un cuerpo demasiado fláccido o demasiado rígido, y son influidas desde fuera, generalmente con éxi­to terapéutico. No es necesario entrar en gran detalle en las opiniones de los médicos metódicos, pero destacamos que tenían unas normas básicas en su proceder terapéuti­co. Los médicos metódicos no se preguntaban por lá causa o localización de la enfermedad, ni parecían dar excesiva importancia a las condiciones anatómicas y fi­siológicas, sino que se fijaban especialmente en dos con­diciones básicas del cuerpo: la sequedad en relación con la rigidez; y la humedad en relación con la flaccidez de los tejidos corporales, que indican su porosidad. Themi­son distinguió el Status strictus del Status laxus . El Status strictus se caracteriza por la enfermedad aguda; por ejemplo, los escalofríos y la tumefacción. El Status laxus corresponde a la enfermedad crónica, a la vejez y a los estados de excreción aumentada. Entre ambos se encuen­tran formas mixtas . El tratamiento sigue la doctrina del Contraria contrarius, lo que significa que hay que aflojar la rigidez y tensar la flaccidez. Se puede hacer con medi­camentos, pero son preferibles los métodos físico-dieté­ticos. ¡El metódico es más empírico que teórico, y practi­ca un tipo de empirismo dogmático! Los metódicos con­sideran el cuerpo entero como enfermo ,y proceden según ello, pero no cuentan con una fuerza natural de curación, ya que, para ellos, todo sucede por necesidad. El trata­miento, para ser efectivo, ha de tener en cuenta las leyes corporales , y en esto se considera necesaria la colabora­ción del paciente, si bien es el médico el que interpreta el papel principal. El movimiento normal de los átomos se recupera mediante masaje, irrigaciones, gimnasia, pase­os, equitación, juegos de balón, etc . ; es decir, por los mé­todos que estaban de moda en esa época. En el campo de la Dietética, los metódicos tratan de curar mediante ayu­nos y alimentación seca o húmeda. Tales directrices sen­cillas y claras se corresponden con la cultura romana. Thessa/io de TJ·alles, bajo el gobierno de Nerón de-

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sarrolla la diferenciación entre enfermedades agudas y crónicas, y trata de conseguir cambios del metabolismo corporal m�diante ayunos, restricciones y medicamentos debilitantes seguidos de medidas reconstituyentes. Los médicos metódicos, al igual que muchos de los "médicos de aguas" del principio del siglo XIX, seguían el método de curación físico-dietético. Sin embargo, sus motiva­ciones eran completamente diferentes, ya que partían de la ideología del concepto metódico de la Medicina (Rotchschuh 1978, pág. 224 y siguientes).

FILOSOFÍA ESTOICA, MEDICINA METÓDICA Y VIDA NATURAL EN EL IMPERIO ROMANO

En este momento nos preguntamos si n�estras investi­gaciones históricas nos relacionan la filosofía estoica, la medicina metódica y el Movimiento de Curación Natural del siglo XVIII-XIX. En lo que se refiere a las aso­ciaciones de ideas, vemos que están relacionadas no sólo por la portada de "Emile" de Rousseau. Al igual que Sé­neca, que ensefía una filosofía de la vida práctica, y re­nuncia a la metafísica y a las teorías del conocimiento; así también Rousseau hace propuestas políticas, educati­vas, médicas, morales , etc . , para la situación socio­cultural de la Francia de mediados del siglo XVIII . El im­pulso reformador es perceptible tanto para los estoicos como para Rousseau.

Los puntos en común también coinciden en la conce­sión a la vida natural y a la Naturaleza original. El de­sarrollo de ambos movimientos se produce en unas so­ciedades cuyas condiciones de vida adolecen de los mis­mos efectos, y, si podemos dar credibilidad a Rousseau, Francia está sufriendo un cansancio de civilización, y sufre de la duda de si el racionalismo cumple con las ex­pectativas que se esperan de él. Como Rousseau, los es­toicos condenan una sociedad que se ha entregado al vi­cio . Ambos reconocen las deficiencias de la medicina de su tiempo, así como la debilidad teórica y práctica de sus representantes . Todos los indicios parecen apuntar hacia la idea de que el Movimiento de Curación Natural, en el Imperio Romano, era una tendencia relacionada con la moda.

En cuanto a la medicina metódica, sus precursores salían al encuentro de las necesidades de su tiempo. La variedad de las aplicaciones terapéuticas, así como la sencillez de sus indicaciones, hicieron que esta medicina se situara en primer plano. La medicina metódica era una medicina para la población de la ciudad de Roma, rica, mimada, y que padecía las enfermedades de la civiliza­ción. La terapéutica se distinguía por el uso de bafíos, masajes, terapias de movimiento, equitación, juegos de balón, gimnasia, instrucciones sencillas de dietética, mo­deración en general, y , por regla general se insistía en lle­var una vida natural. La teoría de la Medicina metódica, sin embargo, está en franca contraposición con ciertos principios y opiniones del Movimiento de Curación Na­tural, como por ejemplo, la opinión de la necesidad de procesos de enfermedad y curación que no permiten un principio de curación natural. Además, está el abandono .

dé la teoría de.la patología humoral, que incide en que el desequilibrio de los "jugos" del cuerpo es el substrato de la enfermedad. Para los seguidores del Movimiento de Curación Natural, la enfermedad es un proceso de auto­limpieza que finaliza con la excreción de la materia mór­bida. Mientras que Brauch/e ( 1951/48), sitúa a Askle­piades cerca del Movimiento de Curación Natural, por sus nuevas adquisiciones metódicas; el médico naturista

· Emi/ Klein ( 1929/250 y siguientes) subraya más las dife­rencias y culpa a los metódicos de un comportamiento mental de fatalidad, criticando la tendencia a la sistemá­tica diagnóstica, el abandono del viejo humanismo y el rechazo de la fuerza de curación natural. En cuanto a la pregunta principal de este estudio, sobre si estos movi­mientos se pueden catalogar como de curación natural, podríamos citar a Klein (Naturheilverfahren, 1 tomo, Leipzig 1929/261) :

''Sea lo que sea lo que entendamos por Proceso de Cu­ración Natural, no será más que una palabra vacía si no construimos detrás de ella ciertos conceptos que nos den su definición principal y que nos orienten en la actitud fundamental a tomar en el proceder médico; ha de haber un concepto básico de la Natura rerum" .

Como conclusión, podemos afirmar que s í existe una relación con los médicos naturistas del siglo XIX, en lo que se refiere a la elección del proceso de curación; sin embargo, a los médicos metódicos les falta el respeto a las leyes de la Naturaleza.

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Dirección del autor: Prof. Dr. med. K.E. Rothschuh. Piusallee 154 B. 4400 Münster. R.F.A.

Notas del traductor (1) El trabajo completo consta de cinco artículos, de los cuales el presente es el ter­cero, las referencias de los otros dos son: Rothschuh KE. Aus der Gechichte der Naturheilbewegung (1) y (11), ZFA (Stuttgart).

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(2) La poesía arcaica es considerada como pastoral, que alaba las excelencias del campo.

-Extraído de: ZFA (Stuttgart). 1981, VoL 57 (15) 1172-9. Traducido y adaptado por Ch. Kiirner y J .L. Berdonces.

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