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Introducción a la investigación educativa Universidad Austral Especialización en Dirección de Instituciones Educativas GRUPO FOCAL El término “grupo focal” (GF) o “grupo focalizado” es un término acuñado en el área sociológica por Robert Merton (en 1946) en un trabajo de evaluación de las respuestas de la audiencia a programas de radio. Sin embargo, la primera investigación que emplea esta técnica se informa en un artículo más temprano, de Bogardus en 1926, en el que reúne escolares para probar su modelo de distancia social. Pero, la técnica cayó en el olvido; durante décadas la comunidad científica la ignoró como práctica legítima. Recién entre los 80’ y 90’ se convierte en un método popular para la recolección de datos. ¿Por qué este resurgimiento de su interés sociológico?, se pregunta David Morgan, un referente en esta temática, y responde que “parte de la presente popularidad del GF puede deberse a sus ventajas únicas para abordar temas contemporáneos como el empoderamiento y la diversidad” (Morgan, 1996: 149). En educación, se ha empleado en forma creciente en los últimos 10 ó 15 años por su potencialidad para reunir datos en situaciones particulares y, en este sentido, se ha convertido en “una herramienta establecida del paquete metodológico” (Williams y Katz, 2001). ¿Qué es? Se define el GF como una discusión cuidadosamente planeada para obtener percepciones en un área definida de interés en un clima distendido, no amenazante. En este sentido, Morgan afirma que el GF es ( op. cit. : 130): (…) una técnica de investigación que recoge información a través de la interacción grupal respecto de un tópico determinado por el investigador. Esta definición tiene tres componentes esenciales: 1) explícitamente establece que es una técnica de investigación orientada a la recolección de datos; 2) ubica a la interacción del grupo como la fuente de dichos datos; 3) asigna al investigador un rol activo en la creación de una discusión grupal que persigue dicho propósito de recolección de datos. Aunque es una definición amplia, en estos tres elementos excluye otras formas de interacción grupal; se distingue de: 1) los grupos con propósitos distintos de la investigación (terapéutico, de toma de decisiones, educativo, de cambio conductual –aunque puede tener también alguno/s de estos efectos); 2) grupos que se forman con muchos participantes pero que no promueven la discusión interactiva, como los grupos Delphi; 3) grupos naturales, donde la discusión ocurre espontáneamente sin que nadie actúe como investigador. La distinción aquí no es si el grupo existe antes de la discusión sino que el interés del investigador es el que dirige la discusión, dado que los GF usualmente se implementan en grupos existentes. Aunque no tiene que arribar a una solución para un problema particular (a diferencia de un grupo de toma de decisiones), es un grupo de trabajo, tiene una tarea específica que cumplir y unos objetivos por lograr: será debatir opiniones, las razones que avalan una rutina de la vida social, actitud de rechazo o aceptación de una medida u otro escogido entre la gran variedad de 1

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Grupo focal

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Introducción a la investigación educativa Universidad Austral Especialización en Dirección de Instituciones Educativas

GRUPO FOCALEl término “grupo focal” (GF) o “grupo focalizado” es un término acuñado en el área sociológica por Robert Merton (en 1946) en un trabajo de evaluación de las respuestas de la audiencia a programas de radio. Sin embargo, la primera investigación que emplea esta técnica se informa en un artículo más temprano, de Bogardus en 1926, en el que reúne escolares para probar su modelo de distancia social. Pero, la técnica cayó en el olvido; durante décadas la comunidad científica la ignoró como práctica legítima. Recién entre los 80’ y 90’ se convierte en un método popular para la recolección de datos. ¿Por qué este resurgimiento de su interés sociológico?, se pregunta David Morgan, un referente en esta temática, y responde que “parte de la presente popularidad del GF puede deberse a sus ventajas únicas para abordar temas contemporáneos como el empoderamiento y la diversidad” (Morgan, 1996: 149). En educación, se ha empleado en forma creciente en los últimos 10 ó 15 años por su potencialidad para reunir datos en situaciones particulares y, en este sentido, se ha convertido en “una herramienta establecida del paquete metodológico” (Williams y Katz, 2001).

¿Qué es?

Se define el GF como una discusión cuidadosamente planeada para obtener percepciones en un área definida de interés en un clima distendido, no amenazante. En este sentido, Morgan afirma que el GF es ( op. cit.: 130):

(…) una técnica de investigación que recoge información a través de la interacción grupal respecto de un tópico determinado por el investigador. Esta definición tiene tres componentes esenciales: 1) explícitamente establece que es una técnica de investigación orientada a la recolección de datos; 2) ubica a la interacción del grupo como la fuente de dichos datos; 3) asigna al investigador un rol activo en la creación de una discusión grupal que persigue dicho propósito de recolección de datos.Aunque es una definición amplia, en estos tres elementos excluye otras formas de interacción grupal; se distingue de: 1) los grupos con propósitos distintos de la investigación (terapéutico, de toma de decisiones, educativo, de cambio conductual –aunque puede tener también alguno/s de estos efectos); 2) grupos que se forman con muchos participantes pero que no promueven la discusión interactiva, como los grupos Delphi; 3) grupos naturales, donde la discusión ocurre espontáneamente sin que nadie actúe como investigador. La distinción aquí no es si el grupo existe antes de la discusión sino que el interés del investigador es el que dirige la discusión, dado que los GF usualmente se implementan en grupos existentes.

Aunque no tiene que arribar a una solución para un problema particular (a diferencia de un grupo de toma de decisiones), es un grupo de trabajo, tiene una tarea específica que cumplir y unos objetivos por lograr: será debatir opiniones, las razones que avalan una rutina de la vida social, actitud de rechazo o aceptación de una medida u otro escogido entre la gran variedad de temas de la vida privada o pública; “es una conversación de grupo con un propósito” (Maykut y Morehouse, 1999: 122).

Es focal porque “focaliza” su atención e interés en un tema específico de estudio, compartido (conocido) por los integrantes, para investigarlo en profundidad. “El aspecto ‘focal’ del ejercicio es el asunto alrededor del cual tiene lugar la reunión (usualmente el ‘foco’ que persigue la investigación) y la fuerza conductora detrás de los tópicos que se abordan” (Parker y Tritter, 2006: 24). Luego, los temas que más sintonizan con la técnica son aquellos que, por su naturaleza, tienen muchas caras, perspectivas o puntos de vista, y, por ello, requieren el concurso de diferentes enfoques o abordajes, aspectos que sólo nos los pueden ofrecer diferentes personas con variadas experiencias.

Es de diálogo porque realiza el trabajo de búsqueda por medio de la interacción entre sus miembros; es decir, es un proceso abierto y emergente, que emplea y estimula la interacción grupal: intenta explorar, poner en contacto o confrontar y reunir diferentes perspectivas, experiencias, vivencias, percepciones, opiniones, sentimientos, de los participantes en relación con el foco de la investigación. “Es la propia naturaleza de la experiencia en grupo lo que diferencia este método de recogida de datos cualitativos del resto” (Maykut y Morehouse, op cit.: 121). La cualidad más importante del GF es el empleo de la dinámica de grupos de discusión para obtener información y nuevas perspectivas que serían muy difíciles de conseguir a través de entrevistas individuales u observación participante. De hecho, combina las características de estas técnicas (Morgan y Spanish, 1985: 260) porque, como en la observación participante, permite observar la interacción grupal -proceso en el que

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los investigadores cualitativos suelen estar fuertemente interesados- sobre actitudes y experiencias de los informantes (uno de los contenidos típicos de la entrevista en profundidad); esto es, el GF es un espejo de discusiones y cuestiones que suceden fuera del escenario de investigación:

A menudo el observador participante no tiene la oportunidad de ver y oír una conversación acerca de sus preguntas de investigación a través de las observaciones naturalistas. Esta oportunidad sí se da dentro de la situación informal, aunque un tanto artificial, del grupo de discusión. (…) Durante el proceso puede surgir información que en la entrevista individual habría sido omitida o ni siquiera tenida en cuenta. Muchas veces la gente disfruta y aprende sobre sí misma (…), tiene la oportunidad de reflexionar en voz alta sobre sus percepciones personales acerca de determinados temas o eventos, y a veces de obtener una nueva comprensión a través de las interacciones con otros miembros del grupo. A menudo, el investigador puede ‘ver’ a los participantes reflexionar mediante estas interacciones y obtener perspectivas nuevas sobre cómo las personas construyen sus mundos. Morgan (1988) afirma que la experiencia del GF es especialmente útil para investigar lo que la gente piensa y para descubrir por qué la gente piensa como lo hace (ibid.: 122-123).

Según Merton (en: Petracci, 2004), este énfasis en la interacción como parte de la investigación marca la diferencia entre el GF y la entrevista grupal, en la que prima una comunicación unidireccional de cada entrevistado con el coordinador. En este sentido, Parker y Tritter (op. cit.: 26) afirman que la diferencia reside en el rol del investigador y su relación con el participante: en la entrevista grupal, el investigador adopta un rol “investigativo” (formula preguntas, controla la dinámica, con frecuencia establece un diálogo con participantes específicos; el entrevistado dirige sus respuestas al investigador), en cambio quien conduce un GF (puede ser el propio investigador o alguien más) es un “facilitador” o “moderador” ya que facilita-modera la discusión entre los participantes; luego, en lo que respecta a un GF, el moderador tiene un rol periférico por la simple razón de que la dinámica inter-relacional de los participantes es la que importa, no la relación entre el investigador y los participantes. Entonces, mientras que la entrevista grupal busca “respuestas”, el GF busca “interacción grupal”, estimular la discusión para luego (a través del análisis subsiguiente) comprender los significados que subyacen a dicha interacción.

Ofrece, entonces, información cualitativa; resulta ideal para explorar temas sociales y comunicacionales, para examinar la naturaleza dinámica de las perspectivas de las personas, iluminando su fluidez, desviaciones y contradicciones (Pösö y col., 2008: 75); bucea en la comprensión compartida de la vida cotidiana así como en la forma en que el individuo es influido por otros en una situación grupal.

Responde preguntas del tipo: ¿Qué piensan los participantes sobre ...?; ¿por qué piensan de esa manera y no de otra?; ¿cómo se sintieron ante ...?; ¿qué sugieren para mejorar ...? Para ello, trata de mantener un diálogo “largo y tendido” sobre el tema en cuestión, buscando aprehender el qué y el porqué de las opiniones.

La información que provee es válida per se. Algunos objetivos que podrían conseguir son:

Comprender experiencias, conductas, hábitos, preferencias, motivaciones, actitudes, sentimientos, creencias.

Obtener información general sobre una categoría de servicios.

Obtener impresiones sobre nuevas propuestas.

Conocer las reacciones de los interesados ante ciertas acciones socioeducativas.

FundamentosNos detendremos en dos:

1) Permite conocer en detalle el “universo de ideas” del grupo respecto del tema o “ideologías prácticas”: “El complejo con frecuencia contradictorio y fragmentado de nociones, normas y modelos que guía la conducta y que permite su justificación y racionalidad” (Smithson, 2000: 116).

2) El diálogo se construye por la interrelación de participantes escogidos como “representantes típicos” de la población; las respuestas colectivas e individuales que estimula el especial ambiente del GF generan un material que difiere de otros métodos cualitativos: el material para el análisis es el proceso de reconstrucción discursiva del grupo social ante un

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fenómeno determinado, que básicamente es el objetivo de la investigación (Callejo Gallego, op. cit.: 418)1. Esto es, a través de esta interacción el investigador puede conocer “cómo se articulan, censuran, oponen y cambian los relatos en función de normas comunicacionales y de grupo”, apareciendo entonces como una oportunidad para observar la “construcción del significado” y en este sentido puede ser descripto como una “sociedad en miniatura” (Wibeck y col., 2007: 250) centrada en la reflexión: “El grupo focal es un grupo que piensa, en el cual la cognición de cada miembro fuertemente sucede a través de la interacción. (…) En este proceso, las ideas se inter-penetran y con frecuencia se contradicen entre sí. Una postura o punto de vista a menudo contiene la semilla de la contra-evidencia; una intervención lleva a una desmentida (respuestas que van desde ‘sí, pero …’ hasta ‘no, para nada’), seguida tal vez por una distinción” (ibid.: 256).

PlanificaciónSe debe responder a dos interrogantes centrales: 1) ¿A quién debemos incluir en el grupo? y 2) ¿Qué les debemos preguntar? Obviamente, el foco de investigación es un buen principio para responder estas preguntas.

Composición

El grupo

Un moderador -también denominado mediador, guía, animador- o dos; si son dos, es necesario que exista una sola línea de conducción: se recomienda que un moderador haga el papel de coordinador principal (concentrado en la discusión en sí) y que el otro sea un facilitador de la reunión (encargado de las cuestiones logísticas: grabador, participación, manejo de las interrupciones inesperadas); luego, es necesaria una cuidadosa preparación con vistas a definir roles y responsabilidades de cada uno.

y uno o dos observadores (participantes y no participantes).

El grupo

No existe una cifra ideal, aunque no menos de 5 y no más de 12 es lo recomendable. Por lo general, el grupo se constituye desde 6 personas hasta 10 ú 11. Pareciera que un número óptimo para algunos autores es 7 y para otros 8, aunque algunos grupos trabajan exitosamente hasta con 20. En su investigación sobre los veteranos de la Guerra del Golfo, Maykut y Morehouse (op. cit.) formaron grupos de entre 13 y 24 miembros y aún así fueron capaces de mantener una “conversación con un propósito”. De todos modos, establecen dos criterios: “a) en los grupos pequeños resulta más fácil que todo el mundo participe y b) los grupos deben ser suficientemente grandes como para asegurar cierta diversidad en las perspectivas” (ibid.: 124). Por su parte, Morgan (op. cit.: 146) señala que los grupos más pequeños son recomendables para tópicos “emocionalmente cargados” que generarán altos niveles de compromiso en los participantes, mientras que los grupos más grandes son mejores en tópicos más neutrales que producen menores niveles de compromiso. Ahora bien, también es obvio que, a medida que aumenta el tamaño del grupo, disminuye el tiempo para hablar y aumenta el número de personas a quienes hablar, lo que resulta en un incremento de expresar sugerencias y un decrecimiento de solicitar y proporcionar opiniones (Fern, 2001: 123).

En cuanto a las características del grupo, se debe tener en cuenta que:

1. Puede estar formado por personas que tienen características en común, grupo homogéneo (sólo madres, sólo docentes, sólo usuarios de un servicio, sólo expertos en un tema; esto es, la homogeneidad se refiere a edad, sexo, nivel socioeconómico, creencias religiosas, raza, ocupación/profesión, etc.)2 o heterogéneo. Cierto es que, por ejemplo, no sería conveniente reunir a padres e hijos, o a adolescentes y adultos, porque puede inhibirse la producción de ideas; por

1 “Los participantes a la reunión no hablan de cualquier cosa, ni de cualquier manera. Hablan del objeto social de la investigación, reconstruyéndolo simbólicamente al mismo tiempo que reconstruyen su grupo, en discusión explícita o implícita con otros grupos sociales. De hecho, una estrategia de notables rendimientos analíticos es tener en cuenta que la discusión en el grupo es, sobre todo, frente a otros grupos sociales (…)” (ibid.: 419).

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otra parte, un grupo muy homogéneo producirá resultados muy simples y obvios. Por ello, la homogeneidad y la heterogeneidad habrán de combinarse después de ponderar la conveniencia en cada caso particular3. En general, se afirma que la homogeneidad es una cualidad imprescindible en la discusión de temas que comprometen fuertemente al yo o cuando el foco son las experiencias que se comparten en un grupo; la heterogeneidad, cuando se busca elaborar una enumeración exhaustiva de las propiedades de un fenómeno (Wibeck, op. cit.: 259-260).

Morgan habla de “segmentación” (término que toma de la investigación de mercado) para caracterizar las estrategias de reunión que conscientemente varían la composición de los grupos para incluir representantes de distintas opiniones, percepciones, juicios de valor, etc., sobre el foco de la investigación; por ej.: si las diferencias de género fueran de interés, puede convenir grupos separados por sexo; si se estuviera evaluando un servicio, los segmentos se podrían formar según la frecuencia de uso (grupos de uso frecuente y grupos de uso menos frecuente).

2. Para algunos autores, es exigencia que las personas no se conozcan entre sí. En este sentido, Callejo Gallego (op. cit.: 21) define el grupo focal como “reunión de personas, entre seis y diez, previamente desconocidas entre sí, que hablan de un tema bajo la dirección de otra persona”; y Parker y Tritter (op. cit.: 29) afirman que, a fin de promover la dinámica, es vital que las historias de las personas no sean bien conocidas por los demás, que el oyente no haya tenido previo acceso a ellas. Sin embargo, por un lado, en investigación educativa es a veces difícil satisfacer este requisito y otras veces es deseable el conocimiento recíproco previo de los miembros; esto es, depende del objetivo del GF.

3. El número de sesiones de UN grupo puede variar de acuerdo con la temática, los objetivos o las circunstancias; con frecuencia basta con UNA reunión. Otra modalidad de implementación es GF en serie (ibid.: 30): se trata de un GF que se reúne dos veces consecutivas (por ej.: dos noches seguidas) de gente que no se conoce entre sí; en la primera reunión, se presentan y comparten experiencias; la segunda comienza con un informe del moderador sobre los aspectos clave que aparecieron en la primera y se discuten nuevamente dichos aspectos de modo más fluido porque ahora los participantes se conocen entre sí y al moderador.

4. Las personas participan UNA vez.

5. Cantidad de GF: se implementan hasta que los distintos grupos no aporten nada nuevo -el momento que Glaser y Strauss denominan “saturación teórica” (por ej., en: Strauss y Corbin, 1998: 214)-. En este sentido, la desventaja obvia de la segmentación -propuesta por Morgan- es que puede multiplicar el número de grupos requeridos. Como podría no ser aconsejable implementar un solo grupo por segmento (porque estaremos observando la dinámica de ese grupo y no mucho más) sino que convendría un mínimo de dos grupos focales por cada subgrupo de la población (segmentos o estratos), esta estrategia de segmentación puede desembocar en proyectos con muchísimos GF (como el estudio sobre SIDA que reseña Morgan que incluyó 52 grupos). De todos modos, la práctica corriente es que el número de grupos puede ir de dos a diez (predominan los estudios con cuatro a seis grupos) según el tópico por investigar.

6. Respecto de la selección, se puede usar una red informal (un informante clave) y/o una red formal (como un censo).

2 Para Callejo Gallego (op. cit.: 419), dado que en el GF “lo importante” es la “circulación del discurso”, se exige “relativa homogeneidad social entre los participantes en la reunión, pues se consigue el contexto para que los discursos circulen (…)”.3 Señalan Maykut y Morehouse que en su investigación sobre adolescencia emplearon el criterio de “máxima variación”, lo que los llevó a decidir o “suponer” qué factores o variables afectan la experiencia de los adolescentes. “Investigaciones previas sobre el tema pueden aportar algunos indicios, especialmente si son cualitativas. (…) Basándose en las suposiciones iniciales acerca de qué es lo que contribuye a la variabilidad (…) podrá empezar a construir un perfil de los miembros potenciales del grupo de discusión. En nuestro estudio podemos presuponer que el sexo, la edad y la cultura escolar serán aspectos importantes (…). Teniendo esto en cuenta, empezaremos a reclutar a los participantes en el grupo de discusión buscando a chicos y chicas de diferentes edades dentro de la adolescencia y de diferentes escuelas. Tal vez más adelante veamos que no resulta conveniente para la dinámica del grupo de discusión juntar a los adolescentes mayores con los más jóvenes. Dada la diferencia de las experiencias de unos y otros en la escuela secundaria, resultará más acertado formar grupos más homogéneos. Del mismo modo, podemos presuponer que grupos del mismo sexo generarán una información más fiable, es decir, menos influenciada por lo que los miembros del otro sexo puedan pensar acerca de las experiencias y las perspectivas del interlocutor. Como pueden comprobar, el tipo de decisiones que uno debe tomar sobre la composición del grupo de discusión están íntimamente ligadas al foco de investigación y al conocimiento que el investigador posea sobre el tópico en cuestión.” ( ibid.: 124).

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7. Se debe insistir en la confidencialidad y anonimato de los participantes y es conveniente que ellos tengan la oportunidad de seleccionar su propio pseudónimo para el informe de la investigación.

Utilización

Puede emplearse en todas las fases de una investigación:

• Al inicio como medio para “focalizar” el problema; en este sentido, “(…) sirve para ayudar al investigador a estudiar un tópico sobre el que dispone de poca información. (…) puede proporcionar al investigador importantes preguntas de investigación sobre las que indagar en otros grupos y/o con otros métodos de recogida de datos. (…) es un medio muy eficaz para que el investigador se centre en los aspectos más relevantes del fenómeno en estudio” (Maykut y Morehouse, op. cit.: 123).

• Como instrumento del trabajo de campo para desarrollar o complementar un aspecto específico de la investigación;

• Como última instancia antes de retirarse del campo para evaluar el impacto de nuestra intervención empírica. Todo depende del objetivo y del objeto de estudio.

Puede usarse solo o como complemento de otras técnicas de investigación (cualitativas o cuantitativas). Morgan (op. cit.: 130) señala que más del 60% de los estudios lo combinaba con otros métodos de investigación, aunque la proporción de investigaciones que descansan sólo en el GF se ha incrementado en los últimos años.

No se debe emplear cuando:

1) El ambiente está emocionalmente “cargado”.

2) No se cuenta con un moderador que satisfaga las condiciones requeridas (aunque parezca obvio, es un requisito sobre el que hay que reflexionar).

3) No se puede garantizar la confidencialidad de los datos. Si bien la información que se maneja en un GF no es confidencial ni anónima ya que es compartida grupalmente, cuando se selecciona y se compromete a los participantes (y al comienzo de la reunión), el investigador debe proporcionar toda la información necesaria sobre los usos de las conclusiones del estudio y garantizar que la información será mantenida como confidencial (hay que tener en cuenta que los participantes pueden llegar a conclusiones conflictivas para el contexto externo al grupo). Al comienzo de la sesión, los participantes deben ser advertidos sobre la necesidad de mantener la confidencialidad de lo que escuchan durante la reunión.

Preparación

Un guión es, generalmente, una buena herramienta para el GF, esto es, una serie breve de temas y preguntas que el investigador utilizará para conducirlo en una secuencia que sea cómoda para los participantes, moviéndose desde lo general a lo específico, de lo fácil a lo más difícil, de lo positivo a lo negativo.

“La mayoría de los investigadores coinciden en que un buen guión de entrevista debe poseer al menos dos preguntas o tópicos amplios y algunos subtópicos o preguntas de sondeo también preparadas. Normalmente nosotros desarrollamos de cuatro a seis preguntas o tópicos para usar en los grupos de discusión” (Maykut y Morehouse, op. cit.: 125). Por ejemplo, en su investigación sobre cómo definían “prejuicio” los estudiantes universitarios y cómo interpretaban su propia conducta al respecto, luego de la bienvenida, la aprobación individual para la grabación de la entrevista (con la aclaración de que en cualquier momento se puede apagar el grabador si así lo desean) y las presentaciones, se formula la pregunta inicial: “¿Qué clase de cosas le vienen a la cabeza acerca del prejuicio?”. Las siguientes preguntas son: “¿Cómo definiría el prejuicio?” y “¿En qué situaciones ha sido consciente de experimentar prejuicios?” (se aconseja anteponer a esta pregunta afirmaciones del tipo: “Comprendo que todos queremos ser buenas personas, pero…”, o “Sé que puede resultar incómodo hablar de ello, pero…”). Otra pregunta más puntual es: “¿En qué pensaba en ese momento?”. También discutieron las perspectivas de los participantes sobre acontecimientos de actualidad y las normas de la Universidad que regulan el lenguaje hostigador e intimidante.

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Conducción

La consecución del rapport imprescindible para que el diálogo fluya constructivamente exige un propósito acotado y un formato especial de reunión: un GF tiene una estructura metodológica -como señaláramos, no es un grupo natural de conversación, ni de aprendizaje ni de terapia psicológica, ni tampoco es un foro público, aunque tenga un poco de todas esas modalidades- que se va “haciendo” a medida que progresa en su actividad.

El moderador es quien se encarga de que el grupo cumpla el o los objetivo/s para los cuales ha sido constituido; su papel es externo durante todo el proceso de la reunión: no participa en la producción de la ideas, ni, mucho menos, evalúa, aprueba o desaprueba el contenido de lo que va apareciendo; sólo guiará la reunión dando la palabra, si ello es necesario, trayendo la conversación hacia la temática en cuestión si hay digresiones serias, pidiendo que concreten o integren sus ideas si hay dispersión. “En los grupos de discusión, donde se reúne a varios participantes para mantener una conversación abierta acerca de un tópico específico, el investigador desempeña un papel menos destacado que en las entrevistas individuales. (…) Sin embargo, una actitud fría y distante puede provocar que lo participantes se sientan como sujetos de un experimento y dificultar la creación de una buena relación entre el investigador y los miembros del grupo” (Maykut y Morehouse, op. cit.: 127). El papel del moderador es más efectivo si demuestra un interés genuino por el grupo al tiempo que se pone en un segundo plano para estimular, mediante incitaciones verbales y gestuales, la participación de los miembros del grupo y promover, mediante preguntas de sondeo, la clarificación y elaboración del tópico en discusión.

Por ello, deberá satisfacer algunas condiciones:

A. Capacidad de conducción (manejo) del grupo.

B. Habilidades comunicacionales (saber escuchar, hacerse entender claramente tanto verbal como no verbalmente, saber interpretar conductas comunicacionales, asertividad)

C. Apertura – Respeto

D. Tolerancia

E. Objetividad

F. Manejo del tema o foco del GF

G. Conocimiento de su rol

H. Control del tiempo

Respecto de la objetividad (y en relación con su rol y papel externo al grupo), un moderador que venga de afuera de la organización puede verse como más objetivo y, por ello, obtener respuestas más válidas y confiables de los participantes: El moderador es “el único que no es como ellos [en cursiva en el original]. A su vez, el moderador se compromete a actuar como un espejo, a devolver al grupo el discurso producido por el grupo” (Callejo Gallego, op. cit.: 419-420). Sin embargo, algunos autores aconsejan que aparezca como perteneciendo a un medio sociocultural similar al del grupo. Smithson (op. cit.: 110) señala que es una estrategia para minimizar los sesgos que introduce el moderador y para facilitar un clima confortable de reunión. Si, por el contrario, el moderador aparece como “muy diferente” del grupo, se corre el riesgo de percibirlo como un “Otro”.

Debe:

Promover un clima de confianza y compromiso.

Mostrar empatía, amabilidad, flexibilidad. Esto es, debe contribuir a que la discusión (o el diálogo) se lleve a cabo en un ambiente agradable, seguro y confortable.

Promover la participación de todos. Estimular a los no participativos (sobre todo por medio de miradas o gestos, aunque Smithson propone que el moderador directamente se dirija a los “silenciosos” y los estimule a hablar).

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Escuchar, no avasallar.

Concientizar al grupo de su propia importancia.

Comprender y controlar el proceso del GF (debe conducir la discusión y no dejarse llevar por el grupo):

Evitar la dispersión de los objetivos de la discusión.

Evitar el monopolio del diálogo por parte de alguno/s de los participantes, si el grupo no lo hace.

Mantener el orden del diálogo.

No permitir que se lo interrogue.

Las actividades del moderador:

Puede ser más o menos activo según lo requiera la investigación.

Recibe a los participantes, agradece su presencia, explica el tema por tratar (conviene que explique suficiente y adecuadamente el propósito de la reunión e insista en la necesidad de que el participante utilice sus conocimientos y experiencias)4.

Se asegura de que cada participante sea visible, escuche y sea escuchado perfectamente (distribución en una configuración en U, o alrededor de una mesa.)

Explica las pautas de desarrollo del GF. Por ejemplo, puede decir: “Deseamos que este sea un diálogo de grupo, por lo que no necesitan esperar a que se les pida la palabra, pero -a fin de ordenarnos- les ruego que no hablen al unísono ni interrumpan.”5

Si los miembros del grupo no se conocen, resulta conveniente formular una pregunta que les permita conocer algo de los demás, por ej.: “Me gustaría empezar pidiéndoles que nos informen dónde viven y en qué trabajan. No hace falta que sigamos un orden.” Si nadie empieza, se puede sugerir: “Fulano, ¿te gustaría empezar?”

Sin dirigir propiamente la reunión, quizá el moderador tenga que repetir la pregunta fundamental del estudio más de una vez, tenga que “animar” un poco para romper el hielo en la fase inicial, asegurando que no hay respuestas u opiniones “correctas” o “equivocadas”, o tenga que intervenir en algún nudo del discurso, pero

4 Por ejemplo, en una investigación sobre La Cultura del alcohol entre los jóvenes de la Comunidad de Madrid, los investigadores emplean la siguiente introducción: “Buenas tardes. Antes de comenzar quería agradecerles su asistencia. Los hemos convocado para hablar del consumo del alcohol; estamos llevando a cabo una investigación sociológica sobre este tema, y para ello estamos realizando diversas reuniones como ésta, en las que se trata de que ustedes discutan sobre el tema, como en una mesa redonda, abordándolo inicialmente desde la perspectiva que les parezca más relevante u oportuna. Después iremos concretando los diversos aspectos que vayan apareciendo espontáneamente y otros de interés para el estudio. Como comprenderán, para esta investigación es de capital importancia que sometan a discusión aquí sus opiniones, y que comenten todo cuanto se les ocurra sobre el tema del alcohol.” (Canales y Peinado, 1998: 307).5 En su Tesis Doctoral sobre Adolescencia y Psicoterapia, María de los Ángeles Páramo Raimondo (2009: 411) introduce el GF de la siguiente forma: “La investigación que estoy llevando a cabo tiene por objetivo explorar las opiniones, impresiones, sentimientos, temores, perspectivas personales de adolescentes, padres, profesores y psicólogos acerca del tema de la adolescencia y de la psicoterapia para adolescentes.El tema no ha sido revelado totalmente hasta ahora, para favorecer la espontaneidad en las respuestas y aportaciones que hagan, y evitar que se reflexionaran y prefabricaran las respuestas antes de venir aquí.Para el desarrollo de esta reunión, que está previsto que tenga una duración aproximada de una hora, yo actuaré como moderadora. Luego cada uno puede intervenir libremente en el momento que quiera hacerlo. Pueden hacer comentarios, profundizar, apoyar, disentir, añadir, preguntar o pedir aclaraciones sobre lo que se haya dicho hasta el momento. La regla fundamental es que hablemos de a uno; por lo tanto, mientras no termine la intervención de una persona, no debe comenzar la de otra.Puesto que interesan las perspectivas personales, todas las intervenciones son interesantes para nuestro estudio, es decir, no hay opiniones buenas o malas, correctas o incorrectas.Durante la reunión vamos a tener este grabador aquí adelante. Tienen que verlo como un aparato inofensivo. La razón por la que lo usamos es la de poder recordar qué se ha dicho en la reunión. Mi memoria es limitada para esa función y tendría que estar tomando notas continuamente, que resultarían incompletas y tendrían el riesgo de no reflejar fielmente lo que se dice. Por eso es inevitable recurrir a él; considérenlo como una prolongación de mi memoria.Les aclaro que en ningún caso, la información recogida va a ser utilizada fuera del marco de esta investigación y, por supuesto, está garantizado el anonimato de los participantes. Cada uno puede hablar con total libertad, ya que nadie le va a pedir cuentas por lo que ha dicho.”

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nunca opinará sobre lo dicho por el que habla. Una vez iniciada la conversación, conviene que el grupo busque su propio centro y camine solo.

Plantea “disparadores” (preguntas, casos, ejemplos, etc.). Se debe partir del ya referido cuestionario breve cuidadosamente elaborado de preguntas abiertas ya que “disparan” el debate y promueven espacios en donde pueden surgir aspectos inesperados que enriquezcan la investigación o contribuyan a cambiar el foco de la misma; esto es, las preguntas son herramientas para guiar la discusión, para buscar mayor detalle o para fomentar la exploración de tópicos relacionados.

Adopta una posición neutral: como ya aconsejáramos, NO debe dar SU opinión; tampoco debe denotar con sus gestos ninguna reacción por las opiniones vertidas.

Estimula al grupo; para ello, puede utilizar la técnica de la repetición (repetir las palabras de un participante como pregunta), sondear las palabras claves, presentar las preguntas en tercera persona, utilizar interrogantes como: ¿por qué?, ¿qué han oído sobre...?, ¿tienen ejemplos que puedan citar?, ¿qué opinan sobre...?

Cierra el grupo; en este cierre, además de agradecer la participación, vuelve a confirmar el acuerdo de confidencialidad y, si así lo necesitase, puede indicar su interés por realizar entrevistas individuales.

Los participantes deben:

1. Conocer el objetivo o los objetivos que se persiguen con la implementación de la técnica.

2. Ser conscientes de que dichos objetivos y la concreción de las potencialidades de la discusión requieren la participación espontánea y activa de todos.

3. Acceder o no a que sus diálogos sean registrados. Se recomienda fuertemente grabar la sesión, pero debemos contar con la autorización del grupo.

4. No inhibirse ya que libremente accedieron a participar.

El GF cuenta también con observadores (uno no participante y también puede operar otro observador participante), quienes registran la interacción resultante, por ej.: el lenguaje no verbal.

Espacio

El local donde se realiza la sesión del grupo es, por lo regular, un recinto cerrado hacia afuera y abierto hacia adentro. Es cerrado hacia afuera pues, mientras dura la sesión -entre 60 a 90 minutos (no más de dos horas) 6-, se trata de evitar interrupciones y de que los participantes se sientan cómodos para dialogar con los demás (en un espacio de tamaño adecuado, confortable en su mobiliario e iluminación). Es abierto hacia adentro pues la discusión irá poniendo nuevas rutas o temas por tratar.

De allí que son mejores los locales “naturales”, abiertos para todos, pero “neutrales” (que no evoquen otro tipo de vivencias en los miembros del grupo, como una reunión sindical por ejemplo). Locales ideales para representar esa neutralidad son los institucionales (centros de investigación y las universidades) pero que no los aleje demasiado del ambiente natural donde desarrollan sus vidas pues ello crearía un factor de artificialidad inconveniente. Si no se logra acceder a un lugar que reúna tal característica, la sesión se puede realizar en el lugar de reunión usual del grupo.

Etapas en la implementación de un GF

6 ¿Cuánto debe durar el grupo focal? “Teniendo en cuenta la cantidad de cosas que debemos obtener de la interacción, esta debe durar no menos de una hora, tal vez dos. La mayoría de los participantes prefieren familiarizarse un poco con los demás miembros del grupo y con el investigador antes de empezar a compartir sus propias experiencias y puntos de vista. Crear un clima de confianza requiere tiempo. Lo mejor será programar un grupo de discusión de dos horas, (…)” (Maykut y Morehouse, op. ci.: 125).

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Seleccionar el moderador y los observadores. Crear el grupo de discusión.

Conducir el grupo a través de la discusión.

Organizar y analizar los datos.Preparar el informe.

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El desarrollo del grupo focal se inicia desde el momento mismo que se elabora un guión de temáticas (preguntas) según las condiciones y experiencias

personales de sus participantes potenciales; de esta manera se puede efectuar una exploración sistemática aunque no cerrada.

Organización y análisis de los datos

No existe una guía para la interpretación y organización de la información emergente de un grupo focal; ciertamente, buena parte de los temas analíticos de los GF son los mismos que los que emergen de otras técnicas cualitativas, pero también es cierto que el GF genera temas únicos, como el debate existente sobre cuál debe ser la unidad de análisis: ¿el grupo, los participantes o las intervenciones de los participantes?

Para Callejo Gallego (op. cit.: 419), “los grados de consenso llegan a convertirse en la principal guía de interpretación, hasta conseguir una especie de mapa general de los consensos con respecto al objetivo de la investigación, teniendo en cuenta el total de reuniones de grupo realizadas”.

También Parker y Tritter (op. cit.: 31 y ss.) señalan que el resultado de una discusión de GF es un número de posturas que vehiculizan los puntos de vista de los participantes, aunque afirman que, raramente, un GF genera consenso; sí tiende a crear un número de visiones con diferentes proporciones de apoyo en el grupo. La naturaleza de la discusión (los datos) es dependiente de los participantes y del tiempo y contexto específicos: a diferencia de la entrevista en profundidad, es con frecuencia imposible clarificar datos o recoger más datos una vez que el grupo se ha disuelto. Además, a diferencia del contexto de entrevista, los datos del GF incluyen mucha conversación incompleta o interrumpida. Luego, concluyen: “Estamos convencidos de que los enfoques típicos de análisis de datos de la entrevista son inadecuados para el GF. La atención debe centrarse en los aspectos dinámicos de la interacción en el grupo, porque es en esta naturaleza dinámica donde se encuentra el corazón del GF, que lo dota de una potencialidad de penetración y discernimiento con frecuencia inalcanzable por otros métodos” (ibid.: 34).

A fin de analizar la interacción grupal, Wibeck (ibid.: 252), sugiere aplicar las siguientes preguntas de investigación:

¿En qué medida el grupo adhirió a los tópicos presentados para debatir? ¿Por qué, cómo y cuándo se trajeron a colación tópicos relacionados? ¿Qué intervenciones parecieron evocar o producir conflicto? ¿Qué contradicciones se perciben durante la discusión? ¿Qué experiencias comunes se expresan? ¿Qué alianzas se formaron entre los miembros del GF? ¿Fue silenciado algún miembro o algún punto de vista? ¿Fue dominante una visión particular? ¿Cómo resolvió el grupo los desacuerdos? ¿Qué tópicos produjeron consenso? ¿Qué intereses se vieron representados en el grupo? ¿Cómo se manejaron las emociones?

El o los observadores deben llevar a cabo un registro de todo lo que acontece: palabras, gestos, posiciones, características del contexto, etc. Posteriormente, teniendo siempre presente los objetivos de la investigación y las características del grupo, el investigador debe sistematizar la información (porque el GF generalmente no logra integrar las ideas vertidas durante el transcurso de la sesión), identificando unidades y categorías de análisis para facilitar la interpretación de los relatos, las actitudes y las opiniones que aparecen reiteradamente o de los comentarios sorpresivos, conceptos o vocablos que generaron reacciones positivas o negativas entre los participantes. En lo posible, es conveniente conservar los términos y expresiones originales usados por los miembros del grupo pues suelen tener una riqueza no traducible. Para llevar a cabo dicha

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Definir las características del grupo, el guión de temáticas y reclutar a los participantes.

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sistematización, se transcribe la grabación y se completa con las notas del observador/es, a fin de reconstruir no sólo lo tratado sino también la atmósfera de la reunión. Para la codificación, se asigna un color para cada objetivo y se subraya toda la información que tenga que ver con el mismo. Después se identifican los puntos de vista divergentes y se interpretan para arribar a unas conclusiones preliminares. El análisis de la información elaborada por un grupo focal debe hacerse apenas concluida la sesión y por las personas que han estado en la misma (moderador y observadores) pues el ambiente, la comunicación extraverbal y los elementos de la observación son datos importantes por incorporar.

El informe final del GF puede incluir los siguientes aspectos:

1. Ficha técnica: temática, objetivos, moderador, características de los participantes, criterios de selección, guía de temáticas (preguntas).

2. Resultados y conclusiones: se sugiere presentar los hallazgos como respuestas a las preguntas llevadas a la sesión.

3. “Citas directas” de los participantes (encomilladas) porque son muy ilustrativas.

Para la presentación de los datos de la ficha técnica, pueden utilizarse las siguientes tablas (que se incluirán en Anexos):

Objetivo/s del grupo focal

Nombre del o de los moderadores

Nombre del o de los observadores

Lista de asistentes al grupo focal (para mantener el anonimato, no se incluyen los nombres sino características demográficas)

1234567

Preguntas – temáticas estímulo12345

Evaluación7

Lugar adecuado en tamaño y acústica.Lugar neutral de acuerdo con los objetivos del grupo focal.Asistentes sentados en U en la sala.Se abordó el tema eje del grupo focal.Moderador respeta el tiempo para que los participantes desarrollen cada tema.7 Algunos de los indicadores se toman de una escala Likert (Difabio de Anglat y Fazio, 2004) destinada a la valoración del grupo focal que elaboraron los participantes a unas Jornadas de investigación en nuestra Facultad.

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Moderador escucha y utiliza la información que está siendo entregada.Moderador logró integrar los aportes.Se cumplen los objetivos planteados para esta reunión.Explicita en un comienzo a los participantes los objetivos y la metodología de reunión.Permite que todos participen.Duración apropiada de la reunión.Se registra la información.No hay interrupciones en el desarrollo de la actividad.Los asistentes se identifican adecuadamente.

Ventajas

1. Bajo costo.

2. Rapidez con que se alcanzan resultados significativos: “conduce a mucha información cualitativa a cambio de relativamente poco contacto cara a cara entre los participantes y el investigador” (Parker y Tritter, op. cit.: 25). En este sentido, permite una aproximación y discusión relativamente rápida y multidimensional de una temática, anticipar soluciones a un problema, distinguir cuál es el discurso real del ideal (el investigador puede, como resultado, entender mejor la brecha existente entre lo que la gente dice y lo que hace), comprender las explicaciones de conductas y actitudes porque sus significados son revelados por los participantes. Es considerado por algunos autores como una técnica de recogida de información que posee una alta validez subjetiva, que se debe en gran parte a la plausibilidad de los comentarios que realizan los participantes8. Por otra parte, los resultados resultan fácilmente comprensibles, además de estar suficientemente fundamentados mediante las citas textuales de los implicados: “Una fortaleza particular de esta metodología es la posibilidad de que los participantes desarrollen ideas en forma colectiva desde sus propias prioridades y perspectivas, (…)” (Smithson, op. cit.: 116).

3. Formato flexible que posibilita la exploración de preguntas no previstas.

4. El ambiente de grupo minimiza opiniones falsas y/o extremas, lo que proporciona credibilidad y consistencia -los correlatos cualitativos de la validez y la confiabilidad-. En este sentido, la fortaleza del GF reside en la evidente “validez frontal” de los datos que genera, ya que los participantes escuchan las voces y sintonizan con las historias que emanan del grupo (Wilson, 1997: 220).

5. La información se presenta en el “lenguaje del campo”.

6. Relación directa con el investigador.

7. “Obliga” al participante a tomar una posición y defenderla.

8. Escaso retraimiento.

9. Permite recoger información de personas jóvenes o con poca instrucción.

10. Se pasa de un tema a otro con naturalidad.

11. Pueden salir a la luz actitudes y sentimientos negativos (desafectos, prejuicios, hostilidad, antipatías) entre los interlocutores que -bien manejados- pueden contribuir a conformar un clima favorable para lograr una mayor profundidad en la información.

8 Morgan (op. cit.: 138) habla de la “sinergia de un GF” que lo hace más productivo que un número equivalente de entrevistas individuales, no respecto de lo que la gente tiene para decir (pareciera que más ideas aparecen en la entrevista individual) ni de la prevalencia de una actitud o experiencia en una determinada población (para ello, la encuesta o una escala Likert resultan más apropiadas), sino en cuanto, por un lado, permite penetrar en la fuente de conductas y motivaciones complejas y, por otro, ofrece información valiosísima sobre el consenso y diversidad entre los participantes: “Su potencialidad para mostrar la naturaleza y el grado de acuerdo y desacuerdo entre los participantes es la ventaja distintiva del GF” (ibid.: 139).

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Desventajas y limitaciones

1. Las discusiones pueden ser desviadas y/o monopolizadas por algún o algunos participante/s. Un procedimiento útil para minimizar esta desventaja, que aconseja Morgan (op. cit.: 148), es un cuestionario post-grupo para investigar no sólo el impacto que la discusión ha tenido en los participantes sino también sus sentimientos respecto de la misma, incluyendo si han podido compartir sus opiniones verdaderas respecto del tópico.

2. Pueden aparecer efectos indeseables de la interacción.

3. Puede resultar muy difícil mantener el hilo conductor sobre la temática y evitar que la elaboración conceptual sea desbordada por intereses sectarios (ideológicos, políticos, existenciales de los participantes).

4. No conviene para temas delicados (en estos casos, se aconseja la entrevista a fin de que la persona pueda hablar libremente).

5. La naturaleza del tema debe permitir que la mayoría de los participantes digan todo lo que es relevante o todo lo que conocen en menos de diez minutos (si el tópico exigiera una mayor profundidad en las respuestas individuales -temas complejos que requieren participantes bien informados-, habrá que implementar entrevistas en profundidad).

6. Exige una buena guía de preguntas; se preferirá la entrevista si es previsible que dicha guía se modificará después de las entrevistas iniciales.

7. Posible sesgo del moderador: el papel del coordinador o mediador es esencial en esta técnica; ello puede ser una gran ventaja en algún caso pero, en otros, puede convertirse en una desventaja debido al gran peso que tiene su capacidad de liderazgo y de comunicación para coordinar y moderar exitosamente el accionar del grupo.

8. Cada grupo es único: puede resultar apático o evidenciar rechazo.

9. Es de difícil planificación en lo que respecta al manejo del tiempo en el desarrollo de los tópicos por tratar.

10. Puede ser difícil analizar la información obtenida.

COMBINACIÓN DE MÉTODOS

Morgan (op. cit.: 134-136) presenta cuatro maneras en que se pueden combinar métodos cualitativos y cuantitativos en general y GF-encuesta en particular. El criterio de combinación es qué técnica es la principal y si la técnica secundaria sirve como estudio preliminar o posterior:

1) GF previo y ENCUESTA COMO MÉTODO PRINCIPAL: se emplea el GF para desarrollar el contenido del cuestionario. Dado que la calidad de una encuesta depende enteramente de sus preguntas, es cada vez más creciente el uso del GF para proveer información de cómo hablan los participantes sobre el tópico. Es la razón más frecuente para combinarlos.

2) Encuesta previa y GF COMO MÉTODO PRINCIPAL: la investigación emplea la información amplia pero “acotada” de las encuestas para seleccionar las muestras de GF o los tópicos para el análisis. Por ej.: Morgan emplea los expedientes médicos (una forma de encuesta por fuente secundaria) para dividir una población extensa en diferentes “segmentos” que se comparan usando grupos focales. Esta forma de investigación es muy poco frecuente.

3) ENCUESTA COMO MÉTODO PRINCIPAL y GF posterior: en este diseño el GF opera como ayuda para interpretar los resultados de la encuesta. Es un medio de volver a contactar a los sujetos de la encuesta para recolectar material ilustrativo que se puede incluir junto con los resultados cuantitativos o para CLARIFICAR LOS RESULTADOS OSCUROS DE LA ENCUESTA. Es el que ocupa el segundo lugar en frecuencia.

4) GF COMO MÉTODO PRINCIPAL y encuesta posterior, para examinar la prevalencia de los temas identificados por los participantes de los GF y los problemas asociados con dichos temas. O se puede emplear con una muestra de diferentes localizaciones a fin de determinar si los resultados de un estudio limitado se pueden transferir. Es el menos frecuentes de los cuatro. Ello se debe a que los investigadores que usan GF (enrolados en el paradigma cualitativo) “buscan evitar que

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los datos cuantitativos sean necesarios para ‘verificar’ los resultados de una investigación cualitativa” (ibid.: 135). Sin embargo, el uso de GF combinado con encuesta es una de las más prácticas maneras de reunir ambos enfoques.

Texto preparado ad hoc por la prof. Hilda Difabio de Anglat sobre la base de:Callejo Gallego, J. (2003). Observación, entrevista y grupo de discusión: el silencio de tres prácticas de investigación. Revista Española

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investigación en ciencias sociales (287-316). Madrid: Síntesis.Difabio de Anglat, H. y Fazio, Marisa (2004). La investigación educativa en la formación de profesores en Ciencias de la educación: una

experiencia en la Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo. En: AA. VV. Investigaciones en Ciencias humanas y sociales: del ABC disciplinar a la reflexión metodológica. Mendoza: F. Filosofía y Letras, UNCU. También disponible on-line.

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