geopolítica y concentración de tierras
DESCRIPTION
La publicación se vincula a trabajo desarrollado en el curso Geopolítica, de Doctorado en Estudios Americanos de la Universidad de Santiago de ChileTRANSCRIPT
Geopolítica y concentración de tierras.
América Opazo
Introducción
El presente trabajo constituye el trabajo final de curso Espacios, Culturas y Poder. La
Geografía Política de la Globalización, del Magister en Estudios Internacionales de la
Universidad de Santiago.
El curso en cuestión buscó enfatizar en las principales características sobre el nuevo orden
mundial, lo cual estructura la agenda política de los Estado – Nación; además se enfatizó
en la profundización del análisis político de América Latina y los principales desafíos al
respecto.
Ante el contexto recién mencionado, el presente trabajo se busca mostrar una situación
procedente del contexto de globalización en el cual nos encontramos inmersos y que afecta
a nuestro continente y por supuesto nuestro país, como es el caso de Concentración de
Tierras, proceso que no es nuevo, pero que los ribetes de contexto antes mencionado
generan un proceso de una complejidad ascendente.
Los principales objetivos del presente trabajo dicen relación con:
Poner de relieve el análisis de la relación e integración de zonas periféricas y de centro
en el sistema mundo en contexto de globalización.
Analizar fenómeno de concentración de tierras en América Latina en general y Chile en
particular, señalando desafíos y oportunidades en contexto de Geopolítica.
1
1. Contexto. Globalización y su influencia en el Sistema Mundo
En las últimas dos décadas se ha observado un cambio significativo en los modelos de
desarrollo de los principales países de América Latina, lo que se ha evidenciado en el
énfasis de políticas estatales por promover “de manera creciente la integración económica
impulsada por normas de ventaja competitiva, competitividad y la difuminación de la
distancia nacional/extranjero1” (Garretón, 2004 p.62). La idea de difuminación de
distancias se vincula con lo planteado por Estevez (2008) en cuanto a fenómeno de
porosidad de las fronteras estatales, en que los Estados ya no controlan “los flujos de
mercancía, capitales o informaciones que circulan a través de sus fronteras. Se han
convertido en Estados abiertos” (p. xi).
Este modelo de integración económica es profunda y obedece a que se ha globalizado la
división técnica del trabajo: la división ya no es sólo social (unos países producen ciertos
elementos), sino que técnica (la elaboración de un mismo producto involucra a personas,
materiales, máquinas y plantas productivas de diferentes países) (Estevez, 2008, p.xii). Este
fenómeno es posible por un tipo de globalización comprendida no sólo como producto de
la interdependencia entre Estados y los contactos entre ellos, sino más bien como “un
espacio global unificado que implica relaciones asimétricas entre sus componentes”
(Garretón, 2004, p.39).
Estas relaciones son producto de una trayectoria de interacciones mundiales y geográficas,
con elementos diferenciales de poder y riqueza, intrigas e influencias que han dado forma a
la globalización, la cual no cuenta con una definición precisa, sino que una variedad de
aristas que confluyen y se influyen, como por ejemplo la globalización financiera la cual
“describe el mercado mundial instantáneo de productos financieros que se intercambian en
las ciudades mundiales de todo el planeta de forma interrumpida las 24 horas del día
(Taylor y Flint,1994, p.2), o la globalización tecnológica que alude a la combinación de
1 Asimismo Garretón señala que la exportación de productos “desde países del Tercer Mundo a los países industriales avanzados enfrenta aranceles, que en promedio son cuatro veces más altos que los que afectan a las exportaciones de los países industriales al mismo mercado (p.57)
2
tecnologías de comunicaciones y de informática que permiten la transmisión de forma
instantánea de información a través de todo el mundo. Lo anterior, lleva a plantear que la
globalización como fenómeno ha impactado, para bien o para mal, globalmente la vida de
las personas; es así que se reconoce que la globalización ha puesto en el escenario mundial
un nuevo conflicto social que se encuentra caracterizado principalmente “por la hegemonía
geopolítica de los Estados Unidos, el predominio de la ideología y las políticas neoliberales
y la masiva exclusión de vastos sectores del mundo” (Garretón, 2004, p.40).
Con estos elementos es posible plantear que se ha roto la definición única de modernidad y
la estrategia de modernización a través de la industrialización, y tal como lo plantea Ulrick
Beck “el proyecto de modernidad parece haber fracasado” (1998, p25), lo cual se ve
influenciado por procesos de individuación por una parte, en cuanto “torna poroso el
conglomerado social, la sociedad pierde conciencia colectiva y por ende, su capacidad de
negociación política (Beck, 1998, p.25) y por la globalización económica, lo cual produce
el quiebre de la alianza sociedad de mercado, Estado y democracia, o sea el imaginario
occidental moderno del Estado - Nación.
Al respecto, Pontoriero en Lettiere, señala que estos cambios y quiebres en este imaginario
occidental están produciendo rápidas readaptaciones en lo cual la incertidumbre ha
producido profundas grietas en el sistema de valores en que el trabajo, la educación y la
fuerte relación entre el Estado y la sociedad tenían un lugar privilegiado (2000, p. 336), y
en donde el factor tecnológico ha afectado a la sociedad industrial en sus pilares
fundamentales, tal como señala el autor:
“La sustitución progresiva de materias primas, la creación de nuevos materiales y
productos de tecnología avanzada, la introducción de la informativa, asumiendo un
rol importantísimo en la organización y gestión administrativa de los procesos de
diseño, logística, manejo de información, producción y comercialización; y
finalmente la flexibilidad adecuada para responder a una demanda globalizada,
caracterizada por la fragmentación, diversidad y selectividad” (336)
3
El análisis de los sistemas – mundo en cuanto a modos de producción de Taylor y Flint
constituyen una interesante propuesta para analizar el contexto mundial globalizado, donde
encontramos el denominado imperio - mundo y economía – mundo, respectivamente.
(1994, p.8). El primero se basa en un modo de producción redistributivo tributario, y el
segundo se encuentra basado en el modo de producción capitalista, en lo cual la
producción se rige por “la obtención de beneficios y el incentivo fundamental del sistema
es la acumulación de excedente en forma de capital” (Taylor y Flint, 1994, p.8),
constituyéndose el mercado mundial único el capitalista el cual “supone que la
producción está destinada al intercambio más que al uso” (Taylor y Flint, 1994, p.11). Por
tanto, es posible plantear que el capital organizado a nivel global es quien lleva la delantera,
generando una nueva geografía del comercio internacional.
En el análisis de sistema mundo, es posible observar que las relaciones de desarrollo de la
producción y la economía es desigual, donde “hay grandes zonas centro y de periferia”
(Taylor y Flint, 1994, p.21), pero no el entendido tradicional de que economías nuevas no
se integran a la economía mundo como un socio de pleno derecho, sino que en el sistema
mundo los espacios no tienen el carácter de centro y/o periferia, sino que “son los procesos
de centro y periferia los que estructuran el espacio” (Taylor y Flint, 1994, p.21), es decir el
modelo de cómo se estructura el espacio genera procesos de centro y periferia, lo cual va
más allá de Estado, zona o región especifico. Por tanto es preciso mencionar, que estos
procesos no ocurren al azar, sino que llevan a producir un proceso de desarrollo económico
desigual, y en donde la integración es funcional, en donde la producción y el comercio se
encuentran organizados “por un núcleo de corporaciones que representan tanto el
capitalismo industrial como el comercial” (Garretón, 2004, p.42), y que son clave en esta
etapa de la economía mundial, y cuyo factor dominante es el capital financiero. Lo
anterior lleva que los Estados, zonas o regiones de la periferia se vean obligados a
conformar un sistema productivo vía la especialización productiva en el complejo escenario
internacional, y en donde la competencia ya se produce a nivel de empresas, “empresas que
tienen estrategias globales, mayor movilidad y desarrollo tecnológico, pero inmersas en un
4
sistema en el que compiten países y sociedades” (Bernal Meza, 2014, p.152) y que conlleva
a que el mundo se vuelva más especializado en mano de obra.
Lo anterior ha supuesto ciertas características del modelo de producción global, las cuales
dicen relación con:
1) la intensificación de la competencia global y el surgimiento de nuevos centros de
producción (por ejemplo, los países recientemente industrializados, PRI);
2) la proliferación, expansión y re estructuración de las empresas transnacionales ET;
3) el entorno tecnológico que avanza con rapidez, especialmente las nuevas tecnologías de
transporte y comunicaciones;
4) un sistema financiero global;
5) el entorno político internacional, incluyendo la hegemonía de EE.UU, las políticas
económicas de estado- nación, las formas supranacionales de integración regional
económica como la Unión Europea, el tratado de libre comercio y el Mercado Común del
Sur y
6) las desigualdades globales crecientes tanto entre regiones mundiales como dentro de
países. (Garretón, 2004, p.41)
Todo este dinamismo de la industrialización contemporánea no suelen hacer caso de los
límites y fronteras nacionales, generando consecuencias en las zonas periféricas, las cuales
principalmente han basado sus estrategias en especialización de productos y/o perfiles
exportadores específicos. En el caso de América Latina se ha especializado en la
exportación de materias primas, “incluyendo commodities industriales procesados y
exportaciones agrícolas no tradicionales todo lo cual todavía forma el ochenta por ciento o
más de la totalidad de las exportaciones” (Garretón, 2004, p.46). En ello, es posible
observar cambios importantes en el entorno tecnológico, y como algunos países
5
latinoamericanos2 responden y se adaptan a estos cambios para poder competir e
integrarse al mercado mundial en contexto de capitalismo.
Es preciso mencionar que este impulso hacia el capitalismo en América Latina tiene
distintas fases: por una parte, una primera fase se encuentra en los 90, la cual estuvo
marcada por “la desregulación económica, el ajuste fiscal, la política de privatizaciones (de
los servicios públicos y de hidrocarburos), así como por la introducción del modelo de
agronegocios (Svampa, p.31), creándose nuevas normas jurídicas que dieron paso a la
implementación de capitales extranjeros, y que por sobre todo consolidó el modelo de
reprimarización de la economía altamente dependiente de los mercados externos.
La misma autora señala que actualmente nos encontramos en una segunda fase del modelo,
caracterizado por la profundización del modelo extractivo de recursos primarios y naturales
no renovables “necesarios para alimentar el nivel de consumo sostenido y el modelo de
acumulación vigente. En otros términos, la actual etapa expresa una demanda cada vez
mayor de los países desarrollados hacia los países dependientes, en términos de materias
primas o de bienes de consumo” (p.32), generándose así tasas de empleo decreciente en
contraposición a un crecimiento demográfico de nuestras realidades latinoamericanas.
En esta línea de reflexión un estudio realizado por la CEPAL en 2011, la participación de
los productos primarios en las exportaciones de América Latina, periodo 2002 – 2009,
crecieron de un 41% a un 53%, respectivamente (Sevares, 2012)
En el caso especifico de Chile, el país “alcanzó el mayor nivel de primarización de
América del Sur, principalmente por el aumento de las exportaciones mineras, en su mayor
parte cobre y derivados, que pasaron de ser el 43% del total de ventas externas en 2003 al
63% en 2010” (2012, p.335)
2 Raúl Bernal Meza señala que a nivel latinoamericano “sólo tenemos algunos países con capacidad de adaptar tecnología, no de diseñarla, sino de adaptar la tecnología y éstos son en orden de importancia Brasil, México, Argentina y Chile; países que tienen la capacidad de contar con laboratorios, técnicos, capacidades tecnológicas y capital humano como para adaptar la tecnología. El resto de los países de América Latina está a merced de la demanda y de las condiciones que impone la economía mundial (p.152- 153)
6
En ambas etapas es posible observar lo que Boaventura de Sousa Santos en Svampa
denomina el Estado metarregulador, el que puede ser entendido como un gobierno
indirecto, “en el cual los actores económicos poderosos detentan un poderoso poder de
control sobre los recursos vitales esenciales para las personas, sin estar sometidos a ningún
tipo de responsabilidades ante la sociedad, y sin importar si esos recursos son el agua, la
energía, las semillas, la seguridad o la salud” (p.31), cambiando por tanto el papel del
Estado.
Con todo, se reconocen que en general, las políticas estatales que han asumido los países
de América Latina en cuanto a favorecer la integración al mercado mundial en contexto de
globalización “ha mejorado la competitividad internacional de muchas partes de la región,
se han expandido los niveles generales de exportación y por lo menos ha ocurrido algún
grado de mejoría y actualización industriales (Garretón, 2004, p.62), pero sin embargo
estos avances en la competitividad se basan aún en las ventajas comparativas de países y
sociedades, tal cual lo plantea Bernal Meza: los países de bajos ingresos se especializan en
productos intensivos de la tierra, los de medianos ingreso la especialización va por la mano
de obra y los de altos ingresos su especialización se basa en la tecnología y el capital. Con
todo, la globalización y la complejidad del mismo, no puede ser entendido “fuera de las
estructuras de poder económico y político a nivel mundial, regional y local. El desarrollo
tecnológico está condicionado y manipulado por estas estructuras de poder” (Bruckmann,
2012, p.15)
2. Aristas de la globalización en América Latina: fenómeno de concentración de
tierras.
a) Concentración de tierras en América Latina: un proceso recursivo, pero en cambio
de contexto global.
7
La concentración de tierras no constituye un fenómeno nuevo y actual en América Latina,
sino no que lo nuevo son los contextos globales en los cuales comienza a surgir este
proceso.
En el siglo pasado, específicamente en los años 60, la concentración de tierras se
consideraba una traba para los procesos de modernización del sector agrícola en América
Latina, lo que junto a la estrategia de la Alianza para el Progreso, llevaron a impulsar
procesos de Reforma Agraria en la región, basadas principalmente en las siguientes
fundamentaciones: la estructura bi modal de hacienda e inquilinos, la inequidad y
desigualdad de la misma, y por último, la ineficiencia productiva del proceso de
concentración de tierras a través de la hacienda. A lo anterior se suma el interés prioritario
de Estados Unidos de detener el avance del comunismo en América Latina.
Según la FAO (2012), el fenómeno actual de concentración de tierras es visualizado como
un requisito para lograr nivel de escala adecuado y organización de la producción en cuanto
modernización de la agricultura y el sistema alimentario mundial, en contexto de modelo de
desarrollo vigente que fue analizado en el apartado anterior.
Es preciso mencionar que los fenómenos de concentración ocurren en todos los niveles de
cadenas de producción, siendo la concentración de tierras una de las partes de esa cadena.
Ante ello, se hace indispensable observar la organización de la producción, en cuanto a
especialización primaria de la misma.
Según la FAO (2012), actualmente es posible observar cuatro principales debates actuales
en torno a la dinámica de la tierra, a saber:
a) Modernización de la agricultura y el funcionamiento de mercado de tierras: se vincula al
acceso a créditos y en ello si el mercado cuenta o no con los mecanismos para brindar
seguridad de la inversión. Se plantea como necesidad el contar con catastros en torno a la
disponibilidad de registro de la propiedad de la tierra así como su arrendamiento, además
de implementar fondos financieros para el acceso de productores a la tierra.
8
b) Efectos de la concentración de la tierra y el modelo de desarrollo agrario. Se señala que
la concentración de la tierra produce exclusión de una parte importante de la población al
factor de producción como es la tierra; así se observan actualmente movimientos sociales
que buscan la reivindicación del derecho a la tierra, por ejemplo.
c) Concentración de la tierra y soberanía de los Estados: la discusión se centra en que la
concentración de la tierra, dificulta a los Estados para que puedan ejercer su soberanía en el
factor productivo como es la tierra y los recursos naturales relacionados a ellos. Es así que
se denuncian situaciones de acaparamiento de tierras, o concentración de tierra en manos de
extranjeros.
d) Concentración de la tierra y el manejo de los recursos naturales. La concentración de
tierras lleva al poder y control de recursos naturales como agua, energía, minerales, entre
otros, los cuales pueden ser sensibles para los Estados, como es el caso de la Amazonía en
Brasil (Pinheiro, 2006), o la compra de cantidades de tierra en la Patagonia Chilena y
Argentina, entre otros.
Todo lo anterior ocurre de manera simultánea y con distintos énfasis, dando cuenta de la
dinámica ascendente que conforma la concentración y dinámica de la tierra, en contexto de
globalización.
b) Concentración de tierras en Chile. Estado de situación inicial.
Como se mencionaba anteriormente en la década de los 60 comenzaron en América Latina,
bajo la influencia de EE.UU una serie de Reformas Agrarias3; es preciso mencionar que al
año 1960, Chile presentaba un 34,7% de población total del país, en condiciones de atraso
y pobreza, lo cual presumió que para la superación de esa pobreza y atraso se podría
resolver a través de redistribución de la tierra, estableciéndose así la Primera ley de
Reforma Agraria en 1962( Ley 15.020) de Jorge Alessandri y luego la promulgación de la
Ley 16.640 de 1967 de Gobierno de Eduardo Frei; luego en la década de los 70 con
3 Brasil 1964; Ecuador 1964; Perú 1964; Chile 1962 y 1967; Guatemala 1962; R. Dominicana 1962; Colombia 1961; Nicaragua 1963; Venezuela 1960; Costa Rica 1961; Panamá 1962
9
gobierno de Salvador Allende se profundiza procesos de Reforma Agraria; sin embargo el
Golpe Militar de 1973 deja atrás los avances alcanzados en los gobiernos anteriores; la
dictadura militar implementa el programa “Regularización de la Tenencia” el cual consistió
principalmente en la devolución de tierras a sus antiguos dueños, licitación de un 15% de la
tierra a privados y el reparto en forma individual de parcelas a 37 mil campesinos (56%),
impulsando así una política de corte neoliberal y que en el caso de la agricultura, según
Jorge Echenique en FAO (2012), se apostó por el aprovechamiento de las ventajas
comparativas, tanto en lo geográfico y climático del país, principalmente en los ámbitos
forestales, vitivinícolas y hortofrutícola; asimismo se establece principio de subsidiaridad
del Estado, pasando servicios y bienes hacia los privados; también “se impulsa el mercado
libre de tierras, eliminando todas las restricciones a las enajenaciones de tierra. Con
posterioridad, en 1980 se crea el mercado libre de todas las aguas del país, disociado de la
propiedad de la tierra. En este mercado son los particulares los que determinan el uso,
beneficio y conservación de las aguas, bien económico que se transa libremente. Estas
políticas se mantienen hasta hoy (Echenique, 2012, p.147); se impulsa la desarticulación de
los entes sindicales del agro.
Con todo, la vocación agro exportadora del país ha llevado que la producción primaria del
mismo se centra en los siguientes
tópicos:
10
Productos 2010
(Millones
de USD)
Frutas Frescas 3.417
Celulosa 2.399
Maderas 1.937
Vinos de mesa 1.563
Frutas Procesadas 910
Semillas 359
Carnes de Cerdo 322
Carnes de Ave 208
Lácteos 159
Carnes de ovino 33
Otros 1.029
TOTAL 12.236
Las situaciones antes mencionadas han dado pie a que en la actualidad se observen cuatro
tipos de productores en el país:
Sociedades controladas por grandes grupos económicos: principalmente en las áreas
de pesca, forestal y la agroindustria. “Según el Censo Agropecuario 2007, figuran
10.073 sociedades anónimas y limitadas con 7,8 millones de ha” (FAO, 2012,
p.148)
Empresas agrícolas modernizadas: según Echenique, este tipo de empresas se
integra a alguna fase de la cadena de producción, por ejemplo los packing.
Empresas agrícolas tradicionales: se señala que estas empresas se localizan
territorialmente en zonas de menor aptitud agroclimática del país para la agro
exportación, dedicándose principalmente a la producción de cereales, leguminosas,
papas, carne bovina y otros rubros para el mercado interno” (FAO, 2012, p.149)
Pequeña agricultura: la cual no ha podido participar y competir activamente con el
sector agro exportador, significando que ha ido perdiendo capacidad de control y
tenencia de la tierra, a través de la venta de ésta.
Ahora y de acuerdo a Censo Agropecuario realizado en 2007 en el país, es posible observar una
ascendente concentración de tierras, la que se explicita en el siguiente cuadro:
Estratos de tamaño (ha)
N° de explotaciones
% Superficie total (miles ha)
%
Menos de 500 274.126 98,4 6.184 20,8
11
501 – 1.000 2.054 0,7 1.414 4,7
1.000 – 2.000 1.048 0,4 1.441 4,8
2.001 y más 1.430 0,5 20.743 69,7
Total 278.660 100 29.782 100
Fuente: Censo Agropecuario 2007, en FAO (2012, p.153)
Al observar los mismos datos de Censo Agropecuario, las explotaciones más grandes del
país, considerando el riego de las mismas se concentran en las siguientes regiones:
N° Región N° Predios
Superficie total (ha) Superficie de Riego (ha)
1 Maule 2 24.000 10.000
2 Maule 30 3.025 2.889
3 O’Higgins 17 8.302 2.284
4 O’Higgins 5 4.897 1.695
5 Maule 2 1.867 1.348
6 Coquimbo 8 2.371 1.326
7 Maule 10 2.472 1.284
8 Maule 18 1.395 1.269
9 Maule 7 3.641 1.257
10 Metropolitana 65 3.858 1.256
Fuente: Censo Agropecuario 2007, en FAO (2012, p.153)
Con todo, los datos recién presentados dan cuenta de que proceso de concentración de
tierras va en aumento, lo cual necesariamente se vincula a la comprensión de que las
interrelaciones globales tienen una finalidad económica.
12
3. Conclusión
Joan – Eugeni Sánchez en su texto Geografía Política señala que “el dominio territorial per
se aparece como un sin sentido. El beneficio debe ser esencialmente de orden económico,
bien directamente extraído del territorio que se domina, bien como medio indirecto para
garantizar la apropiación y explotación de otros territorios” (S/F, p.184), lo cual
corresponde a la realidad que está pasando en el agro chileno, en lo cual se va dejando de
lado lo que tradicionalmente ha estado en el sector: el campesino.
Sin embargo, reconociendo la realidad chilena no podemos dejar de lado el territorio
latinoamericano que está viviendo la problemática de la concentración de tierras y en ello la
alternativa de enfrentamiento de ello es a través de lo que plantea Pinheiro (2006) de que no
hay solución individual para ningún país de América Latina y en ello la cooperación
implica entre países latinoamericanos está en asumir responsabilidades para con los países
vecinos transformando el sistema mundial en multipolar, en el cual América del Sur pueda
constituir uno de los polos.
Bibliografía
BERNAL-MEZA, Raúl; “China y la configuración del nuevo orden internacional. Las relaciones
China-MERCOSUR-Chile”, en Bernal-Meza, Raúl y Quintanar, Silvia Victoria; Regionalismo y
Orden Mundial: Suramérica, Europa, China. Buenos Aires, Nuevo Hacer, 2012, pp. 55-114.
BERNAL-MEZA, Raúl; Sistema mundial y MERCOSUR. Globalización, Regionalismo y Políticas Exteriores Comparadas. Bueno Aires: Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires - Nuevohacer -GEL, 2000.
BERNAL-MEZA, Raúl “Dependencia de America Latina de la explotación de sus recursos naturales ¿desarrollo o sub desarrollo? en Diálogos europeos-latinoamericanos de ecología política. Proyección del debate sobre medio ambiente y desarrollo en el siglo XXI. Ediciones USACH. 2014
BECK, Ulrich, Qué es la Globalización. Buenos Aires, Paidos, 2008.
BRUCKMANN, Mónica; Recursos Naturales y la Geopolítica de la Integración Sudamericana. Quito: Editorial IAEN, 2012.
13
ESTËVEZ, José; “Qué es la sociedad civil global”; en Jonh Keane; La sociedad civil global y el gobierno del mundo. Barcelona, Hacer, 2008, pp. IX-XX.
FAO. Dinámica de concentración y extranjerización de la tierra. Editores Fernando Soto- Sergio Gómez, 2012.
GARRETÓN, Antonio; Cavarozzi, Marcelo; Cleaves, Peter S.; Gereffi, Gary; Hartlyn, Jonathan; América Latina en el siglo XXI. Hacia una nueva matriz sociopolítica. Santiago: LOM, 2004
LETTIERI, Alberto; Pfeiffer, Annette; Pontoriero, Gustavo; Stortini, Julio; Los Tiempos Modernos. Del capitalismo a la Globalización, siglos XVII al XXI. Buenos Aires, Ediciones del Signo, 2000.
MELLADO, “La integración sudamericana entre interrogantes y teorías”, Mellado, Noemí Beatriz (editora); Mercosur y Unasur ¿Hacia dónde van?. Córdoba, Lerner Editora, 2009, pp 13-41.
NYE, J. Paradojas del poderío Norteamericano. 2003.
NOGUÉ Font, Joan y Vicente Rufí, Joan; Geopolítica: identidad y globalización. Barcelona, Ariel, 2001.
PACEY, A (1989) La cultura de la Tecnología. Fondo de Cultura Económica, México DF.
PINHEIRO Guimaraes, Samuel: “Desafios Brasileiros na era dos Gigantes.Río de Janeiro: Contraponte, 2006
RIECHMANN, J “¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles? Reflexiones sobre biomímesis y autolimitación en Encina, J. y Bárcenas, I (Coord.) Democracia Ecológica. Bilbao. 2005
ROTHKOPF, David; El Club de los Elegidos. Barcelona, Tendencia editores, 2010.
SANCHEZ, Joan – Eugeni; Geografía Política. Editorial Síntesis (S/F)
SAU, Julio; Nuevos temas en la integración Latinoamericana del siglo XXI”, en Scheidt, Eduardo, et. al (organizadores); Integracao Na América Latina. A História, a Economia e o Direito. Brasil, Paco Editorial, 2011, pp. 17-30.
SEVARES, Julio, “El ascenso de China: oportunidades y desafíos para América Latina”, en Bernal-Meza, Raúl y Quintanar, Silvia Victoria; Regionalismo y Orden Mundial: Suramérica, Europa, China. Buenos Aires, Nuevo Hacer, 2012, pp.325-343.
SVAMPA, M, BOTTARO, L, SOLA M “La problemática de la minería metalífera a cielo abierto: modelo de desarrollo, territorio y discursos dominantes”
14
TAYLOR, Peter y Flint, Colin; Geografía Política. Economía, mundo, estado-nación y localidad. Madrid, Trama, 1994.
XING, Li; “China y el orden mundial capitalista: el nexo de la transformación interna de China y su impacto externo”, en Bernal-Meza, Raúl y Quintanar, Silvia Victoria; Regionalismo y Orden Mundial: Suramérica, Europa, China. Buenos Aires, Nuevo Hacer, 2012, pp. 29-53.
WINNER, L “La ballena y el reactor. Una búsqueda de los límites en la era de la alta tecnología”
WOLF, W “Los campesinos”. Editorial LABOR.
15