garcía elena - el discurso liberal democracia y participación
TRANSCRIPT
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8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin
1/10
Lademocracia
ensusextos
Rafael
el
Aguila
Jos
ntonio
eGabriel
Elena arcauitin
ngel
ivero
Fernando
altespn
-
8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin
2/10
Primeraedicin: 1998
Tercera mpresin: 2007
Reservadosodos os
derechos. l contenido e
esta
obra
est
protegidopor
a Ley,
que
establece enas
e
prisiny/o
multas,
adems e ascorrespondienesndemnizaciones
or
daos
perjuicios. ara
quienes
eprodujeren, lagiaren,
deistribuyeren comunicaren
blicamente,
n
odo
o en
parte,
una
obra
iteraria,artstica
o cientfica,o
su ransfor-
macin, nterpretacrn ejecucin
rtstica
ijada
en cualquier
ipo de
soporte comunicada ravs
e cualquier
me-
dio, sin la
perceptiva
autorizacin
I
Introduccin eneral,.[
Primera
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Textos
lsicos
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Los
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clelAgutlct
1. Introduccin
....---
-
8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin
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t
3 l discurso liberal
democracia y representacin
Elena
Garcia Guitin
1 Introduccin
La idea moderna de
democracia
es muy difere nte
de la
que existi
en la anti-
gu Greciay que haperdurado en el tiempo convertida en modelo ideal. Has-
ta el
punto de que
algunos autores
piensan que habra sido ms acertado utili-
zar un nombre distinto para referirse a la nueva concepcin del gobierno
popular en el contexto de
las
sociedades modernas. Pero, sea con intencin de
compartir cierta aura
de
legitimidaddel ideal griego o simplemente producto
casual del desarrollo
histrico,
se ha mantenido la denominacin democra-
cia,
y
no especificar a cul de ellas,
la
antigua o
la
moderna, nos
referimos
genera muchas confusione s e insatsfacciones. Por ello hay que insistir en que
cuando
hablamos de
la
extensin de las democracias en las sociedades mo -
dernas el
concepto
que manejamos
es el articulado
por la
tradicin liberal
de -
mocrtica. En este sentido, Sartori 1988) comenta cmo la experiencia
de
las
democracias antiguas
fue
relativamente
breve
y
tuvo
un recorrido-degene
rativo ...Durante milenios el rgimen poltico ptimo se denomin repbli
ca res publica,
cosa de todos y no democracia. Kant repeta una opinin
comn cuando es criba, en 1795, que la democracia es necesariamente un
despotismo;
y los padres constit uyentes de Jos Estados Unidos eran de la mis-
m a
opinin. En El Federalista se habla siempre
de
repbica representati
VID> y
nunca de
democracia
salvo para
condenarla .
Incluso la Revolucin
francesa
se refiere al ideal republicano, y slo Robespierre en 1794 utiliz
la democracia en sentido elogioso, asegurando as la mala reputacin
de
la
s-
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Elena
Garda
Guitin
palabra durante otro medio siglo.
Cmo es que
de un plumazo, a
partir
de la
mitad del siglo XIX en adelante, la palabra adquier e un nuevo auge y poco a
poco adopta
un
significado elogioso?
La
respuesta v r mos es que la
democracia de los modernos, la democracia
que
practicamos hoy,
ya
no es
la de los antiguos. Hoy la democracia es una abreviacin que significa li-
beral-democracia
Lo que debe
quedar
claro, por tanto ,
es que la
idea moderna
de
democracia
se construye a partir de los presupuestos tericos del liberalismo democrt i
co; de ah la importancia{}e distinguir
los
ele l1entos esenciales
de
esta
tradi
cin. Pero antes
de
comenzar nuestra
descripcil de
los autores
que
contribu
yen a darle cont enido, debemos detenernos
un
momento para
comentar
las dos
formas posi bles de abordar el tema que estamos tratando.
La
democracia mo
derna es un n uevo concepto con
caractersticas
propias o es una adaptacin
del concepto de democra cia clsico
realizada
a part ir de
la
asuncin
de
los pre
supuestos
liberales?
Muchos autores
son
ambivalentes en
esta
cuestin, y
mientras por un lado defienden que la democracia moderna no tiene nada que
ver con la anti gua, por otro destacan que
es
produc to de la unin
de
elementos
liberales (gobierno representativo) y democrticos (participacin ciudadana)
de dificil ajust e, que pueden inc1uso generar exigencias contradictorias . Estas
dos afirmaciones, sin embargo, no parecen ser muy compatibles.
La
primera
presupone una
visin
de la democracia que incorpora
en
su
esencia
el ncleo
de valores liberal es y
la
forma de
gobierno
representativo. Es deci r,
desde
esta
perspectiva
la democracia
moderna
surgira
de la tradicin del li beral ismo po
ltico; de ah
que no
tenga mucho
sentido
plantear
al
mismo tiempo que en ella
el elemento liberal y el demOCrtico estn en conflicto.
Lo
liberal seria indesli
gable de lo democrtico, y la verdadera oposicin se daria entr e la democra
cia moderna y
la
de los antiguos. La segunda afirmacin, por el contr ario, su
pone entender la democracia moderna como una versin
democratizada
del
liberalismo. La democracia seria
algo
diferente
e independiente lgicamente
de lo liberal, y slo
enel
momento de su unin, simbolizada
por
la extensin
generalizada del s ufragi o, podramos
hablar
de liberalismo democr tic o, una
versin moderna entre otras de la idea de democracia.
Dependiendo de cual sea nuestro punto de partida, valoraremos de un
modo muy distint o la relacin de la tradicin liberal con la democr acia, lo que
tambin repercute en
el
objeto de nuestro trabaj o. Desdeel
primer
enfoque,
para entender la democracia
moderna
debemos
estudiar a los
liberales
que
meron forma a
su
verdadero contenido: el gobierno representativo popular.
Desde el segu ndo en foque, como hace Macpherson (1991), tendramos que
comenzar a
partir de la
segunda
mitad
del siglo XIX, poca
en
la que los teri
cos liberales asumen la necesidad
de
extender el sufragio. Pero esta cuestin
es algo ms que un problema cronolgico o de tradiciones en el fondo lo que
nos encontramos son dos concepciones diferentes de la democracia moder
na: la que considera
que
su nc1eo
esencial es
la participacin
poltica
y el
ejercicio del
poder
de amplios
sectores
sociales y la que lo concibe como
un
-n6
3
El discurso
liberal: democracia
y
representacin
entramado
normativo
e institucional
por medio
del cual el
poder
limitado se
delega a
determinados
agentes
para que lo
ejerzan de forma
controlada.
Para poder formamo s un mejor juicio sobre este tema, el
criterio
expositi
vo
elegido es
la
descripcin de la tradicin liberal desde
la
perspectiva de la
progresiva enunciacin de los elementos que confonnan la base de lo que hoy
conocemos
por
democracia.
1.1 Primero,
el
liberalismo
El ncleo del liberalismo democrtico
lo
componen sus elementos libera
les, e histri cament e su implantacin en los Estados occidentale s no est co
nectada con los elementos democrticos clsicos. De hecho, los primeros
autores libera les fueron reacios a
incluir en
sus planteamientos
la
exigencia de
alguna forma
de
participacin popular .
Veamos
cules son sus presupue stos.
Nonnalmente se suele acudir a Hobbes para comenzar a describir los ele
mentos dellberalismo. Es cierto
que sus
premisas bsicas (individualismo,
concepcin de
la
poltica como
actividad
instrumental,
legitimacin
del
po .
der basada en el consentimiento) y sus recomendaciones al monarca para que
ejerza el poder dentro de ciertos lmites son elementos propios delliberalis
mo. Mas su
defensa
ftnal del poder absoluto del soberano le aleja radicalmen
te
delliberalsmo
poltico, pues,
como veremos
a continuacin,
ste
no slo
exige
la
existencia de facto de derechos individuales o
la
ausencia de inter
vencin en
la
esfera privada, sino que es ante todo
un sistema
de limitacin
y control del poder. En este sentido,
frente
a lo que opinan
algunos,
no cabra
concebir
la existencia
de un dspota
liberal.
Nuestra descripcindel liberalismo poltico, por tanto,
debe
partir del
momento en el
que
Locke (1632-1704) enuncia sus premisas bsicas: exigen
cia de
control del
poder y respeto a los derechos naturales de los individuos.
o
que hay
que
destacar de su
teoria es la
afinnacin de
que
toda autoridad
legitima
surge
del consentimiento del
pueblo,
que el poder supremo es el le
gislativo y que existen lmitesasu ejercicio: los establecidos por la ley natural
y la exigencia de que se gobierne conforme a la ley, teniendo siempre en
cuenta el bien comn (vase el texto 2.1 .
En la
obra
de Locke, en
particular en su
trabajo poltico fundamental: el
egundo
ensayo
sobre el gobierno civil se encuentran
gran
parte
de los ele
mentos que componen el ncleo del liberalismo. Aunque recoge muchos de
los
presupuestos
y categoras analticas presentes en Hobbes: visin instru
mental del
gobierno
y de
la
poltica,
el
consentimiento
popular
como fuente
ltima de legitimacin ... su objetivo principal es la crtica de lo que aqul
acab defendiendo:
la
monruqua absoluta. Para Loclre,
todo
gobierno legiti
mo tiene su origen en el consentimiento
del
pueblo, se ejerce
por
delegacin y
est somet ido a restricciones. Esta s ltimas serian: el respeto
de
los derechos
naturales, el gobierno mediante leyes y dirigido a lograr el bien comn y la
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Elena Garda Guitin
proteccin de la propiedad. Desde esta perspectiva,
la
forma de gobierno ele
gida entre las diferentes opciones (la democracia, la oligarqua o la monar
;1
1I
qua)
no
es tan importante.
o
fundamental es que
asuma
dichas restriccio
l
nes. Por ello el
Segundo
ens yo resulta algo ambiguo respecto a cul
es la
mejor
forma de gobierno. A diferencia de otros liberale s posteriores,
Locke
realiza
una
serie de
consideraciones
tericas bsicas
sin
desarrollar los aspec
i
tos institucionales del
gobierno.
As, aunque en esta
obra
aparecen comenta
rios dispersos que muestran su clara preferencia
por
aquellas fonnas en
las
que e l poder legislativo
est
en
manos de cuerpos colectivos, pues su existen
1
cia es necesaria para que la comunidad poltica se considere bien ordenada,
y
plantea
la divisin
de poderes
(entre legislativo y ejecutivo)
I justificada
como
medio para evitar el abuso
de
poder, no
articula un
modelo concreto.
Sus principios bsicos
pueden
ser asumidos por las dife rentes formas de go-
bierno , cuya legitimacin
depende,
precisamente,
de esa
incorporacin. Tam
bin
es poco preciso
en
relacin
con la
articulacin de l consenso de los ciuda
danos: quines son los
ciudadanos
que eligen la
forma de
gobierno y que en
algunos casos son los encargados de designar a los representantes en las
asambleas? Esta
indeterminacin
unida a la ausencia
de
comentarios peyora
tivos sobre la democracia
permiten
sin duda una interp retacin moderna y
de-
mocr tica de su teora, pero
tambin
otra menos amab le. Es la ofrecida, entre
otros,
por
C.
B
Macpherson
(1971)
a partir de
afirmaciones
obtenidas de
en-
sayos menos conocidos
de
Locke
y
situndolo contextualmente y de la
que
resulta una excelente,
aunque
no menos cuestionable, interpretacin critica
de
su
planteamiento que muestra los presupuestos ocultos sobre los que cons
truye
su
teora, los cuales
nos
dan una imagen bastante distinta de la posicin
de este autor. La soberana
popular,
por ejemplo,
tendra
un carcter simbli
co que en la prctica se delega en el monarca y en asambleas hereditarias
y
electivas. Pero tambin
quedara
matizada
la
supuesta igualdad de los
hom-
bres en
funcin de su
propiedad,
entendida en el
sentido
restringido de tenen
cia de bienes2. Esta visin
es
la que hace que los
autores
que comentan
la
tra
dicin del liberalismo
democrtico
expresen sus
reparos
a la inclusin de
Locke, considerndolo reacio a la democracia. Pero,
qu
democracia? La
democracia a la que se
refiere con
un propsito descript ivo en su nsayo
es
el
modelo
antiguo, aquella forma de gobierno en la
que la
mayora legisla di
rectamente y las leyes son ejecutadas por funcionarios, y ciertarnente .. ni
la
alaba ni la critica. Pero
tampoco
la asume como suya,
pues
sus preferencs
se
inclinan hacia un gobierno representativo en el
que
la asamblea ostenta
la
soberana con el rey. Esto hace que quepa concluir razonablemente,
como
seala
por
ejemplo Corea ran (.1985), que las ideas del contrato social y
la
sobe
rana popular en la tradicin liberal
no
suponan ms
que
la idea de que el poder
reside implcitamente en el
pueblo,
pero
no
que ste gobierna
de
formaa.ctiva.
Las dudas sobre el
carcter
democrtico de Locke
no
afectan a su esencia
liberal. Nadie niega que es
el
que establece los principios bsicos dellberalis
mo. Pero si, como hemos
indicado,
stos a su vez con for man el ncleo del libe
3. El discurso Liberal: democracia
y
representacii)n
ralismo democrtico y por tanto, del concepto moderno de democracia, queda-
ra
muy atenuada la visin antidemocrtica de Locke. Desde esta perspectiva,
el contraste radical no se
da
entre
las
tradiciones libera l y democrtica, entr e los
liberales y los demcrata-liberales, sino entre la democracia antigua y la moder-
na: entre
la
participacin directa
de los
ciudadanos
en
el gobierno y el
gobierno
representativo. Pero
todava
en
Locke
no
encontramos este depate,
ni cabe in-
terpretar que articule el concepto moderno de gobierno representativo
(cuando
se
refiere a ello ms
bien
parece utilizar
el
concepto de representacin
medie-
val). En su obra el problerna central es la lucha
contra
el absolutismo. Por
tanto,
en
ella
se
enfatiza la
necesidad
de establecer defensas frente
al poder dejndose
de lado la discusin sobre la mjor founa
de
gobierno. Y precisamente esta lti-
ma
es
la cuestin princ pal a la que
los
autores libe rales posteriores se
enfrenta-
rn, una
vez
asumidos
de forma
incuestionable esos principios bsicos.
1.2 La libertad de los modernos frente a la de los antiguos
El siglo XIX marca el punto de inflexinpara
la
nueva concepcin
de la
demo-
cracia.
Pero
el origen
de este
cambio se remonta a
la
discusin suscitada a
me-
diado s del siglo XVII[ sobre la posibilidad de aplicar a las sociedades de esa
poca
los valores y las
formas
de organizacin poltica antiguas. Este debate
enfrenta a los autores
liberales
y a aquellos que adoptaban posturas
ms
radica-
les, inspiradas en
modelos
idealizados de las antiguas repblicas, para los
cuales Rousseau se
convierte
en punto de referencia. As, el desarrollo de
los
principios del
liberalismo
surgir en
gran medida
de l a revisin de
las
teo-
ras
clsicas para adaptarlas a las
nuevas
realidades polticas y sociales, pero
que
en la prctica
supondrn
su transformacin radical. Los autores
liberales
reconocen la necesidad de que
el
pueblo desempee un cierto papel en el go -
bierno
para evitar la
tirana,
pero son conscientes
no
slo de
la imposibilidad
fctica
de que
participe directamente, sino de los peligros que eso
entraarla,
confirmados por los testimonios
de
la experiencia real de las democracias anti-
guas. Proceden, por tanto, a la revisin de las premi sas clsicas, de la que sm-gi
rn
di ferentes propuestas
sobre la
mejor fonna
de gob
ierno, aunque todas
ellas
incorporarn como
ncleo
bsico la defensa
de la
libe rtad individualmoderna
y del gobierno representativo .
De nuevo, uno de los problemas con el que
nos
encontramospara valorar
estas propuestas es la arbitrariedad de las denominaciones utilizadas. Mien-
tras
que algunos
autores
reivindicaban la denominacin democracia
(que
es
la
que triunfa
finalmente),
otros (la mayora) defendan la
de
repblica,
por lo que es
el contenido el
que resulta deter minant e pa ra valorar
dichas
pro-
puestas.
Despus de Locke,
uno
de los tericos ms influyentes
en
la
articulacin
del
modelo liberal
fue
Montesquieu (1689-1755) (vase
el
texto
2.2), que
consagra
y
redefine la
idea
de
la
divisin de
poderes
y comienza la
revisin
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Elena Garda Guitin
de la tradicin republicana para adaptarla a la situacin existente en la Francia
prerrevolucionaria. Sin embargo, el modelo resultante ser ms
liberal
que
republicano 3.
Montesquieu
es
consciente de que la repblica virtuosa es un anacronismo
poltico y no puede seguir constituyendo
un
ideal para el mundo moderno. En
realidad, las pe queas repblicas, ms igualitarias por ser ms pobres y con
unos valores c vicos que controlaban la persecucin sin freno de los bienes pri
vados, no tenan apenas que ver con los extensos modernos Estados centraliza
dos y con las ricas sociedades comerciales en las que guiarse por los intereses
particulares era la no rma general. Partiendo
de
la aceptacin
de estos
hechos,
Montesquieu
busca su
inspiracin en l a Ingla terra
de
su tiempo, proponiendo
un modelo que mantiene algunos elementos republicanos, pero superp uestos y
subordinados a un modelo liberal con una forma de gobierno preferentemente
monrquica. Pe ro lo que tuvo ms influencia en el liberalismo posterior es la
importancia que atribuye a los arreglos institucionales (ingeniera constitucio
nal) para const ruir
un
sistema que establezca lmites a la accin del
Estado
y ga
rantice la proteccin de los derechos bsi cos de los individuos. Y
como
uno
de
esos arreglos institucionales imprescindibles aparece la divisin de pode res (ex
presin de la antigua idea de gobierno mix to), garanta de la representacin de
los intereses de los diferentes estratos sociales y que, a la vez, supone un con
trol del poder a travs del sistema de controles y equilibrios que incorpora.
Este planteamiento, nfasis en los aspectos institucionales y critica a
la
rei
vindicacin de lo s modelos clsicos, tendr
su
continuidad en los
autores
libe
rales posteriores, entre los que destacan Madison y Constant, cada
uno
desde
sus respectivas realidades. Los dos se enfren tan a la polmica sobre
la
demo
cracia desde la reflexin posterior a dos sucesos que cambiaron rad icalment e
la visin poltica occidental: las revoluciones norteamericana y francesa res
pectivamente. En ambos casos no nos hallamos ante teoras reac tivas (intento
de control del poder absoluto, sea cual sea) sino ante construcciones teri
cas de lo que debera ser un rgimen
popular
en las sociedades
modernas,
que
inevitablemente debe incorporar el ncleo
de
principios bsicos liberale s.
En el periodo posterior a la independencia de
Gran
Bretaa, con
la
excep
cin de Pensilvania, los estados de
Amrica
del Norte se organiz aron confor
me a versiones ms o menos similares del modelo de constitucin republica
na y
se
unieron
en
una confederacin. El punto de partida comn
era
la
reivindicacin
del
gobierno popular,
que
se
ve
representado
en una de
las c
maras que componen el gobierno mixto. Pero son Los Federalistas los que
realizan
la
defensa teri ca del nuevo
modelo
republicano en
el
debate sobre la
constitucin federal que tuvo lugar entre 1787 y 1788. La discusin poltica
que se suscit
tiene un
inters fundamental porque se centra
en
determinar-
cul es la mejor forma de gobierno popular (gobierno de los muchos) y se
convierte en el rechazo de la democracia antigua (democracia pura) y la con
siguiente
defensa de un
sistema de
gobierno
representativo
que incorpora
los
principios liberales a veces llamado repb lica; otras, democracia).
3. El discurso liberal: democracia y representacin
En
este contexto escribe James Madison (1751-1836)
su
conocido artcu
lo,
El Federalista
n.o en el que
aborda
el problema bsico
de
los gobiernos
populares: el peligro del gobierno de la mayora. Pero para describir adecua
damente
su
planteamient o, hay que
decir que
este autor es
ante todo
un liberal
que, inspirado
en
Montesquieu, incorpora algunos de los principios republi
canos,
aunque
en
el
conjunto final quedan bastante desdibujados
4.
Cuando se
plantea
la forma que
debe adoptar el
gobierno
popular,
como ya hemos
ade
lantado, parte del rechazo total de lo
que
denomina las democracias puras.
Al razonamiento ya conocido basado en las diferencias
insalvables
de tama
o, complejida d y extensin, une la conviccinde que tampoco son deseables
en las condiciones modernas. Por
su
inestabilidad e intolerancia, al conside
rarlas
gobernadas por
las pasiones
de la
mayora sin que
exista
ninguna ga
ranta de los derechos individuales, las democracias antiguas resultan total
mente inadecuadas como modelo organizativo. El objetivo
de
los estados
modernos es
articular
el diseo instituc ional de un gobierno
popular
que per
mita el control del poder y la salvaguarda de los derechos individuales en
territorios extensos. Y como hemos comentado, el problema fundamental,
que se convirte
en la
pesadilla liberal y
justifica
su recelo
ante la
extensin de
la participacin, es la existencia y consiguiente amenaza para
la
estabilidad
poltica
de
las facciones, sobre todo de
una
faccin mayoritaria. Pero al ser
algo inevitable,
lo que
hay que intent ar
es
controlar sus
efectos.
La solucin
vendr dada, por una lado, por el gobierno representativo, que reduce los ries
gos de las
democracias
puras al
introducir
l
filtro de un
cuerpo
de
represen
tantes que son los ms competentes para articular lasdemandas populares te
niendo en
cuenta
los verdaderos intereses del pas. El que sean elegidos y
responsables
disminuye
a la vez las posibilidades de que los
gobernantes
abu
sen del poder o persigan nicamente sus intereses particulares. Otra de las ga
rantas la proporciona la estructura federa l, que supone otra forma, junto a la
clsica ( ejecutivo, legislativo, judicial ), tambin reivindicada, de divisin del
poder
como mecanismo de
control. Adems, la amplitud de
la
extensin terri
torial ocupada por los estados, en lugar de ser un obstculo para
la
democra
cia, contribuye a sta
al
constituir un cuerpo plural con
intereses
variados en
el que es dific il
que
se formen esas temidas mayoras opresoras .
Con este
diseo
institucional, en palabras de M. Diamond (1987), Pu
blius
5
afirma
haber
sanado los
hasta entonces
males incurables del gobierno
popular,
permaneciendo
perfectamente consistente
con
el
principio
de go
bierno popular,
que
deposita la
soberana en
los muchos.
Para completar nuestra descripcin
del
modelo represen tativo a partir del
cual se desarroll el sistema poltico norteamericano, es interesante mencio
nar
la distincin que
realiza
G. S.
Wood (1995) entre
representacin
virtual
y representacin real. La repblica representativa de Los Federalistas es una
concepcin del gobie rno elitista. Los ldere s elegidosno representan a los ciu
dadanos, sino que son aquellos que por su especial virtud y conoci mien to van
a tomar las
decisiones
ms adecuadas
para
lograr el bien
comn. Sin
embargo,
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ElenaGarciaGuitin
como seala
dichoautor,
en
laigualitaristasociedad
norteamericana
estecon
ceptode
la
representacinpronto
fue
superadoydiolugarala concepcinque
estpresente en todaslassociedades democrticasmodernas: larepresenta
cin como representacin
de
intereses.
En
unasociedad
comp
lejaenla
que
existeuna
gran
pluralidady variedad, losrepresentantes son aquellasperso
nascon lasquecompartimosinteresesyquevanahacerlos valer polticamen
te.
Para lograr
unaadecuadarepresentacin,portanto,no se necesitauna
cua-
lificacin
especial,nipara
elegir
ni paraserelegido,
pero s se
requiereque
todos puedan votar.
La poltica se
convierteenlacompetencia
de
intereses,
concepcin
asumida
de forma
generalizada en
las
democracias
actuales.
Mientras
en
losEstados
Unidos
triunfabaelgobierno popular represen
tativoyen Inglaterraseconsolidaba elmodelomixto(representativo,pero
no
popular) por elqueLockemanifestaba suspreferencias,tiene lugarunhecho
i
histricorelevanteque afectar al devenirde la
tradicin
liberal:laRevolu
cin francesa.Yparaevaluarsu repercusinenlas
posturas
liberalesnosre
1
feriremosal trabajodeBenjamin
Constant
(1767-1830),uno de susrepresen
3
tantesdestacados.
Su pensamientosedesarrolla,en primerlugar, como reaccin alosinten
tos
de
entronqueconlasrepblicas antiguasdelasteorasypropuestasdelos
revolucionarios,particulannente laversinrousseauniana.
El
idealdelade
mocracia directaodemocraciapura fueutilizadocomo mito duranteelpero
:1
do revolucionarioy comoseala B.Fontana(1995),tuvogran influencia
en
el
i
imaginariopopularcon
su exaltacin de
la
participacin
ciudadana,
ladedica
cin ala defensadelarepblicaylos valoresdelhonor,
patriotismo
yvirtud.
La democracia
jacobina
lleg aconsiderarseincluso
su
plasmacin
real
en
el
mundo
moderno.Pero uno de losefectosde esa encamacin
es
que
los excesosdeljacobinismo sirvieroncomo
prueba
que conflIlllaba
lo
quemuchos autoreshaban
adelantado:
laindeseabilidad
de
la democraciadi
rectaen lassociedadesmodernas. De estemodo,el rgimen
que
sigueala
cada de losjacobinosdesde
un principio se
organiza
como
un sistemarepre
sentativo.Apartirdeestoshechos, lasdiscusionestericas se centrarnen la
amplacinorestriccindelsufragio dentrodelmarcoofrecido
por
elmodelo
de
gobierno representativo.Y
sobre
esta basese
construyen
lasdemocracias
actuales.Sin embargo,no
debemos
olvidarque el
modelo
de democracia
puraha llegadohastanuestrosdas como idealaalcanzar,yes utilizadopor
algunos
de
loscrticosdela
democracia
moderna,
entendida
ya
COmo
demo
craciarepresentativa.
Volviendoanuestradescripcin
de
latradicinliberal,
hay
quedestacar
que,trasel torbellinorevolucionario,unadelasprimerasnecesidadesdelos
tericospolticosfuelaredefinicin de ciertosconceptos.Por ello,
en
sucele
brrimo
ensayoDelalibertadde
los
antiguoscomparada
con
ladelosmoder
nOSH
Constant
plantealaincongruenciadeintentaraplicar
los
modelosclsi
cosalassociedadesmodernas,utilizando razonesyaconocidas: inadecuacin,
impracticabilidad..Pero esta vez el argumentodeterminante loconstituyela
aIi22
3.
El
discurso
LiberaL: democracia y
representacin
afirmacin dequeen lassociedadesmodernaselvalor fundamentaleslaliber
tad,que tiene
un
significadodistintodelquele
otorgaban los
antiguos.Se
trata
de reivindicarlalibertadindividual frentealalibertad
poltica
departicipacin
en los
asuntoscolectivos. Lo importanteesquelos
ciudadanos
puedandisfru
tar
en paz de suprivacidadsin que existainterferenciapor parte delEstado,yla
participacin
poltica,ncleo delconceptodelibertad
de
losantiguos,se
con-
vierte
en
algosecundario, aunque noporelloirrelevante.Apartirdeestaidea,
elobjetivo polticofundamentalserconseguirla proteccin deunmbito
de
loprivado enelquelos
individuos
desarrollensuautonoma yconsigan
su
au
torrealizacin
siguiendo
sus propios
intereses,
que
se correspondecon la exi
gencia
dequeelpoderpoltico est limitadoycontrolado. Paralograrlo,si-
guiendo aMontesquieu,Constant adoptaruna
perspectiva
pragmtica
que
le
har
insistiren
la
importanciade losarreglosconstitucionales.
Esta concepcinrepresenta elcontenido
bsico del
liberalismopoltico,
que en
palabrasdeG. Sartori 1992) seralateora ypraxis de laproteccin
jurdica, pormediodel
Estado
constitucional,de la libertad individual.De
nuevo
el modeloorganizatvopropuestoser
la
repblica representativa:
El
sistema representativo
es
una procuracin
dada
aun cierto nmerodehom-
bres por lamasadelpueblo que quierequesus intereses sean defendidos,y
que, sin embargo,no
tiene
siempre eltiemponila posibilidad dedefenderlos
por s mismo.Quinesson los representantesyquines los eligen?Aunque
todos los ciudadanosson iguales antelaleycomo miembros delacomunidad
poltica
sloseles
permite
su
ejercicioactivo
elegir
y
ser
elegidos)si
su po-
sicin
en elsistemaeconmico garantizasucomprensin de losasuntosp-
blicos ysu apegoalapropiedad. Porquelafinalidad
de
los representanteses..
promover losinteresesnacionales yelbienpblico. Pero
esta
restriccinno
es
indicativa
deuna
cerrada oposicin
alaextensin del sufragio,sinoms
bien
expresin delreceloliberal antela
participacin poltica
delas
clases
ms desfavorecidasycon menos educacin.
En elmodeloqueConstant
nos
ofrece,juntoalarepresentacinaparecela
exigencia dequeexistauna divisindepoderesy tambin comomecanismo
de
control,
unapoderosaopinin pblica.Estaltima
es
un fenmeno
nuevo
surgido
con
la invencinde la
prensa
yeldesarrollo de la sociedadcivil,
que
permitiria,
por un lado,
la
contribucinaldebatepoltico
de
la claseintelectual
y,por otro,laeducacinde las clasesbajas.Perohay que destacarque,unavez
ms,
loimportantenoes
tanto la
formadegobierno
adoptada,
quedepende
so-
bre
todo delatradicin
poltica,
comoquesetratede un poder limitadocuya
fuente de legitimacin
sea la
soberanapopulary
que
proteja unconjunto
de
derechos
individualesque delimiten
un
reade
no
intervencindelEstado.
Podemos
concluir
entoflces que
lorelevante
para
latradicindellibera
lismo democrticoque
estamos
describiendoes que de estaspolmicassal-
dr reforzadalaidea
de gobierno
representativocomo
el nico
legtimoy
de-
seable en lassociedadesmodernas, elcual
incorpora
los principiosliberales
y,a
la
vez,constituyeelncleo
de
lanuevavisin de
la democracia
Como se -
-
8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin
8/10
Elena Garca Guitin
ala R. Dahl (1993): La democracia moderna se configura como g obierno
representativo, que aparece para aplicar la lgica de la igualdad poltic a a la
gran escala del estado nacional, pero a la vez altera la naturaleza misma de
la ciudadana y del proceso democrtico.
Pero si nos hemos referido a lo que suceda en los Estados
Unidos
y en
Francia, no podemos finalizar este apartad o
sin
mencionar un hec ho i mpor
tante que nos obl iga a mirar hacia Espaa.
Durante
el conflicto que sigui a la
reblin contra los f ranceses en 1808, en nues tro pas se abre un peri odo pol
tico renovador q ue tiene su expresin en l a elaboracin de la Constit ucin de
Cdiz
de 181;2.
Tanto el texto constitucional
como
el
discurso prelmnar
6
que
1 acompaa son una plasmacin de las ideas liberales de la poca: soberana
nacional, monarqua limitada, separacinde poderes y proclamacin de dere
chos y libertades individuales. A pesar de su breve existencia (1812-14/
1820-2311836-37 ,
sirvi como inspiracin a documentos similares posterio
res, y su proclamacin contribuy a popu larizar en toda Europa la denomin a
cin liberal, que era el adjetivo espaol utilizado para referirse a los defen
sores de estas ideas frente a los serviles.
1.3 El liberalismo democrtico
Partiendo de este ncleo de principios que conformanla visin comn liberal
cada autor aadir elementos que pertenecen a tradiciones distintas:
la
repu
blicana, la democrac ia radicaL, por lo que tampoco resulta fcil hablar de
una nica teora liberal democrtica. Pero las dos amplias tendencias que se
suelen diferenciar dentro del liberalismo democrtico son las que conciben la
democracia como proteccin y la democra cia como desarrollo. Esta distin
cin, parece que
ya
convertida en acadmica, separa a aquellos a utore s que
defienden la participac in popular como derivaci n instrumental de los prin
cipios liberales de los que la consideran
un
element o moral autnomo.
1.3.1
La
democracia como proteccin
Como seala
D. Held
(1993), desde un
principio
los liberales exp resaro n la
necesidad de establecer lmites al poder pol tico legalmente sancionado, pero
ninguno desarroll su conclusin lgica:
la
proteccin de la libertad indivi
dual requiere ig ualda d poltica (formal) para proteger sus intereses, que es
la que da lugar a la democracia protectora. Sin embargo, hemos mostrado la
progresiva constat acin dentro de la tradicin liberal de la importancia de
la intervencin popula r como proteccin fre nte a l uso desptico delpoderpo-
ltico. En este sentido, hemos visto cmoMadison consideraba que el princi
pal problema
de
los gobiernos era la
existencia
de facciones y
cmo,
para
controlar sus efectos y evitar todo tipo de tirana (incluida la dela mayora),
-u4
3.
l
discurso libera l: democracia y representacin
defenda la partici pacin popular identifi cada con la existenciade un cuerpo
electoral extenso
que
puede cambiar a sus representantes.
Otros autores, como J. Bentham
(1748-1832)
Y
J.
MilI (1773-1836), 1
enfocarn
desde
otra perspectiva tambin instrumental: slo el gobierno
democrtico permite que las decisiones polt icas sean verdadero refl ejo de los
intereses individual es (pues los polticos tien den a seguir sus prop ios intere
ses). La nica forma de impedir el abuso de poder por parte del gobierno es
hacer que la mayora pueda revocar
con
frecuencia a los
gobernantes,
que
tienden inevitabl emente a gobernarsegn
su
inters y a corromper se. Aun
que la lgica de
esta
idea conduce necesari amente a la univers alizacin del
sufragio, estos autores, sin embargo, defendieron restricciones a este derecho.
Por ello, puede ser ilustrativo reflejar
aqu los
comentarios de
C
B Macpher
son (1991) referi dos al liberalismo democrtic o: El modelo de democracia
liberal no result posible hasta que los tericos l principio unos cuantos, y
despus la mayora de los tericosliberales- encontraron motivos para creer
que la norma de
"un
hombre, un voto" no sera peligrosa para la pr opiedad ni
parael manteni miento de la sociedad
dividida
en clases.
1.3.2
la
democracia como desarrollo
Adems de ser
algo
instrumental, algu nos pensadores consideran que la par
ticipacin p oltic a
en
instituciones democrticas contribuye
al
desarroll o mo
ral y social de los ciudadanos, que se
vuelven
ms activos e i nstru idos (mejo
res moralmente). Desde esta perspectiva, como seala D. Held (1993), se
valora la
democracia
como medio necesario para que la humanidad mejore,
para conseguir una sociedad ms libre y
ms
igual que permita el desarrollo
de la person alidad de todos los individuos. Esta visin posibilitaun tipo de
democracia liberal ms radical, que no slo exige la extensin del derecho al
sufragio sino
que tambin abre
el
camino a la participacin ms all de la
eleccin de representant es.
En
muchos
autores liberales,
sobre
todo de la tradicin continental
(por ejemplo
Constant
o Tocqueville),
podemos
encontrar ms o meno s rei
vindicada esta funci n de la participacin, pero que se ve atenuad a
en
sus es
critos por la preponderancia de la
funcin
protectora. As, a
Constant
este
nfasis protect or l e conducir a la
defensa
del sufragio restringido, dejando a
unos pocos (propi etarios) las posibilidades de excelenciapersonal que per
mite la participacin poltica. A Alexi s
de
Tocqueville (180 5-1859 ) (vase
el texto 2.5) tambin le llevar a resalta r los aspectos protectores de la parti
cipacin frente a
su
contribucin a la
creacin
de ciudadanos mejores y
ms
sabios, idea
que est
presente en su
obra. Para
l, la participacin ciudadana
en una sociedad democrtica como la norteamericana se convierte en instru
mento fundamental para evitar el despoti smo generado por la crecie nte buro
cratizacin, que florece en un medio en el que los ciudadanos se han retirado
-
8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin
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Elena Garca Guitin
de la vid a pblica. Adems,
pero
como algo menos relevante, Tocqueville
afirma
que esa intervencin
en
lo pblico (sobre todo
en
el mbito de la so
ciedad civil) genera una dinmica transformadora
que
mejora a los ciudada
nos y dirige sus intereses hacia el bien comn, lo que constituye una nueva
versin de las ideas republicanas.
Por ello, el representante caracterstico de la vis in de la democracia como
desarrollo es John Stuart MilI (1806-1873), ya que
es
el nico que incorpora
. e sta forma de entender la participacin en el ncleo
de
su teora poltica.
Su
de
fensa de la democracia representativa como la mejor forma de gobierno se jus-
tifica fundamentalmente
en
que es la que permite
la
participacin de todos
todas), contribuyendo a hacer mejores personas.
Sin
embargo, en ltima ins
tancia, su postura resulta alg o ambigua. En primer lugar, parece que no sera
factible llevar a la prctica esa forma de gobierno en todo momento histrico,
sino que funcionaria ms bien
como
modelo ideal.
Y en
segundo lugar, MilI no
duda e n introducir el voto plural, reflejo de una visin bastante elitista, pues
no slo lo considera una barrera contra la legislacin de clase (parece que re
sultado inevitable de la extensin del sufragio),
sino
el medio adecuado
de
reforzar el peso de la visin
de
los intelectuales. Pero este autor polemiza so
bre otros elementos importante s dentro del discurso liberal , por 10 que su teora
merece una descripcin ms detallada.
La
obra de Mill supone
una
sntesis y r eelaboracin del pensamiento
-
beral clsico que enfatiza la necesidad de limitar el
poder
mediante toda
una
serie
de
mecanismos institucionales, pero, sobre
todo,
a travs del estableci
miento
de una lnea divisoria entre
lo
pblico (objeto
de
la accin del estado)
y lo privado (esfera de libertad personal y derechos individuales) tomando
como criterio el proporcionad o por el principio del dao the hann princi-
pie). A este tema, la cuestin de cmo realizar el ajuste entre la independencia
individual y la intervencin social, dedica su obra
ms
conocida,
Sobre la
li-
bertad, en
la que defiende
que la
nica razn por
la
cual el poder puede
ser
ejercido sobre un miembro de la comunidad cont ra
su
voluntad es evitar que
perjudique a otro. Pero hay
que
resaltar que esa intervenc in no tiene que ser
poltica. Siguiendo a Tocqueville, considera que ya no es slo preocupante el
poder
poltico, sino tambi n
el
ms difuso pero
no menos
amenazante
poder
social, que impone la tirana de la opinin pblica. De esta forma, lo privado
pasa a ser un mbito ms restringido que el diseado por autores liberales an
teriores
7
y se convierte
en
expresin de la independenci a personal.
Junto a sus propuestas sobre los lmites del poder y
la
intervencin social
en la vida de los individuos,
en
el
gobierno representativo
Mill aborda tam
bin el problema de determinar la forma ms adecuada de gobierno. El punto
de partida de su anlisis es la creencia de que un pueblo puede elegir el tipo de
gobierno deseado, pero dentro
de
ciertos lmites impues tos por el grado de ci
vilizacin en que se encuentre.
La
forma ideal, slo posibl e cuandose hubiera
llegado a un alto grado de desarro llo social y personal , se ra el gobierno popu
lar representativo, porque es el que promueve el desar roll o de ciudadanos ms
3. l discurso liberal: democrac ia represe ntaci n
virtuosos e inteligentes y a
la
vez, el
que
mejor utiliza esas cualidades
para
su
funcionamiento eficaz. Su defensa de esta forma de gobierno, a diferencia
de
la realizada por autores anteriore s, est basadaen
que
favorece la participacin
de los individuos contribuyendo a formar su personal idad. Y esta considera
cin deriva directamente de
su
concepcin de
los
hombres como seres que se
autodesarrollan siguiendo sus propios planesde vida y que son susceptibles de
perfeccionamiento. Sin embargo, la exposicin de estas ideas introduce mu-
chas ambigedades.
En
su modelo representativo, el cuerpo legislativo forma
do por los representantes elegidos por el pueblo es el que ejerce el control en
ltima instancia, y cohabita
con
un ejecutivo compuesto por
-
8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin
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Elena Garca Guitin
3 Los aspectos republicanos de su teoria se han analizado en el captulo anterior.
4 R. W. Krouse 1985) comenta cmo al final, haciendo de la necesidad virtud, Madi
son realiza una autntica revisin de la teora tradicional del republicanismo
abandonando
sus dos valores principales: la participacin comn en la vida poltica de la COmunidad y el
fomento del espritu pblico mediante la educacin poltica.
Para una valoracin de sus elementos republicanos vase tambin el cap tulo anterior.
5 Seudnimo utilizado por los fuderalistas.
6
El discurso
preliminar
de la Constitucin
de Cdiz
es una obra colectiva
que
surge
de la discusin de la comisin encargada de
elaborar
la Constitucin y se presenta
sin
fir
ma. Pero normalmente se atribuye su paternidad a A. de Argelles por haber sido
el
redac
tor principal del
borrador
que se discuti (que
no parece
haber sido modificado en profun
didad) y adems,
el
encargado de leerlo ante las Cortes.
7
En Constant,
por
ejemplo, lo pblico
era lo
poltico, y lo privado, el
comercio
y las
relaciones sociales
y
personales.
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3. El discurso ti oeral; democracia
y
representacin
2. Textos
2.1 John Lock e:
Segundo tratado sobre
el
gobierno dvil
Captulo 8. Del origen de las sociedades polticas
95. Al ser los hombres, como
ya
se ha dicho, todos libres por naturaleza;
iguales e independientes , ningunopuede
ser
sacado de esa condici n
y
puesto
bajo el poder
poltico
de otro sin su propio consentimiento. El
nico modo
en
que alguien.se
priva
a s mismo de su libertad natural y se somete a las atadu
ras de la socied ad civil, es mediante un acuerdo con otros hombres, segn
el
cual todos se unen formando una comunidad, a fin de convivir los unos con
los otros de una
manera
confortable,
seguray
pacfica, disfrutando sin riesgo
de sus propiedades respectivas y mejor protegidos frente a quienesno forman
parte de dicha comunidad. Esto puede hac erlo cualquier grupo de hombres,
porque no daa la libertad de los dems, a quienes se deja, tal
y
como esta
ban, en estado de naturaleza. As, cuando un grupo de hombres ha consentido
formar una
comunidad
o gobierno,
quedan
con ello incorporados en
un
cuer
po poltico en el que la mayora tiene el d erecho de actuar y decid iren nombre
de todos.
96.
Pues
cuando un nmero cualquiera de hombres, con el consenti
miento de
cada individuo, ha formado
una
comunidad, ha hecho
de esa
comu
nidad un cuerpo
con
poder de actuar corporativamente; lo cual
slo
se consi
gue mediante la voluntad y determinacin de la mayora. Porque
como
lo que
hace actuar a una comunidad es nicament e
el
consentimiento
de
los indivi
duos que hay
en
ella, y es necesario que todo cuerpo se mueva
en
una sola di
reccin, resu lta imperativo que el cuerpo
se
mueva hacia
donde lo
lleve la
fuerza mayor, es decir , el consenso de la mayora. De no ser as, result ara
m-
posible que actuara o que continuase
siendo
un cuerpo, una comuni dad, tal y
como el consentimientode cada individuo que se uni a ella acord que deba
ser. y as,
cada
uno est obligado,
por
consentimiento, a someterse
al
parecer
de la mayora. Vem os, por lo tanto, que en aquellas asambleas a las que se ha
dado
el
poder de actuar por leyes positivas , cuando un nmero fij ono ha sido
estipulado por la
ley
que les da el poder, el acto de la mayora se toma como
acto del pleno;
y
desde luego, tiene capacidad decisoria, pues tiene el poder
del pleno, tanto
por
ley de naturaleza
como
por ley de razn.
97. y as, cada hombre, al consentir con otros en la formacin de un
cuerpo poltico bajo un solo gobierno, se pone a s mismo bajo la obligacin,
con respecto a
todos
y cada uno de los miembros de ese cuerpo,de someterse
a las decisiones
de
la mayora y a se r guiado por ella. Si no, ese pacto original
mediante el
que
un individuo acuerda con otros incorporarse a
la
sociedad, no
significara nada;
y
no habra pacto
alguno
si el individuo quedara completa
Alianza
Editorial,
Madrid, 1994.
http:///reader/full/alguien.sehttp:///reader/full/alguien.se