garcia alvarez 1992

5/14/2018 Garcia Alvarez 1992 - slidepdf.com

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Communiosegunda epoca, afio 14, mayo-junio 92

LA P,EDAGOG A

CRISTIANA

estudios

J . VAN DER VLOET, La fe como fundamento de Ia pedagogiaJ . J . AYAN , justino, fi16sofo y marrir

J . GARdA ALVAREZ, El dialogo «De Magistro» de San Agustin

testimonios

S. GENNARINI, Un testimonio a e evangelizacionen los paises del Este

libros

L . F. LADARIA, La «Epideixis» de San Ireneo de Lion



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Manuel Sanchez Caro, Jesus Sanz, Fernando Sebastian.

Charles Peguy, EI dinero

Una revista no esta viva mas que si cada vez deja descontenta a una

quinta parte de sus suscriprores. La justicia consisre solamente en que no

sean siempre los misrnos quienes se encuenrren en esa quinta parte. De

otro modo yo diria que, cuando nos dedicamos a no molestar a nadie,

caemos en e 1 sistema de esas enorrnes revistas que pierden miI1ones, 0 "

los ganan, para no decir nada, 0 mas bien, por no decir nada.



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REVISTA CATOUCA INTERNACIONAL

Communio

segunda epoca afio 14 mayo-junio 92

editorial

JULIAN CARR6N

La pedagogia cristiana ',....................... 198

panorama

ANGEL SUQUIA

La nueva evangelizacion: algunas tareas y riesgos de la

hora presente.................................................. 201

MODESTO ROMERO

estudios La pedagogia cristiana

JOHAN VAN DER VLOET

La [e como [undamento de la pedagogia .

JUAN JOSE AyAN

Divagaciones en torno a un maestro cristiano: [ustino,

[ilosofo y mdrtir .

JAIME GARCIA ALVAREZ«Uno solo es vuestro maestro, Cristo». El dialogo

«De Magistro» de San Agustin .

testimonios

STEFANO GENNARINI

Un testimonio de evangelizaci6n en los paises del Este.. 259

Aproximaci6n al curriculo oculto en el sistema educativo. 223

231

239

251

libros

LUIS F . LADARIA

La «Epideixis» de San Ireneo de Lion....................... 267

1 9 7



editorial

La pedagogia cristianaJULIAN CARR6N

Algo no funciona en la pedagogia cristiana. Nunca se ha dispuesto

de un comingente tan numeroso de catequistas formados a rraves de los

no menos abundanres centres de formaci6n ni de mas mareriales,

publicaciones e instrumentos para la catequesis y, sin embargo, los

resultados no parecen ser muy halagiiefios. «EI carasrrofico fracaso dela catequesis moderna -ha escrito el cardenal Ratzinger- es demasiado

evidence». A algunos les puede parecer exagerada esta afirmaci6n.

Pero, si una pedagogia cristiana se rnide por el tipo de hombre que

produce, los obispos espafioles parecen reconocer esra siruacion al

echar en falta cristianos en los distintos arnbitos de la vida publica. Uno

y otros no esran mas que llamando la atenci6n sobre algo que ya

subrayo el Vaticano II: la desconexi6n entre la fe y la vida. EI tipo de

hombre que surge de una determinada pedagogia ya no es capaz de

vivir de una forma unitaria la propia vida. Es decir la fe crisriana no

conforma ya la vida de muchos cristianos.2Que esra sucediendo? (Por que tantos esfuerzos generosos acaban

abocados al fracaso? (Como moverse en esra siruacion? El problema no

es insignificame: se rrara de la capacidad que riene una generaci6n de

transmitir la fe recibida. Y esta cuestion plantea la pregunta crucial: 2es

que Cristo ya no inreresa al hombre de hoy? 2Ha perdido el crisrianismo

la capacidad de fascinaci6n que tuvo en otros tiempos? (No tiene ya Ia

potencia de generar una «criatura nueva»?

La debilidad de la transmisi6n es un signa evidente de Ia debilidad

de la experiencia vivida. Lo que uno no tiene interes de transmitir

persuasivamente en el Iondo es porque tampoco Ie inreresa de forma

198



La pedagogia crisriana

radical. Esta debilidad no puede ser subsanada con el mero recurso a

tecnicas, materiales 0 dinarnicas de grupo. Estos instrumentos carecen

por si mismos de la capacidad de suscitar un inreres duradero por el

cristianismo, de generar un «hombre nuevo».

Pero esta situaci6n no es inevitable. No siempre sucedi6 asi. «Es

interesante recordar que la Iglesia antigua desde finales del periodo

apost61ico desarrollo como Iglesia una actividad misionera relativamente

reducida, no tenia ninguna estrategia propia para el anuncio de la fe a

los paganos y, no obstante, su tiempo fue un periodo de gran exito

misionero. La conversi6n del rnundo antiguo al cristianismo no fue el

resultado de una actividad planificada, sino el fruto de la verificaci6n de

la fe en el modo como se hacia visible en la vida de los cristianos y en

la comunidad de la Iglesia. La invitaci6n real de experiencia a experiencia,

y no otra cosa, fue, humanamente hab1ando, la fuerza misionera de la

Iglesia antigua. La comunidad de vida de la Iglesia invitaba a 1a parti-

cipaci6n en esta vida, en la que se desvelaba la verdad de 1a que

provenia esta vida. Y, viceversa, la apostasia de 1a edad rnoderna se

funda en 1a ausencia de verificaci6n de la fe en 1a vida de los cristianos.

Aqui reside 1agran responsabilidad de los cristianos hoy. Ellos deberian

ser puntos de referencia de 1a fe como personas que saben de Dios,

demostrar en su vida 1a fe como verdad para convertirse en indicadores

del camino para los orros, La nueva evange1izaci6n, de 1a que hoy

tenemos tan urgente necesidad, no 1a rea1izamos con teorias astutamente

escogidas ... S610 1a conjunci6n entre una verdad en sf convincente y 1averificaci6n de esta verdad puede hacer brillar aquella evidencia de la fe

esperada por e1 coraz6n del hombre; s610 a craves de esta puerta entra

e1 Espiritu Santo en el mundo» (Mirar a Cristo, Valencia 1991,37-38).

Estas palabras del cardenal Ratzinger ponen de rnanifiesto los

limites de gran parte de la pedagogia cristiana moderna. La transmisi6n

de la fe no depende de rebuscadas teorias pedag6gicas realizadas por

expertos en catequesis, sino de comunidades vivas cuya presencia suscita,

en quien las encuentra, el deseo de participar en su vida. De 10 que hoy

estamos verdaderamente necesitados es de personas para las cuales la

fe sea una experiencia vivida en todos los ambitos de la vida y quetengan la pasi6n de comunicarla a 1a experiencia que viven otras

personas. Para que 1a fe sea una experiencia es necesario que la persona

la haya verificado en su propia vida. S610 entonces es posib1e transmirir

una experiencia que tiene la capacidad de dar raz6n de la adhesi6n que

ha hecho ante cualquiera que se 10 pida. Y de rnedirse, sin comp1ejos,

con cua1quier otra experiencia.

Quien ha hecho esra experiencia comprende que 1a transrnision de

la fe no puede pasar por encima de la libertad de la persona. Es mas,

exige esa libertad. S610 a quien, al encontrar la comunidad cristiana,

acepta libremente participar en su vida, se le desvela la verdad que esavida contiene. Como la verdad de una persona, solo se nos desvela

199



Julian Carron

conviviendo con ella. Sin irnplicarnos en esta convivencia, jarnas se nos

desvelara la verdad que su compafiia supone para nosotros.

Y esto es asi, porque el crisrianisrno no es un conjunto de verdades

abstractas desvinculadas de la persona de Cristo, sino una vida que s610

se comprende participando en ella. Como al principio. EI cristianismo

para los discipulos consisti6 en encontrar a una persona. Implicados en

una convivencia sistematica con ella, fueron apareciendo los signos que

hacian razonable seguirla. Con ninguna otra persona sucedia 10 rnisrno

que con el. Estando con el se experimentaba una plenitud de vida

incomparable. «S610 el tenia palabras que llenaban la vida». Por eso,

seguirle era 10 mas razonable.

En el seno de la comunidad se ofrece a la raz6n y a la liberrad del

recien llegado las razones de su propia vida para que puedan ser

verificadas por el. La falta de esra verificaci6n constituye, a juicio del

cardenal Ratzinger, la causa principal de la apostasia moderna. Muchos

cristianos, por falta de esta verificaci6n, se han quedado sin razones

para seguir adhiriendose al cristianismo. Lo han desechado, en muchos

cas os, antes de haberlo siquiera probado, influidos por una mentalidad

para la que el crisrianisrno ha perdido su vigencia. La potencia de esa

meritalidad, reforzada por los medios de comunicaci6n, ha puesto de

relieve la fragilidad de un crisrianismo, del que no se habia hecho

experiencia y se carecian de razones para seguir adhiriendose a el.

En esta situaci6n, (que puede despertar de nuevo el interes por el

cristianismo? Que el crisrianisrno vuelva a ser un acontecimiento comoal principio. «El cristianismo -ha dicho el cardenal Suquia- consisre

en que suceda hoy, en la vida de los hombres, aquello rnismo que les

sucedi6 a Zaqueo, a la Samarirana, a Levi y a la pecadora perdonada, a

Pedro, a Andres y a Juan, al paralitico de la piscina y al ciego de

nacimiento. Cuando un hombre puede decir con verdad: "Yo s610 se

que antes no veia y ahora veo'', 0 "nosotros hemos oido y sabemos que

este es el Salvador del rnundo", entonces sucede el cristianismo»,

Unicamente un aconrecirniento asi puede tener suficiente capacidad

persuasiva para implicarse en su verificaci6n. Entonces podra aparecer

con claridad hasta que punto el cristianismo es la respuesta a la esperadel coraz6n del hombre. «S610 la conjunci6n entre una verdad en siconvincente y la verificaci6n de esta verdad puede hacer brillar aquella

evidencia de la fe esperada por el coraz6n del hombre».

Nota biografica

Julian Carron Perez nacio en 1950. Sacerdote de la diocesis de Madrid. Doctor en

Teologia. Profesor de Sagrada Escritura en el Centro de Estudios Teologicos «San

Darnasc» de Madrid. Director de la edicion espanola de Communio.

200



panorama

La nueva evangelizaci6n:

algunas tareas y riesgos

de la hora presence=

ANGEL SUQUfA

1 . EI Sinodo sobre Europa en el contexto actual

Europa, y Espana en ella, riene hoy ante S 1 una gran tarea. Es una

tarea fundamental, porque 10 que esta en juego en esta hora es nuestrofuturo, la misma existencia de Europa como identidad espiritual y

cultural. Por eso no es posible dejar pasar irresponsablemente la llamada

de la hora que estamos viviendo sin correr un inmenso riesgo. Podria

definirse la tarea que hoy se abre ante nosotros como una «rehabilitaci6n

de 10 humano»', de 10 mas espedficamente humano, es decir, de la

libertad y del amor.

La forma que asume esa tarea, en el Este como en Occidente, es la

de un gran esfuerzo de reconstrucci6n humana, moral y social. Mucho

de 10 que ha servido como punto de referencia para las sociedades

europe as en estos dos ulrimos siglosha sido puesto en cuesti6n, se haderrumbado por su propio peso, 0 manifiesta una fragilidad notoria,

que consigue encubrir a duras penas su falta de credibilidad '. Conceptos

* Discurso inaugural de la LVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Espafiola (18

de mayo de 1992).

I La expresi6n esta tom ada de la obra de]. Ratzinger, Svolta per I'Europa? Chiesa e modernite

nell'Europa dei rioolgimenti, Roma, ed. Paoline, 1992, p. 127.

1Cfr. Sinodo especial para Europa, Declaraci6n final, n. 2: «EI colapso del comunismo pone

en crisis todo el itinerario cultural, social y politico del humanismo europeo, en cuanro que esta

marcado par el ateisrno, no 5610 en su forma marxista, y dernuesrra con hechos, no s610 con

principios, que no se puede separar la causa de Dios de la causa de los hombres». Cfr. ya las obras

de H. de Lubac, Le drarne de l'hurnanis-me atbee, Paris, ed. Spes, 1944; Aibeisme et sens de

201



Angel Suquia

fundamentales de la vida social y politica que parecian inamovibles

hace apenas unas decadas, se yen hoy sornetidos a duras crlticas 0

desaparecen silenciosamente del horizonte cultural. La fundamentaci6n

de los valores morales y del comportamiento humano aparece, cuando

menos, incierra, y con ella se debilitan tarnbien los cimientos de laconvivencia social. La violencia, en cien formas diferentes, se instala en

la vida cotidiana, falsea las relaciones de la persona consigo misma y

con sus semejantes, y genera un progresivo desinreres de las personaspor la construcci6n de una «politeia» humana. Hasra la tarea de construir

seriamente la propia vida pierde inreres. Como no se espera gran cosa

de la vida, la felicidad se hace consistir en la evasi6n, y se conHa la

realizaci6n de la vida a la suerte, 0 a la magna industria del enrrereni-

mienro, Aspectos parciales y secundarios de la vida ocupan el lugar

central en el trabajo, en las preocupaciones y en la conversaci6n.

Este fen6meno tiene, que duda cabe, matices y tonalidades bien distinrasen el Este de Europa y en Occidente. Alli se rrata de reconstruir casi por

entero una vida social, econ6mica y politica mas sana, a partir de las minas

dejadas por un sistema que ha desrruido casi todo, puesro que habla ocupado

todos los espacios de la vida social y de la conciencia. Al caer, el sistema ha

dejado de golpe al descubierro toda la arbitrariedad que se esccndia derras

de su vado discurso de modernidad y de progreso. Vado, esa es la palabra.

Un vado que esta en sl mismo lleno de riesgos imponderables, y que no es

posible llenar con las viejas ideas que 1 0 han provocado.

Entre nosotros la situaci6n es y no es distinta. Tarnbien aquf la

palabra vado viene esponraneamenre a los labios, aunque se trata de unvado en parte diferenre. EI rasgo mas caracterfstico consiste acaso en

un desasosiego espiritual cada vez mas profundo, que, en medio del

bienestar econ6mico, hace surgir la desesperacion y el desencanto, una

especie de violencia profunda frente a la realidad. Ningun sistema

social necesita tanto como el dernocrarico de un s6lido soporte moral,

pero cuando la persona humana y la sociedad intentan comprenderse a

si mismas en el horizonte cerrado de la pura inmanencia, se dificultan

notable mente la posibilidad de tenerlo, y aS1corren el riesgo de minar,

l'bom me, Paris, ed. du Cerf, 1968. La puesta en cuesrion radical de Ia racionalidad de Ia hisroriay del humanismo europeos Ia Ilevaron a cabo en primer lugar Nietzsche, y desde otra perspectiva,

rarnbien Kierkegaard. Luego el exisrencialisrno de enrreglierras recogi6 en parte la herencia de

Nietzsche. Pcro el movimiento exisrencialista no supo 0 no pudo superar las tcndencias individua-

lisras y nihilistas que habia en el. Por ello se vio finalmenre absorbido por el marxismo, que redujo

la crisis del hombre europeo, denunciada por Ia filosofia de la exisrencia, a crisis del inrelecrual

pequefio burgues. Tarnbien Ia llarnada «Revoluci6n del 68» ha sido basicarnente absorb ida

dornest icada por la sociedad de consume. A esros tres mementos de Ia crisis de la modernidad

antes de los acontecirnienros del 89, habria que afiadir la cririca de la escuela de Frankfurt, y el

impacto de bechos como 10 guerra de Vietnam, 0 el peculiar desarrollo de los medios de

eomunicaci6n. En el Esre, habrfa que sefialar los seminarios filos6ficos de Leningrado y Moscu, los

movirnienros como «Carta 77" en Cheeoslovaquia, la Iireratura del «Sarnizdar» y, sobre redo, el

nacimiento del sindicato polaeo «Solidarnosc».

202



La nueva evangelizaci6n: algunas tareas y riesgos de la hora presente

no solo la imagen y la credibilidad, sino el propio fundarnento de la

democracia. La desatenci6n a la verdad de la ley moral, inscrita en el

corazon del hombre, no es menos peligrosa para la vida humana que la

desarencion a las leyes fisicas 0 a las de la salud corporal. La libertad es

el bien mas grande de la persona, la condicion necesaria del amor. Pero

hay un cierto modo de entender la libertad que es destructive, tanto

para la persona como para el cuerpo social. La persona humana com-

prende cada vez menos por que ha de tomar en serio y actuar respon-

sablemente para con unas instituciones que no parecen tomarle muy en

serio a ella, oi se muestran particularmente responsables con la verdad.En uno y orro caso, es ineludible una tare a de reconstruccion que,

empezando por la persona humana 'l la familia, llegue a todos los

ambitos y a todas las instituciones de la vida social. No veo, honesta-

mente, como esa reconstruccion indispensable pueda llevarse a cabo sinque se planteen de nuevo en los foros publicos algunas cuestiones

absolutamente fundamentales: cual es el senrido de la vida humana;

cual es el fundamento, el alcance y los lirnites de los valores morales;

quien tiene la autoridad para determinarlos 0 determinar su aplicaciony en virtud de que;' que es el mal, y que puede hacer el hombre contra

el; que valor tiene la religion para la vida, rarnbien para la vida politica

y la convivencia social. Mas aun, no veo como seria posible plantear de

nuevo estas preguntas de un modo util para los hombres si no es con

referencia a una comunidad de hombres y mujeres cuya forma de vida

contenga la respuesta a tales preguntas, y que este lealmente dispuestaa confrontar su experiencia con otras respuestas existentes 0posibles 3.

La actual actitud dominante de inhibicion ante estas cuestiones, funda-

mentales para el futuro de Europa y del mundo, hace casi imposible

toda verdadera reconstruccion social, y solo puede conducir a la repericion

insensata de los errores del pas ado, 0 al aumento progresivo de la

violencia y del desconcierto moral.

En esre conrexto es en el que hay que comprender la celebracion de la

Asamblea Especial para Europa del Sinodo de los Obis pos, celebrada en

el mes de diciembre pas ado. El acontecirniento en si mismo tiene una

singular significacion. En esta asamblea se han podido reunir, en efecto,por primera vez en rodo este siglo, los pasrores de las Iglesias del Este,

del Centro y del Oeste de Europa, para ayudarse a comprender juntos

; E I tern a del sujeto de la Doctrina Social de la Iglesia fue uno de los morivos cenrrales de la

critica de Gustavo Gutierrez a 1 0 Doctrina Social en su Teotogia de la Liberacion de 1972. La

Doctr ina Social -decia entonces Gutierrez- es ideologica, porque no tiene un sujero que la

verifique en 1 0 hisroria, y eso la hace toralrnenre ineficaz. EI Magisterio recienre, en cambio, pone

cada vez mas en primer plano el terna del sujero, de modo que la Doctrina Social aparece como

1 0 experiencia del pueblo de Dios en su caminar poria historia, su modo peculiar de comprender

la realidad y de incidir en ella, la manera como el Evangelic se encarna en la trama de la vida y

la hisroria concreto de los hombres. Cfr. Rocco Buttiglione, "Para leer la Ceniesimus annus», en

((","111"';0. Reuista c.uolica inicrnacional 13 (1991), 389-405.

203



Angel Suquia

el significado de los acontecimientos vividos en este siglo por cada una

de las Iglesias, intercambiar los dones y las experiencias de cada una, y

afrontar juntos la tarea de la Iglesia en esta coyuntura de la historia, tan

particular y tan nueva.

El Sinodo, dice la Declaraci6n final, es solo «el primer paso de uncamino que tenemos que continuar sin interrupcion» ". Pero se comprende

a la vez que Juan Pablo II haya dicho, en mas de una ocasion, que el

primer objetivo del Sinodo era «el Sinodo mismo». El Sinodo mismo,

el mero hecho de su celebracion, es un acontecimiento cargado de

esperanzas para la Iglesia y para la sociedad europeas, un hecho provi-

dencial. Acaso ninguna otra institucion europea podria todavia reunir

en rorno a una misma mesa de rrabajo.ry en un clima de cornunion de

criterios tan grande, a representantes de todos los paises europeos. Por

ello el Sinodo representa, por si mismo, un momento de vital importancia

en ellargo y sin duda dificil camino hacia la unidad de Europa. Quiero

decir, hacia una unidad que no este fundada solo en los intereses

politicos 0 econornicos. Los intereses son cambiantes y, por si solos,

acaban necesariamente dividiendo a los hombres, creando conflictos

entre ellos, si no hay un fundarnento mas profundo para la solidaridad.

Una verdadera unidad entre los pueblos de Europa, para ser algo mas

que una quimera, ha de construirse sobre la busqueda de la verdad de la

persona, unico fundamento posible al respeto por la identidad y los

derechos de los hombres y de los pueblos. Es decir, ha de construirse

sobre la posibilidad de una respuesta verdadera a las cuestiones de

fondo que han sacudido dramaticarnente, en estos dos ultirnos siglos, la

cultura europea.

Europa tiene hoy en su carne muchas cicatrices. Como en el relato

de los primeros capitulos dellibro del Genesis, ala ruptura con Dios ha

seguido inmediatarnente la envidia, el odio y la muerte entre los

hermanos S. La arrnonica sociedad prevista por la Ilustracion como fruto

de un abandono de los «prejuicios» cristianos, y de una aplicacion

sistematica de la razon inmanente, nunca ha llegado. Mas aun, ha

dejado tras de si una larga secuela de mentiras y de odios, de destrucciones

y guerras. Esta problernatica no afecta solo al mundo que estuvo

dominado por elrnarxismo, porque el ateismo y el materialismo practice,

que llevan dentro de si el mismo error antropologico que el marxismo,

estan muy difundidos en todas partes, quiza mas aun en nuestro mundo

occidental que 1 0 estuvo nunca el marxismo en los paises del ESLe.

«Realrnente toda Europa se encuentra hoy ante el desafio de tomar una

nueva decision a favor de Dios» 6.

Es verdad que existe en Europa, en este final del siglo XX, y sobre

i Sinodo especial para Europa, Declaracion final, proernio.

, C fr. G en 3-·4-,; Sinodo especial par" Europa, Declaracion final. n. I.

204




todo en las gcneraciones mas jovenes, un sincero des eo de unidad 7 ,

pero no es posible ignorar las dificultades historicas que existen para

que esa unidad pueda ser una realidad efecriva. La cornunion, en su

doble verriente de cornunion con el rnisrerio de Dios, en cuanto origeny meta de la vida, y de cornunion con todos los hombres, es acaso la

aspiracion mas profunda de la persona humana. A su vez, la cornunion

es el modo de ser de la Iglesia, su estructura mas intima, el signo

temporal y visible de la participacion de los hombres en la vida divina.

Pero la cornunion tiene, en Europa y en el mundo, much as barreras. La

Iglesia es cada vez mas consciente del papel que ha jugado la ruptura de

la cornunion en las Iglesias de Europa durante esre segundo milenio, no

solo en la descrisrianizacion, sino tarnbien en el drama que han estado

viviendo en los ultirnos siglos la conciencia europe a y los pueblos de

Europa.Algunas de las barreras mas poderosas y violentas para la realizacion

de la unidad entre los pueblos de Europa han caido junto con el muro

de Berlin y el Ilarnado «telon de acero», Pero seria una ingenuidad

pensar que basta con la caida de estas barreras materiales -que no eran

ni son las unicas existenres en Europa- para realizar autornaricamenre

la anhelada unidad, y para que los pueblos crezcamos en aprecio rnuruo,

en respeto y en solidaridad. La unidad y la convivencia solo seran

posibles si surge, en el horizonte presente de la hisroria europea, un

sujeto social capaz de construirlas pacienrernente, porque su experiencia

de vida y su respuesta a los interrogantes fundamentales del hombre lehacen capaz de amar a toda persona humana en tanto que persona,

participe del mismo misrerio y de la misma vocacion, por encima de

cualquier otra determinacion de raza, cultura y religion, pueblo, clase

social 0 adscripcion polltica.

EI Sinodo ha sido la expresion mas clara de la cornunion entre los

cristianos de Europa que es posible hoy. «Uri fruto del Espiritu Santo»,

han dicho los Padres Sinodales". Y a la vez ha tratado de impulsar esa

com union, para facilitar que surja ese sujeto que Europa y el mundo

necesitan, a la medida de los retos y los riesgos de la hora actual, y

teniendo en cuenta sin ninguna clase de censuras 1 0 que la experienciade estos siglos DOS ha ensefiado a todos. En esto precisamente consiste

su grandeza como acontecimiento.

II. Precisiones sobre la nueva evangelizaci6n

La tematica del Sinodo, sus preocupaciones de fondo, hasra el hecho

rnisrno de su celebracion, esran estrechamente vinculados con la urgencia

7 Cfr Juan Pablo II, DiXC/iTJfJ en fa clan vura de fa Asanible» cspecia! /hIrd Europe! de! Sinodo

de /0.1 Obispos (13-XJl-1 ')')I!. n. I, en Ecclesia, n 255') (21-XfI-19') 11, p. 17.

x Sfnodo especial para Europa, Dcclnracnrn find! ..proemio.

205



Angel Suquia

que hoy experirnenta la Iglesia de ernprender una nueva evangelizaci6n.

La nueva evangelizaci6n es el modo cat6lico de responder a la condicion

actual de nuestra sociedad, la aportaci6n espedfica de la Iglesia a esa

ineludible tarea de rehabilitaci6n de 1 0 humane en la humanidad misma

de los hombres.El concepto de «nueva evangelizacion», cuya historia se ha descrito

ya muchas veces, encierra mas de 1 0 que generalmente se supone. Es un

concepto riquisirno, cargado de supuestos y consecuencias; un concepto

que acaso expresa como ningun otro la conciencia que la Iglesia tiene

hoy de la situaci6n del mundo y de su situaci6n en el mundo, as! como

de su misi6n. Par ello importa mucho no hacer de el un «slogan» vado,

que sirve para todo, sino tratar de comprenderlo en todo su espesor.

l. Restauraci6n del pasadode Jesucristo

. .o testrmoruo

Antes de nada, me parece util tratar de deshacer algunos equivocos,

que contribuyen no poco a que «Ia nueva evangelizacion» se entienda a

veces mal. Por una parte, sobre todo desde fuera de la Iglesia, pero en

ocasiones tarnbien desde dentro, se piensa que la nueva evangelizaci6n

encubre mas 0 rnenos subrepticiamente el deseo de recuperar privilegios

que la Iglesia tuvo en el pas ado, 0 de irnponer a la sociedad plural de

hoy los valores propios de la Fe. Esos valores han regido la sociedad

europea en orros mementos de la historia, cuando la sociedad era

cristiana, 0 cuando, habiendo ya en parte dejado de serlo, todavia la

Iglesia, 0 mas bien, la jerarquia de la Iglesia, disponia de una cierta

cuota de poder en el terrene propiamente politico.

Textos magisteriales del mas alto nivel ponen en guardia a la

misma Iglesia del riesgo que supone comprender asi la nueva evange-

lizaci6n 9. La Iglesia sabe bien que la historia no se repite, pero adernas,

ella misma, la fe cristiana y hasta la sociedad han pagado demasiado

9 ASI, la reciente encfclica Centesimus annus, refir icndose a como In Iglesia ha ido expresando

su pensarnienro y ha seguido de cerca la evolucion de 10cuesrion social en esros cien afios, dice que«esro no 10ha hecho para r(cuperar privilegiosdel pasado 0 para irnponer su propia concepcion»

(n. 53). Y el mismo Sinodo europeo, en su Declaracio n final, afirma que «Europa no debe hoy

invocar simplernenre su precedenre herencia crisriana. Es necesario que se sirue eo condiciones de

decidir nuevarnenre su fururo en el encuentro con la persona de jesucrisro» (n. 2),10 que es ante

todo un rero y una llamada de arencion a la propia Iglesia. Para que las personas y los pueblos

puedan decidir de su futuro en relacion con Cristo ricnen que poder encontrarse con Cristo. Y para

ello la Iglesia tiene que proponer ese encuentro, hacerlo posible, con roda la verdad y transparencia.

«Por ello es misi6n urgente de la Iglesia ofrecer nuevarnente a los hombres y mujeres de Europa

el mensaje liberador del evangelio ( ...). La nueva evangelizaci6n no es el proyecto de una asf

lIamada "resrauracion" de la Europa del pasado, sino el estfmulo para redcscubr ir las propias

rakes crisrianas y para insraurar una civilizacion 01.15 verdaderamente crisriana, y par ello,

rambien mas pienamenre humana» (0. 3 ).

206



La nueva evangelizaci6n: algunas rareas y riesgos de la hora presente

caras esas situaciones de privilegio como para pensar que tales siruaciones

dan solidez a la experiencia de fe 0 al anuncio cristiano. No. Lo unico

que la Iglesia reclama, como un derecho del que por desgracia se ha

visto privada0

le ha sido restringido con frecuencia en los ultirnostiempos, en ocasiones y en latitudes diferentes, es la libertad de vivir

plenamente la Redencion de Jesucristo, de expresar publicarnenre la luz

que la Redencion arroja sobre la realidad y sobre la vida, y de proponerla

tam bien libremente a los hombres.

EI Sinodo y otros documentos de la Iglesia emplean la expresion

«rakes cristianas». La expresion es legitima, porque si bien es verdad

que «Europa y Cristianismo no coinciden» lO, ni han coincidido nunca

del todo, tarnbien 1 0 es que la matriz crisriana ha sido 1 0 que ha dado su

impronta peculiar a la «humanitas» europea. Hasra cuando ciertos

sectores de la moderoidad se apartaban de la Iglesia, los valores quedefendian -la solidaridad, la justicia, 0 la libertad- eran valores de

cufio cristiano. Esos valores habian penetrado las capas mas profundas

de la conciencia europea al hilo de la consideracion de la persona

humana surgida en la experiencia de la Iglesia. Esto vale tarnbien para

la propaganda rnarxista, cuyo impacto social se ha debido, sobre todo,

a la instrurnenracion de algunos valores cristianos hondamente arraigados

en el pueblo. Puede afiadirse que una de las ensefianzas de la hisroria

reciente es que la evidencia de esos valores y, sobre rodo, su fuerza de

imperativo moral, se difumina en la misma medida en que se diluye la

experiencia viva de pertenencia a Cristo y a la Iglesia.Asi pues, las rakes crisrianas de Europa son una verdad hisrorica,

empiricamente comprobable, y apelar a ellas en este rnornento de

confusion espiritual y cultural es algo perfectamente legitimo. Sin

embargo, cabe a veces un mal uso de esta verdad que hace equivocos la

idea misma y el rnetodo de la nueva evangelizacion. Este equivoco se

produce sobre todo en los creyentes, pero provoca en los no creyentes

la desconfianza hacia la nueva evangelizaci6n a que me referfa hace un

memento.

A veces, en efecto, se oye hablar de las «rakes cristianas», de

Europa 0 de Espana, de un modo que supone una interpretacion muysuperficial de la historia. Parece, en esos modos de hablar y de pensar,

como 5 1 la descristianizacion fuera sobre todo consecuencia de las

dificultades externas a la Iglesia; dicho con otras palabras, que la

descr istianizacion tendria como causa principal el que los crisrianos han

perdido los centros de poder, sobre todo del poder cultural. Se piensa

ingenuameme, que por debajo de la imagen exterior de nuestra sociedad

se halla un pueblo cristiano intacro, un cristianismo que serfa «el de

siempre». Y en consecuencia, que bastaria con la desaparicion de la

escena politica de los adversarios de la Iglesia, para que ese pueblo

in Sinot.k! especial para Europa, Dcclaracion fined, n. 2.

207



Angel Suquia

cristiano volviera a florecer con todo su esplendor. En la misma clave,

cuando los textos magisteriales 0 pastorales de la Iglesia invitan a los

cristianos a hacer presente su fe en el mundo de la cultura, 0 en la vida

publica en general, se enrienden esos textos como una invitacion a que

los cristianos ocupen esos mismos puestos de poder, con el supuesto

implicito de que eso bastaria para que nuestras sociedades vuelvan a ser

cristianas.

Sin duda hay en las sociedades modernas, como algo casi inherente

a ellas, un cierto componente de intolerancia, que riende a limitar la

libertad de expresion publica de la fe, y que a veces incluso la suprime

violentamente. Pero cuando los cristianos damos a entender que atri-

buimos primariamente a esa intolerancia las dificultades de la fe para

abrir nuevos horizontes a los hombres, manifestarnos una notable falta

de conciencia histories y un verdadero desconocimiento de nuestra

situacion en el mundo. Sobre todo, mostramos una desconfianza tal dela fuerza redentora de Cristo, que acaso nosotros mismos seamos, y

precisamente por esto, el mayor obstaculo de la nueva evangelizacion.

Con esta rnanera de pensar, adernas, nos ocultamos a nosotros mismos

nuestros verdaderos males. Estos males no provienen de fuera de la

Iglesia, sino de nosotros mismos. Lo sorprendente no es que el mundo

sea mundo -~que otra cosa podrfa ser, si no ha conocidoa Cristo?-,

ni que el mundo (en el sentido en el que el evangelista San Juan

empleaba el terrnino) se oponga al Evangelio. Lo sorprendeote es que,

si Jesucristo es quien la Iglesia cree que es, nosotros los cristianos

demos un testimonio tan vergonzante de El y de la Redencion 11. Es ahidonde hemos de buscar principalmente el origen de nuestros males: en

la debilidad religiosa de nuestra fe, y en su falta de conviccion y de

ardor; en su dependencia con respecto a posiciones 0 sistemas ideologicos,

yen su alejamiento de la vida real de los hombres; 0 en la fragilidad de

nuestra cornunion eclesial. La peor consecuencia de ese modo de pensar

que atribuye la descristianizacion principalmente a causas «politicas»,

externas a la vida de la Iglesia, es que asi nos evirarnos a nosotros

mismos la suplica, la conversion y la transparencia del testimonio de

Cristo, que son el indispensable camino de la evangelizacion. Todos

nuestros complejos analisis de la situacion podrfan ser inutiles si se nosescapara ese dato fundamental: el comienzo de toda evangelizacion es

el testimonio de una vida que ya esta siguiendo al Senor, de una vida envias de conversion 11.

II Cincuenta afios despues de que fueran escritas, las provocadoras paginas de G. Bernanos en

1938, en su famosa «Predicacion de un areo a los cristianos en la fiesta de Santa Teresa de

Lisieux», guardan toda su fuerza profetica, y gran parte de su frescura. Cfr. G. Bernanos, Le s

grands Cimetieres SOUI la lunc, en Essais et ecru s de combat, vol. I, Bibliorheque de la Pleiade,

Paris, Gallimard, 1971, pp. 508-524. Version espanola, Los grundes ccment erios baio la luna,

Madrid, Alianza Editorial, 1986, pp. 175-190.

" Cfr. Pablo VI, Exhorracion aposrolica Euangeiii mmt;,mdi, n. 4 J; Juan Pablo II, Enciclica

208



La nueva evangelizaci6n: algunas rareas y riesgos de la hora presence

Echando una mirada a la primera evangelizacion, se ve a simple

vista que la Iglesia de los primeros siglos careda de tantas instituciones,

proyectos pastorales y tradiciones intelectuales como tenemos nosotros.

Las dificultades para la difusion del cristianismo en el mundo antiguono eran menores que las de hoy, ni entonces resultaba menos chocante

la fe cristiana ala cultura que dominaba el rnundo, una cultura con una

fuerte conciencia de su superioridad y orgullosa de si Il.Y, sin embargo,

es imposible no maravillarse de la imponente cap acid ad misionera de

aquella joven Iglesia. Esa capacidad se apoyaba solo en la pertenencia a

Cristo resucitado, en la certeza de participar de su herencia, y en la

novedad moral -sobre todo, la cornunion y el amor- que esa perte-

nencia y esa certeza generaban, a pesarde los pecados y debilidades de

los cristianos. Mas aun, cuando los textos de la Iglesia antigua nos dan

a conocer la actitud con que los cristianos veian las dificultades externasde la Iglesia, se ve que no las temian, por 10 general al menos 14. Eran

semejantes a las que habia tenido su Senor crucificado, y estaban

anunciadas con toda claridad en el Evangelio. Mas bien pensaban que

tales dificultades eran ocasion de purificacion y crecimiento de la

Iglesia. Al unico que temfan era al que «puede arrojar alma y cuerpo a

la gehenna» IS. Dicho de orro modo, hasra las mismas persecuciones no

les parecian males, sino una particular gracia que les perrnitia tesrirnoniar

hasta que punto Cristo es, para quien 10 ha conocido, un bien mayor que

la misma vida. El unico mal, el mal verdadero, consiste en apartarse de

la cornunion y de la gracia de Cristo 16.

Esta sencilla reflexion basta para ponernos ante los ojos algunas

diferencias basicas entre la conciencia de la Iglesia antigua y la nuestra.

Buscar la seguridad de la fe 0 la posibilidad de una aurenrica propuesta

misionera en apoyos que no provienen de la fe misma, sino de un

arnbienre cultural 0 social favorable, 0 del sostenimiento de la Iglesia

Redempioris mis sio, nn. 42-43. Juan Pablo II ha descriro la misi6n como «comunicar al otro las

razones de la experiencia misma de la propia conversion». Carta a Mons. Cordes, con motivo del

III Congreso lnternacional de Movimientos Eclesiales, Bratislava, 1 -4 de abril de 1991.

,; La acritud del paganismo greco-romano anre el hecho crisriano puede verse en la obra De

m.orte Peregrini de Luciano de Samosata; en el Discurso verdadero del fil6sofo Celso, 0, mas

tardiamenre, en las obras del emperador Juliano 0 en las del fil6sofo Libanio de Antioquia.

I·j Basta leer las carras de Ignacio de Anrioquia, las Aetas aurenricas de los rnartires, la

bellfsima Pasion de Perpetua J' Felicided, 0 la Exbortacion al martirio de Orfgenes. Los Padres

vinculaban la gracia del marririo estrechamenre con la Eucarisrfa (de ahf la costurnbre, cargada de

conrenido simb6lico, de celebrar la Eucarisria sobre el sepulcro de los marrires) y, por tanro, con

la rnuerre de Cristo. Sin dud a no es casual que Juan Pablo II, en el Discurso de clausura del Sinodo

haya subrayado el significado fuerre de la palabra «testimonio», transcripci6n del griego «rnartyrion»,

una palabra que nosorros usamos constanrernente, pero devaluada en su conrenido, cfr. Discurso

et fa clausura de la As arnblea especial para Europa del Sinodo de IOJ Obispos (13-XII-1991), n.

~. en Ecclesia, loe. cit. p. 18.

" Mt 10,28.

rr, Cfr. S. Agustio, Confesiones. 1.1), c. 8, n. 9: «S610 se una cosa: que me va mallejos de ti,

y no s610 fuera de mi, sino incluso en rnimismo. Y que roda riqueza que no es Dios, es pobreza».

209



Angel Suquia

por parte de los poderes publicos es, cuando menos, una confesi6n de

la debilidad de nuestra fe, y una sefial inequivoca de que la nueva

evangelizaci6n ha de empezar por nosotros mismos. La descristianizaci6n

de Europa tiene much as causas, pero ciertarnenre no se habria dado sin

una cierta debilidad cultural de los cristianos, que hemos cedido a lafalsa alternativa que la modernidad planteaba al crisrianismo. Este

tenia dos posibilidades: 0 bien disolverse en el mundo, identificandose

con alguna de las filosofias 0 ideologias dominantes en el momento, 0

bien preservar su identidad encerrada «tras los basriones» 17, renunciando

a su significado para la humanidad de los hombres, que quedaba asi,

tarnbien de este modo, orientada por las filosoHas 0 las ideologias de

turno. Ninguna de las dos hipotesis le perrnite al cristianisrno ser el

mismo, la Iglesia que naci6 del costado de Cristo, sacramento de

salvaci6n para los hombres. En las dos, aunque de modo diferente,

renuncia el cristianismo a su identidad, y en las dos deja de ser interesante

para el hombre.

Ciertamente en las ultirnas decadas el riesgo ha estado mas bien del

lado de la primera hipotesis. La tendencia a la clisoluci6n del catolicismo

es bien visible en ciertos abusos y carencias de la liturgia -pienso sobre

todo en ciertas comprensiones reduccionistas de la Eucaristia 0 en la

relajaci6n bastante generalizada del sacramento de la penitencia-; en

las lagunas de la catequesis, la educaci6n cat61ica y la predicaci6n; y,

sobre todo, en la vida, en ellenguaje y en el obrar de los cristianos. La

casi inexisrencia entre nosotros de iniciativas que pongan en practice la

Doctrina Social de la Iglesia, 0 de un decidido testimonio cristiano en el

ambito empresarial, laboral y sindical es una suficiente prueba de ello,

como 1 0 es la debiliracion progresiva de la vida familiar.

Serra, sin embargo, un error responder a estes riesgos evidentes con

una recaida en la segunda hip6tesis, la del repliegue defensivo de la

Iglesia, que no es menos «moderna» y mas «cat6lica» que la primera,

sino mas bien su esrricto correlativo. El pietismo fideista ha acompafiado

siempre, en la historia moderna de la Iglesia, al racionalismo; ambos se

justifican y se generan mutuarnente. El camino es mas bien el que,

desde hace ya casi medio siglo, viene sefialando el magisterio de la

Iglesia, desde el Concilio hasra la reciente endclica Redemptoris missio:

es preciso superar la dicotomla entre identidad y apertura, entre la fe en

jesucristo y en la Iglesia y la preocupaci6n por el hombre.

Y el modo de superar esras dicotornias no puede ser sino el que

indican los mismos textos del Magisterio, en los que se plasma « 1 0 que

el Espiritu dice a las Iglesias» i3: un ahondar, y quiza tarnbien un

convertirse, al misterio de Cristo Redenror y de la Iglesia, de modo que

17 «Der ribar los basr iones» es 1 ':1 t irulo de una obr a del joven Hans Urs von Balthasar

(Schleif,.".'; der Basiioncn, E insiedeln, 1 952).IX Cfr. A p 2,7 .1 1.1 729; 3 ,6 .1 3 .22.

210



La nueva evangelizarion. algunas tareas y riesgos de 1<1how presente

percibamos de nuevo el significado que la persona de Jesucristo y la

cornunion de la Iglesia tienen para el hombre concreto, para la persona

humana en su verdad mas profunda y en rodo su entramado historico

y social. De modo que el hombre vuelva a ser el camino de la Iglesia, y

asiJesucristo, en la Iglesia, pueda ser percibido de nuevo como compafila

y esperanza para el hombre.

2. Lo «nuevo» en I a nueva evangelizaci6n

Si estas reflexiones son correctas, de elIas se deduce que la nueva

evangelizaci6n no puede consisrir tan s610 en anunciar de nuevo e1

Evangelio. Siendo esro verdad, semejante formulaci6n, por demasiado

vaga y general, corre el riesgo de no dejarnos percibir en toda suhondura la novedad de la tarea. (En que consiste esa novedad? (Acaso

no basta con decir que la Iglesia debe evange1izar, que esa es su rnision

y su r azon de ser? (Por que la evangelizacion ha de ser «nueva»?

En primer lugar, porque el destinarario de ella es nuevo. En Europa

al menos, ese destinatario es el hombre postcrisriano, Pienso sobre

todo en el hombre de las grandes ciudades, aunque el fenorneno alcanza

cada vez mas a1 ambiente rural. Es un hombre que, 0 bien cree conocer

el cristianismo, y ha perdido inreres por el cristianismo tal y como 10ha

conocido, 0 bien ya no 10 conoce en absoluto, y no seria capaz de

distinguirlo de cualquier otra religion 0 de una secra. En todo caso, serrata de un hombre que en buena rnedida ha perdido el senrido -y

hasra el lenguaje- para hab1ar del misterio de Dios, y de su propio

rnisterio. Es el hombre de los telefilrns, cuyas preocupaciones conscientes

llegan pocas veces mas alla de su propia piel, y que casi 10 unico que

sabe hacer con su desasosiego moral es enfadarse con los dernas y con

la realidad, 0 tratar con tcdas sus fuerzas de evadirse de ella. No hay en

estas descripciones ningun juicio de valor, se trata simplemente de

constatar un hecho 19. Para ese hombre, la referencia fundamental desde

la que enriende su vida, las situaciones y las cos as, ya no es la tradicion

cristiana. Tampoco se expresa ya en un vocabulario cristiano, ni siquieraremotamente.

Eso le distingue del hombre de Ja epoca llamada «rnoderna». EJ

hombre moderno, aunque no fuese creyenre, aungue hubiese rechazado

la fe, seguia entendiendo el mundo en una clave basicarnente cristiana.

Hoy, en cambio, para una porcion importance del cuerpo social, ya no

es asi. Existe, evidentemente, en e1 hombre una profunda inquietuo

19 Cfr. [a descr ipcion de algunos comportamientos concretos de nuestro pueblo eo La rerdad

O.r hard libres. lnstruccion pastoral de la Confercnci« Episco-po! EJpailola sabre la conciencia

cristinn« ante la actua] situocion moral de nuest ra sociedad, Madrid, 1990, no. J 5·20. Tarnbien la

descripcion de la siruacion actual, parriculanucnre entre los jovenes, que ofrece la Exhortacion

aposrolica postsinodal Past ores dabo vobis. nn. 6·9.

211



Angel Suquia

religiosa. Pero -y eso muestra 10 paradojico de la siruacion->, con

mucha frecuencia esa inquietud religiosa se expresa de un modo que no

tiene a simple vista relacion alguna con el vocabulario cristiano habitual.

Y a su vez, el vocabulario cristiano habitual, elaborado en veinte siglos

de cristianismo, no parece tener mucho que ver con las experiencias en

las que el hombre se pregunta por el sentido y los Iimires del propio

poder, de la propia vida, por el significado del amor, la libertad 0 la

muerte, por la naturaleza y el origen del bien y el mal. Desde este punto

de vista, -por desgracia, irnporra poco saber si se rrara de una persona

que proviene del cristianismo, es decir, si conoce 0 cree conocer algo de

la vida cristiana, 0 si se trara de un verdadero «pagano», porque en

ambos casos su vida real, las referencias de su pensar y de su obrar, sus

reacciones ante los hechos, son pracricarnente iguales. N ada muestra

con mas realismo hasta que punto es profunda y dramatics la separacion

entre la fe y la vida, y hasta que punto es preciso revisar en profundidad

los principios y los metodos de nuestra pedagogia religiosa.

Para que ese hombre que no tiene ya, 0 no tiene apenas, vinculos

con la tradicion cristiana, y casi tampoco con la herencia intelectual en

la que esa tradicion se ha articulado, pueda percibir el anuncio del

Evangelio como algo interesante para su vida real, necesita, no un

discurso, sino un encuentro. Que suceda algo en su vida, que esra sea

«tocada» por la Redencion de Cristo, es decir, que Ia Redencion se le

ofrezca como una posibilidad real, tangible, experimentable en la vida.

Y esto a su vez requiere un sujeto nuevo que encarne la Redencion en

su vida. 2Como ha de ser ese sujero, en que ha de consisrir la novedadde la Iglesia y de los cristianos en esta siruacion?

La Iglesia ha de perder el rniedo a su propia verdad, ha de tener el

valor de recobrar la conciencia de su identidad y atreverse a ser sencilla

y rransparenrernente ella misma. Esre ha de ser, me parece, el segundo

rasgo que ha de caracterizar la nueva evangelizacion. La Iglesia debe

aprender de nuevo a reconocer y a vivir a la luz del dla el misterio que

hay en ella, a no encubrirlo con envoltorios ajenos como si solo ellos

pudieran conferirle fuerza 0 credibilidad. Ha de dejar de concebirse a sl

misma en categorias que la convierten en un apendice de la ideologia de

moda, y la reducen al papel de instrurnento moralizador de la sociedady del estado, 0 de institucion benefica para acoger a los desheredados

que esta sociedad injusta produce incansablemente, sirviendo asi de

paso para sostener su egoismo y su irresponsabilidad. Ha de renunciar

a todo esfuerzo por legirimarse a S 1 misma desde la oportunidad de s

iniciativas sociales, 0 desde eso que a veces se llama su «contribuc t1

espedfica» a la sociedad, y que convierte a la Iglesia en un cornpetid

mas en el variopinto mercado de los servicios humanitarios y social ,

con sus intereses propios en ese mercado. Cuantos mas esfuerzos

hagan por comprender 0 hacer comprender la Iglesia de este mod,

mas se vada ella misrna de su propia subsrancia, y mas incapaz se hace

)]2




incluso de esa contribucion en el terreno social. Las exigencias mismas

que esta dinarnica requiere la incapacitan para ello.

Esto supuesto, seria necesario, en tercer lugar, extraer hasta el fondo

las consecuencias de ese principio fundamental que tanto ha repetido el

magisterio reciente: «el camino de la Iglesia es el hombre». E l hombrereal, concreto, la persona humana que tenernos delante, con su rostro,

su corazon y sus deseos, sus penas y sus alegrias, su familia y su trabajo,

su historia y su destine. No el hombre de las estadisticas y los proyectos

de gabinete. Tomarle absolurarnente en serio, aceptarle y amarle como

es y donde esra, sin dar nada por supuesro, y sin ninguna pretension

sobre el, haciendose compafiero suyo en el camino de la vida. Solo

asi puede hacerse la Iglesia compafiia para,el hombre, y puede Jesucristo

ser encontrado de nuevo como luz, verdad y camino concretos de la

propia existencia.

Tomarse en serio al hombre real es asumir en su integridad, sin

censurarla, la historia de la Iglesia y de la sociedad en estos ultirnos

siglos, desde que se implanto en Europa el proyecto cultural y social de

la Ilustracion, Hemos de asumir esa historia de modo que podamos

aprender de ella, no repetir sus dolorosas experiencias. Eso significa,

por no sefialar sino un ejemplo, superar en el pensamiento y en la vida

los habitos del experimento idealista, que ha penetrado por todas

partes la cultura europea. Significa aprender de nuevo a interesarse por

la realidad, caer en la cuenta de que el pensamiento no precede a la vida,

ni la legitima, sino que un pensamiento vivo y verdadero s610 puede

nacer y sosrenerse en una permanente tension hacia la verdad de 10

real. Haber olvidado esto le ha cosrado ya al mundo millones de

muertos, y las destrucciones fisicas y morales que todos conocemos,

fruto de unas ideologias que se irnponian al hombre sin confrontacion

con la realidad, y sin respeto por ella. No haber tenido esro suficiente-

mente en cuenra le ha costado a la Iglesia -si se exceptuan los santos,

que representan el realismo mas consecuente y humano que puede

darse en la historia-, el haber conservado tal vez para su uso interno un

admirable pensamiento, pero haber perdido al hombre, que no sabe que

hacer con ese pensamiento, y ya no se interesa siquiera por acceder a el.Significa tarnbien -y esro supone quiza un esfuerzo particular mente

grande- no dar nada por supuesto en la persona que tenemos delante,

en cuanto al conocimiento de la experiencia cristiana. No hace mucho

era posible, por ejemplo, hacer un razonamiento moral dando por

supuesto que el decir la verdad es siempre un bien, 0 que la obtencion

de un bien superior, como la educacion, podia exigir en muchos casss.

renunciar al placer. En otro orden de cosas, se podia hablar a lml

hombres de como el Evangelio de jesucristo exige, par ejemplo, elr

perdon incondicional y sin limites, 0 el amor a los enemigos. Hoy, eft)

sectores cada vez mas amplios de la sociedad, estes razonamientose-verdaderos sin duda, pero que encierran denrro de si rnuchos supuestosi,

2 1 3



Angel Suquia

de los que nosotros mismos no somos conscientes- no funcionan de

hecho. Y no funcionan porque dejan de responder un cierto nurnero de

preguntas previas, que quien nos oye no puede menos de hacerse. (Por

que, por ejemplo, es preeiso obedecer y seguir la palabra del Evangelio

mas que otras palabras? (Quien es Jesucristo para darle autoridad sobremi vida, por ejemplo, si alguien ha dado muerte a un ser querido?

(Como se que El es quien la Iglesia dice que es, y que aporta a mi vida

obedecer su palabra? Y con res pee to al otro ejemplo, (que es el bien y

que es el mal? (De que sirve decir la verdad 0 renunciar al placer? (Por

que es un bien la verdad, y quien 1 0 ha decidido? Y si 1 0 es, (por que tan

poea genre la busca, 0 la dice, sobre todo cuando decir la verdad significa

poner en peligro el propio bienestaro la imagen y la condicion social?

Al final, (tiene algun senrido obrar bien? (Que es vivir bien? Se trata,

como puede verse, casi del abecedario de la vida moral y religiosa. Pero

teniendo que explicar el alfabeto a orros, pudiera muy bien sueeder que

nosotros mismos volvierarnos a eomprender de nuevo en que consiste

el cristianismo, y emil es su significado para la vida.

El Evangelio esta lleno de esas preguntas simples, direcras, heehas

en ellenguaje de la vida real, y de respuestas no menos directas y reales.

«Maestro, (que he de hacer para alcanzar la vida eterria?»; «Zaqueo,

baja, que quiero hospedarme en ru casa»; «si conocieras el don de

Dios ..., ni le pedirias, y yo te daria un agua que apaga toda sed»; «(de

que le sirve al hombre ganar todo el mundo si malogra su vida?»;

«venid y 10 vereis»; «tus pecados estrin perdonados». A menos que los

cristianos podamos escnchar, comprender y responder las preguntas

que se hace el hombre de hoy con la misma simplicidad y concrecion,

en el lenguaje -tan disrinto hoy, es cierto- de la vida real, acaso no

seria oportuno hablar demasiado de nueva evangelizacion. «Si no somos

capaces de rnostrar una imagen del vivir en la que tarnbien el dolor, las

preocupaciones eotidianas y la rnuerre estan llenas de significado y

pertenecen a un todo mas grande, entonees no podemos rehabilitar 10

humano» 20.

Me parece oportuno sefialar aun un cuarro rasgo de la nueva

evangelizacion. El encuenrro del mundo con el Evangelio, y sobre todo,

con la persona de Jesucristo, no se va a realizar en torno a unos valores

abstracros, considerados «neutrales» y evidentes para rodos, No, eso es

algo que aparece cad a vez mas claro. La nueva evangelizaci6n no puede

eludir el anuncio expliciro de la persona de jesucristo ", Lo que sucede

es que ese anuncio, direcro, concretisimo -«Dios re ama, Cristo ~a

venido por ti» 22_, no puede tener otra forma que la de un testimonio

. . " . 1 . Ratzinger, Sl'Oil,; /,(1 1"I0 'J"Oj>d.O , 01 ' . cit. p. 127.

C! Cfr. Pablo VI, Exhort acion aposlc>lica fll',mgelii nsouand), n. 22; Juan Pablo II, Eociclica

Rodom-pt.oris missio, nn. 5-/;: 17-19.2.: Sinodo especial para Europa, Dcclaracion [in.d, n. .1 .

214



La nueva evangeJizaci6n: algunas tareas y riesgos de Ja hora presenre

y una invitacion, No puede hacerse tampoco al margen de la tram a de

la vida, es decir, de los anhelos y los fracasos, las luchas, los trabajos y

las alegrias de los hombres. Pues en ese caso, por mucho que se gritara,

no alcanzaria a nadie.

El cristianismo y la evangelizacion no consisten en convencer a nadie

de la verdad de un discurso 0 de un sistema, religioso, filosofico 0

moral, ni siquiera en relatar algo que sucedio una vez, en Palesrina, a

unos hombres de hace casi dos mil afios. El cristianismo consiste en que

suceda hoy, en la vida de los hombres, aquello mismo que les sucedio a

Zaqueo, a la Sarnarirana, a Levf y a la pecadora perdonada, a Pedro, a

Andres y a Juan, al paralitico de la piscina y al ciego de nacimiento.

Cuando un hombre puede decir con verdad: «Yo solo se que antes no

vela y ahora veo», enronces sucede el cristianisrno. El contenido entero

de la fe de la Iglesia, sus dogmas, no son ante todo un herrnoso edificio

intelecrual. Son el testimonio razonado de la experiencia de la Iglesia,

y la forrnulacion sistematica de las condiciones de posibilidad de este

milagro de misericordia, que se ha dado irinumerables veces desde que

Jesucristo vivio entre nosotros en la carne, y que se sigue dando hoy

entre nosotros. Si algo aSI puede suceder, si de hecho sucede, es porque

Cristo vive, y vive en la Iglesia, en este cuerpo lleno de fragilidades que

somos nosotros. Y si Cristo vive es porque es el Hijo de Dios, el

Redentor y la esperanza del hombre. El nuevo sujero de la evangelizacion

solo puede ser un pueblo que lleve en su carne las sefiales de la

Redencion, cuya cornunion y cuya vida entera, por encima de cualquierdebilidad de las personas, sea testimonio de que la Redencion ha

sucedido en ellos. Digo que ha de ser un pueblo, porque la mera

yuxtaposicion de un grupo de individuos, por muy numerosos que

fuesen 0 bien organizados que esruviesen, no bastaria: el anhelo de

cornunion, y de una cornunion que abarque a todos los hombres, esra de

tal manera trabado en el ser mismo del hombre y en la historia de sus

frustraciones -en la creacion y en el pecado- que sin un testimonio

visible y perrnanenre de esa cornunion no es posible testificar la Reden-

cion como un acontecimiento real.

La tarea del cristianismo, es decir, de los cristianos, ccnsistiria sobretodo en vivir y ofrecer a los hombres una unidad y una alegria nuevas,

que no son de este rnundo. La urgencia de la hora presente nos impulsa

a bus car, ante todo, 1 0 esencial: que los hombres conozcan al Padre y a

Cristo, su enviado; que todos nuestros hermanos entren a formal' parte

de la cornunion entre el Padre y el Hijo en el Espiriru ,\. El fruto de ese

conocimiento de Cristo y de esa cornunion es, como nos recuerda la

liturgia de estos dias de Pascua, «la alegrfa incesante por la acrualizacion

repetida de nuestra Redencion» 21.

" Gr. J I 1 17,); 1 J I 1 1,l.2, M isu l ROlnariu , Urt,'{ir;n sobrc las o f rcnd.,», TV DOllllngu de P ascu a.

215



Angel Suquia

III. En IO J confines de la vida y del Evangelio

La experiencia de la Redencion de Jesucristo, ardiente y gozosamente

vivida en la Iglesia, y testimoniada en el mundo, contiene en sf una

respuesta a algunos de los interrogantes mas hondos que se planteanlos hombres en la hora actual, y puede, por tanto, contribuir decisiva-

mente a la consrruccion de un futuro mas humano en Espana, en

Europa y en el mundo. Voy a sefialar tres puntas que me parecen

centrales: la fundarnentacion de la vida moral, la experiencia de la

libertad y el ministerio de la cornunion. En realidad, no se trata de

afiadir «rres motives» nuevos a 1 0 que acabo de describir como tarea

esencial de la evangelizacion. Son mas bien tres punros en los que

confluyen, por una parte, los inrerrogantes culturales mas acucianres

para el hombre de hoy, y por otra, la conciencia y la rnision de la Iglesia.

De 1 0 que se trata, adernas, no es solo de ofrecer formulaciones teoricaso sistematizaciones abstractas que permitan vislumbrar una salida

constructiva al impasse. Lo que las comunidades cat61icas han de dar es

un testimonio concreto en la vida cotidiana que rnuesrre existencialmente

el valor para la vida de la experiencia de la Iglesia, en relaci6n con estas

cuestiones que el hombre de hoy no puede eludir sin destruirse, y sin

destruir algunos de sus bienes mas preciosos.

1. La fundamentaci6n de la moral y del derecho

Deda al comienzo, cuando describia el panorama europeo en esra

hora, que la fundarnenracion de los valores morales y del comportamiento

humano aparece, cuando menos, incierta, y que con ello se debilitan los

cimientos de la convivencia social. La Instrucci6n pastoral de la Confe-

rencia Episcopal Espanola La Verdad os hard fibres sefialaba lucidarnente

los aspectos mas importantes de esa crisis moral, de los que ahora

recuerdo algunos: la perdida de vigencia social de cr irerios morales

fundamentales, la difusion de una moral de siruacion y el clima de

permisividad total, la rnentalidad pragrnarica por la que el fin justifica

los medios, la privatizacion de la moral".

Los hombres llevamos dos siglos intentando construir la ciudad

terrena al margen de Dios, y parece como si, a medida que Dios ha sidoexpuisado de nuestro horizonre, hubieran crecido las dificultades para

fundarnentar las pautas del comportamiento individual y social. La pura

racionalidad erica inmanente (liberal 0 marxista) se muestra cada vez

mas incapaz de esta fundarnentacion, y no faltan voces que ya proclaman

abierramente la imposibilidad de toda fundamentaci6n racional de las

216



La nueva evangelizacion: algunas tareas y riesgos de la hora presente

actitudes morales. Quedaria como unica salida una consideraci6n de los

comportamientos humanos en la que ninguno es superior a su contrario,

y donde no se admite una insrancia capaz de valorarlos. En las relaciones

publicas 0 privadas, el otro es amenaza 0 freno de la propia libertad;

carece de autoridad para limitarla, y por eso, se llega, cuando mas, a uncontrol reciproco de caracter utilitario, para poder convivir. La plenitud

del individuo y la de la comunidad aparecen como incompatibles. Se

comprende sin dificultad que una postura sernejante imposibilita a la

larga la construcci6n de un verdadero bien social, atento a todas las

dimensiones de la persona.

En una situaci6n asi, en que los fundamentos morales han quedado

desdibujados, surge con mas facilidad la tentacion de susrituir, en el

orden juddico y politico, la moral por el derecho. Es la opci6n del

positivismo juridico. A falta de criterio moral objetivo, la norma juridica

se hipertrofia y pretende ser la instancia ultima que dictamina sobre la

legitimidad de los comportamientos. Sin embargo, la norma juridica nose fundamenta en s i misma de modo absoluto. Su legitimidad reposa

ultimarnente en el caracrer inalienable de la persona humana y de susderechos fundamentales 26.

La dignidad de la persona ha sido interpretada de maneras muy

disrintas, casi contradictorias; por eso es uril recordar que no consiste

en una auronornia absoluta 27, sino en una autonomia relativa, cuyo

fundarnento es la relaci6n del hombre con el Misterio trascendente ".

La cima de la dignidad del hombre y de su raz6n es la apertura al

Infinito, al Misterio que 10constituye. S610 cuando cada individuo libre

reconoce, con un agradecimiento confiado, que Otro (con rnayuscula) es

el Autor del don de su existencia, s610 entonces afirma en todas sus

dimensiones su dignidad, y se hace asi posible fundamentar los com-

portamientos sociales de manera que la contribuci6n al bien de la

2r, Cfr. Concilio Vaticano II, Constitucion Gaudium et spes, n. 79; La verdad os hard libres, n.

32; Dec!araci6n Universal de Derecbos Hurnanos (10 de diciembre de 1948) 5, § 2. Se puede ver

rarnbien el documento De Dignitate necno n de 11.,-ibus Personae Hurnanae de la Cornision

Teologica Inrerriacional (1983). Las democracias mas vivas y solidas de Occidente, como han sidolas de Estados Unidos y Alemania, al menos en sus momentos fundacionales, fundaban la

legitimidad de sus ordenamientos juridicos en valores incondicionales, no escritos, que escapan a

la manipulacion de los hombres, y que son mas decisivos pam la salud del sistema democdtico que

rodo el derecho positivo. Pam America, dr. la obra clasica de Alexis de Tocqueville, La Dcmo cracia

ell Ame"ica (ed. critical, 2 vols. Madrid, ed. Aguilar, 1989. Entre los numerosos pensamientos que

podrian citarse, sefialo este: «El desporismo puede pasarse sin la religion, pero no la liberradx

Cfr. vol. I, p. 279 nota. Para Alemania, dr. Behrendt, E. L ., Gott im Grundgesetz. Der vergessene

Grundurert «Verantwortung uor Gott», Miinchen, 1980. Tampoco convendria olvidar que el

posirivisrno juridico ha sido el sistema legal del nazisrno y , de orro modo, tarnbien el de los

regimenes marxisras. En esre sistema, a l final, 1 0 norma juridica no conriene ninguna racionalidad.

Es pur" arbirrariedad, puru expresion de la voluntad de poder.

'7 GIt.fl{iium et s -p es , n. 20.,,' GClitdilt17let s-pes. nn. J 2, J ·1-16, 36.

217



Angel Suguia

comunidad sea, a la vez, un crecimienro de la pro pia libertad 2Y. Cuanto

mas se oscurece en la conciencia y en la sociedad esra relacion con el

Misterio que 1 0 constituye, tanto mas difkil le resulta al hombre

percibir la vida como algo interesante, percibir su propia dignidad, y

dar un fundamento adecuado a los valores que sostienen la convivencia.Los cristianos saben que la imagen perfecta del hombre, su plenitud,

no es un ideal inalcanzable, sino que ha entrado en la historia. Jesucristo,

el Hijo de Dios, es a la vez el hombre perfecto, y se ha hecho hisrori-

camente cercano a rodos y cada uno de los hombres en la Encarnacion 30.

Jesucristo es el arquetipo y la meta de la realizacion hum ana. Desde

entonces, la tension de 1 0 humano hacia su perfeccion ya no es «utopica»

(es decir, «sin lugar»), sino que es, por pura gracia, la tension hacia la

plenitud concreta representada por Jesus de Nazaret, y ofrecida a los

hombres en la participacion de su Espiritu 31. Jesus muestra que la

verdadera moralidad no consisre en la autosuficiencia, sino en la perfecta

dependencia del Padre. En la apertura confiada e ilirnitada a quien nos

quiere bien porque nos ha dado todo. Jesus realiza plenamente su

libertad al entregarse obedientemente hasta la rnuerre por la vida del

mundo, y al abrir la cornunion que se da entre £1 y su Padre a todos los

hombres.

En el encuentro con Jesucristo y en la acogida del don del Espiritu,

que se dan en la vida de la Iglesia, la persona accede a una conciencia

nueva, hecha de misericordia y de gracia. Venimos a ser hijos en el

Hijo, pardcipes de su «gloriosa libertad» y coherederos de la vida

eterria ". En esta experiencia, que renueva al hombre desde el mismo

centro de su ser, la persona esrablece una nueva relacion con la plenitud,

que llena de contenido la vida y la dignidad de la persona, y fundamenta

de modo nuevo todo el trabajo moral. Esro no significa que quien ha

encontrado a Jesucristo no tiene defectos, 0 que no se da en el la

fragilidad propia del hombre. Significa que la vida entera esta bafiada

en la luz de la misericordia divina, y que la tension hacia la plenitud

adquiere un renovado interes, y un significado nuevo: la suplica, por

ejemplo, adquiere en la vida moral un lugar central, porque la plenitudno es solo fruto del esfuerzo humano, Es, sobre todo, un don de amor,

una gracia.

'9 En este senrido, Juan Pablo II ha insisrido en que la libertad religiosa es el fundamenro de

las dernas Iiberrades, eft. los mensajes para 1 0 Jornada Mundial de la Paz de 1988 y 1991; y Ia

enddica Centesimus anne«, n. 47. Vease, adcrnas, la novena tesis sabre la erica crisriana de H. U.

von Balthasar, Nez", Siiize zur cbristiicben Ethik, en Ratzinger,J. (Hrsg.), Prinzipien Cbristlicber

Morai, Einsiedeln, Johannes, '1981, pp. 67-93, p. 92.

JO Cfr. Gaudiern et spes, n. 22; Juan Pablo II, Enclclica Redem-ptor bominis, n. 10; Cornision

Teologica Internacional, De dignitate necnon de /u,'ibtis Personae Hurnanae, § 2.2.3; La verdad as

bard libres, 11. 36.

.\: Veaose las rrcs primeras res is de von Balthasar sobre 1 .1 erira cr i stiana: Cristo es la norma

concreto y universal (op. cit., PI'. 7l-77)." C fr. Rom 8,Jii-17.21

218




2. Libertad y verdad

Estrechamente vinculado con 10 anterior esta el tema de la libertad.

Dado que el hombre tiene una dignidad superior a las dernas criaturaspor su peculiar apertura al Misterio mediante el ejercicio pleno de su

razon y su libertad, esra impulsado por su propia naturaleza a buscar la

verdad ". Fuera de la verdad, la existencia humana se mueve en el vado,

se convierte en una aventura desorientada". Una libertad que se concibe

a sl misma desvinculada de la busqueda de la verdad se destruye y se

vuelve contra el hombre, acaba esclavizandole a sus propios instintos,

o al poder de las opiniones comunes 3j.

El hombre esta encomendado a sf mismo. Para alcanzar su plenitud

debe decidirlo libremente, y en el caracter libre de su realizaci6n per-

sonal reside su grandeza. Nuestra vida esra en nuestras manos, hasta elpunto que se puede decir que el hombre es causa de sf mismo j r . ,

eligiendo a 10 largo de su vida, entre distinras posibilidades, su meta y

su camino. El hombre es plenamente libre cuando elige 1 0 que es bueno

para sl mismo y para los dernas, 1 0 jusro, 1 0 verdadero, 1 0 que agrada a

Dios 37. En el ejercicio de su libertad, la persona humana no puede

desligarse de los imperatives que han sido inscriros por Dios en su

mismo ser personal, para hacerle posible reconocer y alcanzar su

propia plenitud.

Es necesario, en consecuencia, un amor cuidadoso y delicado por la

propia libertad, que solo se desarrolla y crece en la tension hacia la

verdad. Sin libertad se frustra toda posible realizacion humana, y no

faltan ejernplos de la historia reciente de Europa para atestiguarlo.

Pero acaso hay un mal peor que las presiones externas sobre la libertad.

Es cuando la libertad, desligada de la verdad, ha concluido el proceso de

su autodestruccion, y el hombre mismo pierde el aprecio por ella,

;; Cfr. Concilio Vaticano J I, Der laracion Dignitatis hurnanae, n. 2.

II Cfr. La verdad os han. fibres, n. 37.

;\ Cfr. J . Ratzinger, «Conciencia y verdad», en La Iglesia, una comunidad siem.pre en camino,Madrid, ed. Paulinas, 1992, pp. 95-115. «Si el juicio de la conciencia, 010 que uno torna por tal,

riene siernpre la razon, C.. ) ella significarfa que no exisre ninguna ver dad, a l menos en materia de

moral y de religion, 0 sea en el ambito de los fundamentos verdadcros y propios de nuestra

exisrcncia. Puesto que los juicios de la conciencia se conrradicen, no habria mas que una verdad del

sujero, que se reduciria a su sinceridad ( ... ) EI que riene el valor de llevar esra concepcion a sus

ulrimas consecuencias llega, por tanto, a la conclusion de que no exisre ninguna verdadera li-

bertad, y que 10que suponernos dictamenes de nuestra conciencia, en realidad no son otra cosa que

reflejos de las condiciones socia les, Esto deberia conducir a la conviccion de que la contraposici6n

entre Iiber rad y auroridad deja algo de lado; que debe exist ir algo mas profundo, si se quiere que

la liberrad, y por tanto la humanidad, tengan senndo». La cita esta tornada de la P: 96.

;(, Cfr. La uerdad OJ bard libres, n. ' > 8 , que haec referencia a Santo Tomas de Aquino, Summa

Theologiae I-ll, prologo }

\7 (fr. Rom 12,2; Pip 4,8.

219



Angel Suquia

cuando ya no la comprende y la desea en 10 profundo de su corazon".

Debemos pues estar arentos a educar la libertad, para que permanezca

despierta y asi no nos veamos privados de aquel rasgo que mejor define

nuestra dignidad: la posibilidad de adherirnos a Aquel que es el origen,

el fin y la plenitud de nuestro ser.En esta hora, el pueblo cristiano ha de dar un testimonio inequivoco

de amor a la libertad en la verdad. Quien en Cristo ha podido reconocer

el valor real de su vida, de donde procede y a donde se encamina, esta

en mejores condiciones para testificar a diario una libertad real frente

a aquellos condicionamientos, interiores 0 externos, propios 0 ajenos,

que tienden a esclavizar la existencia. El crisriano ya no depende de la

suerre 0 de las circunstancias, puede mirar de otro modo el presente y

el futuro, los avatares de cada dia y la muerte. Cristo hace posible el

milagro de una libertad liberada, regenerada, para emprender una y

otra vez el camino de la vida con una energia nueva. No se trata, enmodo alguno, de una superioridad erica del cristiano frente al que no 10

es, sino de un don inaudito, de una misericordia y una gracia que, aun

en medio de la fragilidad, per mite al hombre confiar en Ia salvacion de

su vida, y vivir con la dignidad plena de los hijos de Dios.

3. El ministerio de la comuni6n

Los trabajos del Sinodo han subrayado la atencion que hay que

pres tar al dialogo y la cooperacion con los dernas crisrianos, con elpueblo hebreo y con todos los que creen en Dios 39. Mas aun, es precis a

una cooperacion con todos los hombres para la consrruccion de unasociedad mas humana, mas solidaria, mas res pons able para con el

clamor de los pobres, en nuestras sociedades y en todo eI mundo. Y es

que pertenece constirurivamente a la naturaleza de la Iglesia ser signo

y sacramento, no solo de la vocacion de los hombres «a la union intima

con Dios», sino rarnbien de su vocacion «a la unidad de rodo el generohumano» '0.

En el pas ado, y aun hoy, las religiones han sido presenradas inrere-

sadamente como un factor de division y de enfrentamiento entre loshombres. No cabe duda de que las luchas de religion se cuentan entre

los pecados mas graves que hemos podido corneter, y la historia de

lH Vease la vibrante respuesta de G. Bernanos a ia famosa pregunta de Lenin, «Ia libertad,

ipara que?», en La libert e, pour quai faire?, Paris, Gallimard, 1953, especial mente, pp. 75-118

version espafiola, La libertad, ('para que?, Madrid, ed. Encuenrro, 1989, pp. 61-102. La pregunta

sobre el fundarnento de la libertad, como la pregunta por el fundamemo de la vida moral, remiten

necesariamente a la pregunta por el senrido de la vida humana, y por tanto desembocan, si Sf:

Ilevan hasra el final, en la pregunta religiosa.

\0 Sinodo especial para Europa, Declaracion final, nn. 7·Y.

·iO Concilio Varicano II, Consurucion Lamon gentium, n. I.

220



La nueva evangelizacion: algunas rareus y riesgos de la hora presente

Europa ha vista sus terrib1es consecuencias. Ahora bien, no es 1a fe

re1igiosa en si misma 1aque provoca 1adivision entre los hombres, sino

su uso ideologico, instrumentalizado por otros intereses que muchas

veces quedan ocultos. No son «guerras de religion», tampoco hoy, todas

aquellas a las que se aplica esa etiqueta. EI hombre sinceramentereligioso, consciente de su caracter de criatura de Dios, podra reconocer

con mas facilidad al otro hombre como su hermano, y podra construir

con ella civilizacion del amor y de la vida, que cada vez nos es mas

urgente.Desde la experiencia de la Redencion que los cristianos vivimos,

estamos especial mente llamados a luchar con decision por la unidad de

rodos los hombres, colaborando lealmente con los esfuerzos que miran

a establecer la justicia y la paz en la familia humana. Aqui se abre un

campo inmenso de trabajo, que abarca desde el dialogo ecumenico hasta

la aplicacion de la Doctrina Social, pasando por la superacion de

prejuicios raciales, sociales 0 religiosos, que esran 1ejos aun de haber

desaparecido entre nosorros. El testimonio de jesucristo no sera nunca

crefble si no suscita en el cristiano una pasion por 1a unidad de los

hombres, y un esfuerzo perseverante por superar todo aquello que nos

divide y nos conduce a la insolidaridad 0 a1 odio.

IV. Conclusion

«Ser testigos de Cristo que nos ha 1iberado»il. Esta palabra ha sido

el rnotivo inspirador de los trabajos del Sinodo. En las condiciones de

la hora presente, el testimonio de Cristo se expresa principalmente en

un testimonio del valor de 1a persona humana, del valor y 1adignidad

de la vida. «La Iglesia -deda el Sumario que sirvio de documento detrabajo a los Padres Sinoda1es- esra Hamada a defender 1averdad de la

persona humana, que ella aprende de Cristo, verdadero Dios y verdadero

hombre. Esta verdad abarca, entre orras cosas, la defensa de la razon y

de la libertad humanas, de los valores de 1amodernidad, precisamente

en e1 momento en que estos valores hacen crisis» 42.

No hace mucho que hemos clausurado e1Centenario de Sanjuan de

la Cruz. No puedo evitar que me venga a 1amente un pasaje del CanticoEspiritual, aquel en que e1Santo habla de las innumerables riquezas que

hay en Cristo. Tantas, dice, «que por mas misterios y maravillas que

han descubierto los sanros doctores y entendido las almas santas en esre

estado de la vida, les quedo todo 1 0 mas por decir y aun por entender,

y asi hay mucho que ahondar en Cristo; porque es como una abundante

41 Cfr. Hech 1,8; Gal 5,1.

" Ut testes simus Christi quinOJ

liberavil. Sinodo de; vesco vi. Assemblea speciale perl'Eerop«. Sommario, Citra del Varicano. 1991, n. 45.

221



Angel Suguia

mina con muehos senos de tesoros, que por mas que ahonden, nunea les

hallan fin ni term ina, antes van en eada seno hallando nuevas venas de

nuevas riquezas ad. y aHa»';).Haeia la «ineserutable riqueza de Cristo»44

se dirige nuesrra mirada. La nueva evangelizaei6n riene su fuente en la

cerreza de que «el Espiritu Santo hace siempre nueva la palabra deDios, y solieita eontinuamente a los hombres en su intimidad» ". No

hay razon alguna para temer. A la hora de acometer la tarea que Dios

nos pide y la urgeneia de la hora reclama, nuestra esperanza no esta en

nosotros mismos, ni en nuestros pensamientos ni en nuestros proyectos,

sino en la sobreabundante riqueza del rnisrerio de Jesueristo, que es

eapaz de colmar el corazon y los deseos del hombre de hoy como del de

haee veinte siglos. «Porque en el quiso Dios que residiera toda la

plenitud. Y par el quiso reeoneiliar consigo rodos los seres: los del eielo

y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz» 46.

Nota biogrdfica

El Ernrno. Sr. D. Angel Suguia es Cardenal Arzobispo de Madrid y Presidente de la

Conferencia Episcopal Espanola.

". S.Juan de la Cruz, Cantico EJpirit"al (B), cancion 37,4. Edicion BAC, Madr id, 1960, p. 959 .

." E f '> ,8.

" Sinodo especial para Europa, Deciaracion final, n. 3.

j(, Col I, J 9-20.

222



Aproximaci6n al curriculo oculto

en el sistema educativo

MODESTO ROMERO

1. Planteamiento general

Es necesario reconocer la dificultad que supone el anal isis de un

nuevo sistema educative, plasmado en leyes de estructura formal, cuya

primera lectura pudiera parecer puramente neutral en el orden ideo16gico,meramente formal en el ordenamiento acadernico. Las renovaciones

pedag6gicas que presenta podrian situarse dentro de las ultirnas inno-

vaciones del curriculo. Los posibles c6digos 0 teorias que subyacen a lapropuesta de un aprendizaje constructivo y significativo pueden consi-

derarse sfnresis selectiva de diversos proyectos de renovaci6n curricular

surgidos de distintas experiencias dentro de las ciencias de la educacion,

No es costurnbre sefialar explicitarnente las teorias que generan una

educacion en cuanto a sus porques y finalidades, sf en cuanto a las

tecnicas de desarrollo del aprendizaje, como ocurre en el sistema educative

espafiol. Es necesario ahondar y descubrir las influencias que de modoconsciente 0 inconsciente de alguna manera condicionan a los autores.

No existe una ideologfa rnatriz, sino mas bien una nueva concepcion

implicita de 1 0 que se ha venido en Hamar «curriculo oculto» (Jackson,

1968). Los principios que dirigen las tecnicas del aprendizaje 0 las

reorias pedagogicas que los informan son meros instrurnentos al serviciode la eficacia en la escuela.

E1«curriculo oculto» proporciona datos implfcitos que esran operando

sobre las intenciones de los aurores del proyecto y aclaraciones a las

posibles teorias 0 metateorias que han sido origen y principio de los

programas de renovaci6n educativa.

223



Modesto Romero

Estos datos impHcitos y estos codigos que subyacen al curriculo son

las cuestiones claves de valor en la educacion, que en la escuela, por la

responsabilidad inmediata y practice de los profesores en el aula, por la

obediencia tecnica y servil a las leyes, han dejado de ser asumidas como

principios inspiradores de su tarea diaria. Al nuevo sistema selellama

curriculo abierto en cuanto a la distribucion y graduacion de los conte-

nidos, pero no es as! en cuanto a las claves de valor educativas y

formativas, que informan y cualifican dicha apertura.

Esre trabajo imema acercarse a las teorias que impHcitamente cimentan

un sistema de ensefianza en relacion con el medio social e hisrorico en

que se proyecta. Pretendemos acercarnos al analisis de aquellos factores

que pudieran influir posiriva 0 negativamente en la prograrnacion del

sistema des de los siguientes indicadores: los fines e intereses generales

que se pretenden en el sistema educative, inspiradores estes de algunos

codigos operativos; los grandes principios, valores y actitudes dominantesen la sociedad en que se va a desarrollar, principios muy influyenres en

ellaboratorio del curriculo; finalmente y como consecuencia, el tipo de

hombre que subyace y que se proyecta.

2. Intenciones y fines de un nuevo proyecto

curricular

Las leyes educativas especifican sus primeras intenciones en elprearnbulo y en el enunciado de los propios fines de la ley:

As! del prearnbulo de la ley entresacamos:

«la forrnacion plena que perrnira conformar... su identidad, as!

como construir una concepcion de la realidad ( ...) preparar para la

parricipacion responsable en las distintas actividades e instancias

sociales ( ... ) respuesta a las crecientes y cambiantes necesidades

colectivas. ( ) avanzar en la lucha contra la discrirninacion y la

desigualdad ( ) La extension de la educacion a la totalidad de la

poblacion en su nivel basico (...) se preparan para incorporarse ala vida activa, 0 para acceder a una educacion posterior en la

formaci6n profesional... 0 bachillerato».

EI Art. 1 concreta esras intenciones en fines:

a) «...pleno desarrollo de la personalidad-forrnacion en el

respero a los derechos y libertades fundarnentales, adquisicion de

habitos y recnicas de trabajo, capaciracion para la actividad profe-

sional, preparaci6n para la vida social y cultural, forrnacion para

la paz y solidaridad».

224



Aproximaci6n al curricula oculto en el sistema educative

De todo ella se puede sinretizar y conduir aqui algunas finalidades

que suelen ser comunes a otros sistemas educativos, algunos ya pericli-

rados:

la referencia continua a la mejora personal y social a traves dela educaci6n,

la intencionalidad de superar la nueva instrucci6n con una

referencia mayor a la educaci6n y formaci6n,

cierta politizaci6n de la educaci6n bajo formas de solidaridad

y justicia social (V. F. Connell, 1980),

la preparaci6n para el trabajo.

Un primer analisis y contextualizaci6n de los fines nos presenta

una evidenre necesidad: elaborar un curriculo eficaz de acuerdo con los

objetivos sociales que la realidad y su entorno demandan de acuerdo conlos objetivos econ6micos que el trabajo, la vida activa, social y cultural

exigen, e incluso la discriminaci6n y la desigualdad que hay que evirar.

Es aqui donde la necesidad se convierte en tecnica de desarrollo

curricular. El papel de la educaci6n parece ser el de producir una fuerza

de trabajo mas 0 menos cualificada y lograr la reproducci6n de la

sociedad en adecuaci6n al entorno al que va dirigida. La eficacia del

curriculo para este fin descansa en muchos facto res, pero es el profesor

su agente primordiaL Para ello el profesor recibe unicarnente el corres-

pondiente recidaje sobre las reorias de ensefianza-aprendizaje, sobre

las teorias metodol6gicas propias de cada area, sobre las teorias deldesarrollo curricular.

No suele haber reciclaje sobre ideas y c6digos educativos plurales y

criticos en orden al ple no desarrollo de la personalidad y a la adquisici6n

de la propia identidad, no del «saber ser» pero S 1 del «saber hacer». Las

recnicas y el pragmatismo en la escuela han dejado de lado las disensiones

sobre teorias educativas, que han perdido su fuerza moral, y han vuelto

la espalda a la historia de la educaci6n.

Por esta primera necesidad instrumental la escuela se convierte en

una primera selecci6n en funci6n de capacidades de los alumnos, capa-

cidades selectivas, de rneritos y adecuaci6n al exiro futuro. La escuelaselecciona para colocar a las personas en la sociedad segun sus capaci-

dades.

El curriculo oculto basado en teorfas e intereses convierte despues

al curriculo real y programado en pragmatics de la ensefianza y al

profesor en operario recnico del aprendizaje exigido. Nociones como

bien de la persona, bien de la sociedad, bien de la humanidad quedan en

la sombra de las intenciones 0 sirnplernenre se olvidan.

En realidad, cuando la escolarizaci6n en masa, tan necesaria como

demandada, requiere grandes sistemas burocraricos para coordinarla,

convierte al profesor necesariamente en trabajador de la ensefianza.

225



Las relaciones humanas que afectan a los que parricipan en el proceso

de ensefianza-aprendizaje se convierten en organizaci6n impersonal.

Una vez dentro de un sistema reglado, esrrucrurado y ordenado, los

profesores suelen aceptar los valores y presupuestos de rodo sistema

educarivo como datos de anremano. La trama de fines y objetivos ace rca

del papel de la educaci6n en la sociedad suele ser aceptado acriticamente.Los grandes valores educativos podrian quedar soslayados 0 simplemente

mantenidos algunos como valores de situacion, de circunstancias, de

valor politico, de necesidad juridica.

3. Algunos principios, valores J actitudes

dominantes en la sociedad J determinantes

del Curricalo

«Nada puede marcar tanto a una persona y empujarla en una

determinada direcci6n como 1 0 hace un modelo de una forma primitiva,

inmediata e inevitable».

Nuestra sociedad generalmente present a, delirnita y aplaude modelos

de vida, valores y actitudes de caracrer universal, vividos y reconocidos

par acto res de elite social, fijados en imageries y transmitidos por los

medias mas poderosos, los medios audiovisuales. Los valores que con-

forman un tipo de vida exitoso, que aplaude y proyecta la eficacia social,

que llega a rodos los esrraros de la sociedad, germinan en las distinras

generaciones y determinan formas culturales, entorno social y actirudhacia disrinras formas de pensarnienro y accion.

Los medics para llegar al exiro mas feliz se sobreestirnan y se

convierten par ello en fines propios y adecuados. Asi, la urilidad

presentada como valor, se convierte en un fin en si mismo, como 1 0 es

la eficacia y la seguridad. Por el contrario, se rechaza el riesgo, el

sacrificio, rnaxime el arnor desinteresado como uropicos 0 por 1 0 menos

ineficaces. Los valores del progreso y de la felicidad, considerada como

bienestar y placer, como poses ion y confort, son fines en sl mismos.

Como consecuencia, para llegar a dichos fines, surge un gusto por el

analisis y la experiencia mas productiva. No hay lugar para la pregunta,ni para las consecuencias que demandan otros fines contradictorios.

EI pragrnatismo y positivisrno l6gico seducen en orden a 10 razonable

y 10 experimental como unica realidad accesible y a veces como unico

lenguaje de interpretacion de la realidad. Otros lenguajes posibles por

los que se accede al misterio, a 1 0 trascendente y a 1 0 religioso son

considerados acientificos (Ultimos enunciados de Wittgenstein).

EI orden y la organizacion como valor social necesario para 1a

convivencia, el dialogo y la paz, podran quedar supeditados ala finalidad

de producir mas y adquirir una mayor cornodidad.

226



Aprox imacion al curricula oculro en el sistema educative

La utilidad y la eficacia, el progreso y la felicidad como bienestar, 10

demostrable y experimental han pasado a ser la unica verdad asequible,

el objetivo a conocer y asimilar, el entorno al que conformarse, el

criterio de certeza.

Por ella es necesario conocer 10 que el mundo piensa, hace 0 valorapara adherirse a ello, como criterio de verdad. No se trata de aIcanzar

una personalidad crltica, sino una personalidad adaptada. Los valores

personales mas profundos parecen ser reductos de la conciencia 0

gemidos de mi yo interior. El arte, la religion e incluso la ciencia, la

historia pueden ser asi considerados valores simplemente sociologicos.

No es necesario esrablecer muchas conclusiones que clarifiquen la

determinacion del curriculo. La escuela en SJl mas genuina finalidad esta

en contradiccion con los valores que la sociedad proclama. Es verdad

que el curriculo escolar debe ser una instancia critica de la sociedad para

que sea formativo; nunca ha habido una total coincidencia, pero 10 queno puede haber es una continua enajenacion. Cuando la escuela pierde

la validez de sus fines, la confianza en sus medios y el apoyo de la

sociedad en que vive, desaparece la forrnacion y la vocacion, surge la

instruccion, el trabajo tecnico que se atiene a la ley, y se anula el aspectocritico de la escuela, la autonomia de la cultura y la educacion en la etica.

Por derivacion, es posible que la escuela se sienta incapaz de educar

y formar, incapaz de contrarrestar el poder de los medios con que se

transmiten los valores extrafios a ella. Como consecuencia se desiste de

una educacion de la persona, de un proyecto de hombre, de un sentido

de vida. Se opta por una ensefianza objeto de conocimiento y deevaluacion sin referencia personal a quien escucha y a quien habla.

Algunas influencias en los presupuestos del curriculo estan ya

enunciadas. En el orden de la practica, es logico que predominen las

tecnicas de ensefianza-aprendizaje, a veces, incluso, las maquinas de

ensefiar 0 las recnicas de manejo de las rnaquinas, la eficacia maxima

del proceso de ensefianza y por ende la racionalizacion de los contenidos

y las tecnicas de los medios, la reproduccion robotics de los conocimientossencillamente. En este contexte (cabe la pregunta sobre las actitudes

que crea 0 los valores que aporta? Es logico el conocido olvido 0 la

presencia tangencial de los conocimientos humanisticos, asi como lastrabas que recibe la ensefianza de la Religion en la Escuela.

4 . Problema de fonda: el tipo de hombre

que la escuela proyecta

Toda reflexion sobre la escuela es necesariamente una reflexion

sobre el hombre, sobre sus valores, los que vivimos y los que transmi-

timos. Implicitamente todo curriculo manifiesta una postura sobre el

227



hombre ya sea abierta y concretada en valores, ya sea cerrada a explicitos

valores que configuren la personalidad. En este caso se defiende una

postura en la que el tipo de hombre se define por la ausencia y la

carencia de los valores. Este ambito del curriculo oculto puede ser uno

de los factores mas influyentes en la elaboraci6n del disefio base como

en la programaci6n de aula.Los valores que antes se enunciaban como medios y fines y que

configuran nuestra sociedad van a determinar tarnbien el tipo de

hombre que los padece. A todos ellos se afiaden ahora dos factores que

justifican y sinian nuestras consecuencias: los factores sociales que

conlleva la producci6n industrial y las tecnicas y metodos requeridos en

la organizaci6n burocratica de la sociedad. Ambos elementos dan pie a

una serie de consecuencias que pueden ser constatadas por cualquier

observador. El hombre se siente en primera instancia objeto de la

organizaci6n burocratica, nurnero y elemento de una masa supraorga-

nizada. Le es dificil asumir una identidad individual. Su identidad ensociedad se define como consumidor de productos, muchas veces ni

siquiera necesarios. Este hombre dentro de una organizaci6n burocratica

e industrial pierde sus anclajes de referencia, su sentido de pertenencia;

es un hombre «carente de hogan> (B. Berger y H. Kellner, J973). El

hombre de su entorno es otro consumidor en competencia al que es

diHcil otorgarle confianza; el hombre pierde por ella su sentido de

comunidad y en consecuencia se convierte en un hombre aislado e

incluso en alienaci6n de los otros. Karl Jasper escribia al respecto en su

obra «La situaci6n espiritual de nuestro tiernpo»:

«El angostamiento del horizonte, el vivir a corte plazo y sin

memoria efectiva, la compulsaci6n del trabajo sin sentido, la

distracci6n en la disipaci6n de las horas libres, la excitaci6n

nerviosa como vida, el engafio con apariencia de amor, lealtad,

confianza; la traici6n, sobre todo en la juventud y como efecto el

cinismo: quien ha hecho algo semejante no puede estimarse a sl

mismo».

Apostar hoy por el hombre, 0mejor por el hombre pleno e integral

es apostar por la persona, su grandeza y su mise ria frente a las cosas;por su valor sagrado y unico frente a 10 colectivo; por su sentido, no

clausurado mas alla del aqui y del ahora frerite al absurdo y a los

determinismos. El hombre necesita respuestas a su ser en la historia, en

su vida y en su muerte, a su amor y a su egoisrno, al sentido de su vida

en plenitud y finalidad.

228



5. Urgencias y propuestas

El cristianismo no es un humanismo mas entre otros, que presente

alternativas contrarias, como tampoco es una filosofia surgida de una

logica formal. La propuesta gratuita del cristianismo sobre el hombre

es total, plena e iotegrada. Es vital y abarca a todos los arnbitos vitalesdel ser. Por ella su presencia en la escuela va dirigida a todo el hombre

anclado en una historia, siendo en un presente y proyectado a un futuro.

Su posicion es central, su ideotidad es asombrosa y misterica, su

dignidad le trasciende.

El fin primordial del proceso educativo es la forrnacion plena

integradora de todas sus capacidades. Olvidar 0minusvalorar alguna es

mutilar su personalidad, impedir 0 vaciar su idenridad, imposibilirar su

propia libertad como proyecto de todo su ser, incluso clausurar el

sentido de una vida en plenitud.

Situandose ante posibles ausencias, delimitaciones y carencias de

valor, la aportacion humana y cristiana en la educacion tendria que

potenciar:

a) Un proceso de concientizaci6n del hombre en la adquisici6n de

su propia dignidad. Dando tiempo a sus preguntas y silencio para sus

respuestas. Aportandole razones de sentido individual e historico, de

posibilidades de futuro, razones para la esperanza. Siruando su ser, su

vida y su palabra por encima de las cosas, el hombre protagonista.

Fundamentando todo ella en la premisa insoslayable de su creacion a

imagen de Dios vivo, hijo del Padre, hermano de los hombres.

b) Un proceso de apertura plural del conocimiento. El universo

del conocimiento no es reductible a pura raz6n 0 experimentacion,

ernpirica. Es necesario clarificar y proponer los lenguajes de acceso al

misterior, los lenguajes de acceso aDios. Lo no tangible, 10 que me

sobrepasa, las ansias de ser mas y siempre, el anhelo de eternidad, la

oferta de desrino amoroso de Dios.

«El hombre es trascendencia y realiza su propio ser superandose

a si mismo, se actualiza en tanto que se trasciende, 10 cual

acontece en cada autentica apertura y entrega a la verdad, al bien

y a la belleza absolutos, al valor personal y a la comunidad»

(Emerich Coreth, 1976).

Por consiguiente, un proceso educativo del sentido de filiaci6n del

hombre en referencia al Padre que oriente su dimension trascendente,

sus posibilidades de dignidad y las esperanzas ante las propias limira-

Clones.

c) Un proceso de fundameotaci6n de sus valores mas profundos y

mas ansiados. La ausencia de valores objetivos, mas aun, la ausencia de

valores absolutos ha traido como consecuencia la relativizacion de todo

229



Modesto Romero

valor mas alla de 1 0 util, 10 practice y 10 vitalmente ventajoso. De esta

forma los valores intelectuales, esreticos y culturales han sido absorbidos

por el atracrivo de la urilidad y la practicidad. El hombre asl, necesita

anc1ajes seguros, paradigmas de esperanza, contenidos donde funda-

mentar sus mejores posibilidades humanas.Educar en la capacidad de abrirse a los valores superiores y entregarse

a ellos es una urgencia en la realizaci6n humana y trascendente del

hombre. El valor de la verdad, el valor esretico de 10 bello, el valor erico

de la virtud, el valor de la jusricia, la humildad y la bondad fundamen-

randose, en principio, como los grandes valores personales. Finalmenre

el maximo valor del amor, plenirud del ser, fundamentado, vivido y

ofrecido en Jesucristo el Senor, paradigma de rodos los valores.

d) Un proceso de servicio dialoganre y abierto a la culrura con

sentido critico y libre.

En 1986 la UNESCO dec1araba:

«La cultura, en sentido mas amplio, puede considerarse hoy

como un conjunto de rasgos disrintivos, espiriruales y materiales,

intelectuales y afectivos, que caracrerizan a una sociedad 0 a un

grupo social. Engloba, no solo las artes y las letras, sino rarnbien

los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano,

los sistemas de valores, las rradiciones y las creencias. La cultura

da al hombre la capacidad de reflexi6n sobre sf mismo. Es ella la

que hace de nosotros seres especificamente humanos, racionales,

criticos y ericamenre comprometidos. Por ella es como discernimoslos valores y realizamos nuestras opciones. Por ella es como el

hombre se expresa, toma conciencia de s1 mismo, se reconoce

como proyecto inacabado, pone en cuesrion sus propias realiza-

ciones, busca incansablemente nuevos significados y crea obras

que los trascienden».

Reducir la religi6n a sociolog1a, cultura de vesngios 0 expresron

sustitutoria de necesidades del hombre no es solo mutilar la grandeza,

conrenido y aurenticidad de la religion, es tarnbien minusvalorar y, a

veces, irnpedir el total desarrollo de las capacidades del ser humano y su

realizacion plena.

Nota biograjica

ModestO Romero Cid es director del Secretariado de la Comisi6n Episcopal de

Ensefianza y Carequesis.

230



estudios

La fe como fundamentode la pedagogia

JOHAN VAN DER VLOET

Si queremos descubrir la esencia de la pedagogia cristiana, 1 0 primero

que debemos hacer es desarrollar plena mente el significado de la

imagen cristiana del hombre. Entonces se hace evidente que esta

imagen tiene unas consecuencias bien determinadas para la formaci6nde la identidad de la pedagogia cristiana.

EI objetivo de este articulo es mostrar que la pedagogfa recibe su

contenido fundamental, tras una reflexi6n creyente sobre el hombre, de

la antropologia teol6gica. Para alcanzar este objetivo, partimos del

triptico antropol6gico cristiano (Walgrave), para llegar a las conclusiones

concretas que brotan de este triptico para la pedagogfa cristiana. Ter-minamos con algunas reflexiones sobre la relaci6n entre la pedagogia

y la fe cristiana.

1. La imagen cristiana del hombrecomo Jundamento de una «antropolo gia

cristiana-pedag6 gica»

Las rres coordenadas de la antropologia teol6gica (creaci6n-pecado

original-Redenci6n) forman la estructura basica de una antropologia

«cris tiana -pedag6gica».

231



l.l. EI hombre es creaci6n de Dios

Quien lee arentarnente el relato de la creacion en el libro del

Genesis observa algo extraordinario: rnientras las cosas y los animales

son creados por una orden de Dios, el hombre es creado de una manerarotalrnente distinra: es Hamado a la vida. Dios le dirige una palabra

vivificante. Esta palabra hace surgir una relaci6n {mica entre e1 hombre

y su Creador, una relacion dialogal, instaurada por el mismo Dios. El

mismo acto de la Creacion es en S 1 un acto dialogal. Dios no crea

primero al hombre para proponerle una relacion despues de la creacion.

No, por el mismo acto de la creacion Dios 10 coloca en una relacion

dialogal. Dios se hace en esre acto nuestro «Til». La primera conversacion

que se produjo sobre la tierra fue la del hombre con su Dios. Esre es el

primer componente de la antropologia reologica, que es de gran impor-

tancia para la interpretacion correcta de 1 0 que es la pedagogia. Propo-nemos para el el nombre de componente dial6gico.

Dios, adernas, creo al hombre a su imagen. Ser la imagen de Dios

significa en primer lugar que e1 hombre tiene un gran valor ante los

ojos de Dios, que 1 0 mira como algo precioso, tan grande que Dios

mismo pone algo de S 1 en el, El hombre es la culminacion de la

Creacion, El relaro nos rnuesrra que Dios creo el mundo en favor del

hombre, como un jardln, todo preparado para acoger al hombre. Nadie

puede negar la dignidad humana de la persona porque esra fundada en

una voluntad sobrehumana: la voluntad de Dios. La persona humana

en la concepcion cristiana es, por tanto, unica, irremplazable, inabarcable.

Detras de cada hombre esra la voluntad divina creadora. A este segundo

componente 1 0 llamamos el componente de la imagen. Ambos, el

cornponente dialogal y el de la imagen, mantienen entre S 1 una estrecha

relacion, Esto se hace especialmente evidente en el fen6meno de la

libertad. Uno de los atributos de Dios es precisamente su perfecta

libertad. Quien quiera conocer la verdadera libertad tiene que remitirse

a la libertad de Dios. Para EI no se trata de la libertad de eleccion entre

el Bien y el mal. Dios no tiene idea del mal. Su liberrad solo conoce la

direcci6n hacia el Bien. Y sin embargo esta direccion sigue siendo un

acto libre porque no puede ser forzada y su despliegue no sigue caminos

determinados. Dios en su liberrad es creatividad infinita, Esto significa

que nuestra libertad, si es la imagen de la de Dios, riene que seguir la

misma direccion, Concretando: la libertad del hombre es una libertad

Hamada. En este sentido, el componente dialogico y el de la imagen s~

muestran esrrecharnente vinculados: el hombre esra llamado a devenir

imagen de Dios a su manera, creativarnenre.

2 3 2



La fe comu Iundamenro de la pedagogia

l.2. La corrupci6n de la imagen y del dialogo

a causa del pecado

La existencia se presenta como fundamentalmente ambigua. Vivimosen un mundo corrompido. Nosotros mismos sentimos que nos quedamos

siempre por debajo de 1 0 que deberiamos ser. En el relata del pecado

original, el origen de la corrupcion de la creacion se pone en el hecho

de que el hombre deja de utilizar su libertad segun el deseo de Dios,

degradandola a una libertad de eleccion entre el Bien y el mal. En el

texto este aconrecimiento recibe el nombre de «arbol de la ciencia del

bien y del mal». Al comer de los frutos de este arbol, el hombre se sale

de la esrructura fundamental de la creacion. La relacion dialogal entre

Dios y el hombre se rompe, porque el hombre no quiere vivir ya como

respuesta a la Hamada de Dios, ya no desea ser la imagen de Dios yconsiderar esro como la realizacion de su existencia.

l.3. EI hombre liberado

Dios nos libera de esta situacion sin salida haciendose hombre.

Cristo restablece el vinculo entre el hombre y Dios. En el encuentra el

hombre de nuevo la posibilidad de hacerse la imagen incorrupta de

Dios. EI hombre, dejandose penetrar por el Espiritu de Cristo, se hace

hijo de Dios. EI misterio de la Encarnacion es, en este sentido, unaverdadera re-creacion: Cristo es el nuevo Adan, la imagen eterna de

Dios. Dandose a Cristo, el hombre puede volver a encontrarse consigo

mismo como «imagen de Dios» '. En la imiracion de Cristo, el creyente

se compromete en el camino que Ie hace entrar en la misma relacion

del Hijo de Dios con su Padre '. Este hecho restaura la estructura

dialogal de la existencia del hombre. A pesar de ello, la realizacion del

hombre pas a por la cruz. La Redencion, a causa del rechazo de Cristo

por el mundo, solo alcanzara su plena realizacion en la escatologia.

2. La pedagogia cristiana

Persiguiendo el objetivo de definir la esencia de la pedagogia cristiana,

, Partimos de la convicci6n, por otra parte adoptada por la mayoria de los reolcgos cat6licos,

de que el hombre sigue siendo imagen de Dios incluso despues del pee ado original; mienrras que

por este pecado, se rompe la estructura responsorial del hombre hacia Dios. La imagen, por tanto,

no queda destruida; 1 0 que oeurre es que el pecado bloquea su realizaci6n. Cfr. L. Scheffzyck,

Einfiibmng in die Scbdpfungslehre, Darmstadt 1975.

, Cfr. J . Hofmeier, «Das chrisrliche Versrandnis von Welt und Mensch. Grundlegung einer

Erziebung aus dern Glauben», en Hermann Maier, A.rpek!e cbristlicher Erziehlmg in die Schule,Regcnsburg 1979, p. 80.

233



johan van der Vloet

hemos descubierto en el triptico de la antropolog.a cr isriana dos pr in-

cipios basicos: a) el hombre se encuentra en una relacion diaJogal con

Dios, no como un afiadido, sino como algo constiturivo; b) el hombre

es la imagen de Dios que se realiza en esra relacion dialogal. Las

consecuencias de taJ imagen del hombre son fundarnenrales para la

pedagogia. No es que deterrninen todos los aspectos de la pedagogia ni

le ofrezcan tecnicas concretas; se trata mas bien de que proponen la s

Iineas fundamentales que derer rninan si el adjerivo «cr istiano» puede

aplicarse al subsra ntivo «pedagogia».

2.l. Pedagogia como «Bildung»

La palabra alernana «Bildung» expresa de rnanera bast ante clara 10

que se entiende por pedagogia cristiana. Viene d el verbo «bilden», quese podria traducir por «forrnar», «dar forma». Por otra parte, Ia raiz,

«Bild = imagen», nos dice algo imporranre sobre [a rnanera como se

produce esta «formacion». Educar es, por tanto, dar forma a alguien

reniendo como referencia una imagen. La educacion (pedagogia) cristiana

sera, pOl' tanto, dar forma reniendo como referencia la imagen que Dios

ha establecido en el Hijo. El hombre tiene que inrentar hacer realidad

la imagen de Dios en el. Esta seria la aplicacion concreta de 1 0 que

hemos llamado el componente de Ja imagen. La expresion que usa san

Juan en su prologo nos ayuda a entender mejor 1 0 que ocurre: «Y la

Palabra se hizo carne». Hacerse imagen de Dios no es algo esrarico. Ene1 momento de su creacion el hombre recibio de Dios una «palabra»

(Guardini habla de una contrasefia). Esta palabra, esre Verbo, no es

otro que Cristo, que nos habla. Se trata de la Hamada que rodo hombre

escucha. E l hombre debe intenrar, por tanto, ser respuesra a esta

llamada de Dios, al Verbo misrno. La pedagogia esra orientada precisa-

mente a ayudar al hombre a descubrir esre Verbo, para que se convierta

en una respuesta que brore del fondo de su corazon. La pedagogia

cristiana torna como pun to de partida la fe en la creacion, que supone

una relacion dialogal con Dios. En el marco amplio de nuestro «ser

imagen de Dios», el hombre esra Ilarnado a dejarse invadir por el AmorDivino y 3 realizar 1 3 profundidad de su libertad. Vemos asi como se

unen el cornponente dialogal y el componente de imagen que habiamos

descubierro en la antropologia cristiana. Por eso no se puede decir que

la pedagogia cr isriana sea algo esrarico.

Desde un punto de vista mas concreto, esro significa que dda

hombre posee una chispa divina, una posibilidad propia de realizacion

de Ia imagen de Dios en el. Debe ernplear rodos sus ralentos y sus

fuerzas para llegar a esra realizacion. La rnanera como 1 0 hace, presenta

de nuevo su grandeza a los ojos de Dios. En efecro: el hombre ha

recibido la liberrad de lIevar a cabo su vocacion utilizando roda SU

234



La fe como fundarnenro de I n pedagogia

energia creativa. Dios pone en nosotros el germen, el hombre despliega

en la gracia de Dios -y por tanto en di8JOgO con el- su imagen. Esro

significa tarnbien que el hombre esta llamado a imitar la Iiberrad de

Dios, es decir, la libertad como orientacion hacia el Bien. Se le pide quehaga en libertad 1 0 que Dios desea, con la ayuda de su propia creatividad.

Por eso la vida del hombre se convierte en una conversacion entre Dios

y el hombre.

Esta es tam bien la base de la idea cristiana de que todo hombre

tiene derecho a ser respetado y, en este sentido, derecho a la educacion.

Todo hombre, al ser llamado por Dios, recibe una dignidad que se

funda en Dios mismo. En la historia de la pedagogia cristiana esro se

ha concretado en la atencion al debil. '

2.2. E1 peeado original y la pedagogia

La imagen cristiana del hombre tiene en cuenta la posibilidad de la

aberracion de la liberrad humana. El hombre puede orierirar su libertad

hacia el Bien y realizar su vocacion -realizandose de esra manera a si

mismo-. Pero el hombre puede muy bien tarnbien pervertir su libertad,

apagar la chispa de Dios en el y empafiar su imagen. Esto no significa

que la imagen cristiana del hombre sea pesirnisra, sino mas bien

realista. Un prejuicio contra el cual se opone decididamente la pedagogia

cristiana es el de la «bondad natural» del hombre. El hombre no esbuena por naturaleza. Por naturaleza, es capaz de hacer el bien. Pero,

dado que su naturaleza ha sido corrompida por el pecado, es igualmente

capaz de hacer el mal y .en que medida! La vision crisriana es, por tanto,

realista: el hombre es un ser ambivalente. Nuestro lado oscuro, nuestra

pobreza moral, nuesrra culpabilidad y nuestra irnporencia son tan

reales como nuestra posibilidad de hacer el bien, incluso el bien sobre-

humano. La pedagogia cristiana tiene en cuenta esta ambigiiedad humana.

Sabe que el mal puede invadirnos y que ejerce sobre nosotros un

atractivo fatal. Sabe que el hombre tiene necesidad de Redencion.

2.3. La Redenei6n y la pedagogia

Lo que se puede decir ace rca del macro-nivel, acerca de la Redencion,

se puede decir rarnbien acerca del nivel individual. Por obra de la

Redencion se abre en todo hombre la posibilidad de la re-creacion de su

imagen. Viniendo a nosorros, Cristo quita los velos que habian caido

sobre su imagen. Por el Verbo que entra en nosotros, la imagen se hace

de nuevo manifiesta. E1 Verbo (Logos) es palabra clara que quita toda

oscuridad y habla abierramentc. La eonversaci6n entre Dios y el hombrese hace de nuevo posible. De este modo nace un proceso dinarnico,

235



]ohan van dcr Vloet

sostenido por el rnismo Poder de Dios (dunarniJ tau tbeou). En el

puede el hombre encontrar su vida. Al misrno tiernpo la realizacion de

nuesrra imagen es una mision. Mas aun: en Cristo y su Resurreccion, el

hombre descubre que su curnplimiento definitive se encuentra en el

mismo Cristo. Este cornponente escarologico forma parte esencial einalienable de la pedagogia cristiana. Ofrece una perspecriva ererria

sobre la categoria del curnplimiento. Desde un punro de vista esrricta-

mente terreno, el dolor y el esfuerzo que acompafian a la respuesta a la

Hamada de Dios y, sobre rodo, la regresion, tan frecuenre, en el camino

de la realizacion de su imagen, seria algo sin salida, comparable a la

tragica suerre de Sisifo. Solo cuando se tiene una escatologia puede uno

aprender a soportar los fracasos. 'La escatologia cristiana se caracteriza

adernas porque no rernite solo a la eternidad que ha de venir, Es Cristo

resucitado quien nos habla en persona. Esra ya ahi, presente como

gracia en el hombre. El da sentido a nuestras aspiraciones en el aqui yel ahora y nos ofrece la promesa de que el hombre, con su eterno deseo

de llegar a ser el mismo, encontrara su solucion en Dios y en el

alcanzara su cumplimiento. Esto da a la pedagogia cristiana una dirnen-

sion radical, que la hace capaz de verdaderos sacrificios.

2.4. Los educadores

La pedagogfa cristiana, por tanto, quiere hacer al hombre capaz de

realizarse a S 1 mismo como imagen de Dios, haciendole descubrir 1 0 queDios quiere de el. El mismo Verbo Divino, Cristo, debe acceder al

educando. No se trata de un proceso que el hombre pueda llevar a cabopor S 1 mismo. El hombre riene necesidad de educadores, de pedagogos.

En su orden creacional, Dios ha querido que el hombre sea llevado enprimer lugar por sus padres, que aceptan al hijo en su amor y quieren

hacerlo crecer en esre mismo amor. Su relacion con el hijo no es

puramente biologics. Se trata, por el contrario, de una relacion de gran

profundidad y de una dignidad extraordinaria. No es casualidad que en

la liturgia del matrimonio se pregunte a los contrayentes si quieren

aceptar a los hijos como don de Dios y educarlos en la fe. Los hijos sonal mismo tiempo don de Dios y mision. La relacion entre padres e hijos

es, por tanto, ontologies ', Esto es verdad tarnbien para los orros

; Esto significa qlle los padres no tienen par que probar su autoridad, ya que 1 3 poscen por

el orden de la creacion. Por eso el cuarro rnandarnienro nos obliga a respetar a nuestros padres.

Las teorias pedagogicas rnodernas que dicen que el encuentro padres-hijos es una relacion

equivale nre, eden en el error fundamental de que no tienen en cuenra el ordcn de la creacion. Se

puede erirender, sin embargo, en la rnedida en que esra teor ia se inspira en cl rniedo 3 una relacion

«sefior-s iervo». En la pr ictica de la pedagog!", el pedagogo debe darse cuenra del eadeter divino

de su misi6n educadora. Siendo as i, se mirara en la pedagogia de Dios )' no abusar.i de su posiei(lfl

de poder. Por el conrrar io. se dejara gUlar por cl Amor de Dios.

236



La fe como fundament» de la pedagog fa

pedagogos. Su tarea es igualmente una rnision divina y los educandos

les son confiados. La pedagogia y el acto de la educacion son, pues, de

una gran seriedad, que desgraciadamente se pierde en la funcionalizacion

de la cultura conrernporanea. La tarea del educador es la de estirnulartodo 10 que pueda ayudar al educando a encontrar su imagen, todo 10

que 10 capacite para este dialogo fundamental con Cristo. Estan conven-

cidos de que este encuentro es para toda vida humana la metanoialiberadora. Al mismo tiempo, y este cs el reverso de la medalla, los

pedagogos deben desviar todo 10 que empafia 0 pone en peligro la

imagen y el dialogo con Dios.

En este acto, el pedagogo se encuentra frente a un abismo que

puede ser doloroso. Puesto que en la pedagogia se trata de una palabra

que Dios pronuncia al hombre, la primera y la principal relacion que

esra aqui en juego es la relacion entre Dios y sn crearura. Ciertarnenteel hombre puede !legar a este encuentro mas facilmente si es guiado

por otras personas que 1 0 ponen en el camino bacia este encuentro. EIacto de la pedagogia consiste en este sentido en introducir al hombre en

la verdad. EI pedagogo debe hacer entender que la verdad de todo

hombre esta en El. No puede hacer mas, pero tampoco menos. La

relacion pedagogic a, por tanto, es sobre redo un dialogo entre Dios y el

hombre, favorecido por el pedagogo. Este dialogo es un misterio y solo

Dios conoce todos sus elementos. EI pedagogo mismo no puede llevar

a cabo este misterio. No puede ni siquiera compartirlo. Su rnision es

guiar al educando hacia el camino que conduce hasta este misterio. Elpedagogo solo puede rezar y esperar que aquel que Ie ha sido confiado

pueda entrar en esta relacion unica entre Dios y el hombre. Esta es

rarnbien a veces la frustracion del pedagogo: no puede llevar a cabo 10

definitive, que es asunto de la gracia. Pero (no es esre el escandalo quearnenaza toda pedagogia? En esencia, roda nuesrra vida es gracia y

misterio y exige el don de uno mismo, que en tiempos de competencia

y lucha por el ascenso no es algo que, sin mas, se pueda dar por

supuesto.

Reflexiones sobre fa rela c i6n

entre fa ped agog ia y fa [e

Con frecuencia la pedagogia y Ia educacion en la fe se esrudian por

separado. Sin negar los rneritos de este estudio por separado, creo que

hay que aprender a considerar esta relacion desde orra perspectiva. En

lugar de afronrar siempre el significado auronorno de alga en el marco

de la propia disciplina, nuestro tiempo exige una vision de la toralidad.Necesitarnos un pensamiento mas unificado. Por 1 0 que se refiere a la

relacion entre fe y pedagogia, esto significa que hay que plantearse lacuestion de c61110la fe y ia pedagogia se articular; en el proceso de



Johan van der Vloer

formaci6n de los j6venes, tanto en la escue1a como en la familia. Pienso

que hay una cierta arnbiguedad en la expresi6n «pedagogia de la fe», en

el sentido de que este terrnino pod ria significar «educar en la fe». Este

concepto, en mi opinion, se mueve ya en la separacion entre fe ypedagogia, en la cual la educaci6n en la fe se mira como un elemento

especial de una pedagogia mas amplia. No se trata de una distincion

sutil, sino de un planteamiento esencialmente distinto del actual: la

cuesrion no seria «(como puedo educar en la fe?», sino «(que lugar

ocupa la fe en Ia pedagogia misrna?». En mi opini6n, la respuesta a esta

pregunta ha de ser: la fe es el fundamento mismo de la pedagogia. La

fe es la llave que abre la accion pedagogica. La fe es una experiencia

integral. No se puede separar la fe del resto de la existencia. Nuestra

creaturalidad, nuestra inclinacion al mal, nuestra Redencion y nuestro

destine en un futuro definitivo junto a Dios, no constituyen unacondici6n creada junto a otra condici6n: nuestra existencia esta roralrnenre

determinada en ello. Esto quiere decir que la imagen cristiana del

hombre penetra en la pedagogia. Si fuerarnos efectivamente conforme

a nuestra fe, el punto de partida, la definicion de los objetivos de la

pedagogia y la sustancia de la pedagogia y de los pedagogos estarian

deterrninados por esta imagen cristiana del hombre. Educar es, por

tanto, pedagogia en la Fe: pedagogia guiada por la interpretacion

creyente del hombre. Se puede hablar, pues, sin problemas de una

pedagogia cristiana, en el sentido de que la pedagogia en su esrrucrura

sustancial ha de estar deterrninada por la antropologia cristiana. Esrono significa que la pedagogia no tenga independencia, sino que esta es

relativa. Teologicarnente hablando, Dios pone en la persona el germen

de 1 0 que espera de ella y el hombre tiene que dejarlo crecer hasta que

sea una planta ferril y floreciente. La autentica autonomia hay que

entenderla en este sentido. La autonomia s610 puede ser relativa. Una

concepci6n auronorna de la pedagogia desconoceria la estructura funda-

mental de la imagen cristiana del hombre en cuanto creado, liberado y

orientado hacia la realizacion de su vocaci6n de ser respuesta aDios.

(Truducido por [zcan Padilla)

Nota biogrcifica

Johan van der Vloer es doctor en teologia (Lovaina) con una resis sobre el

pensamiento de Romano Guardini en relaci6n con la moderniJad y la postmodernidad;

profesor de la Escuela Normal de Heverlee (Belgica) y de los seminarias mayores de

Rolduc y Hertogenbosch (Holanda). Miembro del Consejo de Redaccion de la edici6n

hoJandesa de Communio.

238



Divagaciones en torno. .

a un maestro crisnano:justino, fi16sofo y martir

JUAN JOSE AyAN

El «id y ensefiad a todas las gentes» del final del evangelio de san

Mateo debio resonar fuerternente en las primeras generaciones cristianas.

«Educar en Cristo» se iba a convertir en un reto especialmente arduo

cuando los cristianos quisieron hacerse presenres en el mundo greco-romano donde existia un sistema educative ampliarnente aceptado.

Pero 2acaso los crisrianos prerendieron en alguna manera reformar los

esquemas educativos del mundo pagano? Y si 10pretendieron, 2como?

San Pablo habia exhorrado a los padres a formar a sus hijos en la

educaci6n del Senor I; Clemente de Roma hablaba de I a educaci6n enCristo 2. Cuando la Iglesia antigua habla de esra educacion cristiana, se

refiere esencialrnente a una educacion religiosa que no se podia recibir

en la escuela, sino en y por la Iglesia y en el seno de la familia '. Losnifios y los jovenes cristianos no disponian de escuelas creadas por la

Iglesia que los capacitasen para ocupar los cuadros de 10.adrninisrracionromana. Los jovenes cristianos y los no-cristianos acudian a las mismas

escuelas, leian los mismos textos y seguian los mismos estudios, cuyo

objeto «no s610 consistia en amueblarse el espiriru, formar el caracrer,

mostrarse digno de pertenecer a 10.buena sociedad, sino que adernas

apuntaba a la forrnacion de los gobernanres» '.

'Or. Ef. G,4.

Cfr. Primer» cnrt a a IOJ coriniios 21. H.

Cfr . H. 1. Marrou, H ist.o irc d e tt.dlt(,tli(iiI d a u s 1> I) 1 li 'l "; I< '. Paris 1965, pp. 45 1··{52.

I P. Riche. LI educ.u.ion ell- !tl crisiiandad dlllig,lltt, Bnrcclona 198.), 17. Cfr. t arnbicn H. I.

Marron. 0, C., 456; S. Pricoco, Escuel«, en Insr irururn Parrixricum ALlgustinianufl1: Diccion.irioPalriJ/ico), de Iii Artti,t!,iiedad crist ian«, Salamanca 1991,7'15.

239



Juan J o s e Ayan

La educacion en Cristo se recibia en los ambientes eelesiales y en el

ambito de la familia, como aparece elaramente en la Historia Eclesidstica

de Eusebio de Cesarea cuando nos habla de la forrnacion que recibio

Origenes, hijo de padres crisrianos y uno de los mayores pensadores de

la Iglesia carolica ': «Yes que (Origenes), habiendose ejercitado ya

desde nino en las divinas Escriruras, tenia ya echados no pequefios

fundamentos para las doctrinas de la Fe. Tarnbien en estas se habra

afanado sin medida, pues su padre, antes del cielo de estudios cormin a

todos, habia hecho que su preocupacion por elIas no fuera secundaria,

En consecuencia, antes de ocuparse de las disciplinas helenicas, en roda

ocasion 10 iba introduciendo a ejercirarse en los esrudios sagrados,

exigiendole cad a dia pasajes de memoria y relaciones escriras» 6.

Podria pensarse que la paideia en Cristo fue concebida como una

especie de afiadido 0 de yuxtaposici6n a la culrura clasica. Pero nada

mas lejos de la realidad pues, como ha escriro W. Jaeger, la educaci6n

en Cristo «implies que la paideia clasica esra siendo superada, pues

Cristo es el centro de una cultura nueva» 7. El cristianismo Ilevo a cabo

esa tarea por elevacion sobre la propia escuela, pues «conviene reconocer

que el cristianismo no influyo en la escuela rornana, ni en los programas,

ni en los merodos educarivos» 8. La escuela se cristianizaria mas tarde

como consecuencia de la cristianizacion de la sociedad 9.

Pero, rnientras tanto, los jovenes cristianos acudian a la escuela

pagana, 10 que originaba ciertas tensiones pues la ensefianza iba fuer-

rernenre ligada ala idolatria y a una moral incompatible con la ensefianzacristiana 10. Como diria Tertuliano, eran catequizados acerca de los

idolos ", Por otro lado, no se veia la manera de evitar esa educacion

, «No ha habido en la Iglesia ningun hombre que haya perrnanecido invisiblemente tan

ornnipresenre como Orfgcnes»: H. U. von Balthasar, Es-prit et lett. 1: L'ame, Faris 1959, 13.

«Orlgenes represenra, junto con san Agustin, la culrninacion del genio en el crisrianismo antiguo».

]. Danielou, Origenes, Buenos Aires ... , 7.

6 Eusebio de Cesarea, His/aria Ec!esicistiea VI, 2, 7-8, ed. A. Velasco, Madrid 1973, pp. 349-

350.

Cristianismo pTimi/iva)' paideia griega, Mexico 19 71 , p. 25 .

8 P . Riche, o. c., 1 9. Cfr rarnbien H. I.Marrou, o, r., pp. 465_(167.9 Cfr. S . Pricoco, a. C., p. 745 .

". «Cuales son las aceiones que se cuenran sabre cada uno de los llarnados hijos de Zeus, no

es necesario decirlo a los gue ya lo saben, salvo gue han sido cscnras para el provecho y

exhortaei6n de los gue se educan»: Justine), Primera Apologia 21,1. Cfr. rambien 54, 1.

II Cfr. De idololatria 10, G. Precisamenre par clio, uunque Tcrruliano consienre guc los

jovenes acudan a recibir ia Iormacion lireraria convenienrc, se opone a gue los cristianos ejerzan

el oficio de cnsefiar las arres libera!cs: cfr. Ibid. 10, 5. Por su pane, la Tradicion upostolic« de

Hipolito prescribe acerca de los catecumenos 1 0 siguien[C: «Aque] que cnsefia a los nifios, es rnejur

que deje de hacer lo; si no ruvieru otro ofirio, enronccs sc It - per mit ira cnscfiar»: Tradu ir.

«po itoiica IG. Sin embargo, esras prohihicioncs no sedan generales, pues vcrnos como Origcnc:s,

poco antes de ser puesro tt l Irenre de la cscuela c(ltcquerica de Alejandria, < : j c - : ' r c i a como profcsur

"de las disciplinas de los griegos»: cfr. Eusebio de: Cesurc.i, f-lil"/u,.id eclc.ri/niicd VI, 2,1 5. () C < 1 I " "

juliauo el Apostuta , en su inr enro de dcvolver a SI) CSpil'fldor la rcligit'Hl pagilll<l, excillye de las

240



Divagaciones en roruo a un maestro cristiano: Justino, fil6sofo y marrir

clasica si los j6venes habian de formarse en las artes liberales, incluso

como propedeutica para el esrudio de la Sagrada Escritura. Pero la

tolerancia y adopci6n del sistema de educaci6n clasica no implicabaaceptar la cultura hacia la cual tendia esa educacion como a su fin 12. Por

ello, no faltaron escritos que mostrasen como la educacion recibida enla escuela pagana habia de integrarse en una existencia y educacion en

Cristo, a la manera de la Exhortaci6n a los j6venes sobre el modo de

sacar provecho de la literatura pagana de san Basilio de Cesarea: «No

os admirers de que, aun yendo vosotros diariamente a escuchar a

vuestros maestros, y a pesar de vuestro trato con varones ilustres de la

antigiiedad, por medio de los escritos que ellos dejaron, os diga que de

mi mismo he sacado algo mas provechoso para dedroslo. Me dispongo,

pues, a daros estos consejos. Ni por un instante conviene que dejeis enmanos de estos autores la direccion de vuestras inteligencias, como se

deja la direccion de un navfo; ni sigais por donde os guien, sino que,

escogiendo de ellos 1 0 que es util, es necesario que sepais tarnbien quedebe is desestimar y despreciar... A conocer estas cosas nos conduce la

Palabra de Dios ...».

Pero no faltaron tam poco hombres preclaros que vieron la necesidad

de hacer presente la educacion en Cristo en el ambito de las diversas

escuelas de tipo superior y no solo en los espacios habituales delcatecumenado. Fueron, especialmenre, laicos que ensefiaron bajo su

pro pia responsabilidad y no como doctores de la Iglesia 13. Los mas

destacados fueron, sin duda, Justino y Origenes. Nos detendremos en laFigura del primero que es considerado el fundador de la primera escuelacristiana.

La busqueda

justine nace en Flavia Neapolis (Ia antigua Siquem y la actual

Naplus), en Samaria, en los albores del siglo II. Los nombres de susanrepasados delatan un origen helenico 11. Desde su juventud, cuando

aun era pagano, se dedica a la busqueda de la verdad por las divers as

escuelas filos6ficas. El mismo, en el Dialogo con el judio Trijon ", noscuenta su peregrinar y su busqueda de maestros que 1 0 introdujesen enla filosofia, entendida como la ciencia del ser y de la verdad, como

conocimiento de un Dios que implica y se implica en la existencia

escuelas en el 362 a los maestros cristianos pues los aurores clasicos 5610 debian ser comenrados

par aquellos que creian en los dioses.

" C fr. H. I. Marrou, o. c., p. 458.

1\ Cfr . H. I. Marron, o, c., pp. 467-468.

I, Cfr . Justino, Prim.era Apologia l ; R. M. Gram, Greek Apologists 0/ the Second Century.

Philadelphia 1988, 50.

I', Cfr . justino, Dialogo con e/ jl/dio Trijon 2, 3 -6.

241



humana, como posibilidad y garantia de felicidad (eudaimonia) 16. Las

andanzas de Justino por la filosoffa son andanzas en busca de la verdad,

de Dios, de la felicidad. Pero la mayoria de los filosofos no se ocupaban

de Dios, como si no contribuyese para nada a la felicidad humana 17. Se

dedicaban a repetir las doctrinas de sus maestros, pero no investigaban

la verdad 18, y ello va a causar algunas decepciones en su itinerariofilosofico.

Su primer maestro fue un estoico con el que paso largo tiempo,

pero dan dose cuema «que nada adelantaba en el conocimiento de Dios

(pues el no 1 0 conoda y decia que tal conocimiemo no era necesario)» 19,

10 abandono para acercarse a un peripaterico. Esre Ie exigio rapidarnente

unos honorarios para que la convivencia fuese provechosa. Pero justine

considero que tal acrirud no cuadraba con el talante de un aurenrico

filosofo y rarnbien 10 abandona. Esras decepciones no irnpedian que su

alma bullese por conocer 10 mas propio y sublime de la filosofia. Por

ello, realiza un nuevo intento: acude a un piragorico de gran reputacion,que inmediatamente Ie pregunro por sus conocimiemos de rnusica,

astronomia y geometria. Justino no conoda estas ciencias ni disponia de

tiernpo para embarcarse en estos estudios, El queria llegar rapidarnenre

al conocimiento de Dios. Pero, segun el maestro piragorico, esa era

cuesrion imposible si antes no se dominaban ciencias como la musica,

la astronomia y la geometria. A la nueva decepcion sigue un nuevo

intenro. En esra ocasion aprovecho la llegada de un celebre maestro

plat6nico a la ciudad, con el que conversaba y hacia notables progresos.

justine describe asi su experiencia platonica: «El pensamienro de 10

incorp6reo me arrebataba, la conternplacion de las ideas daba alas a miinteligencia, llegue a pensar que en poco tiempo me habia hecho un

sabio y esperaba, en mi estupidez, que en seguida contemplaria aDios,pues esre es el fin de la filosofia de Plaron» 20.

EI encuentro

El descubrirniento de la filosofia de Plaron conduce a Justino a

buscar la soledad y el alejamiento de los hombres. Cerca del mar, se

encuentra con un misterioso y venerable anciano con el que mantiene

una larga conversacion en rorno a la fiiosofia. El anciano le va descu-

briendo las aporias de los f ilosofos, y justine Ie pregunta: «(De que

It; Cfr. Did/ago con e!j lidio Trifon 1, 3·4; 2, I; 3,4. Pueden verse comenrarios a esros textps

en J . C M. van Winden, An Early Christian Pbilo sopber, Leiden 1971 yen E. Robillard, Justin.

L'itinirCl;re pbitosopbiqi;«, Montreal-Paris 1989.

]) Cfr. Dil,/ogo {on e!judio Trijon I, }-4.

18 Cfr. Did/ago con el judfo Trif6n 2, 2.

;C' Did/ago C O " eljudfa Trifon 2. 3 .

:<, Didfogo COil el jNdio T,.ij6" 2, 6.

242



maestro se valdra uno 0 de d6nde sacara uno provecho, si ni siquiera en

los fil6sofos se halla la verdad?»21.

El anciano le habla entonces de los profetas, de Dios, de Cristo, del

Espiritu Santo y de los escritos (la Sagrada Escritura) en donde se

encuentra la verdad, y se despide de Justino exhorrandole a pedir que se

le abran «las puertas de la luz, pues nadie puede ver y comprender estas

cosas si Dios y su Cristo no le conceden el don de entenderlas» 22.

Tras el encuentro con el anciano, justine siente que un fuego se

apodera de el y le enciende el amor a los proferas y a aquellos hombresque son amigos de Cristo (Christou filoi) 23. Se da menta que ha

encontrado «la unica filosofia segura y provechosa» 21,capaz de conmover,

descansar, hacer feliz y consumar al hombre 25. «Por esto, soy yo fiI6sofo»,

did. justine. Buscaba en la filosofia la verdad, el conocimiento de Dios

y la felicidad. Y ahora, tras su peregrinar por divers as escuelas, ha

encontrado, 0 mejor, Ie ha sido dada la clave: Cristo, el Logos, el Hijo

de Dios hecho carne. Y este don, al que Justino gusta Hamar filosofia 26,

es superior a cualquier humana filosofia 2 7 : «Nuestra ensefianza supera

a cualquier ensefianza humana porque la plenirud del Verbo se ha

manifestado en Cristo, manifestado por nosotros, hecho cuerpo, logos

y alma» 28. S610 el cristiano puede conocer la plenitud del Verbo porque

s610 en Cristo se encuentra.

Justino continua en la historia la pretension de Jesus; y en la

historia se continua asimismo el rechazo. Las palabras y la actirud de

Justino levantan las carcajadas de los judios: «Despues de decir esto,

querido amigo, los compafieros de Trif6n estaHaron en una carcajada y

el se sonrio disirnuladamente» 29.Por parte del paganismo no podiaesperar sino la persecuci6n 30. La risa y la persecuci6n le conducen a la

21 Didlogo con el jttdio Trifon 7, 1 .

" Didlago con el jttdlo Trif on 7, 2.

2~ Con anter ior idad al encuenrro con este anciano,Jusrino habia sentido una cierra simparla

por el crisrianisrno a rraves del testimonio de los mart ires: "Yes asi que yo mismo, cuando seguia

la docrr ina de Platen, ola las calumnias contra los cristianos; pero, al ver como iban intrepidamenre

a la rnuerte y a todo 1 0 que se tiene por espantoso, me puse a reflexionar ser imposible que tales

hombres vivieran en la maldad y en el amor a los placeres»: Segsnd« Apologia 12, I.

" Didlogo con el judio Trifon 8, 1.

" C fr. Ibid . 8, 2.", Llama al cristianismo filosofia, no porgue reduzca la revelacion a sistema filosofico, en

cuamo que Cristo es la clave que perrnire descifrar y explicar ei misrerio del universo y de la

existencia humana y en cuanro que realiza plcnamcnre el gran fin que prctcnde la vcrdadera

filosofia: «La filosofia es el mayor de los bienes y el mas precioso a los ojos de Dios. S6!0 ella

conduce y une a EI»: Didlogo can cl judio Trifon 2. 1 .

'7 Cfr. J ustino, Segxnd« A.pologia 15, 3.

!H Para csta antropolcgia tricoromica donde logos es inrercambiable por Espiritu (pneuma),

cfr. J . J . Ayan Calvo, Antropologt« de san fu.rtino, Santiago de Cornposrela 1988, 82·99; A.

Wanelle, Saini [ustrn. Apologies, Paris 1987,309.

"J Did/ago COil d jadio Trijo n 8, ). Cf". rarnbien 9, 2.

it' Or. Justino, S ag /O ld " . 4j>o lo g ia 8 (')).

243



Juan Jose Ayan

actitud primordial de la confesion: «No dejaremos de confesar a Cristo,

aunque de los hombres recibamos ultrajes, aunque el mas cruel tirano

nos fuerce a apostarar» JI.

EI descubrimiento de la filosofia platonica habia Ilevado a justine a

Ia soledad y a alejarse de los pasos de los hombres. EI encuentro conCristo le impulsa a vestirse el pallium, el vestido caracteristico del

fi16sofo, y a acercarse a los hombres con el deseo de que conozcan las

ensefianzas del Salvador que conducen a la verdad, la felicidad y perfec-

ci6n 3 '. «Lucho -dira al judio Trifon- por apartar a ellos y a vosotros

del error, consciente de que todo el que puede decir la verdad y no Ia

dice sed. juzgado por Dios» JJ. Y en otro Iugar: «Tarea nuestra es

presentar a todos nuestra vida y ensefianzas para no ser deudores del

castigo de todos aquellos que, en su ceguera, nos of end en ... En efecto,

una vez que habeis sido instruidos, no tendreis excusa ante Dios si no

obrais justarnente» ;4. Recorre el imperio, de ciudad en ciudad, rodeandose

de discipulos y, al final de sus afios, establece una escuela en Roma, la

primera escuela cristiana conocida.

Su ultima leccion la imparte ante el tribunal del prefecto Junio

Rustico al ser acusado junto a un grupo de sus disdpulos. Preguntado

por las ensefianzas a las que se dedicaba, Justino contesto: «He procurado

conocer todas las ensefianzas posibles, pero he prestado mi adhesion a

las doctrinas verdaderas, las de los cristianos, a pesar de que no agradan

a los que signen falsas opiniones»". Pero el prefecto queria conocer el

contenido de esa ensefianza y Justino la sinteriza: «Damos culto al Dios

de los cristianos, al que consideramos el unico Dios, Creador y Hacedor

de toda la creacion, visible e invisible, y al Sefior Jesucristo, Hijo de

Dios, del que los profetas anunciaron que apareceria entre los hombres

como heraldo de salvacion y maestro de hermosas ensefianzas. Pero yo

soy un hombre y considero que mis palabras son incapaces de expresar

la infinitud de Diosa".

Junio Rustico quiere conocer tarnbien donde reune a sus discipulos:

«Yo he vivido -contesta Justino- junto a la casa de un tal Martin,

junto a las term as de Timoteo, durante mi segunda estancia en Roma.

No conozco otro Iugar de reunion sino ese. Si alguno queria venir junto

a rni, yo compartia con el las ensefianzas de la verdad» J7. Justino

concibe su rarea como compartir, poner en cornun la verdad con sus

discipulos. En Ia Primera Apologia habia escrito: «Aunque solo persua-

\I Did/ago COil el judio hi/on 9, l.

" Di.ilogo C O " e! judio Trif on 8, 2.

;; Did/ago con eljudfo Y";/01l 82, ).

\, Jusrino, Primer" ./lp%gia 3 , ': i- 5.

A etas del 7lhlrtirio de san Ju _r tillo )' sur com paiicros 1, 3.

;" Aetas del mart.irio de san jii.rtiuo),JUS

{'o711pal1el 'Os 2, 5 ~G .Act as del mtart irio de Jan lustin» y JlIJ UJlJlPd7]'C1"OJ _ 1 , 4 .

244



Divagaciones en tor no a un maestro cristiano: jusrino, fi16sofo y rnartir

damos a pocos, seremos recompensados con 1 0 mas excelente pues,

como buenos agricultores, recibiremos la recompensa del Senor» 38.

Como consecuencia de su testimonio, Justino es decapitado en torno

al afio 165. De esta manera dernostraba que no eran rerorica las

palabras que habia dirigido al emperador Antonino Pio, pidiendole que

no se dejara llevar de rum ores y opiniones falsas pues el verdadero

filosofo es el que estirna y ama la verdad por encima de todo y el quepractica y defiende la justicia con preferencia a su propia vida 39.

El jundamento de fa ensefianza de [tcstino-

El fundamento de la ensefianza impartida por Justino es Cristo, al

que con frecuencia llama «nuestro Maestro» (didaskalos)'il.

Ensefiamos-dira- 1 0 que aprendimos de El ", pues no era un sofista sino que su

palabra era fuerza de Dios". La superioridad y verdad de la ensefianza

de Cristo radica en su propio ser e identidad. El es el unico que se puede

Hamar propiamente Hijo de Dios "; El no es vasa de razon (logos)

humana, sino el Logos que estaba con el Padre antes de que ninguna

criatura existiese y que fue engendrado al principia como Mediador

para la creacion, como «obrero» de la creacion 4 5 ; El era y es el Logos

que esta en todo "; El, antes de la creacion del mundo, fue ungido par

el Padre de Espiritu Santo, siendo consrituido Cristo, Fuente del Espiritu

Santo para toda la creacion"; El, de esra manera, consuma y mantieneen cohesion y unidad el universo. Al margen de El, no es posible el

conocimiento de Dios, ni la verdad, ni la plenitud humana. El es el guia

del genera hurnano que 1 0 conduce a la convivencia can Dios, a la

felicidad".

Pero Justina no podia dejar de afirmar el escandalo de! Logos

" Primer" Apologia 44, 13.

i'J Cfr. Primera Apologia 2, l.

;0 Me cenrrarc en el pensarnienro de justine en las Apologias donde se pueden observar

mejor los planreamientos cr ist ianos anre la cultura pagana. Justino, en funci6n de los destinararios

de sus obras, acomoda sus reflexiones l' argumenros, como ya hernos pues[() de manifiesto en orras

ocasiones: dr. J . J . Ayan, Antropologia de san lustino, Santiago de Compos tela 1988,65, 186; Id.,

EI t r at ado de san [nstino sobre I" resnrreccion, Revisra Agustiniana .11 (1990) ')9).

ii Cfr. Primer" Apolr,gid 1 2,9; 1 3 .3 ; 1 5,5: 1 9,6; 21 , I; Sef!,lI?ld" Apolog;« 71 .8),5 .

i.: Cfr. Primer" Apologia 8, 13; 14, 1; 23, I.

Cfr. Prim era Apologia 1 4, 5 .

." Cfr. jusrino, Prmiera Apolof!,ia n, 2; Id., SegUl"!" /lpol(jg~l ') (6),3.

Cfr.Justino, Segllnda Apologia 5 (6), .1.Para eI rerna de la mcdiacion creacional de l Logos,

cir. J . J . Ayau, Ant ro-polog]« de san [ustm», S""tiago de Composre!» 1988, 5~-GO.

err. Justin(), ,\egllJld{/ Apologia 10, S.

Para la uncic')n precosrnica d, ,1 l.ogos, cf r A. Orne, l.cI Ll ncio n del Verbo, Rorna I<)() 1,21-

::- ::1~.J P . M arrin , E I r~Jpfritu Sa1110 en /0.1' (J1-~C!,eilC.l de l c r is t ia n ismo ; Z Lirich 1 971 . 2::;1 -2_1 ~.

I~ efr- Juqin(), Primcra /ljJo!ogfd In.

245



Juan Jose Ay,\n

encarnado y crucificado", Mensajero (Angel) y Enviado (Apostol) del

Padre Ill, para liberar al hombre del pecado y de sus consecuencias y

conducir a consurnacion el designio salvlfico de Dios ".

Por medio de la predicacion aposrolica ", los hombres tienen acceso

al Verbo encarnado, maestro y gUla de los hombres. El rnisterio del

Verbo no es un rnisterio inrirnisra, ni desrinado a un grupo de selecros

cap aces de un conocimiento privilegiado. Por el conrrario, el Logos se

ha hecho cercano, visible, palpable, accesible, hacieridose parte de la

historia de los hombres. De ahi la inviracion insistente de Justino, en

sus ApologIas, para que se constaten hisroricamenre los hechos que

proclama y se los confronte con las profecias realizadas a 1 0 largo del

acontecer del pueblo de Israel ". '

La paideia en Cristo no puede, pues, limitarse a amueblar intelec-

tualrnente el espiritu del bombre0

a formal' su caracter0

a ensefiarlea estar en buena sociedad 0 a formarlo para la carrera administrativa

como se hada en las escuelas paganas. Educar en Cristo es acercar al

Logos encarnado para que el hombre, en Iiberrad, pueda acceder y se

deje guiar hasra culminar la vocaci6n humana que es vocacion a la

convivencia con Oios, a la incorruptibilidad, a la deificacion: «Se nos ha

ensefiado, estamos persuadidos y creemos que a El solo Ie son gratos los

que imitan las cos as buenas que le son propias como son la prudencia,

la justicia, la filantropia y cuanto es propio de Oios ... Tarnbien se nos

ha ensefiado que, como es bueno, al principio hizo el universo a partir

de una materia amorfa en favor de los hombres. Estos, si por sus obrasse muestran dig nos de aquel designio, hemos aprendido que seran

considerados dignos del regreso a El para reinar con El en incorrupcion

y libres de las pasiones. Pues de la misma manera que, al principio, nos

hizo a los que no erarnos, aSI pens amos que, al elegir a los que eligen

las cosas que son agradables a El, los juzgara dignos de la incorrupcion

y de la convivencia con El. Pues, al principio, el lIegar a ser no era tarea

nuesrra; pero ahora nos persuade a que Ie sigamos, eligiendo 1 0 que le

es grato por medio de las potencias racionales que El nos regale, y nos

conduce a la fe. Y creemos que es un beneficio para rodos los hombres

. el que no se les impida aprender estas cos as, mas aun, el exhort aries aelIas. Pues 1 0 que no pudieron conseguir las leyes hurnanas, el Logos

divino ya 1 0 hubiera logrado si los perversos demoriios no hubieran

esparcido mucbos engafios e impias acusaciones ...» j,. Educar en Cristo

es acercar al hombre al Misterio Pascual de Cristo, que sigue presente

y eficaz a 1 0 largo de la hisroria mediante la presencia sacramental-

'" Cfr. jusrino, Primer" Apologi« 1 3, 3 -'1 .

5" Cfr. jusrino, Primers Apologfd 12, C J ; 63, 5. 10. 14·15.

\f Cfr. ]us(ino, Primer" Aj)%gf" ( ' . ' > , 1(j; Jd., SCg! l1l . , i " ,1pu/ogia ') «('I , ,·5.

I e , Cfr. Jus(ino, Primera /lpologfd li2, 4; ,j5, ); 50, 11.

" Cfr. ]ustioo, Primer" /lp%gid 30; 52, 1·2; 53.

v, Cfr. just ino, Pr iU l (! rd I Jpo /( Jg ia 10 .

246



Divagaciones en rorno a un maestro cr i sriano: Justina, fil6sofo y rn art ir

eclesial, para que pueda ser liberado del pecado y de sus consecuencias

y ser re-creado para ejercer su libertad en plenirud, para conocer aDios

en verdad, para vivir la cornunion querida por el Creador entre los

hombres, para vivir conforme al plan salvador de Dios, fuera del cual

el hombre no puede alcanzar su plenirud, su felicidad ". Educar en

Cristo es acercar al Logos encarnado para que el hombre sea transformado

y guiado por el que puede disipar todas sus sombras y angustias,

Cristo>, que cautiva la cautividad que enajena a los hombres'7, que da

de beber en EI mismo, Fuente de aguas vivas, para que los hombres sean

purificados y beban el agua del gozo y la felicidad 'A , que los aparta del

sin-senrido y el error para consagrarlos a la verdad "', que los libera de

la ignorancia fundamental para hacerles crecer como espigas frescas y

fecundas (,0

EI cristianismo ofrece en Cristo 10.clave de cornprension del destinedel universo y de la existencia humana, pero no se puede reducir a un

sistema filos6fico 0 a una cosrnovision. Es fundamentalmente una

nueva vida, fundada en la verdad y en el Misterio Pascual del Verbo que

ha de ser confesado si no se quiere vivir en la rnenrira iii. Por ello,

justine le puede decir al emperador Antonino Pio: «Aquellos que no

viven como EI ensefio, sean considerados no cristianos, aunque repiran

con la lengua las ensefianzas de Cristo, pues El dijo que se salvadan no

los que solo hablaran sino los que adernas practicasen sus obras» 1i2.

Educar en Cristo es educar a vivir en 10.verdad del Verbo para que el

hombre alcance su plenitud, consume su vocacion, sea feliz. Por eso,Cristo es la alegda de los hombres 65.

La Verdad y los jragmentos de la verdad

En su peregrinar por el imperio, rodeandose de disdpulos, justino,

vestido con su pallium, debio rratar con otros que vestian tarnbien el

atuendo del Filosofo, que ofrecian asimismo una concepcion del universo

y del hombre, que profesaban religiones distintas, que se rodeaban de

disdpulos. Muchos sedan los debates entre las diversas escuelas y entreJustino y sus discipulos. Entre aquella diversidad de escuelas filosoticas

(estoicos, pitagoricos, medioplatonicos, peripareticos, ... ) y de religiones

" Cfr. justine. Primera Apologia 61 ; 6 5-0 7.

v, Cfr. [usrino, Primer" Apologia 23, 2.

Cfr. Justina, Segand" Apologia 6, 5; Id., Dudogo CO" el j1tdio Trifon 45, -1 ; 39,4.

" Cfr. Iustino, Oi,i/ogo COil el judio Trifon 54, 1; 114, 4; 116.

,., Cfr. Justino, Prirucru Apoiogia 25, 1-2; 49, S.

"" Ur. jusr ino, Dielogo con el judio Tri f on 1]9, .J .

1,1 Cfr. {usrino, Primer« /lpologfa 8, 1-2.

(,2 justin», Prim.era Apologia 16, 8.

r,., Cfr. justino. Pr;1Jl(-'rI! /IPO!{J/!.fd 'l2, .' t

247



Juan Jose Ayan

(idolatria, cultos mistericos de Eleusis, de Mitra, ...), entre aquel eclecti-

cismo tan propio y caracreristico del siglo II, donde las divers as concep-

ciones eran per me abIes a las doctrinas mas dispares, (como presentaba

Justino la ensefianza cristiana? 2Era una doctrina mas en el supermercado

de las filosofias y de las religianes?

Con frecuencia se recurre a 10. ensefianza de Justino sobre las

«sernillas del Verba» y el Logos Spermatik6s para reducir el cristianismo

a una oferta mas de pensamiento, legitima y verdadera como las otras,

Cuando se presenta asi el pensamiento de san jusrino, se esta haciendo

una lectura sesgada y frivol a de sus textos.

Su ensefianza al respecro solo puede comprenderse a partir de la

rnediacion creacional del Logos y desu pensamiento anrropologico ".

Segun justine, es constirurivo del hombre el logos, una parricipacion

natural del Logos, que no seria el alma sino que vendria a correspondercon 1 0 que orros autores de la epoca, como Ireneo, Haman pneuma

(espiritu) y que supone posibilidad y capacitacion para una posterior

participacion gratuita y sobrenatural del Logos divino. Desde esra

perspectiva hay que leer rextos de Justino como: «Nosotros hernos

recibido la ensefianza de que Cristo es el prirnogenito de Dios y el

Logos del que ha participado rodo el genero humano. Los que han

vivido confarme a razon (logos) son crisrianos, aunque hayan sido

considerados ateos, como son, entre los griegos, Socrates, Heraclito y

otros semejantes ... Tarnbien los que con anterioridad han vivido pres-

cindiendo de razon (logos), fueron inutiles y enemigos de Cristo. Perolos que han vivido y viven con forme a razon (logos) son crisrianos» 6'.

As! las cosas, conviene preguntarse que aporta entonces la encarna-

cion del Logos y que supone para el hombre el conocimiento de los

rnisterios en carne de Cristo. Bueno sera dejar hablar a justino nueva-

mente cuando, rras exponer como el padecer persecucion ha sido

caracterisrico de aquellos que en la antigi.iedad vivieron conforme a

razon (logos) y pueden ser considerados cristianos, afirma: «No es

exrrafio que los dernones, una vez desenmascarados, traten de hacer

rnucho mas odiosos no a los que viven conforme a una parte del Verbo

esparcido por el mundo sino conforme 0.1conocimiento y conternplaciondel Verbo total que es Cristo» r , " . Y en orro lugar: «Confieso que soy

cristiano y oro y lucho denodadarnente por mostrarme tal, no porque

las doctrinas de Platen sean ajenas a Cristo sino pOl-que no son 1 0

rnismo, al igual que las de los orros, estoicos, poetas y prosistas. Cada

uno de ellos hablo bien teniendo ante los ojos 1 0 que Ie era connatural

segLll1 la parte del divino Logos esparcido por eI mundo. Pero los que

',I Cfr. D. Bourgeois, L, JdRI'.'J.rc dey tlJlC;(.'J1J dans ((' iJ1YJ!r}re t il l J/crhe. f1'{l'llpilc c! ! J b i l o J f _ J ! I / J / C

cbc: s. i i»: /tty/in, Pads 19HI, j/{6-J'18: J . J . Ayal1, ~-·[u;r ()pu/ {_ILt ! . ;ct de s.o: JIt.f/;17o. S,l!Hi~!gu de

CU/T·,posleia i'Ji18, ')1-9')

just ino, P rim er » /ij}()/o pia .,()~ ]-,'i.

I r Jusrin(), S C P _ I ! I l r / r ! A j} {)/o.r; iii 7 (~). _)_

248



Divagaciones en torno " un maestro cristiano: justine, fil6sofo y rnart ir

se han contradicho en asuntos imporrantis irnos no parece que hayan

alcanzado una ciencia infalible ni un conocimiento irrefutable. Todo 1 0

que de bueno ha sido dicho por elios, nos pertenece a los cristianos,

pues, despues de Dios, nosotros adoramos y amamos al Verbo nacido

de Dios inengendrado e inefable, pues se hizo hombre por nosotros,

para curarnos haciendose participe de nuestros sufrirnienros. Pues

rodos los escritores pudieron ver la realidad, aunque oscuramente, por

la semilia ingenira del Logos que habia en ellos. Mas una cosa es la

semilla e imitaci6n de algo dado conforme a la naturaleza y otra cosa es

aquello mismo cuya participaci6n e imitaci6n proviene segun la gracia

de Aquel mismo (que se participa)»:".

Justino mantiene que han existido hombres que, por la mediaci6n

creacional del Logos y por la participaci6n natural en EI, ban llegado y

llegan a conocer fragmentos de verdad0

a vislumbrar oscurarnente laverdad 0 a vivir fragmentariamente conforme al plan amoroso de Dios.

Justino no tiene inconveniente ninguno en afirmar estas conquistas por

parte de la filosofia hurnana, pero, a la vez, insiste:

a) En su precariedad, pues los fragmentos de verdad se insertan en

un conjunro deforme: «Cuanto de bueno dijeron y encontraron fi16sofos

y legisladores es debido a la investigaci6n y reflexi6n conforme a la

parte de raz6n (logos) que les cupo. Pero como no conocieron al Verbo

total, que es Cristo, se contradijeron con frecuencia» OR .

b) En su dificultad, pues ni siquiera a esos fragmentos de verdad es

posible llegar si uno no posee una inteligencia prudente y pura y unavida libre de pasiones 69.

Sin embargo, la encarnaci6n del Logos y su conocirniento han hecho

posible el acceso, la contemplaci6n del Verbo total, no de fragmentos.

La encarnacion del Verbo hace posible la plenitud del hombre. Ya no

se trata de conquistas precarias y fragmentarias que el hombre con sus

fuerzas consigue, sino que nos hallarnos ante el don de la toralidad del

Verbo por pura gracia. Y asi justino escribe: «Entre nosotros, todo eso

puede oirse y aprenderse aun de quienes ignoran las formas de las

letras, gentes ignorantes y barbaras de lengua, pero sabias y fieles de

inteligencia» 70.

Por la insercion en el acontecimiento pascual y por su conocimiento,

el cristianismo puede desernpefiar dos funciones con respecto al resto

de la sabiduria humana:

- De universalidad 0 catolicidad: «Cuanto de bueno ha sido dicho

en todos ellos, nos pertenece a los cristianos» II. No estamos tanto ante

un intenro de conciliaci6n con la cultura pagana, cuanto ante una

r,: jusr ino, S eg lt nd c t A po lo g ia 1 3 .

,," justine. S~g"'lda Ap(}I(I.~ia 10.2-.1.

,;<) Cfr. jusr ino, P rnn cr a A po lo gia 58 , -'-

7() justine, P rim c r« /lp f) /o ,S !fc { G O , I ! .

71 justine. S e g/ {n d ,{ " '1 /) f) /o g ft ! 1 \ it

249



Juan J o s e Ayan

afirrnacion de una orienracion cr istologica: «Cristo-Logos, plenirud de

sabiduria y de amor, que manifiesta al Padre y cum pIe su designio, es

el punto de convergencia de toda la busqueda hurnana de la verdad» i:

- De discernimiento: desde el Verbo total, manifestado y hechoaccesible en su encarnaci6n y misterio pascual, el crisrianisrno puede

discernir y juzgar cualquier pretension de verdad fragmentaria 7,.

No ta b io gr cific a

juan jose AY8n Calvo es Profesor de Patrologia en el Centro de Estudios Teol6gicos

«San Darnaso» y en el Inst it uto "San justine» deMudrid.

D. Bourgeois. o. C., 1(,7.

Cfr. Jnstino, ,)~egi('fldU" f1polopia 9, - i.

250



«U no solo es vuestro maestro,

Cristo».

El dialogo «De Magistro» de

San Agustin

JAIME GARCIA ALVAREZ

Introducci6n

EI libro De Magistro de san Agustin ocupa ciertamente un puesto

de real importancia en las Historias de Ia Pedagogia. Y ocupa este

puesto no ya solo por la riqueza pedagogics de su contenido sino,

igualmente, por la influencia que ha ejercido en el pensarnienro peda-

gogico posterior.

Esta obra De Magistro es mucho mas que una obra literaria escrita

en forma de dialogo e incluso una obra significativa de filosofia peda-

gogica. El De Magistro es, en primer terrnino, un dialogo vivo, e,

incluso, un dialogo historico, Fue escrito por Agustin en el afio 390,

poco despues de la muerte de su hijo Adeodato. Y en el trata de

reconstruir rodo un conjunro de conversaciones reales mantenidas con

el. Estas conversaciones tienen por finalidad educar a su hijo Adeodato

y, con este motivo, Agustin explicita su pensamiento pedagogico. Esta

obra de san Agustin no es una obra de facil lectura; prueba de ello son

las multiples interpretaciones que de ella se han dado y se siguen

dando. No obstante en el De Magistro podemos descubrir tres niveles

o estratos: literario, dialecrico y cristologico.

Pedagogia y didlogo

La forma literaria del De Magistro es el dialogo. Pero el dialogo enesta obra De MagiJtro es un dialogo un tanto exrrafio: se inrerrurnpe

25 1



Jaime Garcia Alvarez

dos veces para transformarse en oratio perpetua 0 discurso seguido. La

primera de ellas en 7,19-20: aqui Adeodato hace un amplio resumen de

todo cuanro han discutido hasta ese momenta. La segunda interrupcion

se encueotra en 10,32 - 14,46: en ella es Agustin quien hace ahora una

exposicion mas 0 menos detallada de su pensarniento pedagogico.Por otra parte, esta forma literaria de dialogo que adopta Agustin

no es algo merarnente ocasional 0 con fines estrictamente reroricos. La

forma literaria de dialogo posee una intencionalidad surnamente precisa.

Para Agustin el dialogo es una exercitatio animi, un ejercicio espirirual

desrinado a introducir allectar en la Sabiduria. Su finalidad primera no

es la exposicion teo rica de su pensamiento pedagogico. Es un ejercicio

estr ictamente pedagogico orientado a conseguir aquella actitud del

espiritu que nos permita acoger la Verdad. El dialogo es, pues, un

ejercicio que el lector ha de hacer para entrar en cornunicacion con la

Verdad. El De Magistro es una obra de pedagogia y una obra pedag6gica.Informa formando. Introduce en la vivencia pedagogic a y, a la vez,

eleva esta vivencia a nivel de reflexion.

El hombre, para san Agustin, y en su situacion actual, es un hombre

enajenado, alienado. Pero quien se enajena se vende y, desde ese preciso

momento, ya no vive en y desde S I mismo; vive desde los otros 0 desde

10 otro, desde 10 que se dice 0 desde 10 que se !leva. Por esto, mas quevivir, es vivido. Carece de iniciativa, de espiritu propio. No es autor

sino actor. Y desde ese preciso memento el hombre se cosifica. Pasa a

ser una cosa entre las cosas y regido por las leyes de las cosas. Pero no

es esre el estado primero y verdadero del hombre. Es un estado sobre-

venido. En 10 mas profundo de su ser esta presence, de alguna rnanera

y de forma ocuIta, la Verdad. El hombre, por consiguiente, y a pesar de

los escollos de la vida, esta abierto a la Verdad: «[Oh, Diosl, ora san

Agustin, a quien busca todo aquel que consciente 0 inconscientemente

busca» (Sol. I, 1, 2).

EI dialogo, y desde esta perspectiva, no es un metodo mas 0 menos

literario de exposicion. Es un rnetodo de busqueda de la Verdad. Su

finalidad no es ni esretica ni teorica, es un ejercicio espiritualordenado

a abrir las puertas del corazon del hombre hacia la Verdad. Es un

proceso de conversion. Es cierto que este proceso de conversion a la

Verdad en el De Magistro se realiza a rraves de la palabra. En elAgustin pone la Retorica al servicio de la conversion: «Me perdonaras,

dice Agustin, si me detengo contigo en todas estas consideraciones, y nopor un mero gusto de juego mental, sino precisamente para ejercitar la

juerza y agudeza del espiritu, necesarias no solo para soportar, sino

rarnbien para amar el calor y la luz de aquella region en donde habitala vida bienavenrurada» (8,21).

252



« U no SOlO es vuesrro maestro, Cristo». El Dialogo «De Magistro. de San AgustIn

Dialectica y Pedagogia

EI merodo pedagogico que propone Agustin en este proceso de

conversion a la Verdad es un metodo dialectico. Es preciso que el

espiritu recorra varios grados 0 pas os diferentes en su caminar hacia laVerdad. Y cada uno de estos pasos es una conversion en germen, en

esperanza. Mas aun, entre esras diferentes eta pas 0 grados hay ruptura.

Para pasar de uno a otro se precisa realizar un salto 0, con mayor

precision, U11a conversion. Pero esras conversiones no son, en forma

alguna, efecto de la fuerza 0 energia de nuestra voluntad. Son, mas bien,

un movimiento segundo 0 respuesta a una llamada que les precede.

Para Agustin no es el hombre quien se convierte a la Verdad; es mas

bien la Verdad quien 110Sconvierre a ella. Y esta llamada a la conversion

o esra inciracion a dejar la situacion en la cual nos encontramos para

entrar en la etapa siguiente san Agustin la expresa sirviendose de

diferentes imagenes 0 metaforas tomadas todas ellas de nuestros sentidos:

luz, voz, abrazo, etc. Es sumamente significativo, en este senrido, el

siguiente rexto de sus Confesiones: «Tu estabas conmigo, pero yo no

estaba contigo. Me tenian prisionero lejos de ri aquellas cosas que, si no

existieran en ti, sedan algo inexistence. Me llamaste, me gritaste, y

desfondaste mi sordera. Relampagueaste, resplandeciste, y tu resplandor

disipo mi ceguera. Exhalaste tus perfumes, respire hondo, y suspire por

ri . Te he paladeado, y me muero de hambre y de sed. Me has tocado, y

ardo en deseos de tu paz» (X,27,38).

La accion pedagogics de retorno a la Verdad no es una accion

inmediata. Es el resultado de todo un conjunto de diferentes conversiones.

Es cierto que Agustin ha tratado de sisternatizar en varias de sus obras

las diferentes eta pas de esra conversion a la Verdad. En un principio las

reduce a siete haciendolas coincidir con las siete artes liberales (De

ordine, II,12,35 - 16,44). Las llamadas artes liberales son para el un

rnetodo, y un rnetodo necesario para preparar el espiriru a la contem-

placi6n de la Verdad. EI hombre, sumido en las mil ocupaciones y

preocupaciones de la vida, se siente incapacitado para entrar en la

contemplaci6n de la Verdad. Para acceder a la Verdad es preciso saber

desprenderse, liberarse de las impresiones e imageries del mundo que

nos rodean y tratar de fijar la atencion en 10 mas profundo de nuestro

ser ya que es ahi, en 10 mas intimo del hombre, en su raiz, en su coraz6n

en donde habita la Verdad. Y a esro estan precisamente dirigidas,

orientadas las artes liberales. Cada una de ellas es un paso, ungrado de

acceso a la Verdad. Para san Agustin se entra en la Verdad como en un

templo. La Pedagogia es para Agustin liturgia: un paso de la solemnitas

al mysterium.

Es cierto que en obras posteriores Agustin adopta modelos diferentes

para sisternatizar esta preparacion del espiritu. Pero la finalidad de

dichos modelos es siempre la misma: preparar el espiriru para acoger

253



Jaime Garcia Alvarez

el don de la Verdad. Esre esfuerzo de sisrernatizacion es, en realidad, el

mismo que had mas tarde a la hora de escribir sus Confesione«. De

hecho en esta obra sistematiza la vivencia de su conversion. En el De

Magistro, como por otra parte en la mayoria de sus obras, san Agustin

intenta que sus lectores revivan el proceso de su conversion, que se

conviertan a la Verdad. jarnas Agustin vivio su conversion como un

proceso individual 0 privado. Su conversion la ve y analiza como algo

sumamente profundo y que llega a tocar la raiz misma del corazon

humano. No en vano el mismo dira: «2Que es mi corazon sino un

corazon humano?» (De Tr init. IV, pro!'). Esta es la razon por la que al

escribir las Confesiones pide que rodo aquel que se acerque a ell as tenga

«un corazon fraterno con el suyo»: «Que su espiritu fraterno ame en mi

persona 1 0 que tu ensefias que hay que amar, y que deplore en mi 1 0 que

ensefias que hay que deplorar. Que 1 0 haga su espiriru fraternal, ... que

cuando me aprueba se congratula por mi, y que cuando no me aprueba

se entristece por mf.,.» (Conf. X,4,5).

La estructura pedagogic a que subyace en el De Magi.,tro es la de la

dinamica de su conversion. Y des de esta perspectiva podernos encontrar

en el cuatro etapas clara mente diferenciadas y que corresponden a los

cuatro grados que expone en su obra De quantitate animae (35,79): Ad

seipsam - In seipsa - Ad Deum - Apud Deum 0, segun otra de las

formulaciones que hace referencia a la belleza: Ad pulchrum - In

pulchro - Ad pulchritudinem - Apud pulchritudinem. En el caso del De

Magistro el ascenso a la Verdad se realiza a traves del estudio 0

reflexion sobre los signos: Hacia el signa (1,1-3,6), En el signa (4,7-

10,35), Hacia el Jignificado (11,36-14,45), En el significado a la Verdad

04,46). La primera parte del De Magistro (1,1-3,6) es una reflexion sobre

los signos. Es cierto que el signo tiene una finalidad sumamente clara:

significar algo. Y es aqui, precisamente, en donde surge la primera

ruptura 0 el primer salto incitado por una Hamada 0 admonitio. Esta

Hamada 0 incitacion obliga a pres tar atencion a la realidad, a salir 0

ponerse en camino hacia 10 orro, Lo importante en el proceso de la

conversion es pasar del hablar al escuchar. Y esta Hamada que despierta

al espfritu adopta la forma de aporia. Se la siente como un sufrimiento

o dolor de la razon, Es una conrnocion del espiritu. Y le obliga a

abandonar la reflexion sobre los signoJ-en-s{ para centrarse en su

intencionalidad, en la significaci6n: «2Puede el signa ser signa sin

significar algo? --No 10 puede» (2,3). «Asi, pues, queda establecido que

nada se ensefia sin signos, y que debemos apreciar mas el conocimiento

mismo que los signos, por medio de los cuales conocemos» (10,31). Sin

embargo esra conclusion es radicalmente problematizada por el mismo

Agustin: «Pero si considerarnos con mas arencion esta cuestion llegare-

mos a la conclusion que nada se ensefia con los signos. Cuando alguno

me muesrra un signo, si ignoro 1 0 que significa, no me puede ensefiarnada; mas si 1 0 se, 2que es 1 0 que aprendo por el signo?» 00,33).

254



<.<UUU 'U>U es vuestro maestro, Cristo». El Dialogo «De Magistro» de San Agu;,."

Este estado de duda y de desconfianza respecto a las razones dadas

hasta ese momento no hace mas que revivir, en cierto modo, aquel

periodo de escepticismo en el que entre Agustin despues de la desilusion

maniquea. Pero Agustin no perrnite en forma alguna que Adeodato se

cierre y estabilice en la desconfianza de la razon. Le incita duce ratione(4,8), ratio progrediens (3,6), del signo a la significacion. Pero la

significacion no es algo propio del signo. Son las cosas, la realidad

misma quien da valor y sentido a los signos. Comprender un signo es

ponerse a la escucha de la realidad: «Mejor se comprende el signo una

vez conocida la cosa que la cosa vista el signo» (10,33). «Porque no es

el signo el que nos hace conocer la cosa, antes bien el conocimiento de

la cosa nos ensefia el valor de la palabra, es decir, la significacion que

entrafia el signo» (10,34).

La finalidad del signo no es, pues, el ensefiar 0 comunicar la verdad.

Es la de remitirnos 0 ponernos a su escucha. Eo realidad no es elhombre quien va hacia la Verdad; es mas bien la Verdad quien viene

hacia el hombre. No es el hombre quien se convierre aDios; es mas

bien Dios quien convierte al hombre. EI significado es, pues, Hamada,

inciracion y exciracion a dejarnos guiar. La significacion de los signos esuna llamada permanente a la humildad: «Los signos nos incitan a

buscar los objetos pero 00 nos los muestran para hacernoslos conocer»

(11,36). Quien en realidad nos los hace conocer es la misma Verdad.

Para Agustin toda verdad 10 es realrnente por parricipacion de la

Verdad 0, en orros terrninos, toda verdad es un don de la Verdad y solo

la conoce quien sepa acogerla. Y a prepararnos a acoger esta Verdadque se nos da u ofrece esran precisarnenre orientados los signos con su

significacion, Yaqui es en donde radica rodo el fundarnento de la

pedagogia de Agustin: «Para todas las cosas que entendemos, no es la

palabra que suena fuera a la que consultamos para ello, sino a la Verdad

interior que gobierna el espiritu mismo por denrro, amonestados porlas palabras ...» (l1,38).

Pedagogia cristol6gica

San Agustin, al final de su vida y aJ hacer la revision de todos sus

escritos, nos dice con plena claridad 10 que el prerendio al escribir esta

obra De Magistro: «Par aquel entonces escribi el libra que lIeva par

titulo De Magistro. En el se discute, se busca y se encuentra que no es

precisamente el maestro quien comunica la ciencia, sino que es Dios; de

hecho en el Evangelio mismo se nos dice: "Uno solo es vuestro

maestro, Cristo" (Retract. 1,12). Cristo, maestro de la verdad, es, pues,

segun el mismo Agustin, el fundamento de su obra De Magistro y , en

cuanro tal, de su concepcion 0 teo ria pedagogica.

Agustin habia sido educado en el amor de Cristo por su madre Santa

255



Jaime Carcia Alvarez

Monica: «Siendo nifio, habfa oido hablar de la vida ererna que nos esta

prometida mediante la humildad del Senor Dios nuestro, que descendi6

hasra nuesrra soberbia» (Conf. I, 11,17). «Esre nombre de mi Salvador,

de tu Hijo, 10 habia mamado piadosamente mi tierno coraz6n con laleche de mi madre, 10 habfa mamado por ru misericordia y 10 tenia

profundamente grabado» (Conf. III, 4,7). Pero Cristo, en aqueUa epoca,

era presentado a los fieles, sobre todo, como la Sabiduda de Dios y

como Maestro. Nada extrafio, pues, que Agustin al leer el libro de

Ciceron, El Hortensia, que era una inciracion a la busqueda de la

Sabiduria se dirija, en primer terrnino, a la Sagrada Escritura (Conf. III,

4,8 -5,9). Yen realidad tuvo la seguridad de haber encontrado la Verdad

cuando lagro unificar en la persona de 'Cristo a la Sapientia de Ciceron,

al lntellectus de los neoplaronicos y el Verbum de san Juan.

Pero Cristo-Verdad no es alguien alejado del hombre. Todo ha sidocreado por el y, por 10 mismo, el hombre lleva impresa, en 10 mas

profunda de su ser, la huella de Cristo. Cristo es la forma conforrne a

la cual hemos sido creados: «Species prima quae sunt ... s-peciata et

forma qua formata stint omnia» (De div. quest. 23). En todo hombre,

por consiguiente, esta presence de una cierta manera Cristo-Verdad, aligual que en la imagen esta presence su modelo. Esta presencia de Cristo

en el hombre Agustin la fundamenta ciertarnente en el Pr610go delEvangelio de san Juan, pero de una forma mas explicira en san Pablo:

«En el hombre interior habita Cristo» (Eph. 3, 16-17). Es cierto que el

texto de san Pablo dice: «Para que segun las riquezas de su gloria osconceda que seais vigorosamente confortados por la acci6n del Espiritu,a incremento del hombre interior, para que habite Cristo por la fe en

el interior de vuestros corazones, para que esreis enraizados, funda-

rnentados en el arnor». Agustin corra mal esre texto de san Pablo y dice:

"In interiore hominis habitat Chrisms": Y esta verdad que es consultada

y ensefiada es Cristo, que, segun la Escritura, habita en el hombre, esto

es, la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduria, Toda almaracional consulta a esta Sabiduria; mas ella revelase a cada alma tanto

cuanto esta es capaz de recibir, en proporci6n de su buena 0 mala

voluntad» (11,40).Para Agustin la verdad es un don de la Verdad. Este don Ie fue

otorgado al hombre de una forma directa e inmediata, sin necesidad de

signos, antes del pecado. Pero el peeado arroj6 al hombre fuera de si

mismo, de su interioridad. Y, a partir de ese mornento, no cesa de vagar

en la exterioridad de su ser. La Verdad-Cristo sigue cornunicandole la

verdad. Pero para acogerla es preciso que el hombre comience por

retornar a si mismo. Es ahi, en 10mas intimo de nuestro ser, en donde

Cristo nos habla, en donde Cristo nos ensefia. Esta es la razon por laque Agustin no cesa de invitarnos a entrar en la intirnidad de nosotros

mismos: «Volved al corazon. 2Que es eso de ir por los caminos de lasoledad y vida errante y vagabunda? Volved. 2A donde? Al Senor. Es

256



«Uno solo es vuestro maestro, Cristo». EI Dialogo «De Magistro» de San Agustin

pronto rodavia. Vuelve primero a tu corazon; como un desterrado

andas errante fuera de ti. (Te ignoras a ti mismo y vas en busca de

quien te creo? Vuelve, vuelve al corazon ...; mira alIi que es 10 que tal vez

sienres de Dios; alll esra la imagen de Dios. En el hombre interior

hahira Cristo, y en el hombre interior seras renovado segun la imagende Dios; conoce en su imagen a su Creador» (In jn.ev. 18,10).

Y esto es precisamente 10 que preterite Agustin en su obra De

Magistro: preparar el espiritu del lector para acoger la Verdad; incitar

al recogimiento, a la presencia de si mismo para, reconociendose

imagen de Cristo, poder abrirse a el: «Convino preguntar conforme a

la aptitud de tus fuerzas para oir interiormente a aquel Maestro»

(12,40).

La Verdad no es algo que se consigue a traves del propio esfuerzo.

No es algo que nos pertenece 0 nos puede pertenecer. Es un don que se

nos da 0 entrega. Y solo la recibe quien este dispuesto a acogerla. La

finalidad de la Pedagogia no es la de comunicar la Verdad. Ella dispone

el espiritu para acogerla. Agustin es plenamente consciente de que no

es el quien comunica 0 ensei'ia la Verdad, sino que es Cristo, el unico

Maestro, quien se la comunica a el y a sus interlocutores. Su rnision, en

cuanto pedagogo, es sencillamente la de disponer el espiritu de sus

fieles para que entren en si mismos y alli, en 10 mas Intimo de sus

corazones, se pongan a la escucha del verdadero maestro que es Cristo.

Agustin no se sienre jarnas maestro, sino pedagogo y tomando esta

palabra en su sentido mas propio: aquel que conduce al nifio ante el

maestro. «Vosotros sois, en efecto, los oyentes de la palabra, nosotros

los predicadores. Pero, dentro, donde nadie ve, somos todos oyentes; enel interior, en el corazon, en la mente, donde os ensefia aquel que os

exhorta a la alabanza. Yo os hablo exteriormente, el os despierta en el

interior. Todos, pues, somos oyentes en el interior y todos debemos ser

cumplidores de la palabra externa e internarnenre en la presencia de

Dios» (Ser. 179,7).

ConclusionEI dialogo De Magistro es una obra rnodelica. Nos ofrece el funda-

mento filosofico de la Pedagogia de san Agustin y el merodo 0 la

practica pedagogic a que el emplea en sus obras yen la ensei'ianza de sus

fieles. Detras de estas obras como de sus sermones subyace siempre

este dialogo De Magistro. Este dialogo de Agustin es la introduccion

pedagogics necesaria a toda su obra. Es cierto que en el no nos ofrece

ni una doctrina explicira sobre la educacion ni todo un con junto de

metodos pedagogicos como 10 had posreriorrnente en el De catechizandis

rudibus 0en el De doctrina christiana. Este dialogo De Magistro es masbien la fundarnenracion de la teoria y de la practica pedagogics que

257



Jaime Garda Alvarez

Agustin expone en dichas obras. San Agustin, a 1 0 largo de su vida, ha

sido, ante todo, educador, pedagogo, y este diaIogo nos ofrece la clave

para comprender la estructura y la metodologia de todos sus escriros,

Nota biografica

Jaime Garda Alvarez es Caredr.irico de Filosofia de la Facultad de Teologia del

Norte de Espana (Burgos).

258



testimonios

Un testimonio de evangelizaci6n

en los paises del Este

STEFANO GENNARINI

He pasado los ultirnos veinte afios de mi vida anunciando el Evan-

gelio como catequista itinerante en muchos paises de Europa, de Oeste

a Este. En 1981 estaba de viaje entre Kielce y Piotrkow cuando fue

declarado el estado de guerra en Polonia. He visto de cerca la caida del

regimen cornunista. Conozco un poco el antes y e1 despues.

Pero antes, perrnitid que me presente: me llamo Stefano Gennarini.Naci en Milan en una familia cat61ica de profunda fe religiosa. La vida

sacramental, la oraci6n, la lectura de la Escritura han estado presentes

en mi casa desde la infancia.

Despues de hacer los estudios clasicos me docrore en Fisica Te6rica,

sobre las particu1as elementales. Poco despues de la publicaci6n de la

tesis, entre en una crisis existencial. Ayudado por D. Giuseppe Dossetti,

mi director espiritual, deje la carrera universitaria y me fui a Tubinga

a estudiar Teologia. En aquella epoca explotaba la contestaci6n de 1968.

El Profesor Ratzinger se convirti6 en punto de referencia de un grupo

de alumnos del cual yo formaba parte. Inmediatamente despues de laLicencia en Nuevo Testamento, con el Profesor Schnackenburg, me

esperaba una crisis mas grave aun que la primera. A pesar del exito en

los esrudios y en una carrera brillante como la que tenia por delante, me

sentia un fracas ado. Jesucristo no era el fundamento de mi vida, habia

dentro de mi un vacio que era la impronta de su visira y de la intirnidad

que habla tenido con eI en la infancia, y ahora ya no tenia. Habia

buscado con la Teologia una fe mas adulra y encontre otra carrera

universitaria.

En esta situaci6n me encontre con la carequesis del Camino Neoca-

tecumenal. De vuelta a Roma para las vacaciones navidefias toda mi

259



Stefano Gennar ini

familia estaba siguiendo las carequesis que daban Kika Arguello y

Carmen Hernandez -iniciadores del Camino Neocatecumenal- junto

con D. Francesco Cuppini. Entre en la Comunidad Neocatecumenal con

toda mi familia en mi parroquia de San Luis Gonzaga, en el Parioli. Yo

me encontraba en una situaci6n bastante esceprica y , sin embargo, meesraba esperando el Senor. En la predicacion viva y directa reconod la

voz de Jesucristo resucitado que venia a romper el cerco de egoismo en

el cual mi vida se habla encerrado; venia a arrancarme de una ortodoxia

sola mente inrelecrual, a hacer reaparecer en mi vida aquel Rosrro que

habia buscado a rraves de los estudios de Teologia, sin enconrrarlo, y

me inviraba a pasar a la otra orilla y a seguir sus huellas.

Despues de dos afios, vistos los fruros de conversi6n en la vida de

los herrnanos de mi comunidad, el Senor me llama a ponerme al

servicio del Evangelio como catequista irinerante del Camino.

La experiencia de Evangelizaci6n del Camino Neocatecumenal en

los paises d el Esre comienza en la Cuaresma de 1975. Por el P.

Cholewinski, un Jesuita polaco, Doctor en Antiguo Testamento por el

Biblico, que seguia el Camino en la l .' Comunidad de Marrires Cana-

dienses de Roma. Volvi6 a Polonia y, con permiso de su Provincial,

pidi6 un equipopara abrir el Camino en Lublin. Fui enviado, yo que no

sabia una palabra de polaco, junto con un presbirero. Por miedo a la

policia no hicimos los anuncios en la iglesia, sino que invitarnos a un

grupo de 30 6 40 personas de la Universidad Cat61ica de Lublin. A

pesar de este regimen de semiclandestinidad, despues de 5 66 catequesis

el grupo aurnenro casi a 200 personas; la iglesia se quedaba pequefia, La

policia nos vigilaba consranrernente. Sucesivarnenre se dieron catequesis

en Lodz, en Cracovia y, en 1977, en Varsovia. No obstante la pobreza

de los inicios, de estas primeras comunidades salio una floraci6n de

catequistas que evangelizaron en roda Polonia y en muchos paises del

Este, A finales de 1977 fuimos invitados por un parroco de Checoslo-

vaquia. El clima politico alli era pesadlsimo. La catequesis se dio en una

localidad «secreta» en la montana, a un grupo elegido por el parroco. Se

trabaj6 tanto con sacerdotes clandestinos como con parrocos. Asf,

sucesivamente, se empiezan a hacer catequesis con anuncios en la s

misas; venian centenares de personas, aun cuando las catequesis se

daban en centros pequefios. Los parrocos, por el hecho de abrir el

Camino, eran relegados por el Regimen, que les enviaba a pueblos

perdidos en la montana; se les cambiaba de lugar continuamente y eran

sornetidos a amenazas y a presi6n. Mientras tanto, en 1977, orro equipo

del cual formaba parte un matrimonio con 4 hijos, abrio el Camino en

Berlin Este, pasando el rnuro tres veces por semana y siendo derenidos

muchas veces por la polida. En 1978 un tercer grupo abri6 el Camino

en Yugoslavia: primero en Croacia, despues en Eslovenia, por ultimo

en Serbia. En los afios siguientes se abri6 el Camino tarnbien en lasparroquias greco-catolicas de Eslovaquia.

260



Un testimonio de eVClngelizaci()n en los paises del Esre

En 1981 dimos catequesis en Leipzig, Alemania del Este, en Karl

Marx Stadt, donde vinieron muchisimas personas. En Berlin Este un

pastor luterano, impresionado por la celebracion de la Vigilia Pascual,

pidio las catequesis. Con el permiso del Ordinario, se ofrecio este

Camino de redescubrimiento del Bautismo a los Luteranos. Ya se habia

iniciado el Camino por estos afios rarnbien entre los Anglicanos enInglaterra y luego en Australia. En la liturgia penitencial, el pastor

restablecio la confesion individual.

En 1983 un nuevo equipo fue enviado a Hungria. En 1986 un

equipo de Polonia cornenzo el Camino en Lituania. En 1990 se abre el

Camino en Tbilisi (Georgia) yen Moscu (Rusia); en Timisoara (Ruma-

nia). Este mismo afio se abre en Grodno (Bielorusia) en Zytomir y en

Kiev (Ucrania), en Plovdiv (Bulgaria), y se tienen los primeros contactos

con Albania.Varios sacerdotes polacos, cuya vocacion se maduro en el Camino,

se ofrecen para ayudar a la reconstruccion de la Iglesia Catolica en

divers os paises de la URSS; cinco ya han salido para alla, y se estan

preparando otros, Los dos primeros desde 1990 son parrocos en Bobruisk

y Gomel, en Bielorusia, a solo 150 Kms. de Chernovil, en una zona

contarninada, donde nadie quiere ir y de donde todos tratan de escapar.

Estan acornpafiados de dos aspirantes a Seminaristas con los que hacen

vida en cornun, y de dos familias polacas, una con 6 y otra con 3 hijos,

a los que se han afiadido dos familias espafiolas. La llegada de estas

. familias a aquella ciudad, donde la genre se siente rnaldita y olvidacla de

todos, es ya de por si un signo de esperanza; se crea una relacion con

los vecinos que ayudan a los nifios en la escuela para aprender el ruso

pronto; les dejan a la puerta de casa cosas para que coman. La genre de

alli no sabe ni siquiera hacer la sefial de la cruz, pero cuando se les

anuncia el Kerygma lloran; incluso vienen familias hebreas.El impacto con las grandes ciudades de la Union Sovierica ha sido

para nosotros impresionante. Millones de personas no han oido hablar

jarnas de Jesucristo. Mas del 60% no estan bautizados. Es dificil darse

cuenta del desastre provocado en las familias y en los jovenes durante

70 afios de comunismo. Y, adernas, el ateismo, la superstici6n, el

espiritismo, gente que pasa de una secta a otra; par no hablar del vado

y de la degradacion moral que se encuentra por todas partes. En esta

situacion, (como no evangelizar?En Moscu cada dos meses se hacen catequesis en la parroquia

cat6lica, y cada vez vienen mas de cien personas: genre alejada, destruida,muchisimos no bautizados que despues de las catequesis se pre par an

para recibir el Bautismo. Un grupo de jovenes intelectuales ateos

invitan a los catequistas a hablar de Jesucristo en el teatro de Taganka.

El equipo itinerante vis ito al patriarca ortodoxo, Alexis II, el cual,

puesto al corriente de su actividad y sabiendo que se dirigen a los no

creyentes, les ha bendecido. El Kiev y en Zytomir vinieron 500 personas

261



Stefano Gennarini

a las catequesis; 1 0 mismo en Grodno. Las catequesis se dan en la lengua

dellugar: ruso, ucranio, etc. con rraduccion si es necesario. Asi se hace

tarnbien en las liturgias. Verdaderamente es un kayros: la gente esra

esperando con ansia.

Acrualrnente en la Union Sovierica (en Moscu y en Tbilisi, adem asen Bielorusia) hay en mision 14 familias -italianas, espafiolas, polacas,

maltesas- enviadas en enero de 1991. Como en tantas otras naciones

de Europa y del mundo, estas familias (actualmente mas de 200) tienen

la mision de llevar a cabo una nueva obra de Evangelizacion, habitando

en las zonas mas areas, descristianizadas y pobres, testimoniando el

poder de Jesucristo resucitado, sobre todo alli donde la familia esta

destruida. Ya hay peticiones en Volgograd, en Astrakan, en Novosibirsk

(Siberia), donde se esran iniciando las carequesis y donde el Obispo

espera otras farnilias

En 1990 el Cardenal Primado de Polonia, Joseph Glemp, er igio enVarsovia un Serninario Diocesano Misionero «Redemptoris Mater»

-destinado a la evangelizacion, sobre todo de los paises del Este- con

54 jovenes proveniences del Camino Neocatecumenal. Centenares de

jovenes del Camino en Polonia han entrado ya en los Seminarios de

varias Diocesis polacas (solo en Lublin mas de 50) 0 en Ordenes

Religiosas. Actualmente en Polonia hay alrededor de 500 comunidades,

y se esran dando cien nuevas catequesis; hay dos equipos de catequisras

itineranres, millares de catequistas locales, parroquias con 13-14 comu-

nidades de 50 personas cada una. Tarnbien en Polonia esra llegando la

descristianizacion (disminuye la frecuencia de los Sacrarnenros, dismi-nuyen las vocaciones, aurnenran los divorcios, abortos y drogas). En las

comunidades sucede 1 0 contrario: aumentan los j6venes que van a las

catequesis, nacen hijos; surgen cada vez mas vocaciones, y los hijos

nacidos en el Camino entran todos en la comunidad. La transrnision de

la fe a las generaciones siguienres funciona.

Este afio, el Obispo de Pola, en Yugoslavia, ha abierro un Seminario

Diocesano Misionero «Redemptoris Mater». Tarnbien en Berlin, laciudad donde ha caido el muro, esta surgiendo uno. Con este son ya 12

los Seminarios «Redernptoris Mater» surgidos en Europa; y en rodo elmundo son 20.

Un germen ha sido arrojado en el Esre de Europa. Pero (que es este

germen?

Naci6 entre los pobres de las chabolas de Madrid, en tiernpos del

Concilio. En un ambiente donde no era posible ninguna abstracci6q,

donde la realidad del pecado se podia tocar con las manos. Dios, a

traves de dos personas -un artista, Kiko Arguello, convertido del

existencialismo ateo, y una misionera, Carmen Hernandez, licenciada

en Quimica y Teolagia-, ha querido dar un instrumenro de evangeli-

zacion para llevar adelante la renovacion que auspiciaba el Concilio.EI entonces Arzobispo de Madrid, Casimiro Morcillo, a la vuelta del

262



Un testimonio de evangelizaci6n en los paises del Esre

Concilio, entre en contacto con aquella comunidad de las chabolas

(compuesta de gitanos, delincuentes, ex-presidiarios, prostitutas ... etc.)

y vio en esta realidad una respuesta a 1 0 que el Concilio estaba buscando.

La palabra anunciada a aque!la genre !lena de pecados operaba un

cambio de vida que venia despues sellado y alimentado con la liturgia.Fue el quien quiso que este germen fuese !levado a las parroquias. Y es

en las parroquias donde ha tornado la forma de un «itinerario de

iorrnacion catolica, valido para nuestra sociedad y para el hombre de

hoy», urilizando las palabras del Papa en la Carta de reconocirnienro del

Camino Neocatecumenal; despertar la fe con el anuncio del Kerygma,

hacer crecer la gracia del Bautismo con el alimento de la Palabra y de

10.Eucaristia, preparar un utero en el cual este germen, como decia

Pablo VI a las comunidades neocatecumenales en 1977, pueda desarro-

lIarse hasta !legar a esa fe adulta que se pide para llevar a cabo la rnision

en una sociedad secularizada.Hoy en Madrid, donde ha nacido, este Camino ha sido capaz de

hacer renacer much as parroquias; entre estas, las del centro historico,

poco frecuentadas y en su mayorfa de gente anciana, se han convertido

en centros fervientes de vida comunitaria y rnisionera, llenas de j6venes.

El sociologo de la Conferencia Episcopal Espafiola, con datos estadisticos

en la mano, mostraba como en las parroquias donde esta presente el

Camino Neocatecumenal, todas las actividades de la parroquia, com-

prendida la asistencia a las misas dorninicales, han florecido. Junto a la

iglesia renovada en su interior, estan surgiendo «Carecumeniums»

autofinanciados por los hermanos. En la planta baja una gran sala concapacidad para 300-400 personas, para las reuniones. En las plantas

superiores salas individuales para la Liturgia de las comunidades (el

Camino es, sobre todo, celebrativo); estas salas, el miercoles -Liturgia

de la Palabra- y el Domingo -despues de las primeras Visperas,

Eucaristia- se !lenan de jovenes, adultos, matrimonios, cuando los

fines de semana Madrid se queda vado y solarnente esran llenas las

discotecas. E incluso hay sala para las catequesis de novios, de adultos,

servicios, consultorios matrimoniales, etc.

La fuerza de la sanaci6n del tejido social (recuperaci6n de drogadictos,

alcoholizados, matrimonios; apertura a 10.vida, asistencia a los ancianos,

a los enfermos, a los debiles ...) es tan evidente que el Ayuntamiento de

Madrid esra contribuyendo economicarnenre a la construcci6n de estos

«Catecumeniums».

(Que es 1 0 que entendemos por evangelizaci6n?

La caida del Marxismo interroga profundamente a la Iglesia sohre

cual es su mision. Tal caida no es solamente el fallo de un sistema

politico-economico. El Marxisrno, en el interior de la civilizacion Occi-

dental, es la salida extrema de un humanismo que, eliminada la trans-

cendencia, seculariza el eschaton, poniendo como unico fin de la historia

del hombre 10.ciudad rerrena. No basta con negar el atefsrno para

26)



Stefano Gennarini

corregirlo; no basta con aceptar la propiedad privada y negar la lucha

de clases -llegariamos, a 10 sumo, a Rousseau: el hombre es bueno,

pero son las estructuras socio-econornicas inicuas las que 10 hacen

infeliz y malo-. Justo en el momenta en que se proclarna la caida del

comunismo, parece que en esta forma aguada y corregida el Marxismocasi ha vencido e invadido la cultura conrernporanea, hasta aparecer

incluso en el interior de la Iglesia; y no solo en America Latina. (Como

explicar de otro modo ciertas tendencias que quieren identificar la

Evangelizacion con el desarrollo social, 0 subordinarla a la realizaci6n

de un disefio socio-politico como seria incluso la unidad de Europa?

El problema es la antropologia. (Que es 10 que caracreriza y califica

la antropologia cristiana? Hay un aconrecirniento ya cumplido que la

fundamenta y que trasciende todo desarrollo hisrorico: en Cristo, en su

Encarnacion, muerte y Resurreccion, Dios entra en el hombre, la vida

divina habita en la carne y el hombre es senrado a la derecha de Dios.Esra es la obra del Espiritu Santo. En este acontecimiento manifestado

en la plenitud de los tiempos se realiza y consuma el eschaton; atraviesa

la Historia y contiene ya rodo. No hay nada mas grande que esto. Yesto

ya ha sucedido. Extender el dinamismo trinitario de esre acontecimiento

a todo hombre, a roda la humanidad, a fin de que Dios y el hombre«sean dos en una sola carne»: esta es la rnision de la Iglesia y, por tanto,

la rnision de la evangelizacion en cada generacion.

La Carta a los Hebreos cuando quiere explicitar este hecho unico de

salvaci6n para el hombre, dice: «Asi como los hijos participan de la

sangre y de la carne, asi participo El de las mismas, para aniquilarmediante la rnuerre al Sefior de la rnuerte, es decir al diablo, y liberrar

a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sornetidos a

esclavirud». Asi, la antropologia biblica dice que el hombre esra durante

toda la vida sometido a la esclavitud del demonio, y que Cristo ha

tornado la carne de Maria para poder, enrrando en la rnuerre, hacer

estallar la muerte, destruir el pecado en la carne, con su Resurreccion,

enviarnos desde el cielo el principio de la vida nueva, el Espiritu Santo.

Es el Espiritu Santo quien da testimonio e infunde en nuestro espiriru

este acontecirniento, dandonos la victoria sobre la rnuerte, es decir, la

Vida Eterna.En estes afios de apostolado irineranre hemos sido testigos, hemos

vis to y tocado con las manos como esto es verdad: que las personas, a

traves de la predicacion y de los Sacrarnenros, reciben de verdad el

Espiritu Santo y obtienen de Cristo resucitado la cap acidad de perdonar

(ahi estan tantos matrimonios reconstruidos) e, incluso, de arnar en la

dimension de la cruz; de amar al enemigo mas alia de la muerte, esro

es, «como Yo os he amado»; cargando con los pecados del orro,

cumpliendo asi la Ley de Cristo. Dice san Juan: «Todo el que aborrece

a su hermano es un asesino, y sabeis que ningun asesino tiene Vida

Eterna perrnanenre en el». Quien tiene la Vida Eterna, frente a un

264



II n testimonio de evangelizaci6n en los paises del Esre

aconrecimiento que 1 0 mara puede dar la vida, puede -como declan los

padres del siglo III- subir a la cruz.

A la luz de esto, la Humanae Vitae, los metodos naturales, la

apertura a la vida, el aceptar tener en cas a a los padres ancianos 0

enfermos, todas las norrnas de la Iglesia no son un peso que oprimesino que defienden el tesoro de la Vida Divina que perrnanece en

nosotros. Y son una ayuda para el amor mutuo, para la misma vida

sexual, para la construcci6n de la familia cristiana. Me gustaria que

pudierais oir la experiencia de millares de familias agradecidas al Senor

y a la Iglesia, y que por eso estan dispuestas a partir a anunciar el

Evangelio. «Creced y rnultiplicaos», es el mandate dado por Dios al

hombre y a la mujer «al principio».

Faltando hoy, en una sociedad post-cristiana, la experiencia de la

Vida Eterna, del Espiritu Santo operanre en nosotros, por la carencia de

una verdadera Evangelizaci6n, asisrirnos a la descomposici6n de lasraices del ser persona: inca paz de sufrir y, por tanto, de amar verdade-

rarnente, el hombre esta obligado a conternplar su egoismo, a tratar de

llenar de cualquier modo el vacio de su ser; enronces las norm as de la

Iglesia le aparecen como un yugo opresor. El problema no esta en

quitarlas 0 suavizarlas, sino en evangelizar de nuevo y hacer resplandecer

la luz y la inmortalidad que transforman al hombre, a fin de que la

Iglesia sea, como dice el Concilio en la «Lumen Gentium», Sacramento

de salvaci6n para el rnundo. Todo: la liturgia, la pastoral, la misma

parroquia son medios para que resplandezca la luz de este acontecirniento

que Cristo ha realizado para el hombre.

(D6nde se anuncia hoy el Kerygma si la fe se supone en rodos 0 casi

todos? (C6mo se cambia la fe por una religiosidad natural que esta hoy

vencida por la secularizaci6n y sobrevive en formas cad a vez mas

degradadas? (Quien hoy en nuestras parroquias llama a las gentes con

valentia a la conversi6n?

Los padres de la Iglesia llamaban a la predicaci6n kerygrnatica (no

cualquier predicaci6n) el «esperma del Espiritu», porque es a traves de

la estupidez de la predicaci6n como Jesucristo resucitado ha querido

comunicar su Espiritu. «Id y predicad el Evangelio a toda criatura ... EI

que crea y sea bautizado, se salvara». No puede sustituirse este Anuncio

con la etica, con el compromiso social, con la politica (que son siempre

la consecuencia del mismo). Por eso, ninguna argumentaci6n, ni tan

siquiera una pretendida paz ecurnenica, puede oponerse y retardar el

mandato del Senor.

San Pablo dice: «Con tal que Cristo sea predicado, aunque sea put

rivalidad ...», Ojala que con nuestro celo pudiesernos mover el celo de

nuestros herrnanos, anirnandonos a una santa emulaci6n. Dejar a estas

masas, del Este y del Oeste, como ovejas sin pastor a merced de la

secularizacion y de las secras, no favorece a ningun ecumenismo, a

ninguna Iglesia, a ninguna paz. Dios nos pedira cuenta de ello.

265



Stefano Gennarini

Pero para poder anunciar el Kerygma, decian los santos padres,

siguiendo a San Pablo, es necesario ser enviados -enviados de 1 0

alto- y Cristo resucitado ha confiado este anuncio al Colegio de los

Aposroies con Pedro a la cabeza, quien despues de haber pas ado por elcrisol recibio el encargo de confirmar a sus hermanos: «Satanas ha

solicirado el poder cribaros, pero Yo he rogado por ti ... Y ru, cuando

hayas vuelto, confirma a rus herrnanos».

No puede haber anuncio apostolico si no es en cornunion con

Pedro. A pesar de una desviada interpretacion de la Historia, cada vez

mas difundida en la actualidad, Pedro ha sido siempre en la Hisroria de

Ia Iglesia la roca providencial, el apoyo de rodo impulso evangelizador.

Inc1uso para Cirilo y Metodio, el crirerio valido de su predicacion era Ia

cornunion con Roma. Este es el nudo del ecumenismo y de la verdadera

paz ecurnenica. No podemos engafiar a las Iglesias separadas y privarlasdel don de Pedro.

Muchos acusan hoy a la Iglesia echandola en cara tantos males de la

Hisroria; un dfa la veran resplandecer en la Inmaculada, en la «Mujer

vestida del sol cuyo Hijo varori ha vencido al Drag6n rojo». Roma,

regada por la sangre de Pedro y Pablo, nos invita con la renovacion

liturgica a beber rodos del caliz de la nueva y ererna Alianza, que nos

hara cap aces de testirnoniar la Vida inmortal hasta el martirio.

Solo podremos nosorros salir de esre Sinodo, como salieron los

Apostoles del cenaculo, unidos a Pedro para evangelizar, si tenernos Ia

unidad perfecta que nos da el Espiritu Santo en un unico contenido. LaIglesia Cat6lica es una cornunion porque tiene un solo esplritu. Quien

sale de la koinonia de este espiriru, deja de ser cat6lico.

San Pablo, en la 2." Carta a Timoteo, dice: «E I (Dios) nos ha salvado

y nos ha Ilamado a una vocaciori santa, no por nuestras obras sino por

su propia determinacion, y por su gracia que nos dio desde toda la

erernidad en Cristo Jesus y que se ha manifestado ahora con la aparicion

de nuestro Salvador, Cristo 1'::sus, quien ha destruido la rnuerre y ha

hecho irradiar Vida e Inrnortalidad por medio del Evangelio, para cuyo

servicio he sido yo consrituido heraldo, aposrol y maestro».

Diciembre, 1991

Nota biogrdjica

Stefano Gennarini cs micmbro del Camino Neocnrccumenal y del Consejo Pastoral

del Seminar io Arzobisp»] «Rcdcrnpror is Mater" de Varsoviu (Poloniu).

26G



libros

La «Epideixis» de San Ireneo

de Lion

LUIS F. LADARIA

SAN IRENEO DE LION, Demostraci6n de la predicaci6n apost6lica.

Fuentes Patrisr icas 2. Edici6n preparada por Eugenio Romero Pose,

Editorial Ciudad Nueva, Madrid 1991, 280 pags.

La colecci6n «Fuentes Patristicas» de la Editorial Ciudad Nueva nos

ofrece, en su volumen 2, la primera traducci6n castellana de la «Demos-

traci6n de la predicaci6n apostolica» de Ireneo de Li6n. Existian ya

traducciones a las principales lenguas occidentales, y en el afio 1989

public6 J . Vives una bella version catalana. Se sabia de la existencia de

esta obra de san lreneo por la Historia Eclesiastica de Eusebio de

Cesarea (V 26), pero hasta 1904 no se descubri6 en Erivan un manuscrito

armenio con el texto hasra entonces desconocido. Fue publicado por vez

primera en 1907 por Karapet Ter-Mekerttschian (descubridor del

manuscriro) y Erwand Ter-Minassiantz, acornpafiado por una traducci6n

alemana y anotado por A. Harnack (efr. Texte und Untersuchungen ...

31/1, Leipzig 1907); a este ultimo se debe tarnbien la division de la

obra en 100 capitulos, que los editores posreriores han seguido y tarnbien

manriene la version castellana que present amos. Dadas las especiales

circunstancias de la transmisi6n de la Demonstratio, el volumen segundo

de «Fuentes Parristicas» no publica el texto original de la obra. Excepci6ri

mas que justificada al criteria que la editorial ha adoptado para la

colecci6n, y que en nada afecta al nivel cientifico de este volumen.

En una dens a introducci6n (pp. 13-48), E. Romero Pose nos presenta

en primer lugar la Figura de san Ireneo, los datos conocidos de su

biografia, los testimonios (tardios y escasos) de su martirio, las preocu-

267



L uis F . L adaria

paciones fundamentales de su teologia, la lista de sus escritos conocidos

y perdidos. La arencion se centra despues en la «Dernostracion»: e I

titulo, el rexro y su transrnision, las divers as propuestas de div ision de

la obra, Romero piensa, creo que acertadamente, que mas que buscar un

esquema es tructural se ha de rrarar de descubrir la sinronla doctrinal de

la Epidcixis con el resto de la obra conocida de Ireneo. La vision

re olog ic a unita ria del obispo de Lion que se refleja en la Epideixis, y que

en el AdversztJ Haereses se expone con mayor amplitud, es segun R. Ia

siguiente: [rente al desprecio de los gnosricos por 1 0 creatural, y en

particular por la creacion material, Ireneo presenta la unidad del trayecto

salvifico desde la creacion hasta la consurnacion final; la unidad entre

estes dos pol os se basa en la encarnacion del Hijo. En concreto la carne

gloriosa de Jesus es considerada ya como el paradigma de Adan que

desvela los «sacrarnentos» de la hisroria de salvacion. Romero Pose

enumera asi estos «sacrarnenros»: en primer lugar el sacramento trini-

tario: la plasrnacion del hombre por las manos de Dios, el Hijo y el

Espiritu Santo, que consriruye el resumen de las «obras» de Dios. EI

sacramento cristologico , el preanuncio en Adan de la encarriacion y de

la carne gloriosa de Jesus. EI sacramento de la historia, la obra del

Espiritu Santo que en las diversas etapas del Antiguo y Nuevo Testa-

mento «acosrurnbra» a la carne a acoger al Hijo y a entrar en cornunion

con el Creador. EI sacramento salvi/ico de la mediacion de la carne de

Cristo, en la que el Hijo recibe el Espiritu para poderlo comunicar a los

hombres. Y por ultimo el sacramento de fa «salvaci6n de la carne»,

porque es la carne hurnana la que es salvada por el poder divino, ella es

la que ha de ver aDios porque desde el comienzo fue trabajada por las

rnanos divinas; en la carne ha de Ilegar por tanto el hombre a su

perfeccion (cfr. pp. 33-34) .

Estes grandes ternas ireneanos encuenrran en la Epideixis su reflejo

y en no pocas ocasiones su confirrnacion. Ireneo expone ante todo en el

prologo la necesidad de presentar la predicacion aposrolica en su

integridad, segun la ensefianza de la Magna Iglesia. En las dos partes

fundamentales de la obra, la «catequesis apostolica» (cc. 4-41) y la

«dernosrracion proferica» (cc. 42-85), se afirrna la unidad de Dios y desu designio salvador, la Trinidad, la recapitulacion de la historia humana

en Cristo y, a partir de ella, la interpretacion cr istologica de los acon-

tecimientos historicos de Israel ernpezando por la creacion del hombre.

La vision uniraria de la historia lIeva a Ireneo a afirmar con energia el

preanuncio de jesus en el Antiguo Testamento. Los profetas han

conternplado al Verbo y han conversado con e l . EI anuncio de los

aposroles se centra sobre todo en el amor que Dios nos muestra en la

salvaciori de Jesus; en las diversas erapas del Antiguo y Nuevo Testa-

mento ha lIegado a nosorros la unica Verdad cumplida en Jesucristo (cc.

finales). Este acerrado resumen introductorio de la teologia ireneanaofrece las coordenadas fundarnenrales para la cornprension de la obra.

268



La «Epideixis» de San Ireneo de Lion

Una abundante y a la vez selecta bibliografia (sin pretensiones de

exhaustividad) cierra la Introduccion (pp. 39-48).

La version castellana es de calidad, clara, cuidada en los detalles.

Pero sobre rodo quiero llamar la atencion sobre las notas que acompafian

el rexto, Las citas y referencias biblicas, los lugares paralelos del AdversusHaereses y de otros autores antiguos, se han sefialado con escrupulosidad.

Todas las aportaciones al estudio del texto ireneano son tenidas en

cuenta. Pero sobre todo el A. ha tenido a la vez el acierro y la paciencia

de recorrer la inmensa obra del P. Antonio Orbe y extractar los

comentarios y anotaciones a los diversos capirulos de la Epideixis que

en ella se encuentran. El resultado ha sido, como el A. indica en su

prologo (p. 9), no s610 un texto anotado, sino practicamenre un texto

comentado. Casi no hay frase importante de la obra a la que el P. Orbe

no haya dedicado su arencion R. transcribe parrafos y paginas enreras,

incluso con las notas correspondientes. Todos los grandes temas de la

teologia del obispo de Lion, la doctrina trinitaria y la creacion del

hombre, el pecado y la muerte de Jesus, la resurreccion y el juicio final,

aparecen en esros largos exrractos, que iluminan desde dentro el texro

ireneano y descubren allector unas riquezas que, dejado a sus fuerzas,

no podria ni siquiera sospechar. Los indices biblico, ireneano, de autores

antiguos, de autores modernos y ternatico que completan la obra,

ayudaran para el Iacil manejo del volumen.

Creo que ninguna de las ediciones de la Demonstratio existences

hasta ahora ofrece un comentario de la profundidad reologica del que

aqui puede hallar ellector de lengua espafiola. Por ello es de esperar

que esta obra encuentre tarnbien el favor de los estudiosos mas alla de

nuestras fronteras. EI esfuerzo de E. Romero y de la editorial «Ciudad

Nueva» bien merecen esta recompensa.

N ota b io gl'c ific a

Luis F . Ladaria es profesor de Anrropologia Teol6gica y Escarologla en la Universidad

Gregoriana (Roma).

269



En colabora cion con:

Edicion alernana: Internationale Katholische Zeitsehrift Communio (Ebrenfeldgiirtel 164,5000

Koln 30, RIA.) - Maximilian Greiner, Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, Peter Henriei, s.j., Walter Kasper,

Karl Lehmann, Reinhard Low, Hans Maier, Otto B. Roegele, Christoph Schonborn, o.p.

Edicion estadounidense: International Catholic Review Comrnunio (P.O. Box 1046, Notre

Dame, IN 46556, U.S.A.) - Frederick Crosson, Andree Emery, Clifford J. Kassel, s.j., Thomas Langan

(Canada), Richard M alone, Val J. Peter, Mary Rousseau, John Saward (Inglaterra), Clifford 1 - Kassel, s.j .,

David L. Schindler, Kenneth L. Schmitz (Canada), John R. Sheets, s.j., John H. Wright, s.j.

Edicion brasilefia: Communio, Revista Internacional catolica de cultura (Rua Benjamin Constant,

23 - 4" and, 2000/ Rio de j aneiro Rj, Brasil) - Fernando Bastes de Avila, s.j., Esrevao T. Bettencourt, o.s.b.,

Luciano J. C. Duarte, Tarcisio M. Padilha, Candido G. de Paul Machado, Mgr Karl-Josef Romer, Heraclito

F. Sobral Pinto, Newton L. B. Sucupira.

Edicion croata: Sverci Communio tKrscanslea Sadasnjost, Maruliev trg 14, YU 41000 Zagreb, Yugos-

lavia) - Andelko Badurina, Stipe Bagaric, o.p., Vjekoslav Bajsic, Jerko Fucak, o.f.rn., Tomslav Ivancic, Adal-

bert Rebic, Aida Star ic, Tomislav Janko Sagi-Bunic, o.Lrn. cap., Josip Turcinovi, Marijan Valkovic.

Edicion chilena: Revista catolica internacional Communio de lengua hispana para America latina

(Casilla IJ786, Santiago Chile) - German Doig, Julio Teran-Dutari, s.j., Francois Francou, s.j., Victor Gam-

bino, s.d.b., Luis Meyer, Fernando Moreno, Sergio Munoz L., Francisco-Jose Pinon.

Edicion francesa: Revue catholique Internationale Communio 28 rue d'Auteuil, 75016 Paris - Jean-

Luc Archambault, Jean-Robe" Arrnogathe, Guy Bedouelle, D.p., Thierry Ben, Andre Berrhon, Olivier

Boulnois, Francoise er Rerni Brague, Vincent Carraud, Georges Chantraine, s.j., Marie-Helene et Jean Con-

gourdeau, Mgr. Eugenio Corecco, Olivier Costa de Beauregard, Michel Costantini, Georges Cottier, o.p.,

Mgr Claude Dagens, Marie-Jose et Jean Duchesne, Michel Dupouey, Pierre Julg, Jean Ladrjere, Patrick Le

Gal, Marie-Joseph Lc Guillou, o.p., Marguerite Lena, s.I.x., Corinne et Jean-Luc Marion, Jean Mesnard,

Jean Mouton, Jean-Guy Page, Jean-Marie Salarnito, Robert Toussaint, Jacquiline d'Ussel, 5 .Lx .

Edicion italian a: Strumento internazionale per un lavoro teologico Communio (Via Castello 10,25100 Brescia, ltnli«) - Ellero Babini. Nicola Bux, Massimo Carnisasca, Aida Cazzago, Gianfranco Dalmas-

so, Adriano Dcll'Asta, Elio Guerriero, Livia Melina, Luigi Negri, Marco Paolinelli, A:nbrogio Pisani, An-

tonio Sicari (director), Guido Sommavilla, Benedetto Testa.

Edicion holandesa: Internationaal katholiek Tijdschrift Communio (Herestraat, 51,3000 Lovaina,

Belgica) - Jan Ambaum, Stefaan Van Calstcr, Klara Rogiers (B), [oris Schroder, Gerard Wilkens, s.j., Ben

Janssens, Anton Arens, Mia Schoenmaeckers, Ignace Verhack.

Edicion polaca: Miedzynarodowy Przeglad Teologicnzy Communio (Pallottinurn, Przyb)'szewskit-

go 30. PL 60-659 Poznan, Polonia) - Lucian Balter, s.a.c., Jan Chary ransk i, s.j., Kazirnierz Czulak, s.a.c.,

Pawcl Goralezyk, s.a.c., Woiciech Goralski, Stanislaw Grygiel, Helmut Juras, s.d.s., Jozef Maika, Stanislaw

Nagy, s.c.j., Alfons Nossol, Kazimierz Romaniuk, Jan Kanty Pytel, Waclaw Swicrzawski,

Edicion portuguesa: Rcvisra Internacional Carolica Communio (Biblroteca e Centro Uniuersitario

[oao Paelo II, 3 piso, 1600 Lisbo«, Portugal) - Manuel Isidro Alves, Jose Eduardo Borges de Pinho, Maria

A.C. Branco, Faustino Caldas Ferreira, Henrique de Noronha Galvao.Toaquim de Oliveira Braganca, PeterStillwell, Luis lilipe Thomaz, Antonio Bivar Weinholtz, Teresa Martinho, Arnaldo Pinto Cardoso.



CEDACEROS . . ' > - 2 1 2 - - - - .- - .- - - - - - - - - - - - - - TELS. 5U 26 07

lHOI! ~1ADRID EedlCIOneS encuentro H n ~~ ~ ~

Editada en colaboracion con otras 12 revistas que aparecen bajo el mismo nombre en

diversas lenguas y paises del mundo par iniciariva de Henri de Lubac, Hans Urs von

Balthasar, Joseph Rarzinger, Karol Wojtyla y orros grandes protagonistas del Concilio

Varicano II.

R E V IS T A C A T O L IC A IN T E R N A C IO N A L

C O M M U N I O

NUMEROS YA PUBLICADOS1979: 1. La idemidad crisciana.-2. La confesi6n de la

fe.-3. Pertenencia a la Iglesia.-4. Se encarno

y se hizo hombre.-5. El misrerio de iniquidad.-6. EI sacramemo del matrimonio.

1980: 1. Crucificad6 por nuesrra causa.-2. La violen-

cia.-3. Muerte y prornesa de vida.-4. La

rransforrnacion de 1 0 sagrado.-5. La autoridad

en la Iglesia.-6. EI cuerpo.

1981: 1 . Descendio a los infiernos.-2. Iglesia y socic-

dad.-3. Vida consagrada.-4. ,!Que es la reolo-gia? 5. EI sacerdore hoy.-G. Las Bienaveruuran-

zas.

1982: 1. Resucito.-2. La persona humana.-3. El

Domingo, (es fiesta?-4. La mujer.-5. Aproxi-

macion a la Iglesia espanola.-6. La efusion del

Espiritu.

1983: 1. La ascension a los cielos.-2. La Carequesis.e-o.

El pluralismo.-4. Los jovenes hoy.-5.La Uncion

de los enfermos.-6. La crisis de nuestro riernpo.

1984: 1. Senrado a la derecha del Padre.-2. E! rra-bajo.-3. Los cristianos y el Jloder.-4. La Espe-

ranza.-5. Pecado y perd6n.-G. Biologfa y moral.

1985: 1. Juzgad. a vivos y muerros.-2. (Espana por

evangelizar?-3. La Eucar.isda.-4. L a oraci6ncrisciana.- 5. La' paz.-6. Los laicos.

1986: 1. El Espiritu S3nto.-2 Reino y reinado de

Dios.-3. Leer la Escrirura.-4. Nuevas realidades

eclesiales.-5. Bienavenrurados los pobres.-G . La f arn i li a.

1987: 1. La unidad de la lglesia=-Z. Bienavenrurados

los perseguidos.-3. Alma y cerebro.-4. E!

hombre anre la verdad.-5. La religiosidad popu-lar.-6. Teologta y sanridad.

1988: 1. La Comunion de los Sanros.-2. EI acceso it

la fe.-3. Cosmos y creacion.-4 .. Hans Urs

von Balrhasar.-5. Las religiones orienrales.-

6. Bienavenrurados los limpios de corazon.

1989: L La remision de los pecados.-2. Bienavenrurados

los que buscan 1 3 paz.-3.·La Revolucion Francesa.-4/5. Los milagros.-6. EI mal y la providencia.

1990: l.La resurrection de lo s muertos.-2. La POStmO-

dernidad.-3. Mision y vocacian.-4. Idenridadcrisriana de Europa.-5. La forrnacion de los

sacerdotes hoy.-6. Harnbre y sed de jusricia,

BOLETIN DE PEmDO

o Deseo recibir los siguienres nurneros arrasados 31 precio de 400 pesetas 66 S unidad.

o Deseo recibir rodos los nurneros publicados desde 1979 hasra Inclusive,

N OM BRE .

DIRECCION .

C[UDAD DTO .

o Adjunro cheque bancario nominarivo a Ediciones Encuenrro de pesetas queincluye gasros de envlo,

o Pagare la camidad de pesetas contra reembolso al recibir los mirneros solicitados.

Remira esre bolerln de pedido a:Ediciones Encnenrbo - Cedaceros.3 - 2." - 28014 Madrid

LOS TEMAS DE 1991

1. A 25 aiios del Con-cilio.

2. La vida eterna,

3. El retorno de la gno-sis.

4 . EI Pllpa, i P O C que?

5. Resucge la Docrrina

Social.

6. EIpecado originel,



LA tRE ,V ISTA

INTERNACIONAL

'ME,lOR INF'ORMAD.A

SOBRE L A V IDA

D E _ L 'A IGL ES:IAEN TODO EL MUNDO

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ~ ~ ~

SCRIPel·ON

NOMBRE _

APElLlDOS _

DIRECCION _

CIUDAD CODIGOPOSTAL _PAIS TELEFONO _

Adjunto talon nominativo a favor de 30 GIORNI S.A. par valor de 3.000 Ptas.



La noricia m.is ill1jlClI'l;llllt

Cornentarios de los ruismos prot: ,

1 11 1m odo de anticiparsc o la c ronic :

Ll in(UI'1l1:j('j"'!I i l l - !I1l""t 1'(1' ,'{)IH",pUllsalcs

pan Il'llL'r Illld : \ \1)1"1;1 j':I!111';\'.1\1,':\ de I" lid" de la

Igicsia ell cl Il'jid(l ';(lC'l:ti cn :.'1que ',C dCS;IITolla,

LA I(;lJl~~SI,A

L.(l~ !clllas 1 1 1 < 1 5 caudcute s [I';!ladue, e l l prol u tInd ILT"l<lder:\ :Iyuda para LIlLI mayor l'(1I11prCI1'

1 ;[ <!('(,i(lll p~lslur;lllkl obispo de

Aconteciruientos lircrarios in(ditns Debates

Rcvisioncs historicas. A rtc. [Ina pucsta al elfa sobre

los argumentos cuiturales de mavor acrual idad.

AGONISTAS

Resumen de los comentarios mas uutorizad

de las grandes publicaciones intcrnacionales

de los libros mas significauvos editados en

todo el mundo

Entrcvisras. Encucntros. Perripcrsonajcs mas rcl evantcs del

carol ico: Cardcnal cs, obi spos,

de ruovirni entos y asociacione-

Te pone dclante



FUEIVTES PA1R/ST1CAS

Obra s d e lo s Sa nto s P ad re s ell ed ic ion bil in -

g iie c on no /a s, ind ic e y a pa ra to c ritic o. L a

c o le cc io n o fr ec er d, e d emas d e fa v er sio n c as -

te ll ana, e l texto o r ig inal , c on intr odu c c ionesy anotaciones en ord en a una mejor com-

prension.

F U E N T E S P A T R i s T I C A S 2 :

I C D E M O S T R A C I O N D E L AP R E D I C A C I O N A P O S T O U C A ) )

s.IRENEO DE LION

Edieion preparaoa para O. Eugenio Horne-

ro Pose, Profesor de Patrologia del lnstitu-

to Teoloqico Compostelano y Director de

IIColecci6n FUENTES PATRISTICAS.

S. Ireneo, 01final de sus dros, de dlco estc obro, 10Demostrad6n Apost61ica

o Epideixis, a un amigo suyo que le demanda la exposicion del outenrlco

cristionismo. E I obispo de Lion, Iglesio de rnortlros, cumple los deseos de.1amigo

y pone par escrito , hacienda gala de una finuro y cerconfo humonas poco

comunes, 10que conserve en su memoria como verdades fundamentales del

ser cristiano y de 10preciicocion recibldo. Es una especie de promemorio en

10que presenta con sencillez y profundidad 10historia de 10solvocion. des-

de la Creocion hasto 10manifestaci6n de Dios en corne humana, desde 10

plasmaci6n del hombre como obro de Sus Manos, y el destino final al que

esro Hamado, hastala oporiclon de 10 Iglesio.

Can rozon 10 Demostroclon Apostollco de S. Ireneo, el principal f6pre·sen-

tonte de 10reoloqfo oslorico, puede considerorse como el mas antiguo Co-

tecismo de odultos,

N.- de paginas: 280 P.V.P.: 3..2.00ptas. (IVA incluido)

VOLUMENES DISPONIBLES Y EN PREPARACION:

FUENTES PATRiSTICAS t: dGNACIO DE ANTIOQuiA, POLICARPO DEFSMIRNA,

CART A DE LA IGLESIA DE ESMIRNA» (Edicion bilingiie preparada por Juan Jose Ayan

Calvo). IEdici6n. ISBN: 84-869:!!7-26-1. 304 pags. 3.800 ptas, (IVA incluido),

FUENTES PATRiSTICAS 2: «DEMOSTRACION DE LA PREDICACION APOSTOLl-

CA» (San Ireneo de Lyon). (Eugenio Romero Pose). ISBN: 84-869:!!7-32-6. 280 pags ..3 .200

ptas. (IVA incluido).

FUENTES PATRiSTICAS 3: «(DID ACHE, DOCTRINA APOSTOLORUM Y EPISTOLA

DEL PSEUDOBERNABE}> (Juan Jose Ayan Calvo).

Editorial Ciudad Nueva

Andres Tamayo 4. 28028 MADRID.



E Filosofia IT E Filosofia ITETICA. 462 pigs.

Dietrich von Hildebrand

~SALVAR LO REAL? 489 pags.Alfons» Perez de Llborda

PRINCIPIOS DE FJLOSOFIA

DE LA HISTORIA. 128 pags,

Armando Segura

UNAMUNO Y DIOS. 328 pags,Enrique Rivera de Ventosa

PENSAMIENTO CONTEMPORA NEO

Y FE EN JESUCRISTO. 336 pigs./1 n d r « Leonard

EL PROGRESO Y SUS PROBLEMAS.

296 pags,

Larry LaedanTEOLOGIA ETICA. 28 4 pags,

Rogelio Rovira

EUDAIMONIA. 2 L4 pags,

Carlos Diaz

LA FlLOSOFIA DE GABRIEL MARCEL

352 pags.Feliciano Bldzq#ez .

LA VIDA COMO PROBLEMA POLITICO.

191 pags.Vaclav Belohradsky

PREGUNT ARSE FOR DIOS

ES RAZONABLE. 522 pags,Carlos Diaz

HISTORIA Y VERDAD. 318 pigs.Pau] Ricoear

EL PENSAMIENTO ENJAULADo. 80 p.Gianfranco Daimasso

iES GRANDE SER JOVEN? 208 pags.Carlos Diaz

HUID DEL ESCEPTICISMO. 184 pags,

Christopher Derrick

ETICA DE LA SOLIDARIDAD. 158 pags,

fowl Tiscbnor

INTENSAMENTE, COTIDIANAMENTE.280 pags.· . . _

ClIrlOS Diaz

EL HOMBRE Y EL TRABAJO. 280 p.

Rocco Butlig/ione

CORRIENTE ARRIBA. 240 pags,

Carlos Diaz

BUENO Y MALO. 60 pags,Hans Reiner

INTRODUCCTON A LAFENOMENOLOGIA. 72 pags.Adoff Remacb

ClENCIA, FILOSOFIA Y EXISTENCIA_

208 pags.jose Antonio Merino

PROGRESO SOCIAL Y REVOLUCION_

146 pags.Heinz R. Schmitz

APROXIMACION AL MISTERlO

DEL SER. 87 pigs.

Gabriel Marcel

INTRODUCCION AL PRINCIPIOANTROPICO. 157 pigs.Jose lIillrnlei Alonso

SOBRE LA MUER TE. 1 56 pigs.Dietrich ,!- '01'1 Hildebrand

LA FUGA DEL NO SER. 208 pags,

Rogelio ROt/ira .

L1) POSTERIDAD ESPIRITUAL DE

JOAQUIN DE FIORE. 2 vols .. 881 pigs.

Henri de Lubec

EL PENSAMIENTO FRANCES

EN EL SIGLO XVII. 185 pags.

Daniel MOl7'letEL SENTlDO DE LA HISTORIA. 200 p.

Nicolai Berdiaet:

MEDIO AMB. E IDEOLOGIA EN EL

CAPIT ALISMO AVANZADO. 224 psgs.Aljonso Perez Agote

CONTRA PROMETEO. 200 pags.

Carlos Diaz

EMMANUEL 504 pags.

Armando Segura

NOTAS PARA UNA FILOSOFIA

DE LA ILUSION. 208 pags.

Pedro Ortef{/. CcmoorLA POUTlCA DE LO IMAGINARIO_

157 pags.Gianfram;() Deimesso

El. HOMBRE Y EL EST ADO.

240 pags.

[acque: Mllrit"ill



I'ER A DO SEBASnAN AGUILAR

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La fuga del no ser

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garcia alvarez 1992

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