frutos de espíritu santo

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LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

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Page 1: Frutos de espíritu santo

LOS FRUTOS

DEL ESPÍRITU

SANTO

Page 2: Frutos de espíritu santo

Cuando el alma es dócil al Espíritu Santo

se convierte en árbol bueno que se da a conocer por sus frutos.

AMOR

PACIENCIA

LONGANIMIDAD

GOZO

PAZ

BENIGNIDAD

BONDAD

MANSEDUMBRE

FE

CONTINENCIA

CASTIDAD

MODESTIA

Page 3: Frutos de espíritu santo

AMOR: el fruto que nos da a Dios mismo

“El Amor viene de Dios, hace presente a Dios, es Dios con nosotros”.

Page 4: Frutos de espíritu santo

GOZO: la primera manifestación del amor

El gozo espiritual es el disfrute de la presencia

amorosa de Dios.

¡Espíritu Santo, invádenos con tu gozo!

Page 5: Frutos de espíritu santo

La alegría plena, reposada, serena, honda, una alegría total, se alcanza con la tranquilidad del espíritu, cuando recibimos la paz.

PAZ: un regalo de Cristo Resucitado

El don de sabiduría, que nos hace gustar, saborear las cosas de Dios, es como el peldaño que conduce a la paz.

Page 6: Frutos de espíritu santo

PACIENCIA: saber que Dios no se retrasa

Las almas dóciles al Paráclito producen este fruto ante los obstáculos.

No pierden la paz ante la enfermedad, la contradicción, los defectos ajenos, las calumnias, y ante los propios fracasos

espirituales.

“Y a su hora, en el tiempo oportuno, cuando las lluvias tempranas y tardías han regado nuestra vida, el milagro se produce,

y se convierte el desierto en vergel”.

Page 7: Frutos de espíritu santo

LONGANIMIDAD: presencia de ánimo

Nos ayuda a esperar todo el tiempo necesario, antes de alcanzar las metas ascéticas o apostólicas que nos proponemos, pensando que las dilaciones son queridas o permitidas por Dios.

Es el fruto del espíritu que nos da ánimo para tender a lo bueno, aunque haya que esperar, mucho, para alcanzarlo.

Page 8: Frutos de espíritu santo

BONDAD: buscando siempre el bien de los demás

Realizamos el bien sin buscar agradecimientos o dependencias de los favorecidos

Hacemos el bien con sencillez sin jactarnos de

ello y solo buscando la aprobación de Dios.

Compartimos los bienes espirituales y materiales en comunidad de fe y de amor.

“No se cansen de obrar el bien, porque a su tiempo nos vendrá la cosecha, si no desfallecemos…y hacemos el bien a todos”.

Gál. 6: 9 - 10

Page 9: Frutos de espíritu santo

BENIGNIDAD: sentir la dulzura del Espíritu

Transforma nuestras relaciones humanas en

bendiciones divinas.

Vivimos una dulce participación de la suavidad de Dios,

encarnada en Cristo.

Se manifiesta con amabilidad en las palabras, con suavidad en la convivencia y en el trato, y con servicialidad

comunicativa en el actuar.

Page 10: Frutos de espíritu santo

MANSEDUMBRE: soportarlo todo con paz

Desecha la ira, porque el Espíritu de Dios

reposa en el hombre humilde y dulce.

Da la fortaleza para soportar malas palabras, mal comportamiento, gestos y actos amenazadores y toda clase de injusticias contra uno mismo o nuestros amigos.

Page 11: Frutos de espíritu santo

FE: mirar con los ojos de Dios

La fe fundamenta y dirige la obediencia, la confianza,

el abandono.

“Déjate guiar por el viento y por el fuego del Espíritu, pues la fe es estimulante, fermentadora”.

Es entregarse en las manos de Dios y aceptar su palabra.

Page 12: Frutos de espíritu santo

MODESTIA: el coraje de los humildes

Por este fruto, el creyente sabe que sus talentos son regalo de Dios y los pone al servicio de los demás

“Deja que Dios entre en tu vida, déjate querer por Dios, deja que Él te transforme, te cambie, te guíe, te forme.

Eso sí es humildad”.

Page 13: Frutos de espíritu santo

CASTIDAD Y CONTINENCIA: testigos de la fidelidad

y la ternura de Dios

Por estos frutos el alma está vigilante para evitar lo que pueda dañar la pureza interior y exterior.

Nos inclina a vivir la sexualidad como servicio a la vida, para hacer de nuestro cuerpo una entera alabanza.

Page 14: Frutos de espíritu santo

“No extingáis el Espíritu”. I Tes 5,19

“No entristezcáis al Espíritu de Dios con el

que fuisteis sellados para el día de la

Redención”. Ef 4, 30

“Llenaos del Espíritu Santo”. Ef 5, 18