,/ "

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~r2),._t_~~~~~~~~~~~;'Pa~p~e~I~S~~~lm~6~·n~-~M~a~n;iz~a~I~~.~n;ov;i~em~b~re~12~d~e~1~9~9~5~

FRANCIA 0 LAALTANERÎA NUCLEAR1NELSON VALU10 è6MEZ

PAPfL SAl.MÔN

Fin de la «guerra fria». La caida dei Muro de Berlin y elfinal de la llamada «guerra fria» no

LPuede Francia jugar un pa pel solo desato las manas politicas decentral en la geopolitica mundial? Alemania. sino que los vencedoresTai pregunta surge en filigrana al de la Segunda Cuerra Mundialanal izar la controvertida decision (USA, URSS, Francia, Inglaterra)dei Presidente gala, Jacques Chirac, tuvieron que retirar los ejércitos quede rehacer las pruebas nucleares en tenian desde entonces instalados enel Pacifico. tierra gerrnânica, aceptar la inelVUC- "

En los ültimos doscientos ail os table reunificaciôn de las dos ale-Francia ha determinado 0 participa- manias (la oriental y la occidental)do en los acontecimientos mas im- yreconocerle a los germanos capaportantes. Hace s610 setenta anos, cidad para retomar solos las rien sestuvo en el foco de dos guerras de s,u destina, su politiea y su sebe-mundiales. Desde hace apenas cu a- rama. /renta anos, gracias al general Char- Asi mismo desapareciô la-llama-les de Gaulles y a Pierra Mendes da «arnenaza raja» y se firmaron, enFrance, Francia conserva un estado Paris justamente, el convenio quede potencia mundial, debido a la estipula el fin de la «giierra fria» ybomba atômica y legitimado por un la caducidad del tratado de Varso-puesto permanente en el Conscjo de via, que ligaba los jaises del este aSeguridad de la ONU. Par la demas, la ex-URSS. El aJ,ma nuclear fran-Francia esta entre los diez paises cesa, constru~'d -dentro dei contex-mas industrializados dei planeta. ta de la "guer fria» con el fin de

Sin embargo, se hace cada vez guardar entr los dos gigantes quemas evidente que Francia no con- se repartîaryia influencia geopoliticatrola la realidad dei discurso eco- una m~'gd-a de autonornia y de so-nômico y politico que la Cancille- berania pierde en el actual contex-ria gala predica con altaneria de ta int9 nacional mucha parte de supolencia. La mundializaciôn de la iustificacién estratégica.cconomia y el irnpresionante dcsa- i;Qué interés podra tener enton-rrollo de los multimedia han hecho ces relanzar la carrera armarnentis-que el pcdcr no l:':~'b~scdc fij::. El la con las pruebas nucleares fran-dinero, Jas multinacionales y eV ces as? La Administraciô~ Chiracmercado financiero viven al ritzyt> r~sronde, con toda lagra~la y la r~-de computadores en boIsas asjâti- tonca de la legendaria dlplornaciacas, europeas a arnericanas'f Los francesa, que solo se trata de inves-inversionistas son internacionales, tigaciones cientificas.nômadas y anônimos. Es sabido que iCorre el medioambiente algünlos ministros de riesgo con dichasHacienda de cua- pruebas? Francialesquier pais no A uno de lospaises nuis envia a sutoman hoy nin- .' Mindefensa a ba-guna d ecis ion ricos y que tienc narse en Mururoa.autônoma. b d t . 'El mundo vera esta

El Tratado de 50 ru amen econ que imagen buc61ica yMaastricht defi- hacer la bomba' Francia la gente ingenuanié el marco de 1 . 1 pensarâ que si todoe presta una, y a oslas nuevas reglas un Ministro no su-econômicas de la paises deI Pacifico, que no fre irradiaciones,Comunidad Eu- menos sufrirâ cua-ropea. Los pais es tienen mancra de hacer la lesquiera de noso-firman tes sabran bomba 'atérrrica, Chirac tros.que con ello Altaneriaalienaban cierta les facilita algulJ,osdaticos diplométicasoberania mone- ,.. Frente a la ola detaria y comercial, . teoncos. protestas e indigna-ma: reconocian . .. ciôn que se ha le-juridicamente una trnpotencia coti- vantado en todo el mundo, el presi-diana en la evidencia de que el Di- dente gala saca dos cartas diplornà-nero y la Finanza no tenian fronte- ticas. Con la primera le dice a susras. El tratado pretende instalar en vecinos inmediatos que las pruebasla ~omul1l~ad Eurapea una mone- nucleares buscan perfeccionar elda uruca a final de Siglo con la cual arma para defender el dia de mana-se buscarà equilibrar las economias na a la Comunidad Europea. Tai pro-nacl,onales y acabar con la especu- posiciôn estaba sobre ta do dirigidalaciôn entre las monedas dei VIeJO• a los gerrnanos, pues siendo Alema-conunente, nia la verdadera potencia econômi-

Francois Mitterrand, tomô la deci-sion de acabar con las pruebas nu-cieares Irancesas no solo actuaba enaras de una polftica interna -rnar-carle un limite al gremio de la in-dustria armamentista-, sino quetambién buscaba desatar en la poli-tica exterior un proceso mundialhacia la no-praliferaciôn de armasnucleares. El fin era cristal izar entodo el mundo un rechazo radicalde estas armas, asi coma seùalar lapresiôn de una opiniôn pùblicaqueobligara a los gobiernos a firmar unTratado lntcrnacional de Prohibi-ciôn de Armas Nucleares.

ca y el pais que mas incertidumbresufre Rn 511$ Ironteras con RI «OSOrusa», esta seria la primera benefi-ciada con un «paraguas» nucleargala. Con la segunda carta diploma-tica, Chirac bus ca calmar y di vertira los paises dei Océane Pacifiee. Elpresidente francés propane cornpar-tir con ellos los resultados cientifi-cos de las pruebas nucleares.

Oichas cartas podrian trad ucirseirénicarnento de la siguienle mane-ra: a uno de los païses mas ricos yque tiene sobradamente con quéhacer la bomba Francia le prestauna, y a los paises deI Pacifico. queno tienen manera de hacer la bom-ba atornica. Chirac les facilita algu-nos daticos teôricos.Asi pues, las pruebas nucleares

francesas buscan ensayar nuevasestrategias de poder global, en uncontexto geopolitico en donde ya noex iste n sino influenciassugrnentadas y territorializadas.Francia cree que con la altaneria delas pruebas nucleares marca un te-rritorio de autonomia militar y po-litica absolutas. Pero ello solo indi-ca que tal vez Francia ya no tengamâs con qué «chicanears y envalen-tonarse. Pues Francia rompe con eseacto soberano todos los acuerdosfirmados a tâcitos de no prolifera-ciôn de armas nucleares.

Desacralizacion de la bombaCuando el ex-presidente Irancés.

Se pone entonces de presente quoFrancia, recomenzando esas prue-bas deI horrar, pierde todo dercchoy moral para oponerse a la prol ife-raciôn nuclear. Su armamento po-dria ser mana na una bornbita masen pleno western nuclear. En lugarde sacralizar y par la rnisrno reva-lorizar el hecho de poseer la bom-ba, jugando discretamente el papelde guardias del Templo que tienenlas cinco potencias nucleares, Fran-cia banaliza la bomba atômica.

Si la Administraciôn Chirac pien-sa reforzar con las pruebas nuclea-res el poderfo militar galo, tambiénesta poniendo en peligra la econo-rnia dei pais y esta estigmatizandoa Francia con la imagen estù pida deihorror, la prepotencia y la altaneria.