ficha técnica video promocioal ancestros
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FICHA TÉCNICA VIDEO
NOMBRE: IMÁGENES DULCES DE MEMORIA
DURACIÓN:
16 MINUTOS
CONTENIDO Memoria del proyecto MRC 002-8
CANTIDAD: Dos (2) máster y cinco (5) reproducciones
DISTRIBUCIÓN Para entregar como memoria del proyecto. Posibilidad de
difundirse a través de los canales de la Gobernación.
IDEA, GUIÓN Y TEXTOS Camilo Hoyos Murcillo y Pamplemusa Bazar Creativo.
CAMARA Jimmy y Edgard Silvera de los Reyes
EDICIÓN Y MONTAJE Camilo Hoyos y Edgard Silvera.
LOCUCIÓN Camilo Hoyos.
FOTO FIJA Camilo Hoyos. Archivo Silvera de los Reyes.
PRODUCCIÓN Camilo Hoyos M y Pabla Del Socorro Castro M.
DIRECCIÓN GENERAL Camilo Hoyos M.
Textos para el video IMÁGENES DULCES DE MEMORIA.
El territorio que se enreda con los aires dulces y nostálgicos de la música de
acordeón conocida como el vallenato, tiene una peculiaridad en su acervo cultural,
que es el deseo de casi todos sus pobladores nativos y foráneos, en la conservación
de sus tradiciones, en la magia natural de resaltar sus raíces, de dignificar su
cultura.
Por estar en medio de dos grandes conjuntos montañosos, la Sierra Nevada de
Santa Marta y la Cordillera de los Andes y encontrarse un poco aislada del resto
del país fue construyendo llenándose del paisaje natural, como si ese solo
existiera, una concepción del mundo particular, ego centrista, para expresarla en
un canto, que acompañado por la caja, la guacharaca y el acordeón le han dado la
vuelta al mundo.
Este es un territorio que ha desarrollado un sistema amistoso del intercambio, del
trueque primitivo, se intercambiaban razones a través de canciones y en
parrandas, se reparten saludos en los mismos cantos y en sus parrandas modernas,
se rota el licor con buenos amigos, se saluda intercambiándose abrazos, se
intercambian viandas de su cocina preparados siempre con amor; en semana santa,
en navidad se intercambian dulces, bocatos, tortas, golosinas que las manos
femeninas preparan con primor.
El pensamiento, lo necesario y la sostenibilidad son los valores artesanales que
trascienden que se vuelven tradicionales, que identifican a su pueblo y lo hace
atractivo para extraños. Esto identifica al dulce típico vallenato como emblema
líder de la gastronomía de este paisaje natural y cultural tan atrayente; porque se
elabora todavía siguiendo líneas de los saberes y de los sabores ancestrales.
Porque sus materiales son surtidos por este territorio mágico, porque su gusto
todavía se arraiga en los paladares de sus pobladores y sus descendencias, porque
trata de conservar el sabor auténtico y definible de frutas, tubérculos y
verduras, porque su producción es artesanal, porque es una tradición de más de
doscientos años, porque para su elaboración se utilizan elementos del ideario e
imaginario popular como es la alegría que genera cuando se cocina cantando los
versos simples pero amorosos del vallenato.
Al descubrir el fuego, las sales y especias para la conservación, la posibilidad de
cultivar y de criar, y al asentarse el hombre en el lugar que le pareció ideal para
vivir, inició el proceso cultural, que no es más que el saberse apropiar de su
entorno, sacarle provecho, adecuarlo para un mejor vivir, transformarlo de
acuerdo a necesidades y posibilidades, y sobre todo entenderlo.
Entenderlo para conservarlo en el futuro, para arraigarse en el. Para sentir que la
vida tiene razón, que hay algo que nos pertenece, que hay siempre un lugar donde
todo nos parece conocido.
Al iniciar el hombre los procesos culturales, que no son más que los procesos del
cultivo, de sembrar para recoger, inicia el hombre la construcción del territorio,
pero no ese territorio de las fronteras nacionales, embadurnado de tratados y
fortalecido por guerras y discriminaciones; hablamos del territorio enmarcado en
el paisaje del terruño, de las calles y caminos que nos vieron nacer, de las
personas, de los animales, del verdor, del agua, de todo aquello que nuestros
antepasados construyeron para nosotros y nosotros construiremos para los que
vienen, ese territorio enmarcado en la tradición, en los factores de vida.
De acuerdo a este transcurrir construyendo sociedad, territorio, paisaje, cultura
aparece, el alimento como esa punta de lanza de todo proceso de identificación
cultural, más que el arte, que la música, que los personajes, que las historias, el
centro primordial de nuestras raíces, de nuestras tradiciones, es la comida.
Un producto que se elabora de manera artesanal, que mantiene viva tradiciones y
raíces, que es herencia de los mayores y presenta una atracción al ser hecho por
manos de mujeres sufridas y sostenedoras de su cultura, es susceptible de
convertirse en producto turístico, sobre todo si es artesanía y tradición. Este es
el caso del dulce típico vallenato.
Tres, cuatro piedras en el piso, una paila o caldero grande sobre la llama, una masa
sacada de la pulpa de cualquier fruto sacado del patio trasero, o traído de la finca
del compadre, o encargado al vendedor del mercado, una masa que hierve y la
mujer que la menea, hasta irle dando la consistencia deseada, con un poco de
azúcar, un poquito de otro ingrediente para matizar el sabor y la textura, horas de
meneo y cocción, horas de canto y narración de historias, y toneladas de amor;
porque desde tiempos cercanos al olvido se vienen preparando para halagar al
amigo, para la comadre, para los hijos traviesos de la vecina, para el visitante, en el
fondo para construir amistad.
Si se desea conocer más a fondo su manera de producir se puede visitar algunos
talleres de dulceras tradicionales, el centro de visitantes del dulce que se tiene
proyectado, en donde habrá una exposición de fotografías alusivas a la
gastronomía y a los dulces y bocatos ancestrales de este país vallenato, en donde
además de conocer más sobre el Vallenato Dulce, se podrá pasar un rato con
cantos y degustando las delicias de la gastronomía basada en el dulce típico
vallenata, y sobre todo podrá conversar y ver al grupo de interés social y turístico
cono son las dulceras tradicionales de Valledupar.
El clúster del dulce típico vallenato “VALLENATO DULCE” es un acuerdo
asociativo para desarrollar de una manera encadenada la producción actual y
futura de este manjar, favoreciendo su desenvolvimiento en lo técnico productivo,
en las normas vigentes para alimentos, en su presentación y en su mercadeo.
Esta organizado alrededor de las mujeres productoras artesanales del dulce
tradicional vallenato y ya giran a su alrededor empresas, instituciones y
empresarios que le apuestan al sector de las dulceras vallenatas para potenciarlo
como un producto para el turismo.
El clúster vallenato dulce trabajará para mejorar las condiciones productivas del
dulce típico vallenato, mejorando la competitividad y desarrollando su
sostenibilidad, bajo el concepto de artesanía y tradición.
La promotora comercial ANCESTROS es una iniciativa apoyada por el ministerio
De Comercio, Industria y Turismo (A Través Del Fomipyme), La Gobernación del
Cesar y la Fundación Obra Abierta, para desarrollar la actividad comercial de
productos de ancestro vallenato, tales como dulces típicos, artesanías, ropa,
mobiliario, música, entre otras.
Se ha organizado en el marco empresarial del sector solidario como una
cooperativa especializada en la comercialización y trabajará en todas aquellas
actividades comerciales y de mercadeo que potencien económicamente al dulce
típico vallenato. Está integrada por mujeres y hombres que viven alrededor de los
dulces típicos y de la producción y comercialización de productos ancestrales y de
origen.
La Promotora Comercial <Ancestros> Cooperativa Especializada trabajará para
posicionar en los mercados locales, regionales, nacionales e internacionales el dulce
típico vallenato, como un producto de atractivo turístico, competitivo y su
sostenible, y otros productos de artesanía y tradición vallenatas.
CAMILO HOYOS MURCILLO