fanlo - el cuerpo argentino

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A Parte Rei 64. Julio 2009 http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 1 Genealogía del cuerpo argentino Luis García Fanlo En la Argentina es posible verificar una temprana centralidad de la producción de cuerpos argentinos en las formas de ejercicio del poder. Durante el siglo XIX, hasta la llegada de la inmigración masiva, el cuerpo fue un campo de enfrentamientos singularmente importante. Un cuerpo argentino debía construirse a imagen y semejanza de un cuerpo europeo, entendiendo por europeo lo inglés, lo francés y lo alemán. Ese fue el modelo que inspiró la producción de la argentinidad como “crisol de razas”, que debía eliminar todo vestigio de barbarie de la sociedad argentina. Así lo enunciaron Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi al diseñar su política de “transplante poblacional”: lo indígena, lo criollo, lo gaucho, lo español, debía ser erradicado de la sociedad argentina. En el Facundo o en la Vida del Chacho, por ejemplo, la barbarie se materializa en el cuerpo del gaucho: vago y mal entretenido, falto de modales, soporte de costumbres, creencias, rituales, modos de hablar, vestir, y pensar, irreversiblemente bárbaros (VENTURELLI, 2007). El gaucho era no solo inadaptado sino también inadaptable a las formas y modos de ser de la modernidad. Y la Argentina sería moderna o no sería nada (GARCIA FANLO, 2008). Que un tipo de particular de cuerpo argentino era necesario para civilizar el país, y que dicha ingeniería social consistía en una razón de Estado lo prueba la voz de mando que establecía como verdad que “gobernar es poblar”. La condición de posibilidad para hacer gobernable a la Argentina era importar de Europa, cual si fueran mercancías, cuerpos civilizados que masivamente reconstituyeran las bases corporales de la sociedad argentina. Es decir que el problema de la corporeidad estaba indisolublemente ligado a una práctica específica de gubernamentalidad 1 . Políticas inmigratorias estatales sostenidas a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX resultaron en un efectivo pero “insuficiente” transplante poblacional. Puesto que los millones de inmigrantes que llegaron al país no provenían de Inglaterra, Francia o Alemania (por lo menos no en las cantidades que los ingenieros sociales que gobernaban el país creían suficientes) sino de sociedades consideradas bárbaras o inferiores: italianos del sur, gallegos, polacos, rusos, turcos, y de una veintena más de nacionalidades provenientes de la “baja Europa”. El diagnóstico fue que la inmigración producía “efectos no deseados” en la constitución de las clases y grupos sociales populares, produciendo la emergencia de una clase obrera y media inadaptada que alteraba drásticamente la configuración de relaciones de fuerzas preexistentes en la sociedad argentina. Surgió entonces un orden del discurso sobre la inmigración y sus “efectos no deseados” que propiciaron prácticas estatales correctivas así como un tipo particular de razones prácticas cuya superficie de emergencia fue la aparición del ensayo de interpretación científico-positivista por una parte, y la novela sociológica naturalista- positivista por la otra 2 . Entre ambas, de masiva circulación, se estableció una matriz que taxativamente definía un tipo racial-nacional de ser argentino (a imagen y 1 El concepto de “gubernamentalidad” fue elaborado por Michel Foucault para hacer referencia a la forma en que el “poder productivo” opera en el discurso neoliberal, “conduciendo conductas”. 2 Esta línea discursiva es inaugurada hacia fines de la década de 1880 por Domingo F. Sarmiento y Estanislao Zeballos desde las páginas de los principales diarios nacionales.

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Filosofía. Foucault.

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  • A Parte Rei 64. Julio 2009

    http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 1

    Genealoga del cuerpo argentino

    Luis Garca Fanlo

    En la Argentina es posible verificar una temprana centralidad de la produccinde cuerpos argentinos en las formas de ejercicio del poder. Durante el siglo XIX, hastala llegada de la inmigracin masiva, el cuerpo fue un campo de enfrentamientossingularmente importante. Un cuerpo argentino deba construirse a imagen ysemejanza de un cuerpo europeo, entendiendo por europeo lo ingls, lo francs y loalemn. Ese fue el modelo que inspir la produccin de la argentinidad como crisol derazas, que deba eliminar todo vestigio de barbarie de la sociedad argentina. As loenunciaron Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi al disear su polticade transplante poblacional: lo indgena, lo criollo, lo gaucho, lo espaol, deba sererradicado de la sociedad argentina.

    En el Facundo o en la Vida del Chacho, por ejemplo, la barbarie se materializaen el cuerpo del gaucho: vago y mal entretenido, falto de modales, soporte decostumbres, creencias, rituales, modos de hablar, vestir, y pensar, irreversiblementebrbaros (VENTURELLI, 2007). El gaucho era no solo inadaptado sino tambininadaptable a las formas y modos de ser de la modernidad. Y la Argentina seramoderna o no sera nada (GARCIA FANLO, 2008).

    Que un tipo de particular de cuerpo argentino era necesario para civilizar elpas, y que dicha ingeniera social consista en una razn de Estado lo prueba la vozde mando que estableca como verdad que gobernar es poblar. La condicin deposibilidad para hacer gobernable a la Argentina era importar de Europa, cual si fueranmercancas, cuerpos civilizados que masivamente reconstituyeran las basescorporales de la sociedad argentina. Es decir que el problema de la corporeidadestaba indisolublemente ligado a una prctica especfica de gubernamentalidad1.

    Polticas inmigratorias estatales sostenidas a lo largo de la segunda mitad delsiglo XIX y las primeras dcadas del siglo XX resultaron en un efectivo peroinsuficiente transplante poblacional. Puesto que los millones de inmigrantes quellegaron al pas no provenan de Inglaterra, Francia o Alemania (por lo menos no enlas cantidades que los ingenieros sociales que gobernaban el pas crean suficientes)sino de sociedades consideradas brbaras o inferiores: italianos del sur, gallegos,polacos, rusos, turcos, y de una veintena ms de nacionalidades provenientes de labaja Europa. El diagnstico fue que la inmigracin produca efectos no deseados enla constitucin de las clases y grupos sociales populares, produciendo la emergenciade una clase obrera y media inadaptada que alteraba drsticamente la configuracinde relaciones de fuerzas preexistentes en la sociedad argentina.

    Surgi entonces un orden del discurso sobre la inmigracin y sus efectos nodeseados que propiciaron prcticas estatales correctivas as como un tipo particularde razones prcticas cuya superficie de emergencia fue la aparicin del ensayo deinterpretacin cientfico-positivista por una parte, y la novela sociolgica naturalista-positivista por la otra2. Entre ambas, de masiva circulacin, se estableci una matrizque taxativamente defina un tipo racial-nacional de ser argentino (a imagen y

    1 El concepto de gubernamentalidad fue elaborado por Michel Foucault para hacer referenciaa la forma en que el poder productivo opera en el discurso neoliberal, conduciendoconductas.2 Esta lnea discursiva es inaugurada hacia fines de la dcada de 1880 por Domingo F.Sarmiento y Estanislao Zeballos desde las pginas de los principales diarios nacionales.

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    semejanza de las fracciones dominantes) que se opona antinmicamente al de lasclases trabajadoras y populares.

    Si en la primera parte del siglo XIX el modelo de argentino ideal se construyen oposicin y estigmatizacin del cuerpo del gaucho, en la segunda parte del mismosiglo y hasta principios de la dcada de 1920, el Otro absoluto qued materializado enel cuerpo del inmigrante.

    La voz de orden ya no fue gobernar es poblar sino gobernar es educar3entendiendo la educacin en trminos morales (educacin de las almas y el espritu)4 yeducacin de los cuerpos en tanto fuerza de trabajo5. Operacin que implicaba unaprctica de la gubernamentalidad que sostena, a la vez, prcticas represivas hacia losinadaptables, y prcticas de poder productivo para los inadaptados peropotencialmente adaptables. Es el comienzo de la moderna sociedad disciplinaria en laArgentina y la poca de oro de despliegue de los dispositivos disciplinarios como laescuela, el cuartel, la fbrica, las crceles, los manicomios, los hospitales, y losconventos, la higiene pblica, y la estatalizacin de los rituales populares callejeros6.

    La educacin moral, travestida como educacin o cruzada patritica y lacultura del trabajo (BAUMAN, 2005)7, apuntaban a producir un cuerpo popular dcil,disciplinado, austero, individualista, previsor, a-poltico, cuya aspirabilidad8 estuvierareglada por una forma de ser y de vivir adaptada al lugar y la funcin social que laProvidencia le haba asignado segn su rango social y su raza (donde raza operabatanto en el sentido tnico como de clase). El discurso higienista y el de los modalesinvadieron, por ejemplo, la vida cotidiana de los cuerpos populares emergiendo todotipo de clasificaciones y de tcnicas de gobierno destinadas a identificaranormalidades, desvos, enfermedades sociales, y monstruosidades que haba quevigilar y castigar.

    Incluso el gaucho, antes estigmatizado, fue reivindicado y restaurado comoejemplo de la esencia de lo que un cuerpo argentino deba ser en contraposicin a uncuerpo extranjero: el mito gaucho forjado por Leopoldo Lugones9, sobre la base de 3 Enunciada por los mentores de la educacin patritica en la poca del Centenario de Mayo:Jos M. Ramos Meja, Carlos Octavio Bunge, Vctor Mercante, Pablo Pizzurno, Joaqun V.Gonzlez, entre otros destacados intelectuales de la poca y funcionarios del sistemaeducativo durante las presidencias de Julio A. Roca y Jos Figueroa Alcorta.4 Entendiendo moral en el sentido que le daban Augusto Comte y Emile Durkheim.5 El iniciador de este discurso fue Juan B. Alberdi en su debate con Domingo F. Sarmientosobre el contenido de la educacin. A principios del siglo XX proliferaron en el pas todo tipo deiniciativas para crear dispositivos educativos terciarios orientados a la formacin tcnica y deoficios.6 Este aspecto est insuficientemente abordado en la extensa literatura acadmica yensaystica enfocada en el estudio de la dcada de 1930 argentina.7 Para la estudiar la genealoga del discurso sobre la tica o cultura del trabajo recomiendo lalectura de BAUMAN, Zygmunt (2005), Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Buenos Aires,Gedisa.8 Concepto introducido por Carlos O. Bunge a partir de su interpretacin de la sociologacomteana y durkheimiana. Para Bunge la felicidad social consista en que cada individuoaspirara a ser mejor en la vida dentro de los lmites de su clase-raza, siendo el mejor en loque le haba tocado ser en la vida. Inculcar una adecuada aspirabilidad en cada individuo yclase-raza era, para Bunge, una poltica de estado.9 La reivindicacin del gaucho, en la literatura y la poltica argentina, comenz cuando LeopoldoLugones, en 1913, dict una serie de conferencias tituladas El payador en el selecto TeatroOden y ante un auditorio colmado por autoridades nacionales (el propio presidente RoqueSenz Pea asisti) y personalidades del mundo oligrquico argentino de la poca delCentenario; Lugones funda as el discurso del mito gaucho como esencia a partir de la cualhabra comenzado la formacin del espritu nacional.

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    una lectura singular de la novela Martn Fierro construy un gaucho bueno,precisamente aquel que se someta mansamente al orden social, econmico, poltico ycultural dominante, trabajador, emprendedor, que asuma su ignorancia y clamaba porser educado, opuesto al gaucho malo, edificado sobre el mito del Juan Moreira deEduardo Gutirrez, ms que gaucho un orillero urbano, ladrn, asesino, simulador,inadaptable, enemigo de las fuerzas del orden, del Estado y de toda racionalidadaplicada a la vida social10.

    La clase media fue un producto exitoso de esta prctica de lagubernamentalidad constituyndose as en la principal lnea defensiva entre las litesdominantes y la clase obrera y los sectores populares. El cuerpo argentino fueentonces, el cuerpo de un argentino de clase media, y el cuerpo de un argentino declase media era un cuerpo que aspiraba a ser como los cuerpos de la elite dominante.Aspirar a tener un cuerpo oligrquico (VIAS, 2004) y hacer todo lo necesario paramodelarlo a esa imagen y semejanza se constituy para las clases medias encondicin de posibilidad para aspirar a la movilidad social ascendente y evitardegradarse a la condicin obrera y popular (SEBRELI, 2003).

    Durante la etapa previa al nacimiento del peronismo la voz de orden consistien enunciar que gobernar es educar y seleccionar, desplegndose discursos yprcticas de gobierno basadas en la eugenesia, en particular desde el dispositivo dela Salud, la Higiene Pblica, los discursos polticos y los mensajes publicitarios tantoestatales como empresariales11. Los blancos privilegiados de este discurso fueron lamujer y los nios y nias; la mujer en tanto productora-reproductora de la razaargentina y los nios y nias en tanto argentinos del futuro (MIRANDA, M. yVALLEJO, G. 2005).

    Legitimados en el discurso eugensico12 se aprueban durante este perodo unconjunto de leyes, decretos, resoluciones ministeriales, etc. que instituyen reglas yprocedimientos que medicalizan el matrimonio y las relaciones conyugales normales(certificado de salud prenupcial, obligacin de anlisis de sangre para detectarenfermedades de transmisin sexual, otorgamiento de crditos para la vivienda parafamilias numerosas, leyes laborales de proteccin de la mujer embarazada, etc.).Tambin se medicaliza la condicin de alumno en la escuela primaria, estableciendolos protocolos de Sanidad escolar, incorporando gabinetes psico-pedaggicos paraanalizar, vigilar y controlar a los nios inquietos, incorporando trabajadores socialescomo asesores de los Directores de Escuelas, etc. (PUIGROSS, 2006)13

    Durante este perodo tambin se consolidan dos dispositivos, la Iglesia y elEjrcito, que asocian la argentinidad con un tipo particular de configuracin del cuerpo:el cuerpo del militante catlico laico y el cuerpo del soldado, ejemplos por antonomasiadel cuerpo nacionalista de un argentino verdadero: estoico, serio, arrogante,austero, apoltico, rigurosamente estructurado en todo tipo de rituales cotidianos, 10 Otro modelo de gaucho bueno y adaptado fue el representado en la novela Los gauchosjudos de Alberto Gerchunoff.11 El eugenista italiano Nicols Pende, forjador del cuerpo fascista en la Italia de Mussolini,encontr amplio eco en la Argentina para la difusin de su propia versin del discursoeugensico, la biotipologa. Adems fue consultor mdico de los principales laboratoriosinstalados en el pas a los que tambin asesoraba sobre cuestiones publicitarias referidas acomo vender mejor los medicamentos para regenerar el cuerpo y hacer que los nios crezcansanos y saludables.12 El discurso eugensico fue inaugurado por Francis Galton a partir de una peculiarinterpretacin de los principios darwinianos de la seleccin natural y la adaptacin al medioaplicado al mejoramiento de la raza humana. Principios eugensicos inspiraron las Leyes deNuremberg y la poltica racial nazi. Este discurso galtoniano debidamente aggiornado con losavances tcnicos en el rea de la gentica ha sido re-actualizado en nuestra actualidad.13 PUIGROSS, Adriana (2006), Sujetos, disciplina y currculo, Buenos Aires, Galerna.

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    creyente, individualista, autoritario-paternalista, fundamentalista, machista, hijo delrigor, fervientemente patriota, defensor a ultranza de la familia, la tradicin, la religin,y la propiedad privada14.

    No es casual que el ensayo de interpretacin y la sociologa de la poca seespecialicen en clasificar distintas biotipologas que producen los estereotipos delargentino retractil, el hombre que est solo y espera, el cipayo, el retrado, elmedio pelo, los distintos manuales de zonzeras argentinas, el nuevo rico, el ricotipo, el resentido, y finalmente el cabecita negra15. Esta obsesin por el cuerpo lavemos tambin reflejada en los tangos, el folklore, el cine, el teatro y el radio-teatro,impactando decisivamente en la inscripcin de la mana clasificatoria en la subjetividadpopular.

    A partir de mediados de la dcada de 1930, las migraciones internas delinterior a los grandes centros urbanos en particular la ciudad de Buenos Aires-producirn un efecto similar al que a principios de siglo produjo la gran inmigracin. Elcuerpo fallido, anormal, desubicado, guarango, mal educado, lumpen, desviado,inadaptable, pas a ser el del descamisado, cabecita negra, grasita, negro, en elque confluyen las estigmatizaciones de todo el campo discursivo de izquierda aderecha, y de las clases altas a las fracciones superiores de la clase obrera, siendo susuperficie de emergencia, una vez ms, la clase media.

    El peronismo tambin se caracteriz por desplegar una poltica cuyo blancofuera la definicin del cuerpo argentino verdadero y perfecto, siendo la principalruptura que realiza con respecto a las prcticas corporales previas su necesidadpoltica de incluir en la argentinidad a los cuerpos de los migrantes internos y de losobreros.

    Para los eugenistas del peronismo, liderados por el Ministro de Salud RamnCarrillo, militante de la corriente de la eugenesia positiva, la integracin de loscuerpos obreros (nuevos y viejos) era posible a partir de una decidida accin delEstado de tipo regenerativo (BIERNAT, 2007). Cuatro fueron los dispositivosprincipales de esta prctica gubernamental: el cuartel, la fbrica, la familia, y elhospital, constituyendo una red de poder. Con el peronismo se consolidadefinitivamente en la Argentina la estructura de la sociedad disciplinaria: una sociedadde productores que van de la casa a la fbrica y de la fbrica a la casa (RAMACCIOTI,2005)

    La regeneracin peronista consisti en modificar las condiciones bsicas deexistencia, fundada en la premisa que el medio hace al hombre en particular si elambiente est saturado de moral, templanza, ahorro, y una adecuadaaspirabilidad. El peronismo se propuso hacer realidad las demandas popularesacumuladas por dcadas de polticas excluyentes: la casa propia, las vacaciones, laeducacin, la salud, el ocio creativo (en particular a travs del fomento de lasdisciplinas deportivas y el dispositivo cinematogrfico), la mejora del ambiente detrabajo, acceso al consumo de bienes durables, y un acceso controlado a los espaciossociales antes reservados exclusivamente a la alta cultura. Hasta el barrio fueorganizado instalando un dispositivo de poder originalmente peronista: la UnidadBsica, y la emergencia de un nuevo modelo de cuerpo: el militante peronista16.

    14 Para tener un amplio panorama sobre la construccin del cuerpo argentino de matriz catlicay militar recomiendo ZANATTA, 1996.15 Los principales autores que cultivan este gnero son: Eduardo Mallea, Carlos Mastronardi,Julio Mafud, Ezequiel Martnez Estrada, Hctor Murena, Ral Scalabrini Ortiz, Roberto Arlt,Jos Bianco.16 Una interesante aproximacin que interpreta las polticas sociales peronistas comointegradoras de la clase obrera al orden capitalista puede verse en JAMES, 1988.

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    El peronismo logr inscribir en los cuerpos obreros y populares su discurso y sumodelo corporal, pero fracas en la tarea de influir sobre la corporeidad de la clasemedia y las clases altas. Incluy a la clase obrera y los sectores populares dotndolosde un cuerpo propio (una corporeidad peronista), pero no pudo modificar el carcter decuerpo en transicin de la clase media, eterno aspirante a construirse en cuerpooligrquico y refractario de todo signo corporal proletario.

    La dictadura militar que asol al pas entre 1976 y 1983 condens y llev a sumxima expresin la prctica gubernamental basada en la vigilancia, castigo y controlde los cuerpos, hacindolos blanco de sus polticas de exterminio.

    La desaparicin de los cuerpos considerados subversivos (concepto en el quese subsumen todas las categoras eugensicas que histricamente marcaron loscuerpos desviados que haba que corregir o eliminar de la sociedad), los CentrosClandestinos de Detencin, la aplicacin sistemtica de la tortura y el martirio sobrelos cuerpos, y la apropiacin de los hijos de los desaparecidos combinaron losprincipios de la eugenesia positiva y negativa en una nica prctica represiva.

    El alcance de estas polticas puede resumirse en la siguiente voz de orden:Primero eliminaremos los (cuerpos) subversivos, luego a los amigos de lossubversivos, y finalmente a los indiferentes. La solucin final al problema de loscuerpos desviados adopt la forma de la desaparicin (eugenesia negativa): Losdesaparecidos son desaparecidos, no estn, por eso son desaparecidos, nada sepuede hacer al respecto. Por otra parte, el principio de la eugenesia negativa seaplic, siguiendo la interpretacin de Vallejo Nagera y aplicada por la dictadurafranquista contra los comunistas, con la poltica sistemtica de apropiacin de hijos alos que se poda curar de la enfermedad comunista de sus padres transplantndolos aun espacio familiar saturado de moralidad17.

    Con el fin de la dictadura militar y el retorno democrtico parece cerrarse ellargo captulo de la historia argentina en que las prcticas gubernamentales tuvieroncomo eje, para sostener el orden social, la argentinidad inscripta en el cuerpo.

    Desde luego hay que evitar interpretar esta somera descripcin como unproceso lineal, mecnico, determinista, cuya lgica sera la de a cada causa suefecto, y que se organizara histricamente en etapas definidas y sucesivas. Elproceso de produccin de un cuerpo argentino verdadero, como todo proceso social,fue complejo, contradictorio, con predominio de superposicin de modelos y por lotanto de fuertes y acaloradas disputas polticas, sociales, ideolgicas, cientficas,culturales, y discursivas entre cada uno de los modelos propuestos.

    Ms que sucesivos, estos modelos siguieron un patrn de subsuncin de losunos en los otros, con una fuerte impronta en la re-actualizacin de viejos discursos yla proliferacin de efmeros modelos alternativos.

    17 Vallejo Nagera fue el principal asesor cientfico de la dictadura franquista en cuestiones deeugenesia, Jefe de los Servicios Psiquitricos Militares. Al finalizar la guerra civil espaolajustific la apropiacin de hijos de comunistas y hurfanos de guerra por parte de familiastradicionales, catlicas, y falangistas, legitimando dicha prctica en la eugenesia negativa. Laidea de las ntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habamos expuestoanteriormente en otros trabajos. La comprobacin de nuestras hiptesis tiene enormetrascendencia poltico-social pues si militan en el marxismo de preferencia psicpatas anti-sociales, como es nuestra idea, la segregacin de estos sujetos desde la infancia podra liberara la sociedad de plaga tan terrible (La locura en la guerra. Sicopatologa de la guerraespaola, Valladolid, 1939). Para un extenso informe sobre las prcticas de apropiacin denios y nias en la Espaa franquista recomendamos ver la investigacin reproducida en elDiario El Mundo de Espaa, del domingo 20 de enero de 2002, enwww.elmundo.es/cronica/2002/111/1011609459.html

  • Luis Garca Fanlo

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    Bibliografa

    BAUMAN, Zygmunt (2005), Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Buenos Aires,Gedisa.

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    JAMES, Daniel (1988), Resistencia e integracin. El peronismo y la clasetrabajadora argentina (1946-1976), Buenos Aires, Sudamericana.

    MIRANDA, M. y VALLEJO, G. (2005), Darwinismo social y eugenesia en el mundolatino, Buenos Aires, Siglo XXI.

    PUIGROSS, Adriana (2006), Sujetos, disciplina y currculo, Buenos Aires,Galerna.

    RAMACCIOTI, Karina (2005), Las huellas eugnicas en la poltica sanitariaargentina (1945-1955), en MIRANDA, M. y VALLEJO, G. (comp.), Darwinismosocial y eugenesia en el mundo latino, Buenos Aires, Siglo XXI.

    SEBRELI, Juan J. (2003), Buenos Aires, vida cotidiana y alienacin, BuenosAires, Sudamericana.

    VENTURELLI, Claudia (2007b), El Chacho y Sarmiento: de civilizacin ybarbarie, en Discurso y Argentinidad, Ao 1, Nmero 1, (publicacin electrnica),disponible en:http://sites.google.com/site/revistadiscursoyargentinidad/Home

    VIAS, David (2004), Crisis de la ciudad seorial, Buenos Aires, Corregidor. ZANATTA, Loris (1996), Del estado liberal a la nacin catlica. Iglesia y Ejrcito

    en los orgenes del peronismo, Buenos Aires, Universidad de Quilmes.