Nunca he sido un tipo muy tecnolgico. Mi primer computador lleg a mi casa cuando ya estaba en segundo medio. Anteriormente, todo lo que escuchaba era a mis compaeros hablar sobre programas, pelculas y archivos de internet y me limitaba a escuchar atentamente sus aventuras y desventuras tecnolgicas como un selenita nacido y criado en la luna viendo a otros hablar sobre el planeta tierra. Esta suerte de distancia me permiti tener la suerte (o mala suerte) de llegar tarde a todos los procesos de renovacin tecnolgica.La situacin econmica de mis padres explicaba esta dinmica y tambin justificaba sus antecedentes. Cuando por all en el ao 1992 llegaba a Chile desde Japn la flamante consola de juegos "Super Nintendo", mis primos, que se haban cansado de jugar con su "Nintendo" la consiguieron a la brevedad y terminaron dando por muerta su vieja consola predecesora . Dado que los vertederos de basura alrededor del mundo ya contaban con suficientes toneladas de trastos que tardaran milenios en descomponerse, la mejor opcin era que el "primo pobre" (quien escribe) se quedse con la descontinuada novedad.Hoy en da, suelo observar el mundo como el hijo bastardo de una generacin anacrnica. Cuando utilizo algn bus de la locomocin colectiva o algn vagn del metro para desplazarme quin sabe donde, me sigo sorprendiendo al ver la atencin y dedicacin que las personas prestan a sus telfonos celulares. Existen individuos que suben , se sientan y mecnimente extraen el aparato de sus bolsos para interactuar con sus conocidos, navegar en Internet, subir fotografas, etc. Con una velocidad inexplicable mueven sus dedos en una pantallita minscula con teclas cada da ms pequeas y que cuando he intentado utilizarlas para escribir "Hola hermana, como ests?" mis dedos terminan enmarandose, tartamudeando y soltando su creatividad independiente de la manera ms vigorosa posible escupiendo un terrible "Haasola Hermmannan, om ests". La tecnologa electrnica y sus cada vez ms frenticos cambios, era un concepto distante para mi. Aprend a jugar y a vivir con poco, desconectado del mundo y encontrando profundamente fascinantes las vacas, los rboles, los edificios, la gente y la sociedad adelantndose por la ventana del vehculo, ms que un aparato celular que apenas entiendo, que me olvido de cargar y que se me marca solo en el bolsillo. Hasta el da de hoy sigo manteniendo dicha dinmica de "extranjero digital", al menos en espritu. Claro, la sociedad no iba a permitir que uno de sus nios prefiriera jugar con una caja o bombitas de agua a estar navegando en internet, por lo que las oportunidades tecnolgicas comenzaron a llegar. Oportunidades que en definitiva eran verdaderas exigencias. Atrs quedaba la poca de hacer carpetas escritas a mano con fotocopias de imgenes de Icarito pegadas con stick fix (digo fotocopias porque no se poda llegar y cortar la revista, serva para generaciones venideras). Los computadores comenzaban a florecer como callampas, de la noche a la maana en los hogares del mundo y con ellos vena Encarta, Internet, Cd-Roms y una pila de cosas que venan a facilitarnos la vida, pero que terminaron arrebatndonosla cada da ms; Ahora entregar trabajos escritos en word e impresos a todo color era una "norma", una "estndar" que hablaba de elegancia, formalidad.El primer computador que lleg a casa lo trajo el marido de mi madre. Estaba en deshuso y lo iban a arrojar a la basura, era de esos computadores viejos y enormes, que hacan un ruido infernal cuando estaban prendidos y que se despertaba la mitad del barrio si tenas la osada de prender una de esas impresoras que hasta el da de hoy se siguen viendo en los registros civiles y aquellas oficinas del municipio en que la chasquilla con laca en el pelo parece seguir siendo moda. Nunca lo entend mucho, s que poda escribir y posteriormente con algo de paciencia imprimir en un papel lo que escriba. Era un enorme aparato que cumpla el rol de una calculadora, las manos y la mente humana. Cierto da, su propietario trajo un disco de "ajedrez". Era increble, el computador tambin poda usarse para el ocio (no nos vamos a poner a debatir si el ajedrez es ocio o si es deporte mental o entrenamiento profundo de las conexiones neuronales del cerebro). Lo peor es que nunca supe jugar ajedrez, tomaba el caballito y lo pona en otro cuadrito esperando que el computador se equivocara y as llevarme la victoria. Al tiempo apareci Windows 95, 97, 98 y las funcionalidades y aplicaciones de trabajo eran cada vez ms complejas, as como los jueguitos (que eran los que a mi me importaban); el buscaminas, el solitario, el solitario spider y cosas de ese estilo. Con XP llegara el gran cambio en mi universo informtico; Pinball.Sin embargo, poco a poco la vinculacin con la informtica dej de ser un romance adolescente y se convirti de lleno en una relacin seria, de esas que estn llenas de normas, dependencias, responsabilidades y costumbres. Todo comenz con los trabajos del colegio, los trabajos de la Universidad cuando estudiaba Historia y el aumento considerable del ocio ante el estrs del estudiante. Me di cuenta que las cosas que me gustaba hacer; escribir, dibujar, tocar guitarra, sacar fotos, jugar jueguitos estpidos, podan alcanzar niveles insospechadamente avanzados si me dedicaba a buscar respuestas. Desde entonces me preguntaba "y cmo hago para que esto quede as? o qu programa tengo que instalar para que pase algo como esto?" y misteriosamente me daba cuenta con los ojos llenos de ilusin, que haban miles de idiotas que se haban hecho antes las mismas preguntas idiotas que me haba hecho yo, y que haban encontrado respuestas. Era como recorrer una tumba egipcia y ver a los personajillos de los jeroglficos equivocarse una y otra vez intentando hacer lo que tu lograste en segundos. Se podan bajar libros, pintar con Photoshop, leer noticias, jugar videojuegos, bajar canciones e incluso escribirle mensajitos a conocidos por internet. Ese fue el principio del fin, el da que la informtica decidi llegar ms all y reemplazar una de las facultades irreemplazables del ser humano, esa facultad que descubri a tientas en la ms temprana juventud e inocencia homnida, el da que un hombre peludo le dijo a otro hombre peludo "ese bistec de mamut es mo"; la hermosa facultad de socializar y comunicarse. Ya era suficiente insulto que el computador escribiera por las personas si es que las personas ya saban escribir, pero tena que llegar con la osada de reemplazar un dilogo directo, una mirada a los ojos, una reunin en la plaza por el ruidoso y repetitivo tecleo de un grasoso teclado. Como toda dinmica informtica y quizs en todos los aspectos de la tecnologa como concepto, la invencin comenz a buscar inventarnos. Nos arrastra a sus normas, a sus juegos. Una carta tardaba meses en llegar, una llamada telefnica se esperaba o se haca cuando se estaba preparado, un correo electrnico poda esperar algunos das en ser respondido, pero la inmediatez de las redes sociales nos obligan a jugar bajo sus normas. Pareciera un cuento de esos que terminan desmoralizando; si no ubicamos a alguien por medio de las redes sociales, de los smartphones y derivados, simplemente no podemos competir laboralmente, no podemos informarnos, coordinar proyectos, no podemos redescubrirnos con la libertad con que lo hacamos antes, cuando una caja vala ms que cualquier consola, cuando un computador serva para jugar ajedrez y no para predecir nuestro comportamiento con fines comerciales, cuando un viaje en bus significaba la lectura de un libro.Escribo esto, mientras las notificaciones de facebook siguen sonando y llamando mi atencin. Parar de escribir una reflexin, para escribirle a alguien preguntando "como ests?" sin que me interese en lo ms mnimo, ese es el dilema.Archivo / Guardar Como / trabajo de tecnologa y sociedad.doc / Imprimir