etica y bioetica en la sociedad contemporanea uflip

148

Upload: eve-castro-h

Post on 04-Sep-2015

69 views

Category:

Documents


9 download

DESCRIPTION

Etica y Bioetica en La Sociedad Contemporanea Uflip

TRANSCRIPT

  • TICA Y BIOTICA EN LA SOCIEDAD CONTEMPORNEA

    Un texto desde la reflexin acadmica

    Beatriz Pea Riveros Gloria Luca Arango Bayer

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

    Facultad de Enfermera Universidad Nacional de Colombia

    Bogot, Agosto de 2009

  • TICA Y BIOTICA EN LA SOCIEDAD CONTEMPORNEA

    Un texto desde la reflexin acadmica

    Beatriz Pea Riveros Gloria Luca Arango Bayer

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

    Facultad de Enfermera Universidad Nacional de Colombia

    Bogot, Agosto de 2009

  • TICA Y BIOTICA EN LA SOCIEDAD CONTEMPORNEA

    Un texto desde la reflexin acadmica

    Beatriz Pea Riveros Gloria Luca Arango Bayer

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

    Facultad de Enfermera Universidad Nacional de Colombia

    Bogot, Agosto de 2009

  • Catalogacin en la publicacin Universidad Nacional de Colombia

    Pea Riveros, Beatriz, 1950-tica y biotica en la sociedad contempornea: un texto desde la reflexin acad-

    mica / Beatriz Pea Riveros, Gloria Lucia Arango Bayer. - Bogot: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Enfermera, 2009

    142p.

    Incluye referencias bibliogrficas

    ISBN : 978-958-719-399-2

    1. tica 2. Biotica 3. Responsabilidad 4 . Deber 1. Arango Bayer, Gloria Luca, 1969-11. Tft.

    CDD-21 170/2010

    Universidad Nacional de Colombia Facultad de Enfermera Agosto de 2009

    Beatriz Pea Riveros Profesora Asociada Grupo Acadmico Gerencia en Salud y Enfermera Departamento de Salud de Colectivos

    Gloria Luca Arango 8ayer Profesora Asociada Grupo Acadmico Gerencia en Salud y Enfermera Departamento de Salud de Colectivos

    ISBN: 978-958-719-399-2

    Armada digital e impresin: Editora Guadalupe S.A. [email protected] Te!': 4137557 - Bogot. D.e.

  • Catalogacin en la publicacin Universidad Nacional de Colombia

    Pea Riveros, Beatriz, 1950-tica y biotica en la sociedad contempornea: un texto desde la reflexin acad-

    mica / Beatriz Pea Riveros, Gloria Lucia Arango Bayer. - Bogot: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Enfermera, 2009

    142p.

    Incluye referencias bibliogrficas

    ISBN : 978-958-719-399-2

    1. tica 2. Biotica 3. Responsabilidad 4 . Deber 1. Arango Bayer, Gloria Luca, 1969-11. Tft.

    CDD-21 170/2010

    Universidad Nacional de Colombia Facultad de Enfermera Agosto de 2009

    Beatriz Pea Riveros Profesora Asociada Grupo Acadmico Gerencia en Salud y Enfermera Departamento de Salud de Colectivos

    Gloria Luca Arango 8ayer Profesora Asociada Grupo Acadmico Gerencia en Salud y Enfermera Departamento de Salud de Colectivos

    ISBN: 978-958-719-399-2

    Armada digital e impresin: Editora Guadalupe S.A. [email protected] Te!': 4137557 - Bogot. D.e.

  • Pg.

    Presentacin .................................................................... 9

    Introduccin...................................................................... 11

    Captulo 1 Consideraciones Propeduticas....................................... 1 7 l. tica y moral......................... .................... ......... ... ..... 17 2. Sentimientos morales ...... ... ..... ............. ..... ......... ....... 19 3. Valores....................................................................... 25

    Captulo 2 Importancia de la tica en el Proceso de Racionalizacin Occidental ........................................ 33 l. ~t~ca y ~o.nflicto social................................................ 34 2. Etlca mlnlma............................................................... 38

    Captulo 3 Tendencias de la tica Contempornea........................... 43 l. El paradigma discursivo-comunicativo ....................... 44 2. La accin comunicativa: conflictos,

    participacin democrtica y tica .............................. 48 3. La tica comunicativa ................................................. 50 4. La tica de la empresa .............................................. 52

  • 8 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Pg.

    Captulo 4 Problemas y dilemas ticos............................................. 59 1. Problemas y dilemas ticos....................................... 60 2. tica para seres iluminados....................................... 62 3. tica para seres humanos .......................................... 70 4. Toma de decisiones ticas ........................................ 81

    Captulo 5 Biotica ............................................................................ 87 1. Historia y problemas de la biotica .......................... 87 2. Planteamiento general de la biotica ...................... 103 3. Ciencia de la supeNivencia ....................................... 109

    Captulo 6 Responsabilidad Profesional........................................... 11 3 1. tica y responsabilidad ............................................. 115 2. Responsabilidad civil................................................ 123 3. Responsabilidad profesional y cdigo de tica ....... 128

    Conclusiones..................................................................... 1 39

  • 8 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Pg.

    Captulo 4 Problemas y dilemas ticos............................................. 59 1. Problemas y dilemas ticos....................................... 60 2. tica para seres iluminados....................................... 62 3. tica para seres humanos .......................................... 70 4. Toma de decisiones ticas ........................................ 81

    Captulo 5 Biotica ............................................................................ 87 1. Historia y problemas de la biotica .......................... 87 2. Planteamiento general de la biotica ...................... 103 3. Ciencia de la supeNivencia ....................................... 109

    Captulo 6 Responsabilidad Profesional........................................... 11 3 1. tica y responsabilidad ............................................. 115 2. Responsabilidad civil................................................ 123 3. Responsabilidad profesional y cdigo de tica ....... 128

    Conclusiones..................................................................... 1 39

  • 8 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Pg.

    Captulo 4 Problemas y dilemas ticos............................................. 59 1. Problemas y dilemas ticos....................................... 60 2. tica para seres iluminados....................................... 62 3. tica para seres humanos .......................................... 70 4. Toma de decisiones ticas ........................................ 81

    Captulo 5 Biotica ............................................................................ 87 1. Historia y problemas de la biotica .......................... 87 2. Planteamiento general de la biotica ...................... 103 3. Ciencia de la supeNivencia ....................................... 109

    Captulo 6 Responsabilidad Profesional........................................... 11 3 1. tica y responsabilidad ............................................. 115 2. Responsabilidad civil................................................ 123 3. Responsabilidad profesional y cdigo de tica ....... 128

    Conclusiones..................................................................... 1 39

  • PRESENTACIN

    El grupo Acadmico de Gerencia en Salud y Enfermera de la Facultad de Enfermera de la Universidad Nacional de Colombia ha sido testigo de excepcin del trabajo apasiona-do que durante muchos aos ha desarrollado la profesora BEATRIZ PEA RIVEROS como lder en el propsito de motivar tanto a estudiantes como a profesores en torno a la reflexin tica y al desarrollo de la biotica.

    Esta reflexin hoy se constituye en una responsabilidad para docentes y estudiantes comprometidos con una sociedad que atraviesa por momentos difciles en asuntos polticos, sociales, econmicos y culturales, resultado en alguna medida de las ten-dencias y avances cientficos y tecnolgicos, que han generado a su vez cambios en la toma de decisiones, en las actuaciones morales, en el comportamiento y en la vida cotidiana.

    Con los aportes de la profesora GLORIA LucfA ARANGO BAYER, vinculada a este grupo ms recientemente, esta publi-cacin, producto del trabajo persistente y el estudio constante del tema por parte de la autora gestora del proyecto, es sin lugar a dudas, un texto obligado para quienes deseen vincular-se a la discusin apenas iniciada en los mbitos acadmicos, una discusin que no por reciente deja de ser compleja por la diversidad de opciones que cada tema tratado ofrece.

  • 10 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tico y biotica en lo sociedad contemporneo

    A travs de seis captulos que se inician con la preparacin bsica para la comprensin del tema de la tica, se avanza hacia la importancia del tema en el mundo occidental y con-temporneo, para tratar luego los problemas ticos, bioticos y finalmente la responsabilidad que se tiene desde lo civili-dad y la formacin profesional.

    El material plasmado en este texto representa una gua didctica, pedaggica y de abordaje bsico, sobre un tema que por parecer tan cotidiano, tan de todos y quiz tan libre de expresar, pasa por alto su trascendencia, su profundidad, as como la importancia de la diversidad y lo clave de su com-prensin desde la perspectiva filosfica.

    Yolanda Vega Vega Coordinadora Grupo Acadmico Gerencia en Salud y Enfermera

    Bogot, D.C., julio de 2009

  • INTRODUCCIN

    Con la reforma de 1992 en la Universidad Nacional de Co-lombia se plante organizar los Planes de Estudio a partir de lo que se llam el ncleo duro para cada disciplina o profesin en donde estaban contenidas las asignaturas indispensables para la formacin en cada rea de conocimiento, y un ncleo flexible compuesto por contextos y electivas, que result ser lo ms no-vedoso en la medida en la que cada facultad ofreca segn su creatividad contenidos que abran la posibilidad al apre-hendiente de escoger segn su gusto o necesidad contextos o electivas en otras o en sU propia facultad.

    Se cre entonces en la Facultad de Enfermera con base en la experiencia la asignatura de la Maestra en Enfermera lla-mada tica y Biotica, el contexto que en principio se denomin tica y Biotica en la prestacin de servicios sociales, y que ms adelante se llam solo tica y Biotica. Este trabajo tam-bin desencaden en el Proyecto de Extensin: Fortalecimiento de la tica en la Enseanza y la prctica de la Enfermera, pro-yecto que se desarroll con el apoyo de ACOFAEN (Asociacin Colombiana de Facultades de Enfermera) para cubrir las Facul-tades de Enfermera del pas y que hoyes un programa reconocido a nivel nacional con una estructura orgnica y fun-cional que comprende un Comit Coordinador, un Comit Nacional de tica y Comits Locales para su aplicacin.

  • 12 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Respecto a la Universidad se inicia el trabajo en 1991 con la asignatura como se enunci, se conform a nivel de facultad el Comit de Biotica con la participacin de las cuatro direccio-nes del Departamento, el capelln de la Universidad y las profesoras que impartan la asignatura; este trabajo avanz para convertirse en el Seminario permanente de profesiones de tica que promovi el estudio del tema y algunas conferencias.

    Se dio en la Universidad tambin el funcionamiento de los PUl (Programa Universitario de Investigacin) en tica que dio lugar a la profundizacin del estudio de la tica. Estos progra-mas dependan de la Direccin de Investigacin, siendo este programa en particular coordinado por un tiempo por el profe-sor Guillermo Hoyos. Como productos este PUl present un plan de accin anual con evaluacin, programacin de conferencias con invitacin abierta sobre temas de inters, publicacin de un documento sobre eutanasia, participacin en eventos na-cionales e internacionales. Por los cambios en rectoras posteriores se dio el paso a lo que hoy se llama la Red de Biotica de la Universidad Nacional de Colombia.

    La apertura del contexto se produjo en 1995 y desde en-tonces se ha dictado ininterrumpidamente semestre a semestre, con excelente acogida por parte de los estudiantes, demostra-do por las evaluaciones siempre en valores superiores a 87.5 Y hasta 100 puntos. En el perodo actual tambin en reforma acadmica, permanece el curso habiendo sido modificado des-de su creacin en forma paulatina.

    Del inicio a hoy se han realizado revisiones cada semestre con base en las evaluaciones de los estudiantes, pero se ha mantenido el propsito de "iniciar a los estudiantes en el de-bate de la tica en la prestacin de servicios profesionales".

    En su descripcin se hace nfasis en un trabajo sobre la tica contempornea a partir de la lectura de artculos que

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 13

    Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    desarrollan la propuesta terica de tipo discursivo- comunicati -vo para la resolucin de conflictos.

    El contenido del curso pretende ser desarrollado en el futu-ro a partir de este texto, que trata los siguientes temas:

    Consideraciones propeduticas

    Importancia de la tica en el proceso de racionalizacin accidental

    Tendencias de la tica contempornea

    Problemas y dilemas ticos

    Biotica, historia y problemas

    Responsabilidad profesional

    Estos temas han sido de alta relevancia para quienes han par-ticipado en el contexto y que a partir de estrategias metodolgicas como sesiones magistrales, presentacin de lectura, informe par-cial de investigacin, prueba de comprensin de lectura, informe final, video-foros y sesiones de discusin tambin se han desarro-llado con muy buen rendimiento por parte de los estudiantes, quienes en algunos casos han optado por continuar por diversos medios en el conocimiento de la tica y la biotica.

    Un factor importante en el crecimiento del contexto fue el apoyo de los monitores o auxiliares de docencia que propor-cion la Direccin de Programas Curriculares de la Universidad, por cuanto se exigi la presencia de un estudiante de la ca-rrera de filosofa con algunas excepciones como un estudiante de VIII semestre de Psicologa y en tres ocasiones filsofos que se encontraban realizando una carrera o postgrado en la Universidad.

  • 14 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Uno de los aspectos a destacar del contexto es que compi-ti en el primer semestre del ao 2001 para ser Ctedra Manuel Anczar y gan; por tanto se realiz con muy buena acogida tanto de estudiantes (508 en total) como del pblico de fuera de la Universidad (205 personas).

    La Ctedra Manuel Anczar es una asignatura que se abre al pblico en general y que es seleccionada de asignaturas y contextos que ofrezca la Universidad con excelentes resulta-dos. Se brinda en un horario calendario de sbados de 10:00 a.m. a 1 :00 p.m. y que muestra a la Universidad en otra dimen-sin.

    El nombre de la ctedra se dio en homenaje a su primer rector Manuel Anczar, yen esta ocasin se public un libro cuyo ttulo es: Memorias Ctedra Manuel Anczar, tico t,J Biotica, I semestre 2001, que contiene los temas del contexto desarro-llados de forma ms amplia porque en l se aplic el estatuto epistemolgico de la biotica y fue un trabajo interdisciplinario.

    Un propsito particular de esta nueva publicacin es res-ponder a las preguntas que se ha planteado la estrategia metodolgica de informe parcial de investigacin:

    1. Es posible aterrizar el discurso tico?

    2. Para qu sirve la biotica?

    3. Cmo se relaciona la biotica con la propuesta de la teora de la accin comunicativa?

    En la versin del programa de la asignatura se han incor-porado temas como Derechos Humanos -que ahora se ver desde la biotica, en consideracin a la declaracin propues-ta por la UNES~O- y biopoltica, sobre los cuales no se trabaja en este texto.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 15

    Beatriz Peo R. y Glorio lo Arango B.

    A lo largo del desarrollo de la asignatura de Etica y Biotica, tanto a nivel de posgrados como en pregrado, se ha sugerido la necesidad de plantear el aporte que Enfermera ha hecho a esta rea del conocimiento, as como la contribucin que la tica y la biotica han hecho a esta disciplina en particular.

    Es importante aclarar a este respecto que una condicin esencial en el discurso biotico es la interdisciplinariedad, de manera tal que no es posible considerar la tica y la biotica en la sociedad contempornea desde una nica mi-rada o perspectiva, precisamente en reconocimiento al multiculturalismo, al pluralismo yola misma interdisciplina-riedad que las caracterizan.

    Por ello la invitacin que las autoras hacen a los lectores de este texto es a reconocer que la tica y la biotica hoy imponen superar y trascender las barreras particulares que su-pone el abordaje de los conflictos que son propios de la modernidad desde una sola disciplina de manera aislada, puesto que los problemas de la sociedad actual son muy com-plejos y por ello deben ser abordados, analizados y -de ser posible- resueltos, reconociendo que es el encuentro de las disciplinas y las profesiones el mecanismo para atender a la problemtica de hoy.

    De otra parte, la sociedad civil hoy est llamada a ser part-cipe del anlisis y solucin de los asuntos que de una manera u otra la afectan y por ello, la academia es solo un actor ms, pero como lo indica Jaspers, "la universidad es la sede en la cual la sociedad y el estado permiten el florecimiento de la ms clara conciencia de la poca"; por tanto, le corresponde mayor obligacin moral.

    En este sentido, el aporte de Enfermera como disciplina y profesin, al igual que el de las dems, ha de consistir en su participacin responsable y comprometida en los debates que

  • 16 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    en torno a las problemticas contemporneas emerjan en la cotidianidad, de tal forma que este contribuya a generar for-mas nuevas de comprender la realidad y de promover los mnimos ticos para la convivencia, cualquiera que sea el rol profesional y el mbito de accin en el que cada ciudadano se encuentre.

  • Captulo 1

    CONSIDRRACIONES PROPEDUT1CAS

    Beatriz Peo Riveros

    Antes de adentrarse en la panormica general de la ti-ca y la biotica en la sociedad contempornea, es preciso hacer una serie de consideraciones acerca de los diferentes senti-dos en que se usan estas nociones, sin lo cual resulta difcil comprender los asuntos de los que se ocupa esta publicacin. Estas consideraciones pueden llamarse propeduticos, en tanto propenden por la enseanza preparatoria para el estudio de una disciplina -de la tica aplicada a la salud, por ejemplo en este caso-, y no pretenden decir la ltima palabra o agotar el universo del discurso en cuestin.

    1. tica y moral

    Los trminos de tica y moral comparten sus etimologas, con la pequea salvedad de que el primero proviene del grie-go, mientras que el segundo del latn. "tica" viene de ethos, que en griego significa costumbre o hbito, y "moral" viene del latn mos, moris, que tiene el mismo significado. De aqu que, en su origen, ambos trminos denotan lo mismo: el modo

  • 18 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    de comportarse de determinado grupo humano o de alguna persona en particular. Sin embargo, pese a esta similitud, co-mincese por defender una distincin bsica que si bien es difcil de sostener en un marco de discusin propiamente ti-co, es de gran utilidad para quien apenas comienza a interesarse por la reflexin tica. As, debe decirse entonces que una cosa es la moral y otra no muy diferente, pero diferen-te al fin y al cabo, es la tica.

    Para defender esta afirmacin, permtanse establecer otra distincin, an ms sutil, entre accin y comportamiento, y para esto, a su vez, necesariamente tendr que hacerse referencia a la conciencia. En algunos idiomas, como en el alemn, por ejemplo, se habla de 'conciencia en tanto percatarse', Bewuf3tsein, y de 'conciencia moral', Gewissen. La primera acepcin indica el sentido de la conciencia como proceso men-tal, sentido que se usa en la expresin "despus del accidente, lleva tres das inconsciente"; la segunda, a su vez, se usa en frases tales como "tengo la conciencia tranquila" o "tu concien-cia ya no te deja dormir". En el espaol, sin embargo, pese a que se podra hablar de conciencia ('en tanto percatarse'), sin s, y de consciencia ('moral'), con s, no desea hacerse propia-mente esta distincin, aunque s se comprendieran muy bien los dos usos. De cualquier manera, lo importante es que estos dos sentidos del trmino conciencia son cruciales para entender cundo se hable de una accin y cundo de un comportamiento, pues sin ir muy lejos esta distincin apunta a que slo puede hablarse de comportamiento humano all donde est presen-te una conciencia moral. El individuo evala o valora, en este caso, las consecuencias de sus actos, de cara tanto a los de-ms como a s mismo. La conciencia moral es, en consecuencia, reflexiva.

    De acuerdo con esto, podra decirse entonces que el obje-to de la moral es la reflexin sobre el comportamiento humano, reflexin encaminada a establecer pautas o normas que lo ri-

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 19

    Beatriz Pea R. y Gloria lo Arango B.

    gen, bien sea de hecho o de derecho consecuentemente -te-niendo en cuenta las circunstancias de cada momento o poca, cada espacio y cada cultura-. As, la moral, como conducta de los pueblos, o conjunto de las costumbres de una cultura, se refiere a las normas implcitas o explcitas que determinan la diferencia entre un comportamiento deseable y uno indesea-ble . La tica, por su parte, comprende el mbito de reflexin propiamente filosfica, cuyo objeto es establecer el sentido, las consecuencias, la validez y los fundamentos de las normas morales de comportamiento. Esto no significa que slo los fil-sofos pueden hablar de tica, por supuesto, pues tambin lo hacen aquellas personas que estn en condiciones de partici-par en este dilogo reflexivo; personas que comprenden que en la tica el mtodo, o la forma de argumentar, resulta inse-parable del contenido, en tanto que aquello que se est dispuesto a aceptar como argumento depende en gran medi-da de lo que uno estime que significan los contenidos o el sentido filosfico que se les infiere segn teoras.

    y esto no impide decir, sin embargo, que la tica est pre-sente en el actuar humano diario, porque la reflexin filosfica sobre las normas morales de comportamiento, que a lo largo de la historia ha arrojado toda una diversidad de sistemas morales, ha instaurado de una manera no menospreciable las pautas con las que tcitamente se determina la moral de los pueblos. As, como bien lo seal Nietzsche: "Por donde pa-san las ideas, cincuenta aos despus pasan los caones defend indolas".

    2. Sentimientos morales

    En la reflexin moral tambin es preciso tener en cuenta, en primer lugar, la perspectiva de la primera persona, es decir, la reflexin del sujeto, y en segundo lugar, la perspectiva de la tercera persona, donde se considera a toda la comunidad o

  • 20 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    grupo en cuestin. La subjetividad, como perspectiva de la pri-mera persona, est anclada en los sentimientos morales -sentimientos tales como la alabanza o la censura-, que de-terminan los respectivos rechazos o aceptaciones hacia el comportamiento de las personas. La objetividad, por su parte, constituye un marco de aceptacin mutua de estos sentimien-tos, con el cual se regula el comportamiento con los otros o en comunidad . La perspectiva moral subjetiva, la visin de cada persona en particular, es pues el primer eslabn, que debe ser complementado con una visin objetiva, la del derecho. De aqu que un sujeto desvinculado del marco del derecho es un sujeto no dispuesto a vivir en comunidad. Pero, siendo as, qu garantiza, entonces, un equilibrio entre el derecho y la moral?

    No slo fue Hegel quien plante con mayor agudeza esta distincin1 y la subsiguiente manera de ver el problema, sino tambin quien ofreci una esclarecedora solucin. Morolitot, en trminos de Hegel, corresponde a la primera perspectiva, es decir, una visin parcial, unilateral y abstracta. sta se con-fronta con la consideracin del derecho, que corresponde a la visin objetiva. Derecho y moral conforman entonces los dos momentos, el objetivo y el subjetivo, que tendrn que inte-grarse en un tercer momento para soslayar la negacin. Este tercer momento es la perspectiva de la Sittlichkeit, trmino ale-mn que corresponde al de eticidad. As, en contraste con la moralidad, la eticidad es una visin global e integradora que vendr a complementar la mutua anulacin entre el derecho y la moral. En Hegel, la eticidad o visin tica vendr a integrar los momentos aparentemente contradictorios entre s, tales como la familia, la sociedad civil y el Estado, en lo que puede llamarse una perspectiva socio-poltica.

    Distincin que puede encontrarse, a su vez, en Doz, Jorge Aurelio. "tica y sociedad contempornea" . En: Memorias Ctedra Manuel Anczar, ico t,J Biotica. Universidad Nacional de Colombia, 2001 , pgs. 13-24.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 21 Beatriz Pea A. y Gloria L. Arango B.

    No invalida detenerse en la evaluacin de esta propuesta, pues el inters es tan slo rescatar su importante aclaracin conceptual. A partir de sta, por ejemplo, podra decirse que los sentimientos morales, que incitan el respectivo rechazo o la aceptacin hacia el comportamiento de los dems, se origi-nan en el ncleo familiar o social de cada ser humano; ncleo que regula y determina los estados anmicos que acompaan, a manera de jueces, las acciones de las personas. No se viene al mundo sabiendo ya qu es bueno o qu es malo, y es por esto que la educacin moral ofrecida por el ncleo familiar o social al que cada persona pertenece determinar, en gran medida, el subsiguiente comportamiento moral como ciudada-nos en primera instancia por esta determinacin el primer espacio que se define al nacer en una nacin o lo que es igual a tener una nacionalidad.

    David Hume, en su Investigocin sobre 105 principios de lo morol, resalta el papel determinante que lo emocional, en tanto gusto, cumple en la reflexin tica, pues despus de pregun-tarse acerca de la participacin de la razn y del sentimiento en las decisiones de censura y alabanza, atina muy bien al responder:

    ( ... ) las fronteras y oficios de la razn y del gusto pue-den fijarse con facilidad. La primera procura el conocimiento de la verdad y de la falsedad; ste da el sentimiento de belleza y deformidad, de vicio y de vir-tud. La una descubre los objetos tal y como estn realmente en la naturaleza, sin adicin ni disminucin. El otro tiene una facultad productora; y embelleciendo y tiendo todos los objetos naturales con los colores que toma del sentimiento interno, origina, en cierto modo, una nueva creacin. La razn, fra e independien-te, no es motivo de accin y dirige slo el impulso recibido del apetito o inclinacin, mostrndonos los me-dios de lograr felicidad y evitar la miseria. El gusto, en

  • 22 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    cuanto que da placer o dolor y, por tanto, constituye la felicidad o la miseria, se convierte en motivo de accin y es el primer resorte o impulso para el deseo y volicin. De circunstancias o relaciones, conocidas o supuestas, la primera nos lleva al descubrimiento de lo oculto y des-conocido. Despus que todas las circunstancias y relaciones estn ante nosotros, el ltimo nos hace expe-rimentar, por el conjunto, un nuevo sentimiento de censura o aprobacin. El canon de aquella, fundado en la natu-raleza de las cosas, es eterno e inflexible, incluso por la voluntad del Ser Supremo; el de ste, nacido de la es-tructura y constitucin interna de los animales, se deriva ltimamente de esa Suprema Voluntad que otorg a cada ser su naturaleza peculiar y dispuso las varias clases y rdenes de existencia2

    Hume entendi muy bien la dificultad de responder en qu medida los sentimientos influyen en el comportamiento moral de las personas, ya que es evidente que la razn tiene una par-ticipacin notable en las apreciaciones morales. Pero la razn por s sola no es suficiente para producir ninguna censura o apro-bacin moral, pues el gusto, en tanto nivel primigenio de la moral, es un factor determinante para la vida en comunidad.

    Incluso Adam Smith, desde una postura utilitarista y en su Teora de 105 sentimientos moroles, defiende que humanidad, justicia, generosidad y espritu pblico son las cualidades de mayor utilidad para la vida en comunidad. Para l, quienes se hacen partcipes de este tipo de propiedades tienen un comn denominador que es el principio aprobatorio. ste, como la cuestin ms importante en filosofa moral, consiste en "( .. . ) el poder o facultad mentales que hacen que ciertos caracteres

    2 Hume, David . Investigacin sobre 105 principios de lo morol. Buenos Aires: Aguilar. 114.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 23 Beatriz Peo R. y Glorio L. Arango B.

    resulten agradables o desagradables, que obligan a preferir determinada manera de comportamiento a otra manera distin-ta, que conducen a calificar de buena a la una y de mala o no correcta a la otra y llevan a considerar: a la primera, como un objeto digno de aprobacin, de honra y recompensa; de cul-pa, censura y castigo, a la segunda"3. Uno de los principios aprobatorios ms originales, que cumple con estas funciones, es la belleza que para un ser humano representa la utilidad de una propiedad. As, humanidad, justicia, generosidad y es-pritu pblico estarn presentes en las personas en la misma medida que ellas lo tengan introyectado, a partir de su criterio de belleza, las juzguen como propiedades tiles. Los sentimien-tos morales se complementan as con la vida en comunidad y la relacin entre los individuos con el Estado.

    As pues, Hume y Smith, como defensores de las ticas de los sentimientos morales, pretenden fundamentar la posibili-dad de que el comportamiento moral humano est condicionado a partir de la prctica, suponiendo un estrecho vnculo entre lo sensitivo y lo racional. Esto no se puede perder de vista cuan-do se pretende asimilar las teoras filosficas que fundamentan la tica en el sentimiento moral y las teoras filosficas que disuelven la tica al reducirla a sentimientos individuales no cualificados, puesto que estas ltimas pueden dar lugar a un subjetivismo y un relativismo metodolgIco -que niega la posi-bilidad de una razn prctica condicionada por la realidad-. A este respecto, Esperanza Guisn aclara que: "La causa de la no distincin entre estos dos tipos radicalmente distintos de posicionamiento ha llevado a confundir las ticas de los sentimientos morales con corrientes meta-ticas del pre-sente siglo, como el imperativismo de Ayer o el emotivismo de Stevenson, producindose as una indebida descalificacin

    3 Smith, Adam. Teora de los sentimientos moro/es. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2004.

  • 24 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    de las teoras fundamentadas en sentimientos morales que, en trminos generales, no han sido suficientemente estudia-das, comprendidas y valoradas"4.

    El emotivismo en tica no es una doctrina que pretenda regular el bien o el deber sino una concepcin meta-tica que se ocupa del significado de los trminos ticos y del conteni -do de los juicios (morales) que los incluyen. De este modo, para el emotivismo los predicados ticos no describen propie-dades de ningn tipo sino que expresan los sentimientos o actitudes emocionales de quienes los utilizan y, en consecuen-cia, los juicios (morales) no enuncian hechos sino que siNen para expresar esas actitudes y sentimientos. De aqu que el emotivista afirme que las expresiones ticas, en cuanto no enuncian hechos, no son verdaderas o falsas y, por ende, no expresan conocimiento alguno de verdades ticas. De aqu la necesidad de distinguir muy bien entre las teoras de los sen-timientos morales y las meta-ticas, tales como el emotivismo.

    Ahora bien, muchos filsofos han dado preeminencia al en-tendimiento yola razn, sin ningn tipo de participacin de los sentimientos morales, pero este proceder no es del todo aconsejable, debido a que se olvida la permanente condicin contextual de los seres humanos. Una y otra vez, puede verse cmo los estados anmicos, que son moldeados por diversas circunstancias y situaciones, moldean asimismo las considera-ciones sobre deberes y responsabilidades, como es el caso del latinoamericano sentimental y emotivo por cultura. Esto implica que las reflexiones ticas no pueden ser meramente tericas o exclusivamente filosficas; es necesario un anlisis interdisciplinario, que contemple la participacin tanto de las personas que se ocupan propiamente de la reflexin como de aqullas que se vern de una u otra forma afectadas. As, no

    4 Guisn, Esperanza. tica. Pg. 377.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 25 Beatriz Pea R. y Gloria lo Arengo B.

    es preciso excluir sectores sociales, culturales y polticos de la sociedad, y se requiere de la construccin de acciones colecti-vas, con el fin de flexibilizar la hegemona y crear espacios y procesos que legitimen trabajos comunitarios para una mayor equidad social; hoy, por ejemplo, en el pas se trabaja mucho ms en la formacin de una inteligencia emocional desde el nivel preescolar, sobre todo en las instituciones de educacin privadas a las que no accede la mayora de la poblacin.

    Es preciso analizar los conceptos presentes en los senti-mientos morales, las estructuras morales de una comunidad, la psicologa moral y la lgica misma de las justificaciones morales, con objeto de propiciar un mejor entendimiento con-ceptual y prctico de los diversos puntos de vista involucrados en las discusiones ticas.

    '3. Valores

    El trabajo de campo de la tica, su contexto socio-poltico, tendr que determinarse a partir de la consideracin minucio-sa de los sentimientos morales y los valores de cada comunidad en particular. Con seguridad, fue Max Scheler quien ms defendi que los valores son los fundamentos ltimos de la tica, por encima de los bienes mismos. Para l, los valores no se ven afectados por las limitaciones espacio-temporales y contextuales de las cosas. Una caracterizacin muy general de los valores, siguiendo a Scheler, en su libro Gramtica de 105 SentimientosS, puede establecerse de la siguiente manera:

    5

    a. Los valores, en estricto sentido, no "son" nada, pero "va-len". No son "nada", en tanto que no son seres materia-

    Scheler, Max. Gramtica de los Sentimientos, lo emocionol como fun-domento de lo tica. Traduccin Daniel Gamper. Barcelona: Editorial Ceritida, 2003 .

  • 26 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    les que se puedan determinar como cosas. Sin embar-go, son "algo" muy importante, en tanto se pueden con-cebir como propiedades que acompaan y afectan la esencia de las cosas y de los seres, al punto tal que determinan la existencia de una esencia.

    b. Los va/ores son atemporales t,J perdurables. Las formas de concebir la justicia, por ejemplo, han cambiado sustancialmente a lo largo de la historia, pero la justicia misma ha sido perseguida siempre por la humanidad. Esto representa un problema, por supuesto, pues defen-der que no son los valores los que cambian, sino la vi-sin que el hombre tiene de ellos, no es una cuestin nada fcil de dirimir. El relativista siempre dir que las verdades no son siempre idnticas a s mismas, sino que cambian con la captacin humana de ellas a lo largo de las diversas pocas. Tngase en cuenta as uno de los asuntos ms controvertibles en la discusin tica que amerita una enorme reflexin.

    c. Los va/ores se presentan en una escala de apreciacin, desde /0 negativo hasta /0 positivo. De aqu que el ser humano se esfuerce siempre en encaminar su comporta-miento hacia el polo positivo (bueno, justo o deseable), con el fin de vivir plenamente en comunidad.

    d. El juicio de los va/ores, dar cuenta de ellos, necesita tan-to del raciocinio como de la intuicin emocional. De un hombre que no hace un buen uso de su razn no se po-dra esperar una adecuada valoracin, pero la razn por s sola no es suficiente. Es preciso tambin hacer uso de los sentimientos morales para intuir y discernir lo bueno de lo no debido o de lo malo.

    e. En los valores hat,J jerarquas. De acuerdo con Scheler, de menor a mayor, los valores se clasifican gradualmen-

  • tico y biotica en lo sociedad contemporneo 27 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    te en: volares tiles, vitoles, espirituales -estticos, lo justicio t,J 105 filosficos- y religiosos. Los valores mora-les son, en este sentido, la realizacin de los dems valores conforme al orden justo de preferencia segn la jerarqua sealada.

    f. Lo verdodero realizacin de un volar es su puesto en prctica. No es suficiente con tener a bien o preferir la justicia, por ejemplo, sino que tambin es preciso ser justo en lo vida cotidiana.

    Puede ahora matizarse mejor la diferencia entre moral y tica, reproduciendo in extenso las palabras del Dr. Jorge Aurelio Daz con respecto a lo tico de Spinoza, diciendo que "( . .. ) la moral es el punto de vista subjetivo, desde el cual cado persona debe, en el seno de su familia y comunidad donde crece, encontrar el comino para lograr uno vida digna de ser vivida, descubriendo aquellos valores en virtud de los cuales no solamente orientar su conducta, sino que establecer los jerarquas que le permitan resolver los conflictos entre los mis-mos. Porque, como ya lo supo Scrates, una vida que no sepa dar razn de s, no es una vida que valga la peno vivirse. Mien-tras que la tica ser identificada con la poltica, en el sentido ms noble de este trmino, ya que apunto a buscar los mejo-res condiciones de convivencia dentro de una sociedad que tenga como principio de orientacin salvaguardar la libertad de los ciudadanos" .

    Una tica desvinculada de la poltica es una tica formal. sin contexto, una tica meramente terica. Para decirlo con Victoria Camps: "( .. . ) la tica es, sin duda, derecho y voluntad de justi-

    Cfr. Daz, Jorge Aurelio. "tico y sociedad contemporneo". En: Memo-rias Ctedra Manuel Anczar, tico 1,1 Biotica. Universidad Nocional de Colombia, 2001 , pgs. 13-24.

  • 28 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    cia, pero tambin es arte aprendido da a da; vivimos en un mundo plural, sin ideologas slidas y potentes, en sociedades abiertas y secularizadas, instaladas en el liberalismo econmi-co y poltico. El consumo es nuestra forma de vida"7 . Todo el tiempo se escucha hablar de la importancia de los valores, pero en la prctica parece que la educacin tica a este respecto no est logrando su cometido. A partir de las discusiones y conclu-siones de los encuentros de estudiantes, se puede apreciar la carencia de una formacin socio-poltica-humana mediante la cual los estudiantes se reconozcan como ciudadanos, se preocupen por los problemas socio-polticos de su entorno y, ms an, se consideren a s mismos como actores relevantes en las proble-mticas actuales.

    Si nociones tales como Estado, nacin, patria, familia o jus-ticia social, entre otras, no les dicen nada a la juventud, es porque de alguna manera los educadores no estn formando en conciencia ciudadana y, en consecuencia, estn propen-diendo por el desconocimiento de una moral civil, de una conciencia social. Adems de la formacin en valores, que tie-ne que ser afianzada en el seno de la familia, es preciso fortalecer el conocimiento cada vez mayor de la Constitucin Poltica. Esto ltimo con el objeto de formar ciudadanos que, a partir de un buen conocimiento de su Constitucin, sepan dis-cernir muy bien cundo un derecho y/o un deber son quebrantados y cmo, mediante salidas igualmente legales, es posible restaurar la ley.

    Todo ciudadano debe estar en condiciones de encontrar salidas polticas a los conflictos, incluso a instancias de refor-mar las leyes mismas, en tanto que stas no son ya una ltima e inamovible palabra. La Constitucin Poltica, debido a su ca-

    7 Camps. V ictoria. Virtudes Pblicas. Coleccin Austral. Pensamientos contemporneos. Madrid : Editorial Espasa-Calpe. 1990. pg. 10.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 29

    Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    rcter de institucin, es un estamento en continuo cambio que, a su vez, se determina a partir de las necesidades propias de los ciudadanos.

    El Dr. Mario E. Hernndez R., en su conferencia sobre tica 1,1 Calidad en el Servicio Pblico, seal una serie de bases mo-rales y principios de una sociedad civil, que es pertinente rescatar aqu :

    Principio de Igualdad: De la inviolabilidad o dignidad humana.

    Principio de Alteridad: El ser humano es un fin en s mis-mo, a partir del otro.

    Principio de Autonoma: Como base de la libertad.

    Principio de Universalidad: Todo ser humano merece igual consideracin y respeto.

    Principio de Justicia Conmutativo: Los conflictos se dis-minuyen entre iguales, con base en reglas tales como la probidad.

    Principio de Justicia Distributivo: Distribucin de benefi-cios con equidad.

    Ya partir de estos principios constitucionales:

    El Estado tiene el deber de garantizar los derechos de los ciudadanos.

    Para el Estado Social de Derecho los derechos son interdependientes.

    Todo ciudadano es objeto de derechos.

  • 30 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Como ser moral, cada uno decide y requiere ejercer su autodeterminacin.

    El ser humano es responsable de su actuar.

    El Estado Social de Derecho debe reconocer la diferen-cia, ofrecer garantas y facilitar la participacin8 .

    En suma, estos principios y bases morales apuntan a lo que es sin lugar a dudas la mdula espinal de una sociedad civil: por un lado, que cada ciudadano reconozca al otro como un igual y, por otro lado, que el Estado garantice esa igualdad. Jacques Derrida, uno de los filsofos contemporneos que ms ha insis-tido en la necesidad de involucrar al otro como un igual en los discursos preeminentes, se refiere a este aspecto como el reco-nocimiento del discurso de la Diffrence, diferencia. As, a partir de su anlisis del discurso y desde una perspectiva posmoderna, Derrida defiende la distincin entre justicia y derecho; el dere-cho es deconstruible, en tanto que texto, mientras que la justicia no: partiendo del estado actual de las cosas, la reconstruccin nueva es justicia. No es posible tolerar la injusticia social bajo la excusa de la aplicacin de la ley, el derecho unilateral no es justificacin alguna para ello, porque el derecho desarticulado de los derechos ciudadanos es violencia ejercida de manera directa y disfrazada de justicia9 .

    8

    9

    Cfr. Hernndez A .. Mario E. ftica 1,1 Calidad en el Servicio Pblico. 2005. Cfr. Avendao. Pea. Tatiana. Fuerzo de lel,l "El Fundamento Mstico de lo autoridad". Seminario: Dispositivos de Seguridad y excepcin. Pontificia Universidad Javeriana. Bogat. marzo 2006.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 31

    Beatriz Peo R. y Glorio lo Arango B.

    Bibliografa

    AVENDAO PEA, Tatiana. Fuerzo de LeV, El Fundamento Mstico de lo Autoridad. Seminario Dispositivos de Seguridad y Excep-cin. Bogot: Pontificia Universidad Javeriana, marzo 2006.

    CAMPS, Victoria. Virtudes Pblicos. Coleccin Austral. Pensamien-tos Contemporneos. Madrid: Editorial Espasa Calpe, 1990. Pg. 10.

    DAZ, Jorge Aurelio. "tica y Sociedad Contempornea". Memorias Ctedra Manuel Anczar, tico 1,1 Biotica. Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 2001. Pg. 13-24.

    GUisAN, Esperanza. Esplendor V miseria de lo tico kantiano. Barcelona: Editorial Anthropos, 1988. Pg. 377.

    HERNANDEZ A., Mario E. Congreso Internacional. tico V Calidad en el SeNicio Pblico. Bogot, 2005.

    HUME, David. Investigacin sobre 105 principios de lo moral. Madrid: Alianza editorial, 1993.

    SCHELER, Max. Gramtica de 105 Sentimientos, lo emocional como fundamento de lo tico. Traduccin Daniel Gamper. Barcelona: Editorial Ceritida, 2003.

    SMITH, Adam. Teora de 105 Sentimientos Morales. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2004.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 31

    Beatriz Peo R. y Glorio lo Arango B.

    Bibliografa

    AVENDAO PEA, Tatiana. Fuerzo de LeV, El Fundamento Mstico de lo Autoridad. Seminario Dispositivos de Seguridad y Excep-cin. Bogot: Pontificia Universidad Javeriana, marzo 2006.

    Coleccin Austral. Pensamien-tos Contemporneos. Madrid: Editorial Espasa Calpe, 1990. Pg. 10.

    DAZ, Jorge Aurelio. "tica y Sociedad Contempornea". Memorias Ctedra Manuel Anczar, tico 1,1 Biotica. Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 2001. Pg. 13-24.

    GUisAN, Esperanza. Esplendor V miseria de lo tico kantiano. Barcelona: Editorial Anthropos, 1988. Pg. 377.

    HERNANDEZ A., Mario E. Congreso Internacional. tico V Calidad en el SeNicio Pblico. Bogot, 2005.

    HUME, David. Investigacin sobre 105 principios de lo moral. Madrid: Alianza editorial, 1993.

    SCHELER, Max. Gramtica de 105 Sentimientos, lo emocional como fundamento de lo tico. Traduccin Daniel Gamper. Barcelona: Editorial Ceritida, 2003.

    SMITH, Adam. Teora de 105 Sentimientos Morales. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2004.

  • Captulo 2

    IlMPORTANCIA DE LA TICA

    EN EL PROCESO DE RACIONAUZACIN

    OCCIDENJTAL

    Beatriz Pea Riveros

    Adems de una introduccin en el tema de la tica y la biotica en la sociedad contempornea, estas consideracio-nes propeduticas han explicitado el que es quizs uno de los aspectos principales en este objeto de trabajo: el vnculo en-tre la tica y la poltica. La tica, identificada con la poltica, apunta as a buscar las mejores condiciones de convivencia dentro de una sociedad, bajo el principio rector de salvaguar-dar la libertad de los ciudadanos. De aqu que se insista en que una tica desvinculada de la poltica en la actualidad es una tica formal, sin contexto, una tica meramente terica.

    Ahora, la preocupacin, entonces, es matizar mejor esta pos-tura mostrando la manera en que, concretamente, se puede aterrizar el discurso de la tica en este contexto; es decir, lo ms inmediato. Para ello se tratar de recoger aqu diversas conclusiones conceptuales, documentales y prcticas a partir de los encuentros y eventos acadmicos que, con filsofos

  • 34 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    latinoamericanos y europeos, se han propiciado recientemen-te en el espacio inmediatamente circundante. As, como bien dice Adela Cortina: "una meta inspira el trabajo: bosquejar los trazos de una moral posible para la ciudad secular"lO. Ser pues sta una manera interdisciplinaria de propender por el apren-dizaje y construccin de la tica en el continente y en el pas, buscando salidas conjuntas a los conflictos que aquejan con mayor frecuencia.

    1. tica y conflicto social

    Sobre el sentido del conflicto, el Dr. Guillermo Hoyos ha planteado que: "(oo.) se trata de algo que perturba las relacio-nes sociales (normales), de algo que obstaculiza el entendimiento entre las personas (oo.) el conflicto podra carac-terizarse as como una falsa objetivacin, como una seudo concrecin de la realidad social, algo que esta all en medio y que es percibido por los participantes en la accin social des-de la perspectiva de cada quien (oo.) pero es posible comprender lo conflictivo del conflicto si se abre y se relativiza la perspectiva de cada quien". Entindase que abrir y relativizar la perspectiva de cada quien no apunta a afirmar que cual-quier punto de vista es igualmente vlido y que, por ende, no sea posible llegar a acuerdo alguno. Ms bien se trata de abrir-se al otro, ponindose en su lugar y entendiendo as que una perspectiva propia, ajena a la de los dems, constituye la de un sujeto desvinculado de la comunidad. Un verdadero punto de vista propio es aquel que ha llevado a cabo un acto de reflexin hacia el mundo, aqul que ha salido de s y ha vuelto sobre s: se trata de un sujeto que, slo reconociendo a los dems como sujetos y como iguales, puede reconocerse a s mismo como sujeto.

    10 Cortina, Adela . tico Mnimo. Introduccin o lo Filosofa. Madrid: Tecnos, 1989, pgs. 15-41.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 35 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    Nunca ser suficiente insistir en la necesidad de fundamen-tar esta perspectiva colectiva desde los mbitos acadmico, universitario, social y familiar, de cara a los problemas del acon-tecer Nacional. El padre Francisco de Roux, S.J., quien ha llevado a cabo un importante trabajo en el Magdalena medio -zona en donde el conflicto armado es tan sensible y evidente-, se-ala que todos: "( ... ) estaremos enfrentado esta realidad muy posiblemente y si como ciudadanos no empezamos por aqu, por la universidad colombiana, si sta no toma lucidez sobre lo que est pasando, en poco tiempo vamos a estar someti-dos a una situacin de dominacin muy fuerte, de ausencia de libertades ciudadanas muy profundas y, por supuesto, no ser posible construir colectivamente una tica civil de libertad de posibilidades, de expresar lo que pensamos, de vivir en la di-ferencia"" . Es una triste realidad la falta de conciencia colectiva sobre el conflicto armado en Colombia, puesto que el ciudada-no considera que l mismo es ajeno a esta problemtica. Incluso, en las zonas rurales donde el conflicto no se hace evi-dente, los ciudadanos pretenden estar al margen de estos problemas. Pero no se trata de una problemtica meramente poltica o econmica, aqu la valoracin de la vida misma est en juego, pues como bien insiste el Padre de Roux: "( ... ) la crisis es ms profunda cuando uno comienza a destruir la vida humana, siendo este ltimo -y podra decirse el primer- ba-luarte que hay en la consideracin tica de una sociedad"12.

    A la hora de analizar el conflicto para buscar posibles solu-ciones no puede perderse de vista sus causas ms relevantes. Parece claro que el conflicto armado en Colombia se ha origi-nado a raz de una evidente desigualdad social, pero esta

    11 Memorios Ctedra Manuel Anczar. tica V Biotica. Universidad No-cional de Colombia. Bogot. 2002. *Hoyos Vzquez. Guillermo. Conflicto. participacin democrtica V tica. Ministerio de salud. Bogot: 1990

    12 Ibd.

  • 36 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    desigualdad, a su vez, se ha originado a partir de una sensi-ble carencia de valores en el nivel ms bsico que se puede imaginar. No hay inters por la vida misma, no hay inters por el otro; quien tiene los medios slo se interesa por conservar-los y acrecentarlos, mientras que quien no los tiene est interesado en conseguirlos a cualquier precio. En Colombia y en Latinoamrica la corrupcin, tanto social como poltica, con-tina su camino a pasos de gigante, mientras que la conciencia ciudadana a duras penas trata de mantenerse en pie. La pro-testa dialgica y argumentada, y las salidas polticas a los conflictos seguirn siendo una quimera mientras no se tome conciencia, en comunidad, de no despreciar la vida humana como principio rector que todos los seres humanos universal-mente deben respetar.

    Para el padre de Roux: n( ... ) si nosotros comenzamos a ata-car la vida en las proporciones que lo hace Colombia, eso obviamente refleja que la crisis ya es completa", y que no slo ha pasado sino que se sigue presentando lo que l denomina: lo ilusin religioso de uno sociedod. El Estado crea que una orientacin religiosa de la moral pblica era suficiente y fue as como por Constitucin, y por tanto tiempo, Colombia se conside-r un pas catlico. Para todos es meridianamente claro que a partir de la Constitucin del 91 el pas entr en la seculariza-cin, instaurando ya la libertad de culto, pero una cosa es lo que se escribe y otra muy diferente la manera en que se lleva a la prctica. No hay una ptima formacin ciudadana a este res-pecto, no se ha logrado tomar conciencia an de que el derecho no puede estar supeditado a la religin. Las normas de convi-vencia pretenden construirse a partir de una moral civil o pblica, de una tica civil, fundamentndose en el respeto por los Dere-chos Humanos, pero en la prctica esto pretende tomarse como algo ya sobreentendido pues el Estado mismo y quienes estn llamados a formar en una tica civil no realizan esta labor o la realizan a medias. Para una tica civil el discurso y las leyes, aunque necesarias, no son suficientes.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 37 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    No es propsito de este escrito ir en contra de la religin, el propsito es sealar que una verdadera tica civil no pue-de fundamentarse en la religin, ms que en el respeto por la diversidad de credos. La caracterstica ms importante de la secularizacin es que la religin y sus instituciones pierden influencia sobre las normas que rigen la organizacin de una sociedad. La religin, en tanto fe o sistema de creencias, est anclada en una subjetividad en tanto sistema moral y su ca-rcter colectivo slo se logra a partir de quienes compartan esta creencia subjetiva, puesto que nadie es obligado a ha-cerse partcipe de una creencia religiosa.

    En la ley, como fundamento de la tica civil, las cosas son diferentes, a pesar de que como Estado generalmente perte-nece tambin a un sistema moral, el de sus gobernantes. La ley debe estar hecha para y por todos; por un lado, el Estado debe garantizar que la ley se cumpla y que no beneficie a unos pocos y, por otro lado, el sujeto debe exigir que la ley se cum-pla cabalmente. De aqu que la subjetividad religiosa termina donde comienza la colectividad regida por leyes y que la ley misma no pueda nunca ser definitiva, sino que se encuentre siempre en proceso de construccin a pesar de que histrica-mente se repitan errores por parte de quienes gobiernan; al fin y al cabo son personas.

    El mismo padre De Roux seala que esto: "( ... ) es el gran problema que se ha llamado el vaco tico, un vaco de tica pblica, de tica social ( ... ) que podamos tener unos referen-tes colectivos ( ... ) Nosotros no los tenemos y por eso somos el nico pas de Amrica, desde Canad hasta la Patagonia, que termin el siglo xx. sin haber construido nacin"13. Slo toman-do consciencia de una tica civil, slo construyendo colectivamente leyes cada vez ms justas, es como podran

    13 Ibd.

  • 38 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    sentarse los pilares para la unidad social y la bsqueda del bien comn. La unidad de una nacin se construye a partir de la voluntad en comn de todos los ciudadanos, un imaginario colectivo que no puede ser otro ms que la percepcin de que todos (toda la poblacin) estn en igualdad de derechos y de deberes o como hoy se pretende con toda responsabilidad.

    2. tica mnima

    Es indudable que semejante percepcin no est presente en este contexto o espacio temporal ms inmediato, y que por el contrario la angustia moral y la postura del "slvese quien pueda" son el pan de cada da. Pero antes de percibir esto como una barrera infranqueable se debe convertir en leitmo-tiv: la tarea es formar conciencia ciudadana, personas cada vez ms conscientes de su rol poltico en la sociedad, con inde-pendencia de su profesin, credo o condicin social y, claro, para ello se requiere un Estado comprometido con la forma-cin ciudadana y con mejorar niveles y condiciones de sus habitantes, como acaece en otras esferas.

    Es un proceso de nunca acabar; se requiere, entonces, ex-plorar, disear e implementar mnimos de convivencia ciudadana en donde, en el peor de los casos -pese a que no se logre llegar a resultados definitivos- se adquiera concien-cia colectiva de la necesidad misma de buscarlos. En la tica hay preguntas necesarias, por supuesto, como afirma Adela Cortina: "Ninguna pregunta sobre la vida buena, sobre lo co-rrecto o sobre lo legtimo puede serie ajena a la filosofa prctica, porque sta entraa la estructura moral del hombre", pero no hay resultados absolutos para perseguir, a menos que se est dispuesto a defender posturas radicales o dog-mticas. No se trata, sin embargo, de que no haya nada por hacer. La misma filsofa plantea, por ejemplo, que por lo menos tres aspectos son susceptibles de considerar en filo-

  • tico y biotica en lo sociedad contemporneo 39

    Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    sofa prctica: el pluralismo, el respeto y la tolerancia. Estos son mnimos normativos que con independencia desde dn-de sean abordados no pueden Faltar en la reFlexin tica. La filosoFa prctica, cuyo propsito es considerar estas proble-mticas, debe incluir as no slo el contexto moral de las personas, sino tambin aspectos jurdicos, polticos, religio-sos, sociales y culturales, puesto que ya no es posible llegar a la resolucin de conFlictos careciendo de una perspectiva interdisciplinaria y contextual.

    Cabe sealar aqu una descripcin muy precisa, que apun-ta Cortina (1989), sobre aquello que no es ni le corresponde hacer a la tica:

    a. No es competidora de la religin.

    b. No es moral para no creyentes.

    c. No busca despertar actitudes en un individuo.

    d. No pretende ensear ms actitudes determinadas.

    e. No es sustituta de la palabra moral.

    F. No es indicativa inmediata de lo que las personas de-ben hacer.

    g. No es nicamente un anlisis del lenguaje moral.

    h. No es una historia de la FilosoFa.

    i. No es una narracin ausente de compromiso del pensa-miento ajeno, ni del analista, ni del lenguaje, ni de la ciencia.

    j. No manda, ni determina, ni indica una accin.

  • 40 Facultad de Enfermera - Universidad Nocional de Colombia

    tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    As, en lugar de entrar en conflicto con los preceptos reli-giosos o morales de una comunidad, la reflexin tica debe tenerlos muy en cuenta en su intento de construir una mejor vida en sociedad. De este modo, es como Cortina seala que el paso de la tica a la moral implica un cambio en el nivel reflexivo: de la moral, como una reflexin inmediata para la accin, a la tica, como una reflexin filosfica que slo mediatamente oriente la accin. En la situacin particular de cada ser humano, en su ser y su quehacer, su reflexin tica siempre estar mediada por un contexto. Por ello un ser huma-no est siempre en posibilidad de ser otro; la familia, la ciudadana, las amistades, el estudio o ejercicio de una profe-sin, el esta tus social. las relaciones ntimas, las creencias y el acontecer poltico, social y econmico son factores que mol-dean constantemente a una persona.

    Ahora bien, pese a este carcter de posibilidad que tiene el ser humano, es posible hablar de una tica de mnimos, puesto que el fundamento de la tica no es ajeno a este horizonte de posibilidad: "( ... ) nadie puede actuar creyendo realmente que no existen unas opciones preferibles a otras"14 . Por eso una ti-ca mnima es la que abre el espacio a la tica intersubjetiva, al dilogo, recuperando las ticas de la benevolencia y protegien-do la autonoma solidaria del ser humano; una tica mnima debe servir, a su vez, de base para el derecho justo, la poltica legti-ma y para una religin sometida a la crtica razonada15 .

    No es posible inculcar modelos nicos y absolutos, pero es preciso fortalecer la trasmisin de valores y virtudes que propendan por la convivencia democrtica. Para Cortina, nor-mas justas sern aquellas que son queridas por los afectados

    14 Cortina, Adela. ftico mnimo. Introduccin o lo filosofa prctico. Ma-drid: Temas, 2000, pg. 36.

    15 Cfr. Ibd., pgs. 15-16.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 41 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    tras un dilogo efectuado en condiciones de simetra y entre las normas morales legtimas no puede faltar el respeto a la autonoma personal y la solidaridad con el entramado social. el cual permite reconocerse como personas.

    Siguiendo el comunitarismo aristotlico, se debe tener pre-sente que en la comunidad los individuos cobran identidad y aprenden a desempear un papel que llena de sentido sus vi-das y direccin a sus virtudes. Los puntos de partida para este tipo de comunitarismo son la valoracin de la dignidad huma-na, el reconocimiento en y por el otro -por su diferencia-, el respeto por los Derechos Humanos, la libertad, la autodetermi-nacin, la responsabilidad ante s mismo y ante los dems. Es, pues, esta, la manera en que los universalismos, la moral de mximos o imperativos absolutos que pretendan regir el com-portamiento moral de las personas, requiere aterrizarse, contextualizarse y adecuarse a los criterios mnimos de convi-vencia ciudadana.

    En una verdadera democracia los ciudadanos deben perci-bir tanto el beneficio propio como el beneficio de los dems; no se espera que los dems sean idnticos a s, el propsito sera que se garantice la igualdad en derechos y en deberes, compromisos y responsabilidades. La tica mnima es as, para decirlo con Adela Cortina, la: "(oo.) conciencia de que social-mente slo podemos exigirnos mutuamente esos mnimos de justicia"1 6. El criterio de lo bueno en una sociedad pluralista es que los mximos no pueden exigirse. Y esto no significa dejar de lado los principios y los valores, pues muy por el contrario implica formar en principios y valores de una manera colectiva, as como sobre deberes y derechos o sobre obligaciones y alianzas. De aqu que para Cortina una tica mnima o mnimo comn denominador moral de una sociedad pluralista hace eco

    16 Ibd., pg. 19.

  • 42 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia tica y biotica en la sociedad contempornea

    de los famosos nociones de John Rawls: "Concepcin moral de lo justicia para lo estructuro bsico de lo sociedad -lo que yo denomino tico de mnimos-o Y doctrinos comprehensivas del bien -lo que denomino ticos de mximos-, en lo teora de lo justicia de John Rawls"17 .

    Se hace evidente, entonces, la necesidad cada vez mayor de reflexionar sobre los derechos fundamentales, de coro o lo colectividad: de estos deben partir las exigencias ms puntua-les del comportamiento moral humano. Los principios de lo Revolucin Francesa, toles como la libertad, la igualdad y la fraternidad se pueden equiparar en lo actualidad 01 dilogo, lo autonoma solidario y lo justicia. Ton slo es preciso tener presente que lo libertad, el derecho y la autonoma de uno persona termino donde comienzo la libertad, el derecho y la autonoma del otro.

    Bibliografa

    CORTINA, Adela. tico Mnima. Introduccin a la Filosofa. Madrid: Editorial Tecnos, 1989. Pg. 15-41.

    CORTINA, Adela . tico Mnimo. Introduccin o lo Filosofa. Madrid: Editorial Tecnos, 2000. Pg. 36.

    CORTINA, Adela. Educacin en Valores t,J Responsabilidad Cvico. Bogot: Editorial El Bho, 2002.

    HOYOS VAZQUEZ, Guillermo. "Conflicto, Participacin Democrti-ca y tica. Ministerio de Salud. 1990" . Memorias Ctedra Manuel Anczar, tico t,J Biotica. Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 2002.

    17 Cortina, Adela. fducocin en valores V responsabilidad cvico. Bogo-t: Editorial El Bho, 2002.

  • Captulo 3

    T /ERDENCIAS DE LA TICA

    CONJTEMPORNU

    Beatriz Pea Riveros

    A ms de lo presentado en los captulos anteriores, en-tre las tendencias de la tica contempornea vale la pena precisar que una de las teoras ms importantes, que permite repasar el discernimiento de los conflictos sociales, es la tica discursiva enunciada por Jrgen Habermas. Esta teora recibe este nombre en razn de que con ella se intenta fundamentar un principio tico en las argumentaciones o, en otras palabras, las cuestiones ticas son llevadas al mbito de la teora de la argumentacin, en la medida en que slo en dicho mbito se puede dar cuenta de un punto de vista moral. De este modo, las normas de la accin pueden considerarse justificadas slo si satisfacen el criterio de universalizacin "U", es decir, cuando ganan el reconocimiento de todos los afectados en razn de alcanzar intereses generalizables. En lo sucesivo, la idea es exponer a fondo la Teora de la Accin Comunicativa de Habermas, para mostrar la manera en que logra desentraar en gran medida los conflictos y problemas sociales presentes en el actual orden mundial. Por su parte, en el segundo apar-

  • 44 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    todo de este captulo se pretende mostrar, a manera de com-plemento, la alternativa que intenta diluir gran parte de los conflictos sociales actuales, a saber, la tica empresarial. Esta se fundamenta en un ptimo entendimiento del Estado, de las sociedades o, incluso, de las culturas como empresas, con ob-jeto de que todas las estrategias viables y existentes resulten aplicables y efectivas en el mbito social.

    1. El paradigma discursivo-comunicativo

    En principio, es posible afirmar que la teora de la accin comunicativa de Habermas pretende ofrecer una teora gene-ral de la racionalidad, con el fin de diferenciar las seales de identidad propia de la racionalidad comunicativa. Esto impli-ca que la razn comunicativa sea una instancia de la razn presente en todas las estructuras comunicativas del mundo de la vida. Por ello, no hay duda de que para Habermas exis-te efectivamente una relacin entre razn y realidad, donde la realidad se construye a travs de la interaccin de la co-munidad por medio de la comunicacin, y la razn se estructura de forma comunicativa; como una comunicacin ver-dadera, racional, que apunta hacia el entendimiento. De tal suerte, la verdad es producto de las prcticas cotidianas de comunicacin, donde se realizan continuamente pretensiones de validez sobre hechos, normas y vivencias por medio de argumentos sometidos a un proceso de interaccin con otros, es decir, aqu es imprescindible que exista otra persona -re-ceptora- en la comunicacin y, por lo dems, un inters de un entendimiento mutuo.

    Sin lugar a duda, para Habermas todas las aserciones con pretensin de validez siempre han de someterse a una com-probacin racional. es decir, los dems deben compartir la pretensin de validez. Dicho proceso recibe el nombre de teo-ra consensual de la verdad, donde se requiere un consenso,

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 45 Beatriz Pea R. y Gloria lo Arango B.

    an siendo ejercido bajo presin, que ofrezca garantas en una situacin ideal de dilogo18 . La tica comunicativa o teora de la accin comunicativa, puede considerarse como una forma de observar lo cotidiano de otra manera, entendiendo la necesi-dad de que, desde cada rea del conocimiento y desde cada escenario en donde los sujetos actuantes de la sociedad se encuentran, se sienta la obligacin moral de aportar, de de-volver a la tierra, a su regin, a su territorio, algo de lo que ella misma les ha dado. Se trata, as, de despertar de un mun-do en el que se ha sumergido mediante el consumismo a los ciudadanos, para comprender el compromiso y la responsabili-dad con los congneres -pues al fi n y al cabo en este planeta por ahora habitan seres vivos, dentro de ellos seres humanos que en gran medida son responsables del estado en el que ahora se encuentra el globo terrqueo-o Por lo tanto, es en el encuentro con el otro y no en la fusin, porque as es como se desaparece, como sumando y no restando se hallarn mejores caminos, como la filosofa popular reza: " ... Caminante no hay camino, se hace camino al andar"19 .

    a. tica discursiva

    Ahora, es necesario hacer una breve exposicin de la tica del discurso expuesta por Habermas. La tica del discurso habermasiana procede, puede decirse, de la tica kantiana, de hecho se inscribe como una de las ticas kantianas. Sin embargo, la principal piedra de toque que se produce entre Habermas y Kant radica en la fundamentacin de enunciados normativos. Ello en la medida que Kant elige al imperativo categrico como principio de justificacin que distingue las normas de accin universalizables, pero para Habermas el lu-gar que ocupa el imperativo categrico es tomado por el

    18 Habermas Jrgen . Teora de lo accin comunicotivo. Pg. 388. 19 Joan Manuel Serrat. Cantares, 1990.

  • 46 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia tica y biotica en la sociedad contempornea

    procedimiento de la argumentacin moral, conocido como el principio D. As, el imperativo categrico es descendido al ni -vel de un principio de universalizacin U, que se limita en los discursos a ser una mera regla de argumentacin. Se dice que la tica es universalista si logra aseverar que el principio mo-ral no es de una sola cultura en particular sino universal o, en otros trminos, si es posible afirmar que no existen fronteras culturales, raciales o de gnero en la tica.

    La tica del discurso, llevada a su mxima expresin, remi-te a comprender por qu los principios D y U llevan a una misma raz de la moral, que devela la vulnerabilidad de los seres vi-vos, pues slo en virtud de la socializacin se convierten en individuos; de manera que la moral no puede proteger lo uno sin lo otro: los derechos del individuo sin el bien de la comuni-dad a la que pertenecen. La accin comunicativa as vista se aprende, as como tambin se aprende la asertividad, esa for-ma de convivencia en la que se hacen respetar los propios derechos sin atropellar los derechos del otro.

    De acuerdo con Adela Cortina20 , una forma de acercarse a la tica es el procedimentalismo, pues es l quien asigna la tarea de descubrir a cada individuo los procesos o procedimien-tos legitimadores que han de ser estructurados en los grupos sociales de acuerdo con su situacin y condicin. Para esto se requerira actualizar el concepto de la voluntad racional, en tanto permite reconocer al otro y actualizar lo que todos, bajo deter-minadas condiciones dadas, podran decidir o deberan querer si se tratara de universalizar la fundamentacin del procedimentalismo. Todo esto, por supuesto, bajo el enfoque de los Derechos Humanos desde el reconocimiento de la dig-nidad, pues se considera la nica instancia que legitima el real

    ro Cfr. Memorias Ctedra Manuel Anczar. ftico V Biotica. Universidad Nacional de Colombia. Unibiblas. Bogot. 2002. Pg. 43.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 47 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    respeto a la integridad tanto de los individuos como de gru-pos tnicos y culturales.

    El profesor Guillermo Hoyos21, por su parte, intenta pre-sentar la accin comunicativa y la tica discursiva como solucin a los conflictos sociales. De este modo, l logra mostrar, en versin de la autora, de manera esquemtica y simplificada la fundamentacin de los principios ticos de la accin social en los siguientes pasos:

    Caracterizar situaciones desde el punto de vista de las implicaciones morales del comportamiento humano en tales situaciones (fenomenologa de la moral).

    Argumentar racionalmente con objeto de fundamentar lo moral (desde la razn comunicativa, la cual consiste en establecer por medio de acuerdos, normas vlidas para todos).

    Por su parte, para llegar a una tica discursiva se han de seguir las siguientes reglas del discurso y de la argumentacin:

    Todo sujeto capaz de hablar y actuar puede tener parte de los procesos discursivos.

    Todos los actuantes pueden problematizar cualquier afir-macin o introducirla en el proceso discursivo, pueden manifestar sus posiciones, deseos y necesidades, es ms, hasta sus intereses.

    Ninguno puede ser impedido del uso de sus derechos mencionados.

    Esta tica se desarrolla siguiendo las pautas que a conti-nuacin se presentan:

    21 Ibd.

  • 48 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    Indicar un principio de generalizacin como regla de ar-gumentacin, el principio "U".

    Identificar presupuestos pragmticos inevitables y con contenido normativo de la argumentacin (esto obliga al escptico a argumentar).

    Dirigir la atencin a presupuestos argumentativos que conoce por intuicin.

    Dar una forma explcita a este saber preterico descri-biendo para que pueda reconocer sus intuiciones y las de otros que participan en el discurso.

    Poner a prueba la afirmacin planteada.

    Exponer explcitamente el contenido normativo de los presupuestos de la argumentacin.

    Probar la existencia de relacin entre la indicacin del principio de generalizacin y la exposicin explcita de contenido normativo, con respecto a la idea de la justifi-cacin de las normas.

    2. la accin comunicativa: conflictos, participacin de-mocrtica y tica

    As mismo, tambin es objeto del profesor Hoyos tratar los conflictos sociales a partir del anlisis filosfico desde la ac-cin comunicativa. Para l: "[ ... ] al ser comprendido el conflicto como resultado de la absolutizacin de perspectivas, es posi-ble resolverlo comunicativamente, democrticamente, si se acentan las posibilidades de entendimiento y comprensin mutuas y de negacin en torno a los conflictos cuando no es posible la mayora cualificada o el consenso para determinar

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 49 Beatriz Pea R. y Gloria lo Arango B.

    acciones sociales"22. Al tratar de llevar el discurso terico al mundo de la vida, como afirma el mismo autor, se podra tra-bajar la accin comunicativa como interaccin entre los sujetos implicados, para as llegar a la cooperacin comunitaria de los grupos o colectivos. Esto es, llegar ms all de la significacin de las propias expresiones, ms all de los propios intereses y de las proposiciones. Es decir, se trata de llegar al mundo social, que ya tiende de por s a un mundo subjetivo, en la medida en que cada uno tiene sus propias vivencias y sensa-ciones. Es, pues, gracias a la accin comunicativa que dicho mundo se va consolidando en categoras culturales, cientficas, sociales e institucionales, estticas y expresivas.

    Segn Habermas, citado por el profesor Hoyos23 , a partir de una concepcin pragmtica del habla se debe hacer el anlisis formal del lenguaje como mediacin universal de toda accin humana y, por tanto, como lugar de reproduccin racional del mundo de la vida. Pero no basta con esto, pues tambin es ne-cesario trascender este nivel hermenutico -o de interpretacin de la significacin- para pasar a un nivel de validez, verdad, correccin y veracidad de las proposiciones o frases con las cua-les se expresan los argumentos.

    A partir de esto, se pueden encontrar tres tipos de preten-siones de validez y "verdad":

    Donde las proposiciones enunciadas sean verdaderas, o que los presupuestos de existencia de lo que se enuncia en ellos se cumplan. Esta es una pretensin que se refie-re a un mundo objetivo, se va reproduciendo en forma de ciencia, tcnica y cultura en general, es decir, a lo teleol-gico, a los fines, siendo as posible hablar de una accin i nstrumenta/.

    22 Ibd. 23 Ibd.

  • 50 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    Donde lo acclon indicado mediante expresiones lingsticos es correcto con relacin o un contexto norma-tivo. Esto es uno pretensin de rectitud y se refiere o un mundo social, se represento por reglas que pueden ser o no legtimos.

    Finalmente, donde lo intencin manifiesto en el lenguaje es tal como se represento. Se troto de uno pretensin de credibilidad y se refiere o un mundo subjetivo que se re-produce en procesos de formacin de lo persono, tendien-do o expresar vivencias en un contexto de comprensin.

    Podra afirmarse, entonces, que lo teora de lo accin comu-nicativo explico lo relacin entre modernizacin y racionalizacin, as como entre lo racionalidad comunicativa y lo racionalidad sistmico. Esto se debe complementar con una racionalidad dialgica poro aplicarlo en la vida cotidiana, a cambio del anti-guo paradigma de una razn monolgica que no mostr los mejores ejemplos para la convivencia moral y social. Todo ello sugiere as la comprensin del sentido y la participacin discursiva como elementos que llevan a lo puesta en marcho de la aplica-cin de la filosofa a los problemas del mundo contemporneo.

    3. la tica comunicativa

    La accin comunicativa puede entenderse como el instrumen-to fundamental para que desde las distintas perspectivas de uno situacin, por medio del dilogo, se elimine la absolutizacin de la perspectiva individual, permitiendo as ver a todos como puntos de vista relativamente vlidos, llegando a acuerdos por medio de la presentacin o discusin de razones.

    En principio, se puede observar con claridad el concepto que explica la diferencia de perspectivas entre las personas y las comunidades-sociedades; sta se sustenta en la nocin de

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 51 Beatriz Pea A. y Gloria lo Arango B.

    "mundo de la vida": ese mundo de objetos, el mundo social y el mundo de vivencias y expresiones que pone de manifiesto cada ser humano en la comunicacin. Y este mundo de la vida se consolida gracias a la accin comunicativa en categoras culturales y cientficas, sociales e institucionales, estticas y expresivas. Como lo presenta el profesor Hoyos24 en su artcu-lo, los diferentes mundos de la vida se relacionan en un mismo horizonte: la sociedad.

    En pocas palabras y a modo de conclusin, es posible afirmar que la accin comunicativa busca llegar a acuerdos compartidos, por lo cual es necesario ubicarse en una actitud dialgica donde se defienden posiciones y se est en actitud de aceptar las razo-nes de los dems participantes en los dilogos. Todo ello da lugar a fortalecer las relaciones sociales y apunta a la formacin de ciudadanos capaces de soportar el mundo colectivo, puesto que la comunicacin, aparte de evidenciar el significado de las afir-maciones de las personas (nivel hermenutico), pretende validarlas. Esta validacin tiene tres niveles:

    Pretensin de verdad: que corresponde a hechos reales y objetivos.

    Pretensin de rectitud: que corresponde a hechos institucionales normativos.

    Pretensin de credibilidad: que corresponde a hechos subjetivos del individuo.

    Las estructuras de la comunicacin y del mundo de la vida descritos en estos niveles favorecen la comprensin de senti-do (que se da en el nivel hermenutico), la tolerancia, la apertura, el reconocimiento del otro, el pluralismo. Esto conlle-va, desde el nivel del discurso, a comprender, adems de la

    24 Ibd.

  • 52 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tica y biotica en la sociedad contempornea

    verdad desde lo objetivo, lo correcto desde lo social y lo veraz desde lo subjetivo. Son formas que se aplican en los diferen-tes espacios de la vida cotidiana y que sin lugar a dudas muestran beneficios o redundan en condiciones mejores para una vida en dignidad.

    En un acto del habla, son los interlocutores quienes buscan un entendimiento mnimo a partir del reconocimiento como per-sonas autnticas. Se reconoce al otro como un ser igualmente dotado de competencias comunicativas, facultado para partici-par en un dilogo sobre normas que le afectan, donde no han de aceptarse presiones morales, ni mucho menos fsicas. Esto asegura el respeto de expresin en busca de entendimiento.

    La tica comunicativa se valida as desde los Derechos Hu-manos, la tica y la moral. En palabras del profesor Hoyos: "Pienso que la bondad de la propuesta comunicativa consiste precisamente en poder conservar la moral en el mbito de la discusin racional, pero sin tener que acudir de nuevo a una fundamentacin absoluta. Su virtud est all, donde radica su mayor debilidad frente a pretensiones maximalistas de la moral: en efecto une sus races en el mundo de la vida y no en una conciencia moral absoluta y parte en cambio de la activi-dad ms cotidiana del ser humano, la comunicacin"25 .

    4. la tica de la empresa

    En la actualidad y bajo las condiciones del mundo con-temporneo, gran parte de los grupos sociales se conforman como empresas o instituciones, aunque a primera vista pare-cera que estos conceptos dentro del contexto poltico inmediato no fuesen susceptibles de articular; sin embargo,

    25 En "Derechos humanos, tica y moral". Guillermo Hoyos Vsquez.

  • tica y biotica en la sociedad contempornea 53 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    quienes han tenido experiencias con este tipo de aproxima-ciones siempre van o considerar que es posible uno tico econmico o uno tico del negocio o uno tico empresarial aplicado en el mundo moderno.

    A este respecto, uno de los preguntas principales se refie-re o si es posible construir uno empresa orientado por principios ticos opto poro un desarrollo social con equidad; es decir, que hago viables los principios de lo justicia. Se planteo aqu lo posibilidad de unos instituciones que poro mejorar lo produc-cin no tienen que llevarse o los personas por delante, pero adems lo certeza de conservar un principio sin legitimar, mu-cho menos legalizar, como es el que lo persona adulto, que sera quien laboro, se realice en el ejercicio de su profesin o en el desempeo de sus funciones.

    La respuesto debe abordar, as, el aspecto econmico (lo cuestin de la reparticin social de los bienes) y el aspecto filosfico-poltico (que se refiere o los diferentes criterios de justicia distributivo que se pueden utilizar en esta reparticin). As los cosos, la ideo es apelar a uno postura lo suficientemen-te realista como poro que se detengo en el anlisis de los principios que realmente se aplican, en lugar de argumentar desde lo teora acerco de cmo se deberan hacer los cosos. Se troto de sugerir, no perderse en los nubes de lo teora y del deber ser, sino atenerse ms a lo observacin que ayuda o comprender primero, y permite teorizar despus, los graves pro-blemas sociales y los intereses reales que estn actualmente detrs de las problemticos econmicos. Esto busco as sentar las bases de uno teora del reporto econmico ton especial que distingo tonto entre los diversos actores -empresas priva-das, pblicos, clientes, etc.,- como entre sus intereses, situando lo problemtico en su contexto genuino.

    El punto es pues ser conscientes de dicho realidad circun-dante, recalcando lo necesidad de aterrizar ms este tipo de

  • 54 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia

    tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    discursos, y sealando que estos deben surgir como consecuen-cia del anlisis casustico de los problemas locales y no, por el contrario, como una suerte de estipulacin terica, fundamenta-da en el deber ser, que luego se intentar aplicar a una realidad. As, por ejemplo, y para mencionar una de las conclusiones del ltimo foro de Davos, es claro que "Necesitamos una alianza entre los poderes pblicos y privados", pero la pregunta es para qu? -A quin convendra dicha alianza?; esto es, qu fines perseguira?-. Se trata, entonces, de ser plenamente conscien-tes de que la respuesta a este tipo de interrogante depende de la fuente de la cual provenga la necesidad de dicha alianza.

    Por otra parte, en la tica de la empresa tambin se encuen-tra el problema de los climas organizacionales, que contienen los valores, creencias y tradiciones. As, en el caso particular de la salud, por ejemplo, pero que a todo ciudadano atae ahora por la normatividad vigente, este problema apunta a la humanizacin de la salud. La formacin en tica, valores y otras nociones funda-mentales de las ciencias humanas no es un conocimiento especfico de aquellas personas que estudian estas disciplinas, sino que tambin debe extenderse hacia todos los mbitos del conocimien-to y de prcticas profesionales. Slo as se puede fortalecer una ptima prestacin de servicios, basada en el reconocimiento de la dignidad de s mismo y, en consecuencia, en el respeto y la responsabilidad para con los dems. La tarea de la humanizacin, para los profesionales de la salud, comienza en casa, comienza consigo mismo, puesto que, an contando con los conocimientos tcnicos pertinentes, no podra valorarse ni propiciar un ptimo cuidado para otra persona, si no se valora ni propicia el mejor de los cuidados para consigo mismo.

    Yen general se han de humanizar los ambientes de traba-jo; para los detractores de este discurso no se puede hablar de deshumanizacin porque por deprimente que sea la situa-cin de un ser humano jams pierde su condicin humana, y en esto tienen toda la razn. As que en esta perspectiva menos

  • tica y biatica en la sociedad contempornea 55 Beatriz Pea R. y Gloria L. Arango B.

    se puede hablar de quien se considera inhumano y aunque podra ser solo una forma de expresin, no es precisa. Por lo que es necesario aclarar que solamente se pretende mejorar el clima organizacional.

    Aqu, es de anotar uno de los postulados bsicos Jos Car-los Bermejo, en su libro Qu es humanizar /0 so/ud, segn el cual "No es lo mismo ser humano que vivir humanamente"26. De acuerdo con su acertado planteamiento, construido a partir del pensamiento kantiano:

    Humanizar la salud no quiere ser otra cosa que promo-ver programas y seNicios de los que se pueda decir que estn realmente centrados en la persona, que se pien-san, se gestionan y se realizan respetndola de manera integral (en su dimensin fsica, intelectual, emocional, relacional y espiritual), considerndola siempre como fin y nunca como medio, tratndola como si el modo de hacerlo debiera convertirse en ley universal"27 .

    Es, pues, sta la directriz fundamental de la humanizacin que se debera seguir para propiciar el mejor seNicio en salud o sea la forma como cada ser huano deseara ser atendido. Quien no se valora como persona, quien no reconoce su propia dignidad, es un individuo que vive en un estado primigenio de utilitarismo bsico. l o ella slo ve en su entorno un mundo que le propicia, a manera de trueque, los elementos para sa-ciar sus necesidades, a cambio de los elementos con los que cuenta para intercambiar; pero en ningn momento interacta con nadie, en el sentido de abrirse a los dems, puesto que ni siquiera se ha abierto hacia su propia dimensin humana. Un sujeto as es, entonces, un sujeto cerrado a la humanidad, a su

    2 Bermejo. Jos Carlos. Qu es humanizar /0 so/ud: Por uno asistencia sanitario ms humano. Madrid: San Pablo. 2003. pg. 132.

    'Z7 Ibd.

  • 56 Facultad de Enfermera - Universidad Nacional de Colombia tico y biotico en lo sociedad contemporneo

    propia humanidad yola de los dems -pues el reconocimien-to del otro parte del reconocimiento de s mismo-o

    Es claro que existen muchas personas de este tipo y, ms an, que parecen estar en su justa libertad de ser como les plaz-ca. Pero qu sera del cuidado si en el mbito de la salud contasen con profesionales de esta ndole? Sencillamente, no habra cuidado. El profesional de la salud o de los diferentes servicios sociales, antes de adquirir un conjunto especfico de conocimientos y de tcnicas, debe interiorizar su dimensin hu-mana, su dignidad, debe respetarse y respetar a los dems -el compromiso por su oficio y hacia la humanidad es el postulado bsico del juramento hipocrtico. De acuerdo con esto, un profe-sional de la salud sin una adecuada formacin humanista, an contando con una ptima preparacin en su oficio, se desmoro-nara ante el caso ms bsico de eleccin de tica profesional.

    A esta necesidad de humanizacin, la filosofa hace su apor-te desde la tica aplicada, en la que, a su vez, la tica civil y discursiva pueden hacer reconstruir la fe en las empresas -ini-ciando un proceso de recuperacin de la confianza y la credibilidad, vitales para la estabilidad y sostenibilidad de una organizacin-o Incluso la tica de responsabilidad insiste constantemente por tener en cuenta las consecuencias previsi-bles de las decisiones. Estas