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Luis Pineda Blanco Consultor Posición y perspectivas ACUERDO REGIONAL de APURÍMAC: ESTUDIO DE OPINIÓN ACUERDO REGIONAL Por la Gobernabilidad y el Desarrollo de Apurímac

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Luis Pineda BlancoConsultor

Posición y perspectivas

ACUERDO REGIONALde APURÍMAC:

ESTUDIODE OPINIÓN

ACUERDO REGIONAL

Por la Gobernabilidad yel Desarrollo de Apurímac

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Diseño y redacción del Estudio:Luis Pineda Blanco

Coordinador del estudio:Zuider Zamalloa Urbano

Arte y Diseño:Stalin Sánchez Benites.

CARE PERÚNoviembre 2010

02

ESTUDIODE OPINIÓN

ACUERDO REGIONALde APURÍMAC:

Posición y perspectivas

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

A. Ficha metodológica del estudioI. Encuesta de opiniónII. Grupos focales

B. Cuadros estadísticos.

3.1. Los hallazgos desde las miradas cuantitativa y cualitativa..............................3.1.1. Hallazgos desde la información cuantitativa 3.1.2. Hallazgos desde la información cualitativa

3.2. La integración del estudio de opinión.................................................................1. Ciudadanos y líderes, visiones y dimension es de una misma realidad

social.2. Acuerdo Regional de Apurímac. La promesas incumplidas del diálogo y

la concertación. 3. 4.

3.3. Pistas y perspectivas: A manera de conclusiones..............................................

2. LA MIRADA CUALITATIVA..............................................................................................2.1. Importancia de la mirada cualitativa..................................................................2.2. Aspectos generales de la exploración cualitativa.............................................2.3. Examen cualitativo de las principal es variables de estudio..........................27

2.3.1. Percepciones sobre misión y posición del Acuerdo Regional de Apurímac (ARA)

2.3.2. Opiniones sobre los niveles de participación y representaciónalcanzados por el Acuerdo Regional Opiniones sobre la participación, la cultura del diálogo y laconcertación, y su aporte al desarrollo y la gobernabilidad.

2.3.3.

INTRODUCCION ........................................................................................................................... 1. LA MIRADA CUANTITATIVA.............................................................................................

3. ........................

1.1. La importancia de una mirada cuantitativa.........................................................1.2. Aspectos generales de la exploración...................................................................

1.3. Examen cuantitativo de las principales variables de estudio..........................1.2.1. Perfil de los encuestados

1.3.1. Experiencia organizativa y política de los encuestados1.3.2. Nivel de información sobre el Acuerdo Regional1.3.3. Opiniones respecto la participación, el diálogo y la concertación1.3.4. Actitudes respecto a la confianza y la cohesión social

4777

11

252526

4545

49

63

ANEXOS

La democracia incompleta. Convicciones ciudadanas y vida cotidiana.El déficit de confianza y los clivajes en la sociedad apurimeña.

03

Índice

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Llegar al final de un estudio de opinión sobre un tema con el cual nos sentimos

conscientemente comprometidos es un doble reto: En primer lugar con la

responsabilidad de conducir una investigación que demanda objetividad.

Objetividad, que aun cuando deliberadamente nos apartamos del sentido de

objetividad aportado desde el positivismo clásico y moderno que reclaman un

estatus de aséptica neutralidad para el investigador que termina por asfixiarlo, sin

embargo es necesaria esta objetividad para mirar el objeto del estudio, en este caso

examinar los logros y dificultades del Foro del Acuerdo Regional para el Desarrollo y

la Gobernabilidad de Apurímac cumplidos dos años de existencia y puesta en

cuestión la justificación para su futuro. Este tema, de por si controversial pues está

referido a convicciones y valores, es de exigencia mucho mayor pues resulta mucho

más complicado diseccionar juicios de hecho para separarlos de los juicios de valor,

pues la materia de la investigación trasciende hechos y datos para colocar la pesquisa

en los predios de las ideas y las mentalidades políticas, de las actitudes y pasiones, y

por tanto más cercana es más, a la intersubjetividad.

En segundo lugar, es una tarea retadora pues quiérase como observador y

participante en algún momento de su existencia, vemos el Acuerdo Regional de

Apurímac con una mirada que no puede abstraerse de emplear nuestros propios

recuerdos, intereses y motivaciones. Es por ello que recurrimos al socorrido recurso

del rigor para proponernos este estudio de opinión a partir de las bondades de una

triangulación entre métodos y técnicas cuantitativas y cualitativas, que permite el

diálogo fructífero y riguroso entre el dato y la actitud, entre la significación

estadística de lo cuantitativo y la hermenéutica de la interpretación de la

información cualitativa.

04

Introducción

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Entre ambos es construida la pertinencia del estudio que presentamos, en un

equilibrio apropiado de juicios de valor y de hecho.

Realizada entre agosto y septiembre, esta investigación se realiza en medio de la

vorágine electoral, donde -como se esperaba- mucho de los juicios están mediados

por una sensibilidad política especial que en algún caso pudo afectar el curso del

trabajo de campo, pero que sin embargo terminó por ser una oportunidad

importante, diríamos inmejorable, para que las personas que participaron de los

grupos focales y que respondieron el cuestionario de la encuesta por muestreo

puedan reconocer que se requería exponer con mayor libertad sus juicios políticos

sobre los temas abordados en el estudio.

El resultado no puede ser más elocuente, se confirmó nuestra hipótesis inicial de que

el Acuerdo Regional de Apurímac no se encuentra presente en la vida del común de

las abanquinas y abanquinos, pero que tanto para los pocos enterados, como para los

entendidos en el tema es una sospecha y hasta una afirmación de que espacios del

tipo Acuerdo Regional son requeridos para encausar los conflictos tendenciales para

traer la paz y el desarrollo para la región.

Siguiendo este hilo conductor, llegamos a interesantes hallazgos donde la

democracia, el desarrollo, el diálogo y la concertación, resultan indispensables aun

cuando su valoración no alcanza los puntajes máximos, y en el caso de la mirada

cualitativa como lo decimos aquí, resultan fundamentales para rediseñar los

mecanismos de la democracia regional como punto de partida para lograr una mayor

gobernabilidad, y dar un cauce ordenado a la participación de ciudadanas y

ciudadanos.

IntroducciónIntroducción

05

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Vana seria la pretensión de que un estudio como el realizado resuelva los problemas

de siempre, y estamos lejanos en las conclusiones escritas respecto a liquidar la

experiencia del Acuerdo Regional, en tanto si se plantea con meridiana claridad la

enorme responsabilidad que deben asumir sus propulsores respecto a producir los

cambios urgentes para lograr un Acuerdo Regional que no solo esté dentro de las

instituciones respetadas de la región, sino que cumpla el cometido para el cual fue

creado con la legitimidad y la capacidad de iniciativa que dio lugar a su fundación

para encausar la voluntad de la ciudadanía por tener un espacio plural que los

represente y articule en sus diferencias, y con un sentido unitario y responsable

pueda colocar los elementos comunes que definen una agenda pública planteada

desde el Acuerdo Nacional, desde las políticas de Estado, y aquí en Apurímac, en el

consenso que viene logrando el Plan de Desarrollo Regional Concertado como

referentes del futuro de nuestro departamento, y que son garantía para colocar

estos como elementos a partir de los cuales se pueda construir un escenario

institucional para el diálogo y la concertación que nos permita abordar el

tratamiento de nuestras diferencias y superar las raíces seculares de nuestras

divisiones, como condición de abrir paso a una etapa en la vida de Apurímac que

pueda estar signada por la paz, la concordia y la esperanza de un territorio que

pueda alcanzar a través de la democracia y el desarrollo su propio y auténtico

destino.

06

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

1 En los anexos puede consultarse el detalle de la �cha técnica del estudio con la información correspondiente a cada uno de los instrumentos empleados.

1. La mirada cuantitativa

1.1. La importancia de una mirada cuantitativa

1.2. Aspectos generales de la exploración

1.2.1. Perfil de los encuestados

Proveniente de la aplicación de una encuesta de opinión en el ámbito urbano

del distrito de Abancay , fueron entrevistados 182 personas mayores de edad, 1

La información cuantitativa permitirá tener una primera aproximación a la

población principalmente no organizada, respecto a dos temas que promueve el

Acuerdo Regional. Por un lado, la importancia de la participación y su aporte a la

gobernabilidad y al desarrollo; y, por otro, el nivel de cohesión social existente.

Esto último es clave para medir las prácticas y los valores sociales existentes,

necesarios para la gobernabilidad y el desarrollo en sociedad.

La importancia de esta parte radica en la posibilidad de cuantificar algunos

aspectos de la exploración referidos mayormente a percepciones, actitudes y

comportamientos respecto a su experiencia organizativa y de participación

política electoral, para luego explorar aspectos más específicos sobre el nivel de

información que poseen sobre el Acuerdo Regional, sus fortalezas y debilidades,

su vigencia y perspectivas. De otro lado, examina sus opiniones sobre la

participación, la cultura del diálogo y la concertación y su aporte al desarrollo y la

gobernabilidad.

07

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

.

Independientes (41,8%), seguidos de un 18,1% de servidores públicos (Gráfico 4). La

presencia de casi un 20% de estudiantes es significativa para el nivel de actividad

realizada por esta quinta parte de los informantes, lo cual es corroborado por el nivel

de estudios concluidos, donde un sector importante de la muestra indica que su nivel

educativo está ubicado en el rango de la educación básica, y que alcanza el 43% del

total de encuestados (primaria 8%, secundaria 35%).

En tanto que si tomamos la referida condición de muchos de los informantes como

estudiantes, explica la importancia de los otros segmentos siguientes: superior no

universitaria o técnica (23,6%), y educación universitaria (29,7%), inclusive se

identifica un pequeño segmento de profesionales que se especializan en programas

de estudios de posgrado (3,8%). (Gráfico 5)

correspondiendo su perfil a las siguientes características: Provienen de todos

los grupos etarios mayores de 18 años, siendo mayor la participación de

jóvenes entre 18 y 24 años, pero que, en general, se corresponde con la

pirámide de edad del distrito (Gráfico 1) , lo cual responde a una intención

deliberada por contar entre los informantes a un importante segmento de

jóvenes, así como puede verse en el (Gráfico 2) , el 41% de los encuestados se

encuentra en edades entre los 18 y 29 años edad.

Se puede apreciar también que los informantes corresponden, de acuerdo a su

sexo, en un 53% de varones y 47% de mujeres (Gráfico 3) , en tanto los

encuestados provienen de una amplia gama de ocupaciones, siendo

mayormente trabajadores.

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

1.3. Examen cuantitativo de las principales variables de estudio

1.3.1. Experiencia organizativa y política de los encuestados

Un aspecto importante que determinará las características y hallazgos del

estudio se encuentra en el reducido número de los encuestados que cuentan

con alguna experiencia de participación social. Al ser preguntados si han

participado en alguna organización: social, vecinal, comunal,

gremio/sindicato u otra, casi el 70% de los informantes responden

negativamente a la pregunta, es decir, no cuentan con ninguna experiencia de

participación en alguna forma de organización social.

Sin embargo, para el restante grupo de encuestados que sí manifestaron su

nivel de experiencia social, podemos ver los siguientes rasgos. (Ver Cuadro 1)

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Como se puede apreciar, solo un 30% de los informantes posee alguna

experiencia organizativa, mayormente en organizaciones vecinales, seguidas

de experiencias en organizaciones sociales y gremiales. Asimismo, se puede

ver que la mayor parte de estas experiencias organizativas se realiza en los

últimos cinco años, entre el 2006 y 2010. Sólo un 20% de estas experiencias

organizativas se desarrolla antes del 2005, y un reducido 5% se realiza antes del

2000.

De otro lado puede ser explorada el nivel de conocimiento de los informantes

respecto a los espacios y mecanismos de participación institucionalizados. 36%

de los encuestados manifestó no conocer ninguna de las formas de

participación indicadas, en tanto más de la mitad (57%) indicó que conocía

varias de las formas mencionadas (Presupuesto Participativo, Audiencia de

Rendición de Cuentas, Cabildo Abierto, Plan de Desarrollo Concertado,

Asamblea Popular, Revocatoria de Autoridades, Comité de Vigilancia, otros). El

7% de los encuestados sí mencionó por lo menos uno de los mecanismos o

espacios planteados de manera específica. (Ver Gráfico 6)

Del 2006 al 2010=75%Del 2000 al 2005=20%Antes del 2000=5%

Sí=30% Participación social

Periodo o año de la experiencia

Tipo de organización Organización Vecinal= 25%Organización Social=20%Gremio o sindicato=11%

RespuestasVariable de estudio

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Sin embargo, un dato adicional recogido de aquellos informantes que sí

conocían alguna de estas formas de participación, que representan un 64% de

la muestra, nos evidencia que la mayoría, el 61% de este subgrupo, no ha tenido

ninguna experiencia de participación en los espacios y mecanismos

institucionalizados.

Interrogados sobre una eventual participación como candidatos para cargos

públicos elegibles por votación popular, una mayoría de los entrevistados

manifestó que no había postulado a ningún puesto elegible (95,6%).

Sin embargo, reconstruyendo una breve historia electoral de los informantes,

puede observarse que el 79,8% vota en Apurímac, en tanto 14,4% de los

encuestados también lo hará pues es su primera experiencia de sufragio. De

aquellos que votaron en elecciones pasadas en Apurímac, el 94%

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

1.3.2. Nivel de información sobre el Acuerdo Regional

Un aspecto crucial del estudio, desde esta mirada cuantitativa, es el

conocimiento del Acuerdo Regional de Apurímac. Un 49% de los encuestados

no ha escuchado hablar ni conoce información alguna acerca de este espacio,

en tanto un 41% de la muestra, conoce sólo de oídas acerca de su existencia, en

tanto es una minoría (9%) quienes conocen o saben acerca del Acuerdo

Regional de Apurímac. (Ver Gráfico 8)

votó en las últimas Elecciones Regionales y Municipales del 2006. De otro lado,

la calidad del voto emitido nos da cuenta que la mayoría evidente de los

encuestados que sufragaron en Apurímac en pasadas elecciones, emitieron un

voto válido, es decir votaron por un candidato, lista u organización política

determinado, en tanto que un 15% emitieron su voto en blanco, y apenas el 6%

invalidó o vició su voto. (Gráfico 7)

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Si sumamos aquellos que no conocen o solo conocen de nombre, sin mayor

información, podemos observar que este 90% resulta decisivo para determinar

el grado de información del poblador promedio del área urbana de Abancay

respecto al Acuerdo Regional de Apurímac.

El 9% restante, sin embargo, no necesariamente tiene una información cabal

del espacio, y como veremos adelante, expresa desde sus percepciones las

ideas de sentido común que es manifestado por la mayoría de la población que

tiene o se hace de una opinión respecto al Acuerdo Regional.

Como puede apreciarse del Cuadro 2, esta minoría de encuestados que

manifestaron tener cierto conocimiento respecto al Acuerdo Regional de

Apurímac, en su mayoría tiene como percepción que este espacio pertenece al

Gobierno Regional, asimismo más de la mitad de estos informantes no conoce

otros espacios de concertación, manifiesta estar informado o medianamente

informado sobre el Acuerdo Regional de Apurímac (ARA), y sin embargo considera

que entre las fortalezas de este espacio no se encuentra la autonomía del

15

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

2 El 9% de las personas que mani�estan cierto nivel de información respecto al Acuerdo Regional son apenas 17 personas (N=182).

espacio sino mas bien en el respaldo que recibe del Gobierno Regional, en

consonancia acusa como principal debilidad del ARA su dependencia de esta

misma instancia de gobierno.

La valoración del espacio también difiere en estos encuestados con

información del ARA. Una mayoría considera que el espacio es muy

importante, inclusive el 88% considera afirmativamente su vigencia. Para

estos mismos informantes la medida de la vigencia va de media a baja y muy

baja, en tanto una mayoría opina que la consolidación del Acuerdo Regional es

a largo plazo, seguido de quienes consideran que debe ser a mediano plazo.

Los requisitos para su fortalecimiento pasan por una mayor organización, en

su mayoría, y se indica que los cambios a realizar están referidos a su relación

con el Gobierno Regional y en su organización.

Es parte del Gobierno Regional=82%Noción del Acuerdo Regional

Concepción del espacio

RespuestasVariable de estudio

De relación con el Gobierno Regional=12%

Espacio de diálogo y concertación=59% De formulación de políticas=29%

2Cuadro 2: Percepciones de los encuestados con algún nivel de información respecto al Acuerdo Regional de Apurímac

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

1.3.3. Opiniones respecto de la participación, el diálogo y la concertación

La valoración que hicieron los encuestados respecto al desarrollo, la democracia, la

participación, el diálogo y la concertación nos muestra resultados sorprendentes.

La apreciación del desarrollo y la democracia fue un aspecto evaluativo que los

encuestados calificaron haciendo uso de una escala de valor en el rango de 0 a 5.

3 Es evidente que aquí nos referimos al “desarrollo” como imaginario de “bienestar y progreso”, que tiene connotaciones colectivas, pero donde estas se producen a partir de comparar la situación individual con la alcanzada por otros. Por lo demás esta referirnos al carácter polisémico de la expresión “desarrollo”.

3

Poco informada=29%da y medianamente informada=58%

Muy informada=12%Acuerdo RegionalNivel de información sobre el

De participación=6%

Informa

Tiene respaldo del Gobierno Regional=71% Tiene respaldo del Acuerdo Nacional=18% Tiene respaldo de las organizaciones sociales=6% Tiene respaldo de los ciudadanos=6%

Percepción de las debilidades del Acuerdo Regional

Depende del Gobierno Regional=41% No tiene respaldo de los ciudadanos=29% No tiene respaldo de las organizaciones sociales=24% Otros=6%

Importancia asignada al Acuerdo Regional

Muy importante=65% Importante=29% Regular=6%

Percepción de la vigencia del Acuerdo Regional

Si, es vigente=88% No, no es vigente=12%

Medida de la vigencia del Acuerdo Regional

Media=53% Baja=35% Muy baja=6% Alta=6%

Consolidación del Acuerdo Regional A largo plazo=59% A mediano plazo=35% No se consolidará=6%

Requisitos para fortalecer el Acuerdo Regional

Mayor organización=59% Mayores recursos=18% Mayor apoyo de la sociedad civil=12% Mayor autonomía=6% Otra=6%

Cambios a realizarse en el Acuerdo Regional

Su relación con el Gobierno Regional=29% Su organización=29% Sus propuestas=24% Su Secretaría Técnica=18%

participación y concertación de Conocimiento de otros espacios No=53%

de las fortalezas del PercepciónAcuerdo Regional

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Si bien resulta esquemático, el uso de una puntuación a aspectos que entrañan

valores, conceptos y hasta prácticas, los resultados fueron ilustrativos de las

percepciones de los encuestados respecto a estos aspectos de su realidad sociopolítica.

Un hecho a distinguir es que la mayoría de los informantes se ha ubicado en una medida

intermedia que ha sido asumida como 2 , siendo evidente que las valoraciones resultan

para ambos conceptos, muy reducidos, así el 69,8% de los encuestados definieron su

apreciación sobre el desarrollo entre 0 y 2 puntos, en tanto el 79,7% de los informantes,

de manera similar, indicaron para la democracia también un puntaje que va de 0 a 2.

De lo anterior es posible colegir que los entrevistaron pudieron expresar su valoración

del desarrollo y la democracia empleando este rango numérico, aun con el riesgo de la

calificación es ciego respecto a los aspectos que entraña tal apreciación por la

complejidad de los conceptos y las diferencias interindividuales (Ver gráfico 10)

4 Asumiendo que el cero no aparece dentro de una apreciación propiamente numérica, sin embargo no puede ser equiparable a “ninguna”, lo que expresaría es que no existe apreciación alguna, sino que la valoración es nula.

4

18

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Sin embargo, la totalidad de los encuestados consideraron que la participación

es importante, y cuando estos son interrogados respecto a la calificación de la

importancia de la participación, un 47,3% indica que ésta es media, sin

embargo sumados las respuestas de calificación entre alto y medio, un 76,9%

califica la participación dentro de este rango.

5 Las alternativas presentadas fueron: a. Por medio de las leyes, b. Por medio de la atención del Estado, c. Por la fuerza, d. Por el diálogo, e. Por la ayuda externa, f. Otro. 6 Nos pareció importantes colocar como alternativa “Por medio de las leyes”, dado el carácter “legalista” de nuestras estrategias para afrontar con�ictos sociales y políticos, propios de nuestra matriz cultural criolla que reproducen un rasgo propio de la colonia, y de la in�uencia que data desde los primeros actos posteriores a la conquista donde los clérigos y hombres de leyes llegaron junto con los conquistadores, y que dieron lugar a lo que Ángel Rama llamo “ciudad letrada” como particular de la relación entre colonia y metrópoli. Este rasgo es notorio en los inacabables pleitos y reclamaciones legales que se practican en las provincias y marcan un con�icto aparte entre el derecho formal y el consuetudinario que se suscita en del Perú rural.

Sobre la manera de resolver los problemas políticos y sociales, se presentaron

varias opciones que pueden ser generalizados como formas, medios o recursos

para resolver los problemas políticos y sociales los encuestados opinaron en

un 25,4% indicando que la mejor forma de resolver los problemas de esta

índole es mediante la aplicación de las leyes , en tanto 20,9% indican que es el

diálogo el mecanismo o método más adecuado para resolver estos conflictos.

Sin embargo, 43% considera que estos se pueden resolver mediante varios de

los métodos anteriormente indicados o una combinación de estos, y un 6% aun

5

6

19

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Sin embargo, esta relativa importancia del diálogo y la concertación aparece en

una siguiente interrogante como definitivamente importante para el 99% de los

encuestados, pero al ser calificado el diálogo según su importancia aparece que el

39% de los entrevistados lo considera de mediana importancia, y que sumado a

quienes atribuyen al diálogo una alta y muy alta importancia, alcanzan el 94% del

total de las respuestas de los informantes. Es decir, el 94% considera importante

el diálogo.

De manera similar, la concertación aparece con mediana valoración para el 43%

de los entrevistados, existiendo una tendencia a una mayor valoración que se

evidencia si sumamos las respuestas que atribuyen una alta y muy alta

importancia, alcanzando el 88% de las respuestas de los informantes (Gráfico 13).

considera que el método a elegir es el uso de la fuerza, o la ayuda directa del

Estado (4,4%) (Ver Gráfico 11)

20

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

1.3.4. Actitudes respecto a la confianza y la cohesión social

Los entrevistados fueron interrogados finalmente respecto a aspectos

centrales de los valores para la convivencia tales como la confianza y su

percepción de las diferencias sociales.

En el conocimiento que los niveles de integración social o comunitaria se

actualizan a partir de algún tipo de actividad realizada en la comunidad, se

pregunto si los encuestados habían efectuado algún tipo de faena o trabajo

comunal, el 56,6% manifestó afirmativamente que si había realizado algún tipo

de faena en beneficio de la comunidad.

El tema de la confianza aparece dentro de las perspectivas de análisis social

como un aspecto medular de la interacción entre los individuos de sociedades

más complejas, en tal sentido se procedió a preguntar a los informantes a

21

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

partir de una interrogante general como ¿Usted confía en las personas?: El 52% manifestó confiar en las personas, para lo cual, este mismo grupo de encuestados fueron interrogados de manera más específica para preguntarles por una medida convencional respecto a esta confianza. Ninguno de los encuestados manifestó creer en mucho, el 69% cree poco, y 31% cree de manera regular en las personas.

Prosiguiendo con el examen de la confianza, tenemos preguntas respecto a diversos personajes, respecto a cuanto creen en las autoridades de gobierno, funcionarios, dirigentes políticos y sociales. Es sorprendente que ninguno de los encuestados respondió que este nivel de confianza es bastante, y más bien el nivel de confianza se ubica en el rango entre regular y poco.

Para las autoridades de gobierno –aunque no se precisó si éstas son regionales o locales- este respaldo de confianza es en un 54% nulo, en tanto el 39% otorga a las autoridades políticas un escaso nivel de confianza. Para los funcionarios del gobierno se repite esta distribución, 73% de los entrevistados manifiestan que no otorgan ninguna confianza a estos funcionarios, y solo un 24% consideran que esta confianza es poca para este mismo grupo de funcionariado.

Igual apreciación tienen de los dirigentes políticos, quienes no reciben ninguna confianza en un 68%, y un 29% solo apoya de manera limitada. Solo en el caso de los dirigentes sociales, un 51% de los encuestados expresa un nivel escaso de confianza, en tanto 29% de estos mismos encuestados apoyan de manera regular otorgando confianza a los dirigentes sociales. (Ver Gráfico 14).

Gráfico 14. Nivel de confianza frente a autoridades, funcionarios, dirigentes políticos y sociales

22

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

7 a. Mas o menos dinero, b. Nivel social, c. Cultura, d. Raza, e. Lugar de nacimiento, f. Creencias religiosas, g. Preferencias políticas, h. Edad, i. Sexo, j. Otras diferencias.

Apurímac es un departamento que mantiene un nivel de fragmentación

atizado por diferencias principalmente sociales. Los encuestados manifiestan

en casi un 80% que estas diferencias existen. Profundizando esta indagación

sobre el origen de estas diferencias, se ofrecieron diversas opciones en un

rango que va desde diferencias económicas, sociales o de status, hasta aquellas

referidas a la edad o el sexo. Para la mayoría de los encuestados (83%) estas

diferencias tienen diverso origen, en tanto que las restantes opiniones

enfatizan diferencias más específicas como las políticas, las socioeconómicas,

el origen o lugar de nacimiento, etc. (Ver Gráfico 15).

7

Gráfico 15. Percepción de las diferencias en Apurímac

23

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Gráfico 16. Percepciones de las diferencias como factor de división entre los apurimeños/as

Finalmente, el 69,8% de los encuestados considera que estas diferencias tienen

un impacto desfavorable en la unidad de Apurímac, pues ensanchan las

divisiones entre apurimeñas y apurimeños (ver Gráfico 16).

24

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

2.1. Importancia de la mirada cualitativa

De otro lado, examinar las opiniones que poseen sobre el nivel de participación

y representación logrados por el Acuerdo Regional, sus fortalezas y

debilidades, su vigencia, retos y perspectivas. De otro lado, desde esta mirada

fue profundizada las opiniones sobre la participación, el diálogo y la

concertación, y su aporte al desarrollo y la gobernabilidad, y como ésta

aparece como un aspecto consustancial de la gobernabilidad democrática y su

contribución al desarrollo regional.

La importancia de la información cualitativa para este estudio radica en la

posibilidad de explorar a un mayor nivel de profundidad las percepciones,

actitudes y opiniones de algunos informantes calificados de la sociedad civil y

la esfera pública.

En tal sentido, interesó desde un primer momento destacar la percepción que

éstos tienen respecto al Acuerdo Regional de Apurímac, de su misión confiada

y el grado de cumplimiento de esta misión, y como ésta define su situación o

posición actual.

2. La mirada cualitativa

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Para efectos del examen cualitativo para estos temas fueron convocados tres

grupos focales en Abancay, a partir de lo cual fueron reclutados diversos

informantes, entre ellos dirigentes sociales y representantes de la sociedad

civil. Para tal fin, se convocó -en un mayor número- a personas con posiciones

críticas al Acuerdo Regional, con el objetivo de recoger sus observaciones, las

cuales servirán para elaborar estrategias que permitan fortalecer el espacio.

Para el segundo de los grupos focales se convocó a un contingente de jóvenes,

provenientes en su totalidad de las universidades locales, quienes si bien no

manejaron el conocimiento de la información respecto al Acuerdo Regional, en

cambio sí aportaron con una mirada particular sobre los valores de la

democracia, el diálogo y la concertación.

Finalmente, el tercer grupo focal convoca a autoridades, funcionarios,

profesionales y técnicos del sector público y privado que permitieron

puntualizar algunos aspectos gravitantes sobre el Acuerdo Regional y sus

perspectivas.

2.2. Aspectos generales de la exploración cualitativa

26

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

8 Para resguardar la identidad de los participantes en los grupos focales y la con�dencialidad de sus opiniones, se están cambiando los nombres y se añade una clave de identi�cación.

2.3. Examen cualitativo de las principales variables de estudio

Un aspecto importante a destacar entre los participantes a las sesiones de

grupos focales , se encuentra la percepción de lo que es actualmente el

Acuerdo Regional de Apurímac (ARA).

Lejos de negar la existencia del espacio, los participantes en los grupos focales

se han movido en el espectro amplio de quienes ignoran mayor información

sobre este espacio, lo cual no los califica para emitir opinión respecto a este, al

extremo de quienes conocen la trayectoria del Acuerdo Regional y manifiestan

sus observaciones.

Es, de este modo, como identificamos opiniones que reconocen la valía del

espacio pero también deslizan críticas respecto a que éste es el resultado de un

hecho más bien intelectual que social, originado en un proceso vertical, de

arriba abajo, que toma como punto de partida la propia fundación del Acuerdo

Nacional, y cuya utilidad está cuestionada respecto a los resultados que ha

conseguido, y donde se indica como debilidad mayor su falta de consolidación,

de idoneidad y representatividad de quienes lo componen:

“…esencialmente el Acuerdo Regional convoca un espacio regional que se convierte

en una posibilidad, pero que en la práctica no está siendo un espacio útil, yo lo siento

así… ¿por qué razón? Básicamente lo siento como un ejercicio casi académico,

2.3.1. Percepciones sobre la misión y posición del Acuerdo Regional de Apurímac (ARA)

8

27

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

9 Eduardo. Informante GF03ASPP00310 Rafael. Informante GF01SC001

Esta interpretación está siendo compartida por otros participantes cuando se reitera

que la principal debilidad es su escasa legitimidad social:

informal… casi como una imitación del Acuerdo Nacional… empezamos

básicamente a adaptar lo que está en este Acuerdo Nacional para un ámbito o

escenario más pequeño, entonces como que es un espacio forzado y no un espacio

legítimo. Es decir, nadie lo recibe así. Yo siento eso. Entonces yo no veo que es un

Acuerdo Regional, porque por ejemplo no sé si le abran hecho algún seguimiento, si

alguno de estos acuerdos asumidos se haya hecho efectivo o haya servido para

algo… No… porque los acuerdos están para cumplirse, para que tenga incidencia en

la vida cotidiana y en las instituciones, pero me parece entonces que es un espacio

que todavía no está consolidado y falta trabajar eso. Y porque los participantes

tampoco son los más idóneos y representativos….”9

“Totalmente de acuerdo. Hay que preguntarse cuánto de influencia para la

formación de estos espacios ha tenido el Acuerdo Nacional y que a partir de éste se

comienzan a conformar acuerdos regionales casi de manera vertical. Así se piensa…

como hay un Acuerdo Nacional entonces las instituciones que velan en la

gobernabilidad en las regiones creen que están emulando una experiencia nacional

en lo regional, o que están logrando acuerdos de gobernabilidad cuando esto no

tiene una legitimidad social de base. Esto desde un enfoque participativo resulta

grave…”10

Un tema que aparece reiteradamente en esta visión crítica del ARA es el

supuesto de su independencia o autonomía negada. El nacimiento de este

espacio, de la mano con el apoyo del Presidente Regional quien a la sazón se

convierte en su presidente como un hecho consecuente con su gestión para

28

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

“Hay una percepción errónea de la población donde se dice que el Acuerdo es parte

del Gobierno Regional y creo que aquí es importante ir aclarando los roles y por otro

lado a mi juicio el Acuerdo Regional está sufriendo el mismo fenómeno que otros

espacios de concertación, que empiezan hacer empujados en partes por algunas

instituciones del Estado y por algunas ONG, pero donde la población no se ve

reflejada ni representada.”

María, reconocida dirigente social, manifiesta también que en la población

existe esta percepción, que a su juicio es equivocada, pero que en el fondo es un

problema de clarificación de roles, donde la población no se siente representada

en el Acuerdo Regional.

11 Salomón. Informante GF03ASPP00212 María, Informante GF03ASPP001

“…en este caso, uno de los espacios es el Acuerdo Regional y como muchos espacios

que existen… pero que en la región se está desvirtuando lamentablemente. No sé si

por el accionar o por el desconocimiento pero percibo eso. Inclusive cuando uno

escucha comentarios de personas que han firmado el Acuerdo Regional, no saben si

el Acuerdo Regional es el Presidente Regional o lo es el vocero de éste en el Acuerdo

Regional… pues mucha gente no entiende lo que es un Acuerdo Regional…” 11

12

impulsar su creación, termina como lo dice Salomón, en desvirtuar el espacio

desde su nacimiento. Y esto más allá de ser una opinión afirmada desde un

campo opositor, refleja la confusión hacia afuera que da este supuesto de que

el Acuerdo Regional es el Presidente Regional, y que puede hacer de éste un

espacio dúctil a sus propios intereses políticos:

29

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Javier, representante de una ONG local, considera también que este aspecto de

cercanía entre el Gobierno Regional y el Acuerdo Regional termina por ser

contraproducente pues los dirigentes sociales consideran que este espacio es

instrumentado políticamente.

13 Javier, Informante14 Rafael.

Sin embargo, para Rafael, representante de un organismo privado, este tipo de

espacios termina siendo parte del Estado, siendo lo más importante definir su

misión institucional, evaluar su cumplimiento y a partir de esta evaluación

considerar si el espacio tiene vigencia:

Prosiguiendo con el intercambio respecto a la misión, resulta evidente para

muchos que la misión del Acuerdo Regional es aportar a construir una visión

“La creación del Acuerdo Nacional y del Acuerdo Regional, aun cuando tengamos

críticas por ser resultado de un proceso vertical, desde arriba, muestra por qué

finalmente éstos terminan por ser organismos que están dentro del Estado.

Entonces, al margen de las críticas digamos que requerimos un marco consensual

para poder constituir el Acuerdo Regional, y esto implica definir una función o

misión, a partir de la cual se pueda ver cuánto de ella se ha cumplido, o bien,

cuánto de ese encargo que se le dio al Acuerdo Regional.” 14

“…comparto la idea de que al comienzo, en el interés de ganar legitimidad, el

Acuerdo Regional se acercó demasiado al Gobierno Regional y ahí fue un punto en

contra de su desarrollo porque fue mal visto por la población, al grado que para

muchos dirigentes el Acuerdo Regional es un instrumento del Gobierno Regional, lo

cual es absurdo. Necesitamos cambiar un poco la metodología y de repente no

pretender dar un salto institucionalizando el espacio…” 13

30

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

15 Javier

“Bueno yo creo en la misión que no está tan clara, tal vez respecto a la expectativa

de la población. Pero el Acuerdo Regional aportó una orientación programática,

como elemento articulador de los diferentes niveles de gobierno y que promueve la

participación ciudadana a partir de determinar las prioridades en el tema de las

políticas públicas, que ahora están más claras, que hace que lo logrado sea

interesante y válido, como se puede ver en los documentos presentados por el

Acuerdo Regional, donde se rescata un conjunto de ideas y el desarrollo de

planteamientos programáticos de consenso, aun cuando no ha llegado a generar

una socialización de los mismos o una inserción de estas propuestas o

planteamientos en los diferentes niveles de la sociedad regional…”

En esa misma línea, Rafael, representante privado, remarca como un acierto y

aporte del ARA el contribuir con una orientación programática respecto a las

prioridades de política, aun cuando no se han sistematizado del todo estos

regional en los procesos de planeamiento estratégico, que recogen el proyecto

de región e inclusive de país:

“Me parece a mi parecer no lo tengo tan claro el asunto de la misión del Acuerdo

Regional de Apurímac, sin embargo puedo presumir de que su misión

especialmente es ayudar en la planificación para determinar qué tipo de región

queremos ser y dónde queremos ir, y que este aporte pueda resolver de otra manera

los problemas que tenemos a nivel del país o región. Creo que la Sociedad Civil:

Dirigentes, pueblo o ciudadanía deben mejorar sus planes pues en ellos se cifra el

destino de un país o una región…”15

31

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Un aspecto central de las perspectivas del Acuerdo Regional de Apurímac, es la

posibilidad de generar propuestas de consenso en la sociedad regional:

El asunto de la difusión de sus propuestas, del conocimiento de su misión, de

ampliar la base de consenso logrado aparece como uno de los aspectos

pendientes del ARA, para lograr su institucionalización y legitimización. Es así

que se propone que, antes que una instancia organizativa, el ARA sea un

concepto consensuado y promocionado en toda la sociedad regional, de este

modo es posible construir un espacio de mayor legitimidad social.

“Yo creo que el Acuerdo Regional más que una instancia de organización debe ser un

concepto manejado por todo el mundo, promocionado por todo el mundo, por todos

quienes creemos en la construcción de una sociedad democrática. Creo que es elemental

entender en las bases de que no hay un momento que sea propicio para reimpulsar el

Acuerdo Regional, este debe ser un proceso permanente…

(…) El Acuerdo Regional es una consigna, es un reto, una meta y una propuesta regional,

que debe estar inserta en todos los procesos regionales, y como tal si bien puede ser un

espacio, con una estructura autónoma, eso al margen de cualquier relanzamiento, sus

acuerdos deben ser socializados para que sean defendidos por todos…” 16

“Yo apuesto y seguiré apostando de que (el Acuerdo Regional) es una forma de liderar a

la sociedad frente a los problemas, es una manera de construir propuestas alternativas

y soluciones que unan a todas las sangres, a todas las personas, a la ciudadanía…” 17

16 Rafael17 Javier

Una condición para esto, se dijo, es alcanzar niveles de mayor legitimidad

social, de ampliar su base social de representación:

32

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

En el mismo sentido, Ruth, dirigente social y estudiante universitaria,

considera que una tarea fundamental es impulsar un proceso de formación de

líderes, democráticos, distintos a los existentes, que sea capaz de dialogar y

construir un proyecto regional:

Remarcando el tema de las fortalezas y debilidades del Acuerdo Regional, los

participantes alcanzaron como opinión, de que las debilidades mayores están

por el lado de sus estrategias de comunicación, que no ayudan a superar la

desinformación y generar elementos para lograr una identidad como base de

la representación.

18 Marita, Informante GF01SC00319 Ruth, Informante GF01SC004

“Bueno yo este año me estoy incorporando recién al Acuerdo Regional, sería

importante que las personas que estamos participando tomemos más interés en

participar del Acuerdo Regional, de ampliar a más personas y sostener que se

cumpla este Acuerdo Regional, que sea más del pueblo y no del gobierno. Esta sería

mi posición para seguir adelante con este esfuerzo” 18

2.3.2. Opiniones sobre los niveles de participación y representación alcanzados por el Acuerdo Regional

“Apurímac, sin temor a equivocarme, convoca a impulsar el proyecto más

importante de formar una generación de líderes capaces de dialogar y construir un

proyecto regional, pero de líderes que no sean un grupo de intelectuales o que no

sean solo representantes de ONG o burócratas, sino que realmente tenga de todo lo

que hay en Apurímac: empresarios, intelectuales, políticos, académicos,

trabajadores, etc. y que conjuntamente puedan visionar una sociedad diferente y el

resto viene solito…” 19

33

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Un aspecto capital de la representación lo constituye la escasa participación

social, pero también se acusa esta debilidad de parte de los partidos políticos.

“…un tema a superar es la desinformación sobre qué es el Acuerdo Regional y

también acerca de qué ha logrado el Acuerdo Regional hasta ahora, qué es lo que

ha hecho, cuáles son los avances que se ha tenido… yo también he escuchado y

percibo en la población… que el Acuerdo Regional no se ve como un espacio de

concertación de diálogo entre el Estado y la sociedad civil” 20

21 Rafael.20 María.

“…pero la población no se ve reflejada ni representada ahí, el tema pasa también

por la representación de los partidos políticos… esta es otra parte de la realidad

porque los partidos políticos están sufriendo todo este fenómeno de la falta de

institucionalidad, entonces… pues si no se fortalecen las organizaciones que van a

participar en esos espacios entonces es imposible tener un espacio fortalecido, por

ello también debería trabajarse en espacios más micro o de base…”21

Esto pasa, según Marita, dirigente social a nivel regional, por lograr ampliar la

base de participación en el Acuerdo Regional, debe hacerse de manera

independiente del poder político, ampliándose a los diferentes sectores de la

sociedad civil regional.

“Recién este Acuerdo Regional por lo menos se está conociendo y muchos que no

participan no saben de su existencia porque siempre se ha convocado a personas

bien escogidas. Por eso el Acuerdo Regional debe ser conformado por la Sociedad

Civil, con mayor representatividad. Hasta ahora es el secretario técnico junto con

el presidente regional, y de acuerdo a la conveniencia del presidente y donde no se

cumple lo que se está haciendo acá… En una reunión yo le reclame por qué no

34

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

De otro lado, un aspecto importante que destacan los informantes es respecto

a la participación desde estos espacios en coyunturas de crisis. En la crisis de

noviembre tanto la MCLCP y el Acuerdo Regional de Apurímac, estuvieron

ausentes de los bandos en disputa.

Esta observación que brinda cuenta de la ausencia de estos espacios en

momentos críticos como la larga paralización de noviembre del 2009,

evidencia el incumplimiento de convertirse en estos referentes para

establecer el diálogo y la concertación.

22 Marita. 23 Javier.

“…Creo que es un esfuerzo importante el que han hecho muchas instituciones y

personas para orientar a la sociedad apurimeña hacia una imagen objetivo sin

embargo aunque se tiene algunos años de trabajo importante, creo que aun no ha

llegado a encarnarse en la población y casualmente cada vez que hay movilización

social de la población estos espacios automáticamente se cierran, incluso la propia

mesa de concertación, pero no por esto dejan de jugar un papel importante, pero

automáticamente, en los momentos de lucha, en momentos de crisis más duros, no

se han sentido esas instancias como el Acuerdo Regional, y que no ha sido referente

de la sociedad” 23

ticipan todos los ciudadanos de la sociedad civil, y me dijeron que si iban a invitar,

por ello la posición del Gobierno Regional debería ser neutral, aparte de la gente

que es del pueblo, de la sociedad civil…. “ 22

“…me parece muy importante ahora que estamos en una transición después de un

momento de crisis, el año pasado, que tuvo como protagonistas al Gobierno

35

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Regional… no se produjo un nivel de diálogo, en medio de crisis más bien los espacios

de concertación se pusieron al margen. Por ello generar un espacio donde se canalice

el diálogo de las partes en conflicto, no sé si esto es parte de la misión que tenía el

Acuerdo Regional, pero que queda planteado para que sea cumplido en adelante…”

“El Acuerdo Regional es un espacio medio amorfo que no se puede conseguir a partir

de acuerdos, que pueden encontrarse en documentos declarativos, que pueden

encontrarse en otros documentos tales como presupuestos, en planes de desarrollo, en

general, se encuentra en todo sitio… El problema no es la difusión por ejemplo

‘Promoviendo la salud Apurimeña’… pues estos son conceptos para mejorar la

alimentación y eso lo puedes encontrar en documentos del Ministerio de Salud. Desde

mi punto de vista los acuerdos del Acuerdo Regional se van a legitimar siempre y

cuando brinde los mecanismos adecuados para ganar confianza en la población. Para

esto debe superar la dinámica que le dé el jefe de turno y creo que para esto se

requiere que se institucionalice.”

“…tenemos que buscar mecanismos para institucionalizar estos espacios, que nos

permitan articular decisiones que favorezcan a la población con la decisión de las

autoridades tales como el presupuesto participativo, las políticas de educación en

Es entonces cuando aparece con mayor nitidez el tema de la institucionalización

del Acuerdo Regional, más allá de la formalización del reconocimiento mediante

una Ordenanza Regional, lo más importante es establecer un pacto basado en la

participación y la confianza de la ciudadanía, como condición para lograr la

gobernabilidad democrática en la región.

Salomón, funcionario municipal, dice además:

24 Rafael.

24

36

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

25 Salomón.26 Salomón27 María

Apurímac. El Acuerdo Regional está como desenchufado de lo que viene sucediendo

por ejemplo, en los gobiernos locales que tienen otro ritmo, que ya tienen incentivos del

MEF por logros de metas, pero lo que falta es que no hay un acuerdo de hacia dónde

van esos recursos, no hay un Acuerdo Regional para ver en qué invertimos todos de

manera conjunta… En el tema de presupuestos por resultados, el MINSA todavía tiene

que hacer sus tallercitos para canalizar sus recursos… el Acuerdo Regional debería

tener acuerdos para canalizar y priorizar los recursos a través de un ciclo permanente

de decisiones, pero no puede reducirse a ser un espacio intermitente”. 25

La intermitencia del Acuerdo Regional de Apurímac es algo que se evidencia de la

actuación en los últimos meses, y esto es responsabilizado a su secretaria técnica,

donde esta intermitencia que resta iniciativa y operatividad al espacio de diálogo

y concertación, que limita la orientación de las políticas públicas.

“…Llega el secretario técnico y se convoca a estas reuniones… Cuando no está, no se

convoca. Así no debería ser. El Acuerdo Regional debería ser institucionalizado

obviamente sin desmerecer la labor que ha tenido el secretario técnico”. 26

Este riesgo de personalización de los espacios como el Acuerdo Regional es

también advertido por otros informantes:

“…yo creo que estos espacios empiezan a correr riesgos cuando empieza a personalizarse,

es decir, cuando se ve (la institución) en una sola persona valga la redundancia…” 27

De allí que se recalca la importancia de rediseñar este tipo de espacios, desde

donde se construye, si es la Secretaria Técnica o el Comité de Gestión, u otros

espacios como la convergencia con las autoridades locales:

37

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

La confianza aparece como un rasgo central para generar gobernabilidad

democrática, como lo asegura Salomón, un funcionario del gobierno local, se

trata de construir el Acuerdo Regional de Apurímac como un espacio

democrático que brinde confianza, seguro de la búsqueda por lograr

soluciones a problemas comunes.

Del mismo modo se plantea qué criterios de representatividad se están

empleando o se requiere para asegurar los niveles de representatividad que

demanda el espacio regional.

28 Salomón29 Idem.30 Representante de una entidad estatal.

“Hay que plantear quién es el gestor, yo creo que funciona bien la secretaria

técnica, es el ente que podría ayudar a conducir, pero lo primero que hay que

buscar es que todas las autoridades electas se sienten a conversar, busquen

acuerdos importantes y el Acuerdo Regional tiene que estar ahí presente…” 28

“El Acuerdo Regional debe ser un espacio que brinde confianza tanto a la población

como las autoridades, el Presidente Regional y esto va más por el tema de

gobernabilidad es decir no se puede trabajar en términos de complacencia a

sectores que generan presión o la gestión de cualquier otra autoridad.” 29

“Yo creo que en principio deberíamos preguntarnos sobre la representatividad del

Acuerdo Regional… y si realmente queremos generar esa reorientación tiene que

ser en base a lo que los representados esperan…” 30

En suma, la posibilidad de vigencia del Acuerdo Regional pasa por construir un

espacio que genere confianza, que se institucionalice para servir de soporte a

38

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

31 Funcionario de una institución pública.

El punto de partida respecto al diálogo y la concertación, se reconoce en la

importancia de asumir que el diálogo y la concertación no aparecen como

procesos espontáneos, sino como resultados de demandas explícitas de

sectores de la población. De este modo, un dirigente de una federación nos

recuerda que el diálogo y la concertación son también procesos sociales que se

van constru-yendo en la medida de que construye las relaciones que permitan

abordar pro-blemas y necesidades comunes:

las decisiones que se asuman desde las autoridades pero con participación de

la sociedad civil, que replantee el tema de la representatividad, a partir de

recoger sus intereses y con los adecuados mecanismos para resistir las

presiones de los grupos de poder.

2.3.3. Opiniones sobre la participación, la cultura del diálogo y la concertación y su aporte al desarrollo y la gobernabilidad.

“Nada es espontáneo, todo se construye a partir de demandas de pro-blemas y

necesidades. Me parece que también el diálogo y los espacios para poder concertar

como personas y como organizaciones siguen este proceso. Por eso cuando surge la

necesidad de hacer un Acuerdo Regional, se emprende con grandes sueños y creo

que estamos en esa dirección y esperamos que así sea, dependiendo de la voluntad

y el compromiso de representantes de las organizaciones de la sociedad civil, a

partir de la discusión de las personas, de los ciudadanos comunes y corrientes. Para

eso hay que trabajar en el cumplimiento de metas objetivas… En tal sentido,

quisiéramos que el proceso de diálogo y concer-tación sea a partir de un espacio

que promueva este tipo de acción a nivel regional” 31

39

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

También se señala que esta explicación basada en el debilitamiento del tejido

social y la necesidad del fortalecimiento de las organizaciones nos remite a

modelar una organización fuerte y representativa, de allí que se abren diversas

miradas, que pueden llevar al terreno de reconocer que no existe una sola

perspectiva para lograr este fortalecimiento social. Sin embargo, es consensual

la idea de que las organizaciones están debilitadas y que los esfuerzos por

lograr mayor robustez organizativa y programática para estas organizaciones

pasan por aspectos no solo de recursos sino también la necesidad de forjar una

nueva identidad social que en la actualidad no existe, y que inclusive se

relaciona con la tarea inconclusa de construir una identidad para Apurímac.

32 Dirigente de una federación33 Salomón34 Rafael.

32

“En general los espacios de concertación… han demostrado cierta debilidad porque

algunos conceptos o clichés muy entrados de modas y muy insertados por las

instituciones básicamente ONG pero que en la práctica para la necesidad de

Abancay no se digiere con facilidad.”

33

“Entonces nos damos cuenta que las instituciones están debilitadas o en todo caso

nunca se fortalecieron, para garantizar la participación ciudadana del país”.

34

“El tema de la identidad surge a partir de reconocer la importancia de batallar para

lograr esta difícil posibilidad de construir una identidad regional, que articule distintos

intereses, y que pueden expresarse a través de un proyecto para Apurímac”.

En cualquiera de los casos, un aspecto recurrente en el análisis de las

posibilidades de institucionalizar los espacios de diálogo y concertación están

referidos al nivel de fortaleza de las organizaciones de la sociedad civil y sus

posibilidades de participación en estos espacios.

40

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

35 Idem. 36 Idem.

De todos modos, las posibilidades del diálogo se visualizan a partir de

reconocer que son procesos muy explícitos que deben identificar a quienes se

relacionan y dialogan, y sobre qué, como lo dice un dirigente de una

federación, se trata de poner al diálogo nombre y apellidos.

Para esto son requeridas reglas claras, que todos asuman como necesarias,

donde pueda tomarse en cuenta que muchos de los diálogos iniciados

em-piezan en la necesidad de clarificar intereses pero también de adoptar la

mejor disposición a escuchar y asumir nuevas actitudes.

De otro lado, reconocer que el diálogo se hace más urgente cuando los

conflictos se intensifican y reclaman mayor atención:

“La población peruana en general todavía no están visionando lo que son estos

espacios que se supone deberían ser espacios sociales equitativos. Yo pienso que

deberían haber estos espacios y estos tipos de procesos que te encaminen a eso pero

lamentablemente la población no entiende o no entendemos… Se supone que nos

falta un poco más de información pero van a querer lo que ven ahí, palpado… en la

obra… que lo que sea un proceso porque para un proceso hay varias fases para

llegar. Lo que la gente más ve son con los ojos y más obras”.35

“Yo creo que al diálogo hay que ponerle nombre y apellido, ya que el diálogo es la

herramienta imprescindible que todos lo utilizamos pero el diálogo como te digo

hay que ponerle nombre y apellido… diálogo de quiénes, diálogo entre quiénes”. 36

Sin embargo, lo específico de los espacios de diálogo y concertación es que

pareciera que la población aun no ha considerado colocar éstos como parte de

las visiones de una sociedad democrática, donde diversos actores se pueden

ver relacionados entre sí:

41

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

“…yo aquí creo que deberíamos preguntarnos con quién dialogar… ya que las reglas

son bastante claras. El diálogo significa capacidad de escucha y disposición a

cambiar. Si no hay eso, lo que podemos generar es que se polaricen los conflictos. Y

la capacidad de escucha implica también entender la múltiple nacionalidad de los

conflictos y de la complejidad humana. Detrás de una protesta hay demandas

legítimas, también hay intereses, también hay percepciones que responden a

patrones culturales, también hay experiencias negativas, prejuicios. No es cierto,

entonces, para que estemos dispuestos a cambiar tenemos que estar dispuestos a

conocer y reconocer nuestros errores”. De otro lado, hay varios espacios de

concertación, pero no porque la polarización de los conflictos está creciendo, sino

porque los diálogos no son genuinos y, en segundo lugar, es porque la población

está reconociendo el derecho a ejercitar sus derechos por eso demandan el tema en

las agendas del Estado”

Por ello aparece como un asunto crucial la importancia de crear un proceso

metodológico adecuado, a partir de las experiencias exitosas, que garantice un

diálogo con resultados, que permita superar las situaciones que llevan a

entrampar el diálogo, de manera que se aprenda a dialogar a partir de la

exigencia por evitar las imposiciones, o dialogar desde posiciones de fuerza, a

fin de producir consensos entre todos quienes participan de este diálogo.

37 María.38 Javier.

37

“Nos vamos a algunos espacios de concertación y a veces damos nuestras opiniones

sentimos una especie de frustración, porque nuestra opinión no armoniza con las

demás y todos buscan lo más fácil: la opinión de la mayoría” 38

42

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

39 Salomón

Por ello, un aspecto central del proceso por revalorizar la importancia del

diálogo y la concertación está referido a que lo esencial pasa por construir

consensos siendo esto una tarea urgente:

De hecho, junto al método para lograr acuerdos consensuados se requiere

también la posibilidad de contar con legalidad, pero también con mecanismos

de relacionamiento tanto horizontales como verticales para garantizar el

proceso de diálogo y concertación, y lograr los resultados deseados en

términos de acuerdos y compromisos.

“Lo único que se necesita es lograr consensos en las decisiones importantes, y ahí

nace el problema. No hay reglas ni normas de consensos porque nadie las construye

nadie nos la da”. 39

“….de hecho que los ciudadanos participen en las decisiones políticas plantea la

existencia de mecanismos gubernamentales tanto horizontales como verticales,

porque justamente requerimos en estos procesos que los gobiernos crecientemente

puedan calificar también la propia participación y a su vez fortalecer las instancias

del gobierno, de modo que el mecanismo que vincule a ambas esferas permita más

en adelante la existencia de gobiernos legítimos”

Finalmente, aparecen dos aspectos en la valoración de la importancia del

diálogo y la concertación. De un lado la importancia de la eficiencia, es decir la

posibilidad de lograr resultados, y del otro la tendencia a ampliar y

perfeccionar la participación, como lo dice un representante de una

organización política, se trata de ver que la gobernabilidad está en directa

relación con la eficiencia en la gestión.

43

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Por último, la importancia de los liderazgos regionales surge en la medida que se

requiere que la sociedad y sus organizaciones asuman las responsabilidades

inherentes a lograr el cumplimiento de los acuerdos y compromisos surgidos del

diálogo y la concertación, y que se plasman en las políticas regionales a ser

implementadas:

Como se ha visto, el diálogo y la concertación no aparecen como procesos

espontáneos, sino como resultados de demandas explícitas de sectores de la

población, pero que sin embargo evidencian sus debilidades y aceptación social

como métodos democráticos para resolver conflictos sociales y políticos,

principalmente por la precariedad de sus procedimientos y resultados obtenidos.

40 Idem.41 Rafalel.

“(el tema de la participación) se ha dado mucho interés a este tema sin embargo no

ha calado en la población porque para la población no es prioritario. Sin embargo,

entra otra autoridad que muchas veces se le ha achacado que evade los espacios de

concertación y ha empezado a hacer muchas obras de infraestructura, sin incurrir

en el tema de la participación. A pesar de ello no puede ser cuestionado pues sí tiene

muchos resultados sociales, a un nivel de aceptación tal que le permite gobernar en

esas condiciones. Entonces el tema de la gobernabilidad está asociado mucho a la

eficiencia de gestión.” 40

“Yo creo que hay responsabilidades que se debe entregar a los líderes regionales, los

listados de los acuerdos surgidos del diálogo y de espacios de concertación, donde los

protagonistas son la población y la sociedad, por lo cual la implementación de las

políticas regionales requieren otorgar mayor protagonismo a los liderazgos

principalmente a las organizaciones de la sociedad civil, indicando que el organismo

no gubernamental deberían asumir un rol promotor pero no un rol protagónico”. 41

44

42 Como se ha visto en la primera parte del estudio al analizar la muestra, es evidente que estamos frente a una muestra obtenida principalmente por personas no organizadas. Esta consideración fue asumida como una característica del estudio cuantitativo, pues explorar las opiniones de un sector no organizado de la población permitiría conocer sus impresiones respecto a la concertación, la participación y el desarrollo. A esto debemos agregar que una evaluación del Acuerdo Regional también merecía recoger opiniones de personas de estas características, que sin embargo protagonizaron las protestas de noviembre de 2009.

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

3. La triangulación en el estudio de opinión 3.1. Los hallazgos desde las miradas cuantitativa y cualitativa

3.1.1. Hallazgos desde la información cuantitativa

d. Esta situación se reitera respecto a experiencias de participación electoral,

a partir de la postulación a cargos públicos elegibles mediante el voto

popular. Casi la totalidad de encuestados no ha tenido participación

política de este tipo.

a. La muestra obtenida –orientada principalmente a la población no

organizada- nos pone en evidencia que los encuestados, mayores de edad,

con nivel educativo promedio y características ocupacionales orientadas a

actividades independientes probablemente en el sector servicios y comercio,

es representativa del poblador promedio de la ciudad de Abancay.

b. Sin embargo, se puede observar que la muestra se compone de individuos

que en una minoría posee alguna experiencia de participación social. Lo

anterior es importante en la medida que esta condición -sin ser determinante

de la experiencia social- evidencia que la mayoría de los entrevistados tiene

una limitada información sobre los temas explorados en la encuesta. 42

c. Sin embargo, respecto al conocimiento de los espacios y mecanismos

institucionalizados de participación ciudadana, la mayoría de los

informantes manifestaron conocer entre uno o más de estos espacios

institucionalizados de participación, aunque se evidencia que la mayoría

no ha tenido experiencia alguna en estas formas de participación.

45

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

f. La apreciación sobre la democracia, el desarrollo y la participación que hacen los encuestados si bien resultan importantes, no trasciende más allá de un puntaje medio lo cual evidencia una valoración limitada para estos conceptos.

g. Las respuestas dadas por los encuestados respecto al método de elección para resolver los problemas políticos y sociales evidencia también una vocación limitada por el diálogo, inclinándose por formas basadas en el uso de la ley, o en una combinación de estrategias de acción que no descartan el uso de la fuerza, lo cual como vimos resulta evidente en un sector de población con escasa cultura política y de la cual se puede sospechar, hasta puede encontrarse carente de una propensión o práctica democrática en su vida social y política.

h. Lo anterior es mejor valorado por los informantes cuando abordan la calificación del diálogo y la concertación, que sigue teniendo predominantemente una valoración media, pero con una tendencia a una mejor puntuación en la escala hacia niveles de alta y muy alta importancia. Esto, como veremos más adelante, pudiera plantear una cierta distancia entre discurso y práctica democrática.

i. Se puede afirmar también que la confianza como un rasgo de importancia en sociedades modernas e integradas es limitada entre los entrevistados. Un poco más de la mitad considera que puede tener confianza en las personas, en tanto esta confianza entre estos mismos encuestados es reducido, lo cual se extiende al momento de calificar su credibilidad de autoridades,

e. Un aspecto determinante para el presente estudio se encuentra en el nivel de conocimiento de los encuestados respecto al Acuerdo Regional de Apurímac. La mayoría de los informantes (91%) no ha escuchado hablar ni conoce información alguna acerca de este espacio, o solo ha escuchado hablar de este espacio. Una minoría (9%) de los informantes son quienes minoría (9%) de los informantes son quienes conocen o saben algo acerca del Acuerdo Regional de Apurímac.

46

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

40 Según la CEPAL, el concepto COHESIÓN SOCIAL se refiere tanto a la eficacia de los mecanismos instituidos de inclusión social como a los comportamientos y valoraciones de los sujetos que forman parte de la sociedad. Por tanto, ella depende no solamente de los propósitos de integración e inclusión que cada sociedad se trace, sino también de la eficacia de los mecanismos que ponga en marcha para alcanzarlos y, muy importante, de la consistencia de estos dos aspectos (propósitos y mecanismos) con el mundo de los valores y de los comportamientos sociales.

funcionarios, dirigentes políticos y sociales, donde a excepción del

dirigente social, los anteriores gozan de una escasa credibilidad.

Los niveles alcanzados en cuanto a la confianza, no solo hacia las

autoridades sino con otros ciudadanos, son bajos. Ello tiene repercusiones

en los procesos de diálogo y de generación de consensos, y de la asociación

necesaria para resolver los problemas comunes. El resultado es el limitado

nivel de cohesión social.

j. Para los entrevistados, las diferencias entre apurimeños existen, son

diversas y explican categóricamente las divisiones existentes en el

departamento. Esto, sumado a lo anterior, no resulta favorable para lograr

la cohesión de la sociedad regional.

40

3.1.2. Hallazgos desde la información cualitativa

a. Los participantes en los grupos focales evidencian la posibilidad de

diversificar antes que homogenizar la información como una condición

para profundizar la indagación sobre las principales variables de estudio.

En tal sentido, han participado los mismos desde dirigentes sociales,

representantes de organismos no gubernamentales o de la cooperación

internacional, estudiantes universitarios y funcionarios públicos.

b. Un primer aspecto de interés planteado ha sido su percepción del Acuerdo

Regional de Apurímac. Las percepciones se han movido desde el terreno de

la crítica evidenciando la falta de claridad de su misión, su origen más

47

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

oficial u oficioso desde el Gobierno Regional con lazos que no resultaron

beneficiosos para lograr su autonomía, hasta el reconocimiento de la

importancia del espacio.

c. Igualmente, se observó su precaria representatividad, la cual se explica

por una base social limitada, donde están ausentes los sectores claves de la

sociedad apurimeña con los cuales no se avanzó mas allá de compromisos

formales, como fue el caso de los partidos u organizaciones políticas.

d. Junto a lo anterior, su debilidad organizativa, la escasa difusión de los

objetivos que componen su misión institucional, la poca difusión de su

proceso de formación que ha generado la percepción de un surgimiento

vertical del Acuerdo Regional en correspondencia con el Acuerdo Nacional,

son elementos que necesitan mejorarse para ampliar su legitimidad social.

e. Esto se ha visto reforzado por una situación percibida de dependencia o

subordinación a los intereses políticos del Presidente Regional, dejando entrever

que esta percepción que es arraigada en la población, ha llevado a desvalorizar

en algunos sectores la importancia y vigencia del Acuerdo Regional.

f. Sin embargo, se reconoce también la importancia de los espacios de diálogo y

concertación, de formulación de políticas regionales, de mediación en

coyunturas de crisis y conflicto, o de definición de temas claves como la

articulación intergubernamental o la inversión regional, para los cuales el

Acuerdo Regional ha actuado de manera limitada.

g. Los juicios existentes respecto a lo logrado por el Acuerdo Regional

evidencian la necesidad de un proceso de afirmación y consolidación que pasa

por lograr su institucionalización, la regularidad de su funcionamiento con

instancias de coordinación permanentes, con propuestas mejor

48

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

3.2. La integración del estudio de opinión

esclarecidas técnicamente, con un despliegue de iniciativas y de esfuerzos

por la integración de mayores sectores sociales e institucionales que sean

convencidos de que el Acuerdo Regional de Apurímac expresa sus

intereses y representación.

i. Para ello se plantea la necesidad de establecer mecanismos para lograr

mayor confianza y participación de la sociedad apurimeña en el Acuerdo

Regional, resaltándose la importancia de los liderazgos democráticos y

colectivos, que superen cualquier tentación caudillista, y permitan la

propia renovación y fortalecimiento del tejido social regional.

El estudio que presentamos asume la perspectiva de integración de los métodos

cualitativos y cuantitativos. Ingresar al terreno epistemológico y teórico

conceptual de la integración de los métodos de investigación social resulta un

asunto que escapa a este informe. Si decimos con Baker (2000) refiriendo a los

estudios de impacto, de que crecientemente aparecen nuevas ventajas para lograr

este proceso de colaboración o diálogo entre los paradigmas cualitativos y

cuantitativos.

Sin embargo, debemos reconocer que existen diversas razones que explican la

importancia de esta integración (Muñoz Saravia 2007): La obtención de distintas

perspectivas, los diversos niveles de análisis, la retroalimentación para la

h. El terreno propositivo para el Acuerdo Regional pasa por la concertación

de políticas públicas regionales, que surjan de una base de consenso

importante, y puedan partir de los esfuerzos por construir un proyecto

regional para Apurímac.

49

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

interpretación del resultado. Bericat (1998) indica la conveniencia de la

integración de los métodos cualitativo y cuantitativo para lo cual distingue tres

estrategias: Complementación, combinación y triangulación.

La primera estrategia permite contar con dos imágenes distintas de la realidad

social que se complementan, lo que permite ampliar el conocimiento social e

incrementar la comprensión de los hechos, aunque no se busca adicionar, ni

converger ni confirmar los resultados, y que en términos prácticos termina por

dar lugar a dos informes distintos.

Más adelante, este mismo autor indica que la estrategia de combinación se basa en

la cooperación entre dos métodos, donde los resultados de una permiten mejorar

los resultados de la otra, así los resultados de una se emplea como input para

potenciar B cuyo output constituye la finalidad de la investigación.

Finalmente, la estrategia de triangulación de dos métodos A y B orientados,

ambos, al reconocimiento de un mismo e idéntico aspecto de la realidad, se

produce cuando se orientan al cumplimiento de un mismo propósito de

investigación o, dicho de otro modo, ambos se organizan para la captura de un

mismo objeto de la realidad social. Con esta estrategia se pretende, ante todo,

reforzar la validez de los resultados. Cuando con dos diferentes métodos

obtenemos una idéntica o similar imagen de la realidad social, nuestra confianza

en la veracidad de esa imagen se incrementa. Sin embargo, la triangulación no

trata de completar la visión de la realidad con dos miradas, sino de utilizar ambas

orientaciones para el reconocimiento de un mismo e idéntico aspecto de la

realidad. De otro lado, Vera (2005), señala que la triangulación puede ser de

diverso tipo, tales como la triangulación de datos; la teórica; la de investigadores;

la metodológica y la múltiple.

50

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

1. Ciudadanos y líderes, visiones y dimensiones de una misma realidad social:

Para el presente estudio, nos ubicamos dentro de la estrategia de triangulación, pues

nuestras dos miradas no completan la visión de la realidad, sino que son distintas

miradas a un mismo e idéntico objeto social, con la finalidad de reforzar la validez de

los resultados. En tal sentido, esta triangulación más conceptual y de datos, permite

construir una verosímil respecto a la realidad abordada por el estudio.

El estudio, desde ambas perspectivas, ha tomado en cuenta al ciudadano y

ciudadana apurimeña, organizado y no organizado, que aun con la distinción

respecto a la escasa experiencia social y política que evidenciaron los

encuestados, en ambos casos ha permitido mostrar sus certidumbres y

desconfianzas respecto al funcionamiento del sistema político, sus límites en el

conocimiento de los actores sociales, la expectativa para alcanzar el desarrollo y

afirmar la gobernabilidad democrática en la región.

Ciertamente, el participante reclutado para los grupos focales –principalmente

organizado- evidencia un mejor conocimiento de la realidad social y política de la

región, a diferencia de los encuestados. Sin embargo, esto no se convierte en un

obstáculo para combinar niveles de análisis, donde es posible establecer una

tipología para ubicar a quienes aportaron información para el estudio (ver gráfico

siguiente), donde se pueden visualizar tres segmentos formados por ciudadanos con

mayor a menor información y experiencia social y política.

En el caso de las opiniones tanto de los encuestados que corresponden al tercer

segmento como en los participantes al grupo focal con jóvenes universitarios, se

44 Recordemos que no menos de un tercio de los encuestados son jóvenes entre 18 y 29 años. Dentro de estos hay quienes no han participado en la última elección del 2006.

44

51

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

muestra un nivel de correspondencia, por ejemplo en el nivel de información

sobre el Acuerdo Regional, o en sus propias valoraciones respecto a la democracia,

el desarrollo, la participación, el diálogo y la concertación.

Resulta evidente que no nos referimos aquí a una segmentación solo a partir de

condiciones sociales propias de los informantes, sino también en el propio grado

de desarrollo de aquello que pudiéramos llamar cultura política, en el sentido

clásico de lo desarrollado por Almond y Verba (1963) donde se asume que la

cultura política es el campo de orientaciones subjetivas hacia la política de una

determinada población nacional, o bien, de un segmento de ella, como es el caso

de un campo regional o local de la política, donde la cultura política tiene

componentes cognitivos, afectivos y evaluativos dados por los conocimientos y

creencias sobre la realidad política sentimientos con respecto a la política y

compromisos con ciertos valores políticos, en general, lo que podemos llamar el

sistema de creencias y valores, donde la familia como grupo primario resulta

decisiva en su transmisión y desarrollo.

Asimismo, se reconoce que el contenido de la cultura política es el resultado de la

socialización, de la enculturación producida por la educación, la influencia de los

medios de comunicación, en general aquellos aspectos del entorno, llamados

ambientales o variables de la llamada ecología social, que terminan por vincularse

a las experiencias adultas o en la condición de ciudadanía con el desempeño

gubernamental, social y económico.

Finalmente, la cultura política tiene directa influencia en la estructura y en el

desempeño político y de gobierno. La cultura condiciona este desempeño pero no

45 Nos referimos a su obra pionera que data de 1963: Almond, Gabriel y Sydney Verba. The civic culture. Princeton University Press, Princeton, que fue revisitada hacia los ochenta por los autores como resultado de una completa investigación empírica.

45

52

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Grafico I. Segmentación de informantes del estudio de opinión

43 En otra definición más contemporánea se dice que “La cultura política es el patrón de actitudes individuales de orientación con respecto a la política para los miembros de un sistema político. Es al aspecto subjetivo que subyace en la acción política y le otorga significado.” (Almond, Gabriel y G. B. Powell. Política comparada. Una concepción evolutiva. Paidós, Buenos Aires, 1978)

2. Acuerdo Regional de Apurímac. La promesas incumplidas del diálogo y la concertación.

46

determina. Del mismo modo, la estructura establece el marco para cimentar una

cultura política particular, la propia estructura es permeada por la cultura.

Cultura y estructura digamos “juegan en pared”, se interrelacionan e inclusive se

correlacionan, porque en el sentido más estricto la cultura política se compone no

sólo de lo que la gente piensa, sino también de lo que hace, de allí las vinculaciones

causales entre cultura y estructura y desempeño son bidireccionales.

Es por ello que asumimos que la cultura política para estos tres segmentos resulta

fundamental como explicación de sus percepciones, actitudes y comportamientos

que se traducen en sus opiniones, valores, sentimientos y acciones.

53

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

47 Benedict Anderson. Comunidades Imaginadas. Fondo de Cultura Económica, 1993, Buenos Aires.

En su vibrante libro que analiza el origen de la nación y de los nacionalismos,

Benedict Anderson acuña la idea de nación como “comunidad política imaginada

como inherentemente limitada y soberana” . Podemos dejar de mencionar la

riqueza del análisis de los diversos elementos que concurren a este concepto, pero

no dejar de resaltar uno de sus componentes como es el de comunidad imaginada.

Imaginada en el sentido de lo que se advierte en cada uno de los que se adscriben o

asumen con sentido de pertenencia no es sino imagen y semejanza de lo que su

propio imaginario produce, como lo afirma el autor en “la mente de cada uno vive

la imagen de su comunión”, en tanto la idea de comunidad aparece como el gran

vínculo o relación porque “independientemente de la desigualdad y la

explotación que en efecto puedan prevalecer en cada caso, la nación se concibe

siempre como un compañerismo profundo, horizontal”. En otras palabras, esta

idea de nación reclama la capacidad para ser parte de algo que solo existe en el

pensa-miento y en el sentimiento de quienes se reclaman sus miembros.

Valga esta presentación del concepto de nación como “comunidad imaginada” para

proponernos la lectura del Acuerdo Regional que hacemos a partir del estudio,

como un proceso más bien inverso, donde si bien todos reclaman cierto sentido

común de comunidad. Es decir, todos reclaman la importancia del Acuerdo Regional

como un acuerdo o consenso, los esfuerzos por imaginarlo han sido insuficientes.

Como se vio, un aspecto central del estudio se corresponde con el origen,

desarrollo y situación actual del Acuerdo Regional de Apurímac. Un aspecto, que

47

54

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

guardando las diferencias, es abordado por todos quienes participaron del

estudio está referido al vacío de información que ha merecido el Acuerdo

Regional como espacio de diálogo y concertación para la formulación de políticas

regionales.

A pesar que un 9% de los encuestados, espectro de la población no

organizada, manifiesten tener alguna información sobre el Acuerdo Regional

resulta un nivel de avance en el posicionamiento del espacio. Sin embargo,

también revela que todavía es necesario realizar importantes esfuerzos por

mejorar su nivel de difusión. Situación que es corroborada como un principal

aspecto de debilidad por quienes afirman en los grupos focales, que el grueso

de la población no conoce la misión del Acuerdo Regional, lo cual se remite a

su debilidad en los aspectos de participación y representación, los que

explican su débil legitimidad social.

Sin embargo, un aspecto que pesa en la propia caracterización del Acuerdo

Regional, se encuentra en un aspecto medular como es su autonomía. Tanto en

quienes respondieron a la encuesta como quienes reflexionaron a partir de los

grupos focales, aparece como un elemento que termina por desvirtuar o

confundir la estrecha relación entre el Gobierno Regional y el Acuerdo

Regional.

Al margen de su origen auspiciado por el propio Presidente Regional y el

modelo “desde arriba” que procedió a su formación en el 2008, su posterior

evolución condujo a una iniciativa restringida por los vínculos crecientes o

convergentes con la necesidad de una institucionalidad fuerte otorgada

desde la instancia de gobierno. Esto que, como se dijo también en el estudio,

55

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

pudo haber sido de necesidad para lograr su asentamiento en medio de una

sociedad regional donde resulta infructuoso apostar por proyectos basados en

amplios consensos. La naturaleza de los acuerdos logrados en el pasado, que figuran

como antecedentes del Acuerdo Regional , aparecen como diría Sartori , como

consensos más bien básicos, pero que no terminan por evolucionar a consensos de

gobierno.

Volviendo al tema de la interdependencia entre Presidencia Regional y Acuerdo

Regional, la posibilidad de instrumentalización política del espacio que debería

representar los intereses colectivos es señalado como el principal pasivo de esta

etapa del ARA, lo cual limita su posibilidad de ampliar las bases de su

representación y lleva a un proceso de pérdida de identidad, lo cual no abona el

terreno más propicio para que la sociedad civil y política apurimeña haga suyo el

Acuerdo Regional desde su imaginario y sentido de pertenencia.

Sin embargo, la posibilidad de asumir una reorientación del Acuerdo Regional que

permita su vigencia pasa por un proceso de institucionalización, no solo política

sino fundamentalmente social. Es decir, lograr que las organizaciones e

instituciones de la sociedad civil puedan mirar a este espacio como un referente

que prefigure el tipo de comunidad política regional al cual quieren pertenecer, y

del mismo modo, revertir los niveles de desconfianza respecto a la orientación

pluralista que debe tener el ARA para hacer posible que los partidos y

organizaciones políticas puedan nuevamente asumir el espacio dentro de un

imaginario a construir.

Tarea indesligable es resolver su funcionamiento regular, con instancias que

efectivamente funcionen de manera colegiada y coordinada, con una agenda propia

48 Ver la introducción “Acuerdo Regional: Un viaje inacabado”, en la publicación que recientemente hace el Acuerdo Regional de Apurímac con los auspicios de CARE-PERU.

48 49

56

49 Siguiendo a Easton, este autor afirma la democracia como un gobierno por discusión o por consenso, de donde el existen un consenso básico o consenso de comunidad donde están comprometidos los valores esenciales comprometidos por la sociedad, un segundo consenso, procedimental o a nivel de régimen, donde se establecen las reglas básicas de funcionamiento de la sociedad o del juego político; y finalmente el consenso de gobierno o a nivel de acción política o consenso político, y que implica la relación entre mayorías y minorías, incluso permite el disenso entre ellas. Sartori, Giovanni. Teoría de la democracia, Vol. 1. El debate contemporáneo, Alianza Universidad, Madrid, 1988.

Resulta un lugar común hablar de la democracia sin apelar a desagregar los elementos que la sostienen más allá de los conceptos. La importancia de considerar dentro del estudio una exploración respecto a la valoración de la democracia y del desarrollo, de la participación, del diálogo y la concertación, son indesligables para examinar ese vínculo muchas veces tenue entre las convicciones democráticas y sus significados en la vida cotidiana de la ciudadanía que los expresa.

Robert Dahl, que justamente inicia su brillante reflexión sobre la democracia, negando la pertinencia del concepto “democracia” y más bien emplear el neologismo de “poliarquía” para expresar lo que existía realmente como democracia descriptiva o empírica, como resultado de esa tensión entre la teoría política normativa que es pródiga en modelos respecto a lo que puede ser, pero que evidencia

3. La democracia incompleta. Convicciones ciudadanas y vida cotidiana.

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

que debe ser resultados de una iniciativa mayor de vinculación con distintos

sectores, tanto a nivel intergubernamental como con los espacios creados desde la

sociedad civil.

La generación de una identidad propia, no desvinculada pero equidistante de los

centros de poder, resulta fundamental para que el ARA aparezca en una nueva

etapa como referente, expresando los intereses generales que pueden vincular a

apurimeñas y apurimeños en la perspectiva de dotarse e implementar un mismo

proyecto regional que de manera efectiva pueda avanzar hacia la comunidad

imaginaria, inclusiva y moderna, que debe soñarse y empezar a construirse como

un desafío para garantizar la gobernabilidad democrática como condición para

alcanzar el desarrollo en la región.

57

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

De toda la reflexión de este teórico de la democracia nos interesa destacar la

manera cómo analiza la relación entre participación y representación que está a la

base de una supuesta antinomia entre democracia participativa y representativa.

Como es sabido, se ha sustentando la existencia de una “democracia

participativa” que aparece desligándose de su modelo teórico para convertirse en

un paradigma que lleva a superar las limitaciones de toda forma de democracia

representativa. Esto que resulta evidente trae consigo un ajuste de cuentas entre

aquellos propulsores de la democracia llamada directa o proveniente de las

formas de democracia practicadas desde la antigüedad, respecto a quienes

propugnan la democracia contemporánea esencialmente definida como

democracia representativa de cuño liberal.

En el fondo, el tema en disputa está en los aspectos procedimentales de la

democracia en ejercicio, de allí que en esta lógica, el punto de partida para evaluar

las posibilidades de una democracia participativa -que Dahl llama “de asamblea”-

es el tamaño del territorio y el número de ciudadanos: desde este aserto las

oportunidades de participación disminuyen crecientemente en la medida en que

aumenta el tamaño del cuerpo de ciudadanos. Asimismo, el número de

participantes activos será muy reducido, y sobre todo, los participantes activos

tienden a convertirse en representantes de los demás, excepto en el ejercicio de su

derecho al sufragio.

Por tanto, una consecuencia de esta restricción está en que un imperativo técnico

que conlleva a que la democracia participativa llegue a transformarse de hecho en

una democracia representativa, aun cuando carezca de los mecanismos de control

propios del sistema político en la democracia representativa formal.

su desencuentro respecto a la democracia realmente existente.

58

inclusive al momento de una valoración más específica del diálogo y la concertación,

estos se encuentran medianamente valorados. En síntesis, se valora la democracia y

la participación como valores del sistema político, pero no como métodos para

resolver los conflictos. Si bien se reconocen dichos valores, su incidencia en la vida

en sociedad es incipiente.

Del mismo modo, como examinamos los resultados de la encuesta, encontramos

signos de orientaciones diferentes, una cierta insatisfacción por el diálogo y de,

alguna manera, una velada desconfianza principalmente referida a su efectividad, a

la pertinencia de sus reglas y métodos, y a indicar la ausencia y debilidad de una

cultura política que pondere el diálogo democrático.

En el primer caso, la idea de una democracia basada en el diálogo y la concertación

aparece como desligado del razonamiento práctico, propio del sentido común de

quienes asumen la democracia no desde una mirada normativa o prescriptiva, sino

como una democracia basada en los hechos, en la lógica de ver como resuelve sus

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Este primer planteamiento teórico aparece como esencialmente útil para examinar

los resultados del estudio.

De un lado, hemos podido identificar que los informantes (participantes de la

encuesta) se reclaman parte de una matriz democrática evidente: Valoran la

democracia (y el desarrollo en democracia), consideran importante la participación,

el diálogo y la concertación, su propia trayectoria social y política electoral los hace

mayoritariamente ubicados dentro del terreno de la democracia como método para

darse gobernantes, es decir como sistema de gobierno. Por otro lado, sin embargo, no

se tiene claridad respecto a los métodos más democráticos para resolver los

problemas político sociales, donde aparece poco destacado el propio diálogo

59

Esta valoración tan escasa del diálogo y la concertación no las considera como

innecesarias sino insuficientes como procedimientos de la democracia. Incluso, el tipo

de cultura política del grueso de los informantes considera estos procedimientos

éticamente pertinentes, pero que no garantizan la efectividad requerida y por tanto no

alcanzan para lograr los resultados que la evaluación ciudadana reclama.

Por ello, la idea de una democracia incompleta radica en su diseño institucional antes

que respecto a sus fines. Incompleta en sus instituciones, en sus reglas de

funcionamiento, en sus procedimientos y de sus outputs o resultados, y de los medios o

canales para recoger las demandas ciudadanas, los inputs que deberían ser vertidos en

espacios de diálogo para su deliberación y concertación. De allí que la tarea de darle

significación y eficiencia a estos métodos democráticos es una tarea de primera hora.

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

La sociedad democrática, que vislumbran desde lo cotidiano, es una que tiene en la

efectividad su mejor argumento. Y esto, que llevado a extremos puede ser parte de

una herencia de regímenes políticos marcados por el quiebre de la democracia donde

se abdicaba de las libertades y derechos políticos para la ciudadanía por políticas de

raigambre populista que ofrecía y entregaba a cambio obras o bienestar directamente

desde el poder autoritario.

problemas, con una manera de interiorizar la democracia antes que como una forma

de gobierno como una forma de sociedad.

Sin embargo, también debemos matizar que ese pragmatismo o afán por eficiencia de

la política, alude a un sentido práctico de que la democracia debe ser como mecanismo

político para garantizar no solo un gobierno que sirve para las disquisiciones propias

de un debate (un gobierno por discusión como afirma Sartori) sino que aborda las

formas concretas de resolver problemas de la sociedad. La sociedad no solo exige que

la democracia sirva para el diálogo o la gestión de los intereses sino que sea efectiva

en resolver sus problemas. Es decir, la democracia no es solo discurso sino resultados.

60

El concepto de confianza aparece de manera orgánica como un fundamento de lo

que luego se denominará capital social. Robert Putnam, en su famoso estudio

comparativo sobre Italia del norte y del sur conceptualiza el capital social como

los “mecanismos de la organización social tales como las redes, normas, y la

confianza social que facilita la coordinación y cooperación para beneficios

mutuos”. En tal sentido, indica que el capital social está constituido por los

elementos de la organización social, tales como la confianza, las normas y las

redes que establecen relaciones de reciprocidad activadas por una confianza

social que emerge de dos fuentes, las normas de reciprocidad y las “redes de

compromiso ciudadano” (Putnam 1993).

Asimismo, señala que la idea de capital social aparece auroralmente a inicios del

siglo XX en un breve ensayo de Hanifan (1916) como aquellos aspectos dados por

elementos de la vida cotidiana y la regularidad social como “la buena voluntad, la

camaradería, la comprensión y el trato social entre individuos y familias,

características constitutivas de la unidad social”, toda vez que el individuo no

puede vivir solo, sino que requiere entablar relaciones con sus vecinos, y ese

conjunto de relaciones permiten acumular el Capital Social para satisfacer sus

necesidades sociales y de toda la comunidad.

50 Making Democracia Work: Civic Traditions in Modern Italy. Princeton University Press, 1993

50

Siendo el punto de partida los valores sociales convertidos en normas tales como la

confianza, la solidaridad o la reciprocidad, estas normas permiten la construcción

de redes, las organizaciones y las instituciones que permiten la interacción social

y el desarrollo de las sociedades, las cuales además generan una serie de efectos

colaterales como las identidades o la información social.

4. El déficit de confianza y los clivajes en la sociedad apurimeña

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

61

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

51 La ONU añade uno cuarto expresado en valores éticos de donde destacan la responsabilidad y el respeto.

En tal sentido, asumimos que el Capital Social está constituido como normas,

instituciones, organizaciones, valores y redes y relaciones sociales que promueven

la confianza y la cooperación. Por lo demás, el Capital Social estaría formado por

aspectos que interactúan como el grado de confianza entre actores de una

sociedad; las normas de comportamiento cívico practicadas; y el nivel de

asociatividad que caracteriza a esa sociedad. Estos elementos evidencian la

riqueza y la fortaleza del tejido social interno de una sociedad.

En el análisis del estudio, consideramos que el examen de la confianza resulta

fundamental porque destaca entre los valores éticos sociales, toda vez que recorre los

aspectos propios a las relaciones sociales y el campo de la política, incluido la vida

económica.

Nuestra lógica de análisis establece una relación entre la confianza, la existencia

de diferencias sociales, y los niveles de cohesión o unidad social. En tal sentido, la

información obtenida sobre la confianza, particularmente en el estudio

cuantitativo, nos devuelve a un escenario de desconfianza o para decir lo menos,

una confianza relativa, la cual no permite avanzar a convertir este valor en una

normatividad que permita el buen funcionamiento del conjunto social, que a su

vez impide el surgimiento de la institucionalidad y organización, redes sociales y

elementos vinculantes y cooperativos.

De otro lado, la existencia de múltiples diferencias entre económicas, sociales, culturales,

etc., nos lleva a la sospecha de que éstas se convierten en clivajes sociales que dificultan

el encuentro y relación entre individuos y grupos diferentes, lo cual en sociedades

regionales en tránsito entre la tradición y modernidad como el departamento, aparece

obstaculizando la construcción de un espacio común y convergente.

51

62

52 La lógica presente en el estudio respecto a los informantes seleccionados da cuenta de esta complejidad, mientras que para los grupos focales tomo en cuenta ciudadanos lideres con un amplio rango de información y experiencia, en tanto la encuesta recogió opinión del ciudadano promedio, aún cuando menos de una decima parte demostró experiencia organizativa social e inclusive política, esta es una característica tangencial de la población abanquina, pues el grueso de estos conforman una ciudadanía con participación pasiva, y la mayoría sin mayor inserción organizativa.

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

3.3. Pistas y perspectivas: A manera de conclusiones

1) El estudio realizado nos permite llegar, en términos generales, a reunir un

conjunto de elementos afirmativos sobre la democracia en Apurímac, así como

sobre la participación, el diálogo y la concertación como métodos democráticos

para abordar y resolver los problemas políticos y sociales de la región, aun

cuando puede notarse la existencia de una lógica bifronte respecto a la

democracia, que va mas allá de la distinción teórica entre democracia fáctica y

democracia prescriptiva, y está referida a la existencia de una escisión entre el

discurso y la práctica democráticas, que no solo puede notarse en una

dimensión actitudinal sino también valórica respecto a los significados de la

democracia para los ciudadanía apurimeña, o más precisamente abanquina,

como la que hemos examinado.

Lo anterior, sumado a las propias características estructurales de Apurímac, conduce

a un callejón de salida que puede terminar por abortar las posibilidades de la

integración física, social y política en un solo territorio, y más bien como se dice en los

resultados de la encuesta, son diferencias que generan más de una división entre

apurimeñas y apurimeños.

De lo anterior surge como una exigencia la creación de espacios y el impulso de

procesos que permitan superar la existencia predominante de fuerzas centrífugas que

pueden conducir a mayores rupturas, de allí que las posibilidades de reencauzar

procesos como el Acuerdo Regional de Apurímac, o de tomar el Plan de Desarrollo

Regional Concertado como un norte programático común para un gran proyecto

político y social, resultan indispensables.

52

63

53 Véase al respecto la nota correspondiente a la tipología de consensos hecha por Sartori, donde los otros estadios del consenso, procedimental y político son aun difíciles de alcanzar, el primero de los nombrados es aquel que permitiría institucionalizar el dialogo y la concertación en tanto reglas de la democracia, y el consenso de gobierno está a la base de la formulación de políticas públicas de base consensual.54 Putnam rastrea la idea de capital social como aparecida auroralmente a inicios del siglo XX en un breve ensayo de un autor muy anterior como Hanifan (1916) quien refiere como capital social aquellos aspectos dados por elementos de la vida cotidiana y la regularidad social como “la buena voluntad, la camaradería, la comprensión y el trato social entre individuos y familias, características constitutivas de la unidad social”, toda vez que el individuo no puede vivir solo, sino que requiere entablar relaciones con sus vecinos, de allí que ese conjunto de relaciones permiten acumular el capital social para satisfacer sus necesidades sociales y la de toda la comunidad, que como se ve es la piedra angular para lograr cohesión social.55 A diferencia de la sociabilidad o coexistencia, es decir el contacto recíproco, la actuación común, la interacción o coexistencia de los miembros de una sociedad determinada, donde las relaciones son armónicas, el concepto de socialidad apunta a destacar la existencia del individuo social, una individualidad que solo se manifiesta en sociedad, pero donde lo social es construido desde el individuo, pues ya esta presente en el hombre hay una “socialidad inherente”, pues el vínculo social no es extrínseco sino intrínseco a la persona humana. Si bien para la sociabilidad no hay individuo sin sociedad, y esta termina siendo amenazada cuando el orden social y las formas tradicionales de existencia social se encuentran en peligro, la mirada desde la socialidad, como lo argumenta Rochabrún (1993) implica reconocer que los hechos sociales tienen una textura individual, lo que permite que sean los individuos sean quienes proyecten su forma de sociedad, es decir que “lo social” sea una resultante del propio proceso de individualización, de la propia acción del individuo. (Rochabrún, Guillermo. "Sociedad e Individualidad: Materiales para una Sociología" Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1993).

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

2) De manera específica, aun cuando las evidencias están limitadas respecto a la información disponible de parte de las ciudadanas y ciudadanos que participaron en el estudio, se han recogido elementos que permiten una apreciación muy aproximada a la posición actual del Acuerdo Regional por la Gobernabilidad y el Desarrollo de Apurímac, asimismo de aspectos evaluativos respecto a su vigencia y sus posibilidades de continuidad. En lo sustantivo, existe un consenso básico respecto a la importancia de espacios de diálogo y concertación, pues se asume que desde éstos es posible encontrar solución a los problemas sociales y políticos, pero aun hay dificultades para pasar a estadios mayores de consenso respecto a adoptar el diálogo y concertación como métodos democráticos.

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3) Otro núcleo del análisis aportado desde el estudio de opinión está referido a la existencia de diferencias entre los apurimeños, que son de diversa índole, y sobre todo cómo estas permiten reconocerlas como factores que explicarían diversos planos de división que han producido fisuras en la sociedad regional, que bloquean la consolidación de su sistema político, que se realimenta de una débil cultura política, y que junto con la precariedad de valores como la confianza, que como lo indicamos es base de las posibilidades de asociatividad y de una cultura cooperativa que son elementos del capital social -como se dijo a partir de uno de los autores que acuño el término- y en planos más profundos, del consenso requerido para construir espacios sociales comunes, pero también donde los individuos sean capaces de expresar su socialidad , lo cual nos ratifica la presunción de que el problema más grave que atraviesa el departamento es la falta de un proyecto consensuado que apuntale una identidad apurimeña, su integración territorial, y la cohesión social requeridos para lograr su viabilidad regional.

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4) De manera específica debe de reconocerse que las percepciones y opiniones sobre el ARA se concentran en aquellos aspectos que rodean su origen, asumido como una orientación y estrategia desde el Estado, que pudiera ser asumido como un espacio que deviene desde un proceso exógeno, con una misión más bien impuesta verticalmente, y como resultado del acuerdo de una élite regional formada por autoridades, funcionarios de ONG y algunos intelectuales locales, lo cual da cuenta de cierta precariedad de los consensos que permitieron creación, y donde muchos actores clave quedaron al margen de este proceso, lo cual pudo ser reforzado por el protagonismo del Gobierno Regional y de su titular, quienes se destacaron en el auspicio para el impulso de este acto y proceso fundacional. Posteriormente esta situación se vio agravada en la búsqueda de apoyo del Presidente Regional para su funcionamiento y que devino en una forma de institucionalidad impostada, lo que se ha prestado a generar mayores confusiones y distancias de los sectores críticos al Gobierno Regional, y que también se manifiesta en aquellos sectores organizados de la población que han mostrado su desconfianza y su resistencia a formar parte de espacio con el argumento de no ver representados sus intereses, todo lo cual ha erosionado su base de legitimidad social.

5) Los aspectos medulares del Acuerdo Regional que requieren reorientación para lograr su institucionalidad y autonomía, como requisitos de su vigencia y proyección, son la debilidad de su estructura organizacional, la limitada articulación con los gobiernos locales, su capacidad de convocatoria, la debilidad de su comité coordinador que no resuelve a su favor una dinámica de continuidad a partir de una agenda consensuada, con serias dificultades para imprimir direccionalidad de manera estratégica, su conducción personalizada, su funcionamiento inconstante, la escasa difusión de sus objetivos y misión, y la cierta debilidad de su agenda política y social. Esto pese a que no existen discrepancias de fondo respecto a la misión del Acuerdo Regional, aun cuando ésta requiera mayor difusión y consensos para su vigencia a partir de elementos que deben de ser continuados y en otros casos recreados, sino que estas se remiten a su diseño institucional que es insuficiente y entraba su funcionamiento por la precariedad de sus mecanismos y procedimientos para ello.

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

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6) Apurímac advierte en esta coyuntura un riesgo mayor: las arenas electoral y social no han diferenciado claramente sus límites, la política entonces puede convertirse en una extensión del conflicto social, lo cual no permite al sistema político regional la capacidad de reabsorber la crisis social. Las elecciones próximas se convierten en una oportunidad de ajuste de cuentas antes que de serena exposición de las soluciones a los problemas regionales y locales.

Junto a lo anterior la fragmentación política además de dispersar el respaldo a los gobiernos, restando oportunidad a un mandato claro, impide avanzar a niveles de acuerdo que si bien han sido logrados formalmente con tentativas como las impulsadas por el Grupo Impulsor por la Gobernabilidad y el Desarrollo, promovido junto a otros por el Acuerdo Regional, las universidades u organismos electorales. Sin embargo, sigue siendo un terreno poco fértil para alcanzar mayores niveles de cooperación, y evitar mediante los mecanismos del diálogo y la concertación, a que sigan reproduciéndose las estrategias de confrontación, abiertas al conflicto y totalmente disruptivas de la gobernabilidad democrática.

7) Siendo el tema de fondo la concepción y práctica de la democracia en la región, tanto en la idea de la democracia como forma de gobierno y simultáneamente como forma de sociedad. En la primera acepción, podemos asumir la democracia a partir de sus fundamentos políticos, los que sustentan el funcionamiento del sistema político, o en sus aspectos procedimentales tales como los que definen las reglas de juego de la política, de todo lo cual el estudio nos muestra una evidente precariedad. De otro lado, desde una mirada de la democracia como forma de sociedad, nos estamos refiriendo a sus dimensiones sociales y culturales, a aquellos aspectos que involucran a las personas, sus vidas y los valores que guían su práctica democrática cotidiana, principios como la confianza que constituye una condición de primer orden para lograr mayor cohesión social, y que demuestra que esta valoración de la democracia no es sólo el resultado automático de variables políticas, tal como pudiera desprenderse de la existencia de un buen gobierno hace inmediatamente de todas las personas buenos ciudadanos.

Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

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Acuerdo Regional de Apurímac. Posición y perspectivas.

Estudio de Opinión

Los aspectos anteriores atraviesan la situación actual del Acuerdo Regional de

Apurímac, explican el modesto nivel de aceptación del diálogo y la

concertación, y las propias condiciones de ingobernabilidad existentes en la

región, que encuentran sustento en las diferencias auto percibidas por quienes

participaron en el estudio, las que parece –inclusive- alimentan las tendencias

cismáticas movidas desde las fuerzas centrípetas existentes en la sociedad

apurimeña.

8) La propuesta que surge es un proceso de reinstitucionalización democrática en

la región, de fortalecimiento de la sociedad civil, sus organizaciones e

instituciones, de consolidación de un sistema de partidos y organizaciones

políticas regionales, democráticos, programáticos y sostenibles; de la

institucionalización de un sistema regional de participación y rendición de

cuentas a partir de instituciones democráticas fortalecidas como el Consejo de

Coordinación Regional (CCR), de instancias de articulación intergubernamental

y social que recojan lo mejor de las experiencias como la Comisión de

Articulación intergubernamental, la MCLCP, las mesas de diálogo como la

MEDIPA o las mesas temáticas para asuntos como los referidos a la gestión

ambiental, los consejos regionales como los de la mujer, la instalación del

Consejo Regional de la Juventud, entre otros espacios donde las autoridades se

sientan a compartir una agenda de discusión con la sociedad civil, y en donde se

esboce un nuevo modelo de gestión política participativa y concertada, lugar

donde encaja el Acuerdo Regional de Apurímac como un espacio para el fomento

de políticas regionales para la gobernabilidad y el desarrollo, a partir de

reconocer que el horizonte programático común está presente en el Plan de

Desarrollo Regional Concertado Apurímac al 2021.

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ACUERDO REGIONAL

Por la Gobernabilidad yel Desarrollo de Apurímac