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ESTRELLA POLICIAL PUBLICACIÓN DEL COLEGIO DE GENERALES DE LA POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA AÑO 8 / EDICIÓN 23 / MARZO DE 2018 / BOGOTÁ D,C. - COLOMBIA / ISSN 1909-0269 “La credibilidad y confianza en nuestras instituciones, es un invaluable patrimonio moral que ha significado la sinergia y la estabilidad de nuestro Estado de Derecho.” Homenaje a nuestros héroes S angre, dolor y lágrimas es lo que se vivió en días pasados en la Estación de Policía del ba- rrio San José, en la ciudad de Barranquilla. El Colegio de Generales de la Policía Nacional, rinde tributo de admiración y respeto por nuestros héroes caídos en el vil atentado. A las familias de los patrulleros Anderson René Cano Arteta; Fredy de Jesús López Gutiérrez; Yosi- mar Marquez Navarro; Freddys de Jesús Echeverría Orozco; Yamith José Rada Muñoz y Willy Savier Rhenals Martínez, nuestro más sentido pésame.

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EstrElla Policial 1

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

EstrElla Policialpublicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

año 8 / edición 23 / marZo de 2018 / bogotá d,c. - colombia / issn 1909-0269

“La credibilidad y confianza en nuestras instituciones,

es un invaluable patrimonio moral que ha significado la sinergia y la estabilidad de nuestro

Estado de Derecho.”

Homenaje a nuestros

héroesS

angre, dolor y lágrimas es lo que se vivió en días pasados en la Estación de Policía del ba-rrio San José, en la ciudad de Barranquilla. El Colegio de Generales de la Policía Nacional, rinde tributo de admiración y respeto por nuestros héroes caídos en el vil atentado. A las familias de los patrulleros Anderson René

Cano Arteta; Fredy de Jesús López Gutiérrez; Yosi-mar Marquez Navarro; Freddys de Jesús Echeverría Orozco; Yamith José Rada Muñoz y Willy Savier Rhenals Martínez, nuestro más sentido pésame.

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

NUESTRA PORTADA: El dolor llena de luto la familia policial. Una vez más nos convierte en víctimas de la barbarie y la demencia de sal-vajes criminales, que se escudan en la sombra para sembrar el terror en los hogares de los más nobles servidores de la comunidad.

Av. Boyacá No.142A-55 Bogotá, D.C.Web. www.colgenerales.com.co

Correo Electrónico: [email protected]

DIRECTOR GENERAL

MG. (RA) Héctor Darío Castro CabreraPresidente Junta Directiva

JUNTA DIRECTIVAVicepresidente

BG. (RA) Gustavo Socha SalamancaVocales principales

MG. (RA) Carlos Alberto Pulido BarrantesBG. (RA) José Laureano Sánchez Guerrero

Vocales SuplentesMG. (RA) Jaime Augusto Vera GaravitoBG. (RA) Guillermo Julio Cháves Ocaña

FiscalBG (RA) Jorge Alirio Barón Leguizamón

Secretario EjecutivoBG. (RA) Héctor García Guzmán

CONSEJO DE REDACCIÓNGeneral (RA) Víctor Alberto Delgado Mallarino

General (RA) Miguel Antonio Gómez PadillaBG. (RA) Fabio Arturo Londoño CárdenasBG. (RA) José Domingo Murcia Florián

BG. (RA) Pablo Elbert Rojas Flórez

EDITORBG. Guillermo León Diettes Pérez

FOTOGRAFÍAEstrella Policial

Archivo Revista Policía Nacional DISEÑO E IMPRESIÓN

Editorial La Unidad S. A. El NuEvo Siglo413 92 00 - ExT. 126

NOTA: Los artículos no reflejan el pensamiento del Colegio de Generales de la Policía Nacional, son

de exclusiva responsabilidad de sus autores, y por razones de espacio podrán ser editados.

EstrElla Policialpublicación del colegio de generales

de la policía nacional de colombia

Edición Nº 23ISSN 1909-0269

“Caballerosidad, gratitud y afecto”

La voz del pueblo es como la voz de Dios, lo escuchamos decir con frecuencia de nuestro refranero popular, para destacar la importancia de la opinión de la comunidad y sin duda que les asiste la razón, pues la gente con fundamento en sus vivencias, deja mensajes que recogen toda la verdad y resultan ponderan-do la experiencia y la sabiduría que se adquiere en la interac-ción cotidiana que fortalece un intercambio permanente de

conocimientos, valores y principios, nacidos de la fuente más fidedigna del saber que es el sano discernimiento que nos acerca a la verdad y nos aproxima al entendimiento y a la razón. Entre estos comentarios que fluyen del imaginario popular, escuche decir que Corea del Sur, esa gran nación que conoce el mundo, como una sociedad empren-dedora y pujante que ha encontrado elementos básicos de identidad, ejemplo de disciplina, superación y grandeza, siempre tiene sinceras manifestaciones de gratitud para Colombia y para nuestro Ejército, por su decidida y efectiva participación en apoyo a la guerra que libraron en la década de los cincuenta, que llenó de gloria a nuestro Batallón Colombia, que trajo los más va-liosos galardones de coraje, valor y patriotismo que todavía algunos de nuestros veteranos lucen orgullosos en sus casacas y que admira todo el pueblo colombiano, nos entrega un claro mensaje sobre la gratitud que es como la memoria del alma y al contrario, la ingratitud, la de-mostración más grande de incom-prensión y de injusticia.

Con ese mismo fervor, coraje y vocación de servicio, muestra fuer-za pública desde hace más de sesenta años ha enfrentado los más cobar-des y aleves atentados contra la institucionalidad, que han puesto en pe-ligro nuestro Estado de derecho, y ha demostrado con evidentes hechos de innegable heroísmo su indeclinable decisión de sacrificar todo por la salud de la Patria, que solo han tenido escasas y pobres manifestaciones de gratitud y reconocimiento. Somos los únicos profesionales que, al juramentarnos como profesionales de seguridad pública, renunciamos al derecho más sagrado e inalienable de cualquier ser viviente, el dere-cho a la vida. Cuando juramos en los campos de ceremonias de nuestras escuelas de formación, ante el presidente de la Republica, como repre-sentante legítimo de todos nuestros compatriotas, el jefe del Estado nos interroga sobre nuestra decisión de llegar hasta ofrendar nuestras vidas en defensa de los derechos de nuestros conciudadanos y en tono firme y decidido respondemos que, SI y a fe que lo cumplimos y muchos de nuestros compañeros lo han hecho, ofrendando sus vidas en la defensa de los derechos y libertades de sus compatriotas y dejando atrás sus sue-ños y los sueños de sus familias. Como si faltara algo para mentalizarnos sobre esta promesa sagrada, todos los días rezamos la Oración Patria en donde ratificamos nuestro compromiso cuando decimos: “COLOM-BIA patria mía, te llevo con amor en mi corazón, Creo en tu destino y espero verte siempre Grande, respetada y libre. En tí amo todo lo que me es querido; tus glorias, tu hermosura, mi hogar, las tumbas de mis

Gratitud y reconocimiento a nuestros héroesPor: Mayor general (r) HECTOR DARÍO CASTRO CABRERAPresidente del Colegio de Generales de la Policía Nacional

mayores, mis creencias, el fruto de mis esfuerzos y la realización de mis sueños. Ser policía (o Soldado) tuyo, es la mayor de mis glorias. Mi ambición más grande es la de llevar con honor el título de colom-biano, y llegado el caso, MORIR POR DEFENDERTE. Solo quienes hemos vivido situaciones de extrema dificultad, ante cruentas acciones contra toda manifestación de legalidad y cuando al apoyar a nuestros compañeros ante criminales ataques del terrorismo, pudimos constatar el heroísmo de nuestros hombres y mujeres, o si no que me digan de que otra manera se puede llamar, a quienes con graves heridas causadas por las balas asesinas y quemados por el zinc que cubría los techos de sus modestos cuarteles, derretido por las bombas que les lanzaban los criminales, y al lado de los cadáveres de algunos de sus compañeros, recibían a su comandante con vivas a Colombia y dando un parte de victoria al entregar su unidad policial con la inmensa satisfacción de ha-berla defendido de una horda de bandidos que habían dejado en ruinas la edificación policial y gran parte de la poblacion.

Dada esta circunstancia especial de nuestra Fuerza Pública, es ape-nas justo que nuestros compatriotas conozcan estos detalles para que se identifiquen y solidaricen con sus Policías y Soldados, de ayer, de hoy y

de mañana y les expresen su gratitud por su heroísmo y por ser el baluar-te de la democracia, de la libertad y del orden de nuestra nación.

Con esta intención ha surgido la idea, en esta campaña política, de promover la aprobación de una ley del Veterano, como existe en casi to-dos los países del mundo, que con-cede unos beneficios a los integrantes de las Fuerzas del orden y la defensa, que de ninguna manera significan privilegios sino el reconocimiento de sus conciudadanos por el sacrificio, la dedicación y el esfuerzo en la difícil

tarea de velar por la defensa de los derechos y libertades de toda la nación colombiana, amenazada en materia grave por la insensatez de algunos com-patriotas que en una equivocada y demencial decisión se colocaron al mar-gen de la Ley y a quienes confrontamos con el mas genuino patriotismo y que, la verdad sea dicha, en este post acuerdo, todas las garantías, beneficios y reconocimientos han favorecido con generosidad a los que se encontra-ban en la ilegalidad y para la Fuerza Pública que los confrontó en nombre de la institucionalidad no se ha conocido todavía el más mínimo estímulo, no obstante seguimos con el mismo amor a la patria que aprendimos de nuestros antepasados y fieles a nuestro juramento.

Dios quiera, que en la próxima legislatura, esta iniciativa sea acogida y que se haga realidad, pues en verdad hay veces que se genera una gran desmotivación ante la sensación de que en lugar de solidaridad y aprecio, se percibe es una especie de animadversión y un rechazo que para nada contribuye a cimentar y fortalecer la vocación que acompaña a policías y soldados, comprometidos con el cumplimiento de su deber y que cada día demuestran su coraje y se ratifican como el soporte de nuestra institu-cionalidad que nos garantiza nuestros derechos y libertades y que disfruta-mos, quizás sin detenernos a pensar en esos héroes que nos los garantizan. El tema esta para consideración de quienes pueden tomar la iniciativa y esperamos que los amigos de la democracia, de la libertad, del desarrollo y de la institucionalidad, lo conviertan en realidad.

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“Colegio de Generales hermanados por la estrellael honor que recibimos compromete nuestra entregaColegio de Generales forjadores de la historiade la institución reserva de ejemplo, valor y honra.”(3ª estrofa del himno del Colegio de Generales de la Policía Nacional)

Por Mayor General (r) CARlOS AlBERTO PuliDO BARRANTES

La dinámica de nuestra Poli-cía Nacional hace que año tras año, se presente un relevo generacional y que algunos de sus hijos dejen su glorioso uniforme, cuel-guen sus arreos y en el lu-

gar más sagrado de sus hogares exhi-ban orgullosos sus condecoraciones y distintivos ganados en franca lid, como testigos fieles de sus brillantes ejecutorias al servicio de la Patria.

En la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Pau-la Santander, Alma Mater de la oficialidad, la Dirección General de la Policía, el mando policial y diferentes delegaciones, con asis-tencia del Presidente de la Repú-blica, en solemne ceremonia se hizo un reconocimiento especial y sentida despedida a los señores ge-nerales de la Policía Nacional que después de 35 o más años de ser-vicio tomaron la decisión de pasar al retiro de la Policía Nacional.

En las palabras pronunciadas durante el homenaje rendido, el Di-rector General de la Policía, hizo un alto y elogioso reconocimiento a la consagrada vida institucional de los señores generales: mayor general Ricardo Alberto Restrepo Londo-ño, mayor general Carlos Ramiro Mena Bravo, mayor general Jorge Enrique Rodríguez Peralta, mayor general Rodrigo González Herrera y destacar sus meritorios servicios, liderazgo, lealtad y entrega a la Pa-tria, así como su mística y sentido de pertenencia a nuestra benemérita Policía Nacional.

Honor a quien merece honor. La Institución agradecida y el Co-legio les expresa su gratitud y reco-noce su liderazgo y compromiso, así como la entrega de su juventud

y los mejores años de su vida al servicio de la Nación en que obtuvieron gratas satisfacciones, ascensos, honores y la rea-lización de valerosas acciones propias de un ejemplar policía y, naturalmente, algunas frustraciones, sinsabores, vici-situdes, peligros y sacrificios propios de su función que, templaron sus cuerpos y sus almas.

Ustedes distinguidos generales de la República, se han ganado el derecho y el honor para que sus dignos nombres sean grabados en letras de oro, en el muro de la gloria de nuestra Alma Mater, donde,

como guardián es la convivencia, per-manecerán eternamente.

El Colegio de generales de la Policía Nacional, integrado por sus compañe-ros, les desean, en unión de sus distin-guidas esposas, hijos y demás familia, renovados éxitos y, desde ya, les abre sus puertas, para que continúen haciendo sus valiosos e importantes aportes, por-que bien sabemos que, en el ADN po-licial, está impreso en nuestras mentes y corazones el deseo de servir, respaldar y apoyar a nuestra bien amada Policía Na-cional. Bienvenidos.

Homenaje de reconocimiento y bienvenida de unos señores generales de la Policía Nacional

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Por Brigadier General GuSTAVO SOCHA SAlAMANCA

ViCEPRESiDENTE COlEGiO DE GENERAlES

“Ustedes llevan en su corazón y en su carne las hue-llas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada

por eventos trágicos pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y

esperanza”. Papa Francisco en Villavicencio.

“Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insigni-ficante. Si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo

que pueden hacer ustedes juntos”. Mahatma Gandhi.

I. INTRODUCCIÓN:

Con la reciente decisión de la Corte Constitu-cional, mediante la cual se le da vía libre a la legislación producida en el Congreso de la República dentro del marco para alcanzar la Paz estable y duradera, se le proporciona otro respaldo al proceso de paz, acordado y firma-do por las partes en La Habana y en el Teatro

Colón, el pasado 26 de septiembre y 24 de noviembre respectivamente. En dicha sentencia, aunque se con-templan una serie de condicionamientos desconocidos a la fecha, por no haberse publicado la totalidad de la misma, se pudo plasmar el punto cinco del Acuerdo y agregarse temporalmente a la Constitución Política, con el acto legislativo 01 de 2017 y dar vía libre a la Justicia Especial para la Paz (JEP).

A los héroes policiales ¡hay que cumplirles!

Dentro del contexto de la Justicia Transicional Co-lombiana ya implementada, pretendo en este escrito, tratar dos puntos específicos, que considero relevan-tes, de la decisión de la Corte mencionada en la que se aprueba y declara la exequibilidad de la ley 1820 de 2016; ellos son el visibilizar y reconocer a las víctimas de la Policía Nacional con ocasión del conflicto armado en Colombia y en segundo lugar, garantizarles sus de-rechos, repararlas e indemnizarlas dignamente, porque con su heroísmo, su compromiso y abnegación, quie-nes en cumplimiento de la misión institucional son orgullo de la Policía Nacional y ejemplo a seguir por los colombianos.

El objeto de esta norma declarada exequible es re-gular las amnistías e indultos por los delitos políticos y los delitos conexos con estos, adoptar tratamientos penales especiales diferenciados para agentes del Estado que hayan sido condenados, procesados o señalados de cometer conductas punibles por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado.

El terrorismo utilizado por las guerrillas en el país, se volvió el medio más salvaje, cruel, inhumano y co-barde, para intimidar a la población, causarle terror y tratar de obligar al estado a claudicar bajo sus preten-siones. Algo que nunca alcanzarán debido a la constan-cia y tenacidad de las instituciones con facultades de obligar (coerción o fuerza pública) unida siempre, bajo la bandera y los postulados de la defensa y seguridad de los colombianos.

La Policía está llena de verdaderos héroes descono-cidos, de mujeres y hombres que día a día, con entrega absoluta al servicio de sus semejantes, han honrado el juramento de defender “los derechos y libertades públi-

cas y asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz”; los que, con su valiente actuación e inquebran-table compromiso de servicio a la sociedad, han hecho patria a lo largo y ancho del territorio colombiano, durante los 126 años de existencia. Su memoria ha quedado moldeada, “en letras de oro” en la historia de Colombia y de la Institución.

Escribía don Miguel de Cervantes en su obra cum-bre, don Quijote de la Mancha: “Hoy es el día más her-moso de nuestra vida, querido Sancho... Los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones... Nuestros enemigos más fuertes, el miedo al poderoso y a noso-tros mismos... La cosa más fácil, equivocarnos... La más destructiva, la mentira y el egoísmo... La peor derrota, el desaliento... Los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor... Las sensaciones más gratas, la buena con-ciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén”.

Es un pasaje muy oportuno para recordar por todo lo que significa el proceso de paz y lo que hay que cons-truir en el posconflicto.

II. VÍCTIMAS Y REPARACIÓN

VÍCTIMAS POLICIALES: El reconocimiento como “víctimas” a los valien-

tes miembros de la Policía Nacional, que le hicieron frente a cientos de tomas armadas en diferentes po-blaciones a lo largo y ancho del país, donde fueron atacados a mansalva por guerrilleros que, empleando armas de guerra, se ensañaron contra pequeños grupos de uniformados que custodiaban y vigilaban la pobla-ción, garantizando “las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas”, es una deuda muy grande que tienen, el gobierno y los con-gresistas de turno con su memoria durante todos los años del conflicto armado interno. Igualmente, sucede con las más de 7.000 víctimas directas de uniformados y familiares masacrados por las acciones insurgentes de barbarie, encaminadas a atentar contra su vida e integridad personal así como las emboscadas organi-zadas contra los héroes policiales, utilizando poderosos explosivos, rockets, bazookas, lanzacohetes, fusiles AK 47, AKM, Barret, Fal, Galil , cilindros cargados de me-tralla, materia fecal y otros elementos, con el propósito de asesinarlos o secuestrarlos y mantenerlos en campos de concentración al estilo nazi, torturados, encadena-dos y sometidos a las inclemencias del tiempo, con plena violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH) y a los Derechos Humanos (DD. HH.); o a los condenados criminalmente a pena de muerte, cuando huyeron de esos sitios en busca de la libertad, fastidia-dos ante tantos vejámenes y hallados en fosa común.

Estos casos particulares referentes a la condición de víctima, los menciono como ejemplo, para hacer ver, grosso modo, el horror y la irracionalidad de la guerra en general y el sufrimiento que padecieron estos mártires de la patria y sus queridas familias y, el deber del Estado colombiano y los victimarios directamente, en lo que les corresponda, de repararles integralmente por tanto dolor físico y moral sufrido, por la falta de

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conciencia, indiferencia e indolencia de autori-dades y de un sector del pueblo colombiano.

En justicia, ha debido ser un propósito oportuno de los presidentes de la República y congresistas, el honrar la memoria de estos per-sonajes y reconocerles las garantías, derechos y beneficios de reparación e indemnización en condiciones de dignidad y decoro por su sacrifi-cio, heroísmo, valor, responsabilidad y compro-miso con el estado colombiano; o por lo menos, darles un tratamiento de igualdad frente a las personas afectadas por el conflicto, en los tér-minos consagrados en la Ley de víctimas, que se corresponde obviamente con un derecho cons-titucional para quienes no dudaron un segun-do en defender la institucionalidad y el orden constitucional, inclusive, a costa de su propia vida en cumplimiento del deber patriótico.

Esos derechos han debido ser reconocidos espontáneamente por el estado y no como re-sultado de largos y tortuosos procesos judiciales y administrativos, donde han sido expuestos a un trato discriminatorio en sentencias de máxi-mos órganos de justicia, cuando se afirma que: “frente a los daños sufridos por quienes ejercen funciones de alto riesgo relacionadas con la defensa y seguridad del Estado, entre ellos los agentes de Policía, no resulta comprometida la responsabilidad de la Administración por cuan-to tales daños se producen con ocasión de la relación laboral que los vincula con el Estado y, por ende, en principio se cubren con la in-demnización a forfait a que tienen derecho por virtud de esa vinculación…” (Negrillas fuera de texto).

A la luz de los conceptos sobre víctimas en el contexto internacional, es fundamental razo-nar sobre lo examinado por la ONU en el do-cumento, “Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones mani-fiestas a las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho in-ternacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones”, por ser un instrumento relevante para lanzar esta proclama, por cuanto se refiere, al derecho que tienen las víctimas de presentar demandas para que el estado les reco-nozca las reparaciones, proporcionalmente a la gravedad de las violaciones y al daño sufrido. En el documento de las Naciones Unidas se de-fine el concepto de víctima y se señala que: “Se entenderá por víctima a toda persona que haya sufrido daños, individual o colectivamente, in-cluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas o menosca-bo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan una violación manifiesta de las normas internacionales de derechos humanos o una violación grave del derecho internacional humanitario”.

A nivel interno, las leyes 975 de 2005,

1448 del 2011 y 1592 de 2012 que definen el marco de Justicia, víctimas y Paz y “por la cual se dictan disposiciones para la reincorporación de miembros de grupos armados organizados al margen de la ley, que contribuyan de manera efectiva a la consecución de la paz nacional y se dictan otras disposiciones para acuerdos huma-nitarios” y otras disposiciones, reglamentadas por el Decreto 3011 de 2013, han definido el concepto de víctima como: “La persona que individual o colectivamente haya sufrido da-ños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de dis-capacidad física, psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos funda-mentales. Los daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan trasgredido la legislación penal, realizadas por miembros de grupos arma-dos organizados al margen de la ley”.

Por supuesto que se incluyen a los miem-bros de las instituciones con fuerza pública, al cónyuge, compañero o compañera permanente, y familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando a esta se le hubiere dado muerte o estuviere desapa-recida o en menoscabo de sus derechos funda-mentales, como consecuencia de las acciones de algún integrante de los grupos armados organi-zados al margen de la ley.

Esta legislación declarada exequible por la Corte Constitucional, mediante Sentencia C-911 de 2013, contempla que también se ten-drán como víctimas a los familiares en primer grado civil de los miembros de las fuerza de se-guridad que hayan perdido la vida en desarrollo de actos de su función, en relación con la mis-ma, o fuera de ella, como consecuencia de los actos ejecutados por algún sujeto de los grupos armados organizados al margen de la ley.”

Tales contenidos tienen sustento en el ar-tículo 13 constitucional, dado que en el inciso primero del citado precepto señala la igualdad de protección, de trato y de goce de derechos, libertades y oportunidades, al igual que la pro-hibición de discriminación, y en las precisiones de las sentencias C-370 del 2006, C-575 del 2006, C-080 del 2007, Y C-579 de 2013, con decisiones que defienden las afirmaciones de este documento.

REPARACIÓN:Algunas decisiones de órganos administra-

tivos contrarían arbitrariamente lo expresado por la Organización de las Naciones Unidas, reiteradamente, al igual que a lo contemplado en la legislación interna y en sentencias de la Corte Constitucional debidamente consolida-das en sucesivas sentencias ya expuestas, que afectan los derechos como víctimas del conflic-to armado a los héroes policiales y su núcleo fa-

miliar, sometidos a tantas violaciones del DIH. y los DD. HH., por cuanto solamente resuel-ven reconocer indemnizaciones administrativas contempladas en los estatutos de carrera, con-sagrados para los miembros de las instituciones con fuerza pública, que fueron atacados por personas u organizaciones criminales, durante actos de su función y con ocasión de la misma, con características muy diferentes a los ataques atroces y violentos de la guerrilla, descritos an-teriormente, al aplicar una “tesis minimalista”, que les desconoce el reconocimiento a la digni-dad humana a la que tienen derecho nuestros policías quienes han dado hasta su vida, por de-fender la sociedad, las instituciones reconocidas por la Constitución Política y la ley con riesgo de ser y derecho, para contribuir a lograr la paz para Colombia.

Los estudios y reflexiones de juristas y doc-trinantes especializados en el tema, coinciden en que a los policías y sus familias, víctimas del conflicto armado los han venido discriminando injustamente y que se les debe reconocer plenos derechos como tales, de acuerdo con los están-dares internacionales de acceso a la justicia en condiciones de igualdad e intervención durante las fases de la actuación de los derechos mun-diales de verdad, justicia y reparación y no limi-tarse a una simple indemnización económica, que por demás, no dimensiona la trascendencia de su sacrificio o que, con acciones de satisfac-ción y garantía de no repetición se solventen tan fundamentales derechos.

III. CONCLUSIONES:1. La jurisprudencia y doctrina, nacional e

internacional, de manera reiterada en los últimos años ha venido soportando la te-sis que el régimen especial de la carrera de

los miembros de las entidades con fuerza pública respecto a la indemnización como víctimas del conflicto armado en Colombia, están fuera del contexto frente al tema de la justicia transicional y “sometido a prin-cipios reduccionistas”, que contradicen el espíritu de la ley de víctimas, las normas convencionales de los DD. HH., y de las sentencias de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado.

2. El Estado colombiano, como un acto de elemental justicia, debe honrar la memoria de estos valientes Policías y reconocerles las garantías, derechos y beneficios de repara-ción e indemnización, en condiciones de dignidad y decoro por su sacrificio, heroís-mo, valor, responsabilidad y compromiso con Colombia.

3. Tal como lo han decidido en asambleas ge-nerales las Naciones Unidas, por medio de sendas resoluciones, se les debe de recono-cer la calidad de víctimas con ocasión del conflicto conocido y garantizarles los dere-chos integrales, repararlas e indemnizarlas dignamente, sin discriminación alguna, a estos personajes y familiares afectados por actos contra el DIH. y los DD. HH.

Bibliografía:l Constitución Política de Colombia,l Convención Americana de Derechos Humanos,l Acto Legislativo 01 de 2017,l Ley 975 de 2005, l Ley 1448 del 2011 y l Ley 1592 de 2012 l Ley 1820 de 2016l Sentencia C-228, de 2002, l Sentencia C-454, de 2006,l Sentencia C-370, de 2006, l Sentencia C-575, de 2006, l Sentencia C-080, de 2007, l Sentencia C-579, de 2013,l Resolución aprobada por la Asamblea General de la Organización de Nacio-nes Unidas, el 16 de diciembre de 2005. Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas a las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional huma-nitario a interponer recursos y obtener reparaciones. l Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes Saavedra, fragmento.

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Deberíamos averiguar cómo lo hizo la ciudad de México y decidirnos, pues el problema de la movilidad no se resolverá si no se emprenden soluciones de esta dimensión. México, además, construyó otras vías similares, aunque en un solo piso, con viaductos en los sitios de mayor flujo.

Por el Mayor General (r) Héctor Darío Castro Cabrera Presidente Colegio de Generales

He comentado sobre las principales causas que generan problemas a la movilidad y hoy quiero referirme a otra de ellas que puede generar polémica, pero de todas maneras quiero dejarla Planteada.

Hace algún tiempo surgió la idea de crear un seguro obligatorio para todos

los vehículos pero que amparara solo los daños cau-sados a la integridad de las personas, excluyendo el amparo de responsabilidad civil por daños materiales a terceros, circunstancia que aleja esta medida de la solución del problema, pues ante un accidente, sin heridos, esa póliza no contribuye en nada a la solu-ción rápida y efectiva de los accidentes de transito que son una de las causas que afectan gravemente la Mo-vilidad. Este seguro existe en otros países, pero cubre tanto los daños a la integridad de las personas como los materiales causados con el vehículo. Así las cosas, si todos los vehículos que se movilizan por nuestras calles y carreteras contaran con esta póliza, la solución de un accidente de tránsito, sin lesionados, se facili-taría enormemente. Los conductores de los vehículos accidentados intercambiarían información sobre sus aseguradores, fotografías de las pólizas, fotografías del lugar del accidente, de conjunto y de detalle, diligen-ciarían un formulario preestablecido para informar el accidente que incluiría un croquis del lugar, también con base en un modelo prediseñado y las compañías aseguradoras podrían prestar una asistencia en casos especiales en el lugar del accidente o de lo contrario citarían a los conductores comprometidos a una au-diencia privada de conciliación donde se establecerían las responsabilidades y las compañías procederían a otorgar las indemnizaciones del caso con lo cual que-daría solucionado el incidente. Solo en los casos en que no haya acuerdo entre las compañías aseguradoras acudirían a las autoridades de transito de la jurisdic-ción donde haya ocurrido el accidente. De esta ma-nera se evitaría la actual intervención obligatoria de la Policia de tránsito, la elaboración de los croquis del accidente y toda la tramitología que en este momen-to existe y que en el procedimiento donde ocurre el accidente, debemos agregar que la policía de transito

demora a veces muchas horas en hacerse presente y los policías de vigilancia que llegan primero, no pueden hacer nada, lo que le significa a la Policia Nacional un deterioro de la buena imagen institucional.

En este escenario planteado, la Policia de Co-lombia se colocaría en la situación de cualquiera de las demás policías cuyos Estados tienen legislaciones similares y solo procedería a impulsar la conciliación entre los intervinientes en el accidente y en caso de retardo en ese procedimiento conminarlos con la apli-cación de un comparendo por obstaculización de la vía. De esta manera se evitaría el espectáculo de dos o más vehículos accidentados obstaculizando toda una vía por varias horas y a veces con la presencia de po-licía de vigilancia que no pueden hacer nada por no tener funciones de transito pero que para la gran ma-yoría de nuestros conciudadanos se trata de ineficacia de la Institución, lo cual constituye un deterioro de la buena imagen de la Policia Nacional.

Para el desarrollo de esta idea, solo se requiere la reglamentación del seguro obligatorio para extender-lo al cubrimiento de los daños materiales y establecer los protocolos para las compañías aseguradoras en los procesos de conciliaciones, informes de accidentes, anexos a los informes, asistencias especiales en los lu-gares de los accidentes y otros aspectos a considerar en esta modalidad de solución.

Una aclaración pendiente del artículo que sobre este tema se publicó en la edición anterior, cuando me referí al Periférico de la ciudad de Mexico y que algunas personas me han comunicado que no encon-traron claridad en la información, debo agregar en-tonces que se trata de una vía urbana de doble calzada, bastante amplia, que cruza la ciudad de sur a norte y que tiene un segundo piso también de dos calzadas, la del segundo piso con peaje, que llega hasta adelante del peaje de la vía a Cuernavaca, ciudad cercana muy visitada, en una extensión de sesenta kilómetros. Es decir, hagamos un ejercicio mental e imaginémonos la carrera 30, la carrera 68 o la avenida Boyacá, con un viaducto que se convierta en otra vía en un segun-do piso, que comience en la calle 183 y que termine en el peaje de Chusacá. Envidiaríamos el trafico en nuestra congestionada Bogotá. ¿No les parece? Pero imaginémonos también cuanto tiempo tardaría su construcción en nuestro medio, seria inimaginable. Deberíamos averiguar còmo lo hizo la ciudad de

Mexico y decidirnos, pues el problema de la movili-dad no se resolverá si no se emprenden soluciones de esta dimensión. Mexico además construyó otras vías similares, aunque en un solo piso, con viaductos en los sitios de mayor flujo, como el circuito interior y el viaducto Miguel Aleman, entre otras y por eso a pesar de tener un poco mas de veinticuatro millones de ha-bitantes, contado el Estado de Mexico, tiene una mo-vilidad mas fluida que la de Bogota, simplemente por-que nosotros tenemos un atraso de muchos años en construcción de obras de infraestructura vial, bajo el sofisma de desestimular el uso del trasporte particular, sin tener un sistema de trasporte público adecuado.

¿Hasta cuándo soportaremos este manejo inade-cuado de uno de los problemas más graves que tienen nuestras ciudades más grandes?

La movilidad

sigue en el orden del día

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por Brigadier General (r) JAiRO R. DElGADO. Analista de seguridad y defensa nacional

El escenario electoral colombiano 2018, para escoger al nuevo Presidente de la Repúbli-ca, muestra una característica especial: la convergencia de dos opciones provenientes de movimientos insurgentes desmoviliza-dos, el M-19 y las FARC1.

Para el caso del M-19, en el comunica-do emitido el 1 de enero de 1974, dan a conocer su origen como movimiento insurgente y toman como consigna: “con el pueblo, con las armas, al poder”, socialismo a la colombiana2.

Para el caso del origen de las Farc, una vertiente histórica señala: “(…) los primeros desdoblamientos territoriales del movimiento agrario con fuerte influen-cia comunista y que a la postre serían los enclaves de las futuras Farc (…) Esta primera operación (…) ejecutada entre el 27 de mayo y el 14 de junio de 1964, (…) sería el punto culmen que marca el mito fundacional de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia Farc, ini-cialmente agrupadas como bloque sur concentradas en la región del sur del Tolima (…)”3.

De lo anterior, dos premisas de la génesis insur-gente en Colombia llaman la atención: “socialismo a la colombiana” y “fuerte influencia comunista”. La razón es la naturaleza de sus contenidos como co-rrientes ideológicas, desarrolladas a través de formas de violencia guerrillera; violencia que si bien fue sus-tituida (parcialmente, tanto en el proceso de 1991 como en el de 2016) por formas no armadas de de-bate político, mediante sendos acuerdos de paz; sus

concepciones ideológicas permanecen intactas. Por otro lado los matices ideológicos de los dos

movimientos, cuando aun estaban alzados en armas, muestran alguna intersección: “En la fundamentación ideológica” las Farc se cimientan en el “marxismo - le-ninismo - socialismo bolivarianismo; el M-19 en el nacionalismo - antiimperialismo – bolivarianismo”. Se ha considerado además que las revoluciones china, rusa y cubana, “impactaron la creación de guerrillas en Colombia” (La guerra revolucionaria del M-19, 2012); por ende desde esta perspectiva, los movimientos sub-versivos en el país, podrían considerarse también como guerrillas residuales de la guerra fría.

El denominado bolivarianismo como base ideo-lógica entonces, resulta común tanto para las Farc como para el M-19; pero ese pensamiento no sólo se redujo a estas dos organizaciones guerrilleras. En el 2012, año electoral en Venezuela, el gobierno del presidente Hugo Chávez presentó el segundo plan socialista para el período 2013-2019 con el cual se busca “continuar construyendo el socialismo boliva-riano del siglo XXI”.

En el devenir subversivo de estos dos grupos, hubo mutuos “gestos” de unidad y ruptura guerrille-ra. La denominada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, creada a finales de 1987, fue un intento de los movimientos insurgentes del momento, por identificar planes comunes, principalmente de acción política. A propósito Navarro Wolff señalaba que “en el período previo a la tregua, se realizó la primera cumbre guerrille-ra M-19 – Farc, pero después no se consolidó el acuerdo común” (entrevista, Cuadernos políticos, 1986).

Aunque las raíces ideológicas de los grupos guerri-lleros colombianos han sido afines, en la práctica se han

distanciado por razones de interés particular, buscando siempre mantener una “identidad propia” como grupo armado. De hecho cuando el M-19 optó por la nego-ciación política y la suscripción de un acuerdo de paz, fue duramente criticado por las Farc.

Ahora cuando las Farc y el M-19, ya desmovi-lizados en diferente temporalidad, se reencuentran en el camino de un proceso de elección presidencial, surge una pregunta: ¿Renunciar a las armas es renun-ciar a sus primigenias bases políticas e ideológicas?.

Hasta ahora no es claro que las Farc y el M-19 hayan renunciado al socialismo y al bolivarianismo, en el marco de unas expresiones de izquierda nacional que hacen esfuerzos por reivindicarse, en momentos en que en América Latina la izquierda está en crisis. Las razones, el desprestigio de gobiernos de izquier-da afectados por investigaciones penales, también se le atribuye que la izquierda, “no es capaz de consti-tuir fuerzas capaces de ganar elecciones” (Cubadebate, 2016). Además se considera que la izquierda en Amé-rica Latina se quedó sin un modelo a seguir: “(…) la izquierda latinoamericana organizada recibe la caída del socialismo europeo y la desaparición de la URSS de una forma demoledora, se queda huérfana de pa-radigmas (…)” (López, 2012, pg.51).

Esa “orfandad de paradigmas” y la “construcción de fuerzas electorales”, son dos elementos que para las desmovilizadas Farc y M-19, pueden constituir un “momento histórico” con condiciones ideales para disputar la presidencia de la República. Viejos anhelos insurgentes, removidos con un fin político en una nueva realidad nacional.

Aunque recientemente las Farc declinaron su polémica participación en la contienda electoral para la presidencia, la cual se había oficializado el pasado mes de noviembre de 2017, por razones de salud de su candidato; el proyecto político sigue vigente en su totalidad. 1 En el proceso de negociación con las Farc, la desmovilización fue parcial, originándoselas disidencias armadas que permanecen activas. 2 Los Testigos, editorial Presencia, 1977 Pg.130 3 Farc - ep flujos y reflujos, Universidad Nacional de Colombia, 2011. Pgs.52, 54

Colombia frente a una coyuntural realidad política

Hasta ahora no es claro que las Farc y el M-19 hayan renunciado al socialismo y al bolivarianismo, en el marco de unas expresiones de izquierda nacional que hacen esfuerzos por reivindicarse, en momentos en que en América Latina la izquierda está en crisis.

EstrElla Policial8

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por JuAN MANuEl RAMÍREz PéREzMiembro Correspondiente

Academia Colombiana de Historia Policial

Pamplona es una población fundada en la época colonial, que se asienta en un pequeño valle ubicado en el nudo don-de se bifurca la cordillera oriental para formar las serranías de Perijá y de Méri-da en Venezuela. Su situación geográfica condicionará su vocación de fundadora

de ciudades y de educadora de varias generaciones de jóvenes de los dos países.

Pedro de Ursúa, uno de sus fundadores, la concibió como un puesto de avanzada para con-tinuar la conquista de los territorios de la Sierras Nevadas en el oriente de la Nueva Granada, y con el tiempo se convirtió en paso obligado en el camino hacia Caracas, razón por la cual el general Bolívar se alojó allí numerosas veces.

Como pocas ciudades colombianas, Pamplo-na sufrió los horrores de la guerra de independen-cia por haber abrazado tempranamente la causa

libertadora, que le hizo merecer el título de “Ciu-dad Patriota” con el que la distinguió el Liberta-dor.

El historiador pamplonés Belisario Matos Hurtado relata como era de triste el aspecto que presentaba la ciudad por aquellos días: En las ca-lles solitarias había cadáveres putrefactos, despojos de uniformes militares y restos de lujosos mobilia-rios. Las mansiones señoriales estaban arruinadas y las iglesias solitarias.

Los habitantes habían abandonado a Pamplo-na y Vivian dentro de cuevas en las soledades de los páramos yermos; y cuando las tropas realistas de Casas y Matute ocuparon la ciudad de diciem-bre de 1813, la hallaron completamente desierta. En el terrible año de la reconquista, los invasores se dedicaron al pillaje y destrozaron todo aquello que no podían robar. Recoge Matos Hurtado la historia según la cual Pacual Enrile, mariscal de campo y segundo de Morillo, y el Capellán del Ejército, Villabrile, entre las cosas que se llevaron estaba una bella y rica custodia que pertenecía a las monjas de Santa Clara de Pamplona y fue entregada a la capilla real de Madrid.

Pero todos estos reveses, todos estos infortunios, no fueron suficientes para amilanar en algo el entusias-mo de los patriotas pamploneses, quienes aguardaban en el silencio de los bosques y en las vastas soledades de los picachos andinos, una ocasión propicia para reanudar la lucha con mayor tenacidad y con mejores bríos” relata el historiador citado.

Cuando llegó a los dispersos pamploneses la noticia de que el general Santander había formado un ejército en los llanos de Casanare y marchaba a invadir la Provincia de Tunja, se despertó en ellos un enorme júbilo y decidieron secundar sus movi-mientos libertarios.

Ingeniosos ardides emplearon para poner en contacto con los distinguidos patriotas apresados en las cárceles de la ciudad, y a mediados de 1819 los fugitivos atacaron a Pamplona y los prisione-ros se insurreccionaron. El audaz plan fue triun-fante, la guarnición realista de la plaza fue vencida y los patriotas volvieron a ocupar la desvencijada población.

Terminado el combate, se procedió a or-ganizar el gobierno republicano. De manera Unanime fue designado para el delicado y peli-groso carga de Alcalde don José María Acevedo, virtuoso y competente ciudadano quien tantos servicios había prestado a la causa libertadora. Y, por fin, el 7 de agosto de 1819 sonó en los campos de Boyacá el grito de victoria cuando se enarbolo la bandera de la independencia na-cional.

Pronto llegaron a Pamplona los vencedores del Puente de Boyacá, y una tarde luminosa hizo su entrada triunfal el Libertador entre vítores de los sufridos pamploneses.

La llegada a Pamplona de Bolívar y Anzoáte-gui sello la libertad por la que tanto habían sufrido los pamploneses, y que tanto ansiaban para reco-brar la paz.

Al día siguiente de la llegada de Bolívar, narra don Julio Pérez Ferrero, se dio principio a los pre-parativos de la campaña sobre los valle de Cúcu-ta y del Táchira. Los ayudantes y edecanes de su Excelencia transmitían las Órdenes a los diversos jefes para activar la movilización del ejército; los toques de marcha ensordecían el aire y los batallo-nes se aprestaban a marchar.

El libertador hizo llamar al alcalde de la ciu-dad y, cuando este estuvo en su presencia, con voz firme le ordenó:

-Señor Alcalde: necesito un hombre leal, enér-gico y pundonoroso que lleve pronto y con segu-ridad unos pliegos a Bogotá.

-Excelencia: salgo al punto a buscarlo…No quería el Libertador desprenderse de nin-

gún militar de la fuerzas que seguían para Cúcuta a los órdenes inmediatas de Anzoátegui, porque era una misión que no debía distraer a los hom-bres que se preparaban para una nueva campaña heroica.

Ha muerto un héroe

EstrElla Policial 9

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por Brigadier General JOSE DOMiNGO MuRCiA FlORiAN

Sin lugar a dudas la profesión de mayor riesgo y exigencia de calificada vocación y especial abnegación, es la de los integrantes de la fuerza pública, responsables del mantenimiento de la con-vivencia y defensa constitucional de la soberanía nacional.

No podemos ni debemos ocultar aspectos que amenazan la moral de los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en servicio y en retiro, al pretender desestabilizar sus

beneméritas instituciones y, en consecuencia, tratando de precipitar la nación a la anarquía y al caos.

Algunos de tales aspectos los podemos sintetizar así:l Notario incremen-

to en oposición de las gentes al pro-ceder de la policía y de los militares, hasta llegar al irres-peto y la agresión.

l Mientras crimi-nales de alta peli-grosidad reciben penas irrisorias, a infractores de las fuerzas del orden se aplican altas condenas, pagadas en centros de reclusión.

l Desmejoramiento en el área de seguridad social, especialmente en cuanto a la atención de la salud se refiere.

l Incrementos salariales no acordes con la delicadeza e importancia de la misión asignada los riesgos asumidos y las leyes.

l Mengua en la calidad y cantidad de dotaciones relativas a vestuario y equipo.

l Infiltración en estamentos del gobierno, de personas con anteceden-tes delictivos y actuaciones indeseables.

l Intentos de modificación de la estructura y funciones del Ministerio de Defensa, para afectar la coordinación y armonía entre las fuerzas del orden.Ante esta inquietante realidad, resulta apremiante crear una unidad

defensora de las entidades con fuerza pública, integrada por personal re-tirado de la Policía Nacional, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, en la cual, además, todos y cada uno de los componentes de las asociaciones, colegios, grupos y demás agremiaciones constituidas por el personal en retiro, tendrá su actuar protagónico.

La representación, asesoría y defensa de todos y cada uno de los re-tirados y sostenimiento en incólume estado de la moral de nuestros co-legas en servicio activo, serán prioridades de la naciente y fundamental entidad. N.R. No hay consenso en tal concepto.N.R. Fuerza pública igual a facultad de coercer u obligar.

Unidad Defensora de la Fuerza Pública

Un rato después del dialogo transcrito, se pre-senta al Alcalde de nuevo, y dice a Bolívar:

-Tengo conseguido ya el hombre, tal como su Excelencia lo desea: fiel, enérgico y pundonoroso.

-Está bien, dijo secamente aquel grande hom-bre que llevaba bajo sus hombros el peso de la misión que el mismo se había impuesto de eman-cipar a América.

Apenas se habían cumplido nueve días, cuan-do a la puerta del despacho del Libertador llega un hombre cubierto de polvo, con los pies hinchados y el semblante demacrado, para entregar en propia mano al libertador un pliego, y le dice:

-Esta desempeñada la comisión; esta es la con-testación de Bogotá.

-¡Imposible!, exclamo el Libertador.-Abra el pliego, Excelencia, y lo comprobará.El Libertador rasgo el sobre con mano febril,

y pregunto:-¿Quién lo trajo?-El hombre que conseguí por mandato suyo.Siguió, Bolívar, absorto en sus pensamientos sin

advertir el estado de agotamiento de aquel hombre que le dio parte de su misión, y quien se dirigió que-damente a la casa donde vivía su familia.

“Oscurecía la tarde, y pronto los vapores que ex-halaba la tierra, empujados por un viento del norte, sutil y frio, se confundieron con la sombras de la no-che, envolviendo la ciudad silenciosa en densa oscu-ridad”, continua Pérez Ferrero..

Al siguiente día, de madrugada, las campanas de todas las iglesias doblaban con un repique pro-longado y lento. Las gentes corrían en dirección al sitio donde yacía la persona que debía ser de alta posición. Pregunta el Libertador quien había muerto, y se le informa que el Alcalde, quien se había ausentado de la ciudad por ocho o nueve días, sin saberse su destino, y que el día anterior, a anochecer, entro a su casa enfermo a causa de excesiva fatiga, agotado por el esfuerzo, y que ex-halo su último aliento apenas reclino su cuerpo en el lecho.

-¿Cómo se llamaba?-José María Acevedo, le respondieron.-¡Ha muerto un héroe, exclamo el Libertador.-¿Qué clase de héroe?, preguntaron los ayu-

dantes que con el estaban y que jamás había oído tal nombre.

“Un héroe del deber, uno de esos seres desconoci-dos que nada reclaman a la gloria, y que si la fama fuera siempre justa, habría de pregonar sus nombres para que la Historia Nacional los guardase con ca-riño, y la gratitud les discerniese coronas inmortales. Que mis palabras me sobrevivan para que ese nom-bre no se quede en el olvido”

1 MATTOS HURTADO Belisario. Fechos e Subcesos de la mía Cibdad. Edi-torial Gómez y Páez. 1948 Bucaramanga Santander2 ROCHEREAU, J. Henrique Pamplona, Descripción Tradiciones y Leyen-das. Historia. Imprenta de Diócesis. Pamplona 19113 Don Julio Pérez Ferrero, (1851 – 1927) educador y prohombre nacido en Cúcuta y residenciado por muchos años en Pamplona, hasta su muerte.4 MATTOS HURTADO Belisario. Fechos e Subcesos de la mía Cibdad. Edi-torial Gómez y Páez. 1948 Bucaramanga Santander

EstrElla Policial10

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

1. Desarrollar proyectos para la promoción y preservación de la convivencia.2. Realizar cualquier tipo de acciones como el lanzamiento de libros, conversatorios entre

otros para el fortalecimiento de la ciencia de Policía.3. Realizar todo tipo de acciones para el fortalecimiento de la convivencia.4. Gestionar conocimiento como fundamento de sus actividades de consultoría y

asesoría.5. Participar en eventos académicos, investigativos y de otra naturaleza de orden nacional

e internacional.6. Generar alianzas estratégicas con entidades reconocidas que sus propósitos sean afines

con el del Colegio.7. Publicar y hacer difusión del saber en temas de convivencia.

Lo anterior en consecuencia a la identificación que el actual equipo directivo con su comité transitorio de investigación ha hecho de las oportunidades de proyección estratégi-ca de la profesión así: (ver gráfico 1)

Este análisis del panorama situacional de oportunidades para el ejercicio profesional de la administración policial combinado con la visualización del plan estratégico ha permitido que desde el mes de mayo de 2016 se apoyara una iniciativa de trabajar en un proyecto de investigación para diseñar un SISTEMA INTEGRADO DE GESTION PARA LA CONVIVENCIA, trabajo realizado por un comité transitorio de investigación que ha recibido todo el apoyo del consejo directivo con la aprobación de la asamblea del colegio. Este comité está integrado en la actualidad por cuatro colegiados tres de ellos oficiales superiores en retiro, coordinados por un señor Brigadier General en retiro; Quienes res-ponden con su trabajo a los lineamientos de un plan estratégico de investigación que esta articulado con los propósitos estratégicos del colegio.

El proyecto de investigación fue formulado con el propósito de crear unas condicio-nes especiales en el país para la gestión de la convivencia y como respuesta a necesidades particulares de estudios previos de investigación de la efectividad de los instrumentos de

gestión territorial de la seguridad que señalan en sus recomendaciones la necesidad de crear un sistema de gestión. Las condiciones especiales a las que hace referencia el propósito es tener un escenario de actuación unificado del campo de acción del que habla la ley 1249 de 2008. Es asi como se determinó la siguiente estructura del proyecto de investigación: (ver gráfico 2)

1

Hacia el posicionamiento del ejercicio profesional del administrador policial

Por el Comité de Investigación del Colegio Profesional de Administradores Policiales

El colegio profesional de administradores policiales como entidad en desarrollo de constituirse en instancia asesora y consultora de temas de convivencia del sector privado y público como lo expresan y faculta la ley 1249 de 2008 en su artículo 7 viene impulsando una serie de actividades especiales que le permita en el marco de un plan estratégico de direccionamiento lograr particularmente:

1. Desarrollar proyectos para la promoción y preservación de la convivencia. 2. Realizar cualquier tipo de acciones como el lanzamiento de libros, conversatorios entre

otros para el fortalecimiento de la ciencia de Policía. 3. Realizar todo tipo de acciones para el fortalecimiento de la convivencia. 4. Gestionar conocimiento como fundamento de sus actividades de consultoría y asesoría. 5. Participar en eventos académicos, investigativos y de otra naturaleza de orden nacional e

internacional. 6. Generar alianzas estratégicas con entidades reconocidas que sus propósitos sean afines

con el del Colegio. 7. Publicar y hacer difusión del saber en temas de convivencia.

Lo anterior en consecuencia a la identificación que el actual equipo directivo con su comité transitorio de investigación ha hecho de las oportunidades de proyección estratégica de la profesión así: (ver gráfico 1)

2

Este análisis del panorama situacional de oportunidades para el ejercicio profesional de la administración policial combinado con la visualización del plan estratégico ha permitido que desde el mes de mayo de 2016 se apoyara una iniciativa de trabajar en un proyecto de investigación para diseñar un SISTEMA INTEGRADO DE GESTION PARA LA CONVIVENCIA, trabajo realizado por un comité transitorio de investigación que ha recibido todo el apoyo del consejo directivo con la aprobación de la asamblea del colegio. Este comité está integrado en la actualidad por cuatro colegiados tres de ellos oficiales superiores en retiro, coordinados por un señor Brigadier General en retiro; Quienes responden con su trabajo a los lineamientos de un plan estratégico de investigación que esta articulado con los propósitos estratégicos del colegio.

El proyecto de investigación fue formulado con el propósito de crear unas condiciones especiales en el país para la gestión de la convivencia y como respuesta a necesidades particulares de estudios previos de investigación de la efectividad de los instrumentos de gestión territorial de la seguridad que señalan en sus recomendaciones la necesidad de crear un sistema de gestión. Las condiciones especiales a las que hace referencia el propósito es tener un escenario de actuación unificado del campo de acción del que habla la ley 1249 de 2008. Es asi como se determinó la siguiente estructura del proyecto de investigación: (ver gráfico 2)

Y su alcance delimitado por:

CREAR EL SISTEMA INTEGRADO DE GESTION PARA LA CONVIVENCIA EN EL PAIS. GENERAR UNA NORMA INTERNACIONAL DE CALIDAD PARA LAS ACCIONES

PÚBLICAS Y PRIVADAS DE LA CONVIVENCIA.

De acuerdo con la lógica temporal de la estructura del proyecto, la disponibilidad de recursos y la exigencia científica del ejercicio de investigación el proyecto de investigación ha registrado los

3

siguientes resultados de manera general en 19 hitos de investigación hasta el mes de Diciembre de 2017 así: (ver gráfico 3)

GENERACIÓN DE UNA NORMA INTERNACIONAL DE CALIDAD PARA LAS ACCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

DE CONVIVENCIA Y SEGURIDAD

La definición para efectos de una mejor comprensión esta explicada de acuerdo con lo siguiente:

Herramienta administrativa: Porque es un conjunto de componentes con estructura lógica y metodología efectiva y sencilla, que permite identificar, analizar y solucionar problemas usando datos y procesos de razonamiento lógico y estructurado.

Enfoque sistémico: Porque aborda la gestión en convivencia como un sistema con componentes particulares y especiales para poder identificar y formular los problemas de afectación con mayor efectividad de las acciones que se ejecuten. reconocer que hay unas características particulares de

APROBACION DE LA INICIATIVA DEL PROYECTO EN EL MARCO DE LOS ESTATUTOS DEL COLEGIO.

FORMULACION ESTRATÉGICA DEL PROYECTO DE ACUERDO CON METODOLOGIAS DE INVESTIGACION CIENTÍFICA.

IDENTIFICACIÓN Y ELABORACIÓN DE LA FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DEL SISTEMA EN EL MARCO DE LA CIENCIA DE POLICÍA.

RECOLECCIÓN Y REGISTRO DE INFORMACIÓN EN ENTES TERRITORIALES DE ORDEN MUNICIPAL EN TODAS LAS REGIONES DEL PAIS DE ACUERDO CON PROTOCOLOS DE INVESTIGACION, MAPEO Y CATEGORIZACION DE ACTORES DE LA CONVIVENCIA.

SOCIALIZACIÓN DEL PROYECTO ANTE LA DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA Y SU GRUPO DE GENERALES DE DIRECCIONAMIENTO ESTRATÉGICO. PARA SU CONOCIMIENTO Y REGISTRO DE OBSERVACIONES DE INCLUSIÓN EN LOS PROPÓSITOS DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN.

SE DEFINE EL SISTEMA COMO ¨Herramienta administrativa de enfoque sistémico que promueve la articulación, integración, unidad de capacidades y esfuerzos de los diferentes sectores, actores y partes interesadas de la convivencia y seguridad ciudadana para que sus ejecutorias tengan atributos de calidad, pertinencia y efectividad respecto a los fundamentos teóricos, la normatividad vigente, las expectativas y necesidades de los usuarios; contribuyendo al desarrollo social y la consolidación de la paz.

Hacia el posicionamiento del ejercicio profesional del administrador policial

gráfico 1

gráfico 2

gráfico 3

Por el Comité de investigación del Colegio Profesional de Administradores Policiales

El colegio profesional de administradores policiales como entidad en desarro-llo de constituirse en instancia asesora y consultora de temas de convivencia del sector privado y público como lo expresan y faculta la ley 1249 de 2008 en su artículo 7 viene impulsando una serie de actividades especiales que le permita en el marco de un plan estratégico de direccionamiento lograr par-ticularmente:

EstrElla Policial 11

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

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las que en la actualidad los actores y sus acciones carecen por lo que pretende entender y hacer entender los atributos del sistema, sus propiedades y sus características para favorecer la interacción y, la articulación y la unidad de capacidades y esfuerzos en función de los propósitos de la promoción y preservación de la convivencia.

Desarrollo social: Contribuyendo al desarrollo social porque promover y preservar la convivencia implica cambios positivos en las relaciones interpersonales de las personas en las diferentes comunidades del país lo que contribuye significativamente al bienestar social favoreciendo las oportunidades y oportunidades de crecimiento personal y colectivo de los integrantes de esas comunidades.

Consolidación de la paz: Esta solo es posible si los propósitos de la convivencia están claros en los integrantes de una comunidad y se constituyen en el fundamento de cada una de las acciones que se ejecuten con los integrantes de una sociedad o comunidad, implica la atención y la posibilidad de suplir necesidades básicas individuales, posibilidades de crecimiento profesional y personal y condiciones para garantizar el ejercicio de libertades y derechos, entendiendo que todos somos parte de esa sociedad y que cada uno tiene que aportar y cómo contribuir a esa promoción y preservación de la convivencia.

COMPONENTES DEL SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÓN PARA LA CONVIVENCIA

SE ESTRUCTURA EL SISTEMA CON CLARIDAD SOBRE SUS COMPONENTES, SUS OBJETIVOS, SUS PRINCIPIOS, EL CONJUNTO DE PRACTICAS NECESARIAS Y RESPUESTAS AL PARA QUE Y PORQUE ES NECESARIO, PROYECTANDO UNA FASE EXPERIMENTAL DE PRUEBA EN UN MUNICIPIO DEL PAIS.

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Objetivos:

1. Fortalecer el liderazgo y los actores de la convivencia como únicos promotores y preservadores de ella.

2. Desarrollar y consolidar una cultura propia de gestión fundamentada en el mejoramiento continuo, la calidad y los principios de articulación, integración, interacción y unidad de capacidad y esfuerzo.

3. Hacer más fácil, comprensible y efectiva la gestión integrada en convivencia para responder con calidad, oportunidad y pertinencia a las necesidades de su promoción y preservación.

4. Identificar, practicar y dar a conocer todas las acciones de gestión integrada para consolidar el sistema como la alternativa de logro de propósitos en la promoción y preservación de la convivencia.

PRINCIPIOS:

SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÒN

PARA LA CONVIVENCIA

INNOVACIÒN EN LA GESTIÒN

PLANEACIÒN Y COORDINACIÒN

OBSERVACIÒN DE LA

CONVIVENCIA

INTEGRACIÒN Y PARTICIPACIÒN

SOCIAL

ATENCIÒN A LOS FACTORES

DE ALTERACIÒN DE LA

CONVIVENCIA

Objetivos:1. Fortalecer el liderazgo y los actores de la convivencia como

únicos promotores y preservadores de ella.2. Desarrollar y consolidar una cultura propia de gestión fun-

damentada en el mejoramiento continuo, la calidad y los principios de articulación, integración, interacción y unidad de capacidad y esfuerzo.

3. Hacer más fácil, comprensible y efectiva la gestión integrada en convivencia para responder con calidad, oportunidad y pertinencia a las necesidades de su promoción y preserva-ción.

4. Identificar, practicar y dar a conocer todas las acciones de ges-tión integrada para consolidar el sistema como la alternativa de logro de propósitos en la promoción y preservación de la convivencia.

PRINCIPIOS:Por otra parte el conjunto de prácticas determina caracterís-

ticas para establecer los criterios técnicos de las acciones de pro-moción y preservación de la convivencia, conjunto de prácticas que está consolidado en el direccionamiento estratégico, en la gestión integrada con calidad y efectividad, en la investigación y el seguimiento. Que son los que conducen a la definición del método de actuación.

Así mismo para comprender el sistema es necesario tener claridad sobre lo siguiente:1. El sistema tiene una fundamentación teórica que orienta su

razón de ser, sus características y sus propósitos.2. A partir de la identificación de sus actores y su caracteriza-

ción identifica niveles de gestión, escenarios de actuación y responsabilidades frente a la promoción y preservación de la

convivencia, pasando por un planteamiento particular del tipo de relación articulada e integrada determina los crite-rios técnicos, los protocolos y la ruta de acción que establece el método particular de gestión.

3. El sistema tiene unos componentes específicos que surgen de la necesidad de ser regulador formal de la promoción y preservación de la convivencia como alternativa de consoli-dación de la paz y el desarrollo social.

4. Los insumos del sistema se identifican a partir de la realiza-ción de Panoramas situacionales de convivencia conforme a la fundamentación teórica y conceptual así como al enfoque particular holístico más allá del delito y la contravención.

5. El sistema no identifica ni genera por ahora mapa de pro-cesos, los actores que intervienen en cada componente tie-nen sus propios procesos y dinámicas funcionales y opera-cionales frente al tema de convivencia, pero el sistema si determinara que tan eficientes son frente a la necesidad de articularse, unir esfuerzos y responder a la complejidad y alteraciones de promoción y preservación de la convivencia, para el desarrollo social y la consolidación de la paz.

6. Lo que se mueve en el sistema son los motivos de policía y la salida es en términos de servicios, bienes, opiniones, normas entre otros que contribuyan a la promoción y preservación de la convivencia para la consolidación de la paz y el desa-rrollo social. Después de realizar una valoración integral de la situación movilizadora.Finalmente el colegio profesional de administradores po-

liciales tiene toda la disposición de atender y considerar toda recomendación y observación al trabajo que se viene realizando y al fortalecimiento de sus acciones especiales de direcciona-miento estratégicos. Si quieres conocer más acerca de ellas y de este proyecto en específico, puedes comunicarte a través del correo [email protected]

Componentes del sistema integrado de gestión para la convivencia

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Por otra parte el conjunto de prácticas determina características para establecer los criterios técnicos de las acciones de promoción y preservación de la convivencia, conjunto de prácticas que está consolidado en el direccionamiento estratégico, en la gestión integrada con calidad y efectividad, en la investigación y el seguimiento. Que son los que conducen a la definición del método de actuación.

Así mismo para comprender el sistema es necesario tener claridad sobre lo siguiente:

1. El sistema tiene una fundamentación teórica que orienta su razón de ser, sus características y sus propósitos.

2. A partir de la identificación de sus actores y su caracterización identifica niveles de gestión, escenarios de actuación y responsabilidades frente a la promoción y preservación de la convivencia, pasando por un planteamiento particular del tipo de relación articulada e integrada determina los criterios técnicos, los protocolos y la ruta de acción que establece el método particular de gestión.

3. El sistema tiene unos componentes específicos que surgen de la necesidad de ser regulador formal de la promoción y preservación de la convivencia como alternativa de consolidación de la paz y el desarrollo social.

4. Los insumos del sistema se identifican a partir de la realización de Panoramas situacionales de convivencia conforme a la fundamentación teórica y conceptual así como al enfoque particular holístico más allá del delito y la contravención.

5. El sistema no identifica ni genera por ahora mapa de procesos, los actores que intervienen

en cada componente tienen sus propios procesos y dinámicas funcionales y operacionales frente al tema de convivencia, pero el sistema si determinara que tan eficientes son frente a la necesidad de articularse, unir esfuerzos y responder a la complejidad y alteraciones de promoción y preservación de la convivencia, para el desarrollo social y la consolidación de la paz.

INNOVACION

UNIDADCONOCIMIENTO

ORGANIZACION Y METODO

Hacia el posicionamiento del ejercicio profesional del administrador policial Y su alcance delimitado por:

l CREAR EL SISTEMA INTEGRADO DE GESTION PARA LA CONVIVENCIA EN EL PAIS.

l GENERAR UNA NORMA INTERNA-CIONAL DE CALIDAD PARA LAS AC-CIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS DE LA CONVIVENCIA.De acuerdo con la lógica temporal de la es-

tructura del proyecto, la disponibilidad de recur-sos y la exigencia científica del ejercicio de inves-tigación el proyecto de investigación ha registrado los siguientes resultados de manera general en 19 hitos de investigación hasta el mes de Diciembre de 2017 así: (ver gráfico 3)

La definición para efectos de una mejor com-prensión esta explicada de acuerdo con lo siguiente:

Herramienta administrativa: Porque es un conjunto de componentes con estructura lógica y metodología efectiva y sencilla, que permite identificar, analizar y solucionar problemas usan-do datos y procesos de razonamiento lógico y es-tructurado.

Enfoque sistémico: Porque aborda la gestión en convivencia como un sistema con componen-tes particulares y especiales para poder identificar y formular los problemas de afectación con mayor efectividad de las acciones que se ejecuten. reco-nocer que hay unas características particulares de las que en la actualidad los actores y sus acciones carecen por lo que pretende entender y hacer en-tender los atributos del sistema, sus propiedades y sus características para favorecer la interacción y, la articulación y la unidad de capacidades y esfuerzos en función de los propósitos de la promoción y preservación de la convivencia.

Desarrollo social: Contribuyendo al desarrollo social porque promover y preservar la convivencia implica cambios positivos en las relaciones interper-sonales de las personas en las diferentes comunidades del país lo que contribuye significativamente al bien-estar social favoreciendo las oportunidades y opor-tunidades de crecimiento personal y colectivo de los integrantes de esas comunidades.

Consolidación de la paz: Esta solo es posible si los propósitos de la convivencia están claros en los integrantes de una comunidad y se constituyen en el fundamento de cada una de las acciones que se ejecuten con los integrantes de una sociedad o co-munidad, implica la atención y la posibilidad de suplir necesidades básicas individuales, posibilidades de crecimiento profesional y personal y condiciones para garantizar el ejercicio de libertades y derechos, entendiendo que todos somos parte de esa sociedad y que cada uno tiene que aportar y cómo contribuir a esa promoción y preservación de la convivencia.

EstrElla Policial12

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por MANuEl F. CuBillOS B.1

Siendo Colombia un país donde la legislación cam-bia permanentemente de acuerdo con las necesi-dades y al clamor popular, una nueva ley no debe-ría inquietarnos; pero elevar a la Policía Nacional de los colombianos al nivel de autoridad, como lo hizo el legislador al proferir la ley 1801 de 2016, es un hecho que merece toda nuestra atención y

de allí la necesidad de crear un espacio documental que me permita analizar la envergadura que esta nueva posición ofrece a la institución.

El sentido polivalente que ha caracterizado a la Policía colombiana, lo complementa en grado superlativo la an-tedicha ley (CNPC), que en su artículo 198 la ubica en el nivel de autoridades de Policía al lado del Presidente de la República, los gobernadores, los Alcaldes Distritales o Mu-nicipales, los inspectores de Policía, los corregidores y las autoridades especiales en salud, seguridad, ambiente, mi-nería, ordenamiento territorial, protección al patrimonio cultural, planeación, vivienda y espacio público, etc.

En aras de ofrecer un concepto alternativo y actuali-zado y como ejercicio meramente académico, me permito definir autoridad como la facultad delegada por el pueblo a una persona o institución para que lidere el desarrollo social, mitigando las necesidades básicas insatisfechas, en aras de favorecer la seguridad y convivencia, garantizan-do y delimitando el ejercicio de derechos y obligaciones e imponiendo sanciones en caso de desacato, de manera res-ponsable y apoyado por el ejercicio en corresponsabilidad con otros actores.

Estar al mismo nivel de las otras autoridades de Policía, sitúa a la institución policial como par de Vrg, gobernado-res y alcaldes, otorgándole facultades en la construcción y mantenimiento de la convivencia y seguridad ciudadana, direccionando, estableciendo, contribuyendo, exigiendo e imponiendo sanciones y formulando políticas públicas en su área de experticia, acciones estas, que van de la mano de su primigenia misionalidad y que resultan enarboladas a la luz de la Ley 1801.

SEGURIDAD HUMANA*La seguridad humana, definida por Naciones Unidas

como “un marco normativo dinámico y práctico para ha-cer frente a las amenazas de carácter intersectorial y gene-ralizado con que se enfrentan los gobiernos y las personas”, obliga en perfecta consonancia con la carta magna, a la Policía Nacional y a las demás autoridades a trabajar de manera corresponsal dejando de lado la otrora condición de subordinación que inferiría para la institución policial en la anterior legislación de cara a todas las autoridades.

La seguridad humana dentro del marco conceptual antedicho, se erige como un conjunto de elementos sin-

crónicos y necesarios; las seguridades: económica, sanitaria, alimentaria, ambiental, personal, comunitaria y política, entre otras, hacen parte de este sistema y cada autoridad nacional, regional o local, dentro de la esfera de la compe-tencia que le es propia, es responsable de garantizar el pleno ejercicio y disfrute de esta necesidad básica y debe actuar en corresponsabilidad en las esferas de competencia de las demás autoridades a fin de coadyuvar en los procesos, para apuntalar la consecución del objetivo que es la convivencia dentro de los estándares de calidad de vida humana.

La convivencia de todas las personas presentes dentro del territorio nacional es el eje focal del trabajo de la Poli-cía Nacional y por esta razón debe centrar su atención en atacar las causas de la conflictividad de la mano de todos y cada uno de los entes públicos y privados, en el entendido que la seguridad es responsabilidad de todos, aunque la po-licía, como autoridad, se constituya en el garante dentro de esta construcción de la convivencia.

Este constructo implica retos y oportunidades para la Policía Nacional. La institución desde su misión preventiva y disuasiva, necesita enfocarse en la conflictividad. La di-námica de lo social, la relación con las demás autoridades, desde la corresponsabilidad y la preparación como auto-ridad para cumplir con los deberes que le exige el nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia y la doctrina científica-técnica propios.

En función de la profesionalización en la que se en-cuentra inmersa la policía, se hace necesario, en primera instancia, generar ejercicios prioritarios de capacitación y “coaching” para la toma de decisiones acordes con los nue-vos escenarios procedimentales que describe la norma, de igual manera, como pares en la relación con las otras auto-ridades de policía, es imperativa la asunción de esa calidad por parte de toda la institución y de cada uno de sus inte-grantes, en yuxtaposición al concepto manido de subordi-

nación jerárquica institucional y personal; esto se logrará, si se parte profesionalización científica del personal, de la desmilitarización de la Policía y la interiorización y enten-dimiento de su carácter civil. Finalmente, la preparación institucional, debe encaminarse al fortalecimiento de las competencias de sus miembros para convertirlos en media-dores con los procesos y asesorías respectivas en la política y aplicación de la seguridad pública.

Al traer acopio de la doctrina institucional de gestión humana por competencias, la categorización de la Policía como autoridad, la obliga a permitirle a sus integrantes ac-ceder y permanecer en los canales de estudio, en los niveles científicos técnicos, tecnológicos y profesionales acordes a la misión, que se transmutarán en beneficio de la misma y de la sociedad. La democratización de la institución educa-tiva superior con que cuenta la Policía y la apertura de nue-vos programas académicos acordes con el ejercicio policial, como sociología, antropología, sicología y otras ciencias so-ciales, fortalecerá la doctrina mencionada y garantizará una mejor relación entre la institución y la comunidad, quien observará cómo los hombres y mujeres que se encargan de su convivencia se profesionalizan en áreas del conocimien-to que complementarán en una forma ideal el proceso de formación y desarrollo intelectual y pedagógico.

TRES LÍNEAS DE ACCIÓN Para lograr la convivencia en seguridad, tranquilidad,

moralidad y ecología públicas, la Policía Nacional, como autoridad que es, debe focalizar su atención de manera prioritaria en tres líneas de acción, a saber: En primer lugar, en el desarrollo, mantenimiento y multiplicación de una cultura general prospectiva que logre en cada individuo y en cada sociedad, individualmente considerada, se apropie y empodere de los comportamientos necesarios que demar-quen los límites sociales asertivos; en segundo lugar, debe procurar la creación y estandarización de controles sociales respetuosos del objeto del derecho de policía (libertad, dig-nidad y derechos correlativos de la personalidad humana), que estimulen a todos los presentes en Colombia a ser vigías de escenarios pacíficos que coadyuven los procesos de desarrollo y, en último lugar, incentiven la conforma-ción de células sociales que se amalgamen cada una con una especialidad determinada, a fin que su trabajo co-munitario produzca espacios armónicos en cada una de las esferas de la convivencia, como fin de la policiologia y el derecho de policía.

Si entendemos la envergadura del concepto “Autori-dad de policía”, la institución debería dejar de depender del ministerio de defensa y de su restrictivo concepto, toda vez que su misión es totalmente diferente a la policía: con-vivencia y paz.

La asistencia militar, figura reconocida de antiguo en nuestra legislación, de manera soslayada, otorga tempora-riamente la calidad de autoridad a la policía, cuando en

Retos y oportunidades para la Policía NacionalNuevas autoridades de policía

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

virtud de la alteración de la convivencia (orden público), requiera del apoyo de las fuerzas militares, se le reconoce la acción, sin margen de duda, su conocimiento y experticia en el manejo de estas situaciones. Ellos, los militares, deben acatar las instrucciones y direccionamiento del mando po-licial a cargo; esto significa que de antaño, la intervención de las tuerzas militares en los espacios de la convivencia debe estar subordinada a la directriz policial. Esta dispo-sición adquiere una máxima potencialización en la actua-lidad ya que la policía es autoridad por mandato legal, mientras que las demás fuerzas armadas no lo son, amén de la órbita diferencial de su ejercicio misional a la luz de la constitución nacional.

La dicotomía conceptual en lo que hacía referencia a si la policía era o no autoridad en el entendido óntico y social, fue un ejercicio dogmático incisivo desde la convulsionada década de los años y hasta la expedición del Código Nacio-nal de Policía (Decreto 1355 de 1970), al adquirir un tinte compulsivo doctrinal afincado en las continuas reformas; sin embargo, esta disyuntiva académica y conceptual ha llegado a su fin con la expedición de la Ley 1801 de 2016. El reconocimiento de la calidad de autoridad otorgado por el artículo 198 ibídem, la ubica en el mismo nivel jerár-quico que las ya conocidas antiguas autoridades, lo cual no significa cosa diferente al reconocimiento de par que la policía, en adelante, tendrá con los demás funcionarios que ostentan esta misma categoría. El galardón conferido a la policía por el legislador, le ofrece una amplia gama de posi-bilidades, que van desde el trato paritario y no subordinado o diferencial, la posibilidad de intervenir de manera directa y unilateral en lo social y la obligación de ser el formador de políticas públicas en lo que a su competencia se refiere, hasta la apropiación de recursos presupuéstales suficientes que le permitan desarrollar planes y programas sociales que impacten de manera positiva los grupos poblacionales.

La gestión de lo público debe constituirse como la prioridad fundamental de todas las autoridades, en el entendido que lo público en su polisemia lo de todos, lo que a todos atañe y afecta. Pero igualmente significa o califica una rama amplia del derecho público que cobija los entes del estado. Para poder gestionar lo público es indispensable orquestar de forma sincrónica seis aspec-tos que direccionarán a las entidades a la consecución de sus objetivos. Estos son:a) Desarrollo de las potencialidades del ser, que consiste

en un crecimiento desde la base individual y/o colec-tiva y/u organizacional a través de los elementos que hacen parte indiscutible de estos entes, que abarcan desde el aspecto cognitivo hasta llegar al afectivo emo-cional, pasando por el económico, educacional y pro-yectivo. Sólo en la medida del autoconocimiento, de las expectativas, limites, pasiones, misión, objetivos y habilidades, podemos proyectamos al conocimiento del otro, para descubrir los mismos aspectos propios cono-cidos y al desarrollar sinergias.

b) Gestionar lo público, supone, necesariamente, saber las diversas transversalidades misionales, conocer los lími-tes legales, individuales y colectivos, para poder trasegar sobre una hoja de ruta interdependiente. multifuncio-nal y pluridisciplinaria de manera responsable, que no es cosa distinta a la corresponsabilidad entendida en tres escenarios que se complementan; de un lado, el deber

de hacer lo que tengo que hacer: en segundo lugar, en el derecho de exigirle el mismo comportamiento al otro y, finalmente, en el deber de denunciar a todo aquel que sin justa causa se sustraiga del cumplimiento de sus obligaciones o incurra en comportamientos ilegales o inmorales.

c) La Policía como institución y cada uno de sus miem-bros, independientemente considerado, necesariamente deben entender, que el hecho de no ser deliberantes no los hace apolíticos, este término está conformado por el prefijo latino (a) que tiene una connotación privativa y que significa no tener política (lo que erróneamente se ha entendido como la prohibición a tener ideología o manejo político), la segunda parte de la palabra deriva del latín polítcia, mismo origen etimológico de policía, que a su vez se deriva de la polis que debe entender-se como con la convivencia de homínidos(el orden de los pueblos y las ciudades) traducción dogmática, si se entiende que política es el manejo adecuado y asertivo del todo por parte de quien, por elección, decisión y poder, goza de la atribución para hacerlo; en este mis-mo sentido para que haya orden es necesario interac-tuar con otros actores en el mismo nivel de capacidad presupuestal, de toma de decisiones y jerarquía; esto es “hacer lobby” y “política”. Pero debe saberse que una cosa es la ciencia política y otra muy lejos de esta que es politiquería.

d) Uno de los aspectos que más ha dificultado la rela-ción triada Comunidad - Estado - Policía, a pesar de los ingentes esfuerzos de esta última, es la carencia de comunicación asertiva, que ha impedido tender puen-tes de unión, esto básicamente se deriva de la postura reactiva y sancionatoria ejercida por la policía durante tantos años, consecuencia de la situación político-social que atravesaba el país. El reconocimiento de calidad de autoridad le va a permitir a la policía renovar su actual lenguaje institucional, independiente y adecuado, que indiscutiblemente coadyuva el proceso de interacción

en la triada mencionada, en el ámbito público en que se desenvuelve.

e) El ejercicio de coproducción, enmarca un escenario sis-témico que relaciona a los diferentes actores públicos, privados, sociales y políticos, nacionales e internacio-nales, alrededor de un problema específico y los convo-ca desde su objetivo y fin a mitigar las causas directas, estructurales y sociales (culturales) de las violencias; de igual manera, a intervenir la conflictividad como pri-mera ratio para mitigar el delito. La corresponsabilidad es la mejor expresión de la gobernanza que se entiende como la capacidad de tomar decisiones y formar coali-ciones que apoyen las propuestas de cambio. La buena gobernanza como factor determinante de la correspon-sabilidad abarca estos aspectos:

“Transparencia, Participación de los actores implica-dos. Comportamiento ético y justo, capacidad para crear alianzas, habilidad para gestionar los conflictos y coherencia y sostenibilidad de las políticas”.

f ) Es imperativo, en virtud de la responsabilidad institu-cional y social articulada y derivada del principio de autoridad, crear redes sociales (sistemas abiertos) de decisión, públicas, privadas y/o mixtas, que apoyen, cimenten y desarrollen ideas y desempeñen un papel crítico constructivista. Estas redes, se convertirán en la médula espinal civil ciudadana de la policía, ya que sus objetivos serán, en primerísimo lugar cooperar en la construcción, mantenimiento y verificación de espacios seguros; segundo, serán el enlace o conector entre los diversos actores sociales y la policía, tercero, participa-rán en la creación y sostenimiento de una cultura social que fortalezca los vínculos humanos, que cree sentido de pertenencia para con el entorno, que genere con-textos de crecimiento y expansión económica, cultural y educacional y que se empodere de las banderas de su localidad; cuarto, construirán un pensamiento glocal, al impulsar la doctrina institucional hacia la articula-ción de los cambios necesarios de acuerdo al devenir de la comunidad y finalmente, coparticiparán de manera constante, en el mantenimiento de las condiciones de legitimación de la institución.Colombia, a partir de la iniciativa legal, le abre las

puertas a la Policía Nacional a un contexto de internacio-nalización que le permitirá, sin lugar a dudas, mejorar los espacios de interacción con la comunidad, le brinda la ex-celsa oportunidad de apropiarse y hacer uso adecuado de recursos propios para un mejor ejercicio y cumplimiento de su función pública, la reta a expandir sus horizontes de profesionalización y le garantiza el amparo trente a la toma de decisiones que en un país convulsionado podrían resul-tar ser un tanto odiosas pero necesarias para el manteni-miento de si fin (la convivencia). Sin embargo, y este es un aspecto que abordaré en un próximo espacio académico documental, la ley 1801 apareja una dicotomía estructural en varios de sus artículos, que resucita la primitiva discu-sión de la calidad de autoridad para la Policía Nacional.

1-Magister en: Estudios Políticos en Relaciones Internacionales, Administrador de Empresas, consultor, asesor y docente*NIR. Desde el punto de vista del derecho de policía, la seguridad es pública y total2 http://www.un.org/humansecurity/es/content/el-concepto-de-seguridad-humana3. Pirámide de la violencia Johan Galtung4. De los delitos y las penas – cessare Becaria5. Principios para una buena Gobernanza6. Término usado por los expertos para concatenar los aspectos globales y locales y su interdependencia

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Por Mayor General (r) CARlOS AlBERTO PuliDO BARRANTES

La corrupción que agobia al país y es motivo de enorme preocupación y grandes deba-tes en la política, el gobierno y la sociedad en general, bien merece un comentario que permita vislumbrar un principio de es-peranza y de recuperación de la confianza.

La lucha frontal contra la corrupción que desde el año pasado se ha venido intensificando con la realización de grandes investigaciones, captu-ras, detenciones y condenas de responsables; deco-misos, incautaciones, extinciones de domino, iden-tificación de cuentas bancarias en el exterior, como producto de la corrupción y el blanqueo de dineros, el descubrimiento de los nuevos carteles, juzgamien-to de delincuentes de cuello blanco y puesta al descubierto de sus fortunas ocultas; el llamado testa-ferrato y otras más, son el producto del compromiso y de la decisión indeclinable de las autoridades en-cargadas de combatirla.

Lo importante de este accionar se centra indu-dablemente, en el compromiso firme y unánime de la Fiscalía General y la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República y, na-turalmente, de la Policía Nacional con su Dirección Nacional de Investigaciones -DIJIN- e -INTER-POL-, con sus funciones de investigación criminal, instituciones éstas, que, públicamente en declara-ciones ante los medios de comunicación, foros, se-minarios, congresos y reuniones de carácter nacional e internacional, han reiterado su lucha conjunta y decidida contra la corrupción y la impunidad, para lo cual, también se cuenta con los aportes del perio-dismo investigativo.

Estas instituciones se han comprometido solem-nemente ante el País a trabajar unidas, a no desfalle-cer en el cumplimiento de su función constitucional y legal, sin importar las presiones, críticas y amenazas que se han venido presentando en su contra, como era de suponer, cuando se pisan callos de los compro-metidos en este enorme abuso de la corrupción que, en una forma u otra, afecta a todo el país.

La Fiscalía General de la Nación que con dili-gencia dirige el doctor Néstor Humberto Martínez Neira, en cumplimiento de su función constitu-cional, realiza una admirable y ejemplar tarea en la lucha sin tregua contra la corrupción, en la cual, se ha comprometido con firmeza, valor y enorme res-ponsabilidad como lo puede testimoniar la sociedad; al extender su acción a nivel internacional en varios países con quien tiene convenios de cooperación ju-dicial, pudiéndose afirmar que las fronteras no cons-tituyen obstáculo para la justicia.

La Procuraduría General, Ministerio Público, que con tino y gran acierto dirige el doctor Fernando Carrillo Flórez, como ente de control autónomo que ejerce vigi-lancia superior de la conducta oficial de quienes desem-peñan funciones públicas, de los particulares y agencias del Estado que desempeñan estas funciones, así como la defensa del orden jurídico, del patrimonio público y de las garantías fundamentales, entre otros, cumple esta delicada misión con entereza y valentía y pone el dedo en la llaga, y al desenmascarar a los corruptos y en el ejercicio de sus funciones públicas,(defraudándose del estado), impone sin miramiento alguno, las sanciones que señala la ley.

La Controlaría General, es otra de las institu-ciones seriamente comprometida en esta lucha sin cuartel contra la corrupción, a cargo del doctor Ed-gardo Maya Villazón, quien la dirige con acierto en desarrollo de la función de llevar el control fiscal, la vigilancia de la gestión fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejan fondos o bienes de la Nación. Con su labor de carácter téc-nico, ha hecho hallazgos importantes de los malos manejos en desmedro de la administración, de sus fondos y de sus bienes, sacándolos a la luz pública, para establecer responsabilidades e imponer sancio-nes pecuniarias y promover, ante las autoridades competentes, las investigaciones penales y disciplina-rias que se han vuelto el pan de cada día.

La Policía Nacional con su Dirección de investiga-ciones criminal e Interpol, con sus fortalezas humanas, técnicas, científicas y tecnológicas, como auxiliar de la justicia apoya, atiende y colabora con estas autoridades, especialmente con la Fiscalía General, convirtiéndose en protagonista de primer orden en la lucha contra el delito, la impunidad y la corrupción, gracias al profe-sionalismo y eficacia, bajo la dirección del general Jorge Hernando Nieto Rojas, Director General de la Policía Nacional y del director de la DIJIN brigadier general Jorge Luis Vargas Valencia quienes, con acierto y místi-ca, cumplen esta delicada misión.

El Colegio de Generales de la Policía Nacional, re-conoce y admira el trabajo denodado y valeroso que es-tas instituciones vienen realizando contra la impunidad y la corrupción y, por el compromiso interinstitucional coordinado, unánime y solidario con que libran esta lu-cha. Los animamos para que redoblen los esfuerzos y les expresa su solidaridad y compromiso.

Somos conscientes que por más compromiso que tengan estas instituciones, se requiere la colaboración, apoyo y empeño de toda la sociedad, de los medios de comunicación que, también se constituyen en un fac-tor importante y definitivo, así como del buen ejemplo en que necesariamente deben estar comprometidos los integrantes de las ramas del poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, si se quiere recuperar la confianza y la espe-ranza del pueblo colombiano.

Unidad en la lucha contra la corrupción

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Por JORGE HERNANDO NiETO ROJAS Director General Policía Nacional

El 17 de diciembre de 1950, en tiempos en que Colombia sucumbía en medio de la Violencia, un grupo de 93 jóvenes soñadores decidió convertirse en policías de la patria para contribuir a recuperar el camino de la reconciliación nacional.

A tan corta edad no era una tarea fá-cil. Había que saber actuar, pensar, decidir, liderar y arriesgar. Y estos muchachos supieron hacerlo. Con un inmenso amor por Dios y la patria se echaron encima tan monumental responsabilidad hasta con-vertirse en parte de la historia misma de Colombia. Cada uno de ellos escribió en oro verdaderas páginas de gloria que hoy hacen parte del orgullo mismo de la Policía Nacional de todos los colombianos.

Por todo eso, por haber sido los alumnos aventajados de la Misión Inglesa, por haber te-nido excelsos maestros, por haber desarrollado el Nuevo Estatuto Orgánico para la Policía Nacional y por mucho más, los llamaron el ‘Curso de los Sabios’.

Al selecto grupo de integrantes de la promo-ción ‘Juan José Rondón’ pertenece el señor bri-

gadier general Fabio Arturo Londoño Cárdenas, adalid de la ciencia y el derecho de policía, que inclusive ha trascendido a los cuerpos de policía en varios países del mundo.

Su vida y su obra denotan sueños en aras de la paz, la convivencia y la armonía, y su respeto por lo público refleja su compromiso y responsabili-dad con el prójimo y la búsqueda constante de la esencia y naturaleza del servicio de policía.

Son 88 años de vida al servicio de la patria y del conocimiento. En su natal Medellín brilló como bachiller del Liceo Antioqueño, como tam-bién lo hizo como abogado, Senador de la Cámara Junior Internacional, Inspector General de nues-tra Institución, Director General de la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional, miem-bro de la Sociedad Académica Santanderista de Colombia y miembro cofundador de la Academia Colombiana de Historia Policial.

Lo propio hizo ocupando cargos de comando en Estaciones, Distritos, Departamentos y Escue-las de Policía.

Además, ya son más de dos décadas al frente de la especialización de seguridad integral y como Director del Centro de Policía, donde también se destaca como docente y conferencista.

Reconocimiento al señor general

Londoño CárdenasEl señor brigadier general es, sin duda, el escritor

más prolífico de nuestra Institución. Es precisamente la ciencia de policía la que le ha marcado en el ámbi-to académico, reflejada en las diferentes publicacio-nes realizadas, como libros, capítulos de libros, po-nencias, conferencias, analectas, artículos y folletos.

En sus obras, llámense Nociones de ética gene-ral y deontología policial, Cuestiones policiales, Evo-lución del Derecho de Policía y planteamientos con-temporáneos o Analectas para una filosofía policíaca, encontramos las bases para que las nuevas gene-raciones conozcan, entiendan y sepan cuál es el verdadero sentido de nuestra profesión y del com-promiso que se adquiere sagradamente con Dios, la patria y la ciudadanía, como reza el juramento que hacemos al quedar investidos de autoridad.

Ese legado será de permanente y obligatorio estudio en cada en cado uno de los eventos de la escuela de posgrados y de los diferentes centros de formación y capacitación.

Gracias, apreciado y admirado señor brigadier general por todas sus enseñanzas. Gracias por todo lo que ha hecho por nuestra Institución y por el país entero.

Hoy, gran parte de su pensamiento, se ha con-vertido en la base de nuestro proceso de Moder-nización y Transformación Institucional (MTI), hoja de ruta de la Policía Nacional para entregarle al país policías más humanos, íntegros, disciplina-dos, innovadores y efectivos en su gestión; policías más cercanos al ciudadano, tal como siempre lo ha profesado el señor brigadier general Londoño Cárdenas. En su legado y paradigma de la ciencia y el derecho de policía.

Todo nuestro reconocimiento a su esposa, se-ñora Consuelo Fernández Rincón, a sus hijos y demás integrantes de su respetada familia. Usted es el ejemplo del ciudadano ejemplar que desde aquellos tiempos oscuros de la Violencia siempre ha trabajado ‘Por una Colombia Segura y en Paz’.

Gracias mi general: usted siempre ha contado y contará con mi aprecio y afecto personal y la ad-miración y respeto de toda la institución policial.

ya son más de dos décadas al frente de la especialización de seguridad integral y como Director del Centro de Policía, donde también se destaca como docente y conferencista.

CONDOLENCIASLa Junta Directiva y los Miembros del Colegio de Ge-nerales de la Policia Nacional, se unen al dolor que embarga a la familia policial por el fallecimiento de:

Mayor General Manuel Tulio Salinas Cantin A su esposa doña Yamile Abdala de Salinas e hijos.

Zayra Vanessa Alfonso SánchezA sus padres Brigadier General Heliodoro Antonio Al-fonso Roa y doctora Clelia América Sánchez de Alfon-so, e hijas.

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Por JAiRO ENRiquE SuáREz álVAREz

El objetivo de las siguientes pala-bras es presentar una semblanza académica del señor general Fa-bio Arturo Londoño Cárdenas, advirtiendo que se trata de eso: una semblanza, es decir, un bos-quejo que refleja sólo algunos de

los principales rasgos del impacto de su trayectoria en la Policía

Nacional de Colombia, en especial, con relación al ám-bito de la Academia, la for-

mación y la educación policiales. Para este propósito se enuncian tres cuestiones: una,

¿por qué y para qué el paradigma de la ciencia

de policía en Colombia según Londoño Cárde-nas?; la segunda, ¿por qué ha persistido el General Londoño con su idea de

Ciencia de po-

licía? y tres, ¿cuál es en últimas el aporte concreto de esta ciencia a la Institución policial?.

¿Por qué y para qué el paradigma de la ciencia de policía en Colombia?

Toda esmerada siembra da excelsos frutos así como una obstinada persistencia logra sus fines. Y, es precisamente la tenaz determinación de Fa-bio Arturo Londoño Cárdenas, como general, maestro, padre de familia, abuelo, compañero de trabajo, amigo y, ante todo, como ser humano, que nos reúne hoy con el objetivo de esbozar su principal aporte a la Policía Nacional de Colom-bia. En efecto, se trata de reconocer y otorgar el lugar justo a un esfuerzo cultivado durante casi toda una vida, aproximadamente 60 años, dedica-dos a pensar una institución, vivirla, a veces pade-cerla, plantear principios y sugerir decisiones para guiar su rumbo y, en especial, proveer elementos teóricos y prácticos para el devenir doctrinal en sus dimensiones estratégica, táctica y operacional, enmarcadas en un paradigma dual: la ciencia de policía y el derecho policial.

Sin preámbulos, por el perseverante trabajo del general Fabio Arturo Londoño Cárdenas la Policía Nacional de Colombia reconoce que la ciencia, y, en particular, que la ciencia de policía, se convierte cada vez en aquel campo de conocimiento imprescindi-ble para la fundamentación de aquello que hace la Institución en la calle, en los diversos territorios de la geografía nacional y por la co-munidad, por las personas, las gentes de nuestra plural sociedad colombiana. Sí, en medio de los debates aca-démicos y las interminables

discusiones epistemológicas sobre en qué medida una institución como la policía puede o no concebir y desarrollar una ciencia, cuyo objeto de estudio es el ente Estado y su finalidad es contribuir a la con-vivencia. Pues bien, más allá de la modesta claridad sobre estos asuntos de índole académica, y haya, por fortuna, divergencias, aceptaciones o rechazos, lo cierto es que muchas labores serias sobre la realidad social se basan en el conocimiento sistemático y me-tódico, es decir, se fundamentan en la ciencia.

Sin ciencia no es posible algo serio. Sin ciencia no es viable conocer, interpretar y transformar una realidad compleja como lo es la convivencia. Y sin conciencia sobre la necesidad de ciencia para hacer las cosas de manera más objetiva, sensata, rigurosa, metódica, ecuánime, con principios y con visión honesta de influir en la realidad de las comunida-des, sería una truculenta odisea intentar modernizar y transformar una institución. Más aún cuando se anhelan cambios para enfrentar realidades sociales complejas, y se busca adaptar, por ejemplo, la edu-cación policial al nuevo contexto del país. Y sin duda alguna, el general Londoño Cárdenas desde años atrás ha insistido y ha exhortado desde sus libros sobre la importante y urgente tarea de concebir y desarrollar un conocimiento sistemático y metódico inspirado en el quehacer policial; nos ha reiterado una y otra vez que la enorme responsabilidad que nos compete sobre la convivencia humana necesita de un desarrollo científico para desplegar, de manera viable y realista, las auténticas capacidades del Estado a través de su Policía Nacional.

¿Por qué ha persistido Londoño Cárdenas con su idea de Ciencia de policía?

El general Londoño reconoce que nos halla-mos en una fase de “esbozo de una teoría gene-ral de la ciencia de policía”, y como tal, se trata más bien de un punto de partida profundo y amplio por desarrollar a través de generaciones de policiales que se formen en dicha materia. Por esta razón también es importante que diver-sas disciplinas como el derecho, la ciencia polí-tica y la sociología -entre otras- contribuyan a la renovación de la mentalidad policial, lo cual significa la necesidad de persistir en lograr los cambios institucionales deseados mediante el desarrollo del saber científico.

Ciencia de policía y derecho de policía:Hacia la edificación de un paradigma

(Semblanza académica del Señor Brigadier General (r) Fabio Arturo Londoño Cárdenas)

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¿Cuál es el temor de enfrentarnos a la ciencia? ¿Acaso aquello que se denomina ciencia es un ám-bito exclusivo de otras disciplinas? ¿No posee aca-so la Policía Nacional de Colombia la privilegiada fuente de información y conocimiento directo de la realidad como lo es la comunidad? ¿No es por cierto nuestra institución, una, entre otras del Es-tado, que más y mejor conoce los problemas de la sociedad? ¿Por medio de qué método o métodos ha logrado tal conocimiento? ¿Cuál es la brecha entre información y conocimiento que impide a la institución desarrollar ciencia? ¿Se justifica cier-ta timidez institucional para hablar de ciencia de policía cuando se cuenta con impecables áreas y dependencias que realizan investigaciones con “sofisticados” resultados e impactos a nivel nacio-nal e internacional?; ¿es posible fortalecer la edu-cación policial sin ciencia?, ¿Somos conscientes que lo anterior ha sido posible porque existe una formación en ciencia policial, quizás sin saberlo? (como aquella persona que aprende a curar a otros sin saber que desarrolla ciencia médica)

Sin pretender resolver los anteriores interrogan-tes, una respuesta que aglutina todos estos cuestio-namientos consiste en lo siguiente: la ciencia policía es un paradigma en auge. En otras palabras, hemos tenido a la mano desde hace medio siglo y en boca y escritura del general Fabio Arturo aquella propuesta para fortalecer la ciencia y la tecnología institucional, con base en aquel paradigma denominado “ciencia de policía”. Ahora bien, ¿qué ha sucedido y qué ha faltado? En primer lugar, lo que ha sucedido es un significativo crecimiento institucional en términos materiales, formales, de número en personal unifor-mado, y de adquisición de medios tecnológicos e im-portantes logros de infraestructura, junto a los innu-merables resultados históricos de gestión estratégica, táctica y operacional. En segundo lugar, lo que ha faltado es consolidar toda esa complejidad de logros y resultados sobre una base denominada ciencia de policía, es decir, fortalecer la articulación endógena entre las diversas áreas y dependencias alrededor de ese paradigma en auge. Dicho de otro modo, la ins-titución ha sembrado importantes experiencias (lec-ciones aprendidas) durante varias décadas y quizás, ha pasado por alto recoger todos esos frutos en un solo mosaico histórico de conocimiento sistematiza-do y metódico llamado ciencia.

¿Cuál es en definitiva el aporte concreto de esta ciencia a la Institución policial?

El general entró al laberinto epistemológico del saber científico a través de sus ires y venires y tam-bién logró salir del mismo. A partir de la pregunta ¿cómo puede ayudar la ciencia de policía a la Institu-ción?, El general encontró, entre otras respuestas, las siguientes. En primer lugar, hay que saber qué signi-fica eso que denominamos policía, su naturaleza, sus principios, su evolución a través del tiempo y lo que le depara el futuro. En segundo lugar, policía no es una simple actividad y menos aún, una institución apéndice del Estado. Por el contrario, además de ac-

tividad, policía es un poder que encierra la máxima responsabilidad del Estado, porque recae sobre la co-munidad, sobre personas de carne y hueso, sobre su dignidad y sus vidas; y también, porque policía es una función crucial para hacer cumplir las reglas bá-sicas que hacen posible vivir con otros. En tercer lu-gar, los principios de la ciencia policial corren el ries-go de extraviarse si no se articulan a la naturaleza civil del ente policía (Estado), es decir, si no están del lado de la comunidad, de la persona humana, pero sobre todo, si la institución no se hace consciente que su naturaleza es estatal, y en consecuencia, su naturaleza también es política: servir a la comunidad. Además, porque la ciencia de policía hace posible la apertura para la autocrítica y el mejoramiento constante de la realización de su función pública; al tiempo que facilita comprender -a través del derecho de policía- que la Institución es de naturaleza política, porque obedece y se ciñe a una Constitución Política.

Los aportes específicos de la Ciencia de Policía, según Londoño Cárdenas:

El paradigma de la Ciencia policialAl proveer una visión de la realidad, una for-

ma de ver el mundo, una visión más sencilla sobre los complejos contextos que enfrenta las policías a nivel global.

La concepción teóricaDada la generación de conocimientos, la pro-

ducción conceptual, la reflexión crítica, el desarro-llo artesanal de términos y palabras que configu-ran un lenguaje para referirse al mundo policial.

La proyección de un modelo de policíaEl cual concibe la visión paradigmática y su

construcción teórica de la realidad para traducirlas en prácticas y el conjunto del quehacer cotidiano del policía en la calle con su comunidad, al com-binar la seguridad citadina con la seguridad rural.

Adicionalmente, porque el apetito cogniti-vo, el hambre de conocimiento, y la sed de saber son las potencialidades prioritarias en tiempos de crisis para pensar mejor, mirar los problemas con serenidad y nitidez, tomar decisiones de manera fundamentada y con discernimiento unido a la

comunidad y los cuerpos de líderes policiales. También, porque la ciencia es una posibilidad

de discutir con fundamento, sin destruir al contra-dictor, pero al tiempo, el conocimiento sistemático se convierte tanto en un arma letal porque es capaz de identificar las debilidades de quien está al margen de la ley, así como la comprensión se convierte en el medio predilecto para resolver motivos de policía en complejas marañas de conflictividad.

Continuar los desarrollos filosóficos de doc-trina policial de ilustres figuras nacionales como Miguel Lleras Pizarro y Roberto Pineda Castillo, y nutrirla mediante la crítica con autores interna-cionales como Loubet de Bayle, Omar Guerrero, Enrique Fentanes y Michel Foucault, entre otros.

Fundar la realización de los Congresos In-ternacionales de Ciencia de Policía, al convertir esta crucial dinámica académica en un pletórico cúmulo de interacciones para acceder a nuevas vi-siones y conocimientos sobre aquello que significa Policía, en Colombia y en el mundo.

Persistir durante años en la configuración y materialización de un Código Nacional de Po-licía, cuyo fundamento filosófico central fuera la convivencia sustentada en las categorías de seguri-dad, tranquilidad, moralidad y ecología.

Ser el pionero de la Mediación Policial en Colombia, allende de la inclusión de este osten-sible ámbito práctico en el Código antes mencio-nado, por exaltar que la naturaleza del hombre y mujer policía, consiste en el despliegue de tan férrea virtud humana.

Estimular la creativa pre-ocupación por la alta calidad de la educación y formación po-liciales, a partir de las actuales generaciones de mujeres y hombres policías que incuben vocación profesional, así como virtudes y sabiduría a través de las generaciones futuras.

Puede estar usted seguro señor general Fabio Arturo Londoño Cárdenas, que su esfuerzo inte-lectual y vital ha quedado sembrado en este cuer-po institucional y dará frutos como su inagotable esfuerzo lo ha demostrado y ha sido ejemplo para nosotros en estos difíciles tiempos.

sin duda alguna, el general Londoño Cárdenas desde años atrás ha insistido y ha exhortado desde sus libros sobre la importante y urgente tarea de concebir y desarrollar un conocimiento sistemático y metódico inspirado en el quehacer policial.

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por: Teniente CARlOS ENRiquE iSAzA GARCÍA

Hoy es un día especial para nuestra ins-titución porque tenemos la envidiable oportunidad de festejar los 89 años que el señor Brigadier General FABIO ARTURO LONDOÑO CÁRDE-NAS ha dedicado a cumplir labores en la Policía de los colombianos, en que

ha sobresalido como un verdadero estudioso y maestro de la ciencia y derecho de policía.

Los años 1950 fueron de formación en la es-cuela de los maestros Dres. Roberto Pineda Cas-tillo y Miguel Lleras Pizarro quienes marcaron un sendero firme sobre las bases del derecho de Poli-cía y de sus connotaciones para la civilidad de los colombianos.

En 1960 terminó sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Libre.

Su vinculación a diferentes cargos y funciones dieron resultados importantes. Después de haber ejercido como Agregado de Policía ante el gobier-no de Venezuela y cumplir su tarea en el servicio diplomático, el general Londoño Cárdenas asu-mió la dirección de la Escuela de Cadetes de Poli-cía “General Francisco de Paula Santander”. En la Escuela, alma mater de la Policía Nacional, tuvo la oportunidad de seguir fielmente el legado de sus maestros Miguel Lleras Pizarro, Álvaro Castaño Castillo y Roberto Pineda Castillo. Estas oportu-nidades lo convirtieron en su discípulo más desta-cado y en el continuador y difusor de su filosofía.

Su paso por la Escuela General Santander, fue transcendental; generó cambios en la estructura académica. Implantó normas de disciplina y con-ceptos filosóficos para aplicación por parte de los futuros oficiales de la institución; como testimonio, se encuentran las conferencias, las traducciones del inglés y del francés, sus versiones sobre distintos te-mas policiales y sus escritos siempre elaborados de manera cuidadosa, con el estricto empleo de las re-glas gramaticales y, naturalmente, el pulimento del contenido. Desde su libro inicial Cuestiones poli-ciales (en 1987), pasando por Introducción a la fi-losofía policial (en 1994), Doctrina del derecho de policía en Colombia (en 1997), Reseña histórica de la Policía (en 1998), hasta El concepto de seguridad integral en Francia en relación con la convivencia en Colombia (1999), se ha consagrado al estudio de la Ciencia y Derecho de Policía. Ejemplos de ello han sido sus publicaciones Esbozo de una teoría general de la ciencia de policía (en 2011 y 2014), Derecho de policía: consideraciones sobre la teo-ría general (en 2012), y su reciente publicación sobre Sociología y renovación de la mentalidad policial (en 2016) con la colaboración de los Dres. Milcíades Vizcaíno, Jaime Amaya y Carlos Emilio González, antiguos profesores de la Espe-cialización en Seguridad Integral.

Uno de los campos en que más se ha distingui-do el B.G. (r) Londoño Cárdenas es el de las conti-nuas publicaciones sobre textos de filosofía, ciencia y doctrina policiales, de los cuales presentamos un breve resumen: l “Cuestiones policiales”. Obra publicada en dos

ediciones (ambas agotadas). Define la Policía, analiza la terminología de Naciones Unidas, de la Policía de Alemania y otros conceptos de poli-cía en el mundo, sus análisis rigurosos permiten ver diferentes enfoques del concepto policial y avanzar en investigaciones sobre la ciencia poli-cial. En un capítulo sobre la Escuela de Cadetes “General Francisco de Paula Santander”, nos deleita con sus apuntes sobre la misma y un ho-menaje al “Hombre de las Leyes”. Los servicios de policía, la Defensa Civil y las calamidades pú-blicas, anteceden a algunas reflexiones policiales sobre la prevención, los derechos del hombre, el Código de Policía y el terrorismo.

l “Evolución del Derecho de Policía y plantea-mientos contemporáneos”. Libro escrito en se-cuencia histórica del derecho de policía y que

ofrece otra visión sobre la teoría general del derecho de policía y su importancia en el campo socio jurídico. También presenta planteamientos claros sobre los motivos de policía y propuestas de reforma al Código Nacional de Policía; luego expone el tema de la nueva tesis sobre “seguridad democrática”, los mitos en policía y la policía del futuro.

l “Analectas para una filosofía policíaca”. Em-pieza por analizar las categorías de seguridad e inseguridad; continúa con la evolución histórica de la filosofía desde el pensamien-to griego hasta nuestros días; pasa por la es-colástica, la modernidad, el racionalismo, el empirismo, el positivismo, el marxismo y el pensamiento actual. Recuento similar hace sobre la metafísica. La tercera parte de este li-bro, se refiere a las ciencias jurídico-policiales y a tres temas fundamentales para nosotros: el derecho de policía, el poder de policía y el régimen de policía.

l “Nociones de ética general y deontología po-licíal”. Tratado que fundamenta y enseña las reglas del buen vivir y del buen actuar para el hombre policía. Nos recuerda las nociones de la ética en general, la moral, los actos hu-manos, la ley eterna, la ley moral y la ley na-tural, la sociedad, el bien común, la familia, la deontología, el concepto de deontología policial y las virtudes del hombre policía.Además de las anteriores, enumeramos las

siguientes publicaciones:l “Introducción a la filosofía policial”.l “Microenciclopedia policía”l. Complemen-

tación y edición de una serie de definiciones del derecho de policía elaborada por el doc-tor Roberto Pineda Castillo.

l Recopilación de los artículos publicados por el doctor Pineda Castillo, en distintos órga-nos de policía con el título de “Doctrina del Derecho de Policía en Colombia”.

l “Excerpta de la convivencia” (Fin de la cien-cia y el derecho policial).

l “Esbozo de una teoría general de la ciencia de policía”.

l Reedición con la casa editorial Ibáñez de los siguientes textos: “Nociones de ética general y deontología policial”, Esbozo de una teoría general de la ciencia de policía,

Semblanza vida y obra de señor brigadier general (r) Fabio Arturo Londoño Cárdenas

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Cartilla “síntesis de ciencia de policía”, “Sociología y renovación de la mentalidad policial”.

l “Memorias de los congresos internacionales en ciencia de policía”.El señor Brigadier General Londoño Cárdenas fue el gestor de la “Espe-

cialización en Seguridad Integral” para oficiales superiores que inició en 1994 y que todavía sigue vigente. Allí se fortalece el Centro de Estudios Superiores de Policía y con ello, auspicia el viraje del enfoque de la misma hacia la profe-sionalización de la oficialidad como base del fortalecimiento de sus procesos de liderazgo en el País. De esta manera posibilitó, hasta nuestros días, la ins-tauración de un sentido de transformación de los oficiales de policía basado en la capacitación, un camino que ha evolucionado desde entonces a través de las transformaciones coyunturales de las mallas curriculares.

Influenció la creación del Centro de Pensamiento y Doctrina Policial, actualmente vigente en la Oficina de Planeación, el cual ha sido fundamental en la determinación de los lineamientos del proceso de modernización ins-titucional.

Los anteriores escritos son el fruto de sus vivencias profesionales que le impulsaron en el año 2008 a la creación del Centro de Estudios en Ciencia de Policía, espacio de investigación académica que se ha visto fortalecido con la realización del congreso internacional en ciencia de policía, evento que inició el general Londoño en el año 2009, con una realización periódica de cada dos años y que este año en el mes de septiembre realizará su V versión. El Congreso Internacional en Ciencia de Policía, se ha convertido en un medio de transferencia de conocimiento sobre la realidad institucional, nacional y mundial, desde la generación de ideas, conceptos y propuestas de acción a partir de una reflexión permanente que permite el sustento científico en la toma de decisiones para garantizar la sana convivencia y ha permitido esta-blecer la necesidad de estudiar y entender la ciencia de policía como un factor fundamental para la profesionalización del hombre policía, con el fin de que se convierta en un líder capaz no solo de prevenir, sino también de responder de manera efectiva y oportuna a los problemas que afectan la convivencia.

Cómo no destacar sus aportes en derecho de policía, en que orientó fi-losóficamente el Código Nacional de Policía y Convivencia, a través de la definición de las categorías de la convivencia, y un aporte fundamental, la instauración de la mediación policial, siendo el primero en colocar en boga mencionado medio ínsito de policía.

El señor Brigadier General Londoño es, sin duda, el escritor más prolí-fico de nuestra institución; en todas estas obras están las bases para que los jóvenes que hoy se forman como cadetes y de todos los centros de estudio policial, conozcan, entiendan y sepan cuál es el verdadero sentido de nuestra profesión, del compromiso que se adquiere sagradamente con Dios, con la patria y con el pueblo, como reza el juramento que hacemos al quedar inves-tidos de autoridad.

Su labor como Cofundador de la Academia Colombiana de Historia Policial le ha proyectado a otros campos de la actividad policial con lo cual se ha convertido en un ejemplo para las futuras generaciones que requieren conocer la institución y el Estado colombiano, pero también las necesidades de los colombianos en materia de seguridad para dar el paso hacia la conso-lidación de “la paz estable y duradera” como aspiramos todos los policías y los colombianos.

Su retiro del servicio activo de la institución se produjo a solicitud propia en 1980, cuando pasó a ocupar el cargo de Director Administrativo de la Universidad de la Sabana, para cumplir una tarea reconocida por directivos y estudiantes de esa casa de estudios superiores; en 1987 fue nombrado Di-rector de la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional hasta el año de 1989.

Actualmente ocupa el cargo de Director del Centro de Estudios en Cien-cia de Policía, donde transmite sus enseñanzas en la Academia Superior de Policía, todos los cursos de ascenso y a los Coroneles que adelantan el curso para ascender al grado de Generales de la Policía Nacional.

Por MARTHA JANNETH DáVilA CAlDERÓN1-2

¿Puede resocializarse un menor que ha sido estigmatizado, abandonado, que conoce el sabor de la sangre, el poder y “la autoridad” que le otorgan el dinero y el portar un arma?

Colombia ha sufrido graves y per-manentes embates de violencia desa-

rrollada por una multiplicidad de actores con disimiles intenciones. Los narcotraficantes, in-surgentes y subversivos, delincuencia común y crimen organizado, se disputan diferentes partes de nuestra geografía y a pesar que sus objetivos sean diametralmente opuestos, hay una estrate-gia guerrerista coincidente: el uso de menores de edad para la comisión de delitos.

Por desgracia nuestro país ha escrito con ríos de sangre su ya larga tradición de violencia; desde nuestra independencia, hemos estado en medio de contiendas de disimiles oríge-nes, fundamentos, objetivos y métodos que parecieran no tener fin. Aspectos como la desigualdad social, la falta de oportunidades laborales, el insuficiente acceso a la edu-cación básica y superior, la violencia intra familiar, en-tre otros, son factores que, sin lugar a dudas, generan situaciones de vulneración y riesgo que desencadenan desangres.

Quizás, las mayores victimas dentro de este conflicto son los menores, quienes, al verse influen-ciados por los medios de comunicación y la falta de atención oportuna de padres, sociedad y Es-tado, se dejan llevar por individuos, grupos y or-ganizaciones sin conciencia que les ofrecen apa-rentes oportunidades, para aquellos imposibles de despreciar, con el fin difuso y equivocado de obtener un status dentro de la sociedad que los ha desplazado, agredido, desatendido y, en mu-chas ocasiones, ni siquiera se sabe que existen.

Colombia ha suscrito y ratificado la mayoría de tratados en materia de infancia y adolescen-cia, las leyes 1098 de 2006 (Ley de Infancia y Adolescencia) y en lo pertinente en la ley 1453, son una respuesta legislativa al ánimo tratadista que ha caracterizado siempre a nuestras autori-

dades, sin embargo y a partir de una desintere-sada observación e investigación social, pleonás-tica resulta la afirmación que nuestra legislación no es corresponsal con nuestra realidad.

Tenemos un mal endémico, somos los creado-res de un selecto grupo de individuos, para quienes la psicología y otras ciencias encargadas del estudio del desarrollo cognitivo, emocional y personal de los humanos, tienen una explicación basada en la negación de oportunidades y en situaciones de vulnerabilidad, llamado los “Niños Sicarios”; es-tamos exportando este producto nacional, y, de plano, estamos abordando la problemática no de manera integral sino tangencial.

Desde una perspectiva investigativa de carác-ter social y legal es imperativo tratar de determinar diáfanamente las circunstancias sociofamiliares, educacionales, económicas, que hacen que los me-nores sean proclives a la captación por parte de grupos al margen de la ley, así como los diversos

factores desde el punto de vista crimi-nológico, antropológico y sociológicojurídico, con el fin de poder ofrecer alter-nativas claras de solución que contribuyan, a partir de políticas públicas asertivas y coherentes con la realidad, a reconstruir el tejido social y a brindarle a nuestros niños, ni-ñas y adolescentes, escenarios adecuados para su desarrollo integral.

Estos y otros plantea-mientos fueron los que me impulsaron a iniciar una in-vestigación con miras a obte-ner el Doctorado en “Estudios legales” en Atlantic Internatio-nal University (AIU), (USA),

que resultó ser meritoria y hoy día se erige como el libro “THE HITMEN BABIES”, publicado por la Fundación Univer-sitaria Agraria de Colombia “UNIAGRARIA”.

En ésta ofrezco a mis lectores una serie de posiciones, análisis, teorías, respuestas sociales y alternativas, para que sean tratadas en virtud del principio de corresponsabilidad y se constituye en un llamado claro de atención para que to-dos y cada uno de los habitantes del territorio nacional entendamos y asumamos esta proble-mática como propia y no de resorte único de la autoridades.1 Doctoranda en Estudios Legales, Magister en estudios en terrorismo, especialista en derecho probatorio, abogada, asesora, consultora, conferencista, docente2 [email protected] Cel. No. 3162973319

“The hitmen babies”

Análisis sobre el sicariato infantil en Colombia

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por Brigadier General (RA) GuillERMO lEÓN DiETTES PéREz Presidente de la Academia Colombiana de Historia Policial

Nos corresponde en esta oportuni-dad, presentar la reseña biográfi-ca del señor Brigadier General (r) Don Jorge Enrique Bulla Quintana, otro distinguido Oficial de la espe-cialidad de Vigilancia Rural o Policía de Carabineros.

Biografía breveDon Jorge Enrique nació el 10 de octubre

de 1930, en el hogar conformado por el señor Ramón Bulla Bernal y Doña Emma Quintana Chávez, en el municipio de Sutatenza (Boyacá). Adelantó sus estudios Primarios en la Escuela Pública de su pueblo natal y los Secundarios en los Colegios José Joaquín Ortiz de (Tunja), en la Escuela Militar de Cadetes José María Córdoba, con los Jesuitas de San Bartolomé y el Girardot Saiz, donde obtuvo su diploma de bachiller.

Ingreso a la Policía, siendo dado de alta como Cadete en la Escuela General Francisco de Paula Santander, el 16 de julio de 1952, según resolu-ción No 1305 y recibió su grado de Oficial con la denominación de “Teniente Segundo”, (hoy Subteniente), con fecha 01 de junio de 1954, se-gún Decreto No 1703 como integrante del Curso No 011 Promoción que lleva por nombre “Marco Fidel Suarez”. Con el cambio de nombres de los grados en el escalafón de Oficiales, con fecha 01 de marzo de 1955 fue ascendido a Subteniente mediante Decreto No 438 de ese año.

Su carrera como Oficial de la Policía, la cumplió de acuerdo con el traslado a las si-guientes unidades:l Comandante de Pelotón de Vigilancia en la

Primera División de Bogotá.l Pasó a la Escuela de Cadetes de Policía General

Santander como Comandante de Pelotón de Cadetes.

l Adelanto curso de la Especialidad de Carabi-neros, en la Escuela de Caballería del Ejército Colombiano.

l En el club Militar de Oficiales ocupo el cargo de Jefe de Personal.

l Trasladado a la División Valle se posiciono como Alcalde de Cerrito y Jefe del Escuadrón de Carabineros.

l En Antioquia fue Comandante del Distrito No 9.

Semblanza

Brigadier General (r) Jorge Enrique Bulla Quintana

l Fue Comandante del departamento de Poli-cía Meta.

l Se desempeñó como Director de la Escuela Nacional de Carabineros.

l Ocupo la Dirección de la Escuela de Policía Gabriel González del Espinal, de la Rafael Re-yes de Santa Rosa de Viterbo y de la Carlos Holguín de Medellín.

l Fue Secretario General de la caja de Sueldos de Retiro de la Policía.

l Fue Comandante de los Departamentos de Policía Quindío, Valle del Cauca y Bogotá.

l Inspector Delegado de la Zona No 1.l Adelanto curso de Información sobre Defensa

Nacional.l Integró la comisión para las reformas constitu-

cional, penal, educativa, laboral y de contratos.l Cumplió comisión diplomática como Agrega-

do de Policía a la Embajada de la República de Venezuela en la ciudad de Caracas.

l Estuvo en comisión por término de 45 días ante los gobiernos de Italia y España.

Felicitaciones y CondecoracionesEn su hoja de vida le figuran 36 felicitaciones

por actos meritorios del servicio.Además le aparecen reconocimientos por va-

rias condecoraciones, entre las cuales le figuran:l Orden de Boyacá.

l Orden Estrella de la Policía Categoría Oficial y Categoría Comendador.

l Medalla de los Servicios, Clases Quince, Vein-te y Veinte y Cinco años.

l Condecoración al Esfuerzo y al Civismo.l Medalla al Mérito Policivo.l Condecoración “Águila de Fuego” del Cuerpo

de Bomberos de Bogotá.l Orden al mérito Ciudad de Bogotá.l Condecoración Medalla de oro Honor al

Mérito.l Medalla Joaquín Caycedo y Cuero.l Medalla Santiago de Cali en grado Oro.l Estrella Cívica categoría Oficial.

Premios Como Cadete integró una Comisión a la Es-

cuela de Cadetes y Guardiamarina dela Armada Nacional, para participar por el término de tres meses en un crucero en el “Capitán Tono” por Washington y Hamilton (Bermuda).

Siendo Comandante del Departamento de Policía Bogotá, fue seleccionado como el mejor Comandante en 1977, recibiendo el premio Mi-nisterio de Defensa Nacional y estimulado con 45 días visitando siete países europeos.

Su Vida FamiliarContrajo Matrimonio el 07 de diciembre de

1957 cuando ostentaba el grado de Teniente, con la señorita Graciela Quintana Ayala, hogar en el que tuvo a sus hijos Jorge Arturo (Ingeniero Ci-vil), Guillermo Enrique (Médico Veterinario), German Alberto (Médico Veterinario y Oficial de la Policía Nacional), Claudia Lucia (Ingeniera de Alimentos), Clara Marcela (Diseñadora Textil) y Carlos Roberto (Zootecnista y actualmente Te-niente Coronel de la Policía Nacional en Servicio Activo). El matrimonio del Teniente Bulla Quin-tana y doña Graciela fue oficiado por Monseñor Pedro Pablo Galindo.

PublicacionesSuyos son: los textos de estudio policial “El

Carabinero Colombiano” (Publicado hace 55 años) y “Procedimiento Operacional Policial”.

Retiro El registro de su retiro del servicio activo

le figura en su Hoja de Vida con fecha 04 de diciembre de 1981, en forma temporal y a soli-citud propia.

En su hoja de vida le figuran 36 felicitaciones por actos meritorios del servicio. Además le aparecen reconocimientos por varias condecoraciones.