FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO: VERDUGOS Y VÍCTIMAS

SÁBADO 24de enero de 2015 / Año 2 / N° 95

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El republicano John McCain, en su infiltración en territorio sirio, realizó varias reuniones con Al Bagdadi, actual dirigente máximo del Estado Islámico.

Fundamentalismo islámico: verdugos y víctimas

INTRODUCCIÓNEn el contexto de la Ope-ración Ciclón (1979), puesta en marcha por el presidente Jimmy

Carter y el consejero de Seguridad Zbigniew Brzezinski contra la presen-cia soviética en Afganistán, armando a fundamentalistas islámicos (Osama Bin Laden, Al Qaeda y los Talibán), se ha hecho habitual en los grandes me-dios de información asociar el islam con la violencia y la criminalidad.

El último acto violento cometido en París contra los redactores del sema-nario satírico Charlie Hebdo da conti-nuidad a este estereotipo útil para las pretensiones hegemónicas de EEUU y la Unión Europea.

Un examen mínimamente serio re-futa esta versión en términos históri-cos como actuales.

Fueron los intereses del colonialis-mo británico los que crearon o fomen-taron las dos versiones del fundamen-talismo islámico en la década de los veinte del siglo pasado; La Hermandad Musulmana en Egipto y el Wahabismo en Arabia Saudí.

Ya en la segunda mitad del siglo pa-sado, fue Washington, como se acaba de mencionar, la que junto con Ara-bia Saudí y Pakistán, la potencia que creó a Al Qaeda como a los talibanes para combatir la presencia soviética en Afganistán.

Es en la etapa preparatoria de la in-vasión del Iraq de Saddam Husáin que

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EEUU hace presencia militar en la zona kurda autónoma en el norte iraquí. Es allí donde se infiltra Abu Musab al Zar-qaui, asentando, por primera vez, la presencia de Al Qaeda en el país.

Esta semilla fundamentalista es la que da pie, como veremos, a la creación del Estado Islámico, pri-mero en Iraq para después exten-derse a Siria.

Los crímenes de lesa humanidad cometidos por estas organizaciones, como el manejo manipulado de la in-formación, ha creado la sensación de la desmesurada cantidad de víctimas no musulmanas como consecuencia de este accionar criminal. Un reciente estudio de la BBC británica demuestra todo lo contrario; este fundamentalis-mo islámico ha producido más vícti-mas entre sus correligionarios.

El dato tiene su importancia, no en la medida de diferenciar las víctimas entre musulmanes y no musulmanes. Esto no tiene sentido, ya que todos son humanos, pero si tiene su implicación si entendemos que la finalidad de estas organizaciones es precisamente gol-pear y debilitar el tejido social de es-tas sociedades de Oriente Medio. Una reflexión sobre el accionar violento de estas organizaciones en Iraq, Libia, Si-ria, etc., deja en claro que han logrado este objetivo de un modo notable.

Conviene recordar que Samuel Phi-llips Huntington, el autor de ‘El choque de civilizaciones’, fue miembro activo del Consejo de Seguridad que presidía precisamente Brzezinski, autor de la idea de utilizar a un islam extremado y radical para combatir al comunismo en plena guerra fría.

Es en este contexto de la articula-ción de hegemonías imperiales como se puede entender la expansión de estos fundamentalismos que no sólo alteran y distorsionan las realidades de los pueblos de Oriente Medio, sino también a los pueblos del occidente imperial, como es el caso de Francia, Inglaterra, Bélgica, EEUU y otros, don-de sus ciudadanos manifiestan una creciente adhesión al Estado Islámico como a otras organizaciones funda-mentalistas, donde el espacio territo-rial turco, aunque forme parte de la OTAN, es la entrada, el puente para ingresar a Siria y aumentar las filas del este terrorismo.

VIAJES DE IDA Y ¿DE VUELTA?

Los combatientes de estas organizaciones te-rroristas ya no son exclusivos de Oriente Medio. Es difícil obtener una lista cabal de los países de procedencia, pero se puede afirmar que proce-den tanto de Asia como de África, pero lo que llama mucho la atención es su notable proce-dencia de países europeos como de América del Norte. Ya se han visto varios videos en los que miem-bros ingleses o franceses ejecutaban rehenes de una organización terrorista u otra.La vía de ida para incorporarse a las filas terro-ristas siempre ha sido Turquía, no obstante ser miembro destacado de la OTAN, hecho que per-

mite suponer la presencia de los servicios secre-tos más importantes de EEUU como de Europa. Las interrogantes que surgen son varias e im-portantes. Cuáles serían los motivos del silencio de estos servicios respecto a la llegada a Siria de miles de ciudadanos europeos para engrosar las filas terroristas del Estado Islámico y otras orga-nizaciones afines desde el inicio de la interven-ción en Siria hace ya cuatro años.El crimen cometido en la sede de Charlie Hebdo ha dado la voz de alarma en las capitales euro-peas reclamando medidas que eviten el regreso de sus ciudadanos terroristas de Siria al país eu-ropeo de origen.

Dicho de otro modo, para el sistema discrimi-nador e imperial es perfectamente tolerable el asesinato de miles de ciudadanos del sur, pero es criminal asesinar a ciudadanos blancos y eu-ropeos. Katu Arkonada reflejó el hecho del siguiente modo: “A modo de paréntesis y como dato alea-torio, desde el año 2000 en México se asesinó, desapareciendo y torturando en muchos casos, a 1.022 periodistas sin que se haya producido una reacción que se asemeje a la actual en Oc-cidente en general y en su izquierda en parti-cular” respecto a lo acontecido en el caso de Charlie Hebdo.

DE AL QAEDA AL ESTADO ISLÁMICO

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Como ya se adelantó, Abu Musab al Zarqaui se instala primero en la parte kurda de Iraq y allí crea Yamaàt al Tawhid wal Yihad como una ramificación de Al Qaeda. A su muerte, Rashid al-Baghdadi expande la organización y le da el nombre de Estado Islámico de Iraq. La intervención de EEUU, Arabia Saudí, Qatar y otras monar-quías petroleras en Siria invirtiendo dinero y armas en lo que al principio se les llamó “combatientes por la libertad”, ya no puede ocultar la naturaleza fundamentalista de la mayoría de estas agrupaciones que totalizan más de 70 grupos. Aunque Washington y aliados no dejan de hablar de una resistencia siria moderada y laica, en realidad la misma

Casa Blanca no oculta el carácter minoritario de esta re-sistencia y pone en claro que necesita al menos tres años para entrenar a esta resistencia y capacitarla para que incida en los acontecimientos. A la muerte de Rashid al-Bagdadi, el liderazgo de Abu Bakr al-Bagdadi (al Bagdadi aquí más que un apellido es un apodo de guerra), cabecilla de la organización desde 2010, el grupo supo aprovechar la coyuntura de la Guerra Civil Siria y expandirse por gran parte del territorio del país, declarándose finalmente en abril de 2013 como Estado Islámico de Irak y el Levante (en alusión al levante mediterráneo).

Los centenares de miles de ciudadanos europeos que salieron a la calle en París, como en otras ciudades del viejo continente, reclamaron, junto con sus dirigentes políticos, el derecho a la libre expresión como manifesta-ción de condena al hecho criminal cometido en la sede de Charlie Hebdo.Es obvia la solidaridad con la condena del hecho criminal, pero el reclamo de la libertad de expresión quizá sea el Papa Francisco, quien puso en claro las implicaciones del caso al señalar que defiende la libertad de expresión como un derecho fundamental, pero con “límites”. Se-gún el jefe del Estado Vaticano “no puedes provocar. No puedes insultar la fe de otros. No puedes burlarte de la fe de otros”. Sin embargo, se ha posicionado totalmente en contra del extremismo, insistiendo en que “es una aberra-ción matar en nombre de Dios”. Esto último es válido para todas las religiones. Paradójicamente, David Cameron, premier británico, ha salido a debatir públicamente con el Papa Francisco sobre la Libertad de Expresión, declarando que, contrario a la opinión del Jefe de la Iglesia Católica, es favorable que los medios de comunicación social puedan expresarse sin restricciones sobre las creencias religiosas porque, más importante que el Derecho de Creencia de los demás, es que cada quien pueda expresarse sin restricción alguna; llevando hasta límites insuperables la libertad de los in-dividuos por encima del derecho de profesión de fe que tienen la mayoría de los seres humanos que han vivido y los que viven hoy en el planeta Tierra.

En este contexto, Cameron pretende ignorar las agresio-nes que su país, como EEUU y la OTAN, ha cometido con-tra los de Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, Palestina e Irán, y que mantiene una relación de complicidad abierta con las medievales monarquías petro-feudales, preten-de dar lecciones de defensa y protección del Derecho a la Libre Expresión, cuando mantiene secuestrado hace dos años, en la Embajada de la República de Ecuador, en plena capital del colonialista Reino Unido, al periodista australiano director del portal de información Wikileaks, Julian Assange. Al tiempo que es responsable de haber amenazado desde el mismo hemiciclo donde sesiona el parlamento británico, con iniciar investigaciones criminales contra los editores y periodistas de The Guardian, si continuaban publicando los comprometedores reportajes sobre los in-formes que el exagente de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Edward Snowden, remitió a ese y a varios importantes periódicos del planeta, donde descubría la operación de espionaje global realizada por la Agencia de Seguridad de Estados Unidos contra gobiernos y persona-lidades importantes, incluso aliados de su gobierno como la Cnaciller de la República Federal de Alemania, Ángela Merkel, pero también de Dilma Roussef, presidenta de la República Federativa Del Brasil y el presidente Enrique Peña Nieto, presidente de Estados Unidos Mexicanos, cuyo objetivo no sólo fue el de espiar sus posiciones po-líticas, sino que también incluían el espionaje financiero, económico, industrial, militar y de seguridad.

El mapa de la derecha refleja las fronteras actuales en Oriente Medio. El de arriba refleja una de las proyecciones de un nuevo reparto. Para tal finalidad, las organizaciones fundamentalistas son las herramientas apropiadas para lograr las divisiones étnicas como religiosas.

Samuel Hantington. Ayudante de Zbigniew Brzezinski y teórico del enfrentamiento de civilizaciones y religiones.

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Fundamentalismo islámico: verdugos y víctimas

INTRODUCCIÓNEn el contexto de la Ope-ración Ciclón (1979), puesta en marcha por el presidente Jimmy

Carter y el consejero de Seguridad Zbigniew Brzezinski contra la presen-cia soviética en Afganistán, armando a fundamentalistas islámicos (Osama Bin Laden, Al Qaeda y los Talibán), se ha hecho habitual en los grandes me-dios de información asociar el islam con la violencia y la criminalidad.

El último acto violento cometido en París contra los redactores del sema-nario satírico Charlie Hebdo da conti-nuidad a este estereotipo útil para las pretensiones hegemónicas de EEUU y la Unión Europea.

Un examen mínimamente serio re-futa esta versión en términos históri-cos como actuales.

Fueron los intereses del colonialis-mo británico los que crearon o fomen-taron las dos versiones del fundamen-talismo islámico en la década de los veinte del siglo pasado; La Hermandad Musulmana en Egipto y el Wahabismo en Arabia Saudí.

Ya en la segunda mitad del siglo pa-sado, fue Washington, como se acaba de mencionar, la que junto con Ara-bia Saudí y Pakistán, la potencia que creó a Al Qaeda como a los talibanes para combatir la presencia soviética en Afganistán.

Es en la etapa preparatoria de la in-vasión del Iraq de Saddam Husáin que

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Esta semilla fundamentalista es la que da pie, como veremos, a la creación del Estado Islámico, pri-mero en Iraq para después exten-derse a Siria.

Los crímenes de lesa humanidad cometidos por estas organizaciones, como el manejo manipulado de la in-formación, ha creado la sensación de la desmesurada cantidad de víctimas no musulmanas como consecuencia de este accionar criminal. Un reciente estudio de la BBC británica demuestra todo lo contrario; este fundamentalis-mo islámico ha producido más vícti-mas entre sus correligionarios.

El dato tiene su importancia, no en la medida de diferenciar las víctimas entre musulmanes y no musulmanes. Esto no tiene sentido, ya que todos son humanos, pero si tiene su implicación si entendemos que la finalidad de estas organizaciones es precisamente gol-pear y debilitar el tejido social de es-tas sociedades de Oriente Medio. Una reflexión sobre el accionar violento de estas organizaciones en Iraq, Libia, Si-ria, etc., deja en claro que han logrado este objetivo de un modo notable.

Conviene recordar que Samuel Phi-llips Huntington, el autor de ‘El choque de civilizaciones’, fue miembro activo del Consejo de Seguridad que presidía precisamente Brzezinski, autor de la idea de utilizar a un islam extremado y radical para combatir al comunismo en plena guerra fría.

Es en este contexto de la articula-ción de hegemonías imperiales como se puede entender la expansión de estos fundamentalismos que no sólo alteran y distorsionan las realidades de los pueblos de Oriente Medio, sino también a los pueblos del occidente imperial, como es el caso de Francia, Inglaterra, Bélgica, EEUU y otros, don-de sus ciudadanos manifiestan una creciente adhesión al Estado Islámico como a otras organizaciones funda-mentalistas, donde el espacio territo-rial turco, aunque forme parte de la OTAN, es la entrada, el puente para ingresar a Siria y aumentar las filas del este terrorismo.

VIAJES DE IDA Y ¿DE VUELTA?

Los combatientes de estas organizaciones te-rroristas ya no son exclusivos de Oriente Medio. Es difícil obtener una lista cabal de los países de procedencia, pero se puede afirmar que proce-den tanto de Asia como de África, pero lo que llama mucho la atención es su notable proce-dencia de países europeos como de América del Norte. Ya se han visto varios videos en los que miem-bros ingleses o franceses ejecutaban rehenes de una organización terrorista u otra.La vía de ida para incorporarse a las filas terro-ristas siempre ha sido Turquía, no obstante ser miembro destacado de la OTAN, hecho que per-

mite suponer la presencia de los servicios secre-tos más importantes de EEUU como de Europa. Las interrogantes que surgen son varias e im-portantes. Cuáles serían los motivos del silencio de estos servicios respecto a la llegada a Siria de miles de ciudadanos europeos para engrosar las filas terroristas del Estado Islámico y otras orga-nizaciones afines desde el inicio de la interven-ción en Siria hace ya cuatro años.El crimen cometido en la sede de Charlie Hebdo ha dado la voz de alarma en las capitales euro-peas reclamando medidas que eviten el regreso de sus ciudadanos terroristas de Siria al país eu-ropeo de origen.

Dicho de otro modo, para el sistema discrimi-nador e imperial es perfectamente tolerable el asesinato de miles de ciudadanos del sur, pero es criminal asesinar a ciudadanos blancos y eu-ropeos. Katu Arkonada reflejó el hecho del siguiente modo: “A modo de paréntesis y como dato alea-torio, desde el año 2000 en México se asesinó, desapareciendo y torturando en muchos casos, a 1.022 periodistas sin que se haya producido una reacción que se asemeje a la actual en Oc-cidente en general y en su izquierda en parti-cular” respecto a lo acontecido en el caso de Charlie Hebdo.

DE AL QAEDA AL ESTADO ISLÁMICO

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Como ya se adelantó, Abu Musab al Zarqaui se instala primero en la parte kurda de Iraq y allí crea Yamaàt al Tawhid wal Yihad como una ramificación de Al Qaeda. A su muerte, Rashid al-Baghdadi expande la organización y le da el nombre de Estado Islámico de Iraq. La intervención de EEUU, Arabia Saudí, Qatar y otras monar-quías petroleras en Siria invirtiendo dinero y armas en lo que al principio se les llamó “combatientes por la libertad”, ya no puede ocultar la naturaleza fundamentalista de la mayoría de estas agrupaciones que totalizan más de 70 grupos. Aunque Washington y aliados no dejan de hablar de una resistencia siria moderada y laica, en realidad la misma

Casa Blanca no oculta el carácter minoritario de esta re-sistencia y pone en claro que necesita al menos tres años para entrenar a esta resistencia y capacitarla para que incida en los acontecimientos. A la muerte de Rashid al-Bagdadi, el liderazgo de Abu Bakr al-Bagdadi (al Bagdadi aquí más que un apellido es un apodo de guerra), cabecilla de la organización desde 2010, el grupo supo aprovechar la coyuntura de la Guerra Civil Siria y expandirse por gran parte del territorio del país, declarándose finalmente en abril de 2013 como Estado Islámico de Irak y el Levante (en alusión al levante mediterráneo).

Los centenares de miles de ciudadanos europeos que salieron a la calle en París, como en otras ciudades del viejo continente, reclamaron, junto con sus dirigentes políticos, el derecho a la libre expresión como manifesta-ción de condena al hecho criminal cometido en la sede de Charlie Hebdo.Es obvia la solidaridad con la condena del hecho criminal, pero el reclamo de la libertad de expresión quizá sea el Papa Francisco, quien puso en claro las implicaciones del caso al señalar que defiende la libertad de expresión como un derecho fundamental, pero con “límites”. Se-gún el jefe del Estado Vaticano “no puedes provocar. No puedes insultar la fe de otros. No puedes burlarte de la fe de otros”. Sin embargo, se ha posicionado totalmente en contra del extremismo, insistiendo en que “es una aberra-ción matar en nombre de Dios”. Esto último es válido para todas las religiones. Paradójicamente, David Cameron, premier británico, ha salido a debatir públicamente con el Papa Francisco sobre la Libertad de Expresión, declarando que, contrario a la opinión del Jefe de la Iglesia Católica, es favorable que los medios de comunicación social puedan expresarse sin restricciones sobre las creencias religiosas porque, más importante que el Derecho de Creencia de los demás, es que cada quien pueda expresarse sin restricción alguna; llevando hasta límites insuperables la libertad de los in-dividuos por encima del derecho de profesión de fe que tienen la mayoría de los seres humanos que han vivido y los que viven hoy en el planeta Tierra.

En este contexto, Cameron pretende ignorar las agresio-nes que su país, como EEUU y la OTAN, ha cometido con-tra los de Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, Palestina e Irán, y que mantiene una relación de complicidad abierta con las medievales monarquías petro-feudales, preten-de dar lecciones de defensa y protección del Derecho a la Libre Expresión, cuando mantiene secuestrado hace dos años, en la Embajada de la República de Ecuador, en plena capital del colonialista Reino Unido, al periodista australiano director del portal de información Wikileaks, Julian Assange. Al tiempo que es responsable de haber amenazado desde el mismo hemiciclo donde sesiona el parlamento británico, con iniciar investigaciones criminales contra los editores y periodistas de The Guardian, si continuaban publicando los comprometedores reportajes sobre los in-formes que el exagente de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Edward Snowden, remitió a ese y a varios importantes periódicos del planeta, donde descubría la operación de espionaje global realizada por la Agencia de Seguridad de Estados Unidos contra gobiernos y persona-lidades importantes, incluso aliados de su gobierno como la Cnaciller de la República Federal de Alemania, Ángela Merkel, pero también de Dilma Roussef, presidenta de la República Federativa Del Brasil y el presidente Enrique Peña Nieto, presidente de Estados Unidos Mexicanos, cuyo objetivo no sólo fue el de espiar sus posiciones po-líticas, sino que también incluían el espionaje financiero, económico, industrial, militar y de seguridad.

El mapa de la derecha refleja las fronteras actuales en Oriente Medio. El de arriba refleja una de las proyecciones de un nuevo reparto. Para tal finalidad, las organizaciones fundamentalistas son las herramientas apropiadas para lograr las divisiones étnicas como religiosas.

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LA FÁBRICA DE TERRORISTAS EN PESHAWAR

PETRÓLEO, FUNDAMENTALISMO Y WAHABISMO

La mencionada Operación Ciclón de 1979 implicó que las Madrazas en la pakistaní Peshawar, limítrofe con Afganistán, se convirtieran en una escuela y fábrica de terroristas que actuaron no sólo en Afganistán, sino también en Egipto (provocando 29 mil muertes), en Argelia (más de 150 mil muertos), en Sudán, etc. En aquel entonces, el expresidente estadounidense Ro-nald Reagan proclamaba a los cuatro vientos su admira-ción por los grupos radicales que luchaban contra la ocu-pación soviética, saludando a esos movimientos radicales anticomunistas de Afganistán como “luchadores por la li-bertad”. En esta misma época, Reagan expresaba lo mismo respecto de los contrarrevolucionarios en Nicaragua. No es posible entender el desarrollo de Al-Qaeda sin el fi-nanciamiento de Madrazas en Paquistán y Afganistán, como no es posible entender hoy la fortaleza de Daesh sin el sostén dado en su oportunidad por Arabia Saudita, las mo-narquías Árabes del Golfo y la aprobación de Washington para el surgimiento y evolución de estos grupos destinados a enfrentar a los enemigos de los intereses de Estados Uni-dos y el régimen de Israel en la zona de Oriente Medio. Hoy, ese interés se ve redoblado por las acciones de Daesh y su supuesta influencia sobre grupos radicales en el interior de las sociedades europeas, que ha significado que contingen-tes cada día más numerosos de jóvenes de ese continente dirijan sus pasos a territorio donde opera Daesh y vuelvan a sus países imbuidos del pensamiento takfirí.

Para el analista José Durán Velasco, “el término “fundamentalismo” es un cajón de sastre que a fuerza de aplicarse a cosas distintas significa muy poco. Es un término que en Occidente se utiliza para descalificar todo movimiento del mundo musulmán que vaya contra los intereses de Estados Unidos”. Afirma Durán Velasco que el Wahabismo, que pretende ser “el pensamiento único” en el Islam, es un ultrahanbalismo que rechaza como bid’a (innovación herética) todo lo que no encaja con su cerrada idea del Islam. Esta versión del Islam se ha difundido fuera de Arabia Saudí gracias a la financiación de los pe-trodólares saudíes.No hay en el mundo islámico una forma de Islam más fanática e intolerante que la saudí, pero eso no impide que Arabia Saudí figure en “el eje de los moderados” de Estados Unidos y que exista una alianza fáctica no sólo entre un gobierno de una democracia representativa con una monarquía como la saudí, sino tam-

bién entre fundamentalistas neoconservado-res protestantes y los wahabíes a despecho del odio teológico que los fundamentalistas protestantes profesan a los musulmanes y el que los fundamentalistas wahabíes profesan a los cristianos. Tras esa alianza teológicamente incomprensible no es difícil percibir una cola-boración plutocrática de intereses creados.En este contexto “el 4 de febrero de 2011, la OTAN organizó en El Cairo una reunión presidi-da por el republicano John McCain para iniciar la Primavera Árabe en Libia y Siria… posterior-mente, en mayo de 2011 el senador republica-no, en encuentros ilegales en territorio sirio, se reunió con uno de los terroristas más buscados por occidente: Abu Bakr al Baghdadi como también con Salim Idriss, miembro del Ejército Libre de Siria, con quienes McCain aparece fo-tografiado en el país levantino”. Esta gravísima acusación es indicativa del papel jugado por Estados Unidos en la consolidación de grupos

extremistas como ISIS, el Frente al Nusra y el Ejército Libre Sirio.Por su parte, la exprimera dama estadounidense y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, en sus memorias políticas —Hard Choices— da cuenta de la instrumentalización ejercida por Washing-ton de los grupos insurgentes contra el Gobierno Sirio. Como también su crítica a la política exterior de Obama, la que califica de errada, pues condujo al fortalecimiento del conocido en ese entonces como Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) actual Estado Islámico, que bien sabía Estados Unidos que provenía del tronco de Al Qaeda. “Si Washington hubiera financiado y armado antes y mejor a los insurgentes sirios (no radicales como ISIS) cuando empezaron las protestas contra al Assad, el Estado Islámico no estaría avanzando en Oriente Medio, señaló Hillary Clinton a la revista The Atlantic”, concluyendo que Washington per-mitió que el Estado islámico llenara un espacio vacío, que Washington fue incapaz de llenar.

CONCLUSIONESDe acuerdo con las palabras de Katu Arkonada, el día que la vida de un francés valga lo mismo que la de un afgano, libio, iraquí, sirio, egipcio o palestino, el día que la libertad de prensa valga lo mismo en Francia que en el País Vasco, el día que el asesinato de un perio-dista en el norte valga lo mismo que uno en el sur, ese día estare-mos más cerca de construir una verdadera democracia. Una de-mocracia que sólo puede ser laica y antiimperialista. La democracia no está en peligro por un “choque de civilizaciones”, sino por las ló-gicas coloniales que reproduce el sistema capitalista. América Lati-na de hoy en día es la clara demos-tración de esta afirmación.

El analista e internacionalista Katu Arkonada. El dirigente de la formación derechista Pegida, contraria a la presencia de musulmanes en Europa, se disfraza de Hitler.

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