equilibrio ecológico

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Equilibrio ecológico La naturaleza funciona en base a todas las teorías de conservación, la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma, nos decía Lavoisier. El primer principio de la termodinámica nos dice que en la naturaleza la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Es el estado de balance natural establecido en un ecosistema por las relaciones interactuantes entre los miembros de la comunidad y su hábitat, plenamente desarrollado y en el cual va ocurriendo lentamente la evolución, produciéndose una interacción entre estos factores. Ahora que sabemos esos datos debemos tener claro que en nuestro mundo las cosas se transforman, una planta transforma la energía del sol en energía química, luego la planta usa esta energía para crecer, desarrollarse y reproducirse, y cuando la planta muere, sus restos son descompuestos en nutrientes que darán vida a una nueva planta. Cuando un animal interviene en este ciclo no lo cambia, el animal obtiene energía de una planta y luego sus heces y cuerpo serán descompuestos, proporcionando nutrientes nuevamente al ciclo. Y muchos ahora se preguntarán ¿y que ocurre con la energía? La energía se transforma en calor, y no la podemos utilizar, esto nos lo dice la segunda ley de la termodinámica, por ende los sistemas vivos requieren energía constante para existir, la cual es proporcionada por el sol (y la tierra en menor nivel). Así toda la vida ha seguido este ciclo, y lo seguirá, al menos que por alguna razón algo se lo impida, y de eso van a tratar las siguientes entradas. Concepto de Equilibrio Ecológico

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Equilibrio ecológico

La naturaleza funciona en base a todas las teorías de conservación, la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma, nos decía Lavoisier. El primer principio de la termodinámica nos dice que en la naturaleza la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.Es el estado de balance natural establecido en un ecosistema por las relaciones interactuantes entre los miembros de la comunidad y su hábitat, plenamente desarrollado y en el cual va ocurriendo lentamente la evolución, produciéndose una interacción entre estos factores.Ahora que sabemos esos datos debemos tener claro que en nuestro mundo las cosas se transforman, una planta transforma la energía del sol en energía química, luego la planta usa esta energía para crecer, desarrollarse y reproducirse, y cuando la planta muere, sus restos son descompuestos en nutrientes que darán vida a una nueva planta.Cuando un animal interviene en este ciclo no lo cambia, el animal obtiene energía de una planta y luego sus heces y cuerpo serán descompuestos, proporcionando nutrientes nuevamente al ciclo.Y muchos ahora se preguntarán ¿y que ocurre con la energía? La energía se transforma en calor, y no la podemos utilizar, esto nos lo dice la segunda ley de la termodinámica, por ende los sistemas vivos requieren energía constante para existir, la cual es proporcionada por el sol (y la tierra en menor nivel).Así toda la vida ha seguido este ciclo, y lo seguirá, al menos que por alguna razón algo se lo impida, y de eso van a tratar las siguientes entradas.

Concepto de Equilibrio EcológicoEs el estado de balance natural establecido en un ecosistema por las relaciones interactuantes entre los miembros de la comunidad y su hábitat, plenamente desarrollado y en el cual va ocurriendo lentamente la evolución, produciéndose una interacción entre estos factores.La relación entre los individuos y su medio ambiente determinan la existencia de un equilibrio ecológico indispensable para la vida de todas las especies, tanto animales como vegetales.

La naturaleza es como una gran cadena formada por muchísimos eslabones en la que distintas especies se relacionan unas con otras.Contribuir a mantener este equilibrio ecológico es una de las responsabilidades de la humanidad actual, si queremos que la vida siga siendo posible.3.2 EfectosLos efectos más graves han sido los ocasionados a los recursos naturales renovables: El Agua, El Suelo, La Flora, La Fauna y El Aire.

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El gran desarrollo tecnológico e industrial ha sobrepasado la capacidad de la naturaleza para restablecer el equilibrio natural hhkgyfgfmbre se ha visto comprometido.3.2.1 La contaminación: el agua y el aire en peligroHay otros casos en que la falta de responsabilidad de los seres humanos es todavía mayor: eso ocurre por ejemplo, cuando se utiliza un río para arrojar residuos industriales o sustancias químicas, contaminando sus aguas. Entonces, los peces que viven en ese río mueren. Y es mayor el trabajo que tienen que hacer las bacterias para poder descomponer la inmensa cantidad de peces muertos por intoxicación. Eso hace que la población de bacterias aumente y consuma el oxígeno del agua.Por fin, estas bacterias también terminan por morir. Entonces les toca el turno a otras bacterias, que no necesitan oxígeno y se comen a las anteriores, pero que son, al mismo tiempo, causantes de muchas enfermedades.También el aire se contamina con el humo que arrojan las chimeneas de las fábricas o los tubos de escape de los vehículos.Sin embargo, afortunadamente, cada vez son más las personas que comprenden que el desequilibrio de un ecosistema puede tener consecuencias a veces irremediables y que contribuir al equilibrio es una manera de ayudar a que la vida sobre la Tierra siga siendo posible.El mayor problema de las comunidades humanas es hoy en día la basura, consecuencia del excesivo consumo. Los servicios públicos se tornan insuficientes y la cantidad de basura como desecho de esa gran masa poblacional adquiere dimensiones críticas y ha perturbado los ecosistemas.Los desperdicios de los alimentos y materias orgánicas contenidos en la basura, constituyen un problema de salud porque son criaderos de insectos, responsables de la transmisión de enfermedades como Gastroenteritis, Fiebre Tifoidea, Paludismo, Encefalitis, etc.; atrae las ratas que intervienen en la propagación de la Peste Bubónica, el tifus, Intoxicaciones Alimenticias y Otras.3.2.2 ¿Cuánto cuestan los cambios?Cuando una persona o grupo de personas cambian de vivienda tardan un tiempo en adaptarse al nuevo espacio: la distribución y la cantidad de habitaciones no suelen ser las mismas, la iluminación es otra y hasta el aire que se respira parece diferente. Y en la naturaleza ocurre lo mismo. Los animales y las plantas que habitan en un o que forman parte de otro ecosistema, están tan adaptados al medio en el que viven que sufrirían si los cambiamos bruscamente de lugar.Además, en un ecosistema como uno bosque o una llanura, desde los seres más grandes hasta los más pequeños necesitan unos de otros para poder alimentarse y vivir.

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Hay animales que comen plantas, como los conejos y ciertos insectos, y otros que comen a los animales que comen plantas, como los sapos, que ingieren insectos, o los pumas, que cazan conejos. Algunos se alimentan de los restos de todos ellos cuando mueren, como las hienas, que se comen a los animales muertos, y los buitres, que tienen los mismos hábitos y a los que siempre se los ve sobrevolando el lugar donde se encuentra un animal a punto de morir. Por último, existen bacterias y gusanos encargados de limpiar lo que dejaron los buitres y las hienas, se comen a éstos cuando mueren, y transforman la materia descompuesta en elementos como carbono y hierro.3.2.3 No todo es comerse unos a otrosNo siempre en la naturaleza los seres vivos se relacionan comiéndose unos a otros formando cadenas alimentarias. Los animales y los vegetales pueden relacionarse entre sí y con su medio de otras maneras. Por ejemplo dos especies distintas pueden ayudarse mutuamente: es el caso de los líquenes, formados por un alga y un hongo, que crecen sobre la corteza de los árboles o sobre las piedras de las montañas. En ellos el alga fabrica el alimento del hongo y el hongo provee de agua al alga, beneficiándose los dos al mismo tiempo.Hay roedores como las ratas y los ratones y algunos insectos, como las cucarachas, que no se alimentan de otros animales sino de las sobras de lo que han consumido los seres humanos.En otros casos, un organismo vive a costa del otro pero, además, lo perjudica. Esta relación de parasitismo se encuentra en las garrapatas y pulgas que se alimentan de la sangre de mamíferos y aves, debilitándolos.Los animales y las plantas no habitan en el vacío: viven en la tierra o en el agua, a determinada temperatura, con poca o mucha lluvia, con poco o mucho viento. Estos factores son importantísimos. Tanto, que del suelo y del clima depende el tipo de vegetación de un lugar.Por ejemplo, en las zonas donde las lluvias son muy abundantes las plantas crecen muchísimo, como en las selvas; en cambio, en las regiones desérticas se encuentran cactus, que se adaptan bien a las grandes sequías porque tienen tallos con repliegues carnosos capaces de almacenar agua.3.2.4 Un equilibrio peligroso de romperA veces, una especie animal o vegetal depende tanto del ambiente en el que vive que no podría existir fuera de ese lugar. Por ejemplo, los koalas australianos únicamente se alimentan de hojas de una especie de eucalipto rojo que se encuentra en algunas partes de ese continente. Como sólo comen esto que crece nada más que en Australia, los koalas solo pueden vivir allí. Así, la naturaleza es como una gran cadena formada por varios eslabones. Y si uno de esos eslabones se rompe, se altera el equilibrio de las especies que habitan en esa zona.Lamentablemente, la acción del hombre, provoca que el equilibrio se rompa y trae consecuencias gravísimas. Eso ocurrió hace algunos años en Brasil, cuando se

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pensó que la inmensa Selva Amazónica podía utilizarse como zona de cultivo. Se talaron miles y miles de árboles, uno tras otro, hasta que pudieron realizarse las primeras pruebas. Sin embargo, el experimento no resultó, porque el suelo –bajo la primera capa de desechos orgánicos formada por las hojas en descomposición- no era fértil. Y además, de no poder cultivar, el hombre comprobó otra cosa: había destruido un sector importante de la gran reserva natural que hace las veces de “pulmón” del continente, ya que los árboles liberan oxígeno. Así ocurre que el hombre, a veces, por tratar de obtener un beneficio económico, destruye la naturaleza y termina destruyéndose a sí mismo.