entre el silencio y la impunidad

8/9/2019 Entre el silencio y la impunidad

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Entre el silencio y la

impunidadLa maternidad impuesta por violación, tiene rostro de niñaen Nicaragua.


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Créditos:

Ipas Centroamérica

Recolección de evidencia:Bertha Massiel Sánchez

Redacción:

María Esther Quintana

Revisión Técnica:

María Teresa Ochoa/ Marta María Blandón/ Karen Padilla

Diseño y diagramación: Oscar Acuña

Impresión: ARDISA

Correspondencia:

Ipas Centroamérica Managua, Nicaragua.

Apartado Postal #1833.

[email protected] www.ipas.org

Cita sugerida: Ipas Centroamérica. La maternidad impuesta porviolación, tiene rostro de niña en Nicaragua, 2014.

“Esta publicación ha sido posible gracias a la valentía de adolescentesy jóvenes que compartieron con nosotras sus experiencias, a susfamilias que les han acompañado y a las defensoras de DerechosHumanos que de manera comprometida luchan por la garantía delderecho a la salud y a la vida. También gracias a Fundación Ford, porapoyar nuestro trabajo en defensa de los derechos de las mujeres enCentroamérica”.


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PresentaciónEn el momento en que usted está leyendo este material, en algún

lugar de Nicaragua, una niña, una adolescente o una mujer está

siendo abusada sexualmente.

Esta publicación es resultado del proceso de recolección de

evidencias sobre el impacto del embarazo impuesto por violencia

sexual contra niñas y adolescentes nicaragüenses, que además

de vivir el trauma de la agresión sexual, y ante la imposibilidad detener acceso a servicios de aborto legal y seguro, son obligadas a

continuar con un embarazo que pone en riesgo su vida y su salud

física y mental.

Alejandra, Carla, Diana, Perla, Estela, Raquel y Jasmina, son

nombres cticios, pero sus historias son reales, ocurrieronen distintos puntos del país entre los años 2010 y 2013. La

información de cada caso se obtuvo a partir de entrevistas con

las madres de las niñas y adolescentes, revisión de los peritajes

médicos y psicológicos elaborados por el personal forense,

informes de investigación policial y notas publicadas en medios de

comunicación escritos. En algunos casos, también se revisaron

escritos acusatorios de la Fiscalía y sentencias judiciales.


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Las 6 experiencias compartidas en estos testimonios tienen características comunes:

todas provienen de hogares pobres, todas eran vulnerables ya sea por su edad, por

la relación de dependencia o subordinación respecto del agresor (padrastro, maestro),o por su condición de discapacidad como en los casos de Alejandra y Raquel. Todas

soportaron en silencio el trauma de la violación, por vergüenza, o por miedo a las

amenazas de su agresor.

Estos casos dan cuenta de la tragedia que implica para una niña y su familia ser

víctimas de un delito de esta magnitud. También evidencian la situación de desventaja

en las cuales se encuentran niñas, adolescentes y mujeres en un país como Nicaragua,

en donde el Estado no garantiza Derechos Humanos básicos, tales como: i) el derechoa la vida, ii) el derecho a las salud, ii) el derecho a la libertad y autodeterminación,

iv) el derecho a la privacidad e intimidad; v) el derecho a la igualdad y no

discriminación; vi) derecho a la información y vii) y el derecho a acceso a la

justicia, el cual se ve seriamente afectado, al no tener acceso a procesos agiles y

claros, a través de los cuales obtengan protección, atención y apoyo para superar el

daño causado.


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La violación sexual, tiene rostro de niña

La infancia es un momento único en la vida, una etapa en la que todas las experienciasaunque breves, marcan por el resto de la existencia. La violencia sexual arrebata a las

niñas y adolescentes sus derechos esenciales, sus sueños y esperanzas.

América Latina, con una población de más de 190 millones de niños y niñas es una

de las regiones más desiguales del mundo y con mayores índices de violencia, que

afectan principalmente a mujeres, niños y niñas1. El Estudio del Secretario General de

las Naciones Unidas sobre Violencia hacia la Niñez, destacó entre otros aspectos:

Cada año más de 6 millones de niños/as sufren abuso severo en

los países de la región de América Latina y el Caribe, más de 80,000

mueren a causa de la violencia doméstica. [3]

Entre un 10% y un 36% de las mujeres, según el país, han sido objeto

de violencia física o sexual.

El abuso sexual es el maltrato infantil menos denunciado, losagresores suelen ser varones y 8 de cada 10 casos son los padres,

esposos o parientes.

Un estudio realizado por la Federación Latinoamericana de Sociedades de Ginecología

y Obstetricia (FLASOG), señala que: Se ignora la real incidencia del abuso y las

1

Paulo Sergio Pinheiro y colaboradores. Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia Contra los Niños Organización de las Naciones Unidas. (2006).

Disponible en: http://www.unicef.org/violencestudy/spanish/inthehome.html


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agresiones sexuales debido a las dicultades para su registro, ya que muchas vecesestos hechos no se denuncian. No obstante, algunos datos disponibles permiten

dimensionar la magnitud de esta problemática en la población de niñas y adolescentes.En Chile, 80% del total de denuncias registradas en las comisarías de menores sonpor violencia sexual (26). En Colombia, según la información del Instituto de Medicina

Legal y ciencias Forenses, la tasa de denuncias por abuso sexual en el 2008 fue de293 x 100.000 en población de 10 a 14 años y 168 x 100.000 en la de 15 a 19 años.2

Según el estudio sobre Violencia y Salud realizado por la OMS3, “…una tercera parte

de las adolescentes ha sufrido una iniciación sexual forzada”. El Fondo de Población

de las Naciones Unidas (UNFPA), dedicó en 2013 su informe anual a este problema,titulándolo Maternidad en la Niñez4, los datos por si solos son estremecedores: 20,000

niñas dan a luz cada día -70,000 muertes de adolescentes relacionadas con el embarazo

y el parto. -7,3 millones de menores de 18 años dan a luz cada año, 2 millones de ellastienen menos de 15 años.

El estudio además señala que las regiones en desarrollo son las que presentan las

cifras más altas, en particular América Latina y el Caribe, que es la única región dondese reporta un aumento del número de partos en niñas menores de 15 años.

2 Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Federación Latinoamericana de sociedades de Obstetricia y Ginecología y FLASOG. Factores relacionados con el embarazo

y la maternidad en menores de 15 años en América Latina y El Caribe. (2011). Disponible en: http://www.asog.org/wp-content/uploads/2014/01/Factores-Relacionados-Maternidad-

Menores-15-anos-LAC-FLASOG-2011.pdf OMS. Informe Mundial Sobre Violencia y Salud. Washington DC. 2002

3 Organización Mundial de la Salud (OMS)/Organización Panamericana de la Salud (OPS). Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud. OMS/OPS. WashingtonD.C. 2002.

Disponible en: http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/summary_es.pdf

4 Fondo de Población de las Naciones Unidas. Maternidad en la Niñez. Enfrentar el reto del embarazo adolescente. UNFPA. Estado de la Población Mundial 2013. Disponible en:

www.unfpa.or.cr/.../184-informe-estado-de-la-poblacion-mundial-epm-2.


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Los grupos más afectados por esta problemática en América Latina y el Caribe son las

niñas y adolescentes indígenas, las afro descendientes, las inmigrantes y las mujeres

provenientes de comunidades pobres y sin acceso a la educación.

Según señala el estudio, Centroamérica presenta las cifras más alta, donde Nicaragua

ocupa el primer lugar, reejando que el 28% de mujeres de entre 20 a 24 años reportaronhaber dado a luz antes de los 18 años; le sigue Honduras con el 26% y luego estánGuatemala, El Salvador y República Dominicana con el 24%.

El embarazo y la maternidad en adolescentes se relacionan estrechamente con los

contextos de pobreza y exclusión, la falta de condiciones para el ejercicio de los derechossexuales y reproductivos y la ausencia de medidas de protección ante situaciones de

riesgo.

El Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos de la FLASOG5, en un estudiopublicado en enero de 2011, arma: Los embarazos en niñas y adolescentes menoresde 15 años son en su mayoría embarazos no deseados. Esta situación afecta en mayormedida a las niñas y adolescentes de sectores sociales más desprotegidos. Diversos

factores inciden en la ocurrencia de embarazos adolescentes en menores de 15 años,como el desconocimiento del cuerpo y de los hechos básicos de la reproducción yla falta de conocimiento de medidas de prevención del embarazo y de acceso a las

mismas. Asimismo, como causales directas revisten particular importancia el

abuso sexual, la relaciones sexuales forzadas y la explotación sexual.

5 Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLASOG). Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos. Factores relacionados con el embarazo

y la maternidad en menores de 15 años. Lima, Perú. Enero 2011. Disponible en: http:/ /www.asog.org/wp-content/uploads/2014/01/Factores-Relacionados-Maternidad-Menores-15-

anos-LAC-FLASOG-2011.pdf


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Nicaragua. La violación en cifras (1)

• Entre 2009 y 2012 la Policía

Nacional reporta un total de2,790 denuncias de violación encontra de niñas de menos de 14años de edad.

• Solo en 2012, la instituciónrecibió 756 denuncias por estedelito, lo que representa dos

casos por día.• De un promedio anual de 1,300

denuncias de violación, el 83%de las víctimas tenía menos de18 años.

• En 2013 el Instituto de MedicinaLegal realizó 5,616 peritajes a

sobrevivientes de violencia; el88.5% de las víctimas eran delsexo femenino y, el 83% teníamenos de 18 años. Seis de cadadiez, eran menores de 13 años.

(1) Fuente: Análisis de EstadísticasPoliciales y de Medicina Legal realizadopor Católicas por el Derecho a Decidir

(CDD).

En Nicaragua, la frecuencia y gravedad de la

violencia en contra de las niñas y adolescentes,

alcanza ya, niveles de epidemia. Cada año,

centenares de niñas y adolescentes son

sometidas a abusos sexuales en su mayoría

por hombres cercanos a su entorno, parientes:padres, padrastros, tíos, abuelos y hermanosy, en algunos casos, los victimarios han sidomaestros, vecinos, curas y pastores.

Con respecto a las cifras que se presentanen el cuadro, es preciso aclarar que los datos

registrados por la Policía Nacional y los del

Instituto de Medicina Legal no son comparables,

de los registros policiales se extrajeron las

denuncias referidas al delito de violación en

contra de menores de 14 años, en cambio las

cifras del IML, que han sido tomadas de losboletines mensuales de 2013, se reeren altotal de peritajes realizados por delitos contra

la integridad sexual, donde se incluyen todos

los tipos penales relativos a la violencia sexual.

Uno de los obstáculos al tratar de hacer unanálisis de esta situación, es la falta de datos


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ociales, ya que en Nicaragua ninguna institución se encarga de registrar la incidencia deembarazos por violación, pese a que, conforme lo establecido en la Ley 779, artículo 20

d), las instituciones del Estado son responsables de: Detectar, documentar y brindar

la información a la autoridad competente sobre los hallazgos físicos y psíquicos,

ocasionados por la violencia en las víctimas, que acuden a los servicios de salud

pública y de justicia para la sanción y recuperación del daño.

La Policía Nacional reporta las denuncias por delito de violación; el Ministerio de Saludregistra las estadísticas de usuarias que llegan buscando atención después de habersufrido una violación sexual, las cuales en términos absolutos son mucho menos de lo

reportado por la policía y/o el IML, y por otro lado en las estadísticas de control prenatal,no se registra si el embarazo fue o no producto de violación, aunque, de acuerdo a

la misma Ley 779, el embarazo es un agravante del delito. Por lo tanto es imposible

establecer el porcentaje de mujeres, adolescentes y niñas que cursan con embarazos

producto de violación.

En Nicaragua, la maternidad infantil es tan frecuente, que se está naturalizando; pasadelante de los ojos de toda una sociedad, y sobre todo de las instituciones encargadas

de la protección a la niñez, que solamente observan, sin buscar alternativas para dar

respuestas acordes a la dimensión del problema, e inclusive, con su accionar, re-

victimizan a las niñas, haciéndolas pagar las consecuencias de un acto criminal delque no tuvieron ninguna responsabilidad, mientras, los agresores sexuales, quedan

impunes.


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Tal como se arma anteriormente, ninguna institucióndel Estado reporta los embarazos productos de

violación; se registran, el número de víctimas, suedad, algunos datos de los victimarios, pero losembarazos por violación, quedan ocultos en las

estadísticas. Es importante hacer notar que segúndatos del Ministerio de Salud, entre 2009 y 2012

egresaron por parto un total de 6,404 niñas entre las

edades de 10 a 14 años, representando el 1.17%del total de egresos por partos de las instituciones

hospitalarias. Los partos de adolescentes de entre15 a 18 años de edad, en el mismo período, sumaron138,868 es decir, el 25.37% del total.

Ante este panorama y considerando que Nicaragua se encuentra dentro de los

pocos países del mundo que no permiten la interrupción del embarazo bajo ninguna

circunstancia, las niñas y adolescentes que cursan con embarazos impuestos no tienen

alternativas. Su salud física y mental, incluso su vida se ve comprometida y no hayopción para ellas, el Estado les obliga a continuar con estos embarazos riesgosos. En la

mayoría de los casos ni ellas ni sus familias cuentan con las mínimas condiciones para

traer un nuevo ser a hogares pobres, en entornos hostiles, donde se ha producido laviolación, contribuyendo a la reproducción del ciclo de pobreza, violencia y marginación.

Los números arriba descritos son la muestra de cómo las instituciones del Estado no

están asumiendo la responsabilidad de garantizar el respeto al interés superior de

En el monitoreo de medios

de comunicación que realiza

Católicas por el Derecho a Decidirde Nicaragua (CDD), reportó

que en 2013, los medios escritos

publicaron noticias sobre 21 niñas

y adolescentes embarazadas por

violación, trece de ellas (62%)

tenían 14 años o menos.

Fuente: CDD. Monitoreo de La Prensa,

El Nuevo Diario y Periódico Hoy.


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la niña. Más allá de las cifras, las historias de Alejandra, Carla, Diana, Perla, Estela,Raquel y Jasmina, nos muestran, cómo el embarazo impuesto por violación es una

tragedia, que extiende el sufrimiento de las víctimas, de sus familias y lesiona derechoshumanos fundamentales ¿En estas situaciones, quien realmente paga por el actodelictivo?, ¿A quién realmente el Estado castiga por la violencia sexual?


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Alejandra-21 años-Soy Alejandra, aunque tengo veintiún años, mi mamá me llama Alejandrita, porque enrealidad soy una niña. Ella dice que cuando tenía quince meses tuve una caída y mepuse mal, me dieron muchas calenturas y hasta convulsiones, los doctores dijeron quetengo una lesión en el cerebro.

Mi mamá me mandó a la escuela a ver que podía aprender, pero estuve tres añosen primer grado, después me sacó porque me agarraban ataques y peleaba con losdemás chigüines.Desde que tenía 18 años conocí a un hombre que le dicen “Checho”,yo platique como dos veces con él. Hace como un mes, yo venía del mercado con miprima, cuando lo vimos hablando con otros hombres, él se acercó y me dijo que queríaplaticar conmigo.

Mi prima agarró el bus para su casa y yo me fui a la parada de las camionetas, el

hombre me siguió, me dijo que lo acompañara, que me iba a ir a dejar a mi casa enla moto(…) pero me llevó a un cuarto, yo no sabía dónde estaba , me quitó la ropa yme tocaba, me dolió mucho y cuando terminó de hacer eso, yo me vi la sangre y melimpié, me dijo que me fuera y que no dijera nada porque no quería problemas con mifamilia.

No dije nada, tenía miedo que mi mamá me regañara, porque ella me había dicho quenunca me montara en carro o en moto con nadie. Me hicieron unos exámenes y salióque estoy embarazada.


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Por su condición de discapacidad, Alejandra tiene la ingenuidad de una niña, situaciónde la que se aprovechó su violador para llevarla con engaños a un motel donde la violó.La madre comenzó a notar que Alejandra estaba triste, lloraba, no quería quedarse

sola, le rogaba que no fuera al trabajo diciéndole: “murámonos de hambre pero no medejes sola”. Al saber que estaba embarazada, Alejandra le decía a su mamá, que no

quería tenerlo. Maniesta que debido al daño cerebral, la joven tiene tendencia a seragresiva, por lo que tenía temor que cuando naciera la criatura Alejandra le hicieradaño.

La psicóloga forense diagnosticó que producto del trauma de la violación y la conrmacióndel embarazo, la niña presentaba sentimientos de tristeza, rabia y evidente rechazoal estado de embarazo, y que durante la entrevista expresó que no quería que se le

acercaran los hombres, porque lo que le había pasado provocó que “algo le crecieraen la panza”.

La violación de Alejandra ocurrió en septiembre de 2012, cuando la madre se enteró,habían transcurrido un poco menos de siete semanas, de inmediato la llevó al médico ypresentó la denuncia ante la scalía. El proceso judicial siguió su curso. Con base en laspruebas testimoniales y periciales, casi un año después, el Juez de Distrito Especializado

en Violencia, dictó sentencia condenatoria contra el agresor, sancionándolo a quince

años de prisión por el delito de violación agravada.


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A pesar de que su condición es evidente, Alejandra fue sometida a diversas pruebas

médico psicológicas, en las que se vericó, lo que ya la madre había informado, que suhija tenía la edad mental de una niña de 7 años. Esto muestra como en los procesos judiciales la víctima es quien debe demostrar “su inocencia” y no se concentran en

recabar las pruebas en contra del violador y/o abusador. Alejandra es la menor decuatro hermanos, vive sola con su mamá, una mujer de 40 años, que trabaja desdelas seis de la mañana, realizando labores de limpieza en una empresa. Tal como reriódurante la audiencia judicial, cuando salía a trabajar dejaba a Alejandra encerrada bajo

llave, pues no tenía con quien dejarla. Nos preguntamos, ¿cómo estará haciendo ahoraesta madre, que ha tenido que asumir la responsabilidad de la crianza de un nuevo

miembro en el hogar?

En éste, como en la mayoría de los casos, además del trauma de la violación, a esta

joven, –realmente una niña– le fueron vulnerados una serie de derechos, condenándolaa continuar con un embarazo que ella no deseaba, que se le impuso sometiéndola

sexualmente por medio del engaño y abusando de su condición de discapacidad.A

partir de esta situación la vida entera de la familia se vio alterada, sin contar con apoyo

de ninguna institución del Estado, ya que en el país no se aplica ninguna política dirigidaal resarcimiento del daño a las víctimas de este delito, agravado por la carga emocional

y material y todo lo que signica la crianza del niño o la niña que nace como resultadode la violación. La madre relató que cuando conoció lo ocurrido le reclamó al hombre,pero a su vez tenía miedo de enfrentarlo porque él es agresivo. Con engaños logró

que le permitiera llevarse a la niña. Cuando la niña fue ingresada al hospital para elparto, el personal de salud reportó el caso a la policía. Sin embargo, en vez de tomar la

denuncia como correspondía, la Policía detuvo a la mujer acusándola de ser cómplicedel violador.


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Carla-13 años-

Soy Carla, yo vivía en Hamaquita, allá por Bocay con mi mama, mi padrastro y mis sietehermanos. Nunca he ido a clases, la escuela quedaba lejos y a él (al padrastro) no le gustabaque fuera a clases.Como mi abuela estaba enferma mi mamá se iba a cuidarla. Yo me quedabasola con mis hermanos y mi padrastro.

El mismo día que mi mamá se fue el me agarró en la noche, esa fue la primera vez, la otra vez

se me pasó al catre, mi mamá estaba en la casa pero ella no podía hacer nada porque él latenía amenazada.Yo me mantenía alegre en la casa, jugaba con mis hermanos y mis primas.Ya después, era horrible, ya no quería estar allí, me mantenía aigida, le dije a mi mamá que yano quería estar allí y le conté porqué me quería ir.

Mi mamá se aigió y como no me venía la regla ella me trajo al Naranjo, compró una pruebade embarazo y salió positivo, nos fuimos a la policía del Naranjo, pero no le hicieron caso ami mamá, ni hicieron ningún papel, y mi mamá les dijo “si fuera un saco de mariguana el que

tuviera en la casa corren a traerlo” y solo se pusieron a reír, nosotras nos fuimos.Nos venimos al Centro de Salud de Bocay, me mandaron a la casa materna y cuando iba aparir me trajeron para acá (se refere al Hospital de Jinotega), después llegó una mujer policíay se llevaron a mi mama, yo me quedé sola, aigida.

Una muchacha del Ministerio de la Familia llegó al hospital, y le llevó una ropita al niño, dijeronque después iban a venir y que me iban a ayudar, pero no volvieron a venir.


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La madre relató que cuando conoció lo ocurrido le reclamó al hombre, pero a su veztenía miedo de enfrentarlo porque él es agresivo. Con engaños logró que le permitierallevarse a la niña (Carla). Cuando la niña fue ingresada al hospital para el parto,el personal de salud reportó el caso a la policía. Sin embargo, en vez de tomar ladenuncia como correspondía, la Policía detuvo a la madre acusándola de ser cómplicedel violador.

La madre de Carla, fue llevada a la estación policial, donde recibió un trato humillante.Como ella manifestó que estaba embarazada, al día siguiente la llevaron al hospital,al conrmarse su estado la dejaron libre. Carla dio a luz mediante cesárea a inicios

de abril de 2010, ella y el recién nacido fueron enviados al poblado de Bocay, dondeuna tía (prima de la madre), quien, se comprometió ante el Ministerio de la Familia, ahacerse cargo de la niña-madre y su hijo.

Esta fue la única intervención del Ministerio de la Familia en el caso, encargarse detrasladar la responsabilidad a un familiar, pero sin asumir, como representante delEstado, ningún tipo de apoyo concreto a la tía que asumió la tutela de la niña y delrecién nacido. La historia de Carla es una de las tantas en que se violentó el derecho

al acceso a la justicia. La madre intentó seguir la ruta, pero desde el inicio se encontrócon obstáculos: cuando intentó poner la denuncia en El Naranjo no fue escuchada yluego la policía la trató como si ella fuera la delincuente.

No se logró obtener información respecto a la continuidad del proceso, ni si el agresorfue detenido.


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Diana-14 años-

Yo estudiaba primer año de secundaria en el Instituto Nacional de Madriz y vivía enuna comunidad cercana. Fue a fnales de marzo (2011), cuando venía de clases doshombres me siguieron, empezaron a decirme cosas, me apuré y no les contesté nadaporque ni los conocía, solo a uno lo había visto porque era de mi comunidad.

Entre los dos me agarraron por la fuerza y me violaron, yo no dije nada, tenía vergüenzay miedo que la gente se diera cuenta. Empecé a sentirme rara y como a los tres meses,una de las profesoras me notó que estaba diferente, me llevó a hacerme un examende sangre y salió que estaba embarazada, entonces la directora llamó al Ministerio dela Familia, y me llevaron a la Comisaría para poner la denuncia de la violación y, de allíme trajeron para aquí, al albergue.

Ahora vivo en el pueblo, no pude seguir estudiando y no regresé a mi comunidad,porque me da vergüenza por lo que me pasó. A veces me siento mal, deprimida.


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Este caso fue denunciado ante la policía por una profesora y la directora del instituto

donde Diana estudiaba, cuando advirtieron que la adolescente estaba distraída, triste

y había bajado su rendimiento. La niña fue remitida por la Comisaría de la mujer a unCentro de Mujeres donde le brindaron albergue, acompañamiento legal y atención

psicológica. A los seis meses de gestación Diana fue ingresada en el hospital consíntomas de APP (amenaza de parto prematuro). El 17 de Diciembre la trasladan a la

casa materna, a esperar la fecha de parto, prevista para el 13 de enero 2012. El lunes9 de enero, Diana es ingresada al hospital, dos días después inicio trabajo de parto, elpersonal médico decidió no practicar la cesárea y esperar que se desencadenara el

trabajo de parto. El 12 de enero a las ocho de la noche ingresaron a Diana al quirófano

porque el producto de la concepción presentaba signos de sufrimiento fetal, 45 minutosdespués dio a luz a una niña, la que fue trasladada de emergencia al Hospital InfantilLa Mascota, de Managua, con diagnóstico de “asxia leve y hernia gástrica”, dondefalleció a las 4:45 PM del día 13 de enero.

En el acta de defunción extendida por el Hospital Infantil La Mascota, fechada el 13 deenero se estableció que la causa directa de la muerte fue Insuciencia Respiratoria;

la causa intermedia: Hipoplasia pulmonar total derecha; la causa básica: HerniaDiafragmática Izquierda y en otros estados patológicos signicativos se mencionaasxia neonatal moderada (*).

(*) Insufciencia Respiratoria: La deciencia respiratoria sucede cuando no uye suciente oxígeno de sus pulmones a su cor azón y esto afecta a órganos como el corazón y cerebro. La insuciencia

respiratoria también puede suceder cuando los pulmones no pueden eliminar el dióxido de carbono (un gas de deshecho) de la sangre, lo cual afecta el funcionamiento de órganos vitales. Hipoplasia

pulmonar: es una alteración del desarrollo fetal que resulta en malformación de los pulmones, de sus células funcionales (alveolos) o de los bronquios. El diagnóstico de esta condición puede

hacerse antes o poco después del nacimiento de un bebé. Dependiendo de la severidad de la enfermedad y de las opciones de tratamiento disponibles, puede resultar en la muerte prematura del

recién nacido o del lactante. Se asocia de regla a otras malformaciones como defectos del diafragma y malformaciones renales. La hipoplasia puede interpretarse en estos casos como consecuencia

de los siguientes mecanismos.

Hernia Diafragmática: La hernia diafragmática congénita es una malformación severa con mal pronóstico neonatal que frecuentemente se encuentra asociada a

anomalías genéticas y malformaciones en otros sistemas


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A pesar de que a la niña-madre se le hicieron controles prenatales desde el primertrimestre, y que presentó complicaciones en el embarazo, su familia no recibió porparte del personal de salud sobre los riesgos del embarazo, a causa del frágil estadode salud, bajo peso y talla de Diana, ni de la posibilidad, que el bebé no sobreviviera.El personal de salud que atendió a Diana no respetó su derecho a la informaciónveraz y oportuna sobre los riesgos del embarazo, incluida la posibilidad de que el bebéfalleciera, esto le ocasionó un nuevo trauma, que ha derivado en sentimientos de culpapor la muerte del bebé.

Con relación al proceso judicial, aunque se logró la captura de uno de los agresores,y se le dictó medida cautelar de prisión preventiva, no se hizo justicia. Pese a quese contaba con el testimonio de Diana, la valoración médica y psicológica, la juezdeterminó que iba a esperar como prueba para el juicio, el examen de ADN al reciénnacido, sin embargo, la bebé murió y no se realizó dicho análisis.

Además la juez decidió otorgarle al acusado la posibilidad de pagar su condena de 1año en su casa, pues el victimario alegó que una persona de la tercera edad dependíade él. Es curiosa la forma en que actúa la justicia, considerada con los victimarios, dura

con las víctimas. La evidente violación del derecho a acceso a la justicia para Diana,generó protesta de parte de organizaciones locales y de la comunidad de origen de laniña, que realizaron plantones ante el juzgado y la scalía.

Esta experiencia le dio un vuelco total a la vida de Diana, quien no solo no pudo continuarsus estudios, sino que no retornó a su comunidad pues sentía miedo y vergüenzade todo lo ocurrido. Diana actualmente tiene pareja y vive en la ciudad tratando decontinuar su vida, pero arrastrando en su historia, las consecuencias de la violencia y

la impunidad.


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Perla-16 años-

Soy Perla y vivo en un barrio de León, con mi mamá, mis seis hermanas y mi hermano menor. Antes de lo que me pasó yo era alegre, estaba estudiando en 4to año y junto con mi hermanoera voluntaria en los bomberos.Fue un vecino, él llegaba a comprar a la venta de mi mamá yme metía plática. Un día yo estaba dibujando y me dijo que le prestara mi cuaderno para copiarlos dibujos, a los días yo iba pasando por la acera de su casa, entonces él me llamó, me dijoque entrara a ver algo que estaba cocinando, le dije que no, que solo me diera mi cuaderno.Me quede afuera por el lavandero, el me jaló de la mano; yo no quería entrar, me agarré dellavandero; entonces, él me alzó por detrás y me metió a la casa, me quería llevar al cuarto peroyo le hacía fuerza, entonces me tiro en el piso de la sala.

Como no me quería abrir, me daba golpes con el puño en las piernas hasta que me las ligó(...), yo lloraba y le decía “quitate, quitate”, después, me pasó un trapo para que me limpiarala sangre y me dijo que si decía algo a mí me iban a pegar y que no lo metiera en problemas.

Me fui a mi casa, no podía ni caminar porque llevaba las piernas ligadas. No dije nada porquetenía miedo que a mi mamá le pasara algo porque ella está enferma y no puede recibirpreocupaciones.Un día me dio un gran dolor en el vientre, le conté a mi hermana mayor lo queme había pasado y ella le dijo a mi mamá. Me llevaron al centro de salud y en el ultrasonidosalió que estoy embarazada de 5 meses. Al comienzo no quería tener ese niño porque me vaa recordar a ese hombre y lo que me hizo, pero ya me había resignado y resulta que la niña semurió. A veces pienso que eso pasó porque no la quería tener. Ahora vivo donde mi abuela,porque ya no aguantaba que mi mamá le contara a todo mundo lo que me pasó.


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El testimonio de Perla es parte del reporte de la psicóloga forense, quien en la valoraciónestableció que la adolescente a partir de la experiencia traumática de la violación y laconrmación del embarazo presentaba: falta de concentración, pesadillas, insomnio,desprecio por el agresor, llanto constante, recuerdos de lo vivido, tristeza, ideaciónsuicida, disminución del apetito. Concluyendo con un diagnóstico de: trastorno porestrés post-traumático con síntomas depresivos.

Al enterarse de la violación y del embarazo, la madre de Perla presentó denuncia antela Comisaría de la Mujer y la Niñez. La adolescente recibió apoyo legal y psicológicode una organización de mujeres. Perla es la penúltima de ocho hermanos, la familiasobrevive con el salario que su madre gana como afanadora en una institución públicay, la pensión de vejez que recibe del INSS.

De acuerdo con el testimonio de la madre de Perla, desde el inicio, el proceso estuvoviciado. Fui con mi hija a poner la denuncia, pasamos todo el día esperando a que nosatendieran, la inspectora me hizo esperar desde la mañana hasta las 4pm, entoncesuna abogada conocida que me acompañó me dijo que la inspectora le había dicho quele diera C$500.00 córdobas para atender a los testigos y apurar para que echaran preso

al hombre, yo le di los riales a la abogada, ella me dijo que no podía decir nada porqueiba a meter a problemas a la inspectora. Después de eso nos tomaron la declaraciónde los dos testigos que llevaban todo el día esperando.

La falta de celeridad de la Policía Nacional para realizar la captura, dio lugar a la evasiónde la justicia del agresor, quien además de no presentarse a ninguna de las audiencias,se ngió muerto por medio de acta de defunción, que posteriormente las autoridadesvericaron era falsa.


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Como en muchos otros casos, el agresor quedó impune, se presume que se encuentraen situación irregular en Costa Rica, el caso sigue abierto, con una orden de capturaactiva.

Perla dio a luz mediante cesárea, al salir del hospital le entregaron al niño sin darleninguna explicación sobre el estado de salud y los cuidados del recién nacido, dosdías después el bebé mostró signos de dicultad respiratoria, por lo que lo llevaron alhospital, donde, horas más tarde, lo declararon muerto por paro respiratorio.

Además de vivir el trauma de la violación, el proceso del embarazo y el parto, Perlasentía culpa por la muerte del bebé, creyendo, que esto había sucedido porque ella no

deseaba ese embarazo y no quería ser madre de un niño nacido como producto de unaviolación.

Hablando al respecto, la madre de Perla contó que a su hija le encontraron una carta enla que decía que se sentía culpable y pedía perdón. Yo sé que ella no hizo nada ni tieneculpa, yo le digo: recupérate, nosotras no tenemos culpa, ni vos, ni yo, ni tus hermanos,expresó la mamá muy agobiada.


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Estela-11 años-

Nos fuimos a vivir a León en enero de 2012, con mi mamá, mi padrastro, mi hermana menor ydos sobrinos hijos de mi hermana, a la que mató el hombre en León.

El 15 de agosto fue la primera vez que mi mamá se fue ver a mi abuela a Pueblo Nuevo y nosquedamos con mi padrastro. Esa misma noche mi padrastro se levantó, –yo dormía con mihermanita pero ella no se dio cuenta–, me dijo que si no me dejaba se iba a desquitar con mimamá, me quitó la ropa –hasta el blúmer— y se quitó la ropa y se me encaramó…

El me agarró en cinco venidas de mi mamá, como mi abuela estaba enferma, mi mamá sequedaba varios días, cada vez él me agarraba hasta tres días seguidos (…) a mi hermanitatambién la abusaba. El 1ro de julio, mi mamá se volvió a ir (…), él aprovechó y a mi hermanita

la abusó el día de su cumpleaños, es el 19 de julio. Mi mamá regresó el 20, pero se volvió a irel 31. Esa fue la última vez que él me agarró.

Le pedí ayuda a un tío mío, él me dio los riales para el bus, y el sábado 17 de agosto, sindecirle a nadie, me vine para Pueblo Nuevo, donde mi abuela. Ese mismo día le conté todo ami hermana mayor y ella me llevó a poner la denuncia.


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Como muchas niñas del campo, Estela a los once años apenas cursaba el tercer gradode primaria, era un una niña que gustaba de jugar con sus hermanitas.

Bajo amenazas, aprovechándose de la vulnerabilidad de la niña, el padrastro abusó deella reiteradamente.

La hermana reere, que cuando supo que la niña había llegado sola donde la abuela,sospechó que algo malo había pasado, fue a buscar a la niña, quien le contó el horrorque había vivido por las continuas violaciones.

Inmediatamente, llevó a la niña al Centro de Salud, donde conrmaron el embarazo, del

que no se podía determinar bien la edad gestacional, pues la niña aún no había tenidosu primera menstruación.

La hermana decidió ir con la niña a León a poner la denuncia ante la Comisaría de laMujer y la Niñez, lo que no tuvo efecto alguno, pues el agresor ya había huido.

Al describir el estado de la niña, la hermana señaló que ella estaba siempre triste,que se ponía a llorar y decía que no quería ese embarazo, que odiaba lo que le había

pasado y que odiaba a ese hombre.El Ministerio de la Familia tomo bajo resguardo a la niña y no permitió ningún tipo deacercamiento y apoyo al caso. Además se presume que el violador huyo con la madrey con la hermanita menor que también estaba siendo abusada.


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Raquel-13 años-

En una comunidad rural cercana a Mina la India, municipio de León, Raquel, de 13 años, fueviolada y embarazada por un hombre de 60 años de edad, vecino del poblado. Raquel tienediscapacidad auditiva congénita, de la rubeola que su madre padeció durante el embarazo.

Yo trabajo en Managua como empleada doméstica, el seis de julio en la noche recibí unallamada de mi hermana, –que es la que me cuida a mis hijos – diciéndome que la niña estabaembarazada. Al día siguiente me vine para la casa, y como yo me puedo comunicar con ellapor medio de señas, le pregunté quien había abusado de ella, y me dijo que el hombre la habíametido por la fuerza a su casa y allí la había violado y la amenazó que si decía algo la iba amatar.

Le pedí a la niña que me fuera a enseñar la casa donde había pasado eso. Nos fuimoscaminando, mi hermana, la niña y yo. Entonces como a la cuadra y media me señaló la casadonde vive ese hombre que se llama Tomas, él estaba allí, y la niña lo señaló.

Cuando yo le reclamé por lo que había hecho, me dijo que “no hiciera escándalo” que sí habíatenido relaciones con la chavala y que si ella estaba embarazada “se iba a hacer cargo de losdos”.

Mi hermana que es la que está con ella dice que la niña está triste, que solo es llorar y quecuando ve a otros niños jugando se va a acostar, ella tiene miedo que cuando el niño nazca lehaga groserías porque no quiere ese embarazo.


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El agresor, un hombre de 60 años, vecino de la comunidad aprovechándose de laingenuidad de la niña, la atrajo hacia su casa, donde retuvo en contra de su voluntadpara violarla.

Al saber, por parte de la niña quien era el violador, la madre se enfrentó al sujeto, quienintentó quedar impune ofreciendo que “se haría cargo de la criatura”, la madre rechazóla oferta e interpuso la denuncia.

Raquel, habitante de una comunidad rural de occidente, tenía 13 años de edad cuandofue violada, ella no le contó nada a su tía (con quien convivía), pues Raquel no puedehablar, debido a que es sorda de nacimiento.

La madre, que laboraba como doméstica en Managua, al conocer la situación fue aLeón y con apoyo de una organización de mujeres puso la denuncia ante la Comisaríade la Mujer y la Niñez. El proceso continuó su curso, el agresor fue encontrado culpabley sentenciado a quince años de privación de libertad.

Además de los exámenes médicos (análisis clínicos y ultrasonido), a la niña se lepracticó audiometría, cuyo resultado conrmó existencia de discapacidad auditiva. Se

determinó que el embarazo era de alto riesgo, ya que la niña presentaba anemiasevera e infección renal.

Aunque el agresor fue condenado, las consecuencias de la violación las está pagandoRaquel y su familia. Ninguna institución del Estado le ha brindado apoyo, la madreintentó quedarse en su poblado, para cuidar de la niña y del recién nacido, pero antela falta de empleo y la necesidad de garantizar la sobrevivencia familiar, no tuvo másopción que regresar a Managua y dejar a la niña y al bebé al cuido de su hermana.


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Jasmina-16 años-

Yo estudiaba primer ciclo de secundaria, y él llegó a trabajar al colegio como profesor suplentede matemáticas y desde entonces comenzó a decirme cosas, me mandaba mensajes alcelular, después cuando supo donde vivía yo empezó a vigilar la casa y aprovechaba cuando

mi mamá se iba al trabajo para llegar.

Un día que mi mamá andaba en consulta, él llegó a la casa, andaba con una pistola, me tapóla boca y me obligó a tener relaciones con él. Como estaba armado le tenía miedo y no le dijea nadie lo que había pasado. Él se dio cuenta que yo había quedado embarazada.

Una tarde, estando sola con mi hermano menor, ese hombre llegó, nos amenazó a los doscon una pistola y me hizo que me tomara una pastilla y me drogó (…), me desmayé como dos

veces y me vi que estaba sangrando, él antes de irse me dejó un sobre de pastillas para eldolor. Yo estaba asustada y le mandé un mensaje a mi mamá, ella llegó y me llevó al centrode salud.


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La madre de Jasmina relata que ella no tenía idea que la adolescente estabaembarazada, que supo de la violación hasta el día que su hijo de 12 años le contóque el profesor había llegado y lo que había hecho a su hermana. Cuando Jasmina

fue llevada al hospital, el médico dijo que había tenido un aborto y podía haber muertopor la hemorragia. A la adolescente le practicaron un legrado y la dejaron ingresadatres días para tratar la infección. Lejos de cumplir con el deber de denunciar que estáclaramente establecido en la Ley 779, en el hospital, las enfermeras aconsejaron aJasmina que no denunciara a su violador y autor del aborto, porque ella era la que“podía ir presa”.

Sin embargo, la madre decidió denunciar el caso ante la policía, de quien además

solicitó ayuda para sacar el feto de la letrina, ayuda que le fue negada bajo el argumentode que “ese no es nuestro trabajo”, que fuera donde los bomberos, institución dondetambién le negaron apoyo. Con la ayuda de un cuñado, la madre de Jasmina sacó elfeto de la letrina y lo enterró en el patio de la casa. Unos días después el profesor fueapresado. El proceso duró cerca de seis meses, con una serie de anomalías y reiteradapostergación de las audiencias. Finalmente el violador fue declarado “no culpable”,pues según expresó la juez de la causa al Diario la Prensa6 : quedó claramente

establecido que los hechos no sucedieron como lo planteó la acusación. La madre deJasmina dice que esto que le pasó hizo cambiar mucho a su hija, que antes era alegrey luego se volvió “amargada”. Jasmina y su hermanito dejaron el colegio, por miedo aser señalados, pues allí trabajaba la hermana del violador. Además, la familia se vioobligada a cambiar de domicilio, por temor a represalias del agresor o de su familia.Después de la violación y el aborto, Jasmina fue remitida para valoración psicológicay continuó recibiendo atención en el Hospital, sin embargo, no ha logrado sanar susheridas emocionales.

6 Diario La Prensa. Nota periodística disponible en: http://www.laprensa.com.ni/2013/01/19/departamentales/131311-juez-declara-inocente-a


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Una de las principales limitaciones paraabordar el embarazo por violación, es lafalta de información, ninguna institución (ni

policía, ni Ministerio de Salud, ni el IML querealiza los peritajes médicos llevan registro.

No hay un abordaje integral del problema,ninguna institución del Estado les brinda aestas niñas y sus familias la atención y laprotección que requieren de conformidadcon su condición de niñas y en apego alprincipio del interés superior de niña.

En cuanto a la atención en salud, una delas principales barreras es que no hayuna atención integral y especial para lasniñas en estas circunstancias, no existenprotocolos de atención que consideren lasnecesidades particulares que presentan porser niñas y además víctimas de violación.

Las instancias operadoras de justicia actúancon dilación y negligencia, existen altosniveles de impunidad, mientras las víctimassufren las consecuencias de la violación,agravada por el embarazo impuesto, susagresores andan libres y, ninguna institucióngarantiza el resarcimiento de los daños.

Embarazo por violación,

la prolongación del trauma La violación es una de las manifestaciones más

crueles de la violencia de género, la víctima, es

despojada de los elementos esenciales de su

dignidad humana, es utilizada como un objeto, lees arrancada su capacidad de decidir libremente,

se le roba la voluntad y el poder sobre su cuerpoy su sexualidad, además del daño físico que esta

forma de violencia le puede llegar a provocar.

“La violación afecta a la mujer en su integridad

personal, social, sexual, y existencial. Altera su

historia y sus proyectos de vida y, cuando la

víctima aún se encuentra en una etapa crítica, laconrmación del embarazo resultado de la mismase convierte en otro choque emocional intenso;en una crisis múltiple inevitable de soslayar, una

explosión de padecimientos desestabilizadores.


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Así, el embarazo por violación, cuya incidencia es difícil de cuanticar, constituye unaagresión a la esencia misma de cada mujer, traumatismo y una herida a su existencia”7.Las mismas autoras arman que “El embarazo producto de la violación que es de alto

riesgo, no solo es indeseado sino rechazado y extiende la violación en las entrañas delas víctimas con la invasión biológica del semen de los agresores. Se produce contra

la voluntad de la mujer en circunstancias de violencia y caracteriza la perversión del

poder, ejercido por los violadores.

Según Gómez de la Torre (2002)8 , La violación aparte de la connotación del hechobrutal y doloroso en este caso para una mujer, es una “emergencia médica”. Más allá

del contexto en que se produjo, o sea si fue a la fuerza o no, una violación puedepresentar como emergencia médica lo siguiente:

1. Traumatismos físicos leves o graves.

2. Traumatismo sicológico siempre grave

3. Contagio de Infecciones de transmisión sexual

4. Riesgo de embarazo no deseado

5. Riesgo de aborto en condiciones inseguras

6. Riesgo de muerte, producto de las lesiones o del trauma emocional que lleva aun suicidio.

7 Londoño M.L et al. Embarazo por violación, La crisis múltiple Fundación Sí Mujer, Colciencias, BID, ISEDER, Cali Colombia, 2000.

8 Virginia Gómez de la Torre B. La Doble Emergencia: Violación y Riesgo de Embarazo. CEPAM-Quito- Septiembre, 2002.


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El Informe Mundial sobre violencia y Salud (2003), publicado por OMS señaló que

producto de una violación puede resultar un embarazo, aunque la tasa varía según

los contextos y depende especialmente del acceso a información y uso de métodos

anticonceptivo. De acuerdo a datos relevantes encontrados en este informe: …enEtiopía, se comprobó que 17% de las que habían denunciado haber sido violadasquedaron embarazadas. Esta cifra es similar a la de 15% a 18% obtenida en los centrosde crisis para casos de violación de México...

Diversos estudios han demostrado que los embarazos a temprana edad generancondiciones de alto riesgo para las niñas y adolescentes como para sus hijos. La

mortalidad infantil es mayor entre los niños nacidos de madres jóvenes, entre otrosfactores debido al bajo peso al nacer; por las condiciones nutricionales de la madres,porque nacen y van a crecer en condiciones psicosociales desventajosas.

Según J. Rosen (2009) 9, Las adolescentes menores de 16 años corren un riesgo de

defunción materna cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años, y la tasa de

mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un 50% superior.

9 Organización Mundial de la Salud - OMS. [Sede Web] Boletín de la Organización Mundial de la Salud. Embarazo en adolescentes: un problema culturalmente complejo. Publicado

junio 2009. Disponible en: http://www.who.int/bulletin/volumes/87/6/09-020609/es/index.html.


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Reexiones fnales

Alejandra, Carla, Diana, Perla, Estela, Raquel y Jasmina, son solo algunos ejemplos decómo la pobreza, la exclusión social y la falta de factores protectores ante la violenciacolocan día a día en riesgo a las niñas y adolescentes.

Desde la perspectiva de los Derechos Humanos, obligar a una mujer, adolescente o niña,a llevar a término un embarazo producto de violación, lesiona derechos fundamentalesreconocidos en Pactos y Convenciones internacionales de Derechos Humanos, enla Constitución Política y en las leyes nacionales. El embarazo por violación es unasituación que únicamente afecta a las mujeres, por lo que impedirles interrumpirlo, esun acto de discriminación que afecta de forma desproporcional sus derechos.

En todos estos casos, a las niñas y las adolescentes se les violentaron sus derechos ala vida, a la salud, a un trato en igualdad de condiciones, a la seguridad y a la dignidadhumana, ya que fueron sometidas a tratos crueles y humillantes, primero por susagresores y luego por las instituciones del Estado que no les atendieron como era su

deber. Además, se les impidió el ejercicio del derecho a la libertad y la autonomía, al obligarlasa llevar a término un embarazo concebido en contra de su voluntad, siendo doblementevictimizadas, primero por el violador y luego por el Estado que no las protegió, no lesgarantizo atención jurídica y de salud integral y no les brinda ninguna otra opción másque continuar con un embarazo que pone en riesgo su salud y su vida.


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Estas historias comparten un elemento en común; la vulneración del derecho a la saludde las niñas y adolescentes, quienes tienen cuatro veces más probabilidades de morira causa de complicaciones por un embarazo, ya que su organismo y su siquis no están

preparados para el proceso reproductivo.

En el ámbito de los servicios de salud, si bien recibieron atención, no siempre la mismafue diligente, de calidad y con calidez como su condición de niñas lo requería, que es unindicativo de que los servicios de salud no están debidamente preparados para atenderlas necesidades especícas de las niñas y adolescentes, que además de necesitarcontención emocional, necesitan se les aborde con un lenguaje diferente, adecuado asu condición de niñas y considerando el impacto emocional que les ha provocado esta

situación.

Se les violentó el derecho a información veraz y oportuna; como en el caso de Dianay Perla, que se sienten culpables de la muerte de sus bebés, como si eso fuese unaespecie de “castigo” porque rechazaron el embarazo. Y la realidad es que el personalde salud no le explicó que ese era uno de los riesgos del embarazo a su corta edad.

Se violentó el principio del interés superior, que no es más que el deber del Estado, de

asegurar que en todas las decisiones se tenga como prioridad lo que es mejor para laniña o la adolescente.

Por la forma en que fueron atendidas a estas niñas se les violentó su derechoa la privacidad, tanto por la invasión del agresor a su espacio íntimo, como por lasimplicaciones de tener que revelar un hecho que les genera vergüenza, ante su familia,la policía, los jueces, scales e incluso, en algunos casos, verse expuestas ante lacomunidad.


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Estas niñas y adolescentes no queríanser madres, no planearon ser madres; la

mayoría de ellas solo se percataron delembarazo unos meses después, quizásporque en el estado emocional que seencontraban lidiando con el trauma dela violación no les permitió advertir loscambios en sus cuerpos. Una de ellas eratan niña, que aún no había menstruadoy no tenía idea de lo que le estabaocurriendo, otras, quizás lo sospecharon

pero no se atrevieron a hablar porquehacerlo signifcaba evidenciar aquello que

les provocaba tanto dolor.

La lista de emociones, sentimientos ycambios de conducta, que las niñas yadolescentes experimentaron durante elembarazo, incluye: tristeza, depresión,falta de apetito, pesadillas, llanto, rabia,

sentimientos de culpa, ideas y conductasde fuga del hogar, ideas suicidas,sentimientos de rechazo hacia el productode la violación, miedo a estar solas,miedo a morir, miedo a vivir, rechazo a lasrelaciones de pareja y a la maternidad.

En lo que respecta al acceso a la justicia, lasvíctimas menores de edad no denunciaron otardaron en denunciar la violación, estaban

amenazadas, avergonzadas, atemorizadas.No habían salido de ese trauma cuando setuvieron que enfrentar a un nuevo suplicioque signicó la conrmación del embarazoproducto del abuso sexual; lo que leshacía revivir todos los días el evento quedeseaban borrar de sus memorias.

De los siete casos, únicamente en dos,los violadores fueron procesados ysancionados, en otros tres, aunque sepresentó denuncia, la falta de celeridad delas autoridades permitió a los agresoreshuir, en el caso de violación y aborto sinconsentimiento el autor fue declarado “no

culpable” en un proceso lleno de vicios ydilaciones. En el 6to caso los responsablesnunca fueron identicados y el últimosolamente recibió pena de arresto domiciliar,pese a la demanda de la sociedad y laexistencia de pruebas sucientes.


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Aún en los casos en que los agresores fueron condenados, no se hizo justicia, elEstado y la sociedad condenaron a las niñas y adolescentes, obligándolas a cargarcon un embarazo no deseado, que representa la prolongación del trauma, pasando por

encima del principio del interés superior de la niña.

Las niñas y sus familias buscaron justicia, pero se encontraron con innumerablesbarreras, de orden económico, geográco, de falta de información y de acceso realy respuesta de las instancias encargadas de atender estas situaciones. El embarazoimpuesto por violación, también ha dejado impactos sociales en la vida de las víctimas,los testimonios aquí presentados, muestran claramente como la vida de estas niñas ysus familias se vio trastocada.

En cuatro de los siete casos, las niñas y adolescentes sufrieron destierro, como el casode Estela y Carla que debieron ser separadas de su familia, o como Perla, Jasmina yDiana que se fueron de su barrio y comunidad de origen por vergüenza y por temor arepresalias de sus agresores que quedaron impunes. La vida para ninguna de estasniñas y adolescentes volvió a ser lo mismo, y en todos los casos se violentó el derecho avivir su infancia, su adolescencia y a desarrollarse plenamente, cuando toda la atenciónse centra en preservar el embarazo que incluso tiene la alta probabilidad de provocardaño a la salud física, mental y a la vida de la niña o adolescente.

Esperamos que este documento contribuya a que la sociedad en su conjunto y enparticular los tomadores de decisión, reexionen y tomen acción para atender lassituaciones de violencia en general y particularmente en contra de menores de edad.Es urgente garantizar el ejercicio de los derechos de niñas y adolescentes, entre loscuales se encuentra el vivir libre de violencia y por supuesto, tener acceso a tomar


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decisiones sobre continuar o no con un embrazo producto de violación y que afecta demanera permanente la salud física y mental de la víctima.

Estos testimonios son una invitación, para que como ciudadanas y ciudadanos, ya seaen el rol de operadores de las instituciones del Estado, o como líderes comunitarios,políticos, religiosos, juveniles, asumamos la responsabilidad de contribuir a salvaguardarla vida y la integridad de las niñas, partiendo de la premisa que solo con el compromisodecidido de todos y todas, podemos enfrentar estas realidades que causan tanto dañoa nuestra sociedad.


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entre el silencio y la impunidad

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