entre el ser y el deber ser: el quehacer tutorial en la universidad

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Introducción

El “Sistema de Tutorías” de la Facultad de Peda-gogía de la Universidad Veracruzana (Región Xalapa) –derivado de la propuesta curricular

Entre el ser y el deber ser: el quehacer tutorial en la Universidad

María de los Dolores Ricaño Escobar / Martha Elba Ruiz Libreros / Rosa María CabreraJiménez / Sandra García Pérez / Ana Luz Delfín Linaldi

Los responsables de la adopción de decisionesen los planos nacional e institucional deben

situar a los estudiantes y sus necesidades en el centro de sus preocupaciones.

UNESCO (1997: 9)

Resumen:En este artículo se aborda como objeto de estudio las Tutorías que la Universidad Veracruzana (UV) ha implementado como estrategia de apoyo a la formación y trayectoria escolar del estudiante en el marco de su Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF). La pregunta de investigación que se planteó fue: en el caso de la Facultad de Pedagogía de la UV, ¿cómo están apoyando las tutorías el proceso educativo del estudiante en su trayecto por la Universidad? El análisis del problema se centró en dos dimensiones: 1) en la académico-administrativa; y 2) en la formativa, como un proceso de acompañamiento del estudiante para la toma de decisiones. El estudio se basó en un enfoque metodológico cuantitativo, con un diseño de investigación longitudinal de tendencia y

con un nivel de acercamiento descriptivo.

AbstractThis article discusses the topic of tutoring student system that Universidad Veracruzana (UV) has implemented as an strategy to support the training and school path of that students choose to fo-llow while they study their BA degree within the framework the Integral and Flexible Educational Model (MEIF). The research question posed was: In the case of the School of Pedagogy of the university, How are tutoring sessions helping out in the educational process of the student in the path he/she has chosen? The analysis of the problem focused on two different dimensions: 1) the academic-administrative aspect; y 2) the formation, as a process of accompanying the students in the decision making. The work was based on a quantitative methodological focus, with a trend

longitudinal research design and a descriptive level of approach.

Palabras clave: tutoría, orientación, dimensión formativa, dimensión informativa, México.Key words: tutoring, orientation, formative dimension, informative dimension, Mexico.

que sustenta el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) de esta Universidad–, ha ope-rado durante más de cinco años, por lo cual se hizo una investigación que permita valorar y re-flexionar los procesos y resultados de este sis-

Pampedia, No.6, Julio 2009 - Junio 2010 Artículos

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tema como estrategia de apoyo en la formación integral de los estudiantes.

Consideramos que los resultados arrojados en esta investigación, podrán ser una fuente de información valiosa para “los tomadores deci-siones” institucionales, con el fin de fortalecer y mejorar los procesos formativos e informa-tivos de las tutorías que, a su vez, repercuten en el nivel de calidad académica.

El presente estudio se centra en dos aspectos o dimensiones de análisis del quehacer tutorial que realizan los profesores tutores y los tuto-rados de la Facultad de Pedagogía (FP). Una dimensión se dirige a la atención académica-administrativa del alumno, que consiste en proporcionarle información para la gestión de su trayectoria escolar. La otra dimensión se re-fiere al aspecto formativo, como un proceso de acompañamiento del estudiante para la toma de decisiones. El objetivo del quehacer tuto-rial es que el estudiante concrete su proyecto profesional, promueva su autonomía y mejore su rendimiento académico con estrategias que le permitan adquirir una formación sólida en lo profesional y que en el ámbito personal del es-tudiante.

Problemática

En el año 2000, la FP implementó un nuevo plan de estudios, en consonancia con los linea-mientos curriculares y el enfoque pedagógico centrado en el estudiante del MEIF de la Uni-versidad Veracruzana (UV). Este modelo con-templa, como uno de sus elementos, el sistema de tutorías, con el cual se busca dar apoyo y seguimiento a los estudiantes para conformar su perfil académico en cada periodo escolar, y para apoyarlos en su rendimiento académico, particularmente, en problemas de aprendizaje y en aquellas experiencias educativas que les re-sultan difíciles.

La tutoría como proceso dinámico permitirá que el estudiante obtenga continuamente la infor-mación más relevante para lograr su éxito como profesional, tome decisiones importantes en su vida académica y desarrolle las habilidades, destrezas, actitudes y valores necesarios, no sólo en el ámbito académico, sino también en los as-pectos personal y social (Beltrán, 2003:31).

Si bien existe un auténtico interés de actores educativos, autoridades y docentes por hacer que las tutorías fortalezcan el proceso de for-mación integral del estudiante, es decir, que atienda los aspectos profesional, social, perso nal y humano, en la práctica se observa que tal interés no se está logrando, es más, resulta difícil lograrlo, pues la atención que se ofrece al estu-diante en la tutoría se centra más en el aspecto académico-administrativo, es decir, meramente informativo, y, en menor medida, en el aspecto formativo, particularmente, en lo que concierne al apoyo que el tutor debe brindar al estudiante en la construcción de su perfil profesional de acuerdo con sus intereses, aptitudes, actitudes y, en general, con base al conocimiento de sí mismo; así como en la detección de situaciones que dificultan su aprendizaje y que pueden po-ner en riesgo la conclusión de sus estudios.

La pregunta de investigación que guió este trabajo fue: ¿cómo apoyan las tutorías la for-mación profesional, personal y social de los es-tudiantes de la Facultad de Pedagogía, región Xalapa, de la Universidad Veracruzana? El ob-jetivo central consistió en comprender la reali-zación de las tutorías en los aspectos formativo e informativo de los estudiantes de pedagogía.

Referente contextual

Se reconoce que los diferentes sectores de la educación forman un todo y que es necesario dotar de mayor coherencia al sistema educa-


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tivo mexicano, al mismo tiempo integrarlo en un contexto amplio: cultural, social, político y económico. Esto demanda la necesidad de pen-sar y crear una política nacional integradora, considerando que los sucesos de la historia y los cambios sociales norman los rumbos a seguir.

Desde este entendido, podemos aludir que las política educativas son “orientaciones ge-nerales de carácter filosófico, doctrinal, axio-lógico y práctico que guían las acciones hasta el logro de los propósitos establecidos” (Gra-jeda 1989: 223), que dirigen y rigen a la edu-cación superior en un contexto histórico social determinado, sin olvidar que siempre estarán encaminadas a dar el mayor bien posible dentro de una sociedad, que son los ejes que sostienen toda toma de decisiones y prácticas educativas, filosofía que dirija hacia la formación y por lo tanto el tipo de hombre que se está procurando formar dentro de cada institución de educación.

En los planteamientos y discursos emiti-dos por los gobernantes, la política educativa aparece como un factor prioritario en la vida del ser humano y en el desarrollo de una nación. Así, en el caso que nos ocupa, retomamos al-gunos sustentos del documento rector de la política educativa en México: el “Programa Nacional de Educación” 2001-2006 (PNE), el cual estructura su acción en cuatro apartados: en el primero, presenta un diagnóstico de la si-tuación actual del sistema de la educación su-perior y los principales retos que debe afrontar; en el segundo, describe un escenario deseable de la educación superior con miras al 2025, con el fin de contar con un referente que oriente las políticas y, por ende, las acciones futuras; en el tercero, indica los objetivos estratégicos y las líneas de acción que se propusieron guiar las propuestas del Gobierno Federal en esta ma-teria; en el cuarto apartado, enumera los pro-

gramas de acción en cada uno de los objetivos estratégicos.

Para fines del presente trabajo, enfocamos nuestra atención en el primer apartado, es decir, sobre los problemas y retos que desafían hoy a la educación superior en México y que se ex-presan en tres vertientes: a) el acceso, la equi-dad y la cobertura; b) la calidad; y c) la inte-gración, coordinación y gestión del sistema de educación superior. Sin duda, estos restos han impactado en las Instituciones de Educación Superior, las cuales deben responder a la solu-ción de problemas y necesidades de su entorno, y atacar de manera integral y coordinada ges-tiones tan complejas como la cobertura, de-manda y oferta educativa.

El PND (2007-2012) plantea en el objetivo 14, estrategia 14.2: “Flexibilizar los planes de es-tudio, ampliar los sistemas de apoyo tutoriales” a través del diseño curricular. Esta medida se ha considerado en el programa de trabajo “Conso-lidación y Proyección de la Universidad Vera-cruzana hacia el Siglo XXI”, en donde establece como una de sus líneas estratégicas el aprendi-zaje centrado en el alumno.1

Para responder a estas exigencias de la políti-ca educativa, la Universidad Veracruzana toma en consideración una serie de planteamientos y acuerdos de programas, instituciones y or-ganizaciones nacionales (SEP, ANUIES, PNES, CONPES, COEPES) e internacionales (UNESCO, OCDE, OEA, OIT). Estos discursos se oficializan y legitiman como intenciones benefactoras para la Humanidad y como el fin primordial de la educación superior.

En la reglamentación vigente de la UV sobre el sistema tutorial, constituye un derecho el que cada estudiante cuente con un tutor académico, el cual debe ser, preferentemente, un docente del programa académico en el que se encuentre

1 El nuevo paradigma centrado en el estudiante que se ha adoptado en las Instituciones de Educación Superior, y promovido por especialistas, maestros y funcionarios, hace referencia al aprendizaje a lo largo de toda la vida (aprender a aprender, aprender a emprender y aprender a ser), la orientación prioritaria hacia el aprendizaje autodirigido y la formación integral en los alumnos, con una visión humanista, responsable ante las necesidades y oportunidades del desarrollo de nuestro país.


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inscrito el estudiante. El tutor académico tendrá la responsabilidad de dar seguimiento a todo el proceso escolar del estudiante, tanto aca-démico como administrativo, de orientarlo en la toma de decisiones encaminadas al logro de su autonomía y de apoyarlo en las dimensiones académica y personal, con el fin de mejorar el rendimiento escolar, favorecer la formación in-tegral y consolidar un perfil profesional holista del estudiante.

La Universidad Veracruzana subraya en su programa de trabajo que el aprendizaje del es-tudiante debe ser integral, significativo y de por vida, para ello se ha pensado en la diversidad y complejidad de las actividades necesarias para la transformación, proporcionando una orientación educativa apropiada, renovación de planes y programas de estudios, apoyo tutorial y asesorías académicas, entre otras. Este trabajo se dirige específicamente hacia las tutorías, ob-jeto reflexionamos desde la perspectiva de la orientación educativa.

Referentes teóricos

Para efectos del tema que nos ocupa, se pre-sentan a continuación algunos planteamientos teóricos de la orientación educativa, perspec-tiva desde la cual se aborda el estudio de las tutorías, por lo cual es preciso antes definir aquí el sentido y significado de los conceptos orien-tación y educación.

Desde la mirada de Repetto, la orientación y la enseñanza son dos elementos de un mismo proceso y de una misma unidad: la educación personalizada:

Es innecesario recordar que la orientación y la enseñanza constituyen las manifestaciones fun-damentales de la educación personalizada, y que las actividades de enseñanza y las orientadoras llevan la doble finalidad de las instituciones edu-

cativas. Si la enseñanza tiene por objeto la in-corporación consciente y reflexiva del alumno a la cultura, objetivamente considerada, la orienta-ción pretende la cultura entendida como cultivo propio, como ascensión continua y esforzada hacia la meta de una personalidad plenamente lograda (Repetto, 1998: 12-13).

La misma autora explicita la necesidad de una redefinición de la educación enfocada en el aprendizaje del alumno que no se ciña al pro-ceso enseñanza-aprendizaje.

La educación tiene como fin el desarrollo de la persona, el cual es un proceso que no se operativiza en abstracto sino en concreto, en cada estudiante en particular. Para ello la en-señanza y la orientación hacen posible esa fi-nalidad, es decir, esa concreción por medio del proceso enseñanza-aprendizaje. La enseñanza atiende, principalmente, el aspecto cognitivo y la orientación atiende, principalmente, el aspec-to personal y social del alumno en formación. Por lo cual, la orientación puede definirse: “… como el proceso de ayuda a un sujeto para que alcance la integración de su personalidad, fun-cione al más alto grado de efectividad humana y logre su maduración como persona. Se centra en el aprendizaje y conlleva la formulación y la realización de un proyecto personal de la vida del orientado” (Repetto, 1998: 18).

En palabras de Repetto (1998), “orien-tación y enseñanza son dos pilares de la per-sonalización educativa, y ambas constituyen este proceso de ayuda al educando para que, a través de sus conocimientos, experiencias, la continua confrontación consigo mismo y sus decisiones libres, se comprometa cada día en el desarrollo intelectual y afectivo de su personali-dad” (Repetto, 1998: 15). Se puede decir, por lo tanto, que la educación atiende el aspecto cognitivo de la persona en formación a través del proceso enseñanza-aprendizaje y el aspecto


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del desarrollo de la persona a través de la orien-tación.

Por su parte, Nassif (1989) explica que el término formación parece afectar por igual al significado de la educación y al de la autoedu-cación, en tanto que esta dualidad del término da cuenta de la educación, pues, de acuerdo con él, cuando la educación es auténtica debe cul-minar “…en formación o configuración perso-nal del ser, en el desarrollo de su forma propia (la palabra formación nace justamente de for-ma), pero en tanto esa forma tamiza todo lo que pasa a su través y le impone su ley, ya no puede hablarse estrictamente sino de autoeducación” (Nassif, 1989: 16).

Lazaro y Asensi (1989) sintetizan la relación educación-orientación en la tutoría. Para ellos, la enseñanza y la orientación se dirigen a un mismo objetivo, que es la integración del aprendizaje, aunque con procedimientos dife-rentes, y esta relación se da cuando se considera al aprendizaje:

… como resultado de la enseñanza y, tras la co-rrespondiente comprensión del mismo, tomar una postura de decisión, facilitada por la orien-tación, integrándola en la personalidad, con la consiguiente variación de nuestra conducta. ... si se quiere alcanzar un grado de eficacia do-cente y organizativa, es precisa la vinculación del profesor a los procesos orientadores, teniendo en cuenta la relación entre éstos y el aprendizaje. Más aún es una dicotomía profesional (profesor orientador) que debe superarse y sintetizarse en la figura del tutor (Lázaro & Asensi, 1987: 40-41).

Los términos de educación y orientación han permitido observar los objetivos que persiguen así como los procesos de que se valen para lograr una auténtica educación que atienda tan-to el aspecto cognitivo de la persona como su desarrollo como tal, también permite visualizar

las tutorías como parte del proceso enseñanza-aprendizaje y de la orientación.

Al hablar de la tutoría, Latapí destaca:

La enseñanza tutorial (que otros prefieren lla-mar tutelar) es una modalidad de instrucción en la que un maestro (tutor) proporciona educación personalizada a un alumno o a un grupo reduci-do. Generalmente se adopta como medida emer-gente o complementaria para estudiantes con di-ficultades para seguir los cursos convencionales (Latapí, en Cisneros, s/f: 30).

En la definición de Latapí, la tutoría atiende el aspecto instructivo –función inherente a la do-cencia–, es parte del quehacer docente y, por tanto, se vincula con el proceso enseñanza-aprendizaje. Se menciona al tutor como aquel que proporciona educación personalizada y, aunque este autor no haga en el texto ninguna aclaración hacer de qué entiende por “edu-cación personalizada”, parece ser que, al hablar de ésta, se refiere a la relación que se establece con el estudiante o “grupo reducido”, pues ex-presa:

... lo que se pretende en dicha opción [enseñanza tutorial] no es sino sistematizar lo que todo buen profesor hace espontáneamente con algunos de sus estudiantes... e inclusive, procura orientar y ayudar a los que tienen problemas personales. A los maestros que hicieron esto con nosotros los consideramos buenos maestros, y a la educación que nos dieron, una educación de calidad... En otras palabras, parece que a través de las tutorías las instituciones masificadas podrían reencon-trar la calidad educativa de antes, debida a una relación personal, más intensa entre profesores y alumnos. La tutoría actuaría –en hipótesis– como fuerza renovadora de la relación pedagógi-ca (Latapí, en Cisneros, s/f: 35-36).

Es posible definir a la tutoría como un proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes, la cual se concreta mediante la


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atención personalizada para apoyar la toma de decisiones de aquéllos en los aspectos personal, social y profesional.

Dado que en este trabajo se analizan las tu-torías en su dimensión formativa y dimensión informativa, es preciso definir en consiste cada una de estas dimensiones.

Se entenderá por dimensión formativa a las acciones educativas que realiza el tutor para apoyar al estudiante en las que se da un encuen-tro personal, axiológico entre tutor y tutorado, para apoyar a éste en su desarrollo óptimo como persona, y que se traduzca en la formación y puesta en práctica de un proyecto de vida. (Menchén, 1999).

La dimensión formativa contempla los as-pectos personal, social y profesional del estu-diante.

El aspecto personal del estudiante está consti-tuido por el conocimiento de sí mismo, que a su vez contempla el auto-concepto y la auto-aceptación, es decir, la autoestima y su adecua-da relación con los otros, pues, de acuerdo con Gil (2001), la noción de persona implica y com-prende al individuo y a la comunidad, por ello, la afectividad es parte del aspecto personal.

De acuerdo con Menchén (1999), el tutor ofrecerá los medios necesarios al tutorado para que sea capaz de descubrir sus propios valores e intereses, asumir sus dificultades, así como de resolver los problemas que pueda encontrarse a lo largo de la vida. El tutor debe contribuir a la autorrealización del tutorado, para ello, según Gil (2001), debe emprender acciones que fa-vorezcan la construcción de la propia identidad y el desarrollo de la autoestima del tutorado, lo cual derivará en un proyecto de vida en el que se incluye, entre otros elementos, su proyección como profesionista.

Por lo tanto, el tutor debe apoyar en la ex-ploración y atención del aprendizaje del estu-

diante, lo cual consiste en un seguimiento de su comportamiento académico, en provecho de todas las posibilidades para aprender y per-feccionarse, con la utilización del potencial de la persona para lograr una formación integral y armónica. Desde luego, es importante constatar si se está promoviendo un aprendizaje en dife-rentes planos del quehacer profesional y de la vida personal del estudiante.

En el aspecto social, el tutor debe considerar la relación escuela-sociedad y emprender acciones que le permitan al tutorado “…tomar conciencia de sus posibilidades individuales ante las perspectivas y necesidades del mundo contemporáneo” (Brito, en Comellas, 2002: 37). La toma de conciencia exige un conocimiento de límites y posibilidades de realizaciones, por ello, el proyecto de formación del estudiante debe elaborarse de forma flexible para que le permita al tutorado el descubrimiento y la con-secución de sus deseos personales.

El aspecto profesional, abarca el conocimien-to de la profesión y del campo laboral de ésta. Para atender este aspecto del estudiante, el tutor debe emprender acciones que le permitan al tu-torado la construcción de su perfil profesional a través del desarrollo de habilidades de aprendi-zaje y autoaprendizaje, con fundamento en los aspectos personal y social para la interacción con el mundo ocupacional al que se enfrentará.

En cuanto a la dimensión informativa, está referida a las acciones que realiza el tutor para dar información sobre aspectos académicos y administrativos:


Los aspectos académicos engloban infor-mación referente, principalmente, al cu-rrículo y su operatividad, específicamente, a la flexibilidad de contenidos, tiempo y espa-

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La población de estudio estuvo constituida por los alumnos de la Facultad de Pedagogía, sis-tema escolarizado, de la Universidad Veracru-zana (UV).

La muestra fue conformada por estudian-tes de la generación 2000 y 2007; se utilizó el muestro aleatorio simple; el tamaño de la mues-tra fue de 107 estudiantes en el primer momen-to (generación 2000) y de 44 para el segundo momento (generación 2007).

InstrumentoPara recabar la información se diseñó un cues-tionario con el que se inquirió a los estudiantes de pedagogía sobre el quehacer tutorial. El ins-trumento se aplicó en dos momentos:

El cuestionario estuvo conformado por 18 pre-guntas de opción múltiple. La elaboración res-pondió a la definición de dos dimensiones de las tutorías: formativa e informativa. Para la medición de cada una de las dimensiones se establecieron indicadores. Para la dimensión formativa el indicador: personal, profesional y social. Para la dimensión informativa los indi-cadores: información referente al currículo y su operatividad, flexibilidad del modelo educativo (contenidos, tiempo y espacios académicos).

-Contenidos, se refiere a la gama de posibili-dades que el estudiante, puede decidir qué ex-periencias educativas va a cursar en un periodo escolar.-Tiempo, alude a la posibilidad que tiene el estudiante de decidir sobre las secuencias de las experiencias educativas que debe cursar se pretende romper con la idea de seriación de EE y qué tan larga o corta puede hacer su carrera, se pretende romper con la idea de seriación de materias. -Espacios académicos, es la posibilidad que tiene el estudiante de decidir sobre estudios formativos con cierta movilidad entre faculta-des, dependencias y/o regiones de la Universi-dad, así como instituciones nacionales e inter-nacionales y organizaciones no universitarias –empresas privadas instituciones gubernamen-tales, organizaciones sociales- entre otros.

Estrategia metodológica

El estudio se realizó a través de una me-todología de corte cuantitativo, con un diseño longitudinal de tendencia2 de tipo descriptivo.


cios académicos. La UV plantea la flexibili-dad como la posibilidad de adaptar el plan de estudios a cada estudiante dentro de cier-tos límites, y se aplica a contenidos, tiempo y espacios académicos, que definen la es-tructura curricular. De acuerdo con Beltrán (2003: 18), la flexibilidad de:

Los aspectos administrativos, son los trámites académicos y administrativos que debe realizar el estudiante (inscripciones, créditos, horarios, procedimientos).

Primer momento: diseño y establecimiento estratégico del problema y aplicación del instrumento para recabar información so-bre el estado de los procesos formativo e informativo del quehacer tutorial realizado con estudiantes de la generación 2000 de la Facultad de Pedagogía.

Segundo momento: aplicación del mismo instrumento a estudiantes pertenecientes a la generación 2007 de la misma Facultad.

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2 “Los diseños longitudinales de tendencia son aquellos que analizan cambios a través del tiempo (en variables o sus relaciones) dentro de alguna población en general. La característica distintiva de los diseños de tendencia es que la atención se centra en una población” (Hernández, Fernández y Baptista, 2007).

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Esta dimensión también tiene que ver con in-formación sobre los procesos académicos y ad-ministrativos.

EscenarioEn los dos momentos el instrumento se aplicó en la Facultad de Pedagogía, región Xalapa, a los estudiantes que fueron seleccionados me-diante el muestreo aleatorio simple. Este pro-ceso se llevó a cabo en el salón de clases en donde solo tuvieron acceso los estudiantes elegidos. El instrumento se resolvió en un tiempo aproximado de 15 minutos por alumno. Para su aplicación se tuvo el apoyo de dos estu-diantes que realizaban actividades como presta-dores de Servicio Social.

Procedimiento para el análisisEl análisis de la información se realizó a través de estadística descriptiva, tablas, cuadros y grá-ficos, los cuales permitieron dar cuenta de los siguientes resultados.

Primer momento. Generación 2000Gráfico 1

Apoyo de las tutorías en el aspecto profesional de los estudiantes

Segundo momento. Generación 2007Gráfico 2

Resultados

A continuación se presentan los resultados que arrojó la aplicación del instrumento en el pri-mer y segundo momentos del estudio (gene-ración 2000 y generación 2007), y se realiza un análisis descriptivo comparativo de los datos en las dos dimensiones (formativa, informativa) que nos interesan del quehacer tutorial que rea-lizan los profesores de la Facultad de Pedagogía de la UV.

Dimensión Formativa

Esta dimensión comprende los aspectos profe-sional, social y personal que la acción tutorial, tal como es concebida por la Universidad Veracruzana, debe atender en la trayectoria escolar de los estudiantes.

De la muestra de estudiantes (107) de la ge-neración 2000, el 57.8% opinó que A veces el tutor exploró y atendió el aspecto profecional (aspectos relacionados con su aprendizaje), el 25% que Siempre y el 17% que Nunca. Mien-tras que de los estudian-tes (44) de la gene-ración 2007, el 53% opinó que A veces el tutor brindaba este apoyo, el 24.47% que Siempre y el 23% que Nunca. Lo anterior se puede visua-lizar en los gráficos 1 y 2.


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Apoyo de las tutorías en el aspecto social de los estudiantes

Al comparar los resultados entre las dos genera-ciones (2000 y 2007), se observa que, en el se-gundo momento (2007), la opción Siempre y A veces decrece, en tanto la opción Nunca tuvo un incremento del 6%. Por lo tanto, la acción tuto-rial no está llevando un seguimiento del proce-so de aprendizaje de los tutorados. Este apoyo de la tutoría no se da ni a todos los estudiantes ni de forma constante y sistemática.

De los gráficos anteriores se deduce que hubo una ligera mejoría en la generación 2007 res-pecto de la atención de la acción tutorial en el aspecto social del estudiante, la cual tuvo un incremento del 14%, pero aún no se observan, estadísticamente, cambios sustanciales.

En cuanto a la atención de la tutoría en el aspecto personal de la formación del estudian-te, tenemos los siguientes resultados. De la muestra de estudiantes de la generación 2000, el 49.7% opinó que A veces los tutores atiende este aspecto, el 29.9% que Nunca y el 19.0%

Respecto del apoyo de la tutoría en el aspecto social de la trayectoria escolar del estudiante de la generación 2000, el 50.3% contestó que A veces recibe ese tipo de apoyo, el 17% que Siempre y el 31.3% que Nunca. Mientras que de los estudiantes de la generación 2007, el 44.82% opinó que la acción tutorial apoya A veces el aspecto social, el 31.03% que Siempre y el 24.13% que Nunca (Gráficos 3 y 4).

que Siempre. Mientras que de los estudiantes de la generación 2007, el 34% opinó que A veces y Nunca, respectivamente, el 15.90% que Siem-pre y el 16.10% fue Omisión (Gráficos 5 y 6).


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Apoyo de la tutorías en el aspecto personal de los estudiantes


Tabla 1. Comparación de los aspectos integradores de la tutoría académica brindada a los estudiantes de la Facultad de Pedagogía de la UV.

Los datos revelan que la dimensión formativa no se atiende de manera continua ni tiene un lugar relevante en la tutoría académica que realizan los profesores de esta institución.

Como puede observarse, en la generación 2007 la atención del aspecto personal decreció con-siderablemente.


Siempre A veces Nunca Omisión

• Aspecto personal

Siempre A veces Nunca Omisión

• Aspecto personal


El aspecto profesional de la formación del es-tudiante tuvo menor atención en el generación 2007. En esta misma generación, la atención del aspecto social tiene una leve mejoría, pero la atención del aspecto personal decrece. De los tres aspectos, el personal de la formación del estudiante es el que recibe menos atención. En general, observamos que la acción de la tutoría

académica brindada a los estudiantes de Peda-gogía no se desarrolla de manera constante y sistemática, es decir, que el desarrollo profe-sional, social y personal del estudiante no es atendido de manera decidida por los tutores.

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Dimensión Informativa

Esta dimensión comprende las acciones que realiza el tutor para dar información sobre as-pectos académicos y administrativos en la trayectoria escolar de los estudiantes.

En cuanto a los aspectos académicos, nos centramos en la información y atención propor-cionadas por el tutor a los estudiantes sobre la flexibilidad de contenidos (Experiencias Edu-cativas), tiempos y espacios académicos que

De los gráficos anteriores se deduce que hubo una ligera mejoría en la generación 2007 res-pecto de la atención de la acción tutorial en el aspecto académico (sobre la flexibilidad curri-cular) de la trayectoria escolar de los estudian-tes, la cual tuvo un incremento del 7.7%.

En general, la atención de la tutoría en la dimensión informativa tiende a incrementarse, pero no se puede afirmar que se observan, es-

definen la estructura curricular del plan de es-tudios.

De la muestra de estudiantes (107) de la generación 2000, el 36.10% opinó que A veces el tutor atiende el aspecto referente a la flexi-bilidad de los contenidos, tiempos y espacios académicos del plan de estudios, el 34.70% que Nunca, el 26.50% que Siempre. Mientras que de los estudiantes (44) de la generación 2007, el 47% opinó que A veces, el 33.90% que Siempre y el 19% que Nunca (Gráficos 7 y 8).

tadísticamente, cambios sustanciales.En cuanto al aspecto administrativo, referido

a los trámites académicos y administrativos que debe realizar el estudiante (inscripciones, crédi-tos, horarios, procedimientos), tenemos los si-guientes resultados.

De la muestra de estudiantes (107) de la ge-neración 2000, el 53.10% opinó que A veces el tutor realiza acciones encaminadas a brindar


Apoyo de las tutorías en el aspecto de laflexibilidad curricular

Primer momento. Generación 2000 Gráfico 7


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información sobre inscripciones, carga aca-démica, bajas escolares, entre otras, el 27.90% que Siempre y el 18.40% que Nunca. Mientras

que de los estudiantes de la generación 2007, el 48% opinó que A veces, el 35.33% que Siempre y 16.66% que Nunca (Gráficos 9 y 10).


Apoyo de las tutorías en los requisitos académicos y administrativos

Primer momento. Generación 2000 Gráfico 9


Al comparar los resultados de los dos momen-tos sobre las acciones que realiza el tutor para apoyar a los estudiantes con información sobre inscripciones, carga y requisitos académicos, se observa un ligero incremento de 7.43% en la opción Siempre y de 5.10% en la opción A veces, lo cual indica que el tutor académico promovió en el segundo momento (generación 2007) más acciones o actividades encaminadas a fortalecer la dimensión informativa.

Discusión de resultados

Los gráficos 1 y 2 se sitúan en la dimensión formativa, en relación con los aspectos personal y profesional. En ambos gráficos, un poco más del 50% de los estudiantes opinó que A veces su tutor les apoyó en la exploración y aten-

ción de los aspectos personal y profesional a partir de actividades que exploran fortalezas y debilidades en el aprendizaje, lo cual eviden-cia la falta de un seguimiento sistemático del comportamiento académico del estudiante, el cual, creemos, no debe limitarse sólo a la detección de estudiantes en riesgo, sino en constatar el aprovechamiento de todo el potencial de la persona (alumno), de todas las posibilidades de aprendizaje que tiene el alumno para lograr una formación integral. Esto solo es posible si el tutor emprende acciones que favorezcan la construcción del proyecto de vida del tutoran-do, basado en el autoconocimiento y en una sana autoestima, pues en la medida en que el estudiante tenga un mejor conocimiento de sí mismo, sabrá quién quiere ser y, con apoyo del tutor, decidirá las acciones que debe emprender

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para llegar a ser lo que quiere ser.Lo anterior nos lleva a proponer a la orien-

tación educativa como uno de los fundamentos de la tutoría, pues, de acuerdo con Reppeto, la orientación “se define como el proceso de ayu-da a un sujeto para que alcance la integración de su personalidad, funcione al más alto grado de efectividad humana y logre su maduración como persona. Se centra en el aprendizaje y conlleva la formulación y la realización de un proyecto personal de la vida del orientado” (Repetto, 1998: 18).

Para sustentar esta propuesta, Lázaro y Asensi consideran que, a través de la tutoría, se sintetizan la relación educación-orientación, pues, la enseñanza y la orientación se dirigen a un mismo objetivo, que es la integración de los aprendizajes aunque con procedimientos dife-rentes.

En relación con el aspecto social de la di-mensión formativa, según los gráficos 3 y 4, se puede opinar que no hubo grandes cambios en los resultados, pues, la opción A veces es la de mayor porcentaje, lo cual significa que un buen número de tutores no considera la relación Universidad-Sociedad. En este sentido, se su-giere que los tutores contemplen acciones que lleven al tutorando a tomar conciencia, como persona y profesional, de sus límites y posibi-lidades para enfrentar los retos de una realidad presente y futura.

En los gráficos 5 y 6 podemos constatar que las acciones del tutor en la dimensión in-formativa tuvieron cambios. El segundo mo-mento muestra un incremento de 7.7% para la opción Siempre y un incremento de 8.9% para la opción A veces, lo cual manifiesta que la

acción tutorial en el aspecto informativo (re-quisitos académicos y administrativos), no ofrece apoyo ni información sistemática refe-rente al currículo y su operatividad. Esto sig-nifica que los tutores no promueven la toma de decisiones pertinentes como se establece en la flexibilidad del diseño curricular de la UV.

En el gráfico 9 se observa que en el primer momento más del 70% de los estudiantes opina que A veces y Nunca reciben orientación por parte del tutor sobre requisitos académico-ad-ministrativo; mientras que en el gráfico 10 del segundo momento, el 64.66% opina lo mismo. Aunque se incrementó en el segundo momento el porcentaje de la opción Siempre en un 7.43, este resultado no es satisfactorio, dado que no se tiene cuidado de dar información continua y suficiente que sirva de sustento al aspecto formativo en relación con la construcción del perfil profesional del estudiante, ya que, para ello, el estudiante requiere de información aca-démico-administrativo fluida y completa.

En general, la acción tutorial dirigida a la di-mensión formativa (aspecto profesional, social y personal) de la trayectoria escolar de los estu-diantes es únicamente de 22.06%, es decir, su-mando la muestra de la generación 2000 (107) y de la generación 2007 (44), tenemos que, de 195 estudiantes, la acción tutorial brindó aten-ción de manera constante a sólo 43 estudiantes en los aspectos profesional, social y personal, equivalente a menos de una cuarta parte. Por otro lado, el 48.27% recibió esta atención A veces, es decir, sólo 48 estudiantes de una muestra de 195; mientras que 51 estudiantes de la misma muestra expresan que Nunca ha reci-bido dicha atención (Tabla 2).

Tabla 2. Comparación de la Acción Tutorial en la dimensión formativa y dimensión informativa brindada a los estudiantes de la Facultad de Pedagogía de la UV.


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En esta misma tabla, se observa que la acción tutorial está más centrada en la dimensión in-formativa que en la formativa de la trayectoria escolar de los estudiantes, pero, además, dicha acción sólo realiza de manera eventual. Lo cual muestra que en el momento de brindar la tutoría a los estudiantes, no se atienden todos los as-pectos de una y de otra dimensión y tampoco se brinda de manera constante y sistemática.

El tutor académico emprenda acciones que favorezcan la construcción del proyecto pro-fesional y de vida del tutorando.

Los tutores reflexionen sobre el conocimien-to que poseen referente al plan de estudios y sus múltiples posibilidades en cuanto a la oferta de Experiencias Educativas por perio-do.El tutor reflexione en torno al quehacer tuto-rial con el fin de innovarlo, recuperando los sustentos teóricos y metodológicos que lo fundamentan.Los tutores analicen los mecanismos a través de los cuales acceden a información opor-tuna y necesaria que, a su vez, deben dar a conocer a sus tutorandos.

Los tutores diseñen estrategias que lleven al tutorando a la autonomía en la toma de deci-siones encaminadas a su formación integral.

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Conclusiones y sugerencias

Los diseños curriculares flexibles asumen que la tutoría es un proceso de acompañamiento di-rigido a la formación integral y de seguimiento académico y administrativo de los estudiantes, que les permita la toma de decisiones de manera autónoma, pero, de acuerdo con los resultados obtenidos, se identifica que el quehacer tutorial no ha alcanzando cabalmente este objetivo.

Dado que el tutor apoya de manera parcial la exploración y atención de los aspectos per-sonal y profesional, se evidencia la falta de seguimiento sistemático del comportamiento académico del estudiante.

En relación al aspecto social se puede ob-servar que no hubo cambios significativos en la acción tutorial, lo que lleva a tener presente que la mayoría de los tutores académicos no relacionan la escuela y la sociedad.

Lo hasta aquí expresado permite deducir que los tutores académicos se limitan a proporcio-nar información al estudiante sobre aspectos académicos y administrativos, sin apoyar sis-temáticamente la formación profesional y per-sonal del estudiante.

Todo parece indicar que el tutor académico al realizar su quehacer se observa principal-mente como un agente informador, con ello se tiende a reducir el quehacer tutorial a una fun-ción meramente informativa.

Derivado de estas reflexiones, se sugiere que:

Los tutores analice de manera colaborativa sobre la operatividad de las tutorías, toman-do como referente los fundamentos teóricos que dan sustento a las tutorías para proponer alternativas que rescaten el proceso forma-tivo de los estudiantes.

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Siglas y AcrónimosANUIES: Asociación Nacional de Universidades e

Institutos de Educación Superior.Coepes: Comisión Estatal para la Planeación de la

Educación Superior.Conpes: Coordinación Nacional para la Planeación de la

Educación Superior.FMI: Fondo Monetario Internacional.

OCDE: Organización para la Cooperación y el De-sarrollo Económico.

OEA: Organización para los Estados Americanos.OIT: Organización Internacional para el Trabajo.PDE: Programa de Desarrollo Educativo.PNE: Programa Nacional de Educación 2001-2006.PNES: Programa Nacional de Educación Superior.SEP: Secretaria de Educación Pública.

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Recibido: 22 de mayo de 2010Dictaminado: 10 de agosto de 2010Segunda versión: 7 de septiembre de 2010Aceptado: 22 de septiembre de 2010

entre el ser y el deber ser: el quehacer tutorial en la universidad

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