SUBSECRETARIA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR,SUPERIOR, FORMACIÓN DOCENTE Y EVALUACIÓN

DIRECCIÓN DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE“Benemérita Escuela Normal Urbana Federal Fronteriza”

Licenciatura en Educación Primaria3er semestre del ciclo escolar 2012-2013

CursoINICIACIÓN AL TRABAJO DOCENTE

TrabajoENSAYO

“Mi experiencia en la jornada de práctica.”

Conductora del programaMaría del Socorro Lepe Galindo

Nombre de la alumna practicanteThania Lorena Acosta Sendejas

INTRODUCCIÓN

“El maestro actual enfrenta un reto: EDUCAR PARA LA VIDA (Navia, 2006).”

Son palabras que nos exponen una realidad. Ya no se trata de transmitir conocimientos,

sino de trabajar toda la esencia de los niños como seres humanos. La función social de la

escuela está encaminada a hacer de ellos personas preparadas de forma integral que puedan

vivir en esta sociedad. ¿Pero cómo lograr esto?

Trabajar con los niños es una experiencia muy bonita, más aún el hecho de saber

que les estás dando herramientas para su desarrollo y aprendizaje, y saber que esas

personitas serán en algún momento ciudadanos de nuestro país a cargo de diferentes roles,

pero no sólo nos debemos preocupar por la formación pedagógica de los niños, también es

importante la formación de los maestros. Profesionalizar nuestra labor de manera que a

través de un acercamiento a la práctica construyamos un vínculo entre lo teórico y las

situaciones reales, las problemáticas y la uniformidad del currículum. Nos formamos en las

normales, pero también en la experiencia en las escuelas primarias, y a través de la

observación, donde más allá de ver (Postic, 200), tenemos la oportunidad de analizar y

reflexionar los problemas que se nos presentaron para resolverlos siendo conscientes de lo

que hacemos, porqué lo hacemos y como lo hacemos.

El acercamiento a la práctica nos permite valorar nuestras propuestas y desarrollar

nuestra creatividad y nuestra innovación. Como Navia (2006) expone en su teoría, “una

serie de miedos impide la ruptura de las prácticas de formación tradicionales de los

maestros”, pero hoy en día nuestro plan de estudios nos orienta a dotarnos de herramientas

que nos permitan crear ambientes de aprendizaje más dinámicos, constructivos, inclusivos

y significativos, y la disciplina no es un nivel de ruido, sino también el control de las

actividades, el empleo y distribución del tiempo y espacios, entre otras cosas, por lo que el

adentrarnos a la vida escolar nos permite rescatar elementos importantes para nuestra

formación como maestros.

En este ensayo hablaré de la experiencia de mi práctica en el segundo grado de la

escuela primaria “José Vasconcelos”, que con el apoyo de la maestra Lucy Flores y de los

maestros de los diferentes cursos de la normal, realicé durante los días 10, 11, 12, 13 y 14

de Diciembre del año 2012, diseñando en una secuencia didáctica con diferentes

actividades bajo el enfoque de enseñanza de la asignatura de Español que marca el

Programa de Segundo Grado y el Plan de Estudios 2011, con la propuesta de proyectos y

de actividades permanentes.

En mi reflexión a continuación, rescato mis problemáticas: ¿qué estrategias

favorecieron el aprendizaje en los niños? ¿en qué es necesario trabajar para un mejor

aprovechamiento? ¿qué competencias como docente necesito fortalecer?

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.”

Paulo Coelho (1996)

DESARROLLO

Toda esta experiencia de mi práctica tuvo una preparación, una puesta en marcha y

unos resultados. Desde que comencé a realizar la planeación, los materiales didácticos, y

hasta mi reflexión, esta jornada fue una experiencia que me permitió reconocer qué

propuestas me dieron buenos resultados y en qué es necesario trabajar más.

Primeramente, se asistió el día 22 de Noviembre del 2012 a la escuela primaria para

solicitar los contenidos a trabajar. La profesora Lucy me pidió que iniciara el proyecto

llamado “Difundir noticias sobre sucesos en mi comunidad” diseñando así una propuesta

con la asignatura de Español. Esta asignatura se trabaja por medio de proyectos, y permite a

los niños desarrollar su lenguaje, que es un factor de desarrollo para la adquisición de la

experiencia humana social, como dice Sacristán (2008), ya que a través del poder

comunicarnos nos vamos enriqueciendo de información y podemos expresar nuestras ideas,

experiencias y conocimientos con los demás. El trabajar por proyectos permite a los niños

aprender en la acción y la reflexión, ya que no solo están recibiendo conceptos, sino que

están movilizando sus saberes para aplicarlos en una práctica situada.

Para diseñar una secuencia didáctica, es necesario tomar en cuenta las características

del grupo, tanto del contexto como de su estilo de aprendizaje. Mi segundo grado está

integrado por 30 niños, 14 niñas y 16 niños. Hay un niño con bajo coeficiente intelectual y

todos están acostumbrados a un ritmo de trabajo muy acelerado y a que la maestra esté

orientándolos en todo momento. La mayoría son quinestésicos, les gusta mucho manipular

materiales, pero también les gusta mucho estar escuchando y participar. Como dice

Bransford (2007), es importante crear ambientes que promuevan la participación de los

alumnos, es decir, que exista esa confianza y libertad para cometer errores con el fin de

aprender.

Los conocimientos previos

Hay que comenzar a construir en base a los conocimientos de los niños. En toda la

secuencia didáctica busqué rescatar esta parte esencial. El primer día de la práctica, les

comenté más o menos de que trataría su proyecto y los invité a que me platicaran lo que

sabían al respecto. Los niños saben mucho, más de un tema tan cotidiano como lo es la

noticia, ¡Siempre sorprenden!. Sin embargo noté que de mi parte di demasiada apertura, a

veces solían repetir lo mismo y participar los mismos niños. También son muy dados a

extender sus comentarios y desviarse por otros temas, tienen esa necesidad de comunicar

“lo que hicieron con su familia un fin de semana”, o “las travesuras que hace su primita”.

Por ello considero pertinente establecer un tiempo y una cantidad de participaciones para

no quedarme estancada como me sucedió en varias ocasiones. Como dice Jackson (2005)

“el maestro es un regulador de diálogo”, pues al haber hacinamiento en el aula, es necesario

establecer turnos apropiados e invitar a participar a aquellos niños que por temor o por

alguna otra razón no lo hacen. Todas sus aportaciones siempre me permitieron guiar la

sesión, se sintió muy bonito ver como ellos construían, y como tenían ideas y opiniones que

en ningún momento pensé que florecerían.

Uso del tiempo

En la cuestión de tiempos tuve varios imprevistos. Mi planeación fue para cuatro

días, programando una suspensión de clases, pero en la escuela hubo una confusión y en un

día únicamente me asistieron 13 niños. Ese día no tuve práctica efectiva pero aproveché

para aplicar unos dictados y tomar lectura. Los dictados me permitieron observar los

procesos de lectoescritura de los niños y es maravilloso ver cómo han avanzado desde el

momento en que los conocí en la primera jornada de inmersión hasta hoy. Quienes tenían

problemas de retraso poco a poco han alcanzado nuevos niveles: además de reconocer

palabras cortas y largas, ya establecen relación entre la grafía y el sonido y poco a poco han

ido construyendo su proceso. La escuela es un espacio de formación disciplinaria, pero

también lo es el espacio familiar, y existe una uniformidad en el currículum, que como

menciona Sacristán (2008), maneja ritmos, métodos y experiencias didácticas que

favorecen a aquellos niños que cuentan con un seguimiento y un apoyo en su hogar, pero

hay que reconocer que no todos los padres de familia están al pendiente del aprendizaje de

sus hijos. Hoy en día padres y madres trabajan, más en contextos urbanos como éste. No

todos dedican tiempo a retroalimentar lo aprendido en la escuela o a tomar los cuadernos y

libros de sus hijos, o de acercarse con el maestro a ver cómo va su niño. Estos niños que no

tienen ambientes alfabetizadores en su hogar tienden a atrasarse, como Jackson (2008) dice:

“Los niños desarrollan sentimientos hacia la escuela. Generalmente quienes son

reconocidos como buenos alumnos parecen estar satisfechos de manera positiva y quienes

presentan dificultades se sienten insatisfechos”. Los maestros debemos buscar formas en lo

posible, de darles seguimiento a quienes tienen dificultades, con actividades extra y estando

siempre al pendiente de su proceso de aprendizaje, y buscar apoyo especial si es necesario.

De cinco días, mi práctica se redujo a tres efectivos. Mi planeación tenía

contemplada una hora diaria, pero la planeación no es un recurso rígido que deba seguirse

tal cual, debe de ser flexible, ya que pueden suceder muchos imprevistos, o también

situaciones que se pueden aprovechar, que nos lleven por un camino que permita crear un

aprendizaje significativo. El último día tuve que trabajar con un ritmo más acelerado lo que

tenía en mi planeación y los niños se cansaron. Traté de que el tema quedara claro, pero fue

difícil. Creo que los niños lo comprendieron, pero tuve que dejar algunos ejercicios de tarea

y no puede cerrar completamente mi parte. La profesora concluirá el proyecto pero me

hubiera gustado tener mis tiempos. La situación no se dió así y creo que fue por los días en

los que se estableció la semana de práctica, ya que hay mucho movimiento en la escuela

por estar a punto de salir de vacaciones navideñas. Además, se encontraban en

evaluaciones.

Durante la primera y la última sesión, pienso que no regule bien los tiempos al

esperar que los niños concluyeran actividades. En algunas les di mucho y en algunas no me

alcanzaban a terminar. Creo que es normal, pero por mi parte debo tener un control que me

permita que la clase no se pierda y que halla un aprendizaje significativo.

La secuencia didáctica y la evaluación

La secuencia didáctica la realicé siguiendo las instrucciones que me dio la profesora

Lucy, como utilizar material fotocopiado y estar siempre invitando a participar a los

alumnos a manera de plática. Seguí también el enfoque por proyectos de Español, el libro

del niño, y el Programa de Segundo Grado. Desde mi propia experiencia en las jornadas de

observación traté de buscar actividades sencillas en las que pudieran participar todos.

Poniendo en práctica mi secuencia, siento que el primer día no concluí bien las actividades,

por lo que el segundo día busque rescatar lo aprendido el día anterior. Debo trabajar en mis

cierres de sesión, no dejar los conocimientos al aire sino invitar a los niños a reflexionar

sobre lo aprendido.

En cuanto al interés y participación de los alumnos, todos se interesaron mucho y la

mayoría siempre terminó sus trabajos. Como Jackson decía en su libro “La vida en las

aulas”, muchas veces el aburrimiento se hace presente y los maestros debemos buscar

estrategias para atraer el interés y atención de los alumnos, es por eso que quiero buscar

más actividades como juegos, dinámicas y cantos, para tener opciones más divertidas de

trabajar y retroalimentar.

Diariamente se hizo una evaluación a los niños a partir de sus producciones en

relación a los temas vistos y el último día se les entregaron unas hojas con actividades sobre

lo más relevante del tema. Para los sentimientos a la hora de trabajar, de forma grupal se

realizó una evaluación que incluía tres rubros: ¿Hoy trabajé con alegría?, ¿Respeté a mis

compañeros?, ¿Aprendí cosas nuevas?. Ésta actividad motivó a los niños a mejorar cada día

en sus actitudes hacia los demás.

Aprovechamiento del grupo y habilidades comunicativas

Cada sesión incluía actividades que cotejaba y que en mi casa revisaba. Todos los

trabajitos que me enseñaron los niños muestran que entendieron el tema, pero la duda es si

tuvo impacto en sus vidas. Los temas quedaron claros pero creo que para poder valorar si

todo el aprendizaje tuvo significado es importante ver cómo se cerró el proyecto.

En las sesiones se puede observar claramente los niños que ponen atención y

trabajan, y los niños que se distraen fácilmente. Los niños que suelen distraerse más están

sentados al frente. El nivel de ruido es normal, y a grandes rasgos mi grupo tuvo un buen

aprovechamiento, viéndose reflejado en sus productos. Sin embargo, dentro de mis

habilidades comunicativas, debo ser más fuerte y no ponerme nerviosa al momento de dar

instrucciones.

Las habilidades comunicativas de los niños varían: cuando se les invita a participar

la mayoría se expresa con mucha seguridad de forma oral, pero cuando la participación es

abierta son los mismos niños los que quieren participar. A algunos no se les da el escuchar

a sus compañeritos, y están constantemente interrumpiendo la clase. La maestra sanciona a

estos niños dejándolos sin recreo y trabajando con ellos, y pude notar como algunos han

tenido ante el castigo una actitud de aceptación.

Por otro lado, en sus habilidades de lectura y de escritura, los niños se encuentran en

una etapa crucial en sus procesos de alfabetización inicial. Al momento de hacerles

preguntas sobre lo que leemos ellos me contestan demostrando que están desarrollando una

buena comprensión lectora. Sin embargo como en todo grupo, algunos batallan más para

aprender y son canalizados al área de USAER. Además, reciben un seguimiento y algunas

actividades extra como dictados y chequeo de la lectura.

Tutoría y acompañamiento durante el proceso aprendizaje-enseñanza

Me dio mucho gusto al momento de trabajar con el grupo, observar cómo Víctor, un

niño con bajo coeficiente intelectual que suele ser muy apático para realizar las actividades,

me trabajó en todas las sesiones. Se atrasaba un poco, pero pude observar cómo pone más

de su parte en cada ejercicio que realiza.

Los niños con esta necesidad educativa especial necesitan tener seguridad de que

pueden hacer las cosas, ya que a veces sienten que no pueden realizarlas y se niegan. Víctor

se negaba a dibujar, pero en esta ocasión trabajó muy bien. Por otro lado, Kevin y Héctor,

dos niños que no trabajan y se la pasan platicando, fueron a quienes tuve que estar

vigilando para que no se estuvieran atrasando y terminaran sus actividades. Les di

acompañamiento en la medida que pude, cuando practiqué y cuando la profesora dió sus

clases.

El uso de materiales didácticos

Al momento de elaborar mis materiales y diseñar las actividades a realizar, mi

intención era usar materiales concretos, pero mi tema no se prestaba mucho. Es importante

valorar el contexto en el que se trabaja, ya que no todos los niños llevan útiles escolares

completos ni tienen fácil acceso a ellos. Por mi parte busqué llevarles periódicos, sobres,

laminas y dibujos para tener apoyo visual y concreto. Traté de trabajar en un ambiente de

colaboración, donde se apoyaran unos a otros compartiéndose colores o goma.

Aprendizaje colaborativo

Trabajar en equipos fue difícil. Opté por armar equipos por afinidad y mi maestra

me sugirió que previamente elabore una lista con los equipos formados de acuerdo a las

capacidades y necesidades de los niños. También noté que son muy dados a pelear los

materiales, por lo que es importante trabajar valores como el respeto, la generosidad y la

amistad.

Aprender a trabajar en acción colectiva es uno de los aprendizajes más significativos

que puede adquirir una persona, pues en la vida fuera de la escuela, hombres y mujeres

trabajan en conjunto para lograr grandes cosas. El trabajo en equipo fomenta valores como

el respeto, la tolerancia, la justicia y la equidad.

CONCLUSIÓN

Finalizando el semestre, estos acercamientos a la práctica docente fueron muy ricos

en experiencias que me servirán para fortalecer mis habilidades como docente. Como Navia

(2006) dice: “Los maestros, a diferencia de los niños, tenemos el miedo de perdernos en el

camino”, pues un docente es un ser humano que también debe sentir libertad de hablar, de

decir lo que siente, de expresarse sin tener miedo a ser reprendido

Dos jornadas de observación y ayudantía y una de práctica nos permitieron realizar

propuestas de intervención, diagnósticos, adecuaciones curriculares, ambientes de

aprendizaje; permitieron conocer a nuestros alumnos y partiendo de allí, realizar una

pequeña práctica en la que se pusieron en juego nuestros saberes y donde reconocimos qué

cosas dominamos y qué competencias hace falta trabajar para ser un buen maestro.

Me siento muy contenta porque tuve esta oportunidad. Me gustó mucho mi grupo de

Segundo Grado e hice todo mi trabajo con mucho cariño y algunos nervios, pero sé que

poco a poco me iré formando y me gustaría desde este momento trabajar día con día para

que mi proceso me oriente a ser una maestra de calidad y vocación.

Durante los siguientes semestres me esforzaré mucho. Es importante todo lo que se

aprende en la normal. No podemos presentarnos únicamente con conocimiento empírico.

Hace falta esa base que nos permita comprender mejor todo lo que pasa en el entorno

escolar, la función social que ejerce la escuela, y todo lo que es el proyecto escolar que no

sólo nos incluye a nosotros como maestros, sino también a los padres de familia, al resto de

los actores de la escuela, y a la comunidad, pero también, a nuestro país.

ANEXOS:

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