manGasen

decamIsa

Boletín Informativo del Centro Regional del Salesiano Coadjutor

editorial

Como dice este salmo, hemos vi-vido en estos días esta bella expe-riencia de varias formas.

Por un lado hemos realizado el V Encuentro Inspectorial del Salesia-no Coadjutor en el CRESCO, con los hermanos de la Inspectoría de Centro América. Y por otro lado cin-co de nuestros hermanos del CRESCO han participado en el Cur-so de Preparación para la Profe-sión Perpetua en México compar-tiendo con hermanos del Teologa-do de Guatemala y de Tlaquepa-que.

Ambas experiencias, entre otras, y la misma separación por un mes y el reencuentro en nuestra co-munidad nos hace vivir la belleza y bondad de la Fraternidad.

Nuestro CG 27 nos está invitan-do a Ser Profetas de Fraternidad. Qué importante esta es que haga-mos experiencias especiales en es-te campo para bien nuestro, pero también para testimoniarlo a los jó-venes a quienes somos enviados.

Pero también es importante que gocemos y propiciemos una pro-funda experiencia de fraternidad en las cosas ordinarias de cada día, con gestos y detalles, con una acti-tud positiva, con diálogo sincero y respetuoso, con cercanía y sensibi-lidad llena de riqueza humana.

Que nuestro Padre Don Bosco nos ayude a vivir siempre con espí-ritu de Familia.

¡Qué bueno y qué tierno

es ver a esos hermanos

vivir juntos!

P. Miguel Aguilar sdb.

Junio/Julio 2015| 006

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Boletín Informativo del CentroRegional del Salesiano Coadjutor

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Guatemala

(Salmo 133,1)

Soy hijo de Andrés y María Cristina, nací en Asunción,

Paraguay. Tengo 33 años y 2 hermanos. Escuché hablar de

Don Bosco en la parroquia salesiana de San Vicente de Paul.

Luego de realizar la confirmación formé parte de los

grupos juveniles de mi parroquia, que pertenecían al

movimiento Jóvenes para los Jóvenes del MJS. Tuve la

gracia de tener en cada grupo excelentes animadores y

compañeros de grupo que me ayudaron para mi

crecimiento. Los 8 años que viví en el movimiento fueron una

hermosa experiencia de vida cristiana. En cada etapa del

proceso, con todo el grupo, he hecho promesa de querer

seguir a Cristo al estilo de Don Bosco y Madre Mazzarello,

haciendo un apostolado en favor de los jóvenes. Aunque

reconozco que la inquietud vocacional por la vida salesiana

no la maduré hasta el final de 2006, gracias a la invitación de

un salesiano amigo que me invitó a participar de un

encuentro vocacional en donde fui admitido a iniciar la experiencia del Postulantado. Inicié el proceso formativo salesiano en el año 2007 realizando mi Primera Profesión el 30 de enero

de 2010, como hermano coadjutor. El testimonio de humildad y sencillez en el trabajo de algunos

salesianos coadjutores y su profundidad de vida fue lo que despertó en mí el interés por esta forma

específica de vocación salesiana, como un desafío a alcanzar. La etapa de más profundidad y

confrontación con la vida salesiana la viví en el tirocinio, en la comunidad de Don Bosco Róga, a través

del trabajo en un centro educativo con internado para chicos en situación de riesgo. Hoy me encuentro

realizando con alegría la experiencia de la formación específica en el CRESCO, en Guatemala.En la vida de Don Bosco y en su obrar encontré una persona,

un ambiente, una casa, que me acepta como soy, que no me

deja de lado por mis errores, por mis tropiezos que me permitió

acercarme más a mí mismo y a Cristo. Encontré un amigo que

me valora por mis virtudes, por mis dones y me impulsa a seguir

adelante, a formarme, a progresar. Es lo que me motivó a hacer

mi opción de vida apostólica, de seguimiento de Cristo. Animo a los jóvenes a tomar este camino de vida que muchos

otros jóvenes siguieron, siguen y seguirán; un camino que vale la

pena.

Conociendo a los hermanos del CRE CO

Hno. Cristóbal Ireneo Cáceres Frutos (Paraguay)

El día que Romerofue proclamado beatoCrónica de la beatificación de Monseñor Romero

Una mañana soleada recibió a miles de católicos de Latinoamérica y del mundo entero para celebrar

junto con el pueblo salvadoreño la solemne proclamación de Mons. Romero como beato de la Iglesia

universal.

Un sólo sentimiento de admiración y devoción aunaba a todas las personas que inundaron por

completo los alrededores del monumento al Salvador del mundo, en la capital salvadoreña. Desde la

vigilia anterior muchas personas optaron por soportar la inclemente lluvia y frío con tal de asegurar el

mejor puesto que no dejara pasar por inadvertido el más mínimo detalle de la ceremonia de

beatificación. Cada metro cuadrado se agolpaba hasta mostrar un gran río de gente aglutinada, con

calor y sofoco pero animados por la agitación de banderas, el canto de arengas y la fascinación por

admirar al ‘santo de las Américas’.

Sin mayores resultados los animadores del evento intentaban inyectar fuerza a los asistentes.

Anémicas olas de estadio parecían no tener vida ni forma; algunos cantos fueron coreados con ritmo

discordante; tan sólo el grito de ¡Romero, amigo, el pueblo está contigo! prevalecía entre extranjeros y

locales. El gentío esperaba otra cosa, querían concluir junto a su Beato la misa interrumpida en 1980

cuando un impacto de bala, preciso y fulminante, cegó la vida, “in odium fidei”, de un hombre que se

había convertido en la ‘voz de un pueblo’.

Un sonido pregrabado de campanas llamó la atención de todos, se acercaba el

momento. Unos gritaban, otros lloraban, algunos se abrazaban, muchos rezaban.

No podían creer que el testimonio de justicia y opción por los pobres de Romero

estuviera siendo exaltado en ese preciso momento. En tres ocasiones las

campanas replicaron hasta que el canto polifónico de un nutrido coro consagró el

inició de la ceremonia. “Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor”

resonaba como un gran amplificador, un solo pulmón entonaba en el Salvador del

Mundo. Entre tanto, la adrenalina hacía olvidar el cansancio, la sed y el calor, ahora

se erizaba la piel de emoción.

Poco a poco fueron arribando innumerables sacerdotes, que frente al altar

dispuesto, integraron una gran turba blanca y roja que hacía de antesala a la

entrada de obispos y cardenales, también celebrantes en esta ocasión. Por su

parte, el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas

de los Santos, hacía una entrada serena y pausada, acompañado de

bendiciones para todos los feligreses. El momento más emocionante, cuando

el Siervo de Dios era reconocido como beato, se vivió con diversas

manifestaciones. La lectura hecha en latín por Amato no alcanzaba la

comprensión de todos. Sólo hasta su proclamación en español generó plena

satisfacción: “En virtud de nuestra autoridad apostólica facultamos para que

el venerable Siervo de Dios Oscar Arnulfo Romero Galdámez, Obispo y mártir,

pastor según el corazón de Cristo, Evangelizador y padre de los pobres, testigo heroico del Reino de

Dios (…), en adelante se le llame Beato”. Un solemne amén cantado, prolongaba la declaración papal

manifestada, invadiendo con su eco todos los edificios y calles de la ciudad capitalina. Entre tanto, la

naturaleza llamaba la atención de creyentes, escépticos y curiosos; un halo multicolor se posó

alrededor del imponente sol de verano que ese día alumbró más que nunca en el azulejo cielo de

mediodía. No faltó quien aseguró que el fenómeno natural era una verídica señal de lo alto.

El perfume del incienso invadía el altar y su humo subía al cielo. Los “¡Viva Romero!” aparecieron de

la nada; al sofoco no se le dio valor, todo pasaba a segundo plano. Romero, es mártir y en este momento

se hacía vida la frase por él mismo repetida: “Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”. Y así

fue. La camisa ensangrentada, empleada como reliquia daba testimonio de su sentir con la Iglesia. Fue

la mejor evidencia de la inquebrantable fe de un hombre.

Durante la homilía, el Cardenal Salesiano que hacía de presidente, dijo: “el martirio de Romero no

fue una improvisación, sino que fue una larga preparación" porque "Romero no fue símbolo de división

sino de paz, de concordia y de fraternidad", señaló el purpurado. Con voz segura expresó que “el mártir

Romero es, luz de las naciones y sal de al tierra, sus perseguidores han desaparecido en las sombras del

olvido y de la muerte; la memoria de Romero, en cambio, continua estando viva y dando consuelo a

todos los pobres y a los marginados de la tierra”.

Con Romero nombrado beato y la misa terminada, las miles de personas se iban disgregando. Unos

tomaban las últimas fotos del recuerdo, otros arrancaban flores del templete para convertirlas en

reliquias. Sólo queda la esperanza que su testimonio martirial haga un llamado a todos los países

latinoamericanos que viven en medio de la guerra, la injusticia, la persecución y la desigualdad social.

Por: Juan Carlos Echavarría Z.

FOTOCRÓNICA

El día 22 de mayo, antes de la procesión, visitamos la tumba de monseñor Romero en la catedral de San Salvador. En ese mismo lugar, el 30 de marzo de 1980, se cometió otro acto terrorista: la masacre de miles de salvadoreños que asistían a despedir a Monseñor Oscar Romero en la eucaristía de su funeral.

Luego de la beatificación tuvimos la oportu-nidad de visitar el Centro Histórico Monseñor Romero, ubicado en el hospital Divina Providencia. En ese lugar, el 24 de marzo de 1980, era asesinado Mons. Romero de un disparo efectuado desde la entrada de la capilla donde celebraba la eucaristía.

El 23 de mayo, desde bien temprano, ya estaba el pueblo salvadoreño reunido en torno al monumento al Divino Salvador del Mundo. La camisa que usaba el día de su asesinato fue expuesta durante la c e r e m o n i a c o m o reliquia del mártir.

Alba y cáliz que uso Romero cuando fue a s e s i n a d o e n s u última eucaristía.

Automóvil de Monseñor y sus emblemáticos anteojos.

Habitación de Romero y biblioteca personal del obispo.

El coadjutor tiene unaconexión especial con el mundo.

John Rasor es un hermano salesiano de la

Inspectoría de USA Oeste. Actualmente reside en

la inspectoría USA Este, prestando su servicio en el

noviciado. Durante su especialización estudiando

espiritualidad, pudo dedicar un buen tiempo a

reflexionar sobre la identidad del salesiano

coadjutor preparando su tesis final. Por este

motivo, cada dos años, dedica una semana a

brindar a los hermanos del CRESCO un curso

intensivo sobre esta temática.Su trabajo consistió en realizar un exhaustivo

recorrido por la historia de la congregación

rescatando todos los elementos referentes al

salesiano coadjutor. Así, desde los inicios de la

sociedad de San Francisco de Sales con Don Bosco

hasta la actualidad con Ángel Fernández Artimez,

ha pasado por todos los capítulos generales para

lograr su cometido. Les compartimos a

continuación brevemente la conclusión de su

trabajo y dedicación:¿Quiénes son los coadjutores Salesianos? El

Hno. John nos dice que tenemos una identidad

conformada por tres elementos: el coadjutor

salesiano es un pastor juvenil laico y consagrado.

Cada uno de estos elementos afecta al modo en

que el salesiano coadjutor vive su vocación. Su

identidad específica y la del sacerdote,

contribuyen a la identidad espiritual de la

comunidad salesiana.John nos presenta cómo nuestros documentos

renovados y especialmente el artículo 45 de las

Constituciones, presentan las identidades del

salesiano coadjutor y del salesiano sacerdote en su

contexto adecuado, el de la comunidad Salesiana:La comunidad religiosa salesiana es el núcleo de

animación de la pastoral juvenil de la Comunidad

Educativa Pastoral. Tiene dimensiones laicas y

sacerdotales. Los Sacerdotes son pastores y

educadores para los jóvenes a imagen de Jesús,

buen pastor. Los Coadjutores son pastores y

educadores que animan a los jóvenes para

construir en el mundo el Reino de Dios.En conclusión: ¿Quiénes son los coadjutores

Salesianos? En el patio, o en el centro juvenil frente

a los jóvenes, no pensamos en definir nuestra

identidad de esta manera. No, simplemente

podríamos decir: "Somos los tipos que hacen

funcionar el Evangelio. Los sacerdotes nos

ayudan a comprenderlo y celebrarlo. Esta es

nuestra vida, como la de Don Bosco.”

Pinceladas sobre el curso intensivo sobre la identidad espiritual del salesiano coadjutor

Para conocer un poco más al Hno. John

¿Cómo conociste a Don Bosco?-Aunque no iba a una escuela salesiana, a Don Bosco lo conocí en la escuela primaria. Se preguntarán cómo es eso. En 1957 los salesianos invitaron a todas las escuelas cercanas para que envíen a sus alumnos a participar en un congreso sobre el liderazgo juvenil. Allí escuché hablar por primera vez sobre Don Bosco y Domingo Savio.

¿Qué te llevó a optar por vivir tu vocación salesiana como hermano coadjutor?-Acababa la escuela primaria con ideas vagas de hacerme Jesuita, y me fui a “Don Bosco Technical Institute” una escuela secundaria técnica. Me gustaban mucho los estudios y el trabajo en el taller de metalurgia. También los deportes (atletismo) y los grupos, como “American Society for Non-

Destructive Testing”, la compañía religiosa Inmaculada Concepción, y un grupo de estudio del idioma ruso. Habían muchísimos otros y un ambiente que en el que me sentí muy a gusto, y entonces los pobres jesuitas perdieron su chance. En particular tengo un hermoso recuerdo de los coadjutores en Don Bosco. Eran muy cercanos y simpáticos con sus chistes y cautivantes historias. Por ello la vocación del salesiano coadjutor me llamó la atención desde pequeño.

¿Puedes contarnos cuál ha sido tu experiencia más significativa de trabajo con los jóvenes?-En New Jersey, tenemos una casa de formación ubicada en un barrio muy pobre, con mayoría de habitantes negros. En algunos momentos libres, camino por aquí y por allá, conversando con los jóvenes y la gente ,nuestros vecinos. Así puedo entender mejor la situación de las familias en nuestro alrededor, y de esta forma podemos darles un mejor servicio en nuestro centro juvenil. Los chiquitos y jóvenes tienen, sin duda, mucha necesidad de amor, de un guía que los acompañe y oriente, de figuras adultas que les den un buen ejemplo.

Sabemos que hiciste tu tesis doctoral sobre la identidad espiritual del salesiano coadjutor ¿Qué cosas significativas descubriste? ¿Cómo definirías la identidad del salesiano coadjutor?-Descubrí la importancia de los Capítulos Generales 3 y 4 de nuestra congregación. Allí se elaboró, después de un largo camino, el núcleo de nuestra identidad. Creo que, para entender a los Salesianos Coadjutores, primero hay que entender los laicos en la Iglesia, aunque suene absurdo. El Concilio Vaticano II ha clarificado la identidad de los laicos y los religiosos, y su importante rol en el seno la Iglesia. Esencialmente el coadjutor es un salesiano religioso laico. Es educador y evangelizador, con un estilo de vida radicalmente dirigido hacia el Reino, con la aportación específica de su laicidad, y al estilo de Don Bosco. El articulo 45 de nuestras Constituciones explica teológicamente lo que el P. Rinaldi escribió en 1927: la comunidad salesiana animada por los sacerdotes atrae al mundo hacia el Reino por la prédica y la Eucaristía; la comunidad animada por nosotros los Coadjutores empuja al mundo hacia el Reino a través de nuestro trabajo en el mundo. Desde tu punto de vista ¿Cuáles son los desafíos más urgentes que tiene la vida consagrada en EE.UU? La crisis de la vida consagrada es globalmente conocida, y no es diferente la situación en mi país. En medio de esta interpelante situación creo que hay una palabra que resulta clave: Espiritualidad. El mundo tiene hambre de Dios, y necesita que lo acerquemos a Él. Parafraseando a Karl Rahner, creo firmemente que el religioso del futuro, en los Estados Unidos y en todo el mundo, o será místico o no será religioso.

Entrevista

Estrellas en la Tierra Cresco sdb

Calificación:

Título Original: Taare Zameen Par

Taare Zameen Par es una película de la India que trata sobre la historia de un niño con necesidades especiales y su maestro inspirador.

Temática: La dislexia es una de las dificultades psicológicas que, si no se la encuentra a tiempo en los niños, puede ser completamente agresiva para su vida. La exclusión social y la incomprensión ante este fenómeno puede bloquear completamente la vida de los niños que lo padecen. En esta gran película, la alegría y la dedicación por completo del educador hacen de la dislexia solo una forma diversa de ver el mundo.

Valores que profundiza: alegría, entrega, educación, inclusión e integración social, comprensión, familiaridad, diversión, diversidad.

:PenRED

s

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Desde el lunes 15 al viernes 19 de junio se llevó a cabo la 5° Jornada del Hermano Coadjutor en las instalaciones del Centro Regional del Salesiano Coadjutor (CRESCO), localizado en la ciudad capital de Guatemala. En la misma participamos los hermanos coadjutores de la Inspectoría Salesiana de Centro América (CAM), los hermanos en formación del CRESCO y algunos invitados especiales. La temáti-ca general de esta jornada de encuentro y formación fue “La Vida Consagrada” en torno al año de la vida consagrada proclamado por el Papa Francisco para este 2015.

Fueron varios días de verdadero encuentro, compartir fraterno, cercanía y formación. Entre las conferencias que se realizaron podemos encontrar: El año de la vida consagrada; Una breve historia del religioso laico y su realidad desde el Vaticano II; El derecho canónico y el religioso laico; El coadjutor y Don Bosco; Laicidad, la característica del salesiano coadjutor. Después de estas conferencias realizamos una carta manifiesto que será próximamente alcanzada a todas las Inspectorías de América.

Durante esos días pudimos hablar de las diversas culturas de los países a los que pertenecemos, compartir las experiencias de pastoral que realizamos, conocernos con diversas dinámicas y unirnos en la oración y la celebración de nuestra fe. Para finalizar la jornada realizamos un día de convivencia y paseo en el Puerto San José, costa del océano pacífico en Guatemala.

noticiasde familia

5° Jornada del Hermano Coadjutor

bicicleteandocon

Don Zatti

“Fue en el año 2013 que comencé a percibir en ellos el rostro de Cristo. Cuando fui a vivir y compartir con los jóvenes indíge-nas de la etnia Xavante Sangradouro en el norte de Mato Grosso, tratando de conocer sus deseos, gustos y anhelos. Soy salesiano coadjutor desde hace 3 años y, viendo el sufrimiento de los indíge-nas aquí en Mato Grosso do Sul a causa de la gran agroin-dustria, sentí el deseo de trabajar en misiones. Así fue que vi la posibilidad y recibí la gracia de trabajar con indígenas en otro Estado. Fue un año de grandes a p r e n d i z a j e s y f u e r te s emociones. Cuando llegué, no sabía mucho acerca de la cultura, el idioma y el modo de vida de los xavantes, pero luego fue creciendo poco a poco el pequeño oratorio que comencé en el patio salesiano. El rostro de Cristo en cada niña india se contempla con amor y cuidado. Comenzamos a realizar

giras, búsquedas del tesoro, sema-na vocacional, grupos de jóvenes, visitas pastorales en otros pueblos, iniciativas en que los jóvenes indí-genas evangelizaban a otros jóve-nes nativos. Dios me dio la gracia de acompañar en la catequesis a doce jóvenes indígenas para la primera Comunión. Pudieron darse cuenta de la importancia del sacramento de sus vidas, hicimos algunos even-tos juveniles en el pueblo con canciones y cena compartida. Hoy anhelo como nunca regresar a las misiones, donde las personas me enseñaron mucho. Trabajo también

en otras reservas con otra etnia, conociendo las costumbres, la cultura y la forma de celebrar a Cristo en sus experiencias. Santa María, camina con nosotros."

El rostro de Cristo en ellos

Hno. Rodrigo Dios, sdb. Es posnovicio de

la Inspectoría de Campo Grande, Brasil.

Realizó su tirocinio entre los pueblos

originarios del Mato Grosso.

"Un obispo morirá,pero la Iglesia de Dios,

que es el pueblo, no perecerá jamás”