el salvaje del aveyron pinel philippe y jean itard(1978)

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Pinel, Philippe y Jean Itard(1978), “Memoria sobre los primeros progresos de Víctor del Aveyron”, en El Salvaje del Aveyron: Pedagogía y psicología del Iluminismo tardío, Argentina, Centro Editor de América Latina, pp. 53-93.

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Page 1: El Salvaje del Aveyron Pinel philippe y jean itard(1978)

Pinel, Philippe y Jean Itard(1978), “Memoria sobre los primeros

progresos de Víctor del Aveyron”, en El Salvaje del Aveyron: Pedagogía y psicología del

Iluminismo tardío, Argentina, Centro Editor de América Latina,

pp. 53-93.

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El hombre, necesariamente instruido por sus semejantes ha contraído hábitos y necesidades; sus ideas no le pertenecen: goza de la prerrogativa más bella de su especie: la capacidad de desarrollar su intelecto mediante la fuerza de la imitación y la influencia de la sociedad.

Es necesario buscar en otra parte el tipo de hombre realmente salvaje, aquel que no le debe nada a sus semejantes. En el transcurso del siglo XVII fueron encontrados, en épocas diversas mientras Vivian en forma aislada en los bosques donde los habían abandonado desde la más tierna edad. La ciencia estaba entregada a la manía de las explicaciones y a la incertidumbre de las hipótesis, la observación no tenía ningún valor. Se intentó aplicar a la educación el consabido sistema de instrucción social, sin tener en cuenta la diversidad de sus orígenes, si este sistema logro un éxito completo con:la niña salvaje encontrada en Francia a comienzos del siglo pasado el haber vivido en los bosques con una compañera le debía a esta simple relación un cierto desarrollo de las cualidades intelectuales, una verdadera educación. Dos niñas abandonadas la sola influencia de la cohabitación podía suscitar la memoria, la imaginación y crear un numero de signos, esta niña cuya memoria poseía un cierto desarrollo le permitió recordar los detalles, los hechos vinculados a la muerte violenta de su compañera.

Los demás niños hallados en un estado completo aislamiento individual carecían de esta ventaja y al regresar a la sociedad solo pudieron mostrar facultades profundamente entorpecidas. Fracasaron los esfuerzos mancomunados de una metafísica apenas naciente, obstaculizados por el prejuicio de las ideas innatas, no podía remitirse a las enfermedades del intelecto.

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LOS PROGRESOS DE UN JOVEN SALVAJE.A fines del año 8 un muchacho de 11 o 12 años había sido visto entre los bosques de Caune mientras buscaba desnudo bellotas y las raíces que constituían su alimento, encontrado por tres cazadores, lo atraparon en el momento que trepaba a un árbol, lo confiaron al cuidado de una viuda , logro huir al cabo de una semana y se refugió en las montañas.

Después se le encontró en el canton de Saint Sernin, después se le traslado al hospital de Saint-Affrique custodiado algunos meses siempre se le vio con la misma ferpcodd, impaciencia continuo movimiento, buscando alguna manera de escaparse. Se dieron ordenes de que se le llevara a Paris.

En parís la llegada del salvaje del Aveyron muchos curiosos saboreaban el placer de contemplar su estupor ante las cosas bellas de la capital, personas respetables por su ilustración creyeron que la educación de este individuo sería cuestión de algunos meses y que pronto se le escucharía brindar las más interesantes informaciones con respecto a su vida anterior: olvidaban que nuestros órganos son tanto más menos flexibles y que la imitación es tanto más difícil cuando el hombre está más alejado de la sociedad y de la época de su infancia.

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La gente acudió lo miro sin observarlo, lo juzgo sin conocerlo y no se habló más de él. El director del instituto nacional de sordos compartía la esperanza de una terapia médica y confía los cuidados a Jean Itar.En primer lugar desde el punto de vista de Pinel: sus sentidos reducidos a tal estado de inercia muy inferior a cualquiera de nuestros animales domésticos: Sus ojos privados de fijeza, sin expresión, vagaban de un objeto al otro sin detenerse en ninguno, poco instruidos por el tacto que no podían distinguir un objeto en relieve de uno pintadoSu oído: insensible a los ruidos más intensos así como a la música más estridente.La voz reducida a un estado de completa mudez, incapaz de emitir otra cosa que un sonido gutural y uniforme:Su olfato poco adiestrado con la misma indiferencia el olor de los perfumes y la exhalación fétida de los excrementos.El tacto se limitaba a las funciones mecánicas de la mera capacidad de prensil.Incapaz de mantener atención, con excepción de los objetos vinculados a sus necesidades y por lo tanto, incapaz de realizar las operaciones espirituales vinculadas con la atención: desprovisto de memoria, de juicio, de la capacidad de imitar y hasta tal punto limitado aun en las ideas relativas a sus necesidades.No poseía ningún medio de comunicación. Era capaz de pasar sin motivo aparente de una tristeza apática a os ataques de risa más desmedidos, insensible a cualquier tipo de sentimientos morales, su descernimiento se reducía a un cálculo de glotonería, su placer consistía en una sensación agradable de los órganos del gusto, su inteligencia en la capacidad para producir alguna incoherente relativa a sus necesidades, su existencia se reducía a una vida puramente animal.

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Varios informes recogidos en el hospital de Bicetre de muchachos enfermos de idiotismo en forma irremediable Pinel establece una identidad perfecta y completa entre aquellos jóvenes idiotas y el “salve del Aveyron” obliga a concluir enfermo de un mal incurable hasta el momento, ya no era susceptible de ningún tipo de socialización y de instrucción.

El salvaje solo sería un pobre imbécil abandonado recientemente en los límites del bosque, por sus padres cansados de atenderlo, sus hábitos tenían la impronta de una vida vagabunda y solitaria: una aversión irreprimible hacia la sociedad y sus costumbre, hacia nuestras ropas, la preparación de nuestros alimentos: una indiferencia hacia nuestras necesidades ficticias, un gusto apasionado por la libertad, escapo 2 veces de la casa de los sordomudos, posee un extraordinario movimiento locomotriz, mas entorpecido desde que usa zapatos. Adecuarse a nuestro ritmo y medido de caminar y por la continua tendencia a trotar o galopar. Presenta una costumbre de husmear, su masticación realizada solo por la precipitada acción de los incisivos, por su analogía de algunos roedores indica como estos animales el salvaje vivía comiendo productos vegetalesEn ciertas ocasiones, debió haber comido algunos pequeños animales muertos “canarios muertos”El número de cicatrices puede contarse en un total de veintitrés cicatrices, mordeduras de animales, lastimaduras y cortes más o menos extensos, o más o menos profundos. Se alimentaba de bellotas de papas y de castañas, demostraba repugnancia a dormir en un lecho. Este muchacho ha pasado 7 de los 12 años solo, es probable que fue abandonado a los 4 o 5 años. Si conocía algunas palabras se borrarían de su memoria, esta es la causa de su estado actual.

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Jean Itar considera la causa de su estado actual, podrá comprender un pronóstico favorable respecto al éxito de sus curaciones, si se tenía en cuenta el escaso tiempo que vivió entre los hombre, el salvaje del Aveyron” ya no parecía un adolescente enfermo de imbecilidad, sino un niño de 10 o 12 meses y un niño que tenía hábitos antisociales, una obstinada distracción, órganos poco flexibles y una sensibilidad accidentalmente adormecida. Desde esta perspectiva, su situación se convertía en un caso exclusivamente médico, cuya terapia pertenecía a la medicina moral. Creado por Wills y Crichton en Inglaterra y difundido en Francia por los escritos del profesor Pinel. Jean Itar redujo la terapia moral o la educación del salvaje del Aveyron a cinco objetivos principales.

VINCULARLO A LA VIDA SOCIAL, haciéndosela más dulce que lo que había conocido y sobre todo, más similar a la vida que había abandonado.Despertar la sensibilidad nerviosa mediante los estimulantes más enérgicos y provocar de vez en cuando los afectos más vivaces del espírituAmpliar su campo de ideas suscitándole nuevas necesidades y multiplicando sus relaciones con los seres que lo rodean.Inducirlo al uso de la palabra determinando el ejercicio de la imitación a través de la imperiosa ley de la necesidadEjercitar, durante algún tiempo, las operaciones más simples del espíritu sobre los objetos de sus necesidades físicas, ampliando luego la aplicación sobre objetos que pudieran instruirlo.

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PRIMER OBJETIVO:VINCULARLO A AL VIDA SOCIAL, haciéndosela más dulce que lo que había conocido y sobre todo, más similar a la vida que había abandonado.Un cambio brusco en su manera de vivir, las frecuentes importunidades de los curiosos, algunos malos tratamientos, efectos inevitables de su cohabitación con los niños de su edad, parecían haber extinguido cualquier esperanza de civilización. Su insólita actividad había degenerado, en forma insensible, en una apatía sorda que producía hábitos todavía más solitarios. Salvo los momentos en que el hambre lo impulsaba a la cocina, se le encontraba arrinconado en un rincón del jardín o escondido.Fue necesario hacerlo feliz a su manera, acostándolo al anochecer, dándole con abundancia alimentos de su gusto, respetando su indolencia y acompañándolo en sus paseos o, más bien, en sus carreras al aire libre ,todo el tiempo que fuera necesario. Por ejemplo en su habitación se le veía dirigir constantemente los ojos hacia la ventana y moverlos con tristeza hacia el exterior, Tenía estruendosos ataques de risa demostraba una alegría casi convulsa durante la cual todos sus movimientos, dirigidos desde atrás hacia adelante una especie de salto precipitándose al jardín. En otros momentos rabia frenética, retorcía los brazos, se colocaba los puños cerrados sobre los ojos, rechinaba los dientes y se volvía peligroso para todos aquellos que estaban cerca de él.En ciertos casos asumía la calma expresión del pesar y la melancolía. Durante la noche a veces permanecía inmóvil, de pie, con el cuello tieso, los ojos fijos hacia los campos iluminados por la luna, inmerso en una especie de éxtasis contemplativo con un débil sonido de lamentación.

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SEGUNDO OBJETIVO: Despertar la sensibilidad nerviosa mediante los estimulantes más enérgicos y provocar, de vez en cuando, los afectos más vivaces del espíritu. La hipótesis de que la sensibilidad es directamente proporcional al grado de civilización. No puede ofrecerse una prueba más clara de la escasa sensibilidad de los órganos sensoriales del salvaje del Aveyron. A veces en el invierno medio desnudo, sobre la tierra húmeda y permanecer así, expuesto durante horas a un viento frio y lluvioso.Los órganos de la piel y del tacto no solo demostraban insensibilidad al frio sino también al calor; le sucedía diariamente, cuando estaba cerca del fuego y los carbones ardientes saltaban hacia afuera, tomarlos con los dedos y volverlos a meterlos sin demasiada prisa sobre los tizones ardientes. Se le sorprendió en la cocina tomando de la misma manera las papas que se estaban cociendo en el agua hervida.Se le ha llegado a llenarle de tabaco la cavidad exterior de la nariz sin provocarle ningún estornudo. Esto presupone no existe entre el órgano del olfato que era sumamente fino, y los de la respiración y de la vista, ninguno de aquellos lazos de simpatía que forman parte de la sensibilidad de nuestros sentidos (se hubieran presentado estornudo y secreción de lágrimas).Nunca se le vio derramar lágrimas a pesar del pésimo tratamiento. El oído era el sentido que parecía más sensible, el ruido de una nuez o de algún objeto comestible de su gusto lo hacía volverse siempre, se mostraba insensible a los ruidos más fuertes y a las explosiones de las armas de fuego, una vez se dispararon junto a él 2 tiros de pistola el primero pareció conmoverlo un poco y el segundo ni siquiera le hizo volver la cabeza.

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La acción del calor, se le dieron baños largos de dos o tres horas a una temperatura muy elevada durante el cual se le suministraba también con la misma agua, duchas frecuentes sobre la cabeza. Luego de algún tiempo el joven salvaje se mostró sensible a la acción del frio, comenzó a utilizar la mano para reconocer la temperatura del baño y se negó a entrar en el cuándo no estaba el agua suficientemente caliente. Empezó a apreciar la utilidad de la vestimenta, faltaba obligarlo a vestirse solo, lo dejaron algunos días cada mañana expuesto al frio cerca de su ropa, para que comprendiese que se la tenía que poner.Se agregaron a los baños agudas fricciones a lo largo de la columna vertebral y la región lumbar, esto no solo se limitó a producirle momentos de alegría sino a despertar movimientos de una pubertad ya demasiado precoz por lo que se suspendió. En aquella época las emociones a la que era susceptible se reducían a dos: la alegría y la cólera. Durante la crisis de rabia, su inteligencia parecía adquirir una especie de capacidad más amplia, como para proporcionarle, para salir del apuro, algún expediente ingenioso. Cierta vez se le quería hacer tomar un baño no suficientemente caliente, se volvió hacia su gobernanta le aferro la mano y se la metió en el agua de la fuente. La botella de Leyden es un dispositivo eléctrico realizado con una botella de vidrio que permite almacenar cargas eléctricas.

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Un día sentado en un sillón puso Jean Itar una botella de Leyden recién cargada, el pequeño cimbronazo que recibió el día anterior el salvaje le hizo conocer el efecto, le producía inquietud la aproximación de este objeto, Jean Itar realizo varias maniobras hasta llegar al extremo del sillón, entonces el salvaje aprovechando el momento en que adelantaba el brazo para mover el suyo impulso hábilmente el pulso sobre la manija de la botella y fue Jean Itar quien recibió la descarga. Provocarle alegría: a decir verdad no necesitaba nada difícil, un rayo de sol capturado en un espejo reflejado en su habitación y que se moviera por el cielorraso; un vaso de agua que se le hacía caer gota a gota sobre la punta de sus dedos mientras se bañaba. Era poco o que se necesitaba para embriagarlo de alegría. Luego de tres meses, se obtuvo una excitación general de todas las fuerzas sensitivas. Entonces el tacto se mostró sensible a la impresión de los cuerpos fríos y calientes, risos o rugosos, muelles o resistentes. Con la mano se aseguraba siempre el grado de cocción de sus papas: las retiraba con una cuchara luego les colocaba los dedos encima varias veces: de acuerdo a la blandura o dureza se las comía o las volvía a colocar en el agua hirviendo. Del olfato saco provecho de este cambio, la mínima irritación le provocaba un estornudo lo que era algo nuevo para él. El sentido del gusto más notable, los alimento con los cuales se nutría después de su llegada a Paris tenían un gusto terriblemente desagradable , los llevaba de un lado a otro con las manos sucias , pero para esta época a menudo rechazaba irritado todo el contenido de un plato cuando había caído en el alguna sustancia extraña. Las enfermedades también se presentaron tuvo un violento resfriado y semanas después dos afecciones catarrales consecutivas. Con el resfriado la vista y el oído no se vieron afectados, pero el tacto, el olfato y el gusto sí.

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TERCER OBJETIVO: Ampliar su campo de ideas, suscitándole nuevas necesidades y multiplicando sus relaciones con los seres que lo rodeaban. Se le ha presentado jugo de todo tipo durante horas: terminan provocándole tal impaciencia que llegaba al extremo de esconderlos o destruirlos cuando se le presentaba la ocasión.Se logró interesarlo con algunos que tenían alguna relación con sus necesidades digestivas. Colocaba delante suyo y sin ningún orden copas de plata y bajo una de ellas una castaña, las levantaba una después de la otra, la primera copa a la que se dirigía su búsqueda era precisamente la que ocultaba la pequeña recompensa. El juego se convirtió mas complicado, después de haber escondido la castaña con el mismo procedimiento, cambiaba lentamente el orden de todas las copas, de modo que con la inversión general le resultara más difícil seguir con los ojos y con la atención la copa que escondía el precioso regalo.Después se colocaron debajo de las copas objetos no comestibles, el resultado fue más o menos satisfactorio, y este ejercicio se convirtió en un simple juego de cubilete que tenía la ventaja de provocar atención, juicio y fijeza en sus miradas.No se lograba inspirarle gusto por otros juegos propios de su edad, es necesario tener en cuenta la influencia que tienen los primeros desarrollos del pensamiento tanto los juegos de la infancia como los pequeños placeres del órgano del gusto. Se hizo todo para despertar estas disposiciones por medio de las golosinas más deseadas, por medio de recompensa, castigo, aliento, se le presentaron dulces, comidas picantes, licores, vinos, y nada.

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Jean Itar se llevó al salvaje a comer a la ciudad, se servía en la mesa una serie completa de todos los alimentos que prefería. Esta primera salida le alegro mucho, le había procurado un placer solo había que repetirlo varias veces para crearle una necesidad. Ir a buscarlo a las cuatro con el sombrero puesto y su camisa doblada en el brazo, estos preparativos significaron para él una señal de la partida. El ya en la habitación comprendía se vestía de prisa y seguía a ITar con grandes expresiones de alegría, este hecho no es un aprueba de inteligencia superior cualquiera podría objetar que el perro más ordinario puede hacer lo mismo, pero el salvaje en la llegada a Paris desde el punto de vista de la inteligencia era muy inferior al más inteligente de nuestros animales domésticos.Cuando entre las salidas era un intervalo más largo, lo ponía triste, inquieto y caprichoso. El placer era aun mayor cunado se realizaban por el campo. Pasaron dos días en el campo en el valle de Montgomery fue tal influencia los agentes externos representado por los bosques y las colinas, parecía ocupado por el deseo de huir, apenas encontraba tiempo para comer y corría a la puerta para escapar al jardín, contemplar a través de los cristales el recuerdo de una vida independiente , feliz y malograda. Se tomó la decisión de no separarlo totalmente de sus gustos campestres Jean Itar los siguió llevando de paseo a un jardín de la vecindad. La señora Guerin lo llevaba algunas veces a Lucemburgo y casi todos los días al jardín del Observatorio, donde el ciudadano Lomeri lo acostumbro a concurrir todos los días a beber una taza de leche a la hora de la merienda. Gracias a estas nuevas costumbres, algunas diversiones de su elección, y al buen trato termino por tomarle gusto. Nació el afecto muy vivo por su gobernanta, siempre se separaba de ella con dolor y la reencuentra con alegría, cierta vez que había huido de la calle, verito lágrimas cuando la volvió a ver, la señora Guerin le dirigió algunos reproches y el los comprendió también que se echó a llorar nuevamente.Algunas veces se levantaba riendo y se ponía delante de Jean Itar para acariciarle las rodillas a su modo, consiste en palparlas, masajearlas con fuerza en todos los sentidos y durante varios minutos, y en algunos casos colocar sobre ellas sus labios dos o tres veces.

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CUARTO OBJETIVO: Inducirlo al uso de la palabra, determinando el ejercicio de la imitación a través de a imperiosa ley de la necesidad.Jean Itar se encuentra en la necesidad de responder a eternas objeciones: ¿habla el salvaje? Sino es sordo, ¿Por qué no habla?Su oído acusaba solo un pequeño número de ruidos, sobre todo aquellos vinculados con sus necesidades físicas. Su oído se limitaba a una observación individual la proximidad de un animal peligroso o la caída de algún fruto salvaje. Cuando se tiraba una nuez o se tocaba la llave que lo mantenía prisionero nunca volteaba, el órgano del oído no se mostraba así con respecto a la voz, O a las armas de fuego, el oído percibía cierto ruido pero no podía apreciar la articulación de los sonidos. Para adquirir el uso de la palabra, no basta con percibir el uso sonido de la voz; es necesario advertir también la articulación del sonido, se necesitan dos operaciones, la primera poseer un cierto grado de sensibilidad del nervio acústico, la segunda una modificación especial de esta misma sensibilidad, por lo tanto orejas bien organizadas y vivas pueden no captar la articulación de palabras, por eso encontramos entre los cretinos muchos mudos que, sin embargo no son sordos. Durante los cuatro o cinco primeros meses del salvaje en parís solo demostró sensibilidad con los ruidos que se relacionaban específicamente con él, en el mes primario si dos personas hablaban en el corredor que conduce a su habitación se conducía a la puerta para ver si estaba bien cerrada.

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También distinguía las voces de los sordomudos o grito brutal que ellos hacen durante sus juegos, reconoce el lugar de donde provenía el sonido: si estaba bajando la escalera cuando lo escuchaba, volvía para arriba o descendía según proviniese el grito abajo o de lo alto.En el mes nevoso alguien grito detrás de él “¡oh! El asunto es diferente” cada vez que esta persona pronunciaba “¡oh!” el salvaje volvía con fuerza la cabeza. Esta preferencia por la “O” llevo a Jean Itar a ponerle el nombre de Víctor al Salvaje, cuando alguien pronuncia su nombre él se vuelve o se acerca. Comprendió luego el significado de la negación no, cuando se equivoca en algunos ejercicios. Mientras el órgano auditivo progresaba la voz permanecía muda. En sus conformaciones externas los órganos vocales no presentaban rastros de imperfección. En la parte superior anterior del cuello se veía una cicatriz bastante extendida que podría suscitar algunas dudas con respecto a la integridad de los órganos que estaban debajo. El aspecto de la cicatriz nos inducia a pensar lo contrario. Una herida debió haber sido epidérmica y tuvo que haber sido cicatrizada casi de inmediato, puede presumirse que una mano intento quitarle la vida y que, dejado por muerto en los bosques, su herida fue rápidamente curada con el único auxilio de la naturaleza.

Consideraciones de Jean Itar, una vez que el oído comenzó a percibir algunos sonidos, la voz no podía repetirse no por alguna lesión orgánica sino por el estado desfavorable de las circunstancias. La falta total de ejercicios hace nuestros órganos se vuelvan inadaptados a sus funciones; ¿Qué sucederá con los que crecen y se desarrollan sin que ningún agente intente ponerlos en movimiento? Por lo menos son 18 meses para que un niño empiece a balbucear algunas palabras, no puede esperarse que con catorce o quince meses de los cuales cinco o seis transcurrieron entre sordomudos sea ya capaz de hablar.El niño no sabe nada, pero posee una tendencia innata a la imitación, todo se suma para producir en el ese gorgoreo que es una suerte de aprendizaje involuntario de la voz, favorecido por la tos, el estornudo, los gritos, caract. De esa edad. También la ayuda del llanto, estimulo que se aplica al desarrollo simultáneo de los órganos de la respiración, de la voz y de la palabra, la utilización de la imitación a través de la ley imperiosa de la necesidad.

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Jean Itar tenía motivos para pensar que la primera palabra seria la O, cuando tenía sed, le colocaba delante un vaso lleno de agua gritando con frecuencia “agua” (en francés eau) le llevaba el vaso alguna otra persona cerca, el infeliz se atormentaba, agitaba los brazos alrededor del vaso de manera casi convulsa, emitía una especie de chiflido, pero no articulaba ningún sonido. Cambio el objetivo “leche” (lalt en francés) al cuarto día de este experimento logro por primera vez que su boca emitiera un sonido articulado.La palabra “lalt” se le escapó con grandes manifestaciones cuando había comenzado a verter la leche en la taza que se le presentaba. La palabra pronunciada en vez de ser el signo de la necesidad solo era , en relación al momento una exclamación de alegría. Si hubiera pronunciado antes de la concesión del objeto deseado, el objetivo se hubiera logrado. Víctor hubiera captado finalmente el significado verdadero de la palabra; se hubiera establecido entre nosotros un medio de comunicación y a este primer éxito le hubiera seguido una serie de rápidos progresos. La palabra “lait” ha constituido la raíz de otros monosílabos, la y li, a los cuales, ha modificado este último monosílabo, como el gll de la lengua italiana, lo repite con frecuencia lli, lli, existe en este ejercicio una intención de referencia al nombre de Julia, una niña de 11 o 12 años que venía a pasar los domingos con la señora Guerin , que es su madre. Durante esos días las exclamaciones lli, lli se hacían más frecuentes durante la noche. La ultima conquista del órgano de la voz. ¡Oh Dieu! Que aprendiera de la señora Guerin y que dejaba escapar a menudo en los momentos de gran alegría. La pronuncia suprimiendo la u de Dleu e insiste en la l como si fuese doble, se le escucha gritar con claridad ¡Oh Dile! ¡Oh Dile!.Este es el punto al que llegamos en lo que se refiere al órgano de la voz. Todas las vocales con excepción de la u, forman parte del pequeño número de sonidos que sabe articular, además de las tres consonantes, l,d,l.

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La facilidad que posee nuestro salvaje para expresar el modesto número de necesidades con otros medios. Por ejemplo: cuando llega la hora del paseo, se aproxima varias veces a la ventana y a la puerta de su habitación, si en ese momento su gobernanta no está lista le pone delante todos los objetos necesarios para el su tollette y, en su impaciencia llega al punto de ayudarla a vestirse. Una vez que llaga al observatorio su primer objetivo consiste en pedir la leche y lo hace portando una escudilla de madera que nunca olvida colocarse en el bolsillo. En el observatorio alguien desde hace tiempo tiene la bondad de llevarlo a pasear en un carrillo, desde ese día siente ganas de hacerlo, si nadie está presente toma a alguien por el brazo, lo lleva al jardín y le coloca en las manos las barras de la carretilla sobre la cual y se sienta de inmediato, si se niegan a esta primera invitación, se levanta vuelve a las barras de la carretilla la mueve hacia atrás y hacia adelante un rato y luego se vuelve a sentar en ella.

¿Tiene deseos de comer? El mismo lleva los cubiertos a la mesa y le entrega a la señora Guerin los platos que debe llevar a la cocina para colocar los alimentos.También es sumamente expresivo en los afectos y sobre todo, la impaciencia del aburrimiento, muchos curiosos, cansado de sus visitas les presenta a cada uno con gentileza su bastón, guantes y sus sombreros; luego los empuja dulcemente hacia la puerta que después cierra con ímpetu una vez que han salido. Por ejemplo, el peine utilizado para peinarlo y que Itar deseaba que se lo trajera, después de mostrarle la cabeza en desorden, el salvaje comprendió y enseguida tuvo en sus manos lo que le pedía. Muchas personas solo advierten en todos estos procedimientos la actitud de un animal. El lenguaje de acción, ese lenguaje primario de la especie humana, empleado originalmente en la infancia de las primeras sociedades. Llegará un día en que las necesidades más articuladas le harán sentir al joven Víctor la necesidad de cambiar nuevos signos.La utilización defectuosa de los primeros sonidos que pronuncia podrá retrasarle ese momento pero no podrá impedirlo. Probablemente lo que le sucede es lo que le sucede a un niño, que comienza a balbucear la palabra papá sin vincularla con ninguna idea y la va pronunciando en todos los lugares y en cualquier ocasión; comienza a llamar así a todos los hombres que ve y después de una serie de razonamientos y abstracciones llega a atribuirle un uso justo.

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QUINTO OBJETIVO: Ejercitar, durante algún tiempo las operaciones más simples del espíritu sobre los objetos de sus necesidades físicas, ampliando luego la aplicación a otros objetos que pudieran instruirlo. Dibuje en u pizarrón negro la figura lineal de algunos objetos cuya forma podía representar mejor color un simple dibujo como una llave, las tijeras y un martillo. Varias veces, en los momentos que me parecía ser observado coloque alguno de estos objetos sobre su respectivo dibujo y cuando me pareció que le había hecho comprender las relaciones entre el objeto y el dibujo, le pedí que me los alcanzara, indicando con el dedo el dibujo del objeto que pedía. No logre nada, lo intente numerosas veces pero siempre con poco éxito. Tenía una inclinación muy marcada por el orden: al punto que a veces se levantaba de la cama para volver a colocar en su lugar algún mueble o utensilio que se encontraba fuera de lugar. Con respecto a los objetos colgados en la pared: cada uno tenía un clavo o un gancho propio y cuando se realizaba algún desplazamiento de objetos no se tranquilizaba hasta que no se había vuelto a colocar todo en orden.Jean Itar colgó por medio de un clavo Cada uno de estos objetos de su respectiva representación y los deje allí durante algún tiempo. Después los descolgó y se los dio a Víctor, el los volvió a colocar nuevamente en su orden justo, podía ser un simple acto de memoria.Lo único que se ponía en movimiento era la memoria para disponer cada cosa en su lugar. Que progreso se había producido! Ya no tuve dudas cuando observe como el joven Víctor paseaba su mirada, sucesivamente, por cada uno de los objetos; después elegía uno y luego buscaba la figura a la que quería referirlo.Después que el alumno ha percibido, a través de sucesivas comparaciones, la relación de la cosa con su dibujo se coloca alrededor del dibujo todas las letras que conforman la palabra que designa al objeto representado por la figura. Una vez realizado esto se suprime la figura y se dejan solamente los signos alfabéticos. En este segundo procedimiento el sordomudo solo ve un cambio de dibujo, que para él, continua siendo el siguiente objeto.Con Víctor no sucedió lo mismo: a pesar de la repetición frecuente y a pesar de la exposición prolongada del objeto sobre la palabra nunca pudo coordinarlas.

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Sobre una tabla Jean Itar pego tres pedazos de papel de forma bien diferenciada y de colores definidos. El primero era un trozo de papel circular, rojo: el segundo era triangular y de color azul y el tercero, un cuadro negro. Luego los agujero por en medio y coloco sobre clavo dispuestos para ese fin sobre la tabla, tres pedazos de cartón de igual forma y color sobre sus respectivos modelos y, los dejo allí durante algunos días. Después los quito y se los entregó a Víctor y el los coloco en el lugar preciso sin ninguna dificultad. Luego invertí la tabla y cambie de ese modo el orden y comprobé que los resultados no se debían a la costumbre sino a la comparación.Luego sustituí la primera tabla por otra allí había representado las mismas figuras pero todas del mismo color. En la primera tabla el alumno debía coordinar la doble indicación de las formas y los colores, en la segunda solo existía una guía, la diversidad de las formas, obtuve siempre los mismos resultados. Cada día agregaba, cortaba, modificaba nuevas comparaciones y juicios, al final los ejercicios terminaron por agotar su atención y su docilidad, reaparecieron entonces movimientos de impaciencia y de furor.Así, cuando disgustado por un trabajo cuyo objetivo no comprendía y se cansaba, tomaba los trozos de cartón y los tiraba al suelo y se tiraba sobre la cama con rabia; se le dejaba unos minutos y después se le hacía recoger todos los cartones esparcido por la habitación y no le daba tregua hasta que los volvía a colocar en el lugar adecuado. Sus impulsos de cólera se hicieron más frecuentes, más violentos, no solo se dirigía a las personas sino a las cosas. Poseído de un espíritu de destrucción, mordía las sabanas y las colchas de la cama, terminaba por desplomarse en el suelo preso de convulsiones que tenían en común con la epilepsia una suspensión completa de las funciones sensoriales. Se vio obligado a ceder pero la condescendencia solo agravo el mal los accesos se hicieron más frecuentes y sin la mínima contrariedad. Todos los cuidados solo habían convertido al muchacho en un infeliz epiléptico se tenía que remediar pero no mediante medicamentos. La señora Guerin que se encontraba con él en el observatorio, apenas había llegado a cierta distancia de la baranda, Víctor preso de un terror y un temblor general volvió hacia su gobernanta, con el rostro cubierto de sudor, la arrastro del brazo hacia la puerta y solo encontró calma después de haber descendido las escaleras. Durante uno de los más violentos accesos de rabia que creí oportuno provocar con la reiniciación de los ejercicios, Jean Itar se acercó a él con el aire de estar terriblemente enojado, lo aferro con fuerza de las caderas y lo expuso fuera de la ventana con la cabeza dirigida hacia el fondo del precipicio, lo metió algunos segundos después, pálido bañado en sudor frio, con ojos lacrimosos, como una consecuencia del miedo, en ese momento lo condujo hacia las tablas y lo hizo recoger todos los cartones y le exigió fueran colocados en su lugar. Era la primera vez que derramaba una lágrima.

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Cuando se le obligaba a trabajar en las horas destinadas a paseos o comidas, se conformaba con expresar aburrimiento o impaciencia y hacía sentir un murmullo de lamentación que casi siempre terminaba en llanto. Jean Itar hizo dibujar en grandes caracteres, sobre trozos de cartón de dos pulgadas, las 24 letras del alfabeto. Luego hizo tallar en una tabla de un pie y medio cuadrado, un numero idéntico de casilleros en las cuales inserte las piezas de cartón, sin pegarlas, de modo que se pudieran cambiar libremente de lugar. Hice fabricar veinticuatro caracteres de metal de las mismas dimensiones. Estos últimos deberían ser comparados por el alumno con las letras impresas y clasificados en sus casilleros correspondientes. El primer intento lo realizo la señora Guerin, Víctor distinguía todos los caracteres y los clasificaba correctamente. Realizaba un sistema que lo liberaba de utilizar la memoria, la comparación y el discernimiento. Apenas se le ponía la tabla entre las manos, no esperaba que las letras metálicas fueran sacadas de sus casilleros: los tomaba y los disponía en su mano, manteniendo el orden de su clasificación, la última letra del alfabeto venía a resultar la primera de la pila, de manera de que con ella iniciaba y la ultima de la pila terminaba en la operación inversa, comenzando por el fin de la tabla y procediendo siempre de derecha a izquierda.Esto no es todo, a menudo la pila se caía y los caracteres se esparcían por el suelo entonces debía embrollarse para ordenarlos mediante el esfuerzo de la atención. Los veinticuatro caracteres se disponíans, de seis casilleros cada uno, por lo tanto era más fácil tomar una fila por vez y ordenarlas de la misma manera, y quitar las letras de la segunda fila solo cuando los de la primera hubieran sido ubicadas nuevamente en su lugar.Se trataba de una verdadera técnica de su inversión que hacia honor a su inteligencia como lo haría en su discernimiento el poder realizar una clasificación metódica.

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Una mañana en que esperaba con impaciencia la leche, tome de su tabla y dispuse en un plano cuatro letras L.A.I.T. La señora Guerin , ya advertida se aproxima, mira las letras y me da de inmediato una taza de leche, que aparento servirme para mí. Un momento después me aproximo a Víctor y le doy las cuatro letras que había tomado del plano, se las indico con una mano mientras que con la otra le acerco la taza de leche. De inmediato las letras fueron reubicadas en el plano en orden invertido Tial en vez de Laigart. Le indique las correcciones que debía hacer, mostrándole con los dedos las letras que debía trasladar y el lugar que era preciso colocar. Bastaron cinco o seis sesiones para sistematizar las cuatro letras de la palabra LAIT y para que obtuviera la idea de la relación existente entre la palabra y la cosa. Ocho días después se munía las cuatro letras en cuestión y se las ponía en el bolsillo. No bien había llegado junto al ciudadano Lemeri(donde va todos los días a merendar con leche) dispuso las letras sobre la mesa de manera de formar la palabra “lait”. El muchacho conocido como “El salvaje del Aveyron” posee el libre ejercicio de todos sus sentidos: que continuamente ofrece pruebas de atención, de recuerdo, de memoria; que puede comparar, discernir y juzgar y finalmente aplicar todas las facultades de su intelecto a objetivos relativos a su instrucción. Estos cambios se realizaron en nueve meses, en un sujetos al que

se consideraba incapaz de atención, deberá concluirse que su educación es posible.

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conclusionesDe los hechos expuestos se podría deducir lo que sigue:1.-El hombre, en el puro “estado de naturaleza” es inferior a un gran número de animales. El individuo privado de las facultades características de su especie, desarrolla en forma miserable, sin inteligencia y sin afectos, una vida precaria y reducida a las funciones animales.2.-Esta superioridad moral que se afirma es natural al hombre, es el resultado de la civilización, que lo eleva por encima, es el resultado de la civilización, que lo eleva por encima de los otros animales mediante un estímulo grande y poderoso. Este estimulo es la sensibilidad propia de su especie: de esta propiedad derivan las facultades imitativas y esa continua tendencia que los impulsa a buscar nuevas sensaciones en nuevas necesidades.3.-Esta fuerza imitativa destinada a la educación de sus órganos y sobre todo al aprendizaje de la palabra, más activa en los primeros años de ida, se debilita rápidamente con el desarrollo de la edad, con el aislamiento, esto da como resultado que la articulación de sonidos que es, sin duda el resultado más imprevisibles y más útil de todas las consecuencias de la imitación, debe encontrar obstáculos en una edad que ya ha dejado atrás en la infancia.

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4.-ya sea en el salvaje más aislado o en el ciudadano de más alto nivel de civilización existe una relación constante entre sus ideas y sus necesidades. Se puede establecer como proposición en general que todas las causas accidentales, ambientales o políticas que tienden a aumentar o a disminuir el número de nuestras necesidades contribuyen a extender o a restringir el campo de nuestros conocimientos y el campo de la ciencia, de las artes y la industria social.

5. en el estado actual de nuestros conocimientos fisiológicos, el camino de la enseñanza puede y debe ser guiado por las luces de la medicina moderna que es en todas las formas naturales, la que puede cooperar de manera más eficazmente al perfeccionamiento de la especie humana, valorando las anomalías orgánicas e intelectuales de cada individuo y determinando de esa manera lo que la educación debe hacer por él y también lo que la sociedad puede esperar de él.Jean Itar algunas consideraciones no menos importantes se proponía vincular a estos primeros datos, pero el desarrollo de estas sobrepasa el plan de este opúsculo. Un motivo similar le impiden hablar de los desarrollos del joven Víctor, aludir al despertar de su pubertad que se ha manifestado desde hace algunos días de una manera casi explosiva y cuyos primeros fenómenos arrojan dudas sobre los orígenes de ciertos afectos del corazón que nosotros consideramos como muy “naturales”.