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El proyecto museológico del Museo de
Artes Gráficas en Inca: una oportunidad
para la conservación del patrimonio
gráfico de la isla de Mallorca11
Jaume Sureda, Margalida Castells y Francesca Tugores Universitat de les Illes Balears
1 Comunicación cedida por los autores al Portal Iberoamericano de Gestión Cultural para su publicación en el Boletín GC: Gestión Cultural, noviembre del 2003.
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El proyecto de un Museo de Artes Gráficas en el municipio de Inca, elaborado por un equipo
de profesionales de la Universitat de les Illes Balears a instancias de la administración local,
se concibe como un centro de recopilación, conservación, investigación, presentación y
difusión de las artes gráficas en la isla de Mallorca. A continuación se presenta a grandes
rasgos la propuesta y se reflexiona acerca de sus oportunidades y debilidades.
La situación actual
Mallorca cuenta con una gran tradición en el área de las artes gráficas, que se remonta a
14802 y se prolonga hasta Joan Miró 3 . Aunque no existe en la isla ningún museo centrado en
las artes gráficas, algunas instituciones museológicas cuentan con fondos importantes
relativos a la producción gráfica insular, especialmente del siglo XX. Por otra parte se
conservan, dispersas, colecciones de bienes muebles –maquinaria, elementos auxiliares
como herramientas y tipografías, material impreso, archivos corporativos, etc—, pero en la
mayoría de los casos estos bienes patrimoniales han sido considerados de entidad menor y
por ello relegados y olvidados, corriendo un grave peligro de desaparición si no son objeto
de una actuación de recuperación, conservación y puesta en valor.
Son diversos los escenarios de la isla relacionados con esta tipología patrimonial y por tanto,
diversos los espacios en que podría plantearse la creación de un museo. Entre ellos cabe
citar Valldemossa –donde se realizó la primera impresión de la historia de Mallorca y donde
trabajaron los Guasp, uno de los linajes de impresores de más larga producción en Europa e
incluso del mundo, entre los siglos XV y XX-, Felanitx –pueblo natal del pionero impresor
Caldentey- o Palma de Mallorca, pero también Inca, cuya tradición impresora se remonta a
18844 .
Existen, evidentemente, argumentos a favor de la ubicación del museo en la localidad de
Inca. La iniciativa responde a la presencia en este municipio de diversas empresas dedicadas
2 En el año 1480, Bartomeu Caldentey y Nicolau Calafat imprimieron el primer documento de Mallorca, una bula papal concedida a favor de la guerra contra los turcos, conservada en el Archivo del Reino de Mallorca. Estos mismos impresores realizaron en 1485, en Miramar (Valldemossa, Mallorca), la primera obra impresa. 3 Su taller gráfico continua en activo y es un centro de experimentación y formación de jóvenes artistas. 4 La imprenta de Francisco Molina es la primera imprenta documentada en el Archivo Histórico Municipal de Inca (1884) aunque se sabe que se había impreso algún material en esta localidad con anterioridad. En este mismo archivo se localizan hasta 74 registros de imprentas en Inca entre 1884 y 1965. Se recomienda una investigación sobre el contexto de aparición y desarrollo de la actividad impresora en Inca para reservarle un espacio en la exposición permanente.
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a esta actividad, así como a la voluntad consistorial por conservar y dar a conocer
adecuadamente el conjunto patrimonial del que es depositario, compuesto por diversas
imprentas y cajoneras tipográficas de principios del siglo XX, procedentes de la desaparecida
Imprenta Miramar de Palma y adscritas a la colección Mossèn Alcover. Para la corporación
local se considera esta iniciativa como una oportunidad para la generación de una oferta
turística de tipo cultural.
Como argumentos críticos a la hora de justificar su ubicación en Inca se puede citar la
implantación relativamente reciente de esta actividad en la localidad frente a otros
municipios que cuentan con una tradición más sólida. Probablemente Inca no es el mayor
referente en la isla de esta actividad puesto que, tanto en el pasado como en el presente,
este municipio ha brillado más por su producción zapatera, y muy circunstancialmente se
puede afirmar que la actividad impresora forma parte de la memoria de la comunidad.
Tampoco el sector de las artes gráficas es actualmente un argumento de atracción de
turistas con inquietudes culturales como sí lo son otros elementos histórico-artísticos del
municipio.
Cabe también destacar otro aspecto que podría hacer peligrar el proyecto: la inexistencia de
una colección suficientemente completa y diversa como para constituir los fondos del museo.
Este hecho, paradójicamente, puede constituir una ventaja, ya que no existen
condicionantes que limiten la creación del museo ideal -como una colección creada o una
sede ya construida- de manera que, al redactar el proyecto museológico, se ha planteado
como una institución que recoja y exhiba la producción gráfica de toda la isla.
En conclusión, la creación de un museo de Artes Gráficas en Inca se plantea como un reto y
una oportunidad para la conservación e investigación del patrimonio gráfico insular y para la
constitución de un espacio de interpretación del pasado y presente de esta actividad.
El discurso museológico: “Artes gráficas: técnica y comunicación”
El Museo de Artes Gráficas se concibe como un museo-taller vivo y dinámico, un punto de
encuentro y de reflexión sobre la actividad gráfica en Mallorca. Su misión es la constitución
de una colección significativa, la promoción de la investigación y la creación de una
programación estable y diversa de actividades que propicien un foro de intercambio y de
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aprendizaje en torno a un concepto abierto de las artes gráficas. El mandato del museo es
todo el patrimonio relacionado con la producción gráfica en Mallorca y su relación con el
mundo -a lo largo de la historia pero en particular durante los siglos XIX, XX y XXI-
incluyendo todas sus manifestaciones y lenguajes, los procedimientos utilizados y el
patrimonio inmaterial que ha registrado.
El marco geográfico del discurso es doble: la isla de Mallorca como centro del discurso y el
mundo como marco que da explicación a los fenómenos locales; por tanto, reflexiones
universales en torno a la expresión gráfica partiendo de piezas y ejemplos locales. En cuanto
al marco temporal, el discurso abarca desde las primeras manifestaciones de expresión
gráfica, durante la prehistoria, a las tendencias más actuales y la reflexión sobre el futuro de
esta actividad. Posiblemente los siglos XX y XXI serán el centro del discurso porque aunque
no se marquen unos límites concretos, la colección que dará sentido a la creación del museo
remite a la época contemporánea y a las tendencias actuales en la producción gráfica.
Se plantea como un museo tanto de la técnica como del arte, porque no se puede prescindir
de los resultados si se desea explicar los procedimientos y la sociedad que los ha legado.
Artes gráficas significa impresión y grabado pero también otros lenguajes como el
cinematográfico y el fotográfico: se debe tener en cuenta la amplitud del concepto de artes
gráficas ya que si bien normalmente se limita el concepto a obras de arte que utilizan
diversos procedimientos técnicos, también se pueden incluir en este concepto todas las
expresiones humanas con intención comunicativa y estética y con un resultado gráfico,
desde los primeros grafismos rupestres hasta el diseño gráfico contemporáneo, pasando por
lenguajes tan diversos como los libros manuscritos, grabados, películas y libros impresos
mediante diversas técnicas.
Por ello la técnica, entendida como condicionante de la expresión gráfica y factor de
desarrollo tecnológico, supone uno de los ejes vertebradores del discurso. Se pretenden
explicar las diversas técnicas de una manera práctica, ya sea en la exposición permanente –
con máquinas en funcionamiento, audiovisuales e interactivos- como también en talleres
para diferentes tipos de público o en actividades didácticas. Acertadamente puede definirse
como un museo-taller.
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Ante un panorama tipológico tan amplio se plantea un hilo conductor, la utilización de
diversos soportes para la comunicación: cada época y sociedad dispone de unos conceptos
diferentes para comunicar pero, a pesar de esta variedad de mensajes e intenciones, la
finalidad ha sido registrar el patrimonio inmaterial, comunicarse, reflexionar.
Por todo ello, en el proyecto se propone la exposición permanente Las artes gráficas en
la historia: técnica y comunicación, que presentará la información de manera
cronológica, reflexionando acerca de la condición humana y la expresión gráfica a lo largo
de la historia, y repasando la capacidad expresiva y comunicativa del hombre a través de los
avances técnicos, con especial incidencia en los siglos XX y XXI, y con un enfoque
eminentemente práctico.
El discurso expositivo integrará los factores históricos, económicos, sociales y culturales que
explican la evolución de las artes gráficas; la evolución de las técnicas y de los soportes
(aspectos materiales); y los conceptos y contenidos expresados en las diversas épocas
(aspectos inmateriales). Los bienes patrimoniales gráficos que nos han llegado se
presentarán como el resultado técnico e intelectual de las sociedades que los han producido.
Será fundamental contar con un discurso rigurosamente documentado, planteado de manera
didáctica y activa, estimulante para los sentidos y para el intelecto, fundamentado en la
exhibición de piezas originales pero también en recursos expositivos virtuales (proyecciones,
reproducciones fotográficas, audiovisuales, interactivos) para mostrar aspectos de los que
no se disponga de materiales originales (como el primer documento escrito de la humanidad
o el primer documento impreso en Mallorca).
El museo, espacio de encuentro y experimentación
En tanto las artes gráficas son una de las manifestaciones artísticas en constante evolución y
experimentación, el museo es un espacio idóneo para establecer las necesarias conexiones
entre el arte contemporáneo y la sociedad. El discurso de la exposición permanente deberá
seleccionar los contenidos fundamentales, pero la orientación abierta del concepto de artes
gráficas permite la creación de una programación rica y diversificada de actividades y
exposiciones temporales, contribuyendo a que el museo sea un foro de encuentro y de
reflexión así como de innovación y creación artística. Este elemento es condición
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fundamental para conseguir que la institución se convierta en un centro vivo, dirigido a
todos los sectores del público.
En coherencia con este papel social, la exposición permanente debe constituir un punto de
partida sólido y abierto para la reflexión y experimentación en torno a las artes gráficas.
Ubicará en el tiempo y en el espacio la historia gráfica de las Islas Baleares al mismo tiempo
que la relacionará con el resto del mundo. Contará las historias locales para dar explicación
a los fenómenos globales. Presentará un discurso abierto que se podrá concretar y
completar con las exposiciones temporales y las actividades del centro.
La exposición permanente -Las artes gráficas en la historia: técnica y comunicación-
presentará mediante seis ámbitos la s diferentes etapas de la historia de las artes gráficas. Si
bien se hará referencia a los precedentes y a la invención de la imprenta, el discurso se
centrará en las épocas moderna y contemporánea -explicando los aspectos históricos,
económicos o técnicos y artísticos relacionados- y hará especial hincapié en los episodios
que suceden en Mallorca en particular. Esta estructura creará un discurso comprensible para
cualquier ciudadano del mundo y al mismo tiempo dará conciencia al público del lugar de la
relevancia de los episodios locales.
Los ámbitos de la exposición permanente serían los siguientes:
I. La mano del hombre y la mente. La aparición del lenguaje y de la escritura
II. Los pioneros: la sabiduría china y la genialidad de Gutenberg. La aparición de la
imprenta en el mundo
III. La imprenta en Mallorca en la Edad Moderna
IV. El siglo XIX: la aparición de nuevos lenguajes y nuevos procedimientos
V. El siglo XX, siglo del papel. La revolución tecnológica a finales del siglo XX
VI. El siglo XXI: vivir en digital
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Las exposiciones temporales, de producción propia o fruto de colaboraciones e intercambios
con otras instituciones, deben plantearse como parte de la programación estable del Museo
de las Artes Gráficas. De manera temporal se podrían mostrar colecciones no propias del
museo o hablar de aspectos más concretos de un determinado lenguaje gráfico. Los temas
perfilados por el discurso museológico son intencionadamente amplios y pueden ser
desarrollados con mayor profundidad en distintas exposiciones temporales que podrían girar
en torno a la producción gráfica artística, histórica o actual; la fotografía histórica o actual;
la filmografía histórica o actual; el patrimonio documental o bibliográfico; las relaciones
entre el arte y las nuevas tecnologías; el diseño gráfico; la tecnología y los procesos
relacionados con las artes gráficas; la publicidad o aspectos técnicos diversos, por poner
varios ejemplos.
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Entre las actividades se pueden citar talleres didácticos, talleres de experimentación gráfica,
conferencias, becas de investigación, actividades de dinamización dirigidas a diferentes
sectores de público o foros de diálogo para los agentes sociales, económicos y culturales
relacionados con el mundo de las artes gráficas.
Algunos requisitos deberán ser constantes en las exposiciones y actividades del museo: la
calidad, la accesibilidad a todos los tipos de público y el rigor científico. Todas estas
actividades deberán ser incluidas en el plan de comunicación del museo, de manera que se
conviertan en pequeños grandes acontecimientos, no sólo a nivel local sino también de
proyección nacional e internacional.
La formación de la futura colección del museo es otro de los temas importantes analizados
en el Proyecto Museológico, al no existir más que la citada colección Alcover. Para completar
los ámbitos de la exposición permanente apuntada anteriormente se hace necesaria la
creación de una colección representativa de todas las épocas y formas de impresión, que
permita desarrollar el discurso histórico del museo. Existen varias vías para su formación,
tales como cesión en depósito por parte de otras instituciones, la cesión o donación por
parte de particulares, empresarios y artistas y, por último, la adquisición de bienes
patrimoniales que se encuentren a la venta. Implicar a los diferentes sectores sociales en la
formación de la colección será vital para convertir, poco a poco, el museo en un proyecto de
todos.
El espacio arquitectónico que acogerá a la nueva institución, a sugerencia de la
administración local, será el Cuartel General Luque, revertido recientemente al
Ayuntamiento de Inca. Se trata de un complejo arquitectónico de principios del siglo XX,
formado por nueve pabellones y zonas ajardinadas, que se perfila como muy adecuado para
ser rehabilitado y dar cabida en cada uno de sus pabellones a diferentes funciones
socioculturales -sede universitaria, escuela taller, guardería municipal, el Museo de la
Historia de la Educación de las Islas Baleares5 , así como el Museo del Calzado6- donde los
c iudadanos encontrarían respuesta a las necesidades culturales y de ocio, por lo que puede
considerarse como una oportunidad para la dinamización sociocultural del municipio de Inca.
El museo de Artes Gráficas puede beneficiarse de un número de residentes que acudirán
5 Se trata de una iniciativa del Govern de les Illes Balears. 6 Se trata de otro proyecto museológico redactado por este mismo equipo, en este caso presenta un claro componente identitario puesto que el municipio de Inca conserva una industria zapatera que se remonta a la época
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habitualmente al recinto para realizar otras actividades. En contraposición a los museos
tradicionales, visitados de manera extraordinaria, se plantea que esta institución pueda
convertirse en un espacio cultural habitual para los residentes, cumpliendo así un importante
papel social.
La exposición permanente se ubica en la planta baja del pabellón 2 puesto que para
garantizar su viabilidad se propone compartir la gestión con el Museo del Calzado de Inca,
ubicado en el pabellón 1 del mismo complejo arquitectónico. Entre ambos pabellones se
distribuyen las diversas áreas del Museo de las Artes Gráficas:
- Planta baja del pabellón 2: espacio de recepción e información, guardarropa, ascensor,
baños, sala de exposición permanente, aula taller de impresión y experimentación
- La planta baja del pabellón 1 (Museo del Calzado) dispone de una sala de exposiciones
temporales y de una tienda-cafetería. La planta primera del mismo pabellón 1 cuenta con
almacén, área de conservación, montacargas, área de dirección y administración, sala de
conferencias, aula-taller y centro de documentación.
medieval.
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La gestión del museo es otro de los temas fundamentales a tener en cuenta en la
planificación del proyecto. Como se ha comentado anteriormente, se plantea que la
estructura organizativa del Museo de Artes Gráficas sea compartida con aquella proyectada
para el Museo del Calzado. Para conseguir los objetivos marcados, los profesionales que
planificarán, gestionarán y evaluarán las diferentes iniciativas deberán formar parte de una
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estructura ágil y eficaz, que a medida que el museo crezca podrá ir conformándose como
sigue:
- Organismo Autónomo Museu d’Inca, organismo promotor de ambos proyectos.
- Consejo Asesor del Museo de Artes Gráficas, formado por profesionales e investigadores,
tendrá las atribuciones de evaluar contenidos y asesorar en las diferentes tareas durante
la creación y vida del museo.
- Director de ambos museos.
- Responsables de las diferentes áreas técnicas: conservación, investigación,
documentación, difusión y comunicación, didáctica, etc. En determinados casos serán
puestos compartidos para ambos museos.
Para la ejecución del proyecto deberán superarse varios períodos de evaluación y estudios
de viabilidad, de manera que quede garantizada la financiación y las condiciones básicas que
requiere el museo.
En conclusión
El Museo de las Artes Gráficas aparece como un proyecto necesario desde el punto de vista
de la conservación y adecuada investigación del patrimonio gráfico y para la constitución de
una colección significativa de esta tipología patrimonial, pero también como una oportunidad
para completar la educación artística en los niveles de educación obligatoria con contenidos
significativos, para la formación de artistas y la experimentación de nuevos lenguajes y
técnicas, y para atraer un turismo cultural a la localidad de Inca. Como espacio de encuentro
de las artes visuales, su objetivo último será el de servir de espacio de reflexión y
comunicación para todos sus usuarios, una finalidad que por sí misma ya constituye una
razón de peso para su creación.
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Algunas imágenes de la colección Imprenta Alcover,
actualmente cedida al Ajuntament de Inca