el origen de los vascos - juan parellada de cardel

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Juan Parellada de CardeilacEL ORIGENDE LOS VASCOSlberoshebreosmydiosesMitos - Etnografa - LingsticaReligin - HistoriaPLAZA & JANES S. A.EditoresTtulo original:LA LUMIERE VINT-ELLE D'OCCIDENT?Traduccin deLORENZO CORTINAPrimera edicin: Junio, 1978 Editions de l'Athanor, Pars, 1976 1978, Juan Farellada de Cardellac 19'78, PLAZA su JANES, s. A., EditoresVirgen de Guadalupe, 2133. Esplugas de Llobregat (Barcelona)Este libro se ha publicado originalmente en frances con el titulo deLA LUMIERE VINTJLLE JZYOCCIDENT?Printed in Spait Impreso en EspaaISBN: 84-O1331315 Depsito Legal: B. 201634978INDICEINTRODUCCIN.PRIMERA PARTEEN BUSCA DE LOS ORIGENES A TRAVES DE LATRADICION SECRETA Y LOS DOCUMENTOSDE LA ANTIGEDADTeoria sobre los constructores de megalitos .Los ligures. . . . . .Iberos, hebreos y pelasgos. . . . . . .Remembranzas del Occidente. Los Hijos de Dios y larealeza de derecho divinoLos anales de los iberos tartesios. .Iberos o celtas..., originarios de Occidente?Israel como nacin. Identificacin de los pelasgos .El nacimiento de un mito: Dogma seudocientifico? .Origen Occidental de Poseidn y de Atenea. Los pelas

gos a traves del mundo antiguo.Los iberoligures en las Galias y hasta el MarLos iberos en Crcega . . .Los iberos en CerdeaLos iberos en SiciliaLos iberos en Italia . . . . . . .Las huellas ibricas en el poblaJniento de las islas britanicas.del Norte i..112 7.33.3539.424 45053.5862.66.67.69.70.73En busca de una civilizacin desaparecida .La edad de los zodiacos egipcios.Dataciones. . . . . . . . . . .Los tiempos mticos de la peninsula ibrica. La Era deHercules. . . . . . . . . .Apolonio de Tiana y las misteriosas inscripciones de latumba de Hercules.SEGUNDA PARTEENTRE EL MITO Y LA PROTOHISTORIATubal.Ibero.IdubedaBrigo.TagnBeto.Gerin. . . . . . . . . . .

Osiris. Los hijos de Gerin. Hercules egipcio = Horus u Oro libio.Noraco. . . .Hispalo hijo de Hercules.Hispn, muerte de Hercules.Hesper y Atlas.Sioco.Sicano. . .SiceleoLiber. . . . .0.LusoPan_Siculo. . . . . .TestaTritn. Los navos de Zacinto.RomoPalatuo. . . . . . . . .Los argonautas abordan las costas ibricas . . . .Lo que opinaba el cronista sobre los Atlantes de Platn .Eriteo. Hundimientos y sumersiones. Destruccin deTroya. Fundacin de Cartago.Dimedes, Astur, Ulises.Erupciones volcnicas. Sequa, desolacin y ldespilobla7 7.79.8 1.84.87.93.96.96.979899.100.100.102.102.103.104.105

.106.107.108.109.110112.112114118.120.123miento. Melesigenes u HomeroGalosCeltas y celtiberosEl incendio de los PirineosLas flotas de Rodas y de Frigia. Fundacin de Rosas yde RodezExpedicin de los fenicios a IberiaRegreso y establecimiento de los fenicios en AndaluciaEl templo de Hercules en CdizEl templo de Hercules en CdizLos celtiberos ocupan nuevos territoriosLos fenicios de Gadir pasan al continente .Los cartaginesesTaraco, rey de Etiopia y de Egipto. Vencido por el iberoTern. Batalla naval ganada por los gaditanos .Argantonio y NabucodonosorCrecimiento y desarrollo del podero de Cartago. Lostemibles honderos de las islas Baleares. Los sacrificios de los cartaginesesLos celtasgalos de Lusitania se extienden hacia la BeticaLas galeras focenses en Iberia. Cartaya y TartessosVestigios de las Hesperides? ArgantonioFundacin de Marsella segn la crnica. Opinin de sanEusebio. JuraJnento de los focenses a Diana deEfeso. . . . . . . . . . .Los cartagineses en Iberia. Baucio Capeto, rey de Turdeto, antepasado de los reyes de Francia? . . .

Los cartagineses y los iberosturdetanos se sublevancontra Gadir y sus fenicios. Los seismos azotan lascostas de Ebora de los cartesios. El emplazamientode Tartessos. . . . . . . .Periplos de Himilcn y de Hannn. Templo de VenusLucifer en SanlcarDe la primera Guerra Pnica. Nacimiento de AnibalNuevos temblores de tierra y hundimientos .Amilcar BarcaAsdrbal. Preludios a la Segunda Guerra pnica .Anibal, jefe supremo de los ejrcitos iberocartaginesesLa guerra de SaguntoProlegmenos de la segunda guerra pnica. Anibal mar125128130131134137140140143145147149152154157158.161163.167170172175178182cha sobre Italia . .Los romanos en la peninsula ibricaNumancia ..TERCERA PARTE

.187.190.192LOS PRIMEROS HABITANTES CIVILIZADOS EN EUROPALos primeros habitantes civilizados en Europa . 197El nombre de Iberia .204El ibero y el vasco. . . . . . . . .209El sentido primario del vocablo aria dado por el vasco . 215El vascuence y el hebreo. . . . 217El euscaro y las lenguas siberianas. . . . . 219Concordancias; del vasco con el dravidico, HamitoSemitico y las lenguas caucsicas. . . . . 221Un problema mal planteado. La clave de la solucin . 223Desciframiento de una inscripcin en bronce . 226CUARTA PARTEDIOSES Y CREENCIASEl monoteismo iberico y, san Agustin. Los druidas, elBhagavadGita y la tradicin primordial . 233Los druidas y el dios Lug . . . . 236Neto, divinidad pirenaica. Lafilosofiasolar . . 240Mitos y movimientos religiosos en la Iberia precristiana, segn los textos y las tradiciones 242CONCLUSIONES. .261BIBLIOGRAFA 973El fondo iberoligur se halla an en la basedela poblacin francesa. La tradicin de los druidas nos dice que una parte de los llamados galos era indgena...JACQUES BAINVILLE, Histoire de France.As, el problema de los orgenes iberoliguresconcierne tanto a Francia como a Espaa.JUAN PARELLADA.|NTRODUCCINCon motivo de una gira de conferencias por Espaa, mepaseaba por las viejas calles del barrio gtico barcelons cuando encontr, en una pequea libreria, un tradicional almanaque publicado por un tal Ermitao de los Pirineos. He aquilo que se lee en la primera pgina: El ao 1976 de la Eracristiana es el 5959 de la Creacin del mundo, el 4304 del Diluvio Universal..., y asi sucesivaJnente. Aunque ese respetableermitao haya considerado superfino precisarnos la horaexacta de tales acontecimientos, admiremos su sabiduria yrecordemos que, durante muchos siglos, los pensadores, losastrnomos, los filsofos, los historiadores y los hombres deciencia en general, se. vieron obligados a someterse al dictadode semejantes principios, so pena de graves complicaciones.Rememoremos someraJnente el caso de Giordano Bruno, el sa

bio italiano que ense en la Universidad de Paris y que, precursor de Spinozay de los panteistas modernos, fue quemadovivo en Roma el 17 de febrero de 1600, por orden del SantoOficio; y el de Galileo, que evit la hoguera in extremis trashaberse retractado de una verdad como un templo. Digo estoporque, aunque parezca increible, las secuelas de intransigencia dogmtica persisten en nuestros tiempos, aunque justo esdecirlo, no vienen ya de los hombres de Iglesia, sino de pequeos pontifices de dogmas seudocientificos. Valga la siguiente ancdota: a fines del pasado siglo, una comisin de ingenieros y tcnicos del Ministerio de Comunicaciones present aM. B..., presidente de la Academia de Ciencias y sabio oficial14 JUAN PAREILADA DE CARIILLACnotorio, un curioso aparato que permita hablar a distancia, esdecir, un telfono experimental. Al fin, tras haberse dignado,no sin reticencias, examinar el aparato, el eminente personajedecret que cientficaJnente aquello no era viable... un juguetea lo sumo. Y, cuando el ingeniero que presentaba la experiencia le pas el aparato y le hizo escuchar una voz que desde lejos le hablaba, nuestro hombre exclaln triunfal: Naturalmente, es usted ventrlocuo!Cuntos conceptos, inconmovibles al parecer an a principios del presente siglo, han sido objeto de revisin! La antigedad del hombre y de las civilizaciones, por ejemplo, no hancesado de retroceder, gracias a esos hombres curiosos que notemen ir al fondo de las cosas, multiplicando las preguntas,molestas a veces, cuando parecen susceptibles de desbaratarlos esquemas preestablecidos y generalmente aceptados.He aqu, a este propsito, lo que ya a comienzos del siglopasado escriba ese gran visionario que fue Joseph de Maistre:Los sabios europeos son una especie de conjurados que hacende la ciencia una especie de monopolio de la que no admitenque se sepa tanto o ms, o de otra forma que ellos. Pero esaciencia se ver un da hollada por una posteridad iluminadaque acusar, justamente, a los conjurados de hoy, de no habersabido extraer de las verdades que Dios les haba confiado, lasconsecuencias ms necesarias al hombre. Entonces la cienciacambiar de signo; el espritu, hoy ignorado y menospreciado,soplar de nuevo y escucharemos su voz. Y quedar demostrado que las tradiciones antiguas son todas verdad; que el paganismo era un sistema que encerraba grandes verdades corrompidas y desplazadas, y que bastara con limpiarlas y situarlas en sus contextos para verlas brillar con todo su fulgor.>>Me parece intil subrayar la actualidad que en nuestrosdas conservan estas palabras, ya que, precisaJnente pocas semanas antes de su muerte, Andr Malraux, ese otro gran visionario de nuestros tiempos, sealaba en la TV francesa queel siglo venidero se caracterizar por los descubrimientos enel orden de la meta sica, acaso de la religin y por la tomaen consideracin, por la ciencia, de ciertos fenmenos paranormales, cuya existencia se percibe sin que se pueda razonablemente explicar, como se perciba en los siglos pasadosEL ORIGEN DE LOS VASCOS 15

la existencia de una energa misteriosa, reputada por algunosde diablica hasta que, al fin, fue captada y explicada: laelectricidad!La existencia de una gran civilizacin prehistrica occidental es cosa generalmente admitida por los prehistoriadoresdesde hace casi tres cuartos de siglo. Lo que queda por determinar es el grado de desarrollo de esta civilizacin y, sobretodo, el lugar de origen de la misma.Recordemos a este propsito lo que el astrnomo Bailly,que haba profundizado estas cuestiones, escriba a Voltaire:Deseo que crea usted en mi antiguo mundo perdido... Losvestigios de este pas anuncian una filosofa sublime, segnla cual Dios es nico, creador del Universo, omnipresente,eterno, inmutable. Tras l, otro astrnomo, Piazzi Smyth,dedujo del examen de la Gran Pirmide la existencia de unpueblo civilizadsimo y anterior a la historia. Antonialdi, astrnomo tambin, lleg a la misma conclusin al estudiar dicho monumento: La perfeccin de las pirmides decay la admirable ciencia creadora, numrica, geomtrica y astronmica que revelan, exigen la existencia de una civilizacin anterior en numerosos milenios y perdida en la nochede los tiempos.Para el observador avisado, un fenmeno llama la atencin: el de la decadencia ininterrumpida de un poder que sedisgrega con el tiempo. Despus de 525 antes de J.C., en quelos persas invadieron Egipto y pusieron fin al reinado de laltima dinasta independiente, la historia nacional de Egiptohaba llegado a su trmino. Y, paralelamente, podemos comprobar un extraordinario e inslito fenmeno en relacin conlas obras de arte que nos ha legado la civilizacin egipcia:cuanto ms nos alejamos en la antigedad y hacia los orgenes del arte egipcio, ms perfectas son sus obras, como si elgenio de este pueblo se hubiese formado sbitamente, sinexperiencia ni estudio. Del arte egipcio, slo conocemos ladecadencia, pero, qu decadencial, Cmo explicarlo? Otroastrnomo an, el padre Moreux, convencido de la existenciade esa tradicin de cien siglos de la que derivan todas lascosmogonas antiguas, plantea as la cuestin: De dndevena esta tradicin?16 JUAN PARELLADA DE CARDELLACDiodoro de Sicilia, que fue uno de los principales autoresantiguos que abordaron la cuestin atlntica, y cuyo V Librode su famosa Biblioteca contena numerosos e importantesinformes de origen desconocido, nos dice que la Atlntidatuvo una escuela religiosa que dio a conocer una teogoniacompleta. Esa doctrina, en parte naturalista, ensea que, enel principio, eran Urano y Titea (llamada tambin Gaya oGea), el Cielo y la Tierra, con sus hijos los titanes, adems deHelios y Selene. Pero estas tradiciones desfiguradas por lostiempos nos alejan de las primitivas: Es preciso remontarsea la poca en que los Atlantes escribe enseaban a losgriegos y a los egipcios el culto de Atenea. Esta divinidad,llamada Aten, era representada al principio por el disco solar. El nombre de Aten = Atn designaba al Dios nico y sinrival. Era el Adonai de la tradicin judeocristiana.

Nos hemos detenido lo bastante en reflexionar sobre elrito de los Atlantes, descrito por Platn, de la lidia ritual yde la muerte del toro divino, cuyo recuerdo perdura bajo laforma decantada de un espectculo profano en la pennsulaibrica, esa antigua colonia atlante que fue escenario, segnHomero, de la guerra de los titanes y de los dioses?Proclo, comentando el Timeo, dice que hubo antao sieteislas en la parte de las marismas de Occidente consagradas aProserpina, y otras tres, consagradas, respectivamente, a Plutn, a Amn, y a Poseidn o Neptuno, y cuyos habitantes haban conservado, por transmisin familiar ininterrumpida, elrecuerdo de la Atlntida, isla sumamente grande que ejerca,antes de su desaparicin, su imperio sobre todas las islas delOcano y que estaba igualmente consagrada a Poseidn.Aadamos que Manetn refiere que Urano, dios de losatlantes, fue el inventor de la astronoma y de la esfera; nohay ah una clara indicacin sobre el origen atlante del zodaco como lo afirman los brahmanes? Luego, por lgica deduccin, no tendran el mismo origen los conocimientos astronmicos de los mayas y de los primitivos habitantes dela pennsula ibrica? Aquellos primitivos habitantes de Iberia,de los que subsiste una fraccin, los vascos, que como veremos no vienen de parte alguna, y que hablan un idioma antiqusimo de rara perfeccin. Lo que revela por s solo la culEL ORIGEN DE LOS VASCOS 17tura de! pueblo que lo cre. Qu nexo ignoto y remotsimo pudo existir entre el pueblo maya del Yucatny la divinidad homnima de los romanos, de los griegos y delos hindes? Maya era para los griegos la hija de Atlas, reyde Atlntida, siendo tambin la madre de HermesMercurioquien, segn Macrobio, naci en la Atlntida. Esta informacin importantsima proyecta un haz de luz deslumbradorasobre el origen de la ciencia de Hermes, que se encuentra enla base de todas las religiones tradicionales.Hay razones para pensar que el druidismo ha sido la ltima fase de la religin de Atlantis; el folklore de Irlandaest impregnado de ella, desde las tradas brdicas a las leyendas irlandesas. Toda la Antigedad discurri al amparode esa ciencia primordial, cada vez ms adulterada y corrompida. Los descubrimientos de la ciencia no hacen ms que confirmar lo que ya se saba en los tiempos ms remotos y queencontramos en el simbolismo antiguo. Sus destellos iluminaron la aurora de numerosos pueblos y, cuando la luz de Occidente ces de brillar sobre ellos, comenzaron a andar atientas como ciegos olvidadizos de los senderos que habanguiado sus primeros pasos. Y al no poder comprender laverdadera significacin de ciertos ritos que haban conservado, no se explicaban cmo tales residuos se encontraban entroncados en sus leyendas nacionales.La historia de Israel, por ejemplo, que da comienzo conla emigracin de los patriarcas a la bsqueda de nuevas tierras, no se sustenta y justifica acaso por una tradicin paralela, similar o anloga a la de los druidas? La fecha exacta

de esa emigracin es desconocida, y aunque se la sita, generalmente, en el segundo milenio antes de nuestra Era, niAbraham, ni Isaac, ni Jacob, aparecen citados en otros textos aparte los de la Biblia, y stos no fueron escritos antesde los siglos x o ix a. de J.C., con arreglo a tradiciones orales ymultiseculares. De hecho, las tradiciones bblicas concernientes a los patriarcas constituyen un conjunto religioso que, desde el punto de vista estrictamente histrico, o sea, cronolgico, no tienen una slida relacin, pero que aparecen estrechamente amalgamadas por una fuerte temtica religiosa. Lagran afirmacin de los escritores sacros incluye la conviccin2360715 JUAN PARELLADA DE CARDELLACtic fe segn la cual Dios conduce el curso de la Historia: resgestae Dei per Patriarchas.En cuanto al Gnesis, Moiss, en su calidad de Iniciadoegipcio, se encontraba en la cspide de la ciencia egipcia queconoca, tanto como la moderna, la inmutabilidad de las leyes del Universo, el desarrollo de los mundos por evolucinprogresiva y que posea, adems, un conocimiento perfectoy racional del alma y de la naturaleza invisible. Cmo conciliar esta ciencia del sacerdote egipcio con las fbulas delGnesis relativas a la creacin del mundo y a los orgenesdel hombre? O es que existe un sentido oculto que no puede ser descifrado si se desconoce la clave?Es el ms difcil y oscuro de los libros sagrados decasan Jernimo; contiene tantos secretos como palabras, ycada palabra encubre varios.Los sacerdotes egipcios, segn los autores griegos, disponan de tres mdulos para expresar sus pensamientos. Y unasmismas palabras adquiran, segn los casos, un significado literal, metafrico o trascendente. Herclito, que conoca aquellas diferencias, designa aquella lengua como vulgar, simblica o secreta. Al referirse a las ciencias teognicas o cosmognicas, los sacerdotes egipcios utilizaban siempre el tercermdulo de escritura. Sus jeroglficos contenan las tres significaciones correspondientes y distintas, pero las dos ltimasno podan ser comprendidas sin poseer la clave. Ese mtodode escritura enigmtico y condensado, se fundaba en las enseanzas de Hermes, segn las cuales una misma ley gobiernalos tres mundos: el natural, el humano y el divino. Ese lenguaje maravillosamente conciso, ininteligible para las masas,era fcilmente comprendido por los adeptos. Conocida la formacin de Moiss, es indudable que escribi el Gnesis enjeroglficos egipcios de triple significado. Cuando, en tiemposde Salomn, el Gnesis fue traducido en caracteres fenicios y,cuando tras el cautiverio en Babilonia, Esdras realiz sutranscripcin con los grafismos arameos de los caldeos, elclero judo hubo de encontrarse ante graves problemas parainterpretar, incluso imperfectamente, aquellas claves. Finalmente, cuando les lleg el turno a los traductores griegos dela Biblia, el texto no poda tener ya para ellos, otro sentidoEL ORIGEN DE LOS VASCOS 19

que e! literal. Quirase o no, los comentadores posterioreshan penetrado en el texto hebreo por medio de la Vulgata, yel verdadero sentido se les escapa. El verdadero significadopermanece, sin embargo, oculto en el texto hebreo, cuyas rajces se hunden en el lenguaje de los templos antiguos, y en elque cada letra tiene una significacin universal en relacincon su valor acstico y la condicin mental del hombre quela pronuncia; slabas mgicas dentro de las cuales el Iniciadode Osiris ha fundido su pensamiento, como el bronce lquidopenetrando en un molde perfecto.Cuando Champollin emprendi la transcripcin de la piedra de Roseta, trabaj sobre un texto que databa de los Ptolomeos, o sea, de tina poca en que el antiguo Egipto habadejado de existir desde largo tiempo atrs. Por consiguiente,esas inscripciones hechas por sacerdotes extranjeros no hanpodido servir, en modo alguno, para descubrir el significadoesotrico de los textos antiguos. Efectivamente, el clero de lapoca de los Ptolomeos, elegido por los vencedores del antiguo Egipto, estaba compuesto por usurpadores que ignoraban las tradiciones de los verdaderos sacerdotes, que habansido deportados o exterminados por los persas.La descripcin del huevo del mundo, por ejemplo, esa nebulosa esferoidal, gnesis del Universo manifestado contenidoen los Vedas, ha de ser equiparada a la narracin del Gnesishebraico y as, comparando las diversas cosmogonas de lospueblos antiguos, deducimos que proceden de una fuente comn anterior, que fingimos ignorar: En el principio todaslas cosas estaban sumidas en las tinieblas fecundas, comoadormecidas en un profundo sueo. El que subsiste por smismo, queriendo crear el universo de su propia sustancia,cre las aguas y deposit en ellas una simiente que se transform en un huevo de oro, resplandeciente como el sol, yBrahma naci de l por su propia energa. Este Dios, habiendo permanecido un ao entero en el huevo divino que flotaba sobre las aguas eternas, lo dividi por su propia energa,y de sus fragmentos form el Cielo y la Tierra, dejando enmedio el ter sutil, receptculo perpetuo de las aguas.Despus del sueo de Brahma de la tradicin hind, trasese inmenso reposo en que se encuentran los tomos antes20 JUAN PARELLADA DE CARDELLACde toda manifestacin, es necesaria la intervencin de la energa, del mediador que, en la Tradicin, es la segunda persona de la TriUnidad, el Verbo, el Logos de los griegos, paraimplicar los elementos en la serie infinita de las combinaciones de las que todo nacer.Aunque parezca increble, es posible encontrar mayoresconcordancias que las existentes entre esas doctrinas que orecieron con anterioridad a los tiempos histricos y los conocimientos cientficos modernos ms elaborados? El ter inmvil, causa eficaz de las aguas primordiales, la masa esferoidaly luminosa otando en el espacio, la divisin de la nebulosaen mil fragmentos estelares separados unos de otros por lamasa del ter.

Esta alta filosofa cientfica se encuentra en Leibniz, paraquien la consideracin exclusiva de la masa extensa no bastapara explicar los fenmenos del mundo, aadiendo que seprecisa la intervencin de la nocin fuerza, que pertenece ala metafsica, para desembocar en el concepto de la armonapreestablecida, de acuerdo con las enseanzas de la Tradicin primitiva.Tradicin que ha podido sufrir perodos de oscurecimiento, pero que, gracias al simbolismo, no ha perecido. La imagen del libro cerrado en manos de Cibeles y la del libro sellado bajo siete sellos sobre el cual est recostado el Cordero,nos indican que la buscaramos en vano en los libros abiertos; pero ha perdurado a travs de los siglos, porque losartistas y los escritores han seguido reproduciendo sus smbolos y sus leyendas, aun ignorando su verdadero significado.Las precedentes consideraciones bastan, me parece, paraconvencerse de la realidad de la Tradicin primordial y deuna sabidura superior, anexa e inconciliable aparentementecon una poca en que el hombre, segn algunos nos lospintan, haba de ser una especie de bruto apenas capaz dedisputar su pitanza a los animales. Los testimonios aducidospor los grandes pensadores antiguos, y sus referencias concretas concernientes a los orgenes histricos de sus conocimientos cosmognicos, astronmicos y filosficos, son de talnaturaleza que por fuerza nos obligan a interrogarnos sobreel fundamento del espejimo oriental, ya que es de aquellaEL ORIGEN DE LOS VASCOS 21Tradicin y de aquella sabidura primordiales de donde sederivan las grandes religiones y las admirables civilizacionesde la Antigedad.Pero, adems, hemos meditado lo suficiente acerca de losrestos materiales, imponentes, gigantescos, que encontraronlos Conquistadores espaoles a su llegada a Amrica Central?Nos hallamos ah confrontados, nuevamente, ante problemasmolestos: construcciones grandiosas, atrevidas, sorprendentes,que permanecieron ignotas del Viejo Mundo, my que nodeban nada al Oriente! Qu decir, por ejemplo, de Tiahuanaco, la misteriosa ciudadela ciclpea cuyas ruinas se yerguen a 3.854 metros de altitud sobre la orilla boliviana dellago Titicaca, a la que modestamente, y con harta prudencia,se le puede atribuir una antigedad de 10.000 aos? Concurren ah una serie de hechos inquietantes que no debemos salvar en silencio: en las ruinas de la fortaleza, y en torno deella, existen pruebas irrefutables que indican que la tierraen que se hallan esos vestigios, habase hallado a orillas delmar; los muelles del puerto de Tiahuanaco existen an, yno se encuentran a nivel del lago caduc, sino sobre una lnea de sedimentos marinos de una longitud de 700 kilmetros. Algunos gelogos han postulado una elevacin del continente sudamericano sobre el mar actual, pero cmo explicar que ese gigantesco levantamiento de un pas tan montaoso y accidentado, haya podido dejar una lnea de sedimentos tan regular y continua?

A este respecto, creo pertinente presentar la explicacindel sabio ingls H. S. Bellamy (1), cuya tesis comparten numerosos investigadores que aceptan los clculos de Horbiger. La marea permanente, producida por la luna terciaria,haba acumulado las aguas hasta esta altitud y el redondelhenchido de agua era naturalmente regular y convexo, habiendo durado el tiempo necesario para dejar sus sedimentossobre las montaas ya existentes. As, los principios de losgeo sicos son respetados. Ningn cambio importante se produjo en l continente. Los tradicionalistas y los horbigerianos(1) Bellarmy, H. S. Built before thenaco, Faber, Londres, 194-7.

ood the problem of Tiahua-

22 JUAN PARELLADA DE CARDELLACestn de acuerdo respecto a la edad en que cesaron los depsitos marinos: entre 300.000 y 250.000 aos antes de nuestraEra. Aadamos que se encontraron huesos humanos en losprincipales estratos, en la proximidad de huesos de toxodontes, animales que desaparecieron al final del terciario. Estopodra bastar para datar esta civilizacin pero eso no estodo. Se ha encontrado un calendario esculpido en piedra,partido en dos por una grieta pero mantenido unido por supeso de 10 toneladas. Descubierto por Ponansky, que fue elprimero en fijar los solsticios y los equinoccios, fue el alemnKiss quien, en 1937, demostr que el calendario en piedra deTiahuanaco constaba de 290 das.Recordemos que Hrbiger, al calcular en 1927 los datosque constituyen las bases de nuestros conocimientos sobre larotacin de la Tierra, lleg a la conclusin de que, al final delterciario, la Tierra giraba alrededor del Sol en 298 das, teniendo cada da un poco ms de 29 de nuestras horas. Hrbiger muri en 1931, y sus clculos estn en los archivos delInstituto Hrbiger de Viena. Podemos, pues, admitir quelos clculos de Hrbiger, realizados con anterioridad a todainformacin relativa al calendario de Tiahuanaco, se han visto confirmados por dicho calendario de Tiahuanaco, cuyas observaciones datan de fines del terciario e, inversamente, losmismos clculos prueban que fue efectivamente a fines delterciario cuando los astrnomos de Tiahuanaco haban efectuado sus observaciones.Aparece, pues, con evidencia, en todos los casos, que, enlos Andes y en otros lugares del continente americano, hanexistido centros de civilizacin antiqusimos y cuya alta cultura no deba nada al Oriente.Encontramos confirmacin de ello en ciertas tradicionesdel antiguo Mxico, presentando un aspecto casi cientfico,detallando las pocas denominadas Soles, en un orden quese asemeja al geolgico: a) El Sol del Agua = primario,conteniendo la Creacin y la destruccin del mundo por inundaciones y el rayo, b) El Sol de la Tierra = secundario,poca de gigantismo, que termin con sesmos y destruccinde la Tierra, c) El Sol del Viento = terciario, Quetzalcatlensea a los hombres la civilizacin y la moral; destruccinEL ORIGEN DE LOS VASCOS 23

del mundo por tempestades y metmorfosis de los hombresen monos (o en salvajes), d) El Sol de Fuego = cuaternario, que es nuestra poca.En Chichn Itz, Yucatn, en el centro del mausoleo deCay, gran sacerdote e hijo primognito del rey Can, hay unaescultura que representa una serpiente de doce cabezas y unainscripcin que simboliza las doce dinastas mayas anteriores al rey Can, y cuyos reinados adicionados cubren un perodo de 18.000 aos. El ltimo rey Can viva hace 16.000 aos,segn el manuscrito Troano. Si a ello aadimos los 18.000de las precedentes dinastas, nos damos cuenta de que reinaban desde hace 34.000 aos...En el Congreso de Arqueologa Andina, celebrado en Limaen 1972, la etnloga peruana seora V. de la Jara, demostrque los incas posean una escritura, y que los motivos geomtricos que decoran los monumentos incas son en realidad caracteres grficos que sirven para explicar su historia o susleyendas. El hecho es tanto ms digno de ser sealado, porque hasta el presente se haba venido asegurando que las civilizaciones precolombinas ignoraban la escritura de tipo fontico.Todo ello, que contraria lamentablemente cuanto durante siglos se nos ha venido enseando, nos deja perplejos.No es enojoso el verse retirar sbitamente la cmoda almohada de las ideas preconcebidas y comprobar que la historiade nuestros orgenes era pura fbula?Las metamorfosis que terminan el Sol del Viento de losantiguos mexicanos, aadido a cuanto hemos dicho, hace surgir ante nuestros ojos deslumhrados, imperiosa, esta pregunta: Los fenmenos del paleoltico... no seran ms bien degeneraciones que verdaderos comienzos?El sabio americano Arlington H. Mallery, especialista dela Amrica precolombina, tiene presentado un estudio relativo al descubrimiento, en Pensilvania, de unas inscripcioneslapidarias emparentadas, al parecer, con las mediterrneasprimitivas, aunque l las estima muy anteriores. Pretendeque pertenecen a una antigua civilizacin americana, anteriora la de los incas, de los mayas y de los aztecas, y de la cualestos pueblos habran conservado vestigios. Ello explicara24 JUAN PARELLADA DE CARDELLACdice la fortaleza de Tiahuanaco, y ciertos aspectos de la astronoma maya, que parece haber conocido un estado delcielo anterior en varios milenios al que nosotros conocemos,as como las leyendas indgenas que refieren la llegada deantiguos civilizadores.Admitiendo que esta civilizacin haya existido hace 10.000aos escribe PaulEmile Vctor en el continente americano, convendra explicar cmo sus conocimientos pudieronllegar a Europa... Esa civilizacin era acaso de origen extraterrestre?

Y si esa civilizacin hubiese existido no slo en Amrica, sino sobre la Tierra entera? Se podra suponer entoncesque una rama de la especie humana, que coexistira con otrasmenos adelantadas, haba alcanzado un grado de civilizacinconsiderable y que posea un conocimiento complejo de nuestro planeta y que todo ello fue destruido de la noche a la maana por un cataclismo.Hace menos de cien aos, gracias a los hallazgos de losvestigios materiales de civilizaciones consideradas como fabulosas invenciones de los poetas antiguos, los lmites de laHistoria han comenzado a retroceder, penosa pero irremediablemente. Es preciso continuar estas investigaciones diceel profesor americano, y necesariamente habrn de conducirnos al conocimiento de esta civilizacin anterior.Este es el sentido de mis arduas investigaciones cuyos primeros resultados os presento aqu. De su contexto se desprende que nuestra civilizacin occidental, contrariamente a lo quese admite por lo general, es originaria ante todo de Occidente.No se trata de negar lo que debemos a Grecia, a Caldea o aEgipto, sino de preguntarnos: de dnde vinieron los maestros de los maestros egipcios, babilnicos y griegos?PRIMERA PARTEEN BUSCA DE LOS, ORGENESA TRAVES DE LA TRADICION SECR__EI'AY LOS DOCUMENTOS DE LA AN11GUEDADTEORA SCBRE Los CONSTRUCTORES DE MEGAIJTOSSe ha observado que los monumentos megalticos son muynumerosos en las costas atlnticas de Europa y que abundanmucho menos en las costas del mar del Norte; que son msnumerosos en Cornualles, en Irlanda, Pas de Gales, Holanday Bretaa francesa, que en el norte de Francia, Bohemia,Hungra y sur de Alemania.En la pennsula ibrica abundan los megalitos, y tambinah las vertientes atlnticas parecen ser las zonas donde sudensidad es mayor. Las regiones asturcntabras y lusitanasfueron, por este motivo, las primeras que retuvieron la atencin de los investigadores (1). Es evidente que los soberbiosmegalitos de Portugal y de Espaa pertenecen a la mismacultura que los dlmenes del Macizo Central, que las alineaciones de menhires bretones y que el templo solar de Stonehenge, el ms grandioso de los monumentos prehistricosconocidos.Geogrficamente, sin hablar ya de las tradiciones histricas y de las leyendas, fueron los atlantes quienes construyeron los megalitos. Esos constructores de dlmenes y de menhires, eran sin duda los ibricos preclticos ascendientes directos de los vascos, que poblaban las costas del ocano, yantepasados de los que en la poca clsica poblaban aquellasregiones, que los antiguos designaban an con el nombre de(1) Leite de Vasconcellos, Religies da Lusitnia, t. I p. 284. Estebello libro resume todos los trabajos portugueses.

28 JUAN PARELLADA DE CARDELLACatlantes. Conviene aadir que la tesis del origen ibrico de losconstructores de megalitos est aceptada por casi todos losarquelogos ingleses y por numerosos sabios internacionales: Me inclino a admitir el origen occidental de las tumbascolectivas micnicas, deca Piggott ya en 1953. HubertSchmidt se muestra categrico: Los constructores de megalitos eran originarios del sudoeste de Europa y propagaron lacultura de los vasos campaniformes sobre el Rin y el Danubio,y sobre las islas Britnicas donde, despus de haber costeadolas orillas orientales hacia el norte de Escocia, se infiltraronpor el interior, fundando la industria metalrgica en estepas y mezclndose con la poblacin indgena. J. H. HolWerda comparte la misma opinin, que expresa con la siguientefrase: Los constructores de los megalitos holandeses procedan del sur de Europa. Esta es, adems, la tesis que sostiene el gran especialista en piedras megalticas e historiador,Max Gilbert: Eran europeos ocidentales y, en razn de lalenta fusin de los glaciares en las dos Bretaas, eran de origen "ibrico", a menos que supongamos la preexistencia de uncontinente desaparecido... Eran dolicocfalos, mediterrneooccidentales y haban ocupado la pennsula ibrica, sur de Francia, Marruecos y noroeste del Shara, que se desec al mismotiempo que los glaciares retrocedan en Europa. De ellos descienden, probablemente, los actuales berberes (2).Se dirigieron hacia el Norte, segn se lo permita el deshielo de los glaciares, a lo largo de las costas del Atlntico,internndose algunos grupos para remontar el curso de losros y llegando otros a Irlanda, a Escocia y al sudoeste de Escandinavia, donde se encuentran algunos dlmenes y crmlechs. Sin embargo, como no es en Escandinavia donde se hallan los mayores megalitos, ni donde stos son ms numerososy como, adems, en Escandinavia el deshielo se produjo mstarde que en Francia y, naturalmente, que en Espaa, no sepuede pretender razonablemente que los constructores de megalitos progresaron en sentido inverso, o sea, descendiendodesde Escandinavia hacia Iberia.(2) Piggott, S., The tholos tomb in Iberia, Antiquity, vol. XXVII,pgina 142, 1953; Hubert Schmidt, Zur Voreschichte Spaniens, p. 252;Horwerda, J. H., Die Niederlande in der Vorgeschichte Europas.EL ORIGEN DE nos VASCOS 29Cabe aadir que si bien los megalitos son numerosos a lolargo de las costas atlnticas de Europa, se encuentran tambin en Etiopa, en el Cucaso, en Siria y en el sur de la India. Luego, el pueblo de los constructores de megalitos se extendi primeramente hacia el Este y el Sudeste, a lo largo delas costas norteafricanas, hacia Mesopotamia y hacia el surde la India, antes de subir hacia Irlanda, porque Irlanda estaba an cubierta por los glaciares, que ya haban desaparecidosobre la ruta de Egipto y de la India. Recordemos que, segnlas informaciones comunicadas por los sacerdotes egipcios deSais, un contingente de atlantes, huidos de su pas a consecuencia de las erupciones volcnicas y de una inundacin general,haban llegado a Egipto bajo la direccin de la diosa Nut o

Nit, ms conocida de los griegos bajo el nombre de Atenea,fundadora de la ciudad que lleva su nombre, ms de nuevemil aos antes (3). Aadamos que los hindes afirman quelos hombres que construyeron los dlmenes y los crmlechsdel sur de la India, eran de origen mediterrneo occidental;que haban llegado en dos oleadas sucesivas, dando origena la actual raza dravdica, aunque con la adicin de posteriores mestizajes. Muchas de las caractersticas del culto deSiva y de su paredra son debidos, efectivamente, a esas ascendencias mediterrneas (4). Segn Plinio, los cntabros pasaron a la India, dando nombre al ro Kantabre y dejandouna descendencia en los llamados kantabras. (L. II).Si bien el destino original de los monumentos megalticos ha sido olvidado, como lo confiesa el sabio espaol Menndez Pelayo (5), el hecho deque contengan restos humanosno prueba que su funcin especfica fuese la de sepulturas y,por idnticas razones, ni las iglesias ni las catedrales, pese alas sepulturas que cobijan, fueron destinadas a cementeriossino a templos o casas de oracin. Las tradiciones populares(3) Platn, Timeo, 6; Critias, 9, 10.(4) Nikalanta Sastri, K. A., Hist. of South India, p. 55 a 59.(5) Menndez Pelayo, M., Hist. de los heterodoxos espaoles, EspaNU Calpe, Buenos Aires, 1959, p. 11X); Glyn Daniel, The Megalith Buildersnf Western Europa, Hutchinson, Londres, 1958.30 JUAN PARELLADA DE CARDELLAChan hecho que, en Francia, un porcentaje elevado de dlmenes sean llamados Maison des Fes o Pierre de la Fe(Casa de las Hadas o Piedra del Hada); en Espaa, encontramos numerosas Casas de Moras encantadas... velandosobre tesoros ocultos. En Vasconia, llaman Sorguineche aldolmen de Arrzala, lo cual en vascuence significa: Casa delas Brujas. En el fondo, una idea de orden mstico o mgicoreligioso se desprende de todas estas tradiciones. La pruebaes que muchos de estos monumentos prehistricos han sidodestruidos, para poner trmino a las prcticas paganas deque eran objeto. Entre los que se salvaron, algunos fueroncristianizados. El ms venerable de ellos es, en Espaa, lPilar que, a orillas del ro ibrico, sustenta la imagen venerada de la Virgen. En Francia existe, oculto bajo el laberintode la catedral de Chartres, el dolmen del que fue santuariodrudico precristiano donde era venerada la Virgine Pariturae de los druidas.Algunos, como, por ejemplo, el de Pinhel, son todava objeto de actos rituales por parte de los labriegos, que hacenhogueras con las primicias de sus cosechas y auguran, segnla direccin del humo, si las cosechas del ao sern buenaso malas. No es ste el nico ejemplo de orculos agrarios,pues cabe recordar los sacrificios bblicos.Los dlmenes y las galeras cubiertas son verdaderas cmaras de iniciacin, los crmlechs, crculos mgicos, y laspiedras oscilantes servan para la adivinacin. En Peyrelevade, en los confines de la Corrze y de la Creuse, hay una de

nominada la Tortuga, sobre la cual se distingue an la cubeta y el reguero colector de la sangre de los sacrificios.Esos sacrificios de los que la Biblia nos ofrece unos antecedentes ejemplares, desde Abel hasta Abraham.Aparece, pues, con evidencia que el destino religioso deestos monumentos no puede ser excluido.EDAD DE LOS MEGALITOS DE OCCIDENTE. ES evidente que elestablecimiento de una cronologa correcta, debera bastarpara dilucidar si nuestros antepasados megalticos fueronlos inventores de aquella misteriosa arquitectura y de los coEL ORIGEN DE IDS VASCOS 31nocimientos que ello supone, o si eran simples peones quetransportaban pedruscos a las rdenes de unos invasoresorientales que, entretanto, les robaban minerales y piedrasfinas...Gracias a una serie de mediciones con el carbono14, efectuadas en Saclay y en GifsurYvatte, por Delibrias, Labeyriey Perquis, sobre tres lotes de residuos de madera y de carbnprocedentes del tmulo SaintMichel, esta edad parece ahoraconocida, confirmando en sus opiniones a aquellos sabios que,como el ingls Piggott, sostenan desde siempre la hiptesisdel origen occidental de los megalitos: Me inclino a admitir el origen occidental de las tumbas colectivas egeas, escriba este autor ya en 1953 (6). Y, efectivamente, los residuosde la cmara central del tmulo SaintMichel, fueron datadosen 3760 antes de J.C., con un margen de error posible, enms o menos, de 300 aos, o sea, que eran contemporneos decomienzos del IV, o de fines del V milenio antes de nuestraEra, precediendo, por consiguiente, en ms de 1.000 aos alos ms antiguos tholoi egeos. Pero las cifras ms fabulosasconciernen el contenido del ltimo cofre: los dos lotes hallados en l dieron 6.650 y 7.030 aos antes de la Era cristiana,con un margen de error posible de 185 y 195 aos, en mso menos.Que los seores fsicos rehagan sus clculos hasta queconsigan unos resultados conformes con las certidumbres dela arqueologa, deca cierto arquelogo. Lo que l llamabalas certidumbres de la arqueologa, eran evidentemente suslesis personales y las nociones destiladas por la enseanzaclsica, segn la cual toda la luz nos ha venido necesariamente de Oriente, a nosotros brbaros de la Europa atlntica...Iero es probable que, en sus orgenes, las cosas aconteciesen