el origen de la escuela nueva en argentina
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PROVINCIA DE BUENOS AIRES
DIRECCIÓN GENERAL CULTURA Y EDUCACIÓN
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR
ESCUELA NORMAL SUPERIOR “DOMINGO A. TERUGGI”
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE Y TÉCNICA N° 165
CARRERA: PROFESORADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
ESPACIO CURRICULAR: TEORÍA SOCIOPOLÍTICA Y EDUCACIÓN
CURSO: 2do AÑO
CICLO LECTIVO: 2012
TÍTULO DEL TRABAJO: EL ORIGEN DE LA ESCUELA EN ARGENTINA
ALUMNA: BRAVO, BÁRBARA.
GALVÁN, XOANA.
JANO, MARÍA EMILIA.
ROJAS RAFFAGHELLI, DAIANA.
PROFESOR: PEIRANO, CLAUDIA.
FECHA DE ENTREGA: 25/06/12
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El origen de la escuela en Argentina
Según Daniel Pinkasz y Silvia Finocchio en América Latina la enseñanza
entró a la escuela una vez que el Estado logró asentarse y comenzar a construir
un sistema de educación pública hacia la década de 1840. Mencionaron también
que la Escuela pública surgió a partir de los procesos de constitución de los
Estado Nación en 1880. En muchos países la institución pública, fue el complejo
institucional, es decir, la escuela se hizo cargo de ésta tarea y se puso de
manifiesto la cuestión relativa al interés general de los ciudadanos. Para ellos, el
Estado les exigía a los ciudadanos ciertos conocimientos para formar parte de la
ciudadanía, con esto ofrece que todos los individuos puedan educarse
gratuitamente. En América Latina la educación puso su interés en el código de
comunicación, por la expansión de éste, la lengua nacional tiene como tarea
expandir “la cultura escrita”, la primera función de la alfabetización en el siglo XIX
y principios del XX era la cultura escrita, lo que implica ésta es adoptar formas de
racionalidad, privilegiar ciertos soportes culturales y aceptar principios de
autoridad. La aceptación de la autoridad y la racionalidad de lo escrito, el código
de comunicación común es lo que lleva a acceder a un “corpus cultural común”
(población con identidad cultural artificial que es un sinónimo de homogeneizar).
Caum (2004) expresa que la escuela pública ha sido instituida por
Romanones a principios del siglo XX, aquí los maestros pasan hacer funcionarios
del Estado y se hace afectiva la aplicación de la reglamentación que prohibía el
trabajo infantil.
Toda educación ha de fundarse en la religión y la moral también debe tener
en cuenta la base esencial de la autoridad. “La educación del niño obrero no tiene
pues como objetivo principal, el enseñarle a mandar sino a obedecer, no pretende
hacer de él un hombre instruido y culto sino inculcarle la virtud de la obediencia y
la sumisión a la autoridad y la cultura legítima.” (Caum, 2004).
Como argumenta el autor anteriormente mencionado el Estado espera del
docente: el empleo de técnicas para que los niños aprendan los rudimentos en la
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lectura, la escritura y el cálculo que los capacite para conocer y cumplir los
deberes ciudadanos. Ésta enseñanza no tiene como finalidad el acceso a la
cultura, sino que intenta inculcar estilos y valores morales, imponerles hábitos de
limpieza, regularidad, compostura, obediencia, respeto a la autoridad, amor al
trabajo y espíritu de ahorro. El maestro no posee tanto un saber cómo técnicas de
domesticación, métodos para condicionar y mantener el orden, es decir, el
docente no transmite tanto conocimientos, sino transmisión de valores morales.
De aquí deviene el carácter rutinario y repetitivo en el aula. La relación docente-
alumno es una relación social, de carácter desigual, está marcada por el poder.
Este rol docente encontraba sustento en la Pedagogía tradicional por lo tanto ese
docente cumplía una función específica, su rol era el de disciplinador y civilizador
de una cultura homogeneizante.
En Argentina se sancionó la ley 1420 de Educación Común que establecía
que la escuela primaria debía ser obligatoria, laica y gratuita. La escuela es el
agente fundamental para la construcción del Estado.
Como hace referencia Saviani (1983) ésta Pedagogía pretende borrar la
barrera de ignorancia transformando a los alumnos en ciudadanos, es decir,
individuos libres. El niño es visto como un ser incompleto, el cual es receptor de
conocimientos.
El docente por su parte es quien dicta su clase, como el gran poseedor del
saber.
Los contenidos de esta Pedagogía están al servicio de la clase dominante,
es decir, alejados de los intereses de los alumnos.
Organización, espacio y tiempo de las instituciones
Como anuncia Caum (2004), por un lado el niño deja de estar mezclado con
los adultos y deja de conocer la vida directamente en contacto con ellos, es decir,
se los aísla de los adultos y se los mantiene separado como una especie de
cuarentena, antes de dejarlos en contacto con el mundo. Esta cuarentena es la
escuela, el colegio. Comienza así, un largo proceso de encierro de los niños, esto
se llamará “escolarización”. Para que todo esto exista es preciso que surja un
espacio de encierro, una institución ordenada, con funciones y reglamentos. Es
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por ello que los colegios de los jesuitas tienen poco que ver con las instituciones
de los niños pobres: “escuelas rudas”.
El aislamiento presenta asimismo formas diferenciadas en el caso de la
escuela primaria ya que, para que los niños populares, esta institución no tiene
prácticamente ninguna conexión con su entorno familiar y social. Lo que si
perciben de forma inmediata es la oposición y ruptura de la escuela que la escuela
supone respecto a su espacio cotidiano de vida, a su forma habitual de estar, de
hablar, moverse y actuar. En ella se verán sometidos a toda una gimnástica
continua que le es extraña: saludar con deferencia al maestro, sentarse
correctamente, permanecer en silencio o inmóvil, hablar bajo y después de
haberlo solicitado, levantarse y salir ordenadamente, entre otras cosas. El espacio
escolar, rígidamente ordenado y reglamentado, tratará de inculcarles que el
tiempo es oro y el trabajo disciplina y, que para ser hombres y mujeres de
principios y provecho, han de renunciar a sus hábitos de clase y en algunos casos
avergonzarse de pertenecer a ella.
Concluyendo podemos decir que Beatriz Sarlo (1998) hace alusión a la
escuela como “Maquina Cultural” ya que ésta tiene como propósito homogeneizar
y formar individuos para la elite dominante de la cultura burguesa. Es decir,
transmite conocimiento para ésta clase, dejando de lado los sectores más
vulnerables, como lo eran los inmigrantes, en el nuevo territorio Argentino.
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Bibliografía:
Caum (2004). ¿Para qué sirve la escuela? Resumen del capítulo 1 La
maquinaria Escolar del libro “ARQUEOLOGÍA DE LA ESCUELA” de Julio Varela y
Fernando Álvarez-Urío Ed. La piqueta. Madrid: Club de amigos de la UNESCO de
Madrid.
Pineau, Pablo (2005) (Comp.) Relatos de la escuela. Una compilación de
textos breves sobre la experiencia escolar. Buenos Aires. Paidós: 197-199. Beatriz
Sarlo (1998) “Yo quería niños de pelo muy corto y niñas de trenzas hechas y
desechas todos los día”.
Sarlo, Beatriz (1998). La Maquina Cultural. Maestra, traductores y
vanguardista. Bs. As. Pág. 19-20
Saviani (1983). “Las teorías de la educación y el problema de la
marginalidad en América Latina”. Revista Argentina de la Educación. Año II N°3.