el ministro de carlos iv, francisco de saavedra. formación
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TIEMPOS MODERNOS, 30 (2015/1) ISSN: 1699-7778
El ministro de Carlos IV…. José María Valverde Tercedor
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El ministro de Carlos IV, Francisco de Saavedra.
Formación y vínculo con Granada (1756-1809)*
The minister of Charles IV, Francisco de Saavedra.
Education and link to Granada (1756-1809)
José María Valverde Tercedor**
Universidad de Granada
Resumen: El ministro de Carlos IV, Francisco de Saavedra fue un ilustrado nacido en
Sevilla y ligado estrechamente a Granada. A la ciudad del Genil llegó siendo un niño y
aquí recibió su principal formación académica, en el Colegio del Sacro Monte. Pasado
este tiempo, reorientó su vida a la carrera militar y consiguió importantes logros, los
cuales lo elevaron a la Corte. Ocupó destacados cargos políticos, condicionados por la
grave situación social, pero siempre hizo gala de una sólida defensa nacional. Inmerso
en la responsabilidad política se puso en contacto con algunas instituciones granadinas,
relaciones que originaron un interesante intercambio.
Palabras Clave: Francisco de Saavedra, Ilustración española, Junta Suprema de
Gobierno, Granada, Abadía del Sacro Monte.
Abstract: The Minister of Charles IV, Francisco de Saavedra was an erudite born in
Seville, and linked closely to Granada. He came to the city of Genil as a child and here
he received his early academic education, in the College of the Sacro Monte. After this
time, he refocused his life to a military career and he achieved important successes,
which elevated him to the Court. Occupied important political positions, shaped by the
serious social situation, but always displaying a staunch national defense. Immersed in
political accountability, he made contact with some Granada institutions, relationships
that created an interesting exchange.
Keywords: Francisco de Saavedra, Spanish Enlightenment, Supreme government,
Granada, Abbey of Monte Sacro.
* Artículo recibido el 21 de julio de 2014. Aceptado el 14 de febrero de 2015.
** Investigador en el grupo de investigación HUM-362. Corpus de retablos y portadas en Granada y su
provincia.
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El ministro de Carlos IV, Francisco de Saavedra.
Formación y vínculo con Granada (1756-1809)
Breve aproximación a la biografía de Saavedra
Francisco de Saavedra Sangronis (Sevilla 1746-1819)1. Hijo de José Saavedra y
María Sangronis y Lict, fue criado en el seno de una familia acomodada y tuvo una
hermana llamada Francisca, la cual murió cuando él tenía tres años. Su padre falleció
cuando Saavedra había cumplido dos años, por lo que el segundo marido de su madre,
Joaquín Escobar hizo las labores de padre con él. Se casó con Rafaela, con la que tuvo
dos hijas, Carlota y María.
Conocer a este personaje es fundamental para profundizar en la dimensión y
problemática de la Ilustración española y su inserción en el marco europeo2. Político y
militar de primer orden, desempeñó una actividad de gran responsabilidad en la corte,
principalmente entre los años 1797-1798, como ministro de Hacienda en primer lugar y
después como secretario de Estado. En Caracas fue segundo intendente y jugó un papel
clave en importantes hitos históricos, como la contribución española a la Independencia
de Estados Unidos, o la Batalla de Bailén, siendo esencial en su feliz desenlace.
Sus restos hoy se encuentran en la iglesia de la Magdalena de Sevilla. Esto se
debe a que su hija, María de Saavedra, se vio inmersa en la conjetura de extraerlos del
cementerio de San Sebastián en el que descansaban. En un principio ella recibió el
ofrecimiento de la Universidad para sepultarlo en su iglesia. Finalmente y dado que los
representantes universitarios faltaron a su palabra, el cuerpo inerte del sevillano fue
acogido por el confesor de María y depositado en el que por entonces era el convento de
dominicos de San Pablo3.
Llama poderosamente nuestra atención el poco predicamento que han tenido las
investigaciones sobre este personaje hasta la segunda mitad del siglo XX, fecha de la
revelación del Fondo Saavedra4. A partir de este momento se han desarrollado una serie
de estudios, los cuales nos exponen a un hombre ilustrado, de primer nivel tanto político
como militar, imprescindible para el conocimiento de la historia de España y sus
1 Agradezco a don Juan Sánchez Ocaña (canónigo archivero de la Abadía del Sacro Monte de Granada), a
doña María Luisa García Valverde (profesora del departamento de Historia Medieval y Ciencias y
Técnicas Historiográficas de la Universidad de Granada), a don José Cardenas-Busen (profesor de la
Universidad de Vanderbilt) y a don Joaquín María Domínguez, S.J. (archivero del Archivo de la
Compañía de Jesús, Provincia Bética), por su constante, desinteresada y firme colaboración, sin la cual no
habría sido posible este artículo. 2 Como buen ilustrado Saavedra escribió numerosos testimonios autobiográficos, entre ellos destacamos
el breve relato inserto en su Memoria Testamentaria, véase: AHPSe. SPNSe. (Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Sección Protocolos Notariales de Sevilla), Memoria Testamentaria de don Francisco de Saavedra, Libro de Protocolos 8909, Manuel María de la Cuesta, 1811, fols. 153-165v. Manuel GÓMEZ IMAZ, Sevilla en 1808, Sevilla, Francisco de Paula Díaz, 1908, pp. 263-289 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía de un sevillano de la Ilustración), Sevilla, Ayuntamiento, 1995, pp. 307-320. 3 Esta información la conocemos gracias a una carta de Elena María de Llaguno y Arias de Saavedra
(nieta de Saavedra, hija de Carlota), al jesuita Alberto Risco. A (Archivo). H (Histórico). PA (Provincia de Andalucía). SI (Compañía de Jesús). Fondo Saavedra. Carta de Elena María de Llaguno y Arias de Saavedra a Alberto Risco, Sevilla, 30 diciembre de 1929, caja 38, p. 12. 4 El último epígrafe de este artículo está dedicado al Fondo Saavedra.
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relaciones de ultramar. Los temas que, por su proyección internacional e importancia
histórica, se han convertido en el principal objeto de publicación sobre Saavedra son:
sus labores militares en América y su actividad política como ministro de Hacienda,
secretario de Estado y presidente de la Junta Suprema de Sevilla. Así pues, en el ámbito
de los estudios americanistas, son claves los trabajos del profesor de la Universidad de
Sevilla, Francisco Morales Padrón. A él debemos la publicación de una completa
edición de la autobiografía parcial de Saavedra, conocida como “Los Decenios”5.
Morales Padrón, al mismo tiempo, dirigió varias tesis de licenciatura dedicadas a
Saavedra en la década de 19706. En la actualidad son numerosos los estudios tanto
nacionales como internacionales especializados en este personaje, llevados a cabo
principalmente mediante el análisis de sus escritos autógrafos, lecturas, y
correspondencia. Sin embargo, en ellos echamos en falta una profundización en su etapa
granadina.
Este trabajo de investigación se presenta por lo tanto como una aportación
fundamental y novedosa para conocer las relaciones tanto políticas como afectivas de
Saavedra con la ciudad de Granada. Asimismo pretende resaltar la importancia que
éstas tuvieron en la formación inicial y desarrollo posterior del ilustrado.
Francisco de Saavedra en Granada
Los inicios de la formación de Saavedra reúnen las características típicas de la
educación ilustrada: doméstica y eclesiástica7.
Tal y como nos indica el sevillano en primera persona, llegó a Granada con
nueve años el 15 de mayo de 1756. Arribó amparado por su tía Rosalía, hermana de su
madre, con la que ésta guardaba muy buena relación y cuyo carácter era en palabras de
Saavedra, al igual que el de María muy afable, pero más estricto, lo que contribuyó a su
pronta madurez. Al comienzo recibió conocimientos generales con el franciscano fray
Pedro Zurita; en una casa contigua al convento de San Francisco de la Alhambra. Desde
los albores de su formación granadina, la instrucción recibida le va a aportar una
dilatada cultura en el ámbito científico de las humanidades y estuvo dirigida a la carrera
eclesiástica. Gracias a fray Pedro Zurita, tomó los primeros contactos con la lengua
griega. Continuó su labor en este centro a la muerte de éste con fray Salvador Pérez, con
el que aprendió lenguas orientales, y al que ayudó a celebrar el oficio divino8.
5 Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit.
6 Cuatro de éstas se centran en el análisis de las diferentes etapas del diario de Saavedra como presidente
de la Junta de Sevilla y fueron realizadas por: Francisco Castillo Meléndez, José Ventura Reja, Julia de la Cruz Betancor e Isabel Paredes Vera. Destaca una última concerniente al estudio del personaje como segundo intendente de Caracas, obra de Ángel López Cantos. Ángel LÓPEZ CANTOS, Don Francisco de Saavedra, Segundo Intendente de Caracas, Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1973. 7 Para tener una idea general de la situación por la que pasaba la educación en Andalucía durante la
Ilustración véase: Juan C. GAY ARMENTEROS y Cristina VIÑES MILLET, La ilustración andaluza,
Sevilla, Biblioteca de la Cultura andaluza, 1985, pp. 67-88. 8 AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-
5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de un Ministro Ilustrado, Sevilla, Castillejo, 1992, pp. 30-31 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 25.
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Saavedra colegial del Colegio de San Dionisio Areopagita del Sacro Monte
Al concluir su etapa inicial, con once años, la educación de Saavedra se
institucionalizó e ingresó en el Insigne Colegio de Teólogos y Juristas del Sacro
Monte9. Aquí recibió la formación académica de mayor peso en su vida –por extensión
de tiempo y la influencia ejercida en él por canónigos y colegiales–, entre los años 1757
y 176310
. El colegial se comportó durante estos años, según nos consta: “con notoria
aplicación, y aprovechamiento”11
.
Figs. 1 y 2. Abadía del Sacro Monte (exterior y claustro interior). Granada
Fue incorporado a esta institución en noviembre, fuera de plazo natural
establecido en septiembre12
, siendo rector Antonio López Chinchilla13
. Saavedra narra
su llegada al Sacro Monte de la siguiente forma: “me vino un deseo irresistible de entrar
9 Centro integrado en la Abadía del Sacro Monte, fundación erigida el 21 de agosto del año de 1610,
gracias al empeño del arzobispo de Granada, Pedro de Casto Cabeza de Vaca y Quiñones (Burgos 1534-Sevilla 1623). En 1711 se vio ampliado con la construcción de 46 habitaciones para colegiales y una capilla para los alumnos gracias al arzobispo Martín de Ascargorta. Más tarde se verán completadas estas ampliaciones con la edificación del conocido como colegio nuevo. En la formación de teólogos y juristas es pionero en España y se convirtió en una de las primeras instituciones de enseñanza religiosa abiertas a la sociedad laica. José de RAMOS LÓPEZ, El Sacro-Monte de Granada, Madrid, Imprenta de T. Fortanet, 1883, pp. 139-140; Zótico ROYO CAMPOS, Bellezas Sacromontanas, Granada, Anel, 1967, pp. 107-127; Diego Nicolás HEREDIA BARNUEVO, Místico Ramillete. Vida de D. Pedro de Castro, fundador del Sacromonte, ed. facs., Granada, Universidad, 1998, pp. 9-11; Isidoro GONZÁLEZ GALLEGO, “La imagen artística como instrumento didáctico”, en Didácticos de la geografía, vol. 26 2000, pp. 7-20; Andrés PALMA VALENZUELA, “Itinerario histórico-didáctico por la Abadía del Sacro-Monte de Granada: Trabajo-Investigación centrado en una experiencia”, en Revista de Educación de la Universidad, vol. 14, 2001, pp. 45-66; Federico RODRÍGUEZ RATIA, El Sacro-Monte. Cuatro siglos de historia educativa en Granada, Granada, Ave María, 2006, pp. 57-60 y 76, y Juan SÁNCHEZ OCAÑA, El Sacromonte. Invención y realidad, Granada, Ayuntamiento, 2006, pp. 166-168. 10
Pese a no ser el objeto de este estudio, no debemos olvidar su paso por otras prestigiosas instituciones culturales, como la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, en la que ingresó en el año 1767. Manuel GÓMEZ IMAZ, Sevilla en 1808, op. cit. 11
ES AUG. (Archivo Universitario de Granada), Información para lizencia de don Francisco de Saavedra, Granada, 8 de marzo de 1763, caja 1473/116. 12
A (Archivo). S (Sacro Monte). Gr (Granada). Fondo Colegio. Libro IV de entradas de colegiales del Sacro-Monte de Granada…, 1766-1784, leg. 91, fol. 44v, y ASGr. Fondo Colegio. Libro del Colegio del Sacro Monte de Granada…, 1745-1790, leg. 89, fol. 194v. Aunque lo desconocemos a ciencia exacta, probablemente esta concesión se deba a la amistad de la tía de Saavedra con alguno de los canónigos de Sacro Monte. 13
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Francisco Morales Padrón, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 25.
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colegial en el Sacromonte. Al fin mi tía consiguió que me admitiesen, aunque pasadas
las entradas generales de setiembre, y entré el 24 de noviembre de 1757…”14
.
Durante la estancia de Saavedra en el Colegio del Sacro Monte fueron abades:
Gaspar Salcedo (1743-1761), Luis Francisco de Viana y Bustos (1761-1762) y Martín
Vázquez Figueroa y Peralta (1762-1776)15
. Su formación estuvo orientada a la vida
consagrada y recibió lecciones de Filosofía, Teología y Rudimentos de Lenguas
Orientales16
. Su primer catedrático fue el canónigo Juan Casasola17
, con el que estudió
Dialéctica. Alfonso Dalda18
le enseñó Griego. Sus maestros en Teología fueron Antonio
Chinchilla19
, Juan de Aragón20
y Gabriel Vázquez21
, del que recibió la cátedra de
Lugares Teológicos22
. Del mismo modo aprendió Historia Antigua con José Serrano
Valdenebro23
, conocimientos que motivaron su interés por el mundo clásico24
.
Es importante conocer que pocos años antes del ingreso de Saavedra en el Sacro
Monte, en tiempos del abad Gaspar Salcedo, se produjo una importante reforma
doctrinal en el Colegio. Nos referimos a la erección de unos nuevos estatutos acordados
por el Cabildo en 175225
, fueron aprobados por el Papa Benedicto XIV mediante la bula
“Saluberrimam” y por Fernando VI mediante una real cédula26
. En ellos se instituía el
enseñar Filosofía y Teología solamente en la doctrina de Santo Tomás de Aquino27
.
14
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 31 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 25. 15
ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 344. 16
ES AUG. Certificado de los méritos de don Francisco de Saavedra en el Colegio de San Dionisio Areopagita, caja 802/060. 17
Hemos indicado el lugar de nacimiento y año de inicio de mandato de aquellos canónigos que gracias al relato autobiográfico de Saavedra en “Los Decenios” nos consta que fueron sus profesores. Juan Casasola y Montaño, natural Campillos (Málaga). Rector desde mayo de 1756. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 212. 18
Alfonso Dalda, natural de Granada. Canónigo desde el 7 de junio de 1757. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 57v.
19 Antonio López Chinchilla, natural de Gualchos (Granada). Rector del Colegio en 1743. Fue electo abad
en 1776, año de su defunción, por lo que no llegó a tomar posesión. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fols. 20v., y 150v-151r. 20
Juan de Aragón, natural de Paracuellos (Toledo). Canónigo desde el 3 de enero de 1750. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fols. 333v-334r.
21 Consultado el libro de cabildos no aparece identificado en el cabildo de oficios.
22 AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, caja 92, 1746-1776, códice
3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 33 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., pp. 25-27. 23
Consultado el libro de cabildos no aparece identificado en el cabildo de oficios. 24
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, caja 92, 1746-1776, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., pp. 30-31 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 25. 25
Así aparece relatado en el libro de actas de la Abadía del Sacro Monte. ASGr. Fondo Abadía. Libro 9
de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del Sacro Monte de Granada...,
1748-1757, acta del 9 de junio de 1752, leg. 26, fols. 150r-151r. A ellos acompañó una nueva praxis
studiorum, redactada por manos del canónigo Miguel Reina. Zótico ROYO CAMPOS, Abades del Sacro
Monte, Granada, Anel, 1967, pp. 136-138. 26
La bula fue costeada por el padre general de los dominicos, fray Antonio Bremond [Ibídem, p. 135.]. 27
Hasta este momento se había aplicado en el Sacro Monte la doctrina saurista tanto en filosofía como en
teología [Ibídem, pp. 133-135.].
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Asimismo se mantenía la docencia en ambos derechos, historia y lenguas hebreas,
griega y árabe28
. Sin duda esta modificación pudo influir considerablemente en el sesgo
intelectual de nuestro personaje.
En lo referente a su vida de colegial, sabemos que se comportaba como una
persona inquieta y aficionada a las armas, por lo que no es osado admitir que fue en este
lugar donde mostró por primera vez sus aptitudes militares. El ilustrado lo narra de esta
manera: “mi grande afición era a correr, a saltar, a hacer apuestas de fuerza, y cierta
inclinación a las armas, espadas, cuchillos, pistolas, etc., por lo cual estuve a pique de
que me echasen del Colegio”29
. Tuvo muy buena relación con sus compañeros, prueba
de ello la tenemos en la vinculación que a lo largo de su vida mantendrá con algunos de
ellos, como es el caso de Celdón Salazar30
y de Francisco Viana31
.
Salió del Colegio tras firmar la beca en el año 1763, era rector Miguel Álvarez y
Cortes. En esta institución Saavedra recibió importantes reconocimientos y se le
encomendaron numerosas conferencias, argumentos y sabatinas. Debido a ello, el
Colegio del Sacro Monte va a ser el primer centro que muestre admiración de forma
oficial por este personaje:
“Desde el principio de mis estudios me creyeron más hábil de lo que soi. Esta
suerte me ha seguido en todos los estados de mi vida, y no sé si la llame felicidad o
desgracia, pues aunque por un lado me ha traído ascensos y empleos superiores a mi
mérito, por otro me ha impuesto cargos que han sobrepujado mis fuerzas y no los he
podido desempeñar. Pero de un modo u otro, esta diferencia entre mi mérito verdadero y
aparente es una de las claves de mi vida…”32
.
Durante su vida tendrá algunos encuentros con el Sacro Monte. El 11 de mayo
de 1770, con motivo de la muerte en Granada de su madre, se va a hospedar en casa de
su tía. En este viaje visitó el Sacro Monte en dos ocasiones, quedándose en el cuarto de
28
El motivo que se dio, según consta en la bula, era restituir el criterio seguido en los orígenes del
Colegio. Otras causas que se barajan son el enfriamiento de las relaciones con la Compañía de Jesús en
estos años y una orden por parte de la Inquisición General de Roma [Ibídem, p. 133.]. 29
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, caja 92, 1746-1776, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 32 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 26. Como apunte anecdótico, once años después de la salida de Saavedra, en el cabildo de 3 de octubre de 1774, se refleja la prohibición de la tenencia de navajas por los colegiales. ASGr. Fondo Abadía. Libro 11 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del Sacro Monte de Granada…, 1765-1783, acta del 3 de octubre de 1797, leg. 262, fol. 247r. 30
Va a opositar a canónigo lectoral junto a Saavedra en Cádiz. Véase: AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas […], op. cit., p. 35 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 29. Celdón de Salazar, natural de Berja (Almería). Colegial del Sacro Monte. Canónigo desde el 21 de febrero 1766. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 235v.
31 Francisco Viana, natural de Cádiz. Colegial desde el 6 de agosto de 1757. ASGr. Fondo Colegio. Libro
III de entradas de colegiales del Sacro-Monte de Granada…, 1751-1763, legajo 91, fol. 103r. El 3 de octubre de 1781, cuando Saavedra ya era un destacado militar, va a intervenir para que se le conceda la vacante de la secretaría de Indias. AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra II, tercer decenio, caja 92, 1746-1776, códice 3-5. Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 215. 32
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 31 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., pp. 25-26.
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su antiguo profesor Juan Casasola, “recordé memorias siempre deliciosas de mis
primeros años. Renové mis antiguas amistades, recorrí muchas tardes la Alhambra llena
para mí de monumentos que no debían de estar tan descuidados”33
. En el verano de
1777 volvió en dos ocasiones a encontrase con esta institución, durante una estancia de
recreo en Granada, desde mediados de julio hasta fines de septiembre, periodo para él
de gran felicidad en su vida. De la ciudad de la Alhambra pudo disfrutar con su arte
árabe, llegando a afirmar: “me parece, no he tenido en mi vida un verano más
divertido”34
.
Tenemos constancia de que, en septiembre de 1799, tras haber dejado los cargos
políticos y mientras se encontraba inmerso en una dura enfermedad, se esperaba su
venida al Sacro Monte por parte del Cabildo:35
“Cabildo extraordinario sin citación «ante diem», celebrado el 5 de septiembre
de 1799. Asistieron los señores abad, Cueto, Méndez, Lara, Bocanegra, Oliva,
Vejarano, y el ynfrascripto; y fue para tratar del obsequio que debería hacerse a nuestro
colegial, el excelentísimo señor don Francisco Saavedra a quien aguardaban muy en
brebe en la ciudad. Y se acordó lo visitase de particular el señor abad, y señor Méndez,
quedando facultado el señor abad para hacer quanto juzgase conveniente en caso de
subir a éste nuestro Sacromonte, y no ocurriendo otra cosa, se concluyó este acto de que
certifico”36
.
En esta época Saavedra estaba reposando en Puerto Real. Consultadas las Actas
del Cabildo del Ayuntamiento no nos consta que fuera a Granada, aunque sabemos que
tuvo intención de venir en junio para visitar a su tía Rosalía, viuda hacía poco tiempo,
tenía 86 años y acababa de enfermar37
.
Hasta aquí llega nuestro conocimiento de los encuentros del ilustrado con la
abadía sacromontana. De todos ellos advertimos el enorme interés y la buena
disposición que siempre tuvo este personaje hacia el Sacro Monte, especialmente
mientras continuó teniendo lazos afectivos con ella.
33
Estará hasta mediados de junio. AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, tercer decenio, caja 92, 1746-1776, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 74 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 53. No aparece recogido en los libros de cabildos. 34
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra II, cuarto decenio, caja 92, 1776-1786, códice 3-5 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 107. 35
Era abad el antiguo rector, Miguel Álvarez Cortés, véase la nota 28. Era rector del Colegio Joséf Méndez y Hernández, natural de Granada. Canónigo desde el 19 de febrero de 1776. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 357v.
Conocemos que ella visitó a él, mediante el borrador de una carta dirigida a una amiga: AHPASI. Fondo Saavedra. Cartas familiares, 1787-1814, Puerto Real, 8 de octubre de 1799, Fondo Saavedra, códice 6, s. fol. 36
ASGr. Fondo Abadía. Libro 13 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del Sacro Monte de Granada…, acta de 5 de septiembre de 1799, leg. 263, fol. 7r.
37 Esta información aparece recogida en el borrador de una carta enviada a una amiga: AHPASI. Fondo
Saavedra. Cartas familiares, 1787-1814, Puerto Real, 18 de junio de 1799, códice 6, s. fol.
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Saavedra, estudiante de la Universidad de Granada
Al finalizar su etapa de colegial sacromontano, Saavedra se graduó en la
Universidad de Granada, concretamente en el verano de 176338
. Pudo acceder a esta
institución, gracias a un privilegio concedido a profesores y alumnos del Sacro Monte
por el Papa Gregorio XV en 1621, que daba capacidad a los antiguos colegiales del
Sacro Monte de obtener grados en Teología y Artes en cualquier Universidad del Reino
sin matricularse. Este privilegio fue ratificado y aumentado por Benedicto XIV en 1752,
ampliándose a los alumnos de Derecho civil y canónico39
. Fue admitido como
licenciado para el doctorado en Sagrada Teología el 13 de abril de 1763, en presencia
del señor vicerrector, señor Espinosa, y los doctores Calle, Cantero y Carrillo, entre
otros. Era rector Gonzalo de Acosta y Padilla40
. Al no estar ordenado en «sacris» –
indispensable para conseguir el doctorado al que aspiraba– tuvo que adquirir el
compromiso de hacerlo en Murcia41
. Se graduó de licenciado y de doctor, y esta etapa
de su vida destacó por protagonizar unos actos literarios muy lucidos42
.
La Universidad conserva en la actualidad, entre otros documentos del sevillano,
su expediente de limpieza de sangre43
y un certificado de sus estudios en la Abadía del
Sacro Monte, concedido por Martín Vázquez de Figueroa, abad del Sacro Monte y
Miguel Álvarez y Cortes, canónigo rector44
. En éste, los representantes del Cabildo y
del Colegio, avalan a Francisco de Saavedra ante la Universidad de Granada, haciendo
relación de todos sus méritos académicos45
. Esta documentación es muy interesante y
nos habla del enorme nivel intelectual que ya en esta época gozaba el sevillano. Aunque
el ilustrado dejó joven Granada, la Universidad no perdió el contacto con él a lo largo
de su vida, haciéndose eco, como más adelante veremos, de sus ascensos políticos. Así
pues, Saavedra será considerado uno de los alumnos más ilustres de la institución
granadina desde época temprana46
.
Saavedra en los círculos intelectuales granadinos
El protagonista de nuestra investigación durante su etapa granadina no formó
parte solamente de focos culturales institucionalizados, frecuentando otros tantos de
38
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, caja 92, 1746-1776, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., pp. 33-34 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 28. 39
Zótico Royo Campos, Bellezas Sacromontanas […], op. cit., p. 121. 40
Francisco de Paula MOTELLS Y NADAL, Historia del origen y fundación de la Universidad de
Granada, ed. facs., y estudio preliminar de Cristina VIÑES MILLET, Granada, Universidad, 2000, p.
811. 41
ES AUG. Libro 12 de Actas de Claustro, acta de 8 de abril de 1763, fol. 243r. Aparece transcrito en: Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 295. 42
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, caja 92, 1746-1776, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., pp. 33-34 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 28. 43
El expediente de limpieza de sangre era un documento indispensable para todos aquellos que querían acceder a la Universidad de Granada en el siglo XVIII y servía para demostrar el origen cristiano de su propietario. ES AUG. Información para lizencia de don Francisco de Saavedra, 1763, caja 1473/116. 44
Véase las notas 27 y 28. 45
Este documento aparece refrendado mediante el sello de placa del Cabildo del Sacro Monte y está firmado y rubricado por los ya referidos. Apéndice documental, doc. 1. 46
De esta manera aparece recogido por el rector Francisco de Paula Montells y Nadal en el año 1870.
Francisco de Paula MOTELLS Y NADAL, Historia del origen [...], op. cit., p. 861.
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ámbito privado, los cuales fueron también muy importantes en su desarrollo posterior.
Aunque siguió en estos años una vida itinerante, Saavedra regresó continuamente a
Granada, ciudad a la que le unía el lazo afectivo de su tía. De este modo, en 1763, tras
completar su formación universitaria, no cesó su interés por las humanidades y amplió
sus conocimientos mediante el estudio autodidacta. En este momento era ya notoria su
fama de erudito, lo que llamó el interés del religioso franciscano de la orden tercera del
convento de San Antonio Abad, fray Rafael Rodríguez Mohedano47
. El ilustrado se
convirtió en frecuentador de una tertulia que el franciscano tenía en su celda, y pronto
consiguió hospedaje en el convento de San Antonio, llegando a afirmar: “a este feliz
conocimiento creo haber debido mis adelantamientos literarios y aún políticos…”48
.
Junto a fray Rafael, aprendió a traducir la lengua francesa y se perfeccionó en el estilo
castellano, leyendo a los grandes autores como el padre Mariana, Antonio Solís o el
padre Feijoo; sin olvidar a los clásicos griegos como Cicerón o Tito Livio. En este
estado llegó al año 64, “que en mi sentir fue el más aprovechado de toda mi vida”49
.
Durante el nuevo año continuó asistiendo a la tertulia y entabló amistad con el antiguo
colegial y canónigo del Sacro Monte, antes mencionado, Celdón de Salazar.
Es en este momento en el que conoció a Francisco Alejandro Bocanegra y
Jibaja, obispo de Guadix y Baza. Con él visitó tierras accitanas y se convirtió en una de
las personas más dignas de su admiración hasta el punto de declarar: “no he tratado en
mi vida sujeto más completo”50
. Concluyó su etapa de residencia en Granada el 2 de
febrero de 1766, fecha en que partió hacia Cádiz para opositar a canónigo lectoral junto
con Celdón Salazar, su cicerón. En los últimos años en Granada se dedicó a preparar
estas oposiciones, apoyado por fray Rafael, su tía y todos sus conocidos intelectuales51
.
Volverá más adelante, como visitante esporádicamente a Granada, motivado por el
encuentro con su tía. Una de estas venidas nos consta que se produjo el 15 de julio de
1766, para estar diez días. Trató con el destacado escritor, Juan Pedro Maruyan y
estuvo con los que serían colegiales mayores de Salamanca, Ignacio Escobedo y José
Mesías; y con el colegial real José Carbinel. Después, en el verano de 1768 pasó en
Granada tres días, con motivo de la llegada de su madre y el 11 de mayo de 1770 volvió
a Granada por la muerte de su madre52
. Tras ello, su estancia más prolongada tuvo lugar
en el verano de 177753
.
47
Actualmente el convento de San Antón de Granada es ocupado por religiosas capuchinas. 48
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 34 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 28. 49
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 34 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 29. 50
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., pp. 36-37 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 30. 51
En Cádiz no pasó esta oposición, y podemos decir que en esta ciudad tuvo inicio la mutación de su vocación religiosa a militar. 52
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, segundo decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 59 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 39 y 44, y AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra I, tercer decenio, 1746-1776, caja 92, códice 3-5. Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit., p. 74 y Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 53. 53
Hacemos mención a ella en el sub epígrafe dedicado al Colegio del Sacro Monte.
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Se reunió por última vez con este círculo del 12 al 14 de noviembre de 178254
y no nos
consta que tuviera intención de volver a Granada. Esto se lo atribuimos a que sus lazos
familiares con la ciudad de la Alhambra se rompieron con el fallecimiento de Rosalía en
julio de 1800. De este modo da la noticia a una amiga: “abro la carta para decir a vsted
que acaba de espirar la pobre tía, encomiéndela vsted a Dios, y compadézcame a mí”55
.
Sin duda la hermana granadina de su madre fue una de las personas que más influyeron
en su vida.
Relaciones oficiales de Saavedra con la abadía del Sacro Monte,
Universidad y Catedral de Granada (1776-1810)
Durante los años en los que Saavedra ocupó cargos políticos españoles de
magnitud tuvo contacto con diversas instituciones granadinas, bien a título propio; o
bien de modo oficial, en representación del Rey o del gobierno. Estas relaciones
generaron un intercambio, importante aportación al panorama sociopolítico de finales
del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX56
.
Primeros pasos de Saavedra en la Corte
En el año 1791, Saavedra ya era un destacado militar, y había ocupado labores
políticas en el Supremo Consejo de Guerra desde 1789. La Universidad de Granada
estaba orgullosa de sus ascensos profesionales y se lo demostró mediante el envío de
una carta57
, a la cual respondió el ilustrado a través de un escrito de gratificación
enviado al rector y claustro de la Universidad el 7 de junio de 1791, testimonio
fidedigno del respeto y grato recuerdo que éste guardaba hacia la institución granadina:
“Yllustrísimo señor. Doi a vuestra yllustrísima las más rendidas gracias por las
expresiones con que me honra en su apreciable carta de primero del corriente, y crea
vuestra yllustrísima que nada me será de tanta satisfacción como el que se me
proporcionen ocasiones de acreditarle mi constante veneración y reconocimiento.
Nuestro Señor guarde a vuestra yllustrísima muchos años.
Madrid, 7 de junio de 1791. Yllustrísimo señor. Besa la mano a vuestra yllustrísima su
más atento, obligado servidor y alumno.
Francisco de Saavedra (firmado y rubricado).
Yllustrísimo señor rector y Claustro de la Universidad de Granada”58
.
Este documento nos muestra el interés que la Universidad tuvo por la carrera
política de su ilustre alumno. De igual modo, es un ejemplo destacado para conocer la
existencia constante de un intercambio entre Saavedra y las instituciones granadinas.
54
AHPASI. Fondo Saavedra. Los Decenios de Saavedra II, cuarto decenio, 1776-1786, caja 92, códice 3-5. Francisco MORALES PADRÓN, Los Decenios (Autobiografía […], op. cit., p. 218. 55
AHPASI. Fondo Saavedra. Cartas familiares, 1787-1814, Puerto de Santa María, 11 de julio de 1800, s. fol. 56
Hemos elegido la Abadía del Sacro Monte, Catedral y Universidad de Granada por la relevancia histórica de estas instituciones, tanto desde el ámbito civil como desde el eclesiástico. 57
No tenemos conocimiento de la carta que envió la Universidad a Saavedra, pero sabemos que existió
por la referencia a ella que éste hace en la aquí transcrita. 58
ES AUG. Carta de agradecimiento de Saavedra a la Universidad, 7 de junio de 1791, caja 03071-039. Se trata de la contestación a una carta de la Universidad. En esta época Saavedra ya era un destacado militar y había ocupado labores políticas en el Supremo Consejo de Guerra desde 1789.
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Ministro de Hacienda y Secretario de Estado
A medida que pasaron los años aumentó la responsabilidad de Saavedra, hasta
llegar al año de 1797, en el que fue nombrado ministro de Hacienda. Presentamos una
carta a la condesa de Montijo59
anunciándole su elevación al ministerio. Éste es un
documento de gran relevancia debido a que certifica su amistad con la condesa y lo
sitúa definitivamente en el círculo de intelectuales afincados en Madrid en las
postrimerías del siglo XVIII60
. Al mismo tiempo, encontramos en la epístola un
testimonio autobiográfico del sevillano que lo posiciona claramente como un destacado
ilustrado español, en cuanto a su dominio de las disciplinas científicas, políticas y
militares:
“Vuestra merced crea que bajo todas las formas que me vaya dando el destino
de escolar, de soldado de viandante, de yntendente, de consejero, de presidente de
juntas, de mandadero de moyas? o de preste Juan, soy immutable acia mis amigos, en
cuya larga lista ocupa vuestra merced uno de los primero lugares”61
.
Asimismo, cuando Francisco de Saavedra recibió la noticia de su nombramiento como
ministro de Hacienda62
, lo hizo saber al Colegio del Sacro Monte mediante una
comunicación en la que también ofreció sus servicios al Cabildo. La llegada de la
noticia al Sacro Monte produjo una explosión de entusiasmo. Por ello, el 12 de
diciembre de 1797 tuvo lugar la felicitación por parte del rector, que concertó con el
resto de canónigos la realización de un cuadro para perpetuar su memoria, y la
celebración de una procesión a las santas cuevas, entre otras ceremonias63
.
59
La condesa de Montijo, cuyo nombre era María Francisca de Sales Portocarrero, es reconocida como
uno de los personajes más influyentes de la ilustración española. Para indagar en su figura es
imprescindible la lectura de su biografía: Paula DE DEMERSON, María Francisca de Sales
Portocarrero. Condesa del Montijo. Una figura ilustrada. Madrid: Editora Nacional, 1975. 60
Un importante lugar de encuentros de este grupo era la residencia familiar de la condesa de Montijo.
Aquí se daban cita los más destacados ilustrados, como es el caso de Jovellanos o Meléndez Valdés, junto
a importantes artistas como Bayeu, Vicente López o el propio Goya. [Ibídem, pp. 101-123.]. 61
Véase el apéndice documental, doc. 2. 62
El 19 de noviembre de 1797 es proclamado ministro de Hacienda por el rey Carlos IV. El 28 de marzo de 1798 fue nombrado secretario de Estado por dimisión de Godoy, cargo en el que estuvo hasta octubre. 63
Apéndice documental, doc. 3. Era abad Miguel Álvarez Cortés, véase la nota 28, y rector José Méndez, véase la nota 32. Para llevar a efecto estos agradecimientos, el Cabildo va a crear una comisión presidida por Francisco Villalva y Mesa (no nos consta su lugar de nacimiento). Canónigo desde el 22 de octubre de 1778. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 151r.
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Fig. 3. Francisco de Saavedra, atribuido a Goya. Abadía del Sacro Monte.
El retrato de Saavedra del Sacro Monte es sin duda un importante testimonio
histórico, cuya envergadura artística lo convierte en un objeto de gran valor material. Se
trata de un lienzo atribuido a Goya, el cual representa a Saavedra de cuerpo entero,
sentado en el interior de una sala, y ataviado con traje de capitán general. Cumple el
cometido de honrar la memoria del colegial, al tiempo que como objeto de propaganda,
sirve de testimonio de la formación de un ilustre personaje en la institución granadina64
.
Durante la etapa de mandato como secretario de Estado en 1798, el Cabildo del
Sacro Monte mostró interés porque Saavedra intercediese ante el Rey en varias
ocasiones. Así ocurrió en septiembre de 1798, ante las aspiraciones de la institución
granadina a recuperar las alcabalas correspondientes a la heredad de Deifontes65
. Al
mismo tiempo se vislumbraba el deseo por conseguir el acceso preferente de los
capitulares del Sacro Monte a las canonjías de las catedrales, entre otras dignidades
eclesiásticas. El documento que a continuación transcribimos refleja lo anteriormente
relatado. Es igualmente interesante por su clara alusión a la enfermedad y mejoría de
Saavedra, padecimiento que, definitivamente –unida a otros motivos– pronto lo apartará
del cargo66
:
“De la otra comisión encargada al señor Lara y a mí, el secretario, hizimos
presente que, reconocidos todos los legajos correspondientes a la heredad de Daifontes,
no habíamos hallado el tiempo, y cau//475(v.)
sa con que cesó la percepción de aquellas
64
Este cuadro fue publicado por primera vez como obra de Goya por el profesor granadino Emilio Orozco en el año 1937. Emilio OROZCO DÍAZ, “Una obra desconocida de Goya”, en Cuadernos de Arte, vol. 2, 1937, pp. 331-336. En breve verá la luz un artículo en el que se aportan nuevos datos y documentos fundamentales para su conocimiento. 65
Deifontes es una localidad de la provincia de Granada situada a 24 kilómetros de la capital, a las orillas del río Cubillas. 66
Saavedra sufrió lo conocido como litiasis renal o mal de piedra, estas dolencias fueron –en opinión de algunos– producidas por un envenenamiento de Godoy. Para saber más de la enfermedad véase: AHPASI. Fondo Saavedra. Diario médico…, 1805-1812, caja 60, p. 2 y p. 3, fols. 6v-7r. y Antonio HERMOSILLA MOLINA, La enfermedad de un sevillano de la Ilustración. Francisco de Saavedra. 1746-1819, Sevilla, 1975.
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alcavalas compradas por este Cabildo a su majestad en el año de 1618 y de consiguiente
faltaba el monte preciso para hacer la oportuna representación, a fin de recuperarlas.
En quanto a lo demás, nos había parecido preciso suspender toda diligencia, ia con
respecto a la enfermedad grave del excelentísimo señor don Francisco Saabedra, y ia
por las noticias, y borradores que hemos hallado y visto de otras representaciones
hechas a su majestad en los años de 1784, y siguientes sobre preferencia de estos
yndibiduos capitulares a las canongías de catedrales, y demás dignidades eclesiásticas, y
fatal informe que sobre ello dio el yllustrísimo señor arzobispo que entonces era de esta
ciudad.
(al margen izquierdo): Lo acordado sobre el mismo punto.
A lo qual acordó el Cabildo que verificada la mejoría del referido señor ministro, se
aproveche la ocasión conforme a lo resuelto anteriormente…67
”.
Otra petición se gestó en diciembre de 1798 mediante un acuerdo llevado a cabo
por parte del Cabildo sacromontano68
. Éste nace del deseo de conseguir el beneplácito
oficial y la puesta en curso de una comisión69
formada por el canónigo José Ramón
Moreno70
–no se especifican los motivos−. Para llevar esto a efecto pactaron los
canónigos poner en conocimiento de Saavedra tal intención mediante una carta escrita
por el señor abad, Cayetano Márquez71
y entregada por el abogado de los Reales
Consejos y antiguo colegial del Sacro Monte, Tomás de Valenzuela72
:
“Asistieron a este cabildo los señores abad, Cueto presidente, Méndez,
González, Lara, Quesada, Eguren y el infrascripto secretario, por quien fue leído el
borrador de la representación encargada. Y habiéndose conferenciado sobre su
contenido, se acordó extenderlo en limpio, y encaminarlo con carta bien expresiba del
señor abad, al excelentísimo señor don Francisco Saabedra, por mano del licenciado don
Tomás de Valenzuela, abogado de los Reales Consejos y alumno de esta casa. Para que
instruiendo de todo a su excelencia, se practique con su acuerdo lo que estime más
acertado, librándosele a el referido sugeto todas la cantidades que necesite invertir en la
expedición de este encargo…”73
.
Hasta aquí llega nuestro conocimiento de las peticiones formuladas por la
Abadía del Sacro Monte a Saavedra en representación de la corte. No debemos olvidar
que la Monarquía española va a estar estrechamente vinculada a esta institución desde
su fundación y especialmente desde el reinado del monarca Felipe IV74
.
El Cabildo de la Catedral de Granada también se hizo eco de los ascensos
políticos de nuestro personaje y se dirigió a él protocolariamente a través del envío de
67
ASGr. Fondo Abadía. Libro 12 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del Sacro Monte de Granada..., 1783-1799, acta del 4 de septiembre de 1798, leg. 262, fols. 475v-476r.
68 ASGr. Fondo Abadía. Libro 12 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial
del Sacro Monte de Granada…, 1783-1799, acta de 17 de diciembre de 1798, leg. 262, fol. 483r.
69 Desconocemos el cometido de la misma.
70 Joseph Ramón Moreno, natural de Granada. Canónigo desde el 26 de julio de 1797. ASGr. Fondo
Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 84v. 71
Cayetano Márquez (desconocemos su lugar de nacimiento). Abad desde el 28 de junio de 1793. ASGr. Fondo Abadía. Libro de las entradas donde se escriuen los señores que son recibidos por canónigos y preuendados de esta Yglesia Collegial de el Sacro Monte, caja fuerte, fol. 213r. 72
Tomás Josef Valenzuela, natural de Granada, colegial desde el 23 de mayo de 1784. Véase: ASGr. Fondo Colegio. Libro del Colegio del Sacro Monte de Granada, 1745-1790, leg. 89, fol. 240r. 73
ASGr. Fondo Abadía. Libro 12 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del Sacro Monte de Granada…, 1783-1799, acta de 17 de diciembre de 1798, leg. 262, fol. 483r.
74 Para saber más sobre este vínculo véase: Juan Sánchez Ocaña, El Sacromonte…, op. cit.
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correspondencia. Saavedra no tardó en contestar: “se leyó una carta del señor don
Francisco Saabedra, ministro de Hacienda, contestando la enhorabuena, que le dio el
Cabildo con motivo de su promoción a dicho Ministerio, de que quedó enterado el
Cabildo”75
. También lo hará con Jovellanos, político con el que Saavedra compartía
formación ilustrada e ideología política.
En estos años, Saavedra buscó los favores del Cabildo de la Catedral de
Granada. Tenemos constancia de algunas de sus peticiones. Por citar un ejemplo de
relevancia, nuestro personaje se dirigió como secretario de Estado al arzobispo, Juan
Manuel Moscoso y Peralta76
, a través de una real orden comunicada desde Aranjuez el
15 de febrero de 1798. Moscoso lo hizo saber a los canónigos mediante una carta
redactada en Murtas77
el 4 de febrero de 1798. El sevillano solicitaba un préstamo o
anticipación de la mayor suma de dinero posible y las alhajas de la iglesia menos útiles
para el culto, con el objeto de destinarlas a amonedar todo el oro y la plata de ellas
extraído. A cambio le concedió la libertad de derechos de cuño, debido a que las arcas
estatales estaban muy mermadas a consecuencia de la guerra con Francia e Inglaterra y
la interrupción del comercio de Indias. Esta gestión sería administrada por el tesorero
mayor, Felipe González Vallejo:
“Excelentísimo señor, en cabildo de este día se ha visto el oficio de vuestra
eminencia, inserta la real orden que le comunica el excelentísimo señor don Francisco
Saabedra. Dirijida a que en atenzión a las actuales vrgencias del Estado, se apronte la
mayor suma que se pueda, por vía de préstamo o anticipación, cediendo su majestad
para su reintegro la renta de los excusados en los términos que contiene dicha real
orden…”78
.
El deán de la Catedral, Francisco Pérez Quiñones otorgó al doctoral Antero
Benito Núñez79
, la capacidad de contestar a Saavedra. Éste elaboró una carta firmada
por el chantre, Alfonso Montalvo; el arzobispo, Moscoso y Peralta, y el secretario,
Pedro Ignacio de Arosamena. En ella acordó prestar 250.000 reales de vellón en dos
plazos80
, el primero en este momento, y el segundo a finales de junio. Al mismo tiempo
acordó dar todos los poderes al canónigo Miguel Craybinquel, para formalizar junto al
75
A (Archivo). C (Catedral). Gr (Granada). Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 20 de diciembre de 1797, fol. 404r.
76 Juan Manuel Moscoso y Peralta, natural de Arequipa (Perú). Arzobispo de Granada desde el 3 de
agosto de 1789. Está enterrado en la capilla de San Miguel de la Catedral granadina. Miguel A. LÓPEZ, Los arzobispos de Granada. Retratos y semblanzas, Granada, Santa Rita, 1993, pp. 223-233. Para saber más sobre este arzobispo véase: Francisco Benavidez Vázquez y José María Valverde Tercedor, “La orden hospitalaria en Granada durante la invasión francesa”, en Archivo Hospitalario, vol. 10, 2012, pp. 347-380. 77
Murtas es un municipio de la provincia de Granada. Está situado en la Alpujarra, en la falda del monte conocido como Cerrajón. 78
ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 3 de marzo de 1798, fol. 417r.
79 Antero Benito Núñez, natural de Granada. Famoso por su ideología afrancesada, fue premiado por José
Bonaparte con la Orden Real de España. Durante el dominio francés de Granada va a ocupar junto al también canónigo de la Catedral, Pablo Andeiro, el puesto de arzobispo, vacante por el fallecimiento de Juan Manuel Moscoso y Peralta. Al igual que Andeiro, saldrá de Granada acompañando a las tropas del Mariscal Soult, el 17 de septiembre de 1812. Juan Manuel Barrios Rozúa, Granada Napoleónica, Granada, Universidad, 2013, pp. 215 y 262. 80
Especifica que la cantidad no es mayor, debido a las numerosos gastos y deudas que tenía el Cabildo, al mismo tiempo, las alhajas poco útiles ya le había sido enviadas en el año de 1795. ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 3 de marzo de 1798, fol. 417r.
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tesorero mayor todos los conciertos y obligaciones. El Cabildo aceptó la propuesta81
y
en abril de 1798, entregó los primeros 250.000 reales al tesorero general por mediación
de Manuel Ortiz82
. El segundo plazo fue solicitado por Francisco Florencio Vázquez,
tesorero del ejército y cuatro reinos de Andalucía83
.
La relación de Saavedra con las instituciones granadinas no se rompió cuando
dejó su gobierno en la corte. Si bien es cierto, en los años en los que éste estuvo alejado
del poder, el vínculo dejó de ser oficial para volver a tener naturaleza afectiva. Así, en el
año 1800, mientras pasaba un periodo de reposo y recuperación en el Puerto de Santa
María, escribió al catedrático de retórica de la Universidad de Granada agradeciéndole
por haberle enviado una elegía del doctoral de la Catedral de Granada, Antero Benito84
.
Tras ello Saavedra volvió a gobernar y este episodio sentimental dará paso a
otros nuevamente protagonizados por la jurisdicción civil y eclesiástica a partir del
nombramiento de Saavedra como presidente de la Junta Central.
Presidencia de Saavedra de la Junta Central
En 1808 Saavedra fue presidente de la Junta Suprema de Sevilla, de la que pasó
a la Junta Central, con sede en los Reales Alcázares, como ministro de Hacienda85
. En
este contexto retomó relaciones con la Iglesia granadina a través del Cabildo
metropolitano. Concretamente en abril de 1809 hizo saber a la Catedral de Granada en
la persona de su arzobispo Moscoso y Peralta, una real orden. Mediante ella, ante las
precarias necesidades económicas por las que pasa el Estado en tiempos de conflicto,
buscó el sufragio de todas las parroquias y comunidades religiosas del reino –
disponiendo como mediadores a sus obispos y arzobispos– para afrontar los gastos
nacionales. Evitó así al mismo tiempo que estas fueran presas del saqueo del enemigo
francés:
“…Se leyó una real orden de su majestad fecha en 8 del corriente, firmada del
excelentísimo señor don Francisco de Saabedra, secretario de Estado, y dirigida al
Cabildo por el excelentísimo señor arzobispo. Para que remitan a Sevilla las alajas de la
81
ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 3 de marzo de 1798, fols. 416-417v.
82 ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799,
acta capitular de 17 de abril de 1798, fol. 425r. Para saber más véase: ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 25 de mayo de 1798, fols. 430r-431r. 83
ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 4 de julio de 1798, fol. 435v. Véase también: ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 20 de julio de 1798, fol. 438v.; ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 1 de agosto de 1798, fols. 440-441r. y ACGr. Libro 34 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1789-1799, acta capitular de 11 de agosto de 1798, fol. 441v.
84 ACGr. Borrador de la Carta de Francisco de Saavedra, 28 de agosto de 1800, leg. 36, p. 4. Antero
Benito Núñez va a destacar por sus dotes como escritor, prodigándose en la sátira, utilizada como crítica a los aspectos que según su punto de vista eran más negativos de la sociedad del momento. Sabemos que se va a representar su obra titulada “Calzones de Alcolea”, en la que ridiculizaba a los guerrilleros de la Alpujarra en la inauguración del Teatro Napoleón, el cual estaba situado en Granada en las inmediaciones de la puerta de Bibataubín. Juan Manuel Barrios Rozúa, op. cit., pág. 184. 85
Véase: Manuel MORENO ALONSO, Memorias Inéditas de […], op. cit. Su último cargo de primer orden lo desempeñó en 1810 como regente del reino.
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yglesia no necesarias absolutamente para el culto, mediante a las actuales circunstancias
en que dichas alajas están expuestas a ser presa del exército francés…”86
.
Finalmente el Cabildo de la Catedral llegó al acuerdo de aportar lo
correspondiente a “doscientos veinte y quatro mil trescientos veinte reales quatro
maravedís de vellón”87
. Esta donación no se librará de numerosas vicisitudes, como su
retraso por miedo a posibles robos en los caminos88
.
El arzobispo remitirá igualmente un requerimiento de alhajas a la Abadía del
Sacro Monte89
. En este caso la donación será aplazada hasta concluir un inventario de la
plata. El Colegio aprovechará esta situación para solicitar la ayuda de la Junta ante el
Rey, con el cometido de mantener sus privilegios concedidos a lo largo de los siglos por
cédulas reales y bulas apostólicas90
. Pocos días después, esta institución responderá
generosamente, donando varias piezas a la “Junta Central, para librarlas de los enemigos
y contribuir con ellas a las vrgencias del Estado”91
. Se eligen piezas de plata de poca
utilidad.
Finalizamos señalando que, en octubre de 1809, tenemos constancia de otra
orden dirigida contra los franceses. Será remitida por Saavedra en representación del
gobierno al arzobispo de Granada. En ella le piden granos para “aumentar nuestros
exércitos, y arrojar de la Península un enemigo tan obstinado como cruel”92
.
No podemos concluir este apartado, dedicado a las relaciones de Saavedra con
las instituciones granadinas, sin puntualizar que hemos querido reflejar aquellas que nos
constan documentalmente, ya que consideramos su conocimiento una aportación de
gran interés para el estudio del personaje.
El Fondo Saavedra en Granada93
En este artículo sobre la relación de Saavedra con la ciudad de Granada no
debemos dejar caer en el olvido el vínculo existente entre el sevillano y la Compañía de
Jesús. Fundamentalmente por ser ésta la encargada de custodiar el archivo y biblioteca
personal del ilustrado, probablemente desde el año 1928 –aunque en esta época todavía 86
ACGr. Libro 40 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1805-1811, acta capitular de 21 de abril de 1809, fol. 25r.
87 ACGr. Libro 40 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1805-1811,
acta capitular de 12 de mayo de 1809, fol. 32.
88 No debemos olvidar que en esta época eran numerosos los bandidos y bandoleros en las serranías
andaluzas. ACGr. Libro 40 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1805-1811, acta capitular de 16 de junio de 1809, fol. 46r.
89 Véase apéndice documental, doc. 4.
90 ASGr. Fondo Abadía. Libro 13 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial
del Sacro Monte de Granada…, 1799-1814, acta capitular de 2 de mayo de 1809, leg. 263, fols. 245r-246r. Ya comienzan los atisbos de crisis en el Colegio del Sacro Monte, pese a ello va a mantener sus privilegios prácticamente intactos hasta el año de 1845, en el que se gesta definitivamente la estatalización de la enseñanza. 91
ASGr. Fondo Abadía. Libro 13 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del Sacro Monte de Granada…, 1799-1814, acta capitular de 18 de mayo de 1809, leg. 263, fol. 246. 92
ACGr. Libro 40 de Acuerdos Capitulares de la Santa Yglesia Metropolitana de Granada, 1805-1811, acta capitular de 23 de octubre de 1809, fol. 101v.
93 Con motivo de la reunificación de las provincias españolas de la Compañía de Jesús el 21 de junio de
2014, el Fondo Saavedra abandonará Granada durante este año 2014, por lo que este artículo sirve como testimonio de su paso por esta ciudad.
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no fue en su totalidad– debido a la amistad de los descendientes de Saavedra con los
jesuitas de Sevilla94
. La unión entre Saavedra y los jesuitas se desarrolló en la etapa en
la que éste desempeñó cargos públicos como ministro de Hacienda y secretario de
Estado (1797-1798)95
, durante el exilio de los religiosos en Italia. Nuestro personaje fue
clave en el inicial retorno de los seguidores de san Ignacio a España en 1797, mediante
su colaboración con la Asamblea Literaria Eclesiástica, tal y como nos hace constar el
padre Luengo en su Diario96
. A él debemos la siguiente afirmación: “siempre se ha
hablado con elogio del Señor Saavedra…, y por tanto, se puede esperar que continúe
dirigiendo bien los grandes negocios de la Secretaría de Estado”97
.
El Fondo Saavedra pasó a poder de María de Saavedra, al morir nuestro
personaje, en 1819, y más adelante llegó a su sobrina Elena María de Llaguno y Arias
de Saavedra. En 1944, la familia cedió la totalidad del archivo al superior de la
residencia de los jesuitas en Sevilla, el padre García Alonso, siendo provincial el padre
Francisco Cuenca. Estaba compuesto de 52 legajos, la llave de gentilhombre, estampilla
de su firma y un retrato de él –creemos que se refiere al que hoy preside el archivo–
según la catalogación hecha en 195598
.
Fig. 4. Francisco de Saavedra, anónimo. Fondo Saavedra.
Fig. 5. Retrato de Saavedra, atribuido a Díaz Carreño. Real Academia de la Historia. © Reproducción,
Real Academia.
94
AHPASI. Fondo Saavedra. Historia de un archivo. El archivo de D. Francisco Saavedra por Manuel Montero Agüera, Málaga, 22 de junio de 1981, caja fuerte. 95
Para ahondar en la relación existente entre el sevillano y la compañía de Jesús. Véase: Inmaculada FERNÁNDEZ ARRILLAGA, El Legado del Padre Manuel Luengo (1767-1815), Alicante, Espejo de Clío, 2003. 96
El original se encuentra custodiado en el Archivo Histórico de Loyola. IDEM, El retorno de un Jesuita desterrado. Viaje del Padre Luengo desde Bolonia a Nava del Rey (1798), Alicante, Universidad, 2004. Debemos recordar que fueron nuevamente desterrados en 1801, siendo la restauración de la orden en 1815. IDEM, El Destierro de los Jesuitas Castellanos (1767-1815), Salamanca, Junta de Castilla y León, 2004, pp. 9-24. 97
Fernández Arrillaga, Inmaculada, El Destierro de […], op.cit., p. 199. 98
En el año 1981, el padre Montero indica que no se conserva el lienzo, por lo que pudo ser recuperado con posterioridad. AHPASI. Fondo Saavedra. Historia de un archivo. El archivo de D. Francisco Saavedra por Manuel Montero Agüera, Málaga, 22 de junio de 1981, caja fuerte.
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Este lienzo se trata de un retrato menor de Saavedra en la última etapa de su
vida. A nuestro juicio está inspirado en el custodiado por la Real Academia de la
Historia de Madrid atribuido a Francisco Díaz Carreno datado entre 1814-181999
.
Algunas diferencias entre ambos las encontramos en el formato más reducido del que
nos ocupa; en facciones del rostro, las cuales parecen ligadas a una persona más anciana
–esto puede ser intencionado o provocado por las carencias artísticas de su autor– y en
la ausencia en éste tanto de la banda como de la cruz de Carlos III. No debemos olvidar
la custodia por parte de sus herederos de otros retratos de similares características100
.
El Fondo Saavedra llegó por primera vez a Granada en el año 1972, para ser
custodiado en la facultad de Teología. En agosto de 1973 fue trasladado al Colegio de
San Estanislao de Málaga, donde lo estudió y catalogó el padre Montero, estando allí
hasta julio de 1977, año de su retorno a Granada, ciudad en la que será acogido por el
padre Eduardo Moore101
. Algunos los objetos personales de Saavedra están hoy en la
caja 91 de dicho archivo102
.
Fig. 6. Estampilla de la firma de Saavedra. Fondo Saavedra.
Fig. 7. Medalla de San Francisco Javier. Fondo Saavedra.
99
Herbert González Zmyla, “Catálogo de pinturas”, en Alfonso Pérez Sánchez (ed.), Catálogo de
pinturas de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 2003, pp. 72-73. 100
Entre los retratos familiares de Saavedra, destacamos dos miniaturas pertenecientes a la colección de Manuel Gómez Imaz las cuales fueron propiedad de la familia de Saavedra y tras el fallecimiento de Ignacio de Saldarriaga pasaron a dicha colección. La primera de ellas, en formato ovalado, a modo de camafeo, nos presenta a Saavedra joven, ataviado con peluca empolvada. La segunda sigue el modelo del presente en el Fondo Saavedra, aunque en este caso ostenta banda y medalla. Manuel GÓMEZ IMAZ, Sevilla en 1808, op. cit., p. 251. Existe otro de iguales características, pero con la peculiaridad de representar al sevillano de medio cuerpo prolongado y erguido. Manuel Moreno Alonso, La Batalla de Bailén. El surgimiento de una nación, Madrid, Silex, 2008, pág. 207 y Antonio HERMOSILLA MOLINA, La enfermedad de un […] op. cit., p. 121. 101
Según información de su actual archivero, Jesús Domínguez, en Granada va a estar gestionado por los siguientes jesuitas: Eduardo Moore durante los años 1978-1995, Luis Enríquez durante los años 1995-2000 y Jesús Domínguez desde el año 2000 hasta la actualidad. 102
Antonio I. LASERNA GAITÁN, El Fondo Saavedra, Granada, Universidad, 1995, p. 359, véase también: Miguel MOLINA MARTÍNEZ, “El Fondo Saavedra del Archivo de los jesuitas en Granada”, en Archivo Hispalense, vol. 68, 1985, pp. 373-380.
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Entre ellos destacamos la estampilla de su firma –antes mencionada– por su
singularidad y la medalla de San Francisco Javier por ser un objeto de devoción
personal. Tiene como partes perfectamente diferenciadas: el anverso, en el que se sitúa
en relieve la representación de San Francisco Javier en su iconografía tradicional y el
reverso, donde figuran los tres mártires japoneses con sus respectivas cruces103
.
A modo de conclusión
La vida del ilustrado Francisco de Saavedra está muy condicionada por los años
en los que residió en Granada junto a su tía materna Rosalía; especialmente aquellos que
pasó de colegial en el Colegio de San Dionisio Areopagita del Sacro Monte. Este
periodo estuvo influido por su relación con destacadas personalidades, especialmente
religiosos, y adquirió un modo de vida, y una formación científica cuyo calado marcó el
resto de su existencia.
Durante los años en los que nuestro personaje ocupó los más altos escaños de la
política española mantuvo intercambio epistolar con parte de las principales
instituciones granadinas. Creemos relevantes los datos documentales aportados en este
sentido, ya que el conocimiento de algunos de estos intercambios nos hace percibir el
modo de trabajar de Saavedra y las necesidades políticas del país en este momento.
Del mismo modo, es muy importante el papel jugado por el arte como elemento de
propaganda de Saavedra a lo largo del tiempo. Los retratos, en su acepción más clásica,
son una forma de rendir tributo y fama al personaje. Si los tratamos desde un punto de
vista moderno, nos ayudan a conocer la evolución de la complexión física del ilustrado,
y a profundizar en su psicología. Por otro lado, sus objetos personales nos hablan de sus
gustos y devociones.
Finalmente, Saavedra, al igual que Olavide y Jovellanos, célebres ilustrados y
amigos suyos, produjo y conservó una importante documentación. Estos papeles están
reunidos en el conocido como Fondo Saavedra; el cual estuvo establecido en Granada
desde el año 1977 hasta el 2014. El conocimiento de estos tiene una importancia cuyo
alcance supera el ámbito individual del personaje, al abarcar aspectos fundamentales de
la historia de España y América.
103
Del siglo XVIII, está realizada en bronce, mide 3cm x 2’5cm. En el anverso, San Francisco Javier es representado en el centro de la composición en su iconografía tradicional. En bajo y medio relieve se adapta perfectamente a la forma ovalada de su marco. Vestido con hábito jesuita, porta un rosario y está ataviado por una esclavina abierta mostrando su pecho. Su rostro parece elevar la mirada al cielo, y es coronado por una pronunciada aureola. Al mismo tiempo, su mano derecha sostiene un báculo cilíndrico. Tiene una inscripción en la que se lee: “S. FRANC XAVER 9 C.I”. El reverso está compuesto por los tres mártires japoneses jesuitas: Paulo Miki, Juan de Goto y Diego Kisai, ataviados por el hábito Jesuita, ostentan aureola, aunque ésta es poco perceptible en uno de ellos. Al mismo tiempo observamos con claridad dos cruces –en su iconografía tradicional la portan los tres–. Destaca Juan de Goto al figurar en el centro, es el más expresivo y dirige con gran elocuencia una de sus manos al pecho.
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Apéndice documental104
Documento 1
1763, octubre, 17. Granada.
Certificación de méritos académicos de Francisco de Saavedra, por el Colegio de San
Dionisio Areopagita a la Universidad de Granada.
Archivo Universitario de Granada (ES AUG.), caja 802-060, s. fol.
“Nos, el doctor don Martín Vásquez de Figueroa, abad de la Yglesia Collegial del
Sacro e Yllipulitano Monte de Valparaíso, extramuros de la ciudad de Granada; y
don Miguel Álbarez y Cortés, canónigo de dicha Yglesia y rector del Ynsigne
Collegio de Theólogos y Juristas del Señor San Dionisio Areopagita, sito en dicho
yllipulitano monte etc., certificamos:
Que don Francisco de Saabedra, natural de la ciudad de Sevilla, caveza de su
Arzobispado, ha sido collegial en dicho Collegio por espacio de siete años.
Cursando en los tres primeros la facultad de Philosophia, y en los quatro restantes
la de Sagrada Theología Scolástica, Moral y Expositiva, y Rudimentos de
Lenguas Orientales, en las que salió mui aprovechado como lo acreditó en cinco
actos de examen. Uno de ellos general, y sacando en todos especial nota,
differentes de conferencias, argumentos y otros literarios que se le
encommendaron, como en dos veces que tuvo sabatinas, actuando unas, y
presidiendo otras. Habiendo asimismo leydo dos vezes de opocisión, una de
Philosophía, y otra de Sagrada Theología, con puntos rigorosos de veinte y quatro
oras, ante el yllustrísimo Cavildo, y su ynsigne Collegio. Juntamente predicó dos
sermones, uno ferial quadragesimal, y el otro panegírico a nuestra señora del
Rosario, dando en todo muestras de su havilidad, y talentos. Assimismo este
yllustrísimo Cabildo, le hizo la gracia de título de Collegio, para poderse ordenar
por privilegio del señor Paulo Quinto. Y en todo el referido tiempo, ha vivido
dando buen exemplo de virtud, modestia, y aplicación ajustándose puntualmente a
nuestras apostólicas constituciones, praxis y loables estatutos. Y aviendo
cumplido el curso de sus estudios, salió sin nota infamia, ni causa alguna que
pueda ofender su persona, y costumbres. Todo lo qual es cierto, y verdadero. Y
para que assí conste donde convenga damos el presente firmado de nuestros
nombres y sellado con el mayor de nuestro Cavildo de este Sacromonte, donde es
fecho en diez y siete del mes de febrero de mil setecientos y sesenta y tres.
Doctor don Martin Vázquez de Figueroa, abad («firmado y rubricado»).
Don Miguel Álbarez Cortes, canónigo rector («firmado y rubricado»)”.
Documento 2
1797, julio, 7. Madrid.
Borrador de la carta de Saavedra a la condesa de Montijo donde dice que lo han hecho
ministro.
Cartas familiares, (1787-1814), Archivo Histórico Provincia Andalucía Compañía de
Jesús (AHPASI), Fondo Saavedra, códice 6, s. fol.
104
En la elaboración del apéndice documental seguimos las siguientes normas de transcripción: Respeto absoluto de la grafía original. Respeto de la U con valor consonántico. Desarrollo de las
abreviaturas, uso de tildes y puntuación modernas.
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“Madrid 7 de Julio de 1797. Mi querida amiga. Vuestra merced crea que bajo
todas las formas que me vaya dando el destino de escolar, de soldado de
viandante, de yntendente, de consejero, de presidente de Juntas, de mandadero de
moyas? o de preste Juan, soy immutable acia mis amigos, en cuya larga lista
ocupa vuestra merced uno de los primero lugares. Efectivamente, las gentes
dieron en hacerme ministro de Hacienda quando yo estaba agachado en mi tinaja,
pidiendo a toda priesa a Dios, en compañía de mi santa muger, que nos libertase
de semejante borrasca. A la verdad, si tal hubiesen pensado allá arriba que no lo
creo, debiera yo haber empezado por abrir la sepultura, por que el tiempo (1r.)
/ no
está para juegos. Soy más sensible de lo que es menester, no tengo vocación ni
pergeño ministerial, y lejos de servir para governar el caudal de la Monarquía en
circunstancias tan angustiadas, en buena paz, tengo siempre desgobernado mi
propio bolsillo. A buena cuenta, por más que me hagan la justica, y el favor de no
acordarse de mí, ya nadie me ha de quitar el gustazo de haber logrado ser
ministro, en el único parage donde puede uno serlo impunemente, sin ahogos ni
baibenes, que es en la opinión de sus amigos. Lo demás deselo Dios a quien lo
desea. Vuestra merced manténgase firme en medio de sus cuidados, y afanes, dé
finas expresiones a toda su larga (1v.)
// prole, recíbalas afectuosas de Rafaela y
mande besos (2r.)
/.
Estimadísima Señora Condesa del Montijo”.
Documento 3
1797, diciembre, 12. Granada.
Celebraciones llevadas a cabo en el Colegio de San Dionisio Areopagita con motivo de
la proclamación de Saavedra como ministro de Hacienda.
Libro 12 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del
Sacro Monte de Granada…, (1783-1799), Archivo del Sacro Monte de Granada
(ASGr), Fondo Abadía, leg. 262. fols. 442v-443r.
“(«Al margen izquierdo»): Ascenso del señor Saavedra a ministro de Hacienda
del Rey nuestro señor y cavildo selebrado por esto a 12 de noviembre de 97.
Cavildo extraordinario selebrado sin citación «ante diem» a que asistieron los
señores abad, Méndez, González, Lara y el insfrascrito, en el día 12 de noviembre
del año corriente. Y fue para abrir una carta, que se halló ser del excelentísimo
señor don Francisco Sahavedra, colegial que fue en este ynsigne del señor san
Dionisio Areopajita, dando noticia de haverlo el Rey nuestro señor promovido a
ser su secretario de Estado, y del despacho universal de Hacienda, y ofreciendo
sus facultades a la disposición del cavildo, con el modo más práctico y exprecivo.
En cuia atención se acordó:
1º. Que el día inmediato se hiciese con toda solemnidad procesión a las santas
cuevas, cantando el «Te Deum», y después en la yglesia sebrase el señor abad una
Missa cantada en acción de gracias a Dios por este beneficio.
2º. Que al día inmediato a lo referido, hissiese el Colegio por su parte igual
función en su capilla, cantando el «Te Deum» antes y selebrando después el señor
rector al mismo fin otra Missa solemne.
3º. Que se saque retrato fiel de dicho señor para perpetuar su memoria y nuestra
gratitud.
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4º. Que también a la señora su esposa (a más de la carta de contestación a dicho
excelentísimo) se le escriva por Cavildo dándole los más enérgicos parabienes y
expresivas enhorabuenas.
5º. Que por el señor rector se le conteste a la carta separada de dicho señor
ministro y por respeto a su ascenso se conceda a su Colegio tres días de asueto y
uno de campo.
6º. Y últimamente queriendo el Cavildo sensibilisar su complacencia por todos los
modos posibles, acordó dar comisión al señor Villalva, colegial y canónigo 442v.
//
que ha sido de esta santa casa, para que vajo de ambos respectos, examine y sepa,
si (como parece) hai efectivamente en Madrid costumbre de mandar los cuerpos
semejantes a éste, y en iguales circunstancias, legacía formal al señor agraciado. Y
que en el caso de haverla, se valga de uno o más colegiales nuestros de los que
reciden en Madrid, para que acompañando a dicho señor Villalva, hagan a nombre
del Cavildo la tal legacía con todas las expresiones de nuestra fina voluntad,
significándole nuestro regocijo por su exaltación, y nuestro reconocimiento por el
honor que hace a nuestra santa casa, con lo qual se concluio este Cavildo de que
doi fe.
Don Diego de Quesada y Truxillo, canónigo provincial secretario («firmado y
rubricado»)”.
Documento 4
1809, abril, 21. Granada.
Petición por parte de Saavedra como presidente de la Suprema Junta de gobierno a la
Abadía del Sacro Monte de ornamentos de plata de poco valor.
Libro 13 de Actas Capitulares celebradas por el Cavildo de la Yglesia Coleguial del
Sacro Monte de Granada…, (1799-1814), Archivo del Sacro Monte de Granada
(ASGr), Fondo Abadía, leg. 263. fols. 242v-243r.
“(«Al margen izquierdo»): Oficio para que se entregue toda la plata que no sea de
mucha necesidad en la yglesia.
Y fue para leer un oficio, de el excelentísimo e yllustrísimo señor don Juan
Manuel Moscoso y Peralta, arzobispo de esta ciudad de Granada, dirigido a
nuestro Cavildo, a effecto de comunicarle la real orden de su merced, la Suprema
Junta Central, que resside en la ciudad de Sevilla. Que se le havía comunicado,
por el excelentísimo señor don Francisco de Saavedra, secretario de Estado y del
despacho vniversal, de la real Hacienda. Mandando en ella, se pussiesse a la
disposición de dicha Suprema Junta Central, la plata de nuestra yglessia que no
sea absolutamente necessaria, para la manutención de su culto105
.
(al margen izquierdo): por decreto del cavildo 3 de enero de 1855, lo borrado
desde la palabra su culto, hasta enterado vale.
Doctor Romero, canónigo secretario («firmado y rubricado») (242v.)
//.
Enterado de todo el Cavildo, acordó que se le contestasse a su excelencia, el
recivo de su oficio, y que desde luego estaba pronto a dar toda la plata, que no
necessitasse para el más decente culto de su yglessia. Más que era menester hacer
un inventario de ella, y juntamente ver con singularidad, los ussos a que estaba
destinada y disponer de la que no se necitasse para verssarse en ellos. A este
intento, se le dio comissión a los señores abad, y doctor don Francisco Ruiz de
105
El resto del acuerdo tachado en el original.
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Robles, para que lo effectuassen todo, según y como queda referido, con lo que se
concluio el cavildo de que doi fe.
Doctor Venegas, canónigo secretario («firmado y rubricado»)”.
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Bibliografía complementaria
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