el ministerio de canto en la misa
DESCRIPTION
Recomendaciones para los miembros del coro en la celebración eucarísticaTRANSCRIPT
EL MINISTERIO DE
CANTO EN LA MISA
Preparado por
Humberto E. Corrales
Enero 2010
Por medio del canto manifestamos nuestros
sentimientos más profundos: amor, alegría,
tristeza, etc.
Para darle mas vida a nuestro canto lo
acompañamos de instrumentos musicales.
Siendo el canto y la
música parte esencial de
toda celebración humana,
no podían dejar de estar
presentes en el culto a
Dios.
Por eso utilizamos ambas
como expresión profunda
de nuestro diálogo
amoroso con Dios.
¿Qué nos dice la Iglesia en relación al
canto en la misa?
“No existe nada más solemne y festivo en las
celebraciones sagradas que una asamblea la
cual, en su totalidad, expresa con el canto su
piedad y su fe.
Por consiguiente, se ha de promover con todo
esmero la participación activa de todo el
pueblo que se manifiesta con el canto”
Instrucción No 5 de la Congregación de los Ritos Musicam Sacram acerca de la
música en la liturgia
¿Qué es un ministerio?
La palabra viene del latín Ministrare, que quiere decir servir. Entonces “un ministerio" se refiere directamente a “un servicio” que se presta.
Así, se reconoce que:
Ocupan en la celebración litúrgica un lugar especial:
el sacerdote que la preside, por causa del orden sagrado que ha recibido;
y, por causa de su ministerio, los fieles laicos que desempeñan diversas actividades de servicio, entre ellos el ministerio de canto.
El equipo de la celebración
Los Ministros Ordenados
El Presidente de la Asamblea, que debe ser el obispo o un
sacerdote.
El Diácono, donde lo haya.
Los Fieles Laicos
Los encargados de la preparación del altar
El monitor, los lectores y el salmista (Liturgia de la Palabra)
Los monaguillos
El coro (el salmista es generalmente miembro)
El equipo de acogida
Los encargados de recoger ofrendas
El encargado de sonido
La función del coro en la misa
La acción litúrgica requiere la participación
activa de todos los miembros de la Iglesia:
sacerdote, ministros y fieles.
Los fieles deben participar en las partes que
les toca, estas son, entre otras, las partes
cantadas. De ahí la importancia del coro
dentro de la celebración.
El Animador del Canto
En la Ordenación General del Misal Romano se prevé
que, tanto si hay coro como si no lo hay, un director de
coro dirija el canto de la asamblea.
Aquí encontramos la raíz de la figura del animador del
canto, una figura surgida en muchas comunidades
cristianas. Su tarea es que la asamblea cante cuando le
corresponde. No es un simple director de coro al frente
de la comunidad, es un verdadero animador.
Si música y canto forman parte integral de la liturgia, la
función del animador del canto es la de dirigir y guiar la
participación cantada del pueblo.
Objetivos del Ministerio de Canto
1. Servir a la parroquia a través de la música y
el canto
2. Llevar a la asamblea, mediante la música y
el canto, a una actitud de oración para que
tenga un verdadero encuentro con el Señor
3. Ser el canal para que la comunidad pueda,
con su canto, alabar y adorar al Señor
4. Levantar el ánimo de la asamblea
Tipos de canto dentro de la misa
1.- Los cantos procesionales:
Canto de entrada
Canto de ofertorio o presentación de dones
Canto de comunión.
2.- Los cantos litúrgicos:
Kyrie (Señor, ten piedad),
Gloria
Salmo Responsorial (varía en cada celebración)
Aleluya y Aclamación antes del Evangelio,
Santo
Cordero de Dios
3.- Los cantos suplementarios:
Canto de acción de gracias (después de la comunión)
Canto de despedida (después de concluida la misa)
LOS CANTOS
PROCESIONALES
Canto de Entrada
Los Ritos Iniciales tienen por objeto hacer que los fieles, al reunirse como asamblea, constituyan una comunidad y se dispongan a celebrar juntos la Eucaristía. El Canto de Entrada juega en esto un papel preponderante. No es un canto solo del coro.
Cuatro son sus finalidades:
1. Abrir la celebración
2. Fomentar la unión de quienes se han reunido.
3. Introducir a la asamblea en el misterio del tiempo litúrgico o de la fiesta que se celebra.
4. Acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.
Canto del Ofertorio
El canto del ofertorio es un canto opcional, y es para acompañar la procesión de las ofrendas y se prolonga hasta que las ofrendas hayan sido colocadas sobre el altar.
Siendo el Ofertorio un momento de meditación, lo ideal es que la asamblea acompañe al sacerdote en este rito de la presentación de las ofrendas a Dios.
Por eso si no hay procesión de ofrendas no debe haber canto.
Canto de la comunión
“Mientras el sacerdote y los fieles reciben el sacramento, se hace el canto de comunión que, por la unión de las voces expresa:
1. La unión espiritual de los comulgantes
2. Se demuestra el gozo de los corazones
3. Se hace más fraternal la procesión de los que van a recibir el Cuerpo de Cristo
Se inicia cuando comulga el sacerdote y se prolonga mientras los fieles reciben el Cuerpo de Cristo, hasta el momento oportuno.”
LOS CANTOS LITÚRGICOS
Los cantos litúrgicos
Son aquellos que no
pueden ser
sustituidos por otros
por muy bonitos que
estos sean.
Puede variarse la
melodía pero nunca
la letra.
Señor, ten piedad
de nosotros.
Gloria
Salmo
Aleluya/Honor y
gloria a ti Señor
Jesús
Santo
Cordero de Dios
El “Señor, ten piedad de nosotros”
Es un canto con el cual los fieles aclaman al Señor Jesucristo e imploran su misericordia.
Es un canto de la asamblea con la participación del coro.
El Gloria
Es un himno antiquísimo y venerable con el
que la Iglesia, reunida en el Espíritu Santo,
glorifica a Dios Padre y al Cordero y le
suplica.
Lo inicia el sacerdote, o según las
circunstancias, los cantores, sin embargo, es
necesaria la participación de toda la
asamblea.
Partes de El Gloria
1.- Exaltación a Dios Padre
Gloria Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todo poderoso.
2.- Exaltación al Cordero
Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo tú eres santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amen.
Los Cantos Interleccionales
Son los que se hacen entre lecturas y son dos:
1. El salmo responsorial, entre la primera y la segunda lectura
2. La aclamación antes del evangelio, después de la segunda lectura y antes del evangelio
Toda la Liturgia de la Palabra está compuesta de Palabra de Dios y esto incluye a los cantos interleccionales, por eso está prohibido remplazarlos por otros cantos
Los cantos interleccionales deben de ser cantados.
El Salmo Responsorial
Es el canto que centra la Liturgia de la Palabra: está destinado a ser cantado. Es una respuesta a Dios que se ha manifestado por medio de su palabra. Está íntimamente relacionada con la primera lectura.
No puede sustituirse por ningún otro canto porque es Palabra de Dios. En el coro debería de haber un salmista para cantar los salmos. En cualquier caso, el coro debería cantar al menos la antífona alternándose con la recitación del salmista.
Aclamación antes del Evangelio
Esta aclamación constituye por si misma un rito con el cual la asamblea de los fieles acoge y saluda al Señor, quien le hablará en el Evangelio.
Se compone de:
1. el Aleluya, que debe ser cantado por todos estando de pie
2. un versículo tomado generalmente del Evangelio que va a ser proclamado, y el que debería también ser cantado por el salmista.
En el tiempo de Cuaresma, no se canta el Aleluyasino el Honor y Gloria a Ti Señor Jesús.
Sanctus
Es la aclamación con que la asamblea responde al Prefacio, que es un himno de acción de gracias al Padre por habernos dado a Jesucristo, su Hijo amado.
Es la expresión y el reconocimiento que el creyente hace de la grandeza y santidad de Dios.
Debe cantarla con música fuerte o recitar el texto integro con solemnidad.
Sanctus
Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
El Gran Amén
La Doxología: Por Cristo, con Él y en Él…, es
la culminación de la Plegaria Eucarística, a la
que le sigue la gran aclamación final: ¡Amén!
Es la respuesta con la que la asamblea hace
suya toda la Plegaria Eucarística.
Con el Amén decimos: estoy de acuerdo, así es,
hago mía esta acción de gracias, y debe por
ello ser solemne y expresivo.
Lo mejor es cantarlo.
Canto del Cordero de Dios
Es un canto de la asamblea y no del sacerdote; utilizado para acompañar la fracción del pan eucarístico.
Se canta inmediatamente después del saludo de la paz.
Es conveniente que siempre sea cantado aunque también puede ser recitado.
Canto del Cordero de Dios
La fórmula empleada es:
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros (Una o más veces)
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, danos la paz.(se dice para cerrar)
LOS CANTOS
SUPLEMENTARIOS
Canto de acción de gracias
El canto de alabanza o himno después de la
comunión, constituye como una prolongación
de la comunión, un momento de
agradecimiento o acción de gracias por la
presencia sacramental de Jesucristo, pan de
vida que renueva las fuerzas de la asamblea
para que pueda reemprender el camino.
No es un canto de adoración, ni es obligatorio,
puede también guardarse silencio.
El canto de despedida
No pertenece a la estructura de la Misa, ni es
parte de ella.
Se considera como expresión de la devoción
de la comunidad o una forma de despedida
de la asamblea.
Debe hacerse después de la bendición, al
final de todo, después que el sacerdote ha
dado por concluida la Misa.
RECOMENDACIONES
Recordar siempre que:
LA MISIÓN DEL CORO ES HACER QUE LA ASAMBLEA CANTE.
Utilizarán siempre cantos que conozca la asamblea. Será preferible que una asamblea cante los mismos cantos, a que un coro se luzca con canciones nuevas, pero sin la participación de toda la asamblea.
Evitarán, por tanto:
Cantar solos, sin lograr la participación de la asamblea.
Recordar siempre que:
EL CORO NO ESTÁ COMO ALGO AJENO A LA CELEBRACIÓN.
Quienes lo integran, son también miembros de la asamblea que deben vivir la celebración al igual que los demás.
Evitarán, por tanto:
Estar mirando partituras, hablando, pasándose mensajes, afinando instrumentos o, peor aun, salirse fuera del templo...
Cantos aprobados
En la Liturgia no está permitido utilizar cantos
que se compongan de melodías populares y
letras adaptadas, sino aquellos aprobados por
la autoridad eclesiástica.
Los cantos litúrgicos que forman parte del
texto de la Misa: Gloria, Credo, Santo, Padre
Nuestro, Cordero de Dios, no se pueden
sustituir por otros cantos. En las versiones
modernas, la letra debe ajustarse al máximo
al original.
La preparación previa
Es muy importante que todos los integrantes
del coro tengan un profundo conocimiento del
sentido de la liturgia que se va a celebrar.
La mejor manera es leyendo y meditando las
lecturas correspondientes a la celebración.
(Evangelio, Primera Lectura, Salmo, Segunda
Lectura)
Lo anterior facilitará la escogencia de los
cantos que serán cantados durante la
celebración (entrada, ofertorio, comunión)
Recomendaciones al coro
El coro debe estar ubicado en un lugar desde donde pueda “dirigir” a la asamblea.
El volumen de los instrumentos y las voces del coro no deben ser tan altos que apaguen las voces de los fieles.
El coro debe de guiar al pueblo en la alabanza, no darles un espectáculo.
El director debe conocer la liturgia de la Iglesia para respetar lo establecido según los tiempos litúrgicos.
Recomendaciones sobre los cantos
Deben estar acordes con el tiempo litúrgico y/o la celebración.
Los cantos deben ensayarse con el pueblo antes de iniciar la Misa y asegurar así la participación de todos (por esto es necesario llegar temprano, tanto fieles como cantores).
Deben elegirse cantos que la asamblea conozca. Si el pueblo no conoce los cantos se vuelve tan solo un espectador del "Concierto" que se está dando.
Aunque es bueno introducir cantos nuevos, el esfuerzo se pierde si no se les enseñan a la asamblea previamente.