el mercantil valenciano 1 pd · dinastía de impresores en la va-lencia del siglo xviii, ......

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Ana Gimeno Los Orga formaron parte de la tríada de impresores más impor- tante de la Ilustración valenciana, junto con los Monfort y los Bor- dazar. Sus obras impresas se dis- tinguieron durante un siglo no sólo por su elevada calidad, sino por ser auténticas obras de arte. No escapó a la atención de esta di- nastía de impresores desde la elección del papel hasta el cuida- do en la selección de grabados, ti- pografías, prestigiosos correcto- res de textos, autores y conteni- dos, pero además destacaron es- pecialmente por su compromiso con los movimientos políticos, re- ligiosos y culturales de su época, llegando incluso a publicar libros prohibidos y traducir obras rele- vantes hasta el momento inéditas en nuestro país. Los Orga fueron además los impresores que ma- yor número de títulos imprimie- ron en el siglo XVIII valenciano y su labor, tanto en el ámbito pro- fesional del sector del libro como en el ámbito político e ilustrado de la época, ha sido recogida en un interesante trabajo por Nico- lás Bas Martín en Los Orga: una dinastía de impresores en la Va- lencia del siglo XVIII, publicado por Arco Libros. La dinastía de los Orga como impresores se inicia en el siglo XVIII y se remonta a José Jaime de Orga, el único impresor va- lenciano que tuvo una formación nacional y europea con el fin de perfeccionarse en el ejercicio de su oficio. De trabajar en Valencia, en los talleres de Bordazar, José Jaime de Orga se trasladó a Ma- drid, donde estuvo al frente de Mercurio, una de las publicacio- nes periódicas más importantes del momento, y donde continuó su labor de impresor, principal- mente de obras religiosas y, en los últimos años, de comedias. A él le siguió su viuda, Antonia Gó- mez, hija de impresores, que tras- ladó la imprenta de nuevo a Va- lencia, y a la que se deben algu- nas de las mejores obras impre- sas por la dinastía. A ella la suce- dieron sus hijos, Tomás y José — quien finalmente regentó la im- prenta familiar—, con quienes lle- gó el esplendor tipográfico de la familia y cuya obra fue paralela a la producción intelectual de la Ilustración valenciana. Clásicos grecolatinos y humanistas La dinastía de los Orga «desta- có especialmente por la calidad de sus obras, pero también por su im- portante conexión con los ilustra- dos de la época», explica Bas. Im- primieron un importante núme- ro de clásicos grecolatinos, edi- taron a los humanistas del XVI y contribuyeron a la divulgación de textos entre las clases populares al editar en la lengua vulgar. Una muestra es la edición de los Orga de La Biblia en pasta, primera tra- ducción de la Biblia del latín al castellano en España, en doce vo- lúmenes, que recibió su nombre por la denominada pasta valen- ciana que se utilizó para su en- cuadernación. Esta dinastía «contribuyó a la difusión de los autores más insig- nes de la literatura de la época y llevó adelante el programa de los ilustrados valencianos, con la edi- ción de casi mil obras», afirma el autor del estudio. De todos estos títulos impresos por la familia, casi seiscientos fueron comedias, la mayoría de Calderón de la Bar- ca y Lope de Vega, adaptadas para facilitar la lectura a las clases po- pulares, «añadiendo numerosas ilustraciones o utilizando una ti- pografía más atractiva de lo que era habitual». De hecho, la serie de comedias impresas por los Orga es una de las más impor- tantes del siglo XVIII. De esta dinastía «destaca tam- bién la toma de conciencia, el he- cho de que sus miembros se inscri- ban entre los principales nombres del liberalismo valenciano del mo- mento, a través de un contacto no sólo profesional sino personal y con el resultado de la impresión de va- liosas obras comprometidas con este movimiento», asegura Nico- lás Bas. Del mismo modo es sig- nificativa «la vinculación de los Orga con el jansenismo francés y la impresión de textos del movimien- to afrancesado, de obras prohibidas en España en aquel momento», añade. De hecho, gran parte de las obras impresas por José de Orga, hijo del primer impresor de la di- nastía, fue de una temática mar- Els poemes i algunes proses del clàssic del segle XV Joan Roís de Corella, en una nova edició bilingüe valencià-castellà a cura d’Eduard Verger (pàg. 3). Llibres La saga de los Orga destacó por la calidad de sus ediciones y por su conexión con el pensamiento ilustrado Impresores en la Valencia del XVIII posdata pd Suplemento Cultural 1 Levante EL MERCANTIL VALENCIANO Viernes, 13 de mayo de 2005 >> ❙❙❙ Los Orga cuidaron con esmero el papel, los grabados, la tipografía, los autores y los contenidos COMPOSICIÓN DE TEXTOS. Grabado en el que aparecen operarios trabajando en una imprenta del siglo XVIII. LEVANTE-EMV MAPA DE TOSCA. Localización de los libreros en la Valencia ilustrada. LEVANTE-EMV

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Page 1: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd · dinastía de impresores en la Va-lencia del siglo XVIII, ... ducción de la Biblia del latín al castellano en España, en doce vo- ... que resume

Ana GimenoLos Orga formaron parte de latríada de impresores más impor-tante de la Ilustración valenciana,junto con los Monfort y los Bor-dazar. Sus obras impresas se dis-tinguieron durante un siglo nosólo por su elevada calidad, sinopor ser auténticas obras de arte.No escapó a la atención de esta di-nastía de impresores desde laelección del papel hasta el cuida-do en la selección de grabados, ti-pografías, prestigiosos correcto-res de textos, autores y conteni-dos, pero además destacaron es-pecialmente por su compromisocon los movimientos políticos, re-ligiosos y culturales de su época,llegando incluso a publicar librosprohibidos y traducir obras rele-vantes hasta el momento inéditasen nuestro país. Los Orga fueronademás los impresores que ma-yor número de títulos imprimie-ron en el siglo XVIII valenciano ysu labor, tanto en el ámbito pro-fesional del sector del libro comoen el ámbito político e ilustradode la época, ha sido recogida enun interesante trabajo por Nico-lás Bas Martín en Los Orga: unadinastía de impresores en la Va-lencia del siglo XVIII, publicadopor Arco Libros.

La dinastía de los Orga comoimpresores se inicia en el sigloXVIII y se remonta a José Jaimede Orga, el único impresor va-lenciano que tuvo una formaciónnacional y europea con el fin deperfeccionarse en el ejercicio desu oficio. De trabajar en Valencia,en los talleres de Bordazar, JoséJaime de Orga se trasladó a Ma-drid, donde estuvo al frente deMercurio, una de las publicacio-nes periódicas más importantesdel momento, y donde continuósu labor de impresor, principal-mente de obras religiosas y, enlos últimos años, de comedias. Aél le siguió su viuda, Antonia Gó-mez, hija de impresores, que tras-ladó la imprenta de nuevo a Va-lencia, y a la que se deben algu-nas de las mejores obras impre-sas por la dinastía. A ella la suce-

dieron sus hijos, Tomás y José —quien finalmente regentó la im-prenta familiar—, con quienes lle-gó el esplendor tipográfico de lafamilia y cuya obra fue paralela ala producción intelectual de laIlustración valenciana.

Clásicos grecolatinos y humanistasLa dinastía de los Orga «desta-

có especialmente por la calidad desus obras, pero también por su im-portante conexión con los ilustra-dos de la época», explica Bas. Im-primieron un importante núme-ro de clásicos grecolatinos, edi-taron a los humanistas del XVI ycontribuyeron a la divulgación detextos entre las clases popularesal editar en la lengua vulgar. Unamuestra es la edición de los Orgade La Biblia en pasta, primera tra-ducción de la Biblia del latín alcastellano en España, en doce vo-lúmenes, que recibió su nombrepor la denominada pasta valen-ciana que se utilizó para su en-cuadernación.

Esta dinastía «contribuyó a ladifusión de los autores más insig-nes de la literatura de la época yllevó adelante el programa de losilustrados valencianos, con la edi-ción de casi mil obras», afirma elautor del estudio. De todos estos

títulos impresos por la familia,casi seiscientos fueron comedias,la mayoría de Calderón de la Bar-ca y Lope de Vega, adaptadas parafacilitar la lectura a las clases po-pulares, «añadiendo numerosasilustraciones o utilizando una ti-pografía más atractiva de lo queera habitual». De hecho, la seriede comedias impresas por losOrga es una de las más impor-tantes del siglo XVIII.

De esta dinastía «destaca tam-bién la toma de conciencia, el he-cho de que sus miembros se inscri-ban entre los principales nombresdel liberalismo valenciano del mo-mento, a través de un contacto nosólo profesional sino personal y conel resultado de la impresión de va-liosas obras comprometidas coneste movimiento», asegura Nico-lás Bas. Del mismo modo es sig-nificativa «la vinculación de losOrga con el jansenismo francés y laimpresión de textos del movimien-to afrancesado, de obras prohibidasen España en aquel momento»,añade.

De hecho, gran parte de lasobras impresas por José de Orga,hijo del primer impresor de la di-nastía, fue de una temática mar-

Els poemes i algunes proses delclàssic del segle XV Joan Roís deCorella, en una nova edició bilingüevalencià-castellà a cura d’EduardVerger (pàg. 3).

Llibres

La saga de los Orga destacó por la calidad de sus ediciones y por su conexión con el pensamiento ilustrado

Impresores en la Valencia del XVIII

p o s d a t apdSuplemento Cultural

1Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 13 de mayo de 2005

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Los Orga cuidaroncon esmero el papel,los grabados, latipografía, los autoresy los contenidos

COMPOSICIÓN DE TEXTOS. Grabado en el que aparecen operarios trabajando en una imprenta del siglo XVIII.

LEVANTE-EMV

MAPA DE TOSCA. Localización de los libreros en la Valencia ilustrada.LEVANTE-EMV

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C. A.Los muñecos no sólo sirvenpara jugar. Todo lo contario.Con ellos también es posible de-nunciar, criticar, luchar, reivin-dicar. Protestar contra la gue-rra, contra la discriminaciónpor la orientación sexual. O,simplemente, disfrutar. Justa-mente eso es lo que han conse-guido el fotógrafo Julián Gabal-dón y el estilista Cristian Sán-chez, Atodogas, en su últimapropuesta estética y artística:Juego de muñec@s, que estosdías se expone en el restauran-te Corretgeria 33 de Valencia.

Según sus autores, las foto-grafías, «sobre todo, pretendendivertir con un sentido estéticointimista». Y es que Juego demuñec@s surge con la idea dereducir escenas y comporta-

mientos reales al plano de lo in-móvil y la quietud. «Las imáge-nes, lejos de frivolizar sobre te-mas tan en tela de juicio comola homosexualidad o la poliga-mia, o tan eludidos por la opi-nión pública como la zoofilia oel sado, ofertan una perspectivacolorista y divertida al que mirasin prejuicios y está dispuesto adigerir que, muchas veces, larealidad no es otra cosa que purojuego», explican los integrantesde Atodogas.

Como hilo conductor del con-junto de fotografías, que puedenadquirirse en el mismo local,destaca un trasfondo sexual yeconómico, aspectos en tornoa los cuales «giran numerosassituaciones de nuestro día adía… si no todas». Tanto JuliánGabaldón como Cristian Sán-

chez destacan que Juego demuñec@s parte de un concep-to «de libertad y respeto, reali-zando un repaso a las distintasopciones sexuales enmarcadasen una atmósfera rebosante dela luz y el color que nos inspiraesta ciudad».

La exposición se divide endos acabados: uno laminado,que resume las imágenes mássugerentes, con un fin decora-tivo, y otro que mezcla imáge-nes en blanco y negro, color yproceso cruzado, correspon-dientes a las escenas más atre-vidas de la obra.

Juego de muñec@s se expu-so por vez primera en el cono-cido Café de la Seu de Valen-cia. Además, ha recorrido di-versos locales de otras ciuda-des de España.

La última propuesta del equipo Atodogas

«Muñec@s» que protestan

2 ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 13 de mayo de 2005

cadamente política, sobre todoa partir del impacto en Valenciade la llamada guerra del francés.Participó, explica el autor, «de loque el hispanista Jean René Ay-mes denominó la guerra de opi-nión, textos comprometidos de losque, en el caso valenciano, con-tamos con una destacada pro-ducción en las prensas de José deOrga». Fueron, entre otros, losOrga los que introdujeron la En-ciclopedia francesa en España,que especialmente en Valenciafue leída y conocida gracias aesta familia de impresores, pesea haber sido prohibida en unabula del papa Clemente XIII, yesta prohibición difundida am-pliamente por el inquisidor ge-neral. El gobierno no sólo man-tuvo un férreo control sobre laimportación de libros, sino queprohibió «las conversaciones enlas librerías» donde las tertuliassobre los episodios revolucio-narios y las novedades literarias,traducidas del francés o no, erancorrientes, y los Orga no eranajenas a ellas.

La curiosidad intelectual delos Orga fue destacable. De sutaller salió la primera edición enEspaña de las obras románticas,

Atala o los amores de dos salva-jes en el desierto, y René, ambasde Chateaubriand, cuyo traduc-tor mutiló por temor al SantoOficio. En publicaciones perió-dicas también estuvo presenteel apellido de esta familia y, aprincipios del XIX, los herma-nos Orga estamparon algunosperiódicos de ámbito nacional,como la Gazeta Ministerial deSevilla y el Correo de Murcia.

El trabajo de investigación deNicolás Bas Martín reconstru-ye también el mapa que mues-tra la localización física de losimpresores valencianos de laépoca en la ciudad. La mayorparte de los impresores se ubi-caba en aquellos lugares en losque la demanda de libros eramayor, y en aquellos momentos

eran el Mercado Central, la Uni-versitat y el Palacio Arzobispal.La investigación muestra unaciudad de Valencia «muy diná-mica, tal vez más incluso que elMadrid y la Barcelona de la épo-ca, en cuanto a efervescencia cul-tural», afirma Bas.

Durante el siglo XVIII, la Uni-versitat de València fue uno delos garantes de la industria tipo-gráfica valenciana, como consu-midor y como cliente productor.José de Orga fue uno de sus me-jores clientes, como lo atesti-guan los numerosos contratosfirmados entre el impresor y lainstitución, ya que la Universi-tat, pese a haberlo intentado, notuvo imprenta propia hasta bienentrado el siglo XIX. En aquellaépoca, a instancias de la Uni-versitat, se editaron textos degran éxito en la Europa del mo-mento, sobre materias como de-recho, religión, botánica, filoso-fía y anatomía, entre otras. Delas obras que en mayor númeroimprimió José de Orga para laUniversitat de València se en-cuentran conclusiones universi-tarias o disertaciones para gra-dos o cátedras, como la realiza-da en 1794 sobre antigüedadeshebreas, conclusiones realiza-das por Miguel Moncho, cate-drático de locis theologicis, por laque Orga cobró 174 reales; ree-diciones de manuales universi-tarios, como los diez volúmenesde la obra de Estio In magistrumsententiarum —para las que em-pleó cuatro años—, o las orde-nanzas de la cátedra de Medici-na, en 1798.

Las tiradas de los Orga osci-laron entre los mil y los dos milejemplares, cobraban normal-mente 64 reales por cada pliegoimpreso y 24 reales por cada res-ma de papel utilizado, que habi-tualmente era el llamado enton-ces papel fino de impresión y elpapel regular y marquilla. Las le-tras utilizadas por el impresor«fueron muy variadas, desde lallamada Entredos, que utilizó enlibros como la Filosofía de Jac-quier, pasando por la lectura chi-ca y la letra griega que usó en losseis tomos de la obra del cano-nista Selvagio, Disciplina ecle-siástica», explica Nicolás Bas.

Con la muerte de José deOrga en 1809 se extinguió larama familiar del siglo XVIII quecontinuaron en la nueva centu-ria José Ferrer de Orga y Joséde Orga y Piñana, pero las obrasimpresas por éstos no alcanza-ron ya la calidad, belleza y volu-men de sus predecesores.

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pd

Lletres ValencianesDir.: Rafael ColomaDir.General del Llibre i BibliotequesNúm. 14. Hivern 2005

La Biblioteca Paulo Freire, elgran pedagog brasiler, que pu-blica Denes en col·laboracióamb el Centre de Recusos d’E-ducació Contínua, és el temad’obertura de la publicació: lacol·lecció és un referent per alsensenyants. La revista, que ofe-reix ressenyes de les novetatseditorials valencianes, es tancaamb un article sobre la llibreriade la Universitat de València.

IMÁGENES

REVISTAS

Portadas de dos libros editadospor los Orga: «Consideracionessobre el hilado y torcido de laseda» (arriba) y «La Biblia Vulgatalatina traducida en español».

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A instancias de la UVse editaron textos degran éxito en Europasobre derecho,religión o botánica

ANTIMILITARISMO. Las fotografías pretenden divertir, a la vez que reivindicar y provocar.

ATODOGAS

MonoDir.: M. Rubio y otrosAsociación Cultural MonoNúm. 6. Primavera 2005

Con «El miedo y otras catás-trofes», la revista traza un reco-rrido desde el miedo íntimo alterror social, y analiza el riesgoglobal y la sociedad postdemo-crática. También aparecen lasobsesiones de Woody Allen olas catástrofes recogidas en losfotolibros de Ernst Jünger. Y lapintura de Chema López comonexo comunicador de la bipo-laridad entre el bien y el mal.

CaràctersDir.: Vicent AlonsoInstitut Interuniversitari de FilologiaValenciana, núm. 31. Abril 2005

«Lionel Trilling, la crítica sere-na», d’Alfred Mondria, és l’arti-cle que obre aquesta revista dellibres. Hi destaquen també l’en-trevista al pintor i poeta A. Rà-fols-Casamada; els textos sobreJep Gouzy, al qual es dediquenles pàgines centrals, i el co-mentari de Susanna Rafart so-bre les Memories de ultratumba,de Chateaubriand. Les il·lustra-cions són de Ramón Ballesté.

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Elizabeth GaskellNorte y SurAlba, Barcelona, 2005

ElizabethGaskell(1810-1865)retrata losconflictossociales ypolíticos de-rivados de larevoluciónindustrialen la Ingla-terra del siglo XIX, a través dela historia de Margaret Hale,una joven del Sur que por cir-cunstancias familiares se veobligada a trasladarse al Nor-te, a la ciudad de Milton.

ANAQUEL

Raúl M. RiebenbauerEl silenci de GeorgRBA / La Magrana, Barcelona, 2005

Publicat encastellà i ca-talà simultà-niament, elllibre és elresultat d’u-na llarga re-cerca sobreHeinz Ches,executat agarrot el 2de març de 1974, el mateix diaque Salvador Puig Antich. Na-rrat en primera persona, l’autoraconsegueix que el lector l’a-companye en els diversos mo-ments de la seua investigació.

Czeslaw MiloszLa ment captivaPub. Universitat de València, 2005

Premi No-bel de Lite-ratura 1980,Milosz és undels gransautors polo-nesos con-temporanis.En aquestassaig, con-siderat unclàssic del pensament antitotali-tari, el poeta i novel·lista dissec-ciona els mecanismes de domi-nació social a través de les ide-es, partint de la realitat de laPolònia dominada pels soviètics.

António Lobo AntunesYo he de amar una piedraMondadori, Barcelona, 2005

La obramás auto-biográfica ytal vez máspersonal deA. Lobo An-tunes (Lis-boa, 1942),describe unviaje a nin-guna parte,en el que el autor habla de susviejas obsesiones: su primeramujer, sus padres poco afec-tuosos, su barrio de Benfica,el hospital, etc. Un texto poli-fónico y experimental.

Joan Roís de CorellaPoesíasEdició i traducció d’Eduard VergerDenes, València, 2004

Antoni GómezEn escriure sobre el poeta, tra-ductor i estudiós de la literaturacatalana Eduard Verger el críticha d’aturar-se necessariàment iaprofitar l’avinentesa per aproxi-mar el seu treball literari al lectormés enllà de l’obra objecte del co-mentari. Dic això perquè Vergerés un lletraferit que ha estat al da-rrere d’importants iniciatives li-teràries i tanmateix el seu nomsempre ha passat una mica desa-percebut per a una gran majoria.Qui sap si pel seu tarannà discret,d’home allunyat per naturalesadels grans aldarulls públics, en-cara que sempre present en algu-nes de les tertúlies literàries mésimportants de la ciutat de Valèn-cia dels anys huitanta i noranta.

En este sentit, cal fer recomp-te dels fets si el lector ho permet icomençar amb l’anàlisi del llegatde la revista Cairell, de la qual foufundador i director, com a plata-

forma d’expressió i renovació dela generació dels setanta a Valèn-cia. Josep-Lluís Bonet, Marc Gra-nell, Josep Piera i Josep-Lluís Se-guí formaven part de la redacció.A Cairell publicaren, entre 1979 i1981, Ignasi Mora, Manel Rodrí-guez Castelló, Gaspar Jaén i Ur-ban, Adolf Beltran, Isabel Robles,Joan Navarro, Rafael Ventura-Me-lià, Rodolf Sirera, Quico Bellveser,Salvador Jàfer, Xavier Bru de Salai Albert Ràfols Casamada, entre al-tres. Eduard Verger també ha pu-blicat dos poemaris i traduït al ca-talà Attila Jòzsef, Jean Tardieu,Paul Éluard i Yves Bonnefoy, amés de ser l’autor de l’antologiadels poetes valencians (1983-1988), una edició en tres volumsde la Biblioteca d’autors valen-cians, aleshores dirigida per JoanFuster en edició d’Alfons elMagnànim.

El mèrit d’Eduard Verger enesta ocasió és aproximar al lectorde llengua castellana l’obra d’unclàssic valencià que ha jagut al poude l’oblit literari durant cinc llar-guíssims segles. L’edició bilingüeestà formada per les poesies com-pletes i per una selecció de proses,entre les quals cal destacar la co-neguda Tragèdia de Caldesa.Comescriu en el pròleg, «frecuentar laspoesías de Joan Roís de Corella esun placentero ejercicio perfecta-mente digno de ser compartido sinnecesidad de premisas docentes nide oportunidades conmemorati-vas». Una necessitat bibliogràficaindubtable perquè des del segleXV fins el començament del XXRoís de Corella va romandre sotaterra fins que el català Miquel iPlanas, l’any 1913, el va recuperarper a major glòria de les nostreslletres. En este sentit, Verger re-

clama també la peremptòria ne-cessitat d’una bona edició críticaque resta per fer, no debades en-cara cal anar als manuscrits origi-nals perquè les edicions que sen’han fet són limitades filològica-ment parlant.

La veritat és que Roís de Core-lla, mestre en teologia, un delsgrans prohoms de l’aristocràciade la ciutat de València del segleXV, integrant de les famoses ter-túlies de Berenguer Mercader iBernat Fenollar, va passar els se-gles sense pena ni glòria. I en elmoment fou recuperat les seuesproses es van considerar un arti-lugi verbal excessivament retòrici llatinitzant. En certa manera, lafigura de Corella exemplifica laidea que l’humanisme català nofou més que un reflex de les no-vetats i de les modes del Renaixe-ment italià. Això no vol dir que lesseues poesies, en total 19, no ha-gen gaudit d’un gran prestigi ique, fins i tot, el poema La garsa il’esmerla fóra musicat pel cantantRaimon, i que tres o quatre poe-mes, segons Verger, no siguenconsiderats obres mestres. Restaclar que Roís de Corella fou unhome de vida «apacible i ordena-da que va estudiar teologia», és a

dir, la seua obra no és auto-biogràfica, com la d’Ausiàs Marchen tants aspectes, i no va ser, nocal dir-ho, un home enamoradís isotmés als vaivens del cor i lesgran passions.

L’edició bilingüe en el seu con-junt és força reeixida. En la prosas’ha seguit un criteri de literalitati en la poesia s’ha utilitzat l’equi-valent castellà del decasíl·lab ca-talà, l’endecasíl·lab, i en determi-nades ocasions l’alexandrí de ca-torze síl·labes. A més, al final del’edició trobem unes aclaridoresnotes que ens il·luminen els epi-sodis mitològics i bíblics normal-ment allunyats del lector mitjà.Comptat i debatut, esta edició deles poesies i les proses de Roís deCorella al castellà feta per EduardVerger és una aportació benvin-guda. Edicions de Joanot Marto-rell, Ausiàs March, ara Roís deCorella… l’any 2004 ha sigut fèr-til en novetats que impliquen elsnostres clàssics. I encara més, l’e-ditorial Barcino de Barcelona aca-ba de publicar, dins de la històri-ca Els nostres clàssics, una novaedició de les poesies de Jordi deSant Jordi, a càrrec del romanis-ta italià Aniello Fratta. Mancan-ces, buits, necessitat de revisió,siguen unes o altres les raonssempre són benvingudes i revifa-dores. Malgrat tot, els estudiosostreballen i les editorials manifes-ten el seu interés pels autors desempre. I per últim destacar, unavegada més, la magnífica col·lec-ció de poesia Calabria, de l’edito-rial Denes de València, dirigidapel poeta Vicent Berenguer, undels editors de poesia indepen-dents/resistents més importantsde la ciutat de València de les úl-times dècades, sens dubte.

Josep PieraA JerusalemEdicions 62, Barcelona, 2005

J. RicartTot llibre de viatges és per essèn-cia pura tautologia. Viatgem perpartida doble: una física cap a ge-ografies ignotes i una altra men-tal, com a tota literatura que s’a-precie. I és justament això el quesucceix en el llibre d’aquesta set-

mana. Després d’ Estiu grec i Se-duccions de Marràqueix, l’assa-gista, narrador i poeta Josep Pie-ra (Beniopa, 1947) ens lliura elseu darrer treball A Jerusalem,amb el qual sembla completar (i potser tancar) el seu periple perl’orient i alhora la seua trilogia so-bre la Mediterrània.

Malgrat la seua catalogaciócom a llibre de viatges, a l’igual queen altres anterios, l’autor barrejamagistralment realitat i ficció, finsal punt de no saber ell mateix des-triar-les: «La memoria, com el de-sig, s’esborra a poc a poc i es fa fic-ció». El mateix fa amb els gèneres,fins aconseguir un tot unitari entrenarracions curtes, la forma d’undietari o les reflexions, més prò-pies d’un assaig. A més a més a Pie-ra li agrada jugar a l’ambigüitat:fondre i confondre el jo amb l’es-pill del jo, la prosa amb el lirisme.

És evident que molts del seusseguidors intentaran establir sí-mils amb els darrers títols. Si aMarràqueix cantava el plaer, lasensualitat, a través de la intuïció iun estil barroc, a Jerusalem en tro-

barem dolor, i una escriptura mésreflexiva i força sintètica. Però,sens dubte, el que més crida l’a-tenció (i tal volta l’allunya més dela seua producció) és la seua frag-mentarietat. És a dir, capítolsbreus articulats a partir d’unes pa-raules espontànies, la carta d’undesconegut, una frase sentida enuna cafeteria, o el record d’un amicmort. El motiu ens l’aclara el ma-teix autor en una entrevista: «Jeru-salem és el mirall on cadascú aca-ba trobant-se a si mateix, en un jocon cada persona veu reflectida laimatge dels seus referents. (…) Hiha moltes Jerusalems, perquè Jeru-salem és moltes coses alhora».

El text ens proposa un dobleviatge: un mental, a mode d’intro-ducció mitjançant les lectures d’al-tres viatgers catalans com Costa iLlovera, Maria Antònia Salvà, Ver-daguer o Pla; i un altre físic i realper la Ciutat Santa: un recorregutper alguns indrets com la Muntan-ya Sagrada, la sinagoga d’Hurva ola Tomba del Jardí. «Tot viatge éstraslladar-se per un paisatge dememòries, de ficcions i de ruïnes».

El tema principal, a banda de lesvisions de la mítica ciutat, és la re-flexió sobre el problema de rerefons: el conflicte entre palestins iiraelians. Tanmateix en aquestespàgines no apreciarem cap posi-cionament de l’autor sobre uns oaltres. A Piera li interessa el mónde les religions, en la seua dimen-sió cultural, no pas política. D’a-questa manera intenta mantenir isostenir una postura equidistant iun to neutral. «Jo intente compren-dre les raons i les desraons que elsuneixen i els separen alhora, i aixòm’ho permet el meu món de simpa-ties pels dos bàndols».

En definitiva, l’escriptor haconstuït la seua pròpia Jerusalempersonal a partir d’un conglome-rat de visions i lectures, de barre-ges entre realitat i ficció, entre na-rració i poesia. Un llibre que de-fuig la descripcció d’altres llibresde viatges, i que per una bandaens acosta el problema diari dePalestina i per altra, analitza comun ciutadà més els atemptats del’11 de setembre. Una invitaciómolt particular cap al bressol deles tres religions: «On les contra-diccions humanes s’han viscut i esviuen amb més intensitat, on les re-alitats es tornen metàfores i lesmetàfores realitats».

La traducció al castellà dels poemes i algunes proses de Joan Roís de Corella

Una aportació literària necessària

Un viatge personal per la capital de les religions monoteistes

La Jerusalem de Josep Piera

pd 3Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 13 de mayo de 2005

LLIBRES

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L’obra d’un clàssicvalencià que ha jagutal pou de l’oblitliterari al llarg decinc segles

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Chema de LuelmoSostenía Benjamin que toda críti-ca ha de intentar equipararse, e in-cluso competir, por así decir, conel objeto de su acción. No sola-mente debe hacer visible, parabien o para mal, sino hacerse almenos tan visible y perdurablecomo aquello que la motiva. Ha-cer de la crítica creación puede serplausible cuando el referente esmás o menos afín —literario o te-atral, por ejemplo— y, desde lue-go, la obra de Benjamin cumpliócon creces esa intención. Pero esepotencial artístico se tambalea aloperar sobre una entidad atroz,sobrecogedora, desmesurada. Enese punto preciso la exégesis cre-adora se detiene de súbito, depuro temblor, y sólo puede en-tonces recobrar cierta entidadcombatiendo a dentelladas losmordiscos.

Sin embargo, Provocación esbuena muestra de que ambas ver-tientes, la plástica y la feroz, pue-den coexistir y redoblar así su con-tundencia. Porque Stanislam Lemnos propone no un ensayo histó-rico o filosófico, ni tan siquiera tes-timonial, sino algo más simple y ala vez más complejo: un insólitoejercicio de «crítica-ficción». Pro-vocación es una aleación de lo pa-raliterario con lo más real que sepueda concebir, pues resulta dearticular dos largas recensionesacerca de ensayos ciertamenteficticios, inexistentes —de los cua-les se adjuntan incluso las su-puestas portadas—, pero que gi-ran en torno a una cuestión de unacrudeza irrecusable, a saber, lamaldad humana. La falacia fun-cional de esa doble reseña permi-te a Lem desarrollar una digre-sión más honda, hiriente y deso-ladora que si se viese abocado aseguir los patrones y los formu-lismos de un modelo historiográ-

fico o netamente filosófico. Me-diante este planteamiento peri-frástico, las ideas se liberan del rí-gido armazón de las disciplinascientíficas y son vertidas sin am-bages, a discreción, como nacidasde una náusea incontenible. Y losresultados son estremecedores.

En primer lugar, y con la coar-tada de reseñar El genocidio, de

un tal Horst Aspernicus, Lem seexplaya en consideraciones muysubjetivas acerca del exterminio.Una somera antropología del ge-nocidio, por ejemplo, le permitecontrastar cómo en la antigüedadquizá tuviese una motivación ma-terial, económica, asociada al so-metimiento del adversario, ycómo se convirtió en manos delnazismo en una pura fantasmago-ría necesitada, a toda costa, de unajustificación de la cual carecía porcompleto. De hecho, «lo caracte-rístico del genocidio moderno es elfalseamiento de sus causas», y losjerarcas nazis se afanaron en cons-truir una motivación a la altura desus actos: la culpabilidad inhe-rente a todo el pueblo judío, y lasuprema justicia implicada en suaniquilación. Es ahí donde la agu-deza crítica de Lem construye unode sus argumentos más origina-les y virulentos, al relacionar todoel aparato exterminador, desde elprimer elemento al último, con uninmenso espectáculo kitsch.Pare-ce obvio calificar de ese modoaquella arquitectura pomposa yhueca, las ceremonias grandilo-cuentes, la gestualidad engoladao los uniformes circenses, pero nolo es tanto vincularlo con el asesi-nato masivo al borde de las fosas,en las cámaras de gas, en los fur-gones herméticos. Y aun así el

kitsch se coló también ahí, nosdice, bajo la forma de una causali-dad absurda y desquiciante, deuna dramaturgia pseudobíblica —el Juicio Final del presunto puebloelegido, y el «pueblo elegido» parallevarlo a cabo—, y de un ritual dela desnudez que parecía tomado apartes iguales de El Bosco y deloscurantismo medieval. «Algo te-nía que llenar ese vacío sin estilo»en el contexto de un movimientoque consistía, precisamente, enuna estetización de la violencia, yla amalgama de esa «voluntad deforma» con la ejecución en cade-na devino un estremecedor en-gendro que atestiguará, por siem-pre, cuál es el resultado último dela disociación entre estética y éti-ca —fenómeno éste que, todo seadicho, se manifiesta por doquieren nuestra sociedad.

Tras esa primera reseña, el co-mentario a Un minuto humano —el segundo texto— parece, a pri-mera vista, la ocasión para el ne-cesario desahogo, el momento dela sonrisa y la distensión. No espara menos: un par de estadouni-denses (Johnson & Johnson) pu-blican un estudio en profundidadacerca de qué acontece en un mi-nuto cualquiera de la humanidadreciente, ahí es nada. Decesos, en-fermedades, coitos, suicidios, ac-

ciones de lo más diverso… todoqueda registrado en él medianteclasificaciones, tablas estadísti-cas, comparativas, cálculos deprobabilidades o aproximaciones.Todo. Y este empirismo avaricio-so que rompe el saco —Ortega lodenominaba «datofagia»—, estapatética estupidez a lo Bouvard yPécuchet, motivará página tras pá-gina una incontenible hilaridad.Pero cuidado: Lem está jugandocon nosotros, nos sabe estreme-cidos después de lo anterior y nosrocía de repente con este «gas dela risa» que hace olvidar lo reciénleído justo para reincidir subrep-ticiamente en ello. Porque dondeantes hubo cadáver sobre cadá-ver, mera cosificación del ser hu-mano, ahora aparece cifra sobrecifra, individuos sin nombre, enti-dades genéricas, más de lo mismopero de otra forma. Seis millonespor allá; dos coma siete por acá:modalidades de un idéntico tratohacia «la masa humana», de unaconsideración análoga —nula—hacia la vida.

Y es que el carácter perversode la razón instrumental reside enesa supeditación de los medios afines específicos, en arrasar a talefecto toda posible diferencia,toda particularidad, todo cuantoes propio, en definitiva, de la exis-tencia individual. Víctimas realeso figuradas, anuladas en hornos omediante inventarios… idénticasvíctimas, en fin, de una idénticamanipulación, nos indica Lem consu doble ejercicio de metacrítica.Hay una frase común en las dosreseñas que componen esta pro-vocación que es Provocación, y node un modo accidental, desde lue-go: «El mal es más multiforme queel bien», reza lacónicamente. Heaquí dos muestras, pero sólo dos,de entre miles a nuestro alrede-dor. Estamos avisados.

Grace PaleyCuentos completosTraducción de José Mª Álvarez Flórez,Susana Contreras, Enrique Hegewicz,César Palma y Ángela PérezAnagrama, Barcelona, 2005

Manuel ArranzYo creo que el poco interés que,con excepciones, y a pesar de lahiperbólica propaganda que las

precede, suscitan hoy en día lamayoría de las novelas actuales,se debe principalmente a que lamayoría de los novelistas actualesno hacen otra cosa en el fondo quecontarnos su vida. Y no digo quela vida del novelista no tenga nadaque ver con la novela que escribe,faltaría más, pero de ahí a preten-der que los lectores estemos in-teresadísimos en sus fobias y ob-sesiones media un abismo. De-masiados escritores, demasiadosartistas, demasiados profesores ypolíticos y hasta editores prota-gonizan hoy las novelas, y eso queesas profesiones representan enconjunto sólo un 0’0001 por 1000(más o menos) de la población to-tal de hombres y mujeres que po-blamos este mundo, algunos delos cuales seguimos teniendo elvicio de leer.

Esta tonta reflexión se me ocu-rrió mientras leía los Cuentos com-pletos de Grace Paley, animadopor un reclamo publicitario de Su-san Sontag, escritora norteame-ricana poco conocida aquí, pero alparecer toda una institución enEstados Unidos. Me refiero a Gra-ce Paley naturalmente. Por la so-

lapa del libro nos enteramos queha sido una activa militante paci-fista y convencida feminista, pro-fesora en varias universidades yacreedora de prestigiosos pre-mios literarios. Pues bien, al leersus cuentos ni se le nota. Lo quesí se nota en cambio, en todos ycada uno de ellos, es que estamosante una escritora de raza. No hayuno solo de estos cuentos que nosuscite alguna reacción en el lec-tor: una sonrisa, a veces inclusouna carcajada, dependiendo de lofino que sea su sentido del humor,un suspiro, una pequeña punzadaen alguna parte de su anatomía, y,en lo que a mí respecta, algunaque otra exclamación: ¡Qué es-critora, Dios mío!

En el pequeño texto que sirvede introducción a los tres librosde cuentos que conforman estosCuentos completos, nos dice la au-tora que también intentó la nove-la, pero que fracasó. Fracasó enel intento, lo que a mi juicio tienemucho mérito. No siempre unoes consciente de sus fracasos. In-cluso hay quien pretende hacer-los pasar por éxitos. ¡Y hasta loconsigue! Que intentara la nove-

la es fácil de comprender. Hoy díano hay quien sepa escribir que nolo intente. De semiólogos a poe-tas, pasando por periodistas, pro-fesores, filósofos, críticos, y has-ta presentadores de televisión. Yomismo, sin ir más lejos, estoypensando escribir una. Ya se sabeque es el género literario por an-tonomasia, y el más lucrativo porcierto, detalles estos que quizáestén relacionados. Y yo no sé porqué no acabamos en España detomarnos el cuento en serio,cuando la literatura le debe tantí-simo a este género. Pocas nove-las actuales (en este momento nose me ocurre ninguna, pero se-guro que las hay) alcanzan las co-tas que alcanza Grace Paley consus cuentos. La autora nos dicetambién que fue incapaz de es-cribir hasta que encontró su se-gundo oído, ese que está siempreatento mientras nosotros nosocupamos de otras cosas, de esascosas a las que dedicamos la vida,y va registrando los tonos, el tim-bre, las inflexiones, de todo loque tiene voz y se expresa a nues-tro alrededor, y que tan necesa-rio es al escritor. Gracias preci-samente a ese segundo y finooído de algunos escritores pode-mos oír hoy nosotros todo el ba-rullo y ajetreo del mundo en quevivimos. Un mundo y una vidaque Grace Paley concentra en

unas pocas páginas, unos pocosdiálogos, unas pocas situaciones,cotidianas, más cotidianas impo-sible, y lo hace con una ironía yuna naturalidad asombrosas. Haypersonajes recurrentes, algunasmadres, algunos hijos, algunosmaridos, vuelven a aparecer unoscuentos más adelante. Ha pasadoel tiempo, los niños han crecido,se han echado a perder, los mari-dos se han ido con otras, hemosengordado, se ha muerto al-guien. Entre uno y otro libro derelatos transcurren bastantesaños. Batallas de amor, el prime-ro de ellos, es de 1959; Enormescambios en el último momento de1974; y Más tarde, el mismo díade 1985. Pero no sabría decirlessi hay o no hay evolución en suestilo, pues a mí todos me pare-cen magistrales y una demostra-ción palpable de que la mejor li-teratura no tiene por qué ser lite-raria, y de que siempre hay algoque decir, incluso cuando no haynada que decir.

En fin, las dedicatorias de loslibros suelen ser reveladoras, y lade éste yo creo que lo es mucho.La autora se lo dedica a una ami-ga, «mi colega en las tareas de es-cribir y ser madre», y termina conla frase que le dijo ésta tres díasantes de su muerte: «Grace, lagran pregunta es cómo tenemosque vivir nuestras vidas».

Sobre la maldad humana

Más realque lo real

Los excelentes «Cuentos completos» de Grace Paley

El otro oído

Stanislaw LemProvocaciónTraducción de Joanna Bardzinska yKasia DublaFunambulista, Madrid, 2005

4 pd ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 13 de mayo de 2005

LIBROS

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Un insólito ejerciciode «crítica-ficción»por Stanislaw Lem,el autor de «Solaris»

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Ramon GuillemCelebració de la miradaPremi Octubre de Poesia Vicent AndrésEstellésTres i Quatre, València, 2005

Juli Capilla«Salveu-me els ulls quan ja no que-di res./ Salveu-me la mirada; queno es perdi!/ Tota altra cosa emdoldrà menys, potser/ perquè delsulls me’n ve la poca vida/ que en-cara em resta, i és pels ulls quevisc/ adossat a un gran mur ques’enderroca». Aquests versos sónde Miquel Martí i Pol, del Qua-dern de vacances (1975), però benbé podrien haver estat subscritsper Ramon Guillem; si més no,pel Ramon Guillem que hi ha aldarrere de Celebració de la mira-da. I és que som això que deia elpoeta de Roda de Ter: un mur ques’enderroca, que s’ensorra senseprecipitacions: amb la celeritatinevitable amb què passa la vida.

A Celebració de la mirada, Ra-mon Guillem sap també, comMartí i Pol, que la vida és com unagran solsida i que, després de la«catàstrofe», en resta només —només— els materials informes,l’essència, d’una existència ques’escola a cada instant present,sense remei. Ramon Guillem,però —com a bon poeta que és—, no s’hi ha conformat mai, i ésamb l’afany humil que en perdu-ren, més enllà de la veritat, unespoques engrunes de la vida ques’esvaeix que ha bastit la seuaobra tota. Una obra que a Cele-

bració de la mirada parteix d’unaúnica certitud o confiança: «Ja nocrec en els mots./ Només crec enels ulls.// No escolteu la veu fon-da/ en la mirada?».

I, tanmateix, el poeta hi creu:en els mots i en la vida; en la vidai en els mots amb què, de mica enmica, ha anat edificant la seuaobra: literària i vital. Però, val adir, si m’ho permeteu, que RamonGuillem és un mentider. Perquèen realitat sí que hi creu: en lavida i en els mots, o viceversa. Sino fóra així, no existirien els seusversos, ni tal vegada existiria ellmateix. Perquè és així com esperceben els poetes: gràcies i através de les paraules, sobretotels poetes que es conceben se-gons la màxima de Wittgenstein,d’acord amb la lògica del Tracta-tus. Una lògica en què el llen-guatge ens fa i ens justifica, comuna religió de paraules sense sa-cerdot l’única comunió de la qualse celebra amb un calze ple a ves-sar de paraules. Una comunióque és celebració —sobretot—de la carn. Un ritual en què el ma-teix poeta és el sacerdot de l’amori l’estimada n’és, tan sols, el novi-ci («Jo sóc l’home que esperaves.(...) Cap home/ t’ha conegut comjo./ Ningú pot saber/ la infinitaànsia del sol/ per ser música ador-mida als teus braços/ ni la trans-parència marina del vidre:/ pure-sa perfecta en les pupil·les./ Nin-gú et podrà conèixer tant./ Nomésjo./ Sí —com pot ser que encarano ho sàpies?/ Jo sóc l’home que es-peraves»), tal qual els versos d’enJoan Salvat-Papasseit: «Ser mes-tre d’amor/ qui no pagaria,/ araque en sóc jo/ l’aprenenta em tira».

Ramon Guillem sap de l’inefa-ble transcórrer del temps i, peraixò, celebra la joia de l’amor, elritual adelerat de la carn, en ca-dascun dels instants viscuts:

«Amant,/ si un dia has de perdrel’amor/ no perdes també el mar!/Que en tota ona/ hi ha un secretamagat:/ l’eco vibrant d’una folliaindefinible,/ un pou de llum ines-gotable:/ és l’aigua, l’aigua del cosque sempre torna». Perquè Gui-llem sent la vida sense les es-tridències de cap religió servil,sense cap esperit mesell. PerquèGuillem defuig tota mena d’es-clavatges. Perquè Guillem sapque, al capdavall, la religió és unritual impossible on l’«etern re-torn» és únicament un mite ques’enfonsa amb l’única veritat queens salva: la veritat de la mort queens redimeix. La veritat de lamort del poeta també que, noobstant això, pot servar encara —encara!— les restes d’un naufra-gi que consisteix a mirar —i a ce-

lebrar— la cerimònia peremptò-ria, efímera i meravellosa de lavida a través dels ulls: «Ara al cel/el calze de la pell,/ beu-te la llum/en la carn que brunz!// Abella enel rusc/ faré niu en el pou de l’ull:/el teu sexe vi de mel/ que encerclael meu com un anell!». Una ce-rimònia que restarà per sempreal nostre abast gràcies als versosdel poeta.

Cercles de la mirada és un po-emari de coses essencials, de be-lles metàfores, de mentides peti-tes i de grans veritats. Un recullamb el qual l’autor completa uncicle líric que va encetar ara favint anys, l’any 1985, amb D’ongran desig s’engendra, i que pro-met, en un futur més o menys prò-xim, noves i fructíferes composi-cions poètiques.

El paradís de la infantesaDario FoPaís de faulaTrad. de Josep Ballester i Enric SalomBromera, Alzira, 2004

J. C.Dario Fo (San Giano, Itàlia, 1926)és un home de teatre. Dramaturg,actor, bufó, pallasso, prestidigita-dor, autor d’una obra prolífica, ambun sentit de l’humor fora mida,compromés amb el seu temps... Foés, a hores d’ara, una de les re-ferències més destacades de ladramatúrgia internacional. No de-bades, ha rebut infinitat de premisen reconeixement a la seua tra-jectòria i, l’any 1997, va ser distin-git amb el Nobel de Literatura.Però, d’on li ve aquesta dèria pel

teatre i per les històries? A País defaulapotser hi trobarem bona partde les raons que expliquen totauna vida consagrada al teatre i a lacreació.

País de faula, però, no és unabiografia a l’ús sinó una narraciósobre la infantesa de Dario Fo con-tada pel mateix Fo. Una narraciósobre els fets, personals i històrics,que van marcar la seua vocació pelteatre. Fo ho adverteix al pròleg,tot citant Bruno Bettelheim, se-gons el qual «“N’hi ha prou que emdoneu els set primers anys de lavida d’un home, allí hi és tot, la res-ta quedeuvos-la”. Jo he volgut exa-gerar: un n’oferisc deu, i algun ca-pítol cap a la maduresa... creieu-me, ja n’hi ha prou!». I és que País

de faula ens remet a un momentmàgic en la vida del dramaturg ita-lià. Una màgia que se li va enco-manar des de ben menut i que l’haacompayat durant tota la seua tra-jectòria professional i vital.

Els anys d’infantesa de Dario Fotranscorren entre el poble italià dePorto Valtravaglia, petitó i fronte-rer, i la proximitat d’una Suïssa pa-radisíaca. Parasidíaca per alsadults i per als xiquets perquè Ità-lia vivia les hores més feixuguesdel feixisme i el país transalpí arre-cerava encara uns bocins de lli-bertat i d’abundància perduts alsud de la serralada alpina. Un po-ble, Porto Valtravaglia, que es dis-tingia de tots els altres perquè hihavia els millors fabuladors d’Ità-

lia. Un país i una època plena depersonatges curiosos, d’idealistescombatius i d’anarquistes resis-tents. A dintre la família mateix,Dario Fo tenia una galeria de per-sones de faula: el pare era cap d’es-tació, i això comportava l’avantat-ge de poder viatjar, quan ningú noho feia si no era per necessitat; unavi savi mig tronat; una mare queesdevingué sempre còmplice delsseus jocs i fantasies...

Una obra encantadora sobre elmón meravellós que Dario Fo vaviure d’infant. El món meravellós ifantàstic que l’ha acompanyat du-rant més de setanta-cinc anys i queel va dur a fer de la ficció la seuaraó d’escriure i, sobretot, de viure.Una obra deliciosa.

pd 5Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 13 de mayo de 2005

LLIBRESLa selecció de la setmana

Premi de Poesia Vicent Andrés Estellés, Ramon Guillem parla en «Celebració de lamirada» del transcórrer del temps i de la celebració de l’amor, un recull que com-pleta el cicle líric que l’autor va encetar l’any 1985 amb «D’on gran desig s’engendra».

Salveu-me els ulls... i les paraules

L’ESCRIPTOR. L’obra poètica de Ramon Guillem (Catarroja, 1959) ha estat traduïda al castellà i al xinès.ABELARD COMES

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Un poemari de cosesessencials, de bellesmetàfores, dementides petites i degrans veritats

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El poeta celebra elritual adelerat de lacarn en cadascundels instants viscuts

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Joan Verdú

ESTABA el domingo toman-do cervezas en el bar delos frikis cuando entró un

hombre que es peculiar. Sue-le llegar a las 13h. Y se pide undesayuno continental: unzumo de naranja, café con le-che, tostadas con mantequillay mermelada. Siempre buscael periódico y si lo tiene al-guien coje un cabreo negro.No dice nada pero se le nota(yo creo que debe ser aristó-crata o pensionista).

Allí el chicharra con su spe-ech a todo gas y el tío tan tran-quilo untándose la tostadita.

Sin solución de continui-dad se sienta detrás de mí a co-mer con un grupo de gente. Lachicharra de sonido ambien-te. Pero sobre el rumor de lachicharra destaca su voz, tem-plada no sé en que foros, ha-bla de nouvelle cousine paraponer como ejemplo del in-vento a Ferran Adrià y pero-rar un rato sobre él.

¿Cuánta gente habrá opi-nado sobre Adrià sin haberprobado un plato suyo, Díosmío? «Es lo mismo que el artemoderno —continua el hom-brecito—. Los que no sabenpintar hacen arte moderno ylos que no entienden dicen queestá muy bien por si acaso».

Oiga, buen hombre: yo soyde esos que hacen eso que us-ted llama arte moderno y pin-to mil veces mejor que todosesos majadero que están ahípintando la barraqueta y la es-pardenya. Usted no sólo diceque no entiende el arte mo-derno (y contemporáneo),usted dice que no hay nadaque entender. Eso es como lahistoria de aquel analfabetoque aseguraba que el perió-dico no decía nada, que sólohabía unas manchitas negrasque no significaban nada. Us-ted no entiende el arte «mo-derno» porque usted no en-tiende nada de nada. Ustedcree que entiende el arte alque llama «clásico», perotampoco lo entiende. Lo re-conoce pero no lo entiende,porque usted es incapaz deentender nada.

Usted, en una conversaciónde bar de frikis, desprecia loque no entiende y desprecia elesfuerzo que ha hecho y quehace mucha gente para queesto siga adelante. Usted tanacomodaticio con los de la es-pardenyeta se burla de la gen-te seria y encima pretende re-vestir de profundidad su dis-curso papanatístico.

Por supuesto que en artemoderno y contemporáneohay camelos (la mayor de lasveces fruto de la ignoranciamás que de la mala fe). Peroen siglo XVII también los ha-bía. Vayan si no a ver las pin-turas de Sánchez Cotán en laCartuja de Granada.

La ignorancia suele seratrevidísima.

Y el chicharra que no para.

Luis PradesGalería Nadir (Madrid)Figuración geométrica

Rosa UlpianoLa imagen pictórica como alu-sión a sentimientos, aconteci-mientos, escenas, rostros, ide-as es susceptible de caer enuna cierta ligereza desmitifi-cadora de cualquier tema. Lasoledad, la vejez, el amor o laincomunicación van unidos apequeñas experiencias, me-morias de la cotidianidad o re-flexiones intrascendentes obanales inherentes al ser hu-mano, transformándose en unpunto de partida de un per-manente acto escudriñador.

El acto de pintar en sí refle-xiona sobre la mirada siemprealerta del espectador comuni-cándose con la obra, convir-tiéndose en un juego doble demiradas: nuestra mirada apo-yándose en la mirada de otro.En títulos como Mujer ignora-da, Mirada curiosa, Reflexióno Chaqueta solitaria del pintorLuis Padres (Castelló de laPlana, 1929) —que se presen-tan en la Galería Nadir de Ma-drid—, observamos una refle-xión entorno a estas relacio-nes humanas de soledad,amor, incomunicación, —constate en su trayectoria ar-tística—. Los espectadores seconvierten en contemplado-res de un contemplador, inda-gando, observando esta reite-rada e intrínseca cotidianidad.

Observamos una personalí-sima poética entorno a la obrade este miembro fundador delGrupo Parpalló, en el que através de estructuras geomé-tricas recrea un universo plás-tico de personajes, y elemen-tos costumbristas que inducena cierta banalidad. Y que es re-forzada a través de la yuxta-posición de planos cromáticosque describen una recurrentefiguración. La muestra incluyeveinte acrílicos sobre lienzoen el que se destaca también

una serie dedicada a la músi-ca, con títulos como Escu-chando a Brahms y Las cuatroestaciones. Y con la que se re-fuerza esta idea de comunica-ción, esta paradójica concep-ción entre comunicación y so-ledad en el que la realidad esabolida para ser sustituida alfin por la ilusión.

Vicente NelloGaleria Val i 30Homenaje a Roma

Armando PilatoLa ciudad de Roma ha sido his-tóricamente motivo de un gé-nero propio de la pintura paisa-jista de temática urbana. Losmonumentos del imperio, lasiglesias de la cristiandad triun-fante, la arquitectura civil y pa-laciega se han convertido du-rante siglos en motivos de in-terpretación artística. Roma,eterna y abierta, metrópoli y, almismo tiempo, popular, subur-bial e inconmensurable, tantoturística como burocráticamen-te, tiene mucho de espacio ide-al y metafísico. Desde este últi-mo punto de vista, la ha obser-vado, y representado como ho-menaje, el pintor Vicente Nello(Valdepeñas, 1951) en la seriede óleos sobre tabla que pre-senta en la Galería Val i 30 y quese materializaron durante su re-ciente estancia en la Academiade España en Roma.

Vicente Nello investiga des-de hace más de treinta años enla pintura y en el dibujo, en elque apoya buena parte de suproducción pictórica y que haido evolucionando con el pasodel tiempo. El artista se sitúaante la ciudad desde la pers-pectiva de un rovinista, evitan-do la inclusión de la figura hu-mana; sin embargo, sus quincetablas -todas de la misma medi-da, aunque la mayoría en for-mato vertical- poseen un extra-ño humanismo de corte simbo-lista. Las panorámicas de rui-nas, jardines, escalinatas y tem-plos se recortan sobre celajesencendidos de color sepia, enlos que en ocasiones incluyefondos de oro. Los restos ar-quitectónicos, los foros y las cú-pulas comparten, en una suce-sión de planos y sombras, el es-pacio de las nubes.

La antigüedad clásica, asícomo su posterior recreaciónclasicista, se reordenan en vi-siones en las que subyace un si-lencio seco pero radiante, acen-tuado por el brillo barnizado dela superficie pictórica. La belle-za fría de la arquitectura clási-ca, de las estatuas y columnasmutiladas, de los pinos y cipre-ses romanos aporta un haloenigmático a estas pinturas,transmitiendo un imaginario vi-sivo entre romántico y mágico-realista. Vicente Nello interpre-ta ese mundo de armonías y nú-meros aúreos, en el que lasobras de los hombres civiliza-dos adquieren un sentido nosolo entre sí, sino también en elpaisaje urbano.

El Arco de Tito, los templosde Vesta y de la Fortuna Viril,las esculturas y ruinas del Cam-pidoglio o la Plaza de San Pietroin Montorio son algunos de losmotivos que retrata, de unmodo particular el pintor. En to-dos ellos Vicente Nello va des-cubriendo, por medio de su pin-tura minuciosa y delicada, losperennes tesoros del pasado deuna manera sintética, crepus-cular y cercana -en muchos mo-mentos- a la inexplicable irrea-lidad de lo conocido.

VERSUS OMNIA

El listo de turno

LUIS PRADES.

VICENTE NELLO.

6 pd ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 13 de mayo de 2005

ARTE

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Luis Prades recreapersonajes y objetoscostumbristas conestructurasgeométricas

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Galería Visor

Armando PilatoLa dependiente correlación en-tre la naturaleza, la fotografía, eltexto y el marco componen el re-sultado físico objetual de las ca-minatas o experiencias viajerasde Hamish Fulton (Kent, 1946).El artista británico, que se defi-ne como un walking artist, vuel-ve a exponer en Valencia —en laGalería Visor— transcurridosmás de doce años de su espec-tacular exposición en el IVAM.Fulton, cuyas obras forman par-te de las colecciones de los mu-seos de arte contemporáneo

más importantes del mundo, haexpuesto recientemente en laFundación César Manrique y enel Museo d’Arte Moderna eContemporánea di Bolzano.

Desde hace más de tres dé-cadas Hamish Fulton traza ru-tas sobre el escenario verídicode los mapas, recorriendo el pai-saje en viajes previamente pla-nificados para transformar lasideas en realidades experimen-tadas. En su ánimo no está rea-lizar arte ecológico ni medio-ambiental; una parte del resul-tado es el documento, pero esteno es ni el fin ni el medio de di-cho proceso vital. Así pues, lasfotografías seleccionadas fijanuna parte del viaje, pero real-mente tan sólo constituyen uninstrumento más de aquella ex-periencia.

Hamish Fulton busca cons-cientemente los antiguos sen-deros, espacios de tránsito quese pierden en la memoria deltiempo, y disfruta caminandocerca, sobre y a través de la na-turaleza durante semanas. Paraél la caminata es transporte, pe-regrinación y ocio, pero tam-bién un gesto simbólico de res-peto por el medio natural, en elcual el artista afirma que noexisten palabras.

Picos de Europa (1993), Oneman (2001), The life of a shep-herd (2003), La sangre de los pe-rros (2003), The way (2003), Theroad to Castrojeriz (2003) y Wal-king (2004) y Monte Corona(2004) son los títulos y las fe-chas de las obras que el artistaexpone en esta ocasión. Imáge-nes enriquecidas por pies detextos sin puntuación alguna,que nos sitúan en un punto o pa-

raje indeterminado de un tra-yecto personal desde la miradaal concepto cambiante —en eldevenir de la historia— de pai-saje natural.

La memoria del hombre, sushuellas o rastros en los paisajesno intervenidos, o al menos im-perceptiblemente transforma-dos, articulan una orografía vi-sual en la cual, mediante la ima-gen —y las sucesivas imágenes

que forman las palabras— sedescubre una auténtica dimen-sión espiritual. Caminar es laesencia del arte de Hamish Ful-ton, y tal vez resulte ininteligi-ble explicarlo con palabras.Como afirma el artista: «Una ca-minata puede existir igual queun objeto invisible en un mundocomplejo». Así que quizás lo me-jor será alentar a encaminar lospasos hacia sus obras...

Caminar sin medir los pasos

Hamish Fulton

ARTE

7pdLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 13 de mayo de 2005

Chele EsteveDesde el pasado 5 de abril, bajo eltítulo, Absolut Bar Styling, Valen-cia entra a formar parte de los 9proyectos de esta categoría queaúnan a un artista con un bar orestaurante. En el corazón delCarmen, muy cerca de la Torredel Miguelete, (Subida del Tole-dano, 8), late la obra de NachoRuiz, en Lalola.

Durante un año la propuestabrillará con luz propia. Ruiz adap-ta con habilidad un espacio, el lo-cal, que convierte en mutante, de-bido a la peculiaridad de Lalola.Durante el día y a primera hora dela noche funciona como Restau-rante, para pasada la media nochees local fashion de copas y dj’s.Ante este reto, Nacho Ruiz seña-la: «Quise crear una cuarta di-mensión, una pieza dentro de otra,un juego interminable». Para ellorealiza una instalación de fibra óp-tica que reproduce la silueta de labotella de vodka, rellena de unared de luz. Un tejido de trazos lu-mínicos enmarcados en una cir-cunferencia, como idea principaly nexo de unión con la imagen deLalola. Parte del concepto de es-pejo mágico, un guiño al mundode Alicia en el país de las maravi-llas, que proyecta la silueta de laampolla en un tramado de fibraóptica contenido en una circunfe-

rencia que integra perfectamentela pieza y la decoración del local.Si centramos la mirada, el filtroque hace efecto espejo deja pro-yectar un infinito que recuerda lascolumnas interminables de Bran-cusi. La obra se sitúa en zona depaso frente la entrada.

Al llegar la noche, la obra sufreuna transformación en horario decopas se completa con proyec-ciones sobre la pared que cubreny acarician la pieza, fragmentan-do el mapa de trazos y recordan-

do una red de comunicaciones devariados mensajes.

Proyectos Absolut Bar Stylingexisten en Madrid, Barcelona,Vigo y Palma de Mallorca. EnVigo, el artista Juan Salgeiro pre-sentó el trabajo Absolut Swing enel tornasol. En Madrid, JoaquínBlanco creó una cortina de cuen-tas para el restaurante Wok. NinaMasó, en el Blue de Barcelona,sitúa la atención del espectadoren un pared de luz de fragilidadespiritual.

La instalación de fibra óptica de Nacho Ruiz para Absolut

La cuarta dimensión

INICIATIVAS

C. E.El boom infórmatico de los 80,acerca al nuevo usuario a orde-nadores personales como elAmstrad, Spectrum o el C64. Co-mienza la cultura de la compu-tadora doméstica. Con ello sur-gen los primeros videojuegoscomerciales. El elevado preciode los originales induce a co-piarlos. Los programadores deentonces los desprotegen y aña-den una pequeña animación, sumarca personal de cracker, su fir-ma al comienzo del juego.

Los consumidores de estosvideojuegos crackeados encuen-tran más interesante esta pe-queña animación que el juego. Ycausa tal expectación que co-mienzan a crearse las primerascompeticiones de la «demo-es-cena». La «demo-escena» es,pues, un movimiento artísticosin dogmas. No posee organiza-ción centralizada. Germina demodo esporádico en la Europade los años 80.

Una iniciativa de alumnos yex-alumnos de la Facultad de In-formática de Valencia es Ifparty95, que se celebró el pasado abrilen la Casa de Alumno del propioCampus. Los trabajos allí pre-sentados muestran un dominiooperacional e intelectual de granbelleza plástica.

Según subraya Ricardo Ca-ballero, cuyo handle es Trace,(todos estos artistas utilizan unapodo), responsable del diseñoe imagen de Ifparty 05: «Reali-zaban trabajos impecables en esasmáquinas. Los ordenadores erancasi objetos de lujo y se explotabanal máximo sus capacidades. Ha-bía que mostrar el trabajo y sur-gen los primeros “parties demo-escena”».

Soledad Penadés, IngenieraInformática por la UniversidadPolitécnica de Valencia (UPV) yel alma de este suceso comenta:«Ifparty está abierto a trabajos su-jetos únicamente a las limitacio-nes técnicas, explotando estasmismas barreras para encontrarla riqueza expresiva de lo espar-tano, sin ninguna reglamenta-ción en el estilo o la forma, sin ta-saciones ni precio de venta ni dis-tribución, que fluyen alegremen-te por Internet, de un ordenadora otro, sin censura ni control».

Encuentros de «demoscene» en la UPV

Animaciones informáticas

CON LUZ PROPIA. La obra de Nacho Ruiz reproduce la botella de vodka.LEVANTE-EMV

❙❙❙

Imágenesenriquecidas porpies de textos sinpuntuación quesitúan al espectadoren un parajeindeterminado

Page 8: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd · dinastía de impresores en la Va-lencia del siglo XVIII, ... ducción de la Biblia del latín al castellano en España, en doce vo- ... que resume

N.º 510, AÑO XIII / 13-V-2005Coordinadora: Arantxa Bea Arte: Juan Lagardera. Música: José Ricardo Seguí

Josep Ballester

SÓC una espècie de sarganta-na que muda la pell, de vega-des, molt al meu pesar. Però

d’aquesta manera m’he fet gran.Nàixer, el que es diu nàixer, no se’nsap mai en quin moment, però fouen una petita illa formada pel riuSpree. Després tot vingué com ro-dat, sense adonar-me’n, vaig anarestenent-me per la plana circum-dant i el temps, que és una cosadels humans, ha fet la resta, no obs-tant això, no ha estat senzill, no uspenseu. Sembla que en els primersanys vaig tenir un creixement se-gons una planificació octogonal.Per molts esdeveniments que hansucceït després alguna cosa enca-ra en queda d’això. Es tracta d’unamena d’epidermis que em cobreixi forma àmbits independents devida. Una annexió de cèl·lules queconstitueix una gran xarxa ques’escampa com una taca d’oli. Di-gues-li Steglitz, Moabit o Charlot-tenburg. La superfície augmentaencara que una espècie de boirinaesculpeix el dolor.

El soroll d’una ciutat només ra-res vegades ressona sense motiu,i quasi sempre com a fluid delséssers que hi viuen. Les criaturesque les habiten, siga a dessota, adalt o entremig, és igual, tenenconceptes ben estranys d’allò queells anomenen amor, lluita o soli-daritat. Sovint són éssers ambsentiments contradictoris, peròaltres vegades semblen un frag-ment d’acer que es desgasta i fins

i tot s’esmola i aleshores es con-verteix en una dalla.

La meua cartografia, malgrat lestransformacions, la barbàrie, la in-tolerància o el mateix anhel de viu-re no canvia tant com hi podria hompensar. De sempre tinc un ritme,una cadència, una acceleració o elque podríem dir una velocitat decreuer mitjanament alta. Per aixòles metamorfosis. La recerca denoves perspectives. Del caos eixiràun petit raig de llum, ha estat la pre-missa. La contradicció en cada àm-bit genera moviment. He estat i en-cara sóc una urbs d’immigrants.Això que diuen l’esdevenir de lahistòria m’ha portat glopades d’à-nimes ben diverses, unes voltes elshugonots francesos, d’altres pro-testants austríacs de Salzburg, d’al-tres russos que fugien d’una revo-lució, i també turcs que s’han con-vertit en mà d’obra barata i els hananomenat «treballadors convidats»i, per descomptat, ciutadans de par-la alemanya de qualsevol dels län-

der. D’aquesta manera he escoltatcada accent de l’univers.

A principi del segle passat, en lameua part occidental hi havia elsbarris de luxe i de plaer. La co-lumna vertebral era aleshores laKurfürstendamm, on podies tro-bar alguns dels millors restau-rants, cafés, teatres o cines de l’è-poca. Molta gent deia que era l’eixdel vici. Vaig veure caminar peraquelles voreres captaires, prosti-tutes, invàlids de guerra o gransdames. Cadascú defensava el seuespai d’una manera ferotge. Ara,són els turistes i els carteristes elsque defensen el fragment de vore-ra amb les dents.

Si et trobaves en el meu costatoriental, a l’Alexanderplatz, sem-blava una altra ciutat. Comerços igrans magatzems. L’ajuntament del’època. Hi havia els treballadorsde tot tipus i la gent que corre detramvia a tramvia. El bull del gui-sat. Ara també hi són però amb unaaltra manera d’actuar. Alexander-

platz, en aquest moment, desprésde tants anys, estic convençut queté una estètica més que dubtosa.Què hi han fet? És el lloc de troba-da dels aturats i d’aquells que sesenten marginats. Oficialment hedeixat de ser una urbs dividida. Iper això s’han construït cinquantamil nous edificis?

El centre de negocis amb bancsi els grans periòdics en aquelltemps era situat al sud-oest, entreFriedrichstrasse i Leipzigerstras-se. Però irradiava des de la Pots-damer Platz una atracció especial,un dels indrets més populars d’Eu-ropa en els daurats vint. Això hacanviat ara. Sóc una ciutat en cons-trucció perpètua.

Jo sí que ho he vist tot. I he rea-litzat cada ofici de l’auca. He estatcapital de Prússia, del Sacre Impe-ri Germànic, del Reich, de la Re-pública de Weimar, del món o in-clús de les avantguardes. També,però, he estat la capital de l’exter-mini, del saqueig o de la pèrdua. Ladesfeta ha esdevingut en més d’u-na ocasió. No us penseu que ha es-tat un fet recent. No. Recordeu aixòque els historiadors barbuts ano-menen com la Guerra dels TrentaAnys. Gairebé em feren desaparéi-xer del mapa. En més d’una ocasióun vent lliure ha topat amb granviolència amb un altre de ferotge is’ha format un vendaval. I malau-radament aquella batalla que sem-pre perden els mateixos ha estatdecisiva per a la resta del món.Sempre perduda.

En aquest moment que se cele-bra nosequin aniversari de nose-quin fet. Uns en diuen l’allibera-ment. Jo diria sense cap mena dedubte de la devastació. En vaigquedar nua, ferida, sense les epi-dermis que formaven part del meutarannà que havia teixit al llarg delsanys. Després se m’esquarterà lapoca pell que em quedava en di-verses zones com un pastís d’ani-versari. No entraré en els detalls

dels humans. La repressió. La fam.El fred. Els tripijocs dels polítics.La misèria i la por. Tostemps hanestat en l’ambient, ara d’una altramanera, però també hom ho potrespirar. Hi ha ciutadans de prime-ra i ciutadans de segona.

La processó és molt llarga en-cara que el ciri curt, he pogut con-templar per la perspectiva d’Unterden Linden les cames esveltes deMarlene, l’edifici de Gropius i tam-bé el de l’Opel, els obrers en vagademanant millores en el salari i des-prés la repressió sense cap con-templació de l’exèrcit, un jove Na-bokov amb pantalons curts darre-re d’un exòtica papallona, una con-ferència on trobem Jünger, Lu-kács i Goebbels, tots tres junts,com Fassbinder compta les tret-ze llunes del suïcidi, el llegendarihotel Adlon abans àmbit de to-lerància i ara imatge de la coentormés ampul·losa, Döblin alleuja elsoblidats, Fritz Lang ressuscita lametàfora, els esperpents de Groszpassegen com somnàmbuls i no te-nen cap destinació, l’assassinat deRosa Luxemburg, els germansGrimm carregats amb un gruixutdiccionari de paraulotes, l’arqui-tectura de Sonny Center i Kant-Dreieck, el desmantellament i elfurt de la quadriga que corona laporta de Brandenburg, la cara defoll d’Einstein el dia que va rebre elnobel, la crema de llibres, la cremadel Reichstag, la crema de la sina-goga, comencen cremant llibres iacaben cremant persones, un talJesse Owenscorre com el vent, laconversa de llondros de Hegel i deSchopenhauer davant d’una cer-vesa mentre visionen El gabinet deldoctor Galigari,Günter Grasspro-testa tot demanant més conscièn-cia i els vianants se’l miren com unboig... Darrere de les cendres i del’estultícia he tornat a renàixer.Sota els til·lers ho tornaré a fer, mal-grat els éssers humans. Malgrat elpes de la història.

pd Suplemento Cultural posdata

ESCRITS CORSARIS

Jo, Berlín

8 ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 13 de mayo de 2005

Abel Guarinos *

UNA vegada finalitzada la girainstitucionalbancària del’exposició El gest, la mira-

da per les ciutats de València, Ala-cant, Madrid, Sevilla i Barcelona,l’artista plàstic Manuel Boixbai-xa a l’arena del mercat lliure —enla galeria I Leonarte— i coinci-deix, el mateix mes i a la mateixaciutat, amb la mostra-homenatgeque el MUVIM ret a Joan Fus-ter, per tal de festejar el cinquan-ta aniversari de la publicació delseu primer gran assaig, El descrè-dit de la realitat.

Paga la pena incidir en la novacoincidència d’aquests dos home-nots de les lletres i de la plàstica —o a l’inrevés, per què no?— sobre-tot si es té en compte que fou elmateix Fuster qui més encertada-ment i apassionadament va parlar,va defensar i va escriure sobre lapintura de Boix; i amb la premissa

que l’artista de l’Alcúdia està con-siderat un deixeble intel·lectual di-recte de l’escriptor de Sueca, a qui—en vida— li va dedicar infinitatde dibuixos, còmics i retrats ma-jestuosos, com el llenç que presi-deix ara l’exposició del MUVIM, ia qui —després de mort— li vaconsagrar escultures de diversesmides i, fins i tot, la seua hercúlialàpida de bronze, que senyoreja elcementeri de la capital de la Ribe-ra Baixa, a ben escassos metresdel seu estimat riu Xúquer.

Cinquanta anys després de laprimera de les edicions d’Eldescrèdit, Fuster continua actual ipunyent —ara des de la il·lustra-da talaia del barri de Sant Fran-cesc— amb la seua encertada re-flexió sobre el fet artístic i l’ho-mològica i irrenunciable acció co-municativa de les arts plàstiques.

Fuster correlaciona sense em-buts i estreta dues dades: la crisi

de les relacions de l’art amb la re-alitat i la pèrdua paral·lela de lacapacitat comunicativa de l’ob-jecte artístic amb el seu recep-tor/consumidor.

El seu amic Boix —ara desd’un carreró del barri Seu-Xe-rea— li respon amb una quinze-na de llenços que busquen di-rectament els ulls del visitant i lillancen el pont del rigor expres-siu d’un dibuix canònic i excelsen el qual predomina la grisalla ides del qual el pintor aconse-gueix dialogar i aprofundir ambcadascun dels assistents, ara con-vertits en espectadors/contem-pladors. Boix ja ho deixà escrit enuna entrevista que li féu José R.Seguí, i que va publicar el Le-vante-EMV el 18 de gener de2004: «El realisme no és un in-convenient per a fer un art actual.La meua preocupació sempre hasigut dirigir-me a l’espectador».

El primigeni text fusterià —que, per cert, l’editorial Brome-ra ha reeditat i presentat en l’ac-tual Fira del Llibre amb un acu-rat i auri pròleg de Romà de laCalle— ens indica que figurati-vista és tota la pintura que es faavui amb decisions d’autentici-tat: «El pintor no se sent ja re-fractari a la realitat, ans l’abraçasense por ni vergonya, perquè latorna a trobar apta per a expres-sar-se a través d’esta. No la copia(...), la refà, la transfigura». Iaixò és el que fa l’última i més re-cent obra de Boix: abraçar elsprimeríssims primers plansd’uns retrats reals o reelaboratsque s’amaguen darrere de mul-tiformes taques de guix, i que,parcialment velats, ens obrin mili un interrogants, dubtes i emo-cions. Les mateixes preguntes ixocs —si fa no fa— que tingue-ren els més de 34.000 emmira-

llats espectadors que aquest hi-vern visitaren la seua anterior ex-posició al Museu Diocesà deBarcelona, on els rostres, el ges-tos i les mirades prologavenaquest joc actual amb les ombresdel volum.

I l’erudit Fuster continua me-ditant, reflexionant, clarificant,puntualitzant i meninfotent-se d’-haver sigut inaugurat amb la tris-ta realitat d’un absent prepòsitprovincial, atiador d’un minúsculi irrissori GAV, tan desprestigiatper mèrits propis. Aquest, però,ja és un altre descrèdit... el de lairresponsabilitat. (I ma mare emdiu que no s’ha de barrejar la be-llesa de l’art amb els draps brutsque cada família hauria de nete-jar-se a sa casa).

* Gestor cultural i filòleg

pd

El crèdit de Boix i «El descrèdit» de Fuster

CAPITAL ALEMANYA. Una imatge actual de la ciutat de Berlín.

EFE / EPA / TIM BRAKEMEIER

OPINIÓ