el matrimonio cristiano en el nuevo testamento

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NATURALEZA DEL MATRIMONIO CRISTIANO NUEVO TESTAMENTO

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NATURALEZA DEL MATRIMONIO

CRISTIANONUEVO TESTAMENTO

ORACIÓN A FAVOR DEL MATRIMONIO

BIBLIOGRAFÍA Sagrada Escritura. Concilio Vaticano II, Const. Past., Sobre la

Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes, nn. 47-52.

Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1601-1666; 2197-2233; 2247-2253.

Juan Pablo II, Exh. Ap., La Familia en los Tiempos Modernos, Familiaris consortio, nn. 11-16.

Francisco, Exh.Ap., Sobre el amor en la familia, Amoris laetitia, nn. 58-88.

Augusto Sarmiento, El Matrimonio Cristiano, EUNSA, Pamplona 2012.

Para introducir el tema

JUAN PABLO II QUÉ ES EL MATRIMONIO SU DEFENSA Y DEFENSA DE LA VIDA.mp4

PREPARAR LA UNIÓN MATRIMONIAL CONFORME A LA DOCTRINA DE LA IGLESIA.mp4

PAPA FRANCISCO QUÉ ES EL MATRIMONIO CRISTIANO Y CÓMO DEBE VIVIRSE.mp4

Recordando un poco Dato “originario”, la Creación: Dios es autor del matrimonio; el matrimonio, con sus propiedades y fines, están inscritos en la misma naturaleza del hombre y de la mujer (Gen 1, 26-28; 2, 26.28).

El pecado de los orígenes: Oscurecimiento de la verdad originaria del matrimonio (Gen 2, 25; 3, 7.16).

Proceso de redención del matrimonio y la familia:† La bondad originaria del matrimonio y la familia

permanece, pero experimenta dificultad en su realización histórica y existencial (cf. CCE n. 1608.1609).

† Doctrina en el A.T sobre el matrimonio y la familia (los Mandamientos) (cf. CCE n. 1610).

† Simbolismo de la alianza matrimonial en relación a la Alianza entre Dios y su pueblo (profetas, Cantar de los Cantares) (cf. CCE n. 1611).

† Uso de la vida familiar para hablar de la relación entre Dios y su pueblo (relación paterno-filial).

Todo inicia con una pregunta

Mt 19, 1-12.

Mc 10, 2-12.

EL MATRIMONIO EN EL SEÑORLa comunión de amor entre Dios y los

hombres, ha llegado a su plenitud en la persona misma de Jesucristo (cf. CCE 1612).

La Encarnación del Verbo señala: que forma parte del “deber ser” del matrimonio dirigirse desde su raíz más honda a la verdad de “el principio”; y que ese “ethos” se ha de vivir en la perspectiva de la realidad definitiva del Reino de los Cielos, instaurada ya con la venida de Cristo.

En las palabras y hechos de Jesús se encuentra una serie de datos y acentos cuya comprensión está en la base de la doctrina de la Iglesia sobre el misterio del matrimonio:

† En la predicación de Jesús encontramos diversas enseñanzas en torno al matrimonio y a la vida familiar (cf. Mt 5, 27-32: 22. 30; etc).

† Al referirse a la alianza entre Dios y su pueblo, los Evangelios se sirven de un lenguaje y una terminología tomados del matrimonio y la vida familiar: Cristo se presenta como el Esposo (cf. Mt 9, 14-17; Jn 3, 22-36); el Reino de los Cielos se compara a un banquete de bodas (cf. Mt 25, 1-13; 22, 1-14; Lc 14, 15-24); etc.

† Presencia de Cristo en las bodas de Caná (cf. Jn 2, 1-11), que indica la dignidad del matrimonio, se realizan unos signos que manifiestan la llegada de la Nueva Alianza, y anuncia “que en adelante el matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo” (CCE 1613).

Doctrina en Mt 19, 1-12 Para penetrar en el “misterio” del matrimonio (su

significación), tiene especial relevancia los textos de los Sinópticos sobre la discusión del Señor con los fariseos acerca del libelo de repudio ya citados (cf. CCE n. 1614).

Anuncia la verdad sobre el matrimonio, mostrando la continuidad, en la Nueva Alianza, del designio divino manifestado en los “orígenes” y en la historia del pueblo de Israel.

Aclara que las deformaciones histórico-culturales en que se ha realizado el matrimonio, se debe a “la dureza del corazón”, al desorden instaurado en el hombre por medio del pecado (dificultad para comprender el designio de Dios y dificultad para ponerlo en obra).

Indica las dos perspectivas que se deben tener presentes para comprender la verdad profunda del matrimonio: la del “principio” (cf. Mt 19, 4.8) y la escatológica o “el Reino de los Cielos” (cf. Mt 19, 12).

Restablece el sentido originario del matrimonio, aboliendo el permiso dado por Moisés: manifestó con claridad la unidad indisoluble que se establece por medio de la alianza matrimonial, querida por Dios (cf. Mt 5, 32; 19, 3-9; Mc 10, 2-12; Lc 16, 18) y, por tanto, el deber de vivir en consecuencia (sentido normativo de la enseñanza del Señor, cf. Mt 19, 6; CCE n. 1614).

Por tanto, mientras el vínculo matrimonial permanece (el acta de repudio no lo puede disolver), no puede contraerse otro matrimonio; la nueva unión que se intentara, además de ilícita, sería inválida, es decir, nula.

“-salvo en caso de fornicación-” (porneia; cf. Mt 19, 9): no es una excepción a la doctrina de la indisolubilidad, sino que, en la tradición católica se ha entendido en el sentido de “uniones ilegítimas” como el concubinato o uniones incestuosas (cf. 1Co 5, 1; Hch 15, 20.29; 21, 25), lo cual es concorde con Lv 18 (matrimonios contraídos por parientes dentro de los grados prohibidos).

Enseña que, para comprender y vivir el “misterio” del matrimonio en su verdadero sentido, se requiere entender su carácter vocacional y la ayuda de la gracia (cf. Mt 19, 11; CCE n. 1615).

Doctrina paulinaLa significación del

matrimonio señalada anteriormente, se hace más explícita en las Cartas de San Pablo.

Su doctrina se presenta en continuidad con las enseñanzas de Jesucristo sobre el matrimonio.

El “deber ser” del matrimonio cristiano (ethos) surge del “ser” del matrimonio (naturaleza).

Tanto en 1Co 7 como en Ef 5, el matrimonio cristiano se concibe como una “realidad sagrada”: el matrimonio tiene una dimensión nueva en los que, por el bautismo, han renacido como hombres nuevos en Jesucristo; por esta condición sagrada del cristiano, la unión matrimonial también se configura como una realidad sagrada.

Ef 5, 21-33:† Texto más

importante sobre el “misterio” del matrimonio.

† En continuidad con la tradición derivada del A.T., habla de cómo ha de entenderse y vivirse a partir del misterio de amor que se da en la unión entre Cristo y la Iglesia.

† Dos coordenadas generales de la Carta: el del “misterio de Cristo” que se realiza en la Iglesia, como expresión del plan divino de salvación; y el de la “vocación cristiana” como modelo de vida para cada uno de los bautizados.

† Uso de la analogía esponsal va en dos direcciones: la alianza de los esposos “explica” el carácter esponsal de la unión de Cristo con la Iglesia; y, a su vez, esta unión –como “gran sacramento”- determina la sacramentalidad del matrimonio como alianza santa de los esposos, hombre y mujer.

† La analogía establecida por San Pablo presupone la “sacramentalidad originaria” del matrimonio (nivel creacional y natural) y descubre su “significación sacramental plena”, como fruto del amor nupcial de Cristo y de la Iglesia (nivel de la redención y de la gracia sobrenatural).

† El matrimonio es un “misterio grande”, pero no considerado en sí mismo, sino en su relación a la unión de Cristo con la Iglesia (cf. GrS 10; MD 25).

Rm 7, 2-3 y 1Co 7, 2.10-11: los textos se complementan; contemplan varias posibilidades; concluyen que ni la mujer ni el marido pueden casarse otra vez (pues es la doctrina del Señor) y, en caso de separación, la única posibilidad es la de reconciliarse o permanecer separados, ya que el matrimonio es uno y esa unidad hace imposible otro matrimonio.

Concluyendo El matrimonio cristiano es un misterio que consiste en

anticipar temporalmente la unión eterna de la humanidad salvada (la Iglesia-Esposa) con su Salvador (Cristo-Esposo).

El matrimonio de Cristo con la Iglesia es la realidad (que no pasará); el matrimonio cristiano entre un hombre y una mujer, es la sombra y figura (que pasará, ya que está ligado a este mundo) de aquella realidad.

«Toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la Iglesia. Ya el

Bautismo, entrada en el Pueblo de Dios, es un misterio nupcial.

Es, por así decirlo, como el baño de bodas (cf Ef 5,26-27) que precede al banquete de

bodas, la Eucaristía. El Matrimonio cristiano viene a ser

por su parte signo eficaz, sacramento de la alianza de Cristo y de la Iglesia. Puesto

que es signo y comunicación de la gracia, el matrimonio entre bautizados es un verdadero

sacramento de la Nueva Alianza»

(CCE n. 1617)

Es un trabajo “artesanal” de todos los días.

PAPA FRANCISCO EL MATRIMONIO ES UN TRABAJO ARTESANAL DE TODOS LOS DÍAS.mp4

ORACIÓN DEL CATEQUISTASeñor haz que yo sea tu testigo, para comunicar tu enseñanza y

amor.Concédeme poder cumplir la

misión de catequista con humildad y profunda confianza.

Que mi catequesis sea

un servicio a los demás,

una entrega gozosa y viva de

tu Evangelio.Recuérdame

continuamente que la fe que

deseo irradiar,la he recibido de Ti para los que

me confías.

Hazme verdadero educador de la fe, atento

a la voz de tu Palabra, amigo sincero de los

demás, especialmente, de mis hermanos catequistas.

Que sea el Espíritu Santo quien conduzca mi vida

para que no deje de buscarte y quererte, para

que no me venza la pereza y el egoísmo,

para combatir la tristeza.

Señor: unido a Ti y a la Iglesia y a tu Madre María, sepa yo guardar, como ella, tu Palabra y ponerla al

servicio del mundo.Amén.

(San Juan Pablo II)

GRACIAS