El liderazgo multiplicador comoparadigma de discipulado para la Iglesia

de Dios en El Salvador.

Seminario taller para lideres multiplicadores

Santa Tecla Octubre de 2017

El liderazgo multiplicador como paradigma de discipulado para laIglesia de Dios en El Salvador.

Introducción.

El discipulado es una de las prioridades ministeriales del quehacer de nuestro Señor Jesucristo. El seleccionó a doce discípulos para transmitirles la doctrina del reino, pero no sólo la enseñanza teórica del reino, sino la sustancia del reino, es decir, la vida del reino mediante su ejemplo de entrega, pasión y obediencia al Padre.

Lamentablemente en la iglesia de Dios esta tarea no ha sido encarnada con la seriedad que requiere. No es que no se hayan hecho esfuerzos por recobrar esta tarea prioritaria, sino que los sujetos implicados no le han dedicado el tiempo, la entrega y la pasión que esto requiere. Ahora estamos ante este desafío de hacer deldiscipulado una prioridad.

Cuando hablamos del liderazgo multiplicador como paradigma para el discipulado, nos estamos refiriendo al hecho, de adquirir una dinámica que permita la capacidad de producir discípulos, que se conviertan en lideres productivos que den continuidad a la misión integral. Es decir, dejar de formar discípulos para que nada mas ocupen un lugar en la iglesia, y comenzar a formar discípulos que se reproduzcan en otros y que estos a la vez sean productivos para cumplir con la misión del maestro. En el presente documento se dan a conocer; Dos enfoques del discipulado, las características del liderazgo multiplicador desde una perspectiva bíblica, las cualidades de los discipuladores y los materiales que se pueden usar para realizar latarea del discipulado.

I. Enfoques sobre discipulado

a. Definición de discipulado.

En estas ultimas décadas de ha escrito mucho sobre discipulado, se encuentran manuales de discipulado, clases para discipulado, estrategias para discipulado. Muchos ofrecen materiales casi mágicos para generar discípulos, pero en realidad eldiscipulado es un tema que implica seriedad y reacomodo de la vida, lo cual no es como preparar café instantáneo. Para tener claridad sobre lo que el discipulado implica debemos definir con claridad, a qué se esta refiriendo al hablar de seguir a Jesús o ser su discípulo. Según el Diccionario Teológico del Nuevo Testamento:

En el NT los vocablos que pertenecen al área conceptual del seguimiento se refieren ante todo a la relación respecto a Jesús o se utilizan para designar la realización de la fe en la vida. El grupo [akolouthéo] designa la acción del hombre, con la que él responde al llamamiento de Jesús, el

nuevo ajuste de toda la existencia humana en la obediencia. De una manera sinónima, cuando se refiere al seguimiento de Jesús, se utiliza para ello, [opísó]; [mathetes] es aquel que ha escuchado el llamamiento de Jesús y se hace su seguidor. Mathetes se diferencia de los términos anteriores por cuanto subraya sobre todo la praxis de una determinada conducta. (Lothar Coenen, Erich Beyreuter, Hans Bietenhard, p.172)

La Biblia habla de “id y haced discípulos” la palabra discípulo viene del griego “matetes” designa a una persona que no solamente es un seguidor de un determinado maestro, sino que acepta sus enseñanzas y esta dispuesto a vivir comosu maestro. De ahí que un discípulo de Jesús se considera alguien que “cree en susdoctrinas, confía en su sacrificio, se empapa de su Espíritu e imita su ejemplo” (ISBE, citado en Diccionario Teológico BEACON, p.219). por tanto, al hablar de hacer discípulos no estamos hablando de dar clases como fin ultimo, sino de enseñar con teoría y practica el estilo de vida de un verdadero cristiano que camina de acuerdo a Jesús.

b. Enfoque tradicional

La Iglesia de Dios ha tenido históricamente un enfoque al que llamaremos tradicional, es decir, se centra en darle clases a los nuevos convertidos a los que se les llama principiantes. El pastor ofrece las clases tomadas del gobierno y disciplina para doctrinar a los nuevos, quienes tienen que asistir un día de la semana a las clases en las instalaciones de la iglesia local. El enfoque tradicional se centra en la clase magistral impartida por el pastor local, y no en un modelamiento de la vida cristiana en el ámbito práctico. El discípulo no tiene la oportunidad de aprender en el quehacer de la vida. Luego de las clases de doctrina, el discípulo ya puede bautizarse y si es que tiene deseos se involucra en alguna actividad de la iglesia o se incorpora a la vida normal de la iglesia. Es decir, congregarse sin la responsabilidad de alcanzar a otros para Cristo. En cambio en el enfoque bíblico la teoría va de la mano con la practica, formando un estilo de vida mediante el compromiso del discípulo y la influencia de su discipulador a la luz de las Escrituras. Veamos a continuación.

c. Enfoque bíblico

El fundamento bíblico de la tarea del discipulado

y mentoreo, que implica compañerismo,

enseñanza, crecimiento y desarrollo personal,

está claramente planteada en los cuatro

Evangelios. Queda claro que los discipulos eran estudiantes de la escuerla del Maestro

(Mt. 11:28-30). Acto seguido ellos tambien debían hacer discipulos a otros (Mt. 28:19), al

punto de sacrificar sus vidas en esta labor (Lucas 14:26-27). Además queremos llamar

la atención a como esta forma de hacer el ministerio cristiano impactó a los líderes de la

iglesia primitiva, dentro de ellos al apóstol Pablo. Este hombre de Dios continuó con su

tarea de mentoreo y discipulado, hasta llevar a hombres y mujeres comunes a

convertirse en colaboradores del ministerio, líderes en la obra de Dios. Como ejemplo de

esto citamos el texto particular de 2 Timoteo 2:2 que dice “lo que has oído de mi ante

muchos testigos esto encarga a hombre fieles que sean idóneos para enseñar también a

otros”. Nótese la cadena de reproducción de las tareas de seguimiento, discipulado y

mentoreo. Aparece en orden como debe darse la reproducción de líderes; iniciando con

la primera generación “lo que has oído de mí”, Pablo como depositario de la revelación

de Cristo, luego la expresión “ante muchos testigos”, una segunda generación a quienes

se les había dado testimonio del mensaje del reino, incluido en ésta a Timoteo. También

le da la encomienda “esto encarga a hombres fieles” aquí aparece ya una tercera

generación de líderes que deben comprometerse con el mentoreo y discipulado.

Finalmente la frase “que sean idóneos para enseñar también a otros” nos presenta la

cuarta generación, la que debía ser enseñada y formada para continuar el proceso.

Por tanto, el Antiguo y Nuevo Testamento tienen fundamento suficiente para sostener la

labor de mentoraje que inicia con su primer nivel básico que es el seguimiento.

Establecer una relación significativa con el nuevo discípulo en un período de tiempo lo

más inmediato posible.

II. El enfoque de un liderazgo multiplicador

a. Definición de liderazgo multiplicador. Por liderazgo multiplicador nos estaremos refiriendo a aquella forma deliderar que combina los estilos de liderazgo de forma que logra producir una cadena de multiplicación en las personas, es decir, incrementar la calidad y la cantidad de discípulos. Este tipo de líder, ha

dejado atrás el conformismo y no descansa hasta lograr en otros el compromiso de ser discipuladores. Este es el caso del maestro.

b. Liderazgo multiplicador en el Antiguo Testamento.(Exodo 18:19-24)En el tiempo antiguo Moisés tenia la practica tradicional de atender al pueblo sin la ayuda de nadie, creando una dependencia de su persona a la hora de resolver los asuntos del pueblo. El paradigma de Moisés cambia por su suegro Jetro, quien le aclara la forma en que debe multiplicar los lideres para poder ser más efectivo en su labor. Hay tres acciones estratégicas que Dios da a Moisés por medio de Jetro:

1. Está tu delante de Dios por el pueblo.2. Enseña al pueblo los estatutos.3. Escoge hombres de virtud.

Dios permitió a Moisés multiplicarse en otros lideres para que le ayudaran a administrar los estatutos del Señor. De esta forma de desarrolla un gran cantidad de lideres que ayudan a otros y se da forma a una cadena de liderazgo reproductivo.

A continuación veamos como Jesús realizó su labor de liderazgo con sus discípulos.

c. Jesús como modelo de liderazgo multiplicador. (Marcos 3:13-19)Aunque las teorías de los estilos de liderazgo son relativamente modernas, en la forma de liderar del maestro encontramos una combinación de estos estilos a la hora de liderar a sus discípulos produciendo en ellos una multiplicación. Por liderazgo multiplicador nosreferimos a la “Forma de liderar que combina los estilos de liderazgo deforma que logra producir una cadena de multiplicación en las personas,es decir, incrementar la calidad y la cantidad de discípulos”.En el texto encontramos un patrón parecido al del ejemplo de Moises, el maestro realiza algunas acciones estratégicas: 1. llamó a los que él quiso.2. Los estableció para compartir su vida con ellos. 3. Los enviaría a predicar.4. Les dio autoridad.

Pareciera ser que hay una diferencia en el hecho de que Jesús llamó personas, las discipuló para que se convirtieran en siervos enviados a cumplir una misión. El maestro no perdió su tiempo sentando a las personas después de darles clases, los formó y los comisionó. Un detalle importante es el hecho de que los que primero fueron

discípulos, después de un tiempo se presentan como siervos de Jesucristo o apóstoles de Jesucristo. (1 Pedro 1:1; 2 Pedro 1:1) este esun discipulado como un medio y no como un fin. El discipulado es ese proceso de enseñanza aprendizaje que debe conducir a los discípulos a encarnar la visión del maestro y por ende llegar a ser siervos de Dios y de sus hermanos. (Mateo 20:26-28)

Este proceso implica una combinación de los estilos de liderazgo que hoy se conocen:

Jesús como modelo de liderazgo multiplicador.

(hoja de trabajo)

Estilo de liderazgo FunciónMomento de aplicación

Fundamento Bíblico

Visionario Hace avanzar a la gente hacia los sueñoscompartidos

Cuando el cambio requiere una nueva visión o cuando hace falta un rumbo claro

CoachVincula lo que quiere la persona con los objetivos del equipo

Cuando hay que ayudar a una personaa contribuir con mayor eficacia al equipo

ConciliadorCrea armonía al conectar a los individuos entre sí

Cuando hay que corregir desavenencias en un equipo, motivarlo en momentos de éxito o reforzar las conexiones

Democrático

Valora la aportación de los demás/consiguecompromiso gracias a la participación

Para crear consenso uobtener valiosas aportaciones de los miembros del equipo

Ejemplarizante Marca objetivos Cuando hay que

estimulantes y apasionantes

obtener resultados dealta calidad de un equipo motivado y competente

Coercitivo

Alivia los miedos al ofrecer un rumbo claro en una emergencia

En una crisis, para poner en marcha un cambio radical

III. Responsabilidades de los discipuladores.

Es importante que antes de delegar a las personas para

dar seguimiento y discipulado les expliquemos algunas

de las responsabilidades que implica dedicarnos a esta

maravillosa labor cristiana. A continuación se presentan

algunas de ellas:

1. Tener un corazón lleno de amor para recibir al nuevo discípulo (1 Jn. 4:7-8).

Ninguna congregación que no tenga el nivel de amor suficiente para dejar la

comodidad de su ritualismo y tradición e involucrarse en la tarea de hacer

discípulos podrá tener fruto en esta consigna. El amor es el ingrediente

fundamental de la misión de la iglesia. Dios envió a su Hijo al mundo por amor a

nosotros, Cristo se entregó por completo muriendo en la cruz por amor a

nosotros, los apóstoles estuvieron dispuestos a sufrir y a morir por amor a Cristo

y a su obra, ahora nos toca a nosotros hacer algo por amor a Cristo y a favor de

nuestros hermanos recién convertidos. En la iglesia celular el cristianismo se pesa

o se mide no por las apariencias, sino por la entrega y amor con la que nos

dedicamos a la tarea de predicar el evangelio y hacer discípulos. Un creyente que

tiene amor verdadero será capaz de discipular y cuidar a otros.

2. Estar dispuesto a pensar en las otras

personas (1 Corintios 12:25-26).

Los cristianos de esta época somos especialistas

en preocuparnos por nuestros propios intereses,

y hacemos con prontitud todo lo que es para

nuestro lucro personal o placer personal. En la

iglesia celular el crecimiento es el resultado del

favor de Dios y de la disposición de preocuparnos por los demás. Debemos

enseñar a la iglesia a ser solidarios con los demás en momentos de dolor y

también a celebrar con los que celebran. Para poder tener iglesias que crezcan y

se multipliquen debemos poner en el centro a Cristo y a nuestros nuevos

discípulos, con la esperanza de que se convertirán en líderes y darán fruto para el

Reino de Dios. El nuevo convertido necesitará de alguien que se preocupe por

animarle a asistir a la célula y a la iglesia. El cristiano discipulador debe buscar al

nuevo discípulo para llevarlo a la iglesia y sentarse a su lado, también escuchar

sus tristezas o sus alegrías.

3. Dar apoyo espiritual en oración (Santiago 5:16).

La Biblia en repetidas ocasiones nos muestra la

importancia de orar los unos por los otros, es más el

Maestro nos dio un gran ejemplo cuando realizó lo que

se le llama la oración sacerdotal (Juan 17:1-26). El

Maestro conocía la hostilidad que los discípulos

tendrían que enfrentar para cumplir la misión en esta

tierra, decide entonces realizar una oración profunda e intensa a favor de los

discípulos que el Padre le había entregado en sus manos. De esta manera

debemos nosotros concientizar a los hermanos y hermanas de la iglesia para que

encarnen esta preocupación de dar apoyo espiritual en oración a los nuevos

discípulos que posiblemente comenzarán a enfrentar hostilidad en su propia casa

por parte de sus familiares. En muchos casos los mismos padres o hermanos del

recién convertido le rechazarán y criticaran por su decisión de haber entregado

su vida a Cristo, es ahí donde cobra sentido el apoyo espiritual, que nuestro

discípulo sepa que estaremos orando por él para que Dios le de fuerzas para

continuar en el camino de la fe.

4. Estar determinado a animar al nuevo discípulo a

seguir adelante (Hebreos 3: 12-13).

Esta tarea es molesta para muchos cristianos, sobre todo

para aquellos que se creen superiores a los demás y

practican el “darwinismo espiritual”, es decir la creencia

que solo los más fuertes sobreviven en el camino de Dios

y si yo tengo que atropellar a algún hermano débil en la

fe lo haré para demostrar mi superioridad espiritual. Pero lo que la Palabra de

Dios nos enseña es que debemos sobre llevar las cargas los uno de los otros,

someternos los unos a los otros, exhortarnos los unos a los otros en amor (1 Ts.

5:11; 1 Co. 13:7

; Ef. 4:1-3)

5. Ser comprensivo y perdonador con el recién

convertido (Col. 3:12-14).

La comprensión y el perdón son otras de las

responsabilidades que debe tener un buen mentor,

esto se debe a que sin la gracia del perdón y la

comprensión terminaremos abortando la misión

que iniciamos en la trasformación de las vidas de los discípulos. Hay que dejar

bien en claro que hay personas que se comprometen pronto en el Señor y sus

vidas dan giros impresionantes que nos hacen pensar que nuestra tarea es

exitosa. Sin embargo hay otros discípulos que tardan más tiempo en

comprometerse con la causa del reino, y son estos los que necesitan de nuestra

comprensión y paciencia. Un buen mentor es capaz de correr con los que corren,

caminar con los que caminan y gatear con los que gatean. El ingrediente clave

para la comprensión y el perdón es la paciencia (1Ts. 5:14).

6. Estar dispuesto a invertir tiempo y dinero en la

formación del nuevo discípulo.

Ningún pastor o líder puede esperar multiplicación

en su iglesia a menos que esté dispuesto a no

escatimar esfuerzo alguno para contribuir a la

formación de un nuevo líder. Lamentablemente hay

muchos pastores tacaños y avaros que piensan que

apoyar económicamente un programa de liderazgo es malgastar el fondo general

de la iglesia, otros dicen que el peor error es regalarle cosas a la gente por que se

mal acostumbran, estas expresiones puedan que tengan razón si no se hace el

trabajo de mentoreo de forma correcta y bien orientada. Nadie debe abrir

programas de entrenamiento de líderes sin crear primero las condiciones para

que las personas capacitadas sean expuestas a la experiencia de liderar a otros.

Tampoco se debe invertir recurso financiero en personas que tiene un estilo de

vida laxo y sin vocación. Todo depende de que se tenga claro que es lo que se

quiere formar en las personas. Por otro lado en la tarea del seguimiento hay

momentos en los que la persona quiere ser discipulado en su casa pero no tiene

las mejores condiciones o sus horarios de trabajo son muy difíciles y sólo tiene

tiempo a la hora del almuerzo o de la cena etc. Los factores que se oponen pueden

ser varios, sin embargo eso no debe detener al discipulador, debe estar dispuesto

a invertir lo que esté a su alcance para poder cumplir con su tarea.

7. Estimularlo y capacitarlo para que tenga éxito

en la vida cristiana.

De nuestra parte como discipuladores debemos

hablar palabras de fe para nuestro discípulo. Si

por ejemplo es vicioso o tiene relaciones ilícitas fuera del plano establecido por

Dios, debemos animarle con amor para que de forma intencional comience a

ordenar su vida delante de Dios. También debemos ponernos como meta

enseñarle a alcanzar a otros para Cristo, a liderar una célula, a que se bautice, a

que se capacite como líder y a que pueda continuar con el proceso educativo que

tiene la iglesia para provecho de su vida cristiana.

8. Estar dispuesto a ser su amigo, servidor,

consejero, patrocinador, discipulador, guía

espiritual y maestro.

En otras palabras debemos vaciarnos o realizar una

“kenosis”, este vaciamiento según Filipenses 2:5-8.

No es otra cosa que dejar de ser para que otro sea.

Cristo se despojó de sus prerrogativas divinas para

descender y humillarse hasta lo sumo para que

nosotros viles pecadores fuésemos transformados, Cristo se despojó para que

nosotros que no éramos nada ahora fuésemos herederos del Reino de Dios y

coherederos juntamente con Cristo. Nuestro Señor se encargó de ser amigo de

sus discípulos y les dijo: “vosotros sois mis amigos si hacen lo que yo os mando”,

les sirvió como nadie lavándoles los pies, les dejó el paracletos es el mejor

consolador, les modeló con su ejemplo y luego les enseñó con sus hechos, les

enseñó a orar y les patrocinó con su vida misma su libertad. Ante este ejemplo

sólo podemos humillarnos y reconocer que hemos estados lejos del verdadero

sentido de hacer discípulos. Pero ahora estamos avanzando retomando el rumbo

que Jesús y la iglesia primitiva nos marcaron.

IV. Materiales y proceso para el seguimiento.

Preparándonos para el seguimiento.

Antes de comenzar con las visitas de seguimiento se recomienda a cada pastor capacitar

a los líderes o equipo de discipuladores, estudiando los temas de la Senda de

Entrenamiento del nivel I y del nivel II. Asegúrese de que sus líderes conocen bien los

temas. También permítales un tiempo de preguntas y respuestas para que ellos puedan

disipar cualquier duda que el material pueda originar.

Después de capacitar con los temas de seguimiento a los líderes,

debemos preparar la visita inicial o primera visita, a continuación

se presentan unos pasos prácticos:

Llamar por teléfono para felicitarle por su decisión de haber

entregado su vida a Cristo y constatar cuándo, dónde y a

qué horas se le puede visitar.

Hacer una visita al nuevo discípulo en las primeras 48 horas después de haber

aceptado a Cristo.

Una vez reunido con el discípulo debemos hacer lo siguiente:

Ser lo más amable y prudente que se pueda.

No trate de intimidarlo con frases como: “este camino es duro”, “a ver si aguanta

hermanito”, “le van venir pruebas bien duras”.

Confirmar la decisión tomada por el discípulo, es decir, se debe verificar el estado

en que se encuentra el nuevo discípulo. Preguntarle si entendió lo que sucedió en

su vida.

Estimularle a seguir adelante en el camino de la fe.

Compartirle una experiencia de la vida cristiana.

Informarle los horarios de actividades de nuestra iglesia.

Explicarle el proceso de desarrollo que debe seguir dentro de nuestra iglesia

(Seguimiento, Mis Primeros Pasos, Escuela de Formación Ministerial).

No se tarde mucho, a menos que el discípulo este pasando por una crisis y

necesite de atención y apoyo.

Si detecta una necesidad puede gestionar la forma de ayudarle pero sea prudente

al preguntar y otorgar cualquier clase de ayuda.

Proceso de seguimiento.

1. Realizando la primera visita: Debemos realizarla en la menor cantidad de

tiempo posible. En esta visita no le damos un estudio bíblico, tampoco le

descargamos un aparataje de reglas y prohibiciones. En esta visita lo que

buscamos es afirmarlo en la fe, compartir un momento de amistad con él o ella y

escucharle. Es importante responder a las preguntas que el nuevo discípulo nos

haga. Debemos tratar de seguir los pasos planteados en el apartado anterior.

2. Realizando la segunda visita: El líder o la persona encargada de discipular al

recién convertido debe adquirir el material de discipulado de la Senda de

Entrenamiento “Nivel I”, este consta de siete temas bíblicos básicos. Debe tener el

suyo y debe bendecir la vida del nuevo discípulo regalándole una guía a él o a ella.

No es de buen gusto iniciar la relación tratando de venderle una guía a nuestro

discípulo. Ahora que ya tenemos los materiales a nuestra disposición nos

disponemos a visitar por segunda vez a nuestro nuevo hermano en Cristo. A

continuación presentamos las recomendaciones respectivas en esta segunda

visita:

Llegue puntual, no es de buena educación que el discípulo le esté

esperando (si tiene algún contratiempo avísele).

Si sucediese que al llegar a la reunión de discipulado el recién convertido

ha invitado a un amigo para que reciba la charla de discipulado, no se lo

evite, al contrario felicítelo por el buen deseo de compartir con otros el

mensaje de Cristo y permítale al invitado estar presente.

Inicie la conversación preguntándole ¿Cómo ha estado? ¿Cómo se ha

sentido en su nueva vida? Es decir permítale que sea él quien hable y se

exprese. Ayuda muy poco al proceso que usted empiece a hablar y hablar

y hablar sobre usted mismo y sus grandes “hazañas espirituales y luchas

con demonios”.

Luego de establecer un ambiente ameno y de confianza, le informa que

usted tiene un regalo sencillo pero que se lo da con amor (entréguele la

guía de seguimiento nivel I).

Explíquele cuantas lecciones son y las actividades que usted realizará

junto a él o ella (lo correcto es varones discipulando varones y personas

del sexo femenino a las de su mismo género).

Luego de esto inicie con la primer lección “Bienvenido a tu nueva

familia”.

Haga el estudio interactivo, ayúdele a buscar las citas bíblicas o llévelas

en pequeños papelitos y que él o ella los lea según usted se lo pida.

También si la persona sabe leer puede pedirle que lea el párrafo y luego

usted lo explica. En caso que la persona no pueda leer usted deberá

compartir la lección tratando de no leer mucho el material de apoyo,

para eso usted ha tenido ya un tiempo de capacitación y además usted

debe estudiarlo antes de ir a visitar a su nuevo discípulo.

A la hora de la plática de la lección evite la jerga evangélica o términos

teológicos que le sean muy difíciles de explicar. (Recuerde ya habrá

tiempo para profundizar en otros niveles de la senda)

Lean juntos el cuadro de actividades a realizar en esa semana y trate de

ayudarle lo más que pueda a realizar las actividades que aparecen en el

cuadro. Recuerde que estas actividades se han programado pensando en

que el nuevo discípulo debe ir involucrándose gradualmente en la vida

de la célula y de la reunión general. No trate de convertirlas en cargas

pesadas que ni usted puede llevar, si el discípulo tiene dificultad para

realizar alguna actividad sea comprensivo y no lo avergüence ni lo

obligue porque puede que la próxima vez se niegue a recibirlo.

Siempre agradezca cualquier atención recibida en casa del nuevo

discípulo, sino las hay agradezca por el tiempo y la atención prestada.

3. Realizando la tercera visita: En esta visita debemos continuar construyendo

relaciones significativas con el nuevo discípulo. En esta ocasión debemos

proceder de la siguiente forma:

Ser puntuales.

Inicie la conversación preguntándole ¿Cómo ha estado? ¿Cómo se ha

sentido en su nueva vida? Es decir permítale que sea él quien hable y se

exprese. No olvide que lo importante no es cumplir con la meta de darle

clases, sino que el nuevo convertido se sienta apoyado y querido. Recuerde

que las personas no se quedan congregándose en una iglesia porque sea

perfecta, sino porque se sienten incluidos y ambientados.

Luego de crear un ambiente agradable continúe con la siguiente lección,

según la guía de seguimiento es: “Historia de la Iglesia de Dios”. Recuerde

que la Iglesia de Dios tiene más de cien años de existencia, no trate de

agotar todos los detalles del tema, simplemente es una breve charla de

cómo se originó nuestra organización y cuáles son las características que

nos hacen distintos. Al compartir esta charla evite expresarse mal de otras

iglesias hermanas, inclusive de la iglesia tradicional (Católica Romana).

Esto se debe a que usted no sabe si toda su familia es parte de esta

organización o si el discípulo tiene familiares que son sacerdotes y se

sentirá ofendido. Recuerde que en la Escuela de Formación Ministerial él

recibirá la información pertinente y podrá distinguir entre una secta y la

iglesia verdadera de Cristo en la tierra. En lugar de sembrar cizaña,

anímele a invitar a sus familiares a las reuniones de célula o generales de

nuestra congregación.

Dele un tiempo de preguntas y respuestas porque lo más seguro es que

tendrá dudas sobre el tema. Esta lección siempre despierta curiosidad en

los nuevos convertidos, sobre todo la parte que habla de la Reforma, ellos

quieren saber porque surgió la iglesia protestante.

Estudien juntos las actividades a realizar durante la semana y recuerde si

la persona tiene dificultades para realizar todas las actividades

concéntrese en aquellas que usted considera que no le serán problema.

4. Realizando la cuarta visita: Ahora ya tenemos cuatro semanas de estar

construyendo relaciones significativas con nuestro discípulo, se espera que lo

vayamos involucrando gradualmente de las actividades de la iglesia. En esta visita

se recomienda lo siguiente:

Llegar puntualmente para evitar que la persona se incomode por

nuestra tardanza.

Salude con respeto, evite el exceso de confianza, ya que ahora

posiblemente la persona nos pierda la pena y nos invite a ponernos

cómodos en su casa. Evite ser abusivo o irrespetuoso no olvide que se

trata de ayudar a la persona no de exhibir nuestros hábitos

desagradables y se termine decepcionando de nosotros.

Establezca un ambiente de confianza siempre preguntando ¿Cómo se ha

sentido en este último tiempo?, la respuesta a esta pregunta es

importante, porque sucede que muchos piensan que desde que llegaron

a Cristo la vida se les complica, usted debe responder si ese es el caso

animando al discípulo explicándole que su vida se está reacomodando y

que muchas cosas están cambiando y todo cambio es incomodo al inicio

pero después genera grandes frutos. Recuerde su tarea es animarle para

que no deje de seguir a Cristo.

Una vez que ha generado un ambiente agradable inicie con el estudio de

discipulado, en esta visita le corresponde el tema: “La certeza de tu

salvación”. Todos en más de alguna ocasión nos hemos preguntado

¿Cómo es que somos salvos?, algunos en sus primeros días dudan de

que Dios en verdad los haya perdonado. Su objetivo es ayudarle a la

persona a que se sienta segura en los brazos de Cristo enseñándole lo

que la palabra de Dios dice sobre la salvación.

Recuerde siempre hacer la lección participativa, también deje al final un

espacio de preguntas y respuestas.

Finalmente lean el cuadro de actividades que tiene la lección y enséñele

como debe hacer las asignaciones que se le presentan.

5. Realizando la quinta visita: En esta semana le corresponde realizar una visita

más, la idea aquí es que el discípulo ya esté involucrado en la célula y también

haya asistido a las reuniones generales, si no lo ha hecho no lo regañe o

avergüence, ingéniese una forma de llevarlo. A continuación algunas

recomendaciones para esta visita:

Llegue puntual a la reunión, no baje la guardia y se confié.

Salude con respeto.

Trate de preparar un ambiente agradable y pregúntele ¿Cómo se ha

sentido en la célula y las reuniones generales?, pregúntele si hay algún

tema que le haya interesado en las predicas o enseñanza de la célula o los

cultos. Una vez más le recordamos que debe ser el discípulo el que nos

comente como está todo, no debemos ser nosotros los que lo abrumemos

con un gran sermón que aburra y canse al discípulo.

Una ves que logre establecer una comunicación fluida prosiga con la

lección correspondiente a esta visita, en esta oportunidad le impartirá el

tema cuatro de la guía de discipulado “Libres en Cristo”. Aproveche para

animarlo a disfrutar de la verdadera libertad que nos da Cristo.

Luego pregúntele si ha invitado algún amigo o amiga a la célula o a la

iglesia y que le cuente como ha sido esta experiencia, si no lo ha hecho

dígale que usted lo llevará a invitar con usted a unos amigos el día de la

célula. Recuerde que la idea de este seguimiento no es llenarle la cabeza de

conocimientos solamente, sino que la persona aprenda a vivir la fe y para

eso debemos ser nosotros los que le demos el ejemplo.

Finalmente revisen juntos el cuadro de actividades y acompáñelo en la

realización de las actividades, no debe olvidar que usted es un modelo a

seguir para el discípulo.

6. Realizando la sexta visita: Ya estamos en la sexta semana, se espera que usted

haya sido capaz de crear una relación de confianza y de compañerismo con su

discípulo. A estas alturas del seguimiento usted ya debe estar involucrándolo en

las actividades regulares de una célula, él o ella debe estar saliendo a invitar

amigos con usted o llevando él los propios invitados a la célula o al culto. En esta

semana le corresponde compartir ya el quinto estudio. En esta visita usted debe:

Llegar a la hora acordada.

Saludar con respeto.

Conversar un momento sobre los cambios que están sucediendo en la vida

de nuestro discípulo. Preguntarle cómo está su ánimo en relación a

continuar siguiendo a Cristo. Es importante no perder la oportunidad para

animarle a perseverar en la fe a pesar de cualquier problema que este

experimentando.

Ahora que ya tenemos iniciada la conversación aprovechamos para

presentarle la lección cinco, esta lleva como título “Caminando en

santidad”. Aquí usted debe ser practico y no complicarse con la

terminología wesleyana de santificación inicial y santificación progresiva,

o como la llaman otros santidad posicional y santidad gradual. Lo

importante aquí es orientar a nuestro discípulo sobre la forma práctica de

vivir la santidad en todo lo que hacemos en nuestra vida diaria. Una

aclaración de suma importancia en esta lección, por su mismo bien, no

trate de confundir esta lección de santidad con una ocasión para ponerle

reglas que ni usted ni su familia pueden cumplir a cabalidad, porque si

usted lo orienta mal y le enseña que la santidad es un conjunto de

prohibiciones usted estará formando un fariseo evangélico, en lugar de un

discípulo que sabe caminar en santidad. El énfasis de esta lección es que

usted le enseñe a su discípulo lo que debe hacer en la vida diaria, como

debe vivir la santidad, es decir el enfoque es el de una santidad activa y no

una santidad contemplativa.

No olvide esforzase por hacer que la charla sea participativa, sea creativo e

involucre al discípulo para conocer su opinión del tema.

Finalmente revisen el cuadro de actividades de la guía de discipulado y

ayúdele a desarrollar aquellas asignaciones que requieran su intervención.

7. Realizando la séptima visita: Esta visita nos permitirá explicar muchas de las

cosas que puedan estar generando duda o temor en nuestro discípulo, esto se

debe a que somos una iglesia de liturgia pentecostal y es normal presenciar en

nuestros servicios de adoración la expresión libre a la hora de manifestar nuestra

devoción por Dios y experimentar las manifestaciones del Espíritu Santo. A

continuación algunas recomendaciones:

Cumplir con la hora acordada.

Saludar con educación.

Crear un ambiente de confianza y relajación.

Preguntarle si ha observado algo que no entiende a la hora de celebrar

nuestros cultos para Dios en la iglesia.

Permítale que se exprese con libertad, posiblemente la persona tenga

temor de hablar lo que no entiende pero hay que tratar de comprenderla

ya que tal vez sea su primera experiencia con manifestaciones

espirituales.

Una vez que la persona ha compartido su opinión debemos proceder a

compartir la lección de seguimiento que precisamente trata sobre el

bautismo en el Espíritu Santo, esta se presenta como “una experiencia

indispensable”.

Sea dinámico y permita que la persona participe para que la lección sea

interactiva.

Revisen juntos el cuadro de actividades a realizar con el nuevo discípulo

y ayúdele a realizar aquellas que considere que son más importantes en

su formación.

Despídase y sea agradecido por cualquier detalle recibido.

8. Realizando la octava visita: En esta visita debemos ser muy cuidadosos con la

forma en que abordaremos el tema de esta lección, según el temario para esta

visita debemos impartir la lección siete la que tiene como tema “El privilegio de

dar” en esta oportunidad debemos tratar de no ser mal interpretados por nuestro

nuevo discípulo. Recomendaciones importantes:

Llegar a tiempo para la reunión.

Iniciar una conversación de forma amable y amigable.

Preguntarle si tiene alguna información sobre el por qué se pide dinero

en la iglesia, o si él sabe para qué se ocupa el dinero en la iglesia. Lo más

seguro es que ya otras personas han tratado de sembrar cizaña en la

mente del nuevo discípulo hablando mal de los pastores y de que a los

evangélicos sólo nos interesa el dinero. Sea paciente si en caso el

discípulo le da una respuesta que usted considera inapropiada, recuerde

que nuestra meta es formarle no discutir con él o regañarlo.

Una vez que el ambiente está apto preséntele la lección correspondiente,

sea cauteloso de hacer preguntas como ¿Cuánto es lo que usted gana? O

cualquier pregunta que pueda ser imprudente, el tema de las finanzas es

muy delicado y es una de las razones por las que muchas personas tienen

un mal concepto de la iglesia. Explíquele como se utiliza lo que en la

iglesia se recolecta y como lo que mucha gente no cristiana dice es falso.

Finalmente revisen juntos el cuadro de actividades y realicen las

asignaciones respectivas. También explíquele que le espera el “Nivel II”

de la senda de entrenamiento, dicho nivel se titula “Mis primeros pasos”.

La dinámica a seguir en el nivel II es la misma. Debemos continuar

visitando al nuevo convertido impartiendo los estudios de discipulado de

forma personalizada hasta que se bautice y luego se inscriba en el Nivel

III, este es la Escuela de Formación Ministerial para que se convierta en

líder productivo de una célula o un ministerio de la iglesia local.

A estas alturas muchos ya se quieren bautizar, es importante en este

punto que las cosas se hagan en orden y se le notifique al pastor en caso

que la iglesia no tenga el modelo celular al cien por ciento. Hacemos esta

aclaración, porque en el modelo celular las fechas de bautismo se planean

de acuerdo al ciclo de seguimiento y son los líderes y supervisores los

encargados de notificar a sus coordinadores cuantos candidatos al

bautismo hay. Queremos hacer la aclaración de que es el pastor el que

determinara en cada iglesia local los criterios para permitir el bautismo

de las personas.