el hombre en las redes de las nuevas tecnologías

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  • EL HOMBRE EN LAS REDES DE LAS NUEVAS TECNOLOGAS

    Aportes a la disolucin del enfrentamiento hombre-tcnica1

    Andrea Corts-Boussac

    1 Este libro es resultado de la investigacin El hombre en las redes del pensamiento contemporneo, del grupo de investigacin LOGOS de la Escuela de Filosofa y Humanidades de la Universidad Sergio Arboleda. Este libro es el primer volumen de la coleccin Hombre-Arte-Tcnica.

  • Universidad Sergio ArboledaEl ser humano en las redes de las nuevas tecnologas Andrea Corts-Boussac

    Escuela de Filosofa y Humanidades

    Primera edicin: Noviembre de 2009Queda prohibida toda reproduccin por cualquier medio sin previa autorizacin escrita del editor.

    Edicin realizada por el Fondo de Publicaciones Universidad Sergio Arboleda Carrera 15 No. 74-40Telfonos: 3257500. Ext. 21313220538-3217240www.usergioarboleda.edu.coFax: 3177529Bogot D.C.

    Director Editorial: Jaime BarahonaDiseo y diagramacin: Jimmy F. Salcedo SnchezDiseo de cartula: Jimmy F. Salcedo [email protected]

    Impresin: Digiprint

    Bogot, D.C.ISBN: 978-958-8350-43-1

  • A mis padres que me mostraron las fuentes y los principios, para poder dirigir la

    mirada hacia la tchne.

    A mi hija Sophie que me hace ver el presente y el futuro; el mundo en-las-redes-de-las

    nuevas-tecnologas.

  • AgrAdecimientos

    Quisiera agradecer al Dr. Mauricio Uribe Blanco, Decano de la Escuela de Filosofa y Humanidades (Universidad Sergio Arboleda), por su apoyo para la publicacin de este libro y por confiar en mi investigacin realizada en Berln y Bogot. Al profesor Andrew Feenberg por escribir el prlogo de este libro, dedicarse al importante y actual trabajo de La Filosofa de la Tecnologa y aportarnos con su valiosa propuesta a los interesados en este tema. Agradezco tambin a mi esposo Etienne que me apoya incondicionalmente, me acompaa en este mundo-en-redes y me introdujo ms en las dimensiones del cine.

  • As es pues, donde reina lo Gestell est el peligro,

    en su sentido supremo, pero donde est el peligro, crece tambin lo

    que salva.Consideremos cuidadosamente las palabras de Hlderlin (Heidegger, 1954, p. 9).

  • contenido

    Prlogo ......................................13introduccin ..................................17mArco histrico ...............................25

    Dasein ......................................31Nueva concepcin de mundo en las redes tecnolgicas ......35

    hombre-tecnologA .........................51La figura de la tchne griega en el paso de la tcnica moderna a las nuevas tecnologas. Aristteles-Heidegger ......53Seinsvergessenheit: olvido del ser como prdida del sentido del hombre y de su ser en las dimensiones de la tcnica moderna...64El comprender en el sentido-sinsentido....68El olvido de ser como olvido de la diferencia .....77

    Ge-stell ......................................91Ge-stell como im-poner, estar puesto y estar a disposicin ......96La Medusa Moderna ......101Lo Ge-stell como des-componer y com-poner......106

  • Bestand-Stck en las redes de las nuevas tecnologas ......107La triloga Ge-stell, Ge-viert y Ereignis: un giro del ser en Heidegger .....112Algunas dimensiones tico-polticas de lo Ge-stell en las redes de las nuevas tecnologas ......113Tcnica en la era post-capitalista ....115Sentido como Libertad ......122El enlace esttico de Heidegger: la pregunta por la tcnica nos lleva a la pregunta por la tchne ......128Cine y tchne ......131

    conclusiones ..............................141

    referenciAs ..............................147

  • Prlogo*

    en La Dolce Vita de Fellini hay una escena crucial en la que el msico e intelectual Steiner interpreta Bach en un rgano de iglesia y observa con tristeza que nos estamos olvidando de estas voces del pasado. La tradicin cultural de Occidente est muriendo y, como somos testigos de su larga agona nos adaptamos a su sucesor, una sociedad basada en el dinero, el poder y la tecnologa. No s si Fellini y sus colaboradores leyeron a Heidegger, pero aqu s crearon una elega tpica heideggeriana. Steiner, que ms tarde mata a sus hijos y se suicida en la desesperacin, subraya la fatal seriedad de la crisis de la cultura.

    La lgica distpica de la tecnologa domina el pensamiento de Heidegger en la dcada de 1930. l considera la tecnologa un sistema total del que no hay escapatoria. Esta visin contrasta con el anlisis de la accin tcnica en la primera parte de Ser y Tiempo. El utilizar herramientas revela el mundo y lo encuentra en los significados operativos que unen el Dasein y sus alrededores en la unificacin ser o estar-en-el-mundo(estar-siendo-en-el-mundo). Reconciliar el primero y segundo Heidegger es una tarea que se ha llevado a cabo anteriormente, pero en este libro hay una nueva reconciliacin en trminos de los cambios en la tecnologa que se han movido ms all de las posiciones ms pesimistas de Heidegger y dado un nuevo significado a sus indicios ocasionales de esperanza.

    La crtica heideggeriana de la tecnologa pertenece a un mundo en el que grandes sistemas tcnicos tales como

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    el sistema de energa elctrica se estaban extendiendo rpidamente por la superficie de la tierra, invadiendo todo el mundo y dibujando todo bajo su manto. El enorme y centralizado poder de estos sistemas sobre los seres humanos requerido e instituido pareci anunciar una nueva era en la que el poder slo importaba. El dinamismo de la tecnologa moderna liquid la vieja idea de las esencias eternas y expuso a todos los seres al control y transformacin.

    Heidegger lleg a dos conclusiones aparentemente contradictorias de esta situacin. Por un lado, los seres humanos se encuentran ante el peligro de la mecanizacin de su propia imagen y existencia. Por otro lado, la ruptura con los tradicionales conceptos filosficos por la tecnologa abri el camino, ms all de la metafsica, a una profunda comprensin de ser, que si pudiera ser aceptada, podra ofrecer un camino a la salvacin en una nueva civilizacin.

    La cuestin que este libro plantea es si no se nos ha ayudado hacia este avance tardo por el cambio en la tecnologa que ocurre a nuestro alrededor, de lo mecnico a lo electrnico. Tal vez este cambio en el entorno tcnico revela aspectos de la tecnologa que han sido tomados de manera imperfecta en la crtica de Heidegger, aspectos que pueden hacer que el escenario salvador sea ms plausible de lo que l esperaba.

    La clave de este punto de vista revisionista es la nocin de red, que desempea un papel importante en todos los debates de Heidegger de la tcnica y la tecnologa. Los artefactos tcnicos no son cosas aisladas, pero son esencialmente unidos en las redes de la instrumentalidad. El martillo no es nada sin los clavos y martillo y clavos implican la madera, la madera implica estructura, y as sucesivamente. Dasein tampoco es una cosa separada, pero se une a la red de los instrumentos en un mundo coherente de significados.

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    Andrea Corts-Boussac

    La tecnologa moderna ha empobrecido esos significados, los redujo a simplificar recursos organizativos, a estrategias de marketing, manuales de operaciones. Una especie de nihilismo prctico ha sustituido el esencialismo de la tradicin filosfica. Pero, sorprendentemente, y no previsto por Heidegger, las tecnologas ms avanzadas ahora restauran algo de complejidad a nuestro mundo. Comunicacin en Internet abre posibilidades muy diferentes de aquellas de la industria de energa elctrica.

    Al final del famoso ensayo de Heidegger La pregunta por la tcnica, expresa la vaga esperanza de que algn da el arte pueda recuperar el poder de crear no slo trabajos o experiencias, sino mundos de sentido, significado. Este poder que el arte posea antes de los tiempos modernos slo se puede recuperar en un futuro que ha vivido la experiencia tecnolgica y pueda salir al otro lado de la distopa. Pero Heidegger no tena una idea clara de cmo esto podra ser posible.

    Podra ser que las artes emergentes en torno a la tecnologa moderna, el cine, la fotografa digital, msica electrnica, y los medios de comunicacin, experimentos de todo tipo, anuncien este cambio de orientacin, este giro? Tal vez Heidegger subestim el potencial de la sociedad tecnolgica para invertir su propia tendencia nihilista. Este libro nos hace pensar en esta lectura alternativa de la cuestin de la tecnologa.

    Andrew Feenberg#

    Pars, octubre de 2009

    * Traduccin de ingls a espaol por Andrea Corts-Boussac.# En la actualidad Andrew Feenberg tiene el cargo de Canada Research Chair in Philosophy of Technology (direccin de investigacin de la filosofa de la tecnologa de Canad) de la Simon Fraser University (Vancouver-Canad). Ha sido profesor de filosofa

  • de la Universidad estatal de San Diego, la Sorbonne (Paris I), de las universidades de California, San Diego e Irvine, Duke University, la universidad estatal de New York en Buffalo, la universidad de Paris-Dauphine, el Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, la universidad de Tokyo y la universidad de Santa Clara. Es conocido a nivel mundial por sus grandes aportes a la filosofa de la tecnologa, con recepcin tanto en Occidente como en Oriente: en Noruega, Holanda, Francia, Inglaterra, Japn, China y todo Norteamrica. Entre sus libros ms reconocidos se encuentran: Critical Theory of Technology (Oxford University Press, 1991), Alternative Modernity (University of California Press, 1995), Questioning Technology (Routledge, 1999), y Heidegger y Marcuse: The Catastrophe and Redemption of History (Routledge 2005). Algunos de estos libros han sido traducidos al francs, italiano, noruego, chino y japons. El profesor Feenberg ha aportado con su obra al gran debate filosfico, sociolgico y poltico del fenmeno de la tecnologa en la actualidad. Su obra ha sido trabajada por expertos en este campo con publicaciones en respuesta a su obra tales como Democratizing Technology: Building on Andrew Feenbergs Philosophy of Technology (Democratizando la tecnologa: contrstruyendo en torno a la filosofa de la tecnologa de Andrew Feenberg) publicado por la universidad estatal de New York, 2006. El Dr. Feenberg dirige el proyecto de comunicacin online con su propio software. Es consultor de New Media & Society (Nuevos medios y sociedad)y de Society and Ethics Advisory Committee of Genome British Columbia (Comit consultor de la sociedad y tica de Genome, Columbia britnica).

  • introduccin

    en el transcurso de la historia de occidente y, en especial, en los ltimos dos siglos con el imperio de la tcnica moderna, el ser de lo que se denomina ser humano ha cado en el olvido. El propsito central del presente libro es mostrar e interpretar al ser humano en el fenmeno actual de las nuevas tecnologas en un sentido filosfico. Hasta la concepcin misma de ser humano ha dejado de ser tema central de reflexiones filosficas, pues en ellas se ha utilizado ms el concepto de hombre. De hecho, en la modernidad filosfica ya no se habla de ser humano sino de sujeto o de hombre. Por consiguiente, se tratar de rescatar la nocin de ser humano, la cual, como su nombre lo indica, cubre tambin al ser.

    Es necesario insistir que esta interpretacin no se har meramente desde una perspectiva antropolgica, como comnmente se entiende al hablar de hombre. Igualmente, se intentar arraigar la concepcin de tcnica y tecnologa desde una perspectiva filosfica, es decir, desde el pensamiento y no meramente de lo cientfico, como lo hace el pensador alemn Martn Heidegger, quien trabaja conjuntamente la cuestin de hombre y tcnica. En trminos heideggerianos, Dasein1 y esencia de la tcnica.

    1 Se puede tomar Dasein, en primera instancia, como hombre, que est ah. Pero su significado es ser del hombre.

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    Se recurrir a Martin Heidegger porque en su obra propone una nueva interpretacin de hombre y mundo, basada en sus conceptos Dasein e In-der-Welt-sein, (ser/estar-ah o ser del hombre y ser-en-el-mundo). Estas concepciones alternativas a las tradicionales de hombre y mundo rescatan al hombre y a la tcnica de la instrumentalizacin. La propuesta heideggeriana sirve de base para comprender e interpretar el mundo moderno, post-moderno, y su organizacin, caracterizada por las redes de las nuevas tecnologas. De hecho, Heidegger nos permite pensar en redes y rompe de esta manera con la diferenciacin hombre-mundo en el esquema sujeto-objeto. El pensador alemn nos presenta el mundo como una red, en la cual el Dasein se manifiesta, se proyecta y despliega en su plexo de posibilidades. Cabe mencionar que Heidegger es de los primeros pensadores que se preguntan por la tcnica moderna desde la filosofa, cuestin que desarrolla en sus escritos sobre la tcnica, y que fuera tema de la conferencia dada en 1949 en el crculo de Bremen con el nombre de Das Ge-stell compilada junto con Das Ding, Die Gefahr und die Kehre (la cosa, el peligro y la vuelta) en la banda 79. Esta discusin fue reelaborada en 1953 bajo el conocido ttulo La pregunta por la tcnica y presentada en la Universidad tecnolgica de Mnchen en la lnea El arte en la era de la tcnica. Tambin se ocupa del tema en Identitt und Differenz (Identidad y Diferencia), en la que se compila la conferencia der Satz der Identitt (El principio de la identidad), que fuera presentada para el jubileo de los 500 aos de la Freiburg Universitt (Universidad de Friburgo) en 1957. Estos escritos de Heidegger sern centrales para este trabajo.

    Quisiera mencionar que en este libro se recurrir a las tres fases de la obra de Heidegger, especialmente a la segunda, en la cual expone su concepto de lo Ge-stell, pues es ah donde se

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    Andrea Corts-Boussac

    hace fundamental la cuestin por la tcnica. En la primera fase Heidegger ya se refiere a la tcnica, abordndola desde lo que sera el Lebensphnomen (fenmeno de la vida). En esta fase interpreta al Dasein como ser viviente, que puede entenderse mejor como un estar viviendo. Aqu Heidegger ha comenzado a percibir el fenmeno de la tcnica y a prever cmo ste influye en el ser del hombre, en el Dasein, y cmo afecta su estar-en-el-mundo. Por esta razn, su primera interpretacin de la cuestin la da en el impacto entre la ciencia moderna y la vida, que ms adelante desarrollara como el impacto del fenmeno de la tcnica en el hombre. Esta interpretacin ha sido formulada por Thomas R. Wolf en su libro, Hermeneutik und Technik (Hermenutica y Tcnica), del 2005.

    Sin embargo, para muchos expertos o estudiosos de la obra de Heidegger, la cuestin de la tcnica solamente es abordada y trabajada a partir de su segunda fase, estrictamente, cuando discute La pregunta por la tcnica. En este trabajo se mostrar que es posible divisar la preocupacin y ocupacin de Heidegger por la cuestin de la tcnica moderna en todas sus fases. Por consiguiente, se intentar encontrar un sentido o mostrar la dimensin del sentido en el sinsentido producido por el olvido del ser (Seinsvergessenheit) y el olvido de la esencia de la tcnica. Se puede entender la esencia de la tcnica como la tchne griega, desplazada por la tcnica moderna, algo que Heidegger expone en su segunda fase cuando discute con las diferentes facetas de su concepcin de lo Ge-stell.

    Un segundo propsito ser ver cmo los conceptos expuestos en la primera fase son profundizados en la segunda. Cabe mencionar que Heidegger siempre se ocupara del ser desde sus diferentes dimensiones: el ser como fenmeno, como un Lebensphnomen (fenmeno de vida); el ser como sentido

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    de ser, Die Frage nach dem Sinn von Sein (La pregunta por el sentido del ser); el ser como ser del hombre, Dasein como In-der-Welt-sein (ser o estar-en-el-mundo), que es expuesto en Ser y Tiempo-; el ser de la Palabra, del Habla, es decir, de la interpretacin, y, finalmente, el ser como Ereignis (acontecer), expuesto en la tercera fase. Se podra decir que estas fases crean un crculo hermenutico. De hecho, se tratar de seguir el crculo hermenutico del pensador alemn, puesto que su denuncia Seinsvergessenheit (olvido del ser) nos remite a otros olvidos, a otras dimensiones ocultas del ser, y a otras referencias del ser. Por consiguiente se ilustrar cmo dentro de su misma obra, el olvido del ser nos remite al olvido de la esencia de la tcnica. Nos enva a otro problema que, de cierta manera, no excluye el problema del olvido del ser. Es ms, el eje creativo o referencial hermenutico es aquello que no deja que el crculo hermenutico se vuelva un crculo vicioso. Este crculo hermenutico tambin hace que cada nueva interpretacin sobre la cuestin del ser se abra y se dirija a nuevos puntos de referencia. Esta discusin ha sido, posteriormente, desarrollada en las nuevas corrientes francesas post-estructuralista y de-constructivista, por seguidores de Heidegger como Deleuze, Guattari y Derrida, quienes se valen de su propuesta de los puntos de fuga y desterritorializacin para criticar y abandonar el crculo vicioso. Deleuze muestra cmo este crculo hermenutico no es vicioso. El pensador francs sobrepasa la misma propuesta, por no decir, sistema heideggeriano, y nos muestra nuevas dimensiones del crculo hermenutico.

    En este libro tambin se tratarn otros aspectos del problema central tales como la In-der-Welt-sein (ser/estar-en-el-mundo), con la cual es posible explicar al hombre en el mundo de las nuevas tecnologas. Al respecto habra que mencionar que los fenmenos de la tcnica moderna y de las nuevas tecnologas son diferentes.

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    Andrea Corts-Boussac

    Por otro lado, resulta necesario subrayar dos puntos importantes para tener en cuenta en la lectura de este libro: primero, que tanto la tcnica moderna como las nuevas tecnologas sern consideradas como fenmenos. Segundo, que son dos fenmenos diferentes. Si se parte de la opinin de que las nuevas o altas tecnologas son hijas de la tcnica moderna, debe considerarse que no son fenmenos iguales as como los hijos no son iguales a los padres, aunque tengan la misma naturaleza. Es ms, los fenmenos de la tcnica moderna y de las nuevas tecnologas, se dan en dos concepciones de mundo diferentes, puesto que la tcnica moderna se basa en el esquema sujeto-objeto, mientras las nuevas tecnologas se dan en un mundo concebido en redes. Este mundo concebido en redes sera el propuesto por Heidegger con su In-der-Welt-sein (ser/estar-en-el-mundo).

    La discusin general tambin abordar el trmino heideggeriano das Ge-stell, traducido como estructura de emplazamiento. Lo Ge-stell tiene varias facetas. Hay una negativa, que consiste en el im-poner y que puede entenderse como la imposicin del hombre sobre la Naturaleza y como el estar-dispuesto del hombre a la tcnica moderna. Las facetas positivas seran el des-componer y el com-poner. Con das Ge-stell heideggeriano se muestra el olvido de la esencia de la tcnica y, de igual manera, se da la posibilidad de salvacin, al salir de este olvido. La cuarta exposicin mostrar la interpretacin de la tchne griega hecha por Heidegger en el mundo de la tcnica del siglo XX, lo que lleva a la ltima cuestin a tratar, en la cual se intentar hacer una re-interpretacin de la tchne griega en la era post-capitalista-tecno-globalizada.

    La cuestin a tratar es la siguiente: por qu bajo el imperio de la tcnica moderna se usa la concepcin de hombre y

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    no la de ser humano? Cmo ha sido expuesto el concepto de ser humano en el lenguaje de la tcnica y cmo puede exponerse en el de las redes de las nuevas tecnologas?

    Para poder responder estas preguntas, se partir de la hiptesis de que la tcnica moderna ha influido en el lenguaje, en especial en el lxico utilizado para referirse al hombre. Estos cambios en el lenguaje ayudan a que se olvide al ser del ser humano, de la misma manera que ha ocurrido con la naturaleza. En este punto se realza la reflexin de Heidegger en la cual la tcnica moderna se impone a la naturaleza y al ser, como si stos fuesen opuestos. La tcnica con su postura imponente ha instrumentalizado al hombre y a la naturaleza, puesto que aquello que le interesa es su carcter de servicio, de instrumento, su mera presencia, y no su ser. El concepto de hombre como tal se ha afianzado en la modernidad gracias al imperio de la tcnica moderna, gracias a ello se habla de relacin hombre-tcnica y no de ser humano-tecnologa.

    Para abordar la cuestin del hombre en la actualidad habra que ver cmo se manifiesta el hombre en el mundo, pues l se mueve, existe, se despliega, en las redes de las nuevas tecnologas encarnadas en el Internet, la mass media y la globalizacin cultural. Por tanto, hay que preguntarse no solo por la esencia de la tcnica moderna como lo hizo Heidegger en su tiempo sino tambin, por la post-moderna o por las nuevas tecnologas, que son hijas de la tcnica moderna. Se podra afirmar que las nuevas tecnologas tendran la misma visin de imposicin que la tcnica moderna. Sin embargo, por ser un fenmeno en redes, en el cual el mundo se muestra entrelazado en sus dimensiones, esta nocin se acerca ms a la concepcin heideggeriana de mundo que a la clsica moderna, propia de la tcnica moderna, basada en el esquema sujeto-objeto, traducido como hombre-mundo.

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    Andrea Corts-Boussac

    El propsito es, pues, estudiar al ser humano en el mundo de las nuevas tecnologas. Por tanto, se analizar la relacin ser-humano-tecnologa o ser-humano-nuevas tecnologas, en lugar de la de hombre-tecnologa. As se mostrar el develar del ser, las dimensiones del ser que hay en ella y, de esta manera, se rescatar el ser del hombre, lo humano y natural, que hay en estas redes. Se pretende buscar esa posibilidad dentro de las mismas redes, como Heidegger nos dice cuando cita a Hlderlin: As pues, donde reina lo Ge-stell est el peligro, en su sentido supremo, pero donde est el peligro, crece tambin lo que salva. Consideremos cuidadosamente las palabras de Hlderlin (Heidegger, 1954, p. 9)2. En el ser est la salvacin, pues sencillamente si no hay ser no hay salvacin; si se deja al hombre solo sin ir a su ser, no se llegara a la esencia de la tcnica. Por consiguiente, se intenta buscar aquello que salva en la esencia de la tcnica.

    Como hiptesis, por un lado, esto ratificara el olvido del ser en la tcnica moderna como lo promulga Heidegger. Por el otro, no solo se confirmara este olvido en el fenmeno de la tcnica moderna sino nos dara la posibilidad de ver cmo el ser se manifiesta en las redes de las nuevas tecnologas.

    2 Lo citado de los libros de Heidegger Sein und Zeit (Ser y Tiempo), Die Frage nach der Technik (La pregunta por la tcnica), Die Kehre, Vier Seminaren Thor (Cuatro Seminarios de Thor), Identit und Differenz (Identidad y Diferencia), Brief ber den Humanismus (La Carta sobre el Humanismo), Bandas 29,30 y 79 de las obras completas, lo he traducido directamente de los originales en alemn.

  • mArco histrico

    como la tcnica moderna es un fenmeno nuevo, reciente en la historia, y que hasta ahora se est estudiando e investigando, es necesario ubicar el problema histricamente y hacer una contextualizacin, antes de entrar a desarrollarlo.

    Las reflexiones sobre la tcnica moderna surgen a finales del siglo XIX con varias posiciones frente a este fenmeno. Unas de ellas estn enmarcadas en el pensamiento metafsico tradicional y otras van hacia la fenomenologa, de manera tal que entran a otra esfera del pensamiento occidental. El problema ha sido tratado desde perspectivas filosfico-antropolgicas, sociolgicas, desde la filosofa de la vida, el existencialismo, la fenomenologa, la filosofa de la ciencia e incluso desde la ciencia misma, aunque no estrictamente desde una perspectiva ontolgica.

    Para exponer estas reacciones filosficas se citar el trabajo de investigacin realizado por el alemn Oldemeyer, de la asociacin alemana de ingenieros (VDI Vereins Deutsche Ingenieure). Oldemeyer, en su libro Vida y Tcnica: posiciones de la filosofa de la vida desde Nietzsche hasta Plessner (2007), nos presenta las posiciones ms significativas de finales del siglo XIX y del siglo XX frente a la tcnica moderna, y sita el problema en la corriente filosfica denominada Lebensphilosophie (filosofa de la vida). Oldemeyer clasifica tres posiciones metafsicas frente al fenmeno de la tcnica, y discute una cuarta, que clasifica dentro de la filosofa de la vida:

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    -una [posicin] orientada a Platn y expuesta en el libro Idealismo objetivo o realismo de ideas del siglo XX de Friedrich DessauerUn naturalismo materialista con races en el antiguo atomismo de Lecipo y Demcrito, que en la poca moderna se encuentra en el dualismo materia-espritu de Descartesy en el utilitarismo tcnico de Francis Bacon y de los enciclopedista franceses (Dlembert, Concorcel, Diderot)[Otra posicin sera] Un naturalismo antropocntrico centrado en la interpretacin del hombre como esencia natural de negociar, y basado en el antiguo sofista Protgoras, en el materialismo histrico marxista y en el pragmatismo anglo-americano as como tambin en la filosofa antropolgica del siglo XX, como aquella desarrollada por Arnold Gehlen. (Oldemeyer, 2007, p. 10-11)1.

    Oldemeyer contina su exposicin con la cuarta posicin metafsica que sita en la filosofa de la vida. Para l hay dos posiciones dentro de esta misma corriente. A la primera pertenecen Friedrich Nietzsche, Henri Bergson, Wilhelm Dilthey, Georg Simmel, Ludwig Klages, Theodor Lessing, Hans Driesch, Oswald Sprengler. A la segunda pertenecen Martin Buber, Max Scheler, Nikolaj Berdjajew, Helmuth Plessner, Otto Friedrich Bollnow.

    Cabe mencionar que Oldemeyer no se percata de la posicin ontolgica de Heidegger frente al fenmeno de la tcnica, ni tiene en cuenta las races de la interpretacin de la tchne griega procedentes de Aristteles y los Pre-socrticos. Solamente nombra a Heidegger cuando est hablando sobre Bollnow, quien reconoce que la filosofa de la vida es consecuencia de la Existenzphilosophie (filosofa de la existencia) fundada por Heidegger.

    1 Las citas Oldemeyer, Pggeler y Sloterdijk las he traducido directamente del original en alemn. Las citas de Feenberg, Marcuse y Rojcewicz las he traducido directamente del original en ingls.

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    Andrea Corts-Boussac

    En la actualidad el fenmeno de la tcnica moderna se estudia tambin desde otras corrientes filosficas como la filosofa analtica y la filosofa de la ciencia. Estas corrientes enfocan y sitan el problema en el esquema sujeto-objeto, mantenindose en el dilema de si es el hombre o la tcnica quien domina al otro. stas seran las post-empiristas, las cuales siguen divagando entre si concebir o no la Naturaleza como objeto. Estas corrientes se caracterizan por considerar a la tcnica como un instrumento neutro que no afecta al hombre ni a la sociedad, y mucho menos se cuestionan por el ser. Solamente lo toman como un instrumento que ayuda al progreso: La tecnologa instrumental ofrece la perspectiva de tecnologa ms amplia y aceptada. Est basada en la idea comn de que las tecnologas son herramientas dispuestas a servir los propsitos de sus usuarios. La tecnologa se considera neutral, sin contenido evaluativo de s misma. (Feenberg, 2002, p. 5). Como la cuestin de la tcnica moderna ha sido clasificada

    dentro de diferentes corrientes filosficas pero la ontolgica no ha sido reconocida dentro de esta clasificacin, es necesario subrayar que ya ha sido trabajada ontolgicamente por Heidegger, cuando se pregunta directamente por la esencia de la tcnica. Por esta razn, en este trabajo se intenta reconocer y usar la posicin heideggeriana frente a la tcnica para explicar el fenmeno del mundo en las nuevas tecnologas. Con el fin de demostrar la importancia y la repercusin del trabajo heideggeriano sobre la tcnica, se harn breves referencias a dos filsofos que han sido influenciados por la propuesta heideggeriana y, que, asimismo, han desarrollado la nueva corriente filosfica denominada filosofa de la tecnologa.

    El primero de ellos es Herbert Marcuse, pensador judo-alemn representante de la Escuela de Frankfurt, quien fuera

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    alumno de Heidegger y seguidor de la propuesta de su maestro, la cual dirigi hacia lo social, algo que su maestro no consider. Marcuse critica el fenmeno de la tcnica moderna y hace nfasis en su efecto social. Para este pensador la tecnocracia se da junto con el devastador desarrollo del capitalismo, que reduce las dimensiones del hombre a una sola. Esta crtica la expone en su libro El hombre unidimensional de 1964.

    El segundo filsofo es Andrew Feenberg, quien fuera alumno de Marcuse en la universidad de San Diego, donde el pensador estuvo exiliado despus de la segunda guerra mundial. Feenberg est desarrollando una lnea de filosofa de la tecnologa a partir de los pensadores alemanes Heidegger y Marcuse, aunque se desprende de ellos cuando hace una explicacin de su propuesta desde lo poltico, proponiendo de esta manera una democratizacin de la tecnologa. Feenberg va directamente a la praxis y hace un anlisis del sistema, de los controles polticos y de su influencia en la tecnologa. Feenberg promueve una transformacin de los fundamentos de la tecnologa en las sociedades modernas o post-capitalistas. As pues, uno de sus propsitos es reformular la teora crtica de la tecnologa, trabajo iniciado pero no desarrollado completamente por Marcuse. Feenberg argumenta que la tecnologa es ms que un orden de instrumentos:

    Este libro, por lo tanto, construye una nueva formulacin de la teora crtica de la tecnologa para abordar estas cuestiones. Esta formulacin se asemeja a las teoras substanciales en argumentar que el orden tcnico es ms que una suma de herramientas y, de hecho, estructura el mundo, independientemente de las intenciones de los usuarios. En la eleccin de nuestra tecnologa nos convertimos en lo que somos, lo que, a su vez, forma alternativas de nuestro futuro (Feenberg, 2002, p. 14).

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    Andrea Corts-Boussac

    Se podra decir que la eleccin est determinada por la tecnologa y no por la eleccin libre como en lo instrumental.

    Feenberg hace un anlisis de las diferentes posturas que han surgido frente a la tecnologa. Hay cuatro principales, que seran: la instrumental, la substancial, el humanismo y la de la teora crtica. El autor clasifica a Heidegger dentro de la substancial, pero Heidegger cubre tambin la humanista, pues es posible afirmar, que de la propuesta heideggeriana surgen dos corrientes: la post-moderna, que no acepta la potencialidad y la post-humanista, que s la acepta. Los post-humanistas argumentan desde una tchne griega y no desde la tcnica moderna, giro dado por Heidegger.

    Cabe mencionar que lo interesante de la propuesta de Feenberg es que l ve en el fenmeno de la tcnica consecuencias polticas. De hecho la tcnica pasa de ser meramente un problema ontolgico como en Heidegger, a ser un problema poltico, es decir, la tcnica ya juega en la arena poltica, en la praxis. Este gran aporte de Feenberg a la filosofa de la tecnologa se estudiar en el segundo libro de esta coleccin sobre Hombre-Arte-Tecnologa. Primero es necesario analizar y profundizar en el problema ontolgico, para as poder aplicar la concepcin de la tcnica a la praxis, a la poltica.

    Para realizar el propsito de este libro es necesario exponer dos conceptos bsicos heideggerianos que tambin ayudarn a esclarecer el problema central de la cuestin hombre tecnologa. Estos son Dasein e In-der-Welt-Sein (ser o estar-en-el-mundo). Empezaremos con la exposicin de Dasein.

  • Dasein1

    Para poder comprender la perspectiva desde la cual se trabajar el concepto de ser humano es necesario aclarar el concepto Dasein segn Heidegger. En primer lugar, hay que tener en cuenta que Dasein abarca el ser del hombre y no solo se limita a la concepcin antropolgica de hombre. De hecho, aquello que el pensador alemn intenta rescatar es el ser mismo, que ha cado en el olvido la filosofa occidental. Se dedica a ello en toda su obra, pero principal y expresamente en la primera fase de su trabajo y en su obra ms conocida, Ser y Tiempo. All discute el problema e intenta formular la pregunta por el ser: La mencionada pregunta ha cado hoy en el olvido. Aunque en nuestro tiempo se cuente como progreso el seguir afirmando la metafsica (Heidegger, 1927, p. 2). En el siguiente pargrafo Heidegger ya nos expone la nocin de Dasein con respecto a esta pregunta: Este ente, que somos nosotros mismos tiene, entre otras, la posibilidad de ser del preguntar, lo interpretamos terminolgicamente como Dasein. (1927, p. 7) En otras palabras, Dasein es el nico ente que tiene la posibilidad de preguntar, pues posee la propiedad de preguntarse por su ser. Esa posibilidad de preguntar por su ser es un modo de ser del Dasein.

    Traducir Dasein simplemente por hombre o por ser humano no concordara con la propuesta heideggeriana, pues el pensador alemn quiere mostrar la diferencia que hay entre

    1 Dasein, es la concepcin heideggeriana para el ser del hombre, pero en primera instancia se podra tomar como hombre.

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    los hombres que han tomado la decisin de estar en el mundo, es decir, quienes se han abierto al ser para estar-en-el-mundo, y quienes no. Los que toman la decisin son los que dirigen su mirada hacia lo abierto, los que escuchan al ser. Esta decisin es una libre eleccin, en la cual entra en juego la libertad: Porque el hombre llega a ser libre en tanto que pertenece (gehrt) a la regin de lo destinado, y de este modo se convierte en uno que escucha (Hrender), pero no en un esclavo (Hriger). (Heidegger, 1954. p. 28) Este pertenecer del que habla Heidegger es el abrirse cuando se escucha al ser, a su ser, puesto que el ser humano es el nico que tiene la capacidad de dirigirse a su ser. De esta forma le est encontrando un sentido al ser. Es ms, el Dasein es el nico que puede entrar en la esfera ontolgica al dirigirse a su ser. Por otra parte, le es familiar la esfera preontolgica porque tiene cierta comprensin de ser. Habra que tener presente que esta apertura solamente nos la puede dar el ser. Dasein asume su lugar en el mundo dirigindose al ser, escuchndolo. Por consiguiente, al escuchar al ser, el hombre encuentra su lugar-en-el-mundo, y, por lo tanto, hay dilatacin de su Da (ah). Metafricamente puede ilustrarse como el encontrar su lugar-en-el-mundo al escuchar y seguir a Dios; en trminos heideggerianos, a los dioses. Se podra interpretar lo destinado como lo que est en el Ser, en Dios. Rojcewicz en su libro Los dioses y la tcnica parte de la segunda fase de Heidegger para hacer un anlisis de esta cuestin en la que formula la pregunta por la tcnica: La libre eleccin en cuestin, el que asiente a recibir a la libre divulgacin del Ser, la decisin de conceder una audiencia al Ser, es la eleccin que hace que un ser humano se convierta en Dasein o no llegue a ser Dasein. (2006, p. 135) Rojcewicz contina su exposicin afirmando: No todos los seres humanos hacen esta eleccin, no todos los seres humanos son Dasein, no todos son seres-en-el-mundo, no todos se salen de s mismos y se abren al Ser. (2006, p. 135). Se podra responder a Rojcewicz que

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    la cuestin no es que todos los hombres no sean Dasein sino que no hay una suficiente dilatacin de su Da (ah); no hay apertura, simplemente no se han abierto a las dimensiones del ser-en-el-mundo. Est centrado en su existir, cerrado a las posibilidades y a las redes del mundo, y su mirada se dirige solamente a s mismo en una especie de egocentrismo. No todos experimentan la libertad de abrirse al ser; no todos los Dasein se dirigen al ser, ni mucho menos entran en la esfera ontolgica. Por ltimo, cabe mencionar que por el hecho de ser arrojados al mundo y tener cierta comprensin de su ser, tienen esa posibilidad propia de poder ser o poder desplegarse-en-el-mundo como Dasein. El problema radica en buscarle sentido a esa posibilidad, dirigirse a ella y no quedar cerrados en un solipsismo o encerrados en la esfera ntica sin encontrar al ser: El carcter de proyecto del comprender constituye el ser-en-el-mundo con respecto a la apertura del ah, como ah de su poder ser. El proyecto es la constitucin existencial del ser en el espacio de juego de un poder ser. El Dasein como proyectado es en cuanto arrojado en el modo de ser del proyectarse (Heidegger, 1927, p. 145). En esta cita se puede apreciar como el Dasein es una apertura, que se riega en el plexo de posibilidades del ser. Es una apertura proyectada en un poder ser. Ya cuando se est desplegando en sus posibilidades en el mundo, est siendo. Por consiguiente, se deben tener en cuenta los diferentes y simultneos movimientos de esta propuesta heideggeriana, pues no se queda en la mera posibilidad, ni en una teora del poder ser. As, al estar-siendo-en-el-mundo se rompe con el estado previo de la posibilidad y se concreta la accin. Se da esa posibilidad en el mundo a travs de un estado activo continuo, es decir, en un estar-siendo.

    Para poder mostrar las dimensiones abarcadas con la concepcin heideggeriana de Dasein y poderlas traducir y

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    explicar, hay que aprovechar la riqueza de la lengua espaola con sus verbos ser y estar. Se puede traducir como estar-siendo-en-el-mundo, pues al usar el gerundio, estar-siendo, se emplean los dos verbos y, asimismo, le da movimiento y lo libera de su carcter esttico, recuperando las dimensiones del ser, que han sido olvidadas. Habra que tener en cuenta que Dasein en alemn significa, en primera instancia, existencia (y/o) existir, y Da-sein separado significa estar-ah. Por tal razn es importante resaltar que Dasein en Heidegger es un ser dotado de movimiento, que se da en el mundo, en su plexo de posibilidades y no un simple ente que est ah en frente, que existe. Con la concepcin de Dasein se juega con el lugar donde se existe, se est siendo, es decir, con el lugar del ser; Dasein es un ser dotado de localidad. Igualmente es un ser temporal. De hecho, el horizonte desde el cual se comprende lo que es ser, es el tiempo: El Dasein es en el modo de estar siendo, un estar comprendiendo lo que se dice ser. Atenindonos a esta constitucin, se mostrar que aquello desde lo cual el Dasein, en general y no expresamente, se comprende e interpreta, es el tiempo. El tiempo debe ser sacado a luz y debe ser concebido legtimamente como el horizonte de toda comprensin de ser y de todo modo de interpretarlo (Heidegger, 1927, p. 17). En esta cita se puede apreciar la preeminencia que Heidegger le da al tiempo para poder concebir al ser e igualmente para que el Dasein pueda comprenderlo. Se rescata la temporalidad del Dasein, pues solamente desde el horizonte del tiempo el Dasein puede comprender su ser, porque Dasein es en-el-tiempo. Cuando deja de ser temporal deja de existir. Por lo tanto, la posibilidad de comprenderse se da en el estar-siendo, que resalta el existir en tiempo y lugar simultneamente, lo cual sera, en trminos heideggerianos, ser-en-el-mundo. Si ha dejado de ser ya no se puede comprender.

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    Nueva concepcin de mundo en las redes tecnolgicas

    Con el fenmeno de las nuevas tecnologas habra que concebir al mundo tambin de una nueva manera, es decir, debera interpretarse de acuerdo a su manifestacin actual. Como hoy vivimos en un mundo que se manifiesta en redes, no nos podemos quedar en la diferenciacin sujeto-objeto, pues nos llevara a objetivar, convertir al mundo en objeto, cuando lo pensamos fuera de las redes. Por consiguiente cabra preguntarse: con cul concepcin de mundo se puede explicar mejor el fenmeno de las nuevas tecnologas? Cul concepcin de mundo da cuenta de la manifestacin del hombre en las redes tecnolgicas?

    En las redes tridimensionales otorgadas por el mundo de las nuevas tecnologas no es posible quedarse en la concepcin tradicional de mundo bajo el esquema sujeto-objeto, pues esta concepcin no alcanza a abarcar y a exponer al mundo en la actualidad. En primer lugar, este esquema se basa en una dimensin, valga la redundancia, bidimensional, en la que va en direccin sujeto-objeto. Segundo, porque en ella el mundo quedara reducido a una suma de objetos o, l mismo, a objeto. Aqu la cuestin primordial sera: si el hombre, en su posicin de sujeto, domina las redes. Esto no quiere decir que el hombre est preso de la tecnologa porque segn esta interpretacin seguira primando el esquema sujeto-objeto. Bajo este esquema no se explicara el mundo en redes, ms que como una suma de objetos que afectan al sujeto, pues, en determinados casos ste ya no los puede dominar. Por el contrario, la propuesta heideggeriana de In-der-Welt-sein (ser o estar-en-el-mundo) envuelve hombre y mundo en unidad con diferentes dimensiones que no la descomponen, sino la exponen mejor y la enriquecen. Es algo que estara

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    fuera de la realidad, entonces el hombre y las redes estn-en-unidad-en-el-mundo. Para mostrar ms claramente esta concepcin de mundo que comprende el mundo en redes, se recurrir a la propuesta heideggeriana, aunque Heidegger mismo haya ido ms hacia el camino de las esencias y a su interpretacin etimolgico-hermenutica de la cuestin, quedndose, de cierta manera, en el mundo griego.

    Para ir ms all del anlisis etimolgico-destructivo heideggeriano de las palabras clsicas, se explicar su misma propuesta con el estar en espaol. Esto ayuda a exponer ms claramente el In-der-Welt-sein heideggeriano, tanto conceptual como idiomticamente. En principio, se puede traducir In-der-Welt-sein al espaol como ser-en-el-mundo, lo que muestra algunas dimensiones de esta nocin heideggeriana, pero gracias a la riqueza de los verbos ser y estar, se podra traducir como estaren-el-mundo, que igualmente mostrara otras dimensiones de esta nocin. Sin embargo, habra una forma de exponerla mejor, que consiste en la frmula: estar-siendo-en-el-mundo, pues Dasein es hecho y posibilidad al mismo tiempo. En otras palabras, es ser y estar al mismo tiempo. Simultneamente, ser-en-el-mundo es un hecho que le da historicidad. Bajo este aspecto tambin se recalca su temporalidad en el sentido de que el Dasein est-siendo-en-el-mundo.

    Dasein es ser-en-el-mundo, puesto que mundo es simultneamente donde se da esa apertura ontolgica en la que el ser se muestra, es decir, que mundo tambin tiene un carcter ontolgico y no solamente ntico. Mundo est, se mueve en los campos del ser, es ms, cuando se pregunta por mundo, est implcito su ser, que sera lo que Heidegger llama Mundanidad. Se podra decir que es el ser del mundo: Mundanidad es un concepto ontolgico y significa la

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    estructura de un constitutivo momento del ser-en-el-mundo. Pero a ste lo conocemos como una determinacin existencial del Dasein. (Heidegger, 1927, p. 64). Al preguntarse por el mundo, se est dirigiendo, de cierta manera, al Dasein. Heidegger, entonces, contina diciendo: Cuando nosotros nos preguntamos ontolgicamente por el mundo, no dejamos de ningn lado el campo temtico de la analtica del Dasein. (1927, p. 64). Esta necesidad ontolgica para que se conciba el Dasein como ser-en-el-mundo la expone con gran claridad Vatimo en su libro Introduccin a Heidegger cuando habla de la Mundanidad: Primero que el mundo, o en la raz del darse del mundo como totalidad instrumental, est el Dasein. No hay mundo si no hay Dasein. Es tambin cierto que a su vez, el Dasein no es sino en cuanto ser en el mundo; pero la mundanidad del mundo se funda solo sobre la base del Dasein y no al contrario (1995, p. 30). Como se puede apreciar, mundo en Heidegger tiene una connotacin eminentemente ontolgica y no meramente ntica, tal como ocurre en el esquema sujeto-objeto, donde mundo solamente denota un conjunto de objetos. Esta concepcin de mundo es ontolgica, pues mundo es un carcter, algo propio del Dasein en donde l se despliega, se refiere a, se da. Mundo no es algo ajeno al Dasein sino el lugar donde se muestra su ser: Mundo es ontolgico, no es una determinacin de aquellos entes, que por esencia no son Dasein, sino un carcter del Dasein mismo (1927, p. 64).

    Heidegger critica abiertamente la relacin sujeto-objeto como concepcin de hombre-mundo: Esta relacin sujeto-objeto tiene que darse por supuesta. Pero esto resulta ser un supuesto, que si bien es intangible en su facticidad, por ello mismo es literalmente fatal cuando se deja en las tinieblas su necesidad ontolgica y, ante todo, su sentido ontolgico (Heidegger, 1951, p.72). El enfrentamiento sujeto-objeto se

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    borra en la concepcin heideggeriana de ser-en-el-mundo, porque mundo y Dasein son unidad en cuanto el ser del hombre se manifiesta en el mundo: La expresin compuesta In-der-Welt-sein (ser o estar-en-el-mundo) muestra ya en su emisin un fenmeno dotado de unidad. Hay que ver este primer estado en su integridad. Sujeto y objeto no coinciden con Dasein y mundo (Heidegger, 1927, p. 53). Heidegger interpreta Dasein como In-der-Welt-sein (estar-en-el-mundo); es una unidad en la que se dan las referencias del Dasein, del ser humano, pues solamente estando-en-el-mundo se puede manifestar, simplemente dar. Vattimo lo expone de la siguiente manera: En esta perspectiva, el mundo no es la suma de cosas sino que es la condicin para que aparezcan las cosas individuales, para que stas sean (1995, p. 30). Por esta razn, la red es propia del estar-en-el-mundo del Dasein. El mundo no es algo ajeno que lo domine o que l domine, sino que est abierto: Si el mundo de cierta manera puede brillar, tiene que ser abierto. Con la accesibilidad de los seres que estn en el mundo, para el preocuparse en el viendo en torno, est el mundo ya previamente abierto (Heidegger, 1927, p. 76). Esta apertura de la estructura ser-en-el-mundo de Heidegger rompe con la concepcin tradicional filosfica de concebir la realidad como simple presencia, precisamente porque da un giro en el pensamiento esttico tradicional de plasmar la apertura del ser-en-el-mundo en la simple presencia, es decir, de volver estticas las manifestaciones del ser. Vattimo nos explica muy claramente este giro:

    La diferencia entre el modo de ser del hombre y el modo de ser de las cosas es slo el punto de partida; en cambio, los filsofos siempre se detuvieron aqu y se limitaron a caracterizar negativamente el ser del hombre respecto del ser de las cosas (el sujeto es el no objeto); pero a Heidegger le interesa elaborar una definicin positiva de la existencia y desarrolla hasta el final las implicaciones de estos primeros resultados. En este desarrollo,

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    la nocin de simple presencia se revelar no solo insuficiente para describir el modo de ser propio del hombre sino tambin inapropiada para definir el ser de las cosas diferentes del hombre. (1995, p. 27).

    La propuesta de que debe haber una conexin con la red, como si se pudiese estar fuera de sta se ha ido desvaneciendo. Ya el esquema sujeto-objeto ha sido reemplazado por la idea de que todo est dado en redes. El mundo se manifiesta en redes y en ellas es casi imposible hacer esa diferenciacin y pensar a partir de ellas.

    En la concepcin ser-en-el-mundo los objetos, las cosas que estn-en-el-mundo, tambin tienen ser. stas son, en el alemn heideggeriano, Vorhandensein o Zuhandenheit. La nocin de Vorhandensein puede traducirse por estar-ah, lo que est ah. Con el estar-ah se percibe ese objeto, que en el momento no estamos usando, no necesitamos, no nos sirve y est ah en frente, delante. Este aspecto denotado por el estar es el esttico, es el de estar parado, en frente; no tiene ningn movimiento en s y por s mismo, por eso se refiere exclusivamente a las cosas, y a la concepcin tradicional metafsica de considerar las cosas en el mundo como meros objetos. Cuando se pregunta: dnde est alguna cosa? Se responde, est ah.

    Para no quedar en la inmovilidad de lo que est ah Heidegger recurre a la nocin de Zuhandenheit, que es el til que est a la mano. Lo que est a la mano tiene dos sentidos: el primero, es que se encuentra cerca, es decir, a la mano, para ser utilizado. El segundo es cuando ya se est utilizando. El til ya no se ve, pues ya lo tenemos en la mano, es decir, no se encuentra en el plano esttico para ser meramente observado. El til est siendo usado o en

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    otras palabras, est prestando su servicio. Un til no es estrictamente nunca. Al ser del til le pertenece siempre un todo de tiles, en donde este til pueda ser lo que es. til es esencialmente algo para (Heidegger, 1927, p. 68). El til es algo tan cercano que no se ve. Si se traduce con el verbo estar sera lo que est a la mano para algo, es decir, lo que est a disposicin. Heidegger da un ejemplo clsico para mostrar su nocin de Zuhandenheit: El martillar mismo es el que descubre la manualidad especfica del martillo. A la forma de ser del til, en la que ste se muestra, le llamamos estar a disposicin de (1927, p. 69).

    Cuando el Dasein hace uso de til, es decir, al estar actuando en y con el til, tambin se est comprometiendo con el estar. Por ejemplo cuando estoy escribiendo no veo, no soy consciente del lpiz ni del teclado del computador; cuando ests conduciendo no ves el automvil en el cual vas hacia un lugar, el cual seguramente s visualizas. Es en este punto donde sera peligroso poner estar a la mano. Habra que aadir algo, por ejemplo, lo que est disponible a la mano.

    El mundo se muestra tambin en el todo de tiles, es decir, en lo que est a disposicin en l: El contexto de tiles no resplandece como un todo que todava no se ha visto, sino como un todo que ha sido visto anteriormente como un constante en el ver entorno. Pero con este todo se anuncia el mundo (Heidegger, 1927, p. 75). Aqu habra que tener presente que los tiles solamente tienen sentido en el mundo y que recobran su sentido al ser usados, cuando el ser humano los est utilizando, es decir, cuando se est dirigiendo a ellos, aunque en esta accin no sean reconocidos y no se d cuenta de su ser.

    En el encuentro del estar del Zuhanden y el del Dasein, se da la accin continua del gerundio con el estar, pues los dos estn actuando en la misma accin. Hay unidad entre el ser

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    de la cosa usada, que est prestando el servicio, y Dasein, que la est usando. Esto, gracias al referirse a, pues cabe aclarar que este referirse a no solamente va dirigido al til como tal, sino que implcitamente se est dirigiendo al ser del mismo: El referir a como sealar se funda an ms en la estructura de ser del til, en su servir para (Heidegger, 1927, p. 78). Vattimo nos muestra cmo el til a la mano tiene la propiedad de la referencia: Por cuanto est siempre constituido en funcin del otro, el instrumento tiene el carcter de la referencia (1995, p. 30). Si Dasein y el til que est a la mano (Zuhandensein) tienen el carcter de la referencia, se podra afirmar que hay una unidad de seres, de lo que est a la mano y del ser humano, Dasein. Si tomamos el Internet y la mass media como seres a la mano, que estn al servicio de y estn disponibles para el hombre, se puede afirmar que en su estar al servicio de sale a relucir su ser en el momento en que el ser humano, Dasein, los utiliza o se refiere a ellos. Los dos seres se encuentran y realzan la unidad de la estructura estar-en-el-mundo, pues tanto el referirse del Dasein a los tiles como el estar disponible de ellos, son ontolgicos. Cuando se realiza la accin de su servicio se mueven en los campos del ser: La referencia servir para es por el contrario, una determinacin ontolgico-categorial del til como til (Heidegger, 1927, p.78). Se podran interpretar las redes como un plexo de referencias ontolgicas en el sentido de que el Dasein se est dando, desplegndose-en-el-mundo, al recurrir al Internet; hay manifestacin de su ser como tambin de ser del Internet como ser a la mano que est disponible para, pues se est realizando al prestar su servicio y, en cierta forma, est llevando al Dasein en las redes de su estar-en-el-mundo. En trminos actuales, el Internet lo lleva a estar-en-la-red, pues ste est-en-el-mundo; no est fuera del mundo. Se da simplemente en-el-mundo, pues el mundo es el lugar segn Heidegger el Dasein no puede hacer otra cosa que volver (1927, p. 76.)

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    En el comprender e interpretar, el Dasein constata su estar-siendo-en-el-mundo, es decir, le da sentido a su proyeccin. Heidegger nos muestra la diferencia o, ms bien, la realizacin del comprender en el interpretar: El proyectar del comprender tiene la posibilidad propia de formarse. La formacin del comprender la llamamos Interpretacin (Auslegung). En ella el comprender se apropia comprendiendo lo comprendido (1927, p. 148). Se apropia al darle sentido a lo comprendido, aceptando que solamente puede tener sentido algo ya comprendido. El interpretar es estar dndole sentido a lo que se est comprendiendo; lo interpretado es lo comprendido con sentido; interpretar es darle sentido a lo comprendido: La interpretacin no es tomar conocimiento de lo comprendido, sino el trabajo desarrollado de las posibilidades proyectadas en el comprender (Heidegger, 1927, p. 148).

    En este contexto de referencias es donde se da el comprender, que no se queda solamente en un punto esttico que vuelve al sujeto despus de haberse dirigido al plano del objeto, sino que se abre en las posibilidades a las que el Dasein se proyecta. Asimismo, esas referencias se dirigen a otras en-el-mundo, tejiendo una red. Cabe mencionar que el comprender en-el-mundo puede traer tambin incomprensin: El comprender como el estar abierto del Ah, siempre halla el todo del ser-en-el-mundo. En cada comprender al mundo es comprendida la existencia y viceversa (Heidegger, 1927, p. 152). De alli la propuesta de que con la In-der-Welt-sein de Heidegger se puede exponer mejor el mundo en redes de las nuevas tecnologas.

    La propuesta de Heidegger de Dasein como In-der-Welt-sein (estar-en-el-mundo) se puede aplicar al mundo tecnolgico, puesto que nos lleva a esa manifestacin de

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    Dasein-estando-en-el-mundo-de-las-redes de la tecnologa. Se podra interpretar el fenmeno actual de las redes tecnolgicas como estando-en-el-mundo, siendo entretejidas por las manifestaciones cotidianas y no cotidianas del ser del hombre, al involucrarse en-ellas, pues el estar-siendo-en-el-mundo es lo que condensa su existencia: Estar-siendo-en-el-mundo quiere decir segn esta interpretacin: el absorberse no temticamente, sino viendo entorno en las referencias constitutivas de lo que est a disposicin de todo lo que est (Heidegger, 1927, Pgs. 76).

    De acuerdo con esto se podra afirmar que ser-humano-Internet consolidan su estar-en-el-mundo en el momento en que sus seres se encuentran. Por tal razn, encasillar al Internet en el puesto de objeto y al hombre en el de sujeto los aleja de una concepcin de mundo en redes. El Internet no es ajeno al Dasein, como tampoco es algo que est enfrente, pues en el momento en que el Dasein empieza a navegar en el ciberespacio, ya est en la red: Dasein es en cuanto tal, en cada caso, el mismo que con su ser es desencubierto esencialmente ya en un plexo de seres que estn disponibles- Dasein, en cuanto es, se ha referido en cada caso ya a un mundo que encuentra a su ser, al cual pertenece esencialmente el estar referido a (Heidegger, 1927, p.87). El mundo como un contexto de referencias es un mbito de significacin. Las referencias se dan en el significado, pues de lo contrario seran planas y no resaltara su ser de referirse a algo; simplemente no remitiran a nada: Ser-ah, en Sein und Zeit, equivale en efecto, a ser-en-el-mundo; pero esto, a su vez, se resuelve en el ser ya-siempre familiares con un mbito de significacin (Vattimo, 1992, p. 91). Este mbito de significacin es en primera instancia el lenguaje, pero en la interpretacin del lenguaje mismo entrara el lenguaje actual que sera el de las nuevas tecnologas. Aqu sera posible interpretar el mundo

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    en redes, pues las redes no son lneas planas, exentas de significado, sino son un contexto de significados. Es ms, gracias al lenguaje, las redes son recreadas y tienen sentido. De acuerdo con la manifestacin del mundo actual en las redes de las nuevas tecnologas, el Dasein est disperso, diseminado en redes. Sin embargo, habra que tener presente que no se puede igualar al mundo tcnico con el ser, como si el ser se manifestase plenamente en el mundo tcnico, como si fuesen lo mismo, pues sera una reduccin del ser, de sus dimensiones o como el mismo Heidegger dice, de sus constelaciones: Pero, acaso podramos poner sin ms el mundo tcnico y el ser como si fueran una sola cosa? Ciertamente no, ni tampoco si representamos este mundo como el todo en el que estn encerrados la energa atmica, el plan calculador del hombre y la automatizacin (1957, p.21).

    Con el Sprung (salto) en Heidegger se podra entender mejor el fenmeno del mundo en redes y su funcionamiento. En sus conferencias de Freiburg de 1957, especficamente en la II Conferencia y Repeticin, el pensador alemn pronostica un cambio en el sistema, en la forma de pensar, pues ve en la frmula tradicional del pensamiento, El principio fundamental del pensamiento (Grundsatz des Denkens), un sitema esttico. Esta forma de pensar se limita a mostrar la simple presencia. Se detiene en su intento de fijar el pensamiento en una base o fundamento, como un intento de fundamentar lo expuesto. El pensador alemn hace un recorrido de la nocin de hasta Aristteles para exponer cmo el se fundamenta en el mostrar: Aristteles llama al de la lgica, es decir, al carcter fundamental del pensamiento: El es como aquello que agrupa lo que est, lo que hace que algo salga a luz. El aporta algo al sacar a luz, algo que hasta ahora no ha aparecido exclusivamente, pero que no obstante ya est ah (1994, p. 107). Sera como traer a

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    luz algo que ya se ha mostrado, que ya est y fundamentarlo. El es un fundamentar lo que est ah presente; en el mostrarlo se da la fundamentacin; es exponer lo que se muestra.

    Heidegger nos muestra cmo el principio del pensamiento basado en el fundamentar necesita de un giro interpretativo para que no quede plasmado en el solo fundamentar la simple presencia.

    Vattimo ya interpreta la propuesta heideggeriana como una red: Me gusta ms la imagen de la red, pero no pensando en los hombres como peces, sino, por ejemplo como acrbatasEl retculo, la red en que nuestra existencia est presa y nos es dada, es el conjunto de los mensajes que, en el lenguaje y en las diversas formas simblicas, la humanidad nos trasmite (1992, p. 11). Aqu tambin podemos ver cmo el mundo es una red de significados y de lenguaje. En la metfora del hombre como acrbata, movindose como un pez en la red, se podra decir que el hombre en este mundo se est enrendando y desenredando; se podra precisar como las tramas de la existencia. El hombre ha nacido en la red y vive en mensajes, que por singulares que sean ya estn en la red. Asimismo, en la mayora de los casos, estos mensajes son manipulados por la mass media, en la cual el mensaje se multiplica en el lenguaje de las imgenes. Como dira Walter Benjamin, habra una reproduccin de la imagen, es decir, una multiplicacin del mensaje mismo en diferentes lenguajes, incluyendo el de la imagen.

    Es interesante ver cmo Vattimo va desenredando, desplegando el pensamiento absolutista; cmo va aterrizando los conceptos en las redes que constituyen el mundo: Slo existe, como significado de la existencia, la experiencia del

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    remontarse in infinitum de la red en la que estamos presos y dados a nosotros. Este remontarse es, en el plano de la experiencia social y de las instituciones que la estructuran, lo que se llama democracia (1992, p. 15). Aqu se puede apreciar que indirectamente puede surgir una teora poltica. Ms all de construir una interpretacin del mundo en redes y explicarlo, Vattimo se interesa por su relacin y relevancia para una democracia.

    La descentralizacin del pensar es en cierta medida pensar el mundo en redes, no como un objeto dominado ni como un plano imperfecto que depende directamente de lo divino. Esta descentralizacin se da gracias a la apertura del Dasein que, como dice Vattimo en su interpretacin de Nietzsche, se desplaza hacia fuera del centro de la X. Esto sera ms bien como una descentralizacin:

    el hombre rueda fuera del centro hacia la X, es tambin la del Dasein heideggeriano: el Dasein, como el hombre poscopernicano, no es el centro fundante, ni habita, posee, coincide con, este centro. La bsqueda del sentido del ser, en el desarrollo radical que tiene en Sein und Zeit, saca progresivamente a la luz que este sentido se da al hombre slo como direccin de desposesin y desfundamentacin (Vattimo, 1992, p. 52).

    Dasein y mundo son descentrados, no requieren de un punto central que se abra y se cierre. De por s ya son apertura que fluye en el mundo como contexto de referencias, como red, y asimismo se despliega en diferentes dimensiones; en trminos metafricos, espejos, mundos. Mundo no es solamente el mundo real como mundo verdadero, fundamentado por la simple presencia. Es decir, mundo era solo la percepcin de la simple presencia verificada y comprobada por la ciencia, que se basaba tambin en el estudio de lo ntico, de lo que est presente. El mundo real era, pues, lo que constataba o

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    Andrea Corts-Boussac

    comprobaba la simple presencia de los objetos en l. Bajo la concepcin de mundo real no se estudia ni se considera, ni mucho menos se valoran las otras manifestaciones del ser de los objetos, del hombre, del mundo, del ser en general. No se considera lo oculto, lo latente, lo que no se ve ni se da a primera vista. Gracias a esta interpretacin/concepcin es que la estructura del mundo en la tradicin epistemolgica se basa en lo que est presente: mundo se reduce a la primera manifestacin, a aquello que solamente se puede examinar, tocar con los ojos. La estructura de mundo basada en la simple presencia puntualiza y no permite ver otras formas de desocultarse del ser. Por el contrario congela, deja todo capturado y plasmado como en la fotografa, mientras que en el mundo en redes la pelcula corre; se trata de pelculas no lineales ni cronolgicas, con diferentes tiempos y dimensiones, y que pasan de un documental de registro crono-histrico a un 8 y medio, Memento y a una cinta como Lady Vengeance. De acuerdo con esto se podra afirmar que el ser-humano-

    est-en-las-redes, o mejor, que l est-siendo-en-las-redes-del-mundo. De esta manera se dirige a un espacio ontolgico, ya que posee una concepcin de mundo que no se basa en el esquema sujeto-objeto: El en-dnde del comprender que se remite a s mismo, entendido como el adnde del dejar moverse de los entes que tienen el modo de ser del relacionarse, es el fenmeno del mundo. Y la estructura de aquello a lo que el Dasein se remite es lo que hace la mundaneidad del mundo (Heidegger, 1927, p. 86).

    El gran peligro de la tcnica est en la concepcin de mundo que tiene el hombre tcnico, empezando porque se basa en una visin del mundo (Weltanschauung) en la que de entrada el hombre con su mirada dominadora contrapone al mundo. El hombre tcnico es el que mira y observa al mundo, que siempre est enfrente sin formar parte de l o

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    sin reconocerlo como el lugar donde est siendo y donde est desplegando sus posibilidades. Heidegger se refiere a esto en su escrito La poca de la imagen del mundo: El hecho de que, de todas maneras, el trmino visin de mundo se haya mantenido como nombre para la posicin del hombre en medio de lo ente es la prueba de lo decisivo, que el mundo se ha convertido en imagen, en cuanto el hombre ha llevado su vida como subjectum a la posicin principal en el centro de toda relacin (1996, p. 92).

    La oscuridad no es la de no ver al mundo sino la de contraponerlo, porque simplemente no se puede poner en frente donde uno est, donde uno simplemente se encuentra. El hombre tcnico est en tiempos de penuria porque no se-ve-en-el-mundo. Sin embargo ve a la tecnologa en su intento de dominio. En la medida en que el hombre construye tcnicamente el mundo como objeto, se obstruye voluntaria y completamente el camino hacia lo abierto, que de todas formas ya estaba bloqueado. El hombre que se auto impone, es asimismo, quiralo o no, spalo o no, el funcionario de la tcnica (Heidegger, 1996, p.264). Por esta razn es muy importante la estructura del ser-en-el-mundo de Heidegger, puesto que no solamente muestra sino tambin realza el fenmeno de mundo en redes. Vattimo en su libro, Ms all del sujeto, nos expone cmo el Dasein est en las redes del mundo y cmo esas redes son entretejidas por el lenguaje: El ser-ah no es en el mundo en cuanto est en contacto actualmente con todos los elementos intramundanos; por el contrario, l existe en cuanto es en relacin con una red de retornos que es desplegada, dada, en el lenguaje (Vattimo, 1992, p. 91).

    Aunque Heidegger no lo diga explcitamente, el peligro del hombre tcnico est en su concepcin de mundo, pues mientras siga en el esquema sujeto-objeto, creyendo ser

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    sujeto que domina, vivir preguntndose si es l, o es la tcnica quien domina.

    Homo tecnolgico

    Anatoma del hombre tecnolgico:Cerebro televisado y transistorizado,

    El corazn lleno de amarguraY vaco de amor,

    Alma de plstico civilizada,La casa llena de miserias morales

    Y pasiones de confort,La mano de caucho de un robotY la pistola automtica lista para

    matarse. (Gonzalo Arango, 1991, p.136-137)

    Estas palabras del poeta colombiano Gonzalo Arango captan la esencia del problema expuesto por Heidegger: el olvido de la esencia de la tcnica. Se ha desarrollado lo tecnolgico de la tcnica moderna y no la tcnica como tal. En otras palabras, se abandona la esencia de la tcnica como tambin el ser del hombre y todo queda enfocado en la simple presencia. El poema tambin critica la manipulacin de la mass media que condiciona al hombre.

  • hombre-tecnologAVergisst nicht ein Mensch zu sein

    (Mozart, in diesen Heiligen Hallen, Die Zauberflte)1

    en la actualidad, en medio de las redes de comunicacin y de la globalizacin cultural, surge la pregunta por el hombre y por el mundo en que se desenvuelve y se manifiesta. La cuestin por el hombre, analizada filosficamente, es ms complicada de lo que parece, pues debido a las redes establecidas por el ciberespacio, las nuevas tecnologas y el post-capitalismo, la cuestin central no es la de analizar al hombre solamente desde una perspectiva antropolgica, sino la de abordar el concepto de hombre desde su manifestacin actual, que se da en la relacin hombre-tcnica. Antes de seguir, es necesario aclarar lo que se entiende por post-capitalismo, pues es un concepto nuevo que surge del fenmeno actual del desarrollo del capitalismo a nivel global, despus de la cada de los bloques del este, de la Unin Sovitica y de la globalizacin del capitalismo, gracias tambin al fenmeno de las nuevas tecnologas. Post-capitalismo no es un fenmeno posterior al capitalismo, como respuesta a su declive o fin, es, ms bien, todo lo contrario, es el auge del capitalismo, su xito frente a otras propuestas econmicas y sociales alternas.

    El post-capitalismo tiene su cara negativa y positiva en el mundo actual. Por un lado, es una muestra de que el

    1 No te olvides de ser un ser humano (Mozart, W. A., La flauta mgica)

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    capitalismo se ha extendido de tal manera que ha superado la disolucin del esquema sujeto-objeto que lo soportaba, es decir, ha superado la imposicin de la tcnica moderna y se ha acomodado en el mundo en redes. Por otro lado, el capitalismo como tal ha muerto, pues este iba de la mano de la tcnica moderna y de la industrializacin, encarnando el olvido de la esencia de la tcnica misma, es ms, ayudaba a acentuarlo. El hecho de que el capitalismo haya seguido en el fenmeno de las nuevas tecnologas muestra que en cierta manera ha roto su matrimonio con la tcnica moderna y que se ha fragmentado en su imposicin consumista. El mundo ya no est dominado por el eurocentrismo, pues al presentarse-en-redes rompe con el esquema sujeto-objeto, donde todo est fuera del eurocentrismo. Es decir, que el eurocentrismo ya no es el sujeto dominador de la periferia, la cual considera objeto.

    Con el fenmeno del mundo presentado en-redes hay disolucin del capitalismo como fenmeno imponente y en constante enfrentamiento para dominar. El post-capitalismo distribuye sus sistemas de poder en las redes a travs de las nuevas tecnologas encarnadas en la mass media y entra en otro sistema de relacin, que disfraza su imposicin. Su dominar se manifiesta ms en la manipulacin del consumidor, que en una imposicin directa. Las altas tecnologas ayudan a propagar el consumo por su produccin masiva para satisfacer al consumidor en todas las medidas. La produccin en masa va desde un mercado de artculos desechables de bajo costo hasta artculos de lujo de alta calidad con una duracin ms larga y un precio muchsimo ms alto de los artculos masivos y desechables, cuyo estar a disposicin, en trminos heideggerianos, su servir para est determinado a servir por un corto plazo.

    Es muy difcil concebir al hombre aisladamente, como si ste fuese un punto cerrado, sin tener en cuenta su estar-

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    siendo-en-el-mundo en las redes brindadas por las nuevas tecnologas, es decir, en su relacin con stas o, mejor an, en su darse en el mundo de las nuevas tecnologas. Sin embargo, surgen dos problemas que se tratarn en este libro. El primero es que en la cuestin hombre-tcnica el concepto de hombre queda determinado por la tcnica, por tanto habra que pensar en un concepto en el que sta no sea lo determinante y no objetive al hombre, es decir, que no sea considerado un objeto de la tcnica ni tampoco lo convierta en el nico sujeto dominador o el simple servidor de la tcnica. Como se mencion en la introduccin, este es el propsito central de este libro. El segundo problema a tratar es la procedencia del fenmeno de las nuevas tecnologas, pues ste proviene de la tcnica moderna, la cual ha sido criticada filosficamente por Heidegger. Por ello habra que analizar este fenmeno en relacin con las dos tcnicas, la tchne griega y la tcnica moderna, y preguntarse por su esencia. De esta manera seguiramos la propuesta heideggeriana, que busca que el ser no se pierda. Si se sigue concibiendo al hombre como lo existente, lo que est presente, se corre el riesgo de perderse en las redes de las nuevas tecnologas y de la globalizacin. Cabe aclarar que la mirada haca el estudio del hombre en la redes de las nuevas tecnologas va hacia las profundidades del hombre, es decir, va a los estadios ontolgicos donde se encuentran la cuestin del ser del hombre, del ser humano y de la esencia de la tcnica. En otras palabras, se intenta buscar lo que salva en las nuevas tecnologas, en su esencia.

    La figura de la tchne griega en el paso de la tcnica moderna a las nuevas

    tecnologas. Aristteles-Heidegger

    En este captulo se profundizar en el tema de las nuevas tecnologas como producto de la tcnica moderna y su relacin con la tchne griega, pues en ella se realzan los conceptos de produccin y creacin. Para ello se expondr el

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    El ser humano en las redes de las nuevas tecnologas

    concepto de tchne griega reinterpretado por Heidegger con su anlisis hermenutico-etimolgico y su giro en el pensar. Heidegger revisa crticamente la manifestacin de la tcnica, que, precisamente, ha perdido las propiedades de la tchne griega. Se volver a la exposicin de Heidegger sobre el libro VI de la tica a Nicmaco de Aristteles, como tambin al anlisis directo de este tema. Heidegger busca lo salvador de la tchne, no como produccin sino como creacin, es decir, en los espacios del arte. As lo haba expuesto Aristteles en La tica a Nicmaco, en donde la tchne va acompaada de la razn verdadera: El arte como la tcnica es pues, como queda dicho, una disposicin productiva acompaada de razn verdadera (Aristteles, 2002, 8 ed., p. 92).

    Aristteles nos expone la diferencia entre el saber de la tchne y el de la episteme: Por consiguiente lo que es objeto de ciencia episteme es necesario. Luego es eterno, ya que todo lo que es absolutamente necesario es eterno, ingnito e imperecederoen efecto cuando uno tiene de alguna manera seguridad sobre algo y le son conocidos sus principios, sabe cientficamente; porque si no los conoce mejor que la conclusin, tendr ciencia solo por accidente (Aristteles, 2002, p. 91). Con respecto a lo ontolgico en Heidegger, es necesario

    subrayar que el hecho de que en su trabajo intente buscar el sentido de la pregunta por el ser no limita su estudio a un plano ontolgico. Lo conduce a recobrar sus dimensiones perdidas en la historia del pensamiento de occidente. Este hecho tampoco valida la interpretacin de que todo en Heidegger es una ontologa, como lo afirma Rojcewicz: Para Heidegger destino es un asunto ontolgiconuestro destino bsico es simplemente nuestra ontologa, nuestra comprensin de ser. Desde que saber ontolgico es para

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    Heidegger saber tecnolgico, l tambin puede decir que nuestra tecnologa es nuestro destino (Rojcewicz, 2006, p. 130). Esta interpretacin de Rojcewicz puede ser muy peligrosa en el sentido de que se caera en una ontologizacin de la propuesta heideggeriana y no habra diferenciacin entre Ser, Dasein, tcnica, arte, poesa. En este punto sera necesario mencionar que Heidegger s tiene claridad sobre la diferencia entre Ser, Dasein y la tcnica, el tema aqu tratado.

    El pensador alemn, pues, se remite a Aristteles explcitamente en La pregunta por la tcnica, para as mostrar el significado de la tchne griega, ya que hasta el momento se haba otorgado a la palabra tchne el mismo significado de epsteme, en el sentido de conocer y reconocer:

    Aristteles diferencia con especial atencin (Eth. Nic. VI, c. 3 y 4) la epsteme de la tchne, desde el punto de vista de lo que en ella se desoculta y cmo se desoculta. La tchne es un modo de aletheien. Desoculta algo que no se produce a s mismo y todava no ha sido trado adelante, por esto mismo puede aparecer y acaecer de este modo o de este otroLo decisivo de la tchne no est en absoluto en el hacer y el manejar, ni est en la utilizacin de medios, sino en el mencionado hacer salir de lo oculto. Pero no como fabricacin sino como un traer-ah-delante (Heidegger, 1954, p. 17).

    Aqu podemos apreciar cmo Heidegger encuentra y rescata de Aristteles la nocin de tchne, mostrando cmo sta es ms que una mera produccin, pues se concentra en el desocultar, en cmo ella misma desoculta. El pensador alemn, con su interpretacin de (razn verdadera) como aletheia (verdad), en sus trminos Unverborgenheit, enriquece y le da ms dimensiones a la tchne, pues sta es un desvelar, desencubrir. Por tanto, la tchne recobra el carcter de mostrar la verdad, de dejarnos ver la verdad del ser del

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    ente, de cmo sta se muestra: La tcnica es un modo del hacer salir de lo oculto. La tcnica esencia y se mueve en el territorio en que acontece el hacer salir lo oculto y el estado de desocultamiento, donde acontece la , la verdad (Heidegger, 1954, p. 17).

    Heidegger nos presenta la verdad con la metfora de la Lichtung, el centro de luz. Es una imagen de cmo el ser resplandece y se muestra sutilmente como esa luz que pasa a travs de los rboles y su hojas en el bosque. No es una luz que encandile o enceguezca, sino que se trata de esa apertura a travs de la cual logra pasar, ser vista y dejar un roce de verdad.

    Otro elemento de gran relevancia en la exposicin aristotlica de la tchne es la diferencia entre tchne (produccin) y praxis que presenta en el prrafo 4 del VI libro de La tica a Nicmaco: Por tanto, tampoco se incluyen la una a la otra; en efecto, ni la accin es produccin, ni la produccin es accin (Aristteles, 2002, 8 ed., p. 91). Habra que subrayar que Aristteles utiliza el trmino (praxis), el cual tiene ms significados y denotaciones que la mera accin, pues el producir no se limita a ser una mera accin humana, sino que se extiende a lo producido, al producto, que en el caso de ser una produccin artstica encierra todo un acontecer del ser, el cual no se detiene ni se da en la praxis. Segn esto en la categorizacin aristotlica la tica se desarrolla en la (praxis), mientras el arte y la esttica, en la (tchne). Es decir, que la razn verdadera, que se manifiesta en la , cobra diferentes dimensiones que las de la .

    Por lo tanto, Aristteles se refiere a una produccin creadora y no meramente artesanal. En su argumento hace referencia a la poesa, algo que nos lleva directamente a pensar en la poiesis, y al hecho de que la tchne tiende hacia la poiesis

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    (2002, 8 ed., p. 93-94): La sabidura la atribuimos en las artes a los ms consumados en ellas, por ejemplo, Fidias como escultorPensamos de algunos hombres que son sabios en general, y no en un sentido parcial o determinado, como dice Homero en el Margites:

    Ni cavador le hicieron los dioses ni labradorNi sabio en ninguna otra cosa.

    [En la nota del traductor: Poema atribudo a Homero en la antigedad, atribucin aceptada por Aristteles (cf. Potica, 1448 b 28 ss).]

    En esta cita podemos apreciar como Aristteles recurre a la poiesis. A partir de este tipo de argumentacin, especialmente con respecto a la tchne, es que Heidegger interpreta cmo la tchne tiende hacia la poiesis. Sin embargo, cabra preguntarse Por qu el giro hermenutico de Heidegger pasa de razn verdadera como adjetivo a la verdad como sustantivo?

    El paso, o mejor, el giro de la razn verdadera a la verdad hecho por Heidegger se podra interpretar, en principio, como uno etimolgico-hermenutico, en el cual el logos, que estaba limitado por el adjetivo, se une con ste en el sustantivo. De esta forma, deja de ser adjetivo al unirse en el sustantivo de la verdad, el cual, en este caso, denotar ms movimientos que en la misma separacin, puesto que sta lo que hace es categorizar las manifestaciones de la verdad determinada por la ratio, dejndola as en el marco de lo racional y suprimiendo tambin sus manifestaciones en las dimensiones de la creacin. Tal vez, esas dimensiones de la creacin donde acontece la verdad son precisamente aquello que Heidegger quiere rescatar del pensamiento griego. Algo que, seguramente, est ms presente en los trabajos de los primeros pensadores griegos: los pre-socrticos.

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    El concepto de creacin se ha ido subordinando al de produccin. Se ha hecho una mala interpretacin de la produccin, pues si se argumenta desde la explicacin dada por Aristteles sobre la tchne, la produccin no tiende haca la praxis. Por lo tanto, esta idea ira en contra de esta concepcin de la tchne griega: Como produccin y accin son cosas distintas, la tcnica o arte tiene que referirse a la produccin, no a la accin (Aristteles, 2002, 8 ed., p. 92). Se traduce praxis por accin, pero se podra decir que ya en el pensamiento de Aristteles praxis tiene un sentido ms amplio que el del mero actuar, pues el actuar del hombre en Aristteles se dirige a un fin.

    Aqu entrara la crtica de Heidegger segn la cual esa produccin no es creacin, en el sentido de que no tiende hacia la poiesis. En ese caso y desprendindose de la propuesta aristotlica, se podra decir que hay una tchne que se dirige a la praxis, la cual sera la tcnica moderna. Por otra parte, siguiendo la propuesta aristotlica, se puede considerar el arte como la tchne que va hacia la poiesis, en el sentido de sus orgenes griegos.

    Habra que repasar el concepto de la tchne griega para ver cmo a lo largo de la historia de occidente, el concepto de creacin se ha transformado, se ha transfigurado, en el de produccin. En principio, la tchne griega como creacin solo ocurra en la creacin de la obra de arte, pues develaba la verdad. Heidegger trata el tema de la creacin y la obra de arte en su escrito del 1935, El Origen de la Obra de Arte: podemos determinar el crear como el dejar que algo surja convirtindose en algo trado delante, producido. El llegar a ser obra de la obra es una forma de devenir de la verdad (1994, p. 48). En lneas posteriores el autor nos dice: La verdad se establece en la obra (p. 50). Siguiendo este

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    planteamiento se puede interpretar la propuesta de Heidegger como ya lo han hecho varios de los estudiosos de su obra, de la siguiente forma: Lo que la tchne desoculta es la verdad (Rojcewicz, 2006, p. 59).

    El concepto de produccin tambin ha cambiado, en especial con la tcnica moderna, pues lo que se conceba como produccin artesanal ha quedado desplazado por la produccin masiva, hecha por mquinas y avances de las altas tecnologas. Por consiguiente, aqu ya no hay una relacin directa de la mano del hombre y lo producido. La produccin hoy en da no es artesanal como ocurra en la Antigua Grecia. Se da en masa gracias a los avances de la tecnologa que, por un lado, liberan al hombre y le ahorran el trabajo desgastante, y por el otro, lo subliman. Al respecto habra que recordar que en los griegos, la tchne era un modo de saber y no un quehacer humano. Heidegger nos expone esta concepcin remitindose al pensar de los antiguos griegos: La tchne, como saber experimentado de los griegos, es un traer delante de lo ente, en la medida, que trae a aquello que presenta como tal, fuera del ocultamiento y lo lleva al desocultamiento de su propiedad; tchne no significa nunca la actividad de un hacer (1994, p. 47). En este punto entrara la confusin del concepto de produccin y el olvido de la esencia de la tcnica, pues la tcnica se define bajo la opinin comn como un quehacer humano, como un producto humano, y no como un saber. El gran olvido de la esencia de la tcnica radica en haber tomado la esencia misma de la tchne como un quehacer y no como un saber. Si se toma la tchne como un quehacer, y asimismo ste se toma como un producir, ya se tendra la concepcin de produccin como quehacer humano, como una factum realizado por el hombre. Aqu la tchne no tendera hacia la creacin sino hacia la praxis. Esto conlleva al alejarse de su esencia hasta el punto de alterar el

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    concepto y apropiarse una forma de hacer; de producir en el hecho y no el de crear en la obra, de hacer obra de la obra, en donde se establece la verdad. Por eso no se trata de la creacin de una obra. Lo vlido es la produccin en masa y el uso de tecnologas avanzadas. Tambin habra que tener en cuenta la diferenciacin dada por Aristteles entre accin y produccin: Por tanto, tampoco se incluyen la una a la otra; en efecto, ni la accin es produccin, ni la produccin es accin (Aristteles, 2002, p. 91).

    En la actualidad la produccin es un concepto transformado por el matrimonio entre las nuevas tecnologas y el post-capitalismo. Como muy acertadamente afirma Heidegger, las reservas de la naturaleza son extradas a la fuerza para el beneficio de la produccin tecnolgica: La Naturaleza no es para la tcnica algo indeterminado, ni es en s algo que est en frente suyo. Ella no es definitivamente para la tcnica un objeto que est enfrente, el cual algunas veces es explotado. La Naturaleza en la era de la tcnica pertenece, de antemano, a la reserva de lo solicitado dentro de lo Ge-stell (Heidegger, 2005, p. 41-42). En esta cita se puede apreciar cmo la Naturaleza ya forma parte del imperio de la tcnica, siendo propiedad suya en el sentido que es la base, el fundamento de sus reservas, las cuales pueden ser solicitadas, utilizadas y explotadas. Segn esto, la Naturaleza ya est bajo el dominio de la tcnica, ya ha sido conquistada.

    El error, la transformacin en un sentido nietzscheano de transvalorizacin de los valores- est en que la tcnica de las nuevas tecnologas tiende hacia la praxis/produccin y no a la poiesis. En este contexto el producir no es solamente del hombre, sino tambin de las mquinas. Es ms, las redes cobijan esta produccin.

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    La produccin del mundo post-capitalista tiene un fin primordialmente econmico y no un valor artesanal ni mucho menos artstico. Es ms, la calidad de la produccin vara de acuerdo con su fin en-el-mundo, es decir, con el objetivo de ser un producto de la sociedad de consumo. De esta forma, una obra de arte ya tiene de por s un valor econmico, y se vende igual que una lavadora o un automvil. De hecho, toda la concepcin esttica, como ya lo haba previsto Walter Benjamin, cambia en la era de la produccin tcnica: La reproductibilidad tcnica de la obra de arte transforma el comportamiento de las masas hacia el arte. La actitud retrgrada ante una obra de Picasso se convierte, ms bien, en progresiva ante un Chaplin, por ejemplo (Benjamin, 1936-39, p. 373). Se podra agregar a su tesis que el arte y la actitud hacia ste cambia an ms en la era de las nuevas tecnologas. La labor del artista ya no est sujeta solamente a la de creacin, sino que en muchos casos, por no decir que en la mayora, se cie tambin por el valor monetario de su produccin y la demanda que esta tenga. Por otra parte, es necesario resaltar que las nuevas tecnologas se enredan, estn en la produccin artstica, pues los medios para esta creacin y la creacin misma estn involucrados con las altas tecnologas. De hecho, ya forman parte de ella como es el caso del cine- como sptimo arte-, el video arte, el performance, entre otros.

    Aunque Heidegger haya recurrido a Aristteles para mostrar la tchne griega, a manera de crtica cabe mencionar que Aristteles no alcanz a prever estos fenmenos de tcnica moderna, de las nuevas tecnologas y mucho menos a vivirlos. Por eso mismo su concepcin de tchne no alcanza a cubrir estos fenmenos ni estas concepciones de mundo. Debido a ello, la separacin, categorizacin, entre produccin y praxis aristotlica, es decir, entre y , no tiene

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    mucha relevancia hoy en da en el fenmeno de las nuevas tecnologas. Esto se debe a las grandes transformaciones que ha sufrido la tchne griega al pasar a la tcnica moderna y luego a las nuevas tecnologas, abastecidas y recreadas en un mundo que se manifiesta de forma muy diferente al antiguo mundo griego. Las caractersticas de la tchne griega expuesta por Aristteles no alcanzan a mostrar el fenmeno de la tcnica actual, pues en su transformacin la diferenciacin entre produccin y praxis, en un sentido del actuar del hombre se ha desvanecido, en algunos casos transformndose en un quehacer productivo del hombre y las mquinas.

    Heidegger hace un buen intento al volver a la tchne griega, a explicarla y, lo ms importante, al refrescar su significado antiguo, activndolo en su revisin etimolgica y en su hermenutica. Habra que recordar que la tchne, antes de ser produccin, creacin, es una forma de saber. Sin embargo, este intento no es suficiente para poder explicar o despejar el concepto de tcnica como se manifiesta en la actualidad, pues se podra afirmar que las nuevas tecnologas no son tan opuestas a la tchne griega, como se plantea en la tcnica moderna analizada y criticada por Heidegger. Es ms, el gran anlisis hecho por Heidegger en La Pregunta por la Tcnica y en sus escritos sobre lo Ge-stell se refiere a la tcnica moderna especficamente, pues en su poca, principios y mediados del siglo XX, todava no se haba desarrollado el fenmeno de las nuevas tecnologas. Sin embargo, debe reconocerse que Heidegger alcanza a vislumbrar, en su Sprung (salto) del pensar, la posibilidad misma dada por la imposicin de la tcnica moderna, para poder saltar, salir de esta parcialidad y del olvido del ser, que sobresale en las manifestaciones de lo Ge-stell.

    Al respecto cabra sealar que esa tendencia de la tcnica hacia la praxis, en lugar de ir hacia la poiesis, es resultado del

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    olvido de la esencia de la tcnica y de la sepa