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  • 138 El g6lem

    llar, hicieron que la apelaci6n de este a su propia diligencia y expe-riencia se volviese contra el. Tomaron el que reconociese que ha-bia, en efecto, visto el comportamiento pseudocopulatorio como una confirmaci6n de sus propias observaciones. A continuaci6n pasaron a atribuir el que no fuera capaz de apreciar su importan-cia a las ideas preconcebidas que tenia. Ello es parte de la estrate-gia general que Crews ha usado contra sus criticos, conforme ala cual los pinta como personas rutinarias, encerradas en el paradig-ma y aferradas a las viejas tradiciones, incapaces de ver lo que hay que ver. Esta estrategia de j6venes turcos no es inusual en las controversias cientificas.

    Parte de la discusi6n sobre la competencia se centra en el cui-dado que hayan puesto los observadores. En este caso, los criticos sostenian, simplemente, que Crews y Fitzgerald no habian sido en sus observaciones todo lo cuidadosos que hacia falta . Pero el ar-gumento del cuidado puesto es, sin embargo, como la mayor parte de los argumentos en una controversia, un arma de doble filo. Crews y su grupo adoptaron la misma linea en su respuesta a Coley Town-send; se cebaron en lo que parecia una falta de rigor en los meto-dos seguidos. Sefialaron que Cole y Townsend evaluan el estado reproductive de las lagartijas mediante una inspecci6n visual de la distension abdominal. E sto, sostienen, es inadecuado, pues es bien sabido que la palpaci6n es necesaria tambien. En una manic-bra ingeniosa , citaban en realidad a otro critico de Crews, Cuellar, en apoyo de sus requisites.

    Las acusaciones de falta de cuidado no sirven para resolver las disputas porque tienden a ser circulares. Todos saben que el cienti-fico cuidadoso hallara la verdad, mientras que el observador sin cuidado esta condenado al error. Pero de lo que se trata , exacta-mente, es de que hay que hallar. Si se cree que la pseudocopula-ci6n es un fen6meno autentico, parecera que Crews ha sido cuida-doso y sus criticos descuidados; al reves, si se considera que Ia pseudocopulaci6n es un fen6meno espurio, sus crfticos sen:1 n los cuidadosos y Crews el descuidado. El cuidado, en sf y po r sf mis-mo, como la mayoria de los factores de ese esti lo en una co ntro , versia, no puede ofrecer una manera indcpcndicnl c de znujnr In cucH ti6n. Volvemos al cfrculo vicioso del cxpcrimenl ndor, Pl' I'O nwnvmlo.

    Silas a tribucio ncs de hnl)il idnd y C:O tlljH.It'lldll 1111 pwdtu, pot

    La vida sexual de to /aiJIII rl/11

    regia general, zanjar la controversia, z,que pasa co n 1 111 11 l l1111t N de hecho? Como hemos arguido mas arriba, las cucsti olll'H dt l111 l111 son inseparables de las habilidades que el cienlffico httyll 11plh """ a producirlas. Asi que cuando un critico haec una nl'lttt llllllllll pecifica encaminada a refutar a Crews, no sorprelld l' ql lt' 111 de nuevo que las cuestiones de la competencia no csll'tn IIII IH tt I jos de la superficie. La afirmaci6n de Cue ll a r, y tk

  • 140 El g6lem

    cuenta de que hubiese tal cosa. Como cabria esperar, la respuesta de Crews y su grupo es la que las circunstancias requieren. De nue-vo vuelven las tornas contra los criticos. Sefi.alan que bien pudiera existir ese comportamiento, pero ;,son las observaciones en lana-turaleza capaces de dar con el? Es bien sabido que Cnemidopho-rus es una especie muy timida y que ni siquiera los apareamientos de la lagartija sexual ordinaria se observan con frecuencia. Asi que id6nde observar mejor tan delicado fen6meno que en ellaboratorio!

    Mordiscos amorosos y movimientos de manos

    L En las controversias cientificas ocurre a menudo que minucias basta entonces pasadas por alto se vuelven muy importantes y se debate sabre elias acaloradamente. A medida que los dos lados intentan sembrar dudas sabre los argumentos del otro, se introducen mas y mas elementos de juicio adiciona1~ En el presente caso, el mi-mero de mordiscos amorosos que sufren las lagartijas y si agi-tan o no las manos como signa de sumisi6n sexual se convirtieron en cuestiones importantes.

    Cuellar arguy6 que raramente veia un mordisco amoroso en los especimenes que habia recogido en la naturaleza, y que si la pseudocopulaci6n fuese un hecho rutinario deberian verse mas. La respuesta de Crews y su grupo consisti6 de nuevo en invertir el ar-gumento, sefi.alando que si Cuellar tuviese raz6n, querria decir que las lagartijas sexuales normales jtampoco se apareaban! La respues-ta, sugerian, era que esos mordiscos no son una huella natural del apareamiento. Con la intenci6n de confirmar su idea, examinaron los cadaveres de millagartijas hembra de una especie sexual y solo hallaron un 3 por 100 que tuviera marcas en el dorsa o en los cos-tados; observaron, ademas, que el mismo porcentaje de machos tenia esas marcas. Por lo tanto, Crews consigui6 de esta manera volver la prueba ofrecida por Cuellar contra el mismo. Es de to mas probable que se hallen marcas en las lagartijas muertas, pero como tambien se las encuentra en los machos, es probab le qu e Ia causa sea un comportamiento agresivo.

    El movimiento de manos se vo lvi6 importantc u consl:~ucn cin de un epilogo que Coley Thwn~;cnd nf\odi l:r'o ll 11 11 11 n l'ul nl'lt~ ll dt

    La vida sexual de Ia lfl~f(ll' fl/lt U I

    Crews. Criticaban a este por fiarse err6neamente dl! qm 1111111 do una lagartija alza una mano ello indica sumisi6n . H11 lt'll lldwl segun Coley Townsend, noes mas que un signa de qu~: In l111 11 1 til ' se esta soleando. Otra vez es Ia competencia de los irWl'Ni lHtHI I lo que se ataca. Un investigador que no puede di still !-l llil lq1 11 1 este tomando el sol de que se haga un gesto con las rll ll lll lH Ill 111 un problema de credibilidad. Si bien no parece que Cn.ws lt iiVII 11 pondido en publico a esta critica concreta, de to que ll lll l'L'l'r h pth d1 ellector conjeturar por que lineas habria, posiblcnH: IIII, diN11111 I do el argumento que Crews habria adoptado pnm d L Ir rtd ' ' '

    Un empate honroso

    Asi que ;,c6mo anda la controversia hoy? Sc coi mld1 111 111 11 11 11111 en que el combate entre Crews y sus c rfli~os h11 l'!l lllllu ld11 11 1111 em pate honroso. Ambas partes han dado su wndr'lll dl Ill 1 111 '"' 11 nologia de Cnemidophorus en artfculos scpumdo11 d1 I ~, lr'lll fi, American, y ambas siguen trabajand o con loN lli iNIIII I" 1 lll u JIH II que antes, bastante diferentes.

    Noes probable que el punta de vistn cqu lllh1 11d 11 IJI II 11 11111 ~ presentado a medida que segufamos Ius ldns y w 11 ldu" d1 I dt l1 11 sea compartido por los protagonislas. Sus pm ploN 11 11'"" '' ltll posiciones son, por supuesto, co nvinccn1 c11, W1dt11h 111 11 11 11 11 1111 sistibles pa ra ellos. AI presenta r unn dcscr ipdt\11 lll'llllll l lllll 1111H el riesgo de disgusta r a las dos purl c:;.

    Muchos cient!ficos procuran 110 l: lll'l'd ll t'll t' I' ll 11 11II 11V 1 I1N1 1 las que ven como el mo numcnlo de lu r:if.ndtt po NIIw. I 11 11 1111 I q uc rc r dccir que, en scmcjanl cs disput tls, llr'KI II IJ III Ill )1111 II l ti 1 en Ia conlrovcrsia sea una tactica. II CIIHlll vlslo q111 111 111 1111 d 11 In conl rovcrs iu d e Ia lage~rtijn . /\1 cscl'lhlr Hil S ll llll lllllllt ll 1"''"'' fie Amerlctm umbns purt cs r;vi taro n 1 11 1 (.'~' 1 ' In 1111' 11111 11 h I 111 l1 plki ln 11 In po lc1n ir:n .

    1 I JnH III II IH'I'II ti t zn u j11 1' llll tll'O illt ovttsltll'"' ll'l'IH ll ll lt lnlti"IHitt dl lll tlll l'lll ltd IJII t' Itt diNplll ll jlllll'll'll Jl ll' lll ll lll lll 111111 11 111111111 1'11N IVII ti t~ 111111 I II(H' l hrll rl 11d p lll'll ri11Nt llll lll lldll j( ' 11 Wll, I II Jll ll ll II h11 , 1! 11 1'111111 I I II 111 111 d1 I IIII 11111111 Ill lllllllll l'rl ll ll tlllll!ll tlltt-11 II p1i IIH I ll l lh ttllf I IIIII I 1ltlii1Jih HIIHII III, 1'111 11 c ' II\ M, I Il l 1111 d I IIII

  • 142 El go/em

    desafortunado que se caracteriz6 por la falta de contrastaciones experimentales s6lidas y de pruebas decisivas. Al recurrir a la ret6-rica del experimento y la contrastaci6n, algo a lo que su metodo-logia de trabajo con lagartijas en cautividad se presta idealmente, puede parecer que Crews ha encontrado una manera de avanzar mas alla de la controversia anterior. Si esta ret6rica tendra exito, esta aun por ver.

    Una pregunta ha quedado sin respuesta. l,Exhiben las lagarti-jas Cnemidophorus un comportamiento pseudocopulatorio que de-sempefta algun papel en su reproducci6n? A pesar de cinco aftos de investigaciones y de debate, parece que la respuesta es que no lo sabemos. Segun un grupo de respetados cientificos, lo exhiben; segun otro grupo, no. Como pasa siempre, los hechos de Ia natu-raleza se establecen en el campo de la discusi6n humana.

    7

    Fijad los controles del nucleo solar: la l' II II I his to ria de los neutrinos so lares des a pun. 'l'i

  • 144 El g6lem

    y abrirse paso hasta la superficie. Los neutrinos, como interaccio-nan muy poco con la materia, van derechos fuera del Sol. Su de-teccion en la Tierra nos diria solo ocho minutos mas tarde que esta pasando en el centro del Sol (ese es el tiempo que tardan los neu-trinos en viajar desde el Sol hasta la Tierra). Los neutrinos solares ofrecen, pues, una comprobacion directa de si la fuente de energia de la estrella mas cercana a nosotros, el Sol, es la fusioll)

    f._ Precisamente porque los neutrinos interaccionan tan poco con la naturaleza, cuesta mucho detectarlos. En promedio, un neutri-no puede viajar a traves de mas de un bill6n de kilometros de plo-mo antes de que se detenga. jLa detecci6n de neutrinos siempre iba a ser un proyecto dificil! El experimento de Davis es bastante inusual. Uso un gran tanque de fluido limpiador rico en cloro, del tamafio de una piscina olimpica, enterrado profundamente en un pozo minero en desuso. Davis dragaba cada mes su tanque en bus-ca de una forma radiactiva del argon, que se produce por la reac-cion con el cloro de los neutrinos que entran. Desafortunadamen-te, las particulas del espacio exterior a las que se da el nombre de rayos cosmicos tambien disparan la reaccion; por esa razon hay que instalar el experimento profundamente bajo tierra, a fin de que haya el suficiente blindaje para absorber los rayos no deseados. El ar-gon radiactivo, una vez extraido del tanque, se deposita en un de-tector radiactivo muy sensible (una forma de contador Geiger), don-de se puede medir la cantidad exacta que se ha formadoj

    I Este experimento, que debe de ser uno de los mas peculiares de 1 a ciencia moderna, ha tenido un resultado frustrante. No hay los predichos flujos de neutrinos. Una prueba que se pretendia fuese la coronacion gloriosa de la teoria de la evolucion estelar, no ha producido, en cambio, sino consternacion. Es apenas imaginable que la fuente de energia de las estrellas no sea la fusi6n , as! que l,que ha ido mal? Se ha eomprobado el experimento y se ha vuelto a comprobar, se han retocado las teorias y se han buscado cu i da~ dosamente errores en los modelos yen los supuestos. Pero hasla ahora, sin embargo, nadie esta seguro de que ha fallado. lncluso hoy, con una segunda generacion de experimentos salicndo u In luz (o mas exactamente, hundiendose bajo Ia 1 icrnm, yu qul' IO dos ellos han de blindarse de los rayos c6smicos), no ~:sir\ l'll nhNo luto claro emU sera cl resullndo.j

    Los neutrinos so/tm'\ II,

    Este es, pues, un caso clasico de confrontaci6n enln: t'lt "I" tl mento y la teoria. El dominio teorico y el experimenlal no ptlltlt 11 sin embargo, separarse tan facilmente. En el caso de los ll t' ll ltlllnli solares, los teoricos y los experimentadores han estado l'llhdu 111111 do durante afios para llegar a una conclusion.

    En la primera parte de nuestra historia examinaremos t't'l lllll ltu jaron los cientificos la colaboracion de la que nacer!a el cx twtl llllllllt La recepcion de los resultados, de la que trataremos l' tl In Nt'l lllll lit parte, solo se puede entender con ese trasfondo.

    Asi como se supone que el experimento de los ll l'll lt lll nN Ill t ill res nos permite echar un vistazo al centro del so l, t l t'fl/wtl/11 th los neutrinos solares nos dejar mirar lo que I It l11 tltll tan convencida estaba Ia comunidad l'lsit.::tll p1 inl'1 pi11M til l11111 11111 sesenta de que Davis confirmarfa lu 1corl11 dt l11 cvttll lt ltul 1 I I 11 que sc plane6 toda una serie de tel!.!scopiol! Ntlht tt tt llll 'tt!f q111 dt leclasen los neutrinos de una gamn til' dil'ttt'll lt'N lll t' lll t " t 1111111 ~ ~ 1\slos planes se archivaron lrus conoIIH:nlo, se co noel an bien Sf.! volvil'I'O II pmbltnu'l "'" "' ~ 11 ' pi I hi e.~ de t.:reur desut.:uercJos . Lo robusto sc volvlt't I II I' ll , l11 tl ili lll nllkt toy lo cicrto int.:i!.!rlo. A lu inttlt tl'lldll tttl tit 111 11 till It ttodll y l' l cx tH'ri lll l' tll o lc tl tliCIIIIZt ll lll 111 111pl11111 U111 ht '''"'''' '' ' I111SIII 1111 111, I'll' lt 11y11 rolll t llido, qll t' loN ll'Mllll tt dttN ' pt 111111 11t ttl IIII YI III II'NIN IIdtt llltllllt'hll tltlli t IIIJHI Y l(llt' lllt'lllllllllllll tl lh t' llll'lt~ ll ( Nlt'lt ll lll.,.lltlll lut ll lllllt 'll llll llllll(ll'l' ll ht 11 11 Nil 11"11 lltllll" ttl tltlllll lll ll 11 11111 It I I lit II dt 111111 I f \'ll ltll llll l tlt lll flltll : li II lldt tl ll'!' Jlll l lllttt l uh Itt 111 1 1111 Nt111 1 ll tlluutltt ltt, ( tlltlltlu ltt l11 di ll!

  • 146 E l g6lem

    PRIMERA PARTE:

    LA CONSTRUCCION DE EXPERIMENTOS

    Y COLABORACIONES

    Los experimentos, como cualquier fruto de la actividad humana no llegan de novo. Cuando Ray Davis encendio su aparato e~ el verano de 1967, en busca del esperado flujo de neutrinos, se que-daron en la estacada veinte ai'ios de duro trabajo, suyo y de otros. De particular importancia fue la colaboracion unica de Davis y un grupo de astrofisicos nucleares (la astrofisica nuclear es la fisica nuclear aplicada a la astronomia) del Laboratorio de Radiaciones Kellogg, perteneciente al Institute de Tecnologia de California di-rigido por William Fowler. '

    El neutrino ha ejercido siempre sobre los experimentadores una especial fascinacion por ser una de las particulas que menos se deja, Y que por lo tanto mas cuesta, descubrir. Wolfgang Pauli fue quien propuso su existencia en 1930 en cuanto ente puramente teorico . ' necesano para que las teorias de la desintegracion radiactiva fue-ran coherentes. Se pensaba que su masa y su carga electrica eran nulas. Una de las pocas maneras de detectar esta escurridiza parti-cula era una especie de reaccion radiactiva invertida en la que el nucleo de un atomo absorbe un neutrino y se forma un nuevo ele-mento inestable que acaba desintegrandose. El separar los pocos :Homos del elemento formado de las miriadas de ~Homos-blanco es una tarea que, tecnicamente, arredra. Llevar a cabo esta tarea es lo que Davis, interesado desde hacia mucho en la deteccion de los neutrinos, se propuso hacer.

    La tecnica experimental a la que recurrio Davis procedfa de un campo hibrido de radiactividad y quimica, la radioquimica. La idea consistia en usar la quimica para separar el elemento rad iactivo rc-cien formado (argon) del material que hace de blanco. Davis to con-siguio_haciendo que el blanco fuese liquido y purgando lo co n gHs de heho, que barria los :Homos de argon acumulado. La ca nti du d exacta de argon formada se puede medi r ento nces conta ndo sus desintegraciones caracteristicas. Pa ra separar las dcsint cgmci

  • 148 El g6/em

    Las reacciones del nucleo del Sol producen neutrinos. Dominio de Ia FfSICA NUCLEAR ,

    / /

    / Detector. Dominio de / Travesia de los neutrinos Ia FfSICA NUCLEAR y

    desde el centro del Sol hasta de Ia RADIOQUfMICA el. experimento. Dominio de Ia B FISICA DE LOS NEUTRINOS

    ~--- ------------- Tierra

    El numero de neutrinos producidos depende de Ia estructura y evoluci6n del Sol. Dominio de Ia ASTROFfSICA

    7.1. Los diferentes dominios de Ia ciencia de los neutrinos solares.

    elem:ntos pesados a partir de los ligeros. Fue uno de los puntos culmmantes de la disciplina: con su aparici6n se explicaba c6mo se habian formado todas las sustancias comunes a partir del ele-mento mas ligero, el hidr6geno.

    En 1958 uno de los cocientes de reacci6n cruciales en el ciclo de reac.ciones nucleares del Sol se midi6 de nuevo y se vio que esta-ba eqmvocado. Parecia que el Sol producia cierta cantidad de neu-trinos de una energia bastante alta, que Davis podria medir. Fow-ler le alert6 inmediatamente de esa posibilidad, y desde entonces los dos colaboraron con el objetivo de que los planes del detector fructificasen. Por entonces, Fowler consideraba que la detecci6n de los neutrinos era la guinda del pastel de la teoria de Ia evolu-ci6n estelar.

    Bahcall: un te6rico de casa lejos del hogar

    El c~bo en ~1 Ca~Tech de Ia colaboraci6n entre esta inslituci6n y Dav1s lo terua un ]Oven estudiante de posdoctorado de rowlcr .J ohn Bahcall. Silos neutrinos solares tenian que ser Ia guindu del 'nustcl que decia Fowler, fueron en realidad el pan y lu su i de .J oh11 llnlt call. Los neutrinos solares sc convirticron Ctl ll dt lfl lll t I' ll 1l lt' lll ll

    Los neutrinos .1'1111/h'\ I IV

    dominante de su carrera. Por los dias en que Davis CHI uvu 1 11 11111 diciones de to mar las mediciones, la carrera de Bnlt l'll ll 1 1 rtl l tan en la estacada como lade aquel. Su participn

  • 150 El g6lem

    componente del flujo de neutrinos que se esperaba que Davis de-tectase procedia de una rama secundaria de la cadena principal de fusion del hidrogeno en las reacciones nucleares del Sol. Resulto que estos neutrinos de alta energia eran extraordinariamente sen-sibles a la temperatura y dependian criticamente de los detalles del modelo estelar. Tambien era necesario un conocimiento especiali-zado de la fisica de los neutrinos para determinar que les ocurria mientras atravesaban el Sol y en su largo viaje hacia la Tierra.

    Ademas de preparar la prediccion de los flujos de neutrinos, Bahcall ayudo a Davis con los problemas teoricos que aparecian relacionados con el diseiio del experimento, como, por ejemplo, cucil seria el probable fondo de rayos cosmicos, cuando seria el mejor momento de tomar muestras del tanque, etc. En sus propias pala-bras, se convirtio en un asesor del Laboratorio Nacional de Brook-haven, donde Davis trabajaba, y por lo tanto sus servicios le fue-ron pagados por la rnisma casa.

    La financiaci6n del experimento

    Davis calculo que el costo del experimento seria de unos seiscien-tos mil dolares. En los aiios sesenta era una cifra muy grande para un solo experimento que, al contrario que los aceleradores de par-ticulas, servia s6lo para efectuar un unico tipo de mediciones. La influencia de Fowler en el proceso de obtencion de fondos fue enor-me. Aconsejo constantemente a Davis y Bahcall y consiguio el apoyo de sus propios colegas. Se tantearon todas las fuentes de financia-cion probables: La Comision de Energfa Atomica, la Fundacion Nacional de la Ciencia y la NASA.

    Es ingenuo creer que los cientificos obtienen sus fondos mera-mente escribiendo una peticion de subvenci6n convincente. A fin de obtener el dinero que una instalacion importante necesita, los cientificos han de implicarse en grupos de presi6n politicos y en otras formas de persuasion politica. Para sacar el dinero que lc hacfu falta al experimento de Davis, fueron importantes los siguicnt cs hc-chos: que Davis y Bahcall publicasen sus planes y rcsull udos ~ 11 la principal revista fisica, Pltysical Review l ,ei/Ns; ((Il l! Hl! sitvkl'll o de la muy influycntc scl'l ~ d ~ pn.puhllcul'lonts Orlll W' 1111d l1

    I .os lll ' llftl llll\ ,\11/tl/1 '\ I' I

    mon Aid del Laboratorio de Radiacio 11 ~.:s l(l ll o~f.l Jlll lll dllt 1111llt entre Ia comunidad cientifica lo que estabu pusn ttdo; y qtll' Itt p11 11 ' cientifica y popular cubriese el asunlo - aptll l'l'ltttlll lllll t tdt tll ~ ~~ bre los neutrinos solares en Time y New.\'WC'I'k . 1 h 111 II III VIII 111 portancia fue la carta que Fowler escr ibio tl In < 'tll ll hlll't lt tit I 11 1 gia Atomica por encargo del jcfc del dcptlll ll lll t' lllll dt I Itt I Richard Dodson. Parece que por cnt on ~.:es 111 < 'ooii Nit'ut dt I 11 1 q It Atomica no empleaba la revision por pores l'o111 11ll , y Ill utll llf ltll l ca carta (en palabras de Dodson) dl: l'owltt HIIPIIIHttltlltt lll lllll respaldo tecnico para asegurarsc IH l'i ll l llld llt'lt~ ll .

    Por supuesto, todos estos cs fu erzos p01 t'lliiiHII 11 11 ltllttl w 11 virtieron en los meritos cientlficos del PI'OYl'l' lo. l'ut 11 1111111 hu lttl'l" fusamente como una conlrastaci6n dircct11 y

  • 152 El g6lem

    60

    50

    (/) 40 z :::l

    30

    20

    10

    1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980

    Aiio

    ~.2. FI_ujo de neutrinos solares (dibujado de nuevo por Steven w. Allison a par-tir de Pmch, 1986, p. 39).

    s~ voz a los esfuerzos de persuadir a Goldhaber de que las predic-Ciones eran de fiar y el experimento viable. , Para convencer a escepticos tales como Goldhaber, iba en inte-

    res de B~hcall.el tener una predicci6n clara de una sefial grande, que Davis pudtese detectar sin ambigiiedad. Hay algunos indicios de que las predicciones del flujo de neutrinos solares variaban con la necesidad que los fisicos tenian de fondos. La figura 7.2 mues-tra el flujo de neutrinos solares en UNS (unidades de neutrinos sa-lares) segun los afi~s. Revela que en el momenta en que el experi-mento fue subvencwnado, en 1964, el flujo predicho era alto (40 UN~). S~ p~ed~ ver tambien de manera inmediata que despues em-pezo ~ dtsmmmr, y que en 1967, en la epoca en que Davis obtuvo su~ pnmeros resultados, habia caido hasta una cifra mucho mas b.aJ_a_ (19 UNS). Afortunadamente, Davis consigui6 obtener una scn-Sibt.hda~ m~~or gracias a mejoras del proceso de detecci6n, pero varws cientificos comentaron que el experimento no habr!a sido nunca su_bvencionado silos menores niveles de fluj o prcdichos en 1967 hub1esen sido ya los previstos antes, en 1964, cuundo sc le usi~ naron fondos al experimento.

    Muchos de los cambios en cl fluj o prcdklto vl nlct'OII d t 11111 1111 rametros que cslaban mr\s 11 111'1 d t l t'OIIII'OI dlt'lll' lll dt l ll tl~t n ll , 1011111

    Los neutrinos .wJ/tllt' \ I~ I

    las nuevas mediciones de los coeficientes de las rcacciollt'M 11111 h 1 res y los cambios de otros parametres. Sin embargo, eltlllt tuhur .. del empuje en pos de la financiaci6n y que se cayest: l'll Itt ' 111 111 1 (s6lo una vez que se habian concedido los fondos) dt q111 111111 d los cocientes de las reacciones nucleares mas impot'll llll t'liiH II 111 1 extrapolado incorrectamente a energias bajas lcndfan nlt "''It 11 1 de que la predicci6n de 1964 fuese exageradamcntc opllull li lll 1" nas podia quedar mas clara la interdepcndcncin Cll lll' lu lr nd11 el experimento.

    La construcci6n del cxpcr itiH.nto

    Si Bahcall se dedic6 a actividades poco COt't'h:nl t'N p11 111 1111 II I " te6rico, tambien Davis se las vio con algunus IIIH'IIN lllllfllllllh ,. I tit tenida la financiaci6n necesaria, tenia que t: IH.'Ottlllll 1111 I"' "1111 nero profunda donde instala r su cxperi mento. 1\Mio ll'llllltu 1111 1 facil en absolute, no s6lo por constricciolll'S l'fNkrtll tltlllll lit 1'111 fundidad y la estabilidad de Ia roca, si no 1111 11h lt\11 JHII!III I'" '' propietarios veian provecho a lguno en ~tiiK' I'H,I II I'll 11 1111 111 1111 lilt experimento molesto y puedc que pcligmso. I >11vlll lit' 1111 1111 htllll 1 parte del afio 1964 negociando con propkt11 t loN dt ttduu I 111111 mente, la Homestake Mining Company m'l'plt'l It ttdt h11tl1 11111 I proyecto cuando supo que lo palrocinul>tt 111 < 'olltiNit\tt tl I 111 IJ lit At6mica. Noes casualidad que lu C'onllN it~lt il l l ' tu~tplu \ltullhit fuese consumidora del produclo de oii'II ltiiiHIIIIItllt IIl ii\ ltl11tl11tl ncra de Homestake: el urauio.

    La construcci6n del experiu1cn1o hl>t.o qllt' I >11vl11 ttl1llllll ab undanlcs lazos con Ia compuiHu lllilll' l'll y lll lllh ltt l tllltlllt 1 111 presus comercialcs que co ni ribu y~.:ron 11 In lt~hduultnl II I 1 1111111 y del equipo asociudo y n cnl rep,nr 11 In lllill llt'l ll11ld11 "' llutplt ' (1'\s ll', en rcu lidud, sc hn nlq uilndo, IY. q1d11\, 1111 d l11 111 fl "' 11 It l 11 .~ 11 ptop

  • 154 El g6lem

    res como quienes contrastan o verifican esas ideas. Ya hemos visto que hacer teoria y experimento es mucho mas interesante que eso. La teoria y el experimento no son actividades independientes. Es-tan totalmente vinculadas y forman parte de una red mas amplia de lazos entre los cientificos. Si no hubiese sido por la colabora-ci6n de teoricos y experimentadores, y en particular por Ia influencia del poderoso grupo de cientificos del CalTech cuyo lider era Wi-lliam Fowler, nunca se habria realizado el experimento de los neu-trinos solares.

    SEGUNDA PARTE:

    LA CIENCIA DESHECHA

    Examinemos ahora que paso cuando, contra todas las expectati-vas, Davis comunico su resultado negative. AI contrario que en al-gunos otros de los casos que hemos analizado en este libro donde Ia teoria y el experimento chocan, el experimento de Davis no per-dio credibilidad. Por un memento su metodo experimental suscito serias dudas: quiza estuviese perdiendo unos pocos atomos de ar-gon en alguna parte dellugar del vasto tanque que contenia el fluido de limpieza. Davis, sin embargo, pudo sobrevivir a esas criticas, y, de hecho, al final su reputacion de cuidadoso experimentador crecio. Tambien los teoricos, y Bahcall en particular, se las han apa-fiado, en general, para vivir con ese resultado, aunque, como vere-mos, les parecio por un tiempo que cualquier contradiccion entre Ia teoria y el experimento no era lo que se dice irresistiblemente atractiva.

    El rasgo principal del periodo, una vez se hubo reconocido am-pliamente que habia, en efecto, un problema con los neutrinos so-lares, ha sido un proceso de planteamiento y de examen; ni un solo supuesto sobre el que descansase Ia base cientifica del proyeclo sc ha librado de ser puesto en entredicho. Es en ese poner en cnl rcdi cho donde cabe vislumbrar como la ciencia se convierlc en cicndn deshecha.

    Los JIC'IIItl/111.\' .Ioiii!'' I H

    Los primeros resultados

    Los primeros resultados de Davis se obtuvieron Ctl 111-\tl 111 d1 P '' Indicaban una sefial muy debil, es decir, un l'lu ln tiiiiV p1 111111\11 de neutrinos. La sefial, de hecho, era tan baju qll l' 1111 potlln llltlll nicarse como un numero (de neutrinos delccllldOH) l'llll 1111 1 11111 posible, sino solo como un limite superior: 6 lJNS. l1no11 1111 111tl lt bras, la sefial no era mayor que 6 UNS y quid l Ht' tlthlc 111 111 1111 1 la radiacion de fondo. Las mejoras en In trcnk11 dt d t tlttlnll Mil pusieron que, a principios de 1968, Dnvis 1wd lt1w t'NI11hlt1111 1111 II mite aun mas bajo a los fluj os ncutrlnicos, dt Nt\ lo I l lt~:l I ht YIH, Q,Ue habia trabajado con esta tccnicu de;

  • 156 El g6lem

    En ese memento, Bahcall deseaba vivamente que el experimento de Davis concordase con su prediccion. Cuando Davis comuni-co resultados aun mas bajos, Bahcall fue deprimiendose cada vez mas. La mayoria de los teoricos compartia la preocupacion de Bah-call y mantenia la esperanza, contra viento y marea, de que la dis-crepancia se esfumase. Mucho se habia invertido en el experimen-to. Hasta se dijo que se avizoraria un premio Nobel solo con que el experimento saliese bien.

    La reacci6n de Iben

    No fue Bahcall, sino un viejo colega suyo de los dias del CalTech, Icko Iben, quien primero y con mayor fuerza reconocio que habia una contradiccion entre la teoria y el experimento. Iben era un es-pecialista en modelos solares que formo parte del equipo del Cal-Tech al que se debian las predicciones de 1964. H abia adoptado un punto de vista bastante acre acerca de lo que estaba haciendo Bahcall. Para el, Bahcall no actuaba de buena fe al abandonar las audaces predicciones de un flujo alto que se habian mantenido antes y coger unos valores bastante arbitrarios de los parametres para intentar que el flujo disminuyese. En la mente de Iben pocas du-das habfa de que existia un conflicto, y uso sus propios modelos solares para mostrar cual era su alcance. Sin embargo, se evito la polemica, potencialmente aspera, entre los dos teoricos cuando poco despues (en 1969) Bahcall tambien proclamo publicamente que habia una discrepancia. El problema de los neutrinos solares habia naci-do oficialmente.

    El desacuerdo entre Bahcall e Iben nos recuerda una vez mas cuan flexible puede ser una prediccion, con sus muchos datos de entrada. Tambien nos ensefia este episodic que juzgar el resul-tado de una contrastacion de una teoria no siempre es algo inme-diato. No se trata tan solo de ver cuales son la predicci6n te6rica y el resultado experimental, como algunos filosofos creen. Siern-pre hay que interpretar. Thnto Bahcall como Iben eran te6ricos muy competentes y buenos conocedores de las cuestiones cicntff'icus per tinentes; sin embargo, en 1967 sacaron conclusioncs muy dil'en.:nl l'S.

    Bahcall se convirt i6 t'nlonces en t iiH) el l' los n ho~odos 1111\s dts

    Los m'll f l'lflll,\ "''"'' I ~

    tacados del punto de vista segun el cual sl hnhln 1111 11 d l ~1 11 Jll ll ll 11 - tanto, que hasta tuvo sus batallas con olrns ci lll ll lknll 11111 11 111 menos entusiastas acerca del alcance e imporllltl l'lll dtl (tt llldt lt 1 de los neutrinos solares. Aunque es arricsgudo imp111 11 1 1 11111 111 jl l!i a cientificos individuales y deberfamos ser Cllti iUM 11 1111 l ll iltlt lh 1 modelo simplista que los presente como cak:uludott''l 1111 ln11 11 h ""' siempre intentan promover lo que mcjor vny11 11 SliM l'llll llllll, 1" "h mos, sin embargo, conjeturar que razoncs p11 do lt' lll' l 1111 111 lllt ll llil cambiar tan llamativamente de pos ici6n.

    Su resistencia inicial ala idea de que lwhln llll l'lltli lh 111 111 p111 de entender como una reacci6n a su prcvin p1111 kl ptll lc'ut 1 11 1 I perimento. En 1967 Bahcall, correcta o in11v h1 II u ti 111 l11 respuesta correcta. Sin embargo, cua nt o nu\H th'IIIJll' Ill V11h11 11111 1 teniendo que no existia conflicto, mieni i'II S o t1oM lt11tl11111, 111111 11 Iben, que se jugaban menos en cl proyc

  • como hemos vislo en dil'erentcs purtcs de cslt lliH o, nll wtl"ltll lfll cos intentaban repetir el expcrimcnto ori ginul; 1.: 11

  • / (J{) 11'1 }ltJ/t /1 1

    Habia una complicada prudHt qtt t:, po t lo !Will' I ul, Nl' l' II II Nid l' raba que descartaba la existcncia de Ia I rwnpu. Duvls ll t:HI~ 11 l'l'l ll l zarla satisfactoriamente. No sabemos si Jacobs podrfa hubt:l' pu~:s l o esto tambien en cuestion, pues no consigui6 una p laza en su 1111i versidad y se retiro totalmente de la ciencia. Aunque Ia cosa sc qucdo aqui, si alguien tan decidido como Jacobs apareciesc en csccna ...

    Soluciones al problema

    Dejada a un lado la radioquimica, la reaccion a los resultados de Davis ha sido, abrumadoramente, poner en entredicho uno o mas de los eslabones de la complicada cadena de supuestos de la fisica nuclear, la astrofisica o la fisica de los neutrinos que forma la base de la prediccion de los flujos de neutrinos. En 1978 se habian pu-blicado mas de cuatrocientos articulos que proponian soluciones al problema de los neutrinos solares. Quiza no sorprenda que la astrofisica sea el area que suma mas soluciones. Ya hemos comen-tado que los neutrinos tras cuya deteccion andaba Davis eran ex-traordinariamente sensibles a la temperatura; muchas soluciones modifican el modelo solar de manera que la temperatura del cen-tro del Sol sea menor. Por ejemplo, la mezcla del material mas frio del exterior del Sol con el nucleo caliente (como un caldero gigan-te) reduciria los flujos de neutrinos. Tambien se lograria una re-duccion si el Sol se hubiese contaminado, al principia de su histo-ria, quiza a causa de una colision con otro cuerpo celeste, con elementos pesados. En el area de la fisica nuclear, se ha sugerido que las extrapolaciones de los cocientes de reaccion a bajas ener-gias no son correctos. Una de las mas firmes candidatas a solu-ci6n es la oscilacion neutrinica. A lo largo de los afios, el resul-tado de Davis ha sido invariablemente alrededor de un tercio menor que la mejor prediccion teorica. Como hay tres tipos de neutrinos y el experimento de Davis solo es sensible a uno de ellos, la hipote-sis es que los neutrinos se producen en el Sol en un estado, pero oscilan de uno a otro de los tres que hay en ellargo viaje a la Tie-rra, y Davis solo capto un tercio de la sefial que esperaba.

    Algunas de las soluciones propuestas han sido casi excentricas: el Sol no esta quemando hidrogeno en absoluto; o una teoria fun-

    dllt llt ll l ttl , llllllll lll th lltl11l 1111111t111 dtltll , 11111 )tldllt I lilt 11111111 I II

    1 It 'Ill 1 tllt t! 11111 ttl ' ll l t llltlll v 1 1 111111, 1 11 1 111'1111~ 11 t\ l 111 h11N d1 11111 !ut ili 1'111111 11 11 11 111111 Hld o t th 11ll tl nM v 11 11 11 1' 11 p ltlill tll lll tlnMiljlllllllld IN 11 Ill ll lt' l ll ll llll , A 111 11111 HI' " '" 11 11 p l t'lil ll tl ll 1111 11 1111111 1111 Ill d IIIII I ~ 11 11 11 Nid ll l l'l' h lllfl tl llll lll ll 111 111 IH'IIl' il l' Ill II III II \ lll llllldtt II II I I lo qm t' ll t d l lkl l dt'Hl' fl tl ll l lu N Nll ilt dll tl l'll p111 ltt ll tp lllll, I~ Lh " lfl'ii.:ON h1111 l'l'l: lll'i'ldo II II Ol'ftlll l'N tl ll u lll lt l tl t lj lll 111111 tiff /trll II ljiH estcl ktll llt:lll l.! CII I'CI.!t: ll 11l- 11 11 1\l'IIVII)>, Nlltjll ll ll tl1 l1 11 1111lt11 lt1111 se ha ga n a d o lo d uvln 1111 11 upt'o ll nl'lt~ tl 1111 lV1'1111 tl I '111 u1111 p 1111 I t lcorfa de lu evo lucio n eslt: lor 11 0 1! 11 Nldo d 11 d lu11 l11 u II 11 11 11111 cl rcsultado de los neutrinos sohlt t:N l 'OIIt lll llt ll lttl tHIIIIII Itll tiJn filii, de momento, debe dejursc u Ull lodu.

    Aunque ninguna haya concitndo hltMIII 11 1111111 t l tiUI !II II 11 d 111 es Ia soluci6n del problema de los ll ~lllt l ll o~ Hllll ll t,!l, Ifill 111 q,, 1111 ~ son interesantes porque descubren un tlllllldo d t dt ttl lll hilt 11ltlt1111 bre oculto incluso tras las areas mejor eslnlllt.d d n'l dt l ttiiiiH lltlhlllll Antes de 1967, parecia que el proycclo dl.! d llt't'll ll InN 1111 11 !11111 solares descansaba sobre una s6lida cstrucltll'll dt Nll(ll ll 11111111 I 1111 cosy experimentales; o lo bastante s61idn n iiiH' II II,. p111 r1 l(llt I dedicase una gran cantidad de dinero y de li l'll l p ll t 11 till l it" r It cabe duda de que, una vez se llegue a acord ut 1111 11 llll llll lllt t , 11111 t!i las incertidumbres actuales se esfumaran y los llltll lllt 1111 l r t lt l t "' de nuevo la mayor de las confianzas en estus 1\l'l'IIN d t l11 '!1111 l11 Lo que ahora ha sido deshecho sera rehechm>

    Una manera de abordar lo que ha oeurrido t:!l lt ll llll 1111"1''" resultado de Ray Davis como un experimento soht l' 111 11 11 1111 11111 ' de la ciencia. Es como si el resultado de Davis cori UIIC t'll ll 1111 ' 11 chillo de incertidumbre las ideas y practicas norm ulc!l Ifi ll' HI d lllt por sentadas. Por un momento los cientificos pueden p OII Htll 111 l 11 1 pensable, explorar lo inexplorable y soltarse de los gfill tllll d1 l11 ciencia normal y ver, simplemente, que pasaria si ... >>. l'tro r. l 11 11 tomamos todo lo que se sugiere en serio, entonees easi lodo Ill fi l ii damos por sentado esta en entredicho. En ese mundo cl Sol Vt l 11 11 tiene como fuente de energia la fusion nuclear, los ncult lllo,. we

    11.-COL L.INS-PINCH

  • /() ) 11'1 }((Jit/1/

    Ian, se desinlcgran o uo s ull.~ 11 d\.'1 Sol, l'sfe .~ II Ill pltlodos cit 11 11 z cia que guardan correlaci6n con las crus glucinlcs, c l l ltW~ II eN 11 1111 pado, la teoria de la interacci6n debit no funci o1111 , y wd sucesivamente.

    Debemos agradecer a Ray Davis el habernos dado csfc cx pcri mento mental sobre la plasticidad de Ia cultura cienlffica. Por su puesto, la ciencia del ;,y que si? no es Ia ciencia co nvc ncio na l; en Ia ciencia convencional no floreceran, con toda segurida cl, uu mill6n de flores. El rompecabezas del problema de los neutrinos solares nos deja con lo siguiente: si en determinadas circunstan-cias los cientificos pueden pensar lo impensable, ;,que les impidc hacerlo Ia mayor parte del tiempo? Si Ia respuesta no esta en Ia recalcitrante Naturaleza, y a lo largo de este libro hemos sugerido que la Naturaleza constrifie mucho menos de lo que solemos ima-ginar, no nos queda sino Ia cultura cientifica( La ciencia funciona como funciona, no porque la Naturaleza la constrifia absolutamente, sino porque hacemos la ciencia como la hacemo@.}

    Epilogo de 1992

    El jurado cientifico del caso de los neutrinos solares sigue reuni-do. Dos experimentos de segunda generaci6n han proporcionado resultados. SAGE es el Experimento Sovietico-Norteamericano del Galio; usa un detector que contiene treinta toneladas de metal de galio puro y esta situado bajo una montana en el Caucaso norte. GALLEX es una colaboraci6n internacional que emplea un enor-me tanque de cloruro de galio instalado bajo los Apeninos, en Ita-lia. Ambos experimentos deberian revelar entre 124 y 132 UNS. SAGE s6lo ha encontrado 20; GALLEX, en cambio, ha encontra-do 83 UNS. E l resultado del GALLEX podria encajar dentro de los modelos solares corrientes mediante un estiramiento drasti-co, pero e1 del SAGE requeriria una explicaci6n mas radical, como las oscilaciones neutrinicas. Algunos cientificos explican la incom-patibilidad de los resultados atribuyendola a las dificultades de ma-nejar el detector de galio puro comparado con el de cloruro de ga-lio. iLas negociaciones estan en marcha!

    Mirar haciu adclnn lc y utlr'fll ' h 11 ll1 11 1111

    H cmos seguicl o cl desarro llo de Vt ll ltHI t pllu ull11" til l11 dad cicnUfica. Hcmos c.lcscrl fo 11 11 11c~lo 111111 I 111httl11 cicntfficos mas vencrados, l.os Hi nsf tln N, Nl wt 1111 I' 1 t 111 1 lu 1 tambien los de otros que no mcrcctm\u, 111 pllll lt ' fit lut ll tH It '' It A grandes flujos de ondas gravitnloriltN do .111111 ph Wtlt ' lu It 111 ~ ferencia de memoria de Ungar y McConnoll . 1\ll tdj.t.lltlltll t h l11111 ' ' ~" examinados -el problema de los ncultlt tON 11olltJt 11 v 1 l 1 '""I""' miento sexual de la lagartij1a de cola de lr,fluo , l u~ lll f llllhl I guen en alto. ,Entraran en el canon cicn t!l'lco

  • t64 m wu,.,,

    valor de escalar las nl0ntui1us p10hlhld11H dtl ltYl' l y 1 11 ~ 1111\ 'VIIN qtu se estan formando dctn\s de nosol ms. l..o que IIIICS it'OH cHIII tlloN de casos nos ensefian es que no hay una 16g ica del descuht itilll-11111 cientifico. 0, mas bien, que si la hay, no es sino Ia de Ia vido L' ll tidiana.

    El error humano

    Noes posible separar la ciencia de la sociedad; sin embargo, Ia pre-servacion de la idea de que son dos esferas distintas es lo que crea la imagen autoritaria que resulta tan familiar a la mayoria. ;,Como se ha hecho que parezca que esas dos esferas son distintas?

    & uando algo va mal en la ciencia, la comunidad cientifica reac-ciona como un hormiguero cuando tiene al intruso en medio. Las hormigas caen como un enjambre sobre el intruso y dan la vida por el hormiguero; en el caso de la ciencia, se sacrifican cuerpos humanos: los cuerpos de los responsables del error humano que hizo que el problema surgies~ El transbordador espacial explota a causa de un error humano; Chernobil explota a causa de un error humano. Hallar el error humano es el proposito de las encuestas que siguen a los accidentes. Por el contrario, nuestra conclusion es que elt;- es lacon-secuencia de un modelo de la ciencia y la tecnica que se supone hade ofrecer certeza completa. El problema es que los dos estados del flip-flop, del conmutador, son de temer. Las desmedidas pre-

    El conod uli l'nlo pt'thlho dt l11 11 11

    ~Que cambios suponc csla coll t'L'PL'it\tl d1 lu ,1, till t/ 111 p1l 11 que hade resall ursc, pol' si no t:NII\ d11111 1tulltvh1 , 111 q111 1111 M IIIII ' de una actitud antidcn lfl'k:u. Ptwo llltt'ltlllll 11 lt'Htttt 11 11! dttl lo cient!ficos en Ia mesa - dicho Nt'll IIH' Irtlt\t k tttt llttl tit lltltnt 1 to rio. En cierto sen I ido, Ia visi6 11 sod11 l dl' 111 tit 111 lu 1.: 11' 1 t1 1111 lidad para los cientfficos; no hul'ln o lt ll l 'OHII qtu lllltlllt iu ht 1111' que da alas a Ia determinaci6n de dtNt'lll 11lt ~ Jw 111 11 1 11 1 h lil t II ciones deberian tencr su efccto e ll c l il ~ l odo lllll t II h 1 h lttd ~ ~ 1-disciplinas que imitan de mala m:llt l'lll lo filii' 111 tlht!l 11 1 " 1 ~ la forma de proceder de las prcstigios1111 t'itll t'lll 1 111111111111 11, ~ tit l ria tenerlo en esas personas y organii'.m:iollt'N 11111 d1 li t tllh ''" It ciencias que aun estan en cierncs s6lo pot'(f tt t Nutl ltH iljllll ' H t1 N tar ala altura de un ideal fuera de lugn t',

    Es notorio que las ciencias socia lcs pudct.'l.'ll 111 I" I"'' 111 h 1 1 ~ dos enfermedades - la envidia de Ia flsicu, t..'Oiltll Nl' h1 '""'"' un tipo de cientifismo cuyos mas claros cjCIIlplos 111111 hut 1 ' 1 la psicologia experimental y la sociologfa cuunlltntl vrt , qlll 111111111 sisten mas que en hipotesis pedantemenlc cxprcsttdll ll v llllllllplll' ciones estadisticas sin fin de datos marginalcN.

    La segunda enfermedad es mas preocupantc. 1.11 IIIVtlllllllt 11 cepcion publica de ciencias inusuales como Ia plll'llpHlto lnl 111 I estudio de la mente sobre la materia, Ia tclcpu lfm> V l' ttNI III I''" el estilo- ha dado Iugar al temor de que las clcnelnN tlllll jrllltth se esten volviendo dominantes. Ha surgido un movl ntlttll llttlltll' estas cuyos miembros se imponen a si mismos Ia tnccu dt 'dt lll lt mascarar, en el nombre del metodo cientifico CO I' tl.''' lll, twin hl que no caiga dentro del canon. En la medida en q ll l' trtl 1 I 111 1 11 se dirija a que el publico se desengafie de afirmuclo ll l'll 1 1111 ttl N

  • /(')() w )l(l/(!1//

    de fundamento, cs ac.lmlmblu, pco t1l lulu dt t NltiN tlll l 11 NltlliHtlltiN se han nombrado vigilantes sc cxtl

  • l fiH h'/ }11Jit11/l

    sables de la policfa, quiuii

  • 170 w wUtm

    tos cientfficos, los cxpcrtos c.:l c.ml I IkoN d~I H. t fun Ht' l H t~lo 1111 ptlllt del proceso legal sujeto a confronlaci6Jl . P~m cslo ~~~ lo qll r/t tllt' r(a pasar; es injusto que sea de otra mancra. /\till lllUH, HI lw ludl cios cientificos se someten a la misma confrontaci6n que loH In didos de otro tipo, no podnin sufrir el bochorno de Ia ccrl czu f'uc ra de lugar.

    Es bastante interesante que el sistema legal estadounidcnsc pu-rezca haber ido demasiado lejos en la direcci6n contraria. En ma-nos de un abogado inteligente cualquier elemento de prueba foren-se puede quedar excluido. A menudo las pruebas forenses no tic-nen peso alguno porque los abogados se han vuelto de lo mas efi-cientes en dar con testigos expertos, asi se les llama, que dc-construyen todas y cada una de las pruebas cientificas. La nueva forma de concebir la ciencia tambien arroja luz sobre lo que suce-de .ahi.

    En primer lugar, no deberia sorprender que se examine y se pon-ga en duda toda prueba; ello es lo que hay que esperar dada la nueva concepcion de la ciencia. No se trata de que una parte comprenda de manera adecuada los hechos cientificos y que los otros esten equivocados. Toda prueba puede siempre suscitar dudas. Pero de esto no se sigue que las pruebas forenses no deban tener peso al-guno. AI juzgar el valor de las pruebas forenses hemos de aplicar las reglas normales que aplicamos cuando juzgamos cualquier dis-cusion entre expertos. Por ejemplo, algunos expertos son mas crei-bles que otros, algunos no tienen credibilidad en absoluto. Lo que ha ocurrido en el sistema legal estadounidense es que parece que este solo bebe de una de las lecciones de la nueva concepcion de la cien-cia. Que los cientificos discrepen entre si y que las disputas no se zanjen solo mediante la observacion y el experimento no quiere decir que los cientificos no lleguen a un acuerdo. Piensese: las ondas de gravedad no son hechos del mundo natural, que el Sol desvfe la luz de una estrella sf lo es.

    La reflexion que ha de promover el sistema legal estadounidense es acerca de como cerrar los debates, ahora que los cientificos han perdido tanta credibilidad. Habra que encontrar mecanismos para que las voces de quienes no son expertos cuenten menos que las de quienes sf lo son. Por supuesto, no sera facil, especialmente cuan-do los expertos se alquilan a los grupos de intereses especiales. Pero

    I I,,,, ''"'''" I I Ill II IH iilllltlll cl1 I !1 111" p111l1l 1111111 Ill t l 1111111111 th Ill lth1 jllllli h I

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    Experimentos o exhibiciones en el dominio pt'lltll

    Cuando el Alto Mando de la Aviacion Federal hizo qut Mil t IIIII lit se un avion lleno de queroseno antivaho para dcscuht It 111 111 1111

  • I 12 W Ht!lt' lll

    combustible de aviaci6n sc~u,u, y Cll ll tHio loH l"lt tm'rt t tl llll lltlt l nicos hicieron que sc estrcllasc un Ln.:n cont ru unu vw~lj11 ll t' ll ll dt combustible nuclear a fin de saber si csta sc rompcd 11 c.:11 1111 tll'l'l dente, no estaban haciendo ciencia. Los expcrimcntos dt: In Vl'rtlrt dera ciencia apenas producen jamas una conclusi6n lujunlc t:No es lo que hemos mostrado. Estos organismos publicos no hicicr() n sino exhibiciones encaminadas a zanjar un debate polft ico. 1\1 papel de la ciencia en esas exhibiciones es tan dudoso como cl quc le toea en el sistema legal britanico.

    Como minimo, desconfie si una interpretacion de la prueba sc trata como si fuera inevitable. Escuche las interpretaciones de otros grupos interesados, y asegurese de que estos grupos estan satisfc-chos con el control que cada uno de ellos ejerce sobre como se ha realizado la prueba, y que significa el resultado. Sino estan de acuer-do, observe Ia naturaleza de sus quejas.

    La ciencia en la television

    Cuando se habla de ciencia en la television, observese cual es el modelo de ciencia implicito. Un programa de television que se apro-ximo al tipo de enfoque que hemos dado aqui descubria las prue-bas y tribulaciones por las que hubo de pasar el equipo del CERN que descubriola particula fundamental Z. El programa descri-bia el desorden del aparato, los arranques en falso y las remodela-ciones, las incertidumbres de los primeros resultados, los calculbs estadisticos que se usaron para reforzar Ia certeza de que se estaba viendo alga, la decision del director de salir al publico a pesar de las dudas profundas de algunos miembros de su equipo y Ia rueda de prensa en la que se anuncio el descubrimiento al mundo entero. Todo esto se conto maravillosamente, pero las ultimas frases del narrador levantaron Ia liebre. El programa se titulaba, con una pizca de ironia consciente, esperamos, El suceso de Ginebra, y el na-rrador veia retrospectivamente lo que habia descrito como uno de los grandes descubrimientos desde los experimentos de Faraday. Ni siquiera aqui se permitio una duda en el mensaje. Al final prevale-cio el triunfalismo. Que pocos programas de television ofrecen la imagen de la ciencia que se ha explicado en estas paginas.

    IJIVI' IIHII' IIIII " dt It dt lilt

    I 'llrtlldii iU tlt tll'trt lllllllll \11 1llllpllllt'lltpl'tltlh lllitlll llll tll hh Ill milt tit' t'lltl t'IINII dtl dt~tmt lll till lttttt ii iHIId tu lur 1 I'"' I II 1111 dttll' llht t' ll tlllrtnll\11 'llll' llllllllht hllllllllll t, dt iiH itlllh ltt~lll llllt I t'l l ot h11 111111to t'M tl' llllllt In t ll lpn 11 111111 '"'' 11111 11 111 1 II 11 ht 11 1 lll l'iOI HI In l'ttl pll Nl' It l~l' h tiN 11 tll111 qllt' tIC IIIvl tu t h 111111 d 1 lll J por supu cH io, lil'l'l\ 11 pt,, NOIIHII 11 qlllt' lll'll 1111 lt lt 11 II It 1 till' ' I" 111 tnntbi6n 11 qulcncs Nl' lts lill ll' dttllu . N11tllt 1 11 pttl1 1 111 lit 1 ll ponsnblt:s que pt:mt ilit:ro ll qtll'l'il rll rtNhutthulut lu h1rl11 ~~~~ ''"' tqlll ll u muflana l'alfd icu ll uhi '111.' 11 cslul'llllt lotndulll "'" 11d \1 11 "' I 1(11 sc lcs hacfa en cac.lu IHtzumiculo, In IIIIVl' l Hflllllll l ll" h1t1 111 d 1 c.lo nunca. Es inhcrcnl c u lu ch:nl'ill y 11 ht lt' tnlt 11 1 II " ' 1 11 11 N gos. Cuando Ia rcsponsnbilidud de 1111 p1uhh11111 1u ltllll tll l1tll viduos concretes, dcbcrfa hat:cnw con tl IIII NII IIt 1 11 pltlltt 1(11 11 Ia alribuci6n de rcsponsabil idud us polltil-1111: t'llpulltlt 11, Itt 11 Nt"'" sabilidad noes en absolute lo miHnto q11 o ln 1111111 l 't~ti111111 N 1 Hill seguros de que nos esperan mut:llos lll'l.'l dtllltM v 1h q111 11111 ll1~ mas cabezas redaran, pcre, simplcutcnlt', 110 huv 11ttd11 Ifill I'"Ll' mes hacer al respecto.

    La educaci6n cicnt rrirn

    Por ultimo, llegamos a Ia educaci6n de In clt ll t' lll 1~ 11 lull I Ill Ill liN Esta muy bien cenocer el contenido de In ck 11 l'111; It IIVtllht 11 111111 a hacer un manton de casas, reparar cl cocll ~', polltl 1111 1 111 l111l 1 censtruir modelos de aeroplanes, usar un Ol'dl' lll ldtll (Il l llllttl " " Ia misma finalidad, saber donde poner un sul'le tll tl hutllll1 1 l11 cir las facturas de energia, desinfectar una hcl'icln, tl' (lllllll lit tit tera, evitar que uno salte por los aires con Ia col'1 11 11 tl HIUI v 11111 chisimas casas mas. Para la minuscula parte de qnlcrt cM tdlll tllllll que pasaran a ser cientificos investigadores prol't:sio ll ll l ~ll, 1 I t""" cimiento del contenido de la ciencia tiene que scguir Hl 111111 11111 11 guroso y extenso, y quizas miope, como ahera. Pcm lu ttii1 VHt t r de nuestros hijos, futuros ciudadanos de una soch:dntl ll11 1111h 11 I ca, han de aprender otra leccion mas sencilla.

    Toda aula donde los chi cos realicen a la vez u 11 lll llltt 11 1 111 11

  • 114 w ndlt'"'

    men to es u n microcos n10s dl In IIIVl'NII)-llld l' '' I' ll l11 11 1'111111 1 111 11 dt la ciencia. Cada uno de csos cneucnii'OH nu'lll lplw1 l'OII l' IIIIIII Hin naturales, por derecho propio, un cxpcrimcnlo soclol6gll'o l'OIII pleto en si mismo. Piensese en lo que ocurrc: cl prol'csor pltl1 11 la clase que descubra el pun to de ebullici6n del agua; hun de I nit o ducir un term6metro en un recipiente y tomar una lcctu ru Cll l111clo el agua este hirviendo de manera estable. Una cosa cs scgmu: 11 t'llltl nadie le saldnin 100 C, a menos que ya sepa la rcspucsta y qu ict'll complacer al profesor. A Skip le saldran 102 C, a Thnia 105 C, a Johnny 99,5 C, a Mary 100,2 C, a Pirao 54 C, Brian nl sl -quiera sera capaz de obtener un resultado, Abundio cal en tan\ cl recipiente sin agua y quemara el term6metro. Diez minutos antes del final del experimento el maestro juntara estos resultados cien-tificos y empezara Ia ingenieria social. Skip puso el term6metro en una burbuja de vapor sobrecalentado al tomar la medida, Th-nia tenia algunas impurezas en el agua, Johnny no dej6 que el rc-cipiente se calentase hasta que el agua hirviera del todo, el resulta-do de Mary refleja el efecto de una presion atmosferica ligeramente mayor que al nivel del mar, Pirao, Brian y Abundio no han logra-do la categoria de cientificos investigadores totalmente competen-tes. AI final de Ia lecci6n, cada chico tendra la impresi6n de que su experimento ha demostrado que el agua hierve exactamente a 100 C, o que lo habria hecho de no ser por unas cuantas difi-cultades locales que no afectan al mundo maduro de la ciencia y la tecnica, con su personal preparadisimo y sus aparatos perfec-cionados.

    Esos diez minutos renegociando lo que verdaderamente pas6 es lo que de verdad importa. Si una y otra vez, los profesores y sus alumnos se parasen a reflexionar sobre esos diez minutos, apren-derian casi todo lo que hay que aprender de la sociologia de Ia den-cia. Pues esos diez minutos ilustran mejor los trucos de la ciencia avanzada profesional que cualquier universidad o laboratorio con sus resultados predecibles y bien ordenados. Eddington, Michel-son, Morley, Weber, Davis, Fleischmann, Pons, Jones, McConnell, Ungar, Crews, Pasteur y Pouchet son Skips, Tanias, Johnnys, Marys, Piraos, Brians y Abundios con limpias batas blancas y el titulo de doctor ante sus nombres. A todos ellos les salieron resultados abru-madoramente divergentes. Hay te6ricos cerniendose por todas partes

    ( "''' /11 II 11 I '

  • Bibliografia y lecturas adicionales

    Atkinson, P., y S. Delamont (1977), Mock-ups and Cock-ups: The Sta-ge Management of Guided Discovery Instruction, en P. Woods y M . Hammersley, eds., School Experience: Explorations in the Sociology of Education, Croom Helm, Londres.

    Bennett, E . L., y M. Calvin (1964), Failure to Thain Planarians Reliably, Neurosciences Research Program Bulletin, julio-agosto, pp. 3-24.

    Bijker, W., T. P. Hughes y T. J. Pinch, eds. (1987), The Social Construc-tion of Technological Systems, MIT Press, Cambridge, Mass.

    Bloor, D. (1991), Knowledge and Social Imagery, University of Chicago Press, Chicago y Londres, segunda edicion.

    Byrne, W. L., D. Samuel, E. L. Bennett, M. R. Rosenzwieg, E. Wasser-man, A. R. Wagner, F. Gardner, R. Galambos, B. D. Berger, D. L. Margoulis, R. L. Fenischel, L. Steln, J. A. Corson, H. E. Enesco, S. L. Chorover, C. E. III Holt, P. H . Schiller, L. Chiapetta, M. E. Jar-vik, R. C. Leaf, J. D. Dutcher, Z. P. Horovitz, y P. L. Carlton (1966), Memory Transfer, Science, 153, pp. 658-659.

    Close, F. (1991), Too Hot to Handle: The Race for Cold Fusion , Prince-ton University Press.

    Collins, H. M., ed. (1981), Knowledge and Controversy, numero especial de Social Studies of Science, 11, n.0 1.

    -, ed. (1985), Changing Order: Replication and Induction in Scientific Practice, Sage, Londres y Beverley Hills; segunda edicion con un nuevo epilogo publicada por Chicago University Press, 1992.

    - (1990), Artificial Experts: Social Knowledge and Intelligent Machines, MIT Press, Cambridge, Mass.

    Collins, H . M., y T. J. Pinch (1982), Frames of Meaning: the Social Cons-truction of Extraordinary Science, Routledge, Londres.

    Collins, H. M., y S. Shapin (1989), Experiment, Science Teaching and

    12.-coLLINS-PI NCH

  • IIH J..'l xdlt'"'

    the New J li story anti Hodolo ~o~y ol ~kh tH' t " I' ll tvl , Nlllullllud v 1\ , Warwick, eds., Teaclu'ng tltl' 11/stoi'Y 1~/ Sl'ltmt, IIIIH'It wtll , l o t11I11 N

    Corning, W. C., yD. Riccio (1970),

  • fndice alfabetico

    Academia de Ciencias francesa, 98, 105, 106, 108

    comisi6n de Ia, 106, 108 accidentes, investigaciones de, 173 ad hoc, explicaciones, 22, 25, 161 adecuaci6n cientifica, 26 agitaci6n, mecanismo de, en Ia celula de fu-

    sion frfa, 88 agua pesada, 73 agujeros negros, 111-112 aislamiento de las perturbaciones externas:

    detectores de onda de gravedad , I 13 experimento de Michelson-Morley, 49

    Alamos, Los, 79, 89 Allison, Steven W., 135, 152 Alvarez, Louis, 147 ambigiiedad, 37, 54, 88, 102 Angeles Times, Los, 88 Animal Behaviour, 22 anomalias, 57, 161

    como experimento sobre Ia naturaleza de Ia ciencia, .161-162

    como un inconveniente, 57, 58 como un problema, 57

    antena Weber de barra, 112-113 antenas de onda de gravedad, 111-129 anticiencia, 164, 165 apareamiento, bola de, 132 Appleby, John, 87 aprendizaje de grado A, 36 aprendizaje, transferencia de, 28-29 APS, vease Sociedad Fisica Norteamericana arg6n, 146, 155, 158

    trampas de, 159-160

    ARN, 21 artefactos experimentales, 116, 136-137 asociaci6n de los experimentadores con los

    te6ricos, vease te6ricos aspectos cientificos y sociales de Ia ciencia,

    123 astrofisica, 149, 151, 158, 160

    nuclear, 146, 147-148 astr6nomo real, 65, 66, 67, 69 Atkinson, Paul, 11, 177 autoridad cientifica, 66 Aviaci6n Federal, Alto Mando de Ia, 171

    Bahcall, John, 148-157 espectacular cambio de posicion, !57

    Baltimore, reunion de Ia APS en, 77, 86, 88, 94, 95

    Barnes, Charlie, 87 Bastian, Henry, 98, 109 Bennett, E. L., 177 Berger, B. D., 177 Berlin, Universidad de, 77 Bijker, W., 177 bioevaluaci6n, 22, 28-29 bioquimica, estrategia, vease estrategia bio-

    quimica bioquimicas, tecnicas, 38-39 Bloor, D., 177 bomba at6mica, 42 bomba de hidr6geno, 86, 143 Brigham Young, Universidad de, 75, 76,

    79-80 Broad, William, 93

  • Brookhaven, Laboratorlo Nuclonul clr, 111, 150, 152, 155

    Bush, presidente George, 76 Byrne, W. L., 39, 177

    caja oscura, evitaci6n por las ratas de Ia, 30, 33-34

    calibraci6n, 155, 159 calidad del experimento, criteria de, 119 calor exceso de, 84

    vease tambilfn celula de fusi6n fria Ca!Thch, 76, 87, 94, 147-148, 149, 150, 154,

    156, 157 Calvin, Melvin, 38, 177 cambia cultural en Ia ciencia, 68 Campbell, W., 66 campo gravitatorio, 59 campo magnetico de Ia Tierra:

    efectos en el experimento de Michelson-Morley, 49

    influencia sabre los gusanos, 25 Carlton, P. L., 177 carreras cientificas, 149, 157 Cavendish, H., 112 celula de fusion fria, 74

    complejidad de Ia, 85 exceso de calor en una, 75, 81, 82, 84, 87,

    94, 95 CERN (Centro Europeo de Investigaciones

    Nucleares), 86, 172 certidumbre en Ia ciencia, 164, 169, 170,

    171 charlatanes, 166 Chernobil, 164 Chiapetta, L., 177 Chorover, S. L. , 177 ciegas, pruebas, 65, 70 ciencia:

    de alto riesgo, 78 deshecha, 145, 154 en entredicho, 31, 169-170 en Ia mesa de laboratorio, 165 en las escuelas, 118, 173 papel de Ia polftica en Ia, 167 pequeiia, 74, 76 por media de ruedas de prensa, 75

    ciencias sociales, 165 cientificos, como personas diestras, 165 cientifismo, 165

    d iollill v ld11~11 Ji~l l~ p!l llll ll' lli ll li ll l , 11111111' r~ pr1 hllr llliHhll

    clududuuoN y luN cl~ llch t N, 1 ~ , 1111, IM lt1H, 173

    clausura, mecanismos de, 121! cloro-arg6n, reaccl6n del, 144, Iii'/ Close, Frank, 10, 11, 93, 177 Cnemidophorus, 131-142 Cole, C. J., 135, 136, 137, 138, 139 coleostatos para cl control clc los lclcscoploH

    astron6micos, 62 Collins, H. M., 119, 177 combustible nuclear, expcrimento con, 172 Comisi6n de Energ!a At6mica, 150-151 , 153 competencia de los investigadorcs, 122-123,

    137, 138, 141 compromiso con los resultados, 123 comunidad cientifica, 26, 106, 175 confianza de los cientificos en los resultados,

    124-125 confirmaciones mutuas, clrculo de, 61 Congreso de los Estados Unidos, 76, 87 conocimiento cientffico experto, vease exper-

    tos y su experiencia especial co nacimiento publico de Ia ciencia, 166-168 conocimiento retrospectivo, perfecto, 104 controversias cientfficas, 15, 24, 38-40, 82-

    96, 102, 128, 133, 136-139, 141-142, 157

    Corning, W. C., 178 correlaci6n sideral en los experimentos de on-

    das gravitatorias, 116 correo electr6nico, 86 Corson, J. A., 177 cosmologia, lll , 114-115 Cottingham, E., 63 Cowan, Clyde, 147 credibilidad de los cientificos, 26, 39-40, 82,

    91, 92, 128, 141-142, 154, 158, 170 Crews, David, 131-142 creyentes, 37, 92 cristales piezoelt!ctricos, 112 criticos, 24, 27, 92, 151 Crommelin, A., 63, 64 cromodiopsinas, 37 cucarachas y Ia transferencia de Ia memo-

    ria, 36 Cuellar, Orlando, 135, 136, 137, 138, 139,

    140 cultura cientifica, 162

    li111 lul-.1111, IIIII I hi hl-1111 I II I lo l I ''" 11 II II ' I l l lh I

    I II ill lii ll1hlll th 'II 11111111l11 I 111111111111111 I l l

    lh "''" 1111111 11 11, 1/J oh 111111 II 11 ,11I11I 1IF 11 llo/ til-dhllih'tiilh llllh i llllh ll~, 1 ~ 1 lllitllllltlll, 'tll ll li, II , I I/ olt~tli llt'll ltl- 1111 II 1'0 1 11' 11 11~, lit/ "''~ll l iH i i llhII IIIN ''"'"I"'IIII IIIN, "' " lilt, I Jll i iJ'~I' IIIIIIINl'lllll l , 111 11'11 111 r l 111 ~1111 1 11 oll111l lfl

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    tll tlvud\\11 de 1\I IINI!ll ll HOht r, W, M fll l'd h;c;h\11 CiiiNICIIitlll ll NOhll, (,/

    dcNpilt11tllll~u l o hlll'lll cl olo, loll I') tlc i ii ii C.~ , Sll IIIIJ)Otl llllcilt Cll lu l'itmlll Nldt'lll

    II C()ll lr()VCI'Sill , 36, 102 dclcclor de 011dns de g111vcdud , dclillldc\11 de

    1111 bucn, 122- 123 dcul crio, 84

    burbujas de, 87 dcul crio-palaclio, reel de, 95-96 dfu aslron6mico, 11 5 Oictionary of Scientific Biography, I I Dodson, Richard, 15 1 Dubas, Rene, 10, 106, 178 Du tcher, J. D., 177

    Earman, John, 10, 60, 65, 66-67, 69, 70, 71, 178

    ebu llici6n del agua, punto de, como experi-mento cientifico, 174

    eclipse: exposiciones en exper imentos de, 62 observaciones del, 42, 59-70 solar, 59-71

    Eddington, A., 42, 59-70, 147 educaci6n cientifica, 173-175 Einstein, Albert, 41, 42, 44, 53-54, 58, 59-61,

    64, 65-66, 67-68, 111 , 178 Electrolux, Laboratorio de Ia Corporaci6n,

    78 encanto crece con Ia distancia, el, 166 encuestas publicas, 171 endocrinologia, 141 Enesco, H. E., 177

    lnl/1 1t ''' ''' ; J Y

    111\ihlltt 1h he II h 1 IM r11111 hltlltttllt~ l1 t lri'1 111111 1 /~

    I'" '''"" I I I '~'" ltll/t/!1~11 1111 -~ill l ll l ll lt l ll ll lit 111 I" Filii lilt hlilo l ttl II lllllltolti! l~ Il l'! II II

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    1111111110 cl iqlll'lll dtlllfl h'n, /It cvoluclc, n, lte ll fn II h1 , I ll cvolucic'l llt'~ l l'ltu , ltlltl111 h l11 II I, II ~ I IN

    1 ~ 1 . 11!0 ltd CXCCilltidchlll ch h.-1 II lllflh II'

    Sll l' l ~cl l hllhhtd, 1/1 cxpcrl111~ 111 11 cl ll t !

    cllt:IIIU vldiiNII dt l, I ' 11 11 I ~ 11 I '' I II 13!!

    idcul, J$1! cxpcrlmcnlu:

    alpino de l'itNII' '" lUI Ill, pircnuico ci t l'lltllllll , lln IJtn

    Expcl'imcnlo Suvltllll'll N11111 1111111 h ~1111 I I Galio, v1'nw SAC II

    cxpcrimcnlos ~' I IH'I III n~, /11, I I expcrtos y su cxpl t lclll'llll~ l "lllll II? 111 explicacioncs I cOt lt'IIH, 111

    faceta dcsacosllullhiiHIII '"' h1 1 It 111 Joe I II falta de cuidudo, IICI INiit' llllll', 1h 1111 Farley, John, 10 11 , HH, IUH Fenischel, R. L. , 17'1

  • Feynman, Richard, 157 fil6sofos, visi6n de Ia cicnciu pot I oN, I , h filtracion de germenes, 101-102 financiacion del experimento, 150-153, 161 Financial Times, 81 fisica nuclear, 149, 160 fisicos contra quimicos, vtiase quimicos Fitzgerald, K. , 134, 136-137, 138, 139 Fjerdingstad, E. , 28 Fleck, L., 178 Fleischmann, Martin , 73-96 flip-flop, pensamiento, 164 fontaneros, 168 forense, ciencia, 107, 129, 168-171 fotografias de comparacion de los campos

    estelares durante los eclipses, 61, 63-64 Fowler, William, 146, 147, 148-149, 150-151,

    154 fraude, 22, 30, 89 fronteras de la ciencia, 166, 174-175 fuerza vegetativa, 99 Fundacion Nacional de Ia Ciencia, 150 fusion caliente, 74, 92 fusion coherente, 91 fusion fria, 73-96

    como una controversia cientifica, 96 en Gran Bretafia, 88 explotaciones comerciales de Ia, 79-80, 82,

    95

    G: Ia constante gravitatoria, 112 Galambos, R ., 177 galio, 162

    cloruro de, 162 GALLEX, 162 Gardner, F., 177 Garwin , Richard, 126-128 gatos y Ia transferencia de memoria, 36 Geison, Gerry, 11 , 103-104, 108 generacion espontanea, 97-109 Georgia, Institute de Tecnologfa de, 75, 76,

    85 germenes:

    distribucion en altura, 105 efecto de un ambiente alcalino sobre, 109 llevados por el aire, 106

    Gieryn, Thomas, 10, 178 Glymour, Clark, 10, 11, 60, 65, 66, 69, 70-71,

    178

    Clllldhllilll, f\ 111 111 111'. 1 ~ 1 1 ~ 1 C luld~ ll i ll , 1\Vtll lll , I I H, 1/IC ICI\Iutll, 1,1 Iii, 40, IM , IM, 1 /~ golpc l'ntnl, 111 )-l tllll~ lllll tl ~', 111, HI, HU Good ing, l)., 178 gravedad, vease Call tpo gmvltnlot lu; ll tld tl~

    de gravcdacl, dctccci6 11 de; IIHiilld tl ll 11111 vitatoria

    gravitas en cicncia, 26 grupos de presi6n po lfticos, 15() gusanos:

    crianza de, 17-40, 75 descargas electricas a, 18 disecci6n de, 19 experiencia en el amacstramicnto de, 23-24 habituacion entre, 29 rastro de mucosidad, 23 variables q ue afectan a, 23-25

    habilidad, 19, 21, 24, 27, 31, 136-139 contraposicion con Ia caracteristica de In

    ad hocidad, 25 hacinamiento, condiciones de, en el habi tat

    de la lagartija, 136, 139 Hagelstein, Peter, 91 Haraway, D. , 178 Harvard, Universidad de, 133 Harwell, Laboratorio, 81, 88, 93 Hawking, Stephen , 43, 178 Hawkins, Marvin, 82 helio, 73, 77-78 heno, experimentos con infusiones de, 103,

    107-108 Hentschel, Klaus, 11 heroe cientifico, !58 hidrogeno, 143, 148

    pesado, 73 historia

    celebratoria, 163 de Ia ciencia, 103-104 naturaleza de Ia, 70

    Hoffman, Bob, 85, 93 homeopatia, 166 Homestake Mining Company, 153 honradez, falta de, 22 Horovitz, Z. P., 177 Huggins, Robert, 87 Hughes, T. P., 177 Hungrfa, experimentos en, 75

  • Iben, Icko, 156-157 iguales, evaluacion de los, 96 imagen heroica de Ia ciencia, 68 imposibilidad teorica, 83, 90 incertidumbre cientifica, 128, 161 incompetencia experimental revelada por una

    publicacion prematura, 118 India, grupo de investigadores de fusion fria

    de Ia, 89 Infeld, Leopold, 58, 178 ingenieria social, 174 Instituto de Tecnologia de California, vease

    Cal Tech Instituto Nacional de Ia Fusion Fria de Utah,

    96 interaccion debil, teoria de Ia, 160-161 interferencia, franjas de, 45-47 interferometria, 44, 56 lnvam, aleacion, 56 irreproducibilidad de experimentos, 24

    Jacobs, Kenneth, 158, 159-160 Jacobson, A., 28 Jarvik, M. E., 177 Jasanoff, S., JJ, 178 Jean, J., 147 Jones, Steven, 75, 76, 79-82 Journal of Biological Psychology, The, 26 Journal of Electroanalytical Chemistry, 81,

    93 jovenes turcos, estrategia de, 138 justicia, vease forense, ciencia justificaciones teoricas, 90

    Kellogg, Laboratorio de Radiaciones, 146, 149, 151; vease tambien CaiTech

    KJuber, H. von, 10, 179 Koonin, Steve, 90 Kuhn, T. S., 179

    laboratorios cientificos de linea dura>>, 151 lagartijas, 131-142 lagartijas de cola de latigo, vease Cnemi-

    dophorus Langmuir, Irving, 86 latencia, 34 Latour, B., 179

    fndice a/fabitico 185

    Lawrence Livermore Laboratory, 76 Leaf, R. C., 177 legal, sistema, vease forense, ciencia levadura, experimentos con infusiones de,

    107, 108 Lewenstein, Bruce, 10, 11, 179 Lewis, Nathan, 87, 88 Lorentz, H. A., 51, 54

    contraccion de, 53 luz, velocidad de Ia, 43, 44

    Mallove, Eugene, 10, JJ, 83, 90 marniferos, transferencia de memoria en los,

    27, 28-37 maniobras politicas en Ia ciencia, 98 mantis religiosas, 36 Margoulis, D. L., 177 Maryland, Universidad de, 111 masa critica, de los cientificos, 55-56, 127 McConnell, James V., 17-38, 179 medios de comunicacion, 75-76 memoria, transferencia quimica de Ia, 17-40

    objeciones emocionales a, 29-30 mercurio:

    contaminado por germenes, 103-104 experimentos bajo el, 102-104

    Mercurio, planeta, 41 metodo cientifico, 109, 165

    secciones en los articulos sobre el, 136 Michelson, Albert A., 43-57

    experimento de Berlin, 50 experimento de Potsdam, 50 experimento de 1881, 50, 51

    Michelson, Universidad de, 51 Michelson-Morley, experimento, 42-68, 113,

    115 como un velocimetro de Ia Tierra, 52 elementos del, 49-50 experimento de 1887, 51-53 observacion de Ia deriva del eter, 54-55 observaciones en altitud, 56 vease tambien eter

    rnicroorganismos, vease germenes Miller, Dayton C., 10, 53-58, 179

    articulo de 1933, 56 experimento de 1920, 54 experimento de 1925, 68 premio de Ia Asociacion Norteamericana

    para el Avance de Ia Ciencia, 55

  • 186 E/ g6/em

    MIT, 75, 76, 81, 93, 94 mito fundacional de Ia ciencia, 57 modelos te6ricos, 145 moho, 79 momentos decisivos, necesidad de Ia ciencia

    de, 68 mordiscos amorosos de las lagartijas, 140 morfina, tolerancia a Ia, 28 Morley, Arthur, 50-54 Morrison, Douglas, 86 Museo Norteamericano de Historia Natural,

    135 Myers, Greg, II , 135, 139, 179

    NASA, 150 naturaleza frente a Ia crianza, 132 Nature, 39, 75, 76, 81, 82, 94, 123 neutrinos, 143-162

    fisica de, 149 flujo de, 144, 150, 152, 155 oscilaci6n de, 160

    neutrinos solares, 10, 91, 143-162 calculo del flujo de los, 149 flexibilidad de Ia predicci6n de los, 156 fluido lirnpiador en los experimentos so-

    bre, 144, 147, 153 neutrones, 73

    fusi6n sin, 91 medici6n de, 84-85, 92-93 producci6n de, 80

    New York Times, 90, 93 Newsweek, 151 Newton, Isaac:

    predicci6n sobre el desplazamiento de las estrellas, 67

    teoria de, 42, 59, 60 nuclear, vease astrofisica nuclear; fisica nu-

    clear; productos nucleares; reacciones nucleares, cocientes de las

    Oak Ridge, 76 obras de referenda de Ia ciencia, 67 observaciones simultaneas de ondas gravita-

    torias, vease sei'lales coincidentes obstinaci6n, vease perspicacia contrapucs-

    ta a obstinaci6n ondas de gravedad :

    antcna de las, 113

    detecci6n de las, 111-129 opiniones de cientificos en Ia investigaci6 n

    de las, 119-120 ordenador en el analisis de los resultados

    sobre las, 117; error del, 124-125 periodicidad en las observaciones de las,

    115-117 Oxford, Universidad de, 64

    paladio, 73 , 75 , 77, 78, 84 Palmer, Paul, 80 Paneth, Fritz, 77 parapsicologia , 165 Paris, Observatorio de, 100 Parr, W., 179 partenogencsis, 134, 136 Pasteur, Louis, 10, II, 97-109

    experimento alpino de, 104-105 patente, derechos de, 86 patol6gica , ciencia, 86 Pauli, Wolfgang, 146 peces rojos, 37 peptidos cerebrates, quimica de los, 39 perfil del experimentador ideal, 158 perspicacia contrapuesta a obstinaci6n, 1()4 persuasi6n de o tros cientificos, 151-152 Peters, Kurt, 77 Petrasso, Richard, 93 Physical Review Leiters, 123, 151 Physics Today, 86 Pickering, A. , 179 Pinch, T. J., 10, 177, 178, 179 planarias, gusanos, 18-40 polimerizaci6n, 159 poJit ica, vease grupOS de J) I"CSi(HI poll I II'UN;

    maniobras polfticas; rcsponsuhllldnd 1111 litica

    Pons, Stanley, 73-96 Pontecorvo, Bruno, 147 posibilidadcs tc6ric11s, 90 positivo, vease rcsult udoH JHINIII voN Pouchet, fe li x, II , 98-109

    experimcnl os pilcnnlcoN tk, 10, IOH pozo mincro con1o Ill filii Plliii i'I I'KIIt111illl'll

    to clc nculli noH NOhtll'~, I \1 I ,11 prccl icci6n:

    de I ll dd ltHit\n lit l'~ lit1II II N , ItO, /ill dtll llnlollt lll' lllillln nltlll' IIIJ, I~ 11

    I ~ I, I~ ~ I ,11

  • prensa: dar a conocer a Ia, 7 6 evaluaci6n de Ia, 96 rueda de, 81-82, 96

    Princeton, Institute de Estudios Avanzados, 157

    Principe, isla, observaciones de eclipses en, 63-64

    prioridad, reclamaci6n de, 81 problemas, vease anomalias productos nucleares, 84-85 pseudocopulatorio, comportamiento, 135,

    138-140, 142 psicologia, 36, 165

    queroseno antivaho, 171-172 quimicos contra fisicos, 83, 88, 92

    radiaci6n de fondo en Ia detecci6n de neu-trinos so lares, 14 7, 155

    radiaci6n gravitatoria, 10, 69, 111-129 crestas accidentales como ondas de gra-

    vedad espurias, 114 periodicidad de veinticuatro horas, 115

    ratas, en los experimentos de transferencia de memoria, 27-40

    ratones, en los experimentos de transferen-cia de memoria, 27, 28, 30, 32

    rayos c6smicos, 144 rayos gamma, erupciones de, 85, 93, 94 razones no tecnicas para despreciar un resul-

    tado experimental, 122 reacciones de cientificos escepticos, 29 reacciones nucleares, cociente de las, 153 Reines, Frederick, 147 Rein is, S., 28 relatividad, 41, 54, 68, 70

    teoria general de Ia, 59 relates triunfalistas de Ia historia cientifica,

    102 reproducci6n, psicologia de Ia, 132 reproducibilidad de experimentos, 23-25, 31,

    36, 38, 56, 75, 85-89 resoluci6n de Ia controversia, 128 responsabilidad politica, 173 resquicios, 158 resultados experimentales:

    como criterio de competencia, 118-119

    fndice alfabetico 187

    interpretaci6n de los, 66-70, 156 papel que desempeil.an en zanjar las con-

    troversias, 127 resultados:

    negatives, 40, 56, 87, 118, 124, 126, 127, !54

    positives: 40, 55, 56, 57, 85, 87, 95 ret6rica, 117, 141, 142, 151 retraso temporal, experimento del, en Ia de-

    tecci6n de ondas gravitatorias, 117 revoluci6n cientifica, 145 Riccio, D., 178 Richards, E., 179 ridicule, 98 Rosenzwieg, M. Z., 177 Royal Society, 66 ruido experimental, 51, 61, 114, 118 ruido tt~rmico, 114

    saber convencional en Ia ciencia, 159 SAGE, 162 Savannah, reactor de Ia central nuclear del

    rio, 147 Schaffer, S., 178, 179 Schwinger, Julian, 91 Science, 39, 89 Scientific American, 141 secrete, 86 sensibilidad:

    de Ia antena de ondas de gravedad, 113 del experimento Michelson-Morley, 49 por mejoras del proceso de detecci6n de

    neutrinos solares, 152 vease tambien temperatura, sensibilidad

    a Ia sensibilizaci6n:

    de los gusanos, 21-22 debate de Ia, 35 frente a amaestramiento, 21-22

    seilal y ruido, raz6n entre Ia, 125 seil.ales coincidentes en los detectores de on-

    das de gravedad, 116-117 serpiente de jarretera, 131, 132 Shakespeare, William: Obras completas, 17,

    35 Shapin, Steven, 11, 179 Sheehan, P., 178 sistema solar, 48, 115

  • IHH 11'1 w!ltlll

    Sobral, obscrvucioncs de eclipse c11, C1l M, 66-67

    Sociedad Ffsica Norteamcricana (APS), 76, 77, 81, 86

    Sociedad Quimica Norteamcricana, 83 sociedad tecnol6gica, 173 sociologia de Ia ciencia, 17 4 Sol, modelo de Ia evoluci6n del, 149, 154 Southampton, Universidad de, 78, 79 Stanford, Universidad de, 31-34, 87 Stein, L., 177 suelo sagrado de los cientificos, 29 sumisi6n en las lagartijas, 141 supernovas, explosiones de, Ill supuestos e interpolaciones, 63, 64, !50, !54,

    161 Swenson, Lloyd S., 11, 179

    Tandberg, John, 78 Taylor, Peter, II televisi6n, 1 72 temperatura, sensibilidad a Ia:

    afecta a Ia crianza de gusanos, 25 de los detectores de neutrinos, 160 de los detectores de ondas de gravedad, 114 de los telescopios, 49, 62

    teorfa: de Ia estructura estelar, !55 de Ia evoluci6n, 108 y Ia medici6n, 59-60

    teorfa y experimento, conflicto entre, 154-157 te6ricos, 145, 153, 156, 158, 174

    colaboraci6n con los experimentadores, 145, 153;154, !58

    Texas, Universidad A&M de, 75, 76, 85, 87-89

    Texas, Universidad de, 131, 133 T hatcher, Margaret, 79 T homson, sir Joseph, 66 Time, revista, 134, 136, 151 Townsend , C., 137, 138, 139, 140-141 transbordador espacial, 164, 173 transferencia:

    del amaestramiento entre distintas espe-cies, 36

    en mamfferos, 31-40 experimentos de, 17-40

    lllut~phl l' l1111 1t 11 In lt ll ll- lolollolil 111 11111 1:11 ti t 11111111111111, 1(1

    ' ll uvls, l>uvltl, II, I /II tritio, ~~~. 11'1 triunfu lls111o c11 In dt111111, 1/J. 'l)tndall, Willlu11t , 10()

    umbral de ruido en Itt tklt:~dt\n ci t untln- th gravcdad, 11 4

    Ungar, Georges, 17 39, 17'> Uni6n Sovietica, 70 Utah, Univcrsidad de, 73 , 75 , 71) , HI , I I ~

    variables de los cxpcri mcnlos de In cln11111 de gusanos, 23-25

    variaciones en el discf\o de Ius ant enus tic 11111 vedad, 121

    velocidad: de Ia luz, 43, 44 del sistema solar, 48 orbital de Ia Tierra, 47, 48

    vibraciones, control de las: en el experimento Michelson-Morley, 4') en Ia antena de ondas gravitatorias, 11 :1

    viento de eter, variaci6n estacional de Ia vc locidad aparente del, 48, 52-53, 57

    vigilantes cientificos, 166

    Wagner, A. R., 177 Wasserman, E., 177 Weber, Joseph, 111-129, !59

    vease tambien antena Weber de barra Williams, David, 88 Wilson, Monte, 54, 56 Woolgar, S., 179 Worm Runner's Digest, 25-26

    yiddish, 13

    Z, particula fundamental, 172 zonas temporales, confusi6n sobre elias en

    Ia controversia de ondas gravitatorias, 125

    I 1rc:/ttcio y awadl'cilllil'IIIOS lnt roduccifin: el wHem

    I . /!.:1 conocimiento comesti!Jit: lu lllllf \ /t 't '"' ' '' ' '' '''"'' '' de Ia memoria lnlroducci6n Gusanos Mam!feros El final de Ia hisloria

    2. Dos experimentos que demostmmll lo 11'111 '" th ''' re/atividad Introducci6n general

    Primera parte: z,navega la Tierra en 1111 111 111 tl11111'/ El tranquilo mar de eter El aparato experimental Morley y Miller en la decada de 1900 Epilogo

    Segunda parte: z,se desplazan las cstrcllus 1:11 1.'1 l h~ lll't La curiosa interrelaci6n de la teorfa, Ia prcc.llcl.'lt'lll V

    la observaci6n La naturaleza del experimento Las expediciones y sus observaciones Interpretacion de los resultados

    II

    II II

  • IIJO 11'1 JttUtn t

    Conclusioncs genera les Apendice del cap[lulo 2, Scgundu Plli'IC

    3. El Sol en un tubo de ensayo: Ia hislorla dC' Ia ./itsldn fda La ruta de la pequefta ciencia hacia la fusi6n La participacion de Jones La controversia lEs imposible teoricamente la fusi6n frfa? Conclusion

    4. Los germenes de Ia discrepancia: Louis Pasteur y los odgenes de Ia vida La generacion espontanea La naturaleza de los experimentos Respuestas practicas a las cuestiones experimentales El debate entre Pasteur y Pouchet Experimentos bajo el mercuric Redomas expuestas en un lugar elevado Pecados por comision El debate de Pasteur y Pouchet, pasado y futuro Epilogo

    5. Una nueva ventana abierta a! universo: fa no detecci6n de !a radiaci6n gravitatoria La deteccion de ondas de gravedad El drculo vicioso del experimentador La radiacion gravitatoria: 1975 Conclusion

    6. La vida sexual de Ia lagartija de cola de ldtigo Introduccion Lagartijas lesbianas saltarinas Mordiscos amorosos y movimientos de manos Un empate honroso

    rtH /()

    I\ 17 N H 1)()

    1)~

    1)7

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    9H 99

    102 102 104 105 107 108

    111 111 118 123 128

    131 131 134 140 141

    l '1l1111111 1111111 Ill tllllllllttttllut d1 1llllll 1ttll11l11111

    I 111111111111111111 IIIII 1l I 111 1111! 11111111111 1111 It Ill h II dt 1111111 h 111 d1l lillj lll I n 1111111111111 11111 dtl 1 rutlttlllllll I n t llll ll llllt1l1'111 d. I 1 I"' luH~ IIIII

    /1111 111111 11 plltlt In 1 It 111 Itt th 111111 1111 ,.,,. p t llllllllll 11 11 1111111111111

    I II ll'lllt llltl dt lllllit llll l it ll~lll 'llt'lll dt 11 11111 ltnv I )IIVIN 1111 , xpttlttllllllldttt ltl tlll IIIIIIIJIII'I "' ' "" ,.,,,

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    M III II lll tl'lll tltl t lll lll t' y 11111111 ltll l'lll 11111\N 11.1 t' ll lll lttllllllll() 1(1 cullot'lt n it t~l o pt'hlko d~ 111 l'lt ~t ln I .11 cklldll y d l'iutlndnno < 'lt: ltt:in l'on: tlst: I \ n ~: u i.!S IH S pt'tblicns Hxpcrintcnlos o cx ltlbklo ii i.'S t.: ll t l don tl 11l o p t'lhlltll l ,u t:icncin 1:11 lu lclcv isl