el gobierno cubano - puente democrático€¦ · el gobierno cubano: la otra democracia cadal...

8
Al adoptar la Declaración universal sobre la democracia, el gobierno reconoce los principios de soberanía limitada y de supremacía del derecho internacional sobre el derecho interno. Una de las líneas de defensa abusadas por las autoridades con- siste en la utilización premoderna del concepto de soberanía. Por Manuel Cuesta Morúa, Página 2 La entrega de la plaqueta estuvo a cargo de Bernabé García Hamilton, Secretario de CADAL, al cierre de la edición 2017 de la Conferencia en el Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas del Totalitarismo que se realizó el miércoles 23 de agosto en el Palacio San Martín, sede del Minis- terio de Relaciones Exteriores de la República Argentina Página 8 EL GOBIERNO CUBANO: LA OTRA DEMOCRACIA CADAL OTORGÓ A JORGE EDWARDS UN PREMIO ESPECIAL A LA DIPLOMACIA COMPROMETIDA EN CUBA www.cadal.org www.puentedemocratico.org AÑO V NÚMERO 19 - TERCER TRIMESTRE 2017 Lo que realmente le preocupa al gobierno cubano es la leal- tad política de los allegados, el silenciamiento de todo espíritu crítico y el alineamiento sin dis- cusión con un régimen político autoritario, monista y represi- vo que parece ser la principal garantía para una restauración sin contratiempos del capitalis- mo y de su propia metamorfosis burguesa. Por Haroldo Dilla Alfonso, Página 5 CUBA: ¿IDEOLOGÍAS O LEALTADES POLÍTICAS?

Upload: others

Post on 18-Oct-2020

34 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Al adoptar la Declaración universal sobre la democracia, el gobierno reconoce los principios de soberanía limitada y de supremacía del derecho internacional sobre el derecho interno. Una de las líneas de defensa abusadas por las autoridades con-siste en la utilización premoderna del concepto de soberanía.

Por Manuel Cuesta Morúa, Página 2

La entrega de la plaqueta estuvo a cargo de Bernabé García Hamilton, Secretario de CADAL, al cierre de la edición 2017 de la Conferencia en el Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas del Totalitarismo que se realizó el miércoles 23 de agosto en el Palacio San Martín, sede del Minis-terio de Relaciones Exteriores de la República ArgentinaPágina 8

El gobiErno cubano: la otra dEmocracia

cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba

www.cadal.orgwww.puentedemocratico.org

Año V Número 19 - Tercer TrimesTre 2017

Lo que realmente le preocupa al gobierno cubano es la leal-tad política de los allegados, el silenciamiento de todo espíritu crítico y el alineamiento sin dis-cusión con un régimen político autoritario, monista y represi-vo que parece ser la principal garantía para una restauración sin contratiempos del capitalis-mo y de su propia metamorfosis burguesa.Por Haroldo Dilla Alfonso, Página 5

cuba: ¿idEologías o lEaltadEs Políticas?

Page 2: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │2│Tercer Trimestre 2017

Diálogo latino Cubano

El gobiErno cubano: la otra dEmocracia

Por Manuel Cuesta Morúa

¿Conocen o recuerdan a la Unión Interparlamentaria1? La Unión Interparlamentaria (IPU) es

una organización decana que agru-pa a los parlamentos en el mundo, fundada en 1889 y que tiene a Cuba entre sus actuales 173 miembros. La IPU es el punto focal del diálogo par-lamentario mundial y trabaja por la paz y la cooperación entre los pue-blos y por el firme establecimiento de la democracia representativa.

Es tan vetusta que hace exactamen-te 20 años, entre el 7 y el 16 de sep-tiembre de 1997, celebró nada más y nada menos que su 98ª Conferencia, en El Cairo, Egipto.

A 20 años de distancia, aquel en-cuentro es para nosotros ciertamente memorable, quizá también para mu-chos otros países. En él se adoptó, sin votación, por parte de su Consejo Interparlamentario, la Declaración universal sobre la democracia. Es-tuvieron representados en dicha ocasión 128 parlamentos del mundo, de los 193 Estados miembros con los que cuenta las Naciones Unidas en la actualidad, y con las únicas reser-vas expresadas por la delegación de China. Entre los participantes sin re-servas estuvo el parlamento cubano y, sin intención de convocar a la risa, también el parlamento de Corea del Norte.

Con estas dos menciones especia-les, y a la luz de la particular evolu-ción de los acontecimientos en mu-chos países luego de 20 años, puede resultar poco serio para algunos rescatar las remembranzas de una Declaración más, que entra en los

anales de los bellos principios frente a la cruda realidad de los principios groseramente violados por un núme-ro preocupante de Estados.

Sin embargo, creo que hay solo tres maneras de avanzar en las luchas democráticas: a través de las protes-tas no violentas contra los gobiernos anti democráticos, con la utilización simétrica y mancomunada de la ley por parte de la sociedad, y con el uso público de la palabra y la letra com-prometidas por los gobiernos ante la sociedad y la comunidad internacio-nal.

Esta Declaración, que no es vin-culante en términos jurídicos, pero que sí lo es en la dimensión más im-portante de los gobiernos modernos, que es la dimensión ético-moral del ejercicio de la gobernanza, ―todos los gobiernos dicen fundarse en prin-cipios― comprende cuatro partes, empezando por los considerandos generales, seguidos de otras tres más sustanciales: una que se refiere a los Principios de la democracia, otra a los Elementos y ejercicio del gobier-no democrático, y una última que toca la Dimensión Internacional de la democracia.

En 27 puntos, la Declaración uni-versal sobre la democracia expresa conceptos tan importantes como los siguientes, y que solo resumo, desta-cando aquellos que me parecen rele-vantes para la particular y difícil con-versación política entre el gobierno cubano y la sociedad civil:

1. La democracia es un ideal universalmente reconocido y un objetivo basado en valo-

res comunes compartidos por los pueblos que componen la comunidad mundial, cuales-quiera sean sus diferencias culturales, políticas, sociales y económicas. Así pues es un de-recho fundamental del ciuda-

1. http://www.ipu.org

Hay solo tres maneras de avanzar

en las luchas democráticas: a través de las protestas no

violentas contra los gobiernos anti

democráticos, con la utilización simétrica y mancomunada de la ley por parte de la sociedad, y con el uso público de

la palabra y la letra comprometidas

por los gobiernos ante la sociedad y la comunidad internacional.

Page 3: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │3│Tercer Trimestre 2017

www.puentedemocratico.org | [email protected]

dano, que debe ejercer en con-diciones de libertad, igualdad, transparencia y responsabili-dad, con el debido respeto a la pluralidad de opiniones y en interés de la comunidad.

2. El estado de democracia ga-rantiza que los procesos de llegada al poder y de ejercicio y alternativa en el poder per-mitan una libre competencia política y surjan de una parti-cipación popular abierta, libre y no discriminatoria, ejercida conforme el dominio de la ley, tanto en la letra como en el es-píritu.

3. La democracia es inseparable de los derechos enunciados en los instrumentos interna-cionales mencionados en el preámbulo (Pactos internacio-nales de derechos civiles y po-líticos, culturales, económicos y sociales). Por consiguiente, esos derechos deben aplicarse de modo efectivo y su ejercicio correcto ha de estar acompa-ñado de responsabilidades in-dividuales y colectivas.

4. La democracia se funda en la primacía del derecho y en el ejercicio de los derechos hu-manos. En un estado demo-crático, nadie está por encima de la ley y todos los ciudada-nos son iguales ante la ley.

5. La democracia está basada en el derecho de todas las perso-nas a participar en la gestión de los asuntos públicos; por ello requiere la existencia de instituciones representativas en todos los niveles, y en parti-cular en el Parlamento, repre-sentativo de todos los compo-nentes de la sociedad y dotado de poderes y medios para ex-presar la voluntad del pueblo legislando y controlando la acción gubernamental.

6. El elemento clave del ejercicio de la democracia es la celebra-ción a intervalos periódicos de elecciones libres y justas, que permitan la expresión de la

voluntad popular. Estas elec-ciones deben celebrarse sobre la base del sufragio universal, igual y secreto, de modo que to-dos los votantes puedan elegir a sus representantes en condi-ciones de igualdad, apertura y transparencia, que estimulen la competencia política…

7. Una de las funciones primor-diales del Estado consiste en garantizar a sus ciudadanos el goce de los derechos civiles, culturales, económicos, políti-cos y sociales…

8. Ser responsable ante los ciu-dadanos, elemento primordial de la democracia, se aplica a todas las autoridades públi-cas, elegidas o no, y a todos sus órganos sin excepción…

9. Las instituciones judiciales

y los mecanismos de control independientes, imparciales y eficaces son la garantía del estado de derecho, fundamen-to de la democracia. Para (…) es preciso que todas las perso-nas tengan acceso a recursos administrativos y judiciales…

10. Es necesario establecer condi-ciones que lleven al ejercicio auténtico de los derechos de participación, eliminando a la vez los obstáculos que eviten, obstaculicen o inhiban dicho ejercicio…

11. El estado de democracia su-pone la libertad de opinión y de expresión, lo que implica el derecho a expresar opiniones sin interferencia y a buscar, recibir e impartir información e ideas por cualquier medio informativo y sin considera-ción de fronteras (digamos que el gobierno cubano firmó la Declaración Universal tres veces)

12. En las sociedades tanto homo-géneas como heterogéneas, las instituciones y los procesos de la democracia deben favo-recer la participación popular para proteger la diversidad, el pluralismo y el derecho a ser diferente en un clima de tole-rancia.

13. Una democracia debe defen-der los principios democráti-cos en las relaciones interna-cionales. En ese sentido, las democracias deben abstenerse de toda conducta no democrá-tica, expresar su solidaridad con los gobiernos democráti-cos y los actores no estatales, como son las organizaciones no gubernamentales que tra-bajan en favor de la democra-cia y los derechos humanos, y extender su solidaridad a to-das las víctimas de violaciones de los derechos humanos en regímenes no democráticos…

Aquí resumí trece de los veintisiete puntos de la Declaración universal sobre la democracia, en un orden

El gobierno cubano no admite constreñir

su conducta a reglas del juego.

Ni internas ni externas. A juzgar por la fecha de sus posicionamientos

retóricos, muy bien vendidos frente a la comunidad internacional,

podríamos decir que el gobierno

cubano ha firmado la Declaración

Universal de los Derechos Humanos

tres veces.

Page 4: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │4│Tercer Trimestre 2017

Diálogo latino Cubano

que no corresponde a la numeración propia de ella.

El criterio fundamental de este es-pecífico resumen es el de poner en perspectiva cuatro tipos de conflic-to que confrontamos hoy en Cuba: un primer conflicto entre el Estado cubano y la letra y el espíritu de las declaraciones, acuerdos, pactos y demás instrumentos internacionales que ha firmado en materia de demo-cracia, derechos humanos y ciudada-nía; un segundo entre sus compromi-sos internacionalmente asumidos y su comportamiento hacia la sociedad cubana; un tercero entre la Consti-tución y las leyes vigentes con esos instrumentos internacionales, y un cuarto entre estas mismas leyes, la Constitución y su cumplimiento por parte del Estado y gobierno cubano respecto de la sociedad.

Hay un eje que conecta estos cua-tro tipos de conflictos: el gobierno cubano no admite constreñir su con-ducta a reglas del juego. Ni internas ni externas.

A juzgar por la fecha de sus posi-cionamientos retóricos, muy bien vendidos frente a la comunidad in-ternacional, podríamos decir que el gobierno cubano ha firmado la De-claración Universal de los Derechos Humanos tres veces. La primera, cuando no denunció la firma hecha en 1948; la segunda, cuando en 1997 firmó y adoptó esta Declaración uni-versal sobre la democracia, que no es otra cosa que una traducción política de la Declaración Universal de Dere-chos Humanos, y la tercera cuando en 2008 firmó los Pactos Interna-cionales, que intentan establecer un vínculo jurídico de obligado cumpli-miento entre los gobiernos y toda la Carta Internacional de Derechos Humanos.

Si lo miramos desde la perspectiva de los Pactos, diríamos que el gobier-no cubano los adoptó desde 1997, cuando asumió y firmó sin reservas esta Declaración universal sobre la democracia. Once años antes de que los firmará de forma específica frente a Ban Ki Moon, entonces Secretario General de las Naciones Unidas. De

hecho si adoptar fuera, jurídicamen-te hablando, sinónimo de ratificar, pues estaríamos en condiciones de exigir al gobierno cubano por el in-cumplimiento de los Pactos Interna-cionales de Derechos Humanos.

Hay un segundo criterio que avan-zo en este análisis. Fundamental para todos los cubanos. Al adoptar la Declaración universal sobre la de-mocracia, el gobierno reconoce los principios de soberanía limitada y de supremacía del derecho interna-cional sobre el derecho interno. Una de las líneas de defensa abusadas por las autoridades consiste en la utiliza-ción premoderna del concepto de so-beranía. Para el gobierno cubano la soberanía reside en el Estado, como antes de la Revolución Francesa resi-día en el Rey. Aquel, con un lenguaje y ropaje modernos, ha logrado en-mascarar su visión arcaica dentro del principio de libre autodeterminación de los pueblos, que en realidad no supone una contradicción con la so-beranía de los Estados porque estos, a diferencia de los tiempos premo-dernos, obtienen su poder soberano de los ciudadanos. De un modo tal que, si la libre autodeterminación de estos lo determina legislativamente, podrían poner fin a la existencia de un Estado en el concierto de Estados mundial.

Por aquí hay conceptos esenciales para la sociedad civil en Cuba que me permiten concluir en la siguiente idea: la palabra y la letra dadas por el gobierno cubano, tanto internas como externas, son herramientas poderosas que podemos utilizar para movilizar la democracia en Cuba desde cuatro fundamentos: jurídi-co, moral, internacional y cultural. Parece ser nuestra única posibili-dad, para mí la mejor, de emparejar el juego y establecer la simetría que necesitamos en una conversación política ya bastante prolongada. Desempolvar esta Declaración hoy proporciona más fuerzas morales 20 años después. La otra democracia está asumida por Cuba en un sinnú-mero de textos a la mano de los de-mócratas cubanos.

manuel cuesta morúa (1962) se gra-duó en Historia en la Universidad de La Habana. Entre 1986 y 1991 trabajo en varias instituciones oficiales. De 1988 a 1991 en la Casa de África del Museo del Historiador en Habana Vieja, Ciudad de la Habana. Fue expulsado de esta última institución en 1991 por sus ideas políticas. Ese mismo año ingresa en la entonces organización socialdemócrata, Co-rriente Socialista Democrática Cuba-na, alternativa al régimen, y en 2002 funda el Arco Progresista. Trabajó con otros activistas y organizacio-nes en la recogida de 35 000 firmas para la elaboración de una Carta de Derechos y Deberes de los Cubanos en 2003. Es fundador, junto a otros referen-tes latinoamericanos, entre ellos el líder de Voluntad Popular Leopoldo López, de la plataforma regional Solidaridad Democrática Latinoa-mericana. Ha sufrido numerosos arrestos y también actos de repudio a lo largo de su vida política y como defensor de derechos humanos. A fines de enero de 2014 estuvo detenido por el intento de organizar en La Haba-na un Foro Alternativo a la Cumbre de la CELAC. Ha escrito ensayos y publicado en varias revistas cubanas y extranje-ras, además de participar en eventos nacionales e internacionales y es miembro de la Asociación de Estu-dios Latinoamericanos (LASA por sus siglas en inglés). En diciembre de 2016 obtuvo el Premio Ion Ratiu del Woodrow Wilson Center.

Page 5: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │5│Tercer Trimestre 2017

www.puentedemocratico.org | [email protected]

cuba: ¿idEologías o lEaltadEs Políticas?

Por Haroldo Dilla Alfonso

Desde los 90s la política en Cuba ha experimentado un proceso de diversificación ideológica

y de surgimiento de diversos campos políticos1. Ello es resultado de la ero-sión del modelo postrevolucionario totalitario, la aparición de nuevos me-canismos de asignación de recursos y de producción cultural y una mayor difusión informativa autónoma. E im-plica un cambio sustancial en el propio discurso político que hasta entonces dividía a la política en dos bandos irre-conciliables: por un lado los patriotas revolucionarios y virtuosos, y por otro los apátridas contrarrevolucionarios y viciosos, cuyos destinos eran la cárcel o el exilio. Ahora no queda más reme-dio a la élite política y sus funcionarios letrados que pululan en la domestica-da blogosfera local, que reconocer que existen diferentes posicionamientos. Y que, por muy fuertes que sean las ten-taciones al exterminio de esos “otros”, hay que lidiar con ellos, al menos en el plazo mediano.

Valga anotar, sin embargo, que los campos políticos que aquí describo están atenidos a una condición trans-versal: el giro binario lealtad/desleal-tad política respecto al sistema. Es la condición que, en un sistema como el cubano, domina toda configuración política. En cada uno de estos campos hay actores izquierdistas y derechis-tas; nacionalistas, anexionistas y cos-mopolitas; autoritarios y demócratas, entre otros muchos posicionamien-tos. Pero estas categorías, vitales para el debate público y el futuro de la so-

ciedad, quedan subsumidas en -y des-naturalizadas por- el mezquino uso de las lealtades políticas al régimen.

Oficialistas, opositores y críticos consentidosEn aras de la brevedad que impone el espacio, diría que se configuran tres campos, a su vez, heterogéneos y difu-sos, como regularmente corresponde a la política en estos sistemas que transi-tan del totalitarismo al autoritarismo.

El primer campo corresponde pro-piamente al oficialismo, es decir aque-

llos actores e instituciones que abogan por la reproducción esencial del siste-ma y proclaman la legitimidad del or-den establecido. Pero más allá de esta caracterización compartida, es presu-mible que aquí se esconde una diver-sidad solapada por la exigencia de mo-nolitismo que el sistema político exige. Pero no olvidemos que el régimen po-lítico actual es resultado de un pacto intraélite concertado en 2009 entre los militares promercado y los burócratas rentistas del Partido Comunista. Am-bas fracciones elitistas concuerdan en reducir los cambios a lo imprescindi-ble para garantizar la reproducción del sistema y su propia conversión en bur-guesía en el marco del tibio programa de apertura económica patrocinado por Raúl Castro. Pero más allá de las coincidencias estratégicas existen nu-merosas desavenencias tácticas acerca de cuan amplia deben ser las aperturas imprescindibles, lo que se refleja en los continuos zigzagueos de las políticas en curso. Es presumible que esta di-versidad solapada tendrá nuevas opor-tunidades de despliegue en la medida en que la vieja guardia castrista conti-núe su repliegue funcional y biológico.

El segundo campo se compone de todos aquellos grupos que proponen un cambio sistémico y abogan por el relevo de la actual élite política. Se trata de la oposición, en la que po-demos encontrar posicionamientos ideológicos que van desde la izquier-da democrática hasta la derecha más agresiva. Un rasgo común de la opo-sición es su incapacidad para captar

Los campos políticos que aquí describo están atenidos a una condición

transversal: el giro binario lealtad/

deslealtad política respecto al sistema. Es la condición que, en un sistema como el cubano, domina toda configuración

política.

1. Entiendo por campos políticos entramados de relaciones distintivas que conjugan intereses, prácticas sociales y textos discursivos, desde donde se modelan propuestas ideológicas con aspiraciones de interpelación social. Esto último pueden hacerlo desde posicio-namientos inclusivos/identitarios (étnicos, de género, comunitarios) o con pretensiones sistémicas.

Page 6: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │6│Tercer Trimestre 2017

Diálogo latino Cubano

apoyos explícitos en la sociedad cu-bana, sea debido a la represión que le impide un acceso público sostenido, o por causas de sus limitaciones dis-cursivas. Aunque existen numerosos grupos de esta naturaleza, hay dos agrupamientos organizativos: el Mo-vimiento de la Unidad Democrática (MUAD), más moderado; y el Foro por los Derechos y Libertades, más radical. Fuera de ellos hay organiza-ciones y grupos de relativa presencia como son, entre otros, la Unión Pa-triótica de Cuba (UNPACU) y el pe-riódico digital 14 y medio.

En tercer lugar nos encontramos con un sector reformista que explici-ta críticas al funcionamiento políti-co, aboga por cambios de diferentes cuantías, pero limita su accionar al ámbito intelectual, no cuestiona la legitimidad del orden establecido, se distancia agresivamente de la oposi-ción y, finalmente, trata siempre de encontrar espacios para mostrar su coincidencia con el oficialismo, par-ticularmente en su repudio a la opo-sición y a la injerencia norteamerica-na. Este ha sido el caso de la iglesia católica, que -con su incombustible pasión por las oportunidades epoca-les- acompañó al estado en la solu-ción de coyunturas particularmente escabrosas y hasta 2014 apadrinó un espacio crítico denominado Espacio Laical. Su organización paradigmá-tica actual es la plataforma llamada Cuba Posible.

En una sociedad como la cubana —signada por las peores morbosidades de una crisis orgánica— estos campos políticos tienden a manifestarse de manera errática sin capacidades para articular discursos estructurantes de esa propia realidad. Y es así porque cada uno de estos espacios se abre paso en medio de un sistema autorita-rio, verticalista e intolerante que impi-de el despliegue de las opciones ideo-lógicas a partir de un debate público plural. Ello les impide madurar como interpelaciones ideológicas —acerca de lo existente, lo bueno y lo posible— que informen a la sociedad cubana y le permitan escoger democráticamente las pautas para su futuro. Y, en cam-

bio, sostienen discursos más dirigidos a sus apoyos externos que a los va-riados sujetos de la sociedad insular. Las ideologías no se distinguen por la sistematicidad del acumulado de sus ideas —de eso trata la doctrina— sino por su capacidad de interpelar a la so-ciedad y de conformar subjetividades. Si esta última capacidad no existe, las ideologías permanecen larvadas y su-jetas a evoluciones narcisistas y mor-bosas. Este es un rasgo distintivo de la política cubana contemporánea que se refleja nítidamente en el último per-formance del oficialismo: los ataques a lo que llaman un centro político.

Torpedeando al centroLa manera como el sistema maneja esta diversidad difiere en métodos y ejecutores. La cuestión es relativa-mente sencilla cuando se trata con los dos extremos del arcoíris: oficialistas y opositores. A los funcionarios locuaces y ansiosos por avanzar más rápido en cualquier dirección deseada, se les re-cuerda que el sistema funciona —dice un slogan oficial: sin prisas, pero sin pausas— y que cualquier desavenen-cia crucial puede conducir al extra-ñamiento, la pérdida de privilegios y eventualmente la estigmatización. A los opositores, se les indica claramente que más allá de la acción meramente privada hay una barrera que protege la calle con policías y bandas de gambe-rros políticos gubernamentales.

Más complicado es tratar con los sectores reformistas, más aún cuan-do tenemos en cuenta que entre ellos figuran intelectuales y activistas reco-nocidos en ámbitos diversos, y cuyas represiones tienen un costo superior al hostigamiento de opositores o de-fenestraciones de funcionarios. Y, por sus enclaustramientos y posiciones oportunistas, resultan más conve-nientes como esa suerte de “florero en la ventana” que indica que todo marcha bien en los nidos de espías. Si somos justos, hay que reconocer que Cuba Posible hace todo lo posible por marcar tanto las diferencias con la oposición como sus similitudes con el gobierno cubano. En cualquier otro sistema, un estado estaría feliz con los

reformistas de esta naturaleza. Entre ellos hay intelectuales de calibre a los que vale la pena escuchar y que quie-ren ser oídos. No aspiran a un cambio político radical, sino solo a su aggior-namento. No gritan, sino susurran. Asumirlos y abrirles un espacio de comunicación sería una ventaja des-de muchos puntos de vista, incluyen-do un toque de estética política que el sistema requiere. Pero el sistema tie-ne tanto horror a la crítica como des-precio por sus intelectuales.

Aún cuando a ello se han referido altos funcionarios, por ejemplo, el caso del vicepresidente Díaz Canel en un video, los ejecutores de la ofensiva han sido personas que han transitado desde condiciones de apparátchiks poco exitosos a funcionarios letra-dos que despliegan sus vocaciones de escribas en el espacio bloguero. En conjunto han confeccionado un cy-ber-folleto denominado “Centrismo en Cuba: otra vuelta de tuerca hacia el capitalismo”, y han colocado la dis-cusión sobre premisas falsas. La pri-mera de estas premisas es la identifi-cación de Cuba Posible y otros actores reformistas consentidos como “cen-tristas”, cuando en realidad se trata de posiciones político-ideológicas muy diversas que van desde el cato-licismo conservador (tan conservador como puede serlo en Cuba postrevo-lucionaria) hasta el comunismo liber-tario. La segunda, es la remisión del tema al diferendo con Estados Uni-dos, presentando al supuesto centro como una maniobra del “obamismo” para subvertir lo que llaman revolu-ción cubana. Permítanme citar un párrafo de la página oficialista ECU-RED, un engendro con aspiraciones alternativas a Wikipedia, donde se define al centrismo en Cuba como una auténtica “contrarrevolución”:

“…organizada con recursos ma-teriales y humanos, (que) tiene fortalezas, dinámicas fluidas y funcionamiento articulado, así como amplias conexiones diplo-máticas. Sus integrantes se repi-ten y retratan entre los invitados de importantes visitantes a Cuba siempre provenientes de países

Page 7: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │7│Tercer Trimestre 2017

www.puentedemocratico.org | [email protected]

aliados a Estados Unidos o el mis-mo Washington. Se diferencia de la contrarrevolución tradicional, porque según la política obamista necesita que sus empleados inte-ractúen con la institucionalidad re-volucionaria, sus medios de comu-nicación y sistemas académicos. Para eso se declaran ‘de izquier-da’ y nacionalistas, pero siempre apartados y en contra del Estado Cubano, el Partido Comunista y su tradición antiimperialista”No es así en ningún sentido. Como

tampoco lo es que el gobierno cubano tenga particulares aprensiones para tratar con otras tendencias ideoló-gicas. Nunca la filiación ideológica le ha preocupado gran cosa. Por eso, por ejemplo, Fidel Castro pactó con la dictadura militar argentina, uno de los regímenes despóticos derechistas más bárbaros de la historia continen-tal, saturó de órdenes distinguidas a un asesino como Alberto Fujimori, y en los 90s, al mismo tiempo que ce-rraba el paso a organizaciones de la izquierda democrática, andaba de plácemes con fundaciones derechis-tas que ostentaban récords lamenta-bles en sus relaciones con las dictadu-ras cono/sureñas.

Lo que realmente le preocupa al gobierno cubano es la lealtad política de los allegados, el silenciamiento de todo espíritu crítico y el alineamiento sin discusión con un régimen político

Haroldo dilla alfonso es historiador y sociólogo cubano/dominicano, doctor en ciencias, mención sociología, del Instituto Politécnico Federal de Lausa-na. Durante 1980-1996 fue investigador y director de estudios latinoamericanos del Centro de Estudios sobre América, en La Habana. Allí desarrolló varias investigaciones sobre temas políticos cubanos (municipios, movimientos comunitarios) y publicó varios artícu-los y libros críticos. Entre otros libros,

publicó “Participación y Desarrollo en los Municipios Cubanos” (1993), “La Democracia en Cuba y el Diferendo con los Estados Unidos” (1995) y “La Participación en Cuba y los Retos del Futuro” (1996). Tras la represión del CEA en 1996 mantuvo sus posicio-nes críticas hasta que en 2000 se vio obligado a emigrar a República Domi-nicana. En este país mantuvo su trabajo intelectual crítico respecto a Cuba, y se involucró en diferentes movimientos por los derechos de los migrantes y de los habitantes fronterizos. Desde 2014 reside en Chile, donde es investigador del Instituto de Estudios Internaciona-les de la Universidad Arturo Prat y pro-fesor asociado de la Universidad Católi-ca. Entre sus últimos libros figuran “La Frontera Dominico-Haitiana” (Santo Domingo, 2010), “La Migración Haitiana en el Caribe” (Santo Domingo, 2013) y “Ciudades en el Caribe” (México, 2014). En la actualidad prepara un libro sobre la frontera Chileno-Peruana.

autoritario, monista y represivo que parece ser la principal garantía para una restauración sin contratiempos del capitalismo y de su propia meta-morfosis burguesa. Ojalá sus afanes represivos no lo lleven a silenciar es-tos espacios de pensamiento indepen-diente, como hizo en los 90s con ins-tituciones intelectuales y de activismo

social que parecían anunciar un fu-turo mejor para la sociedad cubana. Una represión que lastró el pensa-miento social por más de una década. Su repetición sería aún más grave en estos tiempos en que, recordando una frase de Gramsci, pisamos un “terre-no en que se verifican los fenómenos morbosos más diversos”.

dlc En cuba

Page 8: El gobiErno cubano - Puente Democrático€¦ · El gobiErno cubano: la otra dEmocracia cadal otorgó a JorgE Edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia comPromEtida En cuba Año

Diálogo Latino Cubano │8│Tercer Trimestre 2017

Diálogo latino Cubano

cadal otorgó a Jorge edwards un PrEmio EsPEcial a la diPlomacia

comPromEtida En cuba

El Programa Solidaridad Demo-crática del Centro para la Aper-tura y el Desarrollo de América

Latina (CADAL) le entregó al escritor y diplomático chileno una plaqueta en reconocimiento a su labor en Cuba durante tres meses en 1971. Para el titular de CADAL, Gabriel Salvia, el autor de Persona Non Grata “es una figura emblemática y pionera en la historia de la diplomacia comprome-tida en Cuba”.

Como se señala en una nota publi-cada en el diario El Mundo de España, el libro “Persona non grata” del escri-tor chileno Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931) fue fruto de sus expe-riencias personales como diplomático en Cuba durante la dictadura de Fidel Castro, cuando Salvador Allende era presidente de Chile, y trata de forma profunda las relaciones de los escri-tores e intelectuales con el poder to-talitario. La nota agrega que Edwards fue uno de los primeros intelectuales latinoamericanos que se distanció del Gobierno de Castro. En 1971 llegó a La Habana con la importante misión de reanudar las relaciones diplomáti-cas entre Cuba y Chile. Sin embargo, su estancia no duraría más de tres meses en la Isla, siendo prácticamen-te expulsado por el régimen.

Desde el año 2009 CADAL otorga el Premio a la Diplomacia Comprome-tida en Cuba que busca reconocer el trabajo de los diplomáticos acredita-dos en Cuba que finalizaron su misión y cuyo desempeño se haya caracte-rizado por brindar reconocimiento, apoyo y estímulo a los miembros del movimiento cívico cubano y sus es-fuerzos en la defensa de los derechos humanos y promoción pacífica de la democracia. Esta iniciativa de CADAL se fundamenta en los gestos humani-tarios de varios diplomáticos extran-jeros durante las dictaduras militares

del Cono Sur y la importancia que tienen las muestras de solidaridad in-ternacional frente a los atropellos que sufren las personas que viven en paí-ses gobernados por regímenes repre-sivos de las libertades fundamentales, como es el caso de Cuba.

CADAL tomó como período inicial para la entrega del Premio el año de su constitución, el 2003, y hasta el momento se realizaron cinco edicio-nes del premio que reconocieron la labor de un total de doce diplomáticos que cumplieron funciones en Cuba. Los activistas pro democracia que re-siden en Cuba y familiares de presos y perseguidos políticos son quienes nominan a los diplomáticos extranje-ros que se desempeñaron en Cuba y finalizaron su misión en La Habana. La plaqueta del Premio Especial a la Diplomacia Comprometida en Cuba a Jorge Edwards dice: “Por su labor pionera e inspiradora tendiendo un puente solidario con los demócratas cubanos”.

“Gracias a CADAL por darme la oportunidad de enviar un mensaje a Jorge Edwards, un amigo de Cuba. Muchos cu-banos lo recuerdan bien por ese magnífico libro Persona Non Grata, que fue un libro pionero, con el que yo perso-nalmente me divertí mucho. Me sirvió para reflexionar y para entender tan tempra-no, a finales de los años 70, la naturaleza del régimen cu-bano. Es raro encontrar en América Latina de pronto alguien que entiende la natu-raleza del régimen y asuma el compromiso. Y por eso me parece muy importante que CADAL le de este premio a la diplomacia comprometida, esta mención especial a un hombre que bien lo merece. Porque es rara avis en Améri-ca Latina el compromiso con la democracia en Cuba, que dicho de paso: el compro-miso con la democracia en Cuba es el índice, a mi modo de ver, del compromiso con la democracia en América Latina. Yo le agradezco y es-pero poder conocerle perso-nalmente, pero en todo caso le envío este mensaje desde Cuba y desde los cubanos demócratas”.

manuel cuesta morúa, Premio Ion Ratiu 2016

mEnsaJE dE manuEl

cuEsta morúa