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El futuro del sector confeccionista. Estudio de la subcontratación y de la economía informal en el subsector de la Confección de Prendas de Vestir en España y la Comunidad Valenciana
Verónica Gómez Calvo
EL FUTURO DEL SECTOR CONFECCIONISTA
Estudio de la subcontratación y de la economía informal en el subsector de la
Confección de Prendas de Vestir en España y la Comunidad Valenciana.
Catherine’s room, Bill Viola
Begoña San Miguel del Hoyo
Doctoranda: Verónica Gómez Calvo Directores de Tesis: Jorge Hurtado Jordá y
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
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Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
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ÍNDICE
PRIMERA PARTE: PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN TEÓRICA DE LA INVESTIGACIÓN 1. INTRODUCCIÓN 2. OBJETIVOS
3. HIPÓTESIS PRINCIPALES
3.1 Primera Hipótesis: Creciente descentralización de la producción
3.2 Segunda Hipótesis: Creciente deslocalización y pérdida de empleo
3.3 Tercera Hipótesis: Creciente informalización de la fuerza de trabajo
3.4 Cuarta Hipótesis: Feminización del trabajo en las cadenas de producción de la
confección y explotación de las desigualdades por razón de género
3.5 Quinta Hipótesis: Oposición entre las estrategias de las multinacionales y
empresas y los estándares y derechos laborales de los trabajadores
4. METODOLOGÍA
5. ENCUADRE TEÓRICO 5.1 La Globalización Económica, el comercio internacional y su impacto sobre el
deterioro de las condiciones laborales desde mediados de los años 70.
5.1.1 El ascenso al poder de las Multinacionales.
5.1.2 Rasgos básicos del Comercio Internacional desde los años 70.
5.1.3 Los Terribles Gemelos: El Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional
5.1.4 Del GATT a la OMC, historia de la creación de la Organización Mundial
del Comercio.
5.1.5 El principal objetivo de la OMC.
5.1.6 El doble rasero de las negociaciones comerciales de la OMC.
5.1.7 La nueva concepción neoliberal del trabajo.
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5.1.8 Factores que han influido en el proceso de precarización de las
condiciones laborales.
5.1.9 La OMC y el Trabajo.
5.2 La industria de la Confección en el siglo XXI y la UE
5.2.1 Las estrategias de la industria de la Confección versus Códigos de
Conducta.
5.2.2 Tendencias en la industria de la Confección.
5.2.3 Introducción al sector Textil y de la Confección de la UE.
5.2.4 La evolución del sector Textil / Confección en la UE en el año 2005.
5.2.5 Características del sector T/C de la UE.
5.2.6 Recomendaciones estratégicas del Grupo de Alto Nivel para Textiles y
Confección de la Comisión Europea.
SEGUNDA PARTE: LA INDUSTRIA TEXTIL Y DE LA CONFECCIÓN EN ESPAÑA Y LA COMUNIDAD VALENCIANA
6. LA INDUSTRIA TEXTIL Y DE LA CONFECCIÓN EN ESPAÑA Y LA COMUNIDAD VALENCIANA.
6.1 La industria Textil y de la Confección en España.
6.1.1 Panorama y retos de la industria española.
6.1.2 Cambios y transformaciones del sector Textil / Confección desde una
perspectiva histórica.
6.1.3 La Evolución del sector Textil / Confección en los últimos años.
6.1.4 El subsector de la Confección.
6.1.5 Competitividad exterior, políticas comerciales, empleo y futuro del T/C
6.1.6 Estrategias del subsector de la confección.
6.2 La importancia de los distritos industriales y los sistemas productivos locales.
6.2.1 Cambios en el modelo de organización industrial.
6.2.2 La importancia de las PYMES y la política industrial.
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6.2.3 La política industrial en la Comunidad Valenciana.
6.2.4 Posibilidades y limitaciones del desarrollo regional a través de los
sistemas productivos locales.
6.3 La industrialización difusa.
6.4 La economía sumergida.
6.4.1 La extensión de la precariedad laboral.
6.4.2 La informalización al servicio del capital.
6.4.3 El recurso a la economía sumergida en la Comunidad Valenciana.
6.5 La Evolución del sector Textil / Confección en la Comunidad Valenciana en los
últimos años.
6.5.1 Evolución del Sector T/C en la Comunidad Valenciana.
6.5.2 Mujer, Trabajo y Comunidad Valenciana.
6.5.3 Las trabajadoras del subsector de la Confección en la C. V.
6.5.3.1 Las entrevistas y las empresas.
6.5.3.2 El retrato robot de las trabajadoras de la Confección.
7. CONCLUSIONES
7.1 Conclusiones sobre el Textil / Confección en la Comunidad Valenciana.
7.2 El Futuro del T/C.
7.3 Implicaciones de convertir a los países en desarrollo en productores de ropa.
7.4 Los Códigos de Conducta.
7.5 ¿Nos los podemos creer?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
MODELO DE ENTREVISTA
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PRIMERA PARTE:
PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN TEÓRICA DE LA INVESTIGACIÓN
Actriz Mimi Rogers en un taller de Confección (Oxfam International)
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1. INTRODUCCIÓN 1.1 Relevancia del estudio de la industria de la confección, la subcontratación y
el sector informal.
En los años 70 se pensaba que la economía informal quedaría asimilada dentro de la
economía formal. Tres décadas después de la segunda Guerra Mundial y en los
países desarrollados, cuando se creía que este proceso ya estaba tocando a su fin,
experimentó un nuevo auge y continuó creciendo. Hoy en día, y sobre todo en España
y los países del sur de Europa, es apreciado por los gobiernos no sólo como un mal
menor, sino como una alternativa frente al paro (Sanchís, 2004:27)
Sin embargo, y aunque la informalización del trabajo no es una práctica nueva y
menos en el sector de la confección, preocupa por la gran expansión vivida en los
últimos años y su naturaleza distinta. El incremento de unidades más pequeñas de
trabajo por todo el mundo dan cuenta del crecimiento de la actividad informal. Según la
Comisión Europea, la economía no declarada en la UE-15 se estima entre el 7% y el
16% del PIB, en los países mediterráneos se hallaría entre un 24% y un 30%. De
acuerdo con datos de la Organización Internacional de Organizaciones Sindicales
Libres, el sector informal se estimaría en un 25% de la población mundial generando
un 35% del PIB mundial, cifras que según la organización WIEGO de mujeres de la
industria de la confección, todavía subestimarían el tamaño y contribución real de la
economía informal.
La misma forma de operar de las grandes manufactureras promueven su auge,
puesto que hoy en día la competencia internacional es salvaje y se persiguen precios
cada vez más bajos. De esta forma, la descentralización de la producción a lugares
dónde los costos laborales son más baratos, de países ricos a más pobres o de
ciudades a áreas rurales a través de la subcontratación, se convierte en una estrategia
común adoptada tanto por las grandes multinacionales como por las pequeñas
empresas de la confección. Las grandes compañías que se hallan en la cúspide de la
cadena de confección cuentan con buenas condiciones laborales, al igual que los
proveedores importantes que les siguen inmediatamente, pero a partir de estos dos
niveles, el trabajo informal es la norma (Ascoly, 2004:7).
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Las prácticas de compra o fijación de los precios y cómo opera la subcontratación nos
permite entender el tipo de relaciones laborales que se establecen entre las distintas
partes, compradores y productores, y cómo éstas desembocan en una cada vez mayor
informalización. Hoy en día, las nuevas cadenas comerciales que forman parte de
multinacionales han cambiado las relaciones entre productores y comerciantes a favor
de éstos, generando una gran presión entre los productores que compiten entre ellos
para ofrecer precios más bajos por la producción a subcontratar, una mayor rapidez
para acortar los plazos de entrega y el mínimo posible de fallos (Ascoly, 2003).
Promesas todas por las que pagan principalmente los trabajadores, con un trabajo
inestable sometido a los deseos del momento del consumidor, largas jornadas,
salarios muchas veces por debajo del mínimo interprofesional, abusos por parte de los
supervisores y, además para aquellos que se hallen en la economía informal,
imposibilidad de acceder a unos derechos laborales y beneficios sociales justos por las
tareas que realizan.
Además de lo alarmante de las cifras, de que dichas prácticas laborales deberían ya
estar obsoletas, y no en auge como ocurre actualmente, y de que se presenten tanto
en países pobres como ricos, también se ha podido constatar por diversas
organizaciones que las mujeres son empujadas hacia el trabajo informal, y las
empresas se apoyan en los prejuicios de género para evitar el acceso de las mujeres a
los derechos y beneficios que se atribuyen a los trabajadores formales (N. Ascoly,
2004:4).
El estudio de la economía informal y la subcontratación en el subsector de la
confección viene motivado por el hecho de que es un sector que se ha hallado
clásicamente ligado al trabajo negro y donde éste y la subcontratación han
experimentado un gran auge a nivel internacional. Además, España cuenta con
algunas multinacionales que se encuentran entre las diez primeras de la UE y a pesar
de que es cierto que el sector textil en su conjunto ha perdido cuota de exportaciones y
empleo en los últimos años, España destaca por la calidad de su confección, la cual
ha experimentado un gran progreso desde 1995 (Moral y otros, 2004:280).
Además, la industria textil y de la confección sigue siendo una de las industrias
tradicionales e importantes de España y la Comunidad Valenciana. Según datos
aportados por el Centro de Información Textil y de la Confección, el sector español de
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la confección empleaba en el año 2005 a un total de 122.000 personas, de las cuales
100.000 son asalariados, que producen casi un billón de pesetas al año, (5.200
millones de €), siendo el valor añadido generado de 2.420 millones. Dentro del sector
textil / confección, el subsector de la confección representa la mitad del empleo y del
valor añadido, aportando un 1.9% al Producto y un 3,7% al empleo industrial, una
proporción elevada en comparación con la media de la UE, y representa el 12% del
empleo comunitario y el 7.5% de la producción, situándose en quinta posición después
de Italia, Alemania, Francia y el Reino Unido. Por otra parte, a pesar de la progresiva
deslocalización y pérdida de empleo que viene sufriendo este subsector, habría que
constatar si efectivamente, éste se pierde en su totalidad o si parte de él se informaliza
e invisibiliza como estrategia frente a la competencia internacional.
Por otro lado, el subsector de la confección se encuentra en un momento
especialmente crítico, sobre todo si tenemos en cuenta que fue durante muchos años
un sector bien protegido y dedicado al comercio interior y que ahora, se halla en un
contexto de competencia internacional, agravada desde la liberalización del comercio
mundial de los productos textiles y confeccionados en Enero del 2005. Las
consecuencias más inmediatas y evidentes han sido la destrucción rápida de empleo
desde el año 2002 (Moral y otros, 2004) y el declive en las exportaciones desde el año
2003, por lo que se necesitan investigaciones que aporten elementos de conocimiento
para diseñar las políticas industriales y de gestión del empleo pertinentes. No hay que
olvidar que aunque se habla a veces de época “postindustrial” los intercambios que
más crecen en el mundo son los industriales, y que es aquí dónde la competitividad es
primordial, pues si un país aumenta su competitividad industrial exporta más, reduce
sus importaciones y permite con los ingresos obtenidos en el mercado exterior
financiar actividades en el sector servicios del mercado interior, generando empleos
que no están amenazados por la competencia exterior (C. Buhour, 1996:126).
Actualmente, la Unión Europea apunta a la calidad como objetivo para aumentar la
competitividad frente a los países de productos de coste reducido. Por otra parte, en
España se hace muy necesario fomentar la I+D+I, promover las nuevas tecnologías
entre las empresas como medio de reducir costes de producción e información,
favorecer la internacionalización de las empresas, y según el informe de UGT-PV,
insistir en la formación de los trabajadores como factor productivo esencial, y mejorar
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la calidad de empleo, eliminando la elevada temporalidad y la degradación de las
condiciones labores, que afecta a la productividad y la competitividad de nuestros
sectores (UGT-PV, 2003:6).
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2. OBJETIVOS
2.1 El objetivo de esta investigación es conocer como opera la industria de la
confección en la actualidad, a nivel mundial, nacional y en particular en la
Comunidad Valenciana. Conocer todas los eslabones que integran la cadena
de la confección, desde las multinacionales y grandes manufactureras,
pasando por agentes compradores, proveedores, fábricas subcontratadas,
hasta llegar a los trabajadores informales. Pero con especial foco de interés
sobre la subcontratación y el sector informal.
2.2 Constatar cómo la operatividad de esta industria afecta a las condiciones
laborales de las personas que trabajan en fábricas que producen ropa, al
sector informal, y a la evolución del empleo en los últimos años. Estudiando en
particular, el caso de la industria de la Confección en la Comunidad
Valenciana, a través de un estudio empírico-estadístico y de entrevistas a
trabajadores de este subsector.
2.3 Corroborar o refutar las siguientes hipótesis:
2.3.1 Creciente descentralización de la producción.
2.3.2. Creciente informalización de la fuerza de trabajo.
2.3.3. Creciente deslocalización y pérdida de empleo.
2.3.4. Feminización del trabajo en las cadenas de producción de la confección
y explotación de las desigualdades por razón de género.
2.3.5 Oposición y contradicción entre las estrategias empresariales y los
estándares y derechos laborales.
2.4 Conocer de primera mano y a través de entrevistas el tipo de trabajo y las
condiciones laborales de los trabajadores que producen ropa en la
Comunidad Valenciana.
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3. HIPÓTESIS PRINCIPALES 3.1 Primera hipótesis: Creciente descentralización de la producción.
A nivel internacional y como sugieren diversos autores que han investigado este
sector, la estrategia de las grandes firmas y cadenas de moda consiste en externalizar
las partes de la producción que son más intensivas en mano de obra - como son el
corte, la confección y el acabado de las prendas - a aquellas regiones o países dónde
los costes laborales son más bajos, de modo que desplazan los riesgos y costes de la
producción a los proveedores o manufacturas.
Efectivamente, el Centro de Información del Textil y la Confección ha constatado en su
informe de 2006 que el nivel de descentralización en el subsector de la confección
española es elevado, en torno a un 50% (CITYCa, 2006). Esta descentralización ha
sido a su vez el resultado y la respuesta a diversas situaciones histórico-económicas
del país. En los años 60 y primeros de los 70, sirvió para aumentar la productividad de
la empresas, en la segunda mitad de los 70 fue una respuesta a la fuerte crisis
económica española, mientras que en los 80 la creciente segmentación y
especialización del mercado dio un nuevo impulso a la descentralización. Hoy en día
sin embargo, es una parte central de las estrategias de competitividad de las
empresas de la confección (Oxfam International, 2004a:1).
Y puesto que en el año 2005 se procedió a la eliminación de las barreras a la
importación, resultando de ello incluso una mayor presión para rebajar los precios de
las prendas y los costes de la producción, se prevé que continúe aumentando. Aunque
desde el punto de vista organizativo, las empresas españolas tienen una tendencia a
controlar el ciclo completo del producto a través de subcontratas bajo una estrecha
supervisión. Esta estrategia es aplicada por diversos grupos, especialmente Zara,
Adolfo Domínguez y Mango (Costa y otros, 2004:268).
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3.2 Segunda hipótesis: Creciente informalización de la fuerza laboral.
La informalización del trabajo se ha extendido por todo mundo a consecuencia de la
mayor flexibilidad laboral que permiten los gobiernos y la libre competencia entre las
compañías a escala global (Benerías, 2005:129). Y no sólo se ha extendido sino que
algunos autores han constatado cómo muchas veces es la misma economía informal
la que sostiene el buen funcionamiento del sistema económico y no al revés, como
cabría pensar (Ybarra y otros, 2002:261). En ella se han practicado previamente las
formas actuales tan en boga de descentralización y deslocalización que han
reestructurado al capitalismo, para después establecerse en la economía sumergida
como las bases del capitalismo del siglo XXI (2002:269).
El subsector de la confección es un ejemplo claro de cómo ambas estrategias,
descentralización e informalización, funcionan formando parte de un mismo continuo
dónde se pasa fácilmente de lo formal a lo informal (Ascoly, 2004:3). La investigadora
Camila Warren de Women Working Worlwide ha podido constatar no sólo como el
sector informal de la confección es la espina dorsal de la producción en los países más
pobres sino que también lo es en los más desarrollados como es el caso de Inglaterra,
y cómo continúa extendiéndose en unidades de trabajo cada vez más pequeñas en el
ámbito doméstico y a través de una mayor informalización cuyo hilo conductor es la
subcontratación sucesiva de la producción. Según datos de la investigadora y
defensora de los derechos de las mujeres trabajadoras de la confección Nina Ascoly,
el 75% de las empleadas formales de la confección son mujeres, lo que representa
unos 8.200.000 millones, mientras que la estimación en el sector informal sería de 35
millones de trabajadoras en el mundo (Ascoly, ob.cit.:4).
Estas razones nos hacen suponer que en España continuará la informalización del
trabajo, y como apunta Enric Sanchís, puesto que ni el pleno empleo ni la economía
sumergida son prioridades del gobierno, y además se usa para amortiguar estos
problemas, probablemente seguiremos teniendo en el futuro mucho más trabajo
irregular (2004:27).
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3.3 Tercera hipótesis: Creciente deslocalización y pérdida de empleo.
Según las economistas María José Moral y Consuelo Pazo, en la economía española
todavía está produciéndose una reducción de los sectores tradicionales, intensivos en
mano de obra, dentro de la estructura global (2004:276). Desde 1993 hasta la fecha se
han producido oscilaciones en el empleo de la confección, entre 1993 y 1996 se
destruyó mucho, se creó abundantemente en 1996 como ocurrió en las otras
industrias en aquel momento, y volvió ha declinar a partir de 1999. Esto se debe a que
el ajuste laboral se inició mucho antes en otros países desarrollados de la UE y en
nuestro caso, todavía se está reestructurando. Según informan las mismas autoras, la
Comisión Europea estimó en el 2004 que un tercio de los puestos de la confección en
España son vulnerables.
Por lo tanto, esta hipótesis prevé una continua pérdida de empleo en este sector a
través de la deslocalización y la desaparición de las empresas menos competitivas.
Sobre todo y si tenemos en cuenta, que en Enero del 2005 se eliminaron las últimas
barreras a la importación y que esta situación agudizará la necesidad de ser más
competitivos. Además, y puesto que no hay restricción a la movilidad de capitales, la
deslocalización está servida.
Por ello, no es de extrañar que ya a principios del siglo XXI se constatara una
deslocalización de empresas a favor de los nuevos países que constituyen la UE, los
PECO. Puesto que su mano de obra es más barata y está muy cualificada, y aunque
su grado de productividad es bajo en comparación con los países de la UE-15, cuando
la productividad se ajusta por el salario ésta siempre supera a la de los países más
desarrollados (Cámara y otros, 2006:14).
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3.4 Cuarta hipótesis: Femenización del trabajo y explotación de la discriminación por razón de género.
Desde los años 80 se ha dado una rápida formación de la fuerza laboral femenina en
todo el mundo y, aunque es cierto que en muchas ocasiones supone el único recurso
que les permite salir adelante, ayudar a sus familias y defender sus propios intereses,
esta realidad no se puede sustraer del hecho de que la femenización de la fuerza de
trabajo ha ido acompañada de un deterioro en las condiciones laborales y ha sido y es
parte, de una estrategia para reducir los costes y aumentar la competitividad
(Benerías, 2005:93).
Es muy importante tener en cuenta que el género no se puede separar de las prácticas
laborales, todo en la sociedad, desde las políticas a las condiciones laborales afectan
a hombres y mujeres de forma desigual porque nuestros papeles en la sociedad están
diseñados, cultural y socialmente, para que sean diferentes. Mientras que la realidad
biológica de ser hombre o mujer es igual en todas las sociedades, el papel que juega
cada uno en la sociedad vendrá determinando por la cultura concreta en la que se
halle (Velásquez, 2005:2).
De esta forma, nos encontramos con que hay unas dinámicas de género que empujan
a estas mujeres hacia el sector informal, como la necesidad de encontrar ingresos
para sacar adelante a sus familias y aceptar cualquier tipo de empleo debido a la
precariedad en la que viven. Por otra parte, las habilidades y conocimientos de la
confección que tienen estas mujeres se “naturalizan”, como si hubiesen nacido ya con
estos conocimientos, y no se consideran como capacidades del mismo rango que las
adquiridas por el hombre. Así mismo, sus ingresos son vistos como “suplementarios”,
como extras que ayudan al mantenimiento del hogar porque su “auténtico trabajo” se
considera el doméstico, cuando la realidad es que en muchos países en desarrollo son
los únicos ingresos – o al menos muy significativos- que entran en las casas (Ascoly,
2004:4).
Así podemos entender cómo la explotación de estos sujetos se hace a través de la
discriminación de género y la informalización, impidiendo que estas trabajadoras
accedan a los derechos y beneficios que a cualquier trabajador formal se le atribuyen
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bajo la legislación laboral de su país. Como señala SETEM, la ONG para el desarrollo,
en su comunicado “Mujeres a un lado y a otro del mercado textil”, toda esta
explotación se basa en el “dumping social”, <<aprovecharse de la miseria y la
necesidad para pagar menos>>.
3.5 Oposición y contradicción entre las estrategias empresariales y los derechos y estándares laborales que dicen apoyar.
La globalización económica ha reforzado enormemente la capacidad negociadora de
los compradores (minoristas –supermercados y grandes almacenes- y marcas de
ropa) frente a los proveedores, puesto que gracias a las nuevas tecnologías, la
liberalización del comercio y la movilidad de capitales, pueden comprar sus productos
a proveedores de todo el mundo. Este hecho, y la política progresiva de fijación de
precios, hace que la competencia se haya intensificado internacionalmente entre los
proveedores y reciban pedidos que cada vez son más baratos, deben entregarse en
un plazo más corto de tiempo y con la garantía de encontrar pocos fallos.
Así, nos encontramos que en los últimos 5 años, la exigencia de entrega de la
producción se ha reducido en un 30%, y en los últimos 3, los precios de las prendas de
vestir en otro 30% (OI 2004c:6). Esto significa que a su vez y para sacar más
beneficios, los proveedores trasladan los costes y riesgos hacia los trabajadores de la
siguiente forma: a través de contratos de corta duración para hacer frente a las
oscilaciones en los pedidos, se fijan objetivos exagerados con plazos muy ajustados
en la entrega, que se hacen a cambio de largas jornadas si es necesario, se emplean
trabajadores sin contratos y, especialmente, a aquellos cuya vulnerabilidad social no
les permite oponer una gran resistencia a estas prácticas laborales, como es el caso
de las mujeres e inmigrantes (OI ob.cit.:4).
En concreto, el informe de Oxfam International sobre los grupos españoles de la
confección “Moda que aprieta”, ha constatado que aunque el Convenio General Textil-
Confección observa unos mínimos laborales para los trabajadores, la realidad es bien
distinta en cientos de talleres medianos (50-60 trabajadores) y pequeños (10-15
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trabajadores) de Galicia, Castilla-La Mancha y Extremadura. Siendo normal, según se
desciende en la cadena de subcontratación, encontrar una mayor precariedad, con
jornadas de 10 y 12 horas, sueldos inferiores a lo mínimo establecido y empresas
fantasmas que aparecen y desaparecen como por arte de magia. En el último eslabón
de la cadena normalmente se encuentran los inmigrantes ilegales, habitualmente
chinos, que trabajan jornadas de 16 horas por sueldos de 600€ al mes y que viven en
los mismos talleres donde trabajan, algunos de no más de 70 m² (2004:6).
La cuestión es que aunque la mayoría de los grupos españoles han adoptado códigos
de conducta que respaldan los derechos laborales internacionales, sus mismas
prácticas de compra contradicen los estándares que dicen apoyar y que, mientras no
adscriban sus estrategias y Códigos de Conducta a una política general de
Responsabilidad Social Corporativa que transforme realmente su política comercial,
continuarán contribuyendo a la explotación de los trabajadores.
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4. METODOLOGÍA
En la primera parte del trabajo se presentarán los objetivos, las hipótesis principales, la
metodología, el encuadre teórico y un estudio sobre el funcionamiento del comercio en
el siglo XXI, y en particular de la industria de la confección a nivel mundial y europeo.
En la segunda parte, se hará un estudio general del sector Textil / Confección en
España y la Comunidad Valenciana, para después centrarnos en el tema central de
esta tesis que es el subsector de la confección de prendas de vestir en la región
Valenciana. Para el mismo se buscarán los datos estadísticos que ayuden a
corroborar o refutar las hipótesis principales: creciente descentralización de la
producción, creciente deslocalización y pérdida de empleo, creciente informalización
de la fuerza de trabajo, femenización del trabajo en las cadenas de producción de la
confección y explotación de la discriminación por razón de género, y establecimiento
de estrategias empresariales que van en detrimento de las condiciones y derechos
laborales. Además, se realizarán entrevistas a personas que trabajen confeccionando
ropa para empresas, incluyendo, si hay posibilidad, a aquéllas que se encuentren en el
sector informal. Al final de esta sección, se presentarán las conclusiones pertinentes
sobre el estudio empírico, las entrevistas y el funcionamiento de este subsector en la
Comunidad Valenciana.
El estudio terminará con un epígrafe sobre el futuro del sector Textil / Confección, y
más en particular, sobre el subsector de la Confección en España y la Comunidad
Valenciana.
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5. ENCUADRE TEÓRICO
5.1 La Globalización Económica, el comercio internacional y su impacto sobre el deterioro de las condiciones laborales desde mediados de los años 70.
5.1.1. El ascenso al poder de las multinacionales.
Muchos autores estarían de acuerdo con la idea de que las corporaciones tienen en la
actualidad más poder que muchos gobiernos y son las que realmente dictan las
normas a políticos y sociedades. Las multinacionales dirigen la globalización
internacional con ayuda de organismos internacionales que las apoyan y benefician,
estableciendo las reglas del juego para todas las empresas, gobiernos y sociedades
que formen o pretendan formar parte del mismo. Los datos obtenidos por las Naciones
Unidas hablan por sí mismos, en el año 2000 las 100 primeras Transnacionales del
mundo obtenían en ventas anuales al extranjero 2.1 trillones de dólares, el equivalente
al 25% del comercio mundial. No es de extrañar que la mitad de las 100 primeras
economías del mundo no sean países sino corporaciones, así Wall-Mart, General
Motors y Ford obtienen al año en beneficios una suma similar a todo el P.D.B. del
continente africano (Oxfam International, 2002b:42-43).
Se hace indispensable echar un vistazo a la historia de su formación como entidad
legal originada en EEUU para entender cómo es posible que hayan acumulado tanto
poder y libertad de acción bajo el amparo de la ley, siendo que hoy en día el mercado
dirige los designios de los seres humanos y el planeta, toma decisiones de tipo social
o político, ha restringido el papel de los Estados en las decisiones económicas, el
poder de los sindicatos y la protección social de los ciudadanos (George, 1999:1).
Anteriormente a las corporaciones sólo había sociedades anónimas, en las cuales un
número limitado de personas suma sus capitales para dirigir un negocio del cual son
responsables económica y moralmente. Las corporaciones empezaron a proliferar en
EEUU en la última década del siglo XVII, cuando las inversiones se duplicaron como
única forma de patrocinar las empresas coloniales. Pero fueron los grandes magnates
del ferrocarril de EEUU los que realmente dieron origen a la era corporativa moderna,
ya que su empresa exigía cantidades descomunales de dinero (Bakan, 2004:25).
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El primer giro legal que aumentó la capacidad económica de las corporaciones, y limitó
su responsabilidad moral, fue la ley sobre Responsabilidad Limitada de mediados del
siglo XIX, según la cual la responsabilidad de los accionistas sobre las deudas de la
empresa se limitaban únicamente a las cantidades que habían invertido. Con esta ley
se consiguió atraer las inversiones de la clase media pero también tuvo sus
consecuencias negativas. Por una parte, esta situación de Responsabilidad Limitada
permite a los inversores desprenderse de los fracasos de sus empresas,
contraviniendo <<el principio más natural de la legislación comercial, que todo hombre
está obligado a pagar sus deudas>>, además de que erosiona su responsabilidad
moral. Y por otra parte, favorece una actitud especuladora y poco previsora (Bakan,
ob.cit.:25).
A partir de 1890 la corporación sufrió otra serie de transformaciones importantes en
EEUU que contribuyeron a aumentar su campo de acción y poder, como señala el
profesor de derecho Joel Bakan, se revocaron las normas que exigían que los
negocios se constituyeran en sociedades bajo determinados supuestos y con
propósitos concretos, que su existencia tuviera una duración limitada y sus actividades
se establecieran en una demarcación geográfica concreta, además de que los
controles sobre fusiones y adquisiciones se rebajaron notablemente y se abolió la ley
que prohibía a una compañía ser propietaria de las acciones de otra. Y no sólo esto,
sino que a finales del siglo XIX los tribunales otorgaron a las corporaciones el mismo
amparo legal que tienen las personas, derecho de proceso legal y protección de la ley
(Bakan, ob.cit.:29).
Si hasta bien entrada la década de los 70 había un contrapeso político frente a las
corporaciones a través del Estado, los sindicatos y los programas sociales, no
corrimos la misma suerte a partir de los años 80, cuando el neoliberalismo empezó a
imponerse como política económica. Desde el momento en que con ayuda de los
avances tecnológicos en las telecomunicaciones y los transportes y la liberalización de
los capitales están en disposición de invertir su dinero allí dónde lo consideren preciso,
instalando o desinstalando empresas, generando o destruyendo empleo y afectando
en su conjunto a la balanza de pagos de un país, las multinacionales se imponen a los
gobiernos en numerosas materias como la inversión, la localización industrial, el
empleo, los tipos de interés, fiscalidad, y un largo etcétera (Alós y Jodar,
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
21
1996:22). Lo que ha significado un claro repliegue del Estado y, sobre todo, de la
fuerza de trabajo frente al capital.
Además hay que añadir, como señala la experta en derecho de sociedades Janis
Sarra, que el derecho de sociedades anglosajón está diseñado de forma que los
directivos de las corporaciones sólo deben rendir cuentas de los costes y sólo ante los
accionistas. Es decir, los directivos no son responsables de los costes a terceros, sean
estos trabajadores, acreedores, consumidores, comunidades o el medio ambiente.
Puesto que los únicos costes que se registran son los que se incluyen en la hoja de
balance de la corporación (J. Bakan, 2004:195). Cualquier cosa que no sea
considerada un coste como tal se denomina “externalización”.
Desde esta perspectiva, la corporación está obligada a “externalizar”, puesto que su
deber legal es rendir cuentas frente a los accionistas y nadie más. La ley prohíbe
cualquier otra motivación para sus acciones, lo que nos lleva a la paradoja de que la
Responsabilidad Social Corporativa a la que algunas multinacionales dicen adscribirse
es “ilegal”. En palabras de Bakan, nos encontramos con que <<la corporación es una
persona legalmente designada y concebida para valorar el propio interés e invalidar
toda inquietud moral>> (ob.cit.:41). Una suerte de entidad psicopática que hoy en día
tiene el poder legal de dictar las normas que regulan la sociedad y el medio ambiente
en su propio beneficio y sin miramiento alguno por las consecuencias que sus
acciones puedan tener para el resto del mundo.
Estos cambios legales que han otorgado tantas libertades a las corporaciones,
también han sentado las bases para que como bien señalaba Susan George, se
cumpla la profecía de Karl Polanyi según la cual: <<permitir a los mecanismos del
mercado dirigir el destino del mundo desembocaría en la demolición de la sociedad>>
(1999:1).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
22
5.1.2 Rasgos básicos del Comercio Internacional desde los años 70.
Las empresas multinacionales son los principales agentes de la internacionalización
económica. Esta internacionalización puede basarse en el comercio exterior, la
inversión extrajera directa o la gestión de acuerdos de cooperación entre empresas.
Con ello, las multinacionales pretenden mejorar los resultados, parciales o globales,
aumentando de este modo su competitividad internacional.
Esta internacionalización económica ha sido posible gracias a que las multinacionales
tienen fácil acceso a los mercados financieros, los transportes, las comunicaciones y a
las nuevas formas de organizar la producción y la distribución, lo cual las ha convertido
en los verdaderos agentes de la globalización económica (Nieto Solís, 2005:200).
Hoy en día, explotar las ventajas comparativas es una de las piezas claves de la
competitividad internacional. Éstas se basan en diferentes procesos como la
acumulación de conocimiento y la explotación de ciertas habilidades adquiridas (know-
how). Para ello, las empresas se instalan en países donde la ventaja comparativa es
mayor a través de la inversión extranjera directa. A su vez, necesitan que estos países
tengan un marco institucional desarrollado capaz de proteger la propiedad privada, la
propiedad intelectual y la repatriación de beneficios, un país que cumpla con estos
requisitos es el ideal para la instalación de una multinacional, tanto si lo que pretende
es usarlo sólo como plataforma de venta de sus productos al exterior o como forma de
acceder a los mercados internos de dicho país (ob.cit.:207).
Ha sido esta búsqueda de las ventajas comparativas la que ha llevado a cabo un
cambio importante en el sistema de producción, el cual se basa hoy en día en una
combinación de acuerdos y proyectos de cooperación entre grandes empresas,
unidades descentralizadas de ellas, y medianas empresas, que forma entre sí una red
que colabora en la elaboración de un mismo producto y su distribución. Como señala
Castells, ha sido precisamente este cambio de la gestión de la producción, la
distribución y el proceso de producción mismo, la mayor transformación que la
globalización económica ha originado (1997 Vol.1:123).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
23
En cuanto al proceso de producción, su característica básica se halla en la
“desintegración vertical del producto”, lo que significa que se descompone en sus
elementos básicos, los cuales se producen en distintos países y se ensamblan en
otros. Esta intra-producción, que considera la exportación e importación de dichos
componentes hasta su ensamblaje y resultado final, representa al menos 1/3 del
comercio mundial y se realiza en las redes y las cadenas de producción globales
creadas por las Transnacionales. Como Oxfam International señala en su documento
Rigged Rules and Double Standards, <<la idea de que el comercio internacional es el
intercambio de productos entre países es un anacronismo. El comercio es, sobre todo,
“intra-firma”, o una cuestión de las corporaciones>> (OI 2002b:43).
Y es sobre todo esta transnacionalización de la producción, la mejor arma de la que
disponen las corporaciones como medio de presión sobre los Estados, ya que no sólo
afecta directamente a los puestos de trabajo que crea o destruye, sino que también
afecta a la balanza de pagos de un país, el crecimiento económico de éste, la
acumulación, el mercado de trabajo y el bienestar (Martínez González-Tablas).
En cuanto a lo que se entiende por comercio internacional, éste no es en realidad tal,
pues como ya hemos visto, una gran parte del mismo es el resultado de los
intercambios de diversos componentes entre las corporaciones, o comercio intra-firma.
Además el 80% del comercio mundial se realiza entre países desarrollados, con tan
sólo algunos nuevos países industrializados y algunos exportadores de petróleo que
tienen relevancia en el contexto mundial (Nieto Solís, 2005:225).
Por otra parte, el comercio internacional se concentra precisamente en ciertos
espacios regionales, lo que impide hablar de un comercio estrictamente global, puesto
que no hay una integración a escala mundial. Según Castells, esta “regionalización” es
un atributo sistémico de la economía informacional global (1997, Vol.1:128). Como los
agentes económicos operan en una red mundial de interacción que va más allá de las
simples fronteras nacionales, los países se aúnan formando bloques económicos
dónde el objetivo es conseguir un mercado común, o dónde al menos se establecen
regulaciones y acuerdos especiales para favorecer la exportación e importación de
productos entre los mismos. Este es el caso por ejemplo, de la NAFTA, la UE y los
países del Pacífico Asiático. El comercio mundial tiende a desarrollarse precisamente
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
24
en estos espacios geográficos, así por ejemplo, en la UE las exportaciones intra-
europeas se duplicaron entre 1960 y 1995 mientras las orientadas al resto del mundo
permanecieron estancadas (Martínez González-Tablas, 2000:142).
Esta regionalización del mundo es una consecuencia directa de la importancia de las
unidades económicas globales, puesto que es allí donde la producción estratégica, las
actividades comerciales, la generación del conocimiento y la gestión de la información
tienen lugar. Como ya hemos señalado antes, 1/3 del comercio internacional es entre
corporaciones, además el comercio intra-firma ha crecido gracias a la inversión
extranjera directa, el 80% de la cual es generada por las principales 500 TNCs.
También es cierto que toda la tecnología que se necesita para competir en los
mercados globales, son los productos directos de la investigación y desarrollo de las
TNCs. Sólo las 100 primeras TNCs dan cuenta de 2/3 de todo el I+D+I de EE.UU. y
representa el 40% de todo el I+D+I del mundo (Oxfam International, 2002b:43).
Otra de las características de la globalización económica es que se basa cada vez
más en el conocimiento, lo que quiere decir que hay sobre todo incrementos de los
productos manufacturados en detrimento de los productos básicos y materias primas.
Lo que ha provocado una disminución en los precios de estos productos, con la
excepción del petróleo. En cambio, los productos cuya demanda crece más rápido son
los de alta tecnología. Otro rasgo novedoso de la globalización es que el crecimiento
del comercio de servicios ha crecido incluso más que el de bienes.
En cuanto a la inversión extranjera, ésta aumentó durante todo el siglo XX y continúa
creciendo, pero aunque algunas economías emergentes recibieron inversiones
importantes en la década de los 70, los movimientos de capital se han centrado en los
países en desarrollo y ha tendido ha especializarse en determinadas actividades
vinculadas al sector servicios (Nieto Solís, 2005:225).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
25
5.1.3 Los Terribles Gemelos: El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
La mayor parte de la historia del comercio internacional ha estado regulada por
políticas mercantilistas, lo que significa que los Estados intervenían en el comercio
favoreciendo las exportaciones y obstaculizando las importaciones como medio de
acumular mayores cuotas de poder. Sin embargo, a partir de la Segunda Guerra
Mundial, la principal preocupación de los países fue conseguir y preservar la
estabilidad económica mundial, para cuyo objetivo se crearon organizaciones
internacionales que ayudaran en este proceso.
Esta situación dio origen a dos de las instituciones internacionales que dirigen hoy en
día las políticas económicas de una gran parte de los países del mundo: el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional, fundados en Bretton Woods en 1944. El
Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo fue creado con el objetivo
de ayudar en la reconstrucción de Europa y después, al menos así lo pensaba
Keynes, ayudar al desarrollo de los países postcoloniales. Mientras tanto, la tarea del
FMI consistía en hacer préstamos a países con problemas temporales en su balanza
de pagos y que corrían el riesgo de quedarse excluidos del comercio mundial.
Ninguna de estas dos instituciones estuvo pensada en sus orígenes, para regular las
políticas internas nacionales, ni para condicionar sus préstamos a la aceptación de
unas medidas económicas particulares, muchas veces contrarias a sus propios
intereses, como acabó siendo la realidad (George, 2003:62). Sin embargo, durante 20
o 30 años, estas instituciones se atuvieron al cumplimento estricto de sus mandatos
hasta que ocurrieron tres hechos significativos que cambiarían su papel en el ámbito
económico y político internacional.
Según explica Susan George en Otro Mundo es posible si..., el primer suceso tuvo que
ver con la toma de la presidencia del BM por Robert McNamara, el cual estaba sobre
todo interesado en conseguir beneficios. Para ello, lanzó los bonos del Banco al
mercado internacional de valores aumentando enormemente su capital, además
cambió en cierta manera la política del Banco al incentivar el aumento de créditos a
países del tercer mundo, sin importar demasiado la calidad de los proyectos por los
cuales se otorgaban.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
26
El segundo suceso fue la crisis del petróleo de 1973, en la cual los países de la OPEP
consiguieron cuadriplicar el precio del petróleo. Tras obtener altos ingresos, los
transfirieron a los bancos occidentales, los cuales a su vez, se vieron obligados a
hacer nuevos negocios para pagar los intereses de los petrodólares depositados en
sus cuentas. Para ello, los bancos privados también se lanzaron a otorgar préstamos a
los países en desarrollo que, por aquel entonces, era uno de los pocos mercados no
saturados.
El tercer hecho fue la decisión del Departamento de Hacienda en 1981, de aumentar
los tipos de interés elevadamente, sin pensar en los efectos que esto tendría para los
países del Sur, los cuales habían pagado los intereses hasta el momento con moneda
devaluada, puesto que los tipos de inflación eran más elevados que los de interés.
Este significativo cambio hizo que a partir de 1981 se encontraran con que tenían que
pagar tipos de interés en torno al 9%, lo que desencadenó una sucesión de crisis
económicas en los países en desarrollo (George, 2003:63).
Este nuevo contexto, y la deuda externa de los países del Sur, empujó al FMI y al BM
a diseñar una serie de medidas que, supuestamente, permitirían a estos países
obtener beneficios y devolver sus deudas. Estas medidas se conocen como los
Programas de Ajuste Estructural, e implican una serie de condiciones para dirigir la
economía de un país de forma eficiente. En realidad, se trata de medidas neoliberales
que de poco han servido al desarrollo de los países más pobres y sí mucho, al
enriquecimiento de los ricos y las multinacionales.
Así por ejemplo, y como sostiene Stiglitz en El Malestar en la Globalización, estas
medidas económicas no tienen interés en generar empleo, sino que se concentran en
las políticas financieras y las de apertura de los mercados. Las primeras, centradas en
el control de gasto público, tipos de interés, impuestos, etc., se aseguran de que los
gobiernos disponen de dinero suficiente para devolver los préstamos. Sin embargo, no
benefician a los propios países porque los tipos altos ahogan la actividad económica
interna, permitiendo la devolución de los préstamos a las grandes corporaciones a la
vez que arruinan las economías nacionales. El control del gasto público no permite la
reactivación de la economía ni la generación de empleo, y los recortes en impuestos
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
27
favorecen a las corporaciones pero no así al Estado ni sus beneficiarios, los
ciudadanos, siendo los pobres los más perjudicados.
En cuanto a las medidas comerciales de apertura de los mercados, con ellas las
industrias nacionales quedan expuestas a la libre competencia con las multinacionales
extranjeras, y muchas veces no les queda otra salida que cerrar, especialmente
cuando la reducción de aranceles es muy drástica o cuando se trata de países que
han hecho la transición de una economía socialista a otra liberal. Mientras tanto, los
países occidentales mantienen altos aranceles para la mayoría de los productos dónde
los países más pobres tienen una ventaja comparativa, como los agrícolas. También
se promocionan las exportaciones de materias primas y de productos manufacturados
pero de poco valor añadido, productos cuyos precios han ido cayendo en picado en los
mercados internacionales en los últimos años y, de cuya dependencia, es muy difícil
alejarse ahora.
Por otra parte, la eliminación o reducción drástica de las subvenciones a productos
nacionales, tales como los agrícolas y los servicios, la atención sanitaria y la
educación, son una norma. En cambio, los países occidentales siguen gastándose en
torno a un billón de dólares al año para subvencionar sus productos agrícolas, y
protegen y sostienen sus servicios públicos, al menos de momento.
En cuanto a la apertura de los mercados financieros, deja expuestos a estos países a
turbulentos movimientos de capitales para los que no están preparados, y de los
cuales sacan muy poco provecho puesto que son de clara raíz especulativa y, no
precisamente, para contribuir al desarrollo y la mejora de estos países.
Otra de las medidas recomendadas por el FMI hace referencia a la privatización de los
servicios públicos, sin darse cuenta de que en estos países sólo el Estado es capaz de
asumir la competencia de los mismos. Puesto que cuando hay un cambio rápido de
propiedad sin un marco jurídico desarrollado, se extiende la corrupción; además de
que de los más pobres nunca se hacen cargo las empresas, sino los Estados. Por
otra parte, la privatización de los servicios públicos contribuye generar más
desempleo, ya que se despiden a los funcionarios de más antigüedad para ser
sustituidos por otros empleados que requieren salarios más bajos.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
28
Y en resumidas cuentas, todos estos aspectos no sólo no ayudan al desarrollo de los
países del Sur, sino que además se aseguran de que el status quo no cambie en los
más mínimo, además de que fomentan el descontento social y la inestabilidad política.
En cuanto al BM, también ha contribuido personalmente a dicha situación, fomentando
el libre mercado y la lucha competitiva e individualista a través de sus préstamos, los
cuales están sujetos en muchas ocasiones a la aceptación previa de medidas
neoliberales (George y Sabelli, 1994:25). El BM está constituido principalmente por
dos instituciones, éstas son: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el
Desarrollo (BIRD), creado en 1944, y la Asociación Internacional de Desarrollo (AID),
fundada en 1960. El BIRD negocia los préstamos con los países de manera
individualizada, y en las siguientes condiciones: hay un periodo de 5 años durante los
cuales no se amortizan intereses, al que le sigue otro periodo de entre 15 y 20 años en
el cual se devuelve la deuda a los tipos de interés del mercado. En cuanto a la otra
institución, concede créditos blandos a los países que no pueden permitirse someterse
a las condiciones de los préstamos del BIRD, estos préstamos están libres de
intereses durante los 10 primeros años, tras los cuales la deuda debe ser amortizada
en un periodo máximo de 40 años.
En total, estas instituciones otorgan cuatro tipos de préstamos. Los préstamos para
proyectos, que son los clásicos del BM; los préstamos sectoriales, que gobiernan todo
un sector de la economía de un país, y conlleva unas restricciones que determinan las
políticas y prioridades nacionales de un país (George y Sabelli, ob.cit.:23); los
préstamos institucionales, que se usan para la reorganización de las instituciones
gubernamentales, orientando sus políticas al libre comercio y el acceso sin
restricciones de las empresas a las transnacionales, y que son el origen en muchas
ocasiones de las empresas de servicios públicos privatizadas y los organismos que los
regulan (ob.cit.:24); y por último, los préstamos de Ajuste Estructural que fueron
creados, aparentemente, para aliviar la deuda externa, pero que en realidad ayudan a
convertir los recursos económicos nacionales en producción para la exportación y
fomentar la penetración de las transnacionales en economías anteriormente
restringidas (Ibid).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
29
De acuerdo con la teoría de Susan George y Fabrizio Sabelli, estos cuatro tipos de
préstamos están coordinados desde que el Banco se reorganizara en 1987, y su meta
es la de asegurarse que contribuyen a la realización de las política global económica
fijada por el Banco para dicho país.
Es decir, tanto el FMI como el BM junto con el Departamento de Hacienda de EEUU, y
gracias a la situación crítica de deuda externa en la que se hallaban muchos países
del Sur, lograron introducir e imponer una política económica de claro corte neoliberal
a través de los PAE y los préstamos condicionados del BM, de cuyos nefastos
resultados ya se empezaría a hablar en la década de los 90.
5.1.4 Del GATT a la OMC, historia de la creación de la Organización Mundial del
Comercio.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se pensó que las mejores instituciones para regular
la economía internacional serían el FMI, el BIRD, y una organización global del
comercio (OIC) que arbitrase la actividad comercial como complemento a las otras
dos. De hecho, Washington estaba interesado en una organización que liberara el
comercio en interés de las grandes compañías internacionales, cuyo objetivo debía ser
el progresivo desregulamiento de la actividad comercial. Sin embargo, y como señalan
el catedrático Richard Peet y sus colaboradores, Washington se oponía a la OIC pues
ésta institución se proyectaba como una organización controlada democráticamente,
dónde cada país tuviera derecho a un voto, y podía interponerse a los intereses de
EEUU, los cuales no estaban dispuestos a sacrificar en aras de la estabilidad
internacional. En contraste, el GATT era una propuesta de acuerdos comerciales que
carecía de organización ejecutiva y por lo tanto, los países no se hallaban sujetos a los
mismos, pues <<podían retirarse voluntariamente del acuerdo o saltarse aquellas
normas que no les fueran convenientes>> (Peet y otros, 2001:190).
La idea básica del GATT era la de ir eliminando progresivamente los obstáculos al
comercio exterior y la discriminación, para de este modo permitir a todos los países
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
30
aumentar la producción, favoreciendo así el crecimiento económico de los mismos,
planteamiento que trajo de vuelta el pensamiento económico liberal del siglo XIX.
La primera Ronda del GATT se celebró en Ginebra en 1947. Ya a finales de los años
70 y comienzos de los 80, la política comercial favoreció a las transnacionales en
contra de las industrias nacionales, que estaban interesadas en el comercio exterior, la
seguridad de las exportaciones, y la protección de los derechos de propiedad
intelectual. La Ronda de Uruguay (de 1986 a 1994) profundizó todavía más en la
liberalización del comercio y la eliminación del proteccionismo a través de las
siguientes medidas: intentó eliminar los subsidios a las exportaciones agrícolas y
textiles, se ocupó de las barreras no arancelarias, de los aspectos técnicos del
comercio, tomó medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio, se
revisó el código “anti-dumping” e hizo más estrictas las investigaciones sobre
infracciones (Peet y otros, ob.cit.:193).
Además, en 1994 la OMC sometía a su ámbito no sólo las materias primas, la
agricultura, las manufacturas y la tecnología sino cualquier actividad humana gracias
al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), el cual abarca
prácticamente todas las actividades humanas, con la excepción de los Bancos
Centrales, la Justicia, la Policía y la Defensa Nacional. En cambio, toda otra actividad
es susceptible de ser privatizada, puesto que aunque los gobiernos no están obligados
a liberalizar la educación, el medio ambiente o cualquier otra actividad en su lista de
compromisos, éstas están destinadas a ampliarse en cada nuevo acuerdo; y por lo
tanto, y como señala Susan George, todas ellas corren el riesgo de ser liberalizadas
tarde o temprano (George, 2002:58). Por el contrario, la Ronda de Doha en 2001 dio
un giro distintivo y quiso poner en primer plano las necesidades e intereses de los
países en desarrollo. Sin embargo, hasta la fecha no se han obtenido resultados a
este respecto (Watkins, 2002b:1).
La Organización Mundial del Comercio no se fundaría hasta el 1 de Enero de 1995 y
representa una versión más institucionalizada y formalizada del GATT firmado en
1947. Los siguientes párrafos dónde se detallan el objetivo de la OMC, sus funciones y
estructura, han sido tomados de un documento divulgativo que la propia organización
usa para darse a conocer al público en general.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
31
Cuadro N· 1 Objetivo de la OMC
Objetivo:
“La Organización Mundial del Comercio (OMC) es el único organismo internacional que se
ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Su principal propósito es asegurar
que las corrientes comerciales circulen con la máxima facilidad, previsibilidad y libertad
posible”
Fuente: OMC (2006) La OMC... en pocas palabras.
Cuadro N· 2 Funciones y Estructura de la OMC
Funciones
• administrar los acuerdos comerciales
• servir de foro para las negociaciones comerciales
• resolver las diferencias comerciales
• examinar las políticas comerciales nacionales
• ayudar a los países en desarrollo con las cuestiones de política comercial,
prestándoles asistencia técnica y organizando programas de formación
• cooperar con otras organizaciones internacionales.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
32
Estructura
La OMC está integrada por cerca de 150 países, que representan más del 97 por ciento
del comercio mundial. Aproximadamente otros 30 países están negociando su adhesión a
la Organización.
Las decisiones son adoptadas por el conjunto de los países Miembros. Normalmente esto
se hace por consenso. No obstante, también es posible recurrir a la votación por mayoría
de los votos emitidos, si bien ese sistema nunca ha sido utilizado en la OMC y sólo se
empleó en contadas ocasiones en el marco de su predecesor, el GATT. Los Acuerdos de la
OMC han sido ratificados por los parlamentos de todos los Miembros. El órgano
superior de adopción de decisiones de la OMC es la Conferencia Ministerial, que se reúne
al menos una vez cada dos años.
En el nivel inmediatamente inferior está el Consejo General (normalmente compuesto
por embajadores y jefes de delegación en Ginebra, aunque a veces también por
funcionarios enviados desde las capitales de los países Miembros), que se reúne varias
veces al año en la sede situada en Ginebra. El Consejo General también celebra
reuniones en calidad de Órgano de Examen de las Políticas Comerciales y de Órgano de
Solución de Diferencias.
En el siguiente nivel están el Consejo del Comercio de Mercancías, el Consejo del
Comercio de Servicios y el Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio (Consejo de los ADPIC), que rinden informe al
Consejo General.
La OMC cuenta igualmente con un importante número de comités y grupos de trabajo
especializados que se encargan de los distintos acuerdos y de otras esferas como el medio
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
33
ambiente, el desarrollo, las solicitudes de adhesión a la Organización y los acuerdos
comerciales regionales.
Fuente: OMC (2006) La OMC... en pocas palabras.
5.1.5. El principal objetivo de la OMC.
Según hemos visto en el punto anterior (objetivos y funciones), la OMC se presenta a
sí misma como una organización neutral que ayuda a abrir y mantener el flujo
comercial, dónde los gobiernos pueden llegar a acuerdos sobre el comercio que
beneficien a todas las partes implicadas, cómo una entidad imparcial que interviene
para resolver las diferencias entre los países miembros y además, comprometida a
ayudar a los países en desarrollo.
Sin embargo, ya de entrada se puede objetar que no es enteramente neutral, pues
aboga por una política económica determinada cuyo principal propósito es la
liberalización comercial y el ataque al proteccionismo, políticas neoliberales que de
ningún modo son beneficiosas para todos los países.
De hecho, las naciones que mejor han respondido a la globalización económica no
fueron aquellas que liberalizaron sus mercados rápidamente como ocurrió en
Latinoamérica, sino aquellas que diseñaron sus propias políticas de acuerdo con sus
necesidades y que fueron eliminando el proteccionismo lenta y selectivamente, a la
vez que apoyaban agresivamente sus exportaciones en el exterior y se respaldaban
en unas políticas sociales fuertes, como es el caso de Vietnam, China, Taiwán y el Sur
de Corea por ejemplo (Watkins, 2002a:7). Así lo avala también el Informe sobre
Desarrollo y Comercio de 2002 de la UNCTAD, cuando asegura que a pesar de la
liberalización económica llevada a cabo en las dos décadas anteriores, los ingresos en
los países en vías de desarrollo no aumentaron significativamente (Peet y otros,
2001:205).
Entonces, ¿cuál es el propósito real de la OMC aparte de reforzar los estándares ya
existentes y los derivados de los acuerdos del GATT? Para algunos autores, y
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
34
empleando las mismas palabras de Jerry Mander, presidente del Foro Internacional
sobre Globalización, <<el objetivo de la OMC es ampliar la libertad de las grandes
multinacionales para actuar fuera del alcance de cualquier norma nacional y restringir
el derecho de los gobiernos nacionales a regular el comercio en defensa de los seres
humanos o de la naturaleza>> (1999:2).
Cómo señala Mander, la OMC ha recibido poderes vitales mayores que los de
cualquier otra institución internacional, incluida la ONU, para hacer cumplir los
acuerdos establecidos a través del Órgano de Solución de Diferencias (OSD) que
acoge el poder coercitivo de la organización, y además, ha apoyado la mayor
transferencia habida en toda la historia, de poderes políticos y económicos de los
Estados a las multinacionales (ob.cit.:1).
Esto ha sido posible gracias a la creación de nuevas normas que prohíben las
medidas reguladoras que restringen u obstaculizan el libre flujo del comercio
internacional y que además, se han impuesto a los países bajo la amenaza de
fortísimas sanciones. Así por ejemplo, el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al
Comercio (OTC) y el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF), hacen
muy difícil el principio de “precaución” por el cual cualquier país restringiría la
importación de un producto basándose en la ausencia de pruebas que aseguren que
tal producto es inocuo para la salud humana o el medioambiente (George, 2002:33).
En la realidad actual, ni la UE ni ningún país del mundo puede restringir la importación
en base a las posibles consecuencias negativas derivadas del consumo o uso de
ciertos productos, como cabría esperar. Puesto que es el país importador el que tiene
que aportar las pruebas que avalan que dicho producto es perjudicial, y no el país
exportador. Este es el caso de Australia cuando se negó a importar salmones de
Canadá basándose en que éstos podían llevar consigo muchas bacterias para las que
no están preparados los sistemas inmunológicos de los australianos, sin embargo, las
pruebas que justificaban esta restricción debían ser aportadas por Australia y no
Canadá, y como éste hay numerosos casos.
En cambio, en otras ocasiones son los mismos gobiernos los que usan las normas
establecidas en la OMC para presionar sobre la modificación de ciertas políticas de
algunos países, so pena de poner una queja ante la OMC (Bakan, 2004:37). Además,
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
35
como ya hemos visto, también muchas veces el FMI y el BM han contribuido a la
liberalización comercial forzando la liberalización unilateral en los países en desarrollo,
aun siendo ésta contraproducente para su propio desarrollo económico y humano,
como requisito previo para acceder a sus créditos y ayudas (Watkins, 2002b:9).
Sin embargo, que la OMC apoye los intereses de las multinacionales no es una
sorpresa, pues como Stiglitz sostiene en El Malestar en la Globalización, las entidades
multilaterales respaldan los intereses del capital financiero y comercial, <<si los
intereses financieros han prevalecido en el pensamiento en el Fondo Monetario
Internacional, los intereses comerciales han desempeñado un papel dominante en la
Organización Mundial del Comercio. Si el FMI despacha a toda prisa la cuestión de los
pobres - ... - la OMC coloca el comercio por encima de todo lo demás>> (2002:271).
Otros ejemplos lo avalan, Japón tuvo que reducir sus altos estandards sobre la
importación de pesticidas porque se encontró que no coincidían con las normas más
relajadas establecidas por la OMC, o que las restricciones de la UE contra la carne de
vacuno inyectada con hormonas genéticamente manipuladas fueran retiradas y
recibiera fuertes sanciones por ello (1999:2), ya que cuando un país se niega a la
importación de un producto, el OSD da el derecho al país perjudicado a restringir
importaciones del mismo sector del país condenado. Hay que lamentarse de que en el
estado actual de cosas, todo sea posible.
Por otra parte, el GATT y la OMC disponen de un poder básico que estriba en el
Artículo 1 del GATT o “cláusula de nación más favorecida”. Según ésta, cualquier
ventaja, privilegio o inmunidad otorgada a un país determinado, se aplica
automáticamente a todo el resto de países miembro de la OMC. Esto quiere decir que
la incorporación al GATT/OMC permite a cualquier país un fácil acceso a los mercados
mundiales, lo cual otorga un poder a esta institución comparable al que tiene el FMI
(Peet y otros, 2001:247).
Volviendo al problema de origen, Stiglitz plantea varios factores por las cuales la OMC
favorecería a los grupos industriales, una de ellos es que los directivos no son elegidos
democráticamente, y aunque son funcionarios públicos, no tienen que rendir cuentas
frente al público, lo cual da lugar a apoyar intereses especiales. Además, sus
negociaciones se hacen “a puerta cerrada”, incluso las liberaciones sobre violaciones
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
36
de los acuerdos, por lo tanto, no están sujetas al escrutinio público ni pueden ser
sometidas a crítica (Stiglitz, 2002:284). No es extraño que siendo así, no tengan en
cuenta ni los intereses públicos ni el medio ambiente. Y en resumidas cuentas, aunque
en la OMC cada país tiene un voto, la realidad es que EEUU, la UE y Japón han
dominado siempre dentro de la misma, declarando políticas y prácticas comerciales
unilateralmente (ob.cit.:282).
De hecho, y si recordamos las palabras de la OMC <<las decisiones son adoptadas
por el conjunto de los países Miembros. Normalmente esto se hace por consenso. No
obstante, también es posible recurrir a la votación por mayoría de los votos emitidos, si
bien ese sistema nunca ha sido utilizado por la OMC...>> (OMC, 2006:2). Además, y
según afirma Susan George, los países en desarrollo a veces no tienen ni un
representante permanente en la OMC, o bien comparten uno entre varios países, por
otra parte, se tratan tantos temas a la vez y hay tantas reuniones simultáneas que es
virtualmente imposible estar bien informado de todo lo que pasa en ella (2002:21).
Ya para terminar este epígrafe, sólo añadir que la OMC se apoya en tres principios
englobadores, que en palabras de Susan George, <<alientan la carrera hacia el
abismo>>. El primero es que por la ley anti-dumping, los servicios públicos y las
industrias nacionales que reciben subvenciones pueden ser todos objeto de atención
de la OMC, puesto que recibir subvenciones ofrece una ventaja frente a los
competidores que se puede entender como competencia desleal. Otra es que no se
puede discriminar productos similares en base a sus procesos o métodos de
producción, en este caso no hay ninguna diferencia entre un producto fabricado por
niños en condiciones de explotación, y otro fabricado en unas condiciones amparadas
por la OIT, ni ninguna posible objeción a su compra. Incluso la alegación de perjuicios
sanitarios o medioambientales, como ya hemos visto anteriormente, no pueden
justificar la exclusión de un producto. Por otra parte, la eliminación de las restricciones
cuantitativas se aplican tanto a importaciones como a exportaciones, dándose el caso
de que un país esté obligado a exportar un determinado producto aunque éste sea
escaso, y el país exportador sea el primero en necesitarlo (ob.cit.:27). Estos tres
principios suponen una carrera hacia el abismo porque siempre se podrá producir más
barato abusando de los trabajadores y el medio ambiente, y puesto que no se puede
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
37
discriminar en base a principios sociales, éticos ni medioambientales, no hay razón
para no hacerlo.
Además, esta misma situación inclina a los países en desarrollo a permanecer en el
mismo nivel de desarrollo en el cual se encontraban cuando entraron en la OMC como
miembros. Ya que no pueden proteger sus industrias nacionales al estar obligados a
abrirse al comercio internacional, intentarán por lo menos obtener alguna ventaja
comparativa mediante la relajación del derecho laboral o medioambiental (2002:31).
En resumen, como muchos autores sostienen, los intereses financieros, y
especialmente los bancos de inversión han influido fuertemente sobre las políticas
económicas diseñadas por la tríada FMI-BM-OMC, actuando a través del Tesoro de
EEUU y de consultas directas. Estos intereses financieros obstaculizan que se tengan
en cuenta otras políticas económicas alternativas debido a su control de la información
y su poder sobre el capital (Peet y otros, 2001:263). De hecho, como señala Stiglitz, el
papel del FMI en su origen era el de financiar temporalmente los déficits de los países
con problemas en su balanza de pagos, siempre desde una perspectiva keynesiana, y
teniendo como objetivo el pleno empleo, pero la realidad fue que cuando el FMI cayó
“en manos de los fundamentalistas del mercado” se adoptó una postura de austeridad
fiscal ante una recesión, y entrega de dinero sólo si el país prestatario se plegaba a las
demandas del FMI. Las medidas se concentraron principalmente en políticas
financieras: control del gasto público, tipos de interés, impuestos - para asegurarse
que los gobiernos disponían de dinero para devolver los préstamos- y comerciales, de
apertura de los mercados lo cual favorece la exportación, pero en una sola dirección.
Medidas todas ellas dirigidas a asegurar que los países endeudados reembolsaban el
capital.
Por lo tanto, de aquí se desprenden tres consecuencias absolutamente relevantes, la
primera es que el Tesoro de EEUU y Wall Street lograron crear con la colaboración del
FMI, el BM y la OMC un espacio económico mundial desregulado, libre de
interferencias para la actuación de las multinacionales, el comercio de productos y
servicios y el flujo de capitales, resultando de todo ello <<una economía salvaje de
intereses en lucha y deuda intrínseca>> (ob.cit.:264) que enfrenta a los países y a los
trabajadores de todo el mundo unos contra otros al más puro estilo darwinista. Y las
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
38
otras dos consecuencias, sobre todo relevantes en cuanto al tema que estamos
tratando, son que la OMC se ha convertido en un obstáculo para que los Estados
protejan los intereses de sus ciudadanos (como trabajadores, consumidores o simples
seres humanos con derecho a elegir y decidir) y los intereses nacionales o
medioambientales; y que las multinacionales se han convertido así mismo en una
auténtica amenaza para los Estados, que han visto como progresivamente mermaba
su campo de acción y poder de decisión en los últimos 30 años.
5.1.6 El doble rasero de las negociaciones comerciales de la OMC.
A lo largo de la historia, los países más desarrollados siempre han tratado de obtener
acuerdos comerciales ventajosos a costa de los países menos desarrollados y, claro
está, cuanto más avanzado el país más capacitado para inclinar la balanza a su favor
en las negociaciones. De hecho y parafraseando a Kevin Watkins, el GATT o Acuerdo
General sobre Tarifas y Comercio, fue originado precisamente porque nadie cree en
el libre comercio.
El problema hoy en día es que las mismas entidades multilaterales internacionales, y
el comercio internacional, perpetúan esta situación de desigualdad entre los países.
Como resultado, el G7 que representa tan sólo 1/10 parte de la población mundial
cuenta con el 50% de las exportaciones, mientras que los países de rentas más bajas
representan al 40% de la población pero tan sólo un 3% de las exportaciones
mundiales (K. Watkins, 2002a:3). En el presente sin embargo, ya no se suele utilizar la
fuerza militar para abrir los mercados, sino que se usa el poder económico a través de
la amenaza de sanciones o la retirada de ayuda en momentos de crisis (Stiglitz,
2002:90).
La doctrina central del neoliberalismo predica que la liberalización comercial aumenta
la producción de cada país, lo cual impulsa el crecimiento económico y ayuda a la
reducción de la pobreza y otros problemas concomitantes. En cambio, la liberalización
comercial rápida no es siempre aconsejable, pues las industrias débiles de los países
en vías de desarrollo no pueden competir contra las industrias de los países
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
39
desarrollados, con lo que muchas empresas se ven obligadas a cerrar creando aún
más desempleo. Esto es algo tan obvio que los países desarrollados siempre han
actuado protegiendo sus industrias, incluso hoy en día se apoyan en barreras
proteccionistas contra varios de los productos básicos del tercer mundo. Además,
estos países están obligados a aceptar normas sobre inversión y propiedad intelectual
que muchas veces están en contra de su propio desarrollo como condición previa para
acceder a los mercados de países desarrollados. Por otra parte, es necesario que las
instituciones legales estén completamente desarrolladas antes de la liberalización,
puesto que de otra forma la corrupción campa a sus anchas y se crean oligopolios. Y
en cuanto a la inversión extranjera, no siempre es productiva, puesto que si no se
tienen como objetivos la maximización de la transferencia tecnológica, el aprendizaje,
el desarrollo de nuevas habilidades, y se construyen relaciones entre las empresas
locales y las compañías extranjeras, puede ocurrir que después de que éstas repatríen
los beneficios y se vayan del país, no quede absolutamente nada de provecho (K.
Watkins, 2002b:6-7).
Esto explica por qué la liberalización económica en Latinoamérica sólo trajo
empobrecimiento, y por qué los países del Este asiático que tuvieron éxito, fueron
precisamente aquellos que no siguieron las normas de la Globalización económica,
sino sus propias reglas de acuerdo con su situación particular. Así por ejemplo, China
eliminó las barreras proteccionistas cuando estaba segura de poder competir, y lo hizo
a medida que iba creando otros puestos de trabajo, sabiendo que disponía de capital
para la creación de nuevas empresas, en realidad se abrió al mercado mundial 20
años después de haber empezado a prepararse (Stiglitz, 2002:88).
Por otra parte, la liberalización se ha dado a ritmos distintos dependiendo de si se
trataba de países desarrollados o no, siendo éstos últimos los más perjudicados,
dándose la paradoja de que de acuerdo con el Índice de Restricción Comercial del
FMI, 17 países de Latinoamérica y 19 de África están más abiertos que los países de
la UE-15 y EEUU (Watkins, 2002b:3), a pesar de todo, de cada 100 millones de
dólares en beneficios obtenidos en el comercio mundial, 97 millones son para los
países ricos y sólo 3 para los pobres (OI, 2005:8) Esto se debe a que los acuerdos en
la OMC se imponen unilateralmente, de forma que nos encontramos con la
liberalización rápida de mercados cuyos productos son aquellos en los cuales los
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
40
países occidentales ofrecen una ventaja comparativa; en cambio, aquellos mercados
dónde los países en desarrollo tendrían más oportunidades, han permanecido más
cerrados o totalmente cerrados, como es el caso de los productos agrícolas, textiles y
de la confección.
Así el Acuerdo Multifibra representaba un sistema de cuotas que se aplicaba a los
países desarrollados, en la Ronda de Uruguay (año 1994) se acordó que los países
terminarían con este acuerdo por fases, pero en las primeras fases sólo se
liberalizaron productos que de hecho, nunca habían estado sujetos a cuotas o sólo
aquellos productos de bajo valor, como los hilos (Watkins, 2002a:5). Pero si
comparamos el Acuerdo Multifibra con el caso de la agricultura, áquel resulta ser un
modelo de liberalización, ya que los países de la OCDE siguen invirtiendo 1 billón de
dólares anuales en subsidios para tales productos (2002:5) y vendiendo los
excedentes en los países en desarrollo a precios de risa, pues estos productos están
tan subsidiados que no hay relación alguna entre los precios de venta y el costo de la
producción, efectuando lo que se llama dumping, que consiste en exportar un producto
a un precio inferior al que normalmente cobra en su mercado nacional. Algo que según
las normas de la OMC no está permitido porque constituye competencia desleal, pero
que los países ricos continúan practicando a pesar de destruir con ello los medios de
vida de millones de pequeños y medianos agricultores del tercer mundo. Ante la
petición de estos países de acabar con el dumping en la exportación, los
antirreformistas de los países más ricos posponen interminablemente tratar del tema y
mientras tanto, la UE no abre sus mercados tan fácilmente a los productos agrícolas
de países en vías de desarrollo, y otros como EEUU y Japón, ponen aranceles muy
altos a las importaciones (OI, 2002c:36-37).
Uno de los problemas por el cual los países en desarrollo no están consiguiendo
beneficios significativos, se debe precisamente a que no pueden romper su
dependencia de los productos básicos como las materias primas o los recursos
naturales, cuyos precios han tendido a disminuir durante todo este periodo. Además,
la producción de productos que más crecen son los manufacturados, y cuánto más
intensivos en tecnología mayor valor añadido tienen y mayores son los beneficios.
Incluso cuando los países en desarrollo han exportado manufacturas, éstas siguen
siendo intensivas en mano de obra, carecen de valor agregado y por lo tanto, de
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
41
dinamismo en los mercados mundiales. Además, la exportación masiva de estos
productos en el extranjero ha provocado una nueva caída de los precios, ya que la
competencia es internacional entre productores de todo el mundo para atraer la
inversión extranjera directa, lo cual ha empeorado con mucho la posición negociadora
de los productores o proveedores (Peet y otros, 2002:206).
También en el sector servicios hallamos ejemplos de los tratos comerciales injustos.
Por ejemplo, tras la Ronda de Uruguay se exportaron principalmente los servicios que
ofrecen los países desarrollados, como los financieros y la tecnología, pero siguieron
estando cerrados los servicios marítimos y los de construcción, en los cuales los
países subdesarrollados pueden conseguir una pequeña ventaja (Stiglitz, 2002:89).
Por otra parte, los países en vías de desarrollo han sido forzados muchas veces a
abrirse ante la condicionalidad de las ayudas ofrecidas por el FMI y el BM. De hecho,
en el documento de Oxfam International Europe’s Double Standards, se asegura que
son precisamente estas dos entidades las armas que usan los países ricos para
acceder a nuevos mercados, pues a través de ellas no hay que hacer ninguna
concesión a cambio (OI 2002:5). Así por ejemplo, Watkins nos cuenta como a pesar
de que el continente africano recortó drásticamente sus aranceles para recibir ayudas
de FMI y del BM, no obtuvo a cambio un mayor acceso al mercado de bienes de los
países desarrollados, puesto que la OMC no reconoce las medidas adoptadas a través
del FMI y el BM (Watkins, 2002a:12).
En cuanto a la liberalización de los mercados de capitales y financieros, según Stiglitz,
el mismo FMI ha reconocido que se abrieron demasiado deprisa en los países en vías
de desarrollo, y contribuyeron a las crisis financieras globales de los años 90 que,
aunque negativas para todos, fueron especialmente desastrosas para los países más
pobres (2002:87). Ya que éstos países carecen de políticas de seguridad para
acometer los efectos negativos de las recesiones económicas, y tienen una
competencia limitada en los mercados financieros que hace más difícil que les pueda
traer los benéficos económicos que significan para los países desarrollados. Este
dinero es de raíz claramente especulativa, de forma que muchas veces los contratos y
préstamos cortos en los países en vías de desarrollo, son apuestas para obtener
dinero fácil y rápido a través de los tipos de cambio, y no precisamente, para construir
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
42
fábricas y crear empleo. Además, el flujo de capitales volátiles desincentiva las
inversiones a largo plazo en los países subdesarrollados por el alto riesgo que
conllevan, ya que pueden entrar y salir del país en segundos. Para equilibrar los
efectos adversos, se aconseja al Estado acumular reservas iguales a la suma de los
préstamos, pero esto deja a los Estados con menos dinero para invertir y promover el
crecimiento en sus países (Stiglitz, ob.cit.:94-95).
Hoy en día, los países pobres todavía necesitan más empleo y oportunidades de hacer
negocio, más oportunidades de exportación, una competición más justa, incrementar
su capacidad de aprovisionamiento, mejorar la competitividad a través de fortalecer
sus industrias emergentes, proteger los sectores más débiles -al igual que hicieron en
su día los países desarrollados-, y recibir una mayor ayuda económica (OI, 2005). Sin
embargo, tras las últimas conversaciones en la Ronda de Doha no se ha conseguido
avanzar, no se ha resuelto nada sobre el dumping y el bloqueo a las importaciones
agrícolas del tercer mundo, los países ricos han exigido que los pobres recorten sus
aranceles a los productos manufacturados, presionan para que se liberalice todavía
más el sector servicios pero no en cambio la fuerza laboral migrante temporal, los
temas que son importantes para los países en desarrollo se dejan de lado o se
posponen, a los nuevos países de la OMC se les imponen duras condiciones para
ingresar en la misma, pero no se les ayuda para implementar los acuerdos de la OMC
y, aunque sí parece que los países ricos han mostrado cierto interés sobre temas
como “aid for trade” y los “paquetes de desarrollo”, se teme que puedan ser usados
como armas coercitivas para imponer concesiones en algunos sectores de los países
en desarrollo (OI, ob.cit.:4-5).
Ya en la Ronda de Uruguay estos países se vieron obligados a firmar acuerdos que
tuvieron consecuencias desastrosas para su desarrollo, porque las propuestas y
borradores que los países ricos crean en la OMC se imponen con una actitud de
“tómalo o déjalo” a los otros miembros y, aunque durante muchos años se ha hablado
de la falta de transparencia dentro de la OMC y de la poca participación de los países
en vías de desarrollo, hasta ahora nada se ha hecho al respecto y de momento, todo
acuerdo a favor del desarrollo va seguido de algún tipo de concesión por parte de los
países más pobres. De hecho, tras las últimas conversaciones de Ronda de Doha la
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
43
ONG Oxfam International cree que sería mejor para estos países no firmar ningún
acuerdo antes que continuar haciendo concesiones que van en su detrimento.
Desgraciadamente, y ante tal situación de cosas, es fácil entender por qué la
Globalización Económica no ha cumplido con las promesas de crecimiento económico
para todos. La tarta siempre se ha dividido en partes desiguales, y los trozos más
pequeños van invariablemente para los países más pobres. En cambio, es una
realidad que la producción mundial de exportaciones representa hoy en día ¼ del
producto doméstico mundial, y por lo tanto, es una oportunidad de oro para crear
empleo, promover el crecimiento económico en todos los países y resolver problemas
endémicos como el hambre o la pobreza.
Los intereses creados y respaldados por las organizaciones multilaterales como el
FMI, el BM y la OMC, mantienen el trato desigual en las relaciones comerciales entre
países ricos y del tercer mundo, favoreciendo siempre a aquéllos y obstruyendo el
desarrollo de éstos, además se impone dejar de ver el crecimiento en términos
puramente económicos, y proponer algo más que simple liberalización comercial
(unilateral) e inversión extranjera directa para ayudar al desarrollo de los países más
pobres. Es necesario diseñar estrategias cuyos objetivos prioritarios sean la creación
de empleo y el desarrollo económico y humano. Sin embargo, aunque la aplicación de
políticas y prácticas comerciales justas y consensuadas ayudarían a reestablecer el
equilibrio en las relaciones comerciales, no servirán de nada sin políticas nacionales
fuertes que apoyen la creación de empleo y atenúen la pobreza, como fue el caso de
los países del Este asiático.
5.1.7 La nueva concepción neoliberal del trabajo
Durante el siglo XX y XXI hemos conocido dos enfoques distintos en cuanto al
tratamiento de la fuerza de trabajo, las teorías económicas que albergan ambas
posiciones son la keynesiana y la neoliberal respectivamente, y tienen su anclaje en
unas circunstancias histórico-económicas determinadas que ayudan a entender, en
parte, el trato distinto que se ha dado a la fuerza de trabajo.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
44
El modelo keynesiano surgió y se desarrolló a causa de la crisis de los años 30,
Keynes achacaba la misma al mal funcionamiento del mercado, reconocía la
existencia y conflicto de los intereses individuales y proponía para acabar con la crisis
y evitar otras futuras, la intervención del Estado en materia económica; así apareció
gestionando ciertos sectores de la economía, ampliando el sector público y
desarrollando políticas de bienestar. Esta teoría también daba prioridad a la creación
de empleo, puesto que en los años 30 es cuando se producen las primeras
transformaciones técnicas que posibilitan la producción en masa y a su vez, grandes
tasas de paro. Por ello, la nueva política tenía como objetivo la creación de empleo y
garantizar salarios altos para fortalecer el crecimiento de la demanda, además
reconocía a los sindicatos, con lo que se paliaban de alguna forma los antagonismos
sociales.
En cambio, con la crisis de los años 70 a causa del elevado desempleo y la alta tasa
de inflación, surge una nueva explicación sobre la crisis, que esta vez se achaca al
mismo Estado y a sus cada vez más crecientes gastos, y a los altos costes de la
fuerza de trabajo. Esta teoría daba prioridad a la inflación frente al desempleo, lo cual
llevó a una política monetaria restrictiva, seguida de una cada vez mayor reducción del
gasto público y, en su tercer momento, a la contención salarial (Bilbao, 1993:45).
En cuanto al tratamiento de la fuerza laboral, mientras desde la teoría keynesiana se
daba prioridad al pleno empleo, los salarios altos y una serie de garantías sociales
adquiridas por el trabajo, con el neoliberalismo el empleo se reduce a pura
“funcionalidad” dentro de un sistema cuyo único objetivo es la maximización de
beneficios, con lo que el puesto laboral queda totalmente a merced de las leyes de la
oferta y la demanda y la innovación tecnológica, reducido a mero puesto de trabajo
que no garantiza derechos laborales ni sociales.
El cambio en el tratamiento de la fuerza de trabajo ha implicado una fortísima
subordinación de éste al capital en los países occidentales durante los últimos años. Y
además ha implicado la sumisión total de los Estados a las grandes multinacionales, y
un retroceso o repliegue por parte de éste, ante la defensa de lo social y los
ciudadanos. Hay muchos factores que han influido en los cambios experimentados
por el mercado de trabajo, como son los límites territoriales de los mercados, sus
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
45
características y funcionamiento, así como la misma concepción de empresa, las
estrategias empresariales en un entorno determinado, etc, todos ellos son aspectos
que modifican el mercado de trabajo, pero lo que parece indudable, es que ha sido la
globalización de los mercados de bienes y capitales, el factor que mayor incidencia ha
tenido, y tiene, sobre el empleo (Alós y Jódar, 1996:18).
Gracias a la tecnología, y a la libertad del movimiento de capitales, las únicas
restricciones que condicionan a las empresas son las que tienen que ver con la
rentabilización de inversiones y de disponibilidad de mano de obra. La consecuencia
directa de este escenario es que hay un fuerte desequilibrio entre las fuerzas del
capital y del trabajo, aumentando los empresarios su capacidad de control sobre los
trabajadores. El poder de cualquier gran empresa es tal, que son ellas las que deciden
dónde se invierte o si se cierran instalaciones, son las que garantizan la estabilidad
monetaria o la creación o destrucción de empleo y sus características, y ya no sólo sin
que existan restricciones políticas a sus decisiones y maniobras, sino que además los
gobiernos compiten entre ellos mismos con subvenciones y cambios legislativos que
las favorecen para atraerlas (Alós y Jódar, ob.cit.:24-25). Ante tal estado de cosas, se
puede concluir que por ahora, el trabajador se halla sólo y casi totalmente
desamparado por la ley y la justicia.
Todas estas circunstancias nos hacen preguntarnos sobre el papel del Estado, hasta
ahora ha sido el de retroceder y doblegarse ante los avances del capitalismo; por esta
razón, se impone la necesidad de una mayor presencia del mismo en todos los países
y a nivel mundial, creando organismos internacionales que sirvan de contrapeso a los
intereses capitalistas. Pues es el Estado el único garante de lo social, sin un Estado
que favorezca una sociedad mínimamente justa y equilibrada, se pone en interrogante
la condición de su misma existencia y el tipo de sociedad en la que queremos vivir. El
papel del Estado en esta nueva teoría económica ya no tiene ninguna función como
moderador de los antagonismos sociales, ni mucho menos dentro del mercado de
trabajo, sólo debe encargarse de adaptar la legislación al funcionamiento mercantil, de
la disciplina monetaria y proveer de mecanismos que <<eviten conflictos de visibilidad
extrema>> (Albarracín, 2001:12).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
46
5.1.8 Factores que han influido en el proceso de precarización de las condiciones
laborales.
Siguiendo el estudio realizado por Alós y Jódar sobre la globalización y la
segmentación del mercado y, sin atenernos a un orden de prioridad, las principales
explicaciones que se dan sobre las causas que han provocado estos cambios en la
fuerza de trabajo son las siguientes: la internacionalización de los mercados, el nuevo
papel que las empresas han adquirido en la determinación de decisiones económicas,
la crisis fiscal y del Estado de Bienestar, los cambios en la tecnología, el aumento de
los niveles de bienestar y culturales o educativos de la población a partir de los años
50, la incertidumbre de los mercados, los cambios en la organización del trabajo, la
creciente terciarización de la economía y la competencia de los nuevos países
desarrollados como Japón y otros del tercer mundo a partir de los años 70.
De todos ellos, el factor que más influencia ha tenido sobre los cambios que ha sufrido
el trabajo, ha sido la globalización de los mercados de bienes y capitales, puesto que
la liberalización de estos mercados supone dejar en manos de las compañías
cuestiones tan importantes como las decisiones sobre inversión, de localización
industrial, empleo, tipos de interés, etc. El arma más poderosa con la que cuentan las
compañías es la localización, al depender de ellos dónde se invierte y si se crea
empleo o se destruye, influyen sobre la estabilidad monetaria y económica de un país,
teniendo mucha más influencia sobre los gobiernos que cualquier sindicato.
Además, sus estrategias se basan en la reducción de costes laborales y de
productividad en su lucha por la competitividad internacional, por lo que presionan a
los gobiernos a favor de la desregulación laboral. <<De aquí las políticas
desreguladoras en dicho ámbito (laboral), cuyo objetivo, encubierto algunas veces tras
una cortina de modernización frente a supuestas rigideces o anacronismos (...) es,
fundamentalmente, eliminar los obstáculos que supone la existencia de unas
relaciones laborales articuladas a sus estrategias individuales y a sus políticas de
mano de obra>> (Alós y Jódar, 1996:22). Por otra parte, estos autores señalan que
las empresas usan de chivo expiatorio la competencia con los países en desarrollo,
achacando a la competitividad con éstos sus estrategias y las consecuencias que
tienen sobre el mercado laboral, como si no fueran ellas mismas las que imponen las
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
47
reglas del juego. Y a este respecto, hay que decir que tienen mucha razón cuando
afirman que los medios hacen eco de esta idea propagandística, con lo cual parece
que se legitiman socialmente las decisiones corporativas.
Pero la realidad parece bien otra, ya que Alós y Jódar llegan incluso a afirmar que las
empresas amenazan con condicionar la inversión o trasladarse a otra región, para
conseguir reducciones de plantillas, cambios importantes en las condiciones de trabajo
o reducciones de salarios, y aseguran que hoy en día hay una fortísima presión a favor
de reducir los costes salariales de las personas menos cualificadas. Además, en un
marco competitivo internacionalizado, estas estrategias tienen un efecto de “bola de
nieve”, puesto que la reducción de costes lleva a otras empresas a adoptar las mismas
medidas, llegando a alcanzar a la administración pública, que ante esta situación se ha
decidido a privatizar ciertos sectores públicos o congelar los salarios de los
funcionarios y del personal dependiente.
De momento, no parece que el propósito de los Estados vaya en dirección de mejorar
las cosas, puesto que al deterioro de las condiciones laborales en los países
desarrollados, hay que añadir el mantenimiento de un “ejército de reserva” permanente
- formado por desempleados, trabajadores a tiempo parcial que quieren uno de tiempo
completo, trabajadores susceptibles de perder su empleo en cualquier momento, y
aquellos que no forman parte de la población económicamente activa pero que
podrían trabajar bajo otras circunstancias (presos, inválidos, etc.)-, con lo que se
debilita la fuerza y unidad de los trabajadores. Este “ejército de reserva” como diría
Marx, o trabajadores desechables de hoy en día, están al servicio del capital, permite a
los capitalistas disponer o desechar a los trabajadores a su gusto, según las
necesidades de la producción, lo cual sirve al propósito de acumular riqueza aun en
detrimento de los trabajadores. Pero no sólo eso, sino que además es una arma de
control de la fuerza laboral, puesto que el alto desempleo ayuda en la disciplina de los
trabajadores, evita que los salarios aumenten rápidamente y las afiliaciones a los
sindicatos (Magdoff y Magdoff, 2005:80-81). Lo interesante de la situación actual es
que el pleno empleo nunca figura como uno de los objetivos del Estado en los países
desarrollados y, mientras tanto, se continúan atacando y deteriorando las condiciones
laborales.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
48
Sin embargo, como decía Castells, aunque en la sociedad informacional la flexibilidad
ha sido inducida por la competencia internacional, e impulsada por la tecnología,
creando toda una variedad de categorías de trabajo “flexible”, no se trata en absoluto
de algo inevitable, pues estas estrategias que se presentan como tales no los son, y
sólo continuarán avanzando ante la ausencia de acuerdos y compromisos políticos y
empresariales para estabilizar una o varias dimensiones del trabajo (Castells,
1997:302).
Por estas mismas razones Alós y Jódar sugieren algunas medidas que refuercen el
poder de los Estados. Por ejemplo, es necesario transnacionalizar las estructuras
políticas y sindicales con capacidad de gobierno, ya que no existen mecanismos de
control a nivel internacional, mientras que las multinacionales tienen un control mucho
mayor sobre los capitales, y de información, que gobiernos o sindicatos, cuyo marco
de actuación generalmente se reduce al nacional, de aquí la enorme capacidad de las
empresas para decidir o imponer sus reglas. También proponen limitar la movilidad del
capital para reestablecer el equilibrio entre la fuerza de trabajo y la fuerza del capital, y
frente a la lógica mercantil e individualista, recuperar lo social y las prácticas
redistributivas para paliar las desigualdades.
En resumidas cuentas, y tras todas las transformaciones habidas, podemos concluir
que la fase actual se caracteriza por un doble movimiento: por una parte, se da un
aumento de las condiciones precarias, fuera de los marcos protectores o reguladores,
con una mano de obra nuclear, formada por profesionales que basan su trabajo en la
información y cuyas condiciones laborales están a salvo; y una mano de obra
desechable que puede ser automatizada, despedida o subcontratada según la
demanda del mercado y los costes laborales (Castells, 1997:298). Como
consecuencia, se ataca al estado de bienestar, a los sindicatos, y las leyes de la
legislación laboral, a la vez que se substituye la relación laboral colectiva por
relaciones individualizadoras o mercantilizadas. Y por otra parte, la relación entre vida
y trabajo se reestructura, siendo que el trabajo y la economía invaden ahora la vida
cotidiana (trabajo autónomo, informal o teletrabajo).
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5.1.9 La OMC y el Trabajo.
Como hemos visto anteriormente, uno de los factores que más han contribuido a la
precarización de las condiciones laborales es la presión que las Transnacionales son
capaces de ejercer sobre los Estados, ya que su posición actual es realmente
poderosa, <<disponen ahora de mayor libertad para producir allí dónde la fuerza
laboral y otros costes sean más baratos, para obtener protección para sus patentes y
para invertir y retirar su capital de cualquier país a voluntad>> (Magdoff y Magdoff,
2005:72), ahora nos toca ver cual es la posición de la OMC ante los derechos
laborales.
Hoy en día, las normas laborales están sujetas a la Organización Internacional del
Trabajo fundada en 1919 que actualmente se halla en la órbita de la ONU, dónde se
debaten los derechos laborales desde 1930. La OIT adoptó una Declaración sobre
Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo en la sesión celebrada en Ginebra
en 1998, la cual sostiene que el crecimiento económico no basta para asegurar la
equidad, el progreso social ni la erradicación de la pobreza, ya que sólo garantizando
los principios y derechos básicos de los trabajadores éstos serán capaces de reclamar
la parte justa de la riqueza que ayudan a crear (Peet, 2001:231).
En cambio, las normas laborales no están sujetas de ninguna manera a la disciplina de
la OMC, sólo hay un vago compromiso de que se cumplirán las normas establecidas
por la OIT. Según Richard Peet, hay algunos partidarios de vincular el comercio con
los derechos laborales dentro de la OMC, ya que dos artículos originales del GATT
justifican restricciones comerciales basadas en violaciones de derechos laborales
fundamentales, como son: el artículo XX, que permite a los países miembros restringir
el comercio para proteger “la moral pública” y “la vida y la salud humana”, y sostienen
que debería incluir normas laborales fundamentales; y el artículo XXIII, que afirma que
la supresión de los derechos de los trabajadores en las cadenas de exportación
constituyen un “dumping social” (Peet, ob.cit.:231-232). Sin embargo, cuando este
tema se discutió en la OMC durante la conferencia ministerial del GATT en Marrakech
en 1994, no se alcanzó ningún acuerdo. Algunos países consideran que esta inclusión
daría más prestigio a la OMC pero otros piensan que la violación de los derechos
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
50
laborales se podría usar como arma proteccionista por parte de algunos países a
través de sanciones.
Así que de momento, la OMC carece de políticas favorables a los trabajadores, el
contexto comercial se halla absolutamente desligado de las normas del empleo y del
trabajo, dándose el caso de que en las cadenas de producción exportadoras de los
países en vías de desarrollo se violan todo tipo de normas laborales: las condiciones
son pobres, hay una falta de consideración por la salud y la seguridad de los
trabajadores, la provisión social es inadecuada, los trabajadores se encuentran en una
posición muy vulnerable, son forzados a trabajar horas extras y a destajo para
entregar las partidas, algunos países tratan de silenciar a los sindicatos, los jefes de
las factorías amenazan con el despido si los trabajadores se sindicalizan, las
empresas subcontratadas por las TNCs muchas veces violan los salarios mínimos,
hay discriminación contra las mujeres, etc. (OI, 2002b:194).
Todas éstas son formas para disminuir los costes laborales, y aunque las
transnacionales no crean estas condiciones, sí las promueven presionando a los
gobiernos para que lo hagan, más fácilmente cuando los acuerdos comerciales entre
países que emergen de la OMC no tienen la obligación de observar las normas
laborales estipuladas por la OIT. La realidad es que la OMC no está interesada en los
seres humanos en cuanto trabajadores, pues no fomenta el desarrollo entendido como
benéficos sociales para éstos, sino como beneficios para los seres humanos en su
calidad de consumidores de mercancías de bajo coste (Peet, 2001:237).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
51
5.2 La industria de la Confección en el siglo XXI y la UE.
5.2.1 Las estrategias de la industria de la confección versus Códigos de Conducta.
La Globalización ha reforzado inequívocamente la capacidad negociadora de las
cadenas de tiendas minoristas y marcas, ya que el desarrollo de las nuevas
tecnologías, la apertura de los mercados mundiales y el libre movimiento de capitales,
permite a éstas externalizar la parte de la producción que es más intensiva en mano
de obra – el corte, la confección y el acabado de prendas- y comprar a productores de
todo el mundo (OI, 2004c:4).
Debido a su enorme tamaño, adquirido tras sucesivas fusiones y adquisiciones
internacionales, y el dominio que tienen sobre los mercados globales, su poder de
negociación es incuestionable, imponiendo pedidos que ejercen una gran presión
sobre los proveedores y que se basan en la máxima flexibilidad, el trabajo bien hecho,
barato y rápido (OI, 2004a:4). De esta forma, se deshacen de los costes de producción
y costes laborales de aquellas partes de la producción que dejan menos beneficios
económicos, y presionan para que los proveedores lo hagan por ellos por el mejor
precio posible.
Sin embargo, es precisamente ésta, la fijación de precios, la estrategia fundamental de
las empresas de la confección para mantenerse internacionalmente competitivas.
Éstos no vienen determinados por el mercado como ellas sugieren, sino que las
mismas compañías fijan precios cada vez más bajos para obtener mayores beneficios
y satisfacer al público, incrementando su ventaja competitiva (Ascoly, 2003:6). De
hecho, el departamento de compras de cualquier compañía de la confección es parte
vital del funcionamiento estratégico de las mismas.
Por otra parte, como los proveedores también quieren obtener beneficios trasladan a
su vez estos costes sobre los trabajadores, lo que se traduce en largas jornadas de
trabajo, malos salarios y falta de derechos. Para calcular el precio de la producción
hay que tener en cuenta tres tipos de costes:
- directos: material, transporte, salarios, comisiones, etc.
- indirectos: diseño, ejemplos, administración, etc.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
52
- macro-costes: impuestos, cuotas, aranceles, infraestructura, educación, etc.
El problema es que los proveedores no calculan el coste total, sólo el 15% de todo él
está relacionado con los costes directos. En realidad, rebajar los costes indirectos
sería más eficaz para aumentar el margen de beneficios pero cómo los proveedores
no lo saben, cuando negocian los precios de la producción dejan que los trabajadores
paguen el precio por todas las concesiones hechas (Ascoly, 2003:7).
Hemos visto como externalizar parte de la producción es una de las estrategias, pero
también lo es ocultar otra parte de la misma. Las estrategias de compra de las
compañías son tan agresivas que han incrementado fuertemente la informalización en
este sector. Además de permitir rebajar los costes laborales, también crea para el
empleador una mano de obra flexible, dispuesta a cumplir con los cambios de stock
que varían mes a mes en los llamados “just-in-time production” (Warren, 2004:1). El
resultado de todo esto es que las grandes manufactureras que están al comienzo de la
cadena de producción cuentan con buenas condiciones, y también algunas grandes
fábricas en el segundo nivel, pero a partir de aquí todo el trabajo es informal (Warren,
ob.cit.:2). Cuanto más abajo en el nivel de la cadena de producción se halle el
trabajador, peores serán las condiciones laborales, hasta desembocar en los
trabajadores informales que son los que más sufren esta situación de progresivo
deterioro.
En concreto, la mujer es la más perjudicada por estas malas prácticas, tanto en el
sector textil como en el de la confección, pues representa en ambos entre el 75%
(España) y el 90% (Bangla Desh) de la fuerza de trabajo. Además, tres de cada cinco
trabaja en el sector informal y no tiene derecho a ningún tipo de prestaciones sociales
ni contratos formales (SETEM, 2006:1).
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53
Cuadro N· 3 Presiones en la cadena de producción que generan empleo precario
Fuente: OI (2004) Más por menos, el trabajo precario de las mujeres en las cadenas de
producción globalizadas.
La capacidad de presión de las tiendas minoristas y marcas es tal que ha habido una
reducción del tiempo de producción del 30% en los últimos 5 años, y una caída de los
precios también del 30% en los últimos tres (OI, 2004c:6). El impacto de estas
“rebajas” en las condiciones laborales de los trabajadores de las cadenas de
exportación de la confección no se ha hecho esperar: los salarios son bajísimos en
términos absolutos, así una trabajadora de la industria de la confección en Bangla
Desh cobra al día entre 1.50 y 2.00 $, las mujeres en el Salvador cobran por una
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
54
jornada de 12 horas 5.00 $, la discriminación contra las mujeres es la norma, así como
las restricciones sobre los derechos sindicales, la erosión general sobre la provisión de
los seguros basados en el salario, etc. Todas éstas son formas de reducir los costes
laborales, y aunque las TNCs no crean estas condiciones ellas mismas, si las
promueven a través de su estrategia de fijación de precios y presionando a los
gobiernos para que flexibilicen las condiciones laborales (OI, 2002b:193).
Tanto los países desarrollados como los que están en vías de desarrollo compiten
entre sí, al igual que los proveedores, para atraer la inversión extranjera, relajando los
derechos laborales, los salarios mínimos, debilitando los sindicatos y la provisión
social, de forma que proveen a las compañías de un contexto adecuado para
mantener los costes laborales bajos y, a su vez, crean una gran vulnerabilidad en el
trabajador. Pero esta presión sobre los gobiernos no viene sólo por parte de las
empresas locales y extranjeras, sino también por parte del FMI y el BM, que aconsejan
a los gobiernos ajustar la legislación laboral a las demandas de las compañías (OI,
2004a:6).
La Organización Internacional del Trabajo promulgó en 1998 la Declaración de
principios y derechos fundamentales en el trabajo que recopila sus Convenios básicos:
• Derecho de asociación y negociación colectiva
• Prohibición de cualquier forma de trabajo forzoso
• Eliminación del trabajo infantil
• La no discriminación en el empleo
Según las ONGs que exigen a las empresas la incorporación de los Códigos de
Conducta a una política plena de Responsabilidad Social Corporativa, se debe exigir
como mínimo el cumplimiento de los derechos anteriores más los siguientes:
• Desarrollo del trabajo en condiciones de higiene y seguridad
• Pago de sueldos dignos
• Horas extras controladas, pagadas y no excesivas
• El empleado debe tener una cierta seguridad laboral
• Eliminación de cualquier trato humillante o degradante
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
55
Además, para que este código sea efectivo se debe asegurar que los trabajadores lo
conocen, redactarlo en su lengua local y exponerlo en un sitio público, supervisar su
cumplimiento a través de verificaciones externas e independientes y con la
participación de los trabajadores y grupos locales de mayor interés, y por último,
garantizar que la estrategia comercial de la empresa va en concordancia con el código
(OI, ob.cit.:5).
OI ha comprobado que cuando los Códigos de Conducta están bien implementados
los resultados son buenos, no hay mucha rotación en el trabajo y el absentismo es
bajo; en otros casos pueden ser buenos pero si el gobierno de dicho país no hace
respetar la ley, no hay nada que hacer; en otras ocasiones son buenos pero fallan las
auditorias que no detectan las violaciones de los mismos y al final, nos encontramos
con los Códigos que no tienen en cuenta ni siquiera los estándares fijados por la OIT.
Lo cierto es que las compañías que han establecido Códigos de Conducta lo hacen
para mostrar a los consumidores que se preocupan por respetar la legislación laboral a
lo largo de toda la cadena de producción, incluso algunos sectores industriales enteros
los han adoptado, como la Organización Europea de la Confección y el Textil y la
Federación Sindical Europea del Textil, Vestuario y Cuero. En el contexto nacional, el
Grupo Inditex, Mango y Cortefiel han apostado incluso por una estrategia dentro del
marco de la Responsabilidad Social Corporativa, derivada de los impactos que sus
actividades tienen en materia ambiental, social y laboral, pero es posible que sólo sirva
como una declaración de intenciones o para lavar su imagen frente a un público cada
vez más informado y exigente con las actividades de los grupos industriales. Sin
embargo, la realidad es que mientras no se cambien las estrategias de compra de los
minoristas y marcas, será imposible evitar el deterioro de las condiciones laborales,
puesto que su presión es tal sobre los productores que estos se ven obligados a
precarizar las condiciones laborales de los trabajadores y sumergir parte de la
producción (OI, 2004c:7).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
56
5.2.2 Tendencias en la industria de la confección
De momento, y según nos advierten los investigadores de la confección, las
tendencias que se observan en esta industria no hacen pensar que nada vaya a
cambiar. En todo caso se continúa profundizando en el mismo tipo de estrategias que
buscan una producción de calidad, además rápida y barata, incompatible con el
respeto a unos derechos laborales dignos. Y si no, veamos las indicaciones de Nina
Ascoly en Pricing in the Global Garment Industry, sobre los cambios que se avecinan
en la industria de la confección:
La reestructuración, que incluye consolidación de las empresas y
relocalización, se dará principalmente fuera de Europa y América (aunque
continuará en España), puesto que en estos lugares ya se ha producido, de
250 compañías de la confección que había en los años 90 ya sólo quedan 100,
y sólo unas pocas tienen sus factorías en el propio país. El empleo por su
parte, en los últimos 10 años ha declinado entre un 5% y un 10% anualmente.
5.2.2.1 Se prevé una mayor competencia entre los países proveedores
después de la liberalización de la cuota del Acuerdo Multifibra, lo que significa
que las compañías tendrán un mayor acceso a otros países incrementando la
competitividad, bajando los precios y causando mayor incertidumbre y
flexibilidad.
Se cambiará más frecuentemente el stock para ajustarse a la demanda del
consumidor, ya que una baja rotación significa menores beneficios. Así por
ejemplo, la compañía Zara tiene una rotación de 5 veces al año lo que le da un
margen de beneficios del 76%, mientras que la compañía media rota tan sólo 2
veces lo que le supone un margen del 13%.
Los países más competitivos serán aquellos que tengan, además de fábricas
de confección, una industria textil fuerte o de acceso gratis. Ya que la rotación
es mayor y aunque no es un problema para los minoristas, las compañías
textiles encuentran difícil seguir estos ciclos cada vez más cortos.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
57
Aunque las compañías subcontratan la producción buscarán un servicio
integral que ofrezca todo el paquete completo, desde el textil a la confección.
Entonces, los países no competirán sólo para ofrecer un mejor precio sino
también para ofrecer un servicio completo. En este sentido, los países con una
industria textil fuerte, como es el caso de China, India, Vietnam, Hong Kong y
Turquía, estarán en mejor posición que otros países como Sri Lanka o
Pakistán.
Además, la producción cada vez se realizará más cerca del mercado, por
ejemplo la UE prefiere realizar su producción en la Zona Pan-Euro-
Mediterránea, ya que permite hacer los pedidos de ciclo rápido, mientras que
aquellos que se proyectan a largo plazo se realizan en países como China.
En suma, se incrementará sobre todo la competitividad entre los proveedores, tanto
del textil como de la confección, con lo que es difícil prever una mejoría en las
condiciones laborales de los trabajadores de las cadenas de producción.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
58
5.2.3 Introducción al sector Textil y de la Confección de la UE.
El sector Textil ha sido, y continúa siendo, una parte importante del intercambio
comercial internacional. Según la OMC, en el año 2004 las exportaciones textiles y de
la confección supusieron unos ingresos de 566 billones de euros, un 6% de las
exportaciones mundiales, siendo el subsector de la confección el que se llevó la mayor
parte, unos 322 billones de € (Comisión Europea, 2006a:3). Y aunque este sector
juega un papel más importante en los países en desarrollo y nuevos países
emergentes, también lo hace en los países desarrollados.
De hecho, la UE fue durante todo el siglo XX la primera potencia productora y
comercial tanto del textil y de la confección como de creación estilística de moda,
aunque su posición privilegiada se está viendo erosionada por la competencia
internacional y los países emergentes como China, la India, Pakistán, Brasil y otros
desde hace dos décadas. En el año 2004 y a pesar de su déficit comercial, fue el
segundo exportador mundial de textiles con un 12,5% de las exportaciones textiles y
un 7% de las exportaciones de la confección, así como también el segundo importador
mundial después de USA (CE, 2006:3) - hoy en día China se reserva el primer puesto
como exportador e importador mundial. Además, en el mismo año el sector T/C
representó el 4% del PIB industrial de la UE y el 7% del empleo de la manufactura
(CE, 2005:2).
En la EU-15 el sector Textil y de la Confección se concentra sobre todo en cinco
países, Italia, Reino Unido, Francia, Alemania y España, siendo los del sur de Europa
los que contribuyen más a la producción de la confección mientras que los del norte de
Europa lo hacen en el subsector Textil. En cambio, es en los nuevos Estados miembro
de la UE dónde la industria T/C juega un papel más importante, puesto que dependen
fuertemente de este sector, tanto en términos de valor añadido como de empleo (CE,
2006b:1)
Se puede decir que el sector T/C europeo permanece competitivo gracias al desarrollo
en productividad, coste laboral, calidad de los productos y su actuación política dentro
del comercio internacional. Sin embargo, el estudio de esta industria es más complejo
de lo que pudiera parecer, puesto que cada segmento tiene su propia especificidad y
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
59
se encuentra en una situación diferente, siendo el de la Confección el más
problemático debido a la deslocalización que viene sufriendo de manera intensa desde
hace una década, y que ha causado nada menos que la pérdida de un millón de
puestos de trabajo (CE, 2006b:2). En cambio, como hemos apuntado anteriormente,
aunque la UE continúa incrementando las importaciones y deslocalizando la
producción, sobre todo en los nuevos Estados miembros y en la zona Pan-Euro-
Mediterránea, se mantuvo como segundo exportador mundial de ropa en el año 2004.
En cuanto a las regulaciones comerciales internacionales de este sector, han ido
cambiando a través de los años, el primer acuerdo que reguló las negociaciones
bilaterales sobre cuotas del Textil y la Confección fue el Acuerdo Multifibra (MFA,
1974-1994), el cual permitía restringir las importaciones de algunos productos
considerados peligrosos para las industrias nacionales de ciertos países importadores.
El Acuerdo Multifibra partía de las reglas básicas del GATT y se ajustaba al principio
de No-Discriminación de los países. Este fue reemplazado el 1 de Enero de 1995 por
el Acuerdo sobre Textiles y Confección (ATC), el cual propuso la liberalización de las
cuotas que restringían la importación de productos de países en desarrollo a países
desarrollados en un plazo de 10 años (WTO, “The agreements of Textiles and
Clothing”, 2006:1). Sin embargo, la UE-25 y China pactaron un acuerdo en Junio de
2005 que reintrodujo de nuevo limitaciones cuantitativas para las diez primeras
categorías de productos textiles y de la confección que se consideran más
problemáticas para la industria de la UE. Este acuerdo llamado Memorando de
Entendimiento (MOU), pretende una completa liberalización de las cuotas a partir del 1
de Enero de 2008. Anteriormente a la liberalización de las cuotas de Enero del 2005,
las principales importaciones provenían de países de la UE; actualmente y a pesar del
nuevo acuerdo entre la UE y China, ésta ha doblado su acceso al mercado europeo y
se ha colocado en el primer puesto como país importador de T/C de la UE.
Por su parte, la UE acordó en 2005 y bajo una propuesta de la Comisión Europea,
garantizar tarifas especiales y preferentes a los países en desarrollo que cumplan con
los estándares sociales internacionales (ILO) del Sistema Generalizado de
Preferencias, que entró en vigor en Enero de 2006.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
60
Por ahora, el objetivo principal, y mayor preocupación de la UE para mantener la
industria de T/C competitiva, es conseguir un mayor acceso a los mercados del tercer
mundo, ya que la liberalización no ha llevado a la convergencia entre países en cuanto
a aranceles y otro tipo de barreras a la importación. La Comisión Europea en su
intento de eliminar o reducir estas barreras, ha establecido negociaciones bilaterales
con otros países o negociaciones a través de la Ronda de Doha bajo los auspicios de
la OMC (CE, 2006b:4).
Hay que recordar que en realidad, no puede haber libre comercio entre países con
distintos niveles de desarrollo, puesto que en este sentido la liberalización juega en
contra de los países menos desarrollados, a pesar de que la UE la persiga con ahínco
(OI, 2002a:1). En este caso, el impacto negativo de la liberalización sobre los países
en desarrollo sería inmediato en términos de ganancias locales, empleo o acceso de
los más pobres a servicios esenciales.
Otras prioridades políticas comerciales de la UE para reforzar la competitividad del
sector son la lucha contra los países que no se avienen a los tratados establecidos,
como por ejemplo, aquellos que subsidian sus productos, la lucha contra la
falsificación y el fraude, y la creación de una zona de libre comercio euro-
mediterránea, dónde se pretende crear un área de libre circulación de productos y
servicios, y una progresiva liberalización de la agricultura entre la UE y los países
árabes mediterráneos que se espera completar para el año 2010 (CE, 2006c:2).
Esta zona de libre comercio llamada Zona Pan-Euro-Mediterránea, incluye los países
de la UE-25 más: Jordania, Líbano, Marruecos, Palestina y Túnez, que ya forman
parte de los acuerdos, Egipto y Argelia, que están esperando a que se inicie su
actividad, Siria, que está negociando su entrada en la misma, Malta, Chipre, Turquía e
Israel. Es fácil entender el interés de Europa en crear esta zona si tenemos en cuenta
que entre todos estos países formarán un mercado de entre 600 y 800 millones de
consumidores, constituyendo el mercado más grande del mundo. Sin embargo, a corto
plazo sólo habrá beneficios para los europeos, puesto que los acuerdos conseguidos
afectarán negativamente a los países árabes en materia de empleo, agricultura, y
servicios sociales (OI, 2003:2-3)
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
61
5.2.4 Evolución del Sector Textil / Confección en la UE en los años 2005 y 2006.
Siguiendo la información ofrecida por el Centro de Información Textil y de la
Confección, la producción del sector T/C en la UE experimentó un nuevo retroceso en
el año 2005, pero mientras el textil lo hizo con una baja del 4,5%, muy similar a la del
año anterior, la confección sufrió un retroceso de nada menos que del 8,3 %. Si
comparamos las nuevas cifras con las del año 2000, la producción del textil se redujo
en un 19%, aunque afectó sólo a la UE-15, mientras los nuevos miembros de la UE
vieron mejorada su actividad. En el caso de la confección, como era de prever, el
retroceso fue para todos los países miembros. Destaca especialmente el caso de
Francia, cuya producción pasó a la mitad en relación al año 2000, y el de otros países
como Alemania, Reino Unido, Portugal y España, dónde se redujo en más de un tercio
(CITYC, 2006b:9).
Cuadro N·4 La Evolución de la producción en la UE en el año 2005
(% variación anual) Textil Confección
Alemania -4 -7 Bélgica -5 -6 Francia -8 -8 Italia -3,5 -10 Reino Unido -2 -1,5 Portugal -8 -8 Total UE-25 -4,5 -8,3 Fuente: EUROSTAT, (CITYC, 2006b).
La liberalización del 1 de Enero de 2005 impulsó el aumento de las importaciones en
un 5,8% (en valor), sobre todo en cuanto al vestuario (+7,5%), y un estancamiento de
las manufacturas textiles (0,2%). En este escenario destaca el papel realizado por
China, país que aumentó sus ventas en Europa en un 41,7%, 6.224 millones más que
en el año 2004, sobresale también la cuota de mercado europeo ganada por La India,
la cual aumentó nada menos que un 30%. Los países que se han resentido de los
avances hechos por China y La India en la UE son especialmente: Rumanía,
Bangladesh, Túnez, Marruecos y Hong Kong.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
62
En cuanto a las exportaciones, estas crecieron moderadamente, sólo un 1% en valor,
centradas preferentemente en los productos de confección +4,6%, ya que la evolución
de las exportaciones textiles fue negativa: -1,3%. Datos que son interpretados bajo
una luz positiva por los economistas, si tenemos en cuenta la situación del mercado
mundial y el tipo de cambio del euro.
Los grandes clientes de la UE, Estados Unidos, Japón o Suiza por ejemplo, no
incrementaron sus compras, aunque otros países como es el caso de Rusia,
mostraron un crecimiento importante, por encima del 20% en los últimos tres años,
convirtiéndose de esta manera en uno de los mercados con mayor potencial para los
productos europeos (2006:10).
Cuadro N·5 Comercio Exterior Extra UE
(Millones de €)
IMPORTACIONES 2003 2004 2005 % Variación
Textil 19.015 19.422 19.496 +0,3 Confección 47.197 49.788 53.722 +7,9 Total 66.212 69.210 73.016 +5,5
EXPORTACIONES 2003 2004 2005 % Variación
Textil 21.159 22.007 21.716 -1,3 Confección 13.937 14.167 14.822 +4,6 Total 35.096 36.174 36.477 +0,8
BALANZA COMERCIAL 2003 2004 2005 % Variación
Textil +2.144 +2.585 +2.220 -14,1 Confección -33.260 -35.621 -38.900 +9,2 Total -31.116 -33.036 -36.680 +11 Fuente: EURATEX, (CITYC, 2006b).
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63
Como vemos en el Cuadro N·5, el déficit se incrementó un 11 % en valor, situándose
en 36.680 millones, debido sobre todo al vestuario, que representaba un déficit de
38.900 millones, mientras el textil presentaba un superávit de 2.220 millones. Sin
embargo, muchas de estas exportaciones textiles están basadas en las operaciones
de tráfico de perfeccionamiento entre la UE-15 con países del Magreb y de la Europa
del Este.
Por su parte, China aumentó su cuota de mercado europeo hasta llegar al 29% de la
importación total extra – UE (20% en 2003). En comparación con el año 2004,
incrementó sus importaciones un 41,7 %, muy por encima de otros países que vieron
disminuir sus ventas en un 4%.
Cuadro N·6 Presencia de China en la UE
Sector Textil / Confección (Millones €)
2003 2004 2005 % Variación Importaciones Extra - UE
66.212
69.210
73.218
+5,7
Importaciones de China
13.145
14.918
21.142
+41,7
Importaciones de otros países
53.067
54.292
52.076
-4,0
China s / Total Importaciones (%)
19,8
21,5
28,9
Balanza Comercial UE / China (mill.€)
-12.392
-14.080
-20.200
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del sector Textil / Confección en 2006.
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64
En cuanto al año 2006, se observa de nuevo un retroceso en la producción con una
disminución del 2%. Lo que representa una mejora relativa en comparación con la
fuerte bajada registrada en el año 2005 (6%), año donde el impactó de la liberalización
Textil / Confección fue mayor. A nivel de producción, la evolución más negativa fue
para la confección debido al mayor impacto que han tenido las importaciones de
prendas de vestir y el proceso de deslocalización de sus actividades productivas fuera
de la UE. Paralelamente, también se ha vivido un retroceso en el empleo en la
mayoría de los países de la UE-27 (CITYC, 2007a:11).
Continúa también la progresión de las importaciones en el 2006, con un 11% en valor,
en especial en el apartado de prendas de vestir como consecuencia de la apertura del
mercado europeo y la creciente presencia de productos asiáticos a precios muy
competitivos. China sigue siendo el principal suministrador de la UE, con un 29% del
total, como en el año 2005, seguida de Turquía, la India, Bangladesh y Paquistán.
Hay que destacar al menos, el mejoramiento de las exportaciones de la UE tras el
estancamiento vivido en el año 2005, las cuales experimentaron un aumento nominal
del 6%. Según los expertos, esta recuperación se debería a la buena situación
económica mundial y a pesar de que la relación entre los tipos de cambio del dólar y el
euro continúan siendo desfavorables para las exportaciones comunitarias.
Podemos observar también como se incrementa el déficit comercial, alcanzando los
42.500 millones de euros, es decir, un 16% en valor respecto al año 2005. El superavit
del subsector Textil se mantiene; aunque como dijimos anteriormente, una buena parte
de las ventas en el extranjero son ventas de tejidos que se exportan para ser
confeccionados en zonas cercanas a Europa aprovechando sus bajos costes laborales
(CITYC, ob.cit.:13).
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65
Cuadro N·5b Comercio Exterior Extra UE
(Millones de €)
IMPORTACIONES 2004 2005 *2006 % Variación
Textil 19.422 19.496 21.298 +9 Confección 49.788 53.722 59.892 +11 Total 69.210 73.218 81.190 +11
EXPORTACIONES 2004 2005 *2006 % Variación
Textil 21.997 21.716 22.580 +4 Confección 14.167 14.822 16.126 +9 Total 36.164 36.538 38.706 +6
BALANZA COMERCIAL 2004 2005 *2006 % Variación
Textil +2.575 +2.220 +1.282 -42 Confección -35.621 -38.900 -43.766 +12 Total -33.046 -36.680 -42.484 +16 Fuente: EURATEX, (CITYC, 2007a). *Cifras provisionales para el año 2006.
Cuadro N·6b Presencia de China en la UE
Sector Textil / Confección (Millones €)
2004 2005 *2006 % Variación Importaciones Extra - UE
69.210
73.218
81.190
+11
Importaciones de China
14.918
21.142
23.857
+13
Importaciones de otros países
54.292
52.076
57.333
+10
China s / Total Importaciones (%)
21,5
28,9
29,3
Balanza Comercial UE / China (mill.€)
-14.093
-20.200
-22.783
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del sector Textil / Confección en 2006. *Cifras provisionales para el año 2006.
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66
Ahora pasemos a ver algunas de las características que mejor definen al sector T / C
de la Unión Europea.
5.2.5 Características del sector Textil y de la Confección de la UE.
El sector T/C ha estado sujeto a una serie de transformaciones radicales producto de
los cambios tecnológicos, la evolución de los distintos costes de la producción y la
emergencia de competidores internacionales que la han sometido a un largo proceso
de reestructuración, modernización y progreso tecnológico.
Entre sus características fundamentales se encuentran las siguientes:
Se ha diversificado más la variedad de la producción para aumentar la
competitividad, reduciendo a su vez la producción en masa de productos de
moda, con lo que la mitad de los productos textiles no se dedicarán a la
confección, teniendo fines cada vez más diferenciados. Así por ejemplo, 1/3 de
la producción europea es de productos del hogar, y 1/5 de productos textiles
técnicos e industriales que cuentan con un mayor valor añadido, en cuya
producción Europa es el líder mundial, posición que queda protegida por una
automatización extremadamente avanzada (CE, 2005:3).
Puesto que a los productos europeos se les reconoce una marca de calidad,
ésta es una de sus mayores ventajas competitivas. También lo es el diseño de
los productos, ya que los consumidores están bien equipados, por lo que se
busca la distinción a través del estilo y la moda, la innovación y la tecnología, y
los productos de alto valor añadido.
Se está dando también una tendencia a concentrarse cada vez más en
mercados de consumidores de productos de lujo y los mercados profesionales,
que no son vulnerables a la competición de precios aunque sí a las recesiones
económicas (FMI y otros, 2004:16).
Otra de las características europeas es que la venta al por menor es todavía
limitada, siendo en EU-15 en el año 2004 de un 58% frente al 86% de USA o el
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67
83% de Japón. Esto se debe a que en Europa no existe un consumidor
estándar capaz de sostener las tiendas minoristas y marcas europeas,
mientras en EEUU y Japón las redes de venta al por menor llegan a miles de
tiendas. En este sentido, parece que las cadenas como H&M, C&H, Zara,
Decathlon e Ikea son la excepción, pues han ido cubriendo toda Europa y han
contribuido a una mayor convergencia en la moda y la escala de los precios
(FMI y otros, ob.cit.:276).
Se busca la reducción de los periodos de producción para renovar las tiendas
más a menudo y evitar la acumulación de stock por productos no vendidos y
fuera de temporada y para reducir costes. Aunque las tiendas minoristas y
marcas también planifican producciones a medio y largo plazo.
La competitividad también se ha conservado gracias a la subcontratación o la
relocalización de las factorías donde la producción es intensiva en mano de
obra, sobre todo en la zona euro-mediterránea y los nuevos Estados miembros
de la UE. En la práctica, las decisiones sobre los países que van a producir se
hacen producto a producto y dependiendo de muchos factores, como la
facilidad para obtener ciertos materiales, o si se trata de un producto de moda
o mayor riesgo. Lo que sí está claro es que las tiendas minoristas y marcas
europeas aseguran sus compras manteniendo varios países como proveedores
y en ningún caso se plantean el hacer más del 50% de su producción en China,
puesto que no arriesgarían tanto en un solo país (2004:282).
Se tiende a concentrar las distintas actividades de la cadena de producción en
la zona euro-mediterránea.
Se ha venido dando una concentración de las compras, incrementándose el
uso de oficinas centralizadas de aprovisionamiento directo en lugar de muchas
oficinas y agentes, y reduciéndose el número de proveedores. Estas oficinas a
veces pertenecen a una sóla marca pero ofrecen sus servicios a otras marcas
(2004:282). Esto contrasta con la otra realidad de la cadena de producción, y
es que cada vez hay un mayor número de unidades informales de producción
en el mundo.
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68
Y por último, puesto que el número de oficinas de compra y el de proveedores
se ha reducido, también se están estableciendo mejores relaciones entre
compradores y vendedores. Las prácticas son más trasparentes, y las
relaciones más formales y organizadas, lo que podría ayudar a una mayor
observación de los Códigos de Conducta .
5.2.6 Recomendaciones estratégicas del Grupo de Alto Nivel para Textiles y
Confección de la Comisión Europea
La Comisión Europea creó el Grupo de Alto Nivel para Textiles y Confección a
principios de 2004, su mandato consistía en proponer una serie de iniciativas y
recomendaciones a nivel regional, nacional y de la UE que facilitaran el ajuste del
sector T/C al nuevo contexto de competitividad internacional que iba a acaecer tras la
liberalización del año 2005.
Este grupo está formado por comisarios, representantes de cuatro de los gobiernos
miembros de la UE con mayor presencia en el sector T/C, un miembro del Parlamento
Europeo, industriales, tiendas minoristas e importadores, asociaciones del comercio
europeas, sindicatos y representantes de asociaciones locales del T/C.
Su recomendación ha sido basar las estrategias de competitividad del sector T/C en
sus ventajas comparativas, es decir, aquellas que se asocian con el continuo progreso
en las áreas de investigación, innovación y formación, junto con el establecimiento de
una zona euro-mediterránea de mercado libre, y ampliar su campo de acción en el
comercio internacional, en particular respecto a su acceso a los mercados de países
del tercer mundo y la protección efectiva de los derechos de propiedad intelectual (CE,
2004:4).
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69
Según cita la Comisión Europea en su artículo Development of the Textiles and
Clothing Industry (2006b), las acciones concretas que se inscriben en estas iniciativas
para permanecer competitivos se dividen en siete puntos:
Mejorar la investigación y la innovación, para lo que la CE va a formar una
Plataforma de Tecnología Europea que implementará una agenda estratégica
de investigación que promueva el avance tecnológico y productos textiles de
alto valor añadido y confección.
Asegurar la formación continua y vocacional para poder adaptarse a los
cambios y las acciones innovadoras en el empleo.
Fondos Estructurales que cubran crisis futuras imprevisibles. Un 1% de estos
fondos anuales se destinarán a ayudar a la convergencia, y un 3% a la
competitividad regional y el empleo dentro de la zona euro-mediterránea, que
ayudará a combatir las crisis asociadas con la reestructuración, la pérdida de
empleo y las consecuencias resultantes de la apertura de los mercados.
Intensificar la lucha contra la piratería y la falsificación.
Mejorar el acceso a los mercados del tercer mundo a través de la agenda de
desarrollo de Doha y a su vez, mejorar el acceso de los países más pobres a
los mercados de la UE.
Completar el proceso de creación de la zona euro-mediterránea.
Y último pero no menos importante, estrechar y mejorar la relación con China
con la cual ya se han establecido diálogos sobre el sector T/C.
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70
SEGUNDA PARTE:
LA INDUSTRIA TEXTIL Y DE LA CONFECCIÓN EN ESPAÑA Y LA COMUNIDAD VALENCIANA
Tienda de ropa, (Fair Purchasing Practices? Some Issues for discussion , Clean Clothes Campaign)
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71
6. LA INDUSTRIA TEXTIL Y DE LA CONFECCIÓN EN ESPAÑA Y LA COMUNIDAD VALENCIANA 6.1 La industria Textil y de la Confección en España. 6.1.1 Panorama y retos de la Industria Española.
La integración de España en la CEE en 1986 y la supresión de barreras arancelarias
promovió el cambio de nuestro aparato productivo a favor de los sectores con un nivel
tecnológico medio y alto e industrias con base científica en detrimento de los sectores
intensivos en trabajo. Sin embargo, y a pesar de que los sectores de demanda débil
han ido perdiendo peso progresivamente en el conjunto de la economía frente a los de
demanda media y fuerte, España no acaba de converger con los países de la UE-15,
ya que todavía representa una manufactura de estructura tradicional, dónde al menos
el 50% del total de la estructura industrial se halla en actividades de demanda e
intensidad tecnológica débil, como son el textil, el calzado, la comida, las bebidas, el
tabaco y el cuero entre otras (Plaza y otros, 2003:169).
Entre los retos a los que se enfrenta la industria española hoy en día se encuentran: la
ampliación de la UE y el desarrollo e inversión en I+D+I y Tecnologías de la
Información y de la Comunicación (TIC), la inversión en capital humano, una política
de empleo favorable al avance de la industria y en último término, una política
industrial estatal propiamente dicha que ayude a configurar la industria nacional.
El primero de los retos, la ampliación de la UE, ha dado la entrada a nuevos países de
Europa Central y del Este (PECO), situación que nos obliga a competir con países de
una estructura productiva similar. Además, y a pesar de los bajos salarios españoles,
los costes laborales unitarios en nuestro país se han incrementado por encima de la
media de la zona euro ya que la productividad del trabajo está por debajo de la media
de la UE debido a la escasa inversión en capital humano e insuficiente incorporación
de nuevas tecnologías de producción (ob.cit.:172), por lo que no podemos competir
con los nuevos miembros en torno a los bajos costes salariales o la productividad. Por
otra parte, los PECO presentan el mismo nivel de gasto en I+D y TIC gracias a las
inversiones de las compañías extranjeras. Además de que su situación geográfica
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
72
junto a países como Suecia, Finlandia, Alemania y Norte de Italia, les otorga una
ventaja competitiva que las multinacionales no van a pasar por alto. Por todas estas
razones, se prevé una deslocalización, tanto de los sectores de demanda débil como
media y fuerte, hacia estos países dónde la mano de obra no es sólo más barata sino
además, cualificada (Cámara Arilla y otros, 2006:13).
En cuanto a la inversión en I+D+I y TIC, en España este gasto es insuficiente pues
representaba en el año 2004 el 1,3% del PIB en I+D, frente al 1,99% en la UE -aún
con todo bastante más bajo que el de EEUU, 2.80%-, mientras que el gasto en TIC fue
de 4,8% frente al 6,2% de la UE (CITYC, 2005:3).
Unos de los problemas que frena la inversión en I+D+I, TIC y en capital humano, es la
alta tasa de contratos temporales de nuestro país, que ronda en torno al 30% de la
población ocupada, esto desincentiva la inversión en los sectores menos productivos y
la formación del personal menos cualificado (Plaza y otros, 2003:172). Pero además,
también interviene nuestro propio tejido empresarial, formado principalmente por
pequeñas y medianas empresas o PYMES, ya que éstas consideran tales inversiones
más allá de sus posibilidades, además de que no les gusta arriesgarse en nuevas
venturas sin estar seguras del resultado final. Otro problema añadido, es que no
disponen de personal cualificado para planificar y gestionar los esfuerzos en I+D+I ni
recursos para contratar personal que se dedique a esta tarea. Por otra parte, en el
sector público español no ha existido un auténtico plan para el fomento de la
innovación, y las ayudas públicas consisten en créditos bajos que sólo se conceden
cuando los riesgos están asegurados (CITYC, 2006b:2). Así no es de extrañar, que
nos encontremos con el hecho de que las empresas españolas no disponen de un
nivel alto de diferenciación tecnológica para competir internacionalmente, ni tampoco
de costes suficientemente reducidos como para producir productos genéricos
eficientemente (Plaza y otros, 2003:173). En cuanto a la inversión en TIC, el gasto
español es uno de los más bajos de la OCDE a pesar de que las innovaciones
introducidas por estas tecnologías son la principal fuente de mejoras de productividad
de un país, y además es muy necesaria para la internacionalización de nuestras
empresas, la cual es escasa y a la vez, un requisito fundamental para la competitividad
internacional.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
73
La cuestión es que España ya ha alcanzado un alto nivel de desarrollo industrial que le
permita crecer económicamente en base a sus propios recursos, más formación y
mayor nivel tecnológico, como es el caso de cualquier otro país avanzado. Y puesto
que no continuará en el futuro recibiendo fondos de la Unión Europea como antes de
la ampliación de la UE, debería apoyarse verdaderamente en la innovación y la
inversión en I+D+I y TIC y capital humano para competir con éxito en el ámbito
internacional. Además necesita cambiar sus políticas de empleo, asegurándose de
que se crean puestos de trabajo estables y de calidad, con una mano de obra
cualificada. No olvidemos que los países de Europa que mayor cuota de mercado
abarcan son aquellos cuya competitividad no se basa en el “precio” o los bajos costes
salariales, como es el caso de España, sino los que basan su competitividad en
aumentar la calidad del producto a través de la investigación y el desarrollo, lo que les
permite tener una mano de obra cualificada que fabrica productos de calidad con un
alto valor añadido (Buhour, 1996:118). Por otra parte, el Estado debería orientar las
especializaciones del país a través de su política industrial, puesto que ningún país
puede producir todo, y ayudar a la internacionalización de la producción.
Sin embargo, y a pesar de la descentralización que la política industrial sufrió a partir
de los años 80, transfiriendo a las Comunidades Autónomas competencias y recursos
para diseñar y ejecutar políticas industriales de alcance regional, las ayudas a las
pequeñas y medianas empresas no parecen ser las adecuadas, y la política industrial
estatal ha desaparecido en la práctica, pues según las propias palabras de UGT, la
única política que se practica es la de <<una continua constelación de rebajas fiscales
a las empresas>> (UGT-PV, 2003:7). Esto equivale a dejar a la industria a la deriva,
sujeta a las decisiones del mercado y la iniciativa empresarial. UGT estima que en su
lugar, debería haber una política industrial que sea parte fundamental de la política
económica, y que tenga como objetivo la configuración industrial y la convergencia con
otros países más avanzados de la UE.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
74
6.1.2 Cambios y transformaciones en el sector Textil y de la Confección desde una
perspectiva histórica.
Desde una perspectiva histórica podemos dividir los cambios y transformaciones por
los que ha pasado el sector T/C en 4 etapas. En la primera, que llega hasta finales de
los años 70, este sector se caracterizó por su elevado proteccionismo, la orientación a
un mercado interior de consumo y la baja productividad que se explica en base a la
falta de inversión, el proteccionismo y los bajos salarios. La apertura de los mercados
españoles a la competencia internacional a finales de esta década, sumió a este
sector en una fuerte crisis que impulsaría su transformación.
La segunda etapa cubre la primera mitad de los años 80, cuando se inició un política
de reconversión dirigida por el sector público a través de ayudas para invertir en
tecnología, y la financiación de nuevas inversiones para modernizar el sector T/C.
Estas medidas produjeron un ajuste en la productividad y la plantilla y mantuvo un
saldo exportador positivo.
En la tercera etapa, durante la segunda mitad de la década de los 80, España se
adhirió a la CE, lo cual eliminó la política de fomento a la exportación e introdujo la
desregulación arancelaria, a la vez que se iniciaba una política de restricción
monetaria junto con una subida de los tipos de interés y una revalorización de la
moneda, que desencadenaría el desequilibrio para nuestro comercio exterior. Además,
al eliminar ciertas barreras proteccionistas a la exportación se produjo la entrada de
productos baratos provenientes de países en vías de desarrollo, así como de
productos de marca y diseño de los socios comunitarios europeos, con lo que el sector
T/C se vió obligado a una mayor competitividad y reducir los precios provocando
también una fuerte pérdida de empleo.
En la cuarta etapa, el sector T/C se vió afectado por la crisis económica generalizada
del país de primeros años de los noventa y se empezó a recuperar levemente a partir
de 1994. La demanda interna fue débil debido a la extensión de los contratos
temporales, que inhibió la expansión del consumo, y sólo se compensó en parte
gracias a las exportaciones. A pesar de todo, hay que recordar que España no tiene
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
75
una posición netamente exportadora, ni siquiera para mantener el empleo (Costa y
otros, 2004: 264).
Otra característica de los años 90, fue la implantación de las tiendas de cadenas
franquiciadas e integradas bajo un modisto o empresario de renombre en detrimento
de los centros multimarca. Por ello, en la actualidad nos encontramos con un mercado
textil dual, por una parte se ha incrementado enormemente el consumo de las marcas
blancas, que son los productos sencillos, más baratos y que carecen de publicidad,
junto con un vasto consumo de grandes marcas tipo Zara, caracterizadas por la
calidad del producto, el diseño y la gestión de la imagen, que además destacan por su
gran impacto internacional (Plaza y otros, 2003:166-167).
Según los economistas Maria Teresa Costa y Néstor Duch, las crisis de la industria
T/C se explica por el shock que sufrió al pasar de ser una industria cerrada al exterior
y de consumo meramente interno, a otra abierta a la competencia internacional para la
cual no estaba preparada, a lo que hay que añadir la depresión que sufrió el mercado
interior por el incremento de las exportaciones, y el retraso en la adopción de medidas
de reconversión industrial (2003:264-265).
6.1.3 Evolución del sector Textil español en los últimos años.
6.1.3.1 El ciclo productivo Textil.
La industria Textil abarca tres grandes segmentos: la producción de fibras, la
fabricación del tejido y acabado, y la producción de productos de consumo final. Todos
ellos enmarcados dentro de la sección DB (17) de la Clasificación Nacional de
Actividades Económicas, que hace referencia a la industria manufacturera y establece
las distintas subactividades productivas que lo integran . Tales procesos productivos
comprenden tareas y procesos técnicos muy dispares entre sí que tienen su
contrapunto en unas estructuras empresariales, sistemas de organización y pautas de
localización diferentes.
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76
Vamos a pasar a explicar estos segmentos de forma breve, en el primero nos
encontramos la producción de fibras que se clasifican generalmente en naturales
(lana, algodón, yute y seda), generados por el sector primario, y las fibras artificiales
(fibras celulósicas o regeneradas y fibras sintéticas). Mientras las fibras naturales se
producen por todo el mundo, existen, por el contrario, pocos productores de fibras
artificiales, pues son productos muy intensivos en capital y conocimientos tecnológicos
que sólo proporcionan las economías de escala, concentrándose mayoritariamente en
países desarrollados y como parte de compañías químicas multinacionales (Such
Juan, 1992:129).
El segundo segmento es lo que podríamos considerar como la industria textil
propiamente dicha, y que consiste en la producción de hilos, tejidos y acabados
(técnicamente: hilatura, fabricación de tejidos o tejeduría y acabados de tejidos).
El grado de integración o separación de estas actividades dentro de las empresas es
un buen índice del grado descentralización y división del trabajo en las mismas.
Destaca la transformación habida en este segmento, tanto en el proceso de
fabricación como en la organización del sector, debido a la elevación de los niveles de
vida y la capacidad adquisitiva de las economías domésticas en los países
desarrollados, que han impulsado fuertemente la demanda de textiles de hogar y la
decoración. En particular, la producción textil-hogar ofrece una amplia gama de
productos, como mantas, colchas, cortinas, tapicerías, etc., que han requerido
materias primas de calidad y una mayor atención al diseño y la moda.
Por último, dentro de este mismo segmento de la producción encontramos los
procesos de acabado, que se caracterizan por ser muy intensivos en capital y
conocimientos técnicos. Ya que, primero hay que preparar el tejido eliminando todos
sus contaminantes, y después se le dota de propiedades como confort, suavidad,
resistencia al agua, estabilidad, estética atractiva, etc., que afectan directamente al
valor añadido del producto y aumenta su competitividad en los mercados finales. No
obstante, podemos afirmar que la formación del tejido y su acabado se hallan en el
segmento medio tanto del ciclo productivo como por sus requerimientos de capital y
conocimientos técnicos y el grado de competencia existente (Such Juan, ob.cit.:132).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
77
En el tercer segmento encontramos ya la confección y manufactura de los productos
finales. Esta se divide en dos fases centrales: la primera es el corte de las superficies y
segundo, el ensamblado de las mismas, y aunque hay una amplia gama de artículos,
fundamentalmente se clasifican en tres: ropa y vestidos, productos para el hogar, y
productos industriales. Tradicionalmente, los tres polos pioneros de la confección en
España han sido Madrid, Barcelona y Valencia, sin embargo, la necesidad de reducir
los costes ha desviado las inversiones industriales hacia otras zonas como son
Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía. En líneas generales podemos decir que la
actividad textil, todavía hoy en día, se concentra en las regiones de Cataluña y
Valencia, mientras la actividad del subsector de la Confección se halla mucho más
repartida geográficamente (De Juan Vigaray, 2006:3).
Territorialmente, y como se puede apreciar en el Cuadro N·8, se distinguen en España
cinco zonas productivas en función del sistema de comercialización de productos
adoptado y de los hábitos de consumo.
Esquema de los segmentos de la Industria Textil / Confección:
Primer Segmento: Producción de Fibras Naturales o Sintéticas.
Segundo Segmento: Textil: Hilatura (hilos), Tejeduría (Tejidos) o Acabados de
Tejidos
Tercer Segmento: Confección y manufactura de productos finales: ropa y
vestidos, productos del hogar y productos industriales.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
78
Cuadro N· 7 Procesos productivos específicos de cada actividad textil y productos
vinculados a las mismas. Fibras químicas
Se dividen según su naturaleza en artificiales y sintéticas. Las primeras son el resultado de la transformación de la celulosa (rayón y viscosa) y las segundas (poliéster y poliamida) proceden originariamente del petróleo.
Industria textil de cabecera (existe una división tradicional según la materia prima utilizada)
1. El subsector algodonero, lanero, sedero. La hilatura tiene por objeto transformar las flocas o fibras en bruto, naturales (lana, algodón, lino) o artificiales y sintéticas (rayón, poliamidas, poliésteres, etc.) en hilo. El proceso incluye asimismo, las actividades de preparación (cardado y peinado de fibras) y la obtención de fibras procesadas, reciclando textiles ya usados anteriormente (fibras de recuperación), así como las fases posteriores como el doblado, bobinado, etc. Las empresas fabricantes de fibras químicas generalmente forman parte de grandes grupos empresariales con diferentes divisiones de producción. La tejeduría de calada consiste en la transformación de series de hilos de una superficie uniforme, por el entrecruzamiento de los mismos, de acuerdo con un diseño o patrón prefijado. 2. El subsector de acabados o ennoblecimiento textil. Comprende las actividades de blanqueo, tintura, estampación, aprestos y acabados. Este subsector no tienen una producción propia, sino que efectúa operaciones sobre artículos de otros subsectores textiles.
Punto o tricotaje
Procedimiento de fabricación de superficies textiles basado en la estructura de malla, formada por el entrecruzamiento de un hilo consigo mismo (género de punto por trama) o por un conjunto de hilos (género de punto por urdimbre).
Manufacturas textiles diversas
Incluye la fabricación de alfombras y moquetas, de telas no tejidas, pasamanería etc.
Fuente: De Juan Vigaray (2006) Sector Textil-Confección. Evolución y tendencias en producción y distribución comercial.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
79
Cuadro N· 8 Zonas productivas españolas en función del sistema de comercialización
Zona Norte
Agrupa las comunidades de Aragón, Cantabria, Navarra, País Vasco y la Rioja. Se trata de una zona con gran influencia europea, con unos altos niveles de exigencia en cuanto a calidad y diseño en los productos y con un sistema de comercialización basado en el comercio detallista.
Zona Sur
Se incluyen las comunidades de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia. En esta área territorial no se destacan exigencias de calidad o diseño, sino de precio; elemento primordial de la competitividad de la producción textil, siempre con tendencia a la baja.
Zona Noroeste
Se sitúan en las comunidades de Asturias, Castilla y León, y Galicia. Esta zona comparte aspectos con otras como la especial preocupación por el diseño y el precio de los productos y la reseñable presencia en los sistemas de comercialización del comercio detallista.
Zona Central
Se ubica exclusivamente en la Comunidad de Madrid, debido a que ésta presenta características específicas. Se configura como un puente de unión entre otras zonas con una gran inmigración que provoca la existencia de características pertenecientes al resto de las zonas.
Zona Mediterránea
Se engloban en esta zona la Comunidad Valenciana, Baleares y Cataluña. Se trata de un mercado muy competitivo. Ya que junto a las exigencias de calidad y diseño se unen exigencias de precio. Además, el sistema de comercialización combina las fórmulas expuestas en otros mercados.
Fuente: De Juan Vigaray (2006) Sector Textil-Confección. Evolución y tendencias en producción y distribución comercial.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
80
Como ya hemos dicho anteriormente, el sector de artículos de vestido es el más
intensivo en trabajo, fragmentado y competitivo en precios. Al mismo tiempo el que
registra menores barreras de entrada en términos de capital y conocimientos
tecnológicos, pues las operaciones fundamentales son el marcado, cortado y cosido.
El sector de artículos para el hogar, que es muy importante por ejemplo en la zona de
Alcoy – Ontinyent, incluye productos domésticos tales como alfombras, sábanas,
toallas, tapicerías, cortinas, etc. Las tecnologías de producto y proceso para este tipo
de artículos son consideradas maduras y no restringidas en los países más
desarrollados. Por ello, para competir frente a los bajos costes laborales de los países
en vías de desarrollo, y también frente a los más avanzados, se impone la estrategia
de la diferenciación del producto en base a diseños innovadores, un servicio rápido y
una distribución flexible (Such Juan, 1992:133).
Cabe resaltar entre todos estos productos: los textiles de uso técnico o TUT, que
sobresalen como una buena alternativa ante la creciente presión que ejercen los
países en vías de desarrollo en los mercados occidentales. Se trata de un sector en
auge, como sugiere el crecimiento del consumo anual a nivel mundial de TUT en los
últimos años: 3,5%, claramente superior al conjunto del sector T/C en su totalidad. De
hecho el consumo mundial de TUT para el año 2005 se estima en los 20 millones de
toneladas, lo que supone un 30% del consumo de textiles a nivel mundial (CITYC,
2006c:1).
La mayoría de las empresas españolas que se dedican a su producción son empresas
que anteriormente sólo realizaban productos textiles convencionales (confección /
hogar) y que han visto en los TUT una alternativa atractiva, reconvirtiendo así una
parte de su producción. Entre las características que apoyan claramente el dinamismo
de este subsector, nos encontramos con su capacidad para desarrollar productos
innovadores, que cubren las nuevas necesidades del mercado, su versatilidad
funcional, además de que al tratarse de productos más especializados, proveen de
mayores márgenes económicos. Sin embargo, el 70% de las empresas españolas de
TUT exporta menos de la mitad de su producción, nuestros principales clientes son
Alemania, Italia, Francia y Reino Unido, representando el 65% de las exportaciones
españolas. Y es aquí, a la hora de introducirnos más en el mercado internacional,
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
81
dónde hallamos los mayores problemas, pues la eficiencia tecnológica es muy
necesaria en este sector, mientras la dimensión reducida de las empresas españolas y
sus posibilidades de financiación son limitadas.
Por ello, el experto en industria textil Luís Baixeras Borrel, considera que las empresas
necesitarán de socios externos que aporten capital y de operaciones conjuntas, como
alianzas estratégicas o la concentración de competidores complementarios. Y aunque
se augura un crecimiento sostenido del consumo y hay posibilidades de entrada para
aquellas empresas con una estrategia adecuada; el déficit de inversiones en
innovación, las escasas infraestructuras de apoyo al sector, la falta de adaptación al
entorno cambiante de las empresas y la dificultad para alcanzar una buena gestión de
calidad u obtener información, serán los retos que tendrán que superar en su intento
de aprovechar esta oportunidad que les abren los productos de uso tecnológico
(2006:3-4).
Y ya para finalizar este epígrafe sobre el ciclo productivo, sólo señalar que el sector
fabricante de la maquinaria textil es de especial importancia estratégica para todo el
sector T/C, dado que la mayoría de los avances productivos en la industria textil han
venido de la mano de las mejoras tecnológicas introducidas por las empresas
fabricantes de maquinaria. Ésta permite la reducción de los costes, una mayor
eficiencia y la producción de productos más sofisticados. Sin embargo, debido a los
elevados costes de nueva tecnología, su utilización ha sido siempre mayor en los
sectores financieramente más fuertes, con una estructura de mercado más
concentrada, como los sectores de fibras, hilaturas y acabados (Such Juan, 1992:133).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
82
6.1.3.2 Evolución del sector T/C en los últimos años.
Desde hace unos pocos años este sector español ha tenido que hacer frente a un
importante proceso de liberalización. Comenzando con la incorporación de China a la
OMC el 11 de Diciembre de 2001 y unos días después, el 1 de Enero de 2002, con la
entrada en vigor de la tercera fase de integración del Acuerdo sobre Textiles y Vestido,
la cual eliminaba un número considerable de limitaciones cuantitativas a la importación
de productos textiles originarios de países miembros de la OMC. El resto de las
restricciones que se mantenían frente a esos países se eliminaron el 1 de Enero de
2005, pero en Junio del mismo año, el acuerdo MOU entre UE-25 y China volvió a
reintroducir limitaciones cuantitativas para proteger los diez primeros productos textiles
y de la confección en peor posición para la UE, limitaciones que tendrán vigencia
hasta el 1 de Enero de 2008.
Esto explica en gran medida los problemas y crisis por las que ha atravesado el sector
T/C en España. Si observamos el cuadro N· 9, podemos ver como el empleo se ha ido
reduciendo paulatinamente desde el año 2000, perdiéndose en seis años 72,200
puestos de trabajo. Los efectos de la liberalización han sido evidentes,
incrementándose las importaciones en un 43,5% en un periodo de 6 años y a pesar de
que para el año 2006 todavía se mantenían limitaciones cuantitativas para 10
categorías de productos. Por su parte, las exportaciones aumentaron en el mismo
periodo un 21,6%.
Si se observan los Cuadros N·10 y N·11, podemos ver que las exportaciones se
mantuvieron prácticamente estancadas en el año 2005, sólo las prendas de vestir y
algunas manufacturas textiles mejoraron sus cifras respecto al año 2004. También el
crecimiento que experimentaron las importaciones fue debido a los productos de uso
final como las prendas de vestir y ropa de hogar, que representan el 70% del total
importado. Uno de los principales factores que freno las exportaciones españolas fue
el escaso dinamismo del mercado europeo a lo que hay que añadir los efectos de la
evolución del Euro en otros mercados que no son UE.
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83
Cuadro N· 9 Datos generales del Sector Textil / Confección en España en el periodo 2000-2006.
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006 Empleo
278,2
277,9
268,2
257,5
243,3
223,2
206,0
Producción
14.829
14.800
13.912
13.258
12.790
11.650
14.415
Valor Añadido
6.220
6.220
5.950
5.700
5.500
5.020
4.920
Importaciones
7.671
8.231
8.620
9.431
10.031
11.011
12.336
Exportaciones
5.476
5.991
6.143
6.437
6.627
6.659
7.356
Saldo Comercial
-2.195
-2.240
-2.477
-2.994
-3.404
-4.352
-4.980
Cobertura (E/I)
71,4
72,8
71,3
68,2
66,1
60,5
59,6
Penetración Importaciones
43,9
46,0
50,5
56,1
60,6
66,9
74,1
Esfuerzo Exportador
36,2
38,3
42,1
46,4
50,0
54,3
62,1
Fuente: CITYC (2007a) La Evolución del Sector T/C en España 2006. * Penetración: % Importación / Consumo manfacturas. * Esfuerzo Exportador: % Exportaciones Manufacturas / Producción Manufacturas.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
84
Cuadro N·10 Exportaciones / Expediciones en millones de €
Año 2005
Año 2004
%Variación
MATERIAS PRIMAS Materias Primas Naturales 95,6 126,5 -24
Materias Primas Químicas 203,3 232,6 -13
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilos / Hilados 591,1 605,3 -2
Tejidos 1.230,5 1.323,8 -7
Tejidos de punto 235,2 264,7 -11
Otras Manufacturas:
-Alfombras y recubrimientos
-Artículos de uso técnico
56,2
584,6
56,2
568,4
=
+3
MANUFACTURAS DE
PUNTO Y CONFECCIÓN
Prendas de Punto 1.366,5 1.293,6 +6
Prendas de Confección 2.008,3 1.867,4 +8
Textil / Hogar y otros 287,5 289,0 0
TOTAL GENERAL 6.658,9 6.627,5 -0,5
Fuente: CITYC (2006a) La Confección en España en 2005.
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85
Cuadro N·10b Exportaciones / Expediciones en millones de €
Año 2006
Año 2005
%Variación
MATERIAS PRIMAS Materias Primas Naturales 123,2 95,6 +29
Materias Primas Químicas 85,0 203,3 -58
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilos / Hilados 558,6 591,1 -5
Tejidos 1.268,8 1.230,5 +3
Tejidos de punto 241,8 235,2 +3
Otras Manufacturas:
-Alfombras y recubrimientos
-Artículos de uso técnico
61,8
665,7
56,2
584,6
+1
+14
MANUFACTURAS DE
PUNTO Y CONFECCIÓN
Prendas de Punto 1.653,4 1.366,6 +21
Prendas de Confección 2.400,0 2.008,3 +19
Textil / Hogar y otros 298,2 287,5 +4
TOTAL GENERAL 7.356,5 6.658,9 +10,5
Fuente: CITYC (2007a) La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
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86
Cuadro N·11 Importaciones / Introducciones en millones de €
Año 2005
Año 2004
%Variación
MATERIAS PRIMAS
Materias Primas Naturales 112,6 145,6 -23
Materias Primas Químicas 246,7 241,0 +2
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilos / Hilados 623,6 738,6 -15
Tejidos 1.030,1 1.117,0 -8
Tejidos de punto 137,2 146,3 -6
Otras Manufacturas:
-Alfombras y recubrimientos
-Artículos de uso técnico
144,4
846,7
136,5
824,1
+6
+3
MANUFACTURAS DE PUNTO Y CONFECCIÓN
Prendas de Punto 3.226,0 2.861,5 +13
Prendas de Confección 3.965,3 3.266,4 +21
Textil / Hogar y otros 678,4 553,7 +22
TOTAL GENERAL 11.011,0 10.030,7 +9,8
Fuente: CITYC (2006a) La Confección en España en 2005.
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87
Cuadro N·11b Importaciones / Introducciones en millones de €
Año 2006
Año 2005
%Variación
MATERIAS PRIMAS
Materias Primas Naturales 115,8 112,6 +3
Materias Primas Químicas 196,9 246,7 -20
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilos / Hilados 685,6 623,6 +10
Tejidos 1.044,3 1.030,1 +1
Tejidos de punto 148,1 137,2 +8
Otras Manufacturas:
-Alfombras y recubrimientos
-Artículos de uso técnico
163,0
869,0
144,4 846,7
+13+2
MANUFACTURAS DE PUNTO Y CONFECCIÓN
Prendas de Punto 3.780,7 3.226,0 +17
Prendas de Confección 4.610,0 3.965,3 +16
Textil / Hogar y otros 722,4 678,4 +6
TOTAL GENERAL 12.335,8 11.011,0 +12,0
Fuente: CITYC (2007a) La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
Sin embargo, la actividad productiva durante el año 2006 evolucionó hacia una mayor
estabilidad tras el primer impacto negativo provocado por la apertura de los mercados
europeos en el año 2005. En la tabla estadística N·10b, se puede observar la
recuperación positiva de las exportaciones, especialmente para las prendas de punto y
textiles, y los productos de uso técnico. Sin embargo, hay que tener en cuenta el
rápido ajuste de la oferta productiva, en especial el textil de cabecera, y la
intensificación de los procesos de deslocalización en las fases finales de la cadena
productiva, esencialmente prendas de vestir (CITYC, 2007a:22).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
88
A pesar de todo, la evolución desigual de las importaciones y las exportaciones
continúan determinando un fuerte incremento del déficit comercial, siendo de 4.890
millones de euros, más del doble del saldo comercial para el año 2000.
Si observamos el Cuadro N·12, se puede ver claramente el fuerte impacto de la
liberalización del sector T/C en 2005, los efectos de este fuerte déficit durante todo el
año y cómo afectó a todos los subsectores que conforman la cadena T/C, siendo
sobre todo la producción textil la que retrocedió más intensamente, un –11,6% frente
al –9,2% de la confección (Cuadro N·9). Según la base de datos del Índice de
producción Industrial del INE, el nivel de producción textil entre el año 2000 y el 2005
se redujo en un 26%, mientras que la caída en la confección fue del 37%. Así, la
utilización de la capacidad productiva cayó en once puntos porcentuales desde el año
2000, situándose en el 70%. Como vemos con las cifras del año 2006, la producción
del Textil no cayó tan dramáticamente como en 2005, siendo de –4,4%, e incluso la
producción de la Confección se incrementó en un 1%, de forma que al menos la
utilización de la capacidad productiva se elevó en casi 3 puntos porcentuales.
Cuadro N·12 Indicadores de Actividad del Sector T / C
(% Variación anual)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Producción Textil
-1,0
-2,3
-2,4
-6,8
-6
-11,6
-4,4
Producción Confección
-2,7
-4,9
-22,4
-4,2
-2,8
-9,2
+1,0
Consumo Industrial de Fibras
4,5
-4,7
-4,3
-5,2
-5
-10
-4,0
Importaciones de Fibras
-0,5
-15,7
9,6
-7,0
3,1
1,9
-12,1
Utilización de la cap. prod. (%)
82,3
81,2
77,1
74,5
73,0
70,7
73,0
Fuente: CITYC (2006b), La Evolución del Sector T / C en España en 2005.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
89
Cuadro N·13 Evolución de la Balanza Comercial en el periodo 2002-2006.
(Cifras en Millones de €)
2002 2003 2004 2005 2006 Materias Primas
-98,8
-65,6
-27,5
-60,4
-104,5
Manufacturas Textiles
-128,9
-206,6
-144,1
-84,4
-113,3
Manufacturas de punto y confección
-2.249,4
-2.722,1
-3.231,6
-4.207,3
-4.761,5 Total
-2.477,1
-2.994,3
-3.403,2
-4.352,1
-4.979,3
Tasa de Cobertura (%)
71,3
68,2
66,1
60,5
59,6
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
90
Según informa el CITYC, la Hilatura se ha visto afectada por la competencia directa de
las importaciones de países en desarrollo especializados en hilos estándar y también
por la competencia indirecta, que se deriva de la pérdida de clientes como tejedores
de punto y a la plana, afectados sobre todo por la fuerte entrada de prendas de vestir.
De hecho, es probablemente uno de los subsectores más afectados por la apertura del
mercado español. Por ello, la actividad en la Hilatura ha caído desde el año 2000 en
un 40%. Además, en el año 2006 sufrió de nuevo un retroceso en su nivel de
actividad, siendo del 9,9%, aunque muy inferior al que presentó en 2005, que era de
un 16,5%.
En cuanto a la Tejeduría, ésta ha evolucionado más favorablemente que la Hilatura, a
pesar de que también ha sufrido por el retraimiento del mercado interior y el escaso
dinamismo de los exteriores. Y como era de prever, las empresas dedicadas a los
productos de vestuario han sido las más afectadas, mientras las dedicadas a textiles
para el hogar o a usos técnicos o industriales han mantenido un comportamiento más
favorable. Esto ha generado en todas las empresas una fuerte presión para ajustar sus
estructuras a la realidad del mercado y redimensionar su aparato productivo. Por otra
parte, la demanda exterior ha tenido una influencia notable en la mejora relativa que
experimentó el subsector de la Tejeduría en 2006 con respecto al año anterior. De
modo que las exportaciones de tejidos, que habían ido cayendo desde 2002, crecieron
en un 3% en 2006, con una mejora paralela en la balanza comercial que presenta un
superávit de 318 millones de euros.
Los Acabados por su parte, han sufrido una intensa reducción de la actividad ya que
trabaja por encargo de las empresas de Hilatura y Tejeduría. Debido a la fuerte
reducción de la actividad de cabecera (hilados y tejidos), el impacto sobre este
subsector ha sido muy negativo, provocando importantes oscilaciones en la carga de
trabajo debido a la alta estacionalidad de las peticiones de servicios, ya que se han
reducido los tiempos de respuesta en toda la cadena textil y no se puede hacer uso de
las existencias como factor amortiguador de las oscilaciones de la demanda, tanto final
como intermedia (CITYC, 2007a:25).
En cuanto al Textil / Hogar, la demanda se mantuvo estable durante el año 2005,
gracias a la pujante construcción de viviendas en España, el dinamismo de la
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
91
constitución de nuevos hogares, la actividad turística y la estabilidad de otros sectores
industriales clientes, como son los muebles o la automoción (CITYC, 2006). Como en
los otros casos, la incidencia de las importaciones también tuvo un efecto
especialmente negativo en la actividad industrial de este subsector en el año 2005, ya
que las importaciones crecieron especialmente en la ropa de hogar (un 15%) debido a
la aparición de suministradores asiáticos que ya superan el 40% del total importado en
esta especialidad. Por otra parte, la ralentización de las exportaciones en los últimos
años agravó el crecimiento del déficit comercial.
La principal novedad del 2006 fue la recuperación de la exportaciones en un 3,9%,
después del claro retroceso desde 2001 (Cuadro N·9). Según informa CITYC, esta
recuperación se debe a la mejora del mercado europeo, que supuso un 60% del total
importado, y a la mayor incidencia en otros mercados como son los del Próximo
Oriente y América del Norte (2007:26). La recuperación leve de las exportaciones ha
permitido que el déficit comercial se mantuviera estable. Sin embargo, desde 2000
éste se ha multiplicado por 9, lo que evidencia los efectos que el proceso de
globalización ha tenido sobre todo el sector T/C en los últimos años.
Respecto al Vestuario, el consumo siguió una tendencia positiva a lo largo del año
2005, tanto en las ventas de temporada como en las rebajas. No obstante, la demanda
interna no se tradujo en una mayor actividad industrial al coincidir con un gran déficit
comercial. En concreto, éste aumentó en el año 2005 respecto al 2004 en un 28,8%,
ya que a pesar del aumento de las exportaciones (+6,6%), las importaciones crecieron
en un 17,3%.
Por otra parte, las importaciones no sólo redujeron la cuota de mercado cubierta por la
producción interna, sino que además provocaron un efecto depresivo sobre los
precios, ya que la competitividad de los países asiáticos se refleja en un nivel de
precios al menos un 42% inferiores a los de otras procedencias extra-UE. Esta
situación afectó a todas las especialidades y hasta los productos de mayor valor
añadido se vieron obligados a contener sus precios para no aumentar su diferencial
respecto a los niveles medios del mercado (CITYC, 2006b:24).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
92
Cuadro N·14
Evolución de los precios
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Precios industriales Textil........................ Confección...............
2,1 1,7
2,2 0,2
-0,8 2,2
0,8 1,8
0,5 0,9
0,6 0,8
1,4 0,7
Precios de consumo General.................... Vestido y Calzado...
4,0 2,3
2,7 3,2
4,0 5,3
2,6 2,5
3,2 2,1
3,7 1,4
2,7 1,3
Fuente: CITYC (2007), La Evolución del Sector T/C en España en 2006. 1. Precios industriales: % variación media anual. 2. Precios de consumo: % variación Dic. / Dic.
Durante el año 2006 el consumo final de prendas de vestuario (tejido y punto) aumentó
un 1,5% en valor respecto al año anterior y según se observa la evolución del mercado
de vestuario en España, todo apunta a que ha alcanzado su punto de expansión y
tenderá al estancamiento, ya que las familias han desviado sus ingresos hacia otro
tipo de consumos, como son el ocio, móviles, etc, y al creciente impacto que los tipos
de interés creciente están teniendo sobre el presupuesto familiar, especialmente el
originado por las hipotecas para la compra de viviendas (CITYC, 2007a:27).
Las importaciones procedentes de la UE-25 siguieron la tendencia a perder peso
pasando del 48% en 2004 al 44,5% en el año 2005 y un 41% en el 2006 mientras las
importaciones procedentes del Lejano Oriente ganaron más de seis puntos
porcentuales respecto del 2004, situándose en torno al 38,5% del total importado en
2006. Las exportaciones por su parte, se dirigieron principalmente hacia países de la
UE-25, que representaron el 66% del total, mientras los Países Preferenciales
Mediterráneos fueron los segundos receptores de las mismas (Cuadros N·15 y N·15b).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
93
Cuadro N·15 Distribución del Comercio Exterior por Áreas Geográficas
En % s/total en valor
Importaciones Exportaciones 2004 2005 2004 2005
UE-15 47,1 43,6 64,1 63,4UE-10 0,9 0,9 3,3 3,4EFTA 0,4 0,3 1,5 1,5P. Este Europa 2,1 2,0 3,0 2,5Preferenciales Mediterráneos 14,2 14,4
12,7 13,0
África 0,6 0,6 0,3 0,3Próximo Oriente 0,5 0,2 2,5 2,9Lejano Oriente 31,9 35,9 3,3 4,2NAFTA 0,8 0,8 5,7 5,8América Sur 1,3 1,1 2,5 2,6Oceanía y otros 0,2 0,2 1,1 0,4TOTAL 100 100 100 100Fuente: CITYC (2006b), La Evolución del Sector T / C en España en 2005.
Cuadro N·15b Distribución del Comercio Exterior por Áreas Geográficas
En % s/total en valor
Importaciones Exportaciones 2005 2006 2005 2006
UE-15 43,6 40,1 63,4 62,0UE-10 0,9 0,7 3,4 3,7EFTA 0,3 0,3 1,5 1,3P. Este Europa 2,0 1,9 2,5 3,6Preferenciales Mediterráneos
14,4
16,1
13,0 13,3
África 0,6 0,6 0,3 0,4Próximo Oriente 0,2 0,1 2,9 2,8Lejano Oriente 35,9 38,5 4,2 3,7América Norte NAFTA 0,8 0,7
5,8 6,2
América Sur 1,1 0,7 2,6 2,6Oceanía y otros 0,2 0,3 0,4 0,4TOTAL 100 100 100 100Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
94
Destacan los cambios habidos en el 2005 en el ranking de países suministradores
(cuadro N·16). China se colocó como principal país proveedor, superando a la
tradicional Italia que se coloca en el segundo puesto, a ésta le siguieron Portugal y
Francia, y en quinto lugar Turquía que superó a Marruecos por primera vez en la zona
mediterránea. Sobresalió el fuerte aumento de las importaciones de China, un 29%
pero también la de India, 41%, y la de Turquía, 20,9%. Sin embargo, otros países
asiáticos como Corea del Norte o Indonesia vieron reducidas sus importaciones en
nuestro país. En total, el peso de los proveedores asiáticos en 2005 fue del 35,9% de
lo importado y superó el 41% en relación a las prendas de vestir, de punto o de
confección (Cuadro N·16).
Cuadro N·16
Principales Suministradores en el año 2005.
Importaciones* Millones €
% s/Total
% Variación 2005/2004
China 1.969 17,9 +29Italia 1.538 14,- +16Portugal 874 7,9 -2Francia 850 7,7 +6Turquía 739 6,7 +21Marruecos 695 6,3 +5India 541 4,9 +41Alemania 540 4,9 -2Bangladesh 348 3,1 +11Bélgica 269 2,4 +10Países Bajos 227 2,1 +3Pakistán 221 2,- +2Reino Unido 212 1,9 -8Indonesia 151 1,4 -23Corea del Sur 127 1,1 -19Resto Países 1.710 15,5 +1TOTAL 11.011 100 +9,8Fuente: CITYC (2006a), La Evolución del Sector T/C en España en 2005.
* Manufacturas + Materias primas
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
95
Cuadro N·16b Principales Suministradores en el año 2006.
Importaciones*
Millones €
% s/Total % Variación
S/2005 China 2.334,7 18,9 +18,1Italia 1.647,4 13,3 +6,7Turquía 918,7 7,4 +23,8Portugal 889,9 7,2 +0,6Marruecos 876,2 7,1 +25,7Francia 822,9 6,7 -3,9India 597,6 4,8 +10,2Alemania 567,3 4,6 +6,5Bangladesh 448,9 3,6 +28,7Bélgica 286,7 2,3 +6,0Pakistán 257,9 2,1 +16,9Holanda 234,6 1,9 +2,0Reino Unido 196,8 1,6 -8,1Hong Kong 182,1 1,5 +73,6Indonesia 166,4 1,3 +9,8Resto Países 1.924,8 15,6 +11,8TOTAL 12.335,8 100 +12,0Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T/C en España en 2006.
* Manufacturas + Materias primas
En el año 2006 se puede observar como China continúa siendo el principal
suministrador del mercado español, con un 29,5% del total importado (22,4% en
2005). Si bien su crecimiento se ha visto frenado ligeramente como consecuencia del
acuerdo de limitación que afecta a cientos de productos de vestuario chinos durante el
periodo 2005-2007 (Cuadro N·17b).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
96
Cuadro N·17 Comercio entre España y China años 2004-2005.
(Millones de €)
2004 2005 % VariaciónImportaciones Españolas:
• Totales • Extra UE
10.031 5.175
11.011 6.111
+9,8+18,1
Importaciones de China
1.520,4
1.969,5
+29,5
Balanza Comercial: España / China
-1.292
-1.921,2
Fuente: CITYC (2006b), La Evolución del Sector T / C en España en 2005.
Cuadro N·17b Comercio entre España y China años 2005-2006.
(Millones de €)
2005 2006 % VariaciónImportaciones Españolas:
• Totales • Extra UE
11.011 6.111
12,336 7.300
+12,0+19,4
Importaciones de China
• Total • Sujetos a limitación • Libres
1.969,5563
1.406
2.334,7
583 1.708
+18,5+3,5
+21,5 %China S/Total importado
17,9
18,6
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
En cuanto a los principales clientes, éstos continúan siendo ciertos países de Europa:
Portugal, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Bélgica, que representan el 56,6%
del total exportado por España. Fuera de Europa, destacan principalmente Marruecos,
Méjico, Estados Unidos, Turquía y Túnez. Los países donde mayor fue el incremento
de nuestras exportaciones son los países del Este de Europa: Polonia, Letonia,
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
97
República Checa o Rusia, sin embargo, cabe destacar también el fuerte aumento en
algunos países asiáticos como China, Corea, India, Paquistán e Indonesia, aunque en
estos países se partía de niveles cuantitativos muy bajos (CITYC, 2006b:41).
Cuadro N·18 Principales clientes en el año 2005.
Exportaciones*
Millones €
% s/Total % Variación
2005/2004 Portugal 1.042 15,6 +2Francia 1.016 15,2 +3Italia 591 8,9 =Marruecos 530 7,9 +5Alemania 477 7,1 -5Reino Unido 346 5,2 -7Méjico 220 3,3 +6Bélgica 219 3,3 -2Grecia 191 2,8 +6Estados Unidos 138 2,1 =Turquía 122 1,8 -2Países Bajos 108 1,6 =Túnez 91 1,3 -5Austria 83 1,2 +18Polonia 81 1,2 +19Resto Países 1.404 21,1 +5TOTAL 6.659 100 -0,5
Fuente: CITYC (2006b), La Evolución del Sector T/C en España en 2005. * Manufacturas + Materias
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
98
Cuadro N·18b Principales clientes en el año 2006.
Exportaciones*
Millones €
% s/Total % Variación
S/2005 Portugal 1.100,9 15,0 +4,9Francia 1.071,9 14,6 +3,7Italia 703,4 9,5 +18,4Marruecos 591,2 8,0 +11,1Alemania 463,2 6,3 -1,4Reino Unido 398,9 5,4 +15,2Méjico 280,3 3,8 27,4Grecia 232,0 3,1 +21,7Bélgica 200,2 2,7 -5,9Turquía 154,6 2,1 +27,7Holanda 145,2 2,0 +31,9Estados Unidos 142,0 1,9 +4,4Polonia 102,3 1,4 +27,2Túnez 98,1 1,3 +6,0Austria 83,1 1,1 +0,2Resto Países 1.589,4 21,6 +13,0TOTAL 7.356,7 100 +10,5
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T/C en España en 2006. * Manufacturas + Materias
Respecto a la balanza comercial, ésta experimentó un deterioro en todas las áreas
geográficas en el año 2005, mejorando solamente en los 10 nuevos países de Europa
del Este. El comercio con los países asiáticos (Lejano Oriente) representó entonces el
84% del déficit global, y a éstos les siguieron los Países Preferenciales Mediterráneos
(Cuadro N·19).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
99
Cuadro N·19 Evolución de la Balanza Comercial por Áreas Geográficas periodo 2003-2006
(Millones de €)
2003 2004 2005 2006 EvoluciónUE-15 -529 -517 -583 -382 +UE-10 Nuevos Miembros +75 +125 +132
+186 +
EFTA +60 +58 +61 +57 -P. Este de Europa -27 -14 -51 +30 +Preferenciales Mediterráneos -414 -588 -726
-1.007 +
África -37 -41 -45 -44 -Próximo Oriente +156 +113 +117 +191 +Lejano Oriente -2.712 -2.919 -3.680 -4.480 -América Norte NAFTA +290 +292 +297
+371 +
América Sur +49 +33 +51 +108 +Oceanía y otros +95 +55 +17 -8 -TOTAL -2.890 -3.403 -4.352 -4.979 -Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006. Evolución: * - Negativa = aumento déficit o reducción superávit * + Positiva = aumento superávit o reducción déficit
No obstante, el comercio exterior del sector ha experimentado en 2006 un cambio
destacado gracias al crecimiento de las exportaciones, que se han recuperado de los
bajos niveles de los años anteriores. En este sentido, las exportaciones han mostrado
un fuerte dinamismo, básicamente centrado en las prendas de vestuario (+20%),
aunque también se han visto aumentadas las ventas de tejidos (+3%), textiles
especiales (+14%) y la ropa de hogar (+4%).
El Centro de Información del Textil/Confección considera que las recuperación de las
exportaciones se ha debido en gran parte a la mejora del consumo europeo y a una
cierta reconstitución de las corrientes de aprovisionamiento tradicionales, tras el
impacto de la liberalización de 2005 y el acuerdo posterior de limitación de ciertos
productos chinos (2007a:32). Además de la mejora de las exportaciones a la UE-15,
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
100
exceptuando a Alemania, también destacan los registros positivos de los países de
Europa del Este, los mediterráneos y en Estados Unidos.
Las importaciones de prendas (+16%) y ropa de hogar (+6%) continúan presionando el
mercado español, aunque también se destaca una recuperación de hilados y tejidos.
La evolución hasta ahora ha permitido una cierta contención del déficit comercial, que
en 2006 se sitúa en 4.979 millones (+14), mientras la tasa de cobertura ha sido del
59,6%, inferior en un punto porcentual a la del año 2005.
En el Cuadro N· 19, donde se puede observar la distribución geográfica, vemos el
fuerte aumento de las importaciones asiáticas y de los países del Mediterráneo,
especialmente en las prendas de vestuario, lo que ha hecho reducir el peso de la UE
en el total importado, que ha perdido cuatro puntos porcentuales, situándose en el
40,8% del total. Por el contrario, se mantiene el peso de la UE en las exportaciones,
como ya comentamos, representando el 65,7% del total, ligeramente inferior al año
2005. Los países del Este de Europa es la zona con un mayor aumento porcentual,
siguiéndole la NAFTA.
En cuanto a los principales suministradores (Cuadros N·16 y N·16b), la evolución del
comercio de importación durante el 2006 se caracterizó por las siguientes tendencias:
• Fuerte crecimiento de las importaciones asiáticas (+19,6%), que representan el
39% del total.
• China se mantiene como principal suministrador, aunque su crecimiento se ha
moderado.
• Turquía se sitúa como tercer proveedor absoluto.
También se destacan los fuertes incrementos de Vietnam (+47%), Bangladesh (+29%)
y Camboya (+87). Ya vimos como China representa el 39% del total importado, si bien
la presencia de productos chinos respecto al año anterior creció sólo 19,6%. Este
menor crecimiento relativo es consecuencia clara de las limitaciones acordadas entre
la UE y China para los productos asiáticos y la reducción de ayudas a la exportación.
Si bien, y según informa CITYC, se han detectado fuertes incrementos en las
tradicionales zonas de tránsito de las mercancías chinas, como son Hong Kong y
Macao (2007a:42).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
101
También se destaca el fuerte aumento del comercio con los países de la zona
mediterránea, en este sentido, destaca especialmente Turquía que ha desplazado a
Marruecos como suministrador y ha logrado ocupar el tercer puesto absoluto.
Las importaciones de la UE representan en el 2006 el 41% del total, lo que es al
menos una baja de tres puntos porcentuales respecto al año anterior.
Cabe destacar el deterioro de la balanza comercial sobre todo en relación a los países
del Lejano Oriente, que es casi del 90% del déficit global, y los Países Mediterráneos
debido al aumento de las importaciones, mientras ha mejorado en relación a Europa,
por reducción del déficit, y en EE.UU. , por aumento del superávit.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
102
6.1.4 El Subsector de la Confección en España.
El Subsector de la Confección emplea en España a un total de 120.000 personas, de
las cuales 100.000 son asalariados, que producen artículos valorados en casi 4.000
millones de €, siendo el valor añadido agregado de 1.680 millones. Hay que reseñar la
dificultad para disponer de cifras concretas, debido a la estructura empresarial y al
importante empleo no asalariado de este Subsector (CITYC, 2007c). La Confección
tiene un importante peso dentro del sector T/C, ya que representa la mitad del empleo
y del valor añadido total.
En relación a la industria española, la Confección aporta un 1,3% al Producto y un
3,6% al empleo industrial (Cuadro N·21). Estas cifras son elevadas si las comparamos
con la media comunitaria. Sin embargo, son más cercanas a los países del Sur de
Europa, como Italia, Grecia y Portugal (CITYC, 2007:2).
Cuadro N· 20 La industria de la Confección en la UE en el año 2006
UE-25 España % Esp. /UE N· de Empresas 91.552 3.555 3,9Empleo 1.094.266 120.431 11,0Producción (M. €) 77.867 4.700 6,0Importaciones (M. €) 102.243 8.391 8,2Exportaciones (M. €) 64.559 4.039 6,2Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España en 2006. * Importaciones / Exportaciones - incluyen prendas de vestir de punto y de no punto y complementos de vestir.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
103
Cuadro N·21 El sector de la Confección en España 2006.
Confección % S/Industria* Empleo 120.431 3,6Ventas 4.700 -Valor producción (M.€) 3.997 -Valor añadido (M.€) 1.680 1,3Importaciones (M.€)* 4.610 2,1Exportaciones (M.€)* 2.386 1,7Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España en 2006. * Industria- excepto la Construcción * Importaciones / Exportaciones - incluyen prendas de vestir (no punto) y otros artículos confeccionados, no de vestuario.
España representa el 11% del empleo comunitario y el 6% de las ventas, situándose
en quinta posición después de Italia -país líder indiscutible-, Alemania, Francia y el
Reino Unido (CITYC, 2007:5). Además destaca, por ser el país con menor
productividad aparente (valor añadido por trabajador) tanto en el Textil como en la
Confección y a pesar de los menores costes salariales, debido a la falta de formación
de los trabajadores y de inversión en I+D+I (Moral y Pazó, 2004:275).
Y aquí me gustaría hacer un pequeño receso y citar al economista J. A. Herce cuando
dice que la productividad genuina, basada en el conocimiento, el progreso tecnológico
y la innovación, ha ido poco a poco desapareciendo en la industria española. La
capitalización de la economía, y especialmente la productividad total de los factores,
contribuyeron al proceso de crecimiento hasta 1974 a “ritmos asiáticos”, de entre el
4% y el 12%, y a converger con otros países de la UE. Mientras que en los dos
periodos de crecimiento posteriores – de 1986 a 1990 y de 1997 a 2000- la principal
aportación ha venido por parte del empleo y la abundante y mano de obra barata que
incluye parados, jóvenes, mujeres e inmigrantes, y la capitalización en forma de
plantas, equipos e infraestructuras. Y es por esta razón que el economista Jose
Manuel Herce comenta que, aunque podemos hablar de la economía española como
una economía plenamente desarrollada, no se puede decir abiertamente que sea una
economía avanzada (Herce, 2004:2).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
104
Y en este sentido, difícilmente podemos competir ni contra países más desarrollados
ni contra los que están en vías de desarrollo, si no nos apoyamos en la innovación y el
avance científico-tecnológico, pues ni estamos a la altura de los primeros ni nuestros
bajos costes salariales son similares a los de aquellos menos desarrollados.
Como ya vimos, el crecimiento del sector T/C en comparación con el conjunto de las
otras industrias tradicionales, ha sido lento y muestra tasas negativas desde el año
2000, en particular, el sector del textil, la confección, el cuero y el calzado ocupaba en
1993 el sexto lugar en la cifra de negocios pero se hallaba en el número 11 en el año
2002. Lo que sugiere que en la economía española continúa produciéndose una
paulatina reducción del peso de los sectores tradicionales dentro de la estructura
global, probablemente debido a que nuestra reconversión industrial ha sido más tardía
que en los otros países de la UE-15 (Moral y Pazó, 2004:276).
Si nos atenemos a la estructura industrial, el subsector de la Confección se compone
básicamente de medianas y pequeñas empresas. En concreto, en el año 2006 había
3.555 establecimientos, el 85% de los cuales disponían de menos de 20 trabajadores y
sólo un 2% de 100. La dimensión de las empresas está condicionada por una serie de
factores entre los que se encuentran:
• La facilidad de entrada en el Sector, ya que la inversión por puesto de trabajo
es baja como corresponde a una actividad intensiva en mano de obra.
• Inexistencia de economías de escala productiva, sobre todo en la fase de
costura, al ser todavía una actividad esencialmente manual.
• Organización empresarial altamente descentralizada.
También la dimensión varia dependiendo de la especialidad a la que se dedican, por
ejemplo, la corsetería o la confección de piezas de manga requieren un grado superior
de técnica y preparación personal que las prendas exteriores femeninas o los
pantalones, que son más fáciles de realizar, con lo que se facilita la existencia de
empresas de tamaño reducido (CITYC, 2007c:7).
Por otro lado, aunque normalmente la dimensión de estas empresas en Europa es
también pequeña, la empresa confeccionista española está por debajo de la media
europea, lo que limita su capacidad comercial en el exterior. Ya que requiere de
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
105
agrupaciones de tipo colectivo como consorcios, acuerdos de cooperación etc, para
superar esta limitación. Sin embargo, en España hay una escasa implantación de este
tipo de organizaciones. Además y paradójicamente, la evolución en los últimos años
ha sido la de continuar reduciendo su tamaño en unidades más pequeñas(CITYC,
2006a:3). Destaca también el alto número de empresas sin ningún asalariado, el 40%
de ellas en el 2003, característica que se relaciona con el hecho de que las mujeres
hacen el trabajo en sus casas (Moral y Pazó, 2004:277).
Los primeros centros de la confección aparecieron en Madrid, Barcelona y Valencia,
pero a partir de los años 70 también se sumaron Galicia, Castilla-La Mancha y
Andalucía, hoy en día el 81% de toda la producción se concentra en estas seis
regiones. Por sus niveles de empleo destacan sobre todo Galicia, Cataluña y Castilla-
La Mancha. Por su importancia relativa, hay que destacar a Castilla – La Mancha, con
un porcentaje superior al 10% del empleo industrial en dicha comunidad autónoma.
Cuadro N·22 Distribución del empleo del sector confección por CC.AA.
en el cuarto trimestre del año 2006 (Miles de personas)
CC.AA. Confección Total Industria Confecc./ Total %1· Galicia 20,7 235,7 8,82· Cataluña 20,5 822,7 2,53· Castilla-La Mancha 17,7 163,5 10,84· Andalucía 14,3 340,3 4,25· Com. Valenciana 12,8 477,4 2,76· Madrid 13,3 351,3 3,8- Resto CC.AA. 21,1 1.072,0 3,7- Total España 120,4 3.462,9 3,5Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España.
En cuanto al tipo de empresas, éstas se pueden clasificar en tres grupos, el más
numeroso, al menos, concentra el 45% de las mismas, que son las empresas
productoras / comercializadoras. Éstas comercializan su producción y disponen de
departamentos de diseño, patronaje, costura y acabados, si bien descentralizan parte
o todas las operaciones de costura a talleres. Sólo disponen de talleres propios
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
106
cuando preparan colecciones o pedidos de entrega rápida difíciles de realizar a través
de la subcontratación. La mayoría hacen 2 colecciones por año, aunque se están
extendiendo las colecciones de temporada. Les siguen las empresas manufactureras,
que son aquéllas que trabajan por cuenta de terceros, y las empresas comerciales.
Éstas realizan toda su producción con medios ajenos, aunque se basan en sus propios
diseños. Se trata de comerciantes o distribuidores que fabrican artículos para su
propia red o de empresas que venden a detallistas u otros distribuidores y practican la
“moda pronta”. Ya comentamos anteriormente que la descentralización de la
producción en España es alta, en torno al 50%, y si bien ha permitido reducir costes
operativos y aumentar la flexibilidad del sector, presenta problemas para asegurar la
calidad del producto y el servicio (CITYC, 2006a).
Referente a los cambios en la tecnología, la Confección es la única actividad de la
industria que no ha sufrido un cambio profundo y se mantiene como una fase
tradicional de alta intensidad de mano de obra, pues la tecnología básica sigue siendo
la máquina de coser, la cual no ha tenido un gran impacto en los costes, ya que sólo
entre el 15% y el 20% del tiempo efectivo es requerido para la elaboración de las
prendas de vestir, el resto se dedica a la manipulación del tejido. Los cambios más
importantes se hallan en el pre-ensamblaje, el pre-corte y corte, dónde el CAD-CAM
(programas informáticos) permite ahorros de costes de mano, la informática ha sido
sobre todo importante en el diseño de los productos, la regulación y programación de
los procesos y el control de calidad (Costa y Duch, 2004:266-267).
En cuanto a los cambios en la relación producción-distribución, como ya comentamos
anteriormente, el sistema de distribución de los artículos de vestuario en España hasta
los años 80 era de tipo clásico, esto quiere decir que predominaba el detallista
independiente como base del sistema, coexistiendo con las grandes superficies de
venta, por ejemplo los grandes almacenes.
En estos años los mayoristas todavía jugaban un papel importante, especialmente en
artículos de mucho volumen de venta y de poco contenido de moda. Esto se debe a la
dificultad de muchas empresas para hacer llegar su red de ventas a los numerosos
detallistas alejados de los principales núcleos de población.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
107
Este tipo de sistema distributivo es común en los países del Sur de Europa, como
Italia, Grecia y Portugal, mientras en el Centro y Norte predominan estructuras mucho
más concentradas y con un menor número de establecimientos. Sin embargo, a
principios de los 80 la distribución del vestuario empezó a cambiar, su rasgos más
importantes son:
• Fuerte incremento de las cadenas.
• Irrupción de los hiper y supermercados.
• Mantenimiento de los grandes almacenes.
• Disminución de los detallistas independientes.
• Estabilidad de la venta informal.
• Introducción de nuevas formas de comercialización.
Cuadro N·23 Evolución de los Canales de Distribución de artículos de Vestuario
(en % de las ventas en valor)
Detallistas Independ.
Cadenas y franquicias
Grandes almacenes
Hiper y Supermerd.
Otros
1985 66 3 15 2 141990 59 8 15 4 141994 52 12 15 7 142000 47 17 14 8 142001 45 19 15 7 142002 43 21 15 7 142003 41 21 16 7 152004 40 23 16 7 142005 38 26 15 7 142006 37 27 16 7 13Fuente: CITYC (2007b), Cambios recientes en la distribución del Vestuario en España.
Los cambios en la distribución de Vestuario ha traído consigo también un cambio en
las relaciones entre productores-distribuidores a favor de estos segundos, generando
una gran presión tanto en el plano de los costes como en el del diseño, la variedad, y
los plazos de entrega de la producción.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
108
Desde el punto de vista de la organización, destaca la consolidación de empresas
integrales que controlan todo el ciclo completo del producto a través de las
subcontratas y bajo una estrecha supervisión, es el caso por ejemplo de Zara, Adolfo
Domínguez y Mango. Además, se observa una estrategia de localización en las
mejores calles y en los centros comerciales de las ciudades más importantes, mientras
las tiendas multimarca se localizan en las plazas centrales de los pueblos (Costa y
Duch 2004:268).
Al igual que ocurre internacionalmente, en España también se observa la crisis de la
distribución clásica, a través de los detallistas independientes multimarca, a favor de la
distribución organizada protagonizada por las cadenas, franquicias, hipermercados y
supermercados, cuyo paradigma se encuentra en el grupo Inditex en cadenas como
Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear y Berksha entre otras. De hecho, aunque las tiendas
independientes constituyen el principal canal de distribución de artículos de
confección, entre un 40% y un 50%, su peso relativo tiende a disminuir. Por el
contrario, las cadenas especializadas, sobre todo, y los outlets, en menor medida,
están teniendo una evolución favorable, abarcando actualmente una cuota de mercado
del 20% (De Juan Vigaray, 2006:115).
Las primeras enseñas franquiciadas en España vinieron de la mano del grupo
Benetton y de algunos emprendedores españoles, que crearon las cadenas Don
Algodón y Massimo Dutti a través de la asociación con otros empresarios. En
España, las franquicias extranjeras más extendidas son Kookat, Rodier o Naf-Naf; en
cuanto a las españolas, las líderes son Inditex, Cortefiel y El Corte Inglés. En estos
casos, algunas de sus marcas de moda se hallan en régimen de franquicia, como
Cedosce, Síntesis o Tintoretto, todas de El Corte Inglés, o algunos puntos de venta de
las enseñas Massimo Dutti o Pull & Bear, del grupo Inditex. Cortefiel es el segundo
grupo textil más importante después de Inditex, es propietario de las cadenas de moda
Springfield, Women’s Secret, Milano, Cortefiel y Don Algodón. Otras compañías
españolas que también han apostado por la franquicia como estrategia de venta son
Mango, Artesanos Camiseros, Roberto Verino, Adolfo Domínguez (con algunos de sus
puntos de venta) o Pronovias.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
109
Por su parte, los grandes almacenes también han evolucionado favorablemente
aunque de forma más lenta, su máximo representante es El Corte Inglés, y han
conseguido un 15,8% de la cuota de mercado. A pesar de que esta fórmula parece
haberse agotado en Europa y Estados Unidos, todo parece indicar que en España
mantendrá su peso en la distribución del vestir.
Los hipermercados y supermercados han sufrido una gran transformación tanto en
España como en Europa, pasando de una oferta casi basada estrictamente en la
alimentación a otra mucha más completa, que cubre una amplia variedad de productos
de gran consumo y tendentes a segmentos de mayor gasto. También su participación
en el mercado ha ido aumentando y ahora se sitúa en el 14% del mercado. Si bien la
reciente reglamentación comercial ha frenado la expansión de los hipermercados
(>2.500m² de superficie), aunque se han ido desarrollando otras formas alternativas
como son los supermercados grandes o las cadenas de “hard discount”, localizadas
ambas en núcleos urbanos (CITYC, 2007b).
En cuanto a la venta informal, como mercadillos, venta ambulante, venta a domicilio,
de fábrica, etc, se mantiene estable, destaca sobre todo la venta en mercadillos, que
representa un 3% del total de la distribución comercial, y de hecho en las áreas rurales
puede llegar incluso al 10% de las ventas del comercio minorista, cumpliendo incluso
con una importante labor social allí dónde hay una muy deficiente oferta de productos
(De Juan Vigaray, 2006:116). Por otro lado, el estancamiento del consumo actual
favorece este tipo de canales ya que centran su competitividad en el precio, además
de que constituyen un circuito muy apropiado para liquidar stocks sobrantes, con lo
que se prevé el mantenimiento de estas formas comerciales.
También parece que la venta por Internet empieza a implantarse lentamente, a la vez
que aparecen nuevas fórmulas de distribución que ya han sido probadas en países
más avanzados, como la venta por Correo que está muy extendida en Francia y
Alemania, o los “discount stores” o almacenes de rebajas tan populares en Estados
Unidos. Así como las grandes superficies especializadas en moda que se instalan a
las afueras de las ciudades o los almacenes “outlets” para colocar stock sobrantes de
temporadas pasadas (CITYC, 2007b).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
110
Según la información suministrada por la socióloga María Dolores de Juan Vigaray, en
España operan 116 redes dedicadas al negocio de la moda y la confección, éstas
incluyen desde firmas genéricas de moda, como Artesanos Camiseros o En Mangas
de Camisa, pasando por las enseñas de moda joven como Mango, Springfield, o de
moda infantil como Charanga, hasta las grandes firmas españolas: Adolfo Domínguez,
Purificación García, o extranjeras: Max Mara, Escada.
Algunas de estas empresas se crearon como producto de la integración vertical, es el
caso de Cortefiel o Inditex, que fueron fabricantes en sus comienzos, para pasar
después a la distribución. El mayor grupo textil es Inditex, el cual integra diversas
cadenas de moda que controlan todas las fases del proceso de generación de valor,
desde el diseño de las prendas hasta la producción, su venta al por menor, además de
la propia gestión de la cadena de suministro y logística (2006:117). El grupo Inditex se
halla ampliamente diversificado y para ello sus cadenas se dirigen a un amplio
espectro de consumidores. Zara, su cadena más popular e internacional, dispone de
241 establecimientos en España, ofreciendo moda masculina, femenina e infantil. Le
sigue en importancia la cadena de moda Bershka, con 194 establecimientos, que se
dirige al público adolescente femenino. Otras de sus enseñas que comercializan ropa
joven son Pull & Bear, con 257 establecimientos, y Stradivarious, con 188. También
poseen una enseña de moda infantil, Kiddy’s Class, con 114 establecimientos.
Massimo Dutti cuenta con 202 establecimientos y además de dirigirse al público
femenino y masculino, dispone también de colecciones para el público infantil con la
marca Dutti Boys & Girls.
La estrategia de diversificación también ha sido seguida por el grupo Cortefiel, el
segundo grupo más importante, a través de sus enseñas: Cortefiel, Milano y
Springfield, cada una con un carácter individual y dirigida a un público distinto, tanto
por su diseño como por sus calidades y precios.
En tercer lugar se halla el grupo Carrefour, con 137 establecimientos, sus prendas se
hayan en el segmento de calidad y precio medio-bajo, y son imitadores de las últimas
tendencias en moda pronta. En este mismo segmento también se sitúa el grupo sueco
H&M, que es la cadena de confección extranjera con mayor relevancia en España,
comercializa ropa de hombre, mujer, adolescentes y niños, ofreciendo moda básica a
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
111
precios medios. Y en quinto lugar, nos encontramos con El Corte Inglés, 63
establecimientos, cuya estructura organizativa se hace a través de departamentos que
ofrecen una gran diversidad de artículos y servicios, y una atención personalizada.
Entre los departamentos más importantes se hallan los de moda masculina y femenina
junto a algunas firmas prestigiosas, como Carolina Herrera y Hugo Boss.
Ya hemos comentado que esta tendencia en la distribución comercial es internacional,
en Europa más del 40% de la distribución del T/C se concentra también en las tiendas
independientes, frente a una cuarta parte de la distribución europea que se concentra
en las cadenas especializadas. Sin embargo, se estima que éstas continuarán
aumentando su cuota de mercado a costa de las tiendas independientes.
En cuanto a la evolución del comercio exterior, ya sabemos que se vió afectada por la
liberalización de las cuotas efectiva desde el 1 de Enero de 2005, lo que provocó un
aumento de las importaciones del 9,8% con respecto al año 2004, y de un 12% en el
año 2006, en concreto, las importaciones superaron los 12.000 millones de euros.
Estas se centraron principalmente en prendas de vestir y ropa de hogar, lo que
representó un 70% de las mismas. Afortunadamente, la actividad productiva en el año
2006 evolucionó hacia una mayor estabilidad tras el impacto negativo del 2005. No
obstante, el fuerte incremento de las importaciones hace imposible revertir el déficit
comercial que en 2.006 fue superior a los 2.200 millones de € (Cuadro N·24).
También hemos visto como las exportaciones del sector T/C en su conjunto sufrieron
un retroceso del 0,5% en el año 2005 respecto al año 2004, siendo negativas para el
subsector textil en todas sus categorías excepto para los artículos de uso técnico,
mientras que las exportaciones del subsector Confección, de prendas de punto y de
confección, experimentaron un ligero ascenso del 6% y 8% respectivamente. Como ya
comentamos antes, aparte de la liberalización de las cuotas, otros factores incidieron
en la evolución negativa de las exportaciones, como es el escaso dinamismo del
mercado europeo y la evolución del euro en otros mercados que nos son de la UE.
Sin embargo, las exportaciones evolucionaron positivamente en 2006 y tras el primer
impacto de la liberalización en 2005, se incrementaron en un 10,5%. Todas las
manufacturas textiles aumentaron sus exportaciones, y en especial las de uso técnico
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
112
(+14%), pero las exportaciones que mayor incremento experimentaron fueron sin lugar
a duda las manufacturas de Punto y de Confección, con un incremento del 21% y del
19% respectivamente, junto con el Textil de Hogar que representó un 4% (Cuadros
N·10 y N·10b).
Como ya señalamos, la apertura del mercado español al comercio exterior cambió
nuestra balanza comercial, siendo deficitaria a causa del fuerte incremento de las
importaciones. En términos absolutos, hemos pasado de un superávit hasta el año
1986 a un creciente déficit, en concreto en el año 2006 éste fue de 2.224 millones de
euros.
Cuadro N· 24 Comercio Exterior de la *Confección periodo 2000-2006
(millones de €) Importaciones Exportaciones Saldo Comercial
1990 570 164 -4062000 2.023 1.218 -8052001 2.282 1.362 -9202002 2.735 1.616 -1.1192003 3.007 1.719 -1.2882004 3.266 1.867 -1.3992005 3.965 2.008 -1.9572006 4.610 2.386 -2.224
Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España en 2006. * Capítulo 62: Prendas de Confección (no punto).
En la actualidad, la procedencia de las importaciones es básicamente extra-UE,
representado ésta dos tercios de la misma, mientras las procedente de la UE se sitúan
en el 34%. Los líderes en importación son: China, Marruecos e Italia, seguidos de
Turquía, Portugal y Francia, todos ellos representan un 70% del total importado. En
cuanto a las exportaciones, éstas se dirigen principalmente a países de la UE,
recibiendo el 70% del total. Portugal, Francia e Italia son nuestros principales clientes
(Cuadro N·25).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
113
Cuadro N· 25 Principales proveedores y clientes, año 2006
Principales Proveedores
% S / Total Importación
Principales Clientes
% S / Total Exportación
China 25,0 Portugal 18,8 Marruecos 14,5 Francia 14,5 Italia 9,9 Italia 9,5 Turquía 7,7 Reino Unido 5,3 Portugal 6,4 Méjico 4,5 Bangladesh 5,2 Grecia 4,3 Francia 6,2 Bélgica 3,1 India 4,5 Marruecos 2,5 Otros 20,6 Otros 37,1 TOTAL 100 TOTAL 100 Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España en 2006. *Capítulo 62: Prendas de Vestir no punto.
Cuadro N· 26 Comercio Exterior de la Confección, Importaciones
(millones de €)
Importaciones
1990 1995 2000 2005 2006 Prendas Exteriores de Caballero
165
323
662
1.064
1.199
Prendas Exteriores de Señora
158
277
568
1.160
1.891
Camisas y blusas
101
203
308
525
663
Prendas interiores
39
60
79
122
124
Prendas de deporte y baño
36
78
116
217
225
Corsetería
22
50
79
134
155
Otras prendas, accesorios y complementos
48
87
210
743
353 TOTAL
570
1.079
2.023
3.965
4.610
Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España en 2006. *Capítulo 62: Prendas de Vestir no punto.
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114
Cuadro N· 26b Comercio Exterior de la Confección, Exportaciones
(millones de €)
Exportaciones
1990 1995 2000 2005 2006 Prendas Exteriores de Caballero
54
165
314
380
447
Prendas Exteriores de Señora
40
117
498
994
1.118
Camisas y blusas
16
56
129
267
350
Prendas interiores
8
16
20
24
28
Prendas de deporte y baño
8
19
55
117
122
Corsetería
12
24
84
74
72
Otras prendas, accesorios y complementos
25
47
117
155
179 TOTAL
164
443
1.218
2.008
2.386
Fuente: CITYC (2007c) La Confección en España en 2006.
Sin embargo, y a pesar de todos los problemas por los que está atravesando el sector
de la Confección, y según las economistas María José Moral y Consuelo Pazó, todos
los indicadores apuntan a un avance de la calidad y de la competitividad de este
subsector dentro del mercado europeo en los últimos años, algunas de nuestras
empresas se encuentran entre los diez primeros productores europeos, con el grupo
Inditex y la cadena Zara como máximos exponentes, mientras la posición del
subsector Textil es mucho más delicada y vulnerable (2004:280-281).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
115
6.1.3.5 Competitividad exterior, políticas comerciales, empleo y futuro del T/C
Atendiendo a la evolución de los precios y la cotización de las monedas, la
competitividad de las exportaciones textiles españolas respecto de los socios de la
UE-25 ha experimentado un retroceso del 1,6%, dado el incremento diferencial de
inflación entre España y el resto de países (3,7% en España frente al 2,1% en la UE-
25), debido a una gran estabilidad en las cotizaciones del euro con respecto al resto
de monedas europeas. Sin embargo, en los últimos años se ha logrado reducir este
diferencial con respecto a Europa.
Cuadro N· 27 Evolución de los precios de consumo
% Variación anual diciembre /diciembre
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 España 4,0 2,9 4,0 2,7 3,3 3,7 2,7Zona Euro 2,6 2,1 2,3 2,0 2,4 2,2 1,9UE 2,3 2,0 2,2 1,8 2,2 2,1 2,1 DIFERENCIAS (puntos porcentuales) España / Z. € +1,4 +0,8 +1,7 +0,7 +0,9 +1,5 +0,8España / UE +1,7 +0,9 +1,8 +0,9 +1,1 +1,6 +0,6Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del sector T / C en España en 2006.
En cuanto a las políticas comerciales, destacan las medidas adoptadas para reducir
las importaciones procedentes de China. En Septiembre de 2005 se establecieron
derechos definitivos antidumping sobre las importaciones de tejidos acabados de
filamento continuo de poliéster de este país -correspondientes a la categoría 35 según
la nomenclatura del Acuerdo Multifibra- los cuales varían entre el 14,1% y el 56,2%.
Estos derechos estarán vigentes durante un periodo de 5 años si nada obliga a abrir
un proceso de revisión.
El 1 de Enero de 2005 se suprimieron todas las cuotas aplicadas a la importación de
productos textiles y de la confección procedentes de los países de la OMC mientras
que los aranceles aplicados por las aduanas no sufrían modificaciones.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
116
Para las importaciones de China correspondientes a los productos bajo la categoría
35, tejidos de fibras sintéticas continuas, se establecía la obligación de obtener una
licencia previa de importación concedida automáticamente y sin límite cuantitativo, de
forma que se pudiera conocer con suficiente antelación la evolución de las
importaciones de China y sus precios de referencia, en caso de que fuera necesario
actuar.
También se estableció un control a través de la supervisión aduanera de los productos
más sensibles originarios de cualquier país. Por esto, las aduanas comunitarias
facilitan, directa y semanalmente, a la Comisión Europea un informe con las
importaciones despachadas durante el periodo de referencia.
Como comentamos anteriormente, la liberalización del 1 de Enero de 2005 produjo un
gran incremento de las importaciones chinas, acompañadas a su vez de una
importante reducción en los precios que impulsaba todavía más la presencia de
productos chinos en Europa. Así, no es de sorprender que durante los primeros cuatro
meses de 2005 la importación de algunos productos creciera más del 600% y los
precios cayeran hasta un 50% (CITYC, 2006b:51).
Ante tal situación y por la queja de la industria europea, se llegó a un acuerdo entre las
autoridades europeas y chinas en el Memorando de Entendimiento del 10 de Junio de
2005, por el que se limitaban diez productos, cuya importación en la UE quedaba
sujeta a cuotas que han de permanecer hasta finales del año 2007.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
117
Cuadro N· 28 Acuerdo UE – China para la limitación de algunos productos textiles chinos.
Cuotas establecidas. Categoría Concepto Valor 2005 2006 2007 2 Tejidos de algodón Toneladas 55.065 61.948 69.692 4 Polos y camisetas Millones 491 540 594 5 Jerséis - Pullovers “ 181 199 219 6 Pantalones “ 316 348 383 7 Blusas “ 73 80 88 26 Vestidos de mujer / niña “ 24 27 29 31 Sostenes “ 205 225 248 20 Ropa de cama Toneladas 14.040 15.795 17.770 39 Ropa de mesa y cocina “ 10.977 12.349 13.892 15 Hilados de lino “ 4.309 4.740 5.214 Fuente: Memorando de Entendimiento de 10 de Junio de 2005.
Este acuerdo, que afecta sólo a un número limitado de productos, ha restablecido
cierto equilibrio en el mercado, ya que se han producido cambios en la demanda
internacional buscando una mayor seguridad de suministro por parte de los grandes
compradores mundiales, y permitió que en el último trimestre del año 2005 se
ralentizaran las importaciones sujetas a limitaciones y que aumentaran las de terceros
países (excluyendo China).
Cuadro N· 29 Evolución Trimestral de los productos incluidos en el acuerdo con China.
% Evolución 2005 sobre 2004 en valor.
1er trimestre 2º trimestre 3er trimestre 4º trimestre China 194,2 319,7 239 -15,9 Resto países 0,4 2,4 1,5 24,1 Total Extra-UE 15,2 24,1 25,2 20,4 Fuente: CITYC (2006b) La evolución del sector Textil / Confección en el año 2005.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
118
A pesar de todo, la industria europea no está contenta con este acuerdo, ya que
considera que la cobertura de productos es incompleta, porque no trata el problema de
los precios, que muchas veces produce más distorsiones que las cantidades
importadas, y porque no cubre el año 2008, como es el caso del acuerdo textil entre
EE.UU y China de 2005 (CITYC, 2006:52).
En 2006, la Comisión Europea derogó el derecho antidumping que grababa las
importaciones de fibras discontinuas de poliéster procedentes de Australia, India,
Indonesia y Tailandia, que estaban en vigor desde hacía 5 años, y a final de 2006 se
concluyó un nuevo procedimiento antidumping sobre las citadas fibras procedentes de
Malasia y Taiwán, con la imposición de derechos provisionales del 14,7 al 29,5% en el
caso de Taiwán y del 12,4 al 23% en el de Malasia (CITYC, 2007a:57).
El proceso de ajuste que han tenido que realizar las empresas para adaptarse a la
nueva situación internacional del mercado, se ha visto obstaculizada por la situación
económico financiera de las mismas derivada de la reducción de precios o deflación.
Esta situación dificulta las ventas y obliga a las empresas a mejorar sus ofertas,
además de otros factores como la presión de las importaciones, y el proceso de
concentración de la demanda que otorga un gran poder negociador a los
compradores. Es por esto que en la Encuesta Coyuntural de CITYC sobre los
principales problemas de las empresas, destaca, primero, los precios bajos
y segundo, la debilidad de la demanda interna.
Esta presión competitiva ha derivado en el cierre de algunas empresas en los últimos
años y la reducción del número de trabajadores del sector. En concreto, el número de
afiliados a la Seguridad Social retrocedió en un 7,6% en 2006, con una mayor
incidencia sobre el subsector textil de cabecera (hilados, tejidos y acabados) que en el
de productos finales, como las prendas de vestir y ropa de hogar.
En términos absolutos el empleo se redujo en 2006 en 11.100 personas, lo que
representa una baja del 28,5% sobre el nivel de empleo existente en 2000.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
119
Cuadro N·30 Evolución del empleo Textil / Confección en el periodo 1999-2006.
(% variación anual)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Afiliados Seguridad Social
+1,3
-0,1
-4,4
-5,7
-6,2
-8,4 -7,6
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
La reducción del empleo se ha centrado en las PYMES, ya que las empresas de
mayor dimensión han tenido una evolución negativa no tan intensa. Los expedientes
de regulación de empleo de tipo colectivo (ERES) experimentaron un nuevo
incremento en cuanto a su número en el año 2005, pero afectaron a menos
trabajadores que en el año anterior, y todavía a menos en el año 2006. En dicho año
también se redujeron la incidencia de extinciones de contratos y especialmente, los
casos de suspensión temporal de las relaciones laborales.
Cuadro N·31 Otros indicadores sociales
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Expedientes de regulación de empleo: N· de autorizados...................... Trabajadores afectados total... Id. Extinción de contratos........ Id. Suspensión / reducción.......
171 3.346 2.205 1.141
189 4.624 2.989 1.635
245 6.089 2.836 3.253
279 6.699 3.878 2.821
286 7.595 4.523 3.072
318 7.242 3.796 3.446
192 4.092 3.115 977
Apertura de centros de trabajo: Número...................................... Empleo.......................................
1.309 6.935
1.116 5.842
844 4.085
867 3.141
739 3.043
640 2.564
- -
Conciliaciones individuales de despido en el IMAC
6.766
7.647
7.831
5.667
5.279
4.491
3.276
Reducción puestos de trabajo*
8.971
10.663
10.667
9.545
9.802
8.287
6.391
Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006. * Conciliaciones individuales (IMAC) + Rescisión de contratos en expedientes colectivos (ERES).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
120
A finales de 2004 se implantó un Acuerdo firmado entre los agentes sociales del
Sector para aplicar medidas que mejoraran la formación de los trabajadores afectados
por expedientes de suspensión de contratos, del que ya se habían beneficiado en el
año 2005, 2.730 trabajadores de 73 empresas, las cuales se concentran mayormente
en Cataluña y la Comunidad Valenciana (CITYC, 2006:70).
Además, más recientemente, en Junio de 2006 se firmó un acuerdo tripartito entre
sindicatos, patronal y gobierno para ayudar a frenar la sangría de empleos que se
viene sufriendo desde el año 2000, y ayudar a la reconversión de empresas del sector.
Este acuerdo, llamado Plan de Apoyo al sector Textil y de la Confección, tendrá
vigencia hasta el 31 de Diciembre de 2008 y supone una aportación del gobierno de
670 millones de euros en el ámbito industrial y financiero en forma de ayudas directas
y créditos, y otros 200 millones de euros en bonificaciones específicas y programas de
formación profesional (CC.OO, 2006, Balance Sindical, pp.2-3).
Según el mismo Plan de Apoyo, y recogiendo textualmente sus palabras (Fiteqa-
CC.OO, 2006:2-4), los objetivos son fundamentalmente dos:
Por una parte, pretende hacer más competitivo el sector y adaptarlo al nuevo
escenario internacional, manteniendo el mayor número de empresas y puestos
de trabajo en el sector a través de las siguientes medidas:
Lograr una más adecuada dimensión empresarial y una más estrecha
colaboración entre las empresas.
Reorientar la estrategia productiva del sector, dirigiéndola hacia
productos menos estandarizados, más especializados y con mayor
valor añadido.
Mejorar la capacidad financiera y la capitalización de las empresas del
sector.
Mejorar la capacidad tecnológica de las empresas haciendo para ello un
mayor esfuerzo inversor en I+D+I.
Aumentar la formación y la cualificación profesional de los trabajadores
del sector.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
121
Mejorar su capacidad exportadora y aumentar la presencia de las
empresas del sector.
Redimensionar el sector, ajustando su capacidad productiva y su
empleo a las posibilidades reales del mercado.
Y por otra parte, pretende paliar las consecuencia negativas que puedan
derivarse para los trabajadores y para los territorios de la liberalización del
comercio de los productos del sector. Para ello, aplicará las siguientes
medidas:
Facilitar la reconversión profesional y mejora de la empleabilidad de los
trabajadores que tengan que abandonar el sector.
Incentivar de manera especial la reinserción laboral y recolocación de
los trabajadores excedentes del sector en otros sectores de actividad.
Prestar una atención personalizada a los excedentes del sector por
parte de los servicios públicos de empleo en los territorios
especialmente afectados por la reestructuración del sector.
Proporcionar cobertura social adecuada a los trabajadores excedentes
del sector, mientras se encuentren en desempleo; especialmente para
los trabajadores que tengan edad avanzada.
Establecer incentivos específicos para la generación de actividades
económicas y empleos alternativos a los que se pierdan en el sector
T/C en los territorios que resulten especialmente afectados por la
reestructuración del mismo.
Continuando con el análisis sobre el T/C y como era de esperar, la caída en la
actividad productiva y los procesos de reorientación estratégica que se dan en la
mayoría de las empresas del sector textil provocaron una paralización de los proyectos
de inversión en los últimos años. Se estima que la reducción en la inversión en
maquinaria y equipos fue de un 10% en el 2005 respecto del año anterior, y un 17% en
cuanto a la importación de maquinaria, continuando con la evolución negativa desde el
año 2001 de este importante factor estratégico para el avance productivo.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
122
Las reducciones más intensas se dieron en la hilatura, tejeduría y punto, 34%,
mientras las demás especialidades, acabados y confección, tuvieron un
comportamiento más moderado.
Sin embargo, el proceso de reorganización estratégica que están realizando las
empresas con el fin de adaptarse al nuevo marco internacional, ha impulsado de
nuevo los procesos de mejora tecnológica del sector. Por ello, las importaciones de
maquinaria, después de seis años de reducción ininterrumpida, crecieron en 2006 un
7% sobre los niveles del año anterior, esta evolución se ha dado en todos los
subsectores, excepto en la tejeduría.
Cuadro N·32 Importaciones de maquinaria textil y de la confección.
(millones €)
Maquinaria 2004 2005 2006 % Var. 06/05 Hilatura.................... Tejeduría.................. Punto......................... Acabados.................. Confección................
44,0 43,7 29,4 84,5 39,8
26,8 29,3 20,9 83,2 40,6
29,9 26,7 21,6 93,7 43,1
+11,5 +9,7 +3,3 +12,6 +6,1
TOTAL 241,4 200,8 215,0 -7,5 Fuente: CITYC (2007a), La Evolución del Sector T / C en España en 2006.
No obstante, en el conjunto del sector T/C, la inversión ha permanecido al mismo nivel
que en el año 2005, en especial por la reducción en los subsectores de hilados y
tejidos, que son los más importantes en cuanto al volumen de inversión.
En cuanto al futuro del sector T/C, en líneas generales se puede prever una
estabilización de la demanda interna, ya que aunque ha sido un factor dinámico de
crecimiento en los últimos años, las familias están disminuyendo sus gasto a causa de
la compra de viviendas y el ascenso de los tipos de interés. También ha habido un
desvío de los gastos hacia otro tipo de productos como son los móviles, las
vacaciones, otras actividades de ocio, etc. Esto afecta sobre todo negativamente a las
compras de vestuario y hogar. Otro factor que fue anteriormente positivo para la
compra de vestuario, como es la inmigración, parece que también va disminuyendo su
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
123
fuerza. Por su parte, la construcción de viviendas empezó a retroceder ya en el año
2007 y se prevé que continuará en esta tendencia negativa, lo que afectará
especialmente a la demanda de productos textiles de hogar. Sólo se prevé un
aumento en la demanda de productos de uso técnico en base a la recuperación de la
economía europea y el buen ritmo inversor actual.
En relación a las importaciones, estas continuarán activas, en especial las de prendas
de vestir, aunque la finalización de los acuerdos de China / UE a final de 2007, pueden
provocar movimientos de anticipación / desvío de tráfico por parte de los agentes
económicos, al mantenerse vigentes un año más los acuerdos con Estados Unidos. En
cuanto a las exportaciones, continuarán probablemente en términos positivos si
tenemos en cuenta la recuperación de la demanda europea y la mayor incidencia de
las empresas españolas en los mercados internacionales, aunque la evolución de la
cotización del Euro respecto al Dólar puede condicionar estas previsones.
Resumiendo, se prevé un nuevo crecimiento del déficit comercial, lo que unido a la
estabilidad de la demanda interna, provocará un descenso de la actividad y del empleo
aunque en términos moderados, no descartándose nuevos ajustes empresariales de
carácter puntual (CITYC, 2007a:90).
Según se desprende de la entrevista realizada al economista catalán Víctor Fabregat,
es verdad que la evolución del sector T/C durante el año 2006 fue hacia una mayor
estabilidad, en parte debido a la mejora de la demanda exterior y también por el ajuste
industrial realizado en los últimos años, no obstante, esta inflexión es puramente
coyuntural, ya que los problemas del Sector son estructurales y derivados del nuevo
marco de liberalización de los intercambios del comerciales internacionales. Y aunque
considera que el Plan de Apoyo al sector Textil / Confección ayudará a frenar el fuerte
deterioro del empleo desde el año 2000, y a aquellas empresas que necesiten
reconvertir sus actividades, el pronóstico del sector se puede seguir considerando de
“pronóstico reservado”, y más que hablar de aquellos subsectores que saldrán mejor
parados de todo esto, se podrá hablar de empresas con mayor o menor éxito para
reorientar sus actividades. El escenario en los próximos años, continúa, será el del
proceso de transformación de las empresas para continuar en el mercado
internacional, enormemente competitivo y globalizado (CIE, 2006:2-3).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
124
6.1.3.6 Estrategias del subsector de la confección.
Como apuntamos anteriormente, la liberalización de las cuotas a la exportación ha
afectado especialmente al subsector de la Confección, que hasta hace poco había
disfrutado de un gran proteccionismo debido a que básicamente atendía al suministro
del mercado interior. Frente a los nuevos retos no sólo se halla la competencia a
niveles bajos y medios del mercado, procedente de países de mano de obra barata,
sino también la competencia de productos de media y alta gama de los países
desarrollados.
Cuadro N· 33 Distribución de la empresas
en función de su nivel de Calidad-Imagen-Marca
Nivel alto
5%
Nivel medio-bajo
18%
Nivel medio-alto
34%
Nivel bajo
43%
Fuente: CITYC (2006a) La Confección en España en 2005.
Es cierto que en los segmentos medio y bajo del mercado no podemos competir sólo a
través de los bajos costes laborales frente a los países en vías de desarrollo, por lo
tanto, se impone la necesidad de mejorar otros factores como son el servicio, la
calidad y la tecnología en relación a los costes de fabricación y la rapidez del servicio.
Otro recurso es hacer parte de la producción en países de bajo coste, pero esta
posibilidad sólo está abierta a las empresas con un volumen importante de producción.
En los niveles medio-altos y altos del mercado la competencia proviene de los países
desarrollados, los cuales basan sus estrategias en el diseño, la calidad y el servicio.
De hecho, uno de los instrumentos de los cuales la UE piensa hacer uso para competir
es crear un etiquetado “Made in Europe”, como garante de la buena calidad del
producto, ya que la producción europea pertenece normalmente a los segmentos
superiores de calidad y moda y el público los asocia con la “excelencia” (CITYC,
2004:3). Así que en este segmento las empresas españolas tendrán que mejorar
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
125
factores como el diseño y la capacidad de respuesta rápida a los gustos cambiantes
del consumidor, y en este sentido se prevé la sustitución de las colecciones de
temporada por la de oferta continuada, con ayuda de la tecnología CAD / CAM y
mejorando los sistemas organizativos de respuesta rápida (CITY, 2006a:24). Además,
la logística será un factor clave en el futuro, puesto que se deben mejorar las
relaciones entre proveedores, fabricantes y distribuidores para hacer frente a la
renovación constante que requiere la confección (Costa y Duch, 2004:269). También
se debe mejorar la relación entre el cofeccionista y su clientela para conocer mejor sus
necesidades y asegurar la evolución del mercado y la fidelidad del consumidor.
Cuadro N· 34 Precios de Confección
Coste estándar medio por minuto (€/m)*
Calidad alta 0,20-0,30€Calidad media 0,15-0,20€
España
Calidad gran serie 0,10-0,15€Calidad alta 0,15-0,20€Calidad media 0,10-0,15€
Portugal
Calidad gran serie 0,06-0,10€Marruecos 0,08-0,10€Latinoamérica 0,07-0,10€Europa del Este 0,03-0,06€Sudeste asiático 0,02-0,05€Fuente: CITYC (2006a) La Confección en España en 2005.
Y aunque en estos segmentos, los costes de producción no juegan un papel tan
importante como en los segmentos más bajos del mercado, todavía continuará siendo
un factor importante, por lo que se prevé la manufacturación de algunos artículos en
países de costes de fabricación más baratos. Debido a esto y a la mayor oferta
interna de las importaciones, las empresas manufactureras y los talleres auxiliares
verán reducidas las peticiones de su clientela, los que más peligran son aquellos con
un bajo nivel de calidad o tecnificación o capacidad de servicio, mientras que podrían
mejorar su posición aquellos que cuenten con un mejor servicio o estén muy
especializados.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
126
A su vez es necesario mejorar la formación de los empleados, partiendo desde los
directivos y pasando por los comerciales hasta llegar a los operarios de las cadenas
de producción, tanto para implantar sistemas organizativos más eficientes como para
mejorar el factor productivo esencial.
Y como ya sabemos, puesto que la demanda interna está disminuyendo debido a las
importaciones, la producción española buscará la comercialización en el exterior para
compensar dichas pérdidas. Aunque hay que señalar que las empresas españolas
todavía no están muy internacionalizadas, salvo algunas excepciones, y no disponen
de mucha experiencia en este campo.
Por su parte, las empresas ya han iniciado algunas estrategias de negocio que van por
el siguiente camino:
Introducir en el mercado nuevas fórmulas comerciales. Por ejemplo, ampliando
sus horarios comerciales y servicios al público, empleando el asesoramiento en
la compra, o los servicios de atención personalizada. Destacan también los
“concept-store”, que son tiendas que venden productos de firmas exclusivas
normalmente, y que buscan hacer la estancia del consumidor lo más agradable
posible, de forma que junto a la moda y el diseño también ofrecen arte y libros,
o sillones cómodos y bares dónde tomarse una copa.
Otra línea de actuación es la diversificación de los productos, como por
ejemplo la creación de Adolfo Domínguez Complementos, o la creación de
moda de mujer Amichi que ahora también ofrece moda de hombre en Om
Amichi.
La tercera estrategia escogida por las principales empresas es la creación de
líneas de moda joven a precios asequibles. Es el caso de Sfera, la cadena
joven de El Corte Inglés, y que ésta concibió para competir frente al grupo
Inditex en el segmento de público joven (De Juan Vigaray, 2006:118).
Y ya sólo señalar que como bien apunta UGT-PV, aunque hace referencia los sectores
productivos valencianos pero se podría extender al conjunto de ellos en la economía
española, el objetivo de éstos debería ser no sólo aumentar su competitividad sino
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
127
también el empleo estable y de calidad. De hecho, la escasa formación y cualificación
de los trabajadores en los sectores intensivos de mano de obra, junto con el empleo
temporal y precario, son dos factores que lastran las posibilidades de mejorar la
producción y las condiciones de competitividad (UGT-PV, 2003:2).
Por lo tanto, y como señala UGT-PV, los instrumentos de promoción de la innovación y
el conocimiento deberían ser políticas públicas de I+D, de transferencia tecnológica y
de educación continua que apoyen el avance científico-tecnológico, su difusión y su
aplicación en los sectores productivos como una fuente de ventajas competitivas.
Además de que es importante y necesario reducir las desigualdades sociales y
fomentar la creación de empleo estable a través de políticas de empleo que combatan
la temporalidad laboral, las desigualdades por razón de género, mejoren las
prestaciones por desempleo, etc. Políticas que ayuden a la convergencia de los
niveles de renta y empleo con los de otros países más avanzados, cuyo éxito
dependerá en gran medida de los esfuerzos que se dediquen a la investigación
científica, el desarrollo y la innovación tecnológica como factores claves de la
competencia a nivel internacional (UGT-PV, ob.cit.:19).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
128
6.2 La importancia de los distritos industriales y los sistemas productivos locales.
6.2.1 Cambios en el modelo de organización industrial.
Hasta principios de los años 70, el modelo de producción, consumo y organización del
trabajo recibió el nombre de “fordismo”. Éste se basaba en unidades de producción y
de trabajo a gran escala, organizados por la empresa verticalmente integrada, que era
a su vez parte de un modelo de desarrollo social y económico más global y coherente.
Las características de este modelo eran:
La fabricación en serie de productos normalizados con un equipo y una
tecnología específicos.
La expansión del mercado para minimizar los costes y asegurar la absorción de
la producción de mercancías fabricadas en serie.
Políticas keynesianas de gestión de la demanda y planes de estabilización de
la renta para garantizar un poder adquisitivo masivo, estable y continuo.
Una organización del trabajo de corte taylorista, con puestos de trabajo bien
definidos y de escasa cualificación, separación de las funciones de
planificación y ejecución del trabajo, separación de los trabajadores en
manuales y no manuales, un aparato de gestión de grandes proporciones
jerárquicamente controlado, administración burocrática y una estrecha
supervisión (Sengenberger y otros,1992:14).
Este modelo se hallaba implantado en un gran número de países, no sólo en aquellos
desarrollados sino además en aquellos dónde la economía era planificada y los que se
hallaban en vías de desarrollo. Por ello, no era de extrañar que en los años 80 éste se
considerara el único modelo a seguir, capaz de proporcionar riqueza, empleo y
estabilidad. Se mantenía la idea de que la tecnología y la especialización industrial,
unidas a las organizaciones de grandes dimensiones, era la única forma de desarrollo
posible. Esto se debe a que ya por aquel entonces, se podía constatar como el capital
se concentraba cada vez más, formando centros de producción que ampliaban su
tamaño mientras las pequeñas empresas, sin capacidad para hacerles frente,
cerraban sucesivamente. Por lo tanto, los casos excepcionales se consideraban
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
129
aislados y raros, o en todo caso, desviaciones que estaban destinadas a desaparecer
con el tiempo.
Sin embargo, en los años 70 y 80, y debido a la crisis económica que sacudió el
mundo, las economías nacionales retrocedieron o se estancaron, las condiciones
laborales y sociales sufrieron graves deterioros, y aumentó el desempleo y la
inseguridad. Mientras tanto, parecía que algunas localidades situadas en países
desarrollados y periféricos, que se dedicaban tanto a sectores avanzados como a los
más tradicionales e intensivos en mano de obra, eran capaces de adaptarse a las
circunstancias con mayor facilidad, e incluso algunas, lograron crecimiento. De hecho,
el interés por estos distritos surgió al evidenciarse que eran capaces de conjugar
elevados niveles de empleo y eficiencia económica, pudiendo servir, quizás, como
modelo a otras zonas (Pyke y otros, 1992:13).
De este modo, aparecen frente a las teorías que basaban el rendimiento económico en
la organización de la empresa, las teorías según las cuales éste depende
decisivamente de la organización social de las actividades. En realidad ambos
modelos, PYMES o gran empresa, disfrutan de ventajas y desventajas inherentes a los
mismos. Las grandes empresas obtienen ventajas que se derivan de su mayor
implantación en el mercado, de economías positivas de gran escala o de sector, y de
la mejor utilización de los servicios como la investigación (I+D), comercialización,
distribución, publicidad, etc; por lo que tanto sus rendimientos económicos como su
productividad, capacidad de innovación y la mejora tecnológica son mayores.
Mientras, las pequeñas empresas disfrutan de otras ventajas como la flexibilidad de su
aparato productivo, la difusión geográfica, la fabricación sobre pedido, el servicio más
personalizado al cliente y una mayor capacidad para adaptarse a las demandas y
fluctuaciones del mercado, lo que hace que puedan satisfacer mejor las necesidades
de sus clientes y mantener una cierta posición de poder en pequeños segmentos del
mercado. Como desventajas, se enfrentan a problemas económico-financieros que
dificultan su supervivencia. Por su tamaño, tienen problemas para competir allí donde
se requieren mejores condiciones técnicas o economías de escala. También tienen
dificultades para acceder a los mercados de capitales, baja capacidad exportadora,
gestora e innovadora. Además de que tienen un menor acceso a créditos a largo
plazo, condiciones crediticias más exigentes, mayor riesgo de crédito comercial, y
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
130
dificultades durante el desarrollo, implantación y difusión de productos innovadores
(M.J. Santa María Benito, 1995:37). Sin embargo y a pesar de sus escasos recursos
económicos, financieros, humanos y políticos, pueden compensar su inferioridad
organizando su producción y sus servicios auxiliares de forma conjunta, a través de la
constitución de consorcios y asociaciones (Sengenberger y otros, 1992:17).
Las razones que justificarían estas organizaciones comunitarias son tanto económicas
como sociopolíticas. Económicas porque estas empresas, agrupándose, pueden
alcanzar economías semejantes a las de la gran empresa, por ejemplo, incrementan la
rentabilidad al reducir los costes de transporte y facilitar el intercambio de información
y otros recursos en asociación. Además de que su concentración espacial facilita la
difusión de las innovaciones y de las nuevas tecnologías. También se puede conseguir
un mayor rendimiento si hacen en común la adquisición de materias primas y energía,
la utilización de equipos, las oficinas, los vehículos de transporte, la producción, la
financiación, la comercialización, la organización de las exportaciones, etc. Además de
que hay una buena razón sociopolítica para ello, y es que es el mismo entorno social,
político y cultural el que da lugar a estar particulares organizaciones sociales del
mercado, determinando su posición social en la economía, su papel en la división del
trabajo, su grado de autonomía e independencia y su nivel jerárquico dentro de la
estructura industrial (Santa María Beneito, 1995:56).
6.2.2 La importancia de las PYMES y la política industrial.
El economista Joan Trullén Thomas afirma que aunque es cierto que la gran empresa
obtiene resultados superiores en términos de productividad al de las PYMES, éstas
tienen una aportación decisiva en cuanto al número de empresas, ocupación y
producción, y así lo demostró el análisis que hace de su función en la UE y en España.
Según los resultados de su estudio, en la UE-25 el 99,1% de las empresas
manufactureras son PYMES, y en todos los países de la UE, las PYMES representan
al menos el 94% sobre el total de las empresas. En España, en particular, su
importancia es todavía mayor, pues representan el 99% de las empresas
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
131
manufactureras, siendo el 96,8% de las mismas pequeñas y el 2,8%, medianas.
Además, entre 1995 y 2000, el número de PYMES creció al 7,5% anual (76.000
empresas), mientras la gran empresa creció al 3,6% (211 empresas). De lo cual se
deduce que las PYMES lideran la creación de empresa.
En cuanto a las personas ocupadas en las manufacturas, en la UE-25 en el año 2000
el 57,7% de las mismas trabajaban en PYMES, mientras en España el 73,8% de las
personas ocupadas. La tasa de crecimiento promedio de ocupación en éstas fue, entre
1995 y 2000, de 3,1% (341.000 ocupados), mientras que en la gran empresa creció al
1,9% (82.000). Por lo tanto, también lideran la creación de empleo.
Pero no sólo destacan por su capacidad de creación de empresas u ocupación, sino
también por el crecimiento de la productividad. En la UE-25, el 45,5% del valor
añadido en manufacturas se produce en PYMES. En el caso de España, es todavía
más alto, el 58,1% del valor añadido bruto. De hecho, creció a una tasa anual del 6,1%
acumulando un crecimiento del 42% en cinco años (17.000 M.€), mientras la gran
empresa lo hacía al 4,3%, acumulando un crecimiento del 30,3% (9.500 M.€).
Además, en este mismo periodo, las PYMES españolas aportaron un 60,3% del
crecimiento agregado de la productividad de las manufacturas, la pequeña empresa el
42,4%, la mediana empresa el 17,9%, mientras la gran empresa aportó el 43,5%
(Trullén Thomas, 2006:100).
Por ello, este economista afirma que la política de las PYMES debe ser una prioridad
dentro de la política industrial, sobre todo en un país cuyo sistema productivo está
formado principalmente por PYMES, como es el nuestro, y no tanto una política
dirigida a las estrategias de crecimiento y mejora de la productividad dentro de la gran
empresa (Trullén Thomas, ob.cit.:98).
En efecto, y según defiende Mario Pazzini, muchos investigadores y profesionales han
llegado a la conclusión de que no existe una única forma de organizar la producción
industrial. La cadena de concepción, fabricación, marketing, y comercialización de un
producto puede ser organizada de muchas formas diferentes. Lo que cuenta es
disponer de políticas a la medida de los distintos tipos de empresas. Para ello, se
necesita de políticas adaptadas a los sistemas productivos de pequeñas y medianas
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
132
empresas, no por considerar que estos sistemas organizativos sean los mejores, sino
porque son una realidad en determinadas zonas, y en éstas la aplicación de ciertas
políticas pueden ayudar a estimular la transformación de pequeñas empresas en
sistemas de pequeñas empresas, o mejorar estos sistemas cuando ya existen y
apoyarlos para defenderse en el mercado competitivo internacional en el que se
desenvuelven (2006:185).
No obstante, el economista Josep-Antoni Ybarra señala que en España, ni la política ni
la academia han concedido a las PYMES la importancia que tienen, sosteniendo que
hay quién todavía piensa que son indiscriminadamente ineficientes debido a sus
desventajas y costes inherentes. Por ello, éste es un tema que todavía no se ha
debatido en nuestro país, pues se sigue sin entender como la historia y el territorio son
factores determinantes en la conformación de las PYMES, y cómo éstos ayudan a
explicar sus ventajas y capacidades particulares para permanecer competitivas
(Ybarra, 2006b:89).
No es de extrañar que en tal caso, muchos autores destaquen como los sistemas
productivos locales y distritos en España, han surgido de forma espontánea y han
evolucionado por sí mismos, sin ayuda ni intervención apenas de políticas para este
objetivo.
Sin embargo, parece que la UE sí tiene constancia de la importancia de diferenciar las
políticas industriales para PYMES y grandes empresas. En la Estrategia de Lisboa
(2005) se destacó la relevancia de la política industrial sobre el crecimiento y la
ocupación, y propuso como objetivos: incrementar la productividad, la competitividad y
la innovación; y no sólo teniendo en cuenta el contexto de los diferentes sectores sino
la diferenciación entre la pequeña y la gran empresa, diseñando estrategias para cada
realidad.
Por lo que parece, el objetivo es compaginar la creación de empleo junto la
potenciación de economías externas, centradas en el fomento de la innovación y la
reducción de los costes compartidos (Trullén Thomas, 2006:105).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
133
Las redes de pequeñas empresas necesitan una estructura de apoyo que ayude a
superar sus limitaciones y falta de recursos. Loveman y Sengenberger (1992)
aseguran que disponen para ello de tres opciones. Por una parte estarían las ayudas,
concesiones especiales o privilegios concedidos por el Estado u otros organismos
públicos. Por ejemplo, el Estado les puede otorgar derechos especiales para producir
ciertos productos, ayuda financiera directa o servicios reales, como la creación o
asistencia de organismos de apoyo a la pequeña empresa. Algunos gobiernos han
tratado de liberarlas de las obligaciones sociales vigentes, pero esto puede ser
contraproducente cuando se traduce en bajos salarios y malas condiciones de empleo,
pues se hace más difícil encontrar la mano de obra cualificada que es necesaria para
producir productos de calidad, además de que se dificulta la adaptación a los cambios
del mercado y una especialización flexible. Otras consecuencias indeseables ocurren
cuando la liberalización desemboca en estrategias que se basan en los bajos costes
laborales, despreocupándose de aspectos tan importantes como la capacidad
innovadora (Santa María Beneito, 1995:40). Otra segunda opción, se halla en la
relación interdependiente entre una gran empresa, u organismo intermedio, y una
pequeña empresa, siempre y cuando aquella le transfiera recursos. Así por ejemplo,
las empresas, universidades y otros organismos pueden transferir capital financiero,
conocimientos técnicos, equipos, materiales y recursos humanos. Y la tercera opción,
sería a través de la asociación de pequeñas empresas que mediante la
autoorganización y la cooperación compensan sus deficiencias, por ejemplo, a través
de cooperativas, distritos industriales, parques científicos, asociaciones de artesanos u
otras formas de cooperación específicas. Muchas veces, estas redes se crean
espontáneamente, pero con frecuencia tienen unas bases sociales anteriores y en
algunos casos reciben ayudas públicas para facilitar el proceso.
En particular, La Estrategia de Lisboa sugirió la creación de centros tecnológicos de
soporte que ayuden a suplir las carencias de innovación, entendiendo ésta no sólo
como innovación tecnológica sino además, como las mejoras del proceso y producto
no tecnológicas, enfatizando la necesidad de potenciar éstas entre las PYMES
localizadas o clusters de empresas. En este sentido, los centros tecnológicos se
tratarían de centros adaptados a las características peculiares de las diferentes
ciudades y comunidades autónomas. Además también propuso: estrechar la relación
entre el sistema de innovación empresarial localizado y el sistema universitario, ofrecer
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
134
incentivos fiscales, como deducciones, subvenciones y créditos, así como garantizar
los derechos de propiedad, al tiempo que se fomentan los entornos dónde se
maximiza la difusión de la tecnología y el conocimiento (Trullén Thomas, 2006:106).
En el caso concreto de España, el profesor Ybarra considera que aunque la
transferencia de competencias a las autonomías posibilitó, en principio, iniciar una
política industrial regional, en la práctica no se tradujo de forma efectiva, pues las
Comunidades Autónomas debían a su vez descentralizar para adaptarse a las
necesidades locales, pero en muchos casos esto simplemente no ocurrió. Además de
que la capacidad financiera de las entidades locales para promover políticas de
desarrollo industrial es normalmente limitada, reduciéndose a aspectos relacionados
como el suelo y su uso . Otros problemas que destaca en la aplicación de esta nueva
política industrial, es que muchas veces se hace institucionalmente, o sus agentes son
representantes a nivel nacional, o se hace a través de “convenios oficiales” desde
ámbitos globales, en ambos casos se desconocen las especificidades de cada sector
y/o entorno, como para aportar las políticas más convenientes. Además de que ni
siquiera los propios distritos y los agentes, proponen programas o políticas distrituales
para promocionar sus productos y reivindicar sus necesidades particulares(Ybarra,
2006b:92-93).
6.2.3 Política industrial en la Comunidad Valenciana.
Según un estudio realizado por la Cámara de Comercio en Valencia, las pequeñas
empresas en sistemas productivos locales regionales son casi siempre potencialmente
eficientes, y capaces de utilizar maquinaria relativamente sofisticada. El problema que
se planteaba entonces era hasta qué punto serían capaces de desarrollar nuevas
técnicas de producción y nuevos productos, y en consecuencia, cuál sería la política
correcta a seguir.
Los sistemas productivos locales de pequeñas empresas ofrecen ventajas y
desventajas específicas como hemos visto. Mario Pazzini afirma que entre sus
ventajas se encuentra que son muy hábiles a la hora de maximizar las iniciativas y
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
135
mejorar las habilidades existentes para producir mejoras continuas en la diferenciación
del producto, y también para producir aquellas innovaciones que son vitales en las
industrias de elevada creación de empresas. De hecho, los sistemas productivos
dedicados al textil, calzado, juguetes, muebles y mecánica de previsión, han
aumentado la diferenciación de la demanda y la competencia en calidad, variedad y
diseño de forma clara. De esto modo, han podido diferenciar el producto de acuerdo a
su durabilidad, facilidad de mantenimiento, estándares de calidad, estilos de vida
personales, gustos o influencias de la moda (Pazzini, 2006:194).
Además, disponen de un método de respuesta rápida que las capacita para
reorganizar la producción a partir de las tendencias de la moda que se observan. Esto
se debe a que disponen de equipamientos flexibles que minimizan los tiempos fuera
de servicio durante los cambios y las tareas están definidas de forma más estricta, lo
cual les permite reducir los riesgos de producir diseños que no se ajusten a los
requisitos del mercado en un momento dado.
Entre las desventajas, nos encontramos con las derivadas de su pequeño tamaño,
como es la necesidad de más tiempo para adaptar sus hábitos de trabajo al progreso
técnico y la rápida adquisición de nuevas competencias, además de que se
encuentran bloqueados en su trayectoria tecnológica y organizacional productiva
(Pazzini, ob.cit.:194).
Para resolver estos problemas, los líderes regionales han apuntado diferentes políticas
a medida: como la introducción de la electrónica en la mecánica, los sistemas CAM y
CAD en el sector Textil/Confección, la difusión de la información sobre las tendencias
de la moda, requisitos estándares y calidad para los productos exportados a mercados
distantes, y las iniciativas en investigación y marketing.
Si, tradicionalmente, la norma era entender la política industrial para la pequeña
empresa como reducción de costes de los intereses de los préstamos, o pagando
parte de sus inversiones, hoy en día se sabe que este enfoque es poco útil y se deben
diseñar políticas que traten a la pequeña empresa como parte de una red, como es en
efecto su caso, apoyando y promocionando todo el sistema productivo en el cual se
insertan y desenvuelven.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
136
Para ello, en la Comunidad Valenciana se desarrolló un modelo específico de política
industrial que ofrece servicios de apoyo a los sistemas productivos locales a través de
los Institutos Tecnológicos. Éstas son instituciones casi públicas formadas por
expertos, funcionarios públicos, y también representantes locales, asociaciones de
empresarios y, a veces, sindicatos y empresarios que toman parte activa en los
mismos. Su objetivo es ofrecer servicios que se ajusten a las necesidades locales, por
ejemplo, incrementando el nivel de conocimiento e introduciendo nuevas
especializaciones en la estructura productiva local. Y para ello es importante que en
las mesas de negociaciones se hallen presentes agentes locales, puesto que los
cambios estructurales en la organización, pocas veces pueden ser impuestos
mediante órdenes, sino que deben ser antes aceptados por consenso para después
aplicar los planes de acción requeridos (Pazzini, ob.cit.:197). No obstante, Josep-
Antoni Ybarra afirma que los Institutos Tecnológicos no tienen en realidad gran
alcance, puesto que se concentran en exceso en aspectos formativos como
consecuencia de su limitación presupuestaria (2006b:93).
6.2.4 Posibilidades y limitaciones del desarrollo regional a través de los sistemas
productivos locales.
Como hemos visto, la creciente atención internacional que se está prestando al
desarrollo endógeno es consecuencia del relativo éxito que han tenido algunas formas
de industrialización basadas en la pequeña empresa que, aunque simples y
tradicionales a simple vista, son vistos como ejemplos de procesos de desarrollo
sostenible y alternativo al modelo de la gran empresa (Garofoli, 2006:15).
Este modelo de desarrollo espontáneo basa su organización en la interdependencia
orgánica. Las relaciones que se establecen entre las pequeñas empresas se hace en
base a la división de sus funciones concretas, cada grupo de empresas se especializa
en una fase específica de la producción, o de servicio, que complementa las de los
otros grupos. El resultado es que el conjunto de pequeñas empresas es capaz, gracias
a esta organización particular, de lograr las economías de escala que antes sólo
podían conseguir las grandes empresas; debido, principalmente, a que mantienen en
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
137
pleno uso el costoso equipo de producción al servicio de las necesidades de todos los
miembros del distrito (Pyke y otros, 1992:16).
Este particular sistema de organización y cómo se relacionan con su entorno, es lo
que hace que sean algo más que un conjunto de empresas. Existe normalmente una
fuerte competencia entre las que desempeñan una misma actividad, mientras la
cooperación y la colaboración se da, fundamentalmente, entre empresas con
actividades diferentes. Aquí tiene un papel muy relevante las diversas formas de
cooperación entre las empresas y la comunidad, destacando también el conjunto de
valores locales que introducen elementos importantes de cohesión y la disponibilidad a
trabajar juntos. Según Pyke y Sengenberger, todos los distritos industriales son
diferentes, pero las diferencias son más una cuestión de grado que de diferencias
cualitativas reales.
Unos de los éxitos que ha supuesto el análisis de Piore y Sobel sobre los distritos
industriales, es que rompen con la idea de que sólo hay un modelo único para el
desarrollo, y abren un nuevo campo para la reflexión, en el cual el territorio se
convierte en una variable fundamental para entender las oportunidades que se
presentan en algunas zonas. Desde ahora, habrá que tener muy en cuenta las
condiciones histórico-culturales y las características socio-económicas de las diversas
regiones para entender los diferentes procesos de desarrollo iniciados, y como éstos
se interrelacionan con sus circunstancias históricas y geográficas particulares
(Garofoli, 2006:17).
Sin embargo, a pesar del éxito de algunos de estos distritos industriales, y la tendencia
actual a estos tipos de aglomeraciones localizados, nosotros sabemos que también se
da otra corriente contrapuesta hacia redes transnacionales y un espacio global de
flujos. Es decir, se dan actualmente dos dinámicas aparentemente contradictorias, es
por ello que los autores A. Amin y K. Robins citan a Flavia Martinelli y E. Schoenberger
cuando dicen que no hay que dejarse engañar, pues <<la aparente fragmentación del
sistema productivo no debe confundirse con la fragmentación del capital y el control>>.
Y continúan: <<Ya que cuando la producción descentralizada se da, más que ser
independiente forma parte en realidad, de una profundización y ampliación general de
la competencia y del control oligopolístico, que se realiza a través de una economía
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
138
interconectada globalmente y dirigida por un número relativamente pequeño de
empresas gigantes>> (Amin y otros, 1992:278).
Según los mismos autores, las estrategias dependen de los contextos territoriales y las
relaciones de poder, éstos determinan qué forma de vinculación organizativa es la más
conveniente, lo que puede dar lugar a la formación de distritos industriales o a
empresas en complejos de producción que se integran a nivel internacional. Lo
importante aquí, es que estas dinámicas no son ni contradictorias ni incompatibles, ni
se las debe considerar a unas como emergentes y a las otras como residuos
históricos. Además, hay que entender que la economía local no debe verse más que
como una parte dentro del todo de la red económica global, pues, en realidad, no
podrían tener existencia fuera del mismo; más bien, lo que se destaca es
precisamente la pérdida de autonomía de las sociedades locales y regionales en el
contexto internacional, a favor de los agentes económicos globales que sólo
responden a su propia lógica (Amin y otros, ob.cit.:279).
Por otra parte, hay límites al crecimiento en sistemas locales de pequeña empresa,
pues en cualquier industria hay un límite de aglomeraciones que pueden tolerarse,
además de que también existe la posibilidad de que un sistema local industrial sea
asimilado por las multinacionales. Por otro lado, los sistemas industriales no pueden
crearse a base de políticas destinadas a este fin, pues los elementos que han dado
origen al éxito de algunos de estos sistemas, son intransferibles al ser específicos de
cada lugar en un momento determinado. Hay factores, como la confianza, las
tradiciones familiares, las reglas sociales, económicas comunitarias y la tradición
comercial local, que ayudan a explicar como se originan estos sistemas productivos y
que no se puedan crear basándose meramente en medidas políticas.
Por ello, consideran que son importantes las políticas destinadas a la revitalización de
la economía local cuando existe una base para el crecimiento, pero también que no
deben, ni pueden, olvidarse la intervención macroeconómica a nivel nacional e
internacional. Afirman que los <<éxitos localizados son la excepción y no la regla>> y
que en todo caso, las políticas macroeconómicas son importantes para planificar la
asignación de recursos, controlar el comportamiento de las empresas, regular el
mercado y orquestar las diferentes necesidades locales, a pesar de la grave reducción
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
139
de responsabilidades que vienen sufriendo los Estados nacionales, pero la economía
no se puede dejar sólo en manos de organismos locales (Amin y otros, ob.cit.:282).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
140
6.3 La Industrialización difusa.
Como hemos visto, en los años 70 entró en crisis la fabricación en serie de
mercancías normalizadas en grandes unidades de producción que había sido hasta
aquel entonces, el paradigma sobre el que se basaba el crecimiento económico,
volviéndose improductiva y obsoleta. Esta crisis se debió a varios factores, como la
desaceleración del crecimiento, la fuerte competencia internacional, la mayor
incertidumbre de los mercados, y los cambios tanto en los gustos de los
consumidores, que ahora preferían productos más especializados, como en los
factores de producción. Precisamente, los cambios en el mercado ya no permitían
absorber cualquier volumen de oferta, además, las empresas se veían en la necesidad
de diferenciar el producto y producir series cortas. Esta nueva estructura del mercado,
y la incertidumbre, restan importancia a las economías de escala y permiten que se
consolide un nuevo espacio de desarrollo para las pequeñas y medianas empresas
(Sanchís, 1988:411).
Por ello, en lugar de la fabricación en serie se encontró una alternativa a través de la
especialización flexible, ésta no era nueva para las pequeñas empresas, pero además,
las nuevas tecnologías posibilitaron la creación de equipos a precios asequibles para
las mismas, que fabricaban pequeños lotes de productos personalizados a costes
competitivos, pudiendo ajustarse con mayor facilidad a las fluctuaciones de la
demanda. De esta forma, la nueva situación de los mercados mundiales trajo consigo
dos consecuencias, por una parte, la mayor relevancia de la pequeña empresa, y por
otra, la reorganización radical de las grandes empresas, que comenzaron un proceso
de descentralización y de creación de unidades de producción más pequeñas y
coordinadas horizontalmente.
En esta nueva situación, donde aparece el mercado como el regulador de las
estrategias de cambio y adaptación, se combinaron dos importantes variables: el
espacio y la tecnología. Respecto al espacio, se empieza a valorar las posibilidades
económicas de los nuevos territorios, que ahora ya no son vistos como una fuente de
costes para las empresas, sino como un entorno favorable o desfavorable para las
mismas (Garofoli, 2006:17). Esta nueva estrategia valoriza los recursos y los sujetos
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
141
asentados en espacios tradicionales, sacando provecho de los recursos endógenos, el
desarrollo local y la industrialización difusa.
En el ámbito técnico-organizativo, la dinámica de valorización de los recursos de los
nuevos espacios económicos se concreta en la propensión a la deslocalización,
descentralización y subcontratación, gracias a que la nueva tecnología permite la
fragmentación de la cadena de producción. La estrategia es una y clara, primero,
fragmentar la cadena de producción, segundo, deslocalizar aquellas fases que son
más intensivas en mano de obra a aquellos espacios donde se puedan realizar y que
suponen una mayor rentabilidad. De esto modo, el espacio se globaliza, porque se
buscan aquellas zonas donde la producción es más rentable, pero se concreta en
subespacios locales (Ybarra, 1998:320)
La remodelación del tejido productivo dio lugar a la aparición de un gran número de
unidades productivas, que son consecuencia tanto del nuevo dinamismo de la
pequeña empresa, como de la reorganización y descentralización que acometió la
gran empresa. En concreto, ésta se valió para ello de tres estrategias:
La descentralización de la producción. Los grandes centros se dividen en
centros más pequeños o bien crean nuevas empresas subsidiarias; de forma
que a la vez que debilitan el poder sindical de los trabajadores, ajustan la
producción cerrando centros o ajustando la plantilla.
Transmisión. En este caso, las grandes empresas ya no son propietarias
directas de las pequeñas unidades de producción, aunque continúan teniendo
una relación económica con ellas a través de licencias o concesiones.
Desintegración. Consiste en la fragmentación de la gran empresa en unidades
de producción independientes. En este caso, existe un traslado de las
responsabilidades de propiedad a las empresas pequeñas, pero las grandes
son las que tienen el control final, o por su situación dentro del mercado o por
contrato.
Ahora también podemos entender mejor el por qué del incremento del empleo en las
pequeñas empresas, pues es resultado a la vez de su mayor relevancia dentro de la
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
142
nueva organización industrial y el resultado de las descentralizaciones iniciadas por las
grandes empresas (Santa María Beneito, 1995:34).
Esta especialización flexible requiere además de una estructura institucional diferente
a la anterior, en ésta domina el dinamismo tecnológico para ajustarse a los cambios y
nuevas necesidades del mercado, la combinación de la cooperación extensa y de
competencia, y la ubicación en una comunidad o estructura social. De hecho, <<las
pequeñas empresas y las descentralizadas forman redes sociales, federaciones de
unidades de producción que se interrelacionan y comparten una serie de servicios y
funciones comunes. La relación entre las empresas no es estrictamente económica
sino también social. La confianza y la comunicación aparecen como rasgos de una
gran importancia que facilitan las interrelaciones entre los agentes de la comunidad>>
(Santa María Beneito, ob.cit.:35).
En este contexto, es fácil para las grandes empresas subcontratar cada vez más fases
de la producción, con ello ganan en flexibilidad, adaptándose mejor a las demandas
del mercado, pero también consiguen subordinar a las pequeñas empresas, que
pueden ser utilizadas para descargar en ellas los costes y los riesgos de la producción.
Aunque no necesariamente tiene porque ser así, pero es el caso en numerosas
situaciones según demuestran los estudios llevados a cabo en este terreno. La
cuestión es que la subcontratación suele dar lugar a una bipolaridad como la siguiente:
la empresa más grande, tecnológicamente modernizada y con acceso al mercado, es
decir, con poder, es la que impone precios y condiciones a las empresas más
pequeñas y tecnológicamente atrasadas, sin posibilidad de acceder al mercado y por
lo tanto, sin poder (Sanchís, 1988:411). No obstante, estas relaciones de poder son
más equilibradas cuando la estrategia implica un mayor componente de modernización
tecnológica.
De todos modos no hay que olvidar, como ya comentamos en otro epígrafe, que la
dinámica de descentralización productiva ha venido inducida por un proceso de
centralización del poder financiero, que introduce fuertemente una jerarquía dentro de
la cadena de producción. La subcontratación no es más que la concatenación de
demandas a unidades de producción cada vez más pequeñas y con menor poder de
negociación, de forma que las grandes empresas trasladan las responsabilidades
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
143
hacia las pequeñas en relación a aspectos como el control de los ritmos de trabajo,
salarios, condiciones de producción y precios, mientras que los aspectos relativos al
mercado, la imagen, el diseño y la realización de beneficios se concentran en los
grupos económicos y financieros.
Entonces, se puede afirmar que el proceso de reestructuración económica e industrial
trajo consigo un proceso de difusión industrial, que se ha producido tanto a través de
la descentralización productiva y funcional de las empresas urbanas, como de los
procesos de industrialización local en áreas no metropolitanas. Es así como destacan
los sistemas descentralizados de pequeñas empresas, ya que como Becattini
reconoce, el crecimiento y la diversificación de la demanda conduce a un
especialización cada vez mayor de las empresas, cuya eficacia productiva depende de
economías externas. Según Garofoli, la especialización de las empresas en una
determinada fase productiva y en una determinada producción, permite alcanzar unos
niveles mínimos para la adquisición de economías de escala en el ámbito de la
producción específica. Esto conlleva una combinación de mecanismos competitivos
que permiten una eficacia productiva y una acumulación de conocimientos e
innovación. Es precisamente, la proximidad geográfica y cultural lo que permite que
funcione la transmisión de informaciones, otros factores importantes son la densidad
de población y la dotación de infraestructura (Garafoli, 2006:19).
Estos procesos se han dado espontáneamente en algunas regiones, como
manifestación del ajuste entre las economías locales y regionales a estrategias del
capital. Capital que ha sabido como aprovechar los factores personales y culturales de
los empresarios, además de la flexibilidad y buenas condiciones del mercado de
trabajo, constituyendo un estímulo para el desarrollo del mismo en sistemas
productivos locales. Sin embargo, también ha coexistido con la otra estrategia que es
la descentralización productiva y funcional de la gran empresa, que trató de integrar el
territorio con el fin de aprovechar más eficazmente el mercado de trabajo y los otros
factores distribuidos en él. Y por lo tanto, en la formación de sistemas productivos
locales han intervenido frecuentemente no sólo factores endógenos sino también
exógenos (Santa María, 1995:57).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
144
En cuanto a los sistemas productivos locales españoles, el economista J. A. Ybarra
sostiene que la fórmula española es diferente de la más pura del distrito, pues en ésta
se considera que la competitividad externa se alcanza a través de la cooperación para
la innovación, mientras el caso en España es que la competencia prevalece
claramente sobre la cooperación. Simplemente: <<basan su competitividad en la
subcontratación que encuentran en las empresas de su entorno, alcanzando la
competitividad externa a través de la competencia interna vía precios>> (Ybarra,
2006b:91).
Es por ello que en el caso español, la subcontratación no se presenta como un
elemento de innovación, sino que junto a la descentralización se convierte en un
proceso de abaratamiento de costes directos vía precios. Es más, considera que ni
siquiera está en la mente de los científicos o los políticos el compatibilizar la
competencia con la cooperación, pues todavía pervive el concepto de las PYMES
como algo marginal y con pocas posibilidades para competir con éxito contra las
grandes empresas. La consecuencia directa de todo ello, es que el funcionamiento de
los SPL ha endurecido su propio sistema organizativo, con lo que necesitan de más
tiempo, y es más costoso, adaptarse a los cambios del mercado, convirtiéndose a su
vez, en una especie de SPL bloqueados.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
145
6.4 La economía sumergida.
6.4.1 La extensión de la precariedad laboral.
Junto a las causas que han transformado el mercado de trabajo como la
internacionalización de los mercados, el nuevo papel de las empresas multinacionales,
la crisis Fiscal y del Estado de Bienestar, los cambios en la tecnología, el aumento del
los niveles de bienestar y culturales de la población a partir de los años 50, los
cambios en la organización del trabajo, la creciente terciarización de la economía y la
competencia de los nuevos países desarrollados y otros del tercer mundo a partir de
los 70; hay que añadir el paro masivo, que ha debilitado las exigencias sociales y la
organización de la clase obrera, trayendo consigo una mayor profundización de las
desigualdades y la división de los trabajadores en dos segmentos (A. Recio, 1997:19).
Hay que tener en cuenta que España ha sufrido en los últimos 30 años una serie de
transformaciones demográficas, sociales, políticas y económicas que no son
equiparables a las habidas en los otros países europeos occidentales y que dan
cuenta de las elevadísimas tasas de desempleo que han sufrido todas sus regiones.
Una de las explicaciones del alto porcentaje de desempleo se halla en la masiva
introducción de la mujer en el mercado de trabajo en un corto periodo de tiempo. En
los otros países europeos las economías de guerra marcaron la introducción de la
mujer al mercado de trabajo, aunque muchas de ellas dejaran sus puestos al terminar
ésta. En cambio, el franquismo retrasó en más de 30 años la introducción de la mujer
al trabajo, con lo que en los años 80 España se encontró con la oferta masiva de
trabajo por parte de la población femenina. A esto hay que añadir que el baby-boom
de los años 70 hizo que España se encontrara durante los años 80 y 90 con las
cohortes demográficas más importantes de la UE. Otro factor importantísimo a tener
en cuenta es el retaso en la reestructuración productiva, que en España se inició
después de la dictadura y, por lo tanto, se vio obligada a absorber rápidamente,
primero, la traslación del empleo rural al industrial y después al sector servicios en un
corto periodo de tiempo, sobre todo si se compara con los otros países de la UE.
Tampoco el precio en términos de ajuste de una economía cerrada como la franquista
a una abierta a la competencia internacional se hizo esperar, y se pagó con el cierrre
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
146
de fábricas y empresas, profundizando todavía más en el desempleo (Cano Soler y
otros, 2000).
Esta alta tasa de desempleo trajo consigo la división de los trabajadores en dos
segmentos, uno primario subdividido en dos niveles, inferior y superior, y otro sector
secundario; de manera que se crea un mercado dual. Las diferencias entre ambos
niveles se hayan en las condiciones de trabajo, los niveles salariales, las posibilidades
de promoción y la estabilidad en el empleo, siendo todas estas condiciones muy
superiores en el primer segmento.
Algunos estudiosos creen que las causas de esta dualidad serían el interés de los
empresarios por estabilizar a los empleados más capacitados y el interés de los
sindicatos por asegurar los puestos de trabajo de los trabajadores del primer
segmento. Otros, sin embargo, consideran que la creación del mercado laboral dual es
una estrategia de los empresarios para dividir a los trabajadores frente a los
capitalistas. Pero en general, sí parece aceptado por todos los teóricos que la división
de segmentos legitima las diferencias en autoridad y control dentro de la sociedad. No
son los empresarios los que crean las categorías de raza, sexo o edad, pero si son
reforzados por ellos. Así por ejemplo, crean puestos del sector secundario para ciertos
trabajos, y las mujeres los ocupan porque reúnen los requisitos para ello, escasa
disponibilidad y movilidad, poco interés por aprender un oficio, bajas expectativas de
tener un sueldo bien remunerado, bajo nivel de organización, etc. Los grupos que
poseen estos atributos, como pueden ser los jóvenes, inmigrantes, mujeres, y algunos
otros, hacen que los mismos se encuentren mayoritariamente en el segundo
segmento, consolidando las diferencias sociales y legitimándolas (Borderías y otros,
1994:69)
Además de la consolidación del modelo dual entre hombres y mujeres, con las
mujeres como encargadas del trabajo doméstico y trabajadoras a tiempo parcial
mientras el hombre trabaja a jornada completa, el crecimiento del empleo precario
lleva asociadas también otras características, como son la reducción de costes
salariales, que se aprecian en la reducción de contribuciones sociales, y la pérdida de
derechos para recibir retribuciones salariales por antigüedad, promoción, etc, así
también como la extensión del modelo de trabajo parcial, y del trabajo temporal.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
147
Como ya señalamos anteriormente, desde la tesis neoliberal el trabajo sólo cumple
una función: servir a la acumulación de capital, ya no es garante de una serie de
derechos sociales, además se considera que es el empresario el único capaz de
gestionar efectivamente la mano de obra, y dentro de este marco, el Estado tiene
como única tarea la de adaptar la legislación al funcionamiento mercantil, como
efectivamente ha ocurrido en España. En este sentido, el objetivo del pleno empleo
que tanto se dice perseguir, es el equivalente a la extensión de las relaciones
salariales cada vez más mercantilizadas. Por todas estas razones, Daniel Albarracín
define el proyecto neoliberal de la siguiente manera <<consiste en conseguir
condiciones de un desarrollo capitalista próspero con una dotación abierta y disponible
de mano de obra en relaciones dóciles y rentables, sustituible y diversa, polivalente y
dispuesta, en unas condiciones de división social e internacional del trabajo que
promueva el salto hacia una nueva onda larga de acumulación en espiral mediante el
alza de las tasas de plusvalor>> (Albarracín, 2001:12)
La crisis económica que hubo en España entre los años 1975 y 1985, junto con el
Estatuto de los Trabajadores y sus sucesivas reformas impulsaron la transformación
del mercado laboral español. Durante el gobierno socialista se aceptó el intercambio
de desempleo por temporalidad, como única salida al problema, y tal situación
persistió a lo largo de los siguientes años hasta hoy en día, siendo ésta la única
solución propuesta frente a las altas tasas de desempleo, tanto por el gobierno de la
izquierda como por el de la derecha. Como consecuencia, las tasas de temporalidad
en España son muy elevadas, en torno al 30%, temporalidad que también ha
incrementado en el sector público en los últimos años.
Como afirma Albarracín, ha habido también un cambio en las condiciones de aquellos
empleados con contrato fijo, que ahora han pasado a llamarse contratos “indefinidos”
porque realmente no se sabe cuál va a ser la duración del mismo, abriéndose un
abanico de subtipos, como son: el contrato fijo-discontinuo, sujeto a empleos
estacionales de carácter estable; formulas de contratación indefinida pero con
condiciones más flexibles y costes indirectos reducidos, que son dirigidos a ciertos
grupos como son los mayores de 45 años, las mujeres desempleadas, etc. ; otro,
llamado “contrato para el fomento de la contratación indefinida”, y que conlleva
menores costes indirectos y una bonificación del 25 por 100 de la cuota empresarial a
la Seguridad Social durante los 24 siguientes meses anteriores al nuevo contrato
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
148
indefinido; y el modelo de contrato parcial, siempre que la duración del trabajo de éste
sea menor a la del contrato completo anual. Estas formas de contratación más
flexibles han sido posibles en particular, por las reformas de 1994, 1997 y 2001, pero
según Albarracín, parece que se ha llegado a una especie de pacto entre empresas y
sindicatos, por el cual se relajan las condiciones de los indefinidos a cambio de unas
mayores prestaciones para los temporales, como son un aumento de las cuotas a la
Seguridad Social de los temporales o la instauración de una indemnización por
despido de 8 días por año (Albarracín, 2001:24).
En resumidas cuentas, y citando al mismo autor, en las últimas décadas se ha dado
posiblemente una transición. <<Un modelo laboral actual que quiebra el viejo modelo
fordista de trabajo a lo largo de la vida y el pleno empleo, para pasar, posiblemente, a
un modelo dual de inestabilidad media pero generalizada en las relaciones de empleo,
aunque definitivamente dual en la organización del trabajo, y en la norma de consumo,
donde los trabajadores cualificados y estratégicos se mantienen en las empresas
matrices y los más inestables en empresas auxiliares o trabajos reemplazables>>
(Ibid).
Como ya comentamos anteriormente, el llamado “milagro económico” español se ha
sustentando en buena parte sobre una extensa mano de obra barata (Herce y Jimeno,
2004), aunque ha habido otros factores que ayudan a entender el buen funcionamiento
de la economía española en su conjunto, como son las buenas finanzas (públicas y
privadas), los bajos intereses, pocos fallos en la política económica y los Fondos
Estructurales Europeos. Sin embargo, según los mismos autores, el déficit público y
las cifras sobre la deuda han sido excepcionalmente buenas pero en parte han sido
generados por los excedentes en el sector de la seguridad social, con contribuciones
sociales que exceden los beneficios sociales que se conceden. En cuanto al
desempleo, éste ha disminuido fuertemente desde los 90, lo que se explica
principalmente por las reformas del mercado laboral y las acciones que expandieron la
demanda agregada y el empleo temporal y precario. Sin embargo, aunque se habla
mucho del crecimiento económico positivo se olvidan los problemas todavía actuales
de desempleo y convergencia salarial, mientras tanto los intereses bajos ayudan a
mantener un consumo alto privado y la inversión residencial favorece la expansión de
la demanda agregada desde hace años (JA. Herce y J.F. Jimeno, 2004).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
149
En definitiva y como consecuencia de los cambios que sufre la legislación a partir de
1973-1975 hasta los años 80 en materia laboral, se produce una diferenciación
importante en las condiciones de trabajo de los empleados, que es la causa de la
actual división de los trabajadores. De forma que nos encontramos con un grupo de
ellos que ya antes de la crisis, se hallaban en empleos estables y protegidos, con lo
que pudieron resistir el proceso de reestructuración, sin perder el empleo y
manteniendo sus condiciones salariales; también encontramos individuos que han
perdido el empleo y que no consiguen integrarse en el mercado laboral, otros que
perdieron su empleo y consiguieron integrarse como trabajadores fijos o temporales, y
jóvenes que se han incorporado al mercado de trabajo como desempleados con
empleos temporales (Bilbao, 1993). Las reformas subsiguientes sólo profundizaron
todavía más en la desigualdad laboral y aumentaron las condiciones precarias del
empleo de los no protegidos por la ley, dejando ya casi totalmente a un lado la
intervención del Estado como mediador y entregando a los trabajadores a la selva de
mercado de trabajo capitalista no regulado.
Otro aspecto a tener en cuenta son las consecuencias sociales que se derivan de esta
situación. La clase obrera y media fueron fácilmente divididas a través de los
mecanismos de debilitamiento del empleo estable, ya que habían atacado diferentes
sectores en tiempos distintos, con lo que no hubo una resistencia organizada y
unificada de todos los trabajadores ante la reestructuración que se estaba viviendo
(Bilbao, 1993). Tras ésta, la nueva configuración de la sociedad es la de una formada
por una suma de individuos no organizados, que se sienten impotentes ante la nueva
situación laboral, solos frente al sistema económico y las decisiones del empresario,
que se toman exclusivamente en base a la rentabilidad económica, sin ningún
miramiento por el factor humano o las consecuencias sociales que se puedan derivar
de ellas. De esta forma, la reestructuración del mercado de trabajo no sólo ha
desembocado en una fisonomía muy distinta a la de los años 60, sino que ha dejado
inmersos a muchos ciudadanos en situaciones laborales precarias, y con un
sentimiento de impotencia y abandono por parte de la ley y el Estado.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
150
6.4.2 La informalización al servicio del capital.
Hemos visto primero, como el Estado acometía una serie de reformas laborales que
abrían el camino a la precariedad en el trabajo, en un intento de combatir la crisis
económica y de ajustarse a nuevas situaciones laborales que, de otro modo, se
habrían seguido considerando como informales. Ahora veamos más específicamente
cuál fue la respuesta del capitalismo español ante la crisis. Según Ybarra, éste
reaccionó ante la misma acometiendo una profunda reforma en sus estructuras
funcionales y en sus modos de producción, y para ello se valió de diversos
mecanismos, pero especialmente, de la informalización (Ybarra, 1988:296). Sus
objetivos eran tres:
El redimiensionamiento del aparato productivo, a través de la eliminación o
transformación de sectores, líneas, fases o tareas que pudieran estar
sobredimensionadas u obsoletas, con el fin de ajustarse a una estructura
productiva más en línea con las necesidades del mercado y las condiciones
cambiantes de la demanda.
También persiguió la eliminación de todos aquellos elementos que implicaran
rigidez en los procesos productivos, ya que la flexibilidad productiva es
necesaria para la rápida adaptación al mercado, y permite la disminución de los
costes fijos de estructura.
Y en tercer lugar, propulsó el aminoramiento de los costes directos e indirectos
de explotación, con objeto de alcanzar una competitividad que generase
grandes tasas de ganancia.
Ybarra sostiene que estos tres objetivos se consiguieron a través del uso extendido de
la informalización en los siguientes ámbitos:
Empresarial. Gracias a la descentralización y de la subcontratación de
líneas, tareas o fases, localizando estas funciones en las PYMES,
autónomos y talleres cooperativos. En esta aparente descomposición del
proceso productivo las empresas matrices son las que tienen el control,
mientras las microunidades se hallan integradas verticalmente en la
empresa matriz dependiendo fuertemente de ésta.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
151
Laboral. A través del trabajo oculto, domiciliario y familiar, aprovechando las
situaciones de paro y subempleo y de la posición de los colectivos más
debilitados por esta situación, como son las mujeres, los jóvenes, los
jubilados, etc.
Institucional. Las instituciones públicas responden ante la nueva situación
regularizando situaciones que hasta entonces no se habrían podido
considerar formales, para ello desregula el mercado laboral precarizando
las condiciones laborales, pero también las medioambientales y
urbanísticas.
Territorial. El proceso de descentralización informal se realiza en aquellos
territorios dónde las variables políticas y del entorno productivo permiten
establecer una jerarquía productiva espacial. De este modo, se activa una
dinámica de integración horizontal que maximiza las economías externas
de cada fase productiva.
Tecnológica. Se inhiben las iniciativas de cambio tecnológico en aquellos
sectores intensivos en mano de obra, ya que es aquí donde se recurre más
a los procesos de informalización, al trabajo negro y precario.
Es por ello que, el economista Joseph-Antoni Ybarra califica al capitalismo español de
“Fordismo Popular”, pues se trata de un modelo instaurado a través del sector
informal, con o sin una ayuda consciente del Estado para realizarse. Este nuevo
modelo permite en realidad un mayor control de todo el proceso productivo pero a
través de una aparente desorganización (Ybarra, ob.cit.:297).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
152
6.4.3 El recurso de la Economía Sumergida en la Comunidad Valenciana.
Cada vez se acepta más el hecho de que la economía informal en España es
inseparable de la economía formal y de que no es como antaño, una situación
puramente coyuntural y temporal, sino que se reconoce su carácter estructural y
permanente así como su función central en los procesos de reestructuración y de
cambio que ha experimentado este país. De hecho, el recurso a la economía
sumergida, junto a las rigideces laborales y las presiones fiscales, fueron las razones
principalmente esgrimidas por el capital para iniciar el proceso de flexibilización y
precarización del mercado laboral, lo que contribuyó todavía más al deterioro de las
condiciones laborales y una mayor expansión de las situaciones informales.
El caso valenciano no es diferente; en todo caso, es especialmente relevante, e
incluso hay estudios que han puesto de manifiesto como en esta región, la economía
informal se halla intrínsecamente unidad a la formal, de manera que <<dónde hay una
tupida red de relaciones económicas formales también existe un sólido sector informal,
y donde la base económica formal es débil, el sector informal tiene una magnitud poco
relevante>> (Sanchís, 1988:405).
La estructura productiva valenciana se ha conformado fundamentalmente a partir de
unidades productivas de pequeñas dimensiones, intensivas en mano de obra,
especializadas en bienes de consumo perecedero y semiduradero y en actividades
vinculadas al turismo de masas, con limitadas interrelaciones de carácter técnico entre
los sectores. Como ya vimos en anteriores epígrafes, estas pequeñas empresas se
hallan insertas en núcleos destacados y comarcas especializadas en una sola
actividad que tienen una fuerte vinculación con los mercados exteriores. El modelo de
crecimiento se ha basado en los conocimientos artesanales ya existentes y en las
ventajas comparativas regionales, en la mano de obra abundante y barata, adiestrada
por la propia especialización y el ambiente en la producción de bienes y servicios que
no requieren de una elevada cualificación. Otras caracterísiticas de este modelo son el
escaso nivel tecnológico, las reducidas necesidades financieras, la facilidad de
incorporación al sector, la propagación por imitación, y el alto recurso a la
subcontratación y especialización en artículos que son rechazados por la gran
industria (Sanchís, ob.cit.:406).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
153
Este modelo tuvo un gran éxito durante los años 60 inundando los mercados
desabastecidos, pero en los años 70 entró en crisis tras la contracción de los
mercados, la devaluación del dólar, el encarecimiento de las materias primas y la
competencia de otros países, junto a la dependencia externa y la elevación de los
costes salariales. Todo ello hizo que las ventajas asociadas a los bajos costes
salariales de estas industrias desaparecieran, y en todo caso se encontraran
sometidos a una doble competencia, enfrentándose a la superioridad y la mayor
capacidad de innovación de los países más industrializados y los menores costes
laborales de los países en vías de desarrollo.
Muchas empresas tuvieron que cerrar en España, y ya sabemos que cuando hay altas
tasas de desempleo y falta de trabajo formal, muchos empresarios y trabajadores
recurren a la economía sumergida, unos para competir en los mercados y los otros en
el mercado laboral. Además, cuando el entorno amenaza particularmente a través de
la vía precios procedente de terceros países, el recurso a la economía sumergida es
habitual, pues una política de reducción de costes y derechos laborales permite tener
éxito a corto plazo mientras se posponen medidas que requieren de inversiones o un
mayor tiempo de maduración; más todavía, si la misma administración y los
organismos internacionales animan a las empresas en esta pendiente desreguladora
(Hernández Pascual, 2006:437).
En el contexto de la transición y de la emergencia del movimiento obrero que
incentivaba la movilización y dificultaba una salida pactada a los problemas de
diferentes sectores, hubiera sido necesario una readaptación de la organización del
trabajo y una profunda reconversión tecnológica, pero la dificultad para llegar a
acuerdos reactivó el recurso a la economía sumergida, recurso que en realidad
todavía pervivía en la sociedad valenciana, o por razones económicas -viabilidad de la
demanda- o culturales – el trabajo a domicilio de las amas de casa que había sido
habitual durante siglos, la aceptación social del trabajo infantil, el doble trabajo de los
asalariados estable en la fábrica y en la casa, etc. (Ybarra y otros, 2001:35).
Es precisamente la regulación de los mercados y las restricciones para el trabajo de
algunos colectivos otro de los factores que animan a la informalización; así, por
ejemplo, los inmigrantes, aquellos que tienen prohibido un segundo empleo, o la
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
154
incompatibilidad para la percepción de beneficios sociales, etc., pueden inclinarse a
trabajar sin contrato, y esta fue la salida individual que se presentó, y todavía se
presenta hoy en día, a algunos trabajadores o desempleados. Por su lado, las
empresas que sufren restricciones en la producción, por horarios no permitidos,
licencias denegadas, instalación no autorizada u otros problemas, pueden animarse a
sumergir el trabajo en presencia de una demanda potencial (Hernández Pascual,
2006:35).
En la segunda mitad de los años 70, la merma de la productividad que se produjo al
recurrir a la economía sumergida se vio compensada desde el punto de vista
empresarial por el ahorro en la fiscalidad y el coste de las regulaciones, la reducción
de los costes salariales y la flexibilidad organizativa, productiva y laboral, además de
por su éxito en invertir las relaciones entre el trabajo y el capital. Desde el punto de
vista de los trabajadores, la reducción de los ingresos quedaba compensada por el
disfrute inmediato de prestaciones sociales, la ocultación de rentas y la posibilidad de
movilización de más fuerza de trabajo, a través del trabajo familiar en talleres
clandestinos o en el trabajo a domicilio. Lo que resultó de todo ello fue un nuevo
modelo caracterizado por la descentralización productiva y la informalización (Ybarra y
otros, 2001:36).
Según los autores J. A. Ybarra, Jorge Hurtado y Begoña San Miguel, la
descentralización hizo disminuir el tamaño de la empresas al exteriorizar numerosas
fases de la producción, generando un sistema de descentralización en cascada dónde
la nuevas empresas están muy especializadas y son totalmente dependientes de
aquellas para las que trabajan. De hecho, y al menos en el sector del calzado, la
creación de nuevas empresas se hizo bajo el mando y la dirección de las antiguas
empresas, utilizando para ello a familiares, trabajadores de confianza que se habían
independizado o trabajadores autónomos que aceptaban las condiciones impuestas.
Pero este nuevo tejido industrial además de permitir un alto grado de flexibilidad,
también favorece la profundización de la informalidad misma, pues al individualizarse
totalmente las relaciones laborales se privó a los trabajadores de toda posibilidad de
discutir sus condiciones salariales y laborales, de forma que se debilita la posición de
los trabajadores frente al empresario, que ahora tienen todo el control. Estos autores
subrayan como las relaciones laborales que emergen de este nuevo modelo tienen las
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
155
características de ser extremadamente liberales, individuales y paternalistas, ya que
se carece de mediadores sindicales, administrativos o de cualquier otro tipo,
reforzando solamente el principio del más fuerte (Ybarra y otros, ob.cit. :36).
También apuntan a que este pacto entre empresarios y trabajadores fue posible
gracias a la ausencia del Estado. En aquellos momentos era impensable la aparición
de estructuras sociales y políticas intermedias y localizadas, como ayuntamientos,
asociaciones empresariales de carácter local, sindicatos con reivindicaciones
adaptadas a las realidades locales; por otra parte, los gobiernos locales no tenían ni
financiación ni medios técnicos, ni tenían experiencia democrática para defender los
intereses locales (Ybarra y otros, ob.cit.:41).
Por parte de los trabajadores, consideran que el factor más importante que les inclinó
a sumergirse fue el temor al paro durante la segunda mitad de los 70 y, ya en los años
80, el temor al paro real. Además de las características que definen a estos
trabajadores, cuyo estereotipo de empresario era un antiguo trabajador artesano con
muy escasa cualificación formal, dotado de capacidades polivalentes, de un
conocimiento directo de recursos y de las redes locales y orientado hacia el trabajo por
cuenta propia. De hecho, la nueva coyuntura les abría la posibilidad de abrir sus
propios talleres, engrosando la lista de pequeñas empresas especializadas en una
fase de producto, totalmente dependientes de las empresas para las cuales
trabajaban. En caso de fracaso, estas empresas se hacían clandestinas y actuaban
extendiendo la informalidad al incorporar nuevos segmentos de la fuerza de trabajo
con aún menor capacidad de negociación. Los sindicatos por su parte, no tuvieron
muchas veces el apoyo de los mismos trabajadores sumergidos, que vieron en la
economía informal una solución temporal a sus problemas, para después pasar a ser
la única fuente de sus ingresos (Ybarra y otros, ob.cit:43).
Como ya comentamos, las empresas ante la crisis de los 70 se plantearon la
remodelación de sus estructuras productivas en busca de tres objetivos: la
diferenciación de producto, la flexibilidad productiva y la contención de costes. Esta
remodelación puede llevarse a cabo vía modernización tecnológica o vía acentuación
del recurso a la economía sumergida. Enrich Sanchís estima que en la Comunidad
Valenciana se ha elegido una vía que combina ambas (Sanchís, 1988:411). El tejido
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
156
productivo varía enormemente dependiendo de cual haya sido la estrategia elegida,
cuando se busca la flexibilidad y la contención de costes usando para ello la economía
sumergida de forma exacerbada, como pueda ser en caso de los sectores zapatero o
textil por ejemplo, <<se reduce al máximo el inmovilizado, tanto en equipos como en
su infraestructura y mano de obra, se descapitalizan las actividades en sus
componentes fijos, tiende a convertir el capital industrial en comercial y especulativo, y
moviliza unas unidades productivas tan reducidas que deja fuera de su alcance todo
intento de racionalizar la producción>> (Sanchís, ob.cit:412). Es decir, en este caso
sólo se puede funcionar mediante la explotación de la mano de obra, lo cual no es sólo
inmoral sino además suicida a medio plazo.
La diferencia en el recurso a la economía sumergida en el periodo 1960-1975, es que
ésta era un producto puramente coyuntural, se consideraba como un complemento
necesario durante algún tiempo antes de creer una auténtica empresa. Se recurría a la
informalidad cuando había un aumento inesperado de pedidos del cual no se podía
hacer cargo la planta. Las familias la entendían en términos de complementariedad de
otros ingresos, o como una negativa a aceptar la inmigración definitiva y a abandonar
la agricultura a tiempo parcial, que ha sido especialmente importante en la Comunidad
Valenciana. Pero en todo caso, a medida que el proceso de industrialización avanzaba
y se consolidaba, la economía informal perdía importancia en la renta familiar total, o
posibilitaba que los talleres clandestinos emergieran para convertirse en una unidad
productiva formal. Es decir, lo importante aquí, es que durante esta etapa hay un
trasvase de recursos laborales, financieros, de infraestructura y experiencias del sector
informal al sector formal (Sanchís, ob.cit.:408).
En cambio, en la segunda etapa, lo que había sido algo simplemente temporal y
consecuencia de las dificultades del momento, se convierte en un fenómeno
estructural y la única posibilidad de supervivencia frente al cierre de las empresas. Es
por esto, que los sectores más amenazados por la competencia internacional vía
precios son los que más estrechamente se relacionan con la economía sumergida, ya
que muchas empresas han desaparecido o se encuentran gravemente amenazadas.
En tal situación, la economía sumergida no es un recurso complementario o temporal,
sino que se convierte en algo necesario ante la posibilidad de quedarse sin ningún tipo
de ingresos, es la única alternativa para algunos empresarios y trabajadores. Las
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
157
situaciones características de algunos colectivos los hacen más propensos a
sumergirse, por ejemplo, aquellos que pertenecen a familias con bajos niveles de
rentas, las habilidades y recursos personales, el nivel educativo y la disponibilidad
para el trabajo de cada uno de los miembros de la familia, así como su papel en las
tareas domésticas y en el presupuesto familiar (Hernández Pascual, 2006:440).
No obstante, algunas investigaciones han demostrado como cierto número reducido
de empresas han evolucionado actualmente desde una “flexibilidad simple”, que busca
la competitividad sólo a través de la degradación constante de los costes y las
condiciones laborales, a una “flexibilidad compleja”, en la cual se persigue la
competitividad a través de otros factores que no sean sólo el precio y la
descentralización, por ejemplo, impulsando la innovación en las empresas
subcontratadas y con apoyo técnico y controles de calidad. Sin embargo, esto no
compensa la auténtica degradación que han sufrido las relaciones laborales y los
salarios de los sectores tradicionales, donde el recurso a la economía sumergida para
abaratar costes y conseguir mejores precios es la norma. Así por ejemplo, la presión a
la baja sobre los salarios ha sido durante los últimos años la estrategia para competir
en el sector del calzado, siendo la segunda estrategia la extensión de la
descentralización productiva en el territorio a la búsqueda de segmentos de la fuerza
de trabajo que todavía consientan salarios más bajos (Ybarra y otros, 2001:46).
Hemos visto ya como esta remodelación del tejido industrial ha traído consigo la
creación de numerosas y pequeñas unidades de producción, pero lo que interesa
destacar más cuando el recurso a la economía sumergida es muy intenso, es la
aparición de nuevas figuras empresariales. El nacimiento de empresas muy pequeñas
como consecuencia de la fragmentación del núcleo de una gran empresa da lugar a la
conversión del antiguo empresario industrial en empresario comercial, éstos se
dedican simplemente a colocar en el mercado los productos generados por otras
empresas que ellos mismos han organizado. También nos encontramos con los
productores autónomos, que pueden trabajar solos en sus propias casas o
movilizando la ayuda familiar, o agrupándose en un local que puede estar legalizado
por uno de ellos o por un tercero que canalizará la producción. La mayoría de estos
autónomos procede del trabajo dependiente, pero ahora su relación con el trabajo es
puramente mercantil. También está la figura del autónomo intermediario que es similar
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
158
al empresario comercial, aquel organiza la producción en el territorio disperso y
después la canaliza hacia las empresas comercializadoras. Y por último, nos
encontramos con el trabajo a domicilio, dónde la familia existe como una unidad
productiva gestionada por la mujer (Sanchís, 1988:415).
También el retrato robot de los trabajadores a domicilio ha cambiado, en los años 60 y
70, se trataba normalmente de una mujer de mediana edad, casada con un obrero
industrial, con bajo nivel de instrucción y que compaginaba su trabajo con las labores
domésticas. Además, se trataba de una mujer de mentalidad más tradicional, la cual
se identificaba más con el rol de madre y ama de casa que con su papel como mujer
trabajadora. Su inserción en la economía sumergida era muchas veces debida a la
posibilidad de compaginara ambos roles, el de ama de casa y trabajadora, que con la
auténtica falta de alternativas laborales, y aunque este retrato robot continúa vigente
en la actualidad, muchos de sus rasgos secundarios han ganado en importancia.
Ahora la participación masculina en la economía sumergida se ha incrementado, de
forma que podemos encontrarnos con hombres de más de 45 años que han sido
expulsados del mercado laboral y jóvenes que no pueden acceder a el. También se
ha incrementado la participación de mujeres jóvenes y solteras. Como consecuencia,
el nivel de instrucción de los trabajadores a domicilio es mayor al de hace unos años.
Se observa, a su vez, como hay un número creciente de familia que viven
exclusivamente del trabajo a domicilio, y al realizarse en grupo, se puede confundir
con los talleres clandestinos. Por otra parte, el número de personas que hacen este
trabajo voluntariamente tiende a reducirse, ahora las mujeres muestran más deseos
de insertarse en el mundo laboral formal y se identifican menos como amas de casa.
También hay más interés en sindicarse o en que los sindicatos se preocupen por los
problemas de los trabajadores a domicilio, o incluso en que éste se prohíba. A la vez
que las mujeres son conscientes de tener pleno derecho a la igualdad con el hombre
en el mercado laboral.
Y aunque estas características han aparecido en los últimos años, paradójicamente
también se refuerzan características que podríamos llamar tradicionales, por ejemplo,
la asistencia y ayuda dentro de la familia recuperan importancia, pues los jóvenes no
pueden abandonar el hogar paterno con los salarios de la economía sumergida. Por
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
159
otra parte, y como ya comentamos, las negociaciones laborales son simplemente
individuales. Y aunque se ha asistido a la feminización de la fuerza de trabajo, ésta se
ha usado para conseguir trabajadores con peores salarios, para debilitar el poder de
negociación de los trabajadores en general , y para incrementar la inestabilidad de los
empleos, la flexibilidad y la docilidad de la mano de obra (Sanchís, ob.cit.:416).
Pues como comentan estos autores, <<la vía regia para quebrar los marcos
institucionales del mercado de trabajo y la capacidad contractual del trabajo
organizado en los países avanzados y en las formaciones semiperiféricas ha
consistido en la apertura de los mercados de trabajo a las categorías sociales
implícitamente excluidas en el periodo fordista, en condiciones de precariedad/
informalidad, y a la antagonización competitiva de la fuerza de trabajo sobre el fondo
de un desempleo rampante o el temor al mismo>> (Ybarra y otros, 2001:62). De forma
que la estructura social y la percepción que los distintos grupos tienen de si mismos y
sus intereses han sufrido una gran transformación. Ahora los individuos se hallan
compelidos a no mantener vínculos de grupo y a luchar por sus propios intereses en
contra de los demás.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
160
6.5 Evolución del Sector Textil / Confección en la Comunidad Valenciana en los últimos años.
6.5 Evolución del Sector T/C en la Comunidad Valenciana.
De acuerdo con las agrupaciones por actividad, el Textil, Confección, Cuero y Calzado
es la cuarta agrupación en valor de los productos, superando los tres millones y medio
de euros, tras los productos minerales no metálicos que es la primera, el Material de
Transporte que es la segunda y la Alimentación, Bebidas y Tabaco.
Fuente: IVE, Encuesta Industrial Anual de Productos. Año 2006.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
161
Si nos atenemos concretamente a la producción del Sector Textil / Confección,
observamos en el Cuadro N·36 que ésta fue creciendo desde el año 1993,
alcanzando su punto álgido en 1999 para venir descendiendo desde entonces. En el
año 2006 el valor de la producción fue de 2.646.672 millones de euros, lo que viene a
representar un 6,06% de la producción comercializada total de la Comunidad
Valenciana (Cuadro N·37), ocupando así el sexto lugar, por detrás de las agrupaciones
antes mencionadas más los Productos de Coquerías, Refino de petróleo y Químicas y
los Productos Metálicos. Sin embargo, tiene mayor importancia relativa en el contexto
nacional, pues la producción del T/C en la Comunidad Valenciana vendría a
representar casi el 18% de la producción nacional (Cuadro N·37).
Cuadro N·36 Evolución de la producción en la Industria y en la Industria Textil y de la
Confección de la Comunidad Valenciana. Periodo 1993-2006. (valores en miles de €)
Industria Textil / Confección
*Subsector
Textil
*Subsector
Confección y peletería
*Subsector Prendas de
Vestir y Acc. 1993 1.714.342 1.233.342 481.020 443.744 1994 2.087.970 1.538.024 549.946 502.333 1995 2.223.383 1.725.251 488.132 446.473 1996 2.397.397 1.922.141 475.256 419.526 1997 2.768.075 2.247.643 520.432 470.829 1998 3.052.560 2.516.244 536.316 480.474 1999 2.371.081 2.295.096 675.985 634.145 2000 3.349.446 2.505.809 843.637 798.104 2001 3.112.270 2.500.437 611.833 551.808 2002 3.157.825 2.531.319 626.506 586.391 2003 2.870.870 2.327.350 543.520 483.883 2004 2.891.383 2.385.208 506.175 473.966 2005 2.711.856 2.304.479 407.377 373.072 2006 2.646.672 2.134.996 511.676 477.216 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Encuesta Industrial de Empresas. * Industria del Textil CNAE 17 * Industria de la Confección, incluye Confección de prendas de cuero y prendas de vestir en textiles y accesorios, CNAE 18. * Industria de la Confección de Prendas de Vestir en textiles y Accesorios, CNAE 182.
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162
Cuadro N· 37 Valor de la producción comercializada en la Comunidad Valenciana
en Millones de €.
Año C. V. España %
CV/E 2002 35.167,47 314.183,23 11,22003 36.730,30 329.039,79 11,22004 38.717,97 353.596,93 10,92005 40.178,18 380.791,07 10,6 2006 43.660,91 417.148,20 10,5Alimentación, bebidas y tabaco 6.357,77 71.147,48 8,9Textil y confección 2.646,67 11.267,77 17,8Calzado y cuero 1.569,72 3.080,09 51,0Madera y corcho 1.304,40 7.126,15 18,3Papel, artes gráficas y edición 2.074,65 21.921,86 9,5Coquerías, refino de petróleo y químicas 5.241,55 62.788,25 8,3Manufacturas de caucho y plástico 1.870,70 16.582,72 11,3Productos minerales no metálicos 6.872,88 27.266,52 25,2Producción, primera transformación y fundición de metales 912,45 30.672,21 3,0Productos metálicos 3.004,21 32.031,53 9,4Maquinaria y equipo, óptica y similares 2.023,55 28.928,48 7,0Material eléctrico y electrónico 977,73 19.402,25 5,0Material de transporte 6.076,48 56.235,27 10,8Otras industrias manufactureras 2.334,84 11.778,55 19,8Energía eléctrica, gas y vapor 1.036,24 16.919,08 6,1
Fuente: IVE, Encuesta Industrial Anual de Productos. Año 2006
Si observamos la evolución de la producción por subsectores, en el Textil empezó a
descender desde el año 2000, llegando a caer en un 14,5%, mientras que la caída en
el Subsector de la Confección fue mayor, cayendo en un 39,3%, siendo un poco mayor
para la producción exclusiva de Prendas de Vestir y Accesorios, que fue de 40,2%.
Llama la atención que la producción se remontó en el año 2006, creciendo por primera
vez desde el año 2000, y en 105.000 mil euros respecto al año 2005. Esta caída de la
producción en el Sector se puede explicar como consecuencia de la paulatina
liberalización que ha acontecido en los últimos años.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
163
En cuanto a la especialización productiva, se puede observar que es el Subsector
Textil el que tiene un mayor peso, pues representa el 80,6% dentro del Sector T/C,
destacando especialmente la producción de Hilos, Fibras y Tejidos Textiles (Cuadro
N·38) mientras que el Subsector de la Confección, el cual incluye la Peletería,
representa sólo el 19,3% del mismo, siendo del 18% la producción exclusiva de
Prendas de Vestir y Accesorios (Cuadro N·36 y N·38).
Cuadro N·38
Producción por sectores del Textil / Confección en la Comunidad Valenciana. (Valor en miles de € y porcentaje en el conjunto de los sectores de la C. V.)
SECTORES
Miles de € Año 2006
% en el conjunto
de los sectores
Miles de € Año 2005
% en el conjunto
de los sectores
Fibras, hilos y textiles
607.403
1,4
643.975
1,6
Acabados de textiles
190.757
0,4
192.072
0,5
Otras industrias textiles
747.501
1,7
777.233
2,0
Géneros de punto
92.021
0,2
96.128
0,2
Confección de prendas de vestir
336.073
0,8
452.454
1,1
Curtido y artículos de cuero
204.540
0,5
213.027
0,5
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del IVE, Encuesta Anual de Productos. Año 2006.
Hay diferencias significativas entre España y la Comunidad Valenciana en cuanto a la
especialización productiva. Ya que el Subsector de la Confección de Prendas de Vestir
representa en España casi el 50%, mientras que en la Comunidad Valenciana es de
sólo un 18%. También hay diferencias igualmente significativas en los géneros de
punto, cuyo peso relativo en España es del 6,81%, mientras en la Comunidad
Valenciana es del 4,6% (Cuadro N·39).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
164
Cuadro N·39 Principales Producciones s/total España y Comunidad Valenciana (%)
España C. V. Confección Prendas de Vestir 49,99 19,87 Géneros de Punto 6,81 4,61 Otras Industrias Textiles 17,27 32,34 Acabado de Textiles 6,17 10,05 Fibras, Hilos y Tejidos 19,76 32,64 Fuente: Golf Laville y otros (2006) “Adaptación y reconversión de la Industria Valenciana” en La economía Regional ante la Globalización. * España, datos del año 2003. * C.V., datos del año 2002.
La especialización regional de la C.V. provee principalmente de materias textiles
(fibras e hilados) y realiza procesos de acabado para la industria de la Tejeduría
(Textil-Hogar) (Golf Laville y otros, 2006:132). Según los mismos autores, los
materiales textiles se concentran en Vall d’Albaida, El Comtat y L’Alcoiá, aglutinando el
45% de las empresas y del empleo textil regional. Mientras que el Baix Vinapoló
concentra el 9,5 % de las empresas textiles valencianas y el 5,5% del empleo. En este
subsector se presenta una fuerte concentración de empresas fabricantes de alfombras
y procesos relacionados en el municipio de Crevillente. Mientras que en Elche se
aglutinan las actividades textiles relacionadas con el calzado. Por su lado, el Baix
Segura, representa el 6% de empresas textiles valencianas y un 4,5% del empleo.
Actividades todas ellas relacionadas con la cordelería y la fabricación de redes y
mallas, especialmente en Callosa del Segura (Golf Laville y otros, ob.cit.:132).
En cuanto a la Confección y prendas de punto, en el Vall d’Albaida se concentraría
más del 9% de la empresas valencianas, mientras que en L’Alcoiá-Comtat se
aglutinaría el 11,5%. Sin embargo, esta actividad se halla principalmente ubicada en el
área metropolitana de Valencia, que representa un 27%, mientras en las comarcas de
la Costera y el Canal de Navarrés se hallaría un 8% y principalmente, de empresas de
géneros de punto, y en la Plana Alta, confección y calcetería.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
165
Estos autores aseguran que estos municipios, y especialmente en las comarcas
centrales valencianas, se produce una fuerte concentración de empresas textiles que
presentan un patrón típico de otras muchas regiones textiles europeas, como es el
caso de Lombardía, Veneto, Nord-Pais de Calais, etc, en las que la competitividad del
sector industrial se explica en base a la aglomeración de pymes y servicios externos
de apoyo. Estos territorios están conformados como clusters industriales,
configurando <<redes de producción de empresas fuertemente interdependientes,
ligadas unas a otras en una cadena de producción que añade valor>>.
Por otro lado, los autores José Manuel Giner, M·Jesús Santa María y Antonio Fuster,
usaron un método cuantitativo que les permitió hallar para los diferentes sectores
industriales un conjunto de áreas donde se concentraban dichas actividades en la C.
V. En el Textil se identificaron siete sistemas productivos locales con centros en los
mercados locales de trabajo de Alcoy, Bañeres, Concentaina, Crevillente, Muro de
Alcoy, Albaida y Ontinyent. Destacando por su mayor número de empresas y empleo,
los sistemas productivos locales de Alcoy, con 654 empresas y 4.801 trabajadores, y
el de Ontinyent, con 403 empresas y 6.387 trabajadores. También es significativa la
elevada densidad industrial que se registra en Alcoy. En todos estos sistemas
productivos locales existe un predominio de PYMES y una elevadas especialización
interna, que en el caso de Albaida, Bañeres, y Ontinyent, supera al 70% de la
ocupación total (Cuadro N·40).
Sin embargo, estos autores consideran que estos sistemas no forman sistemas locales
de producción en el sentido de agrupaciones de empresas entre las que existen
formas locales de coordinación-cooperación en distintos ámbitos, como las existentes
en los distritos industriales. Por lo que consideran, que sigue siendo necesario hacer
estudios en profundidad de cada sistema productivo local para saber si se ajustan
realmente al concepto de distrito industrial (Giner Pérez y otros, 2006:125).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
166
Cuadro N·40 Sistemas productivos locales del Textil identificados en la Comunidad Valenciana.
Mercado local de trabajo (Centro)
Número Empresas
Empleo Industrial
Densidad Industrial
Cociente Localiza-
ción
Empleo PYME
(%)
Espc.
Interna(%)
Alcoy 654 4.801 2,89 14,65 100,00 55,07 Bañeres 324 2.703 1,78 18,01 100,00 75,95 Concentaina 153 1.653 0,58 13,60 100,00 64,29 Crevillente 236 3.033 1,89 8,00 100,00 36,90 Muro de Alcoy
140
1.407
1,01
13,03
100,00
49,81
Albaida 152 1.839 1,70 16,03 100,00 76,88 Ontinyent 403 6.387 1,53 14,83 92,20 72,60 Fuente: Giner Pérez y otros (2006) “Los sistemas productivos locales en la C.V.: Análisis para su identificación y localización territorial” en Economía regional Ante la Globalización.
Continuando con el análisis del Sector T/C en relación al empleo, aunque en términos
de producción la importancia del Subsector de la Confección en el conjunto del Sector
T/C es bastante menor que el Subsector Textil, en términos de empleo es
prácticamente equivalente, ya que hay 28.400 ocupados en el Subsector Textil y
24.800 en el Subsector de la Confección y la Peletería, que representan el 53,4% del
empleo total del Sector en el Textil y 46,6% en la Confección (Cuadro N·41). En el
conjunto de la Industria valenciana, el Subsector de la Confección y la Peletería
representa un 5,4%, y el Subsector exclusivo de las Prendas de Vestir representaría el
2,2 %.
La ocupación en el Sector T/C ha estado oscilando desde los años 90, sólo desde el
año 2004 ha venido únicamente descendido (en 7.000 personas). Mientras en el
subsector Textil la disminución de empleos no llega a los mil si lo comparamos con el
año 1993, la sangría de empleos en el subsector de la Confección es evidente. Si en
1993 había 40.000 mil personas empleadas, en 2006 el número se había reducido a
24.800 personas, es decir un 40% menos de empleos. Esta situación está
directamente relacionada con la deslocalización de los proceso productivos de muchas
empresas manufactureras y el cierre de empresas.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
167
Cuadro N·41 Número de personas ocupadas en la Industria y en la Industria Textil y de la
Confección de la Comunidad Valenciana. Periodo 1993-2006. (valores en miles)
Industria
Industria Textil /
Confección
*Subsector
Textil
*Subsector
Confección y peletería
1993 334.6 69.3 29.3 40.0 1994 368.6 74.1 34.3 39.9 1995 349.2 66.8 28.5 38.3 1996 338.1 63.3 25.8 40.5 1997 364.8 67.6 28.2 39.4 1998 380.3 65.2 28.6 36.6 1999 378.1 70.0 29.2 40.8 2000 403.6 67.2 29.2 38.0 2001 413.5 65.3 27.1 38.3 2002 425.4 63.0 26.0 37.0 2003 404.6 54.8 21.6 33.2 2004 440.3 60.4 25.6 34.8 2005 433.0 57.2 28.4 24.8 2006 451.0 53.1 28.4 24.8 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Encuesta de Población Activa. * Los datos se corresponden al último trimestre de cada año. * Industria del Textil CNAE 17 * Industria de la Confección, incluye Confección de prendas de cuero y prendas de vestir en textiles y accesorios, CNAE 18.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
168
De nuevo, este subsector alcanza una mayor importancia relativa en el contexto
nacional cuando se hace referencia al empleo. En España hay 120.000 personas
ocupadas en el Subsector de las Prendas de Vestir y, como ya vimos anteriormente
(Cuadro N·22), la Comunidad Valenciana ocupa el quinto puesto en relación al empleo
dentro de contexto español, detrás de Galicia, Cataluña, Castilla-La Mancha y
Andalucía por orden de importancia, representando entre todas estas cinco regiones el
81% de la producción de la Confección española.
La estructura del Sector T/C en España y en la Comunidad Valenciana se caracteriza
por la preminencia de PYMES de menos de 10 trabajadores, que superan casi el 80%
de las 27.131 empresas existentes en España y el 75% de las 4.374 de la Comunidad
Valenciana (Emilio Golf y otros, 2006:132).
En concreto, en el Subsector de la Confección y la Peletería, el número total de
empresas es de 1.131, siendo sólo 2 de ellas de Peletería, mientras las 1.129
restantes son empresas que producen Prendas de Vestir y Accesorios. Este número
de empresas se ha visto reducido en un 16% en un periodo de seis años, pasando de
1.346 en 2000 a 1.129 en 2006 (Cuadro N·42).
Cuadro N·42 Evolución temporal del número de empresas de la Confección de Prendas de
Vestir de la Comunidad Valenciana. Periodo 2000-2006.
Año
TOTAL
Sociedades Anónimas
Sociedades Responsab. Limitada
Otras Formas
Jurídicas
Personas Físicas
2000 1.346 75 553 93 625 2001 1.335 71 540 91 633 2002 1.344 65 532 89 658 2003 1.309 60 522 86 641 2004 1.270 55 526 82 607 2005 1.163 49 493 80 541 2006 1.129 46 477 71 535 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, DIRCE.
* CNAE-93 Grupo 182 (prendas textiles y accesorios).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
169
Como es lógico, la forma jurídica de las empresas está muy relacionada con el tamaño
de las mismas. Si observamos el Cuadro N·43, podemos ver que el 47,7 % de las
empresas, es decir casi la mitad, se corresponden a la forma jurídica de Personas
Físicas, un 42% correspondería a las Sociedades de Responsabilidad Limitada, un 4%
al de Sociedades Anónimas, y más de un 6% al de otras formas jurídicas. La
distribución de las distintas formas jurídicas no ha variado mucho en los últimos seis
años salvo una ligera tendencia decreciente en las Sociedades Anónimas.
Cuadro N·43 Evolución de las Empresas de la Confección según Condición Jurídica en la
Comunidad Valenciana. Años 2000, 2003 y 2006.
2000 2003 2006 N % N % N % Total
Personas Físicas Sociedades Anónimas Sociedades Responsabilidad Limitada Otras Formas Jurídicas
1.346
625
75
553
93
100
46,4
5,5
41
6,9
1.309
641
60
522
86
100
48,9
4,5
39,8
6,5
1.121
535
46
477
71
100
47,7
4,1
42,5
6,3
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, DIRCE. * Confección: CNAE-93 Grupo 182- Confección de Prendas de Vestir y Accesorios.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
170
Se observa también, un ligero aumento de las empresas entre 1 y 5 asalariados y un
ligero descenso de las empresas de más de 10 asalariados. El porcentaje de las
empresas sin asalariados, por su lado, ha sufrido un descenso de una décima
porcentual desde el año 2003, sin embargo, llama la atención por su alta
concentración, representando nada menos que más de un tercio del total de las
empresas. Situación que se halla estrechamente relacionada con el hecho de que en
la confección de prendas, muchas mujeres realizan su trabajo desde casa. Otro
aspecto significativo que apunta en la misma dirección, es el alto porcentaje de
microempresas de entre 1 y 2 asalariados, que representan más de un cuarto del total.
Las empresas de entre 3 y 5 asalariados representan un 14,5%, las empresas de entre
6 y 19 asalariados entre un 8,4 y 8,5%. A partir de aquí, los porcentajes descienden
considerablemente, encontrando sólo un 4% de empresas entre 20 y 49 asalariados y
sólo un 1,2% de empresas con más de 50 asalariados (Cuadros N·44 y 44.1).
N·44 Número de empresas del subsector de la Confección en la Comunidad Valenciana
por estratos de asalariados y condición jurídica. Año 2006.
TOTAL
SociedadesAnónimas
Sociedades Responsab.Limitada
Otras Formas
Jurídicas
Personas Físicas
TOTAL
SIN ASAL.
1 A 2 ASAL.
3 A 5 ASAL.
6 A 9 ASAL.
10 A 20 ASAL.
20 A 49 ASAL.
50 O MAS ASAL.
1.131
405
303
165
95
97
52
14
46
4
3
4
7
9
8
11
479
60
132
92
70
81
41
3
71
32
17
15
5
1
1
0
535
309
151
54
13
6
2
0
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, DIRCE. * CNAE-93 Grupo18: 181 (prendas de cuero) y 182 (prendas textiles y accesorios).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
171
Cuadro N·44.1
Evolución de las Empresas de la Confección según tamaño en la Comunidad Valenciana. Años 2000, 2003 y 2006.
2000 2003 2006 N % N % N % Total Sin asal. De 1 a 2 asal. De 3 a 5 asal. De 6 a 9 asal. De 10 a 19 asal. De 20 a 49 asal. 50 asal. y más
1.346
475
309
182
141
131
80
28
100
35,2
22,9
13,5
10,4
9,7
5,9
2
1.309
483
312
184
122
130
58
20
100
36,8
23,8
14
9,3
9,9
4,4
1,5
1.129
405
302
164
95
97
52
14
100
35,8
26,7
14,5
8,4
8,5
4,6
1,2
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, DIRCE. * Confección: CNAE-93 Grupo 182- Confección de Prendas de Vestir y Accesorios.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
172
Cuadro N· 45 Datos generales del Sector Textil / Confección en la Comunidad Valenciana en el
periodo 2001-2006
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Empleo
65,3
63,0
54,8
60,4
57,2
53,1
Producción
3.112.270
3.157.825
2.870.870
2.891.383
2.711.856
2.646.672
Valor añadido
948.133
941.607
879.837
825.578
779.943
782.636
Importaciones
835.201
849.310
823.062
918.479
892.205
992.379
Exportaciones
1.077.041
1.026.551
927.264
861.174
778.838
789.557
Saldo Comercial
+241.840
+177.241
+104.202
-57.305
-113.367
-202.822
Cobertura (E/I)
128,9
120,8
112,6
93,7
87,2
79,5
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y del INE, Encuesta de Población Activa y Encuesta Industrial de Empresas.
* Empleo, valores en miles. * Datos económicos, valores en miles. * Cobertura (E/I) %
Como ya sabemos, la liberalización del Sector T/C en los últimos años ha traído
consigo el incremento considerable de las importaciones, especialmente las
provenientes de países asiáticos, esto explica la evolución negativa del saldo
comercial en los últimos años. De hecho, en el año 2003 el saldo era todavía positivo,
con 104.202 mil euros a favor, pero a partir de 2004 la evolución ha sido negativa
(Cuadro N·45). Sin embargo, y si comparamos los subsectores, el Subsector Textil
continúa teniendo un saldo comercial positivo de 143.823 mil euros, mientras que es el
subsector de la Confección y Peletería el que presenta déficit comercial desde el año
2002, lo que ha tenido un impacto negativo sobre el total del sector (Cuadros N·46, 47
y 48).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
173
Cuadro N·46 Datos generales del Subsector Textil en la Comunidad Valenciana
en el periodo 2001-2006
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Empleo
27,1
26,0
21,6
25,6
29,0
28,4
Producción
2.500.437
2.531.319
2.327.350
2.385.208
2.304.479
2.134.996
Valor añadido
747.563
743.533
693.717
668.505
649.763
614.230
Importaciones
554.340
531.805
503.431
544.700
513.192
576.320
Exportaciones
971.215
930.380
828.650
762.575
706.972
720.143
Saldo Comercial
416.875
398.575
325.219
217.875
193.781
143.823
Cobertura (E/I)
175,2
174,9
164,6
140,0
137,7
124,9
Fuente: de elaboración propia a partir de datos de la Cámara de Comercio y del INE, Encuesta de Población Activa y Encuesta Industrial de Empresas.
* Empleo, valores en miles. * Datos económicos, valores en miles. * Importaciones y Exportaciones = CNAE-93 17, Textil * Cobertura (E/I) %
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
174
Cuadro N·47 Datos generales del Subsector de la Confección en la Comunidad Valenciana en el
periodo 2001-2006
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Empleo
38,3
37,0
33,2
34,8
28,2
24,8
Producción
611.833
626.506
543.520
506.175
407.377
511.676
Valor añadido
200.570
198.074
186.120
157.073
130.180
168.406
Importaciones
132.925
147.165
168.684
226.745
235.844
263.855
Exportaciones
150.628
144.456
133.529
117.132
86.156
77.919
Saldo Comercial
+17.702
-2.709
-35.154
-109.614
-149.688
-185.936
Cobertura (E/I)
113,3
98,1
79,1
51,6
36,5
29,5
Fuente: de elaboración propia a partir de datos de la Cámara de Comercio y del INE, Encuesta de Población Activa y Encuesta Industrial de empresas.
* Empleo, valores en miles * Datos económicos, valores en miles. * Importaciones y Exportaciones = CNAE-93 18, Confección: Prendas de Vestir (de no punto) y complementos + Peletería y Confecciones de Peletería.
Cuadro N·48 Comercio Exterior del Subsector de la Confección de Prendas de Vestir y
Complementos en la Comunidad Valenciana en el periodo 2001-2006
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Importaciones
60.447
72.293
83.843
113.213
116.650
124.435
Exportaciones
90.014
75.669
67.007
63.427
40.701
33.167
Saldo Comercial
29.567
3.375
-16.835
-49.785
-75.949
-91.267
Cobertura (E/I)
148,91
104,67
79,92
56,03
34,89
26,65
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del ICEX. * Datos económicos, valores en miles.
* Importaciones y Exportaciones = TA 62, Prendas de Vestir textiles y Complementos de no punto.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
175
Cuadro N·49 Evolución del Comercio Exterior del Textil / Confección en la Comunidad
Valenciana en el periodo 1999-2006.
Importaciones Miles de €
Exportaciones Miles de €
Balanza Comercial
Cobertura (E/I)
1999 662.931 914.295 251.363 137,922000 800.154 991.068 190.914 123,862001 835.201 1.077.041 241.839 128,962002 849.310 1.026.551 177.241 120,872003 823.062 927.264 104.202 112,662004 918.479 861.174 -57.305 93,762005 892.205 778.838 -113.366 87,292006 992.379 789.557 -202.822 79,56
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Cuadro N·50
Evolución del Comercio Exterior de las Prendas de Vestir de la Comunidad Valenciana en el periodo 1999-2006.
Importaciones*
Miles de € Exportaciones*
Miles de € Balanza
Comercial Cobertura
(E/I) 1999 47.743 77.534 29.791 162,402000 51.089 85.323 34.234 167,012001 60.447 90.014 29.567 148,912002 72.293 75.669 3.375 104,672003 83.843 67.007 -16.835 79,922004 113.213 63.427 -49.785 56,032005 116.650 40.701 -75.949 34,892006 124.435 33.167 -91.267 26,65
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del ICEX * Importaciones y Exportaciones = TA 62 Prendas de vestir y complementos, de no punto.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
176
Cuadro N·51 Evolución del Comercio Exterior de Vestuario de la Comunidad Valenciana en el
periodo 1999-2006.
Importaciones* Miles de €
Exportaciones* Miles de €
Balanza Comercial
Cobertura (E/I)
1999 127.051 116.014 -11.036 -11.0362000 150.323 125.736 -24.586 83,642001 164.255 150.323 -34.438 79,032002 175.754 118.188 -57.565 67,252003 200.001 113.600 -86.401 56,802004 268.639 111.567 -157.071 41,532005 282.008 83.107 -198.901 29,472006 308.209 74.233 -233.975 24,09
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. * Importaciones y Exportaciones = Prendas de vestir de punto, prendas de vestir de no punto, otras prendas confeccionadas.
Las exportaciones del Sector T/C en su conjunto, sufrieron un frenazo desde el año
2001, año en el que China entró como miembro de la OMC, y continuaron
descendiendo hasta el año 2005, cuando se completó el proceso de liberalización.
De hecho, las exportaciones del Sector T/C se redujeron en un 27, 6% en el periodo
que va de 2001 a 2005, y experimentaron una cierta recuperación en el año 2006.
No es el caso, sin embargo, de las Prendas de Vestir valencianas, que continuaron
con su evolución negativa. Pues en el año 2006, éstas se habían reducido en un 63%
en relación al año 2001(Cuadros N·49 y 50).
Si observamos los Cuadros N· 52 y N·53, vemos cómo las exportaciones descendieron
en su conjunto en el año 2005 en un 9,56. Especialmente las Prendas de Vestir que
experimentaron un descenso de más del 37%, a éstas le siguieron los Tejidos, con un
descenso del 14,4, las Fibras con un descenso de más del 10%, el Textil-Hogar con un
–6,54 y las Prendas y complementos de punto con un –6,20%. Sólo los Hilados (+85)
y sobre todo, los Tejidos de Uso Técnico (+22,7%) experimentaron un incremento de
las exportaciones.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
177
Sin embargo, como ya hemos comentado, las exportaciones mejoraron sus cifras en el
año 2006, siendo en su conjunto de 789.557 mil euros, un 10,04% más que el año
anterior. Este incremento no acaeció en todos los subsectores, sino en las Fibras
principalmente, con un 41% más, y los Tejidos de Uso Técnico con un incremento del
51,6%. Los Tejidos, el Textil-Hogar y las Prendas de Punto experimentaron una
mejoría moderada, todas ellas entre el 2 y el 3%, mientras las exportaciones de
Tejidos todavía descendió más, -2,78%, y la exportación de Prendas de Vestir
continuó cayendo pronunciadamente, un 20,04% menos, aunque menos
drásticamente que el año anterior (-37%).
Es evidente, que son precisamente los Tejidos de Uso Técnico el nicho que mejor
proyecto de futuro tiene y dónde las oportunidades de ampliar mercados son mayores
para las empresas valencianas.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
178
Cuadro N·52 Exportaciones del sector Textil / Confección de la Comunidad Valenciana.
Valor en Miles de €. Años 2004 y 2005.
2004
2005
% Variación
MATERIAS PRIMAS
Fibras Textiles 9.012
8.052 -10,65
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilados 75.449
82.199 8,95
Tejidos 433.077
370.481 -14,45
Tejidos de uso técnico 20.850
25.595 +22,75
MANUFACTURAS DE PUNTOY CONFECCIÓN
Prendas y complementos de vestir de punto 9.209
8.638 -6,20
Prendas y complementos de vestir de no punto 51.791
32.374 -37,49
Textil Hogar 160.909
151.020 -6,54
RESTOS DE TEXTILES
Resto de Textiles 50.307
57.383 -
TOTAL 861.174
778.838 -9,56
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y del ICEX
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
179
Cuadro N·53 Exportaciones del sector Textil / Confección de la Comunidad Valenciana.
Valor en Miles de €. Años 2005 y 2006.
2005
2006
% Variación
MATERIAS PRIMAS
Fibras Textiles 8.052
11.354 +41,00
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilados 82.199
85.179 +3,63
Tejidos 370.481
360.198 -2,78
Tejidos de uso técnico 25.595
38.821 +51,67
MANUFACTURAS DE PUNTOY CONFECCIÓN
Prendas y complementos de vestir de punto 8.638
8.848 +2,43
Prendas y complementos de vestir de no punto 32.374
25.885 -20,04
Textil Hogar 151.020
155.411 +2,90
RESTOS DE TEXTILES
Resto de Textiles 57.383
64.358 -
TOTAL 778.838
789.557 +10,04
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y del ICEX
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
180
En cuanto a las importaciones, y contra la aparente lógica, no hubo un incremento en
el año 2005 en el contexto de la liberalización, sino que sufrieron un ligero retroceso
de un 2,86% respecto al año 2004. Especial fue el caso de los Tejidos de Uso Técnico,
cuya importación descendió en un 31%, también los Hilados y los Tejidos vieron sus
importaciones en descenso en un 2,98% y un 7,35% respectivamente. Sin embargo,
las importaciones de Fibras aumentaron en un 4,49%, y especialmente las Prendas de
Punto, las Prendas Textiles, y el Textil, siendo estos incrementos del 8,75%, 10,94% y
15,18% respectivamente (Cuadro N· 54).
En el Cuadro N·55, vemos como en el año 2006, todos los subsectores incrementaron
sus importaciones en la Comunidad Valenciana, siendo en su conjunto de más de un
11% para el conjunto del Sector, especialmente en el caso del Textil-Hogar y los
Tejidos de Uso Técnico que aumentaron cada uno en más del 18%, seguidos de las
Fibras (+10,8%), las Prendas de Punto (+12,8%), los Hilados (+11,35%), y más
moderadamente, los Tejidos (+6,9%) y las Prendas Textiles (+8,9%).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
181
Cuadro N·54 Importaciones del sector Textil / Confección de la Comunidad Valenciana.
Valor en Miles de €. Años 2004 y 2005.
2004
2005
% Variación
MATERIAS PRIMAS
Fibras Textiles 81.623
85.289 +4,49
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilados 134.926
130.906 -2,98
Tejidos 214.221
198.482 -7,35
Tejidos de uso técnico 46.066
35.096 -31,25
MANUFACTURAS DE PUNTOY CONFECCIÓN
Prendas y complementos de vestir de punto 34.974
38.034 +8,75
Prendas y complementos de vestir de no punto 76.196
84.533 +10,94
Textil Hogar 116.680
134.402 +15,18
RESTOS DE TEXTILES
Resto de Textiles 56.322
26.019 -
TOTAL 918.479
892.205 -2,86
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y del ICEX
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
182
Cuadro N·55 Importaciones del sector Textil / Confección de la Comunidad Valenciana.
Valor en Miles de €. Años 2005 y 2006.
2005
2006
% Variación
MATERIAS PRIMAS
Fibras Textiles 85.289
94.549 +10,86
MANUFACTURAS TEXTILES
Hilados 130.906
145.758 +11,35
Tejidos 198.482
212.178 +6,90
Tejidos de uso técnico 35.096
41.495 +18,23
MANUFACTURAS DE PUNTOY CONFECCIÓN
Prendas y complementos de vestir de punto 38.034
42.906 +12,81
Prendas y complementos de vestir de no punto 84.533
91.453 +8,19
Textil Hogar 134.402
159.310 +18,53
RESTOS DE TEXTILES
Resto de Textiles 26.019
30.777 -
TOTAL 892.205
992.379 +11,23
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y del ICEX
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
183
Gráfico N·2 Evolución Temporal de las Exportaciones y las Importaciones del Sector Textil /
Confección en la Comunidad Valenciana.
Fuente: Base de datos Datacomex, Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
184
Cuadro N·3 Evolución en el tiempo de las Exportaciones y las Importaciones
de la Comunidad Valenciana de Prendas de Vestir.
Fuente: Base de datos Datacomex, Ministerio de Industria, Turismo y Comercio * Sólo Prendas de Vestir de no punto.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
185
Gráfico N· 4 Evolución Temporal de las Exportaciones y las Importaciones de Vestuario
en la Comunidad Valenciana.
Fuente: Base de datos Datacomex, Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. * Vestuario: incluye las Prendas de Vestir de punto, de no punto y otras prendas.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
186
Los principales clientes del Sector T/C valenciano siguen siendo ciertos países de la
UE, en primer lugar se hallaría Francia, seguida de Portugal, Italia y Alemania,
representando todos ellos más del 40% de todo lo exportado. A estos países les
siguen en importancia, Marruecos, Méjico, Reino Unido y Estados Unidos. No
obstante, en Francia, Portugal e Italia descendió la importación de productos
valencianos ligeramente, así como Marruecos en gran medida (-39%), y menos,
Estados Unidos (-13%). Alemania aumentó las importaciones valencianas levemente,
y sólo Méjico (+51%) y Turquía (+76%) considerablemente.
Cuadro N·56 Principales Clientes del Sector Textil / Confección de la Comunidad Valenciana.
Año 2006. Valores en miles de €.
Exportaciones
% s/Total
% Variación 2006/2005
Francia 101.539 12,86 -0,80Portugal 78.143 9,89 -3,56Italia 74.626 9,45 -4,61Alemania 67.361 8,53 +2,35Marruecos 46.609 5,90 -39,72Méjico 45.643 5,78 +51,23Reino Unido 37.963 4,80 -9,35Estados Unidos 37.724 4,77 -13,47Países Bajos 22.874 2,89 +5,42Turquía 19.832 2,51 +76,25Resto países 257.243 32,58 -TOTAL 789.557 100 +1,37Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En el Subsector de las Prendas de Vestir, Francia, Portugal y Japón son los mejores
clientes, seguidos de Italia y Marruecos. Sin embargo, la importación de Prendas de
Vestir valencianas descendió en Francia en un 30%, en Japón en más de un 111%, y
en Marruecos en más del 120%, sólo Portugal (+25%) e Italia (+21%) incrementaron
sus importaciones (Cuadro N·57).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
187
Cuadro N·57 Principales Clientes del Subsector de la Confección de Prendas de Vestir de la
Comunidad Valenciana. Año 2006. Valores en miles de €.
Exportaciones
% s/Total
% Variación 2006/2005
Francia 7.887 23,77 -30,45Portugal 5.489 16,54 +25,86Japón 3.467 10,45 -111,27Italia 2.331 7,02 +21,34Marruecos 1.699 5,12 -120,77Argelia 1.306 3,93 +71,84Andorra 1.101 3,31 -27,15República Dominicana 1.051 3,16 +332,51Emiratos Árabes 1.034 3,11 +209,58Reino Unido 752 2,26 -62,5Resto de Países 7.050 21,25 -Total 33.167 100 -22,71Fuente: de elaboración propia a partir de datos del ICEX *Prendas y Complementos de Vestir (de no punto) = TA 62
Respecto a los suministradores del Sector T/C valenciano, igual que en el resto de
España y países de la UE, China se coloca como el principal suministrador,
representando un 20,53% de las importaciones. A este le sigue Italia (15,38%),
Pakistán (6,92%), Francia (6,78%) e India (5,52%). En el subsector de las Prendas de
Vestir la proporción que China abarca como suministrador es todavía mayor, del
33,81%, siguiéndoles, sin embargo, tres países europeos: Italia (11,59%), Portugal
(7,06%), Francia (6,52%); Marruecos y Pakistan se hallarían justo detrás (Cuadros
N·58 y N·59).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
188
Cuadro N·58
Principales Suministradores del Sector Textil / Confección de la Comunidad Valenciana. Año 2006. Valores en miles de €.
Importaciones
% s/Total % Variación
2006/2005 China 203.822 20,53 +20,10Italia 152.682 15,38 +14,62Pakistán 68.680 6,92 +0,44Francia 67.313 6,78 +12,66India 54.846 5,52 +20,72Portugal 52.890 5,32 +13,05Turquía 38.293 3,85 +7,57Alemania 34.483 3,47 +3,71Bélgica 33.837 3,40 +9,99Marruecos 32.256 3,25 -22,87Resto países 253.277 25,52 -TOTAL 992.379 100 +11,22Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Cuadro N·59 Principales Suministradores del Subsector de la Confección de Prendas de Vestir
de la Comunidad Valenciana. Año 2006. Valores en miles de €.
Importaciones
% s/Total
% Variación 2006/2005
China 42.083 33,81 -0,27Italia 14.432 11,59 +18,11Portugal 8.788 7,06 +22,48Francia 8.116 6,52 -21,34Marruecos 7.914 6,35 -27,81Pakistán 4.894 3,93 +29,53India 4.559 3,66 +10,04Vietnam 3.588 2,88 +54,45Túnez 3.472 2,79 +33,38Alemania 2.676 2,15 +120,42Resto de Países 23.913 19,21 -TOTAL 124.435 100 +6,67Fuente: de elaboración propia a partir de datos del ICEX *Prendas y Complementos de Vestir (de no punto) = TA 62
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
189
6.5.2 Mujer, trabajo y Comunidad Valenciana.
Hasta ahora hemos hecho un estudio del T/C, y más concretamente del Subsector de
la Confección, desde el punto de vista de la producción y la empresa; ahora vamos a
ver algunas de las características demográficas distintivas del subsector de la
Confección y la Comunidad Valenciana.
El primer indicador de la oferta potencial de trabajo presente en cualquier economía
nacional, regional o provincial se deriva de la población existente, de esta manera
encontramos que la población en la Comunidad Valenciana creció en el periodo 1996-
2006, un 19,89%, más de 797 mil personas, frente al 12,7% que creció el conjunto de
la nación (Cuadro N·60). Este crecimiento demográfico es, sobre todo, consecuencia
de los movimientos migratorios tanto interiores como exteriores y, en menor medida, al
crecimiento vegetativo que fue ligeramente superior a la media. Entre 1997 y 2006 la
Comunidad Valenciana recibió un saldo migratorio total (procedente del resto de las
regiones españolas y del extranjero) de casi 790.000 personas, de las cuales el 16%
provenían de otras regiones y el resto del extranjero (ICO, 2008:3).
Cuadro N·60 Evolución anual de la Población de España y la Comunidad Valenciana.
Periodo 1996-2006.
España Comunidad Valenciana N· % N· %
1996 39.669.394 - 4.009.329 - 1997 - - - - 1998 39.852.651 - 4.023.441 - 1999 40.202.160 0.87 4.066.474 1.06 2000 40.499.791 0.74 4.120.729 1.33 2001 41.116.842 1.52 4.202.608 1.98 2002 41.837.894 1.75 4.326.708 2.95 2003 42.717.064 2.10 4.470.885 3.33 2004 43.197.684 1.12 4.543.304 1.61 2005 44.108.530 2.10 4.692.449 3.28 2006 44.708.964 1.36 4.806.908 2.43 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Padrón Municipal. * No hay datos del INE para el año 1997.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
190
Por su parte, el incremento de la población en edad de trabajar fue de más de 722.000
mil personas, es decir, un 22,4%, lo que indica la existencia de una mayor presión
demográfica sobre el mercado de trabajo (Cuadro N·61).
Cuadro N·61 Evolución de la Población en edad de trabajar en el Comunidad Valenciana.
Periodo 1996-2006. Miles de persona.
Total PoblaciónMás de 16 años
Activos
Ocupados
Parados
1996 3.217,5 1.701,1 1.350,6 350,5 1997 3.253,0 1.736,2 1.424,6 311,6 1998 3.289,2 1.760,9 1.494,4 266,5 1999 3.337,0 1.801,5 1.563,4 238,1 2000 3.400,1 1.900,0 1.684,5 215,5 2001 3.449,0 1.901,8 1.722,4 179,5 2002 3.538,5 1.985,3 1.771,5 213,9 2003 3.638,2 2.081,0 1.847,0 234,0 2004 3.737,8 2.178,2 1.951,7 226,6 2005 3.839,5 2.251,4 2.053,1 198,3 2006 3.939,6 2.348,9 2.152,3 196,7 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA.
La población en el año 2006 es de 4.806.908, y casi igual entre hombres y mujeres,
siendo de 2.394.307 y 2.412.601 personas respectivamente, es decir hay 18.294
mujeres más que hombres, lo que no representa siquiera un punto porcentual de
diferencia entre ambos, siendo de 49,8% el número de hombres y de 50,1% el
número de mujeres (Cuadro N·62).
La población en edad de trabajar contando con ambos sexos representa el 69,4% de
la población total, para los hombres sería del 70,95%, y para las mujeres del 67,68%.
Observando el Cuadro 62, relativo a la distribución de la población por grupos de edad
y sexo, se puede ver claramente el envejecimiento de la población, que es análogo al
del resto de España y similar para ambos sexos. Los tramos de edad donde se
concentra la mayor parte de la población femenina se da entre los 25 y 49 años de
edad. El primer grupo de edad es el que va de los 30 a los 34, el segundo entre los 25
y 29 y el tercero entre los 35 y 39 años de edad. Los siguientes tramos van de los 40 a
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
191
los 44 y de los 45 a los 49, y sólo después vendrían poblaciones más jóvenes, de
entre 20 y 24 años de edad. Las niñas y jóvenes entre 0 y 19 años todavía
aparecerían detrás de las mayores entre 55 y 69 y sólo representan el 19% de la
población.
Cuadro N·62 Población de la Comunidad Valenciana por grupos de edad
y por género en el año 2006.
Población por género y edad Distribución relativa por edad Edad Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres
0-4 238.032 122.576 115.456 4.95 5.11 4.78 5-9 224.628 115.342 109.286 4.67 4.81 4.52 10-14 231.792 119.225 112.567 4.82 4.97 4.66 15-19 250.053 128.500 121.553 5.20 5.36 5.03 20-24 314.793 161.834 152.959 6.54 6.75 6.34 25-29 422.437 220.560 201.877 8.78 9.21 8.36 30-34 427.988 225.205 202.783 8.90 9.40 8.40 35-39 404.799 210.435 194.364 8.42 8.78 8.05 40-44 374.380 191.562 182.818 7.78 8.00 7.57 45-49 335.738 168.840 166.898 6.98 7.05 6.91 50-54 286.371 141.640 144.731 5.95 5.91 5.99 55-59 272.013 132.554 139.459 5.65 5.53 5.78 60-64 242.698 117.529 125.169 5.04 4.90 5.18 65-69 219.991 105.406 114.585 4.57 4.40 4.74 70-74 204.658 94.677 109.981 4.25 3.95 4.55 75-79 166.335 71.037 95.298 3.46 2.96 3.95 80-84 112.630 43.407 69.223 2.34 1.81 2.86 85 y más 77.572 23.978 53.594 1.61 1.00 2.22 TOTAL 4.806.908 2.394.307 2.412.601 100 49.80 50.19 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Padrón Municipal.
Si observamos el Cuadro N·63, podemos ver que las tasa de actividad para ambos
sexos es de 60,23%, la tasa de paro es de 8,48% y la tasa de empleo de 55,12%. Sin
embargo, hay diferencias significativas entre los sexos. La tasa de actividad es mucho
mayor para el hombre, siendo del 70,68%, mientras para la mujer es del 50,01%.
Como asegura el economista Diego Cano Soler, no toda la población en edad de
trabajar es efectivamente activa, sino que en épocas poco favorables
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
192
económicamente, una parte de la población, o bien por desánimo o falta de
motivación, no se inicia a la búsqueda de trabajo, mientras que en los años de
expansión reaparecen. Es significativo por ello, que al menos un 40% de la población
valenciana potencialmente trabajadora no forme parte de la población activa. Esto
podría tener su explicación en una economía que no es lo suficientemente dinámica
como para favorecer la aparición de la oferta de trabajo y, no menos importante, con el
hecho de que la economía sumergida se halla más extendida en la Comunidad
Valenciana que en otras regiones.
Cuadro N·63 Tasas de Actividad, Paro y Empleo, por sexo y distintos grupos de edad en la
Comunidad Valenciana. Año 2006.
Tasa de Actividad
Tasa de Paro
Tasa de empleo
Ambos sexos Total 60,23 8,48 55,12Menores de 25 56,11 17,80 46,12De 25 y más años 60,82 7,25 56,41De 16 a 19 años 35,00 32,37 23,68De 20 a 24 años 69,67 13,10 60,54De 25 a 54 años 83,16 7,48 76,94De 55 y más años 20,67 5,57 19,52Hombres Total 70,68 6,20 66,30Menores de 25 58,32 14,87 49,65De 25 y más años 72,54 5,15 68,80De 16 a 19 años 37,84 31,95 25,75De 20 a 24 años 71,53 9,04 65,05De 25 a 54 años 93,98 5,24 89,05De 55 y más años 28,99 4,53 27,68Mujeres Total 50,01 11,64 44,19Menores de 25 53,78 21,16 42,40De 25 y más años 49,49 10,22 44,44De 16 a 19 años 32,01 32,89 21,48De 20 a 24 años 67,71 17,61 55,79De 25 a 54 años 71,78 10,55 64,21De 55 y más años 13,76 7,38 12,74Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
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193
Cuadro N·64 Demandantes de empleo, ocupados y parados por género y grupo de edad en la
Comunidad Valenciana. Año 2006. Miles de personas
Total
Activos
Ocupados
Parados
Ambos sexos Total 3.977,1 2.395,4 2.192,2 203,2 16-19 195,8 68,5 46,3 22,2 20-24 304,7 212,3 184,5 27,8 25-54 2.233,9 1.857,7 1.718,8 138,9
55 y más años 1.242,8 256,8 242,5 14,3 Hombres
Total 1.965,7 1.389,4 1.303,3 86,1 16-19 100,7 38,1 25,9 12,2 20-24 156,2 111,1 101,6 10,1 25-54 1.145,1 1.076,2 1.019,7 56,4
55 años y más 563,7 163,4 156,0 7,4 Mujeres
Total 2.011,4 1.006,0 888,9 117,1 16-19 95,1 30,4 20,4 10,0 20-24 148,5 100,6 82,9 17,7 25-54 1088,8 781,6 699,1 82,5
55 años y más 679,1 93,4 86,5 6,9 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
Esta situación tiene además otros efectos negativos aparte de los personales y
humanos, y es que en las épocas de expansión la tasa de actividad aumenta, con lo
que se ralentiza la disminución de las tasas de paro; y también es cierto que disminuye
ésta cuando hay una recesión económica, con lo que ayuda a reducir en apariencia la
tasa real de paro. El único efecto positivo, es que en épocas de una mayor demanda
de fuerza laboral, el excedente se puede convertir en trabajo.
Sin embargo, llama poderosamente la atención la diferencia de 20 puntos
porcentuales entre la tasa de actividad masculina y la femenina. Esta situación
seguramente, se halla directamente relacionada con las mayores dificultades para las
mujeres a la hora de conseguir un empleo. De hecho, la tasa de paro para la mujer es
casi el doble que la del hombre, 11,2% y 6,2% respectivamente. Esto nos habla
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
194
todavía de las reservas que los empleadores tienen a la hora de contratar mujeres, así
no es sorprendente que una parte opte por la inactividad mientras no haya una
expansión de la demanda de trabajo, especialmente aquellas mujeres que no cuentan
con una formación sólida o formación de ningún tipo; sobre todo, teniendo en cuenta
que el trabajo sumergido es un recurso al alcance de la mano y característico de esta
región.
El otro grupo que presenta cifras más negativas es sin duda el de los jóvenes de entre
16 y 19 años, con una tasa de actividad de 35%, una tasa de paro de 32,3% y de
empleo de sólo el 23,6%. Con lo que podemos pensar que este grupo también podría
ser más proclive a sumergirse en sus inicios laborales.
Cuadro N·65 Tasas de Actividad, Empleo y Paro por sexo en la Comunidad Valenciana.
Año 2006.
Tasa de Actividad Tasa de Empleo Tasa de Paro Ambos sexos 60,23 55,12 8,48 Hombres 70,68 66,30 6,20 Mujeres 50,01 44,19 11,64 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
Cuadro N·66 Población de 16 y más años por relación con la actividad económica en la
Comunidad Valenciana. Año 2006. Miles de personas.
Total Activos Ocupados Parados InactivosAmbos sexos 3.997,1 2.395,4 2.192,2 203,2 1.581,8 Hombres 1.965,7 1.389,4 1.303,3 86,1 576,3 Mujeres 2.011,4 1.006,0 888,9 117,1 1.005,5
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
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195
Cuadro N·67 Tasas de Actividad, Empleo y Paro por sexo en España.
Año 2006.
Tasa de Actividad Tasa de Empleo Tasa de Paro Ambos sexos 58,58 53,72 8,30 Hombres 69,00 64,81 6,06 Mujeres 48,56 43,05 11,36 Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
Si comparamos los resultados de las tasas de paro con las nacionales (Cuadro N·65 y
67), vemos que éstas son casi exactamente iguales, es decir, también a nivel nacional,
la tasa de paro es de más del 8% y el porcentaje de desempleo es casi el doble para
la mujer, 11,36%, respecto a la del hombre, 6,06%. La tasa de empleo también es
similar, siendo de 53,72% para toda la población y mejorando las cifras para el
hombre, 64,81%, respecto a la mujer, 43,05. En este sentido, parece ser que
continúan las altas tasas de paro y discriminación negativa para la mujer en la
contratación también en el ámbito nacional. Sin embargo, la tasa de actividad presenta
mejores cifras para la Comunidad Valenciana, que es de 60,23%, frente a la nacional
de 58,58%, y lo mismo cuando separamos los porcentajes por sexo, sería de 70,68%
para los hombres frente al 69,00% para la mujer en el conjunto español; y de 69%
para el hombre frente al 48,56% que presenta la tasa de actividad de la mujer a nivel
nacional.
Estas mejores cifras para la Comunidad Valenciana en la tasa de actividad tiene que
ver con el hecho de que la mujer ha formado parte tradicionalmente de la plantilla
productiva de las empresas del calzado, del juguete y el textil en las diferentes
comarcas. Al menos, ha sido normal para la mujer trabajar en estas plantillas hasta el
matrimonio o la llegada del primer hijo, para después continuar trabajando desde casa
bajo fórmulas contractuales más precarias, como el contrato de trabajo a domicilio, el
autoempleo (autóctonos) y el trabajo sumergido. Por todo esto su representación es
mayor que la media nacional o regional, pero sin alcanzar todavía las cuotas de
incorporación de la mujer al mercado laboral de países más avanzados como Suecia o
Reino Unido, que en el año 2005 presentaban unas cifras de 54,4% y de 53%
respectivamente (Eurostat). De lo que se deduce que todavía en la región, al igual que
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
196
ocurre en el ámbito nacional, el potencial de población activa aún existente en la
economía es principalmente femenino.
Respecto a la estructura de la ocupación en la Comunidad Valenciana, podemos ver
como en un periodo de 15 años se ha completado el proceso de pérdida de
importancia relativa del sector agrícola en el conjunto del empleo, pasando de 8,5% en
el año 1990 a 2,7% en el año 2006, junto con la pérdida de peso relativo de la industria
y la ganancia en los servicios o procesos de terciarización. El porcentaje de ocupados
en industria disminuyó de 28,7% en 1990 a 20,8% en 2006, mientras aumentaba el
porcentaje de ocupados en servicios, que pasó de 53,9% en 1990 a 62,3% en el año
2006 (Cuadro N·68).
Cuadro N·68 Número de Ocupados según sector económico en la Comunidad Valenciana.
Año 1990 y 2006. C. V. Año 1990 C. V. Año 2006 N· % N· % Total 1.345,4 100 2.192,2 100Agricultura 115,5 8,5 60,9 2,7Industria 386,3 28,7 456,3 20,8Construcción 117,6 8,7 308,9 14,0Servicios 726,0 53,9 1.366,1 62,3Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA.
* Datos referidos al último trimestre de los años 1990 y 2006.
Este proceso es típico de las economías desarrolladas y va en línea con la
configuración del empleo en el ámbito nacional, aunque no es completamente
homogénea con éste (Cuadro N·69). Así vemos que en el año 2006, la ocupación en el
sector servicios era del 65,6%, tres y medio puntos porcentuales más que en la C.V.,
lo que significa que este sector no ha evolucionado tanto como cabría esperar dada la
evolución nacional y el aumento que ha tenido lugar de la contratación en el sector
público como extensión de las competencias administrativas autonómicas. En cambio,
la industria representa sólo el 16,5% en el ámbito nacional frente al 20,8% de la C.V., y
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
197
esto a pesar de todos los problemas que vienen atravesando el sector en esta región
en los últimos años, por lo que podemos afirmar que es el sector industrial el que
mejor define la especialización productiva de la Comunidad Valenciana. Por otra parte,
destaca el sector de la construcción como un sector de gran creación de empleo, de
hecho en 1990 representaba sólo el 8,7% de la ocupación y en 2006 nada menos que
el 14%, claramente fue el sector que experimentó una mayor crecimiento del empleo, y
no el de servicios, aunque en la actualidad y debido a la recesión que está
experimentando este sector se prevea una disminución de los puestos de trabajo
aguda.
Cuadro N·69 Número de Ocupados según sector económico en España y la Comunidad
Valenciana. Año 2006. España Comunidad Valenciana N· % N· % Total 20.001,8 100 2.192,2 100Agricultura 921,8 4,6 60,9 2,7Industria 3.319,8 16,5 456,3 20,8Construcción 2.623,2 13,1 308,9 14,0Servicios 13.137,0 65,6 1.366,1 62,3Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA.
* Datos referidos al último trimestre del 2006.
En términos de empleo por sexos y si observamos el Cuadro N·70, podemos ver que
el sector servicios es un sector de empleo mayoritariamente femenino, en el año 2006
hay más de 736.000 mujeres ocupadas frente a los 629.000 hombres empleados. De
hecho, más del 82% del empleo femenino se encuentra en este sector, frente al 48%
del hombre. Y mientras que la ocupación femenina es residual en la agricultura y la
construcción, siendo del 1% y del 1,6% para los mismos, el siguiente sector donde se
crea más empleo para la mujer es el industrial, con un 14,4%, es decir más de 128.000
mujeres contratadas en dicho sector. En el caso del hombre, el empleo en el sector
agrícola es también residual, 3,9%, y la importancia entre el sector de la construcción y
el de industria es muy similar, siendo de 22,5% y de 25,1% respectivamente.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
198
Sin embargo, y puesto que la industria ha apoyado su éxito y auge en la extensión de
la informalidad y el recurso a la mano de obra femenina tanto a nivel mundial como en
nuestro país, y que además la Comunidad Valenciana es una región donde la
informalidad se halla muy extendida, es de suponer que la cifra de mujeres trabajando
en este sector sea mucho mayor del que realmente aparece en las estadísticas
oficiales. Por poner un ejemplo y según un estudio de CCOO. citado por G. Ponce
Herrero (2002:6), se estima que el 50% de las mujeres de la industria zapatera trabaja
en sus casas de forma clandestina, otro 25% en talleres clandestinos y el otro 25% se
halla en situación ilegal, además de que reciben sueldos por debajo de lo establecido
en los convenios y se ven sujetas a cambios en el ritmo de producción, de forma que
pueden pasar de la inactividad total, sin retribución alguna, a trabajar 14 horas diarias.
A esta situación y desde entonces, se han sumado mucha mujeres y hombres
inmigrados que incluso llegan a aceptar perores condiciones y salarios.
Cuadro N·70 Ocupados por grupo de edad, sexo y sector económico en la Comunidad
Valenciana. Año 2006. Miles de personas.
Total
De 16 a 19
De 20 a 24
De 25 a 54
De 55 y más
Ambos sexos Total 2.192,2 46,3 184,5 1.718,8 242,5Agricultura 60,9 0,4 3,7 46,6 10,3Industria 456,3 6,2 30,5 370,0 49,5Construcción 308,9 9,9 31,0 241,7 26,3Servicios 1.366,1 29,9 119,3 1.060,5 156,5Hombres Total 1.303,3 25,9 101,6 1.019,7 156,0Agricultura 51,7 0,4 3,2 38,9 9,1Industria 327,9 4,2 23,0 261,7 39,0Construcción 294,0 9,0 30,2 229,4 25,6Servicios 629,7 12,4 45,2 489,8 82,3Mujeres Total 888,9 20,4 82,9 699,1 86,5Agricultura 9,2 - 0,4 7,7 1,1Industria 128,4 2,0 7,5 108,3 10,5Construcción 14,9 0,9 0,8 12,4 0,7Servicios 736,4 17,4 74,1 570,7 74,2Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
199
Cuadro N·71
Ocupados por grupo de edad, sexo y sector económico en la Comunidad Valenciana. Año 2006. Valores relativos %.
Total
De 16 a 19
De 20 a 24
De 25 a 54
De 55 y más
Ambos sexos Total 100 100 100 100 100Agricultura 2,7 0,8 2,0 2,7 4,2Industria 20,8 13,3 16,5 21,5 20,4Construcción 14,0 21,3 16,8 14,0 10,8Servicios 62,3 64,5 64,6 61,7 64,5Hombres Total 100 100 100 100 100Agricultura 3,9 1,5 3,1 3,8 5,8Industria 25,1 16,2 22,6 25,6 25,0Construcción 22,5 34,7 29,7 22,4 16,4Servicios 48,3 47,8 44,4 48,0 52,7Mujeres Total 100 100 100 100 100Agricultura 1,0 - 0,4 1,1 1,2Industria 14,4 9,8 9,0 15,4 12,1Construcción 1,6 4,4 0,9 1,7 0,8Servicios 82,8 85,2 89,3 81,6 85,7Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. * Datos referidos al último trimestre del 2006.
Atendiendo al nivel de formación de la C.V. y rigiéndonos por los datos sobre el nivel
de estudios detallado para los sexos del Censo de 2001 (Cuadros N·72 y N·73), vemos
que hay algunas diferencias significativas entre los hombres y las mujeres. Por
ejemplo, el porcentaje de analfabetos es el doble en las mujeres, 3,27% , mientras que
sólo el 1,38% de los hombres se hallaría en esa situación. Aunque en ambos casos es
residual respecto del total de la población masculina o femenina, sin embargo, todavía
se trata de un alto porcentaje para la mujer tratándose de un país desarrollado. En
cuanto al porcentaje de personas sin estudios, también estas cifras son peores para la
mujer, que son el 13,47% de las féminas, mientras que sólo hay un 10,82% de
hombres sin estudios. Sólo en el nivel de formación de primer grado alcanzan
porcentajes similares, 25,08% y 24,92% respectivamente, y vuelven a empeorar para
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
200
las tasas de segundo grado, que serían del 46,04% para la mujer y del 51,27% para el
hombre. En los estudios de tercer grado, mujeres y hombres alcanzan porcentajes
muy similares, siendo un poco mejores para áquellas, con 12,14% y 11,62%
respectivamente. De estos datos se desprende que la mujer en la Comunidad
Valenciana se halla en desventaja formativa, esto unido a su condición de mujer y a la
reserva de los empleadores para contratarlas aumentará sus dificultades a la hora de
conseguir un empleo y por lo tanto, serán más proclives a entrar en el sector informal,
si es necesario.
Cuadro N·72 Nivel de estudios detallado para el hombre en la Comunidad Valenciana.
Año 2001
HOMBRES
Analfab.
Sin estudios
Primer grado
Segundo grado
Tercer grado
TOTAL
TOTAL
1,38%
10,82%
24,92%
51,27%
11,62% 1.703.423
16-19 0,46% 2,27% 22,58% 74,68% . 105.30020-24 0,54% 1,99% 13,29% 74,79% 9,39% 170.65225-29 0,64% 2,26% 13,89% 63,91% 19,32% 184.56030-34 0,67% 2,44% 16,30% 63,55% 17,03% 176.38335-44 0,76% 3,59% 21,11% 59,20% 15,35% 321.95545-54 0,91% 7,91% 29,12% 48,49% 13,57% 251.09555-64 1,65% 18,29% 36,68% 34,61% 8,77% 205.65065-74 3,39% 32,30% 38,12% 20,70% 5,49% 179.15775-84 4,67% 38,72% 36,55% 15,62% 4,44% 90.07485 o más 6,78% 44,06% 31,80% 12,53% 4,84% 18.597Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Censo 2001.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
201
Cuadro N·73
Nivel de estudios detallado para la mujer en la Comunidad Valenciana. Año 2001
MUJERES
Analfab.
Sin estudios
Primer grado
Segundo grado
Tercer grado
TOTAL
TOTAL
3,27%
13,47%
25,08%
46,04%
12,14% 1.785.711
16-19 0,36% 1,67% 15,59% 82,38% . 99.64920-24 0,40% 1,30% 8,27% 73,59% 16,43% 162.07525-29 0,50% 1,55% 9,26% 60,24% 28,45% 174.54630-34 0,59% 1,97% 12,64% 62,14% 22,66% 169.29135-44 0,75% 3,58% 20,55% 57,79% 17,34% 319.30945-54 1,47% 10,12% 33,10% 44,43% 10,88% 258.70455-64 4,02% 22,21% 40,42% 28,40% 4,95% 219.07065-74 8,40% 34,85% 39,07% 15,26% 2,42% 209.37075-84 11,42% 40,81% 35,76% 10,42% 1,59% 134.15885 o más 19,24% 42,36% 29,75% 6,96% 1,70% 39.539Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Censo 2001.
Si comparamos estas cifras con las del ámbito nacional (Cuadro N·74) vemos que
sigue las mismas pautas, también los porcentajes de analfabetismo y personas sin
estudios son mayores entre las mujeres, mientras estos porcentajes son similares para
ambos sexos entre las personas con estudios de primer grado y tercer grado, y sobre
todo, hay diferencia entre los porcentajes de personas con estudios de segundo grado,
que es superior para los hombres. Es decir, también en el ámbito nacional se
encuentra en inferioridad formativa.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
202
Cuadro N·74 Nivel de estudios detallado para la mujer y el hombre en el ámbito nacional.
Año 2001.
Analfab.
Sin estudios
Primer grado
Segundo grado
Tercer grado
TOTAL
Ambos Sexos
2,53%
12,80%
23,08%
48,03%
13,55% 34223905
Hombres
1,55%
11,58%
22,79%
50,87%
13,21% 16647293
Mujeres
3,46%
13,96%
23,37%
45,34%
13,87% 17576612
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, Censo 2001.
No obstante, y si observamos los Cuadros N·75 y N·76 que nos proporciona datos
sobre la educación y formación recibida en los últimos 12 meses (año de referencia
2003), se comprueba que estas distancias entre el hombre y la mujer se han ido
acortando en el tiempo, tanto en el ámbito nacional como a nivel regional.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
203
Cuadro N·75 Educación y formación recibida según sexo en los 12 últimos meses
en la Comunidad Valenciana. Módulo Año 2003.Valores en porcentajes %.
Total
Hombres
Mujeres
(1) Educación Primaria
9,2
8,7
9,8
(2) Educación Secundaria 1 etapa
28,5
28,4
28,6
(3) Educación Secundaria 2 etapa
38,1
35,1
41,0
Educación Post secundaria y Superior
23,8
27,2
20,5
Total
100
100
100
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. (1) Incluye los estudios de formación e inserción laboral que no precisan títulos de 1ª etapa de secundaria. (2) Incluye los estudios de formación e inserción laboral que no precisan títulos de 2ª etapa de secundaria. También incluye los del programa de garantía social. (3) Incluye los estudios de formación e inserción laboral que precisan títulos de
2ª etapa de secundaria.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
204
Cuadro N·76 Educación y formación recibida según sexo en los 12 últimos meses
en España. Módulo Año 2003.Valores en porcentajes %.
Total
Hombres
Mujeres
(1) Educación Primaria
8,9
9,3
8,5
(2) Educación Secundaria 1 etapa
29,9
30,6
29,3
(3) Educación Secundaria 2 etapa
39,8
38,7
40,8
Educación Post secundaria y Superior
21,0
21,3
20,9
Total
100
100
100
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del INE, EPA. (1) Incluye los estudios de formación e inserción laboral que no precisan títulos de 1ª etapa de secundaria. (2) Incluye los estudios de formación e inserción laboral que no precisan títulos de 2ª etapa de secundaria. También incluye los del programa de garantía social. (3) Incluye los estudios de formación e inserción laboral que precisan títulos de 2ª etapa de secundaria.
Sólo representa peores cifras para la mujer en el ámbito de la educación post
secundaria y superior y en la C.V. Habiendo un 20,5% de las mujeres en esta etapa
mientras hay al menos un 27,2% de hombres en ella. En el ámbito nacional las cifras
son muy similares en este nivel de formación. Si observamos el Cuadro N·77, vemos
que el porcentaje de personas que estudian en la universidad es un poco mayor en la
Comunidad Valenciana, 47,9%, que en el conjunto de España, 45,9. Mientras los
porcentajes para personas que cursan estudios medios, como FP o Bachillerato, es un
poco mayor en el ámbito nacional. En el nivel de educación primaria es el mismo
porcentaje.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
205
Cuadro N·77 Educación y formación recibida según sexo en los 12 últimos meses
en la Comunidad Valenciana. Módulo Año 2003.Valores en porcentajes %.
España
*Comunidad Valenciana
Total
Total
Hombres
Mujeres
Educación Primaria
1,2
1,2
1,2
1,3
Educación Secundaria Obligatoria
13,4
15,1
15,3
14,9
Bachillerato, COU
21,0
18,5
15,8
21,0
FP grado medio o equivalente
7,1
7,0
7,9
6,0
Garantía Social
0,6
0,4
0,3
0,4
FP superior, FP II o equivalente
7,5
6,3
6,4
6,2
E. Universitaria de 1· y 2· ciclo
45,9
47,9
48,3
47,5
Doctorado
3,3
3,7
4,8
2,7
Total
100
100
100
100
Fuente: de elaboración propia a partir de datos del Instituto Valenciano de Estadística, EPA y del INE, EPA. * Según afirma el IVE, el muestreo podría tener errores de entre el 0,0% y el 2,2% dependiendo del nivel de estudios.
De todos modos, los datos que hemos visto hasta ahora, la baja tasa de actividad para
la mujer, con una diferencia nada menos que de 20 puntos porcentuales respecto a la
del hombre, el hecho de que la tasa de paro sea en su caso casi el doble que la que
presenta el hombre, 11,6% frente a 6%, y que en líneas generales, presente mayores
déficits formativos, nos hace pensar que la mujer será más proclive a sumergirse ante
las dificultades para encontrar un empleo en condiciones legales. Especialmente, en
una comunidad como la valenciana, caracterizada por la especialización productiva
industrial y el recurso a la economía sumergida en las industrias tradicionales, siendo
seguramente la única alternativa realista ante la falta de oportunidades.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
206
De vuelta al tema de la formación, las desventajas educativas no terminan aquí y
afectan a nuestra capacidad competitiva internacional enormemente cuando las
comparamos con las regiones centrales de la UE. Según afirman los autores Joaquín
Azagra y Joan Romero, hay una gran distancia entre las regiones periféricas de la UE
y las regiones centrales en materia de formación y de aprendizaje permanente. La
C.V. se sitúa entre las regiones con mayores tasas de población entre los 25 y 59 años
con niveles de formación bajos, así como las que cuentan con menos población con
estudios secundarios para el mismo grupo de edad, y mejora ligeramente su posición
en el grupo de población que cuenta con estudios superiores. No obstante, el bajo
nivel de formación de la población de más de 25 años sigue siendo una de las
mayores carencias para la mejora de la competitividad regional (Azagra y Romero,
2007:100).
A esto hay que añadir que no se han creados suficientes programas de formación
contínua y de personas adultas para el resto de su vida activa. Si observamos el
Cuadro N·77, la asistencia a programas de formación profesional, tanto en las etapas
obligatorias como en las post-obligatorias, sigue siendo muy escasa, y además es
necesario adaptar el sistema educativo y de aprendizaje permanente a las tecnologías
de la información y la comunicación.
Otro aspecto negativo destacable es el elevado nivel de abandono en los estudios
obligatorios y post-obligatorios de la enseñanza secundaria que suele aparecer en los
titulares de periódicos. En nuestro caso, afecta notablemente a nuestra capacidad de
competir internacionalmente, ya que contrasta con los mejores niveles de formación y
las bajísimas tasas de abandono que presentan los nuevos países miembros de la UE.
Éste es uno de nuestros problemas fundamentales y su solución es prioritaria de cara
al futuro.
La C. V. ha formado parte desde finales de los 80 de un eje de desarrollo emergente
en el arco mediterráneo occidental. Este desarrollo sería imposible de explicar sin
tener en cuenta el papel que ha jugado en él la cultura territorial, y sólo en base a
factores como la estructura de la actividad económica, la capacidad tecnológica, la
accesibilidad o la cualificación de la mano de obra. Ya que el continuo proceso de
adaptación, reestructuración y cambio registrados por el tejido productivo valenciano
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
207
viene dado por otros factores que se hallan anclados en la cultura, como es la tradición
industrial, la capacidad emprendedora o la capacidad de adaptación a un entorno
cambiante gracias a las redes de pequeñas empresas que se hayan distribuidas por el
territorio valenciano. A estos factores también tendríamos que añadir el impacto
positivo de las políticas públicas, pero sin entender la “cultura territorial” no podríamos
dar una explicación de todos los cambios y avances que se han dado en la C.V.
Sin embargo, y aunque la disparidad entre la región valenciana y otras regiones más
desarrolladas de la España y la UE se ha ido acortando, todavía quedan muchos
aspectos por mejorar. Por ejemplo, la regiones europeas más periféricas, como la
valenciana, tienen un PIB inferior a la media comunitaria, en torno al 85% de la UE-15
(Azagra y Romero, ob.cit.:96).
La dotación de infraestructuras de transporte y de telecomunicaciones, pese a todas
las mejoras, es todavía insuficiente. Ya que, a pesar de los avances en autopistas y
autovías, hay todavía dificultades para acceder a las regiones más dinámicas de
Europa, faltan también conexiones por ferrocarril en el corredor mediterráneo, y lo que
es peor todavía, la C.V. no se ha incluido en el corredor español entre las prioridades
de las futuras redes de transporte trans-europeas (Azagra y Romero, ob.cit.:100).
Tampoco son buenos los indicadores referidos al reparto sectorial del empleo, stock
de capital público, innovación o gasto en investigación de desarrollo tecnológico. La
productividad en alguno de los subsectores es baja y débil su desarrollo en
determinados servicios avanzados. Las infraestructuras de la información y
telecomunicaciones, con participación del sector público y privado, todavía están lejos
de los valores medios de la UE. La capacidad de innovación continúa siendo uno de
los retos más importantes de la economía valenciana e incluso se constata un
estancamientos en algunos capítulos de gasto público fundamentales en investigación
y desarrollo tecnológico entre 1995 y 2005. Mientras que el esfuerzo público de apoyo
tecnológico a sectores industriales o agrarios que se dio en los primeros años de
autonomía regional, mediante la creación de institutos tecnológicos y de investigación,
no se ha mantenido. También llama la atención el bajo esfuerzo del sector público en
gasto en I+D+I, siendo muy inferior a la media de las regiones europeas, a lo que hay
que añadir el escaso esfuerzo aportado por el sector privado a la investigación (Azagra
y Romero, ob.cit.:104).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
208
Por lo tanto, aunque ya podemos decir que se ha consolidado el eje de desarrollo
mediterráneo Alicante-Elche-Murcia-Cartagena, se necesitará de un mayor esfuerzo
presupuestario en el futuro que avance en el desarrollo de redes de transporte,
energía, formación de capital humano e infraestructuras para llegar a equiparnos algún
día a otras regiones centrales de la UE.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
209
6.5.3 Las trabajadoras del subsector de la Confección en la C.V.
6.5.3.1 Las entrevistas y las empresas.
Las entrevistas se han realizado a 12 operarias y modistas de 4 empresas de
confección que realizan diferentes productos finales como son: trajes de novia y de
fiesta, prendas de baño, ropa de niños y prendas para el trabajo. Tres de las empresas
por cuenta propia están en contacto directo con el mercado final, siendo
comercializadoras y productoras a su vez. Sólo una empresa que confecciona ropa de
niños trabaja para diversas compañías, entre ellas y primordialmente para Induyco, la
manufacturera de ropa de El Corte Inglés, y es básicamente una empresa
comercializadora, pues a su vez subcontrata toda la producción dejando sólo para sí el
corte, la confección sólo de modelos, el planchado y el empaquetado.
En las siguientes páginas se describe el tipo de trabajo que realizan las entrevistadas
así como sus opiniones e impresiones sobre el mismo, la situación de sus empresas, y
de la Confección en general en España.
Primera empresa
Se trata de una firma alicantina de trajes de novia que abrió su primera tienda hace ya
36 años. Hoy en día se halla en la vanguardia de la moda de novia y sus diseños y
vestidos de fiesta se encuentran en puntos de venta repartidos en países de Europa,
Iberoamérica y Norteamérica. La empresa cuenta con 61 empelados. De las 4
empresas donde se han realizado las entrevistas, ésta es la única que donde las
ventas han crecido sostenidamente en los últimos años. En el año 2006 se facturaron
4.278.693,24 millones de euros (E- Informa S. A.).
Se entrevistó a 4 modistas de este empresa. Una de ellas ha trabajado haciendo ropa
desde los 11 años en casa y para diversas empresas, pero sólo con contrato desde
hace 8, en la actualidad tiene 63 años. Otra de las trabajadoras también tiene 63 años
y lleva trabajando para la empresa 10 años, la hicieron fija-discontinua después de
varios contratos temporales. Anteriormente trabajó haciendo trajes de novia en casa
para otra marca de trajes de novia durante 3 años. Otra de las modistas tiene 53 años
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
210
y lleva en esta empresa 5 años, durante 3 trabajó desde casa y sólo lleva 2 con
contrato. La cuarta trabajadora es modista y delegada sindical y de origen uruguayo,
siempre ha trabajado en este sector, desde los 15 años hasta los 59, pero con contrato
sólo desde hace 15 años, antes trabajaba en casa. Como las otras trabajadoras,
sostiene que prefiere trabajar con contrato y en el taller. Entre otras razones, esgrimen
que en la casa no hay horarios, y que cobras lo mismo si trabajas por la noche o los
domingos, aunque puede ser mejor si hay alguien que ayude en casa, pero no cotizan
a la seguridad social, no tienen pagas extras, ni bajas médicas, etc, por lo que
prefieren trabajar con contrato. Valoran también que en el taller hay maquinaria de
todo tipo y que siempre sale alguna nueva. El sueldo medio ronda los 800€, tanto si
trabajan en casa como si tienen un contrato y están en el taller. Las horas
extraordinarias se pagan entre 10 y 15€, pero sólo algunas las hacen y no están
obligadas a ello. Trabajan de 7 a 3 con 20 minutos de descanso. Cuando las
trabajadoras que trabajan para esta firma lo hacen desde casa están obligadas a
darse de alta como “trabajadoras autónomas”. Ésta es una de las figuras que ha
surgido gracias a la nueva flexibilización laboral que tanto ayuda a satisfacer las
necesidades empresariales, dándose que tales productores autónomos proceden del
trabajo dependiente pero ahora su relación con el empresario no es de relación laboral
sino puramente mercantil.
El trabajo en los talleres se realiza en serie, nadie hace ya una pieza entera, sino que
una misma trabajadora monta cuerpos, faldas, planea encajes, hace lorzas u otras
tareas durante meses hasta que llega la siguiente producción. De todos modos, una
de las trabajadoras recalca que así se adquiere destreza, porque es importante
practicar mucho para sacar la producción con rapidez. Otra de ellas señala que a
veces parece más importante la rapidez que la calidad de la producción, pues hay
bastante presión para sacarla adelante en el menor tiempo posible.
Todas destacan que la empresa cada vez lo tiene más difícil para encontrar modistas
para el taller, por eso van contratando jóvenes extranjeras de Rusia, Bulgaria,
Colombia, Marruecos, porque las jóvenes españolas no quieren dedicarse a esto, ya
que requiere de un largo aprendizaje que no está remunerado correctamente.
Tampoco encuentran fácilmente modistas que quieran realizar el trabajo en casa. Una
de las trabajadoras comenta que eso se hacía antes cuando se tenían niños
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
211
pequeños, pero que las jóvenes de hoy en día aspiran a trabajar con contrato y fuera
de casa.
Hay muy pocas jóvenes que quieran estudiar para modistas, pues consideran que es
un trabajo no valorado y mal retribuido. En todo caso, las jóvenes españolas estudian
Diseño y Patronaje por ordenador, pero no saben “ni dar una puntada”. Otra de ellas
señala que es normal que las jóvenes no quieran aprender este oficio, pues se puede
ganar lo mismo sin tener que estudiar nada, comenta que su hija gana igual que ella
trabajando en un restaurante y sin haber tenido que estudiar ni prepararse para ello.
Las cuatro trabajadoras afirman que su trabajo no se valora dentro de la empresa en
absoluto, aunque una hace hincapié en que es lo normal en España, y que todos en
general están mal pagados. Sin embargo, las otras tres señalan que, en especial, su
trabajo no está valorado ni bien pagado, porque para realizar el tipo de prendas que
ellas hacen, hace falta coser muy bien y tener una larga experiencia, pues se trata de
un tipo de prenda de mucha calidad y de alta complejidad en su realización; además
“hay que tener gracia y estilo”, no lo puede hacer cualquiera y representa una gran
responsabilidad. De hecho, dos de ellas cuentan con estudios de Corte y Confección,
pero las cuatro podrían entrar en la categoría de modistas, personas que saben hacer
un patrón, cortar la tela y confeccionar la prenda. Los estudios de corte y confección
requieren 5 años y la experiencia para llegar a coser bien de verdad y ser capaz de
realizar distintos tipos de prendas se sitúa alrededor de los 5 o 6 años de práctica. Sin
embargo, los convenios para estas trabajadoras sólo hacen diferencias entre oficiales
de primera y de segunda o aprendices, pero los sueldos de ambos son casi los
mismos, no teniéndose en cuenta realmente ni la formación ni la experiencia.
Las cuatro destacan que hacen lo que les gusta hacer más, una de ellas afirma
“cuando acabo estoy orgullosa de lo que he hecho” y que le encanta lo que hace y que
cuanto más difícil es más le gusta, “debo ser masoquista”, pues tiene 63 años y trabaja
desde recién casada en este sector, “pero los sueldos son los mismos que entonces”.
Cree que en la empresa sí se la considera, pero que su sueldo no está a la altura del
trabajo que realiza. En todas las entrevistas se ha destacado que la empresa se ajusta
estrictamente al convenio y nada más. Pero alguna de ellas ya han apuntado que
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
212
están seguras de que el empresario podría pagar más, pues ellas realizan trajes que
como mínimo cuestan en el mercado 1.500€.
Las trabajadoras consideran que el mayor problema al que se enfrenta su empresa es
la competencia internacional, aunque todas le auguran un buen futuro a la misma,
pues saben que cada vez hay más producción. En cuanto a problemas, consideran
que son los sueldos bajos, la sensación de que no se valoran sus conocimientos
porque los “ven como normales”, propios en este caso de los conocimientos de toda
mujer, y que tampoco se valora la destreza ni los años de experiencia. Creen que
sería necesario un cambio del convenio, aunque los sindicatos no hacen mucho al
respecto - normalmente no hay problemas entre los sindicatos y la empresa -, y una
señala que los convenios para las trabajadoras de este sector no deberían ser
generales sino que deberían distinguir entre departamentos según el tipo de prenda
que se realiza, pues no tiene nada que ver la confección de un traje de novia con la
confección de la ropa de trabajo, que es sumamente sencilla de realizar.
En cuanto al futuro de la confección en general, saben que va en declive, porque la
competencia internacional es muy fuerte. Una considera que es cosa de los
empresarios sacar la producción adelante y cree que la estrategia para ello es la que
demandan los empresarios: sacar la producción barata y más rápida. Otra señala que
a lo mejor el gobierno debería presionar a los empresarios, o cerrar el mercado a
China. Dos señalan que el “gobierno pasa”.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
213
Segunda empresa
Esta empresa se dedica al diseño y la confección de prendas de baño para mujer y, en
menor grado, para hombre, desde 1980, producen a nivel nacional pero también
exportan a unos pocos países como Méjico y Portugal. Sus ventas han caído en los
últimos años, no hay datos para el 2006, en el 2005 facturó 1.904.530 millones de
euros (E- Informa S. A.). En la actualidad cuentan con 42 empleados.
En esta empresa se trabaja también en cadena, cada empleada realiza una parte del
proceso, que puede ser los rellenos de los sujetadores, las terminaciones, los vivos,
etc. Al tratarse de un trabajo más sencillo no se necesitan modistas realmente, sino
operarias que van aprendiendo las distintas fases de la confección de la prenda con el
tiempo, aunque sí es necesario tener modistas capaces de realizar toda la pieza para
que supervisen el trabajo.
Las entrevistadas son cuatro operarias, de 37, 39, 48 y 50 años, todas casadas y con
hijos. De nuevo y como ocurrió con la empresa anterior, las cuatro destacan que no se
valora su trabajo, y que más que nada se exige rapidez, hacer el mayor número de
piezas posible durante la jornada de trabajo. De este modo, comentan que alguna vez
se les puede reconocer su trabajo, pero que en la mayoría de las ocasiones sólo les
dicen que tienen que trabajar más porque no hacen lo suficiente. Para conseguir la
rapidez exigida se necesita al menos un año de trabajo.
En cuanto al taller en sí mismo, no hay quejas, aunque una señala que en invierno
sería necesaria la calefacción, pero no hace mucho hincapié en el asunto porque dice
que en ningún taller lo hay; de hecho, y en comparación con otros talleres, éste le
parece bastante bueno, aunque siempre hay cosas que se podrían mejorar, como
poner un grifo de agua, separar los servicios del taller a través de una mampara, etc.
Respecto a las condiciones laborales, sólo se quejan de nuevo del sueldo, que es en
su término medio de 700€ al mes, siendo la hora extraordinaria entre 6 y 7€. Trabajan
a destajo y les ofrecen primas como incentivos. Por ejemplo, a partir de los 800 puntos
ya son primas, cada braga o sujetador vale por 1 punto. Estas empleadas han
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
214
trabajado todas entre 14 y 19 años, todas con contrato desde el principio. Sólo tienen
estudios primarios, exceptuando una que realizo un año de corte y confección.
Una de ellas comenta que los empresarios “van sobrados” porque saben que “tienen la
sartén por el mango”, pero sí considera que los sindicatos las ayudan en lo que
pueden. En líneas generales han comentado que hay un sindicato que no hace mucho
por ellas, pero que otro les ha dado muchas veces ideas para saber cómo tienen que
negociar con los empresarios y qué tienen que decir. Otra comenta que no luchan en
realidad demasiado, no sabe si es porque los sindicatos no pueden hacer más o por
qué en realidad; otra señala que los sindicatos no se mueven por ellas y que pudiera
ser que es porque son mujeres. Por otro lado, una de las entrevistadas cree que los
trabajadores tienen miedo de exigir al empresario porque saben que las peticiones no
les gustan y están temerosas de pedir más, aunque los sueldos sean “absolutamente
lo justo”.
Una de ellas no ve mal el futuro de la empresa, pero las otras tres sí, y comentan que
la entrada de productos chinos baratos es para la empresa un problema, porque la
gente prefiere comprar barato aunque sea de peor calidad. Éstas tres últimas
consideran que la empresa podría llegar a cerrar en unos años. Ven la solución en
evitar la entrada de productos chinos o de otros países dónde los artículos son
realmente baratos. Por su parte, dicen que la empresa ha reaccionado ampliando la
variedad de modelos y distinguiéndolos más a través de detalles, vivos o bordados.
También la calidad de sus artículos es buena, pero la gente prefiere lo barato.
Una de las trabajadoras comenta que si el gobierno asegurara el trabajo de las
empleadas, éstas podrían exigir más y podrían tratar de mejorar el convenio y subir los
sueldos, ya que el dueño de la empresa es rico pero se ajusta estrictamente a lo que
marca el convenio, pudiendo pagar mucho mejor. También comenta que hace años
“se estiraba más”.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
215
Tercera empresa
Se trata de una empresa familiar de confección de prendas de trabajo para fábricas,
escuelas, hospitales, etc. Es también exportadora. En el año 2005 sufrió un descenso
en el valor de las ventas, que se recuperaría en el año 2006 con 674.021,20€, (E-
Informa S. A.) superando las del año 2004. Cuenta con 23 empleados.
En esta empresa también se trabaja en serie pero no a destajo, ya que no hay muchos
pedidos y por lo tanto, no hay prisa. Las entrevistadas son dos mujeres de 34 años,
casadas y con hijos, y una mujer viuda de 53 con un hijo. Las tres auguran un mal
futuro para la empresa, ya que se trata de una empresa familiar con muy “mal rollo”
entre los dueños y parece que cada uno quiere hacer menos que el otro. Las tres
señalan que los dueños no se mueven para buscar clientes sino que simplemente “van
tirando de la clientela fija” que todavía tienen. Por otro lado, tampoco han renovado los
modelos, que siguen siendo los mismos de siempre desde hace años, y no porque la
patronista no tenga ideas originales y no haga propuestas, sino porque los dueños no
quieren cambiar los modelos para no encarecerlos, parece ser que su única estrategia
para ser competitivos es mantener la calidad de las telas, el precio de los productos y
a los clientes de toda la vida.
El descenso de pedidos contribuyó a la reducción de operarias, siendo que antes
había 30 y ahora sólo 16, de las 4 planchadoras ahora sólo hay una, al igual que
ocurrió con las bordadoras, pero tanto la única planchadora que hay como la única
bordadora que queda, pueden realizar tareas distintas y a veces también cosen a
máquina, según el trabajo que haya en cada momento. Uno de los factores que ha
afectado mucho al número de pedidos fue el cierre de las fábricas de calzado,
comentan que ya no quedan grandes fábricas, así que cada vez han tenido menos
pedidos.
La trabajadora que menos años lleva con la empresa sólo ha estado 7 y la que más
29. Dos de ellas trabajaban al principio sin contrato, pero hoy en día todas están
indefinidas. Comentan que muy poca producción se da a domicilio porque “no hay
mucha cosa”. Dos de ellas sólo tienen estudios de primaria, y una estudió Corte y
Confección durante 5 años. No se quejan del ambiente de trabajo entre ellas, ni de
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
216
cómo las tratan en el lugar de trabajo, más bien comentan que son flexibles, por
ejemplo si hay algún familiar enfermo o están de baja, tampoco se quejan de las
condiciones del taller, sólo en todo caso del sueldo, que es de 780€ netos, consideran
que es bajo pero son conscientes de que eso es lo que marca la ley. Una de las
trabajadoras comenta que no es culpa del empresario, sino de la ley misma, porque
ellos se ajustan simplemente a lo que la ley establece.
Aquí comentan igualmente que la competencia de productos baratos, aunque de peor
calidad, es un problema para la empresa y para el futuro de la Confección en España
en general, pero consideran que el mayor problema para su empresa son las malas
relaciones entre los dueños de la misma.
Una de las empleadas cree que los sindicatos sí funcionan bien ante problemas
pequeños, pero que ante problemas grandes no sabe como reaccionarían. Cree que
se tendría que crear más empleo y que el gobierno debería impedir que se llevaran las
empresas a otros países, pero ve difícil que vayan a hacer algo.
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Cuarta empresa
Empresa comercializadora de ropa infantil desde hace más de 40 años, hoy en día
producen fundamentalmente para Induyco de El Corte Inglés. Tiene 20 empleados y
las ventas cayeron también en el año 2005, pero se recuperaron en el 2006 cerrando
el año con 4.596.409,22 millones de €, por debajo todavía de las ventas del año 2004.
En la empresa hay muy pocas modistas, porque allí sólo se hacen los modelos de
cada artículo, toda la producción se subcontrata a su vez a talleres pequeños, ellos
sólo hacen los modelos, planchan la ropa, la embalan y la almacenan. La única
trabajadora a la que se le hizo la entrevista no cree que se dé nada a domicilio.
Esta mujer de 58 años lleva veintitantos años trabajando en la empresa, su función es
cortar los modelos por ordenador, antes se hacía a mano, y por ello cobra 1.200€ al
mes, pero asegura que las modistas que sólo cosen a máquina cobran menos aunque
no especifica exactamente cuánto.
Dice que lleva en los sindicatos desde los 15 años, en diferentes de ellos, es una
persona bastante consciente de los problemas que amenazan a su sector y del papel
que han jugado en esta situación sindicatos y gobierno. Se queja de la competencia
internacional, sobre todo de China, y de la deslocalización de la producción, según
ella, “la confección no tiene futuro” en España, irá desapareciendo todo excepto la
“pronto-moda” y los artículos de lujo.
De esta situación hace responsable tanto al gobierno como a los sindicatos, que desde
su punto de vista, no han hecho nada para evitarlo, permitiendo la entrada de
productos extranjeros y la deslocalización progresiva, “ellos lo han permitido y ahora
es muy difícil poner soluciones”.
También señala que los sindicatos son empresas y tienen intereses como tales,
además de que su situación es especialmente débil porque cada año se han ido
borrando más y más afiliados, dependiendo ahora en gran medida de las
subvenciones del gobierno. Considera que no luchan ni se mueven por el trabajador,
sólo por los trabajadores de las grandes empresas, porque son muchos y tienen
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fuerza, pero considera que el trabajador de la empresa pequeña “no le interesa a
nadie”.
Además contó una situación en la que uno de los sindicatos mostró una total
despreocupación por el futuro de las empleadas que podían perder su trabajo en la
empresa hace años. Además de que mostraron un bajo concepto del estatus de estas
trabajadoras, ya que la respuesta al temor de perder sus puestos fue que en realidad
no era tan grave, pues siempre podrían buscar trabajos de limpieza. Es decir, hasta
los mismos sindicatos a veces desvalorizan el trabajo de estas mujeres. De los
sindicatos dice “ya no sé para qué sirven”, y que esto la ha desilusionado mucho
porque ella siempre ha estado luchando mucho para apoyar a los trabajadores.
Sin embargo, el futuro de su empresa lo ve bien, ellos trabajan principalmente para El
Corte Inglés. Sabe que cada vez quieren los precios más bajos, es además consciente
de que son precisamente las mujeres que cosen las que pagan por estas rebajas en el
coste, y que “lo que les pagan no representa lo que vale su trabajo”.
Como su sueldo en comparación con el de las cosedoras es mayor, no se queja
mucho del mismo, pero también sabe que simplemente se ajustan a lo que pone en el
convenio. En cambio, sí critica el amiguismo dentro de la empresa, el que algunas
secciones tienen mucho trabajo y otras poco, porque son amigos del jefe. Además
considera que tanto el jefe como los encargados son muy machistas y que eso se ve
en la forma en la que hablan a las mujeres en comparación con el trato que reciben los
hombres y en los sueldos percibidos; también señala que les gritan y que les
presionan mucho para que “hagan más”.
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6.5.3.2. Retrato Robot de las trabajadoras de la Confección.
De las doce entrevistadas sólo una era soltera y no tenía hijos a sus 58 años, todas las
otras mujeres estaban casadas o separadas - una era viuda-, con 1 o 2 hijos. La edad
de las mismas oscila entre los 34 y los 63 años, dándose la circunstancia de que no
había ninguna realmente joven. Quizás porque, como bien apuntan, las jóvenes no
quieren trabajar como cosedoras ni modistas, pues no se considera que el trabajo esté
bien valorado ni bien remunerado.
Ahora vemos que nos encontramos con una situación paradójica, la confección de
prendas nunca ha estado bien valorada porque se consideraba una tarea “propia” de
las mujeres, que toda mujer conoce y practica. Sin embargo, la realidad actual está
demostrando que la confección de prendas es un oficio como otro cualquiera, y que a
no ser que las personas se formen seriamente en él es imposible encontrar a alguien
que lo pueda realizar. En la primera empresa de la que se ha hablado, la confección
de trajes de novia y de fiesta es de los trabajos de confección más difíciles, y exige
mucha responsabilidad, ya que se trata de telas de mucha calidad y trajes caros, por lo
que no se puede “tirar” simplemente de operarias, sino que es necesario contar con
modistas, y modistas, además que cosan bien y con gusto. Como sostienen las
entrevistadas, cada vez lo tienen más difícil para encontrarlas, tanto si tienen que
trabajar desde casa como si las necesitan para el taller. Por esa razón, es la única
empresa donde se ha destacado que contrataban un mayor número de mujeres de
otros países como Colombia, Rumanía o Marruecos, pues ya no encuentran modistas
jóvenes españolas. En las otras empresas la representación de inmigrantes es
residual, la mayoría son españolas porque son operarias o cosedoras, aunque
supervisadas por modistas, realizan un trabajo mucho más sencillo y, por lo tanto, no
necesitan buscar exhaustivamente gente que sepa coser bien; como decía una de las
empleadas, “se apañan con lo que tienen”.
Se ha destacado también la “desvalorización” que sienten y esto se podría unir a la
“desprofesionalización” del trabajo. Ya desde hace años, la producción de la ropa se
realiza en serie, a través de tareas repetitivas, sencillas y monótonas que nada tienen
que ver la realización completa de una prenda que requiere de buenos conocimientos
y un largo aprendizaje, y que desemboca en el placer y el orgullo por el trabajo bien
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hecho y la capacidad de uno mismo. De hecho, algunas de las trabajadoras han
señalado que los empresarios incluso parecen tener más interés en la rapidez que en
la calidad del trabajo, señalando que no parece importar si una trabajadora es buena o
responsable, o más capaz, o si tiene una mayor destreza o experiencia, sólo es
importante la rapidez en la ejecución de las tareas. Sólo en una de las empresas,
dónde reciben cada vez menos pedidos, la rapidez no era importante; de lo contrario,
la norma es instigar a las trabajadoras para que sean rápidas. Entre la
desprofesionalización que la confección ha sufrido, que este trabajo siempre se ha
visto como “lo normal” en el caso de las mujeres , y que la remuneración es a todas
luces insuficiente y, más todavía, cuando el producto final que se realiza es complejo y
se necesita de conocimientos y experiencia, es lógico que el sentimiento de
desvaloración haya calado hondo en las trabajadoras de este subsector.
En el caso de las mujeres que eran modistas, se destaca que su trabajo es vocacional,
realmente están haciendo lo que les gusta hacer, aunque se quejen de la
desvalorización del mismo y del sueldo insuficiente. En los casos de operarias o
cosedoras, algunas decían que hacen lo que más les gusta, pero se desprende de las
entrevistas que sólo es en relación a los tipos de trabajo a los que pueden acceder, ya
que éstas cuentan con estudios de primaria. Siete de las doce entrevistadas
pertenecen a esta categoría, una cuenta con estudios medios y un curso de Corte y
Confección por ordenador, tres con estudios de Corte y Confección y una con una
formación profesional en Hostelería. Dos han apuntado claramente que era lo único
que podían hacer en su ciudad y con sus conocimientos, ya que sólo tenían estudios
de primaria, pero que de haber tenido otros estudios les gustaría hacer algo distinto,
mientras que la trabajadora que tenía estudios de Hostelería dice que prefiere este
trabajo pero que no lo hay en su ciudad. Entonces, nos encontramos con que siete
poseen estudios de primaria mientras cinco de ellas tienen estudios medios. Este
mayor porcentaje de mujeres con estudios medios del que cabría quizás esperar
dentro de una industria tradicional se debe a la presencia de auténticas modistas y no
sólo operarias de la Confección.
Otro aspecto destacable de las entrevistas es que todas se ven a sí mismas no sólo
como madres y amas de casa, sino también como mujeres trabajadoras. Todas eran
conscientes, por otro lado, de la conveniencia de tener un contrato, donde se les
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concede legalmente una serie de derechos y gracias al cual cotizan a la seguridad
social. Ninguna de las entrevistadas, y a pesar de que al menos cuatro rayaban o
estaban en la sesentena, ha hablado sobre el trabajo realizado en casa como más
provechoso o cómodo para atender las tareas del hogar o la crianza de los hijos. Del
mismo han destacado que es peor porque no hay horarios, porque lo mismo trabajan
de día que de noche o fines de semana, pero sin que esté retribuido por hacerlo en
dichos horarios, que no cobran primas, ni otros incentivos, ni por trabajar horas extras,
pero exceptuando estas situaciones, dicen que se cobra lo mismo que trabajando con
contrato, eso sí, sin las ventajas que ofrece éste, además de que los talleres de las
empresas tienen mejores máquinas. Sólo una ha destacado que si te ayudan en casa
se puede ganar más dinero que en un taller, pero ni por esta razón lo ve más
ventajoso que el trabajo legalizado. Por lo tanto, lo que se ha encontrado en esta
muestra es que todas las trabajadoras sin excepción se ven a sí mismas como
mujeres que son madres y amas de casa pero también trabajadoras, inscribiéndose en
un perfil de mujer mucho más moderno que los perfiles de mujeres trabajadoras de las
industrias tradicionales que se encontraron en los años 80 o 90. Hoy en día, estas
mujeres son conscientes de las ventajas del trabajo formal y de que sus derechos
laborales son tan importantes como los de los mismos hombres.
Según el perfil anterior de las mujeres que habían trabajado en la economía
sumergida, pongamos el caso del sector del calzado en la Comunidad Valenciana, la
principal motivación para acomodarse a la economía informal era la necesidad de
contribuir a los ingresos familiares, siendo el trabajo y los ingresos de la mujer una
ayuda complementaria a los ingresos obtenidos por el marido. Otras motivaciones
posibles se hallarían en el trabajo a domicilio como alternativa al paro o a la estrechez
de oportunidades laborales, así como la creencia ampliamente aceptada en el pasado,
de que el trabajo real de las mujeres es el doméstico, especialmente si ya están
casada y además tienen hijos (Ybarra y otros, 2001:49). También en el caso de las
trabajadoras de la Confección en Cataluña, estas mujeres afirmaban que practicaban
el trabajo a domicilio como complemento de la ocupación del marido, o incluso como
una actividad empresarial dónde la mujer es la encargada, cose, diseña y organiza el
trabajo, mientras el hombre es el gestor, comercial y operario de mantenimiento. En
este caso, <<el núcleo doméstico interviene como complemento de las producciones
de talleres y fabricantes-comerciales, como lugar de adiestramiento y cualificación de
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la mano de obra y fuente de aprovisionamiento de mano de obra para las unidades
empresariales>> (Pere Jódar, 1996:151). Este papel es similar al que juegan otras
formas de trabajo de este subsector, por ejemplo los talleres informales jerárquicos,
los talleres informales formados por un grupo cooperativos, algunas cooperativas y los
trabajadores autónomos.
En el caso del subsector de la Confección valenciana, no se trata de un subsector tan
importante como pueda ser el de Cataluña o Galicia; por ello, es más difícil
encontrarse con grupos domésticos que trabajan en la economía sumergida como una
estrategia de supervivencia. Tal es el caso, por ejemplo, del Textil-Confección en
Cataluña, donde según Pere Jódar, los empresarios de la Confección no reclutan y
contratan la mano de obra en el mercado de trabajo, sino a través de las relaciones
familiares, de amistad y vecindad. Los empresarios son conocidos en su vecindad y a
su vez, ellos tienen un cierto grado de conocimiento de los trabajadores actuales o
potenciales (1996:148-149).
Sin embargo, y a pesar de que la relación de entrevistadas se obtuvo a través de
sindicatos y, por lo tanto, se trata de mujeres que trabajan en la industria de la
Confección y con contrato, a lo largo de las entrevistas se ha ido indirectamente
recogiendo todo tipo de ejemplos típicos que representan el paisaje característico de lo
que es el trabajo sumergido en la industria tradicional.
En la primera empresa encontramos claramente el trabajo a domicilio tanto sumergido
como legal, ya que las trabajadoras se ven en la obligación de darse de altas como
autónomas. Sin embargo, las cuatro entrevistadas habían trabajado durante años sin
contrato según dicen ellas mismas. En concreto, tres de ellas habían trabajado desde
jovencitas; aunque no dicen exactamente la edad de inicio al trabajo, se calcula que
desde los 14 o 15. Pero dos de ellas teniendo ya 63 años sólo tenían contrato desde
hace 8 y 10 años respectivamente, por lo tanto, han trabajado sumergidamente al
menos durante 40 años y para diferentes empresas. La tercera tenía 59 años, pero
con contrato sólo 15 años, es decir, habría trabajado sumergida al menos 30 años y
para otra firma de trajes de novia, y la mujer de 53 años sólo había trabajado 5 años,
pero tres de ellos sin contrato y para la misma empresa donde está, aunque
paradójicamente fue la misma entrevistada que dijo que las mujeres que cosen en
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casa están obligadas a darse de alta como autónomas. Por lo que parece, siempre no
es así.
En la segunda empresa todas ellas dicen que entraron de jovencitas y con contrato
desde el principio, pero se puede afirmar que esta empresa ha dado trabajo a domicilio
sumergidamente porque en las mismas entrevistas comentan que “ya no se da nada
afuera (a domicilio) porque no hay mucha producción”.
En la tercera empresa nos encontramos con otro tipo de informalidad, las
entrevistadas son tres y han trabajado prácticamente siempre para la misma empresa,
aunque dos de ellas lo hicieron al principio sin contrato.
En la cuarta empresa no tenemos ningún tipo de indicio de que haya algún tipo de
“ilegalidad” laboral, lo que es lógico, ya que se trata de una empresa con sólo 20
empleados pero con una facturación de más de 4 millones y medio de euros. Ahora
bien, la única mujer trabajadora a la que se hace la entrevista nos dice que todo se
subcontrata de nuevo a terceros y ella misma reconoce sin preguntarle, que la
empresa Induyco de El Corte Inglés cada vez “quiere precios más bajos por los
pedidos”.
Por lo tanto, esta empresa subcontratada subcontrata a su vez toda la producción,
creemos que también a precios o más baratos o al menos iguales a los anteriores, con
lo que nos podemos imaginar que los talleres más pequeños, donde al final se realiza
la producción, destinarán parte de la misma a domicilios para recuperar los beneficios
que las rebajas de precios les harían perder.
De hecho, esta situación es avalada por los datos estadísticos, ya que al menos
el 36% de las empresas de la Confección de la Comunidad Valenciana no tiene ningún
asalariado. Otro dato que iría en esta dirección, es el hecho de que la mayoría de las
empresas de la Confección, nada menos que el 85,5%, son micro-empresas, tienen
menos de 10 asalariados y más de un 25% del total sólo entre 1 y 2 trabajadores. Otro
dato sorprendente, habiendo 1.129 empresas que se dedican a la producción de
Prendas de Vestir y Accesorios, y sólo 2 de peletería, el número de empleados es
igual en ambos subsectores, se reparten al 50%, con lo que no cuadran los números.
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Otro aspecto que destaca de las entrevistas realizadas a estas mujeres es que son
muy conscientes de la situación difícil en la que se halla su subsector pero muestran
una actitud de apatía y abandono ante la misma. Saben que la coyuntura es
problemática debido a la apertura de los mercados internacionales, poniendo en
primer término a China, y la deslocalización de la producción. Sin embargo, a pesar de
conocer el problema, a ninguna se le ocurre hablar de alternativas o propuestas para
resolverlos, o de exigir a los sindicatos o al gobierno que hagan algo.
A no ser que se les pregunte al respecto, ellas ni tocan el tema. Y esto a pesar de que
todas las trabajadoras entrevistadas se encontraron a través de la ayuda de los
sindicatos, pues son trabajadoras afiliadas. Sin embargo, sólo en dos de ellas vi a
personas convencidas o involucras realmente en la lucha por los trabajadores, una de
ellas ya de paso, totalmente decepcionada con los sindicatos. Las demás ni siquiera
parecen convencidas de nada. Y absolutamente ninguna propone que los sindicatos o
el gobierno hagan algo con respecto a sus problemas laborales. Es como si diesen por
hecho que no hay en absoluto nada que hacer, o porque ni sindicatos ni gobierno
tienen interés en cambiar esta situación, o porque es difícil, si no imposible, hacerlo.
De alguna forma, se percibe claramente la apatía y el conformismo del que siente que
nada puede hacer para cambiar las cosas.
En efecto, tras veinte o más años de políticas neoliberales, y de avance en los logros
de los derechos de las corporaciones multinacionales y la erosión continua y
simultánea de los derechos de los trabajadores, la mella que han hecho en los mismos
es patente . Las decisiones en materia económica se hacen a puerta cerrada, sin
intervención de los ciudadanos en la toma de decisiones. Las políticas que han
flexibilizado el mercado laboral sólo han servido para que el trabajador tenga un miedo
constante o a no encontrar un empleo, o a perderlo si lo tiene.
Todo lo que se hace es siempre por el bien de la competitividad corporativa, pero
importa poco qué depara a los trabajadores, si se quedan en la calle y tienen personas
dependientes de las que cuidar, o si podrán encontrar un trabajo nuevo después. La
cuestión, por encima de todo, es que las corporaciones tienen que mejorar sus
beneficios, no importa si lo que cuesta son las vidas de personas humanas
prescindibles. Los trabajadores ya lo saben, y ante tal situación ya no se les ocurre
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
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nada. Ni movilizarse, ni recurrir a los sindicatos, ni que los gobiernos les puedan
proteger de la sangría progresiva de empleos, ni nada. Sólo les queda fluir con la vida,
con lo que ésta les vaya deparando, porque aunque vivimos en un país desarrollado,
rico y democrático, el trabajador vive en otro no tan rico y bastante más pobre en
derechos laborales para el mismo, donde se halla desprotegido y abandonado a la
merced de decisiones sobre las cuales siente que no puede influir.
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7. CONCLUSIONES
7.1 Conclusiones sobre el estudio del T/C en la Comunidad Valenciana.
Hasta ahora se han corroborado positivamente todas las hipótesis establecidas en
esta investigación. La reducción en sólo 13 años de al menos el 40% de los empleos
en la Confección da cuenta no sólo de la pérdida de empleos sino también de la
probable deslocalización de los procesos productivos a otras regiones donde los
trabajadores representen menores costes para el empresario.
La descentralización y el recurso a la economía informal son el resultado indirecto de
la tendencia a la reducción del número de empresas con más de 10 asalariados, el
incremento de las pequeñas empresas entre 1 y 5 trabajadores y el amplio porcentaje
de las empresas sin ningún asalariado, más del 30%.
En cuanto a la feminización de las cadenas de producción de la confección, ésta se
explica en base al papel jugado por la mujer en el ámbito reproductivo, ya que la
división tradicional del trabajo por géneros y las construcciones sociales que la rodean
hacen que la confección sea un “trabajo de mujer”. De hecho, y aunque sí existiese,
todavía no se ha recogido el caso de hombres que trabajen para empresas
confeccionando ropa. Esto además se une a otras prácticas y construcciones sociales
que legitiman el trabajo barato de las mujeres o la segregación y discriminación del
mismo, por lo que no es extraño que mujeres sin recursos ni educación recurran al
trabajo sumergido como alternativa laboral. Especialmente, en el subsector de la
confección, donde predomina la necesidad de reducir los costes laborales y donde
continuamente se producen excedentes de mano de obra.
Una gran parte de las formas de trabajo que aparecen en la Confección están
relacionados con el trabajo independiente como ya vimos, ya sea como autónomos,
trabajadores por cuenta propia, legalizados o no, pequeños grupos en talleres o
trabajando en domicilios, etc. La línea que separa el trabajo dependiente y el trabajo
independiente es muchas veces muy fina. En el caso de pequeñas empresas, muchas
de ellas son familiares y los empresarios no reclutan a sus trabajadoras en el mercado
laboral sino a través, o entre, las mismas personas que conocen, amigos, vecinos o
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familiares, siendo gracias a estas relaciones sociales y el elemento cultural propio que
la caracteriza, que es posible establecer un puente que asegure la continuidad entre la
comunidad y las unidades productivas.
Pere Jódar afirma que las familias y las redes sociales juegan un papel vital en la
construcción social del trabajo confeccionista, ya que en la organización del trabajo
influyen elementos sociales y culturales tanto o más importantes que los propiamente
organizativos, lo mismo en el caso de procedimientos de reclutamiento de la mano de
obra como en la creación y consolidación y funcionamiento de las empresas. Ya que
son estrategias para mantener o aumentar el nivel de rentas y de consumo o
estrategias ocupacionales para introducir y mantener a los miembros del grupo familiar
en el mercado de trabajo. Estrategias reforzadas por la existencia de redes sociales y
comunitarias de apoyo (Pere Jódar, 1996:150).
Hasta ahora, lo que hemos visto en la Comunidad Valenciana, no refleja casos
extremos como los encontrados en Galicia, Castilla-La Mancha y Portugal, donde la
producción del Textil y de la Confección es mucho mayor y se han recogido casos de
auténtico abuso. Pongamos por ejemplo a los grupos de inmigrantes que llegan a
trabajar 16 horas diarias en talleres de confección minúsculos o el de niños entre los
10 y 14 años que hacen zapatos para Zara por 0,40 céntimos la hora (El Mundo,
2006). Aunque no decimos que no se den casos de abuso. Pero lo que sí es cierto, es
que la economía formal de las industrias tradicionales tiene siempre su contrapartida
correlativa en el sector informal, y allí donde el sector formal de una cierta industria es
fuerte también lo es la economía sumergida que depende de él (Sanchís, 1988:405).
En el caso particular de esta investigación, dónde las entrevistadas eran todas mujeres
contratadas en empresas, se ha destacado más otro problema, y es el que hace
referencia especialmente a los bajos sueldos, aunque también hemos visto que es
común el trabajo sumergido para empresas confeccionistas.
Empezando por los bajos sueldos, no es de extrañar que sea así, pues en los últimos
años las rentas del capital han experimentado un gran crecimiento mientras las rentas
del trabajo se han estancado, si no han ido en retroceso.
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De acuerdo con los datos publicados por el economista Vicenç Navarro, el beneficio
neto de las compañías no financieras españolas aumentó en 2005 más del 26%, y de
las que cotizan en bolsa un 44%. Los beneficios de la banca alcanzaron un promedio
de 58,82% respecto al año 2004 y la lista de empresas con beneficios exorbitantes es
larguísima por decir algo. Antena 3 incrementó sus beneficios el 100%, Iberia, el 95%,
el Grupo Santander el 72,%, etc. Según Vicenç Navarro, este incremento de los
beneficios empresariales es una de las causas de que el número de personas que
ganan más de un millón de euros al año haya crecido en España, y que hoy sea uno
de los 10 países con más millonarios. Además, también somos uno de los países con
más multimillonarios, en España hay 1.500 personas que ganan más de 24 millones
de euros al año, a pesar de que sólo 65 ciudadanos declaran ese nivel de renta a la
Agencia Tributaria.
Sin embargo, el espectacular crecimiento de las rentas del capital contrasta
estrepitosamente con el escaso crecimiento de las rentas del trabajo. El salario
promedio en el año 2005 tenía la misma capacidad adquisitiva que en 1997 y había
crecido sólo el 0,4% en 10 años (Navarro, 2006).
Así no es de extrañar que los datos ofrecidos por la Encuesta de Condiciones de Vida
(ECV) de 2005 del Instituto Nacional de Estadística, concluyan que uno de cada cinco
españoles es pobre. Situando la tasa de pobreza relativa en el 19,8%, con lo que
España entraría dentro del grupo de cinco países de la UE-15 con mayor tasa de
pobreza.
La pobreza relativa hace referencia al grupo de personas que no pueden acceder a
bienes de tipo cultural, entretenimiento y ocio, formación y sanidad. Es decir, son
aquellos que quedan excluidos del nivel de vida medio de la población, personas que
no pueden ir al cine o poner la calefacción en invierno. La pobreza relativa se sitúa en
las siguientes cifras: para un hogar con un adulto el umbral es de 6.347€ al año (530€
al mes), para un hogar de dos adultos, de 9.520, para uno de dos adultos y un menor
es de 11.424€, y para un hogar de dos adultos y dos menores, de 13.332€.
Por lo que vemos, el Salario Mínimo Interprofesional se sitúa justo 10€ por encima de
la pobreza relativa, 540€, y en el caso de las pensiones mínimas de jubilación y
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viudedad que otorga el Estado, éstas personas se situarían directamente bajo el
umbral de pobreza. Ya que son de 466 € en 2006 para los jubilados y de 565€ si se
trata de un jubilado con cónyuge a su cargo. Es decir, el 47,3% de los jubilados que
viven solos se hallarían en esta situación.
Según datos de Cáritas y la Fundación Foessa, uno de cada cuatro niños españoles
vive en la pobreza relativa, la tasa más alta de la UE. Y uno de cada diez ha
experimentado pobreza y privación persistentes. Todos estos datos nos hablan de la
creciente desigualdad entre las capas sociales, a pesar de la creación de puestos de
empleo y del crecimiento económico que España ha disfrutado en los últimos años.
Se trata de un problema de distribución de la riqueza y de injusta y pobre retribución a
la fuerza de trabajo. Entonces, tenemos entre manos no sólo el problema de acabar
con el desempleo y crear más puestos de trabajo, sino además el de retribuirlos
merecidamente y según la capacidad económica del propio país, que hoy en día
ocupa el octavo puesto mundial como potencia económica.
En cuanto al desempleo, es verdad que el caso de España no se puede equiparar al
de otros países desarrollados, pues nuestro avance empezó con al menos 20 años de
retraso debido al largo periodo de estancamiento sufrido durante el franquismo. Con lo
que tuvimos que hacer frente a numerosos cambios en un periodo mucho más corto
de tiempo, como es la introducción de la mujer al campo laboral a la vez que
asimilábamos las grandes cohortes demográficas de los años 80 y 90, resultado del
baby-boom de los 70; a lo que hay que añadir también el retraso en la reestructuración
productiva y la asimilación de abundante mano de obra que pasó primero del sector
agrícola al industrial y de aquí al sector servicios; más la apertura a la competencia
internacional que se saldó sobre todo en los 80 con el cierre de numerosas fábricas y
empresas. Todas las regiones españolas han sufrido esta situación en mayor o menor
grado, y han sido factores que han contribuido a las altas tasas de desempleo en
España, no olvidemos que todavía en el año 93, por poner un ejemplo, se situaba en
el 25%. Es decir uno de cada cuatro españoles no podía acceder a un empleo, con lo
que se inició la política de contratación basura en vistas a aliviar dicha situación.
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Sin embargo, el desempleo es un problema que todavía no se ha acabado de resolver,
en la actualidad la tasa de paro se sitúa en 8%. A lo que tenemos que añadir que la
definición de parado establecida por la UE deja fuera a cualquier persona que no esté
en contacto con una oficina pública para encontrarlo, aunque de hecho puedan estar
buscándolo por otros medios, y la definición de ocupado que hace referencia según el
INE a <<personas de 16 o más años que durante la semana de referencia han estado
trabajando durante al menos una hora, a cambio de una retribución (salario, jornal,
beneficio empresarial, etcétera) en dinero o especie>>, ayuda a descartar a muchas
personas como parados para ser ocupados. Aparte de que muchas personas ni se
molestan en registrarse en las oficinas del paro aunque lo estén, o porque no van a
cobrar ningún tipo de subsidio o ayuda o porque no buscan trabajo a través de las
oficinas del INEM. Esto quiere decir que el problema es mucho mayor del que las
estadísticas del INE reflejan. Si bien es cierto, que muchas personas que no aparecen
como parados, e incluso que aparecen como tales, trabajan sumergidamente.
Además, cuando hablamos de desempleo no sólo hablamos de crear numerosos
puestos de trabajo sino de crearlos de calidad, ya que la temporalidad y los bajos
salarios hacen estragos en España y es otro de los problemas que tenemos entre
manos, además de que es necesario integrar a los grupos más vulnerables, como son
las mujeres, los más jóvenes, los inmigrantes o discapacitados entre otros y que son
los grupos más proclives a recurrir al trabajo sumergido ante la falta de alternativas.
No obstante, éste es un tema complejo y requiere de intervenciones en distintos
planos como son el económico, social, cultural y educativo.
En el caso de la Comunidad Valenciana, el hecho de que esté especializada en
sectores de bajo componente tecnológico y no promueva inversiones en I+D+I, podría
explicar su poca capacidad para crear empleos de calidad. Hoy en día siguen
existiendo pocas empresas en subsectores como farmacia, química, tecnologías de la
información, biotecnología, etc, así como empresas productoras de bienes de equipos
requeridos por el tejido empresarial valenciano que podrían generar empleo cualificado
y de mayor calidad (Castelló Roselló, 2002:46). Por el contrario, y como señalan
Gimeno Navarro y Pagán Castaño, las estructuras productivas de la Comunidad
Valenciana son las típicas de los años 70, cuyas características son la baja
productividad del trabajo, la insuficiente capacidad tecnológica, las dificultades de los
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servicios a empresas, la débil presencia de inversión extranjera, la pérdida de cuota en
las exportaciones y la falta de competitividad del sector artesano, todas ellas
características que se aprecian en la PYME valenciana.
A esto hay que añadir que algunos autores, como Clemente Hernández, han
observado un proceso de fragmentación continuo de los procesos productivos de
forma que <<las empresas líderes se sustentan sobre la inestabilidad y la degradación
de las condiciones laborales y la dependencia de la empresas subcontratadas>>
(Hernández,1995:80). Como ya comentamos anteriormente, en el sistema industrial
valenciano predominan las empresas de estructura familiar y gerencia elemental.
En 2006, el número de empresas de menos de 10 trabajadores es el 96,3% (INE) y se
caracterizan como es normal por el empleo intensivo en mano de obra y la explotación
de los niveles salariales. Ya vimos como este recurso surgió a mediados de los 70,
cuando las empresas se vieron perdiendo cuotas de mercado, y al igual que en otras
regiones de España, optaron por la descentralización productiva, la difusión de la
producción y la generalización de la economía sumergida.
Ante la competencia de los países productores a precios más bajos, se optó por bajar
los precios del producto local, en lugar de competir con ellos ofertando un producto de
mayor calidad, y por ello, susceptible de ser vendido a un precio más elevado. Es
obvio que el ajuste del subsector ha hecho recaer todo su peso sobre la mano de obra,
ya que los empresarios buscan la moderación salarial y la desregulación del mercado
laboral como estrategia para incorporar innovaciones tecnológicas (ajustadas a su
capacidad de inversión), teniendo en cuenta que se trata de estructuras escasamente
capitalizadas y con limitado apoyo de las administraciones públicas. Por lo tanto, la
estrategia de estas pequeñas PYMES ha consistido en derivar una parte de la
producción hacia la economía no regulada como transición hacia un nuevo modelo
productivo industrial. El problema, sin embargo, y como ya comentamos
anteriormente, es que la ocultación de una parte de la producción se ha hecho
fundamental para mantener los niveles de competitividad que exige la
internacionalización de los mercados, y por otra parte y en muchos casos, se ha
detectado que este tipo de empleo no es un recurso coyuntural sino parte
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
232
consustancial de la estructura, que frena cambios hacia modelos productivos en que la
competitividad venga dada por la innovación.
Por poner un ejemplo, se estima que entre un 20 y un 40% de la producción se oculta
según los diferentes distritos industriales alicantinos. CCOO y UGT denuncian que
entre el 40 y el 60 por ciento de los trabajadores del calzado son ilegales, situaciones
que van desde el asalariado que tiene un contrato a jornada parcial pero trabaja a
completa, pasando por aquellos que declaran el sueldo estipulado en los convenios
pero en realidad está ganando por productividad superando con creces ese salario,
hasta el que trabaja en la completa ilegalidad desde su casa (Ponce Herrero, 2002:6).
No obstante, la Comunidad Valenciana, al igual que el resto de las regiones
españolas, está perdiendo su competitividad convencional frente a países menos
desarrollados que pueden hacer lo mismo pero con menores costes y, por lo tanto, a
precios mucho más reducidos; y por otra parte, está dejando escapar oportunidades
competitivas basadas en el conocimiento, el progreso tecnológico y la innovación.
Hoy en día, el Estado tiene una mayor conciencia de cómo los costes de la estructura
dual del mercado laboral afectan a la productividad y la competitividad con lo que es
posible que haya cambios en este sentido, aunque no sabemos si serán lo
suficientemente rápidos. Ya que, por ejemplo, la flexibilidad para adaptar la fuerza
laboral se hace sólo en términos de contratos temporales, y no invirtiendo en
acumulación de capital humano, de forma que el crecimiento productivo permanece
igualmente bajo. No obstante, el crecimiento de la producción se encuentra entre una
de las metas para alcanzar del gobierno socialista, aunque es una tarea que requiere
muchos cambios institucionales en los cuales habría que llevar a cabo políticas
públicas. Tras estos objetivos del gobierno de mejorar la producción y reducir las tasas
de empleo temporal, parece que se halla también el deseo de conseguir una mayor
convergencia salarial. Tarea que no es fácil, puesto que para aumentar los salarios es
necesario incrementar a la vez la producción y las tasas de empleo (Herce y Jimeno,
2004).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
233
De todos modos, y como veníamos diciendo antes, para crear más puestos de trabajo
y de mejor calidad, e integrar a los grupos más vulnerables, no basta con aumentar la
productividad y reducir la temporalidad. Son necesarias políticas de empleo y políticas
sociales que ayuden a los más desfavorecidos.
Según Castelló Roselló, los dispositivos de formación, indemnización y creación de
empleos e inserción, han representado un papel indispensable como tratamiento
social, ya que el problema no es únicamente el mercado de trabajo «sino la
contribución colectiva de la integración social de las personas para el empleo»
(Castelló Roselló, 2002: 10).
Las principales víctimas del paro son las mujeres, los jóvenes y los que buscan
empleo por primera vez sin encontrarlo. En cuanto a los jóvenes y como comenta
Castelló Roselló, se están desaprovechando las generaciones mejor formadas de la
historia española, además de generando consecuencias indeseables de tipo personal
y social, como son la frustración personal, la falta de hábito de trabajo, el aumento de
la dependencia familiar, derivaciones hacia la delincuencia común, la
drogodependencia y la exclusión. También la mujer sufre discriminación en el trabajo,
caracterizándose por ocupar puestos de trabajo menos cualificados, peor pagados,
más paro, estar más tiempo desempleadas, ser mayoría entre los que buscan su
primer empleo, y estar más expuestas a la precariedad y tener reducidas posibilidades
de promoción profesional (Castelló Roselló, 2002:25).
Para evitar todas estás desigualdades es necesario formular políticas y programas
destinados a ofrecer igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y adoptar
medidas para incrementar la empleabilidad de los grupos más vulnerables, como los
trabajadores migrantes, los discapacitados, jóvenes, y desempleados de larga
duración.
Si aparte de mejorar la productividad y la competitividad, las administraciones públicas
no formulan este tipo de políticas y programas, será muy difícil eliminar la “sociedad
dual”, la probreza y la marginación de los sectores más vulnerables, pues el
crecimiento económico de la región, no elimina por sí solo las desigualdades, para ello
son necesarias políticas que favorezcan a los más vulnerables. Por lo tanto, en la raíz
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
234
del problema se halla la necesidad de cambiar el pensamiento económico neoliberal
por otro que incluya una lógica también social, mantener el empleo como un derecho
básico y crearlo de la mejor calidad posible.
España por sus circunstancias históricas peculiares, derivadas del aislamiento que
sufrió durante la dictadura franquista, se vio en la difícil situación de adaptar el
sistema económico al de los otros países europeos en un corto periodo de tiempo. Es
cierto que tales circunstancias han hecho que la transición económica no haya sido
fácil pero hay todavía un problema, más allá de si lo estamos haciendo bien o no en
comparación con los otros países, que según dicen los economistas, lo estamos
haciendo muy bien, sino que el problema es el modelo económico-social por el que
nos están reconduciendo los políticos europeos.
El problema quizás principal es que parece que ningún gobierno, ni provincial, ni
autonómico, ni nacional, se toma el problema del desempleo y el bienestar de los
ciudadanos como una prioridad, sino que las únicas prioridades son la obtención
rápida de beneficios o el crecimiento económico sin importar de qué manera se
obtiene. Y peor todavía en el caso de los países de Europa del Sur, donde la
economía sumergida campa a sus anchas y parece que ni siquiera preocupe.
Estamos en una carrera absurda en la que sólo importa ganar más y más, no importa
si es a costa de acabar con todos los recursos naturales disponibles, de someter a los
ciudadanos a la inestabilidad continua y a unas condiciones laborales precarias, de
condenar a los más vulnerables al paro perpetuo o el trabajo sumergido, o a ciertos
grupos a la marginalidad y la pobreza. Todo está bien y es necesario si se hace en
nombre del crecimiento económico.
Como ya hemos visto en numerosas ocasiones, algunos políticos europeos sólo
buscan la extensión de la liberalización de los mercados, las rebajas fiscales y la
privatización como medios para mejorar a medio plazo la vida de los ciudadanos. La
cuestión aquí es si nos lo podemos creer o no, si existe alguna otra alternativa, y si es
así cuál es y qué podemos hacer.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
235
La alternativa más segura sería la de hacer más inspecciones de trabajo y establecer
de nuevo leyes que amparen la estabilidad del trabajador y ciertas condiciones
laborales y salariales, de forma que también eviten las situaciones de explotación y
abuso a la que se hallan sometidos ciertos trabajadores, ya sea desde la economía
sumergida o aquellos que simplemente se someten al trabajo precario de turno porque
no disponen más que de contratos basura o la alternativa al paro. Si hay algo que
puede poner límite a este estado de cosas es la intervención del Estado y las
negociaciones moderadas por el mismo, de forma que se medie realmente entre los
intereses de los distintos grupos. Dejar el destino de los trabajadores, como hasta
ahora se hace, en manos de la lógica del capital y los mercados no está resolviendo el
problema del desempleo, la precariedad laboral y la economía sumergida, sino sólo
facilitando la libre competencia entre las compañías en su carrera por alcanzar la
máxima cuota de beneficios posibles. Además de que es suicida a largo plazo, pues
daña nuestra competitividad frente a otros países y compromete seriamente nuestro
futuro.
Parafraseando a Susan George en su artículo “A short history of Neoliberalism”,
después de la Segunda Guerra Mundial, por lo menos en los países occidentales,
ideas como que el mercado debería tomar decisiones de peso sobre cuestiones
políticas o sociales, que el Estado debería voluntariamente restringir su papel en la
economía, que las corporaciones deberían tener total libertad de actuación, que la
actuación de los sindicatos debería ser restringida o los ciudadanos deberían recibir
mucha menos protección social, eran ideas completamente extrañas al espíritu de
aquel tiempo. Deberíamos preguntarnos como hemos llegado al punto de aceptar,
como predica el neoliberalismo, que los mecanismos del mercado deben dirigir el
destino de los seres humanos y la economía dictar las reglas por las cuales se rija la
sociedad, y no al revés.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
236
7.2 El futuro de la T/C
El Sector T/C ha sido tradicionalmente uno de los más importantes de la industria
europea. En España, a 1 de Enero de 2007, se contabilizan 22.397 empresas en el
sector, mayoritariamente PYMES, contando con más de 200.000 empleados en total.
A nivel europeo España se halla en quinto lugar con un 7,5% de la producción en el
año 2006.
En los últimos quince años, el Sector T/C ha sufrido una gran transformación. Algunas
de las causas que hemos visto son la globalización que se inició con la eliminación de
las cuotas de importación y la competitividad creciente de los países asiáticos, la
deslocalización de la producción, las variaciones de la demanda y la concentración de
la distribución, todo lo cual ha tenido importantes consecuencias en la producción y en
el empleo.
En la actualidad, el sector tiene dos frentes abiertos para la competitividad que son
consecuencia del proceso de globalización de los mercados textiles: por un lado, la
competencia desde los países en desarrollo con los que compite en los segmentos
más bajos de producción; y por el otro lado, la competencia de los países productores
más avanzados con los cuales compite en los segmentos de producción de alto valor
añadido.
El ajuste del Sector T/C se ha hecho en base a la sustitución de la producción interna
por importaciones y por la reorientación estratégica de las empresas, en búsqueda de
nuevos factores de competitividad capaces de impulsar su posición en los mercados
internacionales. Esta reorientación se apoya en dos ejes básicos. Por un lado, busca
la innovación, tanto en nuevos productos y diseños como en los procesos, la
distribución y la gestión de la calidad y la cadena textil. Y por otro, busca la
internacionalización, tanto en su vertiente comercial como por la reubicación en el
exterior de ciertas fases del proceso productivo.
Si recordamos, el Grupo de Alto Nivel para Textiles y Confección de la Comisión
Europea basó una de sus estrategias para la competitividad del Sector en la mejora de
la investigación y la innovación, por lo que la Comisión Europea ideó la creación de
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
237
una Plataforma de Tecnología Europea que implementara una agenda estratégica de
investigación que promueva el avance tecnológico y productos de mayor valor añadido
y confección. A nivel europeo, las directrices en el área de la investigación, el
desarrollo y la innovación (I+D+I) se definen mediante los Programas Marco, que
especifican las líneas de actuación prioritarias y las diferentes herramientas para
acceder a la financiación pública europea dedicada a este fin.
Para el desarrollo de la directrices del VII Programa Marco (2007-2013) se ha puesto
en marcha un nuevo instrumento de apoyo y refuerzo de la capacidad innovadora de
Europa: las Plataformas Tecnológicas Europeas, una de las cuales es Textil.
Su función, en primer lugar, es reunir el máximo número de agentes implicados en el
Sector para identificar las áreas más significativas en la I+D+I, creando una agenda
estratégica de investigación (SRA). Esta agenda será la base de futuras propuestas y
acciones para el desarrollo de proyectos y actividades tecnológicas. El objetivo de esta
Plataforma Tecnológica Textil Europea es continuar con la transformación del tejido
europeo actual del sector, ya que su valor continuará siendo significativo en el
contexto europeo, en términos de empleo y producción. Este proceso de
transformación pretende explotar la investigación, la innovación y el conocimiento a
través de todos los niveles de negocio y las actividades de los subsectores de la
industria, incluyendo todas las posibles oportunidades de negocio para materiales con
base textil, productos y procesos de producción en campos de aplicación originales
(CIE, 2007:7).
De momento, se han identificado 3 líneas de desarrollo para el Textil europeo, que
son:
Cambio hacia productos especiales a base de procesos de alta tecnología a lo
largo de la cadena de valor fibra-textil-indumentaria.
Determinación y expansión de los textiles como posible material de elección
alternativo en muchos sectores industriales y nuevos campos de aplicación .
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
238
Final de la era de fabricación masiva de productos textiles y movimiento hacia
una era industrial nueva de enfoque hacia el usuario, personalización de
productos acoplados con conceptos de producción, logística de distribución y
servicios inteligentes.
Para cada una de estas áreas se han creado Grupos Expertos Temáticos, para
identificar y desarrollar prioridades de investigación concretas, tales son por ejemplo,
el Grupo de Nuevas Fibras, el Grupo de Biomateriales, el Grupo de Aplicaciones
Técnicas al Transporte, la Construcción y los Geotextiles, el Grupo de Textiles
Inteligentes, etc. (CIE, 2007:9)
Y ya que coordinar un sector tan variado como el Textil, formado mayoritariamente por
PYMES, es realmente una tarea difícil, se ha decidido impulsar una Plataforma
Tecnológica Textil Española (CIE, ob.cit).
El objetivo de la PTTE es conseguir un mejor posicionamiento de la empresa textil
española en el ámbito tecnológico y potenciar el desarrollo de capacidades de
investigación y actividades innovadoras como parte de la planificación estratégica de
la empresa. Se trata de conseguir que la innovación sea un nuevo recurso industrial
que contribuya a mejorar la eficacia productiva de las industrias. No obstante, la Agenda de Investigaciones Estratégicas (SRA) destaca que sólo el
trabajo de investigación y desarrollo no será suficiente para hacer del tejido europeo
de la industria T/C más innovador y competitivo. Se identifican unas condiciones
previas que deben ser consideradas, tales como :
Un marco legal amistoso a la innovación.
Un sistema de enseñanza para sostener la transformación industrial.
Un sistema financiero para alojar la innovación textil.
Apoyo a la innovación mediante la estandarización.
Y capacidades para una eficaz gestión de la innovación y el cambio
tecnológico.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
239
Durante la fase de implementación de la Plataforma, se pretende incentivar la
innovación horizontal mediante la coordinación de todos los temas a los cuales se
dedican los Grupos de Tareas Horizontales y que colaboran estrechamente con
autoridades públicas implicadas y con expertos de reconocido prestigio.
Como ya vimos, estos nuevos cambios y la reorientación hacia la innovación, trajeron
consigo la reducción progresiva de la producción de artículos en masa, a la vez que se
diversificaba la producción para aumentar la competitividad. Esto quiere decir que la
mitad de los productos textiles españoles y europeos no se dedicarán a la confección
en el futuro, sino que irán teniendo cada vez fines más diferenciados. Como ya dijimos
anteriormente, un tercio de la producción europea es de productos del hogar y un
quinto de la misma se dirige a productos textiles técnicos e industriales que cuentan
con mayor valor añadido. Esta diversificación productiva ya se dado en algunas
empresas que pueden acometerla, y han reconvertido parte de su producción al
menos.
En el subsector de la confección, irán desapareciendo las empresas que por su
tamaño y capacidad no puedan producir productos que se diferencien por el estilo, la
moda, la innovación y la tecnología, productos todos de alto valor añadido. Ya que las
que compiten con los países en desarrollo en los segmentos más bajos de producción
no podrán competir en base a los precios. Mientras que continuarán aquéllas que sí
puedan producir productos de moda y ropa de alto valor añadido o que puedan
reconvertir parte de su producción hacia productos que tienen más posibilidades en los
mercados internacionales y menos competencia, como los productos textiles de uso
técnico. En líneas generales y hasta ahora, en todo el Sector Textil se está dando una
tendencia a concentrarse cada vez más en los mercados de consumidores de lujo y
los mercados profesionales.
Otro aspecto que está cambiando rápidamente y favorece la competencia de las
empresas de moda en general, es la reducción de los periodos de producción para
renovar más a menudo y evitar el acumulamiento de stock de productos no vendidos y
fuera de temporada para reducir costes, aunque tanto minoristas como marcas siguen
haciendo productos que son ya clásicos de la venta cuya producción sí se planea a
medio y largo plazo. De todos modos, y como decíamos, la tendencia es a renovar las
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
240
colecciones cada vez más deprisa, siendo Zara el máximo exponente de esta
estrategia.
Zara envía prendas nuevas a sus tiendas dos veces a la semana, mientras
diseñadores como Dior y Chanel lanzan sólo 8 colecciones al año. La principal
estrategia de Zara está pegada precisamente al consumo final. Cada tienda recibe de
la central, al comienzo de la temporada, un envío ajustado y representativo de las
tendencias y líneas de producto con las que va a aumentar la temporada; a partir de
este momento, el jefe de tienda es responsable, según la evolución de las ventas de
cada producto, del perfil de cada cliente que tienen en su tienda, y las demandas que
detecta entre el público, de solicitar su reposición en las cantidades que él mismo
determine. Así es como el jefe transmite las informaciones recogidas a través de los
clientes que considera importantes sobre demandas no incluidas en la oferta, como
estilos, modelos, colores, etc.
Es la propia tienda, entonces, la que partiendo de la amplísima oferta ajustada en
unidades, y permanentemente renovada, orienta la actividad de diseño y determina el
objeto y el ritmo de la fabricación y las demás políticas de gestión de la compañía.
De esta forma, los nuevos productos se incorporan a la oferta por sugerencia de las
tiendas o por la observación de la evolución de las tendencias de estilos y colores que
el Departamento de Diseño de moda realiza durante la temporada.
Se recibe mercancía dos veces por semana y se devuelve lo que no se ha vendido.
Estas devoluciones a su vez se colocan en otras tiendas donde si hay demanda de
estos productos, o salen a la venta con descuentos escalonados en los periodos de
rebajas (Fábrega, 2004:69). Esto lo que permite es reducir al máximo posible la
acumulación de stock no vendido.
El factor tiempo es, entonces, un factor clave de la producción y la logística, y está
poniendo el listón muy alto, incluso para las grandes multinacionales de la moda que
quieran competir en España y Europa, donde Zara tienen más de mil tiendas. La
variable tiempo como factor estratégico gira en torno a la producción “just in time” y el
almacenaje cero.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
241
Y en este sentido, la estrategia de Zara es innovadora y única. En un sector donde las
empresas han basado tradicionalmente su competitividad en el factor coste, el modelo
de Zara ha fundamentado su éxito en la demanda, la tienda como publicidad de marca
y reclamo al cliente, el diseño y el factor tiempo, con una estructura de costes de
fabricación ajustada a la venta, que contribuye al mantenimiento del nivel del precio y
la obtención de márgenes de beneficio aceptables (Fábrega, ob.cit.:93).
Ahora volvamos sobre el segundo eje sobre el que gira la competitividad, y que es la
reubicación en el exterior del proceso productivo. De momento, la competitividad se ha
conservado gracias a la relocalización de las factorías donde la producción es
intensiva en mano de obra, sobre todo en la zona euro-mediterránea y los nuevos
estados miembro de la UE, y también gracias a la subcontratación de la producción a
manufactureras o pequeños talleres.
Como ya vimos, y en la práctica, las decisiones sobre los países que van a producir se
hacen producto a producto y teniendo en cuenta la moda o mayor riesgo. Lo que sí
está claro es que las tiendas minoristas y las marcas europeas aseguran sus compras
manteniendo a varios países como proveedores y en ningún caso se la jugarían
encargando toda la producción a un solo país. De hecho, nunca más del 50% se
encarga a factorías chinas, además de que las actividades del T/C se concentran
principalmente en la zona euro-mediterránea.
En la actualidad, entre el 70 y el 80% de toda la ropa producida en Europa del Este es
enviada a la UE, y casi la mitad de ésta se envía a Alemania, ya que es el país que
más subcontrata a países del Este.
Esta situación empezó en los años 70, relocalizando partes de la producción, y se vivió
una expansión muy rápida de nuevo en los años 90. Otras naciones como Italia, los
Países Bajos y Suiza también empezaron a incrementar la subcontratación en países
de Europa del Este. Además, tras el estallido de la guerra civil en Yugoslavia, muchos
países empezaron a relocalizar la producción en Bulgaria, Rumanía, y otros países.
Para finales de los años 90, el trasvase de la mayoría de la producción de ropa desde
Hungría a países como Bulgaria y Rumanía ya se había completado.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
242
Recientemente, estos movimientos de relocalización se han transferido a factorías de
Ucrania, Rusia y Albania. En cambio, el sudeste alemán encarga la mayoría de la
producción rápida a la República Checa, que a su vez subcontrata la producción a
firmas de Ucrania. Al mismo tiempo, las grandes manufactureras de Turquía y Grecia,
están estableciendo sus propias factorías, o subcontratando, en países como
Rumanía, Macedonia, Albania y Bulgaria. Además, hay que tener en cuenta que
países como Serbia, Montenegro, Bosnia, Herzegovina y Moldavia, tras la extrema
pobreza que resultó de las distintas recesiones económicas y las guerras civiles, han
sido usados para explotar a los trabajadores, y se han convertido en regiones que
sirven al sector a través de la informalización y la ausencia de derechos básicos y
protección legal del trabajador (Betina Musiolek y otros, 2002:3-5)
En el futuro se prevé que los países de Europa del Este continúen su expansión como
proveedores de la UE, mientras que China continuará como principal proveedor a
escala mundial. Aunque esto tendrá un impacto limitado sobre Europa del Este, pues
dentro del mercado intraeuropeo ofrece unas ventajas que China no puede, debido a
su proximidad, lo que permite la entrega rápida de pedidos y cambiar los stocks más
veces durante el año, además de que incrementa el tamaño de los pedidos, reduce el
capital fijo y permite las entregas “just-in-time”.
Por otra parte, el incremento en los costes laborales del transporte aéreo hace que la
producción en esta región sea más atractiva. También el hecho de que su mano de
obra sea diestra, tengan buenas infraestructuras energéticas y de suministro de agua,
así como políticas y leyes ajustadas a la UE. Además, se prevé que en el futuro estos
países ofrecerán un servicio completo de producción y algunos, incluso, mejorarán y
reformarán esta industria (2002:13).
En el caso particular de España, muchas grandes empresas han empezado a exportar
gran cantidad de tejidos como algodón, fibras sintéticas artificiales y lana, que se
confeccionan en Marruecos y se importan después de vuelta a España como vestidos
y confección. Esto se hace a través de las siguientes estructuras empresariales: o se
trata de empresas españolas deslocalizadas, que hacen su producción en Marruecos,
a través de la creación de una filial, produciendo sólo marcas de la empresa matriz
ubicada en España; o se trata de empresas creadas con capital español en
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
243
Marruecos, cuya producción va dirigida a distintos clientes o marcas. En otros casos
son empresas contratadas y ubicadas en Marruecos para confeccionar la producción
de grandes, medianas y pequeñas empresas españolas. El cuarto tipo, hace
referencia a las contratadas puntualmente por las anteriores, siendo muchas talleres
semi-informales o talleres clandestinos (Martín Villondres, 2003).
Sin embargo, y son noticias buenas para el sector confeccionista español, el Grupo
Inditex encarga entre el 40 y el 45% de toda su producción a fabricantes que sólo
trabajan para el propio grupo y que se ubican en España, el resto, entre el 55 y el
60%, se encarga a terceros con diseño de Inditex. En total, al menos el 80% es
fabricado en Europa y sólo el 20% restante en Asia, África y Latinoamérica (Fábrega,
2004:95).
Esto contrasta en un sector donde muchos competidores subcontratan toda la
producción, pero es vital para la estrategia del grupo -en menor grado también es la
que siguen las otras cadenas del grupo-, ya que le facilita responder con rapidez a las
demandas y preferencias del mercado después del inicio de las temporadas, cuando la
velocidad de rectificación y de respuesta a las tendencias que se imponen es
determinante del éxito comercial (Fábrega, ob.cit.:98).
En este sentido fue paradigmática la reciente historia de GAP, líder mundial en el
sector (tras el cual va Zara), ante su fracaso relativo de las colecciones 2001, cuando
no tuvo suficientes armas para reaccionar al encargar toda su producción a terceros.
Entonces, en el futuro y en el territorio español desaparecerán las pequeñas o
medianas empresas que carezcan de la capacidad y los recursos necesarios para
reconvertir su producción y competir en los segmentos altos de valor añadido. Con lo
que continuará la reducción de este subsector.
Continuarán las manufactureras más grandes que producen para importantes marcas
que pertenecen a grupos como Inditex, Cortefiel o El Corte Inglés, y que han venido a
derivar en una especie de “agentes” que se encargan de la producción para los
mayoristas, y hacen distintos papeles, como el corte, el planchado o el almacenaje, y
que subcontratan a su vez el total de la producción a empresas más pequeñas.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
244
Por lo tanto, la fuerza de trabajo se mantendrá en las manufactureras más sólidas y
allí donde sea necesario asegurar la producción “just-in-time” o los productos de lujo o
especiales, como las tallas grandes, o para mujeres embarazadas, y también se
mantendrán los puestos necesarios para revisar y corregir los defectos de los pedidos
traídos y producidos en el extranjero.
Posiblemente irá cambiando la fuerza laboral española, tradicionalmente mujeres
blancas españolas, por otra más variopinta que aglutinará a minorías étnicas e
inmigrantes, ya que según parece ser, las jóvenes españolas están buscando sectores
con mejores condiciones, y las mujeres españolas que actualmente realizan el trabajo
están envejeciendo. Otra consecuencia de esta situación es que cada vez será más
difícil encontrar mano de obra especializada para el trabajo confeccionista.
Y puesto que las prácticas informales en esta industria se hallan bastante extendidas,
yendo desde los talleres ilegales y el trabajo a domicilio hasta las prácticas ilegales
dentro de las mismas fábricas legales, como fábricas donde se trabaja sin contrato,
estas prácticas continuarán, especialmente en un país donde parece que la
informalidad no es un problema sino la solución al desempleo y la desesperanza.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
245
7.3 Implicaciones de convertir a los países en desarrollo en productores de ropa.
La nueva estrategia de deslocalizar la producción y subcontratarla en países de mano
de obra barata fue iniciada por una pocas compañías a finales de los años 70, se
extendió durante la crisis de los años 80, y se estableció definitivamente en los años
90 como un estrategia de éxito para cualquier multinacional, cuando se dieron cuenta
de que su éxito se basaba no en la producción sino precisamente en tener menos
cosas, menos fábricas, menos empleados y dedicar todo su tiempo, creatividad y
dinero a la construcción de lo único que realmente importaba: la marca.
En la década de los 90 el mercado se dividió claramente entre el consumo de artículos
de marca blanca, económicos y sin pretensiones, tipo Wal-Mart y Carrefour, los cuales
monopolizaban, y monopolizan hoy en día, una cuota importante del mercado, y los de
marcas elegantes y exclusivas, que son los que aportan lo esencial para el estilo de
vida. La idea de las marcas es que la garantía del éxito no se hallaba en los productos
en sí mismos, los cuales en realidad presentan pocas diferencias entre sí, sino en la
construcción de la marca como experiencia, como significado y como estilo de vida.
Así es como pasaron de conceptuarse a sí mismas como fabricantes de productos a
creadores de marca y significado (Klein, 2005:49).
Entonces, un grupo selecto de multinacionales empezó a liberarse de los bienes de
consumo y hoy en día es la estrategia correcta para todo el que puede permitírselo, ya
que gracias a la liberalización del comercio y las reformas laborales, la producción
puede ser subcontratada a innumerables proveedores del mundo entero.
La empresa Nike es el paradigma de la empresa sin productos. Empezó siendo una
empresa de importación y exportación de zapatillas deportivas fabricadas en Japón
que no poseía ninguna fábrica. Tras el éxito basado en su estilo de marketing y su
estructura de externalización barata, muchas más empresas que, hasta entonces
habían sido tradicionales, empezaron a imitar su modelo de exportación. Desde
entonces, multitud de fábricas han cerrado en Norteamérica y Europa. Por poner un
ejemplo, sólo en 1979, al menos 45,000 obreros de la Confección perdieron sus
trabajos (Klein, ob.cit.:241).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
246
Desde los años 90, el enorme gasto en márketing, las fusiones de empresas y las
marcas se han aunado con una resistencia única a invertir en instalaciones de
producción y trabajo. Este cambio en las prioridades de las marcas y las
multinacionales ha sido lento, pero decisivo, dejando a las productores y trabajadores
del mundo en un situación realmente precaria. <<Empresas que tradicionalmente se
daban por satisfechas con un aumento del 100% entre el coste de la producción en
fábrica y el precio minorista, escarban el planeta para encontrar fábricas capaces de
manufacturar productos tan baratos que ese aumento se acerque al 400%>> (Klein,
ob.cit.:239).
Y para ejemplo ilustrativo el siguiente. En USA y Alemania, donde las multinacionales
han cerrado fábricas textiles para instalarse en Zonas de Libre Comercio (ZPE), los
trabajadores de la industria del vestido ganaban un promedio entre 10 y 18,5 dólares
por hora, respectivamente. Sin embargo, aun con el ahorro masivo que supone el
cierre de estas fábricas, se niegan a pagar los 0,87 centavos de dólar que es lo
mínimo necesario que necesita un productor chino para mantenerse y ayudar a su
familia, de forma que multinacionales como Wal-Mart, Ralph Lauren, Nike y Adidas
entre otras muchas, pagan sólo una fracción de esos 87 centavos y algunas incluso,
llegan a pagar sólo 13 centavos de dólar (Klein, ob.cit.:519).
En nuestro caso, tenemos ejemplos más cercanos en los países de Europa del Este,
dónde la confección de prendas de vestir no es parte de una economía periférica, sino
que está en el mismo corazón de la región. Sin embargo, mientras el subsector de la
Confección está viviendo una era de expansión sin precedentes, ésta no sólo no se ha
visto acompañada del auge de la economía en general, sino que las condiciones
laborales y los lugares de trabajo presentan un panorama desolador.
Según los datos ofrecidos por el estudio “Made in ... Eastern Europe. The new fashion
colonies”, raramente se respetan los derechos de los trabajadores y se contribuye a la
seguridad social, las leyes que protegen a las madres y les otorgan una baja maternal
de 2 años, se eluden contratando sólo mujeres jóvenes sin hijos. A los empleados se
les echa del trabajo antes de jubilarse para no tener que pagarles la pensión, a veces,
se les vuelve a contratar, pero como empleados nuevos.
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247
En Polonia y Ucrania, muchas veces se contrata a fuerza laboral barata que no tienen
ningún tipo de derecho laboral. Y se ha establecido la norma de contratar a
trabajadores temporales o echar a los permanentes y volver a contratarlos como
temporales, justo porque en muchos países del Este, la ley sólo protege a los
permanentes. También en algunos países, se les niega la entrada a los inspectores en
las mismas compañías que deben inspeccionar, excepto cuando van acompañados de
la Policía. Además, los inspectores son muy pocos y muchas veces ellos y sus familias
sufren amenazas personalmente (Musiolek y otros, 2002:3).
Quizás la única excepción en esta situación es el “salario mínimo” en cada uno de los
países de Europa del Este, el cual fue establecido por ley entre los años 89 y 90, y
tuvo el apoyo internacional. No obstante, ni el Banco Mundial, ni el Fondo Monetario
Internacional apoyan ni exigen que el salario mínimo esté relacionado con el coste de
vida, ni que sea compensado cuando hay infracciones. Con lo que nos encontramos
que en muchas ocasiones estos salarios están por debajo del nivel de subsistencia o
pobreza. Y en alguna ocasión, como en el caso de Polonia, el BM y el FMI,
recomendaron que fuese eliminado para acabar con los últimos reductos donde no se
había invertido (2002:4).
Además, sufren abusos por parte de las multinacionales de la moda que para
conseguir recortar costes usan todo tipo de artimañas: cierran y abren compañías a su
antojo, cancelan peticiones arbitrariamente y según su conveniencia, tratan a los
empleados sin respeto e ignoran las leyes fundamentales medioambientales sin tener
en cuenta las repercusiones.
En muchos países del Este, el desempleo es rampante, entre el 20 y el 50%, lo que
debilita enormemente su posición para negociar, y aún en los países donde sólo es del
10%, las condiciones laborales y los sueldos no han mostrado ningún mejoramiento
significativo.
En definitiva, la industria de la Confección es estratégicamente importante para los
países del Este, en términos de producción, exportaciones y oportunidades de empleo,
y al mismo tiempo, es una región proveedora crucial para el mercado de la UE. Ya que
la región Euro-Mediterránea es una región de producción en cadena, integrada
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
248
verticalmente y de mucha tradición en las economías Textiles y de la Confección, lo
que incluye servicios financieros, textiles y económicos. De hecho, está emergiendo
como una de las principales regiones del T/C en el mundo, siendo los principales
productores Rumanía, Polonia, Bulgaria, Hungría y Turquía. Sin embargo, esta
posición estratégica no ha beneficiado a los trabajadores, de forma que el boom de la
industria de la Confección en Europa del Este, ha desembocado en un sistema de
proveedores y subcontratistas que es altamente vulnerable y dependiente de los
compradores, lo que ha iniciado una espiral hacia abajo en la degradación de las
condiciones laborales y de vida de los trabajadores (Musiolek, ob.cit.:8).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
249
Cuadro N·78 Cómo se decide el precio y la parte que se llevan los trabajadores
de Europa del Este
Fuente: Betina Musiolek y otros (2002) “Made in ... Eastern Europe. The new fashion colonies”, Editorial Terre Des Femmes, Berlín.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
250
7.4 Los Códigos de Conducta.
A mitad de los años 90, emergieron las auditorías sociales para comprobar las
condiciones de trabajo en las cadenas de producción, después de que un cierto
número de compañías conocidas fueran sometidas al escrutinio público por rebajar las
condiciones laborales en sus cadenas de producción. Así es como Nike, Gap, Levi
Strauss y C&A, adoptaron en aquel momento códigos de conducta para prevenir la
explotación y el abuso de los trabajadores que producen bienes. Los defensores
laborales enseguida retaron a las compañías para que demostrasen que cumplían con
sus códigos de conducta, y para ello se pidió la constitución de auditorías sociales que
examinaran las condiciones de trabajo.
Al principio, la mayoría de las compañías ignoraron estas peticiones e hicieron muy
poco para implementar u observar los códigos de conducta, y unas pocas empezaron
a usar firmas de auditorias sociales para inspeccionar los lugares de trabajo.
Al menos diez años más tarde, nos encontramos con que se practican miles de
auditorías por cientos de marcas de ropa y mayoristas, habiendo además toda una
industria de auditores comercio-sociales, expertos autoasignados y empresas cuasi-
independientes éticamente que se dedican a realizar este trabajo.
Si lo miramos por el lado positivo, algunas de estas compañías han aprendido gracias
a sus propias experiencias y críticas externas, y reconocen la necesidad de un sistema
que evalúe las peticiones de las compañías y se eleve por encima de las limitaciones
de la auto-regulación corporativa (CCC, 2005:1).
Sin embargo, también se ha podido comprobar a través de los años, que los códigos
de conducta allí donde han sido acogidos tienen unos efectos muy limitados para
mejorar las condiciones de los trabajadores. Esto se debe a que las prácticas de
compra, las cuales están diseñadas para maximizar los beneficios y transferir los
riesgos hacia abajo en la cadena de producción, tiene 3 características que minan el
cumplimiento de los códigos de conducta (Merk, 2005). Estas son:
Las relaciones inestables entre los compradores y los proveedores (constante
relocalización y subastas por internet).
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
251
La caída de los precios durante los últimos 12 años.
La forma en la que las fechas de entrega y los horarios son establecidos, con
periodos de entrega cada vez más ajustados, pedidos de última hora,
cancelaciones repentinas de pedidos y pedidos fragmentados.
Estas tres características tienen un fuerte efecto sobre la capacidad del proveedor
para cumplir con los estándares laborales, y por ello estos factores se deberían
solucionar primero para conseguir el cumplimiento de los códigos de conducta.
Mientras tanto, la mayoría de las auditorías sociales fallan en detectar violaciones
cruciales de los derechos de los trabajadores, en particular cuando se trata de áreas
intangibles, como el derecho a la asociación, las horas trabajadas, el abuso y el acoso
sexual.
Muchas veces son incluso los sectores no especialistas en el textil, como los grandes
mayoristas tipo Wal-Mart, los que pelean más los precios que las propias marcas y los
que se comportan de una forma menos responsable, ya que de alguna forma han
logrado escapar al escrutinio público. Éste es el caso también de los departamentos
de tiendas y descuentos y los sectores que compran por correo, por ejemplo.
La cuestión es que las auditorías llevadas a cabo por los grandes mayoristas como
Karstadt-Quelle (Alemania) o Wal-Mart (USA), sufren de fallos graves que las han
desacreditado totalmente frente a los defensores de los derechos laborales e, incluso,
ante aquellas compañías que forman parte de la misma industria y llevan más tiempo
haciendo estas tareas. En líneas generales, el impacto de estos programas es
superficial, y se invierte poco tiempo y poco dinero, muchas veces parece que les
interesa aceptar los bajos estándares laborales sólo para contentar al público y decir
que todo está bien (CCC, 2005:2).
En otras ocasiones, parece que las compañías simplemente ignoran los abusos que
sufren los trabajadores. Es el caso por ejemplo, de los trabajadores que murieron en
Bangladesh en Abril de 2005, cuando la factoría se derrumbó, matando 64
trabajadores. Esta misma factoría había tenido una auditoría social solicitada por
Carrefour y al menos otra más por Karstadf-Quelle, llevada a cabo por SGS, una firma
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
252
internacional de audiciones sociales que se considera que lleva a cabo “auditorías de
calidad” (CCC,2005:3).
Las conclusiones hasta la fecha son que las auditorías sociales no son un instrumento
eficaz para determinar hasta que punto se cumplen los códigos. Los trabajadores y
sus organizaciones están marginadas del proceso de auditoría social, y ni los
sindicatos ni ONGs que defienden a las mujeres y los derechos laborales son
consultados o involucrados en el proceso. Aparte de que, al parecer, las auditorías lo
ponen demasiado fácil a los lugares de trabajo donde van, son demasiado cortas y
superficiales, la mayoría son conducidas por firmas globales cuyo personal no tiene ni
la habilidad requerida ni la experiencia para hacer este trabajo. Mientras tanto los
encargados de las factorías consiguen engañar a los auditores sin dificultades.
La idea de que las propias compañías compradoras crearan códigos de conducta y los
trataran de implementar en las factorías donde contratan las producción partió de la
Campaña Ropa Limpia. Esta es una coalición de ONGs y sindicatos europeos activas
en 11 países que trabajan de forma autónoma a nivel nacional, y conjuntamente a
nivel europeo, para mejorar las condiciones laborales en el Sector Textil y de material
deportivo mundial desde 1989. La CRL también colabora con campañas similares en
EEUU, Canadá y Australia.
Todos trabajan para que las condiciones de trabajo sean equivalentes a las
establecidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y para intentar
minimizar el impacto de la producción textil sobre el medio ambiente. Debido a que un
alto porcentaje de los trabajadores de la industria textil son mujeres, integra también
un análisis por géneros en su estrategia y su proyecto de campaña. La CRL tiene en
cuenta, además, que la estructura actual del sector textil mundial se apoya
principalmente en el sector informal y que gran parte de la mano de obra es
inmigrante.
Lo que la CRL pretende es obligar a que las empresas establezcan códigos basados
en los estándares de la OIT, y presionarles para que se cumplan. Es decir, utilizan
estos códigos de las empresas como una herramienta de la campaña, ya que informan
a los consumidores de lo que una gran compañía incluye en sus códigos de conducta,
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
253
aspectos como el salario mínimo, la seguridad en el lugar de trabajo, etc; y si no se
cumple, se les informa del salto que hay cuando se compara con la realidad. También
informan a los trabajadores de las promesas que las empresas hacen al público al
adoptar estos códigos, de forma que les puedan exigir su cumplimiento.
Sin embargo, es difícil verlos cumplidos por la falta de voluntad política en la mayoría
de los países productores. La cuestión es que es tarea del Estado procurar unas
buenas condiciones de trabajo e implementarlas, ya que de hecho hay una legislación
de este tipo en la mayoría de los países productores de ropa. El problema, según CRL,
es que estos países no hacen cumplir los códigos de conducta porque han adquirido
muchas deudas, y para reunir los requisitos establecidos por los programas de ajuste
estructural exigidos por el FMI y el BM, están siendo forzados a cumplir unas políticas
que crean un contexto atractivo para la inversión extranjera. Los incentivos para las
inversiones extranjeras incluyen salarios bajos, además de la supresión de cuantas
regulaciones laborales y medioambientales se puedan llevar a cabo. Como
consecuencia, y para atraer la inversión extranjera, estos países compiten unos contra
otros para atraer a los compradores rebajando y deteriorando las ya de por sí malas
condiciones laborales de la fuerza de trabajo (CCC, pagina oficial).
Toda esta lucha por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores nos parece
justa, pero se torna incluso absurda cuando nos damos cuenta de que los costes de
implementar seriamente estos códigos de conducta no representaría en realidad gran
cosa a las compañías. Según afirma CRL, <<si calculamos el porcentaje que los
salarios totales suponen en el coste total de un artículo de ropa, es siempre del 5%, la
mayoría de los casos es incluso menos. ... .Esto significa que en el caso de que los
salarios se doblasen, unos vaqueros que ahora cuestan 42€, costarían 43€>> Sin
embargo, no se consiguen mejoras ni siquiera en los niveles salariales (CCC, página
oficial).
Recientemente, la CRL ha comenzado a investigar las vías legales que se pueden
utilizar para mejorar las condiciones laborales, como acciones legales contra las
empresas en sus países de origen por la violación de los derechos laborales en otros
países, y presionan para que se establezca una legislación que fomente unas
condiciones laborales óptimas. La CRL también ejerce mucha presión para que se
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254
establezca una legislación que fuerce a los gobiernos a convertirse en consumidores
éticos, ya que, por ejemplo, gastan millones en uniformes que deberían fabricarse en
lugares que respetan los derechos laborales. No obstante, la CRL reconoce que los
estados se encuentran sometidos a mucha presión por parte de organismos
internacionales para crear un entorno atractivo para la inversión extranjera.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
255
7.5 ¿Nos lo podemos creer?
En conclusión, volvemos a estar donde partimos al principio de este estudio. Las
políticas de despidos masivos, de recortes de los beneficios, de reducción o
incumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores y la reducción de
salarios, son todas consecuencia de un entorno económico donde los únicos objetivos
son la maximización del valor para el accionista y los beneficios a corto plazo,
acompañados, por supuesto, por la anulación del sentido social de la actividad
empresarial.
Como el crecimiento económico de los últimos 20 años ha mostrado ya sus caras más
negativas, como la destrucción medioambiental, las desigualdades sociales y las
económicas, de las cuales ya nadie duda, tanto los ciudadanos como los Estados han
empezado a preguntarse y exigir cierta responsabilidad social a las empresas.
De hecho, la Comisión Europea propuso en 2001 en Lisboa, un debate sobre la
función y las responsabilidades sociales de las empresas al comienzo del siglo XXI.
En la misma se reconoció, que una estrategia de competitividad exitosa es aquélla que
es posible respetando y protegiendo el medio ambiente y desarrollando un modelo
social más justo. En la Cumbre de Lisboa, la UE-15 mostró dos ejes fundamentales de
preocupación:
1. La necesidad de corrección de los efectos sociales y ambientales más
negativos del modelo dominante de crecimiento de los años 90, como el
avance del cambio climático y los nuevos fenómenos de exclusión en la Europa
más desarrollada.
2. La necesidad de un modelo de competitividad europeo capaz de hacer frente a
los nuevos retos de la competencia en un mundo globalizado.
Antes de la Cumbre de Lisboa, se aprobó en Niza en Junio de 2000, la Agenda de
Política Social, según la cual, el crecimiento no es un fin en sí mismo, sino un medio
para alcanzar un mayor nivel de vida para todos. Esta agenda considera que para que
haya un auténtico progreso es necesario considerar como objetivos prioritarios la
creación de empleo, la calidad del trabajo, la calidad de las relaciones laborales y de la
política social. Es decir, rectifica la idea fundamental de la política económica de los
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
256
años 90, según la cual es la racionalidad económica y empresarial el eje fundamental
sobre el que todo debe girar para que el sistema funcione correctamente.
No obstante, en el caso de España, la influencia práctica de estos principios ha sido
muy limitada, ya que hasta la fecha no ha habido siquiera un auténtico debate sobre el
tema, lo que ha favorecido la trivialización de los aspectos que se discuten. Por
ejemplo, <<la idea sobre el desarrollo sostenible se ha reducido a un tipo de
crecimiento económico menos agresivo, o se ha identificado la Responsabilidad Social
Empresarial (RSE) como una forma de filantropía empresarial, mientras la necesidad
de corregir la gestión financiera y sus secuelas de extensión de las desigualdades y el
crecimiento de la dualización económica, y el papel de la empresa en la creación de
empleo, se mantiene al margen>> (Perdiguero y otros, 2005:23).
Lo que la RSE persigue es <<la integración voluntaria, por parte de las empresas, de
las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y
sus relaciones con sus interlocutores>> (Libro Verde de la Comisión Europea). Es
decir, pretende que las empresas sean responsables de los efectos económicos,
sociales y medioambientales de sus actividades y decisiones, ya que considera la
empresa como una institución social que debe orientar su conducta según un principio
de responsabilidad pública.
Tomás G. Perdiguero afirma que el objetivo que debería perseguir el debate público
sobre la RSE en Europa, es alcanzar un nuevo tipo de pacto moral o compromiso
social entre los principales actores de los que depende el desarrollo económico y
empresarial, esto es, sindicatos, organizaciones empresariales y poderes públicos. En
el caso particular de España, algunas de las cuestiones a debate deberían ser los
problemas que afectan a la excesiva temporalidad y precariedad del empleo, la
necesidad de un acuerdo para crear más empleo y de mayor calidad, los problemas
relacionados con el atraso en investigación e innovación o la necesidad de nuevas
medidas para frenar los procesos de deslocalización productiva (Perdiguero y otros,
ob.cit.:29).
Sin embargo, la cuestión es si realmente nos podemos creer que en un contexto de
globalización económica salvaje, donde la carrera por los beneficios no encuentra casi
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
257
trabas ni obstáculos legales, es realmente un entorno favorable a la palabra de las
compañías y la adhesión “voluntaria” a ciertos acuerdos.
Como muestra el ejemplo de EEUU, donde ya desde los 80 han proliferado
profusamente los programas de conducta ética en las corporaciones y los códigos de
conducta, especialmente, en las corporaciones más grandes, y donde los cursos
académicos de Business Ethics en las universidades han vivido una gran expansión,
en una mayoría de los casos la adhesión a compromisos éticos es superficial.
De acuerdo con una investigación realizada por Fortune en 1994 sobre la orientación
ética de mil compañías, se desprendieron los siguientes resultados: aunque el 98% de
las mismas declaraban utilizar algún tipo de documento formal sobre ética, en el 78%
existían códigos de conducta y en un 67% se habían elaborado manuales para la
gestión de la ética, los responsables de la investigación consideraban que en la mayor
parte del as empresas estudiadas el compromiso ético era superficial, y en muchos
casos, se limitaba a los aspectos más simbólicos y de comunicación, como la
promulgación de códigos de conducta o la elaboración de manuales y políticas
(Perdiguero, 2003:151).
Por lo que podemos pensar, que el uso de la ética que hacen las empresas es de tipo
claramente “utilitarista”, saben que es bueno frente al escrutinio de la opinión pública,
pero en realidad es superficial, pues no hay una auténtica voluntad de cambiar los
enfoques de la gestión.
Simplemente, la idea de la UE-15 en la Cumbre de Lisboa de <<convertir a la Unión en
la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz
de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con
mayor cohesión social>> (Perdiguero y otros, ob.cit.:30), es en sí misma contradictoria.
Al menos hasta la fecha, pues justo la creación de “más” y “mejores” empleos supone
hoy en día un riesgo a la competitividad. Aunque es cierto que mejorar la calidad del
empleo y la inversión en capital humano podría revertir en una mejora de la
productividad, pero de momento, y en todo el mundo, lo que se busca precisamente
es tener el menor número de empleados posibles y externalizar las tareas menos
importantes y de menor valor añadido para la empresa.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
258
Incluso aunque las empresas puedan llegar a pensar que la RSE es una ventaja
comparativa frente a otras empresas, es difícil que en el entorno económico actual se
puedan adherir a acuerdos con resultados, pues es precisamente la desregulación de
los mercados, incluido el laboral, lo que permite que haya todo tipo de desmanes y
abusos. Y aunque hubiera compañías dispuestas a mejorar algunos aspectos, siempre
habrá otras a la que no les importe aprovecharse de la laxitud legal reinante.
Por otro lado, la idea que han propuesto algunos autores de impulsar el uso de
etiquetas que nos garanticen que se trata de productos hechos en lugares donde se
respetan los derechos humanos, o que los recursos utilizados son renovables, por
poner un ejemplo, es, de nuevo, dejar esta decisión en manos de empresas
especializadas en las cuales tenemos que depositar nuestra confianza.
Tampoco podemos descargar la responsabilidad sobre el consumidor, y pensar que
puede y debe estar informado de todos los procesos por los que ha pasado un
producto antes de llegar a sus manos. Tarea del todo imposible. O pensar que las
decisiones individuales pueden afectar el comportamiento de las multinacionales,
aunque, que duda cabe, las multinacionales se interesan por lo que el consumidor
piensa y a su vez es importante que éste esté bien informado sobre las actividades de
aquéllas. Pero nuestras decisiones de consumo se hacen a menudo en contextos que
no controlamos y que, además, condicionan fuertemente nuestra capacidad real de
decisión (Recio, 2007:180)
También, la posibilidad real de cambiar pautas de funcionamiento de la economía
mundial en base a los comportamientos de los consumidores es muy limitada, pues lo
que se necesitan son cambios profundos en las estructuras e instituciones que regulan
la vida económica internacional.
En realidad, deberíamos pensar primero qué es lo que se debería considerar sólo
recomendable y, por lo tanto, parte de la RSE, y que debería ser algo realmente
sancionado por la ley. Ya que a mayor tamaño de las empresas y a mayor
internacionalización, mayor despersonalización de la responsabilidad empresarial, y
por lo tanto mayor fuerza deberían tener las leyes y los reglamentos para hacerse
cumplir.
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259
La cuestión es que si no se establecen leyes para regular ciertos desmanes y abusos
en el ámbito laboral, a duras penas podremos creer que las empresas cumplirán con
los acuerdos voluntarios a los que se llegue dentro de la RSE, sobre todo y
especialmente en un contexto de economía capitalista salvaje, y es más probable que
se queden simplemente en una mera lista de buenas intenciones.
Quizás el único medio al alcance por ahora sea, como propone Albert Recio, el
desarrollo de medios de debate, participación y acción colectiva, de forma que se
produzcan cambios en los comportamientos y en la organización social. Estos podrían
llegar a tener un alcance real, ya que según la opinión pública se va informando
también las reglas del juego van cambiando. El problema es que esto ocurre sólo
cuando el coste social ya es muy elevado, por ejemplo, antes de aprobarse los
compromisos de Kioto, que una empresa lanzara emisiones de CO2 no estaba
sancionado, pero ahora si lo está. La pena es que se tenga que llegar a extremos,
perjudiciales para el planeta y las personas, para acometer ciertos cambios, peor
todavía, si se acometen cuando el daño ya es irreversible.
Tesis Doctoral Programa de Bienestar Social y Desigualdades
260
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273
DATOS CLASIFICATORIOS DEL TRABAJO 1. Actividad de la empresa / compañía: _____________________________________________________________________ 2. ¿Qué trabajo desempeña? ¿Cómo se realiza? _____________________________________________________________________ 3. ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en esta empresa / o sector? _____________________________________________________________________ 4. ¿Tiene contrato laboral? Sí ____ No ____ ____________________________________________________________________ Sólo si tiene contrato: 5. ¿Cuáles son las condiciones de su contrato? (indefinido/temporal, jornada parcial/completa, etc.) ____________________________________________________________________ Sólo si no tiene contrato: 6. ¿Por qué trabaja sin contrato? ¿Es una opción personal? _____________________________________________________________________
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274
Para todos los trabajadores: 7. Su jornada laboral es ... a tiempo completo ______ N· horas ______ a la semana a tiempo parcial ______ a medio tiempo ______ ____________________________________________________________________ 8. ¿Su turno de trabajo es ... continuo _______ partido _______ rotativo _______ _____________________________________________________________________ 10. ¿Trabaja horas extra? ¿Cómo se pagan? _____________________________________________________________________ 11. ¿Cuál es el sueldo medio en su empresa? _____________________________________________________________________
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275
VALORACIONES PERSONALES DE LOS ENCUESTADOS SOBRE El TRABAJO DESEMPEÑADO Y SUS CONDICIONES LABORALES.
12. ¿Cómo valora usted sus condiciones laborales? Muy buenas _______ Buenas _______ Normales _______ Regulares _______ Malas _______ Muy malas _______ _____________________________________________________________________ 13. ¿Por qué? _____________________________________________________________________ 14. ¿Ha considerado alguna vez cambiar de puesto de trabajo dentro de este mismo sector? ¿Por qué? ¿Qué otro trabajo le gustaría desempeñar? _____________________________________________________________________
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276
15. ¿Considera que su trabajo está valorado dentro de su sector (por empresarios u otros)? ____________________________________________________________________
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VIDA LABORAL DE LOS ENTREVISTADOS 16. ¿Ha desempeñado otros trabajos distintos dentro de esta misma empresa o en otra pero del mismo sector? _____________________________________________________________________ 17. ¿Qué trabajos ha realizado fuera de este sector? _____________________________________________________________________
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VALORACIONES PERSONALES DE LOS ENTREVISTADOS SOBRE EL FUTURO DEL SECTOR DE LA CONFECCIÓN ESPAÑOLA
18. ¿Cómo ve el futuro de su empresa / compañía? ¿Y el de la Confección en general? ____________________________________________________________________ 19. ¿Cómo cree que se podrían resolver los problemas a los que se enfrenta? ____________________________________________________________________
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VALORACIONES PERSONALES SOBRE LOS SINDICATOS Y EL GOBIERNO .
20. ¿Está usted afiliado a algún sindicato? ¿Cuál? Sí ______ No ______ _____________________________________________________________________ 21. ¿Se siente respaldada por el sindicato? _____________________________________________________________________ 22. ¿Qué piensa que se podría hacer para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la confección? _____________________________________________________________________
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280
DATOS CLASIFICATORIOS DEL SUJETO 23. Sexo del entrevistado: hombre ____ mujer ____ ____________________________________________________________________ 24. Edad: _________ ____________________________________________________________________ 25. ¿Es usted ... soltero/a ______ casado/a ______ separado/a, divorciado/a, viudo/a ______ ____________________________________________________________________ 26. ¿Tiene hijos? Sí _____ ¿cuántos? _______ No _____ ____________________________________________________________________ 27. ¿Qué estudios tiene? ____________________________________________________________________