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Comercio Internacional
El Futuro Alimentario de Asia Oriental para el 2040
Alonso P. Ferrando
iei Instituto de Estrategia Internacional
Abril 2013
Comercio Internacional
El Futuro Alimentario de Asia Oriental para el 2040
Alonso P. Ferrando
iei Instituto de Estrategia Internacional
Abril 2013
El Futuro Alimentario de Asia Oriental para el 2040 Por Alonso P. Ferrando Doctor en Economía de la Universidad de Barcelona, España. Master en Economía de la Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires. Licenciado en Economía de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina. Director de Proyectos del Instituto de Estrategia Internacional (IEI) de la Cámara de Exportadores de la República Argentina.
iei Instituto de Estrategia Internacional
En 1989 la CERA fundó como entidad semiautónoma, el Instituto de Estrategia Internacional –IEI–, como un espacio de reflexión. En el mismo se respeta una amplia libertad académica y además de desarrollos propios, cuenta con la contribución de investigadores con una perspectiva diversa e independiente. Algunos de los trabajos publicados se pueden consultar en www.cera.org.ar, Instituto de Estrategia –Selección de Publicaciones–. Las opiniones que se encuentran expresadas en las publicaciones son las de los autores y no reflejan necesariamente las del IEI ni las de la CERA.
INDICE Presentación i 1. Introducción 1 2. Composición de las distintas subregiones de Asia 5 3. Objetivo del Trabajo 6 4. Algunos datos demográficos y macroeconómicos de Asia Oriental 8 5. La Demanda de Alimentos para el 2040: Proyecciones 9 6. Esquema de análisis 11 7. Las 6 perspectivas 22
7.1. La Biociencia 22
7.2. La demandad china 23
7.3. La confianza de la información 24
7.4. La dieta tradicional asiática “high‐tech” 26
7.5. No más cocina en casa: los alimentos como un servicio 28
7.6. Una nueva era de hiper‐“nichificación” 32
8. Las implicancias futuras de estas 6 perspectivas 34 9. Proyecciones para el 2040 36 10. Temas claves a monitorear 42
Presentación
Enfrentar el futuro es una tarea compleja pero ineludible. Aunque cabe admitir que los
resultados de los ejercicios que se realizan tienen una baja probabilidad de acertar, en
especial en plazos mayores a diez años.
Sin embargo, el planteo de escenarios posee la ventaja de explicitar las asunciones y
supuestos en los cuales se basan las decisiones, siendo útiles para comprender los
acontecimientos y su significado. Al clarificar las decisiones estratégicas se produce un juego
dialéctico entre comprender lo probable y manejar lo impredecible.
En el Toronto Global Forum 2012, el IEI planteó la siguiente cuestión: ¿cuál será el papel del
dólar estadounidense en el comercio internacional en el 2025? Esta pregunta surge de dos
conjeturas:
1. La participación del PIB de Estados Unidos en relación al PIB mundial
disminuirá; y
2. Estados Unidos logrará su independencia energética y dejará de exportar
dólares para comprar energía.
Esto implica que la relación entre los medios de pago para realizar el comercio internacional
experimentará cambios significativos. La moneda candidata a ocupar ese espacio será el
Yuan chino y se utilizará preferentemente en el mercado de commodities y alimentos.
En el mismo Forum, el US Grains Council presentó su investigación “Food 2040. The Future
of Food and Agriculture in East Asia”. El Director de Proyectos del IEI, Alonso P. Ferrando,
elaboró un análisis del mismo que se presenta en este informe.
Consideramos que es un importante aporte para estimular el debate amplio. Como siempre,
comentarios, críticas y superaciones serán bienvenidas.
Enrique S. Mantilla
Presidente
i
1. Introducción
En las últimas décadas, Asia, gracias a China y al resto de Asia emergente1, ha sido la región
más dinámica en el mundo. Por su dinamismo en términos de crecimiento económico,
comercio internacional, inversión extranjera directa (IED), innovación tecnológica y fuente
de financiamiento internacional, Asia emergente se ha convertido en una región de gran
interés para todos los actores económicos.
Un reflejo del dinamismo de la región es el creciente peso de China como actor global en la
economía mundial, el comercio global y las finanzas internacionales. China, como principal
factor en la expansión de la región, ya es el principal exportador mundial, el segundo
importador global y la segunda mayor economía del mundo en términos de paridad de
poder de compra (Estados Unidos aun mantiene el liderazgo en este aspecto). De esta
forma, el polo de crecimiento del producto y del comercio mundial se está desplazando del
Atlántico al Pacífico.
Actualmente, China representa el 20% de la población mundial y posee a nivel mundial el 7%
de la tierra cultivable, el 7% del agua dulce, el 3% de bosques, el 2% del petróleo y el 1% de
las tierras con gas natural.
Por su parte, Asia emergente es la región en desarrollo que ha logrado mantener la más alta
tasa de crecimiento, consiguiendo de esta forma una cierta convergencia hacia los niveles de
ingreso por habitante de los países industrializados de la OCDE. Las economías más
avanzadas en este acercamiento son la República de Corea, Hong Kong, Singapur, la
provincia china de Taiwán, seguidos por ASEAN‐10, China e India.
Asia emergente aumentó su peso en las principales variables económicas entre 2000 y 2010,
bajo el liderazgo de China. Este país explicó casi el 30% del aumento del PIB mundial y el 40%
del incremento del consumo global de petróleo y el mismo porcentaje de las reservas
1 Sin existir una definición consensuada acerca de qué países integran el Asia emergente, se podría incluir sin dudas a China, India, Tailandia, Indonesia, Malasia, Vietnam, etc. como sus principales exponentes. Por supuesto, no entrarían en esta categoría las “nuevas” economías industrializadas de Asia, como Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur, ni tampoco Japón.
1
mundiales. Según cifras del 2010, a nivel de grandes rubros, China consumió, como
porcentaje de la producción mundial, alrededor del 20% de las fuentes de energía no
renovables, el 23% de los principales cultivos agrícolas, y el 40% de los metales base.
Si analizamos el detalle de su consumo en algunos commodities en particular, encontramos
que China es el principal consumidor mundial de aluminio, cobre, estaño, soja y zinc y el
segundo consumidor de azúcar y petróleo. Prácticamente, China es hoy el mayor
participante en los mercados de commodities del mundo, tanto como importador como
productor. El siguiente gráfico refleja alguna de las participaciones más significativas.
Participación de China en el Mercado Global de Commodities seleccionados (en porcentaje ‐ 2010)
0
10
20
30
40
50
60
70
soja
algodón
cobre
aluminio ar
roz
cobre
petróleo tri
go
pesc y marisc
carne ga
smaiz
Participación de las Impo enel comercio global
Participación del consumo enla producción global
Fuente: USDA y COMTRADE
Estas participaciones de mercado han aumentado considerablemente desde el año 2000,
debido sobre todo al rápido crecimiento económico de ésta economía.
Sin embargo, el incremento de la demanda interna no sólo es un fenómeno chino. Otros
países de la región, tales como Indonesia, Filipinas y Tailandia también han registrado un
2
aumento del consumo interno en los últimos tiempos2. Este incremento ha sido impulsado
en parte por el aumento en los niveles de ingreso así como en las políticas públicas para
contrarrestar la crisis internacional y mantener el crecimiento de sus economías3. La
desaceleración de la demanda mundial obligó a las economías asiáticas a mirar hacia
adentro y, especialmente, hacia sus vecinos de la región.
Principales Socios Comerciales de la ASEAN
País/Región % del total del comercia de la ASEAN (2011)
ASEAN 25
China 11,7
Japón 11,4
Unión Europea 9,8
Estados Unidos 8,3
Corea del Sur 5,2
Fuente: ASEAN
El aumento del consumo en estos países está ayudando a impulsar la demanda de las
exportaciones intra‐asiáticas.
Según la tabla que se presenta aquí, más del 50% del comercio total de la ASEAN en 2011 se
llevó a cabo dentro de los países miembros de la ASEAN o con China, Japón y Corea del Sur.
Los EE.UU. y la UE representaron menos del 20% del total.
Además de la presente introducción, este trabajo esta compuesto de un Punto 2 donde se
detalla gráficamente los distintos países que componen las diferentes subregiones de Asia.
Un Punto 3 donde se detallan los objetivos y la motivación del paper. En el Punto 4 se
presentan algunos datos estadísticos demográficos y macroeconómicos de Asia Oriental. El
Punto 5 presenta algunas proyecciones en la demanda de esta subregión. En el Punto 6 se
2 Además, como los salarios suben en China, muchas empresas están estableciendo fábricas en otros países de la región, como por ejemplo Vietnam y Camboya. Eso está creando una nueva clase media en esos países, con mayor ingreso disponible. 3 Los analistas coinciden en que a medida que la crisis financiera mundial y los problemas de deuda de la zona euro afectaron la demanda mundial en los últimos años, muchas de las economías de Asia aplicaron políticas para incentivar el consumo interno y sostener así el crecimiento.
3
4
especifica el esquema de análisis, identificando los temas clave que presentarán cambios y
desafíos. El Punto 7 exhibe las perspectivas o aspectos que surgen de analizar los cinco
temas clave presentados en el punto anterior. En el Punto 8 se expone, mediante un
esquema las implicancias futuras de las perspectivas o aspectos descriptos anteriormente. El
Punto 9 muestra las proyecciones para el 2040 de la demanda futura de un conjunto de
productos alimenticios para un conjunto de países y/o regiones. Finalmente, en el Punto 10
se exponen los temas clave a monitorear en función de lo expuesto en el trabajo.
2. Composición de las distintas subregiones de Asia
De todas las subregiones que tiene el continente asiático, este trabajo se centrará en Asia Oriental, más allá de existir una estrecha relación con
el Sudeste Asiático (y sobre la cual se hará también referencia en el trabajo). De acuerdo a UN, Asia estaría dividida en 6 subregiones, a saber:
Asia del Norte (Rusia asiática oriental)
Asia Central (Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán,
Turkmenistán, Uzbekistán)
Asia Occidental (Armenia, Azerbaiyán, Bahrein, Chipre, Georgia, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Catar, Arabia Saudita, Arabia Saudita, Siria, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Yemen)
Asia del Sur (Afganistán, Bangladesh, Bhutan, India, Irán, Maldivas; Nepal, Pakistán y Sri Lanka)
Asia Oriental (China, Corea del Norte, Corea del Sur, Hong Kong, Macao, Japón, Mongolia y Taiwán)
Sudeste Asiático (Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Timor Oriental y Vietnam)
Dentro de Asia Oriental, China representa el 85% de su población, el 81% del territorio y el 48% del PBI nominal (2011) de esta subregión (si se
analiza el PBI en base a la paridad de poder de compra (PPP), China representa el 61% de la misma). Luego de presentar los objetivos del
trabajo, se exponen algunos datos demográficos y económicos de las economías que componen Asia Oriental.
5
3. Objetivo del Trabajo El siguiente trabajo se basa en un informe del U.S. Grains Council4, que analiza el futuro de la
agricultura y la alimentación de Asia Oriental (también llamada Asia del Este). Esta región
que forma parte de Asia, puede ser definida geográficamente o en términos culturales.
Geográficamente hablando, su superficie cubre cerca de 15% del continente asiático. En
términos de población, viven más de 1.500 millones de personas, equivalente a un 38% de la
población total de Asia y a un 22% de la mundial. Asia Oriental es una de las regiones más
sobrepobladas, ya que su densidad poblacional es el triple que la media mundial, siendo de
aproximadamente 131 habitantes por Km2 (sin embargo, dicha densidad pasa de los 2
habitantes por Km2 en Mongolia a los 6.390 en Hong Kong).
La Organización de Naciones Unidas (ONU) define Asia del Este como una subregión
compuesta por China, Corea del Norte, Corea del Sur, Hong Kong, Japón, Macao y Mongolia;
a los que habría que añadir Taiwán (a la que la ONU considera parte de la República Popular
China).
En el trabajo no solo se reconocen los problemas potenciales de esta región en particular y
del Asia en general, sino que también se analizan las variables que pueden generar
oportunidades y un resultado positivo en la región, en particular aquellas relacionadas con
los alimentos y la agricultura. La visión del trabajo es de largo plazo ya que analiza el
horizonte futuro de la región en términos de alimentos para el año 2040. Sus estimaciones
muestran que a largo plazo las economías emergentes de Asia Oriental crecerán a una tasa
acelerada, por lo cual resulta relevante el análisis del futuro alimentario de una región que
representa más del 20% de la población mundial.
La situación alimentaria de los países en desarrollo y menos avanzados a corto plazo es
crítica, esto implica que los retos a enfrentar en el largo plazo son muchos y diversos.
Comprender el proceso en Asia Oriental será clave para enfrentar dichos retos, tanto en el
sector alimenticio en general como en el sector agrícola en particular. El crecimiento
económico y el desarrollo de la región hacen prever un incremento en la renta de estas
economías. Fuerzas demográficas crearán sociedades con una mayor expectativa de vida
4 “Food 2040. The Future of Food and Agriculture in East Asia”. U.S. Grains Council. November 2011.
6
que cambiará la composición de los consumidores. El cambio climático y los límites
ambientales pondrán a prueba la productividad agrícola. Los flujos culturales seguirán
mezclando las diferentes visiones entre Occidente y Oriente sobre salud y alimentación. La
nueva bio‐ciencia, la bio‐tecnología, la tecnología de la información y la nanotecnología
tendrán que aplicarse de forma generalizada para afrontar los desafíos de la agricultura y la
alimentación.
Ante este panorama altamente incierto y la diversidad de desafíos, las decisiones que deben
tomarse para enfrentarlos deben hacerse hoy, con políticas y estrategias robustas,
oportunas y acertadas y con la particularidad de tener en cuenta la sustentabilidad del
sistema global alimentario.
El informe del US Grains Council nos ofrece una orientación, un sendero por el cual transitar
y, de esta forma, poder prever el comportamiento de algunas variables clave que afectarán e
incidirán en el desarrollo y futuro de la economía mundial, especialmente en cuanto a
consumo, producción, almacenamiento, logística, infraestructura, inversión y desarrollo
tecnológico de los alimentos.
El trabajo nos muestra distintos escenarios con sus problemas, desafíos e interrogantes.
Cuestiones que debemos tener en cuenta y empezar a analizar en profundidad si
pretendemos estar delante de los acontecimientos.
7
4. Algunos datos demográficos y macroeconómicos de Asia Oriental
ASIA ORIENTAL
Datos Demográficos de ASIA ORIENTAL
Países Población Territorio
km² Densidad
Pob.por km²IDH* (2011)
Capital
China 1.339.724.852 9.596.961 138 0,687 Beijing
Japón 127.950.000 377.930 337 0,901 Tokio
Corea del Sur 48.988.833 99.828 500 0,897 Seúl Corea del
Norte 24.346.000 120.538 198 s/d Pyongyang
Taiwán 23.174.528 36.188 639 0,882 Taipei
Hong Kong 7.061.200 1.104 6.390 0,898 Hong Kong
Mongolia 2.809.600 1.564.100 2 0,653 Ulán Bator
Macao 556.800 30 18.662 s/d Macao
* El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador del desarrollo humano por país, elaborado por el PNUD y compuesto por tres parámetros: salud (medida según la esperanza de vida al nacer), educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y superior, así como los años de duración de la educación obligatoria) y nivel de vida digno (medido por el PIB per cápita PPP en dólares). Varía entre 0 y 1. En el informe PNUD (2011) el IDH fluctuó entre Noruega con un índice de 0,943 en la primera posición al 0,286 de República Democrática del Congo en el puesto 187. Fuente: UNCTAD
8
Datos Económicos (2011) de ASIA ORIENTAL
País PBI nominal Mill. USD
PBI nominal per capita USD
PBI PPP* Mill. USD
PBI PPP per capita USD
China 7.298.147 5.414 11.299.967 8.382 Japón 5.869.471 45.920 4.440.376 34.740 Corea del Sur 1.116.247 22.778 1.554.149 31.714 Taiwán 466.832 20.101 876.035 37.720 Hong Kong 243.302 34.049 351.119 49.300 Macao 27.850 51.397 32.208 42.876 Corea Norte 27.820 1.159 40.000 1.800 Mongolia 8.506 3.042 13.264 4.744
* PPP: Paridad de Poder de Compra. Fuente: UNCTAD
5. La Demanda de Alimentos para el 2040: Proyecciones
Para el 2040 se prevé un crecimiento significativo de la clase media de Asia Oriental. Los
altos niveles de prosperidad de dicha clase van a ser importantes motores económicos del
cambio en los tipos y cantidades de alimentos demandados por estos, en especial en favor
de las carnes y los lácteos como se observa en el siguiente gráfico.
Fuente: U.S Grains Council.
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• Para el 2040, más del 75% de la población de China podría disfrutar del estilo de vida de la
clase media, respecto del 12% actual. También debe tenerse en cuanta el caso de India, que
si bien su clase media es menor que la actual de China, dentro de 15 años podría representar
el 70% de la población total de India. Similar situación se daría en Indonesia, que para el
2040, más del 80% de su población podría ser de clase media o de clase alta.
• Para el 2040, la población de clase alta en China podría expandirse considerablemente,
hasta los 190 millones. Mientras que en Japón se elevaría a 40 millones, y en Corea a 35
millones. Por su parte, en India, su clase alta se elevaría a 210 millones de habitantes y en
Indonesia a 40 millones.
• En los próximos 25/30 años se deberá aumentar la producción agrícola para satisfacer una
mayor demanda de carne, lácteos, aceites vegetales, frutas y verduras, pescado y otros
alimentos.
• El crecimiento será impulsado por un mayor poder adquisitivo de los consumidores, una
población más numerosa, y dietas cada vez más ricas en proteínas, grasas y menos
dependiente de los cereales.
• El desafío para 2040 será entonces contar con una industria de alimentos que desarrolle
sus componentes básicos en producción, almacenamiento, logística e infraestructura y el
más importante: la tecnología, que incluye la biotecnología, la cual permitirá a los
agricultores producir más alimentos con menos tierra, menos agua y menos insumos.
Asia Oriental será entonces una región clave para dar respuesta a los desafíos futuros, de
aquí al 2040. Con esta consigna en mente, el US Grains Council ha elaborado un estudio
preliminar que el Instituto de Estrategia Internacional (IEI) ha toma de base para el presente
trabajo y cuyo objetivo es poner sobre la mesa de debate cómo estos retos relacionados con
la alimentación y la agricultura mundial –fuertemente afectados por Asia Oriental‐ deberán
enfrentarse a partir de hoy, de manera eficiente y de forma sustentable.
10
6. Esquema de análisis
Se identificaron 5 grandes temas a investigar, que son clave y marcarán la agenda futura en
la región bajo análisis. Por supuesto, estos temas están interrelacionados como se observa
en el siguiente esquema:
Detrás de cada uno de estos grandes temas hay una gran variedad de aspectos, argumentos
y/o cuestiones que dan entidad a cada uno de estos 5 temas clave. A continuación se
presentan algunos de ellos.
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1. Tendencias del Consumo
• El crecimiento de la clase media de Asia, el proceso de urbanización y el incremento de
los ingresos será el motor clave de los mercados de alimentos futuros de Asia,
especialmente en China. Por su lado, otras economías de la región, como por ejemplo
India e Indonesia, experimentarán un proceso similar. Estos cambios modificarán qué y
cómo la gente se alimentará.
• El crecimiento económico y de la población generará que la nueva clase media demande
alimentos procesados y de mayor valor, pasando de los cereales tradicionales como el
arroz (suplementado con pequeñas raciones de pescado u otras proteínas) a alimentos
basados en proteína animal, como carnes, productos lácteos y huevos, que competirán en
el uso de la tierra y el agua para su producción.
• A medida que la población de Asia Oriental y la población mundial envejecen, los temas
relacionados con los alimentos nutricionales/funcionales5 son vistos como una forma de
prevenir o tratar los problemas de salud. Se prevé que para el 2040, en promedio, la
proporción de personas mayores de 65 años respecto del total de población mundial será
del 17%, mientras que en el 2010 fue del 9% (en Japón pasará del 27% al 42%, en Corea
del 16% al 37% y en China del 10% al 27%).
• Los cambios demográficos van a transformar la demanda de alimentos en Japón en los
próximos 25/30 años (continuará la caída en la tasa de casamientos y natalidad), con un
menor número de consumidores nacionales y un mayor enfoque en los productos
5 Los Alimentos funcionales son aquellos alimentos que son elaborados no sólo por sus características nutricionales sino también para cumplir una función específica como puede ser el mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades. Para ello se les agregan componentes biológicamente activos, como minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibra alimenticia o antioxidantes, etc. A esta operación de añadir nutrientes exógenos se le denomina también fortificación. Este tipo de alimentos es un campo emergente de la ciencia de los alimentos que ve una posibilidad muy amplia de investigación alimentaria. El concepto de alimentos funcionales nació en Japón. En los años 80, las autoridades sanitarias japonesas se dieron cuenta que para controlar los gastos sanitarios, generados por la mayor esperanza de vida de la población anciana, había que garantizar también una mejor calidad de vida. Se introdujo un nuevo concepto de alimentos, que se desarrollaron específicamente para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades.
12
alimenticios de alto valor para los ancianos y los ricos. Los cambios demográficos son
similares en el resto de Asia Oriental
• La disminución en el largo plazo del poder adquisitivo de los consumidores japoneses, ‐en
especial entre las generaciones más jóvenes‐ (Japón cuenta con leyes sobre la herencia
que imponen ciertas restricciones), aumentará la atención en los precios de los alimentos.
Con el tiempo, el precio tendrá una mayor influencia en las decisiones de compra de
alimentos si la mayoría de los consumidores japoneses se vuelven más conscientes de los
costos de éstos, que deberán ser más inocuos y de mayor calidad.
• La dieta japonesa está cambiando desde las proteínas de pescado a las proteínas de
carnes y lácteos. El tema de la salud en los ancianos japoneses podría hacerlos más
receptivos a los productos genéticamente modificados, si es que este tipo de cultivos
puede ofrecer beneficios para la salud, como por ejemplo: reducir la presión arterial.
• La industria de la alimentación en Japón de comida “fuera de casa” se está expandiendo
rápidamente (previéndose que pase de un 38% del gasto en alimentos en 2010 a un 70‐
80% para el 2040), debido principalmente, al cambio en la composición estructural de la
familia japonesa, pasando de familias de entre 3 a 5 integrantes por familia a otra de 1 o 2
personas. Esta tendencia de comer “fuera de casa” se está extendiendo al resto de Asia,
evidenciándose más en China. Este no es un cambio hacia la comida rápida y/o congelada,
como ocurriera en Estados Unidos, sino que es un cambio hacia los alimentos frescos,
refrigerados, comidas pre‐cocinadas que se consideran saludables, y que se presentan en
porciones más pequeñas para que los consumidores pueden ahorrar dinero al comprar
sólo lo que necesitan.
• El cambio en el rol de la mujer asiática está alterando los patrones de consumo de
alimentos. Las mujeres en los países más ricos de Asia Oriental (Japón, Corea del Sur,
Taiwán y la clase media de China) se están casando a una edad promedio de entre 29 y 30
años (mayor que en Occidente) o directamente renuncian al matrimonio. La tasa de
divorcio, en especial en Japón, esta creciendo. En esta subregión, alrededor de dos tercios
de las mujeres están empleadas, por lo que el ingreso femenino se está incrementando.
• El sector de servicios de alimentos de China va a ser más grande que el de Japón para el
2040. El motivo: la creciente urbanización de China a medida que las personas se
desplazan desde las zonas rurales a las zonas urbanas por trabajo. La población urbana de
13
China ha crecido del 20% de la población del país en 1980 al 34% en 2010, y podrían
alcanzar un 70‐80% para el 2040. La urbanización implica un mayor consumo de carne. En
2010, la población urbana de China representó más del 60% del consumo nacional de
carne.
• La urbanización en China también impulsa cada vez más la demanda por conveniencia
(alimentos pre‐cocinados), debido al acelerado estilo de vida. Los gastos en alimentación
“fuera del hogar” en China han aumentado más de 150% en los últimos 15 años, pasando
de un 8% en 1995 al 21% en 2010. La gastos en este rubro de la población rural, en
cambio, se mantuvieron estables en el 7% durante este período.
• La creciente urbanización y los nuevos hábitos demandando comida rápida, han hecho
crecer las cadenas de restaurantes y de servicio de comidas rápidas en los centros
urbanos, en especial de origen japonés y estadounidense (occidentalización de los
servicios de alimentos).
• Paralelamente, estos cambios también generan una mayor demanda de alimentos
seguros (inocuos) y de calidad por parte de la clase media y alta, que demandan más
productos alimenticios occidentales.
2. Competencia y Regulación
• Durante las próximas tres décadas, varias economías de Asia Oriental y del Sudeste
Asiático evolucionarán de una situación de mercados emergentes a economías maduras.
Esta transición requerirá cambios institucionales, reformas regulatorias y un mayor
alineamiento con los estándares y prácticas globales. La protección a la propiedad
intelectual (PI), respetar las leyes y acuerdos internacionales y hacer un control efectivo
de la corrupción será fundamental para sostener el crecimiento y la prosperidad en Asia
Oriental.
14
• Una gran cantidad de empresas asiáticas están invirtiendo en tierras y en empresas
productivas primarias en otros países para ampliar su oferta agrícola. Esta producción
“offshore” está orientada hacia el consumo interno en los mercados asiáticos y no para el
comercio internacional. Por ejemplo, China está comprando o arrendando tierras de
cultivo en zonas de África y del Sudeste Asiático, así como en polos agrícolas en Brasil,
Argentina y Australia. Corea del Sur ha rentado o comprado tierras en Madagascar, Sudán,
Mongolia y Rusia oriental. Japón está invirtiendo en la producción de biocombustibles en
Indonesia, así como la compra de tierras agrícolas en Brasil y China.
• Tanto los consumidores como los grupos de consumidores asiáticos (ONG’s), exigirán
cada vez más el etiquetado de productos, que proporcione una mayor garantía respecto a
la calidad, seguridad e inocuidad de los alimentos. Las empresas buscarán cada vez más
que su reputación esté relacionada con la seguridad alimentaria. Cada vez es mayor su
influencia en la formulación de la legislación alimentaria.
• Tradicionalmente, los consumidores japoneses le dan un valor muy alto a todo lo
vinculado con la seguridad y calidad alimentarias, mientras que estos temas son menos
importantes en otros países de Asia Oriental o del Sudeste Asiático. Sin embargo, las
generaciones más jóvenes de China y Corea están cambiando esto. Por lo menos tienen
una preocupación respecto a la calidad e inocuidad de los alimentos que es mayor que las
generaciones anteriores.
• Los aspectos de seguridad/inocuidad alimentaria podrían afectar el potencial de China
como exportador de alimentos. China se esta expandiendo fuertemente en nichos de
exportación de muchos productos alimenticios frescos, como las hortalizas, las manzanas,
el jugo de manzana, la miel, etc. Por lo tanto, deberá expandir su capacidad de
almacenamiento en frío y todo lo relacionado a asegurar la calidad e inocuidad así como
mejorar los procesos de inspección.
• La industria de procesamiento de alimentos de China tiene una mala reputación, pero la
disponibilidad de una relativa mano de obra barata (con respecto a Japón, por ejemplo, ya
que otros países en desarrollo de la región compiten con este “atributo”) puede atraer
inversiones y empresas extranjeras procesadoras de alimentos que podrían utilizarse
como insumos para la elaboración de ingredientes. La colaboración con empresas de
alimentos extranjeras familiarizadas con los procesos de normas y estándares de calidad e
15
inocuidad, hará que poco a poco puedan ser desarrolladas e internalizadas por las
empresas nacionales chinas que, entre otras cosas, deberán mejorar sus productividad e
incorporar la cadena de frío a sus procesos.
• Se prevé que en el futuro los precios de los alimentos y combustibles continúen altos y
volátiles. El crecimiento económico en las economías emergentes, principalmente en Asia,
hace prever la necesidad de aumentar el consumo de energía, lo que generará un rápido
aumento de las emisiones de carbono. Este crecimiento sumará presión sobre la oferta
mundial de energía y exacerbará las preocupaciones en torno a la dependencia de las
importaciones energéticas en distintos países. Asía se podría volver un 90% dependiente
de importaciones de petróleo para el 2050.
• Asia representó aproximadamente un tercio del consumo mundial de energía en 2007 y
podría ser responsable de un 47% en 2030. China, representó el 16% del consumo
mundial de energía en 2007 y pasaría al 22% en 2030. En relación a las emisiones
mundiales de CO2, China representó el 21% de dichas emisiones en 2007 y podría ser
responsable del 29% en 2030. Para ese año se prevé que China se convierta en el emisor
más grande del mundo de gases de efecto invernadero, con emisiones de más del doble
del nivel de los EE.UU.
3. Tecnología de los Alimentos
• Las innovaciones tecnológicas de múltiples campos, la biotecnología, la genomía y las
tecnologías de la información ya están transformando el sector agrícola. Los países de Asia
Oriental y del Sudeste Asiático están aumentando la inversión en I+D, y mucho antes de
2040 podrían convertirse en importantes actores mundiales en cada una de estas áreas de
innovación. La medida en que Asia Oriental aplique estas tecnologías y su uso en toda la
cadena de suministro de alimentos será crucial en la conformación del futuro del mercado
mundial de alimentos.
• La biociencia tiene un inmenso potencial en Asia Oriental. Los nuevos desarrollos en
biotecnología y biociencia abrirán un mundo de posibilidades para los cultivos y la
16
agricultura, sobre todo en China. Sin embargo, como en la mayoría de los países, el
desarrollo de la biotecnología en ésta economía ha generado defensores y detractores.
Por un lado, el Gobierno apoya firmemente los avances biotecnológicos como un medio
de producción para cumplir con sus metas de autosuficiencia, pero, por otro lado, existen
grupos de consumidores que están intensificando su oposición a los transgénicos
utilizados en los alimentos.
• Es de prever, que China sea líder en la región en materia de biociencia. El gobierno chino
ha puesto de relieve la biotecnología como una de sus áreas clave para el desarrollo,
previendo fuertes niveles de inversión según el esquema de su 12vo Plan Quinquenal.
Existe un aumento en la plantación de cultivos transgénicos con múltiples características
de bioingeniería, con el objetivo de alcanzar una mayor y más rápida producción.
• Si bien la afluencia de la IED en el campo de la biotecnología es creciente, China esta
excluyendo a las compañías extranjeras de la biotecnología que se desarrolla en la propia
China, ya que busca proteger a las empresas locales para desarrollar su propia tecnología.
Los derechos de propiedad intelectual son una preocupación para el desarrollo de la
biotecnología asiática.
• Los avances en la biotecnología podrán ayudar a lidiar con el problema del cambio
climático y las limitaciones de recursos. El enfoque principal de la biotecnología basado en
el incremento de los rendimientos podría cambiar hacia uno que mejore la resistencia a
las condiciones cambiantes del clima, como la sequía y la salinización de los suelos.
• Además de adaptarse a las duras condiciones de cultivo y climáticas, los técnicos asiáticos
también tratarán de mejorar las propiedades nutricionales de los alimentos. Un ejemplo
de esto es la incorporación de mejoras genéticas en los cultivos que pueden permitir la
producción de aceites vegetales más sanos.
• Además de la biociencia, un gran número de nuevas y diversas tecnologías puede tener
impactos sustanciales sobre la alimentación y la agricultura en la región. Por ejemplo, la
agricultura de precisión para optimizar la aplicación de insumos agrícolas como agua y
fertilizantes. La nanotecnología puede utilizarse para desarrollar nuevos sistemas de
detección, o para crear nuevos ingredientes mediante su procesamiento en formas
novedosas
17
• Si bien se espera que los alimentos genéticamente modificados (GM) ganen aceptación
en gran parte de Asia Oriental (en Taiwán algunos estudios muestran que el 80‐90% de los
encuestados ya aceptan los alimentos transgénicos), los productos etiquetados "sin OGM"
mantendrán su porción de mercado entre los consumidores de esta subregión.
4. Agricultura y Distribución de Alimentos
• La logística y gestión de la cadena de abastecimientos del transporte de productos
agrícolas y alimentos ha avanzado con los cambios en la tecnología, la dimensión de los
buques oceánicos y tipos de carga (a granel y/o contenedores), el aumento de los precios
de la energía y las normas de empaquetado y etiquetado de productos.
• El uso de contenedores seguirá creciendo a medida que la demanda de carne y productos
procesados (queso, yogurt, comidas, cultivos especiales, etc.) aumente. Mientras que los
commodities como los cereales, seguirán transportándose a granel.
• La liberalización del sector logístico en China, está permitiendo a las empresas extranjeras
establecerse en el mercado. El flujo de inversión extranjera será clave para el rápido
desarrollo de este sector.
• El crecimiento económico esperado para China en 2040 requerirá que expanda y mejore
su infraestructura de transporte, la trazabilidad de sus alimentos y las prácticas de
clasificación (preservación de identidad6) de las materias primas agrícolas. Serán
necesarias significativos niveles de inversiones de capital para modernizar y ampliar las
redes de carreteras, los sistemas ferroviarios, así como los puertos marítimos y aéreos.
Pero, debido a que China se ha centrado en el desarrollo de su infraestructura en la última
década, actualmente cuenta con puertos más avanzados que los de Japón.
6 En su forma más básica, la preservación de la identidad se refiere al uso de prácticas sistemáticas de producción, manejo y comercialización que permiten mantener la identidad de las materias primas (commodities) agrícolas, para lo cual la trazabilidad juega un rol fundamental. Bajo esta definición, las prácticas de preservación de la identidad se han venido utilizando desde los inicios de la agricultura, cuando las semillas y los granos de los distintos cultivos eran separados para su comercialización.
18
• Teniendo en cuenta las políticas del gobierno chino dirigidas a fortalecer su economía
interior, es de prever que intensificara sus esfuerzos en crear un eficaz sistema de
transporte intermodal a nivel nacional.
• También se modernizará la infraestructura en otros países de Asia Oriental. Los expertos
creen que la mayor parte de esta región alcanzará una eficiente y moderna infraestructura
y distribución durante la década de 2020 o 2030.
• El mayor uso de contenedores facilitara la trazabilidad. Se podrán implementar nuevos
sistemas y métodos de control en la cadena de valor.
• Como la población japonesa tiende a envejecer (y la del resto de Asia también), sus
porciones de alimentos serán mas pequeñas. Es de prever que la demanda de los
consumidores japoneses se orientará a porciones de alimentos más pequeñas y a exigir
una mayor información sobre ellos. Como los precios puede ser desproporcionadamente
más altos para las porciones más pequeñas, se abre la posibilidad de mayores ganancias.
• La producción agrícola japonesa, tanto de cultivos como de su ganadería se mantendrá
fija, aunque es muy probable que disminuya en 2040. En Japón ha disminuido
sensiblemente la cantidad de tierra disponible para cultivos para cualquier tipo de
explotación agrícola. La superficie agrícola en los últimos 30 años se ha reducido de 6,1
millones de hectáreas a 4,6 millones de hectáreas. En Japón la agricultura es vista
negativamente: el 70% de los agricultores que contraen matrimonio lo hace con
extranjeras (en su mayoría chinas) porque las mujeres japonesas no quieren casarse con
ellos.
• Otro elemento que limita las explotaciones grandes y el aumento de la producción en
Japón son las actuales restricciones a la venta de tierras a los grandes agricultores.
Paralelamente, hay un proceso creciente de empresas corporativas agrícolas, que se
concentran en cultivos de alto valor (por ejemplo, verduras, especias, frutas, etc.). Estos
productos pueden ser competitivos a nivel mundial, con o sin apoyo del gobierno japonés.
• Es probable que en el futuro Japón pueda participar en más acuerdos de libre comercio
(como por ejemplo, el Acuerdo de Asociación Trans Pacífico o TTP), impulsado por su
necesidad de una industria de exportación competitiva. Japón es uno de los principales
exportadores a nivel mundial. La contracción de sus mercados internos podría hacer
19
depender el crecimiento de su economía cada vez más de sus exportaciones. Su
agricultura (sector muy protegido con altos aranceles) representa sólo el 3% del PIB
nacional, por lo que sus agricultores no podrán ser capaces de bloquear futuros acuerdos
de libre comercio que favorecen el crecimiento de la economía en general, incluyendo las
industrias de procesamiento de alimentos que pretenden exportar a Asia y a EE.UU. Las
preocupaciones de un futuro acuerdo del tipo TPP, son las siguientes:
‐ Los productores de ganado vacuno no serán capaces de competir, ya que para esta carne
el arancel de importación es actualmente del 38,5%.
‐ Los productores de arroz también tendrán un contexto difícil para competir con las
importaciones, debido a los elevados aranceles de importación.
5. Medioambiente y Recursos
• Durante los próximos 30 años, tanto en Asia Oriental como en el Sudeste Asiático, es
probable que haya tensiones crecientes entre el medio ambiente y la agricultura. La
demanda de calidad y cantidad de alimentos aumentará en vista de los recursos limitados.
El desafío clave se centrará en cómo cumplir con los niveles requeridos de producción
mientras se este mitigando la degradación del medio ambiente. Desafío que no sólo
deberán enfrentar las economías emergentes de Asia Oriental, sino también las
economías desarrolladas, las que deberán trabajar para mantener y aumentar la
producción de alimentos de alta calidad a la que sus consumidores se han acostumbrado.
• Uno de los recursos que ya generan tensión es la pesca. El consumo mundial de pescado
se incrementó un 300% entre 1961 y 2007. La sobrepesca global está limitando la
disponibilidad de este recurso, generando el crecimiento de la acuicultura. La expansión
de esta actividad permitió que la oferta mundial de peces aumente a un ritmo
relativamente constante de aproximadamente un 4% por año desde 1950, compensando
la producción (captura) de peces en mar abierto (que se ha mantenido estable desde la
década de 1980). Se espera que entre 2005 y 2030 la producción mundial de pescado
aumente a un ritmo del 2,1%, suponiendo que no hay crecimiento en la producción de
20
captura salvaje (lo que implica una tasa de crecimiento del 3,9% anual de la producción
acuícola hasta el 2030).
• Las poblaciones de Asia Oriental (en especial de Japón, China y Corea del Sur) tienen una predilección especial por los peces. Su participación en el consumo mundial de pescado
aumentó de 11,7% en 1961 al 41,6% en 2007. Entre 1961 y 2007, China superó a Japón
como el mayor consumidor de pescado en Asia Oriental, aumentando su participación en
el consumo mundial de pescado del 11,8% al 32,2% durante este período, mientras que
Japón disminuyó su participación del 16,9% al 7,1%.
• Otros recursos clave, como el agua y las tierras (debido a su falta de disponibilidad –
escasez– y cantidad necesaria) serán afectadas por la producción agrícola en Asia Oriental.
La región se enfrenta a una limitada disponibilidad de tierras para expandir su agricultura,
lo que significa que los aumentos futuros en la producción para alimentar a una población
en crecimiento tendrá que venir de las importaciones, de mejores rindes (productividad)
y, de la intensificación de cultivos. Los recursos deberán ser cuidadosamente gestionados
y sujetos a una fuerte regulación.
• El crecimiento de la población, la urbanización y la industrialización incrementará la
demanda de agua, especialmente en los países en desarrollo. Se proyecta que la demanda
global de agua se incremente entre un 35‐60% al 2025, pudiéndose duplicar para el 2050.
Actualmente, la agricultura consume el 70% del agua dulce extraída de los ríos y acuíferos,
Esta demanda agrícola de agua podría aumentar en más de un 30% en 2030.
• En China, problemas de desertificación y la disminución de la calidad del pasto han
llevado al gobierno a subsidiar a los productores para que reduzcan el número de cabezas
de ganado de pastoreo.
• Sin embargo, se prevé que el futuro de la agricultura china sea “verde”. Para aumentar la
producción, China tiene que reducir los impactos ambientales de su sistema agrícola. En
un nuevo "gran acuerdo", los intereses del gobierno y de la población podría converger en
una campaña de mejora ambiental en las próximas dos décadas.
• La sensibilización de los consumidores chinos por los aspectos ambientales seguirá
creciendo a medida que aumenten sus ingresos y su nivel educativo.
21
• Para el 2040, es probable que el cambio climático modifique las zonas geográficas
respecto de donde se pueden realizar los cultivos. Habrá pérdida y ganancia de tierras
cultivables generando más inestabilidad en el sistema. Las percepciones acerca del cambio
climático podría alterar las condiciones en que se lleva a cabo la agricultura. Las
respuestas de política probablemente tendrá un gran impacto en este sector.
De los 5 temas centrales recién analizados, surgen 6 aspectos o perspectivas que describen
las formas en que puede desarrollarse el futuro de la agricultura, de los alimentos y de los
consumidores en Asia Oriental al año 2040. Sin embargo, este futuro posible no surge de
predicciones, sino que se prevén futuros plausibles diseñados para descubrir nuevas
oportunidades para la agricultura y la alimentación de la región.
7. Las 6 perspectivas
7.1. La Biociencia
Globalmente, en los últimos 15 años se ha producido un crecimiento sostenido del 10% en
hectáreas con cultivos biotecnológicos. Se espera que esta tendencia continúe o se acelere.
Asia Oriental, impulsada por las grandes inversiones y las necesidades regionales y
mundiales de alimentos, esta en el camino hacia el liderazgo en materia de biociencia. El
objetivo de una agricultura sostenible y de lograr la seguridad alimentaria hacen que las
dudas de los consumidores respecto de la biotecnología, se dejen de lado, dando una
respuesta viable a las limitantes en la cantidad y calidad de los recursos. Limitantes que son
más acuciantes en China.
Tanto la biotecnología como los OGM’s (Organismos Genéticamente Modificados) son cada
vez mas aceptados por el público en Asia Oriental. Un estudio reveló que el 80‐90% de la
población taiwanesa acepta los productos modificados genéticamente. Si bien se reconoce la
resistencia japonesa a la biotecnología, se prevén presiones de su mercado e industria
22
interna y de un entorno externo cada vez más influenciado por China. Sin embargo, también
es de prever la aceptación final por parte del público japonés de estos avances.
Así, a pesar de la reputación de cautela de Japón respecto a los OGM’s, una serie de
expertos japoneses sugieren que ese país podría responder bien a la combinación de
alimentos tradicionales con alimentos transgénicos en función a los decrecientes niveles de
preocupación sobre los OMG y las nuevas actitudes acerca de la biotecnología entre los más
jóvenes y el creciente interés en el uso de alimentos funcionales para tratar las
enfermedades de las sociedades más ricas y opulentas (diabetes, obesidad, problemas de
corazón, etc.).
Por su parte, China considera la biotecnología como un pilar estratégico y está invirtiendo
una parte significativa de los más de USD 300 mil millones dedicados a la ciencia y la
tecnología en su 12 º Plan Quinquenal. Esta inversión se traduce también en una mejora en
los recursos humanos especializados: la Real Sociedad Británica estimo que para el 2013, los
científicos chinos habrán escrito más artículos en revistas científicas internacionales
especializadas que los investigadores estadounidenses, aunque aún sin la calidad de estos
últimos.
7.2. La demandad china
Para el 2040, el mercado mundial de la alimentación y la agricultura estarán fuertemente
determinados por las preferencias, necesidades y desarrollo de China. A medida que China
desarrolla su sistema alimentario y agrícola, así como su infraestructura –con ingresos
crecientes que inciden en el consumo de alimentos–, la influencia de este país en los
mercados mundiales cada vez será mayor (más allá del impacto del tamaño del mercado por
sí solo). Los crecientes intercambios comerciales de China harán que este país sea cada vez
más determinante en la fijación de los precios internacionales. Esto implica, una redefinición
de la agroindustria global, de la biotecnología, del procesamiento de alimentos, de la
logística y del propio comercio, entre otras cosas. Se debe tener en cuenta que cuando China
se vuelva “verde”, cambiará la dinámica del mercado hacia una agricultura “verde” en todo
23
el mundo. La interdependencia global creciente significara que los asuntos internos de China
y sus oportunidades se volverán vitales para los intereses del resto del mundo.
Los expertos esperan que China continúe limitando el alcance y la influencia de los mercados
en su sistema doméstico de alimentos, con el fin de asegurar el acceso interno a los
suministros de alimentos y limitar la volatilidad de precios. China deberá equilibrar esta
política con la necesidad de mantener su acceso a los mercados de exportación, vitales para
los productos industriales chinos. Sin embargo, al ser China un trader de gran escala a nivel
global se verá imposibilitado de aislarse de los mercados agrícolas mundiales.
China, como el resto de los países de Asia Oriental, continuará con la expansión de sus
regiones de producción en el extranjero. Grandes extensiones de Etiopía, Kenya y
Madagascar han sido compradas o rentadas. Las empresas chinas están instalando sistemas
de agricultores arrendatarios para trabajar esa tierra, o están llevando su propia mano de
obra. La producción de alimentos en el extranjero para Asia Oriental podría destinarse
inicialmente a aumentar la seguridad alimentaria de la región (evitando la competencia y la
volatilidad de los mercados mundiales). Por su parte, las producciones agrícolas de África,
del Sudeste Asiático y de Sudamérica podrían ofrecer el potencial de una agricultura capital
intensiva. Sin embargo, esta producción “extranjera” está esencialmente destinada al
consumo doméstico con la incertidumbre constante de cuánto de esa producción podrá
volcarse a los mercados agrícolas mundiales.
En función a su creciente demanda interna y a medida que desarrolla su propio mercado de
consumo, deberá trasladar mercaderías por todo su extenso territorio, por lo que las
inversiones en infraestructura vial, ferroviaria y portuaria (transporte intermodal) serán
significativas. En sólo una década, China ha incorporado en algunas regiones exitosamente
infraestructuras portuarias más avanzadas que las de Japón.
7.3. La confianza de la información
Para el 2040, una parte importante del valor del producto alimenticio será la información
verificable que entregue el propio producto. Los mercados de Asia Oriental serán de
24
aquellos proveedores que generen confianza, luego de demostrar la calidad, seguridad,
inocuidad e identidad de sus alimentos. Los productos confiables podrán incorporar una
diferencia de precios considerable. La mayoría de los países de Asia Oriental estará a la
vanguardia de los sistemas de inocuidad alimentaria como de control, a fin de ofrecer una
mayor transparencia en la cadena de suministros. Para construir este “sistema de
confianza”, la región deberá adoptar regulaciones efectivas, desarrollar y aplicar las nuevas
tecnologías en los sistemas de inocuidad de los alimentos, implementar trazabilidad y
transparencia de la información, tanto como mejorar su aplicación. Como resultado, la
inocuidad de los alimentos y su calidad mejorarán a nivel global. Por participar de este
“sistema de confianza”, China ganará participación en el mercado mundial de alimentos. A
medida que el sistema de confianza crece, los consumidores serán capaces de poder cambiar
las inquietudes pasadas relacionadas con la inocuidad alimentaria hacia alimentos que
impliquen otros valores y preferencias.
De aquí al 2040, China ira mejorando las normas relacionadas con las prácticas y procesos
respecto de la inocuidad y calidad de los alimentos, con lo que cambiará favorablemente la
percepción interna, regional y global sobre este aspecto en China. Este proceso llevará 10 o
20 años y requerirá la consolidación de los pequeños agricultores y producciones agrícolas.
Existe consenso interno y externo que el cambio es esencial. Como otros consumidores
asiáticos, los consumidores chinos han empezado a preocuparse respecto de la inocuidad de
los alimentos e incrementaron sus demandas para asegurarse alimentos de calidad. Para el
2040, puede que China no haya sido capaz de eliminar todos los problemas de calidad de sus
productos, sin embargo, tanto China como sus socios comerciales, al menos, serán capaces
de implementar soluciones de tecnología para identificar tales productos antes de que
lleguen al mercado.
Las mejoras respecto de la inocuidad de los alimentos en China y otros países de la región
serán impulsadas en parte por la inversión global. Existe una gran oportunidad ‐reconocida
por las empresas multinacionales‐ de invertir en infraestructura, sistemas y capacitación
relacionada con la inocuidad alimentaria en Asia, y especialmente en China. Empresas
japonesas –beneficiadas, en términos relativos, por los bajos costos laborales ‐ ya están
25
operando en el sistema de comida china, y tienen experiencia en la obtención de productos
de calidad de China.
Como el gasto en comida de los consumidores de Asia Oriental sube, estos dedicarán un
mayor gasto en productos transformados, productos de primera calidad y productos que
proporcionen una inocuidad de los alimentos garantizada.
Por su parte, los minoristas (retailers) nacionales, regionales e internacionales ubicados en
Asia Oriental incrementarán las demandas a sus proveedores por productos confiables. Por
ejemplo, Wal‐Mart, desde sus sucursales chinas, ha comenzado a demandar prácticas
medioambientalmente responsables a sus proveedores.
El crecimiento económico de Asia, demandará un crecimiento paralelo en los sistemas de
trazabilidad para los commodities agrícolas, para los productos alimenticios y para sus
ingredientes. Lo mismo ocurrirá con la necesidad potencial de segregar material
genéticamente modificado (GM) respecto del no‐GM, que derivará en la necesidad de
desarrollar la tecnología y la infraestructura necesaria, ya que se prevé que para el 2040 los
alimentos GM y no‐GM estarán disponibles a nivel global a través de cadenas de distribución
separadas.
7.4. La dieta tradicional asiática “high‐tech”
La ciencia moderna en los temas de salud y alimentación conjuntamente con las tradiciones,
se combinan en Asia Oriental para mejorar la dieta de sus habitantes. Asía tiene una larga
tradición cultural en el uso de los alimentos para mejorar la salud. La idea de utilizar tanto
los alimentos como las plantas como una forma de medicina sigue prevaleciendo en muchas
culturas asiáticas. Por su parte, en Occidente, la ciencia ha hecho grandes avances en
comprender la relación entre dieta y salud, incluyendo la separación y aislamiento de
componentes benéficos específicos utilizados para fortificar otros alimentos. La creciente
capacidad tecnológica de Asia Oriental más el deseo de hacer frente al envejecimiento y a
los temas relacionados con una dieta más sana, hará que se profundice la necesidad de
combinar tradición con ciencia para fortalecer la idea de una dieta diaria saludable. Los
26
grandes mercados respaldarán esta tendencia estimulando las inversiones necesarias en I+D
en este tipo de actividades.
De acuerdo a los especialistas y a las investigaciones realizadas, los beneficios de los
alimentos “funcionales”y de la nutrigenómica7 serán crecientes para la salud humana, en
especial en los temas del genoma, de género y de edad. Respecto al genoma, diferentes
poblaciones genéticas tienen diferentes necesidades de alimentos funcionales. Por ejemplo,
los consumidores japoneses pueden desarrollar diabetes sin aumento de peso de estilo
occidental. Los alimentos funcionales que se ocupan de los aspectos genéticos de la salud
podrían ser populares. Asia podría liderar esta área debido a las poblaciones genéticamente
similares y relativamente grandes (en comparación con los Estados Unidos, por ejemplo). En
relación al género, los problemas específicos de género, como la menopausia o el cáncer de
próstata, podrían ser abordados por los nuevos alimentos funcionales. Respecto a la edad,
en Asia, con una población creciente de edad avanzada, los nuevos alimentos funcionales
podrían ayudar a retardar los efectos del envejecimiento y a promover la salud global,
efectos que se convertirían en los pilares del mercado de los alimentos funcionales.
Adicionalmente, la gran y relativamente homogénea población china podría ser un atractivo
mercado para la nutrigenómica.
Como expertos en la medicina tradicional dentro de Asia, las compañías chinas tendrán la
oportunidad –de contar con la capacidad para hacerlo–, de modernizar y comercializar los
productos tradicionales relacionados con la salud humana. Es de prever que la visión sobre
la salud de los chinos sea comercializada y globalizada más allá de China, siendo una
alternativa a las ideas sobre alimentos saludables, dieta y medicina en Occidente.
7 La nutrigenómica pretende proporcionar un conocimiento molecular (genético) sobre los componentes de la dieta que contribuyen a la salud mediante la alteración de la expresión y/o estructuras según la constitución genética individual. La nutrigenómica es básicamente el estudio de las interacciones entre el genoma y los nutrientes. Algunos principios de la genómica nutricional son: 1) hay acciones de los componentes de la dieta sobre el genoma humano, que directa o indirectamente, pueden alterar la expresión o estructura de los genes; 2) en algunos individuos y bajo ciertas circunstancias, la dieta puede ser un factor de riesgo de una enfermedad; 3) algunos genes regulados por la dieta (y sus variantes comunes) pueden jugar un papel en el inicio, incidencia, progresión, y/o severidad de las enfermedades crónicas; 4) el grado en el cual la dieta influye sobre el binomio salud‐enfermedad puede depender de la constitución genética individual, y 5) cualquier intervención dietética basada en el conocimiento de las necesidades nutricionales, el estado nutricional, y el genotipo (p.e. «la nutrición individualizada») será útil para prevenir, mitigar, o curar las enfermedades crónicas.
27
Muchos países asiáticos han adoptado como ingredientes –y seguirán haciéndolo– a los
productos genéticamente modificados (GM), y la ausencia de incidentes de salud
relacionados con los cultivos transgénicos puede fomentar una mayor confianza en ellos.
Como las poblaciones asiáticas se están volviendo cada vez más viejas, y con un porcentaje
en expansión de personas de edad avanzada en Asia Oriental, se espera que esos
consumidores mas envejecidos demanden productos que los mantenga lo mas saludable
posible. Por su parte, los gobiernos también pretenden mantener a los ancianos de manera
saludable para que no se les dispare los costos nacionales relacionados con la salud.
Las enfermedades de las sociedades más ricas y opulentas, como la obesidad, las
enfermedades del corazón o la diabetes se están extendiendo por el Este de Asia. El
abandono de las dietas tradicionales o el cambio a dietas más occidentales son algunas de
las causas. La conciencia creciente del papel de las dietas poco saludables está empujando a
los asiáticos a volver a adoptar dietas tradicionales y buscar nuevas maneras de mitigar los
efectos de una alimentación poco saludable.
Los especialistas creen que los países productores de commodities tendrán una gran
oportunidad de jugar un papel importante en la elaboración de las dietas tradicionales
“high‐tech", ya sea mediante la producción de cultivos con beneficios específicos para la
salud o a través del desarrollo de cultivos transgénicos que sirvan de biofábricas de
alimentos funcionales necesarios.
7.5. No más cocina en casa: los alimentos como un servicio
La proporción de los alimentos preparados fuera del hogar en Japón ha ido en constante
aumento desde la década de 1960, desde alrededor del 11% de los gastos en consumo de
alimentos 1963 a casi un 40% en 2010. Para el 2040, se estima que más del 70% de la comida
en Japón será preparada fuera del hogar. La preparación de alimentos caseros ha estado
disminuyendo constantemente en Japón durante décadas. Esta tendencia ha sido impulsada
por fuerzas que se retroalimentan, como ser: la postergación del matrimonio, el
achicamiento de las familias, el mayor número de mujeres en el mercado laboral, el
28
aumento de las generaciones más jóvenes con escasos modelos de una cocina casera, y la
proliferación del estilo estadounidense de comida rápida y de otras cadenas de servicio de
alimentos. Como resultado, se espera entonces que los alimentos preparados fuera de casa
aumenten en Japón, de un 38‐40% de sus gastos en consumo de alimentos en 2010 al 70‐
80% en 2040.
Con unas características similares que juegan en toda el Asia Oriental, es probable que el
descenso de la cocina casera sea un fenómeno que se acelere más allá de Japón. Por
ejemplo, un poderoso factor que se da en todo el Este de Asia es la urbanización, que tiende
a aumentar el consumo de alimentos procesados y de comidas en restaurantes. En lo que
respecta a la urbanización, se estima que potenciará principalmente el crecimiento
económico de China durante el próximo par de décadas. Actualmente, más del 50% de las
ciudades chinas sufren la falta de agua, un número cada vez mayor de ellas se ven
amenazados por la proximidad de sus vertederos, por la contaminación del aire y la
congestión del tráfico. Todos estos temas deberán ser resueltos por los planificadores
urbanos y los políticos.
Como resultado de estos cambios, los alimentos pasarán de ser un producto a un servicio,
donde la mayoría de estos alimentos serán procesados o pre‐preparados. El sistema
alimentario, desde la granja a la mesa, se verá afectado por el abandono de la comida
casera. La extensión de esta costumbre a otras partes urbanas de Asia Oriental dependerá
de lo que suceda en Japón. Los jugadores exitosos dentro de la industria alimenticia serán
aquellos que se anticipen y se adapten a mercados caracterizados por una competencia
intensiva, una presencia mayor de las marcas y restaurantes, una diversidad cada vez mayor
de los gustos de los consumidores y una continua innovación técnica.
Es de esperar que proliferaran nuevas tecnologías radicales para satisfacer esta tendencia,
donde economías como la china, se verán beneficiados al convertirse en la “cocina” de Japón
exportándole comidas pre‐elaboradas. Efectivamente, China podría convertirse en la
“cocina” japonesa, proporcionándole abundante cantidad de alimentos procesados y pre‐
preparados adaptados a los gustos japoneses. Para atender a los consumidores japoneses,
así como a otros mercados extranjeros y sus propios consumidores, China deberá desarrollar
29
una industria confiable e innovadora de alimentos procesados. Las capacidades para la
fabricación y procesamiento de alimentos en China están avanzando rápidamente. Si bien
las normas y las prácticas todavía requieren mejoras significativas, la industria china de
alimentos será, cada vez más capaz de seguir esa tendencia, no sólo como potencial
exportador de productos alimenticios procesados para Japón y otras partes de Asia, sino
también para satisfacer su demanda interna.
Así es, en la propia China también ha empezado a declinar la comida elaborada en los
hogares, y es de esperar que esta tendencia se desarrolle más rápidamente que en Japón
debido al conocimiento de la experiencia japonesa. Las cifras muestran que los gastos en
comida “fuera del hogar” se han incrementado en más del 250% en los últimos 15 años,
pasando de un 8% en 1995 al 21% en 20108.
Esta tendencia insipiente hacia una cocina tercerizada o subcontratada que se esta
empezando a dar en China tiene sus orígenes en los cambios en las familias, específicamente
en los matrimonios. Si bien el matrimonio aun sigue siendo casi universal en China, la tasa de
divorcio ha ido en aumento desde el año 2000 y la media de edad para contraer matrimonio
también se elevó. Para el 2040 esta corriente se va a profundizar, por dos razones: la
primera relacionada con el desequilibrio en la proporción de los sexos, provocado por la
política de un solo hijo y el aborto selectivo, que significará que más hombres serán
incapaces de encontrar esposa. La segunda se refiere a que las mujeres urbanas chinas
obtendrán sus propios ingresos y, por lo tanto, independencia financiera ‐que llevará a
muchas a renunciar a niños y/o al matrimonio, siguiendo el ejemplo de las mujeres en los
países desarrollados de Asia Oriental. Esta combinación de hombres solteros y sin familia y
de mujeres con significativos ingresos discrecionales impulsará la tendencia hacia el
consumo de alimentos preparados fuera del hogar9.
8 Para comparar, en EE.UU. la tendencia es más lenta y diferente. En los EE.UU., los gastos en comida fuera del hogar fueron alrededor del 53% del gasto de consumo de alimentos en 2010, incrementándose sólo el 3% en los últimos 15 años. En cuanto al 2040, esta participación podría aumentar a un 58%. 9 El cambio del rol de la mujer y de su estilo de vida es la principal causa del cambio en los hábitos alimenticios en Asia Oriental. En los países desarrollados de Asia (Japón, Corea del Sur y Taiwán) la mujer se casa más tarde que hace unas décadas, con una media de edad de entre 29 y 30 años. Además, las dos terceras partes de las mujeres de Asia Oriental son empleadas.
30
Esta preferencia de una región “sin cocina” generará algunos efectos en otras áreas o
sectores. El mercado de consumo para los ingredientes se contraerá. Los productores y
elaboradores de alimentos tendrán una conexión aún menos directa con los consumidores
ya que se enfocaran en los minoristas, en las cadenas de servicio de alimentos y en otros
puntos de venta, que se convertirán en la interfaz primaria con el sistema alimenticio.
Además, un envasado activo e inteligente, que, por ejemplo, mejore o supervise la frescura
de los alimentos, podría convertirse en un elemento indispensable y competitivo para
muchos productos alimenticios. De la misma manera, las etiquetas con los valores
nutricionales o el origen de los alimentos brindarán transparencia y confianza para los
alimentos envasados, siendo adoptadas por los restaurantes y otros proveedores de
servicios de alimentos para probar la calidad.
El etiquetado de los alimentos envasados también podría cambiar, al incluir más trazabilidad
y otros nuevos datos relacionados a la seguridad/calidad del producto y de su origen. Por su
parte, para reducir los costos de transporte y reforzar la confianza, las empresas de
alimentos podrían optar por trasladar la producción de alimentos cerca de los consumidores,
incluyendo a las propias ciudades.
Japón y Corea están en condiciones de innovar en el uso de sistemas de delivery de
alimentos para la población con movilidad limitada o de la tercera edad en zonas
residenciales urbanas o suburbanas.
En el siguiente gráfico se puede apreciar la evolución de la participación de los gastos en
comida fuera del hogar respecto del total de gastos en alimentos de China, Japón y Estados
Unidos de los últimos 15 años y la proyección para el 2040.
31
Fuente: U.S Grains Council
7.6. Una nueva era de hiper‐“nichificación”
La proliferación de una mayor especificidad y de alimentos (e ingredientes) con mayor valor
agregado, tendrá una participación creciente en la agricultura de Asia Oriental. Con motivo
de los ascendentes niveles de ingresos y unos gustos cada vez más sofisticados, el comercio
y el consumo en Asia Oriental estarán marcados por una creciente “nichificación”
(incremento de nichos de mercado), creando oportunidades para la producción y
distribución de productos especializados.
A pesar de la creciente demanda de carne en Asia, se mantendrá alta la demanda de granos
y de nuevos productos especializados a base de esos granos, los cuales dominarán el
crecimiento de largo plazo del comercio agrícola de la región. Los cultivos tendrán un mayor
valor nutritivo y su producción tenderá a ser cada vez más orgánica.
Respecto a los alimentos orgánicos, en Asia Oriental existe un pequeño pero creciente
interés en ellos, su demanda aumentará a medida que aumenten los ingresos medios de la
32
población de la región hasta el 2040. El creciente interés de Asia Oriental en el uso de los
alimentos como una herramienta para mejorar el bienestar y la salud de las personas,
contribuirá positivamente a acrecentar el atractivo en los productos orgánicos.
El crecimiento de la demanda de los consumidores del Este de Asia de alimentos con
determinadas características especiales, requerirá de la adopción de nuevas tecnologías de
elaboración y procesamiento. Estos consumidores, tanto de los países desarrollados como
de los en desarrollo están demandando más del sistema de suministro de comidas.
Los consumidores asiáticos están preocupados por la inocuidad de los alimentos y la
demanda creciente de productos alimenticios de calidad garantizada, para lo cual demandan
una mayor trazabilidad y un etiquetado nacional. Como ejemplo, muchos consumidores
taiwaneses eligen los alimentos orgánicos a pesar de ser más caros, ya que ofrecen mayor
garantía de calidad e inocuidad; los consumidores chinos ya están demandando más
variedades de carne (algunos tipos de carne de cerdo se comercializan como bajos en grasa,
o sobre la base de cómo fueron alimentados)10; en Corea los consumidores son resistentes a
consumir productos alimenticios irradiados11.
El crecimiento de los nichos de mercados de productos alimenticios en el Este de Asia
aumentará la necesidad de contar con transporte especializado y requerirá, tanto de los
transportistas como de los productores, que amplíen su capacidad de almacenamiento y
distribución. Es debido a esta necesidad que es de prever, para el 2040, que Asia Oriental
desarrolle un avanzado e innovador sistema de logística intermodal para monitorear y
transportar los nuevos productos especializados, satisfaciendo así la demanda de los
10 China puede ser un buen mercado para testear nuevos productos alimenticios. Los consumidores chinos se sienten atraídos por los alimentos nuevos y, como este mercado está desarrollándose, podría ser un área importante para una temprana comercialización de nuevos productos de alimentos especiales en Asia Oriental. Los alimentos funcionales que ofrecen beneficios nutricionales o beneficios percibidos como saludables, pueden estar en mejor posición para captar el interés de los consumidores chinos. 11 La irradiación de alimentos, a veces llamada pasteurización fría, es un tratamiento que puede darse a ciertos alimentos mediante radiaciones ionizantes, generalmente electrones de alta energía u ondas electromagnéticas (radiación X o gamma). El proceso involucra exponer los alimentos a cantidades controladas de esa radiación para lograr ciertos objetivos. Suele utilizarse el proceso para prevenir la reproducción de los microorganismos como las bacterias u hongos que causan el deterioro de los alimentos, cambiando su estructura molecular y evitando su proliferación o algunas enfermedades producidas por bacterias patógenas.
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consumidores por alimentos diferenciados y de nicho. Asia Oriental está desarrollando su
propio sistema de distribución.
El sistema alimentario mundial de comercio fue construido para manejar los commodities y
no productos de nicho. Este sistema tradicional refleja las preferencias de Occidente. Sin
embargo, Asia Oriental está evolucionando de manera diferente respecto de Occidente, en
particular hacia sistemas alimentarios con una mayor trazabilidad.
Pero también los commodities ofrecen sus oportunidades en el campo de la “nichificación”.
La diversificación de la oferta de “granos especiales” (como por ejemplo el maíz colorado no
transgénico, el maíz de alto contenido de aceite; el cartano alto oleico, el sorgo de bajo
tanino, la cebada cervecera, la malta, el trigo candeal, la colza‐canola, etc.) ofrecen nuevas
oportunidades para el desarrollo de marcas para este tipo de productos. Los granos
especiales con marca pueden ayudar a garantizar la confianza y la calidad de los
compradores de Asia Oriental, mientras la región desarrolla procesos sólidos de trazabilidad
que garanticen calidad. La proliferación de los granos especiales fragmentará los mercados
de los commodities, reduciendo el número de proveedores y compradores para una
variedad de granos determinados. Estos mercados más pequeños, probablemente tendrán
un mayor grado de volatilidad de precios, y puede requerir nuevos instrumentos de
cobertura para el control de riesgos financieros.
Los procesadores de alimentos que utilizan granos especiales deberán enfrentarse a un
mayor riesgo por interrupciones en la cadena de suministro debido a desastres naturales y
climáticos, o a la inestabilidad económica y/o por conflictos políticos. Ante esta posibilidad
de mayores riesgos, pueden optar por diversificar sus redes de suministro o aumentar sus
stocks.
8. Las implicancias futuras de estas 6 perspectivas
A continuación se presenta una gráfica con las implicancias de cada una de las seis
perspectivas analizadas precedentemente.
1. Biociencia 2. Demanda china 3. Confianza 4. Dieta High‐Tech 5. Alimentos=Servicio 6. Nichificación
Implicancias a Futuro
El trabajo en la biociencia global reflejara necesidades y prioridades de AO. Oportunidad para atender necesidades de AO: rendimiento, nutrición, adaptación al clima, seguridad, etc. China se ubica hacia el liderazgo en muchas áreas de la biociencia. China será un fuerte competidor pero a su vez ofrecerá oportunidades para invertir. Japón deberá incrementar su nivel de esfuerzo en Biotecnología si quiere ser relevante en el sector.
La creciente participación de China en el comercio mundial la volverán clave para fijar los precios. La agricultura de AO podría impactar más allá de Asia. Ser socio de China será estratégico por su desarrollo en infraestructura en alimento y agricultura. EE.UU., Japón y otros tendrán que hacer de contrapeso al poderío chino (Acuerdo TPP). Los mercados agrícolas mundiales se transformarán definitivamente en “verde” cuando China se vuelva “verde”.
La mayor confianza es clave para conectar los mercados de AO. Productos confiables pueden exigir un mayor precio. La trazabilidad dará mayor valor agregado y generara más confianza en el consumidor. Mejor y mayor oferta de tecnología y conocimiento para verificar la información que los consumidores desean de los bienes. Se construirán, mantendrán y preservarán las marcas regionales y nacionales. Los consumidores de AO darán por garantizada la calidad.
AO, y especialmente China serán líderes en las ciencias sobre la alimentación funcional. AO será un importante mercado para alimentos destinados a poblaciones genéticamente homogéneas. La dieta tradicional high‐tech se propagará desde AO al resto del mundo. Los productores de commodities utilizados para la dieta tradicional high‐tech apoyaran esta tendencia mediante cultivos que generen beneficios para la salud.
Restaurantes, minoristas yotros puntos de venta serán la interfaz primaria entre los consumidores y el sistema alimentario. Productores/procesadores de alimentos se centrarán en los servicios de alimentos y tendrán una conexión menos directa con los consumidores. Competencia feroz para abastecer mercados diferenciados. La distribución y logística serán más complejas. Proliferarán nuevas tecnologías para producir, preservar, embalar, testear y preparar alimentos. China, con mano de obra barata, será la cocina de Japón y le exportará comida pre‐preparada.
Desarrollar marcas de alta especificación que reflejen las percepciones de calidad de los consumidores asiáticos. Desarrollo, producción y comercialización de alimentos e ingredientes con alto valor agregado. Establecer relaciones con nuevos procesadores de alimentos de países emergentes de AO para desarrollar categorías específicas de alimentos. Promover la especificidad de granos destinados a piensos para comercializar productos cárnicos para nichos. Desarrollo de nuevos cultivos de mayor valor.
Las 6 perspectivas de la alimentación futura en Asia Oriental (AO)
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9. Proyecciones para el 2040
El U.S. Grains Council realizó una serie de proyecciones respecto de la demanda futura (2040) de un conjunto de productos alimenticios y para un conjunto de países y/o regiones. Las variables clave que se tomaron en cuenta para la elaboración de dichas proyecciones fueron, entre otras, el poder adquisitivo, la distribución de la edad, el crecimiento en el tamaño de la clase media, etc.. Las estimaciones de Naciones Unidas sobre la población mundial indican que para el 2040 se alcanzará los 9.100 millones de personas y que el PBI per cápita medido en paridad de poder de compra pasará de USD 9.727 en 2010 a USD 24.697 en 2040. El aumento de la prosperidad, combinado con un continuo crecimiento poblacional, son indicadores de que la dieta promedio mundial experimentará un cambio significativo, habrá un mayor consumo de carne, de productos lácteos, de frutas y verduras, de aceites vegetales y de azúcares, entre otros. Paralelamente, estos cambios también son un indicador de que se consumirían menos alimentos derivados de los cereales, tanto en términos absolutos como de manera per cápita. Para este trabajo, se tomaron algunos productos de interés para Argentina. A continuación, se presentan las proyecciones gráficas para el 2040 de la evolución del consumo de las carnes, lácteos, pescados y mariscos, aceites vegetales y de los cereales, tomando como escenario base el consumo de 1980 y analizando a cuanto creció en 2010 y a cuanto crecerá en 2040. 9.1. Carnes Dentro de las carnes se incluyeron la carne aviar, bovina, porcina, caprina y la carne de cordero. Las proyecciones muestran que el consumo de carne seguirá aumentando en Asia Oriental, principalmente en China, así como en el resto del mundo, los cuales experimentarán un poco más de crecimiento para el 2040. El incremento de la demanda de carne en los próximos 25/30 años será mejor que en los pasados 30. A pesar de que la tasa de crecimiento del consumo de carne está disminuyendo, el volumen total demandado de carne se espera que aumente para el 2040 en 201 millones de toneladas respecto de las 164 millones de toneladas que se incrementó en los últimos 30 años. El principal factor de este cambio radica en el aumento de los ingresos medios y en la participación en una mayor clase media, especialmente en China, aunque para el caso de China a un ritmo más lento que en el pasado. El fenómeno chino comenzó hace unas décadas con un exitoso proceso de industrialización que permitió que este país dejara de ser una de las economías mas pobres en términos de ingreso per cápita. Si bien el consumo de carne en China y en Asia en general sigue siendo muy importante, se proyecta que se desacelerará en los próximos 30 años respecto a los 30 anteriores.
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Un efecto desfavorable sobre el volumen –aunque no sobre el valor‐ será el envejecimiento de una gran proporción de la población asiática, particularmente de China y de Japón, las cuales al dejar de trabajar consumirán menos calorías y proteínas.
Fuente: U.S Grains Council Actualmente, el consumo per cápita de carne en China ya es más alto que en Japón y que en Corea, y las tendencias históricas indican que en los mayores grupos poblacionales está cerca de su punto de saturación. Respecto a otras regiones del globo, se estima que el crecimiento previsto para los productos cárnicos en Medio Oriente, África del Norte y otras partes de África sea importante. También se espera un fuerte consumo de carne más allá de Asia Oriental. Brasil, el resto de América del Sur y Estados Unidos representan más de un 25% del crecimiento del consumo de carne fuera de Asia Oriental, explicando principalmente por el aumento de la población en edad de trabajar, el crecimiento de sus ingresos y las preferencias pre‐existentes en cuanto al consumo de carne. A nivel mundial en general, el crecimiento global del consumo de carne continuará, pero será impulsado por la creciente prosperidad y el crecimiento de la población en edad laboral. 9.2. Productos Lácteos Es de prever un crecimiento significativo del consumo de productos lácteos en Asia, dado especialmente por el crecimiento del ingreso y de su población. El consumo de lácteos es
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más sensible al incremento del poder adquisitivo pero menos sensible al envejecimiento de la población que otros productos alimenticios. El incremento de los productos lácteos en China será dramático en los próximos 25/30 años. El consumo de lácteos en este país aumenta de forma más directa con el nivel de ingresos, probablemente debido a los componentes de los productos lácteos, como la leche en polvo descremada, que es insumo de muchos alimentos preparados o procesados. Paralelamente, es de esperar que ese incremento en el consumo de productos lácteos favorezca el crecimiento del mercado de la lechería alimentada en base a granos, tanto en Asia como en otras partes del mundo.
Fuente: US Grains Council
Actualmente, el consumo de productos lácteos per cápita en Asia Oriental es bastante bajo, por lo que el crecimiento esperado en el consumo de productos lácteos en Asia refleja tanto los modestos aumentos en el ingreso real y el número de personas que han mejorado su estándar de vida desplazándose a la clase media. A pesar de que el consumo per cápita de productos lácteos en Asia se mantenga relativamente bajo en comparación con otras regiones del mundo, el gran número de asiáticos que incrementarán de forma modesta sus consumos de lácteos aumentarán de manera significativa el consumo de productos lácteos a nivel mundial.
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9.3. Pescados y Mariscos El pescado es una fuente de proteína muy importante en Asia, y se prevé que siga creciendo en el futuro. Sin embargo, como la captura sigue disminuyendo, la región será cada vez más dependiente de la acuicultura.
Fuente: US Grains Council Al igual que el consumo de carne, el consumo de pescado y mariscos ha crecido de forma espectacular en los últimos 30 años. Sin embargo, el ritmo de esta tendencia se reducirá de aquí a 2040 y el papel de los peces criados en granjas aumentará en respuesta al aumento de los precios de la captura. Como resultado, en 2040 aproximadamente el 60% del pescado que se consume en todo el mundo provendrá del cultivo de peces. Esto proporcionará un nuevo mercado para la harina vegetal y otros productos que pueden ser sustitutos de la harina de pescado, así como para el aceite proveniente de la acuicultura. Cabe aclarar que los pescados y mariscos, sin embargo, son uno de los alimentos más eficientes en cuanto a proteínas, más aún que el ganado, porque los peces requieren menos energía por ración de alimento, debido a su capacidad para permanecer en suspensión en el agua en lugar de gastar la energía que necesita la ganadería. Como resultado, la piscicultura requiere una alimentación generalmente con menos proteínas (como la harina de soja) por kilogramo de salida respecto de las proteínas que necesita la producción de ganado. Por lo tanto, cualquier expansión o crecimiento de la producción de peces de granja en las dietas
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asiáticas ‐en la medida en que desplaza el consumo de carne‐ tenderá a aliviar la presión sobre la producción de cultivos para alimentación. 9.4. Aceites Vegetales Las semillas oleaginosas, que aportan las proteínas necesarias para las raciones del ganado y, que participan en una mayor proporción de la alimentación para la acuicultura, impulsará el aumento en la demanda de alimentos de Asia en los próximos 25/30 años (por ejemplo, a través de una mayor productividad o área), mientras que la demanda de granos de cereales utilizados para la alimentación se reducirá.
Fuente: US Grains Council Tanto para Asia como para el resto del mundo se proyecta un incremento significativo del consumo de grasas y aceites, incluyendo un aumento de hasta el 10% en el consumo de biocombustibles. Esta tendencia se debe principalmente al aumento de los ingresos, ya que eleva el consumo de alimentos preparados, en el que las grasas y los aceites son ingredientes comunes. Dado que los consumidores asiáticos aumentarán su dependencia de los alimentos preparados, en lugar de los cocinados en el hogar, es de prever que el mercado de aceites vegetales, en particular, crezca de aquí al 2040. Esta tendencia ascendente del consumo se dará de una manera muy veloz, ya que el consumo de aceites vegetales se espera que crezca casi dos veces más rápido ‐en 93 millones de toneladas‐ durante los próximos 30 años, respecto a lo que creció entre 1980 y 2010. China, India y África representarán la mayor parte de este crecimiento durante el
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período, una vez más impulsado por el crecimiento del ingreso y la migración económica a la clase media, basados en los cambios de estilo de vida y en las preferencias alimentarias. 9.5. Cereales Alimentarios Los granos o cereales alimentarios, que incluyen el arroz, el 81% de trigo y aproximadamente el 40% de granos gruesos (soja, maíz, girasol, sorgo, avena, centeno, etc.) representan la mayor parte de la superficie cultivada del mundo actualmente. En 2010, se estima que se produjeron 1.461 millones de toneladas de granos para alimentación humana, casi un 50% mas que la producción de granos forrajeros, que alcanzaron los 744 millones de toneladas en todo el mundo.
Fuente: US Grains Council Los volúmenes de producción de cereales y granos alimenticios han cambiado ligeramente con el tiempo. En los años ’70 representaron el 70% de la producción mundial de cereal, en la última década cerca del 80%, y actualmente la tendencia es a la baja, ubicándose nuevamente cerca del 70%. Respecto al consumo de cereales, se prevé que aumente en los próximos 30 años, pero en general se verá limitado por la disponibilidad de tierra. Existe una relación inversa o negativa entre el consumo de cereales y granos alimenticios respecto al nivel de ingreso y la migración social a la clase media, ya que una proporción significativa de la dieta de la clase media se compone de carnes, grasas, lácteos y pan, que generalmente desplazan al arroz y a los demás cereales. Sin embargo, el crecimiento de la población de 2,1 millones de personas de aquí al 2040 seguirá aumentando la necesidad de energía suministrada por los nutrientes de los granos alimenticios.
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10. Temas claves a monitorear
Vistas las proyecciones del U.S. Grains Council respecto del consumo de algunos alimentos clave para los próximos 25/30 años, tanto en la región de Asia Oriental como en el mundo, surgen algunas preguntas claves que debemos hacernos: ¿Podrá el sistema de producción mundial satisfacer estos incrementos en los consumos?, ¿será capaz de proporcionar las cantidades suficientes y los tipos de alimentos necesarios (a nivel salud por ejemplo) para una mayor población?, la cual incrementará su poder adquisitivo, se moverá hacia la clase media y mayoritariamente será urbanizada. Paralelamente, las presiones y los conflictos entre los usos agrícolas y los aspectos ambientales de la tierra, probablemente aumentarán, ¿cómo se administrarán estos conflictos?, ¿qué intereses prevalecerán? Si la inversión en tecnología e infraestructura no es incrementada, o incluso no se mantiene a los nivela actuales, y el promedio de rendimiento de los cultivos y el ganado en todo el mundo se estanca, las necesidades de tierra para apoyar a las cantidades adicionales de alimentos exigidas durante las tres próximas décadas se incrementará en alrededor de 270 millones de hectáreas. Se estima entonces que la cantidad de tierras de cultivo necesario para la alimentación aumentará significativamente de aquí al 2030, luego se estabilizará para el 2040 –siempre y cuando se logre de manera conjunta un incremento en la productividad y un menor crecimiento en el consumo de los cereales alimenticios–. Sin los necesarios aumentos de productividad, el aumento de los precios, tanto de los commodities alimenticios como de las tierras agrícola‐ganaderas, afectará negativamente la demanda de alimentos y, en consecuencia, también el número de integrantes que se diseccionarían a la nueva clase media en los países en desarrollo. Esto implica que este tipo de tierras pueden ser una potencial e importante limitante en el desarrollo económico de la región:
* Sin una inversión suficiente y un progreso en la productividad agrícola de la región, es de esperar un continuo aumento en el valor de las tierras agrícolas;
* Con un crecimiento suficiente de la productividad agrícola, o con menores niveles de desarrollo económico en general, se puede esperar un crecimiento moderado, en términos reales, de los precios de las tierras agrícolas. Por lo tanto, la tierra ya es un factor limitado y en deterioro. Visiblemente existe una brecha entre la productividad actual y las limitaciones en el uso del suelo así como en las necesidades futuras de alimentos. Esta brecha comenzara a sentirse en las próximas décadas. Sin embargo, las mejoras genéticas, el desarrollo de la biotecnología y una mayor I+D en la agricultura no han avanzado accidentalmente. La infraestructura, especialmente en el transporte, también es un factor clave para achicar la brecha. Todos estos avances y el crecimiento que el mundo ha experimentado en la productividad agrícola desde los años ‘50 muestran que, en un período relativamente corto, se han podido lograr resultados asombrosos y nos orienta respecto de las presiones a la que
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se someterá la inversión, tanto pública como privada, para mantener elevada la productividad agrícola en el futuro. Para un mundo más próspero y más poblado será importante identificar, de manera específica, los tipos y las clases de alimentos que ese mundo demandará para el 2040. Por ejemplo, las cantidades adicionales de carne proyectadas que cada vez más demandarán los consumidores de la nueva clase media requerirán incrementos adicionales de insumos para los cultivos para piensos y de aquellos correspondientes al uso de la tierra. Como se dijo, el imprescindible proceso de urbanización que se dará en esta subregión esta íntimamente ligado al cambio de dieta de la población y tendrá efectos en su consumo de alimentos. Las ciudades actuales tienen enormes déficit de planificación, control de polución y sustentabilidad, por lo que será importante determinar el tipo de urbanización necesaria para una mayor población de mayores ingresos y nuevas demandas. En resumen, uno de los aspectos centrales que el informe analizado enfatiza es acerca de la necesidad de contar con programas de ciencia, tecnología e innovación, tanto de procesos, como de productos y de gestión. El escenario futuro de esta mega tendencia requerirá de un incremento sustancial de inversiones para dar origen o profundizar programas integrados de innovación en una serie de sectores clave, donde el fortalecimiento de la estructura científico / tecnológica va a jugar un papel destacado.