el frigorÍfico inglÉs "hardwicke grange", primer barco de la houlder que viene

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FAGINA CUATRO S L 9 I A Fiemes, £1 cíe mayo de LA ISLA y ¡ los barcos ¡ •oiinuimiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiil - * ** .áttÉSí jflfev JfSBSk. En la época del carbón, los vapores de la naviera eran aqní conocidos son los sobrenombres de «CRISTOS» y «BLANCAS» En 1890, el «HORNBY GRANGE» -luego «AGUSTINA FORNÉR» bajo bandera española- inauguró el servicio a Buenos Aires, vía nuestro puerto adquirió sus primeros «motor ships», la HouEder las escalas regulares en Tenerife El pasado día 18, cuando,— como siempre—el puerto de Santa Cruz lucía pintado de barcos, en el Muelle Sur atra- la motonave británica "Ha^dwicke Grange" que, con un cargamento de carne con- gelada, llegaba de puertos su dameri c anos. Sobre su estampa marinera —moderna y gallarda—lucía la chimenea en que s como en ios años del Santa Cruz puer- to carbonero, campaba Ja blanca cruz de Malta, distinti- vo entonces, como ahora, de la vieja Houlder Brothers, la na- viera londinense tan ligada en otros tiempos al desarrollo portuario de nuestra ciudad. Con su moderna proa lan- zada v popa de crucero, el ^BardEwicke Grange" trajo evocaciones de tiempos que ya no son t de tiempos en que— fondeados a la gira—los barcos de la naviera carboneaban "a la burra" y, al mismo tiempo, tomaban a su bordo carga- mentos de "huacales" que, en amplías cubertadas sobre los pozos, seguían en ellos viaje a Londres o Liverpool. La chimenea del "Hardwic- ke Grange" se adornaba con el leve respirar de los dieseis, 0<iie no empenachada y ador- nada con el blanco pañuelo que los "mambrús" dejaban escapar con suave silbido mientras, sobre la blanca su- perestructura—aquella remata- tada por lo s pescantes de "cuello de ganso"—se posaba el negro, impalpable polvillo del carbón, el "best Cardif" que, desde las gabarras, pasa- ba a los "coal side bunkers". Pero, repetimos, en la chi- menea—moderna y con caida leve y elegante—lucía la mis- ma blanca cruz que, durante muchos, muchos años, fue pre- sencia constante y regular en las aguas de este nuestro vie- fue fletada por el joven Ed- win Savory que, por aquella fecha, había dejado su empleo en la firma naviera lonides Sgouta and Company y, por su cuenta, se había establecido como "ship and Insurance bro • ker" en el 6 St. Benet's Place, de la londinense Gracechurch Street Y así, modestamente, co- menzó sus actividades la na- viera que, con 122 años de historia y recuerdos, hoy ocu- pa un destacado lugar entra las que lucen a popa el "Red Duster". Fueron primero barcas fle- tados, barcos de vela que, to- dos, llevaban tras sí la fama de sus rápidas singladuras y también, la de sus magníficas entregas de la carga a ellos confiada. Eran "windjammers" que, en aquella época de la emigración a Australia y Nut 1 - va Zelanda, llevaban "second class passengers" y, en ios viajes de vuelta, recalaban poi puertos de la India para com- pletar la carga. Hoy aún se encuentran sus nombres en el libro grande de la historia de la navegación- "Isles of the South", "Crest of the Wave", "Golden Horn' "Golden Sunset", etc.—y que, poco a poco, pero con ejem- plar constancia, extendieron sus terminales a todos los puntos del globo. De los desolados fondeaderos del salitre chile- no a Calcuta, de Ciudad del Cabo y Algoa Bay a Hong Kong, los "clippers" de Houl- der eran conocidos y siempre distinguidos pues, junto a sus nombres, la Prensa náutica añadía al anunciar sus llega- das o salidas el "newly cop- pered", garantía para aquellos barcos de madera tripulados ¡por nombres de hierro. En 1856, Alfred Houlder se unió a su hermano y, desde Por Juan Antonio PADRÓN ALBORNOZ La motonave inglesa "Hardwicke Grange", de la Houlder Brothers, que el pasado día 18 recaló por Santa Cruz. muchos los que así los cono- cen, por los "cristos". Y, desde entonces, "cristos" fueron todos los nuevos vapo- res que la Houlder, en plena y floreciente etapa de expan- sión, construyó para su línea sudamericana. Para mejor atender el servi- cio—que tan prometedor se ofrecía—se adquirió el vapor "Florence" que, con el nuevo nombre de "Elstree Grange", se incorp-oró a la línea regular, línea que, en aguas del Plata, estaba respaldada por los ció y, al mismo tiempo, los otros hicieron viajes a puntos que, por entonces, apenas dis- ponían de medios para la car- ga y descarga. Y fue así como el "Urmston Grange" tomó a su bordo un importante car- gamento de carne en las pla- yas de Puerto Delgado, en el Estrecho de Magallanes, ope- ración que realizó abarloado a' pontón "Oneida". Poi f su paitr el "Hornby Grange" recaló en una de las playas de las i¿s-.as Falkland donde, con sus pro- pios botes salvavidas, procedió •mo, no era menor el incre- mento que experimentaba ei que se hacía con el Plata y, ya en 1904, se contrató el trans- porte de carne desde África del Sur, si bien en esta oca- sión se trabajó en íntima co- operación con otras navieras, una de ellas la aquí tan cono- cida Bucknail Line. Durante la guerra ruso-ia- ponesa, los "Everton Grange" y "Ovingdean Grange" dejaron de hacer escalas en Santa Cruz y, fletado por log japoneses el primero-—se le destinó al de nueva construcción y pro- ductos de tres diferentes asti-' Ileros. En 1911, la Furness adqui- rió un importante paquete de acciones y, como lógica conse- cuencia, se reorganizó el con- sejo de administración de ia Houlder y ,también, el de la sh Transport Company. Fue entonces cuando la Houlder Brothers—que 10 perdió en identidad dentro del grupo Furness Withy—creó la British and Argentin-e Stea.m Navigation Company Ltd., na- viera que, asociada, con sus unidades mantendría el servi- cio sudamericano en conexión con la Houlder, que, al fin y al cabo, era la que financiaba el proyecto y, por tanto, los frigoríficos de la nueva em- presa llevarían su s colores y contraseña. Pendiente de la terminación de. los tres frigoríficos cuya construcción se había ordena- do, la British and Argentine Steam Navigation Co, Ltd. ad- quirió el vapor "Chases! de" a la Argentine Ca«rgo Line. Era éste de 5,681 toneladas y, bo- tado en 1906 en los astilleros de la Sir J. Laing and Sons, de Sunderland, fue transpor- mado en frigorífico y, con nuevo nombre de "La Blanca", se incorporó al servicio a Bue- nos Aires, servicio en el que, tanto a la ida como a la vuel- ta, hacía escala en Santa Cruz de Tenerife. Hasta entonces, y»a lo indica- mos, los barcos de la Houlder Esto hizo que la Houlder se ¿¿U-resase* más y más por sus líneas con América del Sur— en especial con Montevideo y Buenos Aires—y, tras asociar- se con la Geo. V. Turnbull, de Glasgow, adquirieron el con- trol de la J, A. Webster and Co. Ltd. Paralelamente a esta expan- sión de su flota-—estaban en construcción varios del tipo "Grange" y, además, "El Cor- dobés".-—se firmó contrato con la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, de Buenos Aires, que montaba entonces sus factorías y frigoríficos en Puerto Bories, en la angostura de Ultima Esperanza, Sur de Patagonia. Este contrato trajo apareja- do el trabajo de balizar debi- damente toda una serie de ca- nales difíciles—especialmente el denominado Kirk Narrows —trabajo encomendado al ca- pitán Me Camley y, ya en su primer viaje, el flamante "El Córdobas" allí cargó para, vía Buenos Aires y nuestro puer- to, dirigirse a Lisboa, Londres v Anaberes. La primera guerra mundial El nuevo "meat carrier" era una segunda edición, corregi- da y aumentada, de los "La Rosarina" y, entregado por la Palmers en 1913, alcanzaba media de 15 nudos y, además de acomodación para 15 pasa- jeros en primera y 400 emi- grantes, en sus bodegas ten^ capacidad para el transporte de 400,000 pies cúbicos de carne u otros productos pere- cederos. Cuando comenzó en 1014 el ronco trueno del cañón de la guerra, en respuesta al llama- miento hecho por el entonces Primer Lord del Almirantazgo. Mr. Winston Churchill, la Houlder se apresuró a artillar sus barcos y, pocos días mas tarde, el "La Correntina" se hizo a la mar con una pieza de 76 milímetros instalada en la toldilla. que, bajo sus colores, lo^ ern* plearon en aguas d-el Báltico hasta que, en 1918, fue devuel* to a sus armadores. El ya veterano ^rmston Grange" fue adquirido por el Almirantazgo y, cargado de piedras y cemento, fue hundi- do obstruyendo una de las en- tradas a Scapa Flow. Días más tarde, el "Lyntqn Grange" fue detenido en aguas del Atlán- tico por el crucero "Dresden" y, tras comprobar no llevaba carga considerada contrabando —era la etapa primera de la guerra y esto se llevaba en- tonces cumplidamente—se le dejó en libertad horas más larde. No ocurrió así con el "La Correntona" que, apresado por el crucero auxiliar "Kron- prins Wilhelm" a unas 270 mi- llas de la costa brasileña, fue hundido después de poner a

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos", 1971/05/21

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Page 1: EL FRIGORÍFICO INGLÉS "HARDWICKE GRANGE", PRIMER BARCO DE LA HOULDER QUE VIENE

FAGINA CUATRO S L 9 I A Fiemes, £1 cíe mayo de

LA ISLA y ¡los barcos ¡

•oiinuimiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiil- * • ** .áttÉSí jflfev JfSBSk.

En la época del carbón, los vapores de la naviera eran aqní conocidos son los sobrenombres de «CRISTOS» y «BLANCAS»En 1890, el «HORNBY GRANGE» -luego «AGUSTINA FORNÉR» bajo banderaespañola- inauguró el servicio a Buenos Aires, vía nuestro puerto

adquirió sus primeros «motor ships», la HouEder las escalas regulares en TenerifeEl pasado día 18, cuando,—

como siempre—el puerto deSanta Cruz lucía pintado debarcos, en el Muelle Sur atra-có la motonave británica"Ha^dwicke Grange" que, conun cargamento de carne con-gelada, llegaba de puertossu dameri c anos.

Sobre su estampa marinera—moderna y gallarda—lucíala chimenea en ques como enios años del Santa Cruz puer-to carbonero, campaba Jablanca cruz de Malta, distinti-vo entonces, como ahora, de lavieja Houlder Brothers, la na-viera londinense tan ligada enotros tiempos al desarrolloportuario de nuestra ciudad.

Con su moderna proa lan-zada v popa de crucero, el^BardEwicke Grange" trajoevocaciones de tiempos que yano sont de tiempos en que—fondeados a la gira—los barcosde la naviera carboneaban "ala burra" y, al mismo tiempo,tomaban a su bordo carga-mentos de "huacales" que, enamplías cubertadas sobre lospozos, seguían en ellos viajea Londres o Liverpool.

La chimenea del "Hardwic-ke Grange" se adornaba con elleve respirar de los dieseis,0<iie no empenachada y ador-nada con el blanco pañueloque los "mambrús" dejabanescapar con suave silbidomientras, sobre la blanca su-perestructura—aquella remata-tada por los pescantes de"cuello de ganso"—se posabael negro, impalpable polvillodel carbón, el "best Cardif"que, desde las gabarras, pasa-ba a los "coal side bunkers".

Pero, repetimos, en la chi-menea—moderna y con caidaleve y elegante—lucía la mis-ma blanca cruz que, durantemuchos, muchos años, fue pre-sencia constante y regular enlas aguas de este nuestro vie-

fue fletada por el joven Ed-win Savory que, por aquellafecha, había dejado su empleoen la firma naviera lonidesSgouta and Company y, por sucuenta, se había establecidocomo "ship and Insurance bro •ker" en el 6 St. Benet's Place,de la londinense GracechurchStreet

Y así, modestamente, co-menzó sus actividades la na-viera que, con 122 años dehistoria y recuerdos, hoy ocu-pa un destacado lugar entralas que lucen a popa el "RedDuster".

Fueron primero barcas fle-tados, barcos de vela que, to-dos, llevaban tras sí la fama desus rápidas singladuras ytambién, la de sus magníficasentregas de la carga a ellosconfiada. Eran "windjammers"que, en aquella época de laemigración a Australia y Nut1-va Zelanda, llevaban "secondclass passengers" y, en iosviajes de vuelta, recalaban poipuertos de la India para com-pletar la carga.

Hoy aún se encuentran susnombres en el libro grande dela historia de la navegación-"Isles of the South", "Crest ofthe Wave", "Golden Horn'"Golden Sunset", etc.—y que,poco a poco, pero con ejem-plar constancia, extendieron susterminales a todos los puntosdel globo. De los desoladosfondeaderos del salitre chile-no a Calcuta, de Ciudad delCabo y Algoa Bay a HongKong, los "clippers" de Houl-der eran conocidos y siempredistinguidos pues, junto a susnombres, la Prensa náuticaañadía al anunciar sus llega-das o salidas el "newly cop-pered", garantía para aquellosbarcos de madera tripulados¡por nombres de hierro.

En 1856, Alfred Houlder seunió a su hermano y, desde

Por Juan Antonio PADRÓN ALBORNOZ

La motonave inglesa "Hardwicke Grange", de la Houlder Brothers, que el pasado día 18recaló por Santa Cruz.

muchos los que así los cono-cen, por los "cristos".

Y, desde entonces, "cristos"fueron todos los nuevos vapo-res que la Houlder, en plena yfloreciente etapa de expan-sión, construyó para su líneasudamericana.

Para mejor atender el servi-cio—que tan prometedor seofrecía—se adquirió el vapor"Florence" que, con el nuevonombre de "Elstree Grange",se incorp-oró a la línea regular,línea que, en aguas del Plata,estaba respaldada por los

ció y, al mismo tiempo, losotros hicieron viajes a puntosque, por entonces, apenas dis-ponían de medios para la car-ga y descarga. Y fue así comoel "Urmston Grange" tomó asu bordo un importante car-gamento de carne en las pla-yas de Puerto Delgado, en elEstrecho de Magallanes, ope-ración que realizó abarloado a'pontón "Oneida". Poif su paitrel "Hornby Grange" recaló enuna de las playas de las i¿s-.asFalkland donde, con sus pro-pios botes salvavidas, procedió

•mo, no era menor el incre-mento que experimentaba eique se hacía con el Plata y, yaen 1904, se contrató el trans-porte de carne desde Áfricadel Sur, si bien en esta oca-sión se trabajó en íntima co-operación con otras navieras,una de ellas la aquí tan cono-cida Bucknail Line.

Durante la guerra ruso-ia-ponesa, los "Everton Grange"y "Ovingdean Grange" dejaronde hacer escalas en Santa Cruzy, fletado por log japoneses elprimero-—se le destinó al

de nueva construcción y pro-ductos de tres diferentes asti- 'Ileros.

En 1911, la Furness adqui-rió un importante paquete deacciones y, como lógica conse-cuencia, se reorganizó el con-sejo de administración de iaHoulder y ,también, el de la

sh Transport Company.Fue entonces cuando la

Houlder Brothers—que 10perdió en identidad dentro delgrupo Furness Withy—creó laBritish and Argentin-e Stea.mNavigation Company Ltd., na-viera que, asociada, con susunidades mantendría el servi-cio sudamericano en conexióncon la Houlder, que, al fin yal cabo, era la que financiabael proyecto y, por tanto, losfrigoríficos de la nueva em-presa llevarían sus colores ycontraseña.

Pendiente de la terminaciónde. los tres frigoríficos cuyaconstrucción se había ordena-do, la British and ArgentineSteam Navigation Co, Ltd. ad-quirió el vapor "Chases! de" ala Argentine Ca«rgo Line. Eraéste de 5,681 toneladas y, bo-tado en 1906 en los astillerosde la Sir J. Laing and Sons,de Sunderland, fue transpor-mado en frigorífico y, con eínuevo nombre de "La Blanca",se incorporó al servicio a Bue-nos Aires, servicio en el que,tanto a la ida como a la vuel-ta, hacía escala en Santa Cruzde Tenerife.

Hasta entonces, y»a lo indica-mos, los barcos de la Houlder

Esto hizo que la Houlder se¿¿U-resase* más y más por sus

líneas con América del Sur—en especial con Montevideo yBuenos Aires—y, tras asociar-se con la Geo. V. Turnbull, deGlasgow, adquirieron el con-trol de la J, A. Webster andCo. Ltd.

Paralelamente a esta expan-sión de su flota-—estaban enconstrucción varios del tipo"Grange" y, además, "El Cor-dobés".-—se firmó contrato conla Sociedad Explotadora deTierra del Fuego, de BuenosAires, que montaba entonces

sus factorías y frigoríficos enPuerto Bories, en la angosturade Ultima Esperanza, Sur dePatagonia.

Este contrato trajo apareja-do el trabajo de balizar debi-damente toda una serie de ca-nales difíciles—especialmenteel denominado Kirk Narrows—trabajo encomendado al ca-pitán Me Camley y, ya en suprimer viaje, el flamante "ElCórdobas" allí cargó para, víaBuenos Aires y nuestro puer-to, dirigirse a Lisboa, Londresv Anaberes.

La primera guerra mundialEl nuevo "meat carrier" era

una segunda edición, corregi-da y aumentada, de los "LaRosarina" y, entregado por laPalmers en 1913, alcanzabamedia de 15 nudos y, ademásde acomodación para 15 pasa-jeros en primera y 400 emi-grantes, en sus bodegas ten^capacidad para el transportede 400,000 pies cúbicos decarne u otros productos pere-cederos.

Cuando comenzó en 1014 elronco trueno del cañón de laguerra, en respuesta al llama-miento hecho por el entoncesPrimer Lord del Almirantazgo.Mr. Winston Churchill, laHoulder se apresuró a artillarsus barcos y, pocos días mastarde, el "La Correntina" sehizo a la mar con una pieza de76 milímetros instalada en latoldilla.

que, bajo sus colores, lo^ ern*plearon en aguas d-el Bálticohasta que, en 1918, fue devuel*to a sus armadores.

El ya veterano ^rmstonGrange" fue adquirido por elAlmirantazgo y, cargado depiedras y cemento, fue hundi-do obstruyendo una de las en-tradas a Scapa Flow. Días mástarde, el "Lyntqn Grange" fuedetenido en aguas del Atlán-tico por el crucero "Dresden"y, tras comprobar no llevabacarga considerada contrabando—era la etapa primera de laguerra y esto se llevaba en-tonces cumplidamente—se ledejó en libertad horas máslarde. No ocurrió así con el"La Correntona" que, apresadopor el crucero auxiliar "Kron-prins Wilhelm" a unas 270 mi-llas de la costa brasileña, fuehundido después de poner a

Page 2: EL FRIGORÍFICO INGLÉS "HARDWICKE GRANGE", PRIMER BARCO DE LA HOULDER QUE VIENE

aei caroon, ei "Dest uaraír7

que, desde las gabarras, pasa-ba a los "coal side bunkers".

Pero, repetimos, en la chi-menea—moderna y con caldaleve y elegante—lueía la mis-ma blanca cruz que, durantemuchos, muchos años, fue pre-sencia constante y regular enlas aguas de este nuestro vie-jo y querido Santa Cruz.

A tope del ni es ana, el"Hardwicke Grange" daba alviento fuerte y libre de la martinerfeña la contraseña que,por vez primera, izó la fragata"!Red Jacket" cuando, en 1849,

aer eran conocíaos y siempredistinguidos pues, j-unto a susnombres, la Prensa náuticaañadía al anunciar sus llega-das o salidas el "newly cop-pered", garantía para aquellosbarcos de madera tripuladospor hombres de hierro.

En 1856, Alfred Houlder seunió a su hermano y, desdeentonces, la razón social cam-bió a Houlder Brothers y, enañog posteriores, otros miem-bros de la familia—AugustusF. Houlder, R. E. Cayford, etc.

•figuraron en eladministración.

consejo de

Nueva etapa de progresoCon la adquisición de la

bribiarca "Queen of theNorth", en 1879, la HoulderBrotheíTS dejó de interesarse«i barcos de casco de maderay o¡>tó por log de hierro para,poco más tarde, hacerlo conlos de acero.

Dos años después, la navie-ra firmó un contrato con laRiver píate Fresh Meat Com-pany .para el transporte decarne desde Buenos Aires apuertos del Reino Unido y,para atender al nuevo tráfico,fue necesario ir al fletamientodel vapor "Meath"— de 2.403toneladas y construido por laPalmer's en 1879— ̂ que, en di-ciembre de 1883, cargó en lasfactorías de Campana y, des-pués de descargar parte de lacarne en Amberes, continuó a[Londres,

Este barco, con el **Wex-ford", también fletado, conti-maó en la línea citada hastaque, en 1890, la Houlder Bro-thers adquirió sus propios

La exportación de carneaustraliana se llevó también acabo mediante el fletamentode vapores— "Albion", "Du-medjji", "Sorrento", etc.—que, poco más tarde, fueronsustituidos por los "Hubbuck""•Delcomyn", "Warrigal", "M-u-rrumbidgee" y "WooloomoQ-loo", todos ellos de la WLund's.

En 1890, la Houlder Boro-fhers se hizo cargo de su pri-mer vapor, el "Hornby Gran-ge", botado en los astilleros dela Wigtiam, Richardson andCo., en Newcastle on Tyne. De2.355 toneladas, era barco decubierta corrida, de 9® metrosde eslora por 12 de manga, y,en sus cuatro bodegas, llevabaseis cámaras debidamenteacondicionadas para el trans-porte de carne, cámaras conuna capacidad total de 70.000pies cúbicos.

Estaba equipado con unaalternativa triple que, toman-do vapor de tres calderas es-cocesas, le daba una media, arégimen normal, de 10 nudos.En el trinquete llevaba vergaspara largar aparejo de cruz y,sobre la superestructura — es-cuálida según la moda impe-rante—se alzaban dos chime-neas que, muy juntas y ador-

nadas con "mambrús", lleva-ban la cruz de Malta, la mis-ma que, en la eontrasseña, lu-cieron los viejos veleros de lanaviera,

Vía n-uestro puerto, el

sión, construyó para su líneasudamericana.

Para mejor atender el servi-cio—que tan prometedor seofrecía—se adquirió el vapor"Florence" que, con el nuevonombre de "Elstree Grange",se incorporó a la línea regular,línea que, en aguas del Plata,estaba respaldada por los"Apa", "Asunción", "Pilcoma-yo" y "'Rio Paraguay", todosellos bajo bandera paraguayay registrados como propiedadde la Paraguayan Develop-ment Con una filial de laHoulder.

No había abandonado la na-viera el transporte de carnesdesde puertos australianos y,para ello, fundó las ProduceAgency Ltd.—-que trabajabacon la Gladstone Meat Com-pany—y la Eastern and Afri-can Cold Storage Ltd.

En 1894, la Workman, Clark

su bordo un importante car-gamento de carne en las pla-yas de Puerto Delgado, en elEstrecho de Magallanes, ope-ración que realizó abarloado a r

pontón "Qneida", Por su paiteel "Hornby Grange" recaló c-'n

sión se trabajó en íntima co-operación con otras naviera;?,una de ellas la aquí tan cono-cida Bucknall Line.

Durante la guerra ruso-ia-ponesa, ios "Everton Grange"y "Ovingdean Grange" dejaron

una de las playas de las i&^as de hac-ur escalas en Santa CruzFalkland donde, con sus pro-pios botes salvavidas, procedióal embarque del cargamentoque allí se le había preparadoy que, luego, congeló en suspropias cámaras.

Los nuevos "Royston Gran-ge"—éstos ya con acomoda-ción para pasajeros,—"BeaconGrange" y "Rippingham Gran-ge" fueron entregados en 1897y, dos años mas tarde, ya na-vegaban bajo la contraseña dela naviera diez magníficos fri-goríficos y el capital social seelevaba a 500.000 libras ester-linas.

Durante la guerra contra los

Con la falúa del ¡práctico al costado, el "Princesa" se dirige al fondeadero para,allí iniciar el carboneo.

"Hornby Grange" se hizo a lamar y, poco después, le siguióel "Ovingdean Grange", de susmismas características peroconstruido en los astilleros dela Sir Raylton Dixon and Co.,en Middlesbrough.

La llegada de estos barcos aSanta Cruz—recalaban tantoen los viajes de ida como devuelta para carbonear y re-frescar la aguada—significóuna gran novedad, no en vanoestaban entonces considerados,y con toda razón, como entrelos "largest frozen meath ca-rriers". Pero en aquel SantaCruz puerto carbonero existía,y luego se perdió, una graciaespecial para bautizar a iosbarcos que, nuevos, por aquírecalaban. Y así como los BlueFunnel se convirtieron en"bufandas" y el "Dabulaman-zi" en el "La burra mansa"—y mucho habría que escribirsobre el tema-cho de que los

el simple h«-barcos de la

Houlder Brithers llevasen enla chimenea la blanca cruz de

.Malta fue motivo para queaquí se le conociese, y aún son

and Co. Ltd., de Belfast, en-tregó el rápido "UrmstonGrange",, barco de 3.424 tone-ladas que, en 23 singladuras,cruzó de Londres a Montevi-deo en su viaje inaugural, tra-vesía ésta que, por entonces,se reputaba como "the fastestpassage recorded up to thattime from London direct".

Nuevos vapores—"LangtonGrange", "Dentón Grange",e te,-—se incorporaron al servi-

boers, la Houlder transportóremonta desde Estados Uni-dos, Canadá, Argentina y Aus-tralia y, cuando la lucha ter-minó, según datos oficiales ensus barcos habían llegado aCiudad del Cabo 11.000 caba-llos y mulos. Al mismo tiem-po llevaron material de guerray tropas—en especial desdeAustralia,— misión ésta en laque destacó el "SouthernCross".

Antes de la primera guerra mundialEn 1901, poco después de

que ingresase en la navieraMr. Maurice Charles Houlder,hijo del fundador, se entregó elnuevo "Drayton Grange"-—va-por de 6.648 toneladas, cons-truido por la Workman, Clarkand Co.—y, en el "second andmarket", se"Rapidan" e

adquirieron los"Indramayo" que

tomaron los nuevos nombresde "Haversham Grange" y"Thdrpe Grange". Estos dosvapores, muy diferentes al"Drayton Grange"—éste era

un magnífico "steamer" decuatro palos—databan de 1898y 1889 respectivametne y seles adai*5 para el serviciohasta que, poco después, en1902 y año siguiente, se entre-garon los "Oswestry Grange"y "Everton Grange", de 7.300toneladas y que, como el"Drayton Grange", rematabansus estampas marineras conlos cuatro palos que estabanentonces de moda.

Mientras el servicio conAustralia aumentaba año tras

y, fletado por los japoneses elprimero—se le destinó altransporte de remonta.-—el se-gundo lo fue por los rusos que.con material y víveres, lo em-plearon entre Vladivostock yPuerto Arturo. Terminado elconflicto, estos y otros "cargoliners" de -la Houlder Brotherstuvieron a su cargo la repa-triación de parte de las fuerzasrusas estacionadas en PuertaArturo y otros puntos de Ex-tremo Oriente.

Ya por esta épo-ca, la na-viera comenzó a vender algu-nas de las unidades que, porsu bajo rendimiento, no ofre-cían una rentable explotacióneconómica. Y así fue cómo los"Ovingdean Grange" y "Urms-ton Grange" pasaron a las S.Grooshetzky, de Vladivostock,y Siemens Brothers respecti-vamente, si bien éste últimofletado, que no vendido enfirme.

El "Haversham Grange" ~eperdió por incendio en octubrede 1906 cuando, desde Ciudaddel Cabo, se dirigía a Lon-dres, vía nuestro puerto, conun cargo de carne congeladay, tres años más tarde, tu"Langton Grange" embarrancóen North Bishop y, dos me-ses después, el "SouthernCross" corrió idéntica tristesuerte en la ría de Vigo.

Para paliar estas pérdida,?se adquirió el Guardiana'',—de la British Mariiime Tru,nLtd.—que fue rebautizado"Sutherland Grange" y, almismo tiempo, se fue a iafundación de una naviera fi-lial, la Empire TransportCompany que, en menos de anaño, ya contó con diez cargue-ros—"British Transport", "'Li-dian Transport", "ArgentineTransport", etc.—todos ellos

El "Baronesa", ya listo, comienza a virar el ancla para proseguir sus singladuras.

Brothers eran aquí conocidospor el sobrenombre de "cris-tos", debido ello a la cruz deMalta que lucían—-y aún lucen—en sus chimeneas. Pero conla primera escala del "LaBlanca" cambió un tanto taldenominación y, desde enton-ces, "blancas" o "cristos" fue-ron todos ellos.

Tras el "La Blanca" se in-corporó al servicio el "La Ro-sariná", seguido por Jos "E_Cordobés", ex "Indradevi""El Uruguayo" y "El Paragua-

Un año más tarde se incor-poraron los "La Correntína""Lynton Grange", "DenbyGrange" y "Oaklands Grange",construidos por los astillerosde las Irvine's y Northumber-land Shipbuilding Co.

En diciembre de 1911, el"Everton Grange" fue vendidoa la New Zealand Shipping Co—la propietaria de los ac4uíllamados "mamarias de cruce-ta"—<y, en 1912, la Houldervendió parte de sus interesesy flota en el servicio austra-liano a la Federal Line.

En junio se había entregadoa la naviera el "PanamáTransport", último "steamer"que la Houlder recibió en ple-na paz; ya entonces la EmpireTransport Company poseía 19cargueros, todos ellos de nue-va construcción, que resulta-ron de vital importancia parael grave problema que comen-zaba a vivir la flota mercanteque navegaba bajo el." RedDuster".

Entonces,' eristos"-

como ahora,"blancas" si

iosse

prefiere—consignaban aquí ela firma Harniltori y Compa-ñía y,, durante los primerosmeses de la guerra, si bienpintados de gris y artillados,continuaron sus escalas enSanta Cruz, escalas que luegosuprimieron cuando, ante *aamenaza de los submarinosalemanes, dejaron de navegaren solitario y se integraron eplos convoyes.

La primera pérdida de ianaviera fueTransport"

la del "Victoriaaque, mientras

Stettin, fuedescargaba enapresado por los alemanes

El "Duquesa", frente a Valleseeo, carbonea y toma cubertada de "huacales" de plátanos.

salvo a su tripulación que, enel "Sierra Córdoba", fue en-viada a Buenos Aires.

Mientras, continuaba el es-fuerzo para, en astilleros bri-tánicos, construir nuevos car-gueros y, en 1915, nueve fue-ron entregados a la Houlder ysus filiales, en especial a laBritish Empire Steam Naviga-?tion Co. Ltd., fundada en 1914bajo la dirección de Mr. F. ELHoulder.

Otros vapores cayeron en lalucha dura y silenciosa de lamar—"Natal Transport", "Bri-tish Transport", "Denby Gran-ge", etc.—y, cuando la acciónde los submarinos se hacía másy más aguda, se entregaron los"Abadesa" y "Condesa",—-denueva construcción—y se ad-quirieron los "Buteshire" y"Clutha River", rebautizados"Bollington Grange" y "Kho-desian Transport", si bien elprimero luego tomó el de "Ca-nonesa".

Cuando ya la guerra finali-zaba, los astilleros de la Si*Raylton Dixon botaron el "Ba-ronesa", gemelo de los "Du-quesa", "Marquesa" y "Prince-

j ?a" que resbalaron por lasgradas de las firmas construc-

I toras Irvine's, Hamilton y1 Stephens respectivamente. De8.979 toneladas, eran unidadesmixtas que, ya con popa decrucero—eran del tipo "kmgbridge deck"—tenían muyamplia capacidad para cargarefrigerada en sus seis bode-gas.

Estos fueron los barcos q«e,terminada la lucha,—cuandode nuevo la paz se extendíapor el mundo—volvieron aSanta Cruz que, así, lució denuevo en sus aguas las estam-pas marineras de los "cristos"y "blancas".

Comenzó entonces a des-prenderse la Houlder de los yaveteranos que, ante la incor-

(Pasa a la página II)

Page 3: EL FRIGORÍFICO INGLÉS "HARDWICKE GRANGE", PRIMER BARCO DE LA HOULDER QUE VIENE

Viernes, 21 efe mayo de 1071* L B I JL P%GINA VEINTIUNA

LA Y LOS BARCOS{Viene ác la página 4)

pomción de las nuevas unida-des, no resultaban rentablesY fue así cómo el "HornbyGrange"—que había servido ala naviera durante 29 años—-pasó en 1919 al armador va-lenciano Kedo Forner y, re-baftízado "Agustina Forner",arboló los colores españoles y,dedicado al "tramp", continuócu la mar hasta su desguace en1928.

El «Elstree Grange" tam-bién fue vendido a armadoresespañoles—a la firma L. C. deZabala concretamente—y, ma-triculado en Bilbao con elnuevo nombre de "Manu", fueluego adquirido por la navie-ra Suárez y Núñez que, eii1929, lo vendió también paradesguazar.

Otros muchos fueron vendi-dos — "St. Lawreneg River","Fraser River", etc. — y, al

mismo tiempo, se concluyó elprimer "Hardwkke Grange",botado en octubre de 1921 enlos astilleros de la Hamilton, enPort Glasgow.

Y continuaron los "cristos" y"blancas" por el puerto de San-ta Cruz. Venían de Buenos Ai-res y Montevideo a carboneary, al mismo tiempo, embarcarcubertadas de "huacales" deplátanos para Londres o Liver-pool pero, poco a poco, el le-ve respirar de los "motorships" se alzaba como fantas-ma fatídico en el horizonte y,así desplazaba los negros pe-nachos de los "steamers" queentonces predominaban.

Los "cristos" y "blancas5

vieron aparecer en su flota —ya en 1925 — al "UpweyGrange" y, tras v él, otros "metor ships" se incorporaron y,al mismo tiempo, señalaron eírápido declinar de los vaporesque por aquí recalaban.

El triste fina! de los "steamers"1

La aparición del 'UpweyGrange" significó la rápida desaparición de los (iblancas" porSanta Cruz,

En 1926, el ya viejo "ElCordobés" — viejo no poraños, si por su poco rentableexplotación en comparacióncon lo-s "motor ships" — fuevendido a armadores italianosque, con el nuevo nombre de'Tratomagno", lo emplearon e»:el "tramp" hasta que, en 1931,y como consecuencia de Is ba-ja de fletes ocasionada por lacrisis de Wall Street, lo ven-dieron para desguazar.

Tras él fueron directamenteal desguace las "AmericanTransport", "Cape Transport","Boyal Transport" y "ElstreeGrange", éste último el anti-guo "Abadesa" que había sidorebautizado poco antes.

En abril de 1930, el "Thorpe Grange" fue también desguazado mientras que, el "Indian Transport", fue adquiridopoo* armadores griegos y, re-bautizado "Thetis A", continuóen la mar hasta que, en juliod« 1940, fue hundido por unsubmarino alemán cerca de Ca-pe Clear.

En 1933, ocho vapores —"Lynton Grange", "SutherlanaGrange", "Pacific Transport":etc. — fueron vendidos en blo-que a una empresa italiana dedesguazadores mientras qua,los upo "River", más moder-nos, fueron adquiridos por ar-madores griegos para su posterior utilización en el tráfico"tramp".

Ya pocos "cristos" y "blaa-cas** recalaban por Santa Crj/y, mientras nuevas motonavesse construían, continuaba iaventa de los veteranos vapo-

res que, hasta entonce», adornaban nuestras aguas con su.-airosos penachos d€ humo ne-gro y espeso.

El "Gvingdeam Grange" fuevendido y rebautizado "Pearls-tone" — hace no muchos añosaún navegaban bajo banderaargentina y nombre de "Ru)Chubut" —• mientras que el"Langton Grange" pasó a laCouloutros griega con el nuevode "Nicolaos M. Embiricos".

En octubre de 1937, y porsólo 15.750 libras esterlinas, elamarrado e inútil "El Paragua-yo" fue vendido a la CashmoreLtd. para desguazar y, tras el— vendido a la misma empre-sa — corrió idéntica tristesuerte, por 27.000 libras, '"ElUruguayo". El "La Rosarina"estaba también amarrado en Bir-kenhead y, en septiembre, bajobandera japonesa zarpó de Li-verpool con rumbo a Osaka,puerto donde terminó sus díasde mar.

La guerra se extendió por to-do el mundo y, durante ella, ;Plíoulder y sus filiales perdie-ron quince unidades —con untotal de 120,028 toneladas —,una de ellas el "Duquesa" que,apresado por un "acorazado debolsillo" alemán, durante me-ses, con una tripulación de pr*>-sa a su bordo, navegó por elAtlántico Sur para suministrarde carne y víveres frescos a los''raiders" y forzadores del blo-queo que, desde el Japón, in-tentaban llegar a puertos fran-ceses ocupados por las fuerzade Hitler.

Consumió el "Duquesa" todosu combustible y, unas veces aremolque, otras quemando lamadera que había abordo, semantuvo hasta que — ya ^si-

do —- fue hundido con cargasen su doble fondo.

De los viejos vapores, en1945 aún flotaban los "Baro-nesa", «Marquesa" y "Prince-sa" que, a sus muchos años, in-cluían el desgaste ocasionadopor el esfuerzo que habían lle-vado a cabo durante log añosdel conflicto.

La, Houlder los mantuvo al-gún tiempo en servicio y, cuan-do recibió algunos "Empires"y dos "Liberties", los veteranos marcharon al desguace y,ya en agosto de 1946 — cuan-do finalizó la descarga en Lon-dres — el "Baronesa", últimode los "cristos" o "Mancas" del

Santa Croz puerto carbonero,marchó a Amberes donde, po-co después, comenzó el rápidodescoser de sus viejas plan-chas.

Así terminaron los vaporesque, con el primer "Ho-rnbyGrange", comenzaron a escri-bir su historia, magnífica, enSanta Cruz, el mismo que, ha-ce unos días, se adornó con lagracia fina del segundo "Hard-wkke Gnange", el "motorship" que — descendiente delos "cristos" y "blancas" — hi-zo revivir viejas memorias,viejas evocaciones del puertoque fue y que, por paradoja,siempre es, siempre será.

PARA ELCERDAGANADO

(Viene de la página 17)

do, o rasilla de cemento, paasegurar la sequedad.

VENTILACIÓN

El cerdo convierte mejor elalimento en carne cuanto me-nos viciado y más puro es elaire que respira, por lo tantoconviene que la ventilaciónsea lo más perfecta posible.

La abundancia de puertas yventanas crea corrientes deaire que molestan a este ani-mal de constitución tan sensíble al frío y al calor.

Tendremos que buscar unbuen sistema de ventilaciónque efectúe la renovación delaire de forma uniforme y con-tinua, no creando corrientesdirectamente sobre los anima-les y siendo regulable a vo-luntad.

Son recomendabas ventanassituadas a 1'5<G metros ele al-tura, aba tibies hacia el inte-rior y en una proporción deun metro cuadrado de venta-na, por cada 10 m2 de superficie cubierta.

ILUMINACIÓN

La función de las radia ciónes solares no es sólo la de darclaridad y visibilidad en el in-terior del alojamiento, sinotambién ejercer una acciónbastericida y desinfectante, asícomo de estimulante orgánico.

Tanto una luz excesiva co-mo deficiente es perjudicialpara el buen estado de los cer-dos, por lo que aprovechamospara darle la cantidad necesa-ria, con arreglo a la superficiede la planta cubierta de la co-chiquera. La norme expuestade 1:10, puede rebajarse a 1:15 í

en caso de animales de cebo

TEMPERATURA

Las necesidades ambiéntale-son distintas según la edad yel destino del animal. Las tem-peraturas excesivamente eleva-das corno las muy bajas conperjudiciales a estos animalesque soportan mal las varia-ciones térmicas bruscas.

Las temperaturas en las por-guerizas deben ascilar, en gene-ral, entre los 15 y 23 grados,siendo en esta última la másadecuado para los leohonesrecién nacidos; y de 15 a 18grados para los cerdos en cebo

LIMPIEZA

En toda porqueriza pequeñao grande es necesario respe ta*-las mínimas condiciones delimpieza, las cuales no estánreñidas con el importe total desu construcción, pues la dife-rencia entre una cochiquerasucia y otra higiénica es tal,que sólo la disminución de en-fermedades y el ahorro que es-to supone nos debe obligar as«r escrupulosos en los cuada-dos que estos animales tan

se merecen.

José Ramón García AlvarezAgente Extensión Agraria

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