el espÍritu santo los encuentro 1 mayo 2011 c … · apremiante es el trabajo misionero. cuarto,...
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ENC U ENT RO S D E VER ANO D E L A J U VENT UD 2 0 1 1
C AM PAM ENT O MO R T ON D E L A IG L ESI A CR I ST I AN A
(D I SCÍ PU LO S D E C R I ST O) EN PU ERT O R ICO
El Espíritu Santo les dijo: “Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo
los he elegido para una misión especial”
El Espíritu Santo los El Espíritu Santo los
comisionacomisiona
Introducción
En la actualidad existe una diversidad de orga-
nizaciones nacionales e internacionales y de ministe-
rios locales cuyo énfasis es la misión. En las iglesias
se escuchan anuncios de actividades para recolectar
fondos con el propósito de auspiciar viajes misioneros.
Incluso, está de boga ver miembros de congregaciones
cristianas al pie de los semáforos de las carreteras soli-
citando la cooperación de los conductores para llevar a
cabo un viaje misionero. Sermones, libros y talleres
señalan la urgencia de ejercer la misión cristiana en
tiempos de proliferación de creencias religiosas e ideo-
logías divergentes al cristianismo. Ante lo expuesto, es
necesario formular las siguientes interrogantes: ¿qué
es la misión?, ¿cuáles son los elementos que distingue
a la misión auténtica?, ¿cuáles son los fundamentos de
la misión del evangelio? En este Encuentro se refle-
xiona acerca de estas preguntas guías mediante el aná-
lisis de la comisión de Pablo y Bernabé para la misión
narrada en Hechos 13: 1-5.
La misión auténtica es teocéntrica
La comisión de Pablo y de Bernabé al campo
misionero tiene como escenario inicial la congregación
de los creyentes en Antioquía para adorar al Señor y
llevar a cabo la disciplina del ayuno y la oración. En
conformidad al estilo lucano, el relato presenta a los
Por: Juan R. Mejías Ortiz
Encuentro 1 2011 Mayo
EL ESPÍRITU SANTO LOS
COMISIONA ................... 1
CORNELIO SE CONVIERTE,
DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE
PERSONAS .................... 7
AYER TE VI ................ 13 Missio Dei
Los objetivos de este Primer Encuentro
son:
Analizar el pasaje bíblico consideran-
do sus enseñanzas básicas acerca de la
misión cristiana.
Comprender que la misión cristiana
auténtica es teocéntrica.
2
La misión auténtica es teocéntrica, La misión auténtica es teocéntrica,
tiene su motor en la iniciativa de Dios tiene su motor en la iniciativa de Dios
por mostrar su amor y misericordia al por mostrar su amor y misericordia al
ser humano.ser humano.
miembros de la iglesia en Antioquia unánime en la
adoración al Señor. Es en la experiencia de la unidad
en el Espíritu y en el esfuerzo por permanecer unáni-
mes en la adoración y proclamación del Resucitado
que desciende la manifestación del Espíritu Santo,
dirigiendo a la iglesia en la selección y
comisión de los nuevos misioneros. En
términos generales, el relato nos dirige en
la formulación de los siguientes plantea-
mientos.
Primero, la génesis del proyecto
misionero radica en Dios. La misión es
teológica y existencialmente teocéntrica.
En la historia moderna y contemporánea la misión
desarrollada por la iglesia cristiana se ha caracterizado
mayoritariamente por ser un proyecto misional eclesio-
céntrico- occidentalista. Es decir, una manera de ha-
cer misión cuyas expectativas se centra en la promul-
gación y centralidad de los valores eclesiales de las
iglesias dominantes y en la idea de la urgencia de oc-
cidentalizar las comunidades alcanzadas. Esta visión
definida de la misión centra la acción, la consumación
del esfuerzo y éxito misionero en manos de quienes
la iglesia comisiona. A su vez, la visión acerca de la
participación de los miembros de la congregación im-
pactada es limitada. Los nativos son concebidos como
entes pasivos cuya tarea primordial es ser receptores
de los bienes materiales y de las acciones pedagógi-
cas de los misioneros. Lamentablemente, bajo este mo-
delo, las necesidades de los nativos son redefinidas a la
luz de las aspiraciones y mejores intenciones de los
misioneros. Este fue el modelo que imperó en los tiem-
pos de colonización, conquista y evangelización de las
Américas en manos de los colonos europeos y en
las primeras décadas que marcaron la invasión nor-
teamericana en suelo puertorriqueño.
Historiadores eclesiásticos y misioneros
reconoce lo frágil y peligrosos de la trasposición de
este modelo en nuestras comunidades
actuales. Un proyecto misional anclado en
la pseuda presunción de la superioridad
cultural del misionero resulta en un ejerci-
cio incompleto, hueco, insípido y fútil. En
el siglo XXI, el proyecto misional con un
enfoque eclesiocéntrico y occidentalista
está siendo sustituido por un nuevo
entendimiento acerca del alcance de la misión soste-
nido en los pilares de la solidaridad, respeto cultural y
un deseo profundo de compartir con las comunidades
la verdad de evangelio de Jesucristo atendiendo sus
necesidades, aspiraciones y expectativas.
Como cristianos e hijos de la Reforma
Protestante, el reto que debemos enfrentar como
iglesia anclada en un contexto secular y pluralista debe
consistir en recuperar la dimensión teocéntrica de la
misión cristiana. Para el reformador alemán Martín
Lutero lo que Dios ha hecho en Jesucristo a favor del
ser humano debe ser el inicio de todo el andamiaje
teológico y todo el proyecto misional de la iglesia. Hay
un mensaje que las comunidades tienen que conocer:
Dios nos ha reconciliado gratuitamente mediante la
obra de Jesucristo y ese Dios no hace acepción de
persona1.
Dios nos ha reconci-Dios nos ha reconci-
liado gratuitamente liado gratuitamente
mediante la obra de mediante la obra de
Jesucristo y ese Dios Jesucristo y ese Dios
no hace acepción de no hace acepción de
persona. persona.
1El tema de Dios rompiendo los paradigmas preconcebidos, recogidos en la expresión bíblica “Dios no hace acepción de personas” (Dt. 10:17, Hch. 10:34;
Rom. 2: 11 y Gál. 2:6) será tratado con mayor amplitud en el Segundo Encuen-
tro.
3
La Iglesia reconoce y valida con su participación activa la La Iglesia reconoce y valida con su participación activa la
misión de Dios.misión de Dios.
Segundo, el relato de Hechos 13 es claro al
acentuar que es el Espíritu Santo quien comisiona y
capacita a Pablo y Bernabé. Como ya ha sido seña-
lado, la misión auténtica comienza en Dios mediante
la manifestación y presencia del Espíritu Santo en la
vida de los creyentes. Es Jesús quién comisiona y
envía a sus seguidores a hacer más discípulos en to-
dos los países de la tierra (Mt 28:19). A su vez, es el
Espíritu de Jesús quien selecciona,
confirma, envía y dirige el proyecto
misional y a sus constituyentes.
Los dos relatos empleados en
el argumento, la Gran Comisión
(Mateo 28:16-20) y la comisión de
Pablo y Bernabé (Hechos 13), plas-
man la enseñanza vital acerca de que
la iniciativa, el impulso y el sentido
de la misión se encuentra en el deseo
benevolente de Dios de manifestar su
amor y solidaridad al ser humano. Es decir, la gracia,
la misericordia y la fidelidad de Dios es el motor que
da vitalidad a todo el andamiaje misional. La misión
es la continuidad de la manifestación de Dios en la
historia del ser humano, de las comunidades y de los
pueblos sin distinción alguna.
La misión no es a histórica y muchos me-
nos un proyecto de subyugación cultural; más bien,
es la intervención del Señor en la realidad cotidiana
de los pueblo mediante la manifestación del Espíritu
Santo que obra a través de la obediencia de sus se-
guidores. Esto es, el Dios que operó en su santo hijo
Jesucristo reconciliando consigo al ser humano sigue
actuando en medio de las necesidades de las comu-
nidades y los pueblos por su Espíritu Santo. Es el
Espíritu de Dios quien comisiona a los misioneros
en Antioquía, es Él quien los dirige en todo el trayec-
to y quien actúa a través y en medio de ellos. Es im-
portante, que el lector de este encuentro tenga claro
que es el Espíritu Santo quien convence al mundo de
pecado, quien manifiesta su solidaridad y acompaña-
miento con las familias y comunidades y quien da la
capacidad a los misioneros para emular al Salvador.
Es decir, es el Espíritu Santo quien le
devuelve la esperanza y sana los sue-
ños rotos de las familias y comunida-
des impactadas por el evangelio. La
misión de Dios es puesta en marcha y
realizada por medio de la acción y
presencia perenne del Espíritu Santo.
Tercero, la iglesia reconoce y
validad con su participación activa la
misión de Dios. Como se ha señalado
en los párrafos que preceden, la tarea
misional es teocéntrica o sea la misión es de Dios, no
de la congregación ni de los lideres conciliares y mu-
cho menos de mujeres y hombres que viven en des-
articulación con la Iglesia. El relato base se esfuerza
en demostrar que la selección y comisión de los mi-
sioneros por el Espíritu Santo ocurre en la comuni-
dad de fieles, en la Iglesia. Como el Espíritu de Dios
es uno, opera en la selección y dirección de los mi-
sioneros y paralelamente opera en la congregación
de los santos para que validen, comisionen y res-
palden la encomienda dada por la revelación del Es-
píritu. La misión es de Dios. La Iglesia, como Cuer-
po de Cristo lleva a cabo la misión con el deseo de
compartir el amor, la solidaridad y justicia del Santo
Padre.
Para el reformador alemán Para el reformador alemán
Martin Lutero lo que Dios Martin Lutero lo que Dios
ha hecho en Jesucristo a ha hecho en Jesucristo a
favor del ser humano debe favor del ser humano debe
ser el inicio de todo el an-ser el inicio de todo el an-
damiaje teológico y todo el damiaje teológico y todo el
proyecto misional de la proyecto misional de la
Iglesia.Iglesia.
4
Cuanto más inminente es el retorno de Cristo más Cuanto más inminente es el retorno de Cristo más
apremiante es el trabajo misionero.apremiante es el trabajo misionero.
Cuarto, cuanto más inminente es el retorno
de Cristo más apremiante es el trabajo misionero.
Si nos dejamos llevar por los relatos acerca de la
vida de la Iglesia recogida en el libro de los Hechos
y por los primeros tratados paulinos, en especial la
primera carta a la iglesia de Tesalónica, el lector
comprenderá que las iglesias vivían en la expectati-
va del inminente retorno de Jesucristo. Los miem-
bros de la comunidad validaban su creencia en el
retorno del Señor con la premura del trabajo misio-
nero y la extensión del evangelio en Jerusalén, en
todo el territorio de Judea y de Samaria, y también
en los lugares más lejanos del mundo (Hch 1:8b). El
creyente vive consiente que la tarea de anunciar las
buenas nuevas del evangelio de Jesucristo es parte
indisoluble del sacerdocio universal del creyente (1
Ped. 2:4-10). Hacemos misión con una conciencia
escatológica. Damos testimonio de la Luz mediante
el amor, la solidaridad, el servicio y acompañamien-
to de los más indefensos porque la Luz ha de regre-
sar pronto (Mt. 25:31-46).
Conclusión
La misión que motiva a los cristianos a com-
partir las buenas nuevas del evangelio de Jesucris-
to tiene su motor en la iniciativa de Dios por mos-
trar su amor y misericordia al ser humano. Por ende,
la misión no es del misionero que desarrolla de for-
ma directa el ministerio, ni de la Iglesia que valida
y respalda su llamamiento, la misión es de Dios (en
latín missio Dei). Todos, Iglesia, misioneros y co-
munidad, somos convocados a participar de forma
asertiva y responsable en ella. La misión no es un
viaje turístico, ni un deseo de inculcar la cultura
eclesial occidental a otros pueblos, no es un proyec-
to de imposición dogmática, no es meramente un
proyecto caritativo a favor de las comunidades
desvalidas, no es la satisfacción de una aspiración
personal, ni la materialización de un proyecto peda-
gógico preestablecido en reuniones lejos de la parti-
cipación de los nativos. La misión es el deseo de
Dios, obrando a través del Espíritu Santo, para que
la Iglesia se una con los niños, mujeres y hombres
que necesitan participar activamente de un proyecto
solidario que les respalde en su lucha por atender
sus necesidades físicas, emocionales y espirituales.
Es el deseo de Dios para que los seres humanos
compartan el santo amor, la gracia eterna y la justi-
cia de la obra de Jesucristo a favor de la humanidad.
5
Recomendaciones Pedagógicas: Jóvenes IRecomendaciones Pedagógicas: Jóvenes I
Estrategia
Diálogo dirigido en grupos pequeños
Técnicas Instruccionales
Preguntas abiertas
Aprendizaje cooperativo
Exposición de tema
Inicio: (5 – 10 minutos)
Comience la actividad exponiendo brevemente
los objetivos del Encuentro.
Explore, mediante el uso de la técnica de
preguntas abiertas, las ideas que tienen los
participantes acerca de la misión cristiana.
Desarrollo: (10 – 30 minutos)
Divida el grupo en subgrupos de no más de 15
miembros.
Seleccione en cada grupo un moderador y un
anotador que dirijan la actividad.
Solicite a cada grupo que simule la prepara-
ción de un viaje misionero. El documento debe
incluir el lugar en donde se llevará a cabo la
misión y algunas de las tareas que se realiza-
ran. Permita que cada grupo seleccione la
forma en que prepare la simulación el plan de
trabajo misionero.
Permita que cada grupo informe brevemente el
proceso de selección del lugar y las actividades
a realizar durante la tarea misionera.
Al terminar todos los grupos pregunte si en el
proceso de preparación del plan de trabajo
alguien pensó en consultar a los nativos acerca
de sus necesidades y cómo se incluirá sus par-
ticipaciones.
Discuta, en forma general, los cuatro puntos
generales discutidos en el Encuentro.
Cierre: (10 minutos)
Presente las ideas expuestas en la sección Con-
clusión acerca de lo implica y no implica la
misión.
Resuma con los participantes los cuatro puntos
de la lección. Construya unas franjas con las
puntos expuesto y utilice la técnica de repeti-
ción en voz alta para acentuar en las ideas se-
ñalados.
Materiales
Papel
Marcadores
Franjas
Encuentro I
6
Recomendaciones Pedagógicas: Jóvenes IIRecomendaciones Pedagógicas: Jóvenes II
Estrategia
Diálogo dirigido en grupos pequeños
Técnicas Instruccionales
Preguntas abiertas
Aprendizaje cooperativo
Exposición de tema
Inicio: (5 minutos)
Comience la actividad exponiendo brevemente
los objetivos del Encuentro.
Desarrollo: (5 – 40 minutos)
Identifique los jóvenes que han tenido partici-
pados en viajes misioneros y solicite que
describa brevemente su experiencia.
Discuta con los participantes los cuatro puntos
expuestos en la lección. Fomente el dialogo no
el monólogo.
Dirija la discusión con preguntas abiertas. Cui-
dese de criticar lo que una congregación está
haciendo en los proyectos misioneros.
Cierre: (10 minutos)
Presente un caso hipotético que trate de la pla-
nificación de un viaje misionero. Pregunte a
los participantes cuáles serán las áreas a consi-
derar, incluyendo el motivo del viaje misione-
ro. Vaya anotando las ideas en una pizarra o
card board. Recuerde que la misión es de Dios
y el motivo de radicar en el deseo de compartir
las buenas nuevas del evangelio en un espíritu
de solidaridad, respeto hacia la cultura y amor.
Materiales
Pizarra o card board
Marcadores
Encuentro I
7
ENC U ENT RO S D E VER ANO D E L A J U VENT UD 2 0 1 1
C AM PAM ENT O MO R T ON D E L A IG L ESI A CR I ST I AN A
(D I SCÍ PU LO S D E C R I ST O) EN PU ERT O R ICO
Y les dijo: «Vosotros sabéis que no le está permitido a un judío
juntarse con un extranjero ni entrar en su casa; pero a mí me ha
mostrado Dios que no hay que llamar profano o impuro a ningún
hombre.” Hch. 10:28
Cornelio se convierte, Dios no Cornelio se convierte, Dios no
hace acepción de personas.hace acepción de personas.
Introducción
En este Segundo Encuentro se conjugará parte
de la reflexión desarrollada por el Dr. Carlos Cardoza
Orlandi titulada Misión Sorpresa2 y las propias del
escritor de la lección. De toda la lección magistral ex-
puesta por el Dr. Cardoza nos enfocaremos únicamente
en el encuentro entre Pedro y Cornelio recogida en
Hechos 10. Nos encontramos ante un evento que
cambió sustancialmente la dirección del cumplimiento
de la misión cristiana. La conversión de un gentil y el
derramamiento del poder de Dios sobre él y su familia
constituyen un hecho del Espíritu Santo en donde se
sana a la Iglesia naciente del pecado del prejuicio, a la
vez que va abriendo nuevos surcos en el entendimiento
de la misión del evangelio.
Cornelio, el centurión y Pedro, el apóstol son confron-
tados por el Espíritu de Dios
Hasta el momento la historia lucana presenta
cómo la predicación de los seguidores de Jesús estaba
enfocada en llegar a los judíos y sus comunidades.
Desde sus orígenes, los líderes de la Iglesia naciente
estaban conscientes de la importancia de la misión y la
responsabilidad que ello implicaba. Aun así, la com-
prensión de su alcance y trascendencia se limitaba a la
predicación a los judíos. Es en ese contexto que el Espí-
ritu se encarga de entrelazar a Cornelio y a Pedro.
El Espíritu de Dios entra en acción para derrumbar las
Por: Juan R. Mejías Ortiz
Encuentro 2 2011 Mayo
acepción de Personaacepción de Persona
Los objetivos de este Segundo Encuentro
son:
Analizar el pasaje bíblico en Hechos
10 considerando sus enseñanzas
fundamentales acerca de la misión
cristiana.
Comprender el significado de la
expresión “Dios no hace acepción de
personas”.
Dios no hace Dios no hace
Dr. Carlos Cardoza Orlandi, Una Iglesia desafiada por la misión del evangelio. Escritos de la
102ma Convención Anual de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Puerto Rico (Bayamón,
Puerto Rico: ICDC, 2010), 15.
8
La oración se constituye en el preámbulo para la La oración se constituye en el preámbulo para la
revelación.revelación.
barreras que impiden la extensión de la misión y para
establecer un nuevo paradigma que estremeció a Pedro
y lo sigue haciendo con la Iglesia. Este paradigma es
basado en la expresión “Dios no hace acepción de
personas”.
El autor lucano comenta que Cornelio era un
centurión de la guardia romana conocida como la
“compañía italiana” ubicada en Cesárea en donde se
encontraba la residencia oficial de los prefectos o
gobernadores romanos. Semejante a la
narración del centurión de Cafarnaúm
en Lucas 7, Cornelio es descrito como
un hombre que teme a Dios, que sigue
las prácticas de la oración, distinguién-
dose por su comportamiento de rectitud
para con sus congéneres. Los líderes
judíos empleaban el término de
“temeroso de Dios” para designar aque-
lla persona que adoraba al Dios único y
seguía las prácticas de la oración, la
limosna y el ayuno pero que no se
convertía al judaísmo. Cornelio, a pesar
de la rectitud y de lo piadoso de su
comportamiento, vive al margen de la experiencia
religiosa, sociocultural y psicológica. Es un gentil
converso del paganismo cuya aspiración es adorar al
Dios de los judíos aún por encima de las cuestiones de
orden eclesial, no es miembro oficial del judaísmo.
Desde la perspectiva de la religiosidad imperante,
Cornelio vive en la frontera.
Comenta Cardoza Orlandi3 que una de las
primeras enseñanzas extraídas de este pasaje es que la
misión cristiana emerge en las fronteras y márgenes
de la creación. Esta aseveración implica que la misión
desafía los patrones y estigmas socioculturales con el
fin de a llegarse y atender la necesidad del ser humano.
La experiencia de la frontera no solo alcanza al
centurión romano sino que llega hasta Pedro, quien es
huésped de un fronterizo Simón el curtidor. El curtido
es el arte de convertir las pieles de los animales en
cuero, siendo un oficio indigno para los judíos. Aún
más, el hecho mismo de que Pedro sea uno de los
principales apóstoles del movimiento de Jesús atesti-
gua como desde la frontera emerge la misión. Para los
líderes del judaísmo Pedro es fronterizo, para el
apóstol el fronterizo lo es Cornelio y para el Espíritu
de Dios, una lección vital será impartida.
El paradigma imperante que pretende clasificar
a la dignidad del ser humano bajo la titularidad de puro
e impuro es derrumbado para emerger una nueva
comprensión que permite la evangeliza-
ción de los gentiles. Para estipular la
amplitud de las buenas nuevas de
salvación, Pedro es confrontado por
medio de una visión con la misión y sus
repercusiones. Las leyes judaicas y las
estructuras religiosas internas son
confrontadas con la propuesta del
evangelio, cuya ética coloca en un
orden inferior las reglamentaciones
levíticas (Lv. 11:2-23) y deutoronómi-
cas (Dt. 14:3-20) de pureza.
Tanto Cornelio como Pedro están en oración y
en medio de ella reciben la revelación de Dios. La
oración se constituye en el preámbulo para la revela-
ción. Ambos son sincronizados por el Espíritu para
una lección magistral que la Iglesia nunca debe
olvidar. La iniciativa de la llegada del Reino a los
gentiles proviene del cielo y no de los parámetros
hermenéuticos propios del sistema religioso oficial.
La sincronización celestial es perfecta. El primero
recibe la instrucción de mandar a buscar a Pedro a
Jope. El segundo, es interpelado por el Espíritu con
una visión para ampliar su marco conceptual acerca de
la trascendencia de la misión del evangelio. El Santo
Espíritu de Dios prepara el escenario con el fin de
romper los prejuicios y actos valorativos que se
La misión cristiana emerge La misión cristiana emerge
en las fronteras y márge-en las fronteras y márge-
nes de la creación. Esta nes de la creación. Esta
aseveración implica que la aseveración implica que la
misión desafía los patrones misión desafía los patrones
y estigmas socioculturales y estigmas socioculturales
con el fin de a llegarse y con el fin de a llegarse y
atender la necesidad del atender la necesidad del
ser humano. ser humano.
3Ibid, 15.
9
La Iglesia reconoce y valida con su participación activa la La Iglesia reconoce y valida con su participación activa la
misión de Dios.misión de Dios.
constituyen en murallas que inhiben el cumplimiento
del propósito del Padre.
La segunda enseñanza del pasaje radica en que
Dios se revela y está presente en toda situación y con-
dición de la creación. Señala Cardoza Orlandi,
En toda actividad humana y de la creación Dios
está activo, no sólo presente, sino activo. No hay
especio territorial o espiritual donde Dios no esté
activo. La tradición cristiana ubica a Dios en los
espacios más profundos y oscuros, y
llanos y alumbrados. Nadie se puede
esconder de la presencia y actividad
de Dios4.
Cornelio es alcanzado por la gracia de
Dios en Cesárea y Pedro es desafiado en
una azotea por el Espíritu para alcanzar
un mayor entendimiento de la misión.
Ambos son trastocados por la misión de
Dios. Ambos enfrentan un proceso de
conversión. Los dos son evangelizados por el Espíritu
Santo.
El desafío a Pedro tiene grandes repercusiones
para el curso de la misionología cristiana. Es interpela-
do por el Espíritu para hacer suya una nueva definición
que confronta y ponen en jaque a los supuestos y her-
menéuticas judaicas. Conforme a las costumbres y tra-
diciones judías, los animales que Pedro ve en el lienzo
son impuros, no pueden ser ingeridos ni tocados. Aun
así el Espíritu convida al vidente a tocarlos (mata) y
alimentarse de ellos (come). La primera instrucción
que recibe el apóstol implica el levantarse y la última
el descender e ir con los mensajeros del centurión. Es
menester que el evangelista se levante de sus propias
consideraciones valorativas que en ocasiones impiden
la realización del plan divino y descienda al campo
misional con un entendimiento diáfano de la trascen-
dencia de la misión. Pedro es llamado a tener un
ruptura con sus viajas maneras de hacer e interpretar
las cosas para adoptar la visión del Reino. Al igual que
los animales del lienzo, Cornelio es considerado impu-
ro e indigno de recibir la gracia de Dios.
Esto nos lleva a la tercera enseñanza, sólo podemos
aprender cosas nuevas mediante lo que ya conoce-
mos5. Por medio de la intervención del Espíritu de
Dios aprendemos y desaprendemos tradiciones y for-
mas dogmáticas para proceder a una mejor claridad de
la trascendencia de la misión cristiana.
Hermanados por el Espíritu
El final no pudo tener mejores
consecuencias, se cumple el plan de
Dios y una lección comienza hacer
entendida. Los lentes petrinos, y con él
los nuestros, van siendo enfocados por
el Espíritu. Pedro explica de manera
sencilla y elocuente a los presente el
significado del rompimiento con las vie-
jos patrones que está realizando el Se-
ñor. “Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es
para un varón judío juntarse o acercarse a un extran-
jero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún
hombre llame común o inmundo” (Hch 10:28). La in-
flamación ocular recibe un buen tratamiento médico,
Pedro, Cornelio y los presentes son hermanados por el
Espíritu.
El punto climático del suceso recae en las pala-
bras del apóstol quien nos revela por sus labios la cuar-
ta enseñanza del pasaje: “En verdad comprendo que
Dios no hace acepción de personas, sino que en toda
nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hch
10:34-35). El misionero terminó evangelizado y Cor-
nelio recompensado por su devoción a Dios. Aún sin
Pedro haber concluido su discurso y sin mediar ningún
rito litúrgico los presentes son llenos del poder de
Dios. El Espíritu Santo confirma con hechos y prodi-
gios las palabras petrinas: Dios no hace acepción de
personas. El poder de Dios inmerso en la misión obli-
ga a la Iglesia a mirar la tarea misional desde la escato-
logía y su representación del advenimiento del Reino.
Es un nuevo orden. Los fronterizos son ubicados en el
“En verdad comprendo “En verdad comprendo
que Dios no hace acepción que Dios no hace acepción
de personas, sino que en de personas, sino que en
toda nación se agrada del toda nación se agrada del
que le teme y hace justi-que le teme y hace justi-
cia” cia” (Hch 10:34(Hch 10:34--35). 35).
4Ibid, 16. 5Ibid.
10
“La misión del evangelio es siempre un nuevo comienzo, un “La misión del evangelio es siempre un nuevo comienzo, un
nuevo empezar”nuevo empezar”
centro de la misión, ambos son evangelizados por la
trascendencia del proyecto divino y ambos se herma-
nan en la unión espiritual de los creyentes simboliza-
da por el bautismo. Culmino esta lección con las pa-
labras de Cardoza Orlandi
La vitalidad del cristianismo histórico es su
difusión inter-cultural. La misión del evangelio
colapsa tiempo, espacios, construcciones socia-
les, antropológicas, religiosas y engendra una
nueva creación. La misión del evangelio es siem-
pre un nuevo comienzo, un nuevo empezar”6
Conclusión
En esta lección hemos sido confrontados con
la dimensión trascendente e inmanente de la misión
de Dios. La misión cristiana tiene como meta que los
seguidores de Jesús se a lleguen a las naciones con la
claridad inequívoca de que Dios no hace acepción de
personas. Tal tarea, requiere la intervención de Dios
en virtud de que su Santo Espíritu nos sane de los
prejuicios valorativos, conscientes o inconscientes,
que se transforman en obstáculos para la realización
saludable del proyecto misional. La experiencia
pedagógica de este Encuentro nos debe replantear
nuevas preguntas que nos conduzcan a una mejor
comprensión del alcance ulterior de la misión y el
deseo genuino de Dios de alcanzar a todas las
naciones, pueblos y comunidades. La pregunta guía
que nos entrelaza con el próximo Encuentro replantea
el cómo lograr tan encomiable labor. En el Tercer
Encuentro se abundará acerca de las manifestaciones
de la caridad y de la solidaridad como signos irrever-
sibles de la presencia de Dios en la misión.
6Ibid,20-21.
11
Recomendaciones Pedagógicas: Jóvenes IRecomendaciones Pedagógicas: Jóvenes I
Estrategia
Dinámica grupal
Técnicas Instruccionales
Preguntas abiertas
Dramatización
Exposición de tema
Película (www.youtube.com)
Inicio: (5 – 10 minutos)
Comience la lección presentando en una piza-
rra o a través de un proyector digital láminas
de comunidades especiales locales o extranje-
ras.
Pregunte, cuál es su parecer acerca de las
condiciones en que se encuentra la comunidad
y el porqué de ello. Permita que los participan-
tes se expresen libremente.
Haga un listado de las razones planteadas.
Desarrollo: (10 – 30 minutos)
Selecciones con antelación a varios conferines
para que dramaticen el relato de Hechos 10.
A medida que realizan las escenas del relato
bíblico explique las cuatro enseñanzas de la
lección. Haga referencia al listado elaborado
en la actividad de inicio.
Cierre: (10 minutos)
Presente las ideas expuestas en la sección Con-
clusión acerca de lo implica y no implica la
misión.
Resuma en sus propias palabras las cuatro
enseñanzas del pasaje. Pídales que la repitan
con usted.
Materiales
Lienzo o pedazo de tela
Proyector digital
Encuentro II
12
Recomendaciones Pedagógicas: Jóvenes IIRecomendaciones Pedagógicas: Jóvenes II
Estrategia
Dinámica grupal
Técnicas Instruccionales
Preguntas abiertas
Dialogo educativo
Representación de roles (role play)
Inicio: (5 – 10 minutos)
Comience preguntando a los participantes
acerca de quiénes están dispuestos para aceptar
el reto de hacer misión.
Pregunte a qué lugares les gustaría ir para lle-
var a cabo la misión y a que lugares no y el
porqué de ello. Escriba la lista en un lugar visi-
ble.
Desarrollo: (10 – 30 minutos)
Discuta el análisis de la lectura de Hechos 10.
Dialogue acerca de que el Espíritu Santo sana
del pecado del prejuicio.
Exponga las cuatro enseñanzas cardinales de la
lección. Fomente el dialogo.
Cierre: (10 minutos)
Presente las ideas expuestas en la sección Con-
clusión acerca de lo implica y no implica la
misión.
A modo de resumen de la lección, prepare una
presentación en PowerPoint o video que inclu-
ya comunidades o grupos de diversas etnias,
religiones o clases sociales. En la misma inclu-
ya el resumen de las cuatro enseñanzas básicas
expuestas en el Encuentro.
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Encuentro II
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ENC U ENT RO S D E VER ANO D E L A J U VENT UD 2 0 1 1
C AM PAM ENT O MO R T ON D E L A IG L ESI A CR I ST I AN A
(D I SCÍ PU LO S D E C R I ST O) EN PU ERT O R ICO
Porque tuve hambre y me disteis de comer;Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me tuve sed y me
disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnu-disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnu-
do y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y do y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y
fuisteis a verme. Mateo 25:35fuisteis a verme. Mateo 25:35--36.36.
Ayer te vi: Solidaridad y Cuidado Ayer te vi: Solidaridad y Cuidado
a los pequeños del Señora los pequeños del Señor
Introducción
En meses pasados tuve la oportunidad de escu-
char una canción de uno de los cantantes cristianos del
momento que trata acerca de ver a Dios en el rostro de
los demás, en especial de los más débiles. La primera
estrofa de la canción dice: “Ayer te vi, fue más claro
que la luna. En mí no quedaron dudas. Fue una clara
aparición, me ha saltado el corazón, cuando te vi”1. En
la pieza musical el exponente narra su encuentro con
Dios en medio de la cotidianidad de la vida. El afirmar
con gran vehemencia la presencia de Dios en medio de
la realidad de mi vecino, de quien esta cercano, se
transforma en el reclamo existencial de Jesús a quienes
pretenden ser los cumplidores de la misión del evange-
lio. El escritor utiliza esta canción para llamar la aten-
ción de los participantes del Encuentro con el objetivo
de instarles a pensar acerca del motivo por el que desea
hacer misión.
En los pasados Encuentros se dialogó acerca de
lo que es la misión auténtica, su alcance y del significa-
do de la no acepción de personas por parte de Dios.
Una vez comprendida estas dos dimensiones de la
misión, cabe preguntar, ¿qué motiva a un seguidor de
Cristo Jesús para participar en la misión de Dios?, ¿cuál
debe ser el fin último de su participación?, ¿qué se
espera se logre con la misión? y ¿por qué se debe hacer
la misión? Antes de proseguir con el análisis del texto
bíblico base, invito al lector a escribir en una página
Por: Juan R. Mejías Ortiz
Encuentro 3 2011 Mayo
Los objetivos de este Tercer Encuentro
son:
Descubrir el motivo personal que nos
impulsa a participar en un proyecto
misional.
Analizar el pasaje bíblico en Mateo
25:31-46 considerando sus enseñan-
zas fundamentales acerca de la misión
cristiana.
1Jesús Adrián Romero, Ayer te ví… Fue más claro que la luna
(Producciones Vástago, 2007).
Ayer te viAyer te vi
14
La misión auténtica es dialogal e inclusiva.La misión auténtica es dialogal e inclusiva.
aquello que le motiva en este momento a participar en
un proyecto misional. Es importante que tome un tiem-
po para reflexionar con profunda sinceridad.
A través de este tercer Encuentro, se aspira a
que los participantes reflexionen acerca del fin ulterior
de la misión. En otras palabras, que se reflexione
acerca de qué nos motiva para hacer la misión. Uno de
los pasajes claves para entender con
mejor claridad la ética del mensaje de
Jesús se encuentra en Mateo 25: 31-46.
Siguiendo el análisis literario de Mateo,
este es el último de cinco grandes discur-
sos de Jesús recogidos en el evangelio2.
El mismo trata asuntos relacionados con
la escatología o el final de los tiempos.
Este pasaje nos confronta con el significado auténtico
de la misión, su fin ulterior y el descubrir a Jesús en el
rostro de quienes participaran junto a nosotros de las
buenas de salvación.
El final de los tiempos
En los versos 31 al 36, el escritor se ubica en el
tiempo escatológico y apocalíptico, ubicando al lector
en el día del cumplimiento de la parusía o retorno de
Jesús. En este discurso Cristo Jesús, en su rol de Hijo
del Hombre apunta a que el cumplimiento escatológico
se consume una vez anunciado las buenas de salvación
en todas las naciones. A su vez, él es proclamado por
Dios como Rey y Señor, quien desde su trono de
gloria ejecutará la acción divina para juzgar a los
pueblos de la tierra. Conforme a la función del
personaje del Hijo del Hombre (Dn 7:9-14), Jesús se
presenta en majestad y poder rodeado de parte de su
corte celestial. Las naciones del mundo, incluyendo a
Israel, serán reunidas en su presencia para ser interpe-
ladas por él. La inclusión de todas las naciones de la
tierra nos recuerda el alcance de la misión integral.
Dios es el Dios de las naciones no exclusivamente de
un grupo. La misión auténtica es dialogal e inclusiva.
En su prerrogativa divina el Hijo del Hombre
hará distinción como el “pastor que
separa a las cabras de las ovejas”.
¿Cuáles son los parámetros o criterios
para tales distinciones? En este discurso
la distinción se hará por el cumplimien-
to integral de la misión y no por cues-
tiones eclesiales. La recompensa de
quienes cumplen con el criterio del Juez
es la invitación al disfrute y participación de las bendi-
ciones del reino que el Padre preparó desde antes de la
creación. Típico de los diálogos de Jesús en Mateo se
presenta el motivo por el cual los benditos del Padre
fueron hallados fieles a su llamamiento: “porque tuve
hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de
beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y
me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y
fuisteis a verme”. (Mt 25:35-36).
Jesús en el rostro de mi vecino
Los actos de amor, la caridad recibida de ma-
nos de sus seguidores es el motivo que Jesús alude pa-
ra que reciban las bendiciones del Padre. La respuesta
no puede contener mayor emoción, sus seguidores han
sido distinguidos por sus actos de bondad y de caridad
hacia el Maestro. Se han esforzado en el propósito de
mantenerse fiel a sus enseñanzas e instrucciones acerca
““Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me
dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento” ”
(Mt 25:35) (Mt 25:35)
2El tema de la redacción del evangelio en cinco grandes discursos ha sido ampliamente discutido por los eruditos. En términos generales el escritor presenta las enseñan-zas de Jesús en los siguientes bloques narrativos: primer discurso, el Sermón de la Montaña o del Monte (Mt. 5-7); segundo, Misioneros del Reino (Mt 10); tercero,
Parábolas acerca del Reino (Mt 13:1-52); cuarto, Instrucciones morales acerca del Reino (Mt 18); y quinto, Discurso Escatológico (Mt 24-25).
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Quien pretende hacer misión vive y manifiesta el amor de Quien pretende hacer misión vive y manifiesta el amor de
Cristo.Cristo.
del amor y la solidaridad para con el prójimo (Mt
22:34-40). Los puestos a su diestra son elogiados por
la espontaneidad de sus acciones que evocan la mate-
rialización de cada uno de los discursos previos de
Jesús en Mateo, en especial el Sermón del Monte. Sus
discípulos han hecho lo recto, lo que se esperaba que
hicieran. El catálogo es impresionante: alimentaron al
Maestro, calmaron su sed y atendieron
sus necesidades emocionales, físicas y
espirituales.
El texto evoca al lector el recla-
mo divino en Isaías 58: 6-11 acerca de
los designios que le son agradables a
Dios. El escritor del trito Isaías presenta
un inventario de las acciones en confor-
midad a los propósitos de Dios y todas se relacionan
con el bien al prójimo. El desatar las ligaduras de la
impiedad y la opresión, dar la libertad y romper el
yugo de los quebrantados, dar de comer al hambriento,
hospedar al desarraigado, abrigar al desnudo y sobre-
todo no esconderse ni ignorar la necesidad del
hermano, entre otros, se constituyen en señales de la
irrupción del reino de Dios. Esta acción está guiada por
una promesa para los fieles cumplidores, “Jehová te
pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma y
dará vigor a tus huesos”. Los verdaderos misioneros
colocan su aspiración y motivos en proseguir la obra
de Dios por medio de la manifestación de la caridad.
Ante el asombro de los discípulos, por no
recordar el momento específico en que se plasmó tanta
caridad en favor del Maestro, Jesús se ve en la obliga-
ción de ampliar el marco conceptual de los benditos
del Padre. Se identifica a la misión del evangelio con
el amor a Cristo. El reclamo escatológico de Jesús
presupone la responsabilidad ética y la conciencia
moral de sus seguidores. Se sirve a Jesús y se hace la
misión del evangelio cuando lo que inspira todo el
andamiaje de la acción misional es la caridad. Solo
quienes han experimentado la caridad de Cristo Jesús y
comprende de qué se trata el sagrado llamamiento a la
perfecta vocación son aptos para plas-
mar el amor de Dios en sus cercanos.
En una de las palabras más bellas que
he escuchado la misionera de los pobres
Madre Teresa de Calcuta dijo “El fruto
del silencio es la oración. El fruto de
la oración es la fe. El fruto de la fe es el
amor. El fruto del amor es el servicio.
El fruto del servicio es la paz”. Así mismo, esta mujer
de Dios y de los necesitados expresó: “Cada obra de
amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre lo-
grará acercar a la gente a Dios”. El relato amplía
nuestro entendimiento acerca de la misión. Se hace
misión viendo el rostro de Dios en aquellos que requie-
ren su favor y misericordia.
El motor que enciende todo el andamiaje
misional y eclesial es la toma de conciencia del
servidor de Cristo en manifestar su amor y gracia a la
humanidad. Quien pretende hacer misión vive y
manifiesta el amor de Cristo. Ese sublime amor produ-
ce un efecto y una transformación en la vida de sus
seguidores que se niega cualquier intención superflua
para delinear la misión. Sin el amor no hay misión. Si
quien hace misión no logra ver el rostro de Dios en los
más necesitados corre el peligro de participar en un
ejercicio fútil que no tiene razón de ser. Es una rutina
Si quien hace misión no Si quien hace misión no
logra ver el rostro de Dios logra ver el rostro de Dios
en los más necesitados en los más necesitados
corre el peligro de partici-corre el peligro de partici-
par en un ejercicio fútil par en un ejercicio fútil
que no tiene razón de ser. que no tiene razón de ser.
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Quien pretende hacer misión es impulsado por el amor y Quien pretende hacer misión es impulsado por el amor y
este rechaza al egocentrismo, lo banal y efímeroeste rechaza al egocentrismo, lo banal y efímero
eclesial en lugar de la manifestación del amor de Dios
que hermana a los pueblos. No se hace misión por
cumplir con un orden organizacional, ni por extender
nuestro marco religioso y mucho menos porque hay
que hacerlo sino porque se ama.
Ser partidario de Cristo implica el emular sus
acciones y las del Padre quien no hace
acepción de personas y hace salir el sol
y la lluvia sobre justo e injustos (Mt
5:43-48). Plasmar el amor de Dios so-
bre los más pequeños emocional y espi-
ritualmente involucra una exposición
en favor de Jesús. Quien practica la jus-
ticia de Dios, ama y quien ama está ca-
pacitado para la misión. El santo llama-
miento es ser perfecto como el Padre
lo es. Esto involucra la manifestación sin reserva de la
caridad y bondad para con los demás. En una de las
oraciones contemporánea más sublime, que la tradi-
ción le atribuye a san Francisco de Asís, el orante peti-
ciona a Dios
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, que yo lleve el amor,
donde haya ofensa, que yo lleve el perdón,
donde haya discordia, que yo lleve la unión,
donde haya duda, que yo lleve la fe,
donde haya error, que yo lleve la verdad,
donde haya desesperación, que yo lleve la esperanza,
donde haya tristeza, que yo lleve la alegría,
donde haya tiniebla, que yo lleve la luz.
Oh, maestro, haz que yo nunca busque
ser consolado, sino consolar,
ser comprendido, sino comprender,
ser amado, sino yo amar.
Porque es dando como se recibe,
es perdonando, como se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
Es con actos de caridad que se trae al injusto a la luz
de Cristo. Mediante la manifestación del amor de Dios
por medio de nuestro proceder se da el más hermoso
de los testimonios y el más de los sublimes proyectos
misionales. Por medio del amor al vecino se logra que
la luz de Cristo reine y las buenas del evangelio lle-
guen a las naciones.
Conclusión
El adorador siguiendo la letra
de la canción con la que se inició la
reflexión de este Encuentro expresa
que tras solicitar a Dios ver su rostro le
es concedida su plegaria y logra ver
a Dios en oración. Exclama con pro-
fundidad espiritual
Te vi en un niño de la calle, sin un lugar para dormir.
Te vi en sus manos extendidas, pidiendo pan para vivir.
Te vi en sus ojos suplicantes y en su sonrisa titubeante.
Ayer te vi
Te vi en un cuarto de hospital, en soledad te vi llorar.
Te vi en el rostro tribulado de un enfermo desahuciado.
Sin esperanza de vivir, cansado de tanto sufrir.
Ayer te vi
El deseo genuino de amar al vecino, a las
comunidades y a los pueblos atestigua la comprensión
del misterio del evangelio y que se está listo para llevar
a cabo la misión. Quien pretende hacer misión es
impulsado por el amor y este rechaza al egocentrismo,
lo banal y efímero. Mas bien deja una huella imborra-
ble que transforma los corazones y acerca a las perso-
nas a Dios. Culmino invitando al lector a revisar el
cuaderno en donde escribió el motivo que le inspira
hacer misión y escudriñar los propósitos que le guían.
Mediante la manifestación Mediante la manifestación
del amor de Dios por medio del amor de Dios por medio
de nuestro proceder se da el de nuestro proceder se da el
más hermoso de los más hermoso de los
testimonios y el más de los testimonios y el más de los
sublimes proyectos misio-sublimes proyectos misio-
nales.nales.
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Recomendaciones Pedagógicas: Jóvenes I y IIRecomendaciones Pedagógicas: Jóvenes I y II
Estrategia
Dinámica grupal
Técnicas Instruccionales
Preguntas abiertas
Exposición de tema
Inicio: (5 – 10 minutos)
Pregunte a los participantes porqué es impor-
tante hacer misión. Escriba en la pizarra o
cardboard las respuestas.
Exponga a los participantes a escuchar la
canción Ayer te vi,...fue más claro que la luna
mientras la van leyendo en un papel. Lo más
recomendable es que usted prepare una refle-
xión en PowerPoint con fotos de personas en
necesidad o crisis y la canción
Desarrollo: (10 – 30 minutos)
Discuta con los participantes los puntos más
importantes del análisis del pasaje bíblico.
Motíveles a que dialoguen acerca de la presen-
cia del amor como motor que guía todo el
andamiaje misional.
Cierre: (10 minutos)
Solicite algunos participantes a que expliquen
en sus propias palabras el significado de las
expresiones de Madre Teresa de Calcuta pre-
sentada en el análisis del texto bíblico.
Culmine leyendo al unísono la oración de San
Francisco de Asís.
Materiales
Reflexión en PowerPoint
Proyector digital
Encuentro III
Copias de la oración de san Francisco de Asís
y frases de Madre Teresa.