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38 C olombia Internacional 65, ene - jun 2007, Pp 192, ISSN 0121-5612, Bogotá, Pp 38 - 65 recibido 30/04/07, aprobado 28/05/07 Giovanni Molano Cruz * EL DIÁLOGO ENTRE LA COMUNIDAD ANDINA Y LA UNIÓN EUROPEA sobre drogas ilícitas DIALOGUE BETWEEN THE ANDEAN COMMUNITY AND THE EUROPEAN UNION on Illicit Drugs

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C olombia Internacional 65, ene - jun 2007, Pp 192, ISSN 0121-5612, Bogotá, Pp 38 - 65

recibido 30/04/07, aprobado 28/05/07

Giovanni Molano Cruz*

EL DIÁLOGO ENTRELA COMUNIDAD ANDINAY LA UNIÓN EUROPEA sobre drogas ilícitas

DIALOGUE BETWEENTHE ANDEAN COMMUNITY

AND THE EUROPEAN UNIONon Illicit Drugs

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El diálogo entre la Comunidad Andina y la Unión Europea sobre drogas ilícitas • Giovanni Molano Cruz

ResumenLas relaciones de Colombia con la Unión Europea en torno al problema de lasdrogas ilícitas pasan por el “Diálogo Especializado de Alto Nivel entre la UniónEuropea y la Comunidad Andina sobre Drogas”, del cual Colombia ocupaactualmente la co-presidencia. Con base en un enfoque interregional, la preguntacentral que guía este artículo es cómo la cooperación entre los dos bloquesregionales contribuye a hacer frente a este fenómeno. Para ello, el autor describelas orientaciones generales de la estructura internacional de control antidrogas ylas políticas específicas de la Unión Europea y la Comunidad Andina.Posteriormente, son identificados los actores, mecanismos e instrumentos delDiálogo euroandino sobre drogas ilícitas con el fin de examinar su dinámica yfunciones como espacio interregional.

Palabras clave: cooperación Unión Europea–América Latina, política antidrogas,Comunidad Andina, Unión Europea.

AbstractColombian relations with the European Union on the issue of illegal drugs takeplace largely within the context of the “Specialized Dialogue on Drugs betweenthe Andean Community and the European Union”, of which Colombia iscurrently co-president. Based upon an inter-regional approach, the centralquestion addressed in this article is how cooperation between the two regionalblocs contributes to confronting this phenomenon? To this end, the authoroutlines the general international structure for combating illicit drugs and thespecific policies of the European Union and the Andean Community. Next, thearticle identifies the actors, mechanisms and instruments at the disposal of theEuro-Andean dialogue on illicit drugs in order to examine their operation androle as an inter-regional space.

Key words: European Union-Latin America cooperation, internationalcounternarcotics policy, Andean Community, European Union.

* Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Maestría en Estudios Superiores del Desarrollo. Universidad de Gine-bra, UNIGE, Suiza. Maestría en Relaciones Internacionales. Política y diplomacia y Ph.D. en Ciencia Política, Universi-dad de Paris 1 (Pantheon-Sorbonne), U.P. I, Francia. Profesor del Centro de Estudios Políticos de la Sorbona, UniversidadParís 1 Panteón-Sorbona, Francia. Correo Electrónico: [email protected]

Introducción

E l objetivo de este artícu-lo es contribuir a lacomprensión de la polí-

tica exterior colombiana a través delanálisis preliminar del Diálogo espe-cializado Unión Europea – Comuni-dad Andina sobre drogas ilícitas, delcual Colombia ocupa actualmente lacopresidencia en representación de laComunidad Andina, CAN1.

En un libro reciente que reúnetrabajos de expertos mundiales sobrepolíticas de drogas ilícitas se afirma:“Que sí hay alternativas, que los colom-bianos podríamos aspirar a no ser vícti-mas de la combinación del narcotráficoy esas políticas punitivas [promovidaspor Estados Unidos], se infiere de lasdescripciones y análisis que presentan[…] Georges Estievenart y AlainLabrousse (Camacho Guizado, 2006:XXI). La Unión Europea, UE, es enefecto frecuentemente percibida (por laopinión pública), analizada (por acadé-micos) y presentada (por funcionarioseuropeos y colombianos) como unactor alternativo para Colombia ante lallamada « guerra contra las drogas » lide-rada por Estados Unidos.

Ahora bien, desde 1995 las rela-ciones de Colombia con la UE sobredrogas ilícitas están institucionalizadasen el Diálogo Especializado de Alto Nivelentre la Unión Europea y la ComunidadAndina sobre Drogas, creado por los dosgrupos regionales en el marco de sus

relaciones de cooperación. Por defini-ción, este Diálogo está orientado haciala regulación del problema, en términostransnacionales. Por ello, la preguntaque surge es: ¿Cómo la cooperaciónentre estos dos bloques regionales con-tribuye a hacer frente al fenómeno dedrogas ilícitas? Para responder este inte-rrogante propongo un enfoque analíti-co interregional.

Las primeras investigacionessobre relaciones interregionales se reali-zaron durante la Guerra Fría. En 1968,Kaiser hace un estudio de las interac-ciones entre subsistemas regionales quebusca sin éxito estimular nuevas investi-gaciones en este campo (Kaiser, 1968:107). Pero es la renovación y multipli-cación mundial de acuerdos regionalesdurante la década pasada, el fenómenoque genera distintos estudios sobre lasrelaciones interregionales (Hanggi etal., 2006; Söderbaum et al. 2005).Aun-que estos trabajos tienden a enfocar elanálisis en la acción y a las políticas dela UE en sus relaciones con otros gru-pos regionales, como perspectiva analí-tica el interregionalismo permite evitarla frecuente visión unilateral de losestudios sobre las relaciones entre laUnión Europea y América Latina(Molano Cruz, 2007). En el caso deColombia, por ejemplo, si se plantea lapregunta de si las políticas de la UEhacia el país se adelantan sobre unmodelo interregional, ésta se respondeen el contexto de las relaciones entre la

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1 Este artículo se basa en una ponencia presentada en el simposio Integración regional, cooperación interregional y gobernan-za global: las implicaciones de las estrategias interregionales europeas para América Latina, organizado en el Instituto de Estu-dios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas, el 13 de abril de 2007, en el marco del V Congreso Europeo deLatinoamericanistas, y en una serie de entrevistas a funcionarios europeos y diplomáticos realizada en Bruselas durante el pri-mer semestre de 2007. Muy sinceramente agradezco a estas personas por su tiempo y amable colaboración, y a Carlos Que-nan y los dos evaluadores anónimos de Colombia Internacional, por sus pertinentes comentarios y sugerencias a una primeraversión de este texto. Ellos no tienen ninguna responsabilidad sobre lo que aquí se expone.Este trabajo se ha realizado con el apoyo del Programa Alban de la Unión Europea para América Latina N° E04D041993CO.

CAN y la UE, pero según las accionese iniciativas europeas (De Lombaerdeet. al. 2006: 18-24). De igual forma, losestudios sobre la cooperación entre laUE y América Latina sobre drogas ile-gales, se han concentrado en la descrip-ción de la normativa comunitariaeuropea sobre el tema, sin considerar elespacio mundial en que se desarrolladicha cooperación (Laurent 1997;Estievenart 2006; Labrousse 2006). Sinembargo, como fenómeno social lacooperación no tiene un sentido único.Por análisis interregional entiendo,entonces, el estudio de la relación entregrupos regionales en la arena global.

El propósito de este artículo esanalizar el proceso de la cooperacióneuroandina sobre drogas ilícitas, el tipode actores que la realizan y los criteriosque orientan sus prácticas sociales. Ini-cialmente son presentados los princi-pios de la estructura internacional decontrol político de drogas ilícitas y laspolíticas antidrogas en la UE y la CAN.A continuación son precisados los ins-trumentos de cooperación y los interlo-cutores del Diálogo euroandino con elfin de examinar su dinámica y sus fun-ciones como espacio interregional.

1. Marco mundial de control de drogas ilícitas

En 1988 el asunto de las drogasilegales se consolidó como tema de laagenda internacional con la firma de laConvención de las Naciones Unidascontra el tráfico ilícito de estupefacien-tes y sustancias psicotrópicas, conocida

como Convención de Viena. Los esta-dos firmantes se comprometieron apenalizar todos los aspectos relaciona-dos con el tráfico ilícito de dichas subs-tancias: el cultivo, la fabricación, ladistribución, la venta, la posesión y elblanqueo de dinero. En su preámbulo,los delegados de los estados expresaronuna profunda preocupación por la mag-nitud y tendencia creciente de la pro-ducción, demanda y tráfico deestupefacientes, y sustancias psicotrópi-cas “que representan una grave amena-za para la salud física y el bienestar delos seres humanos y menoscaban lasbases económicas, culturales y políticasde la sociedad”. Señalaron, además, quelos vínculos entre el tráfico ilícito deestupefacientes y actividades delictivasatentan contra la economía licita yamenazan “la estabilidad, la seguridad yla soberanía de los Estados”.

En la Organización de lasNaciones Unidas, ONU, el núcleo delcontrol de drogas ilícitas está confor-mado por su oficina contra la Droga yel Delito, ONUDD, la Junta Inter-nacional para la Fiscalización de Estu-pefacientes y la Comisión deEstupefacientes, CE. Pero otras orga-nizaciones multilaterales del sistemade las Naciones Unidas y de las enti-dades intergubernamentales tambiéntratan el tema2. La racionalidad de laConvención de Viena puede resumir-se en: 1) corresponsabilidad de los paí-ses productores y consumidores; 2)reducción de la oferta y la demanda;3) establecimiento por los estados fir-

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2 En el sistema de Naciones Unidas también se ocupan de drogas ilegales, entre otros, los programas para el desarrollo ysobre el sida y la Organización Mundial de la Salud. Dentro de las instituciones intergubernamentales sobresalen la Ofi-cina Internacional de Policía Criminal, el Grupo de Acción Financiera, GAFI, y la Organización Mundial de Aduanas. LaConvención de Viena de 1988, así como otras convenciones internacionales sobre el tema, y una lista con las direccioneselectrónicas de las organizaciones internacionales, regionales y nacionales vinculadas con el asunto de drogas de uso ilíci-to, están disponibles en www.unodc.org

mantes de estrategias integrales,estructuradas y jerarquizadas a nivelnacional; y 4) coordinación interna-cional de actividades relativas al con-trol de drogas de uso ilícito.

Sin que la naturaleza obligatoriade sus disposiciones sea precisada(Botero 1989), las prioridades de lasacciones basadas en esta convenciónson la oferta y su reducción.Así, entre2002 y 2003 de un presupuesto de198.9 millones de dólares en laONUDD, el 20.8% fue para accionesde prevención y reducción del abusode drogas ilegales (Jelsma et al. 2004:8). En la práctica, si la reducción de laproducción exige cooperación inter-nacional, la reducción del consumo esresponsabilidad de cada país. Particu-larmente, en el caso de la cocaína, laexigencia de reducción de la oferta,que implica represión y medidas decontrol en cultivos, procesamiento ytráfico, se le hace a los países donde seconcentran los productores, mientrasque no se hacen prácticamente exi-gencias internacionales a los paísesdonde está el mayor número de con-sumidores.

Los principios, normas y proce-dimientos de toma de decisiones delmarco mundial de control de drogas ilí-citas, resultan de un proceso de relacio-nes asimétricas entre actores, en el cualpriman orientaciones prohibicionistasde transnational moral entrepreneurs esta-dounidenses (Nadelmann Ethan 1990).Pero el enfoque prohibicionista y losacuerdos que surgen de la estructurainternacional de control político dedrogas ilícitas no han estado exentos deconflictos, debates y diferencias entresus actores (Jelsma 2003). La Conven-ción de Viena regula la cooperaciónentre estados en la lucha contra las dro-

gas y establece que los estados debenactuar a través de organizaciones inter-nacionales y regionales. En junio de1998, la Sesión Especial de la AsambleaGeneral de Naciones Unidas sobre dro-gas ilegales manifestó la preocupaciónde los gobiernos por los vínculos de laproducción y el tráfico ilícito de drogascon los grupos terroristas, el crimentransnacional organizado y el tráfico ilí-cito de armas. Al respecto, la Asambleaestablece los siguientes principios recto-res: 1) un plan para combatir la fabrica-ción ilícita, el tráfico y el uso indebidode estimulantes anfetáminicos y sus pre-cursores; 2) la fiscalización de precurso-res; 3) medidas para promover lacooperación judicial; 4) medidas contrael blanqueo de dinero; y 5) cooperacióninternacional para erradicar cultivos ilí-citos y el desarrollo alternativo. LaAsamblea de 1998 reiteró el papel de lasorganizaciones regionales como mediosy actores de la lucha antidrogas, y soli-citó reforzar los mecanismos regionalesy subregionales y la cooperación multi-lateral, regional y bilateral. Sin embargo,incluso antes de la Convención deViena éste ya era un tema del regiona-lismo andino y europeo.

2. El ordenamiento institucionalandino sobre drogas ilícitas

En 1985 el Parlamento Andinodeclaró “el narcotráfico como delitocontra la humanidad”, señalando que“la producción y el consumo de dro-gas genera problemas de caráctersocial, económico, cultural y político”,y exhortó a “los gobiernos a contri-buir a la creación de mecanismosinternacionales para intensificar lalucha contra la producción ilegal, eltráfico ilícito y el uso indebido dedrogas” (Secretaría General de la CAN

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2000a: 39). Al año siguiente se firmó,a nivel andino, el Convenio RodrigoLara Bonilla de Prevención del Uso yTráfico Ilícito de Estupefacientes, y anivel continental, se creó la ComisiónInteramericana para el Control delAbuso de las Drogas, CICAD. En1989, el Consejo de Presidentes adop-tó la Convención de Viena, y la Comi-sión Andina estableció el Plan deAcción para la Sustitución y Desarro-llo Alternativo en las zonas producto-ras de coca.

A comienzos de los noventas, ladiplomacia de los países andinos eramuy activa en temas relacionados conlas drogas ilícitas, mientras que, en todala región, la violencia derivada de pro-blemas políticos o sociales se vinculabacon el cultivo, la producción y el tráfi-co de drogas ilícitas. En ese contexto,en febrero de 1990, se reunieron enCartagena los Presidentes de Bolivia,Colombia y Perú con el Presidente delos Estados Unidos.Además de la reite-ración de los objetivos de las NacionesUnidas sobre la lucha antidrogas, seanunciaron iniciativas comerciales paramitigar el impacto social y económicode dicha la lucha. Dos meses después, elpresidente colombiano Virgilio Barco(1986-1990), con un país asediado porel terrorismo de los narcotraficantes,presentó en Bruselas el Plan Especial deCooperación Económica. Por ello, elParlamento Europeo sugirió a laComisión proveer recursos financierospara Colombia en su lucha contra dro-gas ilegales. Luego, en octubre, laComisión Europea decidió otorgar alos productos de Colombia, Bolivia,Ecuador y Perú, un acceso preferenciala su mercado, el cual es conocido comoel SGP-drogas, que a partir de 1995incluyó también a Venezuela.

Con el lanzamiento del objetivoandino de una política exterior comúnse consolidó la elaboración de unapolítica regional sobre drogas ilícitas.En mayo de 1999, el Consejo deMinistros de Relaciones Exterioresadoptó los lineamientos de la PolíticaExterior Común, al señalar la necesi-dad de que los países articularan unaposición conjunta que se constituyera“en la contribución de la CAN a lalucha internacional contra el problemamundial de la droga” (Secretaría Gene-ral de la CAN 2000a: 48). En octubredel mismo año, en el CICAD, fue apro-bada la creación del Mecanismo deEvaluación Multilateral, el cual habíasido propuesto en 1998 por los paísesandinos en la Segunda Cumbre de lasAmérica, en respuesta a la “certifica-ción unilateral anual del Gobierno deEstados Unidos”. También en 1999 seinauguró, en Lima, la Escuela Regionalde la Comunidad Andina de Inteligen-cia Anti-drogas.

La política andina contra drogasilegales se fundamenta en la conside-ración que su producción, tráfico yconsumo constituyen un problematransnacional, que “amenaza la salud yel bienestar de los seres humanos” y“afecta las bases culturales, económi-cas y sociales” de los países (SecretaríaGeneral de la CAN 2000b: 2). Paraejecutar los programas de esta políticaen 2001 fue creado el Comité Ejecu-tivo de Coordinación en la LuchaAntidrogas y en 2003 el ComitéAndino para el Desarrollo Alternati-vo. También se han adoptado unaserie de Decisiones e instrumentossobre lucha antidrogas, directamenteaplicables en los países miembros y deimplementación obligatoria, que abo-gan por la profundización de la inte-

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gración, las responsabilidades conjun-tas, la cooperación política y social(Decisión 505 de 2001), el control desubstancias químicas utilizadas en laproducción de drogas ilícitas (Deci-sión 602 de 2005) y el desarrolloalternativo integral y sostenible(Decisión 614 de 2005)3. Los camposde acción de las instituciones andinasen la lucha antidrogas son: 1) las polí-ticas nacionales de control de la pro-ducción, erradicación de cultivos,desarrollo alternativo, desmantela-miento de infraestructura de produc-ción y transporte, lavado de activos,reducción de la demanda; 2) las estra-tegias binacionales, los acuerdos bila-terales y las comisiones de vecindad-;3) el fortalecimiento de una estrategiaandina para armonizar las legislacio-nes, capacitar a los funcionarios y cap-tar los recursos de ayuda técnica yfinanciera internacional; y 4) la coor-dinación de posiciones conjuntas.

En la región andina son crecien-tes los problemas de consumo de dro-gas ilícitas en las grandes ciudades, perolas políticas se focalizan en el combatea la producción y el tráfico. Las políti-cas nacionales sobre reducción de lademanda incentivan la participación deorganizaciones no gubernamentales(Secretaría General de la CAN 2000a:80-84). Como componente de la polí-tica exterior común, el tema de drogasilegales es competencia del ConsejoPresidencial, que establece las directri-ces, y del Consejo de Ministros deRelaciones Exteriores, que formula la

política exterior y coordina la acciónexterna.Así, si el contenido de las polí-ticas andinas sobre drogas ilegales des-cansa en la coordinaciónintergubernamental, la SecretaríaGeneral -y sus comités especializados-ejecuta planes, asesora, coordina activi-dades y reuniones de los estados miem-bros y mantiene las relaciones conorganizaciones regionales y de coope-ración. La normativa institucional de laCAN sobre lucha antidroga es muyavanzada, pero las limitadas condicionesmateriales, la escasa disponibilidad derecursos financieros, el incumplimientode normas por parte de los estados, eincluso su deficiente colaboración en latransmisión de información4, reducenlas posibilidades para trasladar las ideasa la práctica. Sería muy osado argu-mentar que existe una política exteriorcomún andina en el tema de las drogasilícitas, pero sí existen acciones coordi-nadas de los países miembros en laescena internacional.

A través de la CAN los estadosproyectan y refuerzan sus políticasnacionales en la arena global. En 2003,por ejemplo, durante la Secretaría de laCAN del colombiano Guillermo Fer-nández de Soto, representantes delgobierno de Colombia promovieron,con el apoyo de sus homólogos andinosen la CE de Las Naciones Unidas, laadopción de dos resoluciones con baseen proyectos nacionales5. Los paísesandinos tienen múltiples acuerdos bila-terales sobre lucha antidrogas, pero laUnión Europea es el único grupo de

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3 Disponibles en www.comunidadandina.org 4 Este aspecto es señalado frecuentemente en los informes de la Secretaria General de la CAN sobre el Plan Andino de Lucha

contra las drogas y delitos conexos, disponibles en www.comunidadandina.org.5 Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia (2003). Noticias “Canciller logra adopción de siete resoluciones en Comisión de

Estupefacientes” www.minrelext.gov.co [Consultado el 26 de abril de 2007].

integración en el mundo con el cual laCAN ha establecido un diálogo institu-cionalizado sobre drogas ilegales.

3. Contenido y medios de la política europea sobre drogas ilícitas

En 1986, ante el creciente con-sumo de drogas ilícitas el ParlamentoEuropeo (PE) presentó un informe quedio origen a una resolución que invita-ba a la Comunidad Europea a reforzarla reducción del consumo y a actuar anivel internacional. Un año después secreó una línea presupuestaria antidro-gas para los llamados países en desarro-llo, y el Consejo decidió que laComisión participara en la Conferenciainternacional que concluiría con laConvención de Viena, a la cual laComisión adhirió el 31 de diciembrede 1990. Ese año la Comisión integró,por iniciativa estadounidense, el Grupode Dublín, como un órgano que sereúne periódicamente en Bruselas paradiscutir políticas antidrogas, del cualforman parte los estados de la UE,Aus-tralia, Canadá, Japón, Noruega, EstadosUnidos y la ONUDD. El Grupo deDublín es un mecanismo informal yflexible de consultación y coordinación(Council of EU 2006b), pero su papelen el control político mundial de dro-gas ilegales no es anodino. Dividido ensubgrupos regionales que cubren todoel mundo, su objetivo es tratar los pro-blemas de producción, tráfico ydemanda de drogas ilícitas, pero exclu-ye a los países donde se concentranproductores y exportadores de drogasilegales. Cualquier nuevo miembro

debe ser “donante de ayuda internacio-nal antidrogas” (Idem: 2).

En 1990 se lanzó el primer PlanEuropeo de Lucha contra Drogas Ilegalesy,cinco años después,el Plan Quinquenalestableció que el tema fuera incluido enel diálogo político con terceros países.Alrespecto, algunos países de la UE optaronpor la prevención, la educación y, enalgunos casos, por la despenalización;otros tuvieron mayor disposición a repri-mir el tráfico de drogas ilegales y a losconsumidores. Pero a nivel comunitario,el tema es considerado como un proble-ma de salud pública y de reducción deldaño del consumo.Finalmente, la estrate-gia europea sobre drogas ilegales para2005-2012, adoptó el concepto dereducción del daño del consumo paratoda la UE (Consejo de la UE 2004).

A nivel externo, la lucha contralas drogas ilegales está presente en laspolíticas que conforman la acción exte-rior de la UE: la política comercial, lapolítica de cooperación al desarrollo yla política exterior y de seguridadcomún,PESC.Pero el asunto es tratado,principalmente, desde la perspectiva delas políticas comunitarias de desarrollo,a través de la ayuda financiera, técnica yde comercio, mediante las preferenciascomerciales-. De acuerdo con JavierSolana, el Alto Representante de laPESC:“La UE presta ayuda al Gobier-no y a la sociedad civil para el restable-cimiento de la paz en Colombia, paragarantizar los derechos humanos ymejorar las condiciones de la vida de losciudadanos y erradicar la violenciagenerada por los grupos armados ilega-les, terrorismo y el tráfico de drogas”6.

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6 “Trabajamos por la Paz de Colombia” entrevista a Javier Solana de la corresponsal del diario colombiano El Pais, durante la IVCumbre eurlatinoamericana. Disponible en www.consilium.europa.eu Prensa. [consultado el 19 de mayo de 2006]

Las decisiones del Consejo relativas alas medidas contra el terrorismo inclu-yen a los grupos guerrilleros y parami-litares, pero hasta ahora, ni laresolución política y negociada delconflicto armado ni la hecatombehumanitaria en Colombia han sidoobjeto de una posición o accióncomún de la PESC. Estos son los ins-trumentos que permiten al Consejo elestablecimiento de objetivos, medios,condiciones de aplicación y enfoquescomunes para los estados miembros ensituaciones concretas. Por otro lado, lacatástrofe humanitaria colombiana ylos estragos del conflicto armado sí hansido objeto del instrumento más utili-zado de la PESC: las declaraciones.

La actual estrategia europeacontra las drogas ilegales estableceque el control de la oferta debe inte-grar diferentes áreas y que el tema seaincorporado en la cooperación euro-pea para el desarrollo. La UE ha defi-nido como áreas prioritarias de suacción exterior contra las drogas ilíci-tas a América Latina y el Caribe, AsiaCentral y África Austral y Occiden-tal. Su política respecto de tercerospaíses y grupos regionales persiguelos siguientes objetivos: 1) la reduc-ción de la demanda, lo cual incluyeproyectos financiados por la Comi-sión y ejecutados frecuentemente porONG; 2) la reducción del tráfico, elcontrol de precursores químicos y lalucha contra el blanqueo de dinero,como complemento a las acciones delas agencias internacionales de Las

Naciones Unidas; y 3) el desarrolloalternativo.

Una agencia comunitaria –elObservatorio Europeo de Drogas yToxicomanía, OEDT- y una intergu-bernamental –la Oficina Europea dePolicía, Europol-, junto con una mul-tiplicidad de oficinas dispersas en lasinstituciones comunitarias, confor-man el marco institucional de la polí-tica sobre drogas ilegales (ComisiónEuropea 2002). Sin embargo, en laComisión, la Unidad de Coordina-ción antidrogas; en el Consejo, elGrupo Horizontal Drogas y el GrupoTráfico ilícito; y en el Parlamento, laComisión de Libertades Civiles, Justi-cia y Asuntos de Interior, son las uni-dades encargadas del asunto de drogasilícitas7. El punto sensible de la elabo-ración y decisión de la política dedrogas de la UE, es el Consejo. Lapolítica europea de drogas es el resul-tado de la coordinación entre estados.Así, un gobierno como el de ReinoUnido coopera con Estados Unidosen iniciativas anti-droga y apoya conayuda militar a Colombia en esamateria, al mismo tiempo que canali-za sus políticas al respecto, en la UE, yotros órganos multilaterales (Grugelet al. 2006: 293)8. Pero la Comisión -con poderes de ejecución del presu-puesto, aplicación de políticascomunes, derecho de iniciativa legis-lativa y negociación en relacionesexteriores- y el Parlamento -conpoderes legislativo y presupuestariode codecisión con el Consejo y de

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7 Entrevista a un funcionario de la Dirección de Justicia y Libertad de la Comisión Europea, entidad donde se encuentra la Uni-dad de Coordinación de la Lucha contra la droga de la Comisión. Bruselas, febrero 7 de 2007.

8 En el mismo sentido debe ser considerada la ayuda militar –en armas, equipos, asesoría técnica y estratégica- del gobierno espa-ñol al gobierno colombiano anunciada en 2003.Ver: Quevedo et al.“El arsenal secreto con España. Se consolida acuerdo deayuda militar” en El Espectador, 20 de noviembre de 2003.

control político sobre la Comisión-son independientes de los gobiernosnacionales y tienen responsabilidadesen la realización de la política sobredrogas ilícitas. Ciertamente, estosaspectos burocráticos afectan la ejecu-ción eficiente de la política antidroga(Estievenart 2006: 33; Labrousse2006: 57-58), pero las deficiencias delmodelo organizacional burocrático,no impiden que esta política tengauna presencia concreta en la escenaglobal. Además, la UE y sus paísesmiembros son los principales provee-dores de fondos para los programascontra drogas ilícitas de las NacionesUnidas; y la delegación de la Comi-sión en Viena, que participa comoobservador en la CE, dedica una parteimportante de su actividad a propor-cionar informaciones y facilitar con-tactos entre los servicios de laComisión y los organismos compe-tentes en materia de drogas.

Así, en 1997 la Comisión pro-movió la organización, en RepúblicaDominicana, de la primera reuniónde la ONU para evaluar el Plan deAcción de coordinación y coopera-ción para la fiscalización de drogas enel Caribe, que fue creado en Barba-dos, en mayo de 1996, por iniciativade Francia, Inglaterra y Holanda. Enesta reunión, el entonces director dela ONUDD, Pino Arlacchi, aseguróque el Plan de Barbados era el “pri-mer esfuerzo concreto para proponeruna solución realmente regional, quesea tanto balanceada como integradaen naturaleza [y ofrecía] el prospecto

de una mejor coordinación entre lasagencias nacionales, bilaterales ymultilaterales para enfrentar el pro-blema de la droga”. Por su parte, laComisionada europea, al explicar porqué la batalla contra las drogas ocupael primer lugar en la agenda políticade la Unión Europea, afirmó que “larazón es el estrecho enlace entre lanaturaleza fronteriza-internacionaldel problema de las drogas y nuestrosesfuerzos por crear un área de libremovimiento de mercancías, servicios,capitales y personas”. Informó, ade-más, que el Plan contenía las reco-mendaciones hechas por expertosestadounidenses en colaboración consus contrapartes europeas en el Cari-be9. Este Plan, financiado principal-mente por Estados Unidos y la UE,finalizó en 2001, y sentó las basespara una cooperación vigente. Si lostres países europeos que lo promo-vieron mantienen su presencia mili-tar en el Caribe y coordinan lasacciones antidrogas de las fuerzas decooperación multilateral, que operanbajo orientaciones del Comando Surde Estados Unidos (Armenta et al.2005: 464), el Plan de Barbadospuede convertirse en el eje de laactual política internacional europeasobre drogas ilegales en AméricaLatina, pues puede servir de conten-ción de las rutas del tráfico de dichasdrogas desde los países donde se con-centran los productores hasta los paí-ses donde principalmente están losconsumidores (Labrousse 2006: 46;Metaal 2005: 262).

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9 Centro de Información de las Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana, 2da. Reunión Regional sobreCoordinación y Cooperación para la Fiscalización de Drogas en el Caribe. Evaluación del progreso realizado en la implementación delPlan de Acción de Barbados, Santo Domingo, 8-9 de diciembre de 1997. En: www.unam.mx.cinu/drogas/drogas [Consulta-do el 15 de marzo de 2007].

4. La cooperación euroandina enla lucha contra drogas ilícitas

El diálogo eurolatinoamericanosobre drogas ilícitas se inició en 1990con los encuentros anuales del Grupode Río y, la UE. En estas reuniones,latinoamericanos y europeos confir-man su adhesión y apoyo a los princi-pios, objetivos y medios de NacionesUnidas sobre las drogas ilegales. Así,en marzo de 1998, durante la prime-ra reunión de alto nivel sobre drogasilícitas entre la UE y los estados deAmérica Latina y el Caribe, ALC, losasistentes establecieron un mecanismode coordinación y cooperación “des-tinado a profundizar el diálogo políti-co y técnico, fomentar la cooperaciónexistente en la lucha contra la droga ydesarrollar nuevas áreas de coopera-ción en este ámbito”. Allí declararonque “el problema de la droga en todossus aspectos no puede ser tratado deforma unilateral, sino que debe serlo anivel multilateral”, elogiaron los éxi-tos cosechados por la cooperaciónentre la UE y los países del Caribe enel Plan de Barbados y destacaron que“los resultados de la Sesión Especialsobre drogas, de la Asamblea Generalde las Naciones Unidas [que se reali-zó tres meses después] orientara [sic]la actuación de la futura coordinacióny cooperación entre la Unión Euro-pea, Latinoamérica y el Caribe”(Consejo de la UE 1998). En abril de1999, en Panamá, el Mecanismo UE-ALC estableció su Plan de Acción.Dos meses después, en Río de Janei-ro, durante la primera Cumbre deJefes de Estado y de Gobierno UE-ALC, el Plan de Panamá es puesto en

marcha, con base en las orientacionesde Naciones Unidas contra las drogasilegales (Consejo de la UE 1999). En2000, en Lisboa, el Mecanismo UE-ALC establece sus prioridades: reduc-ción de la demanda, desarrolloalternativo, lavado de activos y coope-ración marítima. En la II Cumbre deJefes de Estado y de Gobierno UE-ALC europeos y latinoamericanosacuerdan celebrar “reuniones ad hocdurante las reuniones anuales de laComisión de Estupefacientes deNaciones Unidas, para examinar yconsensuar las iniciativas y propuestasde interés para los miembros delMecanismo” (Secretaría General de laCAN 2003c: 4). La copresidencia delMecanismo UE-ALC corresponde,del lado europeo, al país que ejerce lapresidencia de la UE, y del lado lati-noamericano, el mismo Mecanismoelije su copresidente anual. En febre-ro de 2007, siguiendo una iniciativacolombiana expresada durante la IVCumbre UE-ALC de Jefes de Estadoy de Gobierno, el Mecanismo UE-ALC realizó una reunión extraordi-naria para evaluar el Plan de Panamáy las Prioridades de Lisboa. Así, porinvitación del gobierno colombiano,que tiene como objetivo mantener el temade las drogas al más alto nivel político ensu agenda internacional10, se reunieronen Cartagena de Indias representantesde cuatro países europeos, ocho paísesde ALC y tres organizaciones regio-nales-CICAD, Unión Europea, Euro-pol- (Council of the European Union2007).

Sin embargo, la cooperacióneurolatinoamericana sobre drogas ile-

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10 Entrevista a un diplomático andino, Bruselas, mayo 16 de 2007.

gales, lanzada en Río de Janeiro fueprecedida por la creación, bajo elprincipio de corresponsabilidad com-partida, del Diálogo Especializado deAlto Nivel entre la Unión Europea y laComunidad Andina sobre Drogas (enadelante: el Diálogo). Este fue creadoen septiembre de 1995, durante unareunión de ministros de Justicia de laTroika y de los países andinos encar-gados del tema. En diciembre delmismo año, funcionarios de la UE yla CAN y sus estados miembros fir-maron acuerdos bilaterales sobre pre-cursores químicos utilizados en laproducción de drogas ilegales, y esta-blecieron un mecanismo para seguirel desarrollo de los acuerdos suscritos.La copresidencia del Diálogo corres-ponde a los países que ocupan las pre-sidencias del Consejo de la UE y delConsejo Presidencial Andino. En losencuentros participan funcionariosgubernamentales (de servicios anti-drogas, justicia, policía, salud, aduanas,relaciones exteriores, cooperación),diplomáticos (embajadores, ministrosplenipotenciario, ministros conseje-ros, agregados militares y/o de poli-cía) y funcionarios comunitarios(andinos y europeos), los cuales inter-cambian información, presentan pro-gramas nacionales y regionales delucha contra drogas ilegales y discu-ten proyectos de cooperación. Dellado andino, es constante el interéspor mantener el carácter del Diálogo

al más alto nivel, y sus representantesnacionales incluyen responsablesgubernamentales, al igual, de altonivel político. Mientras que del ladoeuropeo, los representantes de altonivel provienen principalmente deunidades técnicas y servicios. Larazón, sin embargo, no es una falta deinterés político de su parte; sino queen ello incide, notablemente. Elhecho de que para la Comisión Euro-pea “es muy difícil movilizar 27ministros o vice-ministros que enalgunos casos han participado en elmismo año en las reuniones delMecanismo UE-ALC, del Grupo deRío-UE y en las Cumbres”11.

Si todos los países de la CANestán representados y acompañadospor funcionarios de la SecretaríaGeneral Andina, no todos los países dela UE envían delegados, aunque lasinstituciones europeas sí están debida-mente representadas. La situación essimilar en las reuniones de la Comi-sión Mixta CAN-UE que tambiéntrata el tema de drogas ilícitas12, aligual que las conferencias interpar-lamentarias eurolatinoamericanas(CELARE 2005: 153). No obstante,en Bruselas el ritmo de las actividades einiciativas de acción o reacción de laCAN, lo marca el país que ocupa la pre-sidencia13. La siguiente es una visión deconjunto de los actores y espacios dela cooperación interregional CAN-UE en materia de lucha anti-drogas:

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El diálogo entre la Comunidad Andina y la Unión Europea sobre drogas ilícitas • Giovanni Molano Cruz

11Entrevista a un funcionario de la Dirección de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Bruselas, enero 27de 2007.

12 Con el fin de coordinar las relaciones de cooperación la Comisión Mixta fue establecida en el Acuerdo de Coopera-ción de 1983 entre el Pacto Andino y la Comunidad Económica Europea, ratificada por el Acuerdo Marco de Coo-peración UE-Pacto Andino diez años después, y por el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación de 2003 que rigelas actuales relaciones euroandinas.

13 Entrevista a un diplomático andino, Bruselas mayo 29 de 2007.

Además de los presentados enel renglón de organismos de luchacontra las drogas, eventualmenteintervienen otros actores, tales comoCICAD, ONUDD, GAFI, pero comoel origen de sus integrantes no selimita a las regiones andina y europea,no figuran en el cuadro. Las drogas ilí-citas son tema de distintos programas

de la cooperación euroandina, pero alrespecto existen proyectos específicos.Aunque la dificultad en la recoleccióny acceso a la información restringenel análisis, una fotografía de la distri-bución geográfica y temática de losprogramas de cooperación CAN/UEsobre drogas ilícitas en 2004, es lasiguiente:

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Comunidad Andina Unión Europea Espacios de diálogo

Organismospolíticos

Organismosde lucha contra la drogas

* Secretaría General* Parlamento Andino* Consejo Andino de

MM.RR.EE.* Embajadas andinas en

Bruselas

* Comité Ejecutivo delPlan Andino deCooperación para laLucha contra las Drogas

* Comité Andino para elDesarrollo Alternativo

* Organismos einstituciones de paísesmiembros encargadosdel tema

* Funcionarios yorganismos de seguridadde países miembros

* Escuela Regional de laComunidad Andina deInteligencia Anti-drogas

* Observatorios de drogasestados miembros

* Comisión* Parlamento Europeo* Consejo* Delegaciones de la

Comisión en los paísesandinos

* Grupo inter-serviciosDroga de la Comisión

* Oficina de la Comisiónpara la CAN

* Grupo horizontal deDrogas y Grupo deTráfico Ilícito del Consejo.

* Comisión del Parlamentode: Libertades Civiles,Justicia y Asuntos deInterior.

* Observatorio Europeo deDrogas y Toxicomanía

* Organismos einstituciones de paísesmiembros encargadosdel tema

* Europol

* Cumbres UE-ALC deJefes de Estado y deGobierno

* Reuniones a nivelministerial UE Grupo de Río

* Conferenciasinterparlamentarias

* Comision Mixta

* Mecanismo deCoordinación yCooperación UE-ALC en materia de drogas

* Diálogo especializado de Alto Nivel UE-CAN en materia de drogas

* Grupo conjunto de seguimiento de los acuerdos sobre precursoresquímicos entre lospaíses andinos y la CE

* Reuniones ad hoc en el interior deasambleas e institucionesde Naciones Unidasrelativas al control dedroga ilegales

Actores y espacios interregionales de la cooperación euroandina sobre drogas ilegales

Fuente: elaboración del autor

Según este cuadro la ejecuciónde proyectos de cooperación tiene unsentido bilateral UE-país y no interre-gional CAN-UE. Las institucionesandinas son beneficiarias únicamentede 3 programas. El principal instru-mento de la cooperación es el desarro-llo alternativo, inscrito en la estrategiaeuropea de reducción de la oferta(Blondiau 2002: 35) el cual se traduceen proyectos de diversa índole (talescomo infraestructura, actividades agrí-colas, capacitación, etc.) tanto a nivelnacional como regional y andino. Lacooperación en la reducción de lademanda se concentra en el apoyoeuropeo, mediante recursos y asistenciatécnica- a proyectos de prevención delconsumo y rehabilitación en los paísesandinos, pero también existen progra-mas regionales como, por ejemplo, unoreciente sobre drogas sintéticas, cuyoscentros mundiales de producción estánen Europa. Los proyectos de control deprecursores químicos y lavado de dine-ro, relacionados con la lucha contra la

producción y el tráfico de drogas ilíci-tas, buscan fortalecer el intercambio deinformación, las instituciones regiona-les y las administraciones nacionalesandinas encargadas de estos temas. Losproyectos de fortalecimiento institu-cional pueden desarrollarse en formade apoyo a organismos nacionales oandinos responsables de la reducciónde la demanda, o de lucha contra el trá-fico o producción de drogas ilícitas.

El otro instrumento relevanteson las preferencias comerciales, pero sucarácter es unilateral. En 2005, luego deque India presentara, en 2002, unaqueja sobre el SGP-drogas en la Orga-nización Mundial de Comercio, OMC,la UE lo remplazó por el SGP-plus queincluye productos de los países andinosy otorga ventajas al conjunto de los lla-mados países en vías de desarrollo,siempre y cuando ratifique y cumplanlas 27 convenciones internacionalessobre derechos laborales, desarrollo sus-tentable, buen gobierno y control dedrogas ilícitas.

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El diálogo entre la Comunidad Andina y la Unión Europea sobre drogas ilícitas • Giovanni Molano Cruz

N° deTema Proyectos Beneficiario

Desarrollo alternativo 30 Bolivia (11), Colombia (10), Perú (9)

Reducción de la demanda 10 Bolivia (4), Perú (3), Ecuador (1), Venezuela (1), Bolivia, Chile,

Perú, Uruguay (1)

Precursores químicos 3 Comunidad Andina (1), Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela (1),

Venezuela (1)

Fortalecimiento institucional 2 Comunidad Andina (1), Colombia (1)

Lavado de dinero 1 Perú (1)

Otros: reducción de la oferta, 24 Venezuela (8), Colombia (7), Ecuador (4), Perú (3), Bolivia (1),

(intercambio de información, Comunidad Andina (1)

sminarios, etc..)

Total 70

Distribución temática y geográfica de proyectos de cooperación euroandina sobre drogas ilegales (2004)

Fuente: Council of the European Union 2006a.

andino, los principales instrumentospara la cofinanciación son nacionales yfrecuentemente en forma de recursoshumanos y/o infraestructura. Pero laCorporación Andina de Fomento tam-bién puede financiar proyectos talescomo la reciente estrategia regionalandina de desarrollo alternativo y sus-tentable, la cual fue apoyada por la UE(Consejo Andino 2005). En la discri-minación de las fuentes europeas definanciación de proyectos sobre drogasilícitas sobresalen los estados por enci-ma de las instituciones comunitarias.En 2004, de un total de 50 proyectosfinanciados por la UE en los paísesdonde se encuentran los principalesproductores y exportadores mundialesde cocaína, sólo el 16% fue financiadopor la Comisión Europea.

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La financiación de los proyectosde cooperación corresponde, general-mente, en un 30% a las institucionesy/o países andinos y en un 70% a lasinstituciones de la UE. Estos porcenta-jes de cofinanciación varían cuando lospaíses o las institucionales andinas soli-citan recursos para proyectos nacionaleso regionales. En 1998, por ejemplo, elgobierno de Perú presentó en Bruselasla estrategia nacional quinquenal delucha contra drogas ilegales, basada enuna inversión de mil millones de dóla-res, de los cuales el país aportaría 700millones y el resto, “en aplicación delprincipio de responsabilidad comparti-da”, provendría de la comunidad inter-nacional. La Comisión Europea ofrecióun apoyo de 130 millones de dólares(Consejo de la UE 2000: 4)14. Del lado

14 El aporte se realizó el 11 de noviembre de 1998 en la Mesa de Donantes organizada en Bruselas por el Banco Interamerica-no de Desarrollo, la Organización de Estados Americanos, la Comisión Europea y el Programa de Naciones Unidas para la Fis-calización Internacional de Drogas. Allí “asistieron 100 delegados en representación de más de 40 países y organizacionesinternacionales”.Ver: BID Prensa “Comunidad internacional apoya lucha de Perú contra las drogas” 11 de noviembre de 1998,www.iadb.org [Consultado el 13 de mayo de 2007].Al año siguiente se realizó en París otra Mesa de Donantes para Perú, yen 2000 el esquema Mesa de Donantes es adoptado por primera vez para el caso colombiano.

País N° de proyectos Cantidad en euros Donante

Bolivia 16 47.351.623 Comisión Europea (3), Bélgica (1), Francia (2),

Italia (2), Alemania (3), Portugal (1), España (2),

Luxemburgo (1), Reino Unido (1)

Colombia 18 87.812.191 Comisión Europea (4), Francia (6), Italia (1),

Holanda (5), España (1), Reino Unido (1)

Perú 16 61.505.122 Comisión Europea (1), Austria (2), Bélgica (1),

Finlandia (1), Francia (3), Alemania (3), Italia (2),

Luxemburgo (1), España (1), Reino Unido (1)

Total 50 196.668.936

Financiación de proyectos antidroga por la UE en países que concentran los principales productores

y exportadores mundiales de cocaína

Fuente: Council of the European Union 2006a.

Pero el Diálogo UE-CAN sobredrogas ilícitas no es simplemente uncanal de concertación y discusión deproyectos de cooperación, cuya finan-ciación ilustra la asimetría material delas relaciones euroandinas. También esun espacio de debates tanto políticos,sociales y económicos como la evolu-ción de las estructuras mundiales decontrol de drogas ilegales.

5. Dinámica del diálogo euroandino sobre drogas ilícitas

Después de la queja del gobiernode India en la OMC sobre el SGP-dro-gas15, y su eventual eliminación,diplomá-ticos andinos y funcionarios de la CANiniciaron una intensa actividad frente a laUE para que éste programa fuera mante-nido. En marzo de 2003, bajo la presi-dencia de Colombia de la CAN, laprimera ministra de relaciones exterioresdel primer gobierno de Álvaro UribeVélez (2002-2006), Carolina Barco, sereunió con Pascal Lamy, ComisarioEuropeo de Comercio, para expresarleque “el SGP no puede ser analizado úni-camente desde el punto de vista técnico[pues] se debe tener en cuenta lo refe-rente al aspecto político y social”. Lamyrespondió que “no es posible mantenerlos aranceles rebajados a los cultivosalternativos a los ilícitos, porque la UEtiene una legislación que cumplir y por-que está amenazada por la OMC”16. Laspalabras del Comisario Europeo deComercio contrastan con las declaracio-nes de la delegada de la Comisión, quientres años antes, en la reunión del Diálo-

go, al presentar los programas de desarro-llo alternativo financiados por la Comi-sión Europea, afirmó que gracias al SGP“los productos resultantes de estas inicia-tivas tendrán un acceso al mercado euro-peo, asegurando así un ciclo global decoherencia de los proyectos de la Comi-sión Europea” (Secretaría de la CAN2001: 4).

En mayo de 2003, durante la VIreunión del Diálogo en Cartagena deIndias, ni el escenario ni las posicionescambiaron pero,una vez más, las declara-ciones de la delegada de la Comisióncontrastaron con las palabras del Comi-sario Lamy. Al insistir sobre la vigenciadel SGP-drogas, los delegados de los paí-ses andinos argumentaron que su “adop-ción unilateral […] por la UE habíarespondido a un criterio político, paraapoyar a los países andinos en su luchacontra las drogas y la pobreza” (Secreta-ría General de la CAN 2003a : 5), mien-tras que la Secretaría Protempore de laCAN ratificó su importancia para laseconomías andinas, y agregó que elSGP-drogas “incluía aspectos comercia-les y de fomento a la inversión europeaen los países andinos” (Secretaria Gene-ral de la CAN 2003c: 6) La delegada dela Comisión Europea respondió que “elSGP para la Unión Europea es un ins-trumento comercial que tiene comoobjeto el desarrollo alternativo, es decir,es un instrumento comercial más nopolítico” (Idem). En aquella ocasión, losdelegados de España y Austria “manifes-taron que la concepción del SGP-Drogafue estrictamente política sin desvirtuar

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El diálogo entre la Comunidad Andina y la Unión Europea sobre drogas ilícitas • Giovanni Molano Cruz

15 El argumento ante la OMC fue el carácter discriminatorio del SGP-drogas que beneficiaba únicamente a países seleccionadospor la Comisión Europea. Sin embargo, en la motivación de India para presentar la demanda también estuvo presente la inclu-sión en 2001de Paquistán en el SGP-drogas.

16 “La Unión Europea volvió a rechazar pedidos comerciales de Colombia” en El Espectador, marzo 28 de 2003, reproducido en:Noticias de la ALADIVol 2 N° 3, marzo 2003.

el contenido comercial que implica”(Ídem), pero su apoyo a los andinos fueun diplomático gesto de solidaridad,porque, a diferencia de la política euro-pea de cooperación al desarrollo basadaen el principio de subsidiariedad, la polí-tica comercial común europea es deesencia supranacional.

En la práctica, los países andinossiguen teniendo preferencias comercialesbajo el SGP-plus. Sin embargo, segúnPascal Lamy,el nuevo régimen comercialbusca concentrar esfuerzos “en aquellospaíses en desarrollo más pobres y vulne-rables, aquellos que más necesitan de laspreferencias comerciales para acceder almercado de la UE”17. Es decir, que conel SGP-plus, en el caso andinoeuropeo,se pierde la lógica específica del SGP-droga: otorgar preferencias arancelariaseuropeas como contrapartida a los altoscostos políticos y sociales de la luchaantidrogas en la región andina. En pala-bras de un diplomático andino,“al desa-parecer esta lógica del tema de las drogas,que era base de las acciones políticas ycomerciales de los países andinos en laUE integrando todos los campos decooperación, se diluye el único temacomún a todos los países andinos en susrelaciones con la UE”18.

Los debates del Diálogo reflejan,en efecto, tanto posiciones políticassobre las drogas ilegales como la rela-ción del tema con otras cuestiones.Durante la VI reunión del Diálogo,“Colombia, a nombre de la ComunidadAndina, expresó su preocupación antelas tendencias a la legalización de ciertassustancias estupefacientes que vulneran

los convenios internacionales y ponenen peligro la lucha contra las drogas”(Secretaría General de la CAN 2003a:6).Ante la respuesta de la delegada de laComisión Europea, “la ComunidadAndina recibió con beneplácito ladeclaración de la Unión Europea, en elsentido de que las corrientes legalizado-ras emanan de organizaciones nogubernamentales y, por ende, no corres-ponden a posiciones oficiales de losEstados miembros” (Secretaría Generalde la CAN 2003c: 5). También fueronbien recibidas las palabras del represen-tante del OEDT, quien “calificó de fan-tasmal la posibilidad de una legalización[…] y resaltó la importancia de las polí-ticas de reducción del daño [del consu-mo] para salvaguardar la salud públicamediante, entre otros, el combate de lasenfermedades (Sida, hepatitis B) causa-das por la utilización de jeringas conta-minadas” (Secretaría General de laCAN 2003a: 7). De igual forma, si enlas conclusiones del VIII Diálogo de2005 se incluye el desarrollo alternativopreventivo como un importante com-ponente de una estrategia integral yefectiva de lucha contra las drogas ilíci-tas (Secretaría General de la CAN2005a: 2), es por la iniciativa de losrepresentantes de Ecuador y Venezuelaque, cinco años antes, solicitaron a laUE, durante el IV Diálogo, apoyofinanciero para realizar programas dedesarrollo alternativo, a fin de “mejorarla calidad de vida de la población [ycomo] medidas de prevención al pro-blema del narcotráfico” (SecretaríaGeneral de la CAN 2001: 10).

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17 Nota de prensa, Dirección General de Comercio de la Comisión Europea.“Países en vías de desarrollo: La Comisión desvelael sistema de preferencias comerciales para los próximos diez años –simple, transparente objetivo” Disponible enwww.europa.eu.int/comm/trade [Consultado el 17 de abril de 2007].

18 Entrevista a un diplomático andino, Bruselas, febrero 9 de 2007.

El tema y los programas de desarrolloalternativo se vinculan, generalmente,con objetivos y actividades diferentes a lalucha antidrogas.Así, durante la reuniónde 2000, el representante de Perú “desta-có las mejoras logradas en la infraestruc-tura económica (carreteras, puentes) ysocial (escuelas, postas médicas, sanea-miento) de los valles donde se ejecutanprogramas de desarrollo alternativo”.Mientras que la representante deColombia “presentó el alcance, objetivosy resultados de su plan de desarrolloalternativo, enfatizando la articulación deeste programa como parte de la estrate-gia de paz (Plan Colombia) que adelan-ta el Gobierno colombiano”, y eldelegado de Bolivia informó de los posi-tivos resultados en la reducción de laoferta y erradicación de cultivos ilegalesde coca bajo la ejecución del Plan Dig-nidad (Ídem). Sin embargo, existe con-senso andino sobre la relación entre eldesarrollo y la apertura de mercados. Enla reunión del Diálogo de 2003, losrepresentantes de la CAN expresaron“que el desarrollo alternativo es un ele-mento central para los países andinos [enla lucha contra las drogas ilícitas], y porende, se reiteró la necesidad de ampliar lacobertura de proyectos productivos, a[sic] igual que la oferta exportable haciamercados europeos. También se insistióen fortalecer el financiamiento y el acce-so a los mercados mundiales de los pro-

ductos de desarrollo alternativo” (Secre-taría General de la CAN 2003c: 4). Elenfoque de la UE sobre desarrollo alter-nativo, según la delegada de la Comisióndurante el Diálogo de 2006, subraya “lanecesidad de desarrollo de las comunida-des, el fortalecimiento de las institucio-nes y el sistema legal, el acceso amicrocréditos y la prevención de flujosmigratorios”. En esa ocasión la delega-ción de Bélgica presentó un proyecto desu gobierno en desarrollo alternativo enBolivia afirmando que se adelanta conbase en las necesidades expresadas por lascomunidades e involucra los productorestradicionales de coca.El representante deBolivia señaló en su momento que “lanueva política boliviana de drogas estababasada en la tolerancia cero”19. Mientrasque el delegado de la Secretaría de laCAN, al informar sobre la estrategiaregional andina de desarrollo alternativo,subrayó “la necesidad de disponer deactividades económicas integradas, queserían atractivas y sustentables, comoturismo o centros de recreación”(Coun-cil of the EU 2006c).

La articulación de los proyectosde desarrollo alternativo con políticasnacionales y/o comunitarias, tiene unafunción simbólica para la CAN y laUE, porque refuerza y legitima un dis-curso de cooperación al desarrollo, a finde obtener o suministrar ayuda finan-ciera20. Pero la materialización de esa

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19 La afirmación contrasta con la estrategia anunciada meses antes por el gobierno del presidente Evo Morales “de buscar alian-zas con organizaciones internacionales para obtener apoyo frente a la Organización de Naciones Unidas para sacar a la hoja decoca de la lista de plantas que deben ser erradicadas”.Ver:“Bolivia retrocede en su afán de despenalizar la coca” publicado porel diario boliviano La Paz y reproducido en la revista de prensa Noticias de la CAN, marzo 21 de 2006, www.comunidadan-dina.org [Consultado el 13 de mayo de 2006].Sobre el objetivo de retirar la hoja de coca de las listas de interdicción de Naciones Unidas, no obstante, hasta ahora Bolivia noha solicitado ningún apoyo en la Unión Europea. Entrevista a un funcionario de la Dirección de Relaciones Exteriores de la Comi-sión Europea, Bruselas, mayo 6 de 2007.

20 En el caso europeo, por ejemplo, un documento reciente de la Comisión sobre la responsabilidad compartida y el problemamundial de drogas sostiene:“En sus raíces, el cultivo de droga [sic] es en gran medida un problema de desarrollo. La mayoríade nuestros esfuerzos internacionales, bien sea en la región andina o en Afganistán, suministran ayuda para el desarrollo alter-nativo” [Traducción del autor]. (European Comisión 2006).

articulación es, además del flujo de fon-dos financieros, la promoción de activi-dades sociales en el marco de uno de losobjetivos de lucha contra drogas ilega-les: reducir su producción. La ambigüe-dad del discurso en relación con losobjetivos, se refleja en la divergencia deinterpretaciones de las prácticas sociales.Al respecto, ha ocurrido que si un dele-gado de la Comisión Europea afirmaque los programas de desarrollo alterna-tivo son proyectos de lucha contra dro-gas ilegales, de forma vehemente losfuncionarios colombianos contraargu-mentan que eso no es cierto21.

En los otros temas de coopera-ción existe más transparencia en el finy en los medios. Las discusiones sobrela reducción de la demanda, el fortale-cimiento institucional, los precursoresquímicos y el lavado de dinero, tienenen común el énfasis que se hace en lanecesidad de obtener mayor coordina-ción e intercambio de información yexperiencias; además del consensoentre los participantes en sus exposicio-nes y propuestas. En el Diálogo de2000, presidido por el Secretario Eje-cutivo de Contradrogas de Perú, elgeneral de la Policía Nacional, Ibsendel Castillo, y por la CoordinadoraNacional de Drogas de Portugal, ElzaPais, los participantes convinieron endestacar “la importante función de lasorganizaciones no gubernamentales enel campo de la reducción de la deman-da” y señalaron “la conveniencia delfomento de contactos directos entreONG de la región andina y de paísesmiembros de la Unión Europea”(Consejo de la UE 2000: 14). En lamisma reunión, los delegados de Perú y

Ecuador explicaron el origen y objeti-vos de la novel Escuela Andina de Inte-ligencia Anti-drogas, subrayando “lospotenciales beneficios que brindará alos países participantes […] y las nece-sidades presupuestales [solicitaron] elapoyo de la Unión Europea y la Euro-pol en este último punto […] El repre-sente [sic] de Europol ofreció susbuenos oficios para transmitir el pedi-do”. Mientras que “la representante deEspaña presentó las principales conclu-siones de la reunión [de oficiales depolicía] celebrada en Bogotá ennoviembre de 1999, con la participa-ción de funcionarios de enlace de lospaíses andinos y la Unión Europea”destacó su importancia como mediopara transmitir información, y el papelde Europol “en la coordinación, inter-cambio y análisis de la información delos oficiales de enlace destacados enAmérica Latina” (Secretaría General dela CAN 2001: 4-5). El delegado dePerú, en nombre de la CAN, expuso lalegislación vigente sobre remesas con-troladas y de agentes encubiertos, y elrepresentante de Europol hizo lo pro-pio sobre la normatividad de su institu-ción (Ídem: 6). Por su parte, elrepresentante de Bolivia, al comentar elofrecimiento de la Comisión Europeade transmitir a sus estados miembros ellistado de sustancias controladas por losestados andinos, que no están incluidasen los anexos de la Convención deViena, enfatizó su posición a favor de lapertinencia de incluir el carbonato desodio entre las sustancias listadas. Y eldelegado de Colombia, después de laintervención del representante delGAFI, hizo una propuesta andina para

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21 Entrevista a un funcionario de la Dirección de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Bruselas, marzo 7 de 2007.

el uso de activos confiscados a los trafi-cantes para propósitos anti-drogas, conbase en la legislación de su país (Ídem).Luego, en 2002 durante el V Diálogo,andinos y europeos manifestaron suacuerdo sobre “la necesidad de conti-nuar el trabajo de cooperación policialy judicial, con especial énfasis en laEscuela Andina de Inteligencia Anti-drogas [sic]”, y señalaron la necesidad deidentificar las estructuras de lavado dedinero, a través de la comparación delegislaciones. Exploraron, además, lasposibilidades para la conclusión de unmemorando de entendimiento entreEurojust y la CAN y sus estados miem-bros, y anunciaron el lanzamiento denegociaciones para firmar acuerdosentre Europol, Colombia, Perú y Boli-via (Council of the European Union2002). Pero hasta ahora sólo la PolicíaNacional de Colombia ha firmado unacuerdo con Europol para intercambiode información técnica y estratégica22.

Durante el siguiente Diálogo,después de que un funcionario de laCAN invocara “la necesidad de adecuarla legislación [sobre lavado de activos einvitara] a los estados miembros de laUE a fortalecer el diálogo productivo[insistiendo sobre] un expedito inter-cambio de información y de experien-cias sobre el tema […], las partescoincidieron en la necesidad de ampliarel número de los delitos fuente dellavado de activos” (Secretaría Generalde la CAN 2003c: 3). Acerca del “for-talecimiento del Programa Red de fun-cionarios de Enlace, RILO, [por sus siglaen inglés Regional Intelligene LiaisonOffice] con miras a mejorar las relacio-

nes entre funcionarios de ambas regio-nes”, la delegación de Colombia pro-puso un proyecto que, basado en “lainfraestructura y los recursos humanosexistentes en las oficinas RILO de cadaestado miembro de la ComunidadAndina y de la Unión Europea”, con-solidara “la cooperación entre las auto-ridades aduaneras de las dos regiones”(Ídem: 5). En el Diálogo de 2004 larepresentante de la Comisión Europeaanuncia un programa regional sobreprecursores químicos y el delegado dela presidencia de la UE saluda “la exce-lente cooperación” al respecto. En elDiálogo de 2005, “ambas partes desta-caron la importancia de una estrechacooperación intra e inter-regional, par-ticularmente, en los campos del controlde precursores químicos, recolecciónde datos y cooperación entre las auto-ridades policiales y administrativascompetentes” (Secretaría General de laCAN 2005a: 2).

Del consenso sobre estos temas,cuyos proyectos suelen realizarse enforma de cooperación técnica (semina-rios, intercambio de experiencias einformación, capacitación de personal),sobresalen dos elementos. Por unaparte, el recíproco reconocimiento depropuestas e iniciativas entre actores dela UE y la CAN fortalece la identidadde cada grupo regional y su legitimidadpara tratar el tema de drogas ilegales.Por otra parte, el contenido y los resul-tados de los acuerdos discutidos contri-buyen al reforzamiento del sistemajudicial, represivo y normativo de laarquitectura mundial de control dedrogas ilícitas.

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22 En América sólo Colombia y los Estados Unidos han firmado acuerdos, muy similares, con Europol. Los acuerdos estándisponibles en www.europol.org

Sin embargo, en sus debates andi-nos y europeos también se cuestionanlos principios del sistema mundial desobre drogas ilícitas.Por ejemplo, en abrilde 2007, durante la preparación, en Bru-selas, entre funcionarios europeos ydiplomáticos latinoamericanos de la reu-nión del Mecanismo UE-ALC, sorpren-dió la propuesta de la delegación deAlemania, como copresidente del Meca-nismo, de cambiar, en el texto de ladeclaración conjunta, el término “luchacontra droga ilícitas por esfuerzo contradrogas ilícitas, [propuesta ]que fue recha-zada, abiertamente, por los delegados deColombia y Perú”23.También durante lasesión de la CE de 2005, los latinoame-ricanos apoyaron la declaración presen-tada por el delegado de Luxemburgo ennombre de la UE, sobre la reducción deldaño del consumo para detener la pro-pagación del VIH/Sida (The Transnacio-nal Institute 2005).Para Metaal, el hechosugiere una tendencia a la convergenciaentre Europa y América Latina en polí-ticas de reducción del daño del consumo(2005: 253). Pero en el caso euroandino,durante el Diálogo del mismo año, laspartes consideraron “como de la más altaimportancia la estrecha cooperación anivel multilateral” la cual permitió “aambas regiones la presentación conjuntade proyectos y de resoluciones en lasáreas de desarrollo alternativo y del con-trol de sustancias y precursores químicos.Asimismo, resaltaron el auspicio conjun-to de otros proyectos de resoluciones.”(Secretaría General de la CAN 2005:1).En los documentos disponibles sobre elDiálogo, no existe evidencia empírica deque la CAN y la UE coincidan en unavoluntad política o estrategia de impo-

ner, en conjunto, un modelo alternativoal dominante en el sistema mundial decontrol de drogas ilícitas.

En cambio, andinos y europeos síhan hecho declaraciones, de conjunto,en contra del unilateralismo, con base enlos principios multilaterales de la Con-vención de Viena. Y algunos europeoshan expresado opiniones sobre las con-tradicciones existentes entre la coopera-ción euroandina y el papel de la UE enla región, por una parte, y las accionesestadounidenses, respecto del control dedrogas ilícitas, por la otra. En Bogotá, en2006, funcionarios de la ComisiónEuropea expresaron, en privado, su frus-tración por la política gubernamental defumigaciones aéreas de cultivos de cocaen zonas donde la UE financia progra-mas de cooperación (International CrisisGroup 2006: 20); y en Bruselas, en 2000,cuando representantes del gobiernocolombiano buscaban financiación parasu política de paz, diplomáticos europe-os manifestaron, confidencialmente, quela asistencia de la Comisión Europeaotorgada por entonces al gobiernocolombiano era un ‘remedio’ a los efec-tos sociales y económicos provocadospor el componente militar del PlanColombia (Roy 2001: 13-14).Evidente-mente, en las embajadas europeas u lasinstituciones de la UE opiniones comoéstas –críticas y en privado- no deben serpocas ni una excepción; y ciertamente,frente al caso colombiano, el PE presen-tó una resolución sobre el Plan Colom-bia y el apoyo al proceso de paz del país.Sin embargo, en esta resolución el PEejerció su poder de control político, aladvertir sobre los efectos negativos delPlan Colombia tiene para la estrategia de

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23 Entrevista a un diplomático centroamericano, Bruselas, abril 26 de 2007.

cooperación y los proyectos de la UE,Así mismo, esta entidad denunció la vio-lación de los Derechos Humanos enColombia, consideró que la UE debíahacer algo para que se abandone la utili-zación de herbicidas en la lucha contralos cultivos ilegales, y celebró los aspec-tos positivos de las actividades de laONU, el Consejo y la Comisión en elproceso de paz de dicho país (Parlamen-to Europeo 2001). Pero con su resolu-ción, el PE no ejercía su poder decodecisión legislativo y sobre el presu-puesto para, por ejemplo, invitar a la UEa tomar una posición oficial contra, osobre, el Plan Colombia, o bien, parasugerir que la transferencia europea derecursos de cooperación a Colombia,fuera condicionada.

Por otra parte, las interpretacionesde la UE, como fuente de una políticainternacional anti-drogas alternativa a lapolítica mundial estadounidense sobredrogas ilícitas24, exigen rigurosos estudiostanto del discurso de los actores sobre símismos como de las relaciones entreEstados Unidos y la UE sobre drogas ile-gales. En este sentido, el Director Hono-rario del OEDT, George Estievenart,ofrece una pista de trabajo, al afirmar quela cooperación eurolatinoamericanadebe “encuadrarse dentro del […] diálo-go político entre la Unión Europea yAmérica Latina en materia de drogas(surgido en la década de los noventa en

particular a partir de las actividades delllamado Grupo de Dublín)” (Estievenart2006: 34). Identificar el tipo de actoresque intervienen, el contenido de losinformes y la información intercambia-da, los temas de conflicto, los puntos deconsenso, los eventuales medios y estra-tegias de acción conjunta y las formas deconsulta y negociación de las reunionesdel Grupo de Dublín y de las “dos reu-niones que se realizan cada año entre laTroika europea y Estados Unidos paratratar el tema de drogas”25, es ciertamen-te un buen camino para precisar si “en eltema de drogas Estados Unidos y laUnión Europea son complementarios26,o bien, tienen enfoques diferentes perono conflictos”27.

A guisa de conclusiónEl origen y evolución del Diálo-

go Especializado de Alto Nivel entre laUnión Europea y la Comunidad Andinasobre droga, se explica por el proceso ins-titucional iniciado a mediados de losochentas en cada grupo regional, paratratar el tema de drogas ilegales.A travésde este Diálogo, los estados y las institu-ciones regionales articulan medios yobjetivos para enfrentar el fenómenotransnacional de drogas ilícitas, según lasorientaciones, los medios y los finesadoptados a nivel multilateral.

El Dialogo un espacio interre-gional de encuentro de actores públicos

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24 De acuerdo con Guáqueta:“En la última década Europa se ha posicionado como un referente alterno de legitimidad paralos colombianos, con nociones distintas a las de Estados Unidos sobre cómo abordar la política anti-drogas en el contex-to del conflicto armado y cómo superar el conflicto” (Guáqueta 2006 : 217-218). Pero según datos del Latinobarómetro,en Colombia en 2004 el 86% de las personas encuestadas se sentía poco o nada informada sobre la UE, sus políticas e ins-tituciones; a la pregunta quién ayuda a promover la democracia 23% respondieron Europa frente a 48% por Estados Uni-dos; al interrogante quién ayuda a defender la paz 22% de los colombianos encuestados respondieron Europa y 49%Estados Unidos y sobre la cuestion “¿cuál de las [dos] potencias […] ayuda al desarrollo?”; 15% señalaron a Europa y 48%a Estados Unidos (Focus Eurolatino 2004).

25 Entrevista a un diplomático estadounidense, Bruselas, junio 7 de 2007.26 Idem27 Entrevista a un funcionario de la Dirección de Justicia y Libertad de la Comisión Europea, Bruselas, febrero 7 de 2007.

-nacionales, regionales y multilaterales-que intercambian información y opi-niones sobre programas de coopera-ción. A través de este organismo, losestados e instituciones regionales apli-can, e incluso mejoran, los postulados ylas líneas de acción de las normativasinternacionales sobre la lucha contra lasdrogas ilícitas, con base en la coopera-ción técnica, judicial y policial. En él serefleja la confusión y la diversidad deobjetivos de la cooperación euroandinaen la lucha contra las drogas ilegales: eldesarrollo alternativo y las preferenciascomerciales. Por medio de sus encuen-tros regulares, el Diálogo fortalece laidentidad de los procesos de integracióny legitima su proyección internacional.

A diferencia de las relaciones quetienen con Estados Unidos, los países dela CAN, disponen de un espacio insti-tucionalizado de diálogo sobre el pro-blema de las drogas ilegales en lasrelaciones con la UE. No obstante, estasrelaciones se han subordinado a las rela-ciones bilaterales con EE.UU. En elmarco de las políticas de lucha contralas drogas, en las que hay evidenteinfluencia estadounidense, tanto en suconcepción como en su ejecución, losgobiernos andinos han solicitado y hanobtenido recursos de la UE. Entretanto,ésta ha continuado sus acciones delucha contra drogas ilegales en la región

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andina, acorde con las políticas de susestados miembros y la estrategia comu-nitaria de control de rutas, que se arti-cula con los instrumentos y principiosde las políticas comunitarias de comer-cio y desarrollo.

Las acciones de los diplomáticosy funcionarios colombianos en el espa-cio interregional euroandino sobre dro-gas ilegales, constituyen una de lasformas de la política exterior del país enla UE. En su discurso ante el PE enfebrero de 2004, el presidente ÁlvaroUribe Vélez dijo: “Necesitamos máscooperación para derrotar la droga. Sindroga no habría terrorismo. No es lahora de recriminar a unos porque pro-ducen y a otros porque la consumen. Elproblema es de tal magnitud que todopaís permisivo termina siendo produc-tor”28. El Presidente colombiano solici-tó, además, ayuda militar en la UE29; ycon argumentos similares, visitó, enjulio de 2005, al Reino Unido y a Espa-ña para buscar respaldo a la Ley de Jus-ticia y Paz. Allí el Presidente Uribeobtuvo apoyo a través de compromisosbilaterales de cooperación, incluyendola ayuda militar30. Ciertamente, losresultados de la visita estuvieron marca-dos por la atmósfera de los atentadosterroristas en Londres, el 7 de julio de2005, y en Madrid, el 11 de marzo de200431: Aunque ambos países europeos

28 Texto de la intervención del presidente Álvaro Uribe Vélez ante el Parlamento Europeo, Estrasburgo, Francia, Feb 10. Dis-ponible en www.presidencia.gov.co/prensa [Consultado el 29 de abril de 2007].

29 BBC Mundo.com,“Uribe pide ayuda militar en la UE”, 12 de febrero de 2004. [Consultado el 29 de abril de 2007].30 El periodista responsable de la sección de política exterior de la revista colombiana Semana analizando la visita presiden-

cial a los dos países europeos afirmó “Al presidente Álvaro Uribe le fue bien en Europa”,“Misión cumplida”, www.sema-na.com julio 15 de 2005 [Consultado el 12 de mayo de 2007]

31 Según el diario español El País en su visita el Presidente de Colombia “dedicó ayer su primera jornada en Madrid a reu-nirse con empresarios. Pero, más allá de las garantías económicas y jurídicas que ofreció a los inversores, lo que hizo fueuna firme defensa de su política antiterrorista, frente a las reticencias de la ONU y las críticas de activistas de derechoshumanos, e incluso de sectores importantes de la prensa de EE.UU. Uribe contó con el apoyo expreso de Joseph Borell,presidente del Parlamento Europeo, y polemizó con el director de AI, Manuel Esteban Beltrán” en:“El presidente colom-biano defiende su política antiterrorista ante empresarios españoles” El País, julio 12 de 2005. Disponible enwww.elpais.com [Consultado el 12 de mayo de 2007].

ya habían expresado, en 2000, su apoyoal Plan Colombia (De Lombaerde et al.2006: 13), en noviembre de 2006, elGobierno Colombiano organizó enLondres una reunión de alto nivel, en lacual, ante los ”zares antidroga de oncepaíses europeos”, el director delONUDD y los representantes de laUE, de Europol y del OEDT, el Vice-presidente Francisco Santos presentó lacampaña publicitaria La maldición de lacocaína, e invitó a los representantes delos países europeos a promocionarla. Elpropósito de ese proyecto es “demostrarque el consumo de cocaína financia elterrorismo en Colombia, asesina genteinocente y devasta el medio ambien-te”32. Así, la actual política exteriorcolombiana en la UE está marcada porlas continuidades y por el énfasis en laarticulación del tema de las drogas ile-gales y la seguridad nacional.

En el momento de escribir estaslíneas, nada permite sugerir que en suspróximas intervenciones en los espaciosinterregionales euroandinos, Colombiatendrá una política diferente. En la eva-luación que en 2008 deben hacer losestados firmantes de la Convención deViena sobre los objetivos anunciados en1998, de reducción de cultivos de coca,opio y canabis, es previsible que el com-portamiento de los representantes deColombia no esté alineado con el dis-curso dominante, y que se presenten lasestadística de los resultados y los costosde la lucha antidrogas, se haga un llama-do a la responsabilidad compartida, sedenuncien los vínculos de gruposarmados con el narcotráfico, y se hagauna la autovaloración del compromiso

gubernamental para combatir el terro-rismo, la producción y el tráfico de dro-gas ilegales.

Sin embargo, el fracaso de la‘guerra contra las drogas’ y sus políticasconexas ha sido suficientemente docu-mentado y mundialmente reconocido(Nadelman 2006;Thoumi 2005;Youn-gers 2006), al igual que han sido preci-sados los altos costos políticos, sociales yeconómicos para Colombia por ajustarsus políticas de drogas ilícitas a las polí-ticas estadounidenses (Reuter 2006;Tokatlian 1997). Sobre la fusión delucha antidrogas ilícitas y acciones con-tra grupos insurgentes y contrainsur-gentes, académicos colombianos ya hanidentificado sus efectos contraprodu-centes para la seguridad humana demiles de personas (Salgado Ruiz 2004),para la resolución del conflicto armadoy la legitimidad del estado colombiano(Vargas Meza 2006) y para las relacionesexteriores del país con sus vecinos(Guáqueta 2006: 219 y ss.).

Indudablemente, en el mundo y,muy particularmente en Colombia, eltema de las drogas ilegales es complejo.Pero señalar la complejidad y sus gradosde intensidad no dice nada sobre el sen-tido de las acciones de los estados y losactores globales con políticas haciaColombia ni coadyuva en la elaboraciónde una política exterior autónoma yacorde con soluciones para los gravísi-mos problemas nacionales. Bajo la ópticadel análisis de costos y beneficios, laspolíticas sobre drogas ilegales favorecenintereses foráneos en contra de los inte-reses nacionales. Es urgente que en lapolítica exterior colombiana, la cual se

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32 Vicepresidencia de la República Noticias: “Países europeos comprometidos en la lucha contra la maldición de la cocaína.Colombia logra total respaldo internacional para la campaña responsabilidad compartida”, Londres, noviembre 2 de 2006. Dis-ponible en www.vicepresidencia.gov.co

ha enfocado en la reducción de la ofertay el control de las rutas del tráfico, paraque estos productos y sus derivados nolleguen a los países donde se concentranlos consumidores, sea considerada laintroducción de cambios en las estructu-ras globales del sistema prohibitivo deestupefacientes y substancias sicoactivas.Las investigaciones que sustenten políti-cas para la reducción del daño de la pro-ducción, podrían ser un primer paso.Álvaro Camacho Guizado sugiere “queabramos el debate.Que abandonemos lasmiradas cargadas de fanatismos y prejui-cios que, originados en unas definicioneserróneas del problema, se han traducidoen políticas que han contribuido a agra-varlo y, en consecuencia, hacen más difí-ciles las soluciones” (Camacho 2006:XIX).Este artículo pretende contribuir aese debate.

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