el derecho a la salud mental es también un de derecho de...

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9 de agosto Día Internacional de los Pueblos Indígenas Dentro del programa de investigación de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del INPRFM, desde 2012 se ha venido trabajando con las comunidades indígenas que llegan a la Ciudad de México, actualmente se lleva a cabo el proyecto que tiene como meta principal, la promoción de la crianza de los hijos y el bienestar de las familias vulnerables de migrantes mexicanos indígenas que residen en la Ciudad de México. El maltrato físico y emocional en la crianza de los hijos es una práctica normalizada en México, es decir, ocurre en gran parte de las familias mexicanas y es poco denunciada. Existen diferentes investigaciones psicosociales y antropológicas que revelan la omnipresencia del maltrato físico y emocional en la crianza de los hijos de muchas familias de comunidades indígenas. En estos reportes, las madres admiten que el castigo físico es una práctica incorporada en la crianza de sus hijos para corregir sobre todo desobediencias a los mayores, berrinches, caprichos y dificultades a la hora de comer. En cualquier caso las madres y padres hacen lo que ellos creen que es conveniente, no tienen como costumbre el diálogo como un recurso para enfrentar la conducta negativa de los niños. El maltrato físico y emocional puede incrementarse en comunidades indígenas por el consumo de El 9 de agosto se celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en esa fecha se hacen más notables y visibles las carencias en todo los aspectos, sociales y culturales de estas comunidades y la meta es justo esa, enfatizar la falta de atención para que se propongan soluciones que faciliten el desarrollo en equidad e igualdad con otras zonas más favorecidas. Aunque hay esfuerzos en expandir la cobertura en salud ésta sigue siendo limitada e insuficiente y todavía lo es más en lo que se refiere a la salud mental. La atención a la salud en buena parte se incorpora a las comunidades a través de la educación y del rescate y reconocimiento de sus saberes. Sin embargo, la pobreza extrema en la que están es una situación muy difícil, superiores en varios estados al porcentaje nacional (ver Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2018, del CONEVAL) En cuanto al acceso a los servicios de salud, sólo el 10.6% de las unidades de primer nivel y 3% de los hospitales, se encuentran en municipios predominantemente indígenas, asimismo, sólo cuentan con el 4% (3,235) de los médicos del país, de ellos, 57% son generales, 22.4% especialistas y 17.7% pasantes. Si la salud física tiene un rezago enorme en la atención y disponibilidad de los servicios, la salud mental es todavía más olvidada, disponen de 3 psiquiatras y 18 psicólogos en todo el país (SINAVE, 2012). El 77% no cuentan con seguridad social y en cuestiones de género las mujeres y las niñas tienen más riesgos de violencia. Un tema olvidado es cómo apoyar a esta población a resolver problemas de salud mental asociados a la violencia familiar, que muchas veces es atribuida al abuso de alcohol por los grupos estudiados. El Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz ha desarrollado diversos estudios con población indígena con la finalidad de abordar temas de salud mental, violencia de pareja y consumo de alcohol o drogas (Natera, 1981; 1987; 2005; Natera, et.al., 2007). La dependencia al alcohol entre los hombres no es mucho mayor en las zonas rurales (10,5 %) que en las zonas urbanas (9, 3 %). En el caso de las mujeres rurales, la proporción es de 0.4 % frente al 0.7 % de mujeres urbanas (ENA, 2008). En el estado de Hidalgo a partir de que presenta los niveles más altos de consumo de alcohol y una tasa de cirrosis hepática superior a la media nacional (Narro, et al, 1992 ), se elige como zona de estudio. En diversas aproximaciones etnográficas y epidemiológicas (García-Andrade, 2001) en estas comunidades se detectó que además de las consecuencias que sufre el individuo que consume en exceso, es la familia uno de los principales sistemas afectados por el abuso en el consumo de alcohol de los hombres: depresión, violencia, mayores carencias económicas, negligencia, etc. (Natera, 2009; Tiburcio, 2009). En ese sentido se desarrolló un modelo de intervención breve con el propósito ayudar a los familiares de los consumidores de alcohol a reducir los niveles de estrés, a través de la identificación de nuevas formas de enfrentamiento (Natera, 2009). El estudio demostró que las mujeres logran reducir síntomas físicos y psicológicos, así como de depresión cuando hablan de cómo les afecta el problema, reciben información, analizan la forma en que han enfrentado el consumo e identifican otras formas de hacerlo, de acuerdo a sus posibilidades, así como por el reconocimiento de su red de apoyo y esto les ha permitido en el caso de las mujeres tomar su vida en sus manos y hacer decisiones que las benefician a ellas y a sus hijos y que como consecuencia el consumidor ha reaccionado positivamente Y o m e d e p r i m í a p o r t o d o l o q u e v i v i m o s y n i a t e n d í a a m i s h ij o s . S i e m p r e p e n s é q u e p a r a q u e e s t u v i é r a m o s b i e n é l t e n í a q u e d e j a r d e t o m a r p e r o m e h e d a d o c u e n t a q u e p u e d o h a c e r c o s a s p a r a q u e y o e s t é b i e n . A h o r a s é q u e é l d e c i d e s o b r e s u v i d a y y o l a m í a (Natera, et.al. 2011). Al haber pocas instancias formales para recibir ayuda, la salud mental parece un tema secundario, aun cuando las mujeres sufren estrés y depresión, que lo reportan como dolor de cabeza, dolor en el cuerpo, insomnio y otros malestares físicos que el médico general atiende con medicamento (Bautista, 2009; Natera, 2012), pero no se resuelven m e d ij o q u e n o m e e n c o n t r ó n a d a y m e d i o p a r a c e t a m o l p a r a e l d o l o r p e r o y o s é q u e n o e s t o y b i e n sin indagar más sobre los problemas asociados (Natera, et.al., 2012) y es comprensible, los médicos y residentes que laboran en estas regiones tampoco cuentan con el tiempo y los recursos para atender estos problemas, pues el sistema de salud en general tiene carencias, más aun en el área de salud mental, sólo los casos más severos como esquizofrenia son identificados y atendidos por un médico general certificado en salud mental, quien les prescribe medicamentos y, aun en estos casos es difícil apegarse al tratamiento, por el costo que éste implica para las familias y por falta de información de que estos problemas se pueden controlar más allá de sus creencias sobre el origen de la enfermedad. La población no cuenta con profesionales que les ofrezca algún tipo de terapia psicológica para tratar sus problemas emocionales. Sin embargo, se observó que una intervención breve que respeta su cultura y hace usode los recursos locales puede ser de gran ayuda para estas familias además de resultar económica para el sistema de salud ya que un análisis de costo efectividad para reducir los síntomas de depresión encontró que el Tratamiento farmacológico convencional se calcula en 218 USD, versus el de la Intervención breve en 31.34 USD (Natera, et.al., 2016). La dificultad en estas poblaciones no sólo es que se presente el consumo de alcohol o que haya situaciones de violencia sino que los problemas de salud tienen un efecto negativo mayor al carecer de opciones y recursos para la atención. Son una población vulnerable en muchos sentidos, en la que las enfermedades infecto contagiosas prevalecen junto a las crónico degenerativas y problemas asociados a la conducta como el consumo de alcohol o drogas. Por último, un punto que se entrecruza en el contexto de la pobreza es que sus problemas se han invisibilizado, minimizado o juzgado sin ofrecerles alternativas que los ayuden a mejorar sus condiciones. Ante la pregunta, ¿cuál sería un problema para ustedes además de los ya mencionados? E l p o l v o ! ¿ p o r q u é ? P o r q u e n o s e s f o r z a m o s d i a r i a m e n t e p o r t e n e r n u e s t r a c a s a li m p i a , p o r ll e v a r a l o s n i ñ o s a l a e s c u e l a c o n l o s z a p a t o s li m p i o s y c u a n d o b a j a m o s a l a e s c u e l a d e s p u é s d e c a m i n a r p o r e l p o l v o p o r m e d i a h o r a ( n o h a y d e o t r a ) l o s n i ñ o s ll e g a n c o n l o s z a p a t o s s u c i o s y n o s r e g a ñ a n . ¿ H a b r á a l g o p e o r q u e s e n t i r s e n o v a l o r a d a s e n s u e s f u e r z o ? Porque no alcanza el presupuesto para pavimentar ¿porque la poca agua que se tiene la dedican a algo que no es valorado? o porque cuando se les solicita u ofrece algo en ocasiones está descontextualizado y no les es significativo o practico. Lo cual se cuidó el modelo de intervención breve propuesto para ayudar a familiares de consumidores de alcohol incorporando sus creencias, normas y recursos. Un cambio de percepción, de actitudes, y una dedicación de aproximadamente 5 horas, puede beneficiar a todos d e s p u é s d e l a s p l á t i c a s c o n l a s e ñ o r i t a [la orientadora] m e h i c i e r o n m á s t r a n q u il a y f u e a h í d o n d e p e n s é m u c h o , m u c h o , v i m o s m u c h a s o p c i o n e s y m e d e c i d í a t r a b a j a r p a r a s a li r a d e l a n t e , a h o r i t a q u e e s t o y u n p o q u i t o j o v e n a n t e s s i e s t a b a d e s t r u i d a , q u e r í a m o r i r p o r f i n m e a t r e v í y l e d ij e [al esposo] q u i e r e s i r t e , v e t e , y y a n o l e h i c e m á s c a s o . Y o n o q u i e r o i r m e p a a b a j o , s o l o p a a r r i b a . É l [esposo] t a m b i é n c a m b i ó , e s c a r m e n t ó , p o r l a s a c t i t u d e s m í a s y l a d e m i s h ij o s . S i é l v o l v i e r a a s e r g r o s e r o s e t e n d r í a q u e i r o y o m e v o y l e d o y g r a c i a s a m i s h ij o s , a m i f a m ili a y a m i s v e c i n a s p o r q u e s í, m e a y u d a r o n m u c h o . Nota elaborada por: Guillermina Natera y Fransilvania Callejas El derecho a la salud mental es también un de derecho de todos alcohol de los padres, las situaciones estresantes asociadas a la pobreza, la migración y las relaciones problemáticas entre los padres. En la capital mexicana habitan 8 millones 918 mil 653 personas, de las cuales el 8.8% se auto adscriben como indígenas. Para la mayoría de esta población, resulta común la miseria, la explotación, la discriminación y la exclusión del pleno ejercicio de su derecho a la salud, la educación, entre otros servicios apropiados para la prevención y atención de distintos problemas, entre los que destaca el consumo de alcohol y la violencia intrafamiliar. Las poblaciones indígenas migrantes no cuentan con servicios de prevención comunitarios en los ambientes urbanos que les ayuden a prevenir y desalentar el riesgo de reproducir la violencia al criar a sus hijos. Para prevenir y desalentar tal riesgo, este proyecto propone exponer siete lecciones de un programa de crianza positiva basado en la evidencia, pero adecuadas a las características socioculturales de las poblaciones indígenas migrantes que residen en la CDMX. Responsables: Rafael Gutiérrez y Leticia Vega Este proyecto es financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) de la CDMX

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9 de agosto Día Internacional de losPueblos Indígenas

Dentro del programa de investigación de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del INPRFM, desde 2012 se ha venido trabajando con las comunidades indígenas que llegan a la Ciudad de México, actualmente se lleva a cabo el proyecto que tiene como meta principal, la promoción de la crianza de los hijos y el bienestar de las familias vulnerables de migrantes mexicanos indígenas que residen en la Ciudad de México.

El maltrato físico y emocional en la crianza de los hijos es una práctica normalizada en México, es decir, ocurre en gran parte de las familias mexicanas y es poco denunciada. Existen diferentes investigaciones psicosociales y antropológicas que revelan la omnipresencia del maltrato físico y emocional en la crianza de los hijos de muchas familias de comunidades indígenas. En estos reportes, las madres admiten que el castigo físico es una práctica incorporada en lacrianza de sus hijos para corregir sobre todo desobediencias a los mayores, berrinches, caprichos y dificultades a la hora de comer.

En cualquier caso las madres y padres hacen lo que ellos creen que es conveniente, no tienen como costumbre el diálogo como un recurso para enfrentar la conducta negativa de los niños. El maltrato físico y emocional puede incrementarse en comunidades indígenas por el consumo de

El 9 de agosto se celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en esa fecha se hacen más notables y visibles las carencias en todo los aspectos, sociales y culturales de estas comunidades y la meta es justo esa, enfatizar la falta de atención para que se propongan soluciones que faciliten el desarrollo en equidad e igualdad con otras zonas más favorecidas. Aunque hay esfuerzos en expandir la cobertura en salud ésta sigue siendo limitada e insuficiente y todavía lo es más en lo que se refiere a la salud mental. La atención a la salud en buena parte se incorpora a las comunidades a través de la educación y del rescate y reconocimiento de sus saberes. Sin embargo, la pobreza extrema en la que están es una situación muy difícil, superiores en varios estados al porcentaje nacional (ver Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2018, del CONEVAL)

En cuanto al acceso a los servicios de salud, sólo el 10.6% de las unidades de primer nivel y 3% de los hospitales, se encuentran en municipios predominantemente indígenas, asimismo, sólo cuentan con el 4% (3,235) de los médicos del país, de ellos, 57% son generales, 22.4% especialistas y 17.7% pasantes. Si la salud física tiene un rezago enorme en la atención y disponibilidad de los servicios, la salud mental es todavía más olvidada, disponen de 3 psiquiatras y 18 psicólogos en todo el país (SINAVE, 2012). El 77% no cuentan con seguridad social y en cuestiones de género las mujeres y las niñas tienen más riesgos de violencia.

Un tema olvidado es cómo apoyar a esta población a resolver problemas de salud mental asociados a la violencia familiar, que muchas veces es atribuida al abuso de alcohol por los grupos estudiados. El Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz ha desarrollado diversos estudios con población indígena con la finalidad de abordar temas de salud mental, violencia de pareja y consumo de alcohol o drogas (Natera, 1981; 1987; 2005; Natera, et.al., 2007). La dependencia al alcohol entre los hombres no es mucho mayor en las zonas rurales (10,5 %) que en las zonas urbanas (9, 3 %). En el caso de las mujeres rurales, la proporción es de 0.4 % frente al 0.7 % de mujeres urbanas (ENA, 2008).

En el estado de Hidalgo a partir de que presenta los niveles más altos de consumo de alcohol y una tasa de cirrosis hepática superior a la media nacional (Narro, et al, 1992 ), se elige como zona de estudio. En diversas aproximaciones etnográficas y epidemiológicas (García-Andrade, 2001) en estas comunidades se detectó que además de las consecuencias que sufre el individuo que consume en exceso, es la familia uno de los principales sistemas afectados por el abuso en el consumo de alcohol de los hombres: depresión, violencia, mayores carencias económicas, negligencia, etc. (Natera, 2009; Tiburcio, 2009). En ese sentido se desarrolló un modelo de intervención breve con el propósito ayudar a los familiares de los consumidores de alcohol a reducir los niveles de estrés, a través de la identificación de nuevas formas de enfrentamiento (Natera, 2009). El estudio demostró que las mujeres logran reducir síntomas físicos y psicológicos, así como de depresión cuando hablan de cómo les afecta el problema, reciben información, analizan la forma en que han enfrentado el consumo e identifican otras formas de hacerlo, de acuerdo a sus posibilidades, así como por el reconocimiento de su red de apoyo y esto les ha permitido en el caso de las mujeres tomar su vida en sus manos y hacer decisiones que las benefician a ellas y a sus

hijos y que como consecuencia el consumidor ha reaccionado positivamente “Yo me deprimía por todo lo que vivimos y ni atendía a mis hijos. Siempre pensé que para que estuviéramos bien él tenía que dejar de tomar pero me he dado cuenta que puedo hacer cosas para que yo esté bien. Ahora sé que él decide sobre su vida y yo la mía” (Natera, et.al. 2011).

Al haber pocas instancias formales para recibir ayuda, la salud mental parece un tema secundario, aun cuando las mujeres sufren estrés y depresión, que lo reportan como dolor de cabeza, dolor en el cuerpo, insomnio y otros malestares físicos que el médico general atiende con medicamento (Bautista, 2009; Natera, 2012), pero no se resuelven “me dijo que no me encontró nada y me dio paracetamol para el dolor pero yo sé que no estoy bien” sin indagar más sobre los problemas asociados (Natera, et.al., 2012) y es comprensible, los médicos y residentes que laboran en estas regiones tampoco cuentan con el tiempo y los recursos para atender estos problemas, pues el sistema de salud en general tiene carencias, más aun en el área de salud mental, sólo los casos más severos como esquizofrenia son identificados y atendidos por un médico general certificado en salud mental, quien les prescribe medicamentos y, aun en estos casos es difícil apegarse al tratamiento, por el costo que éste implica para las familias y por falta de información de que estos problemas se pueden controlar más allá de sus creencias sobre el origen de la enfermedad. La población no cuenta con profesionales que les ofrezca algún tipo de terapia psicológica para tratar sus problemas emocionales. Sin embargo, se observó que una intervención breve que respeta su cultura y hace usode los recursos locales puede ser de gran ayuda para estas familias además de resultar económica para el sistema de salud ya que un análisis de costo efectividad para reducir los síntomas de depresión encontró que el Tratamiento farmacológico convencional se calcula en 218 USD, versus el de la Intervención breve en 31.34 USD (Natera, et.al., 2016).

La dificultad en estas poblaciones no sólo es que se presente el consumo de alcohol o que haya situaciones de violencia sino que los problemas de salud tienen un efecto negativo mayor al carecer de opciones y recursos para la atención. Son una población vulnerable en muchos sentidos, en la que las enfermedades infecto contagiosas prevalecen junto a las crónico degenerativas y problemas asociados a la conducta como el consumo de alcohol o drogas.

Por último, un punto que se entrecruza en el contexto de la pobreza es que sus problemas se han invisibilizado, minimizado o juzgado sin ofrecerles alternativas que los ayuden a mejorar sus condiciones. Ante la pregunta, ¿cuál sería un problema para ustedes además de los ya mencionados? –El polvo! –¿por qué? –“Porque nos esforzamos diariamente por tener nuestra casa limpia, por llevar a los niños a la escuela con los zapatos limpios y cuando bajamos a la escuela después de caminar por el polvo por media hora (no hay de otra) los niños llegan con los zapatos sucios y nos regañan”. ¿Habrá algo peor que sentirse no valoradas en su esfuerzo? Porque no alcanza el presupuesto para pavimentar ¿porque la poca agua que se tiene la dedican a algo que no es valorado? o porque cuando se les solicita u ofrece algo en ocasiones está descontextualizado y no les es significativo o practico.

Lo cual se cuidó el modelo de intervención breve propuesto para ayudar a familiares de consumidores de alcohol incorporando sus creencias, normas y recursos. Un cambio de percepción, de actitudes, y una dedicación de aproximadamente 5 horas, puede beneficiar a todos “…después de las pláticas con la señorita [la orientadora] me hicieron más tranquila y… fue ahí donde pensé mucho, mucho, vimos muchas opciones y me decidí a trabajar para salir adelante, ahorita que estoy un poquito joven… antes si estaba destruida, quería morir… por fin me atreví y le dije [al esposo] quieres irte, vete, y ya no le hice más caso. Yo no quiero irme pa’abajo, solo pa’ arriba. Él [esposo] también cambió, escarmentó, por las actitudes mías y la de mis hijos. Si él volviera a ser grosero se tendría que ir o yo me voy… le doy gracias a mis hijos, a mi familia y a mis vecinas porque sí, me ayudaron mucho”.

Nota elaborada por: Guillermina Natera y Fransilvania Callejas

El derecho a la salud mental es también un de derecho de todos

alcohol de los padres, las situaciones estresantes asociadas a la pobreza, la migración y las relaciones problemáticas entre los padres.

En la capital mexicana habitan 8 millones 918 mil 653 personas, de las cuales el 8.8% se auto adscriben como indígenas. Para la mayoría de esta población, resulta común la miseria, la explotación, la discriminación y la exclusión del pleno ejercicio de su derecho a la salud, la educación, entre otros servicios apropiados para la prevención y atención de distintos problemas, entre los que destaca el consumo de alcohol y la violencia intrafamiliar. Las poblaciones indígenas migrantes no cuentan con servicios de prevención comunitarios en los ambientes urbanos que les ayuden a prevenir y desalentar el riesgo de reproducir la violencia al criar a sus hijos.

Para prevenir y desalentar tal riesgo, este proyecto propone exponer siete lecciones de un programa de crianza positiva basado en la evidencia, pero adecuadas a las características socioculturales de las poblaciones indígenas migrantes que residen en la CDMX.

Responsables: Rafael Gutiérrez y Leticia Vega Este proyecto es financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) de la CDMX